UNA PRESENTACION DEL EVANGELIO

I.- LA INTRODUCCION:

a) La vida secular
b) La vida religiosa (Si la persona tiene Biblia, invítela a buscarla)
c) Nuestra Iglesia
d) Testimonio personal y/o de la Iglesia
e) Dos preguntas de diagnóstico:

1.- ¿Ha llegado usted al convencimiento, en su vida espiritual, de que si usted muriera hoy,
iría al cielo?
2.- Supongamos que usted muere esta noche y tiene que presentarse ante Dios, entonces él le
pregunta: ¿Por qué cree usted que debo permitirle la entrada al cielo?, ¿Qué le
contestaría usted a Dios? (Después de la respuesta leer Mateo 16:26i).

II.- EL EVANGELIO (Buenas Nuevas de Salvación):

a) GRACIA:
1. El cielo es un regalo que a Dios le place darnos: (Lucas 12:32ii).
2. Nada podemos hacer para ganarlo (Romanos 6:23biii, Efesios 2:9iv).

b) HOMBRE:
1. Es pecador (Romanos 3:23v)
2. No puede salvarse a si mismo

c) DIOS:
1. Es misericordioso, no quiere castigarnos (Jeremías 31.3vi)
2. Es justo, debe castigar el pecado (Romanos 6:23vii)

d) CRISTO:

1. ¿Quién es?: El eterno Dios-Hombre (Juan 1:1-14viii)

2. ¿Qué hizo?: Pagó por nuestros pecados y compró un lugar en el Cielo para nosotros,
el cual nos ofrece como un regalo (Romanos 5:8ix; Juan 14:2x).

e) FE:
1. NO ES entendimiento intelectual o fe temporal.
2. Es confiar únicamente en Jesucristo para nuestra Salvación (Hechos 4:12 xi; Hebreos
5:9xii; 10:39xiii; Efesios 2:8-9xiv).

III.- LA DECISION:

a) Pregunta calificadora: ¿Tiene esto, algún sentido para usted?

b) Pregunta de decisión: ¿Le gustaría recibir el regalo de la vida eterna?
c) Aclaración de la decisión: Consecuencias de la respuesta
 d) Seguridad de la Salvación: Juan 3:16xv; 6:47xvi; 1 Juan 2:25xvii; 5:13xviii.

IV.- LA CONSERVACION INMEDIATA DE LOS RESULTADOS:

a) Biblia (Juan 5:39xix)

b) Oración (1 Tesalonicenses 5:17xx)
c) Adoración (Juan 4:23xxi)
d) Compañerismo (Salmos 133:1xxii)
e) Testimonio (Marcos 5:19-20xxiii)
f) Explicación de cómo Satanás introduce dudas (2 Corintios 2:11xxiv; Efesios 6:16xxv)
i
Mateo 16:26
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por
su alma?
ii
Lucas 12:32
No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
iii
Romanos 6:23
23b …, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
iv
Efesios 2:9
no por obras, para que nadie se gloríe.
v
Romanos 3:23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
vi
Jeremías 31:3
Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi
misericordia.
vii
Romanos 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
viii
Juan 1:1-14
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.2 Este era en el principio con Dios.3 Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz,
a fin de que todos creyesen por él.8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue
hecho; pero el mundo no le conoció.11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.12 Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.
ix
Romanos 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
x
Juan 14:2
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros.
xi
Hechos de los Apóstoles 4:12
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
xii
Hebreos 5:9
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
xiii
Hebreos 10:39
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
xiv
Efesios 2:8-9
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;9 no por obras, para que nadie
se gloríe.
xv
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.
xvi
Juan 6:47
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
xvii
1 Juan 2:25
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
xviii
1 Juan 5:13
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para
que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
xix

Juan 5:39
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio
de mí;
xx
1 Tesalonicenses 5:17
Orad sin cesar.
xxi
Juan 4:23
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren.
xxii
Salmos 133:1
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
xxiii
Marcos 5:19-20
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho
contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había
hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
xxiv
2 Corintios 2:11
para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
xxv
Efesios 6:16
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.