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RODRIGO MONTOYA ROJAS

Encanto y celebración del wayno

DIRECCIÓN REGIONAL DE CULTURA CUSCO


Encanto y celebración
del wayno
En honor de Jorge Núñez del Prado y de Edwin Montoya
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Encanto y celebración
del wayno
4 En honor de Jorge Núñez del Prado y de Edwin Montoya 5

RODRIGO MONTOYA ROJAS


Encanto y celebración del wayno
En honor de Jorge Núñez del Prado y de Edwin Montoya

Primera edición, abril 2013


El wayno es como la huella clara y minuciosa que el pueblo mestizo
ha ido dejando en el camino de salvación y de creación que ha seguido. En el
© Dirección Regional de Cultura Cusco, 2011
Avenida de la Cultura 238
wayno ha quedado toda la vida, todos los momentos de dolor,
Wanchaq de alegría, de terrible lucha, y todos los instantes en que fue
Cusco encontrando la luz y la salida al mundo grande en que podía ser como los
Perú
mejores y rendir como los mejores. El wayno anónimo en cuyos
(+5184) 58 2030
6 <http://www.drc-cusco.gob.pe/> versos está el corazón del pueblo, desnudo y visible, el wayno del norte y 7
del sur, del oeste y del oriente, de la quebrada y de la puna alta; del indio de
© Rodrigo Montoya Rojas, 2013
la puna, grande, solitario, aislado y dominado por la fuerza y la imagen
Diseño
que en su interior guarda de los Apus (montañas); del indio de quebrada,
Carmen Sifuentes Alba
negociante, enamorado y frecuente visitante de las ciudades comerciales,
Corrección de textos
pasajero bullón y hablador de los camiones de carga y de la tercera de los
Anaís Blanco Chávez
trenes de la Peruvian; el wayno anónimo, voz de los indios mineros de la
Preprensa e impresión
Cerro de Pasco Cooper, de las fundiciones de La Oroya
Gráfica Biblos S. A.
y Casapalca, y el wayno de ahora, con la firma de Kilku Warak’a, de
ISBN: Gabriel Aragón, de Pancho Gómez Negrón, de Edmundo Delgado Vivanco y
978-612-46128-4-8
Alfredo Macedo, en que el mestizo empieza a ser poeta visible y famoso en
Este libro no podrá ser reproducido por ningún medio, su provincia; waynos en los que el alma del mestizo, guía del pueblo andino
ni total ni parcialmente, sin el permiso previo de sus propietarios.
del Perú, está tan clara y tan visible como el alma popular de todos los
Impreso por Gráfica Biblos tiempos del Perú en el wayno anónimo.
Calle Morococha 152
Surquillo
Lima (Arguedas, José María. «La canción popular mestiza en el Perú». La Prensa.
Perú Buenos Aires, 18 de agosto de 1940, pp. 201-205)
(+511) 445 5566
<http://www.graficabiblos.com.pe/>

Hecho el Depósito Legal


en la Biblioteca Nacional del Perú
N.o 2013-05160

CD Antología de canciones de Jorge Núñez del Prado


y Edwin Montoya, adjunto a este libro.
Producción, edición y remasterización:
Roberto Wangeman Silva

Fotografías Fototeca Andina CBC:


- Fiesta del Niño Dios. (s. f.). Hermanos Cabrera (carátula y pp. 4-5)
- Fiesta de mestizos en el pueblo. 1935. Hermanos Cabrera (pp. 18-19)
- Reunión familiar en casa. 1940. César Meza (pp. 134-135)
- Familia en carnaval. 1925. Hermanos Cabrera (pp. 204-205)
© Fototeca Andina, Centro Bartolomé de las Casas - Cusco

Impreso y hecho en el Perú / Printed and made in Peru


CONTENIDO

12 PRESENTACIÓN
David Ugarte Vega Centeno

14 INTRODUCCIÓN
Rodrigo Montoya Rojas
8 20 CAPÍTULO I
Jorge Núñez del Prado:
del pampa piano al acordeón

70 CAPÍTULO II
Edwin Montoya:
encuentro de su voz con los secretos
de la música

108 CAPÍTULO III


Jorge y Edwin opinan en primera voz,
en dúo y en contrapunto

116 CAPÍTULO IV
Antología de canciones de Jorge Núñez del Prado

138 CAPÍTULO V
Antología de canciones de Edwin Montoya

158 CAPÍTULO VI
Wayno peruano: del refugio en los Andes al mercado
nacional (1300-2013), por Rodrigo Montoya Rojas

205 BIBLIOGRAFÍA

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Una de las múltiples tareas de la Dirección de Cultura fuera un cristal. En cincuenta años de trayectoria artística,
PRESENTACIÓN
en Cusco es valorar las culturas existentes en nuestra re- ha pasado por todas las provincias de Cusco y su voz sigue

David Ugarte Vega Centeno gión y en el país, reconocer las contribuciones de artistas
que a lo largo de sus vidas han sabido interpretar el sentir
siendo la misma, más educada, más melodiosa, cargada de
las esencias que la vida nos ofrece. Portador de los waynos
Dirección Regional de Cultura Cusco de sus pueblos y expresar sus propios sentimientos, ale- ayacuchanos poéticos en quechua y castellano. Para que el
grías, dolores y esperanzas, con sus voces y melodías car- pueblo de Cusco tuviese el placer de oírlo una vez más,
gadas de la fuerza de los cerros, cielos, vientos, caminos, como tantas otras en el pasado, la Dirección de Cultura lo
ríos, lagunas, nevados y estrellas de los Andes. invitó a ofrecer un concierto acompañado por la Orquesta
Sinfónica de Cusco en abril de 2012, en la Plaza de Ar-
En mi infancia y adolescencia, quedé impresionado por
mas. Fue entonces que tuve la idea de un libro-homenaje a
el acordeón y la segunda voz de don Jorge Núñez del Prado
don Jorge Núñez del Prado y a Edwin Montoya, y al wayno
y la primera voz de Wilfredo Quintana, quienes, con su trío
mismo, la canción más importante del pueblo andino des-
Los Campesinos, formaron uno de los primeros conjuntos
de tiempos incas. «Su majestad, el wayno» es un tema de
que grabaron discos para cantar a Paucartambo, a la mama-
Edwin en el que se enorgullece de este género nuestro, que
cha Carmen y a Andahuaylas. Cusco y Apurímac aparecían
debiera ser tratado como un rey. En el concierto de abril,
abrazados gracias al encanto de la música. Aprendimos de
Rodrigo Montoya, uno de los antropólogos más importan-
ellos a querer profundamente el suelo donde nacimos, los
tes del país y hermano de Edwin, preparó las glosas para
pueblos donde vivimos nuestra infancia y luego tuvimos
tejer con los versos de las canciones, la música y las voces
nuestros primeros amores dando serenatas. Crecimos oyen-
un ramo vivo, tierno y sentido. Al final, los dos hermanos
do canciones de don Gabriel Aragón y su arpa, que cada fin
cantaron en un dúo de voces como lo hacían desde niños,
de semana bajaba de Combapata para cantar en las calles de
en Puquio. Por eso, me atreví a pedirle que él escriba el
Cusco; y también el pinkullo y los versos de un quechua her-
libro en la medida de su gusto y su pasión por la música
moso y florido del poeta Kilku Warak’a, seudónimo de don
andina. Creo que Rodrigo Montoya es un sucesor de José
Andrés Alencastre, el hacendado profesor de quechua de la
María Arguedas por su profunda convicción al defender lo
Universidad San Antonio Abad. Desde Chumbivilcas, tierra
andino y todas las culturas del país. Por su obra múltiple
de los qorilazos, oíamos y veíamos en las calles de Cusco a
y rica, nuestra Universidad San Antonio Abad le ofreció,
don Pancho Negrón y su conjunto. De Acomayo surgió nues-
hace ya muchos años, el grado de profesor honoris causa, y
tro querido conjunto musical Los Condemayta. Entonces oí-
el Instituto Nacional de Cultura de Cusco lo premió tam-
mos también las voces inconfundibles de Los Bohemios del
bién con la medalla del Inca Garcilaso de la Vega.
Cusco, así como a Sonia Yasmina, a los conjuntos Los Ama-
ru de Tinta, Los Hermanos Cárdenas y Los Chankas. Estos Este libro, Encanto y celebración del wayno, presenta las
últimos estrechaban un abrazo afectivo y emocional entre vidas, opiniones y canciones de los artistas y compositores,
Cusco y Apurímac. Asimismo, escuchábamos, con unción y y un largo ensayo sobre lo que es el wayno, su refugio en
respeto, los poemas que el Cholo Nieto recitaba. los Andes durante cuatro siglos y su entrada en el mercado
nacional de la música, con sus logros y peligros.
Como alumno de Antropología en la Universidad San
Antonio Abad, recuerdo el placer de oír la música de los
ayllus cusqueños de todas partes, gracias al entusiasmo de
nuestro querido maestro don Demetrio Roca Huallpari-
machi. Las dos vertientes de nuestra música andina se da-
ban la mano: de un lado, los ayllus con sus melodías, voces,
versos y danzas; y de otro, don Jorge Núñez del Prado con
el encanto de su acordeón apretado con alegría y ternura a
su pecho, como si fuera una mujer amada.
Hacia 1970, apareció en Cusco un joven cantante
puquiano-ayacuchano, Edwin Montoya, con una voz alta,
muy educada, con la seriedad profesional de quien ama y
respeta su oficio y lo cuida para que siga brillando como si

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En abril de 2012, mi amigo y colega antropólogo David lagunas. Más encanto tienen las piedras talladas en las calles,
INTRODUCCIÓN
Ugarte Vega Centeno, jefe de la Oficina del Ministerio de Cul- casas y monumentos históricos de Cusco. Cuando decimos

Rodrigo Montoya Rojas tura en Cusco, me pidió que asuma la responsabilidad de pre-
parar un libro para celebrar el wayno peruano. Sus palabras
que los waynos tienen su encanto, nos referimos a la vida que
tienen, a su fuerza para acompañarnos, a la necesidad que te-
Profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para convencerme aparecen reproducidas en la presentación nemos de expresarnos con la melodía y los versos que cuen-
de este libro. Pensé dos veces en el desafío que implicaba para tan historias vividas por otras personas, pero que se parecen
mí aceptar su propuesta, en el esfuerzo que significaba prepa- a las nuestras. Cuando Edwin Montoya compuso la canción
rarlo en un plazo muy corto y en la necesidad de paralizar la «Su majestad, el wayno», lo hizo para festejar y celebrar sus
redacción de mi libro Nunca más sin nosotros: culturas y poder encantos. Llamarle su majestad es tratarlo de rey o de reina,
en América Latina, sobre la relación entre las culturas indíge- como algo superior. La palabra majestad está marcada por sus
nas y la colonialidad del poder en Perú, Bolivia, Ecuador y orígenes, que corresponden a una etapa de nuestra historia
México. Pudieron más mi relación intensa y profunda con la cargada de valores culturales y religiosos profundamente feu-
música andina quechua y la posibilidad de seguir avanzando dales. Estos reproducían las hondas desigualdades entre los
en mi reflexión sobre ella en varios de mis trabajos, y decidí seres humanos, la sumisión, la obediencia y la resignación
aceptar. que los llamados indios debían mostrar como prueba de su
sometimiento a los reyes de España y a la Iglesia católica.
Me entusiasmé con la idea de combinar un nuevo ensa-
Guardemos del título de ese wayno de Edwin su espíritu de
yo académico sobre el wayno con las biografías y opiniones
celebración y admiración.
de dos de los artistas andinos más representativos de los úl-
timos cincuenta años y una antología de sus canciones. Jorge Entre 1940 y 1970, los compositores cusqueños Andrés
Núñez del Prado, en Cusco, y Edwin Montoya, en Ayacucho, Alencastre (Kilku Warak’a), Pancho Gómez Negrón, Ga-
y ambos en todo el país. El enorme arraigo popular de los dos briel Aragón, Edmundo Delgado Vivanco, Alfredo Macedo
cantantes y compositores en todo el departamento de Cusco y el trovador ancashino Jacinto Palacios dieron los primeros
expresa, una vez más, el encuentro de las tradiciones musica- pasos en un camino nunca antes recorrido. El común deno-
les cusqueña y ayacuchana, que va desde los viejos tiempos de minador de estos compositores era su condición de personas
los harawis incas hasta su conversión en yaravíes para contar biculturales y bilingües, con un gran dominio del quechua
y cantar el dolor producido por la derrota de los Apus y los y con una personalidad suficientemente firme para asumir
incas, y convertir en realidad el sueño de los curas de confun- la canción andina como rasgo de identidad y orgullo. Jorge
dir a los Apus y a la Pachamama con Cristo y la Virgen María Núñez del Prado y Edwin Montoya pertenecen a la segun-
como si fueran iguales, sabiendo claramente que no lo son. A da generación de artistas y compositores de nuestro tiempo,
este juego de ilusión religiosa se suele llamar sincretismo. cuyos primeros pasos fueron dados en Lima, Paucartambo
(Cusco) y Puquio (Ayacucho), cantando boleros, rancheras y
Con los arrieros coloniales en las rutas del centro y sur
valses; luego, redescubrieron la música andina y la asumieron
peruanos —particularmente las de Huamanga, Cusco, Po-
como proyecto de trabajo y de sus vidas.
tosí, La Paz, Cochabamba, Jujuy, Salta y Tucumán, y las de
Huamanga, Lucanas, Parinacochas, La Unión y Arequipa—, Las historias contadas por los dos artistas-compositores
viajaron los instrumentos musicales, las voces, los versos (o ocurren en los últimos cincuenta años de historia de la can-
coplas) y las melodías de harawis, waynos (wayñus), yaravíes ción andina peruana. La de Jorge Núñez del Prado comienza
y vidalas, bienes comerciales, noticias diversas, ideas políticas en su casa de Paucartambo, separada de la iglesia mayor por
y las ganas de arreglar cuentas con el Imperio español, como solo una pared y su romance de infancia con el pampa piano;
en la gran rebelión nacional de Túpac Amaru y Túpac Katari, después, vino el acordeón desde su adolescencia hasta hoy,
en el alto y bajo Perú de 17801. y su trayectoria de cantante de segunda voz para acompañar
a la primera de Wilfredo Quintana en su histórico trío Los
En la tradición quechua, la palabra castellana encanto
Campesinos. La historia de Edwin Montoya comienza en su
quiere decir «magia», también «vida». Las piedras tienen en-
casa de Puquio, con el encanto de la voz y la guitarra de su
canto porque hablan, lo mismo que las plantas, los ríos y las
padre, cantando valses criollos en las fiestas familiares, en las
actuaciones del Colegio Nacional Manuel Prado; haciendo
1. Sobre el tema de los arrieros y la música andina ver el libro de Juan música con sus colegas del colegio; oyendo y cantando yara-
José Miranda, Huamanga en los cantos de arrieros y viajantes (1991).

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víes y waynos en los momentos más íntimos de las reuniones en sus «pasos» o andas, en las procesiones de Semana Santa. lebre antropólogo y novelista escribió sobra la música andina no y sobre la propia palabra wayno a partir de una lectura de
familiares y en casa, y finalmente, en su encuentro con el pro- Su profunda fe paucartambina no le impide a Jorge ser crítico quechua. He consagrado también a este tema, en los últimos la Nueva corónica y buen gobierno, de Guamán Poma de Aya-
fesor de música Panchito Pérez en la Gran Unidad Escolar de la Iglesia y decir limpiamente que no le gusta el Opus Dei. cuarenta años, una serie de artículos en periódicos y revistas la. Al antropólogo Miguel Ángel Fernández, por su excelente
San Luis Gonzaga de Ica en 1959. El amor y placer por la mú- de Lima que aún no he reunido. Es a partir de esta experien- trabajo como asistente de investigación, y a Juan Carlos Mon-
Edwin Montoya viene de las canteras románticas del lla-
sica, no solo andina de waynos y yaravíes, atraviesa sus vidas cia personal de investigación antropológica, y de manejo de la toya Salas, por su magnífico trabajo para grabar las catorce
mado wayno mestizo de la tradición huamanguina y de los
y sus trayectorias artísticas. Los estudios de música de Edwin, bibliografía existente, que escribí el capítulo VI de este libro. horas y preparar la primera versión con los textos transcritos
yaravíes de todas partes. Más que a la risa y la broma, en los
en la Escuela Nacional de Folklore y en el Conservatorio, le y parte de las antologías de canciones. En cuanto a las fotogra-
waynos y yaravíes los amores son tomados con la mayor se- Para preparar las dos biografías fue necesario grabar los
dieron los conocimientos necesarios para perfeccionar su fías de este libro, expreso aquí mi gratitud a Sonia Céspedes
riedad y pasión. Para la broma y la burla, la sátira y el doble relatos de Jorge Núñez del Prado y de Edwin Montoya en
voz, para cuidarla como un bien precioso, para grabar buena Rossel, por su gran apoyo en la búsqueda, selección y trata-
sentido, están los pukllay, araskaskas, pumpin, carnavales, doce horas, seis con cada uno, y luego reunirlos durante dos
parte de sus discos con su propia segunda voz y para llevar el miento de gran parte de estas imágenes. También al ingeniero
wayllachas y wifalas, aunque algunos waynos tienen también horas más para que juntos diesen sus opiniones sobre algu-
canto andino y peruano con la mayor seriedad a los escena- Valerio Paucarmayta Tacuri, director del Centro Bartolomé
parte de ese humor. nos de los temas y problemas de la canción andina peruana, a
rios nacionales, así como a los de Europa, Estados Unidos y de las Casas de Cusco, por su gentileza en ofrecerme tres pre-
partir de sus propias vidas y sus convicciones personales. La
América Latina. En la medida en que ambos expresan los sentimientos de ciosas fotografías de la valiosa fototeca de esa institución. Al
transcripción de lo que dijeron fue entregada a ellos para que
sus pueblos, son artistas queridos y en cada canción cuentan fotógrafo Óscar Gutiérrez Bendezú, por su generosidad para
Ambos pertenecen a la misma generación. Jorge nació agreguen, quiten, corrijan, cambien y mejoren sus textos. Una
lo que les pasa a ellos y a todas y todos en el mundo andino, proporcionarme fotografías de su colección de paisajes y per-
en Paucartambo (Cusco) en 1936 y Edwin en Puquio (Luca- segunda versión fue igualmente corregida por ellos para evi-
con mayor o menor intensidad. El pueblo aprende a cantar las sonas de Puquio. A mi amigo Ricardo Guevara Cárdenas, jo-
nas, Ayacucho) en 1941. A pesar de las largas distancias entre tar los pequeños problemas y dificultades que podrían haber
canciones que hablan de sus sentimientos y, al reconocerse en ven y destacado fotógrafo cusqueño, y al fotógrafo Ruperto
ambas provincias, compartieron los mismos comienzos en quedado luego de la primera revisión. Con el mayor respeto,
sus versos, se produce una identificación profunda entre los Márquez, de la Oficina del Ministerio de Cultura en Cusco,
Lima y las canciones de profundo amor por su tierra. Am- seguí sus indicaciones y en ambos casos no debo dejar de ci-
artistas y sus pueblos. Ahí radica la magia y el encanto de la por su excelente trabajo para facilitarme fotografías de Pau-
bos han creado himnos para sus pueblos; en estos últimos tar sus preocupaciones para «no herir susceptibilidades» de
música de todos los pueblos del mundo. Por eso, en el mundo cartambo y Cusco.
años, Jorge se ha propuesto componer un villancico por año, las personas citadas en sus historias. Los capítulos I, II y III
andino, cada uno de nosotros tiene lo que llamamos nuestro
recordando los harawis de su infancia; por su parte, Edwin de este libro son el fruto de ese trabajo. En gran parte de los Cuando ya el libro estaba terminado, tuve la grata sor-
«fuerte», que es la canción preferida con la que somos capaces
compuso un himno para el Señor de la Ascensión, patrón de textos, preferí eliminar las preguntas para que los relatos sean presa de ver la exposición «Fragmentos de una historia. La
de conmovernos y llorar.
Puquio, cuya hermandad lo canta con unción, y la caramusa más ágiles. Solo en el capítulo III, en el que ambos hablan en música andina en Lima», de la antropóloga y fotógrafa Nelly
«Arguedasninchik», «Nuestro Arguedas», con la melodía de He consagrado al gran tema de la canción andina cinco primera voz, en dúo y en contrapunto, he conservado algu- Plaza, en la Casa Rímac del Cercado de Lima (del 20 de di-
los ayllus de Puquio, en honor de José María Arguedas. Nues- textos. El primero es un libro compartido con mis hermanos nas de las preguntas y aparezco en las conversaciones al haber ciembre de 2012 al 10 de febrero de 2013). Hasta donde sé,
tros Apus andinos y Jesucristo se dan la mano en el corazón Luis y Edwin Montoya Rojas, Urqukunapa yawarnin. La san- sido convocado por ellos. se trata de la primera gran aproximación a la música andina
de estos artistas, como ocurre en los ayllus, lejos de la sober- gre de los cerros: antología de la poesía quechua que se canta a partir de fotografías, afiches, avisos publicitarios y diver-
En los capítulos IV y V, se encuentran las antologías de sus
bia europea de gran parte de la Iglesia católica. en el Perú, en el que presentamos una edición bilingüe de 333 sas notas publicadas en diarios y revistas en el siglo XX, que
canciones. Le pedí a cada uno que hiciera su propia selección.
canciones, 170 partituras y un largo estudio sobre aquello que muestran la presencia de artistas y conjuntos andinos en la
Jorge Núñez del Prado viene de las canteras cusqueñas En el caso de Jorge Núñez del Prado, aparecen prácticamente
los versos de las canciones cuentan de la cultura quechua pe- Pampa de Amancaes y en los coliseos. Todas las generaciones
del wayno para divertirse, para reír y alegrarse, para celebrar todas sus canciones. Al final de ambos capítulos, figura un
ruana, en dos volúmenes de la primera edición y cinco volú- de artistas andinos en Lima aparecen reunidas en esta valio-
a boca llena el amor de «las cholas», y con «las cholas», con listado de los discos grabados por ellos.
menes pequeños de la segunda edición (Montoya, Rodrigo, sísima colección audiovisual que debiera ser recogida y ex-
un espíritu parecido al de don Gabriel Aragón, el artista de Luis y Edwin, 1998 [1987]). En 1996, publiqué el artículo Finalmente, en el capítulo VI, ofrezco un panorama ge- puesta de manera permanente en alguna de las instituciones
Combapata, compositor y arpista ciego, y al del Cholo Luis «Música chicha: cambios en la canción andina quechua en neral del wayno peruano desde tiempos incas hasta la explo- limeñas. Expreso a Nelly Plaza mi gratitud por su generosidad
Nieto, célebre poeta cusqueño que dejaba sus versos escritos el Perú», presentado en Berlín en el seminario «Cosmolo- sión producida por la entrada de los bienes artísticos andinos
para proporcionarme veintitrés fotografías para este libro, así
en las paredes de las picanterías, como aquella, tan famosa, gía y música en los Andes» (Montoya, 1996). En dos de los en el mercado capitalista de las culturas. Menciono trece de
como a Carmen Sifuentes, encargada de la edición y diseño
conocida como La Chola. Son muy débiles las fronteras entre capítulos de mi libro Porvenir de la cultura quechua en Perú, las grandes transformaciones producidas en la música andi-
de esta obra, quien me ofreció el contacto con Nelly para en-
la canción alegre, divertida, y los chistes de doble sentido y trato de la danza de las tijeras («Cuando Cristo muere, los na, en general, y en los waynos, en particular, y ofrezco tam-
riquecerlo con nuevas y hermosas fotos.
de todos los colores. En la conversación, Jorge tiene siempre dioses andinos salen a pasear») y de los múltiples rumbos bién una reflexión sobre sus problemas y perspectivas.
una historia divertida a flor de labios para que podamos reír La traducción y escritura de los textos quechuas son de
para la música (Montoya, 2011: 211-254, 287-324). También Expreso mi gratitud, en primer lugar, a mi amigo David
y alegrarnos, pero en materia religiosa venera a su mamacha mi exclusiva responsabilidad.
en 2011, publiqué una sección sobre la música andina en mi Ugarte Vega Centeno, por su feliz iniciativa para que yo asu-
Carmen con el mayor de los respetos. No tiene el atrevimien- libro Cien años del Perú y de José María Arguedas (Montoya, ma el desafío de preparar este libro. También a Jorge Núñez
to de los kollas que en Paucartambo enamoran a la mama- 2011). Finalmente, en la introducción que escribí a la Obra del Prado y a Edwin Montoya, sin cuya decisiva, fraterna y Lima, febrero de 2013
cha Carmen y quieren llevársela a sus pagos de tierras altas antropológica completa, de José María Arguedas (2013, Comi- generosa contribución este libro no habría sido posible. A mi
y frías, como si se tratase de una mujer hermosa de alguno sión Nacional del Centenario de José María Arguedas y por la amiga Chalena Vásquez, etnomusicóloga, por su generosidad
de sus ayllus. Este gesto de libertad es comparable al de los Editorial Horizonte), vuelvo sobre el tema comentando los li- para ofrecerme unas páginas especialmente escritas con un
gitanos que en Sevilla enamoran a la Virgen y la hacen bailar bros, así como los artículos en revistas y periódicos, que el cé- adelanto de lo que está descubriendo sobre la música del way-

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¿Es este, es este tu santo templo?
¿Es este, es este tu santo templo?
¿Dónde estás, madrecita?
¿Dónde estás, Virgencita Carmen?
[Hemos venido a ti humildemente]
siendo solamente kollas del Altiplano,
solamente llameros.
He visitado Paucartambo,
hermosa tierra bendita;
quiero dejarte en este canto
Capítulo I un pedacito de mi cariño.

(Wayno « Recuerdos de Paucartambo»)

Jorge
Núñez
del Prado: ¿Cómo se puede llevar emoción que dignifique y que dé esperanza? Ese es el

del pampa piano motivo del wayno, eso nos ennoblece, nos conduce a abrir los ojos y decir: «Este es
el Perú». Y no de los muchachos que gritan con ruidos estridentes, que desmerecen
al acordeón el arte de la música. Está bien que sea extranjera, pero aquí tenemos otro módulo
generado por nuestra propia historia. Lo que es nuestro quieren desbaratarlo. No
podemos vivir así. Hagamos algo […].
El pampa piano se toca acercando el instrumento al hombre. La cercanía se
mide con el fuelle. Lo mismo pasa con el acordeón: si lo acercas mucho a tu cuer-
po, lo pones sentimental, vas a tocar diferente de otros y nadie va a tocar como tú,
porque tienes tu estilo. Así comencé con el acordeón, y empezamos a dar serenatas
en Cusco.
Ese es el folklore que nos ha entonado, nos ha dado una dirección, debemos
cumplir un anhelo y ese anhelo me llena el corazón. No envidio a nadie, ni veo con
rencor a nadie, porque el wayno es eso, primoroso, dulcificante. El wayno es mucho
más, nos consolida, nos da una formación, nos enseña a amar a nuestros padres,
nuestras iglesias desportilladas por el tiempo, nuestras callecitas de a pie donde nos
damos la mano, nuestros caminitos florecientes de flores hermosas que adornaban
el paisaje de nuestro pueblo.

20 21
1. Jorge Núñez del Prado Ísmodes. Salamanca de Monterrico,
Lima, 2007. (Foto: Nelly Plaza).
1

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Según el escritor folklorista puneño José Portugal Ca- Estamos llegando a un momento en el que no se avan- Esto quiere decir: «Tú habías sido mi Dios, escucha al más falta, beber de nuestra sangre, cantar lo que han dejado,
tacora, en su libro Danzas y bailes del Altiplano, la palabra za con el quechua, está disminuyendo el uso del quechua. pobre de tus hijos». ¡Qué difícil habrá sido entender esto lo que es de nosotros, comunicarnos con la inocencia y la
wayno viene del idioma aymara. Wayña, que en quechua es En uno de mis viajes a Arequipa me invitaron a una emiso- para un hombre a quien le hicieron cambiar de fe!, aunque dulzura». Siendo un cura, dijo que antes el Sol alumbraba
wayñu, tiene la misma significación: «canto para el joven, ra. Cuando estaba sentado frente al micro, sonó el teléfono que no borraron su fe del todo, porque todavía existe en el el universo de la religión, y que después vino la religión
no de edad cronológica, sino aquel que debe entonarlo ale- y recibí una llamada; era de un paisano cusqueño, que no sentimiento de todos nosotros. Quisiera que anote bien en católica que eclipsó al Sol, pero que el Sol surge de nuevo
gre, contento y feliz». El wayno fue creado para los hom- sé quién era, pero me dijo: «Llactamasiy allillanchu kasian- el libro esto que acabo de decirle. con más firmeza. Todos esos episodios nos hacen ver que
bres jóvenes, no solo de edad, sino también para aquellos ki», «¿Cómo estás?», en quechua. Le contesté y entablamos la vida de nosotros todavía está escondida.
El wayno vigoroso viene de las alturas, escondido en-
que se sienten jóvenes hasta el final de sus vidas. Por eso un diálogo de unos tres minutos. Colgué el teléfono. Lue-
tre los pajonales, entre la frialdad de la nieve eterna. ¿Por Me pregunta usted en qué momento se entristeció el
creo que esta expresión musical tuvo la finalidad de llevar go, volvió a sonar, era una voz de mujer. Me dijo: «Quiero
qué se fue allí? Se fue resentido, porque no lo dejaban ex- wayno que había nacido para cantar y bailar el amor de la
alegría, esperanza, cariño, amor a los hombres. Cuando felicitarlo porque hace dos años que vivo en Arequipa y
pandirse. A escondidas, se alegraba la gente con sus way- juventud. Revisemos la historia de Ayacucho, nombre que
vine a Lima, le pregunté a uno de mis alumnos: «¿Qué es nunca he escuchado un diálogo en quechua; para su domi-
nos, como los esclavos negros en España se juntaban para significa «el rincón de los muertos», allí donde el wayno
el wayno?». Me dijo: «El wayno es... aj... es un canto de la nio, soy paraguaya y en mi país el guaraní lo habla desde el
recordar sus vivencias. Si se observa nuestra configura- parece muy triste. No olvidemos que la geografía influye
empleada del hogar». ¿Qué más es el wayno? Es wiskyti presidente de la República hasta el último habitante de mi
ción, los nevados, los grandes monumentos, se verá que la enormemente en este tipo de expresiones. Además, la mu-
—palabra onomatopéyica que se refiere al zapateo—. Des- tierra». Que lo que cuento sirva de lección, sirva de invita-
tendencia de nuestra cultura ha sido servirse del cielo para jer ayacuchana es muy diferente de la cusqueña, parece que
de entonces, comencé a interesarme por los waynos y me di ción, mi querido maestro.
comunicarse. ¿Qué son los Apus? Son esos picachos que ha hecho llorar más a los hombres, porque es más valiente
cuenta de que no era así, que es expresión sincera de la vida
El qarawi fue hecho para el dios Pachacámac, el que quieren llegar al cielo. Por eso se les llamó también Apu- que ellos, más trabajadora, más emprendedora. Mientras
íntima del hombre que quiere guardar para sí y para los de-
remueve y creó todo un mundo. Pachacámac es un dios Dios, porque tienen fortaleza. ¿Qué pasa cuando vamos a la cusqueña solo se dedicaba al tejido, a mover la pushka,
más, para los hijos de sus hijos, una de las expresiones más
preincaico, es el creador de la Tierra, del universo. Hubo ver, de lejos, al nevado Verónica o al Salqantay? Nos po- el hilado, y a cocinar.
sinceras de su pueblo. Gracias a Dios, vinieron los cambios
también otro dios, Wiracocha, creador de los mares, de los nemos melancólicos, no entendemos la razón de nuestra
históricos y el wayno no desaparece, sino que se consolida
ríos, del agua, que era algo omnipotente. La religiosidad vida, nos llama más a la meditación. Por eso, los que he-
como la música mestiza, donde se juntan los idiomas, se
abrazan el quechua y el español. Cuando el compositor que
preincaica se extendió hacia los incas desde la costa, esa mos vivido en los lugares altos conservamos dentro de no- ❂
es la raíz de nuestra cultura incaica. La religiosidad de los sotros esa virtud. Mire usted cómo el wayno aparece para
hace música mestiza en el wayno no encuentra un recurso Cuando mi padre murió en un accidente de aviación,
incas está muy poco estudiada. Hay una trilogía religiosa: la alegría del pueblo de ser jóvenes y seguir siendo jóvenes,
para modelar su expresión, busca el quechua y completa la nos quedamos cinco hermanos. Éramos muchos para que
Pachacámac, Wiracocha y el Sol, como una divinidad. No para no perder la esperanza, comunicarse y dialogar. Ahí
lírica de su composición. mi madre afrontase sola la situación. Regresé a Paucartam-
se le dice Dios al Sol, se le dice Intillay, Sol mío, mi Sol, que estaba, pues, el takikuq, el «cantor», que incansablemente bo desde Cusco, donde estudiaba, y en uno de esos atarde-
El wayno se cantaba y bailaba en tiempos de los incas. me alumbras y engríes en las noches lóbregas. Si alguien reunía a los ayllus. Él dejaba la huella de su verso, como ceres de nostalgia pensé que nunca más volvería. Ya no me
Pero era sobre todo para bailar. Hay una diferencia abismal me pregunta: «¿Cómo se dice Dios en quechua?», le diré nosotros decimos ahora: «¿Qué te has creído? Porque eres quedaba nada. «¿Quién soy?», me pregunté. Me di cuenta
entre el wayno y el harawi, y otra música como la qashwa que se le llama Tayta, y también Apu. Ambas palabras tie- bonita quieres que te quiera; no tengo dinero, tampoco ri- de que me había desposeído de todo. Tenía entre 16 y 17
y el qaylli. El harawi es también una forma lírica de expre- nen más o menos la misma significación. Tayta es «padre», queza, qué interesada, qué mala conciencia. ¿Por qué me años, ya no quedaba para mí nada. Yo había vivido en mi
sión que viene de dos vertientes: una sagrada o sacra, y otra «padre nuestro», pues. La idea de Dios es esa, porque el ves por mi dinero?, ¿por qué no me ves como hombre de casa, que colindaba con la iglesia, donde tocaba mi pampa
dedicada exclusivamente a la mujer, a la ñusta, a la madre. quechua es así, esa idea no es tan precisa como en el caste- pelo en pecho y cochayuyo en la espalda?». Este es un way- piano. Pero después de la muerte de mi padre, la casa que-
Fíjese usted, amigo, le voy a confesar algo: la mujer que de- llano. De una palabra se pueden extraer muchos conceptos no mestizo, actual. dó para una de mis hermanas. Hubo muchos problemas.
bía ser madre se abrazaba en mi pueblo y decía cantando: que nos conducen a abrir un poquito más el alma. Por eso
Los españoles, o los descendientes directos de los espa- A partir de entonces, todo iba a ser diferente. Iba a ser un
«Arurukuskani, arurukuskani, estoy feliz de ser fértil, voy a le digo que la religiosidad incaica se sujetó, se subyugó, a la
ñoles, se interesaron por el wayno cuando se dieron cuenta hombre que iría a mi tierra de visita nada más, para sen-
dar semillas, ya no voy a ser solo una mujer soltera, mi vida religiosidad que trajeron los evangelizadores. Cuidado, que
de que en los ayllus existían versos notables, una literatura tarme en el banquito de la plaza, mirar cinco minutos y,
va a cambiar así». Eso era el rurucha. Ruruy, en quechua, nuestros peruanos no tuvieron interés por el idioma espa-
oral que no había sido transmitida por la escritura; cuando después, regresarme. ¿Por qué tanta desgracia? ¿Por qué
es «dar semillas». Qué bonito, qué sincero. Ese es el wayno. ñol. Los evangelizadores tuvieron que tomarse el trabajo
se dieron cuenta de que los versos en quechua algo tienen tanta tristeza? Sí, te he dejado, tierra de mis amores, allí
de hablar el runa simi para concientizarlos en la religión
El wayno indígena se diferencia del wayno mestizo. El donde caminaba por las callecitas empedradas, allí don-
católica. Además, tomaron los harawis y solo le cambia- que ver con nuestra semblanza. Eso interesó al místico es-
wayno indígena es muy simple, es una especie de invita- de he sufrido, donde me he alegrado y donde he vivido al
ron de nombre a Pachacámac: en lugar de decir: «Apuyaya pañol. Estamos hablando de los albores de la Colonia. Al
ción indirecta al amor, es una especie de declaración de calor de mis padres y donde he vivido con mi familia, con
Pachacámac», que significa «Mi padre Pachacámac», di- interesarse por esos versos, también ellos quisieron contri-
amor, pero no como las que estilamos nosotros, sino con mis hermanas y hacíamos fiestas por todo y bailábamos,
jeron: «Apuyaya Jesucristo», es decir, «Mi padre Cristo». buir con su forma de ser. El mestizaje también se da allí,
un poquito más de mando por parte del interesado, del imitábamos las máscaras de los bailarines.
Los curas no tenían autorización para permitir que en las en el canto sublime amalgamado a las personas que no
enamorado. De ahí sale el wayno para enamorarse entre
misas, que se decían y rezaban en latín, se cantaran ha- son distintas, que son la continuación, que son una mis- Cuando me mandaron a estudiar a Cusco, Dios santo,
dos, para quererse, para conocerse. La familia de nuestra
rawis. Pero sí les dieron un espacio muy importante en el ma sangre. Me acuerdo del padre Vega-Centeno que, en qué tal cambio, qué desesperanza, medio interno en un co-
cultura incaica ha sido un ejemplo, el mismo ayllu, así se le
ofertorio. Solamente en ese espacio se podía cantar estos un discurso pronunciado en Cusco, decía: «Ser cusqueño legio. Entonces compuse un wayno, mi primer wayno. Subí
llamaba: el ayllu.
versos tan lindos: «Apu Jesucristo, qanmi Diosniy kanki, no solo es mirar las nubes blanquecinas que cambian, ser al cerro Colca y, desde lejos, vi muy lejos a Paucartambo.
uyarillawayku, wakcha wawaykita, Apu, señor Jesucristo». cusqueño es beber de nuestra sangre, y eso es lo que nos Bajé a un lugarcito que se llama Qonchupata, y de allí vi

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a mi pueblo. («He visitado Paucartambo, hermosa tierra entraba con un amiguito a tocar un melodio grande que un
bendita; quiero dejarte en este canto un pedacito de mi ca- señor Villa García había obsequiado a la iglesia; como mis
riño»). Pensaba que por última vez iba a darle mi abrazo. pies no alcanzaban el fuelle del instrumento, mi amiguito
Ese verso nos lleva al llanto. Mis waynos están hechos de me ayudaba. Fue así como aprendí a tocar el melodio a los
realidad, que mi pueblo aprecia y canta todos los días por- 6 años.
que es como la oración de uno de sus hijos. En mi casa, todos hablábamos castellano, pero había
Mis padres eran telegrafistas. Mi mamá perdió a su una cosita bonita: para que estudien los hijos de los cam-
papá muy joven y la crió mi abuelita. Entonces aprendió pesinos agricultores, tenían que bajar a la escuelita de Pau-
el telégrafo. Antes, a las telegrafistas las destacaban a dis- cartambo. Allí no había diferencias, vivíamos hermanados,
tintas oficinas; a mi mamá le tocó trabajar en Checacupe. hablábamos el idioma quechua y ellos también aprendían
Por su parte, mi papá trabajaba también como telegrafista castellano con nosotros. Aprendí el quechua con mis com-
en el valle de Qosñipata, bajando a la selva, en un lugar que pañeritos, con quienes me trompeaba, ¿no? Mis padres
se llama Asunción. Hasta ahí llegaban los cables y todos claro que sabían quechua, pero a los hijos nos hablaban
estaban conectados. En esas transmisiones con el sistema solo en castellano. Aprendimos jugando con los amigui-
morse, a través de golpecitos, se comunicaron mi padre y tos. Recuerdo que un camioncito que me mandó mi tío lo
mi madre antes de conocerse, y se enamoraron por telégra- cambié por una piedrecita tapizada que tenía la forma de
fo sin oír sus voces. Cuando se vieron, se casaron, ¿qué le camioncito, pero que el indiecito lo movía de tal manera
parece? Luego, vinimos cinco hermanos: cuatro mujeres y que me gustó más esa piedrecita. Me quedé contento con
un hombre, que soy yo. Yo soy el hombrecito. la piedra; es decir, no había diferencia, éramos iguales para
Dios. Por eso, hace poco se me ocurrió componer villan-
Mi casa colindaba con la iglesia de Paucartambo. Mi cicos. ¿Por qué no puedo regresar a mi niñez o siquiera
madre era una mujer muy piadosa. Mis padres compraron recapitular mi niñez?
la casa a un señor Pilares. Como casa antigua, tenía cua-
Descubrí la música viendo al sacristán que tocaba el
tro patios y cada pared medía 1,5 metros de ancho. Allí
melodio de la iglesia. No me perdía el ofertorio porque allí
vivíamos, jugábamos, qué no hacíamos de chicos. Como
él tocaba los harawis, tampoco la comunión, porque en
una de las puertas de la iglesia daba a mi casa, me era fácil 3

empujarla y meterme a la iglesia cuando el párroco se iba 2. Jorge Núñez del Prado niño, en Paucartambo.
a los distritos a celebrar misas y fiestas. Detrás de mí en- (Archivo familiar).
traban los gallos y las gallinas, y anidaban en los altares. Yo 3. Sus hermanas Elsa, Elba, Rosa y Alicia. (Archivo familiar).

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ese momento se cantaba el «Oh, buen Jesús, yo creo firme- lía. «He malogrado la obra. ¿Adónde voy? Me escapo. Si a la puerta. Se sentó y dijo: «¿Quién está enamorando a ted está deshaciendo vocaciones sacerdotales», me dijeron.
mente». De ahí sale mi vocación para la música, y parece no conozco, adónde voy a ir, me moriré nomás, llegó el mi hija? ¡Avisen! Ustedes saben, jóvenes, yo mañana tengo Todavía no era cura el padre Alcántara, estaba para reci-
que también es por una cuestión sanguínea, porque en mi momento», pensé. «¡Núñez del Prado!», ya llegó la pena que irme a trabajar y ustedes me están desvelando, ¡qué birse; era un tipo inteligente, deportista. La chica se apelli-
familia casi todos son músicos. Óscar Núñez del Prado, mi de muerte. Vi la cabeza del cura que era alto. «¿Qué haces tal lisura!». Mi primo dijo: «Discúlpenos, señor, somos daba Acuña. ¿Cómo se llamaba? No me acuerdo. Me man-
primo, el antropólogo cusqueño, tocaba muy lindo la man- acá? —me dijo—, vamos a la Consejería», que era el patí- hijos de familia». ¡Para qué dijo eso! El hombre se puso daron a la Consejería, me castigaron como cuatro días sin
dolina junto con sus hermanos Lucho, Wilfredo y Adolfo. bulo. Me senté, sacó un chocolate. «Sírvete —me dijo—, lo furioso, llamó a su cholo: «¡Trae las riendas del caballo!». almorzar y me dieron miel de abeja en el desayuno, miel
Mi papá rasgaba nomás la guitarra; a veces, cantaba. Cuan- has hecho muy bien. Toda la gente ha comentado y, desde Me vi como un ratoncito que está perdido ante un gato. de abeja en el almuerzo, miel de abeja en la comida. Me
do llegué al Cusco a los 15 años, estuve interno en el quinto hoy día, perteneces al elenco de teatro». ¡Caray!, entonces «Perdone, señor». Me cargaron, me bajaron los pantalones vino una cosa terrible, una descomposición grave. Vino
año de media. Como en el colegio no podía tocar el melo- comenzamos con las obras de teatro, y me llevaban de pre- y me dieron tres chicotazos de los buenos, que me sacaron mi padre, tuve que salir del Colegio Salesianos, con tanto
dio ni el pampa piano, viendo tocar a mis primos Adolfo y mio a dar misa al Salesianos. ¡Qué dicha!, ver a las chicas. ampollas. Se me quitó el habla, dejé mi mandolina ahí y dolor. Mis amigos me llevaron al Colegio de Ciencias, me
Óscar Núñez del Prado comencé a tocar una mandolinita Nos daban un desayunazo como para cura. Ahí comencé a salí corriendo como diez cuadras hasta la casa de mi tía. dijeron: «Aquí todos mandamos en el internado; nadie te
que compré en Sicuani con 1,5 soles. Comencé a practicar sobrevivir. Resulté siendo ayudante de misa de monseñor Al poco rato llegó mi primo. Nunca más lo vi. Con lo que va a hacer bautizo, así que vas a estar con nosotros; damos
y me salían bien sobre todo los boleros de Los Panchos con Hermoza, obispo de Cusco, yo que no sabía ni michi de pasó parecía suficiente para dejar las serenatas. No, pero serenatas y listo». Mi amigo tocaba guitarra y, efectivamen-
esas picaditas: ti-ri, ti-ri. No tocábamos waynos, ni yara- latín, todo lo que debía decir lo aprendí oyendo. no, señor. Seguimos dando serenatas con más furor y nun- te, llegué al Colegio de Ciencias. Me recibieron muy bien,
víes ni harawis. Toda la música era mexicana: serenatas y ca me pasó nada parecido. porque, a pesar de que allí bautizaban con almohadazos
Tengo otra anécdota más. El cura me estimó y me lla-
boleros. Una vez, me pasó un chasco gracioso que se lo voy a los recién llegados, a mí no me tocaron y comenzamos
mó en noviembre para la Fiesta de Todos los Santos; me
a contar, aunque vaya a ruborizarme. Estaba interno y yo, con las serenatas, otra vida, otro destino. No había waynos,
vestía de sacristán y sotana siendo yo alumno del colegio.
como todo muchacho, amaba mi libertad. No podíamos
Era para dar el responso. «¿Rezado o cantado?». «Canta-
❂ solo boleros como «Estoy bajo una palmera, en una noche
escapar del Colegio Salesianos porque nos expulsaban. Era playera, suspirando por ti».
do», y yo comenzaba con el responso, creían que yo era En ese tiempo, en las serenatas no cantábamos waynos
un colegio de curas y para mí era muy duro salir de la li-
padre también. «Padrecito, un responso», me pedían. El ni canciones en quechua. El primer amor apareció con Los Perdóneme, me olvidé del primer amor. Vamos a tener
bertad de Paucartambo y llegar a ese colegio. ¡Qué cosa
cura vio el negocio y me dijo: «Anda, vete al camposanto Embajadores Criollos, que causaron furor en Cusco. En- que retroceder un poquito. Yo estaba interno en el Colegio
más terrible! Me dije: «Acá lo único que tengo que hacer es
que yo me quedo acá». Me fui al camposanto, fui muy soli- tonces comenzamos a cambiar de tema, fuimos dejando las Salesianos. En la Plaza de Armas de Cusco, todos los do-
defenderme». En el mismo destino está escrito: yo estaba
citado. Así salieron mis bolsillos llenos de plata. Comencé canciones mexicanas y cantábamos los valses de Los Em- mingos había retreta con músicos de la Guardia Republi-
sentado en horas de estudio, una de esas tardes. Cuando
a rezar, con gracia, pues. Entonces yo era ya indispensable bajadores Criollos y de Luis Abanto Morales, el Cholo, que cana. La banda tocaba en círculo y todas las chicas bonitas,
el padre consejero llamaba a un alumno era una cosa muy
en el Colegio Salesianos. Luego, comenzamos con las sere- después fue mi gran amigo. Todas las puertas se abrieron bien vestidas, paseaban y tomaban sus helados. Yo estaba
delicada, algo malo había ocurrido, seguramente grave. El
natas. Yo tenía un primo que era externo, muy mujeriego. hasta que terminé mi secundaria. Mis hermanas estaban jovencito y un día me escapé del colegio para ir a mirar
padre consejero me dijo: «Baja a la Consejería». Se me es-
Se llamaba Pancho Béjar Núñez del Prado. De eso también en el Colegio Salesianos, internas, y yo por obligación tenía a las chicas. Encontré una belleza y recién se me abrió el
carapeló el cuerpo. Ahora qué hago, me van a botar del
se aprende. Había un muchacho que cantaba bien bonito. que ir a verlas, luego de recibir la propina que, por encargo instinto del amor. Estamos hablando de mis 15 o 16 años.
colegio, pero por qué, qué podría hacer, mi papá no está
Un día, me dice: «Pancho: oye, primo, ya he hablado con de mi padre, nos daba uno de sus amigos. Al ir a visitar a Comencé a seguir a la chica; tal fue mi impresión que, dis-
acá y no conozco Cusco, qué va a ser de mí. Ya en la Conse-
el padre Pérez». El padre Pérez era quien daba la papeleta mis hermanas, salió una chica, la mejor alumna por refe- traído, metí mi pie a un hueco del agua y me lo fractu-
jería, me dijo: «Siéntate». Estuvimos así, frente a frente. El
para poder salir. «Vamos a dar una serenata». ¡Qué felici- rencia. Me dijo: «¿Conoces al padre Alcántara?, ¿podrías ré. ¡Unos dolores, Dios mío! Perdí contacto con la chica y
cura era italiano. «¿Sabes? He pensado en ti; estamos pre-
dad! Dar una serenata era tocar y cantar al pie del balcón llevarle este paquetito de estampitas?». «Encantado», le pensé: «Ahora me van a coger, porque me he escapado del
parando la obra teatral El hijo del zapatero, en tres actos, y
de la amada en noche de luna. Se abrían las puertas hasta dije y me fui al colegio con el paquetito en el día de mi colegio; me van a expulsar». En un taxi me hice llevar hasta
tú vas a reemplazar al alumno que hacía poco, pero algo
para los desconocidos, nos invitaban caldito de gallina con salida. Le dije al padre: «Te está mandando una chica este el colegio y me hice dejar por el taxista al pie de la pri-
necesario en la obra, así que desde hoy día vas a ensayar. Es
ponchecito de coco. Estoy hablando de la época en que yo paquete para tu oratorio». Me recibió y se rio. Al domingo mera escalera. Se fue el taxista. «Aaayyyy, aaayyyy», grité.
muy sencillo», me dijo. En el primer acto yo no decía nada,
comía piedras, tenía un apetito voraz. Cantaba un huapan- siguiente volví a visitarlas, salió de nuevo la muchacha y Apareció un cura: «¿Qué ha pasado?». «Me he caído de las
estaba de mirón; en el segundo acto, igual de mirón. Solo
go mexicano («Mujer, abre tu ventana para que escuches me dijo: «¿Le has entregado el paquetito?». «Sí». «¿Qué te escaleras», le dije. Me llevaron al Hospital Antonio Lore-
en el tercer acto debía decir en la tumba del zapatero: «Paz
mi voz, está cantando el que te ama, aunque la noche esté ha dicho?». «No me ha dicho nada». «Ahora quisiera que le na, me pusieron yeso y me libré de la escapada. Pasó poco
y el eterno descanso».
a oscuras y no haya ninguna luz; con tu divina hermosura, lleves este otro paquetito». Era más grandecito el paquete. tiempo y comencé de nuevo. Me escapé otra vez, buscando
Estamos hablando de 1954. Salesianos era el primer la iluminas todita tú; yo te juro que ni el sol, la luna ni las ¿Cómo se llama ella? Ay, Dios, ahorita le voy a decir su a la misma chica, pero con más cuidado. Me había puesto
colegio de Cusco en ese momento. Era la primera figura, estrellas juntitas toditas, ellas no iluminan como tú»). Era nombre. Fui donde el padre Alcántara, le dejé el encargo, el único pantaloncito nuevo que tenía. El padre de la chica
el Colegio de Ciencias no tocaba ni pito. En la obra El hijo el huapango para comenzar. Ese día vi que se encendían las pero yo no sabía que cualquier encargo o carta destinada al era jefe de estación del ferrocarril del Cusco y, como jefe,
del zapatero, los curas eran también actores con nosotros. luces, yo estaba codeando a mi primo de alegría y pensan- Colegio Salesianos tenía que pasar por la Consejería. Allí vivía en un chalet. Para llegar a la casa había que entrar por
Dije: «Paz y el eterno descanso», y toda la gente comenzó do en el ponchecito de coco y el caldo de gallina. La casa leían las cartas y veían los encargos antes de entregarlos a un callejón entre cercos de adobe. Seguramente la madre
a reírse, jajajajaja. Aprovechando la bulla, el cura me dijo: era un chalet recién tarrajeado. En el segundo piso salió un los interesados. Era una carta de amor que había escrito la me vio llegar desde su ventana y me soltó a sus perros; me
«Has malogrado la obra». Era la muerte para mí. Termi- caballero. Yo dije: «¡Hay premio!». Terminamos de cantar chica para el padre Alcántara. ¡Para el padre!, una carta de atacaron los perros y en hilachas dejaron mis pantalones.
nó la obra y me fui a los baños; había allí un foquito de y nos dijo: «Jovencitos, pasen, adelante». «Mucho gusto, amor y el sacrilegio que estaba yo cometiendo. Inocente, Me puse a llorar. Regresé al colegio a cambiarme, no tenía
mala muerte, escuchaba el murmullo de la gente que sa- soy Béjar». «Pasen a la sala». Vi que el señor le metió llave yo no sabía nada. ¡Asu!, se armó un lío tremendo. «Us- a quién contarle mi desgracia por estar enamorado, loco,

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trastornado como un carnero degollado y no correspondi- caramelito. Me endeudé para esa invitación y así vine a
do. Así comencé, hasta llegué a pedir la mano de la chica. Lima. Dos años pasaron y no pude regresar a Cusco. Cuan-
Sus padres dirían: «¿Qué cosa puede ofrecer a nuestra hija do al fin pude ir, en un baile vi a mi enamorada ya de novia
este tucapakuq, este músico irresponsable?». Yo no pensa- con un alférez del Ejército. Lo único que le dije a él fue:
ba así, llevé mi caja de cerveza con el dinero que me presté, «Quiero que tú hagas feliz a la chica que ha sido mi novia;
porque solo vivía de propinas. Más o menos me recibie- han pasado los años y el día que me encuentre contigo y
ron en el cumpleaños del viejo. Al final pedí la mano. Allí vea que no la haces feliz, ya verás lo que te pasa conmigo,
mi mamá jugó un papel importante. Ya había fallecido mi yo también manejo la pistola». Se casó con el militar. Re-
padre, ella había hablado con un tío en Lima. «Te vas a cordé todo lo que había pasado, no me casé con la chica,
trabajar a Lima y te presentas a San Marcos», me dijo. Yo cuánta plata he gastado. Recordando esa historia compuse
no era buen estudiante, pero sí había aprobado los cursos. el wayno «Por las puras» («Cuando caminaba y no pen-
Y así tuve que venirme a Lima. saba en otras tentaciones, en la puerta de tu casa me torcí
la pierna, hasta tu mamá me botó, y tu perro me mordió
¿Qué pasó con el amor? La dejé nomás porque no te-
y todo eso sufrí por las puras»). Compuse este wayno en
nía plata ni para la estampilla. Ella se llamaba Elena. Claro
Lima, cuando ya tenía 20 o 21 años.
que tuvimos besos. Lo triste es que me citaba en una agua-
dita, en un chalecito en Wanchaq. En este tiempo hicimos
el viaje de promoción a Copacabana, en Bolivia. Estaban
en mi promoción, entre otros, Pepe Tamayo, buena gente;

Valentín Paniagua, que llegó a ser presidente de la Repúbli- Yo hablaba quechua en la escuela. Fui a Lima, me pre-
ca; también estaban Juanito Incháustegui, el Flaco Boza y el senté en el examen de ingreso y, cuando vi mi nombre en
Pato Vidal. Éramos 23. Ahora nos encontramos 21, porque la lista de los ingresantes, pensé que se habían equivocado.
ya han muerto dos. En Copacabana vi al hijo de la profeso- Ingresé a San Marcos para estudiar Derecho, pero había
ra boliviana que tenía un acordeón. No me dejó ni siquiera que hacer pre-Derecho y, después, podíamos escoger se-
tocarlo. Me hubiera gustado, porque el teclado se parecía guir una carrera de letras. Había que aprobar invicto para
al del pampa piano que yo conocía bien y podía tocarlo, entrar a Derecho. No sé si hasta ahora seguirá esa bondad
no con los bajos, claro, pero no me dejó tocar. El cura de de San Marcos, que nos daba un horario que permitía
mi colegio empezó a tocar boleros ecuatorianos. Éramos ejercer nuestro trabajo. Había clases en las mañanitas y en
23 muchachos en el hotel de turistas, en el que se pagaba las tardes, desde las 6 hasta las 10 de la noche. Eso era lo
10 soles por noche, por cada uno. Por una libra peruana, grande de San Marcos, iba a mi trabajo y concurría a cla-
10 soles, nos daban 700 pesos bolivianos. Yo me hacía lus- ses, pero por esto de la música ya comenzaba a crecer la
trar tres veces al día mis zapatos. Así fue hasta que llegó el fama de los waynos todos los días. Me conocí con Wilfredo
momento de partir. Llorando nos despedimos, ni siquiera Quintana. Serenatas aquí y allá. Apareció mi primo Grego-
tuve tiempo para pedir el nombre de la chica boliviana, rio Núñez del Prado Ponce de León, le decíamos Goyo, y
¿o sería cusqueña?, de la que quedé enamorado. Todo el fundamos el trío Los Campesinos en 1962. Adelante, pues.
mundo lloraba. Así terminó mi vida en el colegio. Antes de No pensábamos en dinero.
salir, hicimos una obra teatral, El misterio del castillo negro. Fundamos el trío en la casa de mi primo Arístides Ol-
Ahí actuamos Brosovich, Pepe Tamayo y yo. Hicimos raya guín Uriona, casado con mi prima Isolina Núñez del Pra-
con la obra. do. Este señor había sido deportado por aprista a Alemania
Invité a la última enamorada al Cine Colón. Había en en la época de Haya de la Torre. Trabajó mucho y aprendió
el cine un chocolatero de esos que vendían chocolate con lo del café, hasta ser uno de los reyes del café. Mi prima se
su traje marrón y sus botones de militar. ¡Chocolates! In- quedó con diez hijos. Cuando Arístides regresó del exilio
vité al cine a la chica, pero ella no fue sola, sino con tres y, como no se había acordado de ella ni de los hijos, lo nor- 4

amigas. En el intermedio se acercó el hombre: «¡Chocola- mal hubiera sido que su mujer le dijera: «Fuera de acá»,
tes!», y la chica dijo: «Sírvanse chocolates». Los más caros pero ¿cómo era el amor de antes, no?, de puro harawi, de
escogieron. «Y tú, Jorge, ¿qué te sirves?». «Un caramelito
nomás». Porque tenía que pagar la cuenta y el dinero que 4. Jorge en Lima, como universitario de San Marcos, junto a
tenía apenas alcanzó para las entradas, los chocolates y mi José Felipe Velarde Guerra. (Archivo familiar).

