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Al Rescate

Clase de Casa de Paz


Semana 5

Del 22 al 28 de Agosto de 2021

Idea central

Sin importar nuestra condición actual, Dios tiene el poder de rescatar nuestras vidas.

Introducción

A veces necesitamos ser rescatados. De niños cuando nos enfermamos. De adultos cuando
nos perdemos en un viaje o nos quedamos accidentados en el camino. Todos tenemos una
historia de rescate que contar, igual sucede con el pueblo de Dios. Aprenderemos cómo Dios
rescataba a Su pueblo en la antigüedad y como lo sigue haciendo hoy en día.

El pueblo de Dios perdía su camino

“Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor y sirvieron a las imágenes de Baal.
Abandonaron al Señor, Dios de sus antepasados, quien los había sacado de Egipto. Siguieron y
rindieron culto a otros dioses —los dioses de los pueblos vecinos— y así provocaron el enojo del
Señor”. Jueces 2:11-12 (NTV)

Después de la vida de Moisés y Josué, el pueblo de Dios continuamente perdía su camino


buscando falsos dioses y eran entregados en manos de sus enemigos. Dios en Su misericordia,
les enviaba jueces o rescatadores, quienes los libraban de sus enemigos y los hacían volver
por el camino del bien, sin embargo, una y otra vez cometían los mismos errores y nuevos
rescatadores surgían.

Nosotros también nos perdemos

“Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios”.
Romanos 3:23 (NTV)

Al igual que los israelitas, nosotros nos perdemos. Abandonamos a Dios a veces por
temporadas de nuestra vida. Esto sucede cuando vivimos nuestras propias vidas siendo
nuestros propios jefes y vamos por nuestro propio camino. Cuando las cosas nos salen bien,
nos apartamos de Dios y cuando nos salen mal, volvemos a Él. A veces porque nos entregamos
a un pecado persistente que nos aparta y nos aleja de Dios. A veces a diario cuando pasamos
un día sin leer la Biblia ni orar. Vivimos el mismo ciclo. Nos olvidamos de Dios, buscamos otros
dioses (personas o riquezas), se enciende la ira de Dios, entregándonos a nuestros enemigos
(demonios, enfermedades o la muerte), sufrimos y clamamos a Dios para ser rescatados.
Necesitamos un rescatador.

Jesús es el rescatador verdadero y perfecto


“Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando
todavía éramos pecadores”. Romanos 5:8 (NTV)

Ninguno de los rescatadores que Dios enviaba a Su pueblo eran perfectos ni los liberaban para
siempre. Siempre volvían a apartarse y surgía un nuevo juez que los rescataba. Jesús nos libera
del poder de las tinieblas. Nos rescata de nuestra carne, del poder del pecado, de la muerte
y de satanás y sus demonios. Nos rescata de nuestro castigo y del juicio. Por Su sangre nos
perdona, nos redime, nos adopta, nos da el Espíritu de Dios y nos da Su paz. Jesús es el juez
verdadero y perfecto quien nos puede rescatar definitivamente y para siempre.

Conclusión

Quizás hoy vivamos alejados de Dios, siguiendo nuestro propio camino, a merced de satanás y
sus asechanzas, pero Jesús nos quiere rescatar hoy. Tenemos que pedir el rescate al tomar la
decisión de entregar nuestras vidas a Jesús y reconocerlo como nuestro único Señor y Salvador.
Con sólo tomar esa decisión, seremos rescatados por toda la eternidad. Seremos hijos amados
y perdonados de Dios, reconciliados con nuestro creador y llenos de Su Espíritu Santo.

Llamado y ministración

Una oración de fe es suficiente para que Jesús sea nuestro rescatador.

Intercesión

“Un amigo es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad”. Proverbios
17:17 (NTV)

Padre, te pedimos que nos ayudes a ser personas leales que amemos en todo tiempo y
circunstancia.

Ofrendas

“Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará
al otro. No se puede servir a Dios y al dinero”. Mateo 6:24 (NTV)

Al ofrendar demostramos lealtad a Dios, nuestro Señor, a quien servimos. El dinero, además de
ser un instrumento para adquirir bienes y prosperar, también es un medio para honrar a Dios,
quien nos lo provee.

Consolidación

Invitemos a quienes asistan a nuestro grupo presencial o virtual.

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