El liderazgo asertivo se define como el proceso de saber expresar de manera

correcta nuestras ideas y punto de vista logrando mantener el respeto y valorando el

punto de vista de los demás, sin que necesariamente se pueda estar de acuerdo con
la opinión de la contraparte. Logrando así influenciar a un grupo para convertirlo en un
gran equipo.
Ahora veamos los diferentes tipos de personas como: Las personas pasivas que se
identifican por dejar de lado sus propios derechos para anteponer los de los demás,
evita mirar a las personas a los ojos, además se sienten incomprendida, manipulada,
con sentimientos de culpa, depresión, baja autoestima. Mientras que las personas
agresivas interrumpen y expresa su opinión por encima de los demás, habla en voz
alta, mira con excesiva fijación a los demás, intimida a otros con expresiones
exageradas. Mientras que las personas asertivas hablan abiertamente, utiliza un tono
de conversación normal, hace buen contacto visual, relaja y adopta una postura y
expresión abiertas, tienen en cuenta sus objetivos, pero también los sentimientos de
los demás, trata de no lastimar a nadie (incluido él mismo). Por lo general alcanza
metas sin atropellar a otros.
Dentro de este contexto las ventajas de la asertividad son las siguientes: Menos
estrés al no comprometerse en actividades que no podrá cumplir, sin sentirse culpable,
más posibilidades de llegar a un acuerdo en el que las dos partes ganen, mayor
autoestima y autoconfianza al emprender actividades propias, mayor capacidad para
resolver problemas propios, y como mediador en conflictos de terceros.