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puro wayno. Ellos sí se enamoraron con waynos y el amor de lo mejorcito de mi niñez, de cómo era Paucartambo con
perduró para siempre. Hubo un perdón para siempre, tam- su escuelita a la que llegaban muchos niños de los villorios
bién de sus hijos. donde no había escuelas. Por eso le dije que hablábamos
quechua con ellos, igualitos, hermanados y también con
En casa de mi primo Goyo, nació el trío Los Campesi-
trompeaderas, cocacho con saliva, todo vale y trompos.
nos. Wilfredo Quintana fue siempre la primera voz; yo, la
Había un juego incaico con soguillas para hacer bailar una
segunda; y Goyo fue la primera guitarra. Pero Goyo murió
especie de trompo tosco. Hasta hacíamos concursos con
joven y, después, vino Daniel Kirwayo para reemplazarlo;
esos trompos.
luego, el Flaco Jesús Alberto Rodríguez Figueroa. El último
guitarrista fue Atilio Montesinos. Como ve usted, la misma En Lima nos invitaron, me acuerdo mucho, a un cum-
primera voz de siempre, el mismo acordeonista y segunda pleaños por la avenida Faucett. Allí conocimos a un con-
voz, y muchos guitarristas. junto ayacuchano dirigido por el maestro Jaime Guardia.
Se llamaba la Lira Paucina. Fuimos a esa hermosa reunión
Junto con Wilfredo Quintana, con quien me conocí en
y estuve al lado del señor Guardia, que había sacado un
San Marcos, tomamos una habitación en una pensión de la
waynito que me llegó a gustar: «Madrecita mía, por qué
avenida Brasil, frente al Club Cusco. Los domingos íbamos
me has dejado en el mejor tiempo de mi sufrimiento…».
allí; como éramos universitarios, nos conocimos con un
¡Qué lindo!, ¿no? Me acerqué y le dije al maestro: «¿Qué
montón de gente y formamos el Centro Juventud Cusco.
cosa quiere decir? Explíqueme, ¿por qué ha compuesto ese
Todos éramos universitarios, hombres y mujeres, y hubo
wayno? Seguramente porque ha fallecido su madre». «No
varios matrimonios entre ellos. Allí apareció un señor
—me dijo—, no es así. Cuando yo tenía que nacer en la vi-
Efraín García Hermoza, un pionero que tenía un programa
lla de Pauza, llegó a conocimiento de mis abuelos maternos
radial en el momento en el que aparecían los programas de
que mi madre iba a ser madre soltera. Para disimular, ellos
música folklórica. Antes solo había uno, Sol en los Andes,
se habían puesto de luto, y decidieron enviar a mi mamá a
de Luis Pizarro Cerrón. Este cusqueño García Hermoza
Lima, donde su abuela». El señor Guardia había nacido en
comenzó a difundir waynos. Wilfredo Quintana tenía un
Lima y fue criado por su abuela, no por su mamá. Él sentía
aparato de radio antiguo y sintonizaba Radio Huancayo,
nostalgia. ¿Cómo es el wayno, no? Por los convenciona-
Radio Tawantinsuyo del Cusco. Solo pasaban waynos y
lismos sociales, ese niño nunca tuvo el amor de madre en
waynos, felicitación para fulano de tal con el wayno tal.
su oportunidad. Si me quitan el afecto de mi madre, no es
Allí pareció el grupo Los Errantes, que todavía se llama-
igual que el de mi abuela. De esa espina salió el wayno. En-
ban así, con el waynito «Campanita boliviana» («Campa-
tonces comprendí que podían componerse waynos con un
nita boliviana, tócame la retirada»), un waynito que pegó.
contenido. Me esmeré por hacer waynos y, ¿por qué no?,
Invitaron a Los Campesinos al programa El heraldo musi-
están mis recuerdos. Después de esa experiencia, compuse
cal de los Andes, de Radio Nacional, y cantamos con Los
un wayno recordando que llegó a la escuela de Paucartam-
Errantes. Nosotros éramos cusqueños y ellos, arequipeños.
bo una niña bella. Yo tenía 7 años. Ella llegó a mi casa,
Parece que siempre se preocuparon de nuestra presencia;
seguramente le hablarían sus papás a mis padres para que
se sintieron un poco incómodos, porque siempre hay com-
ayudara en los mandados y, de paso, podía estudiar, como
petencia, aunque uno no quiera. Nos hicimos conocidos y
era antes. Cuando llegué a mi casa, vi una beldad. Un día,
grabamos. En ese momento aprendí a componer. Ya había
le di un beso en la frente, me recibió y después tuvimos
hecho un intento de dos waynos. Mi primer waynito fue
unos amores a escondidas, inocentes. Ella tenía 7 años y
«De vez en cuando» («A mí me dicen borracho, porque
yo también. Se llamaba la Petronila. Yo, de cariño, le decía
tomo mis tragos de vez en cuando. Enamorado dicen que
Petronila; ella, delante de mis padres, me decía niño Jorge, y
soy, porque me gustan las mamacitas de vez en cuando.
a solas me decía Jorgicha, «Jorgito». ¡Qué susurro de amor!
Si enamorado yo fuese, nunca por nunca te olvidaría; y si
¡Cómo voy a dejar de componer si es parte de lo más gran-
borracho yo fuera, borracho estaría todos los días de vez
de que tengo en mis sentimientos! Así que me acordé de
en cuando»). El segundo fue «Recuerdo de Paucartambo» 5
Petronila, nunca le pregunté su apellido, no hubo tiempo,
(«He visitado Paucartambo, hermosa tierra bendita; quie-
estuvo de abril a octubre, siete meses, hasta que me dijo:
ro dejarte en este canto un pedacito de mi cariño»).
Pensé que debía componer un wayno por año para 5. Jorge con el acordeón regalado por su padre.
cada uno de los discos que grabamos. Para eso me acordé (Archivo familiar).

32 33
7

9.

6. Jorge con Wilfredo Quintana y Gregorio Núñez del Prado


Ponce de León, el primer guitarrista del trío Los Campesi-
6
nos. Disco. El Virrey.
7. Jorge con Wilfredo Quintana y Gregorio Núñez del Prado
Ponce de Léon, el primer guitarrista del trío Los Campesinos.
8. Wilfredo Quintana, primera voz del trío Los Campesinos,
andahuaylino, amigo entrañable de Jorge. (Archivo familiar).
8

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«¿Sabes? Estoy terminando mi año, yo te quiero mucho, soy mecánico, y ahora estoy en la calle». «¿Dónde vives?». Hernán tomó El Comercio del Cusco y leyó unos poemas qué me has dejado. Ni siquiera me has dicho nada. Vente
tus papás se van a dar cuenta». Así me dijo, bien razonada. «En Ventanilla. Es santo de mi esposita, no tengo qué lle- diciéndole a Alfonsina: «Así te enamoré». ¡Qué lindura de —le dije—, como sea buscaré un trabajo, Carmencita». Me
«Yo no quiero que sufras, porque te amo más de lo que varle, ni siquiera un pan, pero a ella le encantan Los Cam- versos había publicado! Alfonsina le contestaba con los dijo que iba regresar. En ese trance me puse celoso; enton-
tú te imaginas; me voy». Lloré, me arrodillé. «Chau, pa- pesinos». Llamé a Wilfredo y le dije: «Vámonos». Yo tenía mismos versos dulcificados en el diario El Sol del Cusco. ces, compuse el wayno «Carmencita» («Quién me robó tu
pacito». La ventana de mi dormitorio daba al cerro y vi a un carrito Fiat 850, me dije: «Ojalá que llegue». Pensé que ¡Qué lindo!, yo me deleitaba. No sabía quién era Arguedas. querer, Carmencita, acaso tu corazón te traicionó, nadie
Petronila subir por el caminito de a pie. Yo lloraba hasta teníamos que llevar algo, así que compramos arrocito, pan, Para mí era un señor que iba a la casa de Hernán y Al- comprenderá cuánto te amé, yo ya no puedo vivir sin tu
que se volvió su cabecita del tamaño del fósforo y desapa- unas cervecitas, y nos fuimos. Comenzamos con la sere- fonsina. Era un señor que iba a la casa con un sombrerito. querer… a quién darás tu corazón»). Con este wayno le di
reció hasta hoy día, Petronila. Le hice un wayno («Llevado nata «En esta noche serena…». La mujer lloraba, no había Ya era periodista de El Comercio en aquel entonces. Ciro serenata cuando retornó de Andahuaylas. Fue lo suficiente
por mis antojos, besé los ojos de Petronila, la campesina, muebles, los habían vendido, una pobreza terrible. En un Alegría posiblemente estaba enfermito, lo recuerdo con su para que nos estrechemos en un abrazo y un beso, y así
sin saber que ella quería con toda el alma a este su cholo momento, la señora fue a buscar un pato para prepararlo, cabecita blanca, gordito y chato. Yo iba a ver a Carmencita vivimos casados; no tuvimos hijos, pero nos casamos. Se
paucartambino; le entregué mi cariño y besé su boca, casi porque estaba tan emocionada. «No, señora, deje el pato y me encontraba con Arguedas, que también estaba ena- consolidó un amor de puros waynos. Ella hablaba quechua,
se aloca mi campesina, y ahora soy su predilecto, y el más ahí; acá tiene usted, señora, alguito para preparar». Hici- morado. Él y su pareja, yo y Carmencita. Nos veíamos y pero no cantaba; era una excelente continuadora de la obra
perfecto para mi chola, la Petronila). Me preparaba lo que mos la fiesta más bella y la pasamos bien en ese ambiente de su padre, era muy buena profesora, así que nos hemos
nos abrazábamos, «Hola, qué tal, José María, ¿adónde va-
yo le pedía: churrasco a las 10 u 11 de la mañana, con papas de pobreza y de tristeza. ¿Cómo se puede llevar emoción apoyado mutuamente durante treinta y tantos años, pero
mos?». «Al estadio», cada uno con su cada una, a tribuna
fritas, a escondidas, con mi cafecito. Jorgicha, a solas, unos que dignifique y que dé esperanza? Ese es el motivo del la muerte llegó, señor, como dice el poeta: «Señor, no es-
sur, entrada barata. Él se besuqueaba y yo me besuqueaba.
minutitos con Jorgicha; después, niño Jorge, ¿cómo olvidar wayno, eso nos ennoblece, nos conduce a abrir los ojos y cuchas, lo que más amo duerme allá abajo y acudo a verte
Después, terminábamos la faena del domingo comiendo
ese episodio? Así quedó registrado en el disco. Ella tenía 7 decir: «Este es el Perú». Y no de los muchachos que gritan por la injusticia de aquella muerte; nos quedamos incon-
anticuchos donde la mamá Lucha, la negra Luisa. José Ma-
años y yo, 8. con ruidos estridentes, que desmerecen el arte de la mú-
ría era sencillo, buena gente. Estas historias son de 1965, formes, tal vez no has actuado como deberías haber hecho
Después de que empecé a componer en castellano con sica. Está bien que sea extranjera, pero aquí tenemos otro por nuestras debilidades; finalmente, hemos sido hombres
más o menos. Una noche, en otra de las reuniones en casa
algo de quechua, los boleros, los valses y los huapangos módulo generado por nuestra propia historia. Lo que es sinceros, nos hemos entregado de amor y de cariño a nues-
de Hernán y Alfonsina, Arguedas cantó un wayno a capela
mexicanos se esfumaron; nunca más intentamos tocar- nuestro quieren desbaratarlo. No podemos vivir así. Haga- tra pareja». Se la llevó Dios cuando tenía sesenta y tantos
que nos hizo llorar a todos. Al cantar, hacía unas cositas
los, salvo una que otra vez una zambita argentina, pero mos algo con su pluma, maestro Rodrigo. años. En qué brazos traicioneros ya estará mi Carmencita.
como gallitos que impactaban y nos quedamos llorando.
con Wilfredo Quintana todo el tiempo cantamos waynos. Después de eso, ya lo veía más, pues por el enamoramiento Dice el dicho: «El casado casa quiere». Yo había an-
Él trajo los suyos de Apurímac. Como yo me enamoré de
Carmencita, andahuaylina, y él era talaverino, juntamos ❂ éramos compadres en el amor. dado, pues, por pensiones, ay, si le contara mis aventuras,
Carmen era hija de un excelente profesor en Anda- casa pensión y otra casa pensión, Dios santo. Llegaba a mi
Cusco y Apurímac. Las puertas de las disqueras se abrieron Mis cuatro hermanas son profesoras, yo también soy
huaylas, don Juan Antonio Ligarda Pineda. Uno de sus cuarto y ya no encontraba mis cosas. Me gustaba vestir-
para nosotros porque le caímos bien al general de la Fuer- profesor y abogado, ahora toco acordeón y hago un po-
hermanos fue un militante comunista formidable, creo que me bien; había una sastrería aquí, me acordaré, por el jirón
za Aérea Polidoro García, que era dueño de la disquera El quito de Derecho. Mis hermanas Elba, Rosa y Alicia estu-
está enterrado con la hoz y el martillo. No lo conocí, pero Camaná y otra francesa; a plazos, como sea, sacaba mis
Virrey. ¿Cómo es la política, no? En una fiesta en su casa, diaron en la Normal de Monterrico; y Elsa, en la Normal
decían que había muerto joven. Su papá fue un extraordi- saquitos, había unos saquitos cazadores que no había en
vi que el general Polidoro García invitó a personajes que se Santa Rosa del Cusco. Hubo varios bailes con las chicas de
odiaban como Beltrán, Haya de la Torre y Julio de la Pie- nario profesor en el Colegio Espinoza Medrano. Vino de cualquier parte, chispeaditos. Regresaba a mi casa, los la-
la Normal, entre ellas estaba Carmen. Le dijeron: «Te pre-
dra. Monstruos con sus cosas. «¡Canten!», cantamos, pues, Andahuaylas a Lima, se operó de la vesícula en el Hospi- drones se habían escogido los mejores ternos y me dejaban
sento a Jorge», y ella dijo: «Yo te conozco». «¿Dónde nos
a lo macho. Había una orquesta de la Argentina, hubo tal Loayza. Repentinamente, Carmen desapareció y, como los trapocitos. El resto se lo llevaban los rateros.
hemos conocido?». «No me acuerdo». Llevé a mi hermana
vino francés. Cuando terminó la fiesta, nos dijo: «No se y a ella en el carro; su casa estaba cerca de la casa donde vi- su familia no me conocía, yo no podía saber nada de ella. Como me dediqué a los waynos en mis noches, mis
vayan, muchachos». Nos sentamos con Wilfredo y le digo víamos nosotros. En el viaje, le dije a Carmen: «¡Qué linda Supe que Carmen se había ido con su papá convaleciente a sábados, mis domingos, ni siquiera pasaba con Carmen
al general: «Usted es san Martín». «¿Por qué?». «Porque ha luna!». Había una linda luna. «Más bella eres tú», le dije y su pueblo, para atenderlo. Es más, como tenía un tío dipu- el Día de la Madre. Por Carmen estoy vigente, porque me
unido ratón, pericote y gato, todos se han abrazado. A que nos enamoramos. Me resultó un amor económico, porque tado, ya estaba para firmar el nombramiento de ella como supo dirigir con mucha nobleza y he vivido años de felici-
no ha visto ni siquiera una interjección, todos tomaban su vivía en el Parque de la Reserva, ahí nomás, no gastaba en profesora en Andahuaylas. Yo estaba desesperado. Apare- dad con ella. Al comienzo, a veces, un poquito como todos,
vino francés, sus bocados exquisitos, deliciosos». «Sí —me pasajes. Caminando en la línea Once (a pie) por el Parque ció un amigo, me preguntó: «¿Qué te pasa?». «Me ha deja- pero después vivíamos entre puras bromas y chistes, puro
dijo—, en política es así; aquí se deciden los destinos y los de la Reserva, me encontré con José María Arguedas. Her- do la chica, y se ha ido a Andahuaylas». En aquel entonces chiste y yo, pues, comencé a expandirme, salíamos a la ca-
intereses. Eso tienes que saber, muchacho; me has hecho nán Velarde organizaba reuniones en su casa con Alfonsi- no había teléfono a domicilio en Andahuaylas. Supe que el lle. Ella y su mamá montaron una tienda de mercería aquí,
una buena pregunta», me dijo, y ahí nomás quedó. na Barrionuevo, su esposa. Iban Ciro Alegría, yo no sabía padre tenía ahí una ferretería con su hermano. Fuimos a en la casa de Salamanca, y venían las amigas y sobrinas a
El wayno comienza a tener otro matiz. Ya estamos en- ni quién era; el Cholo Luis Nieto; después, Juan Bravo, que la Plaza San Martín, averiguamos el número a partir de la conversar y a hacer bromas todo el tiempo. Todavía está la
trando a Palacio de Gobierno, así, espontáneamente y has- era muralista; un poeta Vallebuona, que escribía en Expre- palabra ferretería y mi amigo llamó por teléfono. «Carmen tiendecita después del tiempo que ella ha muerto. Quiero
ta a la casa del más pobre. Me acuerdo de otra anécdota. so, creo, excelente el hombre, inteligente, versado. ¡Qué no se encuentra, tiene usted que esperar porque hay como deshacerme de la tienda porque yo no tengo esa vocación
Resulta que se presenta en mi casa un muchacho bajito, un más quería yo que cruzarme con esa gente en reuniones cuatro o cinco cuadras hasta donde está ella; si usted gus- para los negocios. Lo que se acaba se compra. Antes com-
poco achinado, y me dice: «Profesor, quiero pedirle un fa- donde se decían las verdades! Nosotros tocábamos cuando ta, espere». Yo sufría, cuánto me costaría una llamada tan prábamos paquetes de hilos y ahora compramos cuatro
vor. Me han despedido de una ensambladora de Toyota. Yo nos tocaba hacerlo. Había rocoto relleno y cerveza, pues. larga. Cuando hablé con ella, le dije: «Tienes que venir, por hilos. Nos han robado también.

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Con Quintana estaba el amigo Julio Guerra, que ya se esta casita en la cuarta etapa de la urbanización Salamanca. me fui con mi amigo Gallo. ¡Qué aventura! Llegamos al aquel entonces, en Radio Cusco pedían que los colegios
ha muerto. Julio Guerra llegó a ser ingeniero. Él nos llevó Así que, un día, me dijeron: «Acá tiene las llaves de su casa, amanecer a Andahuaylas. Allí me llevaron a la casa de Car- participen con sus estudiantinas y grupos de música. En
a cantar a casa de unos españoles. Yo había conocido a una puede verificar si está conforme». Nuevecito todo, ¡qué men. El viejo y la señora me llenaron de atenciones. El vie- ese momento, llegó el acordeón que me compró mi papá;
familia de españoles. Cantamos, pues, viernes en la noche emoción! No estaba casado aún con Carmencita. Me fui jo dijo: «Acá no estamos contentos, vámonos a Curahuasi, se acabó la mandolina y me dediqué al acordeón. El pam-
chupa y chupa, sábado chupa y chupa, domingo también, hasta donde mi madre en Paucartambo. «Mamá, vamos, ahí tengo familia». ¡Ya, listo! Agarré el carro y nos fuimos pa piano se toca acercando el instrumento al hombre. La
el lunes sin dormir, dos noches abrazados, compañeros de quiero bendecir la casita», le dije. Me la traje a mi madre y a Curahuasi. «¡Bajemos del carro, cerveza!, hay que bau- cercanía se mide con el fuelle. Lo mismo pasa con el acor-
esta vida, de esta vida tormentosa; si eres cobarde, échate a rompió en la puerta su botella de champagne y me regaló tizarse en Curahuasi», uff, tomamos mucha cerveza. Car- deón: si lo acercas mucho a tu cuerpo, lo pones sentimen-
tierra porque el caballo requiere valor; salud, compañero, un televisor antiguo que hasta ahora lo tengo. ¿Qué puedo men y su mamá en el carro se habían dormido, hasta ma- tal; vas a tocar diferente de otros y nadie va a tocar como
toma, toma, toma, ya se lo tomó. ¡La locura de la juventud! decir? A esta casa la quiero porque aquí vivió mi mamá. readitos llegamos a la casa de la familia Campana, que es tú, porque tienes tu estilo. Así comencé con el acordeón, y
Después de tres días de farra, salimos y vimos que ofrecían bien conocida en Curahuasi. Agarré el acordeón, llegaron empezamos a dar serenatas en Cusco. En Lima, se me abrió
Después, ya con casa, no me casaba, pero ya estaba con
casas para venta en Salamanca a veinte años de plazo. Ha- unos policías que tocaban quena y tambor. Se armó, pues, el horizonte, encontré trabajito por aquí y por allá, me gra-
Carmen. Vino la mamá de Carmen. «Quiero hablar con
bía una chica bonita que atendía, yo no sé cómo nos ha po- una jarana a tal extremo que me quisieron tanto que los se- dué de profesor, me gradué de abogado y dije: «Ya he cum-
usted, jovencito. Ya está usted tantos años y mi hija tie-
dido atender si estábamos borrachos, pero yo me acerqué ñores iban a cazar venados para que yo tome mi desayuno, plido con mi misión». Yo tengo dos instrumentos antiguos.
ne otras propuestas». Yo tenía piedra refractaria al matri-
solícito y le dije: «Quiero informes». Me dio los requisitos, churrasco de venado, bien tratado. El viejo Campana me Un clavicordio y un pampa piano. Por las casualidades de
monio, no sé cómo han sido ustedes los Montoya, porque
los guardé en mi bolsillo y me fui a dormir hasta el día si- dijo: «No te hagas el cojudo, pendejo, yo te ayudo a pedir la vida, yo iba todos los domingos al cementerio de Cusco,
cuando yo ingresé a San Marcos me decían: «Enamórate
la mano de Carmen». «Ya pues», le dije. Y le pedí la mano. donde están enterrados mis padres. Un domingo, alguien
guiente porque tenía tres noches sin dormir. Al despertar, de una vieja para que te mantenga». Era una especie de
Una semana después ya me estaba casando. Casi no hubo me gritaba: «Jorge, Jorge», y miré, era un viejito. «Ven»,
encontré los papeles, los leí y estaba buena la oferta con ley, me enamoré de una vieja, era divorciada, pero no me
tiempo para que venga mi familia, con las justas llegaron me dijo, me metió a su cuarto y me sacó de debajo de la
veinte años de plazo. Ya había conseguido mi chambita en hice mantener. Quería llevarme a la Argentina. No fui, ma-
algunos. Así me casé, pero teniendo ya mi casa. cama un clavicordio. «Llévatelo —me dijo—, es para ti, lo
el Colegio Guadalupe y ya ganaba alguito. Después tuve nan kanchu. Esas son todas las tendencias de la vida del
trabajo en el Colegio Santa Ángela, en Salamanca. Luego estudiante. Le dije: «Señora, deme usted unos tres meses, he guardado para ti». Pesaba que daba miedo. «¿Cuánto?»,
en el Holly Trinity. Me faltaban 600 soles para la cuota ini- yo voy a ir a Andahuaylas». Para carnavales me fui a An- ❂ le pregunté. «120 soles». «Mucho, manan kanchu, no tengo
cial. Había un muchacho Gallo, hábil, buena gente, estaba dahuaylas, había comprado un carrito Volkswagen 1300, esa cantidad». «40, pues». «¡Ya!». Me lo cargué a la casa.
Como ya le conté, perdí mi mandolina cuando me
de secretario en el Colegio Felipe Estenós de Huampaní. Le Cuando me vine a Lima, dije: «Me llevaré, pues, este ins-
cayó una cuera en la serenata. Después, compré otra man-
trumento». Contraté un camión y así llegó acá el clavicor-
dije: «Oye, hermano, quiero un documento que diga que dolina donde un señor Abarca, bien conocido en Cusco,
9. Pampa piano de Jorge Núñez del Prado Ísmodes. Sala- dio. Después me traje también el pampa piano.
estoy ganando acá 600 soles». «Listo —me dijo—. Secreta- manca de Monterrico, Lima, 2008. (Foto: Nelly Plaza). muy bonita la mandolina. Con el señor Fernando Luna se
rio, venga, tan, tan, su sello, listo». Con ese papel ya estaba 10. Jorge Núñez del Prado Ísmodes tocando el pampa piano. fundó la estudiantina del Colegio Salesianos y yo toqué El pampa piano tiene su propia historia. Yo era chico
completo el expediente. Eso fue en agosto. Así conseguí Salamanca de Monterrico, Lima, 2008. (Foto: Nelly Plaza). la mandolina hasta llegar al cuarto año de secundaria. En todavía, tocaba en la iglesia. En eso, llegó un tío cura que

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no quiso ser obispo y prefirió quedarse como simple cura. to» con una forma propia de cantar que no es la de Cusco, estoy orgulloso, muy orgulloso de que haya personas como nos orgullosos porque, en nuestro país, solo cuando se va
Era un cholo de primera. Este curita, mi tío José Antonio aunque se trata de la misma canción, pero con un estilo de ustedes (Edwin y Rodrigo); también seguramente lo que al extranjero se es reconocido. Me acuerdo de «El cóndor
Núñez del Prado Vera, hermano de mi papá, se tomaba el Paucartambo. Los waynos que se cantan en Cusco no son habrán pasado, no le he preguntado por su vida, segura- pasa». ¿Quién hablaba aquí de esa canción? A veces se la to-
lujo de llevar dos curitas a una hacienda que teníamos, y iguales a los de Paucartambo, tampoco a los de San Sebas- mente ha sido un jilguero mañoso, como yo también he caba en las iglesias como un harawi, que dicho sea de paso
mi madre los recibió como a reyes, puro choclo con queso. tián o San Jerónimo, pese a que esos pueblos están ahora ya sido, porque parece que pertenecemos a épocas muy cerca- es un harawi, hasta que un músico —norteamericano, me
Ahí estaba de corista el padre Mojica (el artista mexica- muy unidos. En Paucartambo, se canta el harawi como una nas. Estoy seguro de que está entendiendo bien la cosa del parece— le cambió un poco la música y la difundió por el
no que se convirtió en cura franciscano en Lima). Mi tío expresión muy diferente, al menos hasta donde yo conoz- trajinar de la vida, porque somos casi contemporáneos. Yo mundo. A los que hacen esto con la música ahora se les
padre lo había conquistado a él cuando era artista, y este co, porque así lo aprendí y así lo voy a seguir cantando. A quisiera pedirles algo: trabajar para que nuestra música no llama arreglistas. Esa es la salida del vivo: soy arreglista. En-
lo menciona en su obra Yo pecador. Prácticamente Moji- ver, Socorrito (la secretaria de don Jorge Núñez del Prado muera, para que nos comuniquemos con la juventud, con tonces, le ponen letras a su gusto, le ponen melismas —que
ca —José de Guadalupe— llegó a ser sacerdote francisca- que lo acompaña con gran dedicación), tráigame el pampa los universitarios, para que no ignoren toda una trayecto- son unas variantes musicales—, le agregan esto o aquello,
no por mi tío. Este tío era guardián del Convento de La piano para tocar y cantar. ria de vida, para que sepan dónde está el wayno, en medio porque yo sé escribir música, y llevan la canción al penta-
Recoleta en Cusco; allí había encontrado un pampa piano el harawi: «Ay, amigo, tú no sabes mis recónditas congojas; grama. Y aparece «El cóndor pasa» como una música de
destartalado, todo desecho, pero él dijo: «En lugar de que Descubrí la música desde muy niño por la cercanía en-
tre mi casa y la iglesia. Mi casa era como la continuación yo soy un bosque sin aves, yo soy un bosque sin hojas». autor norteamericano. Después de eso recién nos damos
lo boten, me lo llevaré a Paucartambo; allí hay trabajadores cuenta en el Perú de que «El cóndor pasa» existe. Por María
de la iglesia, por el melodio, por mi afición a la música, Eso nomás somos por la justicia divina, seguimos siendo
de la carpintería, hay muy buenos carpinteros». Lo entregó Santísima, miren lo que pasa aquí. Curiosamente el harawi
porque me acogía el pueblo para que participe en las misas los mismos, ese árbol así desolado, pero queda en nosotros
a un carpintero llamado Pascual Villasante, quien con su
cantando el harawi, el «Apuyaya Jesucristo» —«nevado pa- una sabiduría. Ese es el folklore que nos ha entonado, nos «El cóndor pasa» es más antiguo que José Alomía Robles,
madera fina lo restauró y lo dejaron en la sala de mi casa.
dre Jesucristo»— y los villancicos que, por entonces, eran ha dado una dirección, debemos cumplir un anhelo y ese es muy posible que pertenezca a los albores de la República,
Así como iba a tocar el melodio en la iglesia, regresaba a
españoles. Tampoco hay ahora muchos villancicos. Mi afi- anhelo me llena el corazón. No envidio a nadie, ni veo con de la independencia y si me da un tiempo lo puedo explicar.
mi casa. El mismo amigo que me ayudaba a tocar este ins-
ción ha sido muy profunda porque mis padres me la incul- rencor a nadie, porque el wayno es eso, primoroso, dulcifi- Ocurre que en mi tierra, Paucartambo, en el ofertorio
trumento en la iglesia, lo movía igualito en mi casa. Ensa-
caron, ellos eran muy católicos y todo el pueblo. Cada uno cante. El wayno es mucho más, nos consolida, nos da una de las misas nos hacían cantar el harawi «El cóndor pasa»,
yo tras ensayo, yo estaba feliz, jugando lo desarmaba, tabla
cumplió su rol. Le voy a contar algo que me contaron hace formación, nos enseña a amar a nuestros padres, nuestras que decía así: «En las alturas de la nieve volando el cóndor
sobre tabla; después lo ponía y armaba el pampa piano. Un
muchos años. Antes de llegar a Paucartambo, hay una falla iglesias desportilladas por el tiempo, nuestras callecitas de está, al pasar dijo el cóndor: “Ya llega la libertad”». Era un
día, vino mi tío a recuperar el pampa piano porque quería
geológica en un cerro que todo el tiempo se está derrum- a pie donde nos damos la mano, nuestros caminitos flo- anticipo a la llegada del ejército libertador, para que el pue-
llevarlo a un templo en Tres Cruces de Oro, en la bajada a
la selva, donde amanece a las 4 de la mañana, y sale el sol bando. Por ahí pasa la carretera. La amenaza de que este recientes de flores hermosas que adornaban el paisaje de blo peruano recuerde que había vivido mucho tiempo en la
bailando muy bonito. Él quería celebrar su misa allí. Me derrumbe embalse el río y un aluvión cubra todo el pueblo nuestro pueblo. Todavía podemos recordar un maleficio esclavitud, en el coloniaje; que se apresuraba en llegar una
llamó mi papá a la sala; había venido mi tío para llevárselo. está siempre presente. Cuentan que una vez se había tapa- que había en mi tierra: el Makay. Mi profesora nos decía: esperanza de libertad. Yo canté este harawi como lo canto
«Toca para tu tío, pues», me dijo. Con la ayuda de mi ami- do el río y el agua se estaba empozando. Todo el pueblo sa- «Nunca arranquen por gusto las plantitas que adornan los ahora para usted, acompañado de mi pianola o de mi pam-
guito comencé a tocar, porque ya sabía tocarlo bien. Mi tío lió para correr a los cerros, pero la organización del pueblo caminos de nuestro Señor, nunca agarren vuestra honda pa piano. No me acuerdo de todas las letras, pero había
me oyó y le dijo a mi padre: «Que se quede con el pampa dijo: «No. Nadie, nadie se escapa, aquí todos vamos a mo- para destruir los nidos que los pajaritos han puesto en los otro verso que decía: «En las alturas de la nieve comienza
piano; quiero que sea para él, el gran Jorge». No sé por qué rir. Lo único que debemos hacer es confiar en la Virgen del árboles, no vean las corridas de toros ni las peleas de gallos, a salir el sol, al pasar dijo el cóndor: “Ya llega la libertad”,
habría dicho esas palabras. Me acuerdo bien del día en que Carmen». Sacaron a la Virgen en procesión, todo el mundo ustedes que son muchachos, porque si eso hacen y se mue- ya está llegando la omnipotencia de una vida que tiene que
me traje el instrumento. Lo tuve guardado mucho tiempo acompañaba de rodillas, sin calzado, haciendo penitencia. ren, el Makay les va a doblar la pena en la otra vida». Hasta cambiar nuestro destino». También casi se ha olvidado el
hasta que se me ocurrió hacer villancicos. Se apareció de Salió la Virgen en uno de esos amaneceres tétricos y terri- ahora, yo asisto a una corrida de toros y cierro los ojos. Es harawi que todo el pueblo de Cusco cantaba en Sacsayhua-
una manera muy casual la señorita Margot Palomino, que bles, y la llevaron al puente. Allí le hicieron la genuflexión lo que se me ha quedado. Eso es el folklore. mán el 24 de junio en la Fiesta del Inti Raymi: «Intillay, In-
es una excelente artista del folklore. Cada año hago un vi- de su anda para que la Virgen bendiga y se produjo un mi- tillay, lluqsimuyñaintillay», que quiere decir: «Sol mío, dios
llancico y parece que le gusta a la gente; entonces, Margot lagro. ¿Cuál es el milagro? El agua pasó por los costados y Sol mío, emerge ya, no te quedes en la oscuridad, mañana
llena el teatrito que tiene y así sale «por los siglos de los no sucedió nada en Paucartambo; la Virgen había liberado ❂ tienes que abrir tus alas de luces para que la tierra, las cha-
siglos, amén». Con ella he grabado unos ocho villancicos a nuestro pueblo de la catástrofe, del fracaso y de la muerte. La música boliviana es mucho más conocida en el cras y nosotros sintamos tu presencia de luz». El quechua
con mi pampa piano. Desde entonces, la fe se consolida. Eso es hermoso. mundo que la nuestra; nosotros la tenemos guardada en se presta también para estirar un poquito el concepto y ha-
Hay una diferencia fundamental entre el órgano y el Muchísimas gracias por esta primera sesión. Hago el cofre sempiterno de nuestra existencia. Para eso sería cernos entender. Muchas veces, estas virtudes de la música
pampa piano. Primero, el pampa piano solo tiene cuatro votos fervientes por usted, maestro Rodrigo. Estoy leyen- bueno que los gobiernos no envíen al extranjero delega- tienden a desaparecer, yo no sé con qué interés, no sé por
octavillas, mientras que el órgano tiene muchas más. Se- do su libro Cien años del Perú y de José María Arguedas, y ciones artísticas con recomendados, como que mi hijito es qué, nunca pienso mal, pero me conduelo porque he sido
gundo, con el órgano se puede tocar el pentagrama, pero hago votos fervientes para que estos relatos que estamos cantor, ni que mi primo es así o mi tío, sino que busquen testigo de la presencia de estas manifestaciones musicales
el pampa piano lo toca el sacristán, no necesita música de grabando tengan un buen final. Está bien elegida su pluma, elementos que ya tengan una formación definida y que que hoy en día ya no se entonan, y reclamo a las autori-
pentagrama. Entonces, es bien fácil cuando se agarra un su modo de ser, su escritura, su calidad humana, su inteli- puedan desempeñar un papel para que la música nuestra dades que revivan un Inti Raymi donde se le hable a mi
estilo como el que yo agarré, que podemos llamar estilo gencia. Para mí es usted nuevo, yo no lo he conocido, ¿no se resalte e ingrese al corazón de los otros. Hacerlo sería Sol para que siga iluminando a los peruanos, ¡qué bonito!
de Paucartambo. Nosotros cantamos el «Apuyaya Jesucris- es cierto? Tengo que decirle mis primeras impresiones y también una forma de entendernos mucho más y sentir- El wayno, a mi modo de ver, debe ser respetado, no debe

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ser manoseado, no deben cambiarse sus letras, hacerlo es estos episodios que estoy contando vuelven a repetirse en
como romper las páginas de un libro infinito y grande. la escenificación de las danzas que se bailan en honor de
la mamacha Carmen de Paucartambo. Si ahora pudieran
El harawi ha sido una versión lírica de música y verso a
llevársela, se la llevarían.
la vez. No se concebía a la música separada de la palabra. El
harawiku era el promotor, el compositor, el que organizaba Los paucartambinos construyeron un hermoso puente
las ceremonias en presencia del inca y de la nobleza. Así de cal y piedra para controlar la llegada de comerciantes a
era el harawi religioso, también del harawi amoroso, que las tierras de selva de Qosñipata y le pusieron el nombre de
no tenía el mismo contenido que el wayno, que era más Puente del Rey Carlos III, como gratitud por haber recibido
popular, más hecho para lo nuestro, para nuestra comuni- de él la imagen de la Virgen de Paucartambo.
dad, para las fiestas íntimas, para sentirnos en el calor puro Otra vez, los hacendados de Qosñipata —«pueblo en-
y tierno del hombre. vuelto por la neblina»—, que cultivaban caña de azúcar y
producían aguardiente de caña o cañazo, raptaron la ima-
❂ gen de la Virgen de Paucartambo, por presión de los tra-
bajadores, y se la llevaron a Pilkopata, a orillas del Amaru
Mis ojos se abrieron a la luz en la Fiesta de la Virgen mayu, «río sagrado, río serpiente». Los de Paucartambo
del Carmen. Sabemos que antes la capital de Puno era fueron a recuperarla con los kollas. La Virgen estaba a ori-
Paucarcolla. Por ahí pasa el camino del inca que conec- llas del Amaru mayu. Se iba a dar una batalla encarnizada
ta Paucarcolla con Paucartambo, que era uno de los tam- y terrible. Dicen que en esos instantes se cargó al río y se
bos más importantes del Imperio inca. En ese caminar se llevó a la mamacha. Dicen también que vieron cómo la
producía el trueque. En los meses de julio se transportaba Virgen se detuvo en un islote del río y quedó a salvo. Se
la cosecha de Paucartambo a Paucarcolla para no llegar quedaron sorprendidos, se abrazaron y dijeron: «¡Este es
al Cusco, que estaba lejos. Se llevaba papas, chuño, mo- un milagro!». No hubo batalla y se abrazaron. Ahí aprove-
ralla, ocas, t’umana (que es más dulce que el capulí). Los charon los de Paucartambo para decirles a los hacendados
de Paucarcolla iban hasta Paucartambo con unas marcas de Qosñipata: «¿Qué ganan conservando a la Virgen en
en los costalillos tejidos de lana, que eran como decir: «Te una imagen de yeso si nosotros somos talladores expertos
dejo mi costalillo y tú me llenas el maíz»; si era papa, era en la madera y podemos hacer para ustedes una imagen de
otra medida. Así se producían los trueques, de acuerdo a la la Virgen con el cedro más fino?». Aceptaron que la imagen
necesidad comercial de los pueblos. Arequipa y Puno han sea tallada en madera para que no sufra daños con la hu-
estado cerca también. Lo que venía de España por barco medad. Aceptaron los de Qosñipata con dos condiciones:
era recibido en Mollendo, y de ahí salía de Arequipa. El una, que en el pecho lleve un corazón tallado y una flecha
comercio entre Arequipa y Cusco se detenía primero en atravesando el corazón; y otra, que nosotros, los chunchos
Paucarcolla y, luego, en Paucartambo. Cuentan que el rey —así se les llamaba a los habitantes de Qosñipata—, este-
Carlos III envió dos imágenes de la Virgen del Carmen: mos cuidando el anda por sus cuatro costados. Si no era
una para Paucarcolla y otra para Paucartambo. En Pau- así, la mamacha no saldría nunca. Hasta ahora, el juramen-
carcolla, al abrir los bultos, las autoridades vieron que una to se cumple: la Virgen del Carmen no sale sin los cuatro
Virgen era más bonita que la otra, y decidieron que la más chunchos que están adornando su anda. Yo todavía he co-
bonita se quede en Paucarcolla. El sacristán se equivocó y nocido a la mamacha de madera con su corazón herido.
envió a Paucartambo a la Virgen más bonita. Ahí comien-
za el folklore, porque los collavinos fueron a Paucartambo Como recuerdo de este episodio, el río ya no se llama
a recuperar a su Virgen bonita antes del tiempo de trueque. Amaru mayu, sino Madre de Dios. Así se llama hasta el
Quisieron raptarla, qué no hicieron y nunca pudieron por- mismo departamento gracias a ese milagro que conoce-
que dijeron: «Esta mamacha se queda con nosotros». Los mos por el folklore. Lógicamente, no sabemos más.
kollas, que eran una especie de bufones, de sabidos, que- Por acompañar para siempre a la Virgen, los chunchos
11
rían engañar a los de Paucartambo. Venían todos los años tienen otro rango; se vuelven qapaq chunchos. Antes, en
con sus ocurrencias, se hacían los turistas, preguntaban
dónde está la iglesia, hasta trajeron su máquina de fotogra-
fiar las cosas antiguas para distraer al pueblo, pero nunca 11. Virgen del Carmen. (Foto: Eulogio Nishiyama. Archivo
pudieron recuperar a la Virgen. Esa es la verdad y todos familia Núñez del Prado).

42 43
CANTO DE LOS KOLLAS DEL ALTIPLANO A LA VIRGEN DE
PAUCARTAMBO, VERSIÓN DE 1919

I. ENTRADA III. BENDICIÓN


¿Es este el pueblo de Paucartambo? Mi madre Carmen,
Había sido un pedregal, pues. ofréceme tu bendición;
Es este, este el santo templo; con tus cinco dedos de rosas,
arrodillemos con humildad. dame tu bendición
Ave María Purísima, para el que muera o para el que viva.
mamacita Carmen,
aun siendo habitantes del Altiplano, Si vivo volveré,
aun siendo llameros. si muero ya no;
si muero, estaré ya solo con Dios.
II. SALUTACIÓN Ay, mi señora
y mi mamacita.
Recordando tu novena,
¡Cómo no están ahora
llegamos hasta ti con prontitud;
los que vinieron conmigo
camino desde mi pueblo
el año pasado!
12 con mi montera de nieve.
Algunos estarán en sus pueblos,
otros estarán en el corazón de la tierra,
Con mis ojotas de granizo,
tiempos de los incas, eran qara chunchos, chunchos «des- Virgen estaba sin el niño en brazos. Detrás de la Virgen, mi mamacita preciosa, transparente,
he salido confundido, delirando,
nudos», «calatos». Lo mismo pasó con los negros comunes había un anda triangular, en la que estaba el niño, su hijo, mi papacito precioso, transparente.
aun siendo del Altiplano,
que, por adorar a la Virgen, se volvieron qapaq negros, ne- bajo el cuidado de un negro. Conquistar al niño para que la aun siendo llamero.
gros «poderosos». Los negros de Paucartambo llegaron de Virgen los acepte como sus esclavos fue la estrategia de los IV. PASACALLE
Paraguay, no de Lima ni de los valles de la costa. Antes, los ex esclavos negros. ¡Qué bonito! De este hecho se genera Sorbiendo el rocío del ichu, Niñitas de Paucartambo,
negros llegaron a Bolivia. Con abalorios, adornos, espejos, se todo el desarrollo de la danza y es así como son inmortales te traigo mi almita. cómprenme mi cañihuita1, por favor,
pusieron el vestido de los paraguayos, con pantalones bom- los qapaq negros de Paucartambo. Venimos amarrados con nuestros pecados, con sus monedas más pequeñitas,
bachos, pañolones, su careta negra, su sombrero tipo obispo desátanos eso, mamacita, por favor. con sus mediecitos.
En mi infancia, los qapaq negros eran los privilegiados
y volvieron a revivir las costumbres de los negros en España.
para entrar a la iglesia de la mamacha Carmen, porque no Recordando tu novena, Y, niñitas de Paucartambo,
Quien mandaba allí no era el caporal, sino el mayoral, todos los bailarines entraban a la iglesia. Ahora no sé cómo desde mi pueblo de Paucarcolla cómprenme, por favor, mi frazadilla
encargado de mantener a los negros en jaque. Los negros será. Ellos compusieron sus versos con el afán de que la he caminado en delirio confundido, con sus mediecitos.
que subieron a Bolivia para adorar a la Virgen de Copa- Virgen regrese a Paucarcolla. aun siendo del Altiplano,
cabana no se quedaron en Bolivia, ni con la Virgen de la aun siendo un llamero. ¿Acaso esa niñita de al frente
Abrí mis ojos y vi a la mamacha con su hijo, el niño
Candelaria en Puno. Les dijeron que la Virgen más mila- es hija de madre?,
Jesús. A las 6 de la mañana, la gente del pueblo tocaba las
He llegado a Tres Cruces, cada que paso
grosa de todas era la de Paucartambo y decidieron venir a puertas de las casas con música, con sus arpas. Nos saca- caminando entre cerros y nevados me rocía con papel picado.
adorarla. Seguramente se preguntaron: «¿Cómo vamos a ban de las camas, nos alcanzaban ponches, galletas María, para encontrarte
ser esclavos de la Virgen? A lo mejor no nos acepta, si ya diciendo: «Papá, quiero que tu hijito sea angelito, porque a ti, madre hermosa, Mejor nos vamos, ¿no, niño?,
nos hemos acostumbrado a este modo de vida de esclavi- estoy pasando mi cargo en la Fiesta del Niño». Nos vestían madre hermosa Carmen, volvámonos;
tud y ahora ya no hay esclavitud, a quién perteneceremos. de blanco, nos daban caramelos. Con nuestras alitas tenía- mi mamacita Carmen, si fuera una hija de la Virgencita,
Entregaremos nuestra esclavitud a la Virgen del Carmen, mos la felicidad más grande. ¡Asu!, esa era la pasión de los aun siendo del Altiplano, la llevaríamos con nosotros.
como es milagrosa, para que nos proteja, pero ¿cómo la niños. Entonces estábamos unidos, unidos en la práctica aun siendo un llamero.
vamos a conquistar a ella? Adorando al niño, a su hijo. Así
ganaremos su voluntad». 1. Kañiwita, kañiwa (Chenopodium pallidicaule).
12. Procesión de la Virgen del Carmen en el puente colo-
Cuando yo fui a un pueblito llamado Chinchiwasi, en nial Carlos III de Paucartambo. (Foto: Dirección Regional de
Huancavelica, en una fiesta vi una procesión en la que la Cultura Cusco).

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V. ALBA
puede haber algo que no se pueda hacer.
Recordando tu novena,
Issicha Puytu2.
he salido de mi pueblo
y he caminado en delirio, confundido,
dejando mis llamas
VII. AGUA DE SANGRE
más allá, al frente, No llorarás,
con mi montera de nieve mi hermanito,
y mis sandalias de granizo. aun si te vieras
Ay, mi mamacita, en el agua de sangre,
ay, mi señora. aun si te vieras
en el río de sangre,
Sorbiendo el rocío de ichu, ayja, ayja.
convirtiendo la noche en día,
he llegado con prontitud, No llorarás,
aun siendo del Altiplano, mi hermanito,
aun siendo llamero. aun si te vieras
en una granizada de piedras,
ayja, ayja.
VI. FUGA, FUGA
Porque me dijiste: «Perdámonos»,
ay, fuga, fuga.
VIII. DESPEDIDA
Vamos, mi hermanito, vámonos ya,
Te voy a llevar conmigo ya nos hemos encontrado
como si fuera llevarse a una mujer, con nuestra madre,
ay, fuga, fuga. regresaremos a nuestro pueblo.
Mi mamacita preciosa,
Cómo podría yo fugar, resplandeciente,
ay, fuga, fuga. mi papacito precioso, resplandeciente,
aun siendo kolla,
Haciendo esto estoy contento, aun siendo llamero.
cómo podría perderme
con una mestiza de cabello en desorden; Si vivo volveré,
haciendo esto estoy contento. si muero ya no;
ay, mamacita,
Jalemos la cinta roja ay, mi señora,
y amarremos otra nueva, aun siendo kolla,
aun siendo llamero3.

Esta es una de las 333 canciones del libro de los hermanos Rodrigo, Edwin y Luis Montoya. Urquku-
napa yawarnin. La sangre de los cerros. Lima: CEPES, Mosca Azul y Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Volumen I, 1987, pp. 507- 510.

2. Issicha Puytu es un drama quechua cusqueño. El padre Jorge A. Lira recogió este relato de labios de la
narradora Carmen Taripha Mamani, de Maranganí, Cusco. Véase el libro Issicha Puytu: drama quechua anónimo. 13
Lima: Milla Batres, 1974.
3. Versos tomados del libro de Segundo Villasante. Paucartambo: provincia folklórica, Mamacha Carmen.
Tomo II. Cusco: Ed. León, 1975, pp. 79-83.
13. Procesión de la Virgen del Carmen en las calles de Pau-
cartambo con un saqra en un balcón. (Foto: Dirección Re-
gional de Cultura Cusco).

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de la fe espontánea, no era una cosa forzada, a cualquier Petronila, Petronila. Decía: «Este disco lo han hecho para mi
hora el pueblo salía a su iglesia y cualquier manifesta- mujer y, si yo fuera autoridad, les erigiría un monumento a
ción artística innovadora era bien recibida; el pueblo Los Campesinos». Cuando falleció su señora, se entregaba a
abrazaba, saludaba, quería. Yo he sido un engreído de olvidar las penas escuchando la canción. Los hijos le escon-
mi pueblo, ese es el galardón que llevo en lo más íntimo, dían el disco, porque se estaba excediendo en el licor. Estos
tal vez ese sentimiento era más importante que pensar hijos llegaron a ser licenciados; uno de ellos postuló a las elec-
en un sacerdocio. Soy un humilde hijo de Paucartambo ciones del municipio de Paucartambo y llegó a ser alcalde de
que siente y participa su fe católica; mi fe siempre sigue la provincia. Rompió con todos los protocolos, porque, hasta
latente y me preocupa, porque sería una cosa terrible que entonces, eran alcaldes solo los de Paucartambo. Una vez al-
esta fe que hay en los pueblos desaparezca, como se pre- calde, recordando lo que su padre decía, llamó a un cabildo,
tende hacer con el Opus Dei. Yo siento que el Opus quiere consultó al pueblo diciéndole: «Miren, yo creo que debemos
desaparecer todo esto, como si el verdadero cristianismo erigir un monumento al trío Los Campesinos». Todos aproba-
estuviera cabalgado en el desarrollo de la Biblia y punto. ron. Esto ocurrió hace más de veinte años. El monumento está
También puede desaparecer porque han vuelto a Paucar- ahí todavía. ¿Hasta cuándo estará? No sé. Es de metal, lo hizo
tambo esos señores de dinero que ahorita son dueños de un escultor, profesor de la Escuela de Bellas Artes del Cusco.
La Parada y de Gamarra. Antes, entrábamos a la iglesia No me acuerdo del apellido, nos hizo una mascarilla a cada
a cantar, agarraba mi instrumento y me ponía a cantar, uno de los tres. Fuimos a la inauguración del monumento. Fue
porque yo era un hijo de Paucartambo que participaba un llanto. Hasta ahora no encuentro respuesta por ese premio,
en su fe. Ahora no, no puedes entrar al coro, no puedes porque no envidio nada ni quiero nada; discúlpeme, maestro.
entrar a la catedral a cantar libremente tu fe. Al ver eso, Creo que el mejor halago que he podido recibir en mi vida es
he dejado de ir a cantar como lo hacía antes con mucha que mi pueblo me dé su cariño. Podrán darme diplomas, pero
humildad. Gracias a Dios, con Los Campesinos pregono en vida mi pueblo me dejó ese monumento como recuerdo.
y quiero que el pueblo solo reaccione y se sienta orgullo- En el monumento, pusieron un reloj, que luego alguien
so de sus waynos. lo robó, pero después volvieron a ponerlo. ¡Eso es el folklore!
¡Qué hermoso! Hay una señora, quién será, que cada sema- 14

❂ na lleva flores al monumento.

Tengo sobre todo gratitud al pueblo de Paucartam-


bo que espontáneamente nos erigió a Los Campesinos ❂
un monumento en vida. Este monumento tiene que ver
Componer no es fácil; me cuesta, siempre demoro, a ve-
con mi wayno «Petronila». Antes, los alcaldes eran nom-
ces un año, deletreando, viendo que no se parezca a ningún
brados a dedo y eran alcaldes solo los de Paucartambo,
otro wayno. Si lo hiciera, sería desmerecer la posición que
porque se daba muy poca importancia a las personas de
he adquirido con tanto sacrificio. Entre waynos y villancicos,
los distritos, a quienes se les veía como disminuidos. El
he compuesto unas treinta y cinco canciones, más o menos;
caso es que en Challabamba, que es un distrito que está
no me he apresurado. En todos los discos que grabamos, me
cerca de Paucartambo, vivía la familia Vargas, que yo co-
propuse dedicarle una canción a Paucartambo y también a
nocía, dos de cuyos hijos se habían graduado en la Uni-
Carmencita, mi esposa, a las mujeres notables de mi pueblo,
versidad de Cusco como licenciados en Economía. Yo no
pero no a las encopetadas, sino a las que han luchado para
los conocía, pero ellos sí me conocían por los waynos,
que Paucartambo siga con su territorio, sin que nadie se lo
porque las veces que he ido a Paucartambo he entrado a
arrebate. Hubo una mujer analfabeta de temple, se llamaba
la iglesia y he dicho: «He compuesto este wayno para ti,
Carlota Ponce, motivó a todo el pueblo y botó a los sinver-
mi mamacha Carmen; eres coronada y serás siempre co-
güenzas, montados en burro. Yo estaba chiquito. ¡Cómo no
ronada». Este señor Vargas había educado a sus hijos y le
gustaba la celebración del pueblo, que es lo más tentador.
Su esposa se llamaba Petronila y él creía que el wayno 14. Procesión de la Virgen del Carmen en las calles de Pau-
cartambo. Obsérvese a los saqras o demonios en los techos
había sido compuesto para su mujer. En los cumplea- de las casas. (Foto: Dirección Regional de Cultura Cusco).
ños o actividades de su casa, invitaba a los parroquia- 15. Contradanza en honor de la Virgen del Carmen. (Foto:
nos, ponía un tocadiscos a pilas y allí estaba Petronila, Dirección Regional de Cultura Cusco).
15

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16

18

16. Kollas, adultos y niños, que visitan anualmente a la Vir-


gen del Carmen el 16 de julio. (Foto: Dirección Regional de
Cultura Cusco).

17. Salida del sol en Tres Cruces de Oro, a las 4 de la maña-


na en Qosñipata, un punto en la bajada hacia la Amazonía.
17 (Foto: Dirección Regional de Cultura Cusco).

18. Un kolla, pastor de las tierras altas que baila en honor de


la Virgen del Carmen. (Foto: Dirección Regional de Cultura
Cusco).

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le iba a hacer un wayno! Esos sinvergüenzas eran terra- las puertas y nos echamos una chifada que jamás volví a Estuvimos en España casi un mes, hasta que ocurrió
tenientes de Qosñipata, interesados en que ese valle pase comer, con vino y todo. Todas las señoras de la caravana un milagro. Actuamos seguramente con gran éxito, la gen-
a integrar el departamento de Madre de Dios, porque los artística compraron en Juliaca lo que querían de artesanías te lloraba. Cuando despertamos una mañana en casa de mi
que cultivaban y extraían aguardiente de caña en Madre de y ropa, llenaron maletas, el ómnibus era nuestro. sobrino Luchín, Luis Bestich Núñez del Prado —hijo de mi
Dios no pagaban impuestos; en cambio, los de Cusco esta- hermana Elsa—, había en la puerta de la casa un carrazo.
«¿Ustedes son Los Campesinos?». «Sí». «Yo soy fulano de
ban sujetos a los alcohometristas. Frente a ellos salió una
mujer analfabeta, paucartambina, chola de esas. En sus
❂ tal y vengo de parte de un doctor», no me acuerdo del nom-
tiempos hizo algo maravilloso, lo que recién está haciendo Un día vino a mi casa un sobrino mío que trabajaba en bre ni del apellido que dijo. «Tengo el encargo de hacerles
Acurio: ella popularizó en su Pensión Carlota el famoso España y me dijo: «¿Por qué no van Los Campesinos, que un recorrido turístico, vamos a ir a la tierra de Saavedra,
plato chuñukola, que es una iawita —una «sopita»— ahora son tan conocidos, a España?». «Qué conocidos, ni cono- a Alcalá». Sí, la tierra de Miguel de Cervantes Saavedra,
llamada consomé, y preparaba el puti, que era de una cabe- cidos, qué michi hacemos yendo, a mí no me gusta viajar en Alcalá de Henares. No me acuerdo del nombre, pero
za de toro al horno de piedra al rojo vivo, uno de los platos en avión y volar catorce horas, señor». Pero él insistió y era un doctor peruano, nos pagó la comida en los mejores
genuinos de Paucartambo, ahora casi desconocido. fue a hablar con un conocido que teníamos en el Consu- restaurantes. Al otro día, el mismo carro. «Ahora vamos a
lado de España. Me llamó después y me dijo que en Ma- Toledo». ¡Asu!, la Catedral de Toledo, en el viaje vimos tre-
Siempre me ha gustado hacer waynos graciosos. Tengo mendas iglesias. Lo que más me impresionó es que recordé
drid celebrarían un Inti Raymi. «Sería bueno que vengas,
uno que dice: a mis buenos profesores de Historia Universal cuando co-
les mandamos pasajes; por la estadía no te preocupes, para
eso está mi casa en Madrid», me dijo. ¡Asu! Nos fuimos sin mencé a recorrer esos sitios. ¡Qué apasionamiento!, ¡qué
Qosñipatataman mamay kachawarqan Mi madre me mandó a Qosñipata
empresario, ni contrato, ni nada. Gratis, con una bolsa de tal delicia! Al otro día fuimos al Castillo del Rey, donde el
viskachaman, k’usilluman. por vizcachas y monos.
500 dólares para cada uno de los tres. Cambiamos de avión gran señor cazaba, ¿qué cazaría el rey? Conejos, sí conejos.
Pantasqataq aparaqamusqani Pero equivocadamente
en Caracas, nos pusieron en un avión gigante. ¡Qué bárba- La señora Flor, esposa de Atilio Montesinos, guitarris-
qara chupa unkakata. le llevé un zorrino con la cola en el cuello.
ro, cuánto pasajero!, y nos morimos de hambre. Wilfredo ta que reemplazó a Goyo, vivía en Italia. Su trabajo consis-
Quintana le pidió un «Siete Up» a la aereomoza que pasaba tía en cuidar viejitas y la viejita tenía una casa. La señora
Chayta rurapaspaymi Por haber hecho eso
con su carrito de gaseosas. Ella le dijo: «No tenemos eso; sí preparó el segundo piso de la casa para cuando venga su
mamay waqtawara mi mamá me pegó
tenemos “Seven Ap”». Morado se puso el Michi Kanka. Esa esposo. Nosotros bromeábamos a Atilio diciéndole: «Pre-
sikillaypi, puputiypi, en mi potito, en mi ombliguito,
chapa de Gato Asado se la puso a Wilfredo una de las her- párate, porque después de tantos años cómo estarás, habrá
puputiypi, sikillaypi. en mi ombliguito y en mi potito.
manas Moscoso, que eran nuestras amigas puquianas, por- que darte un tónico». Nos fue bonito, fuimos a Florencia,
Qosñipatataman mamay kachawarqan Mi madre me mandó a Qosñipata que Wilfredo era colorado como un pavo. En Andahuaylas a visitar la casa de Miguel Ángel Buonarroti. Después, fui-
viskachaman, k’usilluman. por vizcachas y monos. le dicen Pufo, no sé por qué será. mos a Turín y allí a la casa de una peruana que nos recibió
Pantasqataq aparaqamusqani Pero equivocadamente Antes de ir a España ya habíamos viajado por el Perú en su cuarto alquilado. De la riqueza que veíamos y en la
upa warmi, chichuwarmi. le llevé una mujer sonsa y encinta. con la cervecera del Cusco, y contratos por aquí, por allá, que estábamos, pasamos a la pobreza. Estuvimos conster-
ya habíamos adquirido más experiencia. La cervecería del nados, ella era de puro corazón, lloraba, no nos dejó dor-
Chayta rurapaspaymi Por haber hecho eso Cusco nos echó el ojo y organizaba festivales de la cerveza mir, nos contó la historia de su vida, que ya no podía volver
mamay waqtawara mi mamá me pegó Cusqueña con Los Campesinos. Nos pagaban en dólares, a Perú, que su pareja se había metido con otra mujer, que
sikillaypi, puputiypi, en mi potito, en mi ombliguito, hasta ahora no lo creo. Nos alojábamos en hotel de cinco tenía que mandar dinero para que viva su hijo que se había
puputiypi, sikillaypi. en mi ombliguito y en mi potito. estrellas, y nos llevaban a muchos pueblos de Cusco. Así quedado en Lima, que no podía traerlo. ¡Qué tal drama!
conocí Kiteni, Echarape, Quillabamba, Sicuani, Urcos. Lloraba mucho, nos cayó muy bien. Eso es lo bueno que
Hasta a Ayacucho nos hicieron viajar, porque había una tiene el artista: conoce mucho y nos conmovimos, le caí-
Un buen día, después de haber grabado ya unos discos gran recibimiento en el Cine Cavero, que estuvo llenecito. mos muy bien. Después, nos despedimos para seguir de
pugna entre la cervecera Cusqueña y la cervecera Cristal.
con el sello El Virrey, decidimos hacer una gira organizada De allí fuimos a Andahuaylas, llenamos el estadio, de ahí turistas a lo grande.
por nosotros mismos como una cooperativa, porque los a Abancay, de Abancay a Cusco, de Cusco a Sicuani, de Llegamos a Madrid, hacía un calor; en la noche tenía-
empresarios que nos llevaban a cantar en provincias nos Sicuani a Juliaca, de Juliaca a Puno y de Puno a La Paz. mos que actuar en el Museo de las Américas, moríamos de Cuando regresamos a Perugia, los peruanos que vivían
engañaban; a veces, no nos pagaban ni el pasaje. Yo ha- Ganamos bastante dinero. Yo gané 26 000 soles, con ese sed y teníamos hambre, así que llegamos a la casa de mi allí prepararon un espectáculo en un campo deportivo,
dinero me compré un carro. Hicimos la repartición de las sobrino, que no había preparado nada. Salimos a la calle porque allá no hay coliseo. Era un ambiente para perua-
bía aprendido sobre cooperativas en un curso de Derecho
ganancias con un sobre para cada uno. El Flaco Rodríguez, principal para no perdernos, y entramos a un restaurante nos, no fueron muchos, pero seguramente cobraron por la
Agrario del doctor Gasolo en la Universidad de San Mar-
donde había patas de chancho. Jamón, sí, jamón. Cada pla- entrada. Al terminar nuestra actuación nos alcanzaron un
cos. Alquilamos un ómnibus de la empresa Yacsa y nos primera guitarra, era bien correcto; cuando terminaba la
to costaba 32 euros. «Uy —pensé—, los 500 dólares no nos sobrecito con euros. Eso de euros ya era más motivador.
fuimos a Ayacucho con el Picaflor de los Andes, la Pas- actuación, contaba la plata, descontaba el dinero de los
van a alcanzar acá». Mis dos compañeros de Los Campesi- Después de esas aventuras regresamos a Lima limón.
torita Huaracina, el Jilguero de Huascarán, alguien más y gastos y preparaba los sobres para todos. En Arequipa,
una compañía de danzas donde estaban unas chicas Va- no pensamos que se llenaría el teatro, pero se llenó. ¿Qué nos ni se preocupaban. No hemos ido a Estados Unidos. Ha habido varias
lenzuela. Llenamos el ómnibus y salimos. Nos hicieron un hicimos? Quemar la plata, entramos a un chifa, cerramos invitaciones, pero será esto de la frustración de viajar en

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avión. Sinceramente, Estados Unidos no me llama mucho Dicen que mi padre había sido aprista, ¿quién no ha un callejón oscuro, con esos látigos con corriente eléctri- tantas barbaridades. Era un colegio que pertenecía a una
la atención, será porque vemos muchas películas de Esta- sido aprista? Incluso tenía una alcancía de Haya de la To- ca que podían dejar a uno paralítico. Me defendía con mi escuela a la que pusieron de nombre Antenor Orrego. Re-
dos Unidos. A pesar de que tengo sobrinos allí, no hemos rre que él conservaba escondida porque, si lo descubrían, cartapacio, pero me llegó caer uno en el pie. Cuando llegué cogían allí el material, planillas, esquelas, un montón de
podido cristalizar un viaje. Hasta hace unos meses nos se- lo detenían. Yo jugaba con esa alcancía de yeso, color oro a San Marcos ya no podía caminar. Tomé un taxi y me fui cosas. Una de esas noches, desapareció todo.
guían invitando. negro, así, bonita. Mi padre decía: «Quiero que mi hijo sea al cuarto de la Federación. De allí subí a mi cama; al día
Después de eso, el profesor Mario Tello me dijo: «Va-
hombre». Yo era el único hijo hombre, pero él quería que siguiente no me podía mover. Nadie me visitó. Nadie me
A Cuba tampoco hemos ido. Hubiera querido ir, por- mos a fundar un colegio en Zárate». «Ya pues», nos fui-
yo resalte, que fuera el más macho, que siendo tan peque- trajo siquiera un poquito de agua. Lunes, martes, miércoles,
que sé que Cuba es un país ahora ya culto. Tal vez ya está mos a Zárate y fundamos el Colegio Nueve de Octubre.
ñito vaya comprar chocolate, porque a él le gustaba mu- estaba deshidratado. Me estaba muriendo. Apareció Goyo,
en condiciones de que ingresemos, porque la idea del ar- No había local, era un colegio municipal. Allí comenzó
cho el chocolate. Paucartambo ha sido una de las primeras Gregorio Núñez del Prado Ponce de León, y me dijo: «Her-
tista es ingresar al pueblo; si yo veo que mi gente está sin- mi anhelo de ser profesor. Primero, fui profesor de todo.
provincias en tener luz eléctrica y agua potable. Que vaya mano, estás mal». Fue el único que apareció y me dio caldito
tiendo igual que yo, estoy en mi gloria. Tú sabes lo que es Yo no sabía que ese era un colegio que servía para castigar
a comprar chocolate, ordenaba. Yo tenía miedo y le decía de gallina, comí un poco. Viví resentido de mis amigos. Me
eso. Tengo precauciones, me digo: «¿Cómo voy a ir a un a los profesores que se portaban mal. Allí tuve clara la idea
a mi mamá: «Yo te acompaño, mamá». Iba con la Naticha, habían abandonado varios días, me arriesgaron y ni siquie-
pueblo donde no me conocen?». Temblaba de ir a España, de que había que estudiar, porque las horas que me daban
la empleada de la casa, a comprar chocolates. En ese mo- ra acudieron, y nunca más, como si nada hubiera pasado.
por ejemplo, tenía cierta cosa. de profesor me las quitaba otro que venía. Hasta entonces,
mento, parece que la política ya ardía en Paucartambo. Le Para mí eso era una ofensa. Acabó. Salí de la Federación, ya
pusieron dinamita a mi casa, pero felizmente no voló, la di- yo era auxiliar de educación. En ese plan no iba a seguir,
estaba trabajando, busqué mi cuarto con Wilfredo Quinta-
❂ namita explotó en el patio. na en la avenida Brasil. Gracias a mis amigos y parientes,
así que me esmeré, apuré mis estudios, con gran ventaja
porque ya no era tan de noche como en el Colegio Guada-
Luego de las serenatas, mis amigos dijeron que me Cuando llegué a Lima, lo primero que hicieron los me dieron un trabajo de obrero en el Ministerio de Agricul- lupe, ya no tenía comida, pero tenía todo el día libre. Me
llevarían a México. Así se llamaba el prostíbulo que que- apristas fue recibirme. En ese tiempo, era 1955 o 1956, tura, todavía tengo el carné. Luego me dijeron: «Usted, que esmeré y llegué a ser profesor en educación secundaria,
daba en la avenida México, en La Victoria. Como yo era Campos Lama estaba presidiendo la Federación Universi- es universitario, ya no será más obrero, sino empleado». Me en la especialidad de Ciencias Histórico-Sociales y, por
un poco ingenuo y educado, saludé a una de las mujeres taria de Estudiantes y era democristiano. En la pileta, me sorprendí. Al poco tiempo un médico me dijo: «¿Quieres si acaso, le puse también de Arte. Así obtuve mi diploma,
diciéndole: «Muy buenas noches, señorita». «¡Qué te pasa, raparon el cabello, como a todos los cachimbos, y después cachuelear en febrero, marzo y abril? Te pagarán 70 soles nadie me quitaba mis horas, y allí trabajé hasta cumplir
miserable!», me respondió. Qué le iba a decir, si yo era ino- nos fuimos con los compañeros —apristas— a festejar: más viáticos. Te vas con tu jefe a la represa de Quiroz, en treinta y un años de servicio como profesor.
centón. Vine a Lima sin saber leer ni escribir, es decir, sin «Compañero, si eres cobarde échate tierra, porque esta vida Piura». Allí me atacaron los zancudos, en las haciendas de
saber nada. Para colmo, una de mis tías, al verme llegar, requiere valor; salud, compañero». Eran borrachos. Allí co- arroz, tenía que cubrirme con todas las sábanas para que no Ya había aprobado invicto los estudios de Derecho,
me dijo: «¡Qué lisura, todavía vienen a Lima, sabiendo que nocí a mi paisano José Velarde. Me dijo: «Vamos a mi casa», entren los coleópteros. Fue terrible, pero lo soporté; regresé pero no me graduaba, los años pasaban y me estaba ale-
hay universidad en Cusco!». Quería regresarme al día si- que quedaba en la calle Huamachuco. Su cuñado había sido jando de la universidad. Cuando me di cuenta, San Mar-
a la universidad con platita, que era lo más importante.
guiente. Mi padre les decía a los familiares que le pregunta- juez, entonces dije: «Me interesa». Con el Flaco Velarde cos ya no estaba en la Casona del Parque Universitario,
Así trabajé de aquí para allá, hasta que encontré una sino en la avenida Venezuela. Un descontrol tremendo.
ban por mis estudios: «Quisiera que mi hijo sea abogado». fundamos el Centro de la Juventud Cusqueña, íbamos al
cosa maravillosa, un puesto de auxiliar en el Colegio Gua- Ese era mi cargo de conciencia. Tenía que ir a buscar los
Así pues, llegué a Lima y recién me enteré de lo que era Club Cusco. Pero no entraba yo a la política, hasta que lle-
pre-Derecho, pre-Letras. Me presenté al examen, vi la lista dalupe. Me daban comida, un sueldo, y podía estudiar. Así expedientes, todo un ajetreo. Me corroía una frustración.
gó el momento. Fuimos a estudiar a Magdalena, en la casa
de aprobados y ahí estaba mi apellido. Pensé que se habían de un estudiante de Ica. Nos reuníamos en el garaje de esa que dije: «Esta es la mía». Más cerca estaba para ser profesor, No había logrado lo que quería. Hasta que, uno de esos
equivocado de prueba. No pensaba que había ingresado, casa. Allí apareció Federico García. Él era medio estram- y un poquito lejos para ser abogado. Nos reconocieron a los días que son benditos, fui a Azángaro con mi hermana
pisé firme y entré a San Marcos. Los primeros años fueron bótico, organizaba sesiones de espiritismo en las noches. El auxiliares como docentes porque éramos como tutores. Se para sacar una copia y me encontré con un compañero
chocantes, porque había mucho ingresante. Recuerdo la grupo ya tenía una tendencia izquierdista, y congenié con organizó un campeonato sudamericano de colegios nacio- que ese día se había graduado de abogado. Su vida con
clase del doctor Manuel Beltroy, extraordinario profesor Federico y los otros. Iba a San Marcos con mis compañeros, nales y campeonó el Guadalupe; es decir, la fiesta, una her- un estudio de abogado recién estaba comenzando. «Te
de Historia del Arte. ¡Qué tal fluidez, qué tal cultura!, esa conocí a otros, me ofrecieron un cuarto en el local de la mandad feliz. Tenía comida, vivienda, trabajada de noche presento al rector de San Marcos», me dijo. Era Manuel
clase de hombres había en San Marcos. Otro buen profesor Federación de Choferes del Perú. Era una pensión para los allí y estudiaba de día en San Marcos. Pasó un tiempo, vino Burga, el rector de ese momento. «Mañana te gradúo»,
era Luciano Castillo, con sus ideas interesantes, socialista, choferes que venían de provincias. Me dieron un cuarto allí el general Velasco (1968-1975), cerró todos los internados. me ofreció. «No, doctor —le dije—, yo tengo que dar exa-
así estaba yo ingresando a la política, al conocimiento del a condición de que reciba los discursos de Fidel Castro que Nos hicieron formar a los noventa trabajadores en el pa- men». «Ah, todavía no estás apto». Con mi amigo saqué
Perú. Antes, no había escuchado nada de eso. ¿Qué ideas luego el grupo propagaba en la Casona de San Marcos. Allí tio del Guadalupe. Y apareció un vengativo, un tal Edward: mis expedientes de estudios, hice la actualización corres-
políticas traía de Paucartambo? Solo traía la nostalgia de fue que entré yo a la izquierda, allí estaba Frejolito, Alfonso «Señores, me alegra mucho que caiga Guadalupe, quedan pondiente y fui a dar mi examen de grado, que era oral.
haber dejado mi tierra. Yo no tenía simpatías políticas. Barrantes, y su discurso muy bonito en la Plaza San Martín. despedidos los noventa». La señora Serra, que estaba encin- Había como treinta personas para el examen de grado y
Mi papá era compadre del ingeniero Juvenal Monge, que Fuimos con nuestras latas de gasolina. Gritábamos: «¡Bel- ta, se desmayó. Solo sé que su apellido era Edward. De ahí quedamos solo cuatro. El señor del jurado de ese día era
construyó el Palacio de Justicia en Lima. Él había sido di- trán, gamonal de Montalbán!». Apareció la policía de cho- fui a trabajar al Colegio Paz Soldán, en el Rímac. «Muy le- jalador. Mi amigo fue el primero. «Saque su balota», le
putado en Paucartambo y le dijo a mi papá para que vaya que, casi se llevan preso a Fico, Federico García; entonces, jos», pensé. Después, me encontré con otro amigo que había dijo. Luego de oírle un momento, le dijo: «Está perdiendo
a Lima. En su regreso de Lima a Cusco, se cayó el avión y empezó el problema, me corrí y me metí a una agencia de trabajado conmigo, era el director en el Colegio Hualgayoc, tiempo». Tres quedamos. «El que sigue saque su balota…
allí murió mi papá. Había sido autoridad en Paucartambo viajes que quedaba en la avenida La Colmena; para mi mala en la Plaza de Acho, y fui a trabajar allí. Todos eran apristas Fuera de acá». Me tocó el turno. «Tiene usted quince mi-
por treinta años. suerte me llevó la policía. Los policías me hicieron pasar que cometían barbaridades. ¡Qué horror! Nunca había visto nutos para redactar una demanda laboral». Yo no sabía,

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pues. «A ver, saque su balota, presente una demanda labo- no tomaría la foto». «Que entre el graduado». Entré pues. por todo lo que se llevaron. Me contaba mi amigo Hernán íbamos y nos daban una propina, pero nos exponíamos a
ral, tiene usted quince minutos». Le entregué mi respuesta, «Señor, por mayoría, está usted aprobado, tiene la nota de Velarde que, cuando las víctimas de la Inquisición iban a que nos boten con tomates. Salía mucha gente arrojada en
le contesté lo que me preguntó adicionalmente. «Está bien, 16». Dije: «Gracias, muchas gracias», foto por aquí, foto recibir su pena, estando encapuchados los obligaban a can- medio de tomates y ya no regresaba. Quedaban solamente
está usted aprobado, tiene 16». Cuando salí, no me lo creí. por allá. Ya era abogado. Después vino la juramentación en tar este verso de un viejo harawi de la iglesia: «Hasta cuán- los que tenían calidad de defenderse. No se tomaba licor.
Vaya pues, ya tenía lo más difícil, tenía el oral y tenía ex- el Colegio de Abogados. Allí invité a mis hermanas. ¡Qué do, hijo perdido, hasta cuándo has de pecar; no me seas Se tomaba afuera. En el Coliseo Cerrado del Puente del
periencia. Para prepararme, iba a ver otros exámenes de emoción!, ¡qué logro! Ejercí el Derecho, tenía mi estudio tan ingrato, llora, pues, tu iniquidad». Antes de morir les Ejército apareció también otro buen amigo, Manuelito Ri-
grado. ¡Asu, diablo! El alumno se callaba un rato y se lo en Azángaro. Pero hay una cosa, maestro, el hecho de que hacían cantar muchas veces este verso. ¡Qué tragedia, qué vera, y allí el trato a los artistas fue de otra manera; asistía
almorzaban. Lo pasaban a Filosofía del Derecho, ya sé. Y haya sido actor de teatro me ayudó mucho: solo pude desa- tristeza! Ahora se canta todavía ese verso, pero los curas mayor cantidad de gente con sus hijos desde las 3 de la
así fue, y concurrían varios, pues. rrollar una defensa en quince minutos para satisfacción del cambiaron la letra; en vez de decir hijo perdido, como en tarde hasta las 9 de la noche, era un jolgorio, era como un
jurado, porque sabía exponer con buena dicción. tiempos de la Inquisición, dicen ahora hijo querido. Como altar, la gente se entonaba con la bebida, pero no se exce-
No conté que cuando fui a San Marcos para iniciar
ve usted, no se trata de lo mismo. Han hecho el cambio día. Después, ya aparecieron otros locales. En primer lugar,
mis gestiones, me presenté como un provinciano, como
para disimular. Han escondido hasta el Templo del Sol allí en una playa de estacionamiento de la avenida Abancay,
campesino. El que decidía me dijo: «¿Por qué no se pasa ❂ donde el sol alumbraba de verdad, como lo dijo el padre que se alquilaba porque los camiones y los carros no se
al turno de la noche?». Le agradecí al señor porque me iba
Antes de decir mi parecer, quiero agradecer al maestro Vega-Centeno en un discurso que pronunció en Cusco. estacionaban los sábados ni los domingos. Luego, todo eso
a graduar de noche. Yo había visto que en el examen de
Rodrigo, porque me ha brindado, con tanta bondad, una Ese harawi del hijo perdido está en un devocionario que cambió, también porque allí concurrían los jóvenes que no
grado el jurado no abría la puerta si el candidato era desa-
oportunidad; ojalá que este libro salga, porque debe salir; escribió el famoso párroco de San Blas, el padre Palomino. entendían nada de waynos, aparecen las cumbias, aparece
probado. Me dije: «Nadie va ir a mi grado». Qué lejos esta-
como dice la Biblia: «Es justo y necesario». Gracias por una serie de variaciones musicales y, de repente, muchos
ba de la realidad. Estaban Carmencita y mi amigo. Subí al Recuerdo mucho que, cuando yo estuve ocupando
la acogida, gracias al sobrino Carlitos y a Edwin. Espero convierten el lugar en sitio para fumar drogas. Hubo peleas
estrado, «Señores catedráticos, esto y aquello». Después de una habitación en la Federación de Choferes, en la aveni- y hasta muertes. Que yo recuerde, las reuniones folklóricas
haber contribuido de alguna manera al deseo de nuestro
que empecé a hablar, cuando miro, llenecito estaba el salón da Iquitos, iban al patio grande de esa casa las personas siempre han sido hermanadas, porque cada provinciano va
amigo Ugarte Vega Centeno.
de grados, los alumnos habían entrado, así que me puse que trabajaban en el hogar en busca de un desahogo. En- allí y le esperan sus cuyes y sus cosas propias, su comida
torito, porque uno se pone torito. Yo me desconocía. «Que Los españoles trajeron la degeneración con el licor y traban cientos de personas y allí los conjuntos folklóricos propia, olvidada a veces.
salga el graduado», y llegó mi hermana, no sabía de lo que con la obligación que impusieron para el consumo de la hacían gala para cada gusto, para cada ocasión. Eran fies-
se trataba. Cuando salí me dijo qué cosa había hecho: «Te coca. Nos enviciaron con cañazo en las fiestas religiosas; tas, generalmente, los sábados en la noche y de amaneci- Hubo algo más bonito, los migrantes que se convir-
has vuelto toro aquí, te he desconocido». Pero yo tenía el además, invitaron a vestir como si fueran toreros españo- da. Después cambió la fisonomía. Apareció un cusqueño, tieron en jardineros trabajando en Miraflores eran muy
temor de que ella no entraría si me jalaban. Pero la buena les. Los corregidores vendían y hacían negocios con esa un señor bajito, Julio Gallegos, que administró el Coliseo
19. Wilfredo Quintana Alfaro y Jorge Núñez del Prado Ísmo-
nueva fue que había un fotógrafo que me tomó fotos. Yo ropa, y se enriquecieron; destruyeron lo que encontraron Bolívar de la avenida 28 de Julio. Allí comenzaron los bue- des, conjunto Los Campesinos. Salamanca de Monterrico,
dije: «Se ve que hay buenos aires por acá; si no fuera así, y no cesaron en su odio, en lugar de haber tenido gratitud nos encuentros, pues, pero el artista se las jugaba porque 2008. (Foto: Nelly Plaza).

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requeridos, había pocos jardineros y les faltaban manos. a llorar, los abrazan como los he visto ayer abrazados todos
Poco a poco, trajeron a sus familiares. Lo mismo pasó con a la madre, todos reconciliados con ella.
los confeccionistas. Hubo uno de Anta, que poco a poco He tenido tiempos malos con el licor; sobre todo cuan-
construyó un edificio para albergar a su familia, a los re- do mi padre falleció en un accidente de aviación. Él me
cién casaditos, y les enseñaba el arte de confeccionar esos quería y yo lo quería. En ese entonces, en Cusco, había esa
pantalones jeans. Cada jefe de familia tenía su carro y lle- costumbre, de que las penas se curan con licor y, como
vaba pantalones al norte, todos los días, incluidos los sá- éramos serenateros, con mis primos y mis amigos, íbamos
bados y los domingos. Era un gran negocio y así el edificio generosamente visitando las casas y les dábamos serenata a
creció. Hasta donde yo he visto, habría siquiera unas mil chicas que no conocíamos. ¿Qué nos alcanzaban? Cerveza,
máquinas en todo el edificio; los hijos y los familiares si- pisco, vino, chicha. Había en Cusco la costumbre de que a
guen con el negocio. ¿Qué hacen ellos? Se rinden homena- las 3 de la tarde había que ir a la picantería. En esa costum-
je para ellos mismos, pero comprometen algunos grupos bre, automáticamente teníamos cierta predilección al alco-
musicales que son de su tierra o que resaltan; entonces, los hol. Más aún con el té piteado que se vendía en todas las
familiares también preparan la comida, venden a los pa- tiendas grandes y pequeñas, hasta las más pobres tiendas
rroquianos y resaltan la figura del personaje, que puedo tenían su calentador con su pito. Cuando hervía el agua,
llamar Álvarez o qué sé yo, que ha vivido tantos años y que silbaban los pitos y toda la gente iba a un cuartucho oscu-
se le rinde culto, porque no ha sido cualquiera, comenzó ro, donde servían un cuarto de trago con su té y su poquito
con una aguja y un hilo y ahora ha dejado máquinas. No de limón. Uno salía cabeceado, religiosamente cabeceado.
es un cualquiera, es un señor a quien todos los hijos le tie- Por eso, aparecieron muchos alcohólicos.
nen cariño. Al jardinero igual. Alguna vez llegué a una casa
Mi padre había dejado un denuncio de tierras en
con piscina atenuada. ¿De quién es esto? Del jardinero de
Qosñipata, en un lugar que se llama Llupurki, que era un
Miraflores, ese que había traído a su familia poco a poco y
bosque de cedro. Fui para ver si, de repente, me quedaba
le parcelaba los jardines de Miraflores, en aquellos tiempos
allí en esas 100 hectáreas de bosques de árboles de alta ca-
en los que Miraflores exhibía lindas flores, no solamente lidad. Me encontré allí con amigos que eran hacendados
plantas. Así han aparecido en Lima una serie de personajes y me dieron buenas atenciones. Me alojé en un hotel muy
y siguen apareciendo, y aun cuando están enfermos dicen: bonito que pertenecía a un amigo. Desde que despertába-
«Yo quiero a Los Campesinos», así tenues, tristes, pálidos, mos venían los grupos, cerveza, cerveza, y cerveza y caña-
se ponen de pie y al escuchar los versos de las canciones 20
zo; le llamaban bajamar a la mezcla de cerveza y cañazo. Se
hasta cambian de semblante, y nosotros en gratitud le de- trabajaba quince días y se descansaba bebiendo quince días.
cimos a la familia: «Si fallece, le cantamos gratis su misa en Era un trajinar del licor; ahí pensé y dije: «¿Cuál va a ser mi de fumar. Sentía escozores; en las primeras semanas vino taba de chico en la iglesia, pero luego aprendí a tocar y a can-
quechua», y cuando cantamos, lloran. futuro acá? Voy a tumbar estos árboles, voy a morir de alco- un desequilibrio. Sufría pues, extrañaba fumar, ya era un tar algunas rancheritas y polquitas, tocando mi acordeón.
hólico». Muchos de los amigos de mi padre que estaban allí vicio. ¿Por qué dejé de fumar? Me dije que también debía
Es cierto; ahora se bebe, se toma mucho más que antes. Nunca probé marihuana, tampoco conocí la pasta bá-
ya me habían desahuciado, porque no pensaban que yo iba dejar de beber, porque la cerveza acompañada del cigarro
Ahora hay más mujeres en las cantinas. Antes no era así. sica ni la cocaína. Bebí licores y fumé cigarrillos. Lo que yo
a tener otras decisiones, y es así que, cuando llegué a Cusco, era la cosa más agradable. Me quité la cerveza y el cigarro
La cantidad de alcohólicas entre las mujeres también está hubiera querido en mi vida es que alguien me hiciera no-
ya no entraba. Si no fumaba, tampoco me provocaba beber tar, que me diga: «Enmienda tu vida», nadie me decía algo
creciendo de una forma alarmante. No sé cuáles serán los mi mamá había hablado con mi tío y le dijo que ya me iba a
cerveza. Dejé de fumar, me dediqué a mi trabajo, me casé, parecido; al contrario, propiciaban que yo, aunque sea ca-
motivos; nuestra sociedad se está desquiciando. Esto que casar, para colmo. ¿Con qué iba a mantener a la gila? Iba a
tomé otro rumbo. yéndome, siga tomando. Ahora yo le digo a mucha gente:
cuento no ocurre en los locales donde está la imagen de ser un fracaso, así que me mandó a Lima. Mi tío me dio tra-
la Virgen de la Candelaria, por ejemplo; la sacan los pu- bajito y después me dijo: «Preséntate a la universidad», ese Mi esposa Carmencita supo entenderme, sobrellevar- «No tomes», y me escuchan muchos. La voz de mi madre
fue el freno, ese fue el camino que mi madre trazó. me, porque ya no pensé en amigas y dije que mi vida tenía fue mucho más poderosa, cambié la ruta de mi vida, hasta
neños y le rinden homenaje en un sitio que alquilan. Los
que cambiar. Eso fue para bien, agradezco a mi señora que aprendí a componer canciones para mi tierra, para sus mu-
residentes de Huarocondo tienen dos locales. Hay cientos Hubo un tiempo en que fumaba hasta cuatro cajeti-
ha sabido encauzarme. Cuando trabajaba en el colegio, los jeres, para mi wayno, para el delirio que es Paucartambo.
de locales a los que va la gente los domingos con su propa- llas de cigarrillos Inca por día. Yo tocaba el acordeón, las
profesores nos reuníamos los sábados para comer algo o El pueblo me ha correspondido, me quiere, mantengo mi
ganda por radio, y se encuentran entre ellos, van en combi, chicas iban a bailar. Cuando encontré un trabajo, pensaba
tomar. Poco a poco, también me deshice de eso. estilo y todavía no pueden imitarme. Ahí seguimos, con
en micro y llega una hora y se retiran con los viejos carga- en ser abogado, en ser profesor, y es entretenido; ya no iba
dos, que han bebido de dicha, de emoción y de reconoci- mucho a las fiestas ni a los compromisos para beber, has- Recuerdo que algunos artistas murieron alcohólicos,
miento, porque parece que el sentimiento, así recóndito, ta que un día dije: «Desde mañana dejo de fumar; y si no personas que yo admiraba. En esa época, yo aún no pensaba
20. Wilfredo Quintana Alfaro, compositor e intérprete de gui-
todavía está escondido y se acuerdan de sus amoríos, de lo hago, dejaré de llamarme Jorge». «Si no dejo de fumar, en cantar, pero sí seguía los pasos de ellos, que dejaban rastro tarra, en el local de SITAFP. San Martín de Porres, 2007.
sus canciones. Crece en ellos una espiritualidad y se ponen me voy a insultar yo mismo», decía, y así fue como dejé porque eran figuras. Nunca pensé en cantar, en tocar sí. Can- (Foto: Nelly Plaza).

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más de cincuenta años, creo que ha sido buena esta aven- dólares al cash en Chaclacayo». Era de una pareja y la se- Ni su padre la convenció de que estudie Derecho para que monumento, así que, si camina, que camine por decisión
tura, y he tenido una gran cosecha, nunca había pensado ñora estaba con cáncer, parece que había pedido un prés- por lo menos mi ahijada se quede con los hermosos li- del pueblo».
que un pueblo me quiera así. tamo de un abogado y él quería su dinero. Prácticamente bros de Carrara, Castañeda, Jiménez de Azúa, Flor Gran-
De niño casi me fui del mundo por haber pasado vein-
estaban rematando la casa. Pagué 19 000 dólares, porque des y todos esos buenos autores. Yo compraba mis libritos,
tiún días sin comer. Había una chiquita en mi pueblo que
❂ debían 1000 dólares por impuestos prediales. Me animé y, como el Diccionario jurídico de Cabanellas y, últimamente, se llamaba Vilma y yo a su papá le decía suegro. O sea, era
con lo que me da la música, he construido un segundo piso unos libros de folklore y de música, que eran novedad para un amor de niño. Nos dejaban en el parque jugando, nos
El propósito de Los Campesinos nunca ha sido bus- con el mismo estilo del primero. No lo he terminado aún. mí. Me gustaba tomar el porqué de las cosas, así comen- entendimos muy bien con la chiquita. En eso llegaron car-
car el dinero. Hasta ahora yo no cobro, no me ocupo del Carmen murió ahí, pero están todas mis cosas. Voy los sá- cé a espulgar y me he encontrado con estas realidades que navales y vi que la chica quería inflar un globo, pero no po-
dinero. Es Wilfredo quien cobra. ¿Por qué? Porque lo que bados y los domingos, respiro aire puro, puro parque, pues. seguramente llegarán al libro con la finalidad de que la ju- día. Yo, por hombrecito, intenté inflarlo y, en vez de inflar-
tengo en mí es el arte y, el día que yo cobre, me voy a volver Me gusta que los guachimanes a la entrada me saludan ventud encuentre una lectura que le haga comprender que lo, me lo pasé a la barriga. Me vino una infección intestinal
mercantilista. Por eso le he dicho a Wilfredo: «Somos ami- como nadie lo hace, yo les respondo con mucho cariño. tenemos muchas joyas, muchos aportes que están inéditos, y estaba ya para irme a la otra, pero cuando uno no tiene
gos, ya somos viejos, no creo que te aproveches de mí, tú que están escondidos en las bibliotecas, en cancioneros, en
El primer carrito que tuve apareció con la primera gira que morir, no tiene que morir. Mi padre era telegrafista y
te encargas de cobrar». Él hace los arreglos y los acuerdos. libros de historia, de leyendas. Tenemos un buen bagaje de
de Los Campesinos. Se nos ocurrió al Flaco José Alberto llegó un reparador de correos que cuidaba las líneas, ese
Nunca he querido verificar. ¿Para qué? Peor sería pelear. biografías, lo que ocurre es que no hay tiempo para seguir
Rodríguez y a mí. Él me entendía y tuvimos una gran amis- señor que apellidaba Reynoso; me encontró postrado, ya
Lo importante es mantener el grupo unido. No cantamos espulgando.
tad, hasta el extremo de que tuvimos que separarnos, por- en las últimas. Dijo que su hijo había sanado de algo simi-
para ser ricos, pero el dinero ganado ha sido una gran lar en Arequipa, gracias a unas inyecciones bucales. Por
que éramos unos palomillas, el uno para el otro. En reu- Cuando muera, moriré tranquilo, como he vivido: en
ayuda. Cuando comenzamos a grabar para la disquera El telégrafo las pidieron y con la primera se acabó la infec-
nión que había, los amigos se corrían de nosotros, porque mi ley, pues he aprovechado la vida; la música me dio otro
Virrey, recién nos pagaron con la condición de que si ven- ción. Ese fue el momento en el que estuve más cerca de
todo el tiempo hacíamos bromas. Murió joven el Flaco. Él destino para completar mi vida. No creo que me reciban
díamos quinientos discos, aumentaba el porcentaje. Nunca la muerte. Ya no seguí jugando con Vilmita, ella se vino
enamoraba a mi prima Lina Núñez del Prado. Ese era un en el cielo. Yo no veo un Dios juez diciendo: «Cometiste
aumentó, porque sacaban doble factura y siempre nos pre- a Lima y murió aquí atropellada por un carro. Lloramos
motivo más para ir a las fiestas, porque ya estaba con Lina este pecado y te quemarás en el Infierno». No creo eso,
sentaban papeles que mostraban que habíamos vendido mucho, por supuesto.
este mañoso. Se casaron, formaron una linda familia y un creo que Dios es una persona muy grande y, si hemos ve-
menos de quinientos discos. Eso no nos inmutó, porque
grupo lindo de música: La Familia Rodríguez. Una de sus nido a este mundo, es porque él ha decidido que venga- Me he librado de la muerte varias veces. Una vez en los
yo me decía: «Esa platita me la está mandando la mama-
hijas animaba el programa de folklore Miski takiy —«canto mos, ¿quién ha querido venir?, ¿tú, maestro, has querido viajes en carro, me iba a desbarrancar 700 metros; cuan-
cha Carmen para comprarme libros, sobre todo para eso, dulce»— en el Canal 7. Un día se nos ocurrió, «¿Por qué venir a este mundo? ¿Alguien te ha consultado? Nadie ha do iba el carro de bajada, se vaciaron los frenos. Iba con
y también para comprar regalos a mi mamá, a mis her- no hacemos una gira?». «Ya pues». Nos reunimos con Wil- pedido; entonces, ¿quién ha decidido? ¿Dios? Por eso, yo mi cuñado y chocó contra un montículo nomás y se vol-
manas». Había que reservar dinero para eso, porque venía fredo Quintana. Wilfredo es bien indiferente, él busca el digo: «¿Será Dios tan cruel, tan duro que me va a tener en teó al cerro. Llena estaba la camioneta, porque mi cuñado
del cielo. He sido desprendido, ahorita acabo de enviar una billete. Sus padres eran ganaderos, así que debe ser por eso; el Infierno quemándome eternamente?». Qué será, pues, no cobraba; ese día nos abrazamos y me libré de la muer-
encomienda a mi hermana, ahora le mando menos, pero el él no perdona, está detrás del billete. Así es su modo de ser, ¿no? Creo que el día que yo me muera Dios me va a recibir te. Otra vez, tuve una hepatitis causada por la inyección
cariño es igual. En los cumpleaños, nos obsequiamos mu- pues. Gané 26 000 soles, de esos soles de antes, y compré con mis defectos. Le diré así: «He venido como soy, como que me puso un médico con una jeringa usada. Después,
tuamente. Ese hábito lo instituyeron mis padres, de ma- un carro Fiat 850, una mascotita, nuevecito. Sacaba mi ca- un costal de defectos, pero nunca me he creído una perfec- me vino un problema neurovegetativo, cuatro años, cin-
nera que, en el fondo, es una ayuda que viene del cielo. beza por la ventana para que todos me miren. El carrito ción, así que tú hazme perfecto en el cielo y si quieres nos co años, pero no dejaba de trabajar felizmente. Mi primo
Yo no sé con qué criterio tomarán otros su forma de vida, se portó tan bien que hasta cargaba ladrillos para seguir tomamos una cervecita, ¿por qué no?». no tenía hijos, yo también era inexperto totalmente. Me
porque, cuando comencé a tocar y cantar, yo tenía ya una las mejoras en la casa. Después, ya compré un Toyota de dice: «Estoy logrando para tener un hijo, ya está esperan-
Para mí, lo importante es haber dejado y seguir dejan-
cantidad fija de dinero para poder disponer; Carmen tam- segunda, que era un carro caro y lo vendí. do una chica; te recomiendo al doctor del seguro», y me
do algo. Por eso recibo de mis alumnos un cariño cuan-
bién trabajaba y, como ambos éramos profesores, lo nues- llevó pues. Pero el doctor, ahora, digo, nunca me hizo un
Poco queda ya de futuro. Si me muero, alguien recla- do a veces cruzo una calle, cuando en las reuniones me
tro fue mancomunado. Disfrutamos los dos, yo no tocaba análisis y me dijo: «Sabe que yo le voy a dar unas inyeccio-
mará algo de mi herencia, pero por ahora no pienso en abrazan, me toman fotos. Lo veo en la gente que recibe un
el sueldo de ella y hacía lo que quería. Yo también, cuando nes que son carísimas por medio del seguro; usted va a ir
eso, y si así fuera, sería una preocupación tonta. A mí qué homenaje a sus 90 años, cuando todos los hijos le dicen:
cobraba, no la conocía. «No te conozco —le decía—, no sé a mi consultorio y, ahí, le voy a aplicar la inyección». En
me importa. Hay mucha gente que dice: «¿Qué vas a hacer «¡Gracias, papá, por habernos dado vida y porque todos
quién serás». Así hemos andado entre bromas, entre chis- aquel entonces, había las jeringas descartables, así que me
con tu casa? ¿Por qué no la vendes?». La venderé cuando somos profesionales!». ¿Qué más puedo pedir, maestro?
tes, pero lo más hermoso es que se ha dejado huella. compré mis jeringas e iba al doctor, pagaba la consulta, me
necesite curarme, para ir por lo menos a una clínica, don- Yo no envidio a nadie. Sigo recogiendo enseñanzas y pue-
La casita maravillosa que tengo en Chaclacayo ha sido de me operen, y aunque sea me maten, qué me importa, aplicaba la inyección, pero no sentía nada, pues. Bueno, me
da ser que salga un nuevo wayno, para Paucartambo tiene
herencia de mi papá, porque nos dejó una casa en Cusco a ¿no es cierto? Acabo de oír un chiste: una señora va donde hizo análisis de esperma, una cosa horrorosa, y después de
que ser. Por eso siempre digo: «Llegué a tus orillas, linda
mi hermana y a mí. Ahí funciona un jardín folklórico del un médico y le pregunta: «Doctor, ¿cómo me encuentro?». eso fui un día a que me aplique la inyección. Yo, antes, le
tierra mía, te traje mis cantos y mis esperanzas». Así es
«Sonsa, yo no soy doctor, soy san Pedro». Lo cierto es que dejaba un paquete con las jeringas descartables. Pero, esa
Instituto Pedagógico Rosario Núñez del Prado. Como yo el wayno, yo soy un mensajero de mi tierra por toda la
vez, entré al consultorio y vi que había una jeringa usada;
no podía estar más en Cusco y hoy radico en Lima, me pa- hemos nacido calatos y vamos a morir calatos. ¿Qué lleva- gratitud que tengo con ella. Por eso les he dicho a las auto-
con esa jeringa me puso la inyección.
reció justo vender mi acción. La vendí no hace mucho en remos? Ni siquiera una astilla. El otro día le decía mi com- ridades: «El día que ustedes derrumben este monumento
20 000 dólares. ¿Cómo es Dios, no? Cuando tenía el dinero padre a mi ahijada: «Estudia Derecho para que tu padrino a Los Campesinos no me va a afectar, porque ya se pro- El médico que me produjo la hepatitis me dijo que yo
en la mano, un amigo me dijo: «Hay una casita por 20 000 te deje su buena biblioteca». La ahijada estudia Ingeniería. dujo el hecho histórico, porque a nadie le han hecho un no podría tener hijos. Le dije a mi señora: «Como no po-

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21. Monumento al trío Los Campesinos, Plaza de Paucar-
tambo, Cusco. (Foto: Dirección Regional de Cultura Cusco).
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demos tener hijos, si quieres nos separamos». «No —me Antes de cantar, quisiera contarle un chiste sobre la e y POR LAS PURAS
dijo—, nos queremos y vamos a seguir hasta el final, di- la i. Cuentan de un arequipeño de un pueblito que se llama (Wayno)
gan lo que nos digan». Estábamos confiados y nos hemos Tingo. Se le acercó un policía y le preguntó: «¿De dónde
querido. Después pensamos en adoptar un niño. Encon- eres?». «De Tengo, señor». «¿Tienes tu libreta?». «No tingo, Allin chakichaywan puririshaptiy Cuando caminaba
tramos uno ya grandecito que venía de Andahuaylas. Lo señor». Son chistes folklóricos. Ahora cantaré para usted y con mis piececitos sanos,
matriculé en el Colegio Salesianos y vea lo que pasó. Mi su sobrino Juan Carlitos un harawi de la Inquisición con la kalli punkuykipi wistyukurani me los torcí en la puerta de tu casa.
suegra siempre venía con su platita, dormía acá en la casa, música de mi pampa piano:
Por las puras.
en Salamanca; un día me dice: «¿Sabes? No quiero que te Mamitaykipas qarquwaranmi Hasta tu mamita me botó,
pongas susceptible, pero se me está desapareciendo la plata allquchaykipas kaniwaranmi hasta tu perrito me mordió.
Hasta cuándo, hijo perdido,
que he traído». «¿Cómo puede ser eso?». «Sí —me dijo—, hasta cuándo has de pecar;
muy rápido desaparecen 200 o 300 soles, pero quién puede no me seas tan ingrato,
Por las puras.
ser si estamos tú y yo, y nadie más». Solo podía ser el chi- llora, pues, tu iniquidad.
quito, así que lo llevé a mi escritorio, le mostré un látigo y Picantería, a tu familia.
le dije como si fuera una broma: «Si no me dices la verdad, No me ves aquí clavado Al coliseo, a tu mamita.
te cae», y me confesó la verdad. El chiquito ponía los bille- en el leño de la cruz. Por las puras.
Hijo mío, ven a mis brazos;
tes en muchos tubitos de Redoxón que el doctor Calvines
llora, pues, tu iniquidad. Así es mi vida, así es mi suerte.
me había recetado, y los enterraba bajo tierra en el jardín. ¡Cuánto he sufrido! ¡Cuánto he llorado!
Conversamos con Carmen, cómo lo vamos a adoptar si el Escuché de niño este harawi cantado en la iglesia de Por las puras.
chiquito ya tiene malas inclinaciones. Lo devolvimos a An- mi pueblo por dúos de caballeros, con esa emoción que
dahuaylas, y la adopción no pudo ser. Sé que ahora es pro- hacía llorar a la feligresía. Lo canto porque siempre me ha
Por tu cariño todo he perdido.
fesor de Matemática, lleva otra vida, pero así acabó lo del impactado. Tiene el estilo de un harawi ya amestizado, no
Ahora me encuentro arruinado.
chiquito que ya estaba fijo para que herede. Finalmente, es propio de los harawis que aparecen en su libro, con sus
Por las puras.
hubiera heredado lo poco que uno tiene, pero parece que hermanos Edwin y Luis, La sangre de los cerros, que me ha
el destino está escrito. hecho usted ver así nomás, con la promesa de que llegue Fuga
a mis manos. Los estilos yo los he podido captar por mi
Cerveza, cerveza,
curiosidad y he encontrado que hay bastante diferencia,
❂ pero no se ha destruido la raíz, eso es lo importante. Lo
que me traigan más cerveza
para curar la cabeza.
Componer no es plagiar, componer es hacer algo de la más triste es que el harawi está desapareciendo, porque eso Hermosa tierra Paucartambo,
nada, a partir de un indicio, de algo que uno observa, como debería cantarse también en conciertos especiales, solem- desde siempre te saludo.
el pintor que ve el paisaje y no lo va a pintar igual. Así pues, nes, porque, así como el cáliz de Cristo, hay estas copas de Hermosa tierra Paucartambo,
en la composición del wayno, siempre he buscado paisajes, beber eternamente. desde siempre te saludo.
o sea, vivencias, pero no tan comunes. No se da tan fre- Cantaré ahora mi wayno alegre de Cusco, un wayno
cuente, pero con ese afán ahora estoy haciendo villancicos. cusqueño alegre, «Por las puras»:
La música y los waynos son un caminar de años. An-
Una noche en Qosñipata, que es un valle silencioso, escu- antes se llamaba Pachacámac o Wiracocha, ahora también
tes de cantar nuevamente para despedirme, voy a reiterar
ché de lejos, a las 2 de la mañana, la música de mi wayno se llama Jesús, Jehová, pero es el mismo creador. A noso-
mi agradecimiento, maestro, que con tanta bondad me ha
«Recuerdos de Paucartambo», cantado por nosotros Los tros nos han marginado porque tenemos nuestros manda-
recibido en su casa; ha sabido preguntarme, a ratos, pre-
Campesinos. ¿De dónde viene la música, si parece que no mientos, tenemos nuestro vínculo, que es el Sol, y tenemos
guntas difíciles que he sabido contestarle. Aquí, en esta su
hay un alma aquí? Decidí buscar, me metí al bosque con la revelación de los cronistas. Hay una doctrina religiosa
casa llena de libritos y de libros grandes, he dicho muchas
mi candilito. Me acercaba, me acercaba, hasta que llegué que está olvidada, encerrada. Yo no digo que pueda hacer
cosas que nunca dije a nadie, sabe Dios cuántos libros habrá
a una casucha, las maderas estaban abiertas, era un señor, competencia a nadie, pero invoco que, por lo menos, esté
aquí. Veo a Balzac y sus novelas. Yo fui un lector de Vargas
después averigüé que se apellidaba Párraga; estaba con su vigente en la historia de nuestra patria, porque creo que
Vila, a quien le quemaron los libros, porque eran demasia-
botellita de cerveza y su disquito a pilas, oía el verso «He esa religiosidad ha sido uno de los elementos virtuales para
do prohibidos para la religión católica. Ahora se sabe que
visitado Paucartambo» y lloraba. Lo he visto llorar y me que nuestro imperio del Tawantinsuyo haya dejado toda
Vargas Vila, el colombiano, ha sido un hombre raro, pero en
retiré impactado al ver cómo la música puede calar en el una epopeya. Yo soy un humilde más en este mundo, pero
realidad escribía muy bonito. Cuenta que María Magdalena
corazón del hombre. tengo que opinar así y no he visto personajes que siquie-
era terrible y que con Cristo se perdieron en el bosque, y que
el beso de un Dios se perdió ante el beso de una pecadora. Voy a decir algo para despedirme, que los andinos ra en la universidad expliquen esta realidad de un pueblo
¡Qué tal manera de escribir! Yo me acuerdo tanto. somos una gran cultura y tenemos una gran cultura. Si grandioso. ¿Para qué dejaron Machu Picchu para nosotros?

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RECUERDOS DE PAUCARTAMBO APUYAYA JESUCRISTO
(Wayno)

¿Kaychu, kaychu santo templo? ¿Es este, es este tu santo templo? Apuyaya Jesucristo, Nevado, Apu, señor Jesucristo,
¿Kaychu, kaychu santo templo? ¿Es este, es este tu santo templo? qispichiqniy, Diosnillay, tú, mi Dios, que me has hecho crecer
¿Maypitaq mamay, kanki? ¿Dónde estás, madrecita? riqraykita mast’arispan tendiéndome tu manto,
¿Maypitaq mamay, Carmen? ¿Dónde estás, Virgencita Carmen? qanpuy waway niwaskanki. me estás diciendo: «Ven conmigo, hijo mío».
Qulla kaspapas, [Hemos venido a ti humildemente]
siendo solamente kollas del Altiplano, Imaraqmi munakuyllayki, Cuánto tendría que quererte,
llamero kaspapas. solamente llameros. Jisusllay, wawallaykipaq Jesús mío, porque
kruspataman churasunki, te clavaron en la cruz
He visitado Paucartambo, nuqa awqa runa rayku. (bis) por nosotros, los hombres silvestres [pecadores].
hermosa tierra bendita;
quiero dejarte en este canto Aqoy-t’io huchaywanmi, Con tantas culpas mías,
un pedacito de mi cariño. Diusnillay, phiñachirqayki, hice que te molestaras, Dios mío,
khuyapayakuqmi kanki, eres un ser que inspiras amor,
Qonchu patata seqayurani Subí hasta el andén de Qonchu pampachaway huchaymanta. (bis) entiérrame por mis culpas.
hawaykimanta q’awaykunaypaq. para contemplarte.
Q’encomayupi unuykitapas Tomé también tu agua del río Q’enqo
uqyayurani q’ipaykunaypaq. para quedarme en tu regazo. Qanmanta ayqiykuspaymi, Por huir de ti,
Jisusllay, waqachirqayki, Dios mío, te hice llorar,
Cerro Tres Cruces del Oriente, wawqiykita t’akarispan, pero tú me buscaste
tu sol brillante me ha bendecido; Taitay, maskhamuwarqanki. (bis) por golpear a tus hermanos.
rumipatapi qunqurikuspa, [cuando] besé tu suelo,
allpaykita much’ayurani. arrodillándome sobre las piedras. Wasiykita saqirispa, Abandonando tu casa,
karunchaspa purirqani, me fui muy lejos,
Fuga kaqniy quwasqaykitapas y acabé totalmente
¡Paucartambo!, ¡Paucartambo!, llyuta tukuykamurqani. (bis) con el ser que me diste.
ahí te dejo mi recuerdo,
kutimunaykama. hasta que regrese. Ñan kunanqa riqsiniña Ahora ya sé
mana chanin rurasqayta. todo lo que hice sin valor alguno.
Chaskipuway wasiykipi Recíbeme, por favor, en tu casa
awqa sunqu wawaykita. (bis) como a un hijo con el corazón lleno de culpas.

Huchaykunaq llasayninwan, Por caminar cayéndome,


Podríamos decir: «Para que se enriquezcan otros», ¿no? Su en la oscuridad!». Esas palabras hay que decirlas con tono, urman, urman, purispaymi, · por el peso de mis culpas,
intención era dejar ese legado para nosotros, con generosi- con canto, no como un rezo o como una jaculatoria. En- qanllapiña suyakuni, solo tengo esperanza en ti,
dad. ¿Cuántos laboriosos habrán demorado años para car- tonces despertaremos y nos acercaremos allí y siquiera con qispichiqniy Jesullay. (bis) mi Jesús, que me hiciste creer.
gar las piedras y volverlas bonitas? Como dice Arguedas: criterio de gratitud; no se trata de competencias, sino de
«No son piedras cualesquiera, son piedras que hablan». que el peruano reconozca su origen y rescate, sobre todo, Wañuy awqa chayamuqtin, Cuando la fiera muerte llegue,
¿Con qué se ha hecho? Con fe. ¿En quién? En el Taytacha, la fe. Con esa fe, los incas han hecho maravillas y han de- saunallaypi sayaykuspa, poniéndose de pie en mi almohada,
awqaykunaq makinmanta, me librarás de las manos
pues, en nuestros Apus. El hombre no puede hacer nada si jado una historia que todavía no está esclarecida, porque
animayta qispichinki. (bis) de mis enemigos.
no tiene fe, doctor, ninguno de los que estamos aquí pre- hay gente que quiere variar las cosas y hacernos creer que
sentes vamos a hacer algo si no tenemos fe en nada. Ellos fueron los extraterrestres los que hicieron Machu Picchu.
Nuqaraykum waqarqanki, Lloraste a causa de nosotros,
sí supieron hacerlo. Quisiera que se invite a los estudio- Eso es un insulto. Vamos a ver, ¿por qué no siguen vinien- kruspipas wañuykurqanki. te mataron en la cruz.
sos para que se acerquen a nuestra doctrina incaica: ama do así? Que se dejen de tonterías. Ahora sí voy a cantar el Pusakapuy almallayta, Llévate mi alma, por favor,
suwa, ama llulla, ama qilla —«no seas ladrón, mentiroso ni harawi «Apuyaya Jesucristo»: Hanaq pacha wasiykima. (bis) a tu casa del cielo.
ocioso»—, y entonces comprenderemos cómo el hombre
andino siempre ha sido temeroso de la divinidad y se ha
disciplinado. Es importante, amigo, recordar que el hom-
bre andino le dice al Sol: «¡Mi Sol, emerge ya!, ¡no me dejes

66 67
Eso es lo que se cantaba en el Inti Raymi y ahora ya noches con Óscar Núñez del Prado Castro, mi primo an-
nadie entona. ¿Se da cuenta, mi querido maestro? De niño tropólogo y músico, mandolinista y cantor. En la segunda
así he cantado el «Apuyaya», como yo lo escuché. Parece, parte, hay un complemento, porque se le dice a Cristo: «Tú
hasta cierto punto, un poquito exagerado, pero así canta- eres el único que puedes recogerme y escucharme». Esto
ban los caballeros y así nos conmovían cuando llegaba a lo dice el pobre, no de plata, sino el pobre de familia, sin
otras iglesias. Ahora se canta en la iglesia otras cosas, más recompensa alguna. A pesar de todo, el harawi queda vi-
para figurar y para agradar al cura del pueblo. Muchos ni gente; solo le han cambiado las letras con la misma forma
siquiera han aprendido a cantar, gritan como chivos. Esos musical. ¿A qué dimensiones llegaría el grito de miles de
gritos no son canto. peruanos en el Inti Raymi de los incas? Sabe Dios. Posible-
mente a hacer temblar los Apus. Posiblemente. No hemos
¿Qué dicen estos versos? «Apuyaya Jesucristo, tú ha-
olvidado eso. Nada más.
bías sido mi Dios; qué equivocado estaba, Apuyaya, tú
habías sido mi Dios; qué equivocado estaba». Como la
traducción del quechua no es tan exacta, de repente es un
atrevimiento mío extraer las intenciones que han tenido al
decir ese verso, pero pienso que quiere decir: «Tú habías
sido el Dios Jesucristo; entonces, si eres mi Dios, tienes
que recibirme a mí también igual que al hijo de Cristo». Yo
he estado guardando todo esto, condolido, porque nunca
hablamos de estas cosas. Lo he sentido y hablado algunas

22

25. Fidel Villacorta Tejada, mandolinista ciego en la calle Inti


Pijllu, que baja de la Plaza de Armas de Cusco. (Foto: Ricardo
Guevara Cárdenas, 2012).

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Yo soy el wayno, señores,
que baja desde los Andes,
pureza y sentimiento
para cantar a mi pueblo,
para cantar a Ayacucho,
para cantar a mi Puquio,
para cantarle al Perú.
Cantaré con energía para enfrentar al tirano
para hacerle saber
que lo nuestro está primero.
Yo soy el wayno, señores,
Capítulo II que vuela como el cóndor,
pureza y sentimiento

Edwin como lo propuso Arguedas.


(Versos de la canción «Su majestad, el wayno»)

Montoya:
encuentro de su voz
con los secretos En la música no puedes descuidar, y menos olvidar, los

de la música tiempos. Al hacer música, tenemos que respetar los tiem-


pos, los silencios, las líneas de prolongación. Hace 35 años,
Antonio Gutiérrez, cuando yo estaba cantando, me hacía
armonías y acordes, y no repetía la misma música que la
voz. En cambio, cuando un músico no puede hacer acor-
des, no puede hacer armonías, no puede hacer transicio-
nes, simplemente se limita a tocar la melodía junto con el
vocalista, y eso no puede ser.

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Nací el 8 diciembre de 1941 en Puquio, en la casa que
mis padres alquilaban a don Abel Vargas en el barrio de
Pichccachuri. Mis primeros pasos en la música se los debo
a mi padre, a quien escuché desde muy pequeñito, cuando
él tocaba y cantaba acompañado de su guitarra. Cantaba
música criolla siempre, pasillos, tangos, es decir, toda la
música sudamericana, y cantaba también yaravíes y way-
nos. Esa fue mi primera experiencia, juntamente con mi
hermano Rodrigo. Mi padre fue Luis Serafín Montoya Pi-
neda, hijo de don Luis Fernando Montoya Bendezú y de
mi abuela Nieves Pineda Sotomayor. Mi madre fue Sara
Rojas Bendezú; mi abuelo fue Erasmo Rojas Sandoval, fa-
llecido muy joven; y mi abuela, Natividad Bendezú Ruiz
de Castilla, a quien sí conocí y que también jugó un papel
preponderante en la vida de nosotros.
Mi padre, Serafín Montoya, fue maestro de primaria;
trabajó en San Pedro, un distrito de la provincia de Luca-
nas, cercano a Puquio, ahí donde la gente lo quiso tanto.
Luego fue fundador del Colegio Nacional Manuel Prado
de Puquio en 1945, en el que fue tesorero hasta su muerte
en 1964. Mi madre se dedicada a su casa, a sus tres hijos
y a secundar a papá Serafín. Ella cantaba waynos. Mi pa-
dre, a quien todos conocían como don Sera o don Serafo,
fue «un zorro de arriba y un zorro de abajo», tomando las
palabras de José María Arguedas. Estudió en Huamanga
los últimos tres años de primaria, porque la escuelita de
Puquio de entonces solo ofrecía los primeros dos años.
En Ayacucho, bebió la música andina y aprendió a tocar
guitarra. Luego fue al Colegio Nuestra Señora de Guada-
lupe, donde estudió toda su secundaria y, de ahí, pasó a
la Universidad de San Marcos, donde estudió tres años de
Derecho. Por esos imponderables de la vida, no terminó
esos estudios. Él quería mucho a mi abuela Nieves. Ella en-
fermó gravemente y papá tuvo que regresar a Puquio para
que su mamá muera en sus brazos y, de ese modo, truncó
sus estudios superiores. Mis hermanos Luis, Rodrigo y yo
nos preguntamos varias veces por qué dejó la Universidad
de San Marcos.
La música en casa viene de una dinastía de músicos:
el abuelo de mi padre tocaba charango y guitarra, y de ahí
el tío, el tío Octavio, hermano del abuelo Luis Fernando,
también tocaba guitarra. El abuelo le había prohibido a
papá que aprendiese a tocar guitarra para que no se vuelva
un bohemio, pero aprendió a escondidas trepando de no-
che por la pared que daba a casa de los vecinos Irigoyen.

23. Edwin Montoya. Lima, 2003. (Foto: Nelly Plaza).


23

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Con una historia como esa, mi padre fue un «zorro de arri- personas que conocieron a mi padre dicen que no oyeron a
ba» por la música ayacuchana y un «zorro de abajo» por don Serafín cantar waynos y que solo era un gran cantante
la música criolla en Lima. Vivió en el barrio de Breña, en de música criolla, de boleros, tangos y pasillos. Nosotros
una pensión. Digo que era «un zorro de arriba y un zorro lo hemos escuchado en nuestra casa cantar en quechua.
de abajo» porque él cantaba perfectamente un vals criollo, Cantaba también música taurina, pasodobles; me acuerdo
una marinera, un tondero, un festejo, como cantaba tam- del pasodoble «El relicario», que le oí cuando tenía 4 o 5
bién un wayno señorial de Ayacucho o un wayno clásico años. Me acuerdo de la primera estrofa: «Por el mundo iré
de Puquio, un pukllay-carnaval y, sobre todo, admiraba buscando la princesa de mis sueños, para hacerle un reli-
mucho la música de los arpistas y los violinistas de la Fies- cario dentro de mi corazón». Nunca pude conocer todo
ta del Agua, del Yarqa Aspiy —que significa «limpieza de el tema. Después de una larga sesión de música criolla e
las acequias o fiesta del agua»— de Puquio. Algunas de las internacional, el viejo cantaba waynos. Recuerdo el wayno:

¿Qasapi ischu kañasqay ¿Sigue ardiendo aún


orqupi ischu kañasqay? el ichu que quemé en el monte?
¿Hinallaraqchum rawrachkan ¿Sigue ardiendo aún
hinallaraqchum mismichkan? el ichu que quemé en el cerro?

Hinalla rawrallaptinqa, Si sigue ardiendo,


hinalla rupallaptiqa, si continúa quemando,
warma wiqiywancha challusaq. lo apagaré con mis lágrimas de joven.
Warma wiqiywancha tasnusaq. Lo regaré con mis lágrimas de joven.

Es un wayno clásico de los ayllus de Puquio y Lucanas que Arguedas recogió en su tex-
to «Canto quechua», de 1938, y que figura en nuestro libro Urqukunapa yawarnin. La
sangre de los cerros (Rodrigo, Luis y Edwin Montoya, 1987, volumen I, canción 94: 237-
238). Recuerdo que cantaba también otro wayno antiguo y clásico cuyo primer verso es:

Pacha qinchaq urqu, Cielo que les pones límites a los cerros,
ama hina kaychu. ayúdame, te lo ruego, por favor.
Kuyasqaymi ripun, Se está yendo mi amada,
harkayqaysillaway. ayúdame a retenerla.
Wayllusqaysi ripun, Se está yendo mi amada,
harkayqaysillaway. impide su salida.

(Rodrigo, Luis y Edwin Montoya, 1987, volumen I, canción 90: 232-233).

24
24. Luis Serafín Montoya Pineda, padre de Edwin, a la edad
de 14 años en la ciudad de Ayacucho, en junio de 1915. Foto
del archivo del fotógrafo puquiano Óscar Gutiérrez Bendezú.
Aparecen en la foto don Oseas Bendezú Ruiz de Castilla (her-
mano de Natividad Bendezú Ruiz de Castilla, abuela de Ed-
win), Edilberto Bendezú y Mariano Herrera.

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En el 2004, yo grabé esta canción con el trío Los Heral- Tuve el privilegio de cantar con mi padre y tocar una
dos, cuando volvimos a cantar con Félix Bendezú después guitarra. Él tenía una voz agudísima, de tenor, que inclusi-
de 35 años y grabamos un CD llamado Los Heraldos. ve llegaba al do de pecho. Tengo un recuerdo muy fresco:
en el concierto que di en el Cusco con la Orquesta Sinfó-
Mi padre era también un gran jugador de fútbol, que
nica de esta ciudad el 14 de abril de 2012 canté el wayno
inclusive jugó en el equipo de San Marcos cuando no se
«Huérfano pajarillo». El director de esa orquesta me felici-
llamaba aún Universitario de Deportes, allá por los años
tó, porque me dijo que yo había llegado a un do de pecho.
veinte del siglo pasado. Él era un diez excelente, extraor-
Si mi padre cantaba en primera voz, me dije: «Yo también
dinario; yo tuve el privilegio de verlo jugar y era, pues, un
tengo que cantar en primera voz». Después de haber can-
portento de atletismo y, sobre todo, un gran dominador de
tado con mi padre, tomar esa decisión fue uno de los de los
la pelota.
momentos más hermosos.
Pienso que mi padre dejó de ser profesor de primaria
25
para convertirse en empleado tesorero del Colegio Nacio-
nal Manuel Prado de Puquio, porque el emolumento eco-

nómico como profesor no bastaba para que pueda subsa- Además de cantar en casa, como recordarás Rodrigo,
nar los gastos que tenía con su esposa y sus tres hijos. Debo tuvimos tres etapas en el canto: el jardín de infancia, la es-
decir que mi madre fue un gran apoyo. Recuerdo que la cuela y el colegio. En el jardín, nuestra profesora Augustita
construcción de la casa en el barrio de Ccollana fue posible Franco nos hacía cantar pasillos. Entonces teníamos 5 o 4
gracias a la venta de unos terrenos que ella había heredado años. En la escuela de Ccollana y en el Centro Escolar de
de su padre en Lucanas. Varones 631 de Puquio, acompañados en la guitarra por
nuestro padre, cantábamos valses y yaravíes como «La co-
Pienso que el intérprete nace, no se hace; el talento vie-
lina» («Cuando va muriendo el día y va ocultándose el sol,
ne con uno y por la herencia que tiene del padre, del abuelo.
no has visto como se agranda la sombra de una colina»).
Tengo recuerdos hermosos de músicos excelentes, como el
Tú llevabas la primera voz y yo hacía la segunda. Fue en
tío Humberto Bendezú, como don Hortensio Herrera, como
esos años que descubrimos a los arpistas, a los violinistas
un señor Guevara, que tocaban con papá cuando se hacían
con los danzantes de tijeras, bajando por una soga de la to-
esas reuniones en la casa de mi tío Belisario Bendezú y mi
rre de la antigua iglesia de Chawpi al balcón de una casa de
tía Liduvina Montoya, su esposa. Esas jaranas han queda- 26
una de las esquinas, bailando, siguiendo el ritmo de la mú-
do imperecederamente en mi recuerdo. Como tú, Rodrigo,
sica, con las tijeras, suspendidos en el aire como por arte
como Lucho, nosotros bebíamos todo eso; aunque te puedo
de magia. Recuerdo que papá nos encerró en la despensa
decir que él no permitía que nadie en casa le agarrase su
por no haberle pedido permiso para salir de la escuela e ir
guitarra. Yo hacía lo imposible por acercarme a ella y llevár-
mela al cuarto, y ahí verla y sacarle algunas notas, pese a que tras los mágicos danzantes de tijeras. Ese día, la profesora
yo no sabía tocarla. Aprendí a tocar la guitarra en la Gran del colegio Olinda Alarcón Altamirano —aquella maravi-
Unidad Escolar San Luis Gonzaga, cuando ya estaba en se- llosa profesora, sobrina de Arguedas, que dejó un precioso
cundaria. Si hubiera aprendido a tocarla a los 6 o 7 años, tal recuerdo en los años que enseñó en Puquio—, que estaba
vez habría sido un profesional de la guitarra, porque tocarla invitada a almorzar en casa, abogó por nosotros, pero papá
era mi mayor afición, y menor era la del canto. Con el tiem- no dio su brazo a torcer y seguimos encerrados hasta las 6
po, trasladé todo lo de la guitarra a mi canto. Paco de Lucía, de la tarde. Tengo muy fijo ese recuerdo en mi memoria.
el gran guitarrista español, seguidor al comienzo de su ca- Recuerdo también aquella historia que tú, Rodrigo, contas-
rrera de Andrés Segovia, no quiso ser guitarrista; él quiso ser te, cuando tratamos de salir de casa para dar una serenata
cantante, pero en el camino trasladó toda la energía de sus
ganas de cantar a la guitarra.
25. Edwin Montoya de un año de edad. Puquio, 1942.

Mi padre cantaba en primera voz, en segunda voz, en 26. Sara Rojas Bendezú de Montoya, madre de Edwin, en
27
octavas; hacía una segunda voz a las voces femeninas que tierras altas de Puquio. 1968. (Foto: Rodrigo Montoya Rojas).

más apreciaba. Ese saber lo heredé de él, nació conmigo; yo 27. Edwin, tocando la guitarra y cantando con su mamá Sara
Rojas Bendezú y sus hermanos Luis y Rodrigo. Lima, 1987.
cantaba como segunda voz como si me la hubieran enseña-
(Foto: Óscar Gutiérrez Bendezú).
do, pero nunca me la enseñaron.
28. Luis A. Montoya Rojas, hermano mayor de Edwin. Lima,
aproximadamente en 1964. 28

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para el canto. Yo lo quería mucho. Recuerdo que el viejeci- por su mal proceder»). Le llevé a mi padre ese disco antes
to tenía un callo, un juanete muy grande que lo obligaba a de que muriera. Era un simple de 45 revoluciones que se
usar un zapato especial. Él me descubrió, observó el buen tocaba en una rocola. No duró mucho esta fase. Después
timbre de voz que tenía, el compás, el ritmo. Me encaminó, vino la música andina con Los Heraldos.
yo era su engreído. Comencé a cantar en las actuaciones
En mi breve paso por la música criolla debo expresar
y él me acompañaba en el piano. Ese es el recuerdo más
gratitud a mi primo hermano William Fry Montoya por su
hermoso que tengo de San Luis Gonzaga. Me dijo: «Vas
apoyo y mediación para conocer al conjunto Fiesta Criolla,
a triunfar como intérprete, como artista, como cantante».
a Humberto Cervantes, a Roberto Velázquez y a Pancho
Jiménez. Entonces, el conjunto Fiesta Criolla iba a la casa
de William Fry, donde bebí de su música. Cuando yo es-
❂ taba en Ica terminando mi secundaria, llegó el dúo Irma y
Sitúo el comienzo de mi vida artística en Ica, cuando Oswaldo, formado por Irma Céspedes y Oswaldo Campos,
en 1959 empecé a cantar en las radios y conseguí mis pro- a cantar en una heladería, ¿te acuerdas?, en el jirón Lima,
pios comerciales de tiendas. Cantaba música criolla con un de Ica. Entonces yo me metí por ahí para escuchar a ese
guitarrista iqueño tradicional que se apellida Aguayo. Han gran dúo incomparable; creo que no ha habido otro dúo
pasado más de cincuenta años. Para mí la música, el arte, mixto mejor de música criolla. Fue un privilegio conocer
no es un hobby como he escuchado a muchos compañeros; al conjunto Fiesta Criolla y a don Óscar Avilés.
29 es la vida, lo principal, no un trabajo, sino una satisfacción,
Pude haber sido la primera voz de Los Chamas, cuando
es parte de mi vida; el día que yo no cante será porque ya
Pajarito Bromley se fue a Estados Unidos. En ese momento
en Puquio. Yo tenía 17 años y tú, 15. Yo tenía el compro- tuviera en Lima, fuera a ver a papá, porque él lo reclamaba. me habré ido de este mundo.
Por sus labores profesionales de fiscal provincial, el tío Juan me llamó Washington Gómez, uno de los hermanos Gó-
miso de cantarle a Margarita. Había guardado la guitarra Después de esa rica experiencia en Ica, tuve el privile-
Luis no pudo ir a despedirse de su hermano mayor. Ahora mez, y me dijo: «Edwin, tú tienes un buen timbre de voz
de papá debajo de mi cama y debíamos cantar los dos. Te gio de conocer en Lima a Lucho de la Cuba y a Filomeno
lo entiendo, pero en ese entonces no lo pude comprender. y queremos que seas la primera voz de Los Chamas, pero
convencí de acompañarme y, mientras yo llevaba la gui- Ormeño, dos grandes pianistas de la música criolla. Por mi
tarra a oscuras, tú eras el encargado de llevar los zapatos. Me decía a mí mismo, si mi padre quiso que su hermano tienes que cantar igualito a Pajarito Bromley». «Yo tengo un
afición al canto, llegué hasta Radio Nacional, donde ellos estilo propio para cantar —le dije—, y no puedo imitar a
Caminamos descalzos, sobre las puntas de los pies. El viejo más querido esté a su lado, por qué no va. Pienso que, si
tocaban. Ya los habíamos oído por la radio en Puquio. Con otro artista». Un amigo mío, Jorge Reátegui, que traba-
nos esperaba en la puerta. Nos quedamos paralizados. «Un se muriera Luis o te murieras tú, yo no tendría ninguna
papá escuchábamos el programa Fin de semana en el Perú, jaba conmigo en Radio El Sol fue la primera voz de Los
momentito —dijo —, no se vayan; seguramente van a dar disculpa para no estar con ustedes. Papá y mi tío Juan Luis
animado por César Negreiros Pascua. Yo había escuchado
una serenata. ¿Por qué, Edwin, no pediste permiso; crees tenían un vínculo excelente. Recuerdo que, cuando tuve la Chamas, pues imitaba perfectamente a Pajarito Bromley
al Cholo Luis Abanto Morales y me decía: «Si Luis Abanto
que soy un tonto para no darme cuenta de que la guitarra desgracia de haber sido mordido por un perro y ser llevado y ocupó su lugar.
Morales tiene una voz grave y es una figura en este mo-
no estaba en su sitio?, ¿para quién es la serenata?», me pre- enfermo a Lima, mi tío Juan Luis se portó muy bien con su
mento, y si yo tengo una voz aguda, entonces, podría tener
guntó. «Para Margarita», le respondí. «No tienes mal gusto. hermano y con nosotros. Eso lo reconozco muy bien.
Pónganse los zapatos, vayan a dar su serenata; canten bien, La Gran Unidad Escolar San Luis Gonzaga de Ica fue
la misma suerte». Cuando llegué a Radio Nacional, me es-
cucharon don Filomeno Ormeño y Lucho de la Cuba, in-

vuelvan temprano y, para otra vez, pidan permiso». muy importante en mi formación musical. Después ven- cluso el bajista Héctor Le Falle, el Ciego. Después, Filome- ¿Qué ocurrió para que yo aprendiese a cantar waynos?
Mi padre murió en 1964 y yo aprendí a cantar waynos drían la Escuela Superior de Folklore José María Arguedas no dijo: «Caramba, esta es una buena primera voz». Desde Comencé a leer a José María Arguedas, a José Carlos Ma-
a los 22 años, justamente un año antes de su muerte. Hasta y mi breve paso por el Conservatorio Nacional de Música. ese momento, empecé a cantar música criolla. Canté en riátegui y a César Vallejo, y me hice una pregunta: «¿Dón-
entonces cantaba valses, boleros, pasillos, tangos, inclusi- Allí conocí a Francisco Pérez Anampa, que fue mi profesor dos grupos. El primero se llamó Los Rubíes del Perú, con de he estado todo el tiempo en el que nuestro hermano
ve rock and roll. Veía a nuestros primos, a Pepe Moya, a más importante de música y jugó un papel preponderante José Garay, apurimeño, paisano de Jorge Coco Núñez del Lucho y tú cantaban waynos?». Yo cantaba valses y boleros
Óscar Bendezú Pérez Albela, al tío Max Moya, esposo de dentro de mi carrera artística. Se le recuerda mucho en Ica Prado, compañero en el arte y en la aventura de este libro. cuando daba serenatas con mi compadre Wilfredo Ilizar-
la tía María que era como una hermana de mi madre, que por su polca «Juntito a la Huacachina» («Juntito a la Hua- (Entre paréntesis debo decir que, en ese momento, Coco be. Como dije antes, aprendí a cantar waynos a los 22 años.
cantó con papá y era una excelente segunda voz. En casa cachina, una mañana te vi, y me miraste de mala gana, y yo Núñez estaba formando el trío Los Campesinos. Antes, Tres años después, en 1967, junto con Félix Bendezú y Da-
del tío Ángel también se cantaba y se bailaba. Como era ya me muero de amor por ti»). Era un buen profesor y sabía tampoco cantaba waynos, pero sí música criolla y boleros). niel Kirwayo, un gran guitarrista que murió hace unos me-
adolescente, aprendí a disfrutar de la música criolla, de los mucho de música. Tuve el privilegio de que don Pancho Con Los Rubíes del Perú solo canté en Radio El Sol, en el ses en Lima, formamos el trío Los Heraldos. Allí comienza
tangos y los boleros. Lo importante es que, en 1964, cuan- —o don Panchito— me llevase a su casa, me enseñara las mismo programa en que cantaban Lucha Reyes, Lucía de la mi carrera artística con la música andina. Le rindo aquí
do mi padre se estaba yendo del mundo con un cáncer a los primeras lecciones sobre el compás, el ritmo e, incluso, la Cruz, Cecilia Bracamonte y Clarita Aguilar, una excelente un sentido homenaje a Daniel Kirwayo. Estuvimos en su
63 años, yo hice mi primer wayno. Lo compuse en el viaje modulación de voz. Se dio cuenta de que yo tenía aptitudes cantante de la Guardia Vieja. Después, formé el trío Los velorio, recordando aquel primer paso tan importante en
a Puquio que hice para hablar con mi tío Juan Luis y darle Monarcas con Moisés Perea, un charapa, y Ángel Aníbal mi carrera. El gran animador para que surgiera el trío Los
el encargo de nuestro padre, de que solamente le quedaba 29. Edwin con Mary Ferreyros y Luis Fernando, hijo de am- Rosado. Logramos grabar un disco de música criolla lla- Heraldos fue el Gato Bendezú, Félix Bendezú Gómez, mi
una semana de vida y quería que nuestro tío Juan Luis es- bos, en Lima. (Foto: Sonia Céspedes Rossel). mado Odio («Hoy odio aquel amor que yo quise de verdad, primo, hijo de mi tío Julio Bendezú Dongo, primo herma-

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no de mi madre. Recuerdo bien que en el grupo interesa- Con las canciones «Me voy, me voy» y «Queja andi-
do en la formación del trío estaba Régulo Suárez, que fue na» comenzó el éxito del trío Los Heraldos y mi carrera
alcalde de la provincia de Lucanas; y Víctor García, uno artística despegó. Cuando fuimos a Puquio y presentamos
de los Osos García, huamanguinos afincados en Puquio. El el disco, la comunidad de Ccollana nos hizo un reconoci-
Oso Víctor era un gran violinista y tocó muchas veces con miento. Hubo gente que no creía que yo cantaba waynos,
mi padre en aquel grupo con mi tío Humberto Bendezú, porque tenía la cabeza pelirroja. Poquito a poco, la gente se
Humberto Guzmán, don Saturnino Navarro, el farmacéu- fue dando cuenta de que tenía buena voz, pero me faltaba
tico Jesús Angulo Carichio y don Luis Morales. Escuchaba la dulzura clásica del wayno ayacuchano, que aprendí tam-
atentamente al Gato Félix que, por entonces, solo tocaba bién poquito a poco.
violín y hacía un dúo con el Oso Víctor García. Me gusta- A partir de mi participación en Los Heraldos me fue
ban mucho esas reuniones de música en Puquio. Eso ocu- posible vivir de la música. Vinieron las actuaciones y los via-
rrió entre 1962 y 1963. Después, nos encontramos en Lima jes. Fuimos a Cusco, a Ayacucho y, después, a todas partes.
y tomamos el acuerdo de formar el trío Los Heraldos. Fue una forma de vida. Desde entonces hasta ahora. El arte
El Trío Ayacucho y Los Heraldos nacieron con gra- me estaba dando la respuesta adecuada. El conjunto era ex-
baciones en IEMPSA, con solo un día de diferencia. La celente, Daniel Kirwayo y Félix Bendezú se complementa-
primera guitarra de Los Heraldos debió haber sido Elías ban muy bien; la segunda voz del Gato Félix era muy buena
Bustamante, de Cora Cora, con quien yo tenía una gran y reconozco su calidad. Poco tiempo después, grabamos el
amistad. Ya habíamos ensayado los waynos «Me voy, me primer long play —«larga duración»— con doce temas pu-
voy» y «Queja andina», pero, por esas cosas que tiene el quianos y la primera guitarra de Daniel Kirwayo. El impacto
30
destino, Elías Bustamante no llegó a la sala de grabaciones en el Cusco fue muy grande con canciones como «Aguaceri-
de IEMPSA. En ese momento, Antonio Gutiérrez era di- to cordillerano», «Cuculí madrugadora» y «El puquianito»,
rector artístico de esa disquera. Como no llegó Bustaman- wayno inspirado en la Fiesta del Agua. El éxito de nuestra
tu suelo… Desde la cima del Qarwarasu, te saluda el gran La primera presentación del trío Los Heraldos fue en
te, me dijo: «Edwin, si no ha venido el guitarrista, aquí está primera visita a Ayacucho fue muy grande.
Arguedas, porque creció en tu suelo… Desde la cima del el Coliseo Nacional, propiedad del señor Gallegos. Actua-
Daniel Kirwayo, habla con él». Hablé con él, y con él gra- En 1968, terminé mis estudios en la Escuela Nacional Cundorsinqa, te saluda don Sera —mi padre—, dice que se mos al mismo tiempo que el Trío Ayacucho. Allí tuve la
bamos nuestro primer disco con los waynos «Me voy, me de Música, y luego pasé un año en el Conservatorio para siente alborozado porque nació en tu suelo»). Ya comen- oportunidad de conocer al Picaflor de los Andes, Víctor
voy» y «Queja andina». No lo conocía, fuimos presentados impostarme la voz, estudiar música, la técnica del canto y zaba yo con mis propias composiciones luego del primer Alberto Gil. Poco tiempo después, estuve en una actua-
por primera vez y con su acompañamiento se produjo una la vocalización. Concluidos esos estudios, comencé a tra- wayno en homenaje a mi papá. ción con él en el estadio de Campoy. También estuvieron
revolución, no del wayno, sino de las escalas musicales, bajar como profesor en el Colegio Manuel Vicente Villa- Jilguero del Huascarán y Flor Pucarina. Yo era un artista
Compuse el wayno «Pueblo de Puquio» en homenaje
trasladadas a los codos musicales para cambiar los ador- rán y, durante varios años, compartí el canto como artista benjamín y ellos ya eran figuras reconocidas del folklore
a Puquio («Pueblo de Puquio, tierra hermosa, qué boni-
nos monótonos hasta ese entonces en Ayacucho, Puquio, y las tareas de enseñanza. Fue con el quinto long play de con muchos años de trayectoria. Tengo una anécdota con
ta plaza tienes, donde juegan bravos toros... Abilchañataq
Huancavelica y en todas partes. Quiero ilustrar lo que eso Los Heraldos —que fue también el último del trío— que Víctor Alberto Gil: él era ya un ídolo, tenía su carrito, un
urquykamuchkan turuchallanta pukllaykunanpaq. Abelito
significa en el wayno «Me voy, me voy», por ejemplo: «Me el panorama económico se aclaró y decidí optar solo por Volkswagen de color ladrillo. Me había escuchado cantar
Llamoqa está sacando a su torito para que juegue en la
voy, me voy, mañana me voy, papapapapapapapapapapapan, el canto. El primer long play se llama Queja andina, que es con Los Heraldos; cuando llegué a Campoy, me llamó a
plaza). Abel Llamoqa era un comunero del ayllu de Cco-
para abajo». Esa es una escala. «Me voy, me voy, mañana me también el nombre de un wayno compuesto por Fortunato un lado y me dijo: «No creas que esto de cantar nuestra
llana, de 1,95 metros de estatura, que compartía su vida
voy, papapapapapapapapapapapan, para arriba». Le dije a Galindo, el famoso Narara, célebre compositor y bohemio música es fácil. Va a ser muy difícil que tú llegues al públi-
de pequeño agricultor y ganadero con la de bailarín en las
Kirwayo, que era un hombre que estaba estudiando música puquiano. El segundo es Puro sentimiento, con la prime- co». No me dio ningún aliento. Con la juventud que tenía
waylías de Navidad, en las que representaba el papel de
y tocaba bien la guitarra, además de ser ya la primera guita- ra guitarra de Antonio Gutiérrez, porque Daniel Kirwayo y como yo soy frontal en mis respuestas, le dije: «Don Al-
machuq (viejo) —con la cara cubierta por el cuero de la
rra del trío Los Campesinos: «Maestro, quiero que los codos prefirió iniciar una carrera artística exclusivamente como berto Gil, yo voy a ser mejor que usted». Después fuimos
cabeza de una llama—, y su placer de ser el gran laceador
y los adornos los haga así, con dos escalas musicales». Allí guitarrista. Como Antonio Gutiérrez seguía siendo direc- amigos. Compuse la canción «Homenaje al Picaflor de los
de toros bravos en el Toro Pukllay o «juego de los toros» en Andes», que está grabada («Caminando por las rutas, por
nacen las escalas del wayno ayacuchano. La misma innova- tor artístico de IEMPSA, acordamos que fuera parte del
la Plaza de Ccollana. las rutas del recuerdo, hoy te canto Picaflor, cantor con es-
ción fue adoptada por el Trío Ayacucho, que grabó con las trío Los Heraldos. El tercero es Bienvenidos a Puquio, en
mismas escalas de Los Heraldos, porque la primera guitarra homenaje al centenario del decreto que otorgó a Puquio la El cuarto long play se llama Pobre forasterito y fue gra- tilo propio, dulzura y sentimiento, hoy te evoco, Picaflor»).
en el primer disco del Trío Ayacucho fue Antonio Gutiérrez, condición de capital de la provincia de Lucanas, reempla- bado para el sello IEMPSA. El quinto y último de la serie También canté con Los Heraldos en el otro coliseo, el del
en reemplazo de Carlos Flores, que no asistió al primer com- zando al pueblo de Lucanas que pasó a ser solo un distrito. con Los Heraldos se llama Bienvenidos Los Heraldos y fue
promiso de grabar. Gutiérrez oyó las observaciones que le En ese disco incluimos una canción mía en homenaje a grabado en 1974 en homenaje a los 150 años de Puquio 30. Edwin con el acordeonista Félix Bendezú Gómez, al cen-
tro, y Daniel Kirwayo, primera guitarra del trío Los Heraldos.
hice a Kirwayo sobre las escalas. En 1967, yo estaba en el Arguedas («Desde la cima del Qarwarasu, te saluda el gran como capital de la provincia de Lucanas, en reemplazo de
Foto de uno de los primeros discos grabados en IEMPSA,
tercer año en la Escuela Nacional de Música. Arguedas, dice que lo hace alborozado, porque creció en San Juan de Lucanas, que fue la primera capital. 1967.

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Puente del Ejército, cuando recibían con banda de músicos «El nuevo campesino» y «Canto a Vietnam», ambos temas
al Jilguero del Huascarán. El coliseo que tenía mejor acús- de Eduardo Gianotti, a quien recuerdo mucho con gran
tica era el Coliseo Nacional del Porvenir. cariño. Hace muy poco tiempo que se fue del mundo, lo
despedimos y acompañamos como merecía. Era un gran
Después del trío Los Heraldos, por iniciativa de IEMPSA
compositor. También acaba de morir el Chino Domínguez,
grabé un long play con Los Puquiales, un trío puquiano
gran fotógrafo, que junto con Gianotti hizo mucho para
que tuvo como primera voz a Adón Heredia y un excelente
la aparición de Los Tres del Perú. Al lado de ellos estuvo
acompañamiento de los hermanos Carlos y Jorge Herrera.
también el periodista deportivo Rodolfo Espinar, que era
En ese disco presenté dos de mis mejores composiciones:
un querendón de la música criolla. Todos ellos creían en
«El trovador» («No quiero duelo cuando yo muera, tampo-
nosotros y nos dieron un gran apoyo.
co llanto cuando me vaya, solo quiero un epitafio que diga:
“Aquí yacen los despojos de un trovador”») y «Remem- El primer recital de música peruana, internacional y
branza puquiana» («Puquio querido, de mis eternos re- de música andina lo hicimos con Los Tres del Perú en la
cuerdos, tierra adorada de mis primeros momentos, cómo sala Alcedo. Fue patrocinado por Abraham Falcón y sus
recuerdo tu cielo azulado, propio del mes de mayo, bande- guitarras. Este constructor de las mejores guitarras del país
rilleando en tus tardes taurinas el gran Antonio Navarro»). nos regaló tres guitarras a Rafael, a Juan de Dios y a mí.
Daniel Kirwayo reforzó la parte musical con su excelente Durante el recital, las tres guitarras estuvieron en el centro
guitarra. Canté en ese disco el precioso taquirari boliviano del escenario. No se me borra esa imagen tan bella. Tam-
«Olvídate de mí» («Olvídate de mí, como yo te olvidé; no bién recuerdo que tú, Rodrigo, hiciste la presentación y las
pretendas volver, a insistir otra vez; otro amor encontré, glosas con tu voz en off, sin aparecer ante el público.
soy feliz con ese amor; lo nuestro terminó, es mejor, olví- Gracias a la canción en homenaje al Che Guevara, Los
dame»), que tuvo gran aceptación. En esa canción yo hice Tres del Perú fue invitado por el Consejo Nacional de Cul-
la primera y la segunda voz. Fue el comienzo de una tradi- tura de Cuba para visitar La Habana y todo el país durante
ción que he mantenido hasta ahora, gracias a la técnica de tres meses. Lamentablemente, Rafael Amaranto no pudo
la grabación en dos o más canales, que permite agregar una viajar y en su lugar fue el guitarrista Amador Rojas. Nos
voz a una canción previamente grabada. acompañó también el cajonero Pedro Jurado. En el Palacio
En 1971, formé parte del grupo Los Tres del Perú, con de las Bellas Artes, cantamos el tema dedicado al coman-
Rafael Amaranto y Juan de Dios Rojas. Conocí a Rafael dante Guevara y me acuerdo perfectamente de que tuvi-
Amaranto, una excelente persona, mejor músico, con só- mos que cantar dos veces la canción.
lida formación académica, que es algo muy importante. No he hablado hasta ahora, y lo voy a hacer, de que
Juan de Dios Rojas era y es un hombre polifacético, que en el periplo de 1962-1963 yo canté música comprometi-
tocaba todos los ritmos: criollo, andino, algo hermoso. Nos da, o sea, la canción social. El momento de Los Tres del
pusimos de acuerdo para hacer música y actuar juntos, y Perú fue breve, intenso y lleno de satisfacciones artísticas
nos presentamos en el Festival de Agua Dulce, organizado por el placer de hacer buena música. Rafael Amaranto y
por el poeta César Calvo y Chabuca Granda. Ganamos ese Juan de Dios Rojas tuvieron desavenencias por el puesto
festival con el tema dedicado al comandante Che Guevara de director musical del Canal 4 de televisión. En ausencia
(«Combatiendo al enemigo del labrador y el obrero, cayó de Juan de Dios, Rafael Amaranto me hizo una segunda
el Che guerrillero, junto a su fusil amigo. Quién nos diría voz y, como segunda guitarra, participó Matías Fajardo,
que ha muerto, y hoy converge en cada estrella, desafiante pero ya no era igual. Amaranto me dijo muy claramente:
sin huella, en la sierra y el desierto»). Con el sello Pacífico, «Edwin, tú vas a triunfar como solista». Desde entonces,
que era una filial de IEMPSA, Los Tres del Perú grabamos canto solo. Antonio Gutiérrez jugó un papel importante
el long play Música y comarcas del Perú. Entre las canciones en mi carrera artística porque me llevó a su disquera como
de ese disco aparece el yaraví «Unidad», con versos de Ma- solista. Me hubiera gustado grabar solo para IEMPSA y El 31
nuel Acosta Ojeda («Hay solamente dos razas en este mun- Virrey. Cuando estaba a punto de firmar el contrato con
do de lodo, el pobre sin pan ni casa, y el rico que tiene todo; IEMPSA, recibí la visita del director de INFOPESA, pro-
el pobre no tiene amigos, que lo digan los señores, que hoy
son nuestros enemigos y ayer fueron luchadores…»). Era 31. Edwin en Lima, alrededor de 1970. (Casa fotográfica Luz
un tema fuerte. También grabé en ese disco las canciones y Sombra).

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poniéndome doblar el monto del contrato que tenía listo
con IEMPSA. Grabé tres discos con esa nueva empresa,
que pertenecía a un señor de apellido Maraví. Luego vino
la excelente experiencia con Volcán, el sello discográfico
de Antonio Gutiérrez. Fue una cosa excelente, tanto por la
grabación de quince long plays de música criolla y andina
como por numerosos recitales en los teatros Segura, Muni-
cipal y Pardo y Aliaga, acompañado por el propio Antonio
Gutiérrez, Daniel Kirwayo, Rafael Amaranto y también
por el quenista suizo Raymond Thevenot. En el Teatro Par-
do y Aliaga, hice un ciclo de recitales durante siete días, en
los que tú hiciste las glosas y la presentación de las cancio-
nes. También me apoyó nuestro hermano Luis Alcibíades
(Lucho). En cada uno de los recitales, los invitados eran un
país y su música (Argentina, Ecuador, Bolivia), y uno o dos
compositores criollos; entre ellos estuvieron, por ejemplo,
Pedro Pacheco, el autor de «Mi última canción», el vals que
cantó Lucha Reyes antes de morir; Juan Mosto, y Bartola,
la cantante criolla. Invité también a los jóvenes artistas pu-
quianos como Manuelcha Prado y a Los Manantiales, el
trío de Carlos Herrera, Jorge Herrera y Giraldo Martínez.
Tengo el privilegio de conocer todo el Perú artística y
musicalmente; los lugares donde tengo más público cautivo 32

son Cusco, Ayacucho, Apurímac, Huancavelica, Ica y Lima,


que es mi centro de operaciones, y Arequipa, por supues-
to. He viajado por todo el país. He ido hasta Candarave, en desde mi infancia. En España, recibí un diploma como el
tierras altas de Moquegua. Gracias a la disquera de Anto- mejor cantautor máster de popularidad entregado en un
nio Gutiérrez conozco también la Amazonía: Iquitos, San restaurante céntrico de Madrid por el señor Benito Molina.
Martín, Ucayali. He ido a cantar prácticamente a todas las
provincias de Cusco en los Andes; recuerdo, en particular, ❂
mi visita a Chumbivilcas, donde murió el gran torero Juan
El primer viaje de Los Heraldos dentro del país fue a
Urquizo, y a la provincia de Quillabamba, en la Amazonía.
Huamanga, Ayacucho, a donde nos llevó un empresario.
Desde Cusco viajé cinco o seis veces a Puerto Maldonado. Cantamos junto con el Trío Ayacucho. Tuvimos una pre-
Mi mayor premio como artista solista fue mi viaje a sentación excelente en el Teatro Cavero, que ahora ya no
España. Fui contratado para ofrecer tres conciertos por in- es más un teatro. En este momento, el pequeño y bonito
termedio de Pilar González, directora del Museo Etnológi- teatro de la municipalidad es el único. El primer viaje al
co de Madrid. Uno de ellos fue en la histórica sala Manolo exterior también fue con Los Heraldos a La Paz, Bolivia.
Caracol, un cantor español; luego en Vallecas, y en un tea- A Bolivia fuimos en 1970 por nuestra cuenta, después
tro del centro de la capital, cuyo nombre no recuerdo, muy de una gira por todo el sur del país. Al llegar a Desaguadero
cerca de la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid. Esa estábamos ya en Bolivia y dimos el salto a La Paz, sin tener
larga visita despertó en mí todo el amor a la fiesta brava y un contacto, con una inexperiencia tremenda. Tengo recuer-
la música española que parece que fluyera por mis venas,
por eso es que he compuesto pasodobles, música flamenca.
Con mi hijo Juan Carlos he grabado un disco de música 32. Edwin en Lima, alrededor de 1974. (Foto de la disquera
flamenca. Tuve también el privilegio de recorrer gran parte Volcán).
de España, asistiendo a todas las ferias taurinas. Estaba en 33. Edwin junto con Juan de Dios Rojas y Rafael Amaranto,
mi salsa, no me lo podía creer, ese había sido un sueño cuando grabaron juntos como Los Tres del Perú. Lima, 1971.
33

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dos muy funestos de ese viaje, porque, incluso, nos metieron broma de pasear a nuestras esposas nos pareció muy linda. para averiguar de qué se trataba. Boris fue toda la vida un El empresario Marius nos llevó a Manuel Donayre y a mí
presos cuando volvíamos de La Paz a Perú, en Desaguadero. Gianotti y el Chino Domínguez nos acompañaban a todas hombre de izquierda, estuvo en Rusia, y de Rusia, pues, era para cantar en Nueva Jersey, en un restaurante llamado
Nos hicieron pagar 150 pesos bolivianos para poder salir. partes, siguiendo las actuaciones del trío Los Tres del Perú. fácil llegar a Cuba. Se enteraron de todo lo que habíamos Zaña. Quería que los dos cantásemos solo música criolla y
Antonio Gutiérrez era el más entusiasmado con esa ines- hablado: de Puquio, de las canciones, de mis hermanos Luis nada más. Cantamos para 350 personas en ese restaurante,
Nuestra visita a Cuba fue de tres meses y medio. Visi-
perada visita a La Paz. Artísticamente nos fue bien, porque y Rodrigo, de su familia. Luego, se tranquilizaron. dividimos la presentación: el 50% para Manuel Donayre y
tamos toda la isla con el encargo de difundir la música pe-
actuamos en un teatro al aire libre, aprovechando la falda de el 50% para mí, acompañados por una sola guitarra criolla.
ruana, teniendo como prioridad la canción que grabamos En la Casa de las Américas tuvimos tres presenta-
un cerro, muy bonito. Tuvimos la oportunidad de actuar con Fue terrible. Así son las presentaciones de los artistas pe-
para el Che Guevara. Gustó mucho nuestra música negra: ciones y fue también una cosa muy bonita, siempre con
un trío muy parecido al trío limeño Los Quipus, que se lla- ruanos. Lo tengo que decir. No se puede, como artista, ha-
el festejo, el landó; la gente cubana estaba en su salsa con la imagen de Ernesto Che Guevara. Recuerdo el tema que
maba Los Genios de Bolivia. Eran imitadores de Los Quipus, cer presentaciones propias al margen del empresario, por-
esos ritmos. Lo que yo saqué en limpio del viaje a Cuba más gustó en esa presentación, el taquirari boliviano «Ol-
cantaban música criolla y música andina. que el empresario lo ha llevado para eso, y ha firmado un
fue que, durante esos tres meses y medio, aprendí lo que vídate de mí». Lo tengo siempre en mi mente, vive conmi-
Hubo en Lima, en tiempos de Velasco Alvarado (1968- de otro modo hubiera aprendido en cuatro o cinco años. go esa composición y cada vez que puedo cantarla lo hago, contrato con una cláusula que dice que no puede actuar en
1979), el Festival de Agua Dulce, organizado por la gente El paso por Cuba fue como asistir a una universidad de encantado de la vida. otra parte. En ese viaje encontré al grupo Tradiciones del
de izquierda como el poeta César Calvo, Chabuca Granda, la vida. Me enteré de lo que era el artista cubano, el pro- Perú en Washington. Estaban los músicos Víctor Angulo,
En Cuba grabamos un disco que nunca salió. Hubo Eberth Álvarez y Félix Merino. Cuando llegué a la casa de
Manuel Acosta Ojeda, Luis Nieto (el Cholo Nieto). Allí tu- fesionalismo que tiene el artista cubano que escribe y lee
mucha irresponsabilidad de parte de mis compañeros. En Marius, los compañeros del arte del grupo Tradiciones del
vimos la oportunidad de conocer y departir con artistas música. En todo el tiempo que estuve aprendí mucho de
Cuba se toma una cerveza especial y no te cuesta nada; al Perú dormían en el piso. Víctor Angulo es asmático y dor-
de la talla de Alfredo Zitarrosa, del Uruguay; Omara Por- ritmo, de compás; hay una anécdota que es bonita, pero
cuarto de invitado en un hotel pueden subir lo que uno mía en el suelo. «¿Cuál es el cuarto para mí?», le pregunté
tuondo; Los Compadres y los Hermanos Bravo, de Cuba; el es triste. El gordo Juan de Dios Rojas, es cierto que es un
quiera. En Cuba, en los días particulares, el ron cubano, al empresario. «Aquí está su cuarto», me dijo, y la habita-
chileno Víctor Jara, y nosotros, Los Tres del Perú. El único gran guitarrista, pero él solamente lee el cifrado musical, es
el ron Caney, cuesta 35 pesos, y los viernes y sábados so- ción tenía solo una cama. «Póngame una cama más para
representante de Perú fue el trío Los Tres del Perú. Estába- decir, las letras que reemplazan a las notas musicales para
lamente 3 pesos. Este dato es importante para que se den que Víctor Angulo duerma sin peligro para su salud», le
mos en boga en ese momento porque había un programa que no haya ningún problema a la hora de leer. Pero él no
cuenta de que allá combatían de diversas formas el alco- dije. «No, no hay otra cama, solo un camarote», respondió.
en Canal 5 que se llamaba Danzas y canciones del Perú. No- lee ni escribe música. Un director de orquesta le preguntó:
holismo. Recuerdo que una vez los amigos del viaje com- «Correcto, traiga el camarote». De ese modo, Víctor Angu-
sotros habíamos grabado la característica musical de este «¿Maestro, lee usted el pentagrama para darle las partitu-
praron una botella de ron con 35 pesos. La informalidad y lo pudo dormir mejor.
programa, con Rafael Amaranto y Juan de Dios Rojas. Por ras?». «Sí», respondió él. «Cuidado, Juan de Dios —le dije
la irresponsabilidad son enemigos de los artistas. Fuimos
eso nos tomaron en cuenta. Fuimos al festival y participa- en voz baja—, lees solo el cifrado de música y debes decirle Pero hubo algo peor aún. Todos los artistas del grupo
a Cuba y estuvimos tres meses y medio sin ganar dinero,
mos en el concurso con la canción «Comandante Gueva- la verdad». Cuando le dieron el pentagrama, no sabía por
es verdad. Pero pudimos ir porque teníamos ahorros que Tradiciones del Perú cocinaban allí mismo, en la casa de
ra», con letra de Manuel Acosta Ojeda y arreglos musicales dónde comenzar. Había que conocer las figuras musicales,
dejamos para nuestras familias. este señor Marius. Como no tenían contrato, este empresa-
de Juan de Dios Rojas y míos. Con esa canción ganamos el los tiempos, los silencios. La música es tan compleja como rio aprovechaba la situación y compraba en el restaurante
Festival de Agua Dulce; fue una experiencia muy hermosa, las matemáticas. Felizmente, el problema se resolvió cuan- A Estados Unidos hice un viaje como solista en 1992.
Tampico, el famoso Tampico, un poco de jamón, de hot
porque se trataba del homenaje que se rendía a uno de los do finalmente le entregaron el cifrado musical. Me llevó Jorge Marius, un peruano del Callao que fungía
dog y algo más. Todos los días ocurría lo mismo. Le dije
más grandes hombres que iluminaron el mundo con sus de empresario. Firmé un contrato por 1500 dólares por dos
Tuvimos el privilegio de compartir actuaciones con al empresario: «Señor Marius, yo tengo un contrato; yo no
ideas, y la consecuencia de su vida y sus ideas. Creo que en meses, para hacer presentaciones todos los viernes en di-
conjuntos y artistas de la trova cubana de ese momento. puedo estar todos los días acá, usted me lleva a un restau-
este momento no hay otro con la valía, honestidad y hon- ferentes partes de Estados Unidos: desde Washington, que
Fuimos a Cienfuegos, a Santiago de Cuba, a Pinar del Río, rante», y me llevó al restaurante. Traté de llevar algunas
radez de Ernesto Guevara. Ese triunfo fue la razón para ir fue mi punto de llegada, a Connecticut, a Nueva York, a
a Santa Clara y a Isla de Pinos. Ellos cantaban una canción, veces a Víctor Angulo, pero ya por mi cuenta. Empresarios
a Cuba invitados por el Consejo Nacional de Cultura de Nueva Jersey. Cuando hice ese viaje fui con un contrato.
nosotros otra. En Cuba grabamos el festejo «Gallinazo». Por como Marius aprovechaban que la visa de los artistas pe-
Cuba. Influyó también la amistad que hicimos en ese festi- Que esto sirva de experiencia para los compañeros del arte
el viaje a Cuba no nos ofrecieron un pago o sueldo, pero sí el ruanos para entrar a Estados Unidos era solo una visa de
val con Los Compadres y Omara Portuondo. No viajó Ra- que viajan a Estados Unidos sin ningún contrato. De este
viaje de ida y vuelta en avión a través de Chile, porque en ese turismo, que impide que alguien en esa condición pueda
fael Amaranto con Los Tres del Perú, por sus ideas. Él no hecho se aprovechan los empresarios y hacen lo que quie-
momento no había ningún vuelo directo desde Perú. recibir un salario por algún trabajo. En Lima, antes del via-
era de izquierda, Juan de Dios y yo sí, y por eso podíamos ren con ellos, como el caso del cantor criollo peruano Ma-
Cuando llegué a Cuba, me llamó por teléfono Boris Ma- je, me dijo Marius que me daría una visa de turismo. ¿Te
ir a Cuba tranquilamente. Cuando íbamos con Eduardo nuel Donayre. Manuel Donayre es ilegal en Estados Unidos
Gianotti al aeropuerto en su carro nos dijo: «Yo me voy a dueño, un puquiano que vive en París, íntimo amigo de mi acuerdas?, conversé contigo, Rodrigo, antes de viajar, para
y no ha podido volver al Perú. El empresario lo explotaba,
quedar y voy a pasear a las dos esposas —o sea, a María, hermano Luis. Hablamos por teléfono en quechua, más o que me orientes. Entonces, le dije que no, que mi visa tenía
lo hacía trabajar en varios lugares y le pagaba lo que él que-
esposa de Juan de Dios Rojas, y a Sarita, mi mujer—, yo menos unos quince minutos. Yo estaba en el Hotel Riviera que ser de trabajo. Por eso, para que me den una visa de
ría pagarle. Sé que 1500 dólares por un mes y medio de
las pasearé en mi carro, pues, como no puedo ir a Cuba cuando llegó una visita inesperada: un intérprete quechua- trabajo firmé un contrato por un salario y por cuarenta y
trabajo era muy poco dinero para que un artista cante para
con ustedes, por lo menos las sacaré a pasear». Eduardo castellano, un boliviano y otra persona más. Después me di cinco días. Por eso tuvo que respetar mi contrato y pude
la colonia peruana. El artista del folklore peruano nunca
Gianotti, el más entusiasta con nuestro viaje a Cuba, que cuenta de que era la policía política, presente ahí para saber volver en el tiempo previsto.
ha cantado para un público amplio. Esa es la verdad. Las
debía ir con nosotros, no pudo viajar porque lo asaltaron de qué hablábamos. Al oír la conversación por teléfono en- actuaciones se realizaban en pequeños restaurantes de al- Hay muchas otras cosas más. Por ejemplo, cuando yo
un día antes de la partida; le quitaron todos sus papeles, tre dos peruanos hablando quechua, entrarían en sospechas gunas de las ciudades grandes de Estados Unidos, donde viajé de Lima a Miami, el avión se demoró y perdí el vuelo
también su pasaporte. Nos dio una pena muy grande y esa y enviaron un par de tukuyrikuq —«los que todo lo ven»— había cuarenta y cinco o cincuenta personas a lo máximo. que tenía de Miami a Washington. Lo mismo ocurrió con

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los miembros del grupo de músicos que me acompañaron: El encuentro con la colonia peruana me permitió ob- «El maletilla y la luna». Me introdujeron en esa gran familia carrera artística fuertemente como solista. En el Canal 4,
Eberth Álvarez, Félix Merino, Víctor Angulo y un cajone- servar que vivir en Estados Unidos convierte a los andinos sevillana. Por otra parte, Ramón Montoya es considerado Pastorita Huaracina tuvo un programa, en el que participé
ro cuyo nombre no recuerdo. Los músicos que venían de de diferentes partes del país en simplemente peruanos; ahí como uno de los padres de la música flamenca desde 1849. varias veces; incluso presenté el programa, sin remunera-
Lima durmieron en el aeropuerto, acomodándose como el limeño, el norteño, el ayacuchano, todos dicen que son Traje un libro que tiene esa historia y tengo muchas graba- ción alguna. El programa estaba dentro de El dominical del 4.
podían. La hija del empresario me dijo: «Señor Montoya, de Perú. Nadie dice yo soy de Puquio, o yo soy de Coraco- ciones. La guitarra y el canto flamenco se parecen al yaraví El dueño del canal estaba más interesado en que yo cante
mañana sale el avión a las siete la mañana y usted tiene ra, o de Ayacucho. Los limeños tienen que escucharte can- por su fuerza e intensidad, transmiten sentimientos y emo- música criolla con Rafael Amaranto y Juan de Dios Rojas, y
que quedarse aquí en el aeropuerto». «Perdón —le dije—, tar, y si te escuchan cantar un yaraví o un wayno, brota en ciones muy grandes como los harawis nuestros. quería que cantara «El pajarillo cautivo». Cuando terminé
¿cómo me voy a quedar en el aeropuerto? Llame a su papá ellos el sentimiento de la patria, sienten mucha nostalgia. de cantar este yaraví en una de mis presentaciones, recibí
y dígale que yo tengo un pasaje de ida y vuelta Miami- Recuerdo a dos jovencitos de Coracora que se pusieron a una llamada de Óscar Avilés, que para mí era como un pre-
Lima, y si ustedes me van a dejar aquí para dormir en el llorar cuando canté «Yo soy el wayno». Se acercaron y me ❂ mio. Me dijo: «Edwin, te felicito, tienes una gran voz, y ese
aeropuerto, es mejor que yo vuelva a Lima». Llamó a su dijeron: «Señor Montoya, por favor, componga una can- Cuando terminaba mi educación secundaria en Ica, en yaraví está bien cantado».
padre y él le ordenó que me llevara a un hotel. Me llevaron ción para el inmigrante peruano». Por eso compuse una 1969, mi profesor Pancho Pérez avaló mi presentación en He participado muchas veces en Canal 7 y sigo yendo
al Hotel Dorado In. Ofrecer una habitación al pasajero que canción, un pasillo que se llama «El inmigrante» («Qué un concurso cuyo premio era una guitarra. Había que can- cuando me invitan, sobre todo cuando estaba Teresa Blanco
pierde un vuelo por responsabilidad de la empresa es una lejos estoy de la tierra hermosa, en la que yo nací, añoro tar música criolla, yaravíes, tonderos, marineras y festejos. como productora; con Ernesto Hermoza, se grabaron va-
obligación de la empresa aérea, pero en este caso el em- mi país, mis niños queridos, que no olvidaré»). Les pre- Gané el concurso con el yaraví de Melgar «La partida» («Ya rios programas, inclusive un programa completo. Recuerdo
presario Marius aprovechaba unos pasajes «caleteros» (pe- gunté por qué si lloran tan desconsoladamente no vuelven me voy a otra tierra lejana, a un país donde nadie me es- también que grabé como solista un programa completo de
queños, domésticos) para ir de Miami a Newark, y recién al Perú. «¿Qué haríamos si volvemos al Perú, qué nos diría pera, donde nadie sabrá que yo muera, donde nadie por Canto serrano. Desde aquí va mi reconocimiento para Er-
de Newark retomar el boleto en una línea grande rumbo la gente?», esa fue la respuesta de los jovencitos. mí llorará...»). Yo mismo tuve que tocar la guitarra, con lo nesto Hermoza, porque siempre apoyó la cultura y, sobre
a Washington. Además, el boleto de salida de Miami no
El empresario chalaco Marius no tenía nada que ver poco que sabía en ese momento. Esa guitarra se la llevé a todo, la música andina. Otro programa del Canal 7 es Miski
estaba a mi nombre.
con la música andina, pero como sabía que yo canto tam- mí papá. Llegado a este punto, tengo también un recuer- takiy; en la locución estaban María Jesús Rodríguez, hija del
Los músicos que fueron sin contrato se quedaron en bién música criolla me llevó a Nueva Jersey para cantar do dulce. Mi padre tenía una bicicleta Neumann, alemana, músico Alberto Rodríguez, y Dina Núñez del Prado, prima
Estado Unidos los tres meses que duraba cada una de sus esta música , junto con Manuel Donayre. En el primer re- que ya estaba al final de su vida. Con el dinero que había hermana de Jorge Coco Núñez del Prado. Al comienzo era
visas de turismo, y se quedaron tres meses, el tiempo que cital tuve que cantar cuatro waynos, porque había gente de ganado en Ica cantando música criolla, logré hacer un aho- un buen programa, participé incluso en su spot característi-
quiso el empresario. A uno de ellos, la policía lo detuvo Puquio y uno de ellos fue Carlos Castro, uno de los hijos de rro de más o menos 2000 soles. Fui a una tienda y compré co. Después, cambió y se volvió muy comercial, sin respetar
por cobro ilegal de dólares como artista, siendo turista, y don Mariano, que se aproximó a mí para decirme: «Edwin, una bicicleta Hércules que me costó 1350 soles. Llegué a los patrones musicales de la música andina clásica.
lo deportaron a Lima. tienes que cantar siquiera unos dos waynos». «Por supues- Puquio con los dos regalos para él, debidamente embala-
dos, en uno de los ómnibus antiguos de la empresa Cam-
En esa misma visita a Estados Unidos, me quisieron to», le dije, y tuve que agarrar la guitarra yo para cantar
pos. A mi padre se le cayeron las lágrimas. Poco tiempo

llevar de Washington a San Francisco por tierra. Se trata los waynos, porque el guitarrista criollo no sabía nada de
música andina. Donayre sigue en Estados Unidos; se habla después, él prestó la guitarra a alguien para una serenata y Para hablar del primer amor y la primera serenata, del
de un viaje de tres días y tres noches. Yo estaba con los
muy poco de él, pero tiene una gran voz. le rompieron el mango. Ya no tuvo remedio. encuentro entre la música y el amor debo contar la breve
hermanos Castro, con Trudy Palomino y el grupo de músi-
historia con Margarita. Le daba serenatas con mi guitarra,
cos. Por conocer el país, todo el grupo aceptó ir por tierra. España despertó en mí una especie de herencia artísti- En tiempos del gobierno de Alan García, en 1985, gané
pero su mamá era una señora muy brava, que incluso fue
Los hermanos Castro y yo no fuimos. Exigimos pasajes co-musical guardada. No sé cómo podría explicar este sen- la Urpicha —«palomita»— de Oro con el wayno «Canto
a quejarse donde mi padre. La señora era capaz de apare-
en avión y nos dijeron que no. Creo que en los últimos timiento. Me pareció descubrir que por mis venas siempre serrano», del autor Justo Chirinos, de Chuquibamba, her-
cer en la ventana amenazando dejar caer el líquido de una
veintidós años la situación de los aristas andinos que van corrió la música flamenca. Yo no lo sabía, pero lo descubrí moso tema. Fue unánime el premio, recuerdo que Manuel
bacinilla sobre el enamorado cantor. Esta era una historia
a Estados Unidos llevados por empresarios informales e cuando fui en Madrid a un «tablao» donde se canta y zapa- Acosta Ojeda formaba parte del jurado. Esa fue la satisfac-
muy común en Puquio. En las muchas serenatas que he
improvisados sigue siendo la misma. ción más grande que he tenido en toda mi vida de artista,
tea la música flamenca, desde las 10 de la noche hasta las dado en mi vida nunca he tenido problemas con los poli-
Desde el punto de vista artístico, el viaje a Estados Uni- 7 la mañana. Yo me quedaba encantado de la vida muchas porque gané un concurso con un wayno que está grabado
cías; por el contrario, me escuchaban atentos. Como nunca
dos no tiene nada que ver con la rica experiencia que tuve noches enteras. Escuché a los guitarristas Camarón de la en la disquera El Virrey.
estaba en tragos no había problemas, escándalos ni robos.
en Cuba y en España. En términos de aprendizaje musical, Isla, Tomatito y Paco de Lucía, y oí a varios cantantes, como En 1975, el Canal 4 de televisión, cuando Luis Piza- Los cantores y los músicos de nuestra generación no parti-
hay un abismo de diferencia. El artista andino o criollo pe- Juanito Valderrama. En Sevilla, me pasó algo muy hermoso: rro Cerrón y Augusto Polo Campos —hablando por an- cipamos en robos de gallinas. Los de la generación anterior
ruano va para cantar a la colonia las canciones que esta le allí conocí a Luis Enrique Montoya y a Lole Montoya. Ellos tigüedad de las personas— formaban parte de su equipo sí. Nos han contado muchas historias de Fernando Suárez,
pide. Nada más. ¿Qué se puede aprender cuando es inevi- viven en condominios, un conjunto de manzanas donde ha- musical, convocó un concurso de canciones. Cuatro can- Chulucha —una gran voz de la canción puquiana en que-
table cantar con una sola guitarra y cuando no hay con- bía doscientos artistas Montoya, digo bien: doscientos artis- ciones mías llegaron a la final: «Toro Pukllay», «Yo soy el chua y en castellano—; de Óscar Bendezú, Qiqulu; de René
tacto alguno con la música propiamente norteamericana? tas Montoya. Me llamó la atención el color de la tez nuestra wayno», «Me recordarás» y «Desconsuelo». Con mi wayno Mora, y de nuestro querido amigo y compadre Wilfredo
Es cierto que no saber la lengua es también una limitación de los Montoya de Puquio y muchos otros lugares de Perú. «Me recordarás», gané el concurso y también un disco de Ilizarbe. Mientras unos daban la serenata tocando y can-
muy seria. Me duele decirlo, pero no aprendí nada. Cuando les dije quién era, me pasaron una guitarra. Toqué oro. No hubo ningún premio pecuniario, pero eso me ca- tando, otros se encargaban de robar una gallina y preparar
y canté música peruana, primero, y luego el cante flamenco tapultó hacia arriba, tuve mucho éxito y ahí comenzó mi un gran caldo. He oído muchas versiones sobre una famo-

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34. Edwin en concierto con la Orquesta Sinfónica de Cusco
en la Plaza de Armas. Cusco, abril de 2012. (Foto: Dirección
Regional de Cultura Cusco).
35. Vista del atrio de la catedral, al lado de la iglesia de la
Compañía de Jesús, el día del concierto. Cusco, abril de
2012. (Foto: Dirección Regional de Cultura Cusco).

36. Luis Fernando Montoya Ferreyros, hijo de Edwin, cantan-


do en el concierto. Cusco, abril de 2012. (Foto: Dirección Re-
gional de Cultura Cusco).

37. Juan Carlos Montoya Salas, hijo mayor de Edwin, artista,


cantante y guitarrista, cantando en el concierto. Acompaña
con devoción a Edwin en buena parte de sus presentacio-
nes. Cusco, abril de 2012. (Foto: Dirección Regional de Cul-
tura Cusco).

38. David Ugarte Vega Centeno, director regional de Cultura


Cusco (derecha), Edwin Montoya y Leonidas Rosas en el
concierto, Plaza de Armas del Cusco, abril de 2012. (Foto:
Dirección Regional de Cultura Cusco).

39. Edwin cantando con su hermano Rodrigo en el concier-


to. Cusco, abril de 2012. (Foto: Dirección Regional de Cul-
tura Cusco).

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sa serenata a nuestras primas Alcida, Nelly y Olguita Ben- fuerte y generosa. Los tres hermanos Montoya íbamos en
dezú, y del histórico robo de una de las gallinas de su casa. las tardes a la pila para llevar baldes de agua y Mercedes lo
Sus padres —la tía Jesucita y el tío Edilberto— disfrutaron hacía en las mañanas cuando Lucho iba al Colegio Manuel
del caldo, sin saber que era de su propio corral. Al recordar Prado y yo y Rodrigo, los hermanos menores, al Centro
esta historia viene a mi memoria la canción «Ay, mi palo- Escolar de Varones 631.
mita» («De mi palomar, abriendo sus alas, volando se fue:
Felizmente, mis padres no nos prohibieron que apren-
déjala que se vaya, sola volverá, hallará su nido ocupado
diésemos el quechua. ¿Cómo podían hacerlo si cantaban
ya»), un tema de la tradición huamanguina que es como
en quechua y se conmovían con los versos de la poesía
un himno de la canción señorial en Puquio. Aquí tiene un
quechua que se canta?
papel importantísimo nuestra familia, la familia de mamá
Sara, los hijos de mi tía Jesusita Pérez Albela, todos: Ne- Con mi papá fui muchas veces al cementerio, me
lly, Alcida, Olga, Óscar, Mario; los hijos de la tía Herminia acuerdo como si fuera ayer; él iba con su poncho de paco
Bendezú: Humberto, a quien le decíamos el Papa; Godo- —«alpaca macho»— por el frío que hace en Puquio. Iba
fredo, y Ruth. Cuando llegaban los carnavales, salíamos a darle serenata a su mamá, la abuela Nieves, en la noche
en wifala por las calles de Puquio. Mi padre comandaba del 4 de agosto, víspera del día de la Virgen de las Nie-
la comparsa tocando la guitarra. También nuestro querido ves, patrona de Santa Cruz, un pueblo muy bonito frente a
tío Félix Rojas con su voz tan alta, como la de Óscar, Qi- Puquio, y patrona también de Coracora, capital de la pro-
qulu. Nosotros, los chicos de 5 y 6 años, teníamos nuestra vincia de Parinacochas. Otras veces acompañaba a papá
propia comparsa detrás de los mayores. Ya entonces yo ha- en esa visita al cementerio un señor Peñafiel, a quien lla-
cía el ademán de tocar también una guitarra. La fiesta era maban en Puquio Tarronco. Era un hombre muy delgado,
más linda si las lluvias de febrero nos mojaban a todos. vivía solo, se lo veía siempre triste, ganaba su vida escri-
Tengo otro recuerdo de mi infancia, paralelo a la wifa- biendo a máquina las minutas en la notaría del tío Belisa-
la de la familia y los amigos grandes. En las tardes y en las rio Bendezú. Detestaba que los muchachos le silben. Nadie
nos explicó por qué sufría tanto con los silbidos y muchos 40
noches de febrero, oíamos la música de chirisuyas o quenas
y la tinya, el tambor pequeño. Una o dos parejas, hombre estudiantes del colegio, para divertirse viéndolo rabiar, le
y mujer del ayllu de Ccollana, anunciaban la llegada de silbaban hasta lograr que huyera y se refugiara en alguna
la fiesta de carnavales. No sabía en ese momento lo im- casa. Mi padre le tenía mucho aprecio a este señor. En las
portante que era la Fiesta de los Alcaldes Varas, en cuya noches, ambos jugaban cartas con sus amigos en el billar.
celebración de compadres expresaban su gratitud al ayllu No sé qué habría pasado en su vida, él era descendiente del
por haber sido escogidos como autoridades el primero de terrateniente ecuatoriano Peñafiel, que formó la hacienda
enero de todos los años. Está grabado en mi memoria el Viseca, en la que José María Arguedas pasó una parte de
ritmo con el que se cantaba el verso «Sumaq, sumaq war- su infancia. Hubo gente en el billar de Puquio que no creía
mi…» («Hermosa, hermosa mujer») pan parapa papa… pa que mi padre iba al cementerio a cantarle de noche a su
parapa pa… Es uno de los primeros recuerdos de cuando mamá. Lo desafiaron para que una noche, precisamente
mis padres construyeron la casa en Ccollana. un 4 de agosto, vaya al cementerio y como prueba traiga
una corona. Mi padre aceptó el reto y yo fui con él. En-
En ese momento yo entendía bien el quechua, que tramos al cementerio por el muro de atrás y encontramos
aprendí con los chicos del barrio, Miguelito Huamán, los a un hombre abriendo una fosa. Cuando este hombre vio
Marca, Urbacha. Me acuerdo de Siriana; yo le digo mamá, a mi padre con su poncho, enmudeció. Mi padre le dijo:
porque ella nos crió junto a sus hijos. Ella vive todavía, ten- «No te preocupes, yo soy de esta vida, no soy de la otra».
drá 95 o 96 años; siempre me acuerdo de Nieves y de Ci- El hombre reconoció a mi padre y se tranquilizó. Mi padre
riaco, dos de sus hijos. No puedo olvidar esa historia, ella y cantó tres canciones y cumplió con llevar una corona de
sus hijos nos cuidaban, vivían al frente de la casa. flores al billar. Yo tendría más o menos 15 años. Después
Al hablar de la infancia en Puquio, en Ccollana, me
acuerdo también de Merce, la cieguita Mercedes, que ga- 40. Plaza de Armas de la ciudad de Huamanga, Ayacucho.
naba su triste vida cargando baldes de agua desde la pila de (Foto: Rodrigo Montoya Rojas).
Ccollana a las casas de algunas de las familias del barrio. 41. Visión panorámica de la parte sur de la ciudad de Puquio.
Tenía la cara con las huellas de la viruela. Era una mujer (Foto: Rodrigo Montoya Rojas). 41

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de mi parálisis, yo caminaba siempre con él, que era como importante para mí. Después de mi parálisis, hice todos los
mi escudo protector. Nunca me dijo: «Tú no puedes», me esfuerzos para volver a jugar. Ya no podría jugar nunca un
trató normalmente como si no tuviera ninguna limitación partido de fútbol, pero sí seguí jugando fulbito.
física. Eso fue muy importante para mí. Otro problema serio de salud lo tuve en el 2005. Te-
Una semana antes de morir en Lima, mi padre me nía una entrevista en CPN Radio, a la que fui después de
dijo: «No te olvides de ir al cementerio y cantarle a mamá haber estado en los baños turcos, porque soy adicto a un
Nieves». Desde entonces me comprometí a hacerlo, he ido baño turco por semana. Ese día le dije a Mary: «Vamos a
como cuatro, cinco años. Una vez llevé a Lucho, y Lucho no los baños turcos; no quiero ir solo, acompáñame». Fue algo
quiso entrar, se quedó afuera, en la puerta. El cementerio premonitorio. Me acompañó, terminamos los baños tur-
es el lugar de paz más hermoso y más grande que hay en el cos, comimos unas rodajitas de piña y fuimos a CPN Radio.
mundo. No hay razón para tener miedo a los muertos, hay Mientras me entrevistaban, comencé a sudar frío, me vino
que tener miedo a los vivos. Eso me enseñó mi padre. Una un dolor abdominal, se me fue nublando la vista, me caí de
vez contraté a un arpista para que me acompañara a cantar bruces y sentí que perdía el sentido. Mary, mi mujer, se puso
en el cementerio, pero el arpista tuvo miedo, no quiso en- a llorar y me dijo: «Ahora yo qué voy a hacer, yo solita, mis
trar, me devolvió los 100 soles, y tuve que cantar a capela. hijos». Lo último que vi fue que ella, yendo al baño, pidió un
vaso y después me dio de tomar medio vaso de sus orines.
❂ Eso me salvó la vida por la orinoterapia. Los médicos me
explicaron que, si no hacía eso, iba estallar mi cuerpo y mi
Mi primer gran problema de salud lo sufrí cuando te- corazón podría no resistir. Tenía el páncreas muy inflamado,
nía 13 años. Me mordió un perro y, temiendo el mal de me llevaron al Hospital de Emergencias Casimiro Ulloa. Es-
rabia, mi padre me llevó a Ica, donde me dieron doce va- tuve quince días en cuidados intensivos. Los médicos, todos,
cunas. Estaban pasadas y tuve una parálisis total durante se comportaron conmigo a gran altura; me acuerdo de todos
42 43 un año. Solo movía los ojos. Después de un tratamiento ellos, lo cuento con mucho respeto, con mucho afecto. En la
de un año en el Hospital del Niño, empecé a mover los de- junta de médicos, sabían quién era yo en el mundo del arte y
dos de las manos. Mi recuperación fue lenta y me sirvieron eso me valió para que me salvaran la vida. Un mes después,
mucho las arenas calientes de la laguna Huacachina en Ica. me operaron de la vesícula.
Como consecuencia de esa pesadilla, no crecí lo suficiente
para tener la estatura de mis hermanos y me quedó una
fragilidad permanente en los tobillos que me impide co- ❂
rrer, pero no jugar fulbito, muy cerca del arco rival. No tengo una pensión, tampoco tengo un seguro. El
Como siempre me gustó el deporte, jugaba en un cen- día que no pueda cantar no tendré ingresos. Siempre estaré
tro de rehabilitación de presos, por la avenida La Paz, en agradecido a la familia Angulo, de Puquio, por el seguro
San Miguel. Allí, después de meter un gol, no pude levan- de salud que gentilmente me ofrecieron desde 2005 hasta
tarme, porque sentí un dolor en la columna. Me llevaron al 2010. Hasta hoy, la ley del artista no ha sido reglamentada.
Hospital Edgardo Rebagliati, donde estuve cerca de quin- Todos los gobiernos han jugado con esta promesa a los ar-
ce días; me dijeron que no podría jugar durante un año. tistas. El artista sufre por eso.
Cumplido el plazo, fui a jugar con el Defensor Puquio en Mi primer vals grabado fue «Tristes recuerdos» («Ayer
un campeonato de fulbito en la peña Don Abel. Nunca voy fuiste tú mi adoración, y hoy solo un triste recuerdo, te
a olvidar que, en esa reaparición, le ganamos a los coraco- quise tanto que hasta me imaginé que, si tú me dejabas, no
reños una copa y marqué goles. El fútbol fue siempre muy iba a poder vivir»); luego, «Alianza inmortal» («El cielo se
ha puesto de luto, la luna de manto negro, han visto partir al
Alianza hacia la eternidad»), que es un vals dedicado a los
42. Plaza de Armas de Puquio. (Foto: Rodrigo Montoya Rojas).
jugadores, al cuerpo técnico, a los árbitros y a una parte de
43. Monumento Yawar Fiesta en homenaje a José María Ar- la barra del equipo del pueblo, Alianza Lima, mi equipo, que
guedas, en la Plaza de Pichccachuri. (Foto: Rodrigo Mon-
cayó en el avión Fokker en 1987 en Ventanilla, viniendo de
toya Rojas).
Pucallpa. El avión cayó el 8 de diciembre, día de mi cumplea-
44. La pila Alberto, de 1846, y la torre de la iglesia de Chawpi,
uno de los cuatro grandes ayllus de Puquio. (Foto: Rodrigo ños. Como hincha del club Alianza Lima, quise viajar con el
Montoya Rojas). equipo a Pucallpa, conjuntamente con mi esposa y uno de
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mis hijos. Desistí del viaje por un gesto hermoso, una invita- sangre. Mi padre fue un gran cazador de venados y ciervos. una especie de música de fondo. Fue una experiencia in- los empresarios de Acho, a los ganaderos y a los toreros.
ción de Rodolfo Díaz Palacios, gran amigo mío, aficionado Dos veces cazó pumas. Una vez, un zorrino cuya carne es grata para mí. Después, tuve la oportunidad de estar en la Tuve como invitados a toreros excelentes, como Antonio
a la fiesta brava, y de Marcial Ayaipoma, también criador muy sabrosa. Nosotros, de niños, fuimos cazadores de palo- casa del general Velasco Alvarado, en Chaclacayo. Estaba José Galán, a quien le dedicamos una hora de entrevista, y
de reses bravas, para ir al cortijo Lomas de Villa, de propie- mas, perdices, vizcachas y hasta de gorriones por encargo de en una silla de ruedas después de haber perdido una pier- Francisco Rivera, Paquirri. También se presentó Frascuelo,
dad de este último. Por todas esas circunstancias, compuse la tía Irene Rojas, quien estaba convencida de que un caldo de na. Allí canté varias canciones, me abrazó y me felicitó. torero que lidió mucho en Perú antes de triunfar en Es-
el vals en homenaje a los caídos del Fokker en 1987, que gorriones era un concentrado de excepcional de vitaminas. Me contrataron para cantar en casa de un abogado que paña, a quien en el mejor tiempo de su torería, un toro lo
también está grabado. Asimismo, hice una polca dedicada a trabajaba en el Poder Judicial. Yo no sabía que el presidente cogió y le traspasó un pulmón. Lo salvaron, pero ya no
Una vez, mi padre cazó una trucha de 92 centímetros
Alianza Lima, en la que están los mejores jugadores. Tengo, Alan García estaba invitado a esa fiesta. Fui con los músi- pudo seguir como torero. Era un torero honesto, honra-
de largo, también con su escopeta calibre 16 y un cartucho
además, otros temas como «Desesperanza», un vals bonito, cos Víctor Angulo, Amílcar Gamarra y Herbert Merino, un do, un gran torero, mataba bien. Fue una satisfacción para
con una posta. Toda la familia y algunos amigos habíamos
también grabado con Juan de Dios Rojas y Bernardo Her- grupo completo de música andina. Cuando anunciaron mi mí verlo ahora, en 2012, en el programa taurino del Canal
ido a la laguna de Yauriwiri, donde combinábamos, como
nández, Manzanita, un gran guitarrista ya finado. Plus de España.
siempre, un día de cacería, de descanso, de comida espe- nombre, Alan García vino hasta donde yo estaba, me dijo
En cuanto a los temas andinos, menciono algunas de cial y de fiesta con la guitarra y las voces cantando valses, que me conocía, que había estudiado en La Sorbona, en En el programa de radio dábamos a conocer las cos-
mis composiciones, que aparecen en una antología dentro waynos y yaravíes. Yauriwiri es una de las cinco lagunas Francia, al mismo tiempo que mi hermano Rodrigo, y que tumbres puquianas, la Fiesta del Agua, el Yarqa Aspiy —que
de este libro. Figuran «Me recordarás», «Te recordaré», en tierras altas de Puquio, en la ruta a Chalhuanca, Apu- se quedaría a oírme cantar. Canté siete waynos. Luego de mi significa «limpieza de las acequias»— y hablábamos mu-
«Toro Pukllay», «Te lloraré», «Yo soy el wayno», «El trova- rímac, a 4300 metros de altura. Hacia las 5 de la tarde, vi- participación, se acercaron dos puquianos que estaban ahí chas veces sobre José María Arguedas. Entrevisté también
dor», «Remembranza puquiana», «Lucero puquiano», «Pu- mos un par de enormes truchas en la superficie del canal en la fiesta, Mario Irigoyen Richter y uno de los hijos de don a algunas personalidades puquianas como Enrique Moya,
quio querido» («Puquio querido, de mis eternos recuerdos, que sale de la laguna para la irrigación de las tierras bajas Julio Vargas cuyo nombre no recuerdo. Me dijeron: «Edwin, cuando era rector de la Universidad de Ayacucho.
tierra adorada de mis primeros momentos, cómo recuerdo de Puquio. Mi padre tomó la escopeta, le puso el cartu- no vayas a creer que somos apristas». «Ustedes se están ven-
tu cielo azulado, propio del mes de mayo, banderilleando Tuve que cerrar El heraldo puquiano, pero he conser-
cho adecuado y disparó. Una de las truchas desapareció y diendo solos —les dije—, yo no he dicho nada». Cómo no
en tus tardes taurinas el buen Antonio Navarro…»). Si- vado mis comentarios en diversas emisoras como Radio
la otra flotaba muerta. La corriente del canal se la llevaba iban a ser apristas si todos los ahí presentes eran apristas.
guiendo la tradición andina, mis canciones tienen que ver San Isidro, Radio Éxito, Radio El Sol, y ahora en Radio Pla-
lentamente. Mi hermano Lucho, que ya tendría unos 18 nicie, aquí en San Juan de Lurigancho, donde mantengo mi
con la fiesta patronal, el amor, la naturaleza, las aves. años, se tiró al agua para recogerla. Era fuerte y no dudó
un instante para atrapar a la trucha que se iba aguas abajo. ❂ segmento «La verdad sobre la mesa», dentro del noticiero
del mediodía, con mis comentarios sobre la fiesta de los
❂ Al día siguiente, hubo un banquete para los amigos más Mi programa El heraldo puquiano se inauguró en Lima toros, en los meses de noviembre de los últimos años.
queridos de la casa, en particular algunos de los profesores en 1981, en Radio San Isidro con el apoyo económico de la
Desde pequeños, los tres hermanos acompañamos
del Colegio Manuel Prado. Tuvimos una foto en la que mi Asociación Distrital Puquio, que reunía a los presidentes
siempre a nuestro padre hasta aprender bien a cazar. Lo
hacíamos para comer, no por deporte. Fuimos muchísimas
hermano Rodrigo y yo sostenemos la enorme trucha en la de Ccollana, Ccayau, Chawpi y Pichccachuri, los barrios de ❂
puerta de nuestra casa, al lado de nuestro padre y don Ni- Puquio, uno de los 31 distritos de la provincia de Lucanas.
veces a los baños termales de Qeronta. Cuando en una opor- Cuando aparecí con Los Heraldos en 1967, tuve la
casio Gutiérrez. Tuve esa foto en un álbum familiar, pero, Recuerdo la amistad y el apoyo de los hermanos Chonta,
tunidad llegamos hasta el quchalluqsiq —«el lugar de donde oportunidad de reencontrarme con José María Arguedas
lamentablemente, se perdió. Rodrigo tiene una nostalgia de Herminio Huamán, de los hermanos Paulino y Zenón
brota la laguna»—, vi que mi padre cazó un cóndor con una muy grande de esa foto porque era la primera en que se vio en un local de Lima. Estaban esa vez la Lira Paucina y el
Marcatinco. Todos ellos pagaron durante un año el alquiler
escopeta de calibre 16 y un cartucho de postas. Cuando le de niño, cuando tenía unos 10 u 11 años. Trío Ayacucho. Nos felicitó. Tengo también una anécdota:
de una hora de lunes a sábado de 10 a 11 de la mañana. Sin
disparó, el cóndor estaba parado en una piedra muy grande José María estaba en Puquio y se acercó a un comunero
su concurso, esa linda experiencia de radio no habría sido
a una distancia de unos cien o ciento veinte metros. Luego de uno de los ayllus para preguntarle si esa tarde llovería
del tiro, el cóndor se elevó unos veinte o treinta metros y, ❂ posible. Luego de ese año, yo asumí durante trece años el
o no. Viendo el cielo nublado, el comunero le respondió:
pago del alquiler de esa hora con los avisos que conseguía
después, se vino abajo. Al caer sobre una piedra se rompió el Tuve el privilegio de conocer a Juan Velasco Alvarado «Paraspaqa, paranqam; manas paraspaqa, manataqmi»,
de diversas firmas comerciales de puquianos y amigos de
pico. Cuando llegamos a verlo, el animal estaba ya muerto. que, para mí, jugó un papel importantísimo en mi carrera que en castellano quiere decir: «Si va a llover, lloverá y, si
otras provincias andinas en Lima.
Estirado, el cóndor era del tamaño de mi padre. Es excep- artística, porque fue un hombre que reivindicó, rescató el no llueve, no lloverá». También hablamos del Toro Pukllay
cional que algún cazador se atreva a dispararle a un cóndor, arte, la parte tradicional del Perú. Le dio la oportunidad a Nunca gané dinero con el programa de radio. Pagaba —«juego de los toros» — y del Misitu, el toro de la novela
porque, si el animal es herido y se defiende, es capaz de qui- mucha gente que estaba olvidada, cuando se hicieron las los costos y el programa me servía de canal de comuni- Yawar Fiesta. Me dijo que el Misitu era un toro mítico, que
tarle la vida a una persona solo con un picotazo o abriéndole presentaciones en la Concha Acústica del Campo de Mar- cación e información para mis presentaciones artísticas no existió realmente, aunque hay mucha gente que cree
el pecho con una de sus garras. La razón por la que mi padre te. Hubo un pasaje ingrato cuando desde Palacio de Go- y para mis comentarios los lunes, jueves y sábados en el que sí existió, que era un toro bravo traído de las tierras
mató al cóndor debe ser recordada aquí. Lo hizo a solicitud bierno me invitaron para cantar como parte de Los Tres segmento «El heraldo taurino», con los resultados y la an- altas de Qoñani para lidiar en la Plaza de Pichccachuri, y
de un pastor de alpacas y llamas del ayllu de Chawpi, que del Perú. Enviaron un carro oficial especial para llevar a tesala de las corridas, así como información sobre la pro- que le pusieron un cartucho de dinamita en el pecho para
quería un medio vaso de sangre del cóndor para curar a su cada uno de los tres al palacio. Cantamos junto con Los cedencia, el peso y los nombres del ganado. Mi hijo Juan volarlo. Esta historia está escrita en la novela Yawar Fiesta.
esposa gravemente enferma. Guardó un pequeño vaso para Morochucos y Los Chamas, pero no lo hicimos en el salón Carlos, que es cantor, músico y gran aficionado a los to- El torero español Sibarito Segundo debía reemplazar a los
el pastor, luego bebió él mismo un par de sorbos y me dio donde se ofrecía el almuerzo, sino desde una habitación ros como yo, fue mi colaborador constante en el segmen- toreadores de los ayllus, cuyos nombres no recuerdo. Las
una porción para que yo también me enriqueciera con esa contigua. Nos oyeron, pero no nos vieron, solo ofrecíamos to taurino. Gracias a mi programa radial, conocí a todos autoridades los metieron a la cárcel para que no fueran a la

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46

45. Hermanos Fidencio y Mario Huamaní Inca, danzantes de


tijeras de la provincia de Lucanas. (Foto: Rodrigo Montoya
Rojas).

46. Rómulo Huamaní, Quri Sisicha —«hormiguita de oro»—,


danzante de tijeras de la provincia de Lucanas. (Foto: Archi-
vo personal).

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47. Fiesta del Agua. Puquio, 1975. (Foto: comunidad de


Ccollana, Puquio).
48. Los nakaq, «degolladores», extranjeros disfrazados de 48

negros en la Fiesta del Agua. Ccollana, Puquio, 1975. (Foto:


Óscar Gutiérrez Bendezú).
49. Ofrenda para Pedro Urqu, «Cerro Pedro», en la Fiesta del
50
Agua de Ccollana. Puquio, 1975. (Foto: Rodrigo Montoya
Rojas).
50. Sacerdotes quechuas y llamichus, muy cercanos a los
ukuku de Paucartambo, al borde de la acequia ceremonial
en la comunidad de Ccollana. Puquio, 1975. (Foto: Rodrigo
Montoya Rojas).

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51. Llamichus, hijos de los Apus, «nevados», en la Fiesta del
Agua. Ccollana, Puquio,1975. (Foto: Óscar Gutiérrez Bendezú).
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plaza de toros. Cuando salió el Misitu, el gran toro bravo, He grabado quince long plays con Amílcar Gamarra,
el torero español se meó en los pantalones, no quiso torear que fue primera guitarra del Trío Ayacucho. Nos com-
y el alcalde provincial ordenó que liberen a los toreadores prendíamos musicalmente. Fue un gran guitarrista, no
indios para que entren a la plaza. Parecía un hecho real. solo como solista, sino también como acompañante. A
En Puquio, la fiesta brava comenzó en la Plaza de Armas, veces, es más difícil acompañar bien que ser únicamente
después pasó a las plazas de Pichccachuri y Ccollana. Mi solista. El solista puede hacer lo que quiera, libremente,
padre fue un aficionado y toreó junto con don Emilio con su compás y su ritmo. No es lo mismo hacer acordes
Ríos, con don Enrique Ramírez, cuando no se mataba a y transiciones musicales cuando, cantando, se acompaña a
los toros. Después aparecieron Uchí Jorge Castro y, última- un vocalista o a un dúo de voces. Raúl García fue también
mente, Peter de la Rosa. En esos años los toros bravos eran un gran acompañante musical de las voces de Neri y de él
de Lucanas, de propiedad del señor Saturnino Espinoza. mismo. Prometió no acompañar más a nadie después de
Otros venían de Larcay, tierra de Eloy Ferrel. la muerte de Neri. A mí me habría gustado mucho grabar
con él. Ojalá aún sea posible, si cambia de opinión.
La primera corrida de toros según la tradición españo-
la de lidiar y matar a los toros se hizo en Puquio en mayo Estuvimos muy cerca con Nelly Munguía. Desde el sur
de 1932, en homenaje al Señor de la Ascensión. En el cartel de Ayacucho, desde las provincias de Lucanas y Parina-
figuraron Francisco Bonar, Bonarillo, un torero español, y cochas, surgieron voces originales. Nelly Munguía canta-
el peruano Adolfo Rojas, el Nene. ba en quechua con gran sentimiento y con un timbre de
voz muy alto. Lamentablemente se fue a Estados Unidos y
tarda mucho en volver. Otro acercamiento importante fue
❂ con Bertha Barbarán, limeña, de padres coracoreños; can-
taba boleros, sabía de música y aprendió a cantar waynos.
Mi primera participación en una peña fue como so- Se identificó plenamente con la tierra de sus padres y, en su
lista en la Peña Folklórica del Perú, ubicada en la avenida momento, se convirtió en figura de la canción ayacuchana. 52
José Gálvez. También he actuado en peñas criollas y res- Tuvimos la oportunidad cantar juntos en tres conciertos
taurantes como El Chalán y El Tumi, cantando tonderos, en el Teatro Municipal. Una de las nuevas voces andinas es
marineras y festejos que bailaba el grupo Perú Negro. Estos Yolanda Pinares, con un timbre de voz excelente y con una
restaurantes estaban ubicados en la avenida República de buena segunda voz. Es apurimeña, de Abancay.
Panamá, donde hoy está el Banco Continental, en el pri-
mer y segundo piso de un solo edificio. Cantaba para Perú Acabo de grabar un disco a dos voces con Julia Illanes,
Negro, con el acompañamiento de Pindongo Romero, un una puquiana que canta lindo. El disco fue presentado en
pianista excelente. También actué una temporada en Sachún, Cusco el 14 de abril, cuando ella y su hermana Cila Illanes
junto con Luis Abanto Morales. fueron dos de mis invitadas en el concierto que hice en la
Plaza de Armas de la ciudad con la Orquesta Sinfónica de
Por otra parte, he cantado muchas veces en la peña Cusco. El disco lo hicimos acompañados con el arpa de
Hatuchay, que está en el Rímac, en el jirón Trujillo. Luego Juanito Marcatinco, de Ccollana, y el violín de Gilder Cas-
han aparecido decenas y centenares de peñas en restauran- tro, músico de la provincia de Vilcashuamán que ha apren-
tes y recreos como El Embajador, Tusuywasi, El Ayllu, El dido muy bien el toque puquiano del violín. Se trata de una
Rinconcito Ayacuchano, etc. Lejos de Lima, aparecieron integración de los músicos del departamento de Ayacucho.
Mi Huaros Querido, El Huaralino y El Rinconcito Ayacu-
chano. Trabajé durante tres años en El Rinconcito Ayacu-
chano, de Isaac Sarmiento, Huallpa Waqay.
Como he dicho en otro momento de esta entrevista,
Raúl García influyó de manera decisiva en mi carrera artís- 52. Danzantes de tijeras, arpistas y violinista. Chaqu de Vi-
tica, primero como gran intérprete de la guitarra y, luego, cuñas en Galeras, provincia de Lucanas, al pie del Cerro
Kuntur Sinqa, «nariz de cóndor», 2002. (Foto: Rodrigo Mon-
por su segunda voz del dúo con su hermano Neri el Pajari-
toya Rojas).
llo, cuando cantaron inolvidables poemas de Huamanga y
53. Gabriel Hilario, Lucifer, danzante de tijeras de Huanca-
de toda el área ayacuchana. Él sabe de mi gratitud porque
velica. Chaqu de Vicuñas, Galeras, provincia de Lucanas,
se la he expresado muchas veces. 2002. (Foto: Rodrigo Montoya Rojas).
53

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❂ quien toca el violín olvida un poquito los tiempos. En la
música no puedes descuidar, y menos olvidar, los tiempos.
Como persona y como artista, nunca tuve nada que Al hacer música, tenemos que respetar los tiempos, los si-
ver con el alcohol y las drogas. Tuve sí un 5% de bohemia lencios, las líneas de prolongación. Hace 35 años, Antonio
en mi vida. Si se es un artista profesional, se debe tener dis- Gutiérrez, cuando yo estaba cantando, me hacía armo-
ciplina, orden, responsabilidad, y dejar de lado la bohemia. nías y acordes, y no repetía la misma música que la voz.
Si alguien quiere ser artista, debe cuidar su autoestima en En cambio, cuando un músico no puede hacer acordes, no
primer lugar. En segundo lugar, tiene que respetar al públi- puede hacer armonías, no puede hacer transiciones, sim-
co siempre, nunca mirar por encima del hombro a nadie. plemente se limita a tocar la melodía junto con el vocalista,
El artista se debe al público, al público hay que quererlo, y eso no puede ser; y de repente, se adelanta y se malogra
hay que respetarlo, aprender a tenerlo cautivo. Si no canta la cosa; eso pasa con el violín y el arpa, más con el violín.
las canciones que ellos le piden, no va a cosechar lo que Tampoco estoy criticando, solamente me gustaría dar la
espera. Quien no siembra, no cosecha. solución, y lo estoy comenzando a hacer; acabo de grabar
En gran parte de mis años de artista, muchísimos ami- con Gilder Castro, un violinista que no es de Puquio, sino
gos y no amigos me exigieron tomar tragos y me han llama- de Vilcashuamán; sin embargo, ha entendido perfecta-
do «sobrado» por no tomar como ellos, como hacen los ar- mente el toque tradicional de Puquio, pero con tiempos y
tistas bohemios. Yo tenía que cuidar mi futuro y siempre lo sin entrar en vicios. Eso es importantísimo para mí, si eso
cuidaré hasta el último día de mi existencia. En tiempos de lo hacen los violinistas puquianos, encantado de la vida,
Los Tres del Perú fui tentado por las drogas, «la blanca» o el voy a seguir grabando.
«piticlín», en las peñas. Era frecuente ver a muchos artistas Se tiene que obedecer normas dentro de la música y,
consumir un poco de «la blanca» para sentirse mejor, para si alguien no tiene ese conocimiento, se van el compás y
aguantar o para reponerse de las muchas horas de trabajo el ritmo en cualquier momento. Esa técnica musical tie-
o de bohemia. Después les venía «la tembladera». «Edwin, ne que ser aprendida, y no es difícil explicar a los músicos
acepta “un tirito”», me decían y siempre me negué. y decirles que no hagan este adorno y que no prolonguen
En el ambiente de la música andina, la presión por to- ese codo, que simplemente se queden allí para que quien
mar ha sido fuerte. Entiendo que el público quiera com- canta tome su lugar, lo haga de acuerdo al tiempo que se
partir su alegría o su pena bebiendo con sus artistas de está instaurando dentro de la música. El disco Puquio para
alguna forma preferidos. Felizmente, para mi consuelo, el mundo, grabado con Julia Illanes, podría servir a todos
se llegaron a convencer de que realmente yo soy un pro- los vocalistas que cantan con arpa, con violín. Estoy graban-
fesional del canto. He dicho, con toda mi franqueza, con do también un disco con Ronald Contreras, que es un gran
toda mi lealtad: «Si no quieres que siga cantando, dame guitarrista, y ahí también se está viendo el acompañamiento
ese trago, pero si quieres que yo siga cantando, no me lo musical con acordes, con armonías, con transiciones, sin
des». Poco a poco han ido comprendiendo; ahora me traen tocar la melodía del tema. Eso es lo que queremos hacer no-
una botella de agua mineral: «Edwin, esta agua mineral es sotros, lo que se hace en la música en forma general. Uno es-
para ti». Esa es una gran satisfacción para mí. Los tiempos cucha a Rafael y jamás la orquesta le va tocar la melodía que
han cambiado y ya no tenemos 20 o 40 años. Después de está cantando él. Lo que el acompañamiento musical hace es
mi última operación, no tomé una copa de vino, fueron adornar al cantante, vestirlo, arroparlo, sin tocar la melodía,
dos años de abstinencia total. Siempre he tomado copas de que es responsabilidad de quien canta. Es necesario apren-
vino y, por cuidar mi voz, no he tomado cerveza ni trago der que cantar no es llorar. Cantar es saber expresar, es saber
corto. Ahora, el médico le dice a uno: «Un vinito de tiempo transmitir lo que se está interpretando al público. Llorar no
en tiempo, por supuesto, pero con cuidado». es lo mismo que expresar con intensidad un sentimiento.
Una cosa es la dulzura, y otra es querer llorar dentro del

❂ canto. Tampoco cantar es gritar.

Varias veces me han preguntado por qué he graba-


do tan poco con arpas y violines, si son esos los grandes 54
54. Imagen del Señor de la Ascensión, patrón de la ciudad
instrumentos tradicionales de los ayllus de Puquio. Voy a de Puquio, en la fiesta católica más importante. (Foto: Pa-
responder con cuidado y mucho respeto. Lo común es que rroquia de la Iglesia Matriz de Puquio).

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Cuántos me dicen: «Tú eres el culpable de que me haya casado». Respondo:
«No seas sinvergüenza, pues, por qué me vas a echar la culpa de algo que tus
sentimientos te han dictado; te comunicaste con los waynos porque no sabías
hablar». El wayno reemplaza, pues, a la palabra […]. «Mañana cuando me vaya,
que mis despojos descansen en mi tierra, Paucartambo; si muero, volveré a vivir
en Paucartambo, como allí viven mis padres». Yo no he aceptado su muerte,
nadie me ha consultado para que se mueran. Soy el hijo que dice: «Mis padres
siguen allí y sé que están allí, y vivo tranquilo, sonriente de la vida». Lo que acabo
de decir podría ser un pedido para que sepan qué hacer con mis restos.
(Jorge Núñez del Prado)

Capítulo III Soy el resultado de la disciplina, del orden, de la responsabilidad, del cumpli-
miento y del sacrificio. Esas son las condiciones para ser buen profesional. Qui-

Jorge y siera inculcarles a cada uno de los compañeros del arte que realmente sientan
la música andina. Si no la sienten, si no la saben transmitir, que se dediquen a
otra cosa. Alguna vez soñé que voy a morir cantando en un escenario. Ojalá se

Edwin cumpla ese mi sueño.


(Edwin Montoya)
opinan en primera voz,
en dúo y en JORGE: Últimamente, han aparecido los comunicado-
res sociales, ¡uf!, se sienten eminencias que dirigen todo
sentadita, medite y sienta esa evangelización de la música,
para que nos reconforte de fe; es decir, esto han cantado
contrapunto1 y mandan. ¿Quién está contra ellos?, fuera, parece que
tienen manos militares. Tal vez en algunas conferencias
nuestros mayores y por qué no seguimos cantando en aras
de un futuro que no muere, que se mantiene. El amor no
futuras dentro del campo intelectual se considere este pe- tiene máscara, el amor no esconde nada, y esa es la filosofía
ligro. Como dice Edwin, preocupan los grandes cambios del wayno. Sería interesante escucharte, Edwin.
que ocurren en la música y las danzas de Puno. Las mu-
EDWIN: La música de Puno es muy linda. Porque me gusta-
chachas, exhibiendo sus calzoncitos blancos, minifaldas
ba, la estudié y grabé con el acompañamiento de Los Cuatro
y movimientos bruscos. Es maravilloso que hagan ejer-
de Orurillo, de la provincia de Melgar-Ayaviri, un long play
cicios, ¿no?, pero esos ejercicios nada tienen que ver con
con doce temas puneños en 1979, en el sello Volcán. Hay
la música puneña. ¡Qué hermosos waynos cantábamos
una canción hermosa que habla de un «borrachito resenti-
cuando inclusive, emocionados, abrazados con los amigos,
do», con la música de una pandilla: «Wawqiy masiy, ama-
decíamos: «Cerrito de Waqsapata, testigo de mis amores,
punis machankichu, ñuqata hina warmichayki wischusunki»
tú nomás estás sabiendo la vida que voy pasando». ¡Esos
(«Hermano, paisano, de ninguna manera te emborraches,
waynos de Ayaviri!, ¡qué dulzura, qué maestría, qué tal eje-
igual que a mí, tu mujercita te va a echar de la casa»).
cución de instrumentos! Y, sobre todo, qué tal capacidad
para unirse, para juntarse en grupos y salir en pandilla a las JORGE: Pero esa música ya no se difunde, como el señor
calles, para ejecutar los waynos más candorosos y lindos. Pizarro habla todo el tiempo en su programa y deja un mi-
No se abren ahora los teatros para que la gente, aunque sea nuto para la música.

1. Este texto incluye algunas preguntas y brevísimas intervencio- EDWIN: Así es. En el long play con Los Cuatro de Oruri-
nes de Rodrigo Montoya Rojas. llo, hay un tema en ritmo de taquirari, dedicado al torero

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puquiano Antonio Navarro, mi querido compadre: «No te EDWIN: En 1975, grabé con Antonio Gutiérrez para el se-
mató un toro, te mató tu sino, lloramos tu muerte, nos due- llo Volcán el wayno «Reír llorando» en el long play La mala
le tu ausencia, compartimos siempre juntos tardes de glo- hierba («Este corazón, que llevo clavado dentro mi pecho,
ria y de sol, ya no habrá enhorabuena, porque ha llegado el está llorando y no puedo contener su amargo llanto; aun-
final. Adiós, Puquio, adiós, Lucanas. Adiós, mi madre, mi que yo sufra y me ría, nunca demuestro mi pena, yo sé que
amor, ya murió Antonio Navarro, no lo volverán a ver»). por dentro muero y aún me aferro a la vida»)2.

JORGE: Tenemos que especificar la diferencia entre el ta- JORGE: Otro ejemplo es lo que pasó con el vals criollo
quirari puneño y el boliviano; tiene que haber algo distinto. «Ódiame» («Ódiame, por piedad, yo te lo pido; odio quie-
ro más que indiferencia, porque el rencor hiere menos que
EDWIN: No creo… El ritmo es el mismo, Coco, aunque tal
el olvido…»).
vez pueda haber alguna variación.
EDWIN: Claro, los versos son del poeta Federico Barreto.
RODRIGO: «Cunumicita linda, que tienes ojos de gua-
Rafael Otero López le puso música, pero nunca dijo que los
purú…» es un…
versos eran del poeta Barreto.
EDWIN: Es un taquirari boliviano, claro que sí, lo mismo
RODRIGO: Luis Abanto Morales pasa por ser autor del
que «Olvídate de mí», «Tu lunarcito»…
vals «Cholo soy y no me compadezcas», que es en realidad
JORGE: «Llanto en el alma»… una canción argentina…
EDWIN: «Ríe, ríe, corazón» también es boliviano. EDWIN: Que se llama «Gaucho soy y no me compadez-
JORGE: Pertenece a un artista que cantó con Los Pan- cas». El autor es Boris Elkin, argentino, compositor. Lo
chos… mismo ocurrió con la polca «El rancho de la Cambincha»
55
(«Esta noche que hay fiesta en el rancho de la Cambincha,
EDWIN: Raúl Show Moreno… bailando ligerito como lo baila el caló, luciré camisa blan-
JORGE: Buena memoria. ca, mi sombrero a la pedrada que esta noche estrenaré; va
estar linda la jarana, ja, ja, ja, ja, ja, le hablaré lindo a las RODRIGO: Que es un vals argentino. Nuestro hermano EDWIN: Hay un tema, «Cautiverio» («Cautiverio de mis
EDWIN: Tú y Los Campesinos grabaron ese taquirari, gauchas para hacerlas suspirar»). Luis tiene en Arequipa una colección de cuatro CD de val- penas, de mi corazón la gloria, te borraré de mi vista, pero
también yo lo grabé. Musicalmente hablando, es un tema ses argentinos, muchos de los cuales llegaron a Perú. no de mi memoria. Te acordarás, pues, negrita, la noche de
riquísimo. JORGE: Lo que pasa es que, acá, se han acostumbrado a ser la nevada, la noche de la nevada, que me sacaron corrien-
piratas. Argentina ha tenido mucha influencia en la música JORGE: Tanta influencia han tenido los valses argentinos
do, los guapos de tu frazada…»).
RODRIGO: Tengo un CD del dúo boliviano, cochabambi- criolla. Hay un vals argentino, «Madre querida» («Madre en la música peruana que los directores argentinos de dis-
no, Larrea-Uriarte, en el que aparecen las canciones «Ríe, querida, al ofrendarte este tributo…»), que es de Carlos queras la han deformado… Pero volvamos al tema de la JORGE: El puneño Huirse tocaba esa canción en piano.
ríe, corazón», «Clavelito», «Del prado vengo»… Gardel… música puneña, ¿qué ha pasado con Puno, a qué se debe Tuvo sus travesuras.
JORGE: Acabo de recordar los versos de un famoso payaso esa exofilia?, ese deseo de apreciar las cosas de fuera, te-
EDWIN: Como «Llora, llora, corazón» («Llora, llora, cora- RODRIGO: No fue muy santo que digamos.
que se llamaba Garrick y que antes de morir fue a ver a un niendo tantas riquezas, teniendo ese long play de la famosa
zón, llora si tienes por qué, que no es delito en el hombre agrupación Teodoro Valcárcel, en la que el acordeón tam- EDWIN: Dije que era un aporte, nada más…
médico…
llorar por una mujer…»). bién vibraba y se hacía presente con respeto. Ahora, ¿qué
EDWIN: Garrick fue un payaso inglés que estaba muy en- JORGE: Reclamo esa música de Puno, porque, a mi modo
hay? Nada, los muchachos como locos saltimbanquean
fermo, en las puertas de la muerte. Va a ver a un médico y muy modesto de ver, era la mejor música del Perú.
por aquí y por allá…
le dice: «Doctor, tengo una tristeza en el alma, una melan- RODRIGO: Luego de esa visita a Puno, qué pueden contar
colía que no imagina, qué puedo hacer, por qué me pon- 2. En el poema «Reír llorando», Juan de Dios Peza cuenta esta RODRIGO: Ahora cuenta más el movimiento del cuerpo
de la música ancashina, de su chuscada, que es el nombre
go tan triste». El médico le respondió: «¿Por qué no vas a larga historia de David Garrick. Cito uno de los versos: «Me deja que los versos o las canciones.
del wayno por esas tierras de don Jacinto Palacios Zaragoza.
escuchar al payaso Garrick? Él te hará reír». «Pero, doctor, —agrega el médico— perplejo vuestro mal, y no debe acobarda-
JORGE: Los recitales son necesarios ahora…
ros; tomad hoy por receta este consejo “Solo viendo a Garrick JORGE: Un compadre mío me invitó a integrar una agru-
está usted hablando con Garrick».
podréis curaros”. “¿A Garrik?”. “Sí, a Garrick… La más remisa EDWIN: Te acuerdas, Coco, de Jorge Huirse. pación musical ancashina. A pesar de la cara seria de Wil-
JORGE: Antes le dijo al médico: «Tengo la fortuna más y austera sociedad le busca ansiosa; todo aquel que lo ve muere fredo Quintana, me propuse tocar música ancashina. Su
grande, he tenido muchas mujeres, he pasado todas las de risa; ¡Tiene una gracia artística asombrosa!”. “¿Y a mí me hará JORGE: Claro, otro aporte.
estilo es muy dúctil, se pueden adaptar muchas canciones
pruebas». El médico le recomendó: «Sería bueno que visite reír?”. “¡Ah! Sí, os lo juro. Él sí; nada más él; mas… ¿qué os in- EDWIN: Fue un aporte excelente para la música puneña…
a Garrick». «Garrick soy yo», le respondió. Ya no tenía re- quieta?”. “Así —dijo el enfermo— no me curo: ¡yo soy Garrick!… 55. Jorge Núñez del Prado y Edwin Montoya. (Foto: Rodrigo
medio. ¡Qué bonito, ah! Cambiadme la receta”». JORGE: Y quedó ahí, como el de Teodoro Valcárcel. Montoya).

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al estilo ancashino. Los ancashinos tienen contadas com- de los más grandes representantes de la música ancashina, y cumplían un propósito exclusivamente amoroso, «en los corríamos porque nos seguía la policía, pues acompañába-
posiciones propias, diríamos que ellos miran fuera, tienen anterior a la Pastorita Huaracina y a la Princesita de Yun- amaneceres me voy, regresaré y te llevo», tú te vas conmigo y mos al amigo. Ese recuerdo me indica que no solo en Lima
la tendencia de adaptar la música de otros lugares. Como gay. Que venga a nuestra memoria el conjunto Atusparia, se acabó. Es el arurukuskani, en el que la mujer descubre que sucede eso.
carecen de compositores, cuando los hombres se pierden, que fue el primero y más importante grupo musical ancas- va a ser madre, que no sabía lo que es fertilidad.
RODRIGO: Nos queda una última ronda. Luego de la vida
ya no tienen argumento, tienen que arañar las paredes y hino. Hay también una cantante excepcional de Áncash,
EDWIN: Aparte de lo alegre y lo romántico, hay una tra- que han pasado ustedes, después de sus largas trayectorias,
desportillarlas. Es así, eso no es malo ni bueno, lo sé. Re- se llama Nila Villanueva, La Estrellita de Pomabamba, que
gedia en la canción ayacuchana que se llama «Hermenegil- ¿cómo imaginan que se les va a recordar cuando a ustedes
cuerdo la canción «Cenizas», de Moisés Castillo («Ayer te no tuvo la fortuna de ser tan conocida como la Pastorita
do» y que todo el mundo lo conoce como «Helme». les toque el momento de irse del mundo?
vi, de nuevo quise quererte, de pocas llego a hablarte, se Huaracina.
ha terminado todita mi esperanza, solamente cenizas nos JORGE: Tienes que decir que Ayacucho es «el rincón de JORGE: Bastante difícil la pregunta, porque uno no sabe
JORGE: ¿Te acuerdas de «A los filos de un cuchillo»? («En-
quedan»), que fue uno de los grandes éxitos de Pastorita los muertos», pura tragedia, ¿no? en qué momento se irá, tampoco sabe si su presencia tenga
tregar mi vida quisiera a los filos de un cuchillo, a ver si de
Huaracina. A mi modo de ver, el callejón de Huaylas ha el eco de sobrevivir. Hasta donde hemos visto, las voces
esa manera, olvidarte para siempre. Qué triste había sido, RODRIGO: ¿Y por qué sería así?
dejado de tener compositores notables, es una pena; en de Picaflor y otros grandes todavía existen y posiblemen-
paisanita, separarse de un solo nido; jamás pensaba, choli- JORGE: ¿Qué habría pasado? Pestes de repente. Se moriría te existirán hasta cuando Dios quiera. Sin aspirar a tanto,
términos generales, está perdiendo la capacidad de com-
ta, separarme de tu lado). la gente. Ayacucho ha sido siempre víctima, porque está tendría que estirar mi mano, tal vez como pidiendo una
poner. Siempre he dicho que Dios nos ha dejado la crea-
ción del mundo y que al hombre le ha dado la capacidad de EDWIN: Fue otro de los éxitos de Pastorita Huaracina. rodeado también por selva y de ahí venían las enfermeda- limosna, para que no me olviden. Si bien es cierto que he
componer música y arte, capacidad que hoy estamos per- Preguntaste antes, Rodrigo, por la chuscada ancashi- des; por eso, dicen los estudiosos que la geografía también hecho algo que estaba en mí, sé que me ha costado bastan-
diendo, porque no hay estímulo, no hay una conducción, na. Cuando vino Bolívar al Perú y estaba justamente por influye en las canciones. Pero el wayno ayacuchano tiene te, muchas iniquidades, hemos afrontado fracasos terribles
no existen los hombres que puedan encaminar a los que Áncash, escuchó una canción y no le gustó que llamasen su valor y nadie se lo quita. sin poder regresar al seno del hogar, nos apartamos de la
vienen después, para que se formen dentro de los cauces chuscos a los peruanos. Pero el nombre de chuscada siguió casa por hacer programas para las madres en las punas,
EDWIN: Como al Cusco tampoco nadie le quita una can-
del bien, de la nobleza, del amor. Creo que un compositor usándose mucho tiempo después. a orillas de los lagos, congelados de frío. No veíamos ese
ción como «La mala yerba» («La mala yerba, la yerba mala,
tiene que abrazar esas virtudes, tiene que recoger de las en- esfuerzo desde el punto de vista mercantil. Queríamos de-
JORGE: Da la impresión de que eso que llaman chuscada, y la mala yerba, la yerba mala, la mala yerba, eso soy yo. Yer-
trañas de su corazón. Así tiene que ser. jar lo que teníamos guardado, algo, como un precedente,
que no es de los chuscos, no viene a ser un wayno original, bita verdosa de los camposantos, por qué me juraste, por
como un sacrificio en honor de la grandeza de nuestra mú-
EDWIN: La chuscada «Quizás, quizás» («Quizás, quizás que tiene un tun-tun diferente, otro dejo, otra forma de qué me engañaste. La mala yerba, la yerba mala, la mala
sica. La única arma que yo tenía para cantar era la nostal-
algún día, unirnos pueda, ay, el destino, para gozar de tus presentación. Tampoco estamos en condiciones de aseve- yerba, la yerba mala, la mala yerba, eso soy yo. Acaso en tus
gia de haber dejado mi pueblo y a mis padres. Esa nostalgia
caricias, bajo las sombras de tu hermosura. Muchas veces, rar eso. Yo creo que el wayno tiene su caminar y también hojas, denuncias los males de los que te miran, de los que
me motivó, yo no había cantado waynos en mi tierra, ni si-
mucho se ha visto, olvidarse, ay, del ausente; mientras tan- ha llegado a Áncash con otra motivación. se fueron, de aquellos que hablaron, de la mala yerba»).
quiera era cantante, solo era un travieso tocador del pampa
to, me voy consumiendo, lleno de afectos, de sentimien- Esta canción pertenece al doctor Julio Benavente, profesor
EDWIN: Hay una similitud entre la música ayacuchana y piano, nada más, que le gustaba ir a la iglesia, que entonaba
tos…»). ¡Qué tales versos! Pertenecen a Jacinto Palacios de la Universidad San Antonio Abad del Cusco y célebre
la música ancashina por las cumbres agudas y las cumbres eso que después llamaron harawi y yo no sabía, que perdu-
Zaragoza. «Mujer andina» es también una canción suya charanguista.
graves que tienen ambos waynos. En la canción ancashina raba y hasta hoy perdura en mi pueblo. Todos cantan su
(«Mujer andina, vengo a cantarte todas mis penas y mis JORGE: Tampoco le vas a quitar «Valicha». música sagrada llorando y, al mismo tiempo, consolando
«Ayer te vi» («Ayer te vi, de nuevo quise quererte»), estoy
dolores. Cerros nevados he caminado solo por verte, mu- a la Virgen María, cuya imagen en procesión de la Semana
yendo con una octava musical a una cumbre aguda en el EDWIN: No, ni «Valicha», ni «Capulí ñawi cusqueñita»,
jer andina. Hoy que me encuentro cerca, a tu lado, gozar Santa sigue a la de Cristo que va en un féretro. Las señoras
verso «De nuevo quise quererte, de pocas quiero hablarte». ni nada.
quisiera de tu hermosura»). Recordarán también «Lejos y de negro le decían: «No llores, estás con nosotras; te vamos
En el wayno ayacuchano «Tú eres como las palomas», va-
ausente» («Lejos y ausente de tu lado, amada mía, toda mi JORGE: El folklore es como la avenida Abancay para los a acompañar hasta encontrar a tu hijo, tu hijo no ha muer-
mos también a una cumbre aguda en el verso «Después de
alma se agita por verte pronto»). La música es muy linda. ambulantes: todo el mundo tiene sitio, nadie está de más, to». ¡Qué dulzura!, ¡qué tal bondad de un pueblo que le
beber el agua, alzas el vuelo y te vas».
Tenemos un primo hermano, William Fry Montoya, espo- no solo acá, sino en todo el mundo, así correteen a los am- canta así a su imagen! ¿Cómo nos vamos a olvidar de esto?
so de Olguita Palacios Coral, hija de don Jacinto Palacios y JORGE: Eso depende de la precisión que le hagamos, pero bulantes por las calles de Roma, las mesitas desaparecen, No puede ser. Y así, impulsivamente, aparecieron Wilfre-
de doña Benilde Coral, y hermana de Alfredo, gran guita- nosotros estamos hablando de un wayno. El wayno se inicia se pasan la voz, y cuando la policía llega ya es muy tarde, do Quintana, mi primo Goyo y esas parranditas antes de
rrista, y de César, un excelente cantor, ambos ya fallecidos. en las alturas del Perú y de ahí desciende, e incluso llega a ya han vendido sus collarcitos y sus cositas. Es la viveza decidirnos a grabar sin pensar en los resultados. El hecho
Gracias a ella y a ellos, conocimos de muy cerca las compo- Lima un wayno como el que canta el trío Los Kipus. El way- del serranito que llegó a Roma. Un amigo y yo lo vimos de grabar tampoco fue una cosa tan sencilla; me acuerdo
siciones de don Jacinto Palacios. no es un solo cantar, pero es conocido en los distintos luga- haciendo su trabajo. ¿Han visto esos collarcitos con truco de un señor Pizarro Cerrón que tenía su programa de ra-
res con otro nombre; ahora, en razón de la cadencia y del de metal que lo doblan? Eso hacía él, todos lo miraban. dio. Él decía que, para grabar en la disquera, teníamos que
JORGE: ¿De qué año estamos hablando?
ritmo, también hay diferencias pequeñas, pero originaria- Vendía a 7 euros cada uno. Muchos querían conocer cómo ir a tocar todos los días a las 5 de la mañana durante un
EDWIN: De los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. mente el wayno no tenía ritmo, era más sincopado, creo que se hace y le compraban por el hecho de ver cómo lo hacía. mes, para que los ejecutivos de la empresa nos escucharan.
Me parece que don Jacinto murió en 1954. Él tocaba una le llaman; el ritmo aparece en las danzas originarias, pero Hacer ese trabajo costaba solo 10 minutos. Se pasaban la Eso hice por travieso, porque no me presenté como artis-
guitarra con dos mangos: uno para los acordes graves y el wayno en sí no era así. De repente el wayno era primo voz entre ellos frente al peligro y él escapaba con su mesi- ta que soy, sino como un cholito recién llegado. Se enojó
otro para el tintineo de la guitarra. Jacinto Palacios fue uno hermano del harawi, porque había mucha cercanía en ellos ta delgadita. Los fotógrafos estaban en apuros y nosotros mi primo el Goyo y dijo que nada de payasadas, por aquí

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por allá; ahora vamos a presentarnos como universitarios, con un mandato, con algo que me propuse desde que tuve del Triunfo a la maestra que me enseñó a escribir así, en EDWIN: Voy a responder a la primera pregunta, yo tengo
y se acabó. Así todo cambió, totalmente. Fuimos donde uso de razón; yo he tenido el privilegio de cantar desde la sillita de ruedas: «¡Qué bandida eras!, ¿no? Viejecita bandi- un tema que se llama «Desesperanza». En ese camino estoy
un señor Romero: «Queremos grabar». «Tienen que pasar barriga de mi madre. Seguramente ahí comencé a cantar da». Así fastidiaba a mi profesora. «¿Qué dice el chico mal- por momentos; sé que podría no haber un sucesor, pero no
por una prueba». «Ya, listo. ¿Cuándo?». «Mañana a las 12 y a escuchar a mi papá tocar su guitarra. Soy el resultado criado?». Todos se reían, ella me llevó la cuerda. Hicimos sé. Con respecto a la pregunta sobre lo que hice mal o so-
del día en punto». Se acabó. Apareció Pastorita Huaraci- de la disciplina, del orden, de la responsabilidad, del cum- una fiesta muy bonita. Estuvo en la reunión su hijo. No bre lo que no me hubiera gustado hacer, diría que hay dos
na con sus charolas de capitanes (un azafate con copas de plimiento y del sacrificio. Esas son las condiciones para imaginaba que los músicos éramos así. Siempre tenemos cosas fundamentales. Mi padre fue un gran músico, cantor,
vermouth y pisco). «¡Qué lindo tocan estos muchachos!», ser buen profesional. Quisiera inculcarles a cada uno de que reírnos; que este tu propósito, Rodrigo, salga adelante futbolista e, inclusive, un señorito torero. Yo hubiera queri-
dijo la Pastorita, y así aparecimos en la calle Los Brillantes los compañeros del arte que realmente sientan la música y sonriente. Ya es tiempo de que las gentes que entienden do ser futbolista y torero. No se cumplió este mi deseo por
de La Victoria. andina. Si no la sienten, si no la saben transmitir, que se de estas maravillas del canto y la música puedan juntarse el grave problema de salud que tuve, y no se cumplió por
dediquen a otra cosa. Alguna vez soñé que voy a morir o podamos hacer algo juntos, para que se abra la puerta todo lo que he contado aquí en esta entrevista.
RODRIGO: Sintiendo con esa profundidad, ¿qué va a que-
cantando en un escenario. Ojalá se cumpla ese mi sueño. de la cultura de las universidades y los jóvenes tengan que
dar en limpio? ¿Cómo cree que se les recordará a Los Cam- JORGE: Disculpa, Edwin, por qué no ves con optimismo
recibir los encargos de esta larga conversación y continúen
pesinos? JORGE: Me voy a poner a llorar. Lo cierto es que yo tam- que uno de tus hijos sea lo mismo que tú, porque creo que
con nuestra tradición que no puede morir.
bién he hecho un wayno hace años: «Mañana cuando me hay uno que canta, ¿no?
JORGE: Quisiera decirle a la gente del futuro que la amis-
vaya, que mis despojos descansen en mi tierra, Paucartam- RODRIGO: Esta es la última pregunta. ¿Hay alguna posta de
tad tiene mucho valor cuando se le sabe dar el sitio que EDWIN: Mis hijos tienen otras voces, otras personalida-
bo; si muero, volveré a vivir en Paucartambo, como allí vi- nuevos músicos y cantores como Los Campesinos, que se lla-
merece. Estamos juntos con Wilfredo Quintana desde me Los Campesinos II u otro grupo?, ¿de qué se arrepienten?, des, pertenecen a otros tiempos, en Lima. No pueden ser
ven mis padres». Yo no he aceptado su muerte, nadie me
hace cincuenta años, porque por encima de todo está el ¿qué no les hubiera gustado hacer? Cuenten algo que les dio como yo. Cada uno está haciendo su propio camino.
ha consultado para que se mueran. Soy el hijo que dice:
amigo, en las buenas, en las malas, pero siempre amigos. preocupación, ¿qué les hubiera gustado que no pasase?
«Mis padres siguen allí y sé que están allí, y vivo tranquilo, RODRIGO: Les agradezco muchísimo; hemos tenido un
No hay día que no me llame, ni hay un día que no lo lla-
sonriente de la vida». Lo que acabo de decir podría ser un encuentro precioso. Cuando tenga las transcripciones de
me, estamos pendientes el uno del otro. Cuántos chismes JORGE: He sido el único hijo varón de cinco hermanos,
pedido para que sepan qué hacer con mis restos. En el can- las grabaciones se las entregaré para que ustedes corrijan,
no ha habido, qué no han hecho, hasta nos han comprome- mi madre me ha mimado, ya sabes, pero con tanta ternura
to podemos decir nuestro testamento, resucitar muertos quiten, agreguen, eviten problemas y dificultades con al-
tido con mujeres y han dicho que nos quitábamos la misma que mi niñez hasta sexto grado de primaria ha sido com-
también, y dejar parodias de la vida privada para que no pletamente de felicidad, pero llegó el momento de cambiar gunas palabras o ideas que estén mal transcritas o mal em-
mujer. Mentiras absolutas. ¿Qué no habremos pasado? Sin
estén escondidas. ¡Qué lindo es eso! de ritmo a mi vida, había que ir al colegio a Cusco, había pleadas. No voy a cambiarles su pensamiento, no les haré
embargo, aquí están Los Campesinos y seguimos. Todavía
que vivir interno en esos lugares tan diferentes de Paucar- decir lo que no dijeron. Les voy a entregar una copia de
nos quieren porque hay gente que nos aprecia y no nos que- RODRIGO: Tienen ustedes por delante mucho tiempo
tambo, y era una cosa muy triste, pero Dios se compadeció la grabación tal como fue y una copia de la transcripción
da otro camino que continuar hasta que venga la muerte. todavía, pero se están llevando las propias vidas y nadie
de mí y, para dicha de los cusqueños también, se produjo corregida y editada.
Después de la muerte, yo sé que muchos nos recordarán; podrá quitarles lo bailado, lo cantado y lo vivido.
algunos nos harán culpables de sus vidas porque se casaron el terremoto del 21 de mayo de 1950 en que apareció el JORGE: Cuando vine por invitación de nuestro amigo
JORGE: Tenemos que saber qué terreno estamos pisando y Templo del Sol camuflado en la iglesia de Santo Domingo,
luego de conocerse y quererse con nuestros waynos. Cuán- David Ugarte Vega-Centeno, entendí que iba a responder
encontrar ahora unas respuestas que, por cierto, jamás es- suspendieron las clases por seis meses y tuve que regre-
tos me dicen: «Tú eres el culpable de que me haya casado». preguntas para un libro en honor del wayno, me hablaron
peré. Vino a casa hace muy poco el hijo de Jaime, mi amigo sarme a mi Paucartambo. ¡Qué dicha, gracias, Dios mío!,
Respondo: «No seas sinvergüenza pues, por qué me vas a de un maestro que era hermano de Edwin. Como uno ca-
querido. Estaba desecho. Me dijo: «Quiero ir contigo a la y así, después, yo creo que lo más difícil ha sido la muerte
echar la culpa de algo que tus sentimientos te han dictado; mina a veces a lo desconocido, dije: «Voy a colaborar». Hay
casa de mi papá, que está mal, se va a morir, tiene cáncer». de mi padre. Era un hombre a quien yo respetaba. Estaba
te comunicaste con los waynos porque no sabías hablar. El tantos que saben más que yo, pero en lo que sí puedo saber
«Vamos, pues, por supuesto». «Hola, Jaime». «¿Qué tal, entregado a Dios, decía: «Yo soy ya sirviente de san Juan
wayno reemplaza, pues, a la palabra». Como dice mi way- es en esto del wayno. No dudo de que, de alguna manera,
hermano? ¿Cantaremos?». «Ya. Vamos a cantar contigo, Bosco». Las pensiones de sus ingresos las pasaba para los
no «Petronila»: «Llevado por mis antojos, besé los ojos de quedará lo aportado y ojalá que tenga eco y no quede solo
por qué vamos a estar tristes, no nos vamos a morir». Jai- salesianos. Era un hombre muy cariñoso, un gran padre
Petronila, la campesina». Cuántos como yo habrán besado en literatura.
mito cantó, cambió de cara, de una cara pálida se puso son- con sus cuatro hijas y yo. Como ya conté, él me regaló el
ojos de mujeres mucho más bellas que la Petronila. Hay que
rojado, se llenó de vida. Eso lo puede conseguir un músico, acordeón. Yo cantaba al pie de su cama un valsecito que le
tener cuidado, hay muchos que lo cantan por cantar, pero el
papay —«papá»—. Le dijimos: «Cuando te mueras, vamos gustaba mucho: «En la mañana a tu ventana llegué y me
día que entiendan lo que están cantando van a ser mejores
a cantar en tu misa y en el momento en que estés en un ca- enamoré de tu bella figura, pero, tirana, con cuánta ter-
artistas que antes, porque lo van a hacer con mucho brío,
jón vamos a cantar para ti, porque tú has vivido tu mundo nura, mi corazón al momento te entregué». Se lo toqué y
con mucha prosa. Prosapia, pues, ese es mi anhelo.
de arte, de wayno». Hace poco que Jaimito ha muerto, le canté en mi pampa piano. Fue a comprarme el acordeón.
EDWIN: Hay una gran diferencia entre cantante y can- hemos cantado así generosamente. Los curas no nos dejan Decía: «Tú qué vas a tocar; si tocas, te lo compro». Yo ya
tor. Cantante es cualquiera que no sabe interpretar, que entonar nuestros harawis en quechua dentro de las iglesias. tocaba el pampa piano ja, ja, ja, ja. Como dice el verso: «Ya
no sabe transmitir lo que está haciendo en un escenario. A mí qué michi me importa, que griten, que cacareen las no sonríen las colinas, los amigos de mi padre ya ni me
Cantor es aquel que sabe transmitir, que sabe interpretar viejas que no saben ni cantar nuestro «Apuyaya». Yo voy a veían». ¡Qué lindo chiquito! ¡Ah, Jorgito! Después, ¿quién
y que sabe llegar al pueblo. Respecto a la última pregunta, donde debo ir a cantar lo mío y a llevar nuestras emocio- serás?, un cambio total. Yo no estaba preparado para eso,
no me pongo a temblar porque creo que estoy cumpliendo nes. Hace poco he despedido con una fiesta en Villa María era el engreído.

114 115
Capítulo IV Aparecen en este capítulo 31 canciones compuestas
por Jorge Núñez del Prado y 6 de otros autores con quienes
sobre una piedra grande, a orillas del río caudaloso, donde
bebió y bebió la sedienta avecilla de raudo y elegante trinar,
se siente muy bien acompañado1. Los breves textos «Ho- tanta alegría sentía que llamaba la atención; con sorpresiva

Jorge menaje a Paucartambo» y «Gracias, Paucartambo», que


cito textualmente antes presentar la antología, han sido
intención, cual milagro divino, se expresó en lenguaje huma-
no gritando a toda voz: «¡¡¡Linda es la mamacha Carmen!!!...

Núñez del
tomados de un pequeño folleto: Recuerdos de Los Cam- Y ¡¡¡como Paucartambo no hay!!!». (21 de junio de 1998)
pesinos a nuestro Paucartambo querido, impreso en 1998,
Gracias, Paucartambo
que ofrece un buen número de canciones compuestas por

Prado don Jorge Núñez del Prado y otras del repertorio de Los
Campesinos. Otra fuente para esta selección es el libro Los
Campesinos, compilado y publicado por Gabriel y Gloria
En mi ser cruzan recuerdos de mi primera edad, de los
veloces y fugaces días, cuando aquellos campos, floridas
selvas, lejanos montes y misteriosos ríos me apasionaron;
Antología Escobar (Cusco, 1996), en el que registraron 156 cancio- y este humilde pecho latía a borbotones por un no sé qué
de emociones.
de canciones nes cantadas por el trío Los Campesinos en 12 de sus long
plays, presentadas en orden alfabético y comentadas en No hay un solo momento en que se borre Paucartam-
una breve introducción. Esta pareja de antropólogos cus- bo de mi mente y de mi corazón, como no hay un solo
queños publicó en 1991 el libro Waynos del Cusco, citado y momento en que se borre la figura de mis padres y de mis
comentado en el capítulo VI de este libro. maestros. Tal vez la llama misma que encendió ese cariño
subsista en mi alma; por eso te canto a altas voces un evan-
gelio de melodías.
❂ Mas, ¡ay!, sus frutos son inocentes y hoy me falta para
Homenaje a Paucartambo en su aniversario político con expresar lo que mi alma siente, al punto de volver a nacer
motivo de la inauguración del Parque Los Campesinos en la esperanza de que estos frutos se derramen por es-
Un choqllupuquchi (un pajarito que aparece cuando el tas efigies, para que la niñez de mi Paucartambo los reciba
choclo está ya madurando) bajó del cielo a la tierra y subió como un ejemplo… Cual dulces susurros del viento que
de la tierra al cielo. Cansado de tanto volar, se posó sobre suenen en la inmensidad del firmamento.
un maizal… Curiosamente saltaba con agilidad, cruzando Gracias, Paucartambo.
tierras aradas entre semillas de verdes trigales, ramitas de
Afectuosamente, tu hijo Jorge Núñez del Prado Ísmodes y
árboles frondosos, mieses y vientos amorosos... Descendió
Los Campesinos.
1. En este capítulo se recogen casi todas las canciones de Jorge Núñez del Paucartambo, 21 de junio de 1998
Prado. Las que no aparecen no deben de ser más dos o tres.

116 117
[1] [2] [3] [4]
RECUERDOS DE PAUCARTAMBO MI PAUCARTAMBO A TI, PAUCARTAMBO PAUCARTAMBO
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

¿Kaychu, kaychu santo templo? ¿Es este, es este tu santo templo? Me voy por otros caminos, A ti, Paucartambo, Paucartambo, Paucartambo,
¿Kaychu, kaychu santo templo? ¿Es este, es este tu santo templo? me voy por otros senderos, balcón del Oriente, quri sunqu, sumaq llaqta, corazón de oro, hermoso pueblo,
¿Maypitaq mamay, kanki? ¿Dónde estás, madrecita? dejando mi Paucartambo, tierra generosa, Carlos III chakapi, te saludo cada día
¿Maypitaq mamay, Carmen? ¿Dónde estás, Virgencita Carmen? con lágrimas en los ojos. yo quiero cantarte; sapa p’unchaw napaykuyki. en el Puente Carlos III.
Qulla kaspapas [Hemos venido a ti humildemente] quiero despertarte
Aunque me cueste la vida,
siendo solamente kollas del Altiplano, de tus dulces sueños; Mi pueblo tiene su agua,
aunque me llame la muerte,
llamero kaspapas solamente llameros. quiero que mis versos agüita del Q’incomayu,
pero jamás, tierra mía,
He visitado Paucartambo, adornen tus campos. todos los que toman de ella
nunca podré olvidarte.
hermosa tierra bendita; ya no se van de mi tierra.
Que las aves vuelen,
quiero dejarte en este canto Algún castigo sufriera,
los vientos se agiten, Una noche muy hermosa,
un pedacito de mi cariño. cualquier dolor soportara.
un cielo azulado, ella me dijo: «¡Qué linda luna!».
Pero en cambio pidiera
con nubes hermosas; Y me enamoré, con el alma,
Qunchu patata siqayurani Subí hasta el andén de Qunchu morir en mi Paucartambo.
que mamacha Carmen de una linda paucartambina.
hawaykimanta q’awaykunaypaq. para contemplarte desde la parte alta. Amigos, cuando me vaya, siempre te bendiga Paucartambo, Paucartambo,
Q’enco mayupi unuykitapas Tomé también tu agua del río Q’enqo paisanos, cuando me muera, junto a las estrellas,
uqyayurani q’ipaykunaypaq. para quedarme en tu regazo. que mis despojos descansen qurisunqu, sumaqllaqta, corazón de oro, hermoso pueblo,
bajo los puquiales.
en mi tierra Paucartambo. Carlos III chakapi, te saludo cada día
Cerro Tres Cruces del Oriente,
Han muerto mis padres, sapa p’unchaw napakuyki. en el Puente Carlos III.
tu sol brillante me ha bendecido;
Fuga ya no tengo a nadie,
rumi patapi qunqurikuspa, [cuando] besé tu suelo,
En la vida y en la muerte, solo tu regazo,
allpaykita much’ayurani. arrodillándome sobre las piedras.
tierra mía, no te olvidaré... (bis) mi tierra querida.
Fuga Que mis penas se ahoguen
¡Paucartambo!, ¡Paucartambo!, en ríos profundos;
ahí te dejo mi recuerdo, que mi triste llanto
kutimunaykama. hasta que regrese. contigo se quede.

Fuga
Paucartambo, sumaq llaqta, Paucartambo, tierra hermosa,
unaymanta napaykuyki, desde hace tiempo te saludo,
Paucartambo, sumaq llaqta, Paucartambo, tierra hermosa,
k’arumanta napaykuyki. desde lejos te saludo.

118 119
[5] [6] [7] [8]
CELAJES PAUCARTAMBINOS RÍO PAUCARTAMBO ¡SALUD, PAUCARTAMBO! TE QUIERO
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

¡Viva Paucartambo!, Río Paucartambo, Brindemos felices Hermoso Puente Paucartambo,


es la tierra mía. río peligroso, por mamacha Carmen, quiero dejarte mi suerte,
¡Vivan sus mujeres!, excelsa gloria, y que tus aguas sepulten
warma yanachayta te llevaste
toditas hermosas. reina de mi tierra. a este corazón amante.
aparapusqanki. a mi joven amada.
Bellas melodías,
Es mamacha Carmen, Kutichipuwallayña, Devuélvemela ya, por favor, Te quiero más que a mi madre,
musas y canciones,
cantemos, bailemos, wañukushyaniñan. [porque] ya me estoy muriendo. te quiero más que a mi padre,
dancemos, hermanos,
y si no lo hacemos, y si no fuera delito,
Alfar chimpallampi Dicen que estaba lavando ropa para su alegría.
la Virgen se amarga. más que a la Virgen del Carmen.
thaqsakusiaransi, al frente del alfalfar
Ay, ay, ay, ay... ¡Salud, Paucartambo!
Molino Pataman y que te la llevaste Fuga
La Virgen se amarga. (bis) Tierra idolatrada,
aysarapusqanki. a la parte alta del molino. Qosñipatatan rishiani, Estoy yendo a Qosñipata,
montañas de oro,
Garrido layqawan, Con el brujo Garrido, Kutichipuwallayña, Devuélveme ya, por favor, kutimusaqchus manachus; no sé si volveré o no;
alegres paisajes.
con Hermila Bueno, Sebastianachayta, a mi Sebastianita, ichas mana kutimuyman, tal vez ya no vuelva,
con Carlota Ponce wañukushyaniñan. [porque] ya me estoy muriendo. Desde Tres Cruces, wañupusaqchus manachus. no sé si moriré o no.
y Andreíta Huanca. (bis) el sol resplandece
Alfar chimpallampi Dicen que estaba lavando ropa
en las verdes sombras
Es mamacha Carmen, thaqsakusiaransi, al frente del alfalfar
de Qosñipata.
cantemos, bailemos, Molino Pataman y que te la llevaste
y si no lo hacemos, aysarapusqanki. a la parte alta del molino. Tu nombre escrito
la Virgen se amarga. Kutichipuwallayña, Devuélveme ya, por favor, en hojas de rosas,
Ay, ay, ay... Sebastianachayta, a mi Sebastianita, en cuatro palmeras,
La Virgen se amarga. (bis) wañupushyaniñan. [porque] ya me estoy muriendo. que dicen de amores.
¡Salud, Paucartambo!
Al seco y volteado...
Por tu progreso
y tus ilusiones.

Fuga
Si quieres bailar,
si quieres gozar,
con los contradanzas.

120 121
[9] [10] [11] [12]
MAMACHA CARMEN CARMENCITA POR LAS PURAS DE VEZ EN CUANDO
(MADRECITA VIRGEN DEL CARMEN) (Wayno) (Wayno) (Wayno)
(Wayno)
¿Quién me robó tu querer, Allin chakichaywan purikishiaptiy, Cuando caminaba A mí me dicen borracho
Mi mamacha Carmen, Carmencita? con mis piececitos sanos, porque tomo mis tragos (bis)
eres coronada ¿Acaso tu corazón te traicionó? kalli punkuykipi wistyukurani. me los torcí en la puerta de tu casa. de vez en cuando.
por el Santo Padre, Nadie comprenderá cuánto te amé,
porque te lo mereces. Por las puras. Enamorado dicen que soy
yo ya no puedo vivir sin tu querer,
Mamitaykipas qarquwaranmi, Hasta tu mamita me botó, porque me gustan las mamacitas (bis)
Avanza, mamita, ¡ay, Carmencita!
allquchaykipas kaniwaranmi hasta tu perrito me mordió. de vez en cuando.
por la carretera, ¿A quién darás tu corazón,
con tus bailarines Por las puras. Y si borracho yo fuera,
Carmencita? (bis)
y tus peregrinos. ¿En qué brazos traicioneros borracho, borracho estaría (bis)
Picantería, a tu familia. de vez en cuando.
Hablado: Mamacha del Carmen de Paucartambo, su san- ya te veré?
Al coliseo, a tu mamita.
tidad el papa Juan Pablo II te ha coronado como Reina Nunca podré soportar tanta crueldad, Si enamorado yo fuese,
Por las puras.
de Reinas, y Los Campesinos te cantamos con sentido yo ya no puedo vivir sin tu querer, nunca por nunca te olvidaría (bis)
homenaje. ¡ay, Carmencita! Así es mi vida, así es mi suerte. de vez en cuando.
Nunca podré soportar… ¡Cuánto he sufrido! ¡Cuánto he llorado!
Mamita del Carmen, Por las puras. Fuga
vuelve, vuelve pronto Fuga En la vida y en la muerte,
a mi Paucartambo, Así se canta, así se baila para (bis) Por tu cariño todo he perdido. ampárame trago fuerte (bis)
que el río amenaza. para robar corazones, para... (bis) Ahora me encuentro arruinado. de vez en cuando.
Por las puras.
Con las bendiciones Pero olvidarla no puedo,
que tú nos prodigas Fuga aunque mucho lo desearía (bis)
florecen los campos Cerveza, cerveza, de vez en cuando.
y mi pueblo crece. que me traigan más cerveza
para curar la cabeza.
Hermosa tierra Paucartambo,
desde siempre te saludo.
Hermosa tierra Paucartambo,
desde siempre te saludo.

122 123
[13] [15] [16] [17]
PAUCARTAMBINITA PETRONILA CARLOTA PONCE CATALINA
(Wayno) (Wayno) (Wayno)
(Wayno)

Me estoy muriendo, paucartambinita, Llevado por mis antojos, Catalina, Catalina,


¡Dijay!... Lisu Q’ara, Déjame, atrevido misti, señorito,
si no me das ese tu cariño. besé los ojos de Catalina, Catalina,
ama turiawaychu. no me provoques.
No me desprecies, no me traiciones, Petronila, la campesina, dame, dame un besito,
Mamîtaykimanmi Le contaré
paucartambinita de mis ensueños. sin saber que ella quería, Catalina.
willaykamusaq. a tu mamacita.
con toda el alma, Dame un besito,
Lisu Q’ara, Atrevido señorito,
Karpa pampapi Te he conocido; a este su cholo paucartambino. niña hermosa;
ama turiawaychu. no me provoques.
yo te he conocido en la pampa, en la carpa serás la diosa de mi destino,
Le entregué mi cariño, Así decías, Carlota Ponce, Catalina.
de una feria.
y besé su boca. si en Paucartambo te enamoraba,
Paucartambinita, Soy chofercito
Casi se aloca
dame tu cariño. ch’uñu lawachata haywamuwaranki, [cuando] me ofrecías una sopita de chuño, de carretera. (bis)
mi campesina;
Q’inqu mayupi, Yo te he besado, puqllay puqllaspa miquchiwarispa. y me dabas de comer, jugando y jugando. Si tú te casas conmigo,
y ahora soy su predilecto,
yo te he besado, ¡qué buena vida!
el más perfecto Yo soy Angelino, por quien lloras,
en el río de Q’inqu. En Chuquibamba vivirías
para mi chola, la Petronila. yo soy Angelino, por quien sufres2 .
Paucartambinita, ¡como una reina!,
vámonos conmigo. Fuga en Villa Rica vivirías
Cuando me vaya, ¡como una reina!
cuando me ausente,
esos tus ojos Aprovecha, Catalina.
[14] han de llorar. Aprovecha, Catalina.
ANDREA HUANCA Hakuchis itakamusunchis Vamos, fuguémonos,
(Wayno) Catalina.
Haku puñukamusunchis Vamos, durmamos juntos,
Se ha terminado la ilusión... la ilusión Catalina.
de quererte y adorarte,
y en la hierba tendida... olvidada,
está mi pobre alma... adolorida.

Andrea Huanquita,
hermosa mujercita,
fuiste mensajera de mis sueños,
y hoy eres tormento para mi alma.

Fuga
Quisiera verte, mi amor,
cuando te cases con otro;
la cara que has de poner,
2. Angelino fue esposo de la señora Carlota, músico y artista paucar-
¡achachaw! ¡añañaw! ¡qué miedo!, ¡qué rico!
tambino. Cuando murió, doña Carlota pidió que lo entierren cantando
este wayno.

124 125
[18] [19] [20] [21]
ADIÓS, NEGRITA TIERRA PROMETIDA LA ENFERMERITA COLECTIVERO
(Taquirari) (Wayno) (Wayno de Jorge Núñez del Prado y de Elías Menzala)
(Wayno)
Adiós, negrita, Bendito Dios mío, Colectivero que andas llevando
Enfermera, enfermera,
que en mi vida fuiste amor. (bis) hay un pedazo de tierra, los pasajeros por la ciudad,
encantadora y bella. (bis)
Mientras que en el mundo viva, tierra prometida. (bis) andas llorando por un cariño
Con tus ojitos de cielo,
mientras que Dios no disponga, Vamos, hermanos campesinos, con la frente altiva, que el colectivo ya no te da.
llenos de amor y cariño,
adiós, adiós, orgullosos de ser cholos
al enfermo le das vida Los microbuses con grandes luces
pronto he de volver. de mi Perú libre. (bis)
con ternura y esperanza. (bis) te han dejado en la orfandad,
Cuando esté lejos, Hermanos queridos, andas llorando por un cariño
Enemiga de la muerte,
entristecido por el dolor, hay un pedazo de tierra, que el colectivo ya no te da,
al dolor tú le haces frente.
recordaré tus besos, tierra prometida. (bis) ay, ya no te da.
Y a la muerte, a la muerte,
recordaré tus caricias, Cantemos, bailemos todos
le clavas con tus pupilas
tu nombre siempre con gran alegría,
y con tus manos ardientes
sabré bendecir. que fortalezca la alegría
la destrozas, la quebrantas.
de mi Perú libre. (bis)
Cuando esté Iejos, Hablado: Hermanos campesinos: ¡la tierra es nuestra! Por eso, dulce heroína,
entristecido por el dolor, Bendito Dios mío, por eso, blanca paloma,
recordaré tus besos, hay un pedazo de tierra, princesa de mis amores,
recordaré tus caricias,
[22]
tierra prometida. (bis) lo que yo te adoro es tanto
tu nombre siempre Vamos, hermanos campesinos, y te nombro cuando canto, VECINITA
sabré bendecir. con la frente altiva, y te nombro cuando lloro. (Wayno)
orgullosos de ser cholos
Enfermera, enfermera Vecinita de mi vida,
de mi Perú libre. (bis)
del Hospital Lorena, eres buena, eres santa, vecinita de mi vida,
dulce palomita blanca. angelito de los cielos,
encanto de mis amores.

Yo te pido que me quieras


como el sol a las estrellas.
Solo quiero tu cariño
por sobre todas las cosas.

Vecinita de mi vida,
vecinita de mi vida,
angelito de los cielos,
encanto de mis amores.

Yo te pido que me quieras


como el sol a las estrellas.
Solo quiero tu cariño
por sobre todas las cosas.

126 127
[23] [24] [26] [27]
TUS RECUERDOS NOCHE TRISTE FRIJOLCHALLAY (MI FREJOLITO) SOLEDACITA
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno de Jorge Núñez del Prado y Wilfredo Quintana)

Como me quedo Triste es la noche Yanqan percala, yanqan sedapas, Es inútil la percala, es inútil la seda, Ay, Solecita, Soledacita.
sin tus caricias, sin ti. frijolchallay, mi frejolito, Ay, Solecita, Soledacita.
sin tu mirada, Triste es la noche bayeta polleran mana pantayqa [en cambio] no hay error posible A ti te quiero,
sin esos besos, sin luna. (bis) con la pollera de bayeta, a ti te adoro,
triste, llorando, frijolchallay. mi frejolito. por eso tanto me sacrifico
Pobre corazón,
muy solitario, y me desvelo.
¿qué te ha sucedido?
así me quedo, Parece que estás perdiendo Yanqan katripas, yanqan kawitu, Es inútil un catre, inútil una litera, Sí te he querido, Soledacita,
prenda querida. (todo bis) el uso de la razón. frijolchallay. mi frejolito. sí te he amado, Soledacita,
P’aqla qarallan, mana pantayqa, No hay error posible con un cuero, pero no olvides que aquí me tienes,
Ay, negra mía, Palomita blanca, q’achupan pamllan, como es mejor un piso de césped, al más querido de tus amores,
no me abandones, dime la verdad: frijolchallay. mi frejolito. de tus encantos.
sabes lo mucho si me quieres,
que yo te quiero. no me olvides. Ay, Solecita, Soledacita,
Yanqan ducturpas, yanqan vulcalpas No valen tanto cualquier doctor,
Antes de amarte Ay, Solecita, Soledacita.
cualquier vocal,
me hubiera ido A ti te quiero,
frijolchallay. mi frejolito.
por otras rutas a ti te adoro,
Llaqtamasillan mana pantayqa, No hay error posible con las gentes
muy lejanas. (bis) por eso tanto me sacrifico
como nosotros,
Cómo recuerdo frijochallay. mi frejolito. y me desvelo.
esos momentos [25] Sí te he querido, Soledacita,
tan felices Yanqan España, yanqan Brasilpas, Para qué mirar a España o a Brasil, sí te he amado, Soledacita,
que pasamos TUQUITO Paucartambuyllan mana pantayqa, con mi Paucartambo es suficiente, pero no olvides que aquí me tienes,
bajo la luna, (Wayno) frijolchallay. mi frejolito. al más querido de tus amores,
junto al arroyo, de tus encantos.
junto a tu pecho, Yo soy un tuquito
que hoy está lejos. que vengo a cantar,
y cuando cae la noche
Ay, negra mía, me pongo a llorar. (bis)
no me abandones,
Mañana, pasado,
sabes lo mucho
dicen que te vas,
que yo te quiero.
pero nunca me has dicho
Antes de amarte
cuándo volverás.
me hubiera ido
por otras rutas Ay, adiós, adiós,
muy lejanas. (bis) para siempre adiós,
esos tus lindos ojos
Ahora estoy aquí,
mañana ya no. (bis) ya no me verán. (bis)
Pasado mañana,
por dónde estaré. (bis)

128 129
[28] [29] [30] [31]
LACHIN, LACHIN SEMILLITA ENCENDIDA ESTRELLITA CABALLITO DE PAN
(Villancico) (Villancico) (Villancico) (Villancico)

Lachin, lachin, lachin, chin, chin, chin, El niño Dios nos habla En el cielo, todo azul, En la mañanita,
hasta la puerta de Belén. con melodías del cielo, brilla una estrella fugaz la estrella gigante
Reyes, reyes, angelitos, dejando rayos de esperanza anunciando que Jesús enciende sus luces
hasta la puerta de Belén. (bis) en mi corazón dolido. ha nacido ya en Belén. por el firmamento.

De Belén, de Belén, Semillita encendida, Es Navidad. Y viene a la vida


de Belén, de Belén. nos llena de cariño. Vamos todos a Belén. (bis) el Dios pequeñito,
pradera de flores,
Tan bonito, tan chiquito, El niño Manuelito llora Estrellita quiero ser perfume de incienso.
nació el niño Manuelito. (bis) por los niñitos que sufren, para brillar yo también,
Por p’alika y chullito por las hijas sin padres, con los niños y cantores. Niño Manuelito,
y su chumpi de colores. (bis) y los abandonados. Todos, todos a Belén. niño de hermosura,
el otro niñito tiende su camita,
Lachin, lachin, lachin, chin, chin. Semillita encendida, Es Navidad… Es Navidad. no encuentra juguete
nos llenas de cariño.
San José, de indiecito, Niño santo, misericordia, debajo de la almohada.
y María, de indiecita, (bis) El niñito se arrebata alegrad mi corazón. Con voz suplicante,
y los Reyes, con varayuq, cuando abusan de los niños, Caridad y bondad divina, el niño reclama:
lo adoran de rodillas. (bis) niños encadenados, no me niegues tu protección. «Niño Manuelito,
que de hambre muerden a sus perros. dame caballito,
Lachin, lachin, lachin, chin, chin. Es Navidad, es Navidad… caballito de pan,
salten, salten, vicuñitas, Vamos todos a Belén. para comer y jugar
salten, salten, ovejitas, en la Navidad».
que ha nacido el niño,
el niño Manuelito.

130 131
CANCIONES DE OTROS COMPOSITORES3 [34] [35]
ALLÁ ARRIBA PATUCHA (PATITO)
(Wayno de Carlos Herrera) (Wayno de Laurita Gutiérrez)
[32] [33] Amor, amorcito,
Allá arriba, no sé dónde,
PROFESORITA4 CARIÑOSO AMANTE no se oye, ni ruge el viento. (bis) corazón de piedra,
(Wayno) (Wayno de Wilfredo Quintana) Las muchachas de este tiempo ojos hechiceros,
me han robado el sentimiento. (bis) chola pretenciosa. (bis)
Ese río de Andahuaylas Al escuchar estas notas, No seas sobradita,
casi, casi, me ha llevado. (bis) llorarás muy triste. Yo no sé cómo ni cuándo ni te creas tanto,
Y una linda profesorita Llorarás, negrita, a mi corazón entraste, (bis) la mujer sencilla
en sus brazos me ha salvado. (bis) por nuestros recuerdos. siendo un lugar escondido, vale más, más que el oro. (bis)
Llorarás, negrita, donde nadie ha podido. (bis)
Andarapa es el río Amor me juraste,
testigo de mis amores. por nuestros amores. (bis) La mujer que quiere a dos corazón me diste;
Al verme llorar, llorabas; Adiós, vida mía, los quiere como hermanitos. al llegar a casa,
al verme sufrir, sufrías. (bis) ya nunca me olvides; Uno sirve de consuelo mal pago me diste. (bis)
quién sabe, yo he sido y el otro de pajarito.
Ese río de Andahuaylas
casi, casi, me ha llevado. (bis) cariñoso amante. (bis) Malaya, la piedra lisa, Ampay quchallay, Patito, mi patito,
Y una linda profesorita donde yo me resbalé. (bis) patuchallay patu, de mi lagunita de Ampay,
Adiós, adiós, vida mía,
en sus brazos me ha salvado. (bis) Habiendo nacido libre, amaya silbaychu, no silbes pues,
ya nunca me olvides;
hoy me encuentro cautivado. (bis) misk’ita silbaspa, [porque] silbando tan dulcemente,
quién sabe, yo he sido
yuyarichiwanki me haces recordar
cariñoso amante. (bis) Fuga manavaliqllataña. a la que no vale.
Cada vez que voy a verla, (bis)
ella me dice con cariño.
Cómo quieres que no la quiera
si en ella tuve mi wawito,
qalanchito.

3. Por indicación de Jorge Núñez del Prado, esta antología, que debiera haber
sido únicamente de sus canciones, incluye otras que pertenecen a artistas y
compositores muy apreciados por él.

4. Esta es una de las canciones más difundidas del trío Los Campesinos, que
fue identificada con Wilfredo Quintana.

132 133
[36] [37]
AGUILITA VOLADORA PALMERITA
(Wayno de Alberto Rodríguez Figueroa) (Wayno de Antonio Flores Falconí)

Aguilitay voladora, Quisiera estar en la sombra,


con alitas de oro vidita,
llévame junto a tu pecho, DISCOS (LONG PLAYS) GRABADOS POR
de aquella linda palmerita,
cerca, cerca de mi amada. (bis) EL TRÍO LOS CAMPESINOS
palomita. (bis)
En una noche tenebrosa,
he perdido su cariño. Maypiña, kaypiña kaspapas Estando aquí o donde sea,
1. Aires campesinos
A esta prenda tan querida, huqpa brazunpiña kaspapas, estando aún en otros brazos,
2. Añoranza andina
en la vida no Ia olvido. (bis) amamari ripunkunkichu, no te irás pues, por favor,
3. Arriba
vidita,
Quiero arrancarle una pluma k’uyanakuq masiykita, de mí, con quien nos damos amor, 4. Corazón mío
para escribirle a mi madre palmerita. (bis) 5. Esquinita linda
la amarga vida que yo paso, 6. Los Campesinos
la triste vida que yo llevo. (bis) Con la sangre de mis venas,
7. Mi wayno
vidita,
8. Ojos hechiceros
tu huerta he de regar,
9. Ríe, corazón
palomita.
10. Sombrerito roto
Maypiña, kaypiña kaspapas, Estando aquí o donde sea, 11. Los Campesinos: sus grandes éxitos vol. I
huqpa brazunpiña kaspapas, estando en otros brazos, 12. Los Campesinos: sus grandes éxitos vol. II
amama ripukunkichu, no te irás pues, por favor,
Fuente: Gabriel y Gloria Escobar, Los Campesinos. Cusco, 1996, p. 1
vidita,
k’uyanakuq masiykita. de mí, con quien nos damos amor. Listado de discos grabados por Jorge Núñez del Prado con otros cantantes y
músicos
Con Luis Abanto Morales: Cielo Serrano (long play)
Con la Lira Huaylina: Remembranzas
Con Fiesta Andina: Súper farra andina
Con Rafael Amaranto: El sentir de Rafael Amaranto

134 135
136 137
[1] [2]
SU MAJESTAD, EL WAYNO YO SOY EL WAYNO
Guitarra, guitarra mía, Yo soy el wayno, orgullo eterno de mi Perú,
dueña de mis sentimientos, canción hermosa, fuerte y serena
vibras en mis melodías herencia inca.
cuando acompañas mi canto. Cómo te quiero, cómo te siento cuando te canto,
wayno sureño, cantar viviente de mi Perú.
Cómo suenan tus acordes
al compás del tintineo, Wayno serrano, testigo hermano
cuando escucho el bordoneo de mis errancias,
sin olvidar lo vivido. interpretado en serenatas
con arpa y quenas,
Cantaré con alegría
cuánta belleza encierra tu alma.
el renacer a la vida,
Wayno querido, viviré siempre para cantarte,
Capítulo V cual remembranza puquiana,
como mi fiel testimonio.
wayno peruano.

Fuga

Edwin Yo soy el wayno, señores,


que baja desde los Andes,
pureza y sentimiento
Hallarás quién te pretenda,
hallarás quién te prefiera,

Montoya para cantar a mi pueblo,


para cantar a Ayacucho,
pero que te quiera como Lucho, nunca.
Pero que te quiera como Enrique, nunca.
Pero que te quiera como Paco, nunca.
Antología de canciones para cantar a mi Puquio,
para cantarle al Perú.
Pero que te quiera como Edwin, nunca.

Cantaré con energía


para enfrentar al tirano,
para hacerle saber
que lo nuestro está primero.

Yo soy el wayno, señores,


que vuela como el cóndor,
pureza y sentimiento
como lo propuso Arguedas.

(Lima, mayo de 2004)

138 139
[3] [4] [5] [6]
REMEMBRANZA PUQUIANA CENTENARIO ADIÓS, PUQUIO PUEBLO DE PUQUIO
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Puquio querido, de mis eternos recuerdos, Desde la cima del Qarwarasu, Adiós, Puquio, adiós, pueblo querido, Pueblo de Puquio, tierra hermosa,
tierra adorada de mis primeros momentos, te saluda el gran Arguedas, ahí te dejo una rosa para mi recuerdo. qué bonita plaza tienes,
cómo recuerdo tu cielo azulado, dice que lo hace emocionado, Ahí te dejo una rosa para mi recuerdo. donde juegan bravos toros.
propio del mes de mayo, porque creció en tu suelo.
La rosa es una flor que pronto marchita. Abilchañataq urquykamuchkan Ya Abelito LLamoqa está sacando
banderilleando en tus tardes taurinas Y nos encarga fervientemente
Pero mi cariño, eterna memoria turuchallanta pukllaykunanpaq. a sus toros que jugarán en la plaza.
el buen Antonio Navarro, cantar en tu centenario.
Pero mi cariño, eterna memoria. Orgullosum ñuqa takiyki Con orgullo yo te canto
Puquio de mis recuerdos.
Los pajarillos de todo el monte Qarhuarasuta qawarillaspay. viendo al nevado Qarwarasu.
¡Adiós, mis amigos, adiós, Puquio querido,
Cuando me vaya, cuando me ausente, se han reunido y te saludan. Fuga
el deber que tengo me aleja de ustedes!
Puquio querido, de mis eternos recuerdos, Ellos te ofrecen en cada trino
El deber que tengo me aleja de Puquio. Kutimusaqmi firia guzakuq, Volveré a gozar de tu feria,
ten presente, tierra mía, que siempre los mejores parabienes.
puquianita, joven mujer de Puquio,
de donde esté volveré. A través de ellos, Puquio querido, Ya me voy, ya me estoy yendo
vuiltamusaqmi turu pukllayman, al juego [corrida] de toros,
Solo la muerte será la que impida te cantamos con cariño. de mi pueblo querido.
ccollanina. joven mujer del ayllu [barrio de
volver a tu regazo, Puquio de mis recuerdos. Llevando en mi mente
Desde la cumbre del Kuntur Sinqa [«cerro nariz de cóndor»], Ccollana].
Cuando yo muera, que me entierren en tu suelo; muy gratos recuerdos.
te saluda un gran puquiano,
de las alturas, caiga un límpido aguacero.
dice que lo hace alborozado, Fuga (Lima, abril de 1966)
Una guitarra y un wayno puquiano
porque nació en tu suelo. Yo volveré, te lo juro que volveré
acompañen mi cortejo.
Él es don Sera, lo estoy oyendo, para admirar tu hermosura,
Es el último deseo que tengo, Puquio de mis recuerdos,
y hoy canta con Los Heraldos. Puquio mío.
de mis eternos recuerdos.

Fuga (Lima, mayo de 1969) (Lima, agosto de 1970)


Yo volveré, te lo juro que volveré.
Para admirar tu hermosura, Puquio mío.

(Lima, marzo de 1970)

140 141
[7] [8] [9] [10]
LUCERO PUQUIANO ROSA CLAVEL TORO PUKLLAY RETORNO
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Lucero que alumbras Puquio, Vuelvo por ti, prenda querida, Turuchallay, qasallay turu Mi torito, torito nevado, Cuando salí de Lucanas,
aguarda, te ruego, el recuerdo es quien me obliga. pawaykamuyña salta ya dejé mis padres, también mi hogar.
espera que me despida Ni la distancia ni el tiempo eterno plazachallayman. a mi placita. La tristeza me embargaba
de la dueña de mis ojos. jamás harán que te olvide. y no cesaba de llorar.
Chaypin Navarru Ahí, [Antonio] Navarro
Hoy me alejan de tu lado, En mis horas de nostalgia suyachkasunki. te está esperando. Adiós, Lucanas, madre querida.
y saberlo me entristece. pronuncio tu hermoso nombre: Qamchallaywansi Solo contigo Si es que estoy vivo, regresaré.
Si imposible es lo que amo, rosa, clavel, siempre viva, pukllaykunqa. va a jugar. Ruega por mí, mientras yo viva,
por ese imposible muero. regados con mi cariño. que tu recuerdo me hará volver.
Bandirilliruy, allinchallata, Con cuidado, banderillero mío,
Me desgarran de tu lado, Vuelvo a vibrar cuando te veo. turuchallayta tuksiykapuway, banderilla a mi torito, Lucho, Rodrigo, Willy, Alfredo,
y mi alma está sangrando. Cómo te extraño, alma mía. yanqam turuyqa piñarikuspa porque si mi torito se molesta a nuestra tierra hay que volver.
Imposible es que lo logren, Quiero tu amor, quiero tus besos, qamchallataqa, wayrachisunki. te convertirá en viento. Por más lejos que se encuentren,
te amaré toda la vida. porque sin ellos me muero. nuestro terruño no hay que olvidar.
Turiruchallay, allinchallata, Con cuidado, torero mío,
Fuga Fuga turuchallayta wañuykachillay. mata a mi torito. Fuga
Tutas ripusaq Me iré de noche, Marcela, Marcelita, Chayta nispaqa ispadaykita Y diciendo esto tu estoque Volverán, volverán
manas punchawchu. no de día. tú eres el remedio qawachallampi, churaykapuway. pónselo encimita nomás. a ver su tierra, volverán,
Punchaw rispaqa Si me fuera de día, de mis males. volverán, volverán
Waqra pukuqllay, lluqsiykamuyña, Sal ya a la plaza, cornetero mío,
waqachiykiman te haría llorar, ñam turuchayqa wañurukunña. mi torito ya ha muerto. a ver su madre, volverán.
llakichiykiman te haría sufrir. (Lima, abril de 1975) Turu wañuyta sukaykapuway Tócame la melodía de la muerte del toro
(Lima, julio 1972)
allinchallata ripukunampaq. para que se vaya tranquilo.

142 143
[11] [12] [14] [16]
LUCANAS ANCESTRAL FARRA PUQUIANA VENERACIÓN ME RECORDARÁS
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Lucanas de sol radiante, Guitarra mía, dueña de mi alma, ¡Oh!, Madrecita, mamacita linda, No te importó mi sufrir,
el Qarwarasu te alumbra desde mi infancia, mi fiel compañera, buena y pura, orgullo de tu hijo, por eso me voy de ti.
desde sus nieves eternas, cuando te pulso vienen a mi mente en estos versos va todita mi alma. En tu triste soledad
reflejando en [la laguna de] Yawriwiri bellas melodías de mi santa tierra. Qué más podría ofrecerte, madre. tu alma me llamará,
el alma de los rucanas, y yo no regresaré,
Ya es medianoche, comienza la farra. Hijos ausentes, no sean ingratos,
a través de tus vicuñas aunque muera por tu amor.
Voces varoniles con guitarras y arpa. madre hay una, sin comparación.
y sus verdes pajonales.
Hermosas puquianas, un trago por ellas. Ama a tu madre, si aún la tienes viva, Yo me voy a padecer,
Evocamos Andamarca, Y el wayno puquiano siempre reinará. y venérala, si es que la has perdido. tú te quedas a gozar.
histórica por sus ruinas Adiós te digo, ilusión,
Ya es de madrugada, se acaba la farra. Sarita linda, esta mi canción
y sus famosos danzantes. adiós para siempre, adiós.
Vamos ya, guitarra, mi fiel compañera. lleva el afecto, solo es para ti.
El Yawar Fiesta de Arguedas, Olvidarme no podrás,
En la despedida, un trago por Puquio. Qué más podría ofrecerte a ti,
el legendario Yarqa Aspiy, siempre me recordarás.
Y el wayno puquiano nunca morirá. si en cada verso va mi vida entera.
tus waynos y yaravíes,
No hay que reír sin pensar,
Lucanas de mis recuerdos. (Lima, mayo de 1970) (Lima, julio de 1972) que igual nos harán llorar.
Cuando salimos de Puquio, No hay que decir que jamás
divisamos tus distritos, de esta agua no beberé.
lugares de nuestra infancia, No te rías de mi amor,
San Pedro, San Juan, Chaviña, que pronto vas a llorar.
Aucará, Huachuas, Otoca, [13] [15]
Laramate, Chipao, Ocaña, EL TROVADOR QUÉ PENA, NEGRA (Lima, mayo de 1974)
Huaycahuacho, Sancos, Cabana. (Wayno) (Wayno)
Bordeando el Kuntur Sinqa,
No quiero duelo cuando yo muera, Ya no quiero más tus besos, negra.
atravesamos Galeras,
tampoco llanto cuando me vaya. Ya no quiero que me quieras, zamba.
y el llanto invade mi alma.
Solo quiero un epitafio en el que se diga: Mucho tiempo te has burlado de mi cariño,
Le pido a la madre Tierra,
«Aquí yacen los despojos de un trovador». no has sabido comprender cuánto te amaba.
a las saywas del camino
Necesitaba tus besos, qué ricos besos,
para volver nuevamente Adiós, amigos, tierra querida.
necesitaba tu amor, y me has dejado.
hasta morir en tu seno. Adiós al arte, que fue mi vida.
Cantaré del más allá, y mis canciones Un día lo pagarás, negra,
(Lima, julio de 1972) siempre serán para ti, Puquio querido. todo el daño que me has hecho, zamba.
No encontrarás otro amor que te consuele,
Cuando me entierren, quiero canciones,
vas a aprender a llorar amargamente.
solo canciones, no bendiciones.
Vas a rodar por el mundo de mano en mano
Que guitarras y acordeones lloren por mí,
como la falsa moneda.
recordando que, en un tiempo, canté con ellos.
Qué pena, negra.
(Lima, octubre de 1970)
(Lima, agosto de 1976)

144 145
[17] [18] [20] [21]
TE RECORDARÉ INJUSTICIA RENACER POR ANITA (URIARTE)
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Un día recordarás Seré tu fin, seré tu tumba, Pues ha llegado el momento Quiero brindar por Anita,
que te amé con gran pasión. seré tu luz, hasta tu muerte. en que te vuelvo a encontrar. quiero brindar por su don,
Fue tan grande la ilusión Seré clavel, escorzonera, Mi alma entristecida porque ella amaba la vida,
que en mi pecho quedará y viviré para quererte. reclamaba tu presencia. porque la vida la amó.
como una gran cicatriz Tu risa, tu llanto, tu amor, tu dolor
Creo que Dios nunca ha existido. Quiero evocar su recuerdo
tatuada por el dolor. están presentes en mi alma.
Y si es así, por qué es injusto, por todo lo que ella dio,
Qué hermosa es la vida,
Por siempre recordaré tu imagen y tu fe, huérfano soy desde muy niño; por su bondad infinita,
vuelvo a renacer,
la alegría de vivir, la tristeza en tu mirar. madre mía, dónde te encuentras. por su real comprensión.
porque te tengo de nuevo.
Vivirás en mi canción
Con mi dolor, vivo muy triste, Yo le pregunto al destino,
como la ausente que amé. Cómo recuerdo aquel día
al no encontrar quién me consuele. que con ella se ensañó,
cuando partiste, amor mío.
El destino nos unió, la vida nos separó. Qué puedo hacer si así es mi suerte. qué le debía a la vida
Mis ojos, ya sin sosiego,
Mi guitarra, como yo, Tan solo estoy, no tengo a nadie. que con creces le cobró.
reclamaban tu presencia.
te llorará en su trinar. Mi fe, mi esperanza, mi amor, mi ilusión A través de una paloma,
Y tú, al escuchar mi voz, (Lima, agosto de 1971)
están vigentes contigo. un día retornará.
mi nombre pronunciarás. Qué hermosa es la vida, Dirá que es de un largo viaje
Fuga vuelvo a renacer, cómo esperaba este instante, y no se irá otra vez.
Con los recuerdos de ayer, porque te tengo de nuevo. El amor qué grande es
mi vida transcurrirá. y nunca se acabará.
Recordando tus promesas, (Lima, agosto de 1972)
mi vida se acabará. (Lima, abril de 2000)
[19]
(Lima, mayo de 1985) VIEJO ROBLE
(Wayno)

Viejo roble, me llaman viejo roble,


porque aún sigo cantando;
aunque el tiempo no me perdone,
sigo mi marcha sin detenerme,
sigo mi rumbo inexorable.

Viejo roble, eternamente roble,


porque la muerte aún me respeta.
Partiré un día en primavera,
sin la agonía de haber perdido,
con la emoción de haber vencido.

(Lima, junio de 1984)

146 147
[22] [23] [25] [26]
CANTO A WILFREDO (ILIZARBE) EL PODER DEL AMOR DULCE AUSENCIA DULCE AUSENCIA (CONTESTACIÓN)
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Trina, canario puquiano, Mi corazón, cerca de ti, Hola, mi amor, qué tal. Hola, mi amor, qué tal.
emite tu dulce trinar, está cantando de alegría, Qué hermoso es volver a verte. Bienvenido nuevamente.
porque ha partido Wilfredo, y es porque tú, con tu querer, Hola, mi dulce amor. Hola, mi dulce amor,
sin regreso, al más allá, lo has colmado de cariño. Qué lindo es volver a verte. yo esperaba tu regreso.
con su pasaje de ida,
Ay… corazón, He contado los minutos El tiempo ha transcurrido.
para no volver jamás,
yo le doy gracias a la vida, que ausente estuve de ti. Cuando te fuiste de mí
Toquen, arpas y violines, ay… corazón, He contado los segundos, los minutos y segundos
cante el siwarqinticha [picaflorcito]. por ser el dueño de tu amor. pero al fin ya estoy aquí. fueron una eternidad.
Ya se va tu hijo querido
Siempre busqué una ilusión Hola, mi amor, qué tal. Yo le agradezco a Dios
a reunirse con mamá.
que cristalice mis anhelos. Me muero por estrecharte. por tenerte nuevamente.
Sus serenatas de amor
Nunca pensé que esa pasión Hola, mi dulce amor. Necesitaba tu amor.
nunca más se oirán.
serías tú, amada mía. Qué deseos de tenerte. Me hacían falta tus besos.
Cantemos todos unidos
Ay… corazón, Necesitaba tus besos. Está escrito tu nombre
esta canción con amor,
yo le doy gracias a la vida, Me hacía falta tu amor. en el libro del amor.
porque se aleja Wilfredo
ay… corazón, Necesitaba tu aliento Tu imagen está presente
de los seres que tanto amó,
por ser la dueña de mi amor. para volver a vivir. y siempre perdurará.
luego de haber cumplido
como todo un gran señor. Fuga Fuga
(Lima, enero de 1993)
Por tu amor no sé qué hacer. Con tu amor yo viviré.
(Lima, marzo de 2012) Sin tu amor he de morir. Sin tu amor me moriré.
[24]
ALMA DEL PUEBLO (Madrid, diciembre de 1998) (Lima, abril de 2002)
(Taquirari)

Yo soy el alma del pueblo,


porque le canto a la vida.
Yo soy la vida del canto,
y el canto mi propia vida.

Soy amigo del obrero,


porque conozco su pena.
Soy la vida el minero,
porque comprendo su lema.

Soy el cantar del humilde,


cuya tristeza comparto.
Yo soy la vida del canto,
y el canto mi propia vida.

(Lima, junio de 1978)

148 149
[27] [28] [29] [30]
CHUQIKILKA (DONDE CHOCAN LOS VIENTOS) TAMBO QUERIDO HUANTA QUERIDA YO SOY EL TRISTE
(Wayno) (Wayno) (Wayno) (Wayno)

Chuqikilkata uraykullani He bajado por Chuqikilka Tambo querido, Huanta querida, Yo soy el triste,
San Jacintuta muyuykullani dando vueltas y vueltas por San Jacinto. tierra prodigiosa, tierra adorada, que en una noche de invierno
Ay, ay, ay, kuyay mamayta yuyarispa. Ay, ay, ay, recordando a mi madre. puerto terrestre no me apartaré de ti. entregó su corazón.
Ay, ay, ay, kuyay taytaita yuyarispa. Ay, ay, ay, recordando a mi padre. de mi Ayacucho. Vivirás en mi memoria, Yo soy el triste,
presente en mi pensamiento.
¿Occosuyuyman kutimuymanchu? ¿Volvería a mi Occosuyo? Aunque esté lejos, porque le canto a la vida
¿Kuyay llaqtayta kutimuymanchu? ¿Volvería a mi querido pueblo? yo siempre recuerdo Ni el tiempo ni la distancia y mi canción se hace llanto.
Ay, ay, ay, waqasqallayta yuyarispa. Ay, ay, ay, recordando cuánto he llorado. el nacimiento jamás harán que te olvide, Yo soy el triste,
Ay, ay, ay, llakisqallayta yuyarispa. Ay, ay, ay, recordando cuánto he sufrido. de mi santa madre. jamás harán que te olvide. que en esta noche serena
Kutimuspaqa, kutimusaqcha. Si he de volver, volvería. Tierra adorada Bella esmeralda, llora por dentro su pena.
Tikramuspaqa, tikramuymanmi. Si he de regresar, regresaría. de mis esperanzas, estrella andina, Yo soy el triste,
Ay, ay, ay, wamanchallaypa raprachampi. Ay, ay, ay, en las alas de mi halcón. jardín florido lucero de la mañana, porque río cual payaso
Ay, ay, ay, killinchallaypa rikrachampi. Ay, ay, ay, en las alas de mi cernícalo. de bellas tambinas. espejo del Rasuwillka, sin esconder mi careta.
consuelo del caminante,
Cómo deseo
los recuerdos de mi infancia Yo soy el triste,
(Lima, junio de 1985) volver a tu seno
siempre me harán volver a ti. que solo va en el camino,
y embelesarme
sin esperanza ninguna.
con tu bella imagen. Fuga
Volveré, volveré Yo soy el triste,
Fuga
a ver tus calles primorosas. que acaso quiso alegría
Volveré dirás,
Yo ya me voy, adiós, adiós. y solo tuvo tristeza.
volveré dirás,
Ya es todo tuyo mi corazón.
o no volveré. Fuga
Lo único que sé, Riendo voy por la vida,
lo único que sé (Huanta, julio de 1976) sin esperanza ninguna.
es que volveré. Río llorando mi pena
hasta cumplir mi condena.
(Huamanga, diciembre de 1979)
(Puquio, mayo de 1974)

150 151
[31] [32] [34]
JESÚS OROPEZA TESTIMONIO ARGUEDASNINCHIK (NUESTRO ARGUEDAS)
(Wayno) (Wayno) (Caramusa, melodía de los ayllus de Puquio)

Kuyakullasqay Jesús Oropeza, Querido Jesús Oropeza, Espera, corazón, no dejes de latir, Danzantillay, tayta Awki, Mi danzante, padre Awki,
wayllukullasqay wawqiy Jisuslla, amado hermano Jesús, que aún falta mucho por cumplir. ¿maymi Arguedas, wawqichanchik? ¿dónde está Arguedas, Arguedas, nuestro hermanito?
¿imanasqataq Guardia Civilqa, ¿por qué la Guardia Civil Mi voz, mi puño y mi guitarra Kukachata chuqaykuspa, Consultando a tu coquita,
sipirqusinki, wañuchisunki? te asesinó, te hizo morir? están midiendo el momento. yachaspayki niykullaway. si lo sabes, dímelo.
Aún no llores, Ayacucho, Kintuschata kintuykuspa, Cuéntame lo que tu hojita kintu de coca te dice,
Mamallay Killa, taytallay Inti, Madre Luna, padre Sol, yo sigo contando tus muertos. yachaspayki, willaykuway. si lo sabes, dímelo.
¿imanasqataq wawqiy Jisusta, ¿por qué te has llevado ¿Cuántos son? No lo sé.
aparikunki, pusarikunki? a mi hermano Jesús? Pidro urquta tapuykukuy, Pregúntale al Apu Pedro,
Solo sé que son mis hermanos.
paysi yachan may kasqanta. él sabe dónde se encuentra.
Ñam ripunkiña, ñam pasankiña. Ya te has ido, te has marchado. No existe el siempre,
Utiq llaqtaqa, ñuqanchik hina Como nosotros, el pueblo de Uteq Chanchaylipis takikuchkan. Está cantando en Chanchayli.
quizás exista el mañana.
yawarllataña waqallachkanqa. estará llorando sangre. Aqulapis waqakuchkan. Está llorando en Aqola.
Con la injusticia,
Fuga no habrá futuro que valga. Wayrahina, lastahina, Como el viento, como la nieve,
Imaraq ripuyqa, Qué será irse, Espera corazón, no dejes de latir, Misituntin kutimunqa, volverá con el Misutu [toro mágico],
qaykaraq wañuyqa. cómo será la muerte. que la justicia total layqam niwan, paysi yachan. me lo dice el brujo.
Chaynachallacha ripukusun. Así nomás nos iremos. ya está tocando tu puerta. Layqan qawan, paymi niwan. Él sabe, él ve.
Chaynachallacha wañusun. Así nomás moriremos. (Lima, octubre de 1987) ¿Tirciupilo pachachallay ¿Quién se pondrá
piraq mayra churakunqa mi ropita de terciopelo
[33] ñuqalla pukyucha ripukuptiy, cuando yo, puquiano, me vaya,
HIMNO AL SEÑOR DE LA ASCENSIÓN ñuqalla qullana wañukuptiy? cuando yo, ccollana, me muera?

Señor resucitado,
Señor de la Ascensión,
bendice desde el cielo
a mi pueblo, gran Señor.

Aquí, ante tus plantas,


aquí, ante tu altar,
orándote, Tayta Achico,
elevando mi corazón.

Señor de los humildes,


Cristo del gran poder,
protege a los puquianos,
dadles tu bendición.

Gracias por esta tierra.


Gracias por nuestro pan.
Gracias por nuestra vida.
Bendito seas, Señor.

152 153
LISTADO DE DISCOS GRABADOS
DE EDWIN MONTOYA 1989. Alianza inmortal (casete de música criolla). Sello Dolby.

1997. Casete grabado en Madrid para discos Fono Sur (Montilla, Córdova).

2000. Mi último te quiero (CD). Sello Dolby.


1967. Los Heraldos. Queja andina (long play). Sello IEMPSA.
2001. Capote de grana y oro (CD). Sello Étnico Producciones.
1968. Los Heraldos. Sello IEMPSA.
2001. A mi plaza de Acho (CD). Sello Instituto Comunicación y Desarrollo.
1969. Los Heraldos. Pobre Forasterito. Sello IEMPSA.
2002. Evocación con arpa de Luciano Quispe (CD). Sello Andina.
1970. Los Heraldos. Bienvenidos Los Heraldos. Sello IEMPSA.
2002. Antología del huayno con arpa y violín (CD/casete). Sello El Puquianito.
1970. Los Heraldos. Mis éxitos de siempre. Sello IEMPSA.
2004. Yo soy el wayno. La mala hierba (dos DVD). Sello El Yauyinito.
1971. Los Tres del Perú. Música y comarcas del Perú (long play).
2004. Renace una ilusión con Los Heraldos (CD). Sello El Yauyinito.
1972. Los Tres del Perú en Cuba.
2006. Edwin Montoya con arpa y violín (DVD). Sello El Puquianito.

2006. Su majestad, el wayno (CD). Sello Audio Video Digital estudios E. I. R. L.


COMO SOLISTA
(Ayacucho).
1973. La mala yerba (long play). Sello Volcán.
2007. Ensueños (CD de pasillos grabado con Juan Carlos Montoya). Sello Étnico.
1974. Solterita (música de Puno) (long play). Sello Volcán.

1975. En la cumbre (long play). Sello Volcán.


PRODUCCIONES
1976. Valses eternos vol. 1 y vol. 2 (dos long plays de música criolla). Sello Volcán.
2012. Mi último te quiero (DVD). Sello Dolby.
1977. Álbum Soy morochuco (24 canciones). Sello Volcán.
2012. Puquio para el mundo (CD grabado con Julia Illanes). Sello Discos
1978. Me recordarás (long play). Sello Volcán.
Horizonte.
1979. El puquiano de oro (long play). Sello Volcán.
2012. Su majestad, el wayno (DVD grabado con la Orquesta Sinfónica del
1980. Sagrado amor (long play). Sello INFOPESA.
Cusco, con el patrocinio de la Región Cultural del Cusco).
1981. El puquiano de oro (long play). Sello INFOPESA.

1982. Te recordaré siempre (long play). Sello El Virrey.

1983. Alma del pueblo (long play). Sello El Virrey.

1984. Amigo (long play). Sello El Virrey.

1985. Música criolla dedicada a Alianza Lima (casete). Sello Dolby.

1986. Mis éxitos eternos vol. 1 y vol. 2 (dos casetes de música criolla). Sello Dolby.

1987. Música internacional y criolla (casete). Sello Dolby.

1988. Éxitos eternos vol. 1 y vol. 2 (dos casetes de música andina). Sello Dolby.

154 155
LISTADO DE CANCIONES DE EDWIN MONTOYA 5. Coqueta
61. Rosa clavel
62. Sagrado amor (taquirari) 6. Desesperanza
I. WAYNOS
63. Santiago de Chuco 7. El tondero (tondero)
1. Pueblo de Puquio (primera composición) 31. Homenaje al Picaflor de los Andes 64. Siempre te amaré 8. Guitarra vieja
2. A ti, Sonia (Villanueva) 32. Huamanga 65. Sigo viviendo 9. Íntima soledad
3. Abnegación 33. Huanta Querida 66. Sin regreso 10. Mi tondero (tondero)
4. Adiós, Pajarillo 34. Injusticia 67. Sisi 11. Patria o muerte
5. Adiós, Puquio 35. Jamás te olvidarán 68. Soy la vida 12. Puquio
6. Alma del pueblo (taquirari) 36. Jardinero 69. Su majestad, el wayno 13. Sigue tu rumbo
7. Amor, amor, amor (taquirari) 37. Jesús Oropeza 70. Tambo querido 14. Tenía que perder
8. Arguedasninchik 38. Juanito Montoya 71. Te lloraré
9. Ausencia 39. Juanito querido 72. Te recordaré IV. PASILLOS
10. Aventurera 40. Kuyay mamallay 73. Testimonio 1. El inmigrante
11. Ay… mamallay 41. Lo que no fue 74. Toro negro 2. Ensueños
12. Brindis 42. Los Heraldos 75. Turu Pukllay (Juego de los toros) 3. Mama Sara
13. Caminito 43. Lucanas ancestral 76. Tu despedida 4. Punto final
14. Canta, Pajarillo 44. Lucero puquiano 77. Valdemoro
15. Centenario 45. Mal pagadora 78. Veneración V. PASODOBLES
16. Chuqikilka 46. Mama Feli 79. Viejo roble (taquirari) 1. Albero taurino
17. Contestación a «Dulce ausencia» 47. Me recordarás 80. Violinchay (Mi violincito) 2. Antonio José Galán
18. Coracora 48. Mi Santa Cruz 81. Virgen de las Nieves 3. Antonio Navarro
19. Cuánto dolor (muliza) 49. Morir de amor 82. Ya te olvidé 4. Centro Taurino de Lima
20. Cumpadrischay 50. Negra querida 83. Yo soy el wayno 5. Cesar Jiménez
21. Desconsuelo 51. No sé qué hacer 6. Freddy Villafuerte
22. Dulce ausencia 52. Paloma o gavilán II. YARAVÍES 7. José Tomás
23. El poder del amor 53. Por Anita 1. Yo soy el yaraví 8. La niña de mis ojos (fandango)
24. El regreso 54. Premonición 9. Manuel Rodríguez, Manolete
25. El trovador 55. Pullo querido III. VALSES Y TONDEROS 10. Pasodoble dedicado a Ángel Parra
26. Eterno amor 56. Puquial puquiano 1. Bonita (rumba) 11. Presencia taurina
27. Evocación 57. Puquio querido 2. César Vallejo
28. Farra puquiana 58. Qué pena, negra 3. Cielo de luto VI. CANCIÓN RELIGIOSA
29. Gratitud por el centenario de Puquio 59. Remembranza puquiana 4. Collacocha 1. Himno al Señor de la Ascensión
30. Historia del gorrión 60. Renacer

156 157
por Rodrigo Montoya Rojas

Capítulo VI Ofrezco en este capítulo una aproximación a la me- UNO. MELODÍA DEL WAYNO Y SUS MÚLTI-
lodía del wayno, sus múltiples variedades en las ocho re- PLES VARIACIONES

Wayno giones musicales del país, los instrumentos musicales


que se usan para acompañarla, los grandes temas que sus En cualquiera de sus variedades, el wayno es identifi-

peruano: versos expresan y las conexiones con otras variedades de cado por su particular melodía de base pentafónica y rit-
música. Luego, presento una periodización de los grandes mo binario, lento o relativamente rápido, para oír, cantar y
momentos históricos desde 1300 hasta ahora, así como un bailar. Porque deriva desde tiempos incas, su melodía está

del refugio de los Andes estado de la cuestión o revisión bibliográfica de los libros
y artículos que, en mi opinión, son los más importantes.
en los aires de Perú, Bolivia (wayñu) y, tal vez, de Ecua-
dor, si es que se admite el parentesco con el sanjuanito. En
al mercado nacional Después, hago un listado de los trece grandes cambios pro-
ducidos en el mundo del wayno por la explosión mercantil
Perú, se le conoce como wayno, wayñu en Puno, qashwa en
zonas eminentemente indígenas1, pampeña en Arequipa,
(1300-2013) que comenzó en la segunda mitad del siglo XX y continúa chuscada en Áncash, burriada en Huánuco. Se baila por
parejas y con pañuelos, como la zamba argentina o la cueca
incontenible en nuestros días. Asimismo, planteo una ex-
plicación de por qué se les atribuye al wayno y a la música boliviana y chilena; por parejas tomadas de las manos en
andina, en general, la tristeza como rasgo distintivo. Final- el Altiplano, y últimamente en grandes grupos de parejas
mente, propongo una breve aproximación sobre el futuro también tomadas de las manos, que luego de un carnaval
del wayno, amenazado al igual que la cultura andina por –pukllay– o pasacalle, terminan o rematan con un wayno,
esa explosión en el mercado capitalista. identificado por el zapateo característico. En nuestro tiem-
po, dos distinciones son indispensables: una, a partir de su
carácter indígena (quechua o aymara) o señorial, y otra,
por su acompañamiento con instrumentos particulares.
La fuente de partida ha sido el pueblo indígena, con sus
instrumentos de viento (quenas) y el pequeño tambor. Los
hacendados y sus descendientes, los comerciantes, maes-
tros y hasta funcionarios del Estado colonial y republica-
no, y también muchos curas, aprendieron a bailar, cantar

1. El wayno es una composición poética para ser cantada al son de una


tonada musical que también se interpreta con algún o algunos instru-
mentos musicales y que se baila por parejas a un compás que varía de una
región a otra (Escobar y Escobar, 1981: II).

158 159
y tocar waynos acompañados de guitarras, bandurrias y Para armonizar sobre todo el comienzo de melodías, la
mandolinas; también aprendieron a componer waynos introducción, raras veces las fugas, que presentan las no-
en castellano y en una mezcla con el quechua, como ocu- tas mi y sol como principales notas melódicas de apoyo
rre en la tradición particular de Huamanga y Cusco, por (he escogido la escala pentatónica de mi: mi-sol-la-si-re
como referencia; la escala pentatónica andina puede, sin
ejemplo. Por su lado, los indígenas quechuas, encantados
embargo, ser construida sobre cualquier altura del dia-
por los instrumentos de viento, adoptaron como propios
pasón y utilizada consecuentemente más aguda o más
el arpa y el violín traídos de Europa, hasta el extremo de grave, como ocurre en todos los Andes).
identificar su música «más tradicional del país» con esos
instrumentos. A pesar de la probable existencia de otras escalas en el
mundo andino prehispánico, la mayor parte de los estu-
En cuanto a las características musicales del wayno, diosos coincide en considerar la escala pentatónica como
cito un texto del etnomusicólogo francés Claude Ferrier: emblema musical precolombino (Cámara de Landa,
2006: 170-171; Alfaro Rotondo, 2005: 6). Sin embargo,
Se pueden delinear en el huayno las características musi-
Bellenger (2007: 46) pone en duda la hegemonía de la es-
cales siguientes:
cala pentatónica, al igual que el etnomusicólogo Daniel
En el aspecto rítmico, hay que aclarar que aparecen, a Rüegg (comunicación personal). (Ferrier, El wayno con
menudo, melodías con número impar de impulsos, lo arpa, 2011: 22).
que implica una anotación en 1/4 o sin compás deter-
minado, pues la música andina no presenta un tiempo Para enriquecer este capítulo pedí a mi amiga Chalena
fuerte seguido por uno, dos o tres tiempos débiles como Vásquez que me ilustrase con su saber de etnomusicóloga
la occidental. Observando al huayno desde un punto sobre las características musicales del wayno. Generosa,
de vista más occidental, se le podría calificar de música como siempre, tuvo la paciencia y gentileza de enviarme
básicamente binaria: «El huayno es la canción y el baile cuatro páginas con sus comentarios a partir de la cita que
más popular en los países andinos. Su música es general- tomé del libro de Claude Ferrier El wayno con arpa2. Cito a
mente en ritmo binario y su pulso interno es altamente continuación algunas de sus ideas:
sincopado» (Romero, 2007: 12).
Sobre la pentatonía, los estudios arqueológicos de-
En el aspecto melódico, el uso muy difundido de la es- muestran cada vez con mayor certeza que en el período
cala pentatónica desde épocas prehispánicas pareciera prehispánico hubo diversas formas escalísticas, y que no
todavía vigente: la gran mayoría de las melodías de huay- fue la pentatonía ni la única ni la más usada en dicha
nos está construida sobre las cinco notas que conforman etapa. Es muy posible que la pentatonía haya sido acen-
dicha escala. tuada por los colonizadores, como sugiere Juan Carlos
En el aspecto armónico, la utilización de una armonía Estenssoro, es decir que durante la época colonial se
fundamentalmente modal, basada en la alternancia me- encontró la escala pentatónica (y su acompañamiento 56
nor 1 relativo mayor 1-III, las dos únicas tríadas ejecu- menor-mayor) más viable para la homogeneización cul-
tables en el marco de la escala pentatónica (Piston, 1989: tural. Enfatizando la pentatonía, se dejaron de lado (e
473). Ver también al respecto el párrafo 4.4. inclusive pueden haberse perseguido) otras formas me-
lódicas, otras formas de hacer las melodías, de utilizar
la escala.
Se encontró una proximidad entre la escala gregoriana
occidental y la pentatonía de la sociedad inca. La penta-
tonía resulta de un fenómeno acústico natural, por eso
Ejemplo musical 1: Armonías en escala pentatónica. está en muchas culturas del mundo; sin embargo, las
En algunos casos, el empleo del acorde del grado VI (de
la escala diatónica menor natural):
2. Chalena Vásquez y Raúl Romero asumieron la responsabilidad de es-
cribir 170 partituras para nuestro libro Urqukunapa yawarnin. La san-
gre de los cerros (Montoya, Rodrigo; Montoya, Luis, y Montoya, Edwin,
1987, volumen II, segunda edición, volumen V).

56. Conjunto musical indígena con arpas, mandolinas y vio-


Ejemplo musical 2: Grado VI en escala menor natural. lines. Cusco, aproximadamente 1940. (Foto: Dirección Re-
gional de Cultura Cusco).

160 161
culturas del antiguo Perú usaron otras formas escalísti- de El primer nueva corónica y buen gobierno, de Guamán
cas —aunque de afinación natural, no de la temperada Poma de Ayala:
occidental—, y de todas formas había una proximidad
utilizable por los españoles.
«Wayñu: amigo, compañero, familiar, y conviene a
hombres y mujeres que se tratan familiarmente».
La rítmica-melódica de las canciones andinas tiene como Según Guamán Poma, era una forma de parentesco
matriz fundamental el idioma quechua, por lo que se han ritual.» (Guamán Poma, versión Szeminski, 2009,
constituido a través de la historia y la práctica artística di- volumen III:140)
ferentes patrones rítmico-melódicos que definen un estilo
de otro en las distintas regiones, localidades, comunidades.
«In[di]os. Acauado de salir de la yglecia, no ay
conpadre, socna; no ay comadre, uayno. Todo el
Es mucho mejor llevar el pulso y la rítmica de las palabras rreyno está perdido de la cristiandad de Dios.»
para encontrar la estructura fraseológica en las canciones. (Guamán Poma, versión Szeminski, 2009, volumen
La interrelación —interdependencia— con el verso que- II: 695)
chua determina una flexibilidad en el número de pulsos,
presentándose una asimetría muy interesante que des-
«La pulicía y ley del cazamiento y buena horden. Al
borda la rigidez de un compás binario o ternario al estilo
cuñado le llama maza y el cuñado le llama caca anti-
occidental. (Transcribir «a pulso» nos lleva a compren-
guamente. Cin meter ydúlatras se casauan. Y se ha-
der mejor el fraseo de las canciones andinas y las frases
cían conpadres del casamiento; le llamauan socna.
Al conpadre del bautismo le llamaua uayno; a los
pueden cambiar de número de pulsos; esto es mucho más
hombres parientescos les llamauan uauquicona y a
evidente en el wayno en quechua y en aymara).
las mugeres, panicona. Y con estos nunca pecauan
Sobre la armonía (el acompañamiento), investigadores ni se casauan con ellas porque decían que ya tenía
como Josafat Roel Pineda ya han señalado la presencia hecho conpadres, socna, comadre, uayno, uauqui,
de una escala menor andina (con el sexto grado mayor y pani. Estos conpadres ayudauan en el trauajar y en
sin usar el séptimo como sensible), que lleva a un acom- otras necicidades y quando están enfermos y en el
pañamiento armónico bimodal (mayor-menor) cons- comer y ueuer y en la fiesta y en la sementera y en la
tantemente. Este punto muy importante no aparece en muerte a llorar y después de muerto y en todos los
el texto de Ferrier. tienpos mientras que ellos biuieren. Y después, sus
hijos y desendientes, nietos y bisnietos se seruían
Si bien existen melodías de uso pentatónico (que coinci-
y guardauan la ley de Dios antigua. Mira que cris-
de con el modo mayor y menor de la escala occidental),
tiandad, ci fuese enseñado el euangelio de Dios, lo
el acompañamiento armónico no respeta estrictamente
qual no tiene esta pulicía en todo el mundo de los
una pentatonía, porque hay un uso diatónico de la escala
conpadres y comadres en esta uida los cristianos. Y
menor andina señalada líneas arriba, e inclusive formas
ací dexan y lo manda dexar los saserdotes y lo uen a
cromáticas. El acompañamiento en el wayno no es gene-
los españoles y ací lo hazen peor».
ralmente pentatónico.
En cuanto a la diversidad de estilos, estos tienen que
De otro lado, Chalena explora también una pista diferen-
ver con formas sutiles de la rítmica, de las formas de te a partir de los prefijos wa y way, que como morfemas en
acompañamiento e, inclusive, de la velocidad y los ins- quechua significarían «sonido». Por eso, cuando se dice que
trumentos utilizados. Es muy importante el uso tímbrico wayno viene de wayna, que significa «joven», no necesaria-
de uno u otro instrumento, por la fuerza identitaria que mente es así, pues wayno, waylarsh, waylía, wayligía, qahwa se
adquiere en sí el timbre instrumental como el de las que- refieren todos a géneros musicales específicos y bailes.
nas en Cusco, las mandolinas en Apurímac, las guitarras
Por esos caminos, un primer hallazgo de Chalena Vás-
en el wayno huamanguino, el arpa y el violín en waynos
campesinos, los saxos en Junín, la caja y la flauta en Caja-
quez sería:
57
marca, o las antaritas y el bordón en el bajo puneño, y la Si bien el género musical no está señalado como wayno
velocidad y forma de acompañar en el wayno ancashino. (mientras muchos otros géneros sí se mencionan en la
obra de Guamán Poma), se estaría definiendo el género
A propósito del origen de la palabra wayno, Chalena por el contexto y la función social que cumplía. De allí
Vásquez está en plena elaboración de un largo texto Músi-
ca y danza en Guamán Poma, uno de cuyos capítulos está
especialmente consagrado al wayno o wayñu. Me ofreció 57. Gabriel Aragón, célebre compositor, cantante y arpista
cusqueño, nacido en el distrito de Combapata. Aproxima-
un adelanto de su posible tesis a partir de dos algunas citas
damente 1940. (Foto: Dirección Regional de Cultura Cusco).

162 163
se puede entender que, hasta la actualidad, el wayno se Si en tiempos incas el wayno fue un baile para expresar
encuentre en los contextos amicales familiares (familia la felicidad del amor de una pareja, con el tiempo y sus
extensa), en cualquier día del año, en eventos festivos siglos, se expresan a través de sus melodías todos los senti- CUADRO 1
que celebran la amistad ritualizándola. mientos, hasta el punto de servir como una crónica perio- SELECCIÓN DE CANCIONES QUECHUAS POR TEMAS Y DEPARTAMENTOS
Luego de citar las primeras ideas de Chalena Vásquez dística cantada. El cuadro 1 de la página siguiente ofrece
sobre un probable origen distinto del wayno, seis breves un panorama de los catorce grandes temas que aparecen
en las canciones andinas, particularmente en el wayno, que DEPARTAMENTOS Áncash Apurí- Are- Ayacu- Caja- Cerro Cusco Huan- Junín Lima Puno San N.º de- Total %
comentarios me parecen pertinentes. El primero tiene que mac quipa cho marca de caveli- Martín termi-
ver con las fuentes cusqueñas que presento en este traba- es la canción más importante y de mayor difusión. En el TEMAS Huaylas Conchucos Total Pasco ca nado

jo para situar el wayno en el Cusco de los tiempos incas. cuadro 2 (pág. 166), aparece la riqueza de instrumentos
musicales andinos y, en el cuadro 3 (pág. 167), puede verse I. PRODUCCIÓN
Las referencias encontradas en el diccionario de González (Agrícola, ganadera,
Holguín indican claramente que se trató de una danza de el mapa del país con las ocho regiones musicales que, junto
artesanal, minera) 8 1 8 2 3 2 2 26 7,81
pareja para celebrar la felicidad del amor, mientras que el con mis hermanos Luis y Edwin, propuse en el libro La
harawi habría sido una canción en homenaje a los Apus e sangre de los cerros (1987). II. CICLO VITAL
(Soltería, matrimonio,
incas en la esfera del Estado y una canción para expresar Con el extraordinario impulso de los discos, el merca- casa nueva, muerte) 1 1 2 15 4 14 13 3 1 1 6 2 61 18,32
las penas del amor en los ayllus de base. Segundo, las citas do musical andino en Lima y los restaurantes como nuevos
de Guamán Poma no tienen que ver con la danza o la mú- espacios para los inmigrantes, se ha difundido y se difunde III. AMOR 5 2 7 7 14 1 1 11 7 2 1 4 1 56 16,81
sica puntualmente, sino con una particularidad en las rela- mucho una corriente importante del wayno con arpa, que
ciones de amistad y parentesco. Tercero, el mundo de Gua- proviene de la sierra de Lima —Huarochirí, Cajatambo— y IV. NATURALEZA
(Animales, árboles, coca,
mán Poma fue esencialmente chanka-pokra, en la región de algunas partes de Áncash, y que ha merecido la aten-
sirenas, flores y ríos) 1 1 2 3 1 9 15 4 1 35 10,51
de Lucanas y otras provincias del actual departamento de ción particular del etnomusicólogo francés Claude Ferrier
Ayacucho, que eran muy diferentes de las del Cusco inca y (2010). El cuadro 4 ofrece la conexión entre las corrientes V. JUEGO DE TOROS 3 1 2 4 10 3,00
colonial. En Cusco estaba el corazón de la sociedad inca, musicales peruanas y el wayno con arpa. A diferencia de
mientras que la región chanka-pokra era parte de una pe- los Andes del centro y del sur, el arpa no aparece asociada VI. FAMILIA-ORFANDAD 3 3 1 6 6 1 1 18 5,41
riferia relativamente lejana, con una larga historia regional al violín, y acompaña a los artistas que cantan canciones
VII. EMIGRACIÓN 2 7 1 2 2 1 1 16 4,81
muy diferente de la cusqueña. Es pertinente recordar que en castellano (excepcionalmente una que otra en quechua)
la victoria inca sobre los chankas —que fue decisiva para que se parecen al bolero cantinero o cebollero, por el tema 1 6 4 11 3,30
VIII. DESARRAIGO
su gran expansión— abrió un largo proceso de resistencia a del alcohol y las lágrimas, pero que va más allá por el ma-
los incas. Cuarto, en función de lo anterior, no hay razones chismo asumido como propio por las cantantes mujeres IX. RELIGIÓN
sólidas para suponer que en ambos lugares la misma palabra como Abencia Meza4. (Indígena, católica) 2 2 2 1 6 8 1 1 1 1 23 6,91
wayno debió de haber tenido el mismo significado. Ambas
X. INSTRUMENTOS MUSICALES 3 3 0,91
acepciones tan distintas podrían haber sido simultáneas y,
luego, con el tiempo, los arrieros huamanguinos habrían XI. ABIGEATO Y PRISIÓN 2 2 5 9 2,70
llevado el wayno cusqueño a Huamanga y a las provincias
lejanas del sur, como Lucanas y Parinacochas, y hasta el nor- 4. Por su afición a las armas y a sus tormentosos amores, la famosa can- XII. HUMOR 3 4 1 2 1 11 3,30
te de Ayacucho. Quinto, afirmar que los morfemas way y tante Abencia Meza está ahora en una cárcel de Lima, acusada de ser
wa significan en quechua «sonido» y «género musical» me la autora intelectual de la muerte de su pareja sentimental, la también XIII. LO COMUNAL 1 4 5 1,5

parece una deducción forzada. Por la misma vía, podría de- artista folklórica Alicia Delgado. El antropólogo visual César Vivanco
escribe sobre este fenómeno de los waynos con arpas y sus cantantes: XIV. POLÍTICA
cirse que way y wa tienen que ver directamente con el ichu (Historia, sumisión, opresión,
«Los compositores o arreglistas de este género conocen bien lo que ha-
(waylla ichu, es decir, «ichu tierno») o es la base de un to- pobreza, rebeldía) 2 1 3 7 16 1 8 9 4 1 49 14,71
cen y cómo lo hacen. Una música y ritmo pegajoso junto a una letra
pónimo como Wayllabamba, también ligado al ichu. Sexto, llorona, de lamento, resignación, aceptación, fatalista, sin posibilidad de
finalmente, su argumento para definir el wayno a partir de redención y cuya única “solución” o salida es el licor, la bebida; “mozo, TOTAL 12 7 19 53 10 101 2 3 80 31 8 2 16 7 1 333

los textos de Guamán Poma por el contexto social y por los tráigame más cerveza para ahogar mis penas…”, “córtame las venas, quí-
tame la vida”... Aquellas cantantes que ayer eran calificadas como “cholas % 3,60 2,10 5,70 15,92 3,00 30,33 0,61 0,91 24,02 9,31 2,40 0,61 4,80 2,10 0,30 100%
morfemas wa y way me parece muy débil3 .
de mierda” empiezan a transformarse en reinas, princesas, finalmente
en diosas. Mimadas, muy solicitadas… para nadie es extraño que hoy
lo sean las Abencias, las Dinas, las Sonias. Se anuncian en lugares prefe-
3. Carlos Huamán mencionó esta posibilidad en su trabajo sobre el way- renciales: las Telefónicas, los Claros (oscuros), los Movistar, los canales
no, citando precisamente una conversación con Chalena Vásquez, e in- de TV, radios, etc., se disputan el “honor” de tenerlas invitadas como sus
formó que Julio Mendívil apuntaría en la misma dirección. estrellas favoritas» (2010: 11). Fuente: «Temas de las canciones quechuas» (Hermanos Montoya, Urqukunapa yawarnin. La sangre de los cerros, 1987: 10).

164 165
CUADRO 2 CUADRO 3
INSTRUMENTOS MUSICALES MÁS IMPORTANTES UTILIZADOS EN LAS ÁREAS QUECHUAS ÁREAS REGIONALES DE LA CANCIÓN QUECHUA EN EL PERÚ

ÁREAS QUECHUAS I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII.


Qorilazo Cusco Bajo Puno Huamanguina Junín Áncash Áncash Selva
(Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) Huaylas Conchucos (Indio-señorial)
ÁREA MUSICAL DEPARTA- PROVINCIA DISTRITO ÁREA MUSICAL DEPARTA- PROVINCIA DISTRITO
INSTRUMENTOS MUSICALES (Indio-señorial) (Indio-señorial) MENTO MENTO

I. INDÍGENAS I. QORILAZO Cusco Chumbivilcas Cusco La Convención


Espinar Ica Ica Córdoba
a. De viento: Canas Santiago de
Quena X X X X X X X X Paruro Chocorvos
Pinkullo X X X X X Acomayo INFLUENCIA Junín
Flautín X Apurímac Antabamba Cerro de Pasco
Clarín X X X X Cotabamba
Pito X X Grau
Tarka X Parte de
X X X Abancay V. JUNÍN Junín
Sicu (zampoña, flauta de pan)
X X Arequipa Cailloma Sibaya INFLUENCIA Cerro de Pasco
Rondador, antara, andara
X X X Tuti Lima (sierra)
Pututu Callalli Áncash (sur)
Ocarina X X
La Unión Alca Huánuco (sur)
Flauta traversa X
Condesuyos Machaway
Waqra puku (wiquchu, waka waqra) X X X X X Viraco
Llunqur (mamaq) X INFLUENCIA Ayacucho Parinacochas
b. De percusión: Puno Melgar VI. ÁNCASH-HUAYLAS Áncash Aija
Recuay
Tinya X X X X X X X
Huaraz
Wankar
Carhuás
Roncadora o chiroco(caja o pinkillo) II. CUSCO, Caraz
Bembo PROVINCIAS BAJAS Cusco Urubamba Huayla
Dindín X Calca Yungay
La Convención Bolognesi
Sonaja X X
Anta INFLUENCIA Huánuco
c. De cuerda: Canchas
X X X San Martín Lamas
Tautako kauka Quispicanchis
Arpa X X X X X X X
Violín X X X X X X X
X X X VII. ÁNCASH- Áncash Provincias
Bandurria III. PUNO-QUECHUA Puno Azángaro CONCHUCOS Antonio
Charango X X X Lampa Raymondi
Ayaviri Huari
II. OCCIDENTALES Carabaya
X X X X X X X Chacas
Guitarra San Ramón San Luis
Guitarrón X Puno Tirapata Piscobamba
Octavín o requinto X Mañaso Pomabamba
Mandolina X X X X X X X INFLUENCIA Arequipa Cailloma Sihuas
Charango X INFLUENCIA Huánuco
Violín X X X X X X X (norte)
Orquesta (arpa, violín, saxo, La Libertad Santiago
IV. ÁREA Ayacucho
clarinete, tambores) X X Huancavelica de Chuco
Banda (trompeta, saxo, clarinete, Apurimac Andahuaylas Huamachuco
bajo y tambores) X X X X X X X Aymaraes Pataz
Conjunto de cuerdas Arequipa La Unión Toro Chacala
(guitarra, violín) X X X X X X X Sayna
Mandolina, acordeón y quena X X Huaynacotas VIII. SELVA San Martín Lamas
Pampa piano X X Cotahuasi Iquitos Maynas
Rondín (armónica, pífano) Caravelí Quichuas
del río Napo
Melodio X
Bandoneón (concertina) X

Fuente: «Instrumentos musicales más importantes utilizados en las áreas quechuas» (Hermanos Montoya, Urqukunapa yawarnin. La sangre de los cerros, Fuente: «Áreas regionales de la canción quechua en el Perú» (Hermanos Montoya, Urqukunapa yawarnin. La sangre de los cerros, 1987: 24).
1987:15).

166 167
Los cuadros 5 y 6 muestran las propuestas comple- social total y como un proceso contradictorio en marcha
mentarias de Josafat Roel Pineda y la de los hermanos con múltiples tendencias. Debo precisar por qué sitúo al-

Iris Flores, Laurita Pacheco


Morales,Anita Santibáñez,
Exponentes principales

Dúo Ayacucho, Antología


Los Destellos, Los Mirlos

Hermanos Gaitán Castro


Montoya sobre las diversas modalidades de la canción y la rededor de 1300 al wayno y el harawi, como raíces incas

Los Súper Mañaneros,


Las Chicas Mañaneras
Sósimo Sacramento

Dina Páucar, Sonia


Los Shapis, Karicia

Azucena Aymara,
Elmer de la Cruz,

Rossy War, Ada


Los Pacharacos
música andinas, desde tiempos incas hasta ahora, que per- o prehispánicas de la música y las canciones quechuas de

Abencia Meza
Los Kjarkas
Chacalón
miten situar al wayno como parte de un complejo universo hoy. Hay un evidente consenso entre los historiadores y et-
de canciones y música andina en todo el espacio peruano. nohistoriadores cuando creen que la sociedad inca habría
tenido aproximadamente 150 años de desarrollo cuando
Para terminar esta sección, es pertinente observar de
Corrientes musicales peruanas y huayno con arpa en Lima (1965-2007)
llegó a Tumbes el primer comando de la empresa de con-
cerca el cuadro 1, donde se muestra la gran variedad te-
quista encargada por la monarquía y la iglesia españolas.
mática (catorce rubros) que se expresa en las canciones
También hay consenso en admitir que las bases de la so-
Cumbia (Colombia), Rock, Pop (EE.UU.)

(EE.UU., Caribe)
Corriente musicales extranjeras

Balada, Bolero (mundo hispano)


andinas. Particularmente en los waynos se canta a los si-
ciedad inca se encuentran en los estados regionales y otras
guientes temas: a la producción agrícola, ganadera, artesa-

Technocumbia (Ecuador)
sociedades preincas. Tenemos datos y referencias sobre

Saya Caporal (Bolivia)


nal y minera (1); a los diferentes momentos del ciclo vital:
los versos, música e instrumentos de las canciones incas,
soltería, matrimonio, casa nueva y muerte (2); a la felicidad
pero no de tiempos preincas. Las evidencias arqueológicas
del amor, el desamor, la ausencia del bien perdido (3); a la
nos ofrecen preciosa información sobre los instrumentos

Balada, Bolero
naturaleza, particularmente, a los animales, árboles, coca,
musicales. Los sikus (zampoñas, antaras, flautas de pan),
flores, ríos, lagunas, nevados (4); al juego de los toros, tra-
Salsa

quenas y tinyas (tambores) de los chimúes, moches y para-


dición española recreada en los Andes sin la muerte de los
cas de hace más de dos mil años son los instrumentos mu-
toros (5); a la felicidad de tener una familia y a la enorme
sicales más antiguos de la historia peruana. Su presencia
desgracia de no tenerla o perderla (6); al inmenso dolor de

Rock
e importancia en la maravillosa cerámica de esos pueblos
emigrar, de dejar el ayllu y la comunidad (7); al dolor que
(géneros trad.)

es una buena razón para afirmar que la música de viento


produce el desarraigo y vivir en Lima o en ciudades hos-
tiene una tradición milenaria principalmente en Perú, Bo-

Pop
tiles y ajenas (8); a los Apus y a la Pachamama, y también
livia y Ecuador, y también en Argentina, Chile y Colombia.
a los santos y santas de la Iglesia católica (9); en honor de
Corrientes musicales nacionales

Salsa
Desafortunadamente, no tenemos evidencias arqueológi-
los instrumentos musicales —arpa, violín, charango, que-
cas para fechar el encuentro de la música con los versos;
Huayno ‘acumbiado’

Huayno pop, huayno rap


Huayno andino Huaylas antiguo

na y tinya o tambor sin los cuales no se podría expresar


Huayno ‘achichado’
Chicha ‘ahuaynada’

Chicha ‘ahuaynada’

solo disponemos de textos guardados por la memoria oral,

Chicha
Huayno con arpa
Technocumbia

los sentimientos cantando y bailando (10); a la dolorosa


y consignados en las crónicas sobre tiempos incas. Como
experiencia de ir a una cárcel, sobre todo si se es inocente
ha ocurrido en otras culturas, naciones o pueblos del mun-
(11); para divertirse y reír, burlándose de las personas (12);

Cumbia
do, las primeras palabras que acompañaron a la música, así
en honor de la comunidad, del trabajo colectivo (13); y, como los primeros pasos de las danzas, habrían sido con-
Chicha ‘acumbiada’

finalmente, a la política, recordando héroes culturales, de- sagradas en honor de las divinidades y, tal vez después, en
Huayno romántico

Huaylas
nunciando la opresión, sumisión y pobreza, celebrando la
Huaylas techno

honor de los guerreros, jefes y primeras autoridades.


rebeldía y la esperanza (14). Es cantando y bailando estos
temas o motivos que las personas andinas expresan sus fe-
PERÍODO 1 (DESDE 1300 HASTA 1532). RAÍCES

Fuente: Ferrier, Claude, El wayno con arpa, 2009: 26.


licidades y dolores, su alegría de vivir.
Huayno

PREHISPÁNICAS DE LA CANCIÓN Y LA MÚSI-


Para cerrar esta presentación panorámica sobre el wayno, pre- CA ANDINAS
reforma agraria)

privatizaciones)

neoliberalismo)
modernización:

modernización:

modernización:

sento el cuadro 7 en el que puede apreciarse el complejo mun-


Belaúnde 1

Belaúnde 2
Corrientes

Fujimori 1

Fujimori 2
Bermúdez
políticas

García 1

García 2
Velasco

Toledo
(ola de

(ola de

(ola de

do de lo que se llama el wayno chicha y sus variaciones, a par-


RAÍZ 1. EL WAYNO
tir de la cumbia y, luego, la música techno (technocumbia).
En el diccionario de Diego González Holguín, aparece
el verbo wayñunakuy, que quiere decir «bailar entre dos,
DOS. UNA PERIODIZACIÓN TENTATIVA
(cono norte)
geográficos

(cono este)
(Agustino)

Influencia indirecta
Amazonía

“pareados de las manos”». Por razones pedagógicas, podría


Sierra de
Valle del

Valle del
Mantaro

Mantaro
Centros

Influencia directa
Lima
Lima

Lima

Lima

Lima

Lima

Lima

Lima
Lima

Lima

Me atrevo a periodizar la historia del wayno quechua des- traducirse como waynear, que es bailar una danza con un
de 1300 hasta 1912 en cinco momentos, que podrían ser amor (enamorada o enamorado), con las manos cruzadas.
también los mismos grandes momentos de la canción y la Wayñuccuc maciy es «el compañero pareado en el bayle»
Época

1965

1970

1975

1980

1985

1990

1995

2001

2006

música andina quechua en general. Se trata de una primera (González Holguín, Diego, 1952 [1608]: 194). En el dic-
aproximación a una visión global e histórica que me parece cionario del padre Jorge Lira, el wayno, waynu o wayñu
indispensable para entender la música como un fenómeno es un «coro o estrofas que se repiten después de cada pie

168 169
de verso; danza o baile característico al son de la música elegía macabra de los incas. En esa música y en esa poesía
CUADRO 5. PROBABLES FORMAS MUSICALES PRECOLOMBINAS,
de ese nombre», y waynunakuy es la «acción conjunta de calcó y vació Melgar su desesperación meridional» (Lira, COLONIALES Y CONTEMPORÁNEAS
los que interpretan una danza wayno; asirse por las manos 1956: 12). El harawi se habría cantado dentro del taki, que
Probables grandes formas musicales
los que bailan wayno; en uno de sus movimientos» (Lira, en tiempos incas era una representación teatral cantada y PRECOLOMBINAS COLONIAJE FORMAS CONTEMPORÁNEAS
1982: 327). En su diccionario del quichua ecuatoriano, Luis bailada en honor de los Apus, el Sol y las momias de los
Tetrafónico Wasichakuy - Puquio, Lucanas, Ayacucho
Cordero incluye la palabra huaynayug, «mujer que tiene incas y grandes jefes. Se llama harawi en Ayacucho, Apurí- Tinya - Lima y Áncash
?

TRIFÓNICO

Marcación de ganado
mac, Huancavelica y también en provincias de Cusco a las HATUN TAKI Toril - Centro del Perú
su mancebo o cómplice», en alusión a los amantes ilícitos (canto Ritmo binario Waka Señalay
(Cordero, 1955: 43). canciones de siembra y cosecha (papas, maíz) y en la cele- principal) Waylas - Huánuco
bración para los animales (llamas, alpacas, vacas y ovejas). Toro Velacuy - Apurímac
Muy cerca del verbo waynay o waynakuy se encuen- A esa variedad del harawi se le llama también wanka. Dice Tranquilla velana
Chijchischay paraschay - Chumbivilcas,Cusco
tran los verbos wayllukuy, «quererse con ternura», y wa- el padre Lira que la wanka es un canto religioso de acordes A
Muliza
yllunakuy, «darse amor», y por ese camino el padre Jorge o sones algo tristes que suele entonarse en las siembras y Pasacalle
Centro del Perú

Básicamente
Lira traduce la palabra wayllu como «idilio, amor tierno» cosechas (Lira, 1982: 319). Carnaval de Coracora - Parinacochas, Ayacucho
Trifónico, Carnaval de Pachaconas - Antabamba, Apuímac
(Lira, 1982: 327). Igualmente cerca están la palabra way- CARNAVAL Ritmo binario tetrafónico,
Por lo dicho hasta aquí, creo que el harawi ha sido la y ternario pentafónico Pukllay Taki - Ayacucho, Apurímac, Huancavelica
na, que quiere decir «joven, mozo», y la palabra waylla, CHANCA
Wayllacha - Parinacochas, Ayacucho
fuente inicial del yaraví. En un trabajo próximo me gusta-
que es el «ichu tierno» y que simbólicamente en la canción Tendencia
Wayno puneño (Ritmo ternario)
ría volver sobre el yaraví, sus raíces incas y coloniales, y su Ritmo ternario a la quinta Música de Kanas - Cusco
indígena —ayacuchana, por ejemplo— representa al amor

PENTAFÓNICO
WAYNO disminuida
tardío encuentro en Arequipa con el romanticismo español. Chuscada - Áncash
e identifica a una mujer amada: «Michinay urqupi tiyaq
Burriada - Huánuco
masillay, wayllalla ischullay…», que quiere decir: «Pastora, Wayno - Modalidad general de todo el país
Ritmo binario
compañera mía en el cuidado de los animales, mi amor, mi RAÍZ 3. EL PUKLLAY Wayno puneño (Ritmo binario)
Baile de Tierra - Arequipa
ischu, mi pasto tierno» (Montoya, Rodrigo, Luis y Edwin, Si el wayno fue una danza de las parejas de enamora- B Wayno mestizo de Ayacucho
Urqukunapa yawarnin. La sangre de los cerros, 1987, volu- Wayno mestizo de Abancay
dos, el pukllay habría sido la gran danza colectiva de los
Típico wayno cusqueño
men I, canción 88: 229-230). El waylla ischu es también un ayllus en las fiestas, con diferentes manifestaciones regio- CANTO
? Wayno mestizo de Puno
Alternado de dos

Básicamente
adorno simbólico en forma de cruz que el awki o sacerdote nales como la wayllacha, el araskaska, la wifala y el pum- coros con breve Pampeña - Arequipa
fórmula de Ritmo binario Carnaval de Tinta - Cusco
indígena quechua, su asistente y el representante del ayllu pin. Luego de la invasión española, fue identificado con el respuestas Carnaval de Sicuani - Cusco
en cada frase
lucen en los sombreros cuando suben al cerro más alto de carnaval y el pasacalle europeos. El pukllay para González Carnaval arequipeño
Danza Majeños - Cusco
Puquio para la ofrenda a los wamanis y, luego, bajan bor- Holguín habría sido: «Todo género de fiesta para recrear-
Arawí - Áncash
se» (González Holguín, Diego, 1952 [1608]: 293). Dice el

PENTAFÓNICO Y OTROS
deando la acequia ritual hasta la fiesta de encuentro con los Yarawe - Huarochirí, Lima
HARAWI
ayllus en las lagunas y ríos cercanos de Puquio. padre Lira del pukllay: «Juego, acción e jugar, neo, juego de Harawi - Sur del Perú
Yaraví - Todo el país
carnaval, holgarse» (Lira, 1982: 226).
Sobre este fondo etimológico, no es atrevido inferir C Música religiosa - Sur del Perú
Triste
que el wayno fue en tiempos incas un baile de amor, una Queda pendiente ubicar y definir la importancia de la
WANKA Canción Wanka - Sur del Perú
canción con palabras de amor, una danza de felicidad. qaswa, que a veces es presentada como un wayno, y otras se ceremonial
Tondero - Norte del Perú
le identifica como una danza de recorrido, pukllay o carnaval. Marinera costeña
RAÍZ 2. EL HARAWI Ritmo Marinera serrana
Ternario
D Pentafónico Ayla - Puquio, Lucanas, Ayacucho
La segunda raíz prehispánica de la canción y la música PERÍODO 2 (DESDE 1532 HASTA 1900). CAN- Canción del
Haylli - Lima, sur del Perú
HAYLLI
andinas ha sido el harawi que se cantaba en dos esferas E HAYCHA
trabajo Haycha o haychaya - Cusco
TO Y MÚSICA EN ZONAS DE REFUGIO, EX- Wayli - Puquio, Lucanas, Ayacucho
diferentes. De un lado, lo cantaban las gentes comunes y Canción dedicada al agua
CLUIDAS E INVISIBILIZADAS F WALLINA ? Wallina - Huarochirí, Lima
corrientes de los ayllus para expresar las penas del amor, ? Waylía - Sur del Perú
y de otro, en las esferas del poder era una canción para Para llevar la palabra del Dios cristiano y evangelizar a
G Otros sistemas
tonoles y rítmicos
Música de Q’ero - Paucartambo, Cusco
recordar las grandes hazañas de los incas y sus jefes mili- todos los habitantes del Nuevo Mundo —sobrevivientes de
Modo menor
tares en las ceremonias de presentación y adoración de sus las epidemias producidas por las nuevas enfermedades y de Sexta mayor invariable sobre la tónica (Fa)
Puede tener séptima variable (sol-sol )
momias o huacas, como parte de un taki, que era un gran las guerras de conquista y de reconquista—, los curas espa- Puede tener cadencia típica (do-re, mi-do)
cantar y representación teatral y religiosa en honor a los in- ñoles asumieron la tarea de conocer el quechua, producir Generalmente comienza en el quinto grado o dominante (mi)
Generalmente termina en el tercer grado (Do)
cas y al Sol5. González Holguín definió al harawi como un el primer diccionario español-quechua y encontrar los ele- Generalmente no aparece el primer grado tónica, sino su octava alta
Semejante estilo musical y literario
«cantar deuoto [devoto] y espiritual» (González Holguín, mentos claves de la cultura quechua para imponer la religión
Diego, 1952 [1608]: 152). El padre Jorge Lira escribió: «El cristiana. Menciono aquí tres de esos elementos. El primero
harawi era música y canto de los muertos, la endecha y fue identificar a las divinidades indígenas y a las personas

Fuente: Propuesta de Josafat Roel Pineda, El wayno del Cusco, 1990: 108.
170 171
CUADRO 7
CUADRO COMPARATIVO DE LA MÚSICA TROPICAL PERUANA (CHICHA) Y LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA PERUANA E INTERNACIONAL
CUADRO 6
MODALIDADES MUSICALES Y ÁREAS DE LA CANCIÓN QUECHUA
1963-1968 DÉCADA DE 1970 DÉCADA DE 1980 DÉCADA DE 1990 2000–2008

ÁREAS QUECHUAS I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. • Waynos del centro: Los Pacharacos, • Música criolla: vals, festejos • Vals criollo: Los Kipus, Los Embajadores • Huaylash (Pío Pío): Amanda Portales, • Wayno moderno, techno: Dina Páucar,
Qorilazo Cusco Bajo Puno Huamanguina Junín Áncash Áncash Selva Picaflor de los Andes, Flor Pucarina • Música andina Criollos, Carmencita Lara el Chato Grados) Sonia Morales
(Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) (Indio-señorial) Huaylas Conchucos (Indio-señorial)
• Waynos de Áncash: Jilguero del Huascarán, • Wayno: diversas regiones • Música andina contemporánea (fusiones):
INSTRUMENTOS MUSICALES (Indio-señorial) (Indio-señorial) • Huaylash techno: Súper Chicas Mañaneras
MÚSICA Pastorita Huaracina • Bolero cantinero • Huaylash: Los Olímpicos de Huancayo • Sayas, Tuntunas William Luna, Max Castro, Gaitán Castro, Dúo
PERUANA • Nueva ola peruana • Nueva ola peruana: Los Doltons, Joe • Boleros cantineros Romance, Antología, Dúo Ayacucho, Yawar, etc.
I. WAYNO
X X X X X X X X X X X X X X X X Danova, Jimmy Santi, Los Pasteles Verdes,
(Señorial, cholo, indio, chuscada, • Música folklórica latinoamericana:
cholada, pampeña, wayno) Tiempo Nuevo, Vientos del Pueblo, Alturas,
Puka Soncco
II. PUKLLAY - CARNAVAL
- Pukllay X X X X
- Carnaval X X X X X X X X X X X X X X CUMBIA PERUANA: CUMBIA PERUANA: CHICHA: • Cumbia • Technocumbia
- Wifala X X X X • Estilo costeño Estilos: • Cumbia andina (Folk Tropical) • Chicha (estilo sureño) • Cumbia
- Wayllacha X X • Guarachero • Cumbia costeña • Tropical andina • Cumbia (estilo norteño) • Cumbia norteña
- Pumpin X MÚSICA TROPICAL • Cumbia andina • Cumbia costeña • Chicha
PERUANA • Cumbia selvática • Cumbia amazónica • Cumbia sureña
- Araskaska X
- Pasacalle X X X X X X X X X X
• Los Destellos COSTEÑO: • Los Shapis, Grupo Alegría, Vico y su Grupo ESTILOS SUREÑOS: • Rossy War
III. MÚSICA Y DANZA LIGADA A
• Beta 5 • Los Destellos, Grupo Celeste, Los Ecos, Karicia, Grupo Génesis, Los Walkers, Sideral, Sociedad de Juliaca, Maroyu, Enlace, • Ruth Karina (Euforia)
LA PRODUCCIÓN
• Los Girasoles (Félix Martínez) Diablos Rojos, Los Pakines, Los Ilusionistas, Los Wankas, Pintura Roja, Chacalón y la Yoga, Los Ronish de Bolivia • Ada y Nueva Pasión
1. Fiesta del ganado
• Pedro Miguel y sus Maracaibos Los Beta 5, Grupo Naranja Nueva Crema • Agua Bella (Grupo femenino)
a. Santiago X X X X ESTILOS NORTEÑO:
• Manzanita y sus Conjuntos • Agua Marina
b. Marcación del ganado ANDINO: COSTEÑOS: Agua Marina, Armonía 10, Grupo 5 • Armonía 10
- Toril X X • Los Titanes, Los Ovnis, San Lázaro, • Grupo Maravilla, Guinda, Centeno
GRUPOS COSTEÑO: • Grupo 5
- Herranza X El Grupo Melodía
TROPICALES Grupo Guinda, Astros de América, Chacalón y la • Internacional Pacífico
- Toro velay X X X REPRESENTATIVOS SELVÁTICO: • Internacional Privados
Nueva Crema
- Wanka (harawi para el • Los Mirlos, Juaneco y su Combo, • Sociedad de Juliaca
ganado) X Sonidos 2000 • Los Puntos
• Corazón Serrano
2. Fiesta de la agricultura
• Explosión de Iquitos
- Harawi X X X
• Kaliente (Iquitos)
- Wanka X X • Los Hermanos Yaipén
- Waylarsh X X • Los Caribeños de Guadalupe
- Yupay X • Grupo Néctar
3. Fiesta del Agua • Los Ecos
- Yarqa Aspiy (waylina en Lima)
4. Matrimonio X X
Canción de casa nueva X X THE ROCK AND ROLL ROCK, POP ROCK, POP • Techno, disco y rap: Ice Vanilla • Reguetón: Daddy Yankee, Trébol Clan, Don
Canción de los muertos • Reguetón: El General Omar, Mc Francia
TWIST, GO-GO’S DISCO DISCO
(ayataki, wawapampay) llora X X X • Latin pop: Paulina Rubio, Thalía, • Hip-hop
ROCK Madonna, Michael Jackson
ROCK HARD (METALERO): Alejandra Guzmán • Reggae
V. RITUAL CEREMONIAL The Beatles, The Rolling Stones, Elvis Presley The Bee Gees, Grease: Olivia Newton-John, ROCK CASTELLANO • Salsa sensual: Marc Anthony, La India • Indy rock: Mago de Oz
Himnos religiosos INFLUENCIA John Travolta, Led Zeppelin, Deep Purple, Pink Soda Stereo, Hombres G, El Tri, Charly García, Río, • Música folklórica latinoamericana: Los • Salsa sensual: Marc Anthony, La India,
MAMBO
X MUSICAL EN EL Floyd, Donna Summer, Abba, Kiss. Los Prisioneros, Indochina, Enanitos Verdes Kjarkas, Proyección, Savia Andina Gilberto Santa Rosa
- Uh wayli Pérez Prado
MUNDO • Salsa cubana: Los Conquistadores de la Salsa,
- Waylia X X X X X X SALSA SALSA SENSUAL
GUARACHA DLG, Dan Den y otros
Son Cubano, Cha-Cha-Cha, Guaguancó • Héctor Lavoe Eddi Santiago, Lalo Rodríguez, Frankie Ruiz,
VI. DANZA COLECTIVA • Dimensión Latina Paquito Guzmán
- Kaswa-Qachwa X X X X X X SONORA MATANCERA • El Gran Combo MÚSICA FOLKLÓRICA LATINOAMERICANA
- Waylarsh X X X BOLERO • Oscar D´León
Los Kjarkas, Proyección, Savia Andina
- Pirwa X X MÚSICA FOLKLÓRICA
VII. YARAVÍ X X X X X X LATINOAMERICANA
Los Kjarkas, Inti Illimani, Killapayún, Savia
Andina, Tiempo Nuevo (Perú)

Fuente: «Modalidades musicales y áreas de la canción quechua» (Hermanos Montoya, La sangre de los cerros, 1987: 13).

Fuente: Propuesta de Carlos Baldeón (En Montoya, Rodrigo, Porvenir de la cultura quechua en Perú, 2011: 294).

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encargadas de sus cultos como demonios o diablos y perso- En el curso de la conquista y luego de su victoria, la se interesase por los saberes de los indios, a quienes consi- Cusco a muchos de los departamentos del país, a Bolivia,
nas a su servicio. Con ese razonamiento, no habría habido monarquía española destruyó el vértice del Estado inca, deraban como menores de edad, objeto de tutela y cristiana al norte argentino (Salta, Jujuy, Tucumán), Ecuador y Co-
sino dos mundos: uno, el de los cristianos (y su Dios «único reservando con gran astucia el espacio del inca para el rey. compasión. Insisto en la excepción de los curas interesadísi- lombia. Buena parte de esos arrieros eran músicos y can-
y verdadero»), y el otro, el de paganos —infieles, adoradores De ahí proviene la identificación entre el inca y el rey, inca- mos en las creencias indígenas para servirse de ellas e impo- tores, y por eso llevaban y traían novedades en melodías y
del demonio; y entre ambos una sola vía de cambio posi- rey, Incarri. Por eso, Túpac Amaru II se declaró inca y rey ner la religión cristiana, y tratar de lograr la desaparición de versos de canciones. Esa es la razón que explica por qué en
ble: que los infieles— paganos se conviertan en cristianos les al mismo tiempo. Para montar el poder colonial y asegu- las creencias propias de los habitantes del continente. los cancioneros de los diversos países de la América andina
guste o no, y se salven de ir a los Infiernos para reunirse en el rar la obediencia de lo que quedaba de los ayllus luego de figuran los mismos versos, cuartetos o, con ligeras varian-
En ese larguísimo período correspondió a los arrieros
Paraíso con el Dios cristiano. De modo absolutamente for- la «reducción de indios», los españoles se sirvieron de los tes, las mismas melodías más rápidas o más lentas7.
el papel de portadores de noticias, de versos nuevos de
zado, tradujeron la palabra diablo o demonio (esencial en la curacas como autoridades bisagra, intermedias entre el vi-
canciones y melodías, de novedades lingüísticas (nuevas En el contexto de esos contactos regionales limitados
ficción cristiana) valiéndose de las palabras quechuas supay rrey y los jefes de ayllus locales. Quebrada la unidad de la
palabras, frases, acentos, frases bilingües), chistes, mitos, y de una inexistente red unitaria de todo el virreinato, los
y saqra, por el pequeño parecido que ambas palabras tienen, sociedad inca y su Estado, se impuso lentamente la unidad
leyendas, cuentos y adivinanzas, más allá de ser portado- localismos fueron seguramente acentuados y las influen-
en tanto se asocian a elementos atribuibles a un espíritu del de la sociedad colonial y el Estado monárquico. Los ayllus
res de mercancías de todo tipo: aguardiente de caña, pis- cias y préstamos culturales solo fueron posibles en algunos
mal. El segundo elemento fue convertir la palabra quechua de base debieron rehacerse teniendo como patrones y pa-
co, vinos, aceitunas, menestras, frutas, trigo, maíz, cebada, fragmentos de los espacios regionales.
quchay, que hasta ahora quiere decir «responsabilidad», en tronas a los santos y santas de la Iglesia, perdiendo toda
ganado vacuno, quesos, ganado equino, caballos, mulas
pecado o culpa. Y, tercero, se sirvieron del harawi, la can- posibilidad de unión horizontal que, si hubiera existido, En ese vasto período no hubo en Lima, capital del
y burros, lanas, coca, instrumentos de labranza, cueros,
ción quechua reservada para el Tayta Inti —«el Padre Sol»—, les habría permitido compartir y resistir en mejores condi- reino, interés alguno por los llamados indios del presente.
productos artesanales, telas para señores y bayetas Castilla
para los Apus —«padres cerros-nevados»— y para los incas, ciones. El aislamiento de los ayllus de base fue el fruto de Eran únicamente siervos o casi esclavos de las haciendas, o
para indios, productos europeos para señores (trajes de no-
como una novedad para alabar a Cristo. Cito a continuación una decisión política del Estado monárquico español. En el personas relativamente libres de sus ayllus. La fama y glo-
los versos del «Apuyaya Jesucristo», el harawi más antiguo via, licores, pianos, mesas de billar), guitarras, charangos,
vasto imperio colonial, los pueblos de base parecían islas, ria de los incas era apenas conocida gracias a la memoria
cantado en las iglesias de Cusco, con el que los curas iden- pampa pianos, charqui, quchayuyo, pescado seco y todo
conectadas desde arriba por el poder político y desde abajo oral, y parecían ajenos a la historia del país.
tificaron a Cristo con el Apu y, más tarde, a la Virgen María tipo de baratijas (agujas, hilos, añiles) y un largo etcétera.
por las redes de comercio que surgieron gracias a los arrie-
con la Pachamama. Cantar al Apuyaya Jesucristo es cantarle ros. Ellos fueron el único contacto entre pueblos de regio- Llegar a ser arriero fue un oficio esencialmente indíge-
al Apu y, al mismo tiempo, a Cristo. nes distantes. Túpac Amaru II, con diez años de arrieraje na gracias a la confianza de los señores terratenientes para PERÍODO 3 (DESDE 1900 HASTA 1950). DA-
Apu yaya Jesucristo, / qispichiqniy Diusnillay, / riqray- entre Cusco y el norte argentino, principalmente, y Cusco- encargarles el cuidado de las piaras de mulas y el transpor- NIEL ALOMÍA ROBLES, EL CÓNDOR PASA Y
kita mastarispa / hampuy wawa niwashianki. / Apuya- Ayacucho-Lima, de modo complementario; y los famosos te de mercaderías. Las piaras de mulas para el comercio UN NUEVO CICLO QUE ANUNCIA UNA FU-
ya Jesucristo. / Imapaqraqmi munaykullayki / Jisusllay, arrieros huamanguinos, que recorrían parte del centro y mercantil colonial pertenecían a los señores regionales y TURA GRAN TRANSFORMACIÓN
wawallaykiqa / cruzpatam siqaranki / ñuqa awka qucha- el sur de los Andes hasta el norte de Arequipa, Apurímac, locales, y también a algunos miembros de la aristocracia
Las primeras miradas sobre los indios de ese presente
yrayku. / Apuyaya Jesucristo. / Wasiykita saqirispa / ka- Huancavelica, Junín y Cerro de Pasco, son los ejemplos indígena (como Túpac Amaru II), que por ser la bisagra
fueron el fruto del indigenismo literario de autores como
runchaspa purirqani/ chaskipuway wasiykipi / pampa- del poder colonial conservaron algunos privilegios como
que ilustran el contacto mercantil y musical de las regiones Clorinda Matto de Turner y su novela Aves sin nido (1889)8 ,
chaman quchaymanta. / Apuyaya Jesucristo. tener «indios del común» a su servicio, no pagar tributos,
de Cusco y Ayacucho, cuyos waynos son el objeto central en la que se describe la situación vivida por los llamados in-
Nevado, abuelo, mi Dios, / que me haces crecer y madu- de las biografías y opiniones expuestas a dúo y contrapun- ir a algunos colegios especiales para aprender a leer y escri-
dios en manos de hacendados, jueces, gobernadores y curas;
rar / extendiéndome tu manto, / me estás diciendo: «Ven to de Jorge Núñez del Prado y Edwin Montoya, así como el bir, disponer de tierras propias y, también, minas. A nin-
y de la primera reflexión de Manuel González Prada sobre
aquí». Nevado, abuelo, Dios, / para qué te habría querido gún quechua común y corriente de un ayllu le habría sido
presente ensayo, que dan sentido y unidad al libro Encan- los indios como verdaderos peruanos luego de la tragedia
yo, si por mi culpa a tu hijo, Jesús, / lo clavaron en la cruz. posible tener tierras de pastos para alimentar una piara
to y celebración del wayno. El largo período de 1532 hasta producida por la derrota en la guerra con Chile en su célebre
/ Nevado, abuelo, Dios, / dejando tu casa [Iglesia] / por
1940 corresponde al Perú colonial y colonial-republicano, de doce mulas. Pero fueron hombres de los ayllus y de los
mis pecados, me alejé tanto de ti. / Recíbeme [ahora], conferencia leída en el Teatro Politeama de Lima en 1888.
sin carreteras, con muy pocas escuelas y colegios, sin radio centros urbanos los que aprendieron el oficio de arrieros
aunque sea en el suelo de tu casa, / nevado, abuelo, Dios. Debo agregar a estos dos factores internos la influencia de la
ni televisión, con un limitado y pobre movimiento demo- por encargo de los señores para viajar por los caminos de
(Agradezco a Jorge Núñez del Prado por su versión reci- imagen enormemente positiva de los indios que surgió de los
gráfico, con un monolingüismo indígena muy fuerte en los herradura y conectar a los pueblos con las capitales locales
tada y cantada de este viejo harawi, que él oyó y aprendió primeros estudios de la arqueología y del interés europeo en
Andes y en la Amazonía y con un castellano como lengua y regionales, y de allí con los puertos en el océano Pacífico
a cantar de niño en la iglesia de Paucartambo, alrededor óperas que cantaban imaginarias historias sobre el pasado
oficial y dominante que monopolizaba la magia de leer y y con el Callao y Lima6.
de 19455 .) maravilloso de los incas y de los primeros estudios sobre la
escribir. Los primeros periódicos aparecerían después de Fueron seguramente los arrieros quienes, por un jue- música de los incas, hechos en Perú.
5. En el relato de su vida (capítulo I de este libro) don Jorge Núñez del
1840 en Lima y más tarde en algunas contadas provincias go de largas y complejas postas, llevaron los yaravíes del
Prado citó un sermón del padre Juan Francisco Palomino que él oyó en
San Blas. Pudimos ubicar el fragmento de ese discurso: «Señores, el Sol
de la costa y los Andes. Eran tiempos de vigencia plena de
que envolvió dulcemente el nacimiento y la adolescencia del incanato, la memoria oral.
7. Cito aquí, por ejemplo, el texto Cancionero popular de Jujuy, recogido
que sentó sus reales en Quricancha y que en horas de grandeza y gloria 6. En mi libro Capitalismo y no capitalismo en el Perú (Montoya, 1980)
A los españoles y sus descendientes criollos no les inte- y anotado por Juan Alfonso Carrizo, con 4059 coplas que aparecen en las
fulguraba, ofuscador y dominante, palideció por un momento, y a poco se puede encontrar una información de primera mano sobre el proceso
resó lo que los llamados indios pensaban, sentían, querían y 529 páginas del libro (1989).
recogió sus rayos. Otro Sol, el del cristianismo, lo había eclipsado. Ha de articulación del capitalismo con los Andes peruanos a través de nueve
sonado en los destinos de la humanidad el fin de un imperio» (Palomino, cantaban. Sus ojos y oídos estaban puestos en Madrid y en ejes regionales, particularmente el de Callao (Lima), Puerto de Lomas, 8. Sobre el indigenismo ver Lauer (1997), Cristal (1991) y Montoya
Devocionario, s. f.: 863). Se trataría de un devocionario colonial. Europa. Tampoco hubo sabio español o europeo alguno que Lucanas, Andahuaylas, Pampa de Anta (Cusco). (2005: 115-142; 2011: 48-60).

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En 1913, en el Teatro Mazzi, los limeños aficionados a la El argumento de la zarzuela El cóndor pasa era extre- se pusiera la mirada sobre la música surgida en nuestro sue-
música y al teatro tuvieron una gran sorpresa: fueron a ver madamente original, porque presenta, cuestiona y rechaza lo. Luego de los yaravíes, siguieron los waynos señoriales y
y oír la zarzuela El cóndor pasa, escrita en prosa por Julio la opresión minera por parte de la empresa Cerro de Pasco mucho más tarde los waynos y otras melodías indígenas12.
Baudouin, con la música de Daniel Alomía Robles, y oyeron Mining Corporation. En la escena primera del acto prime- La música de «El cóndor pasa» establece un antes y un
por primera vez la pieza musical «El cóndor pasa», un ha- ro, un coro canta los versos siguientes: después: cierra una etapa de europeísmo y abre otra de la
rawi de tiempos incas recreado con gran talento por el mú- Ya en la nieve de las cumbres / comienza a brillar el sol / y música propiamente peruana. En los siglos XVI y XVII, en
sico Daniel Alomía Robles y presentado como un yaraví. La el día, la luz y el cielo / para nosotros no son: / que cuando España:
zarzuela tiene las secciones «Preludio», «Ya en las alturas» raya la aurora / nos manda la esclavitud / sepultarnos en la
[...] se musicalizaba, bailaba y cantaba solás o soleras, so-
(coro), dúos, la plegaria final, el pasacalle y la qashwa9. Da- tierra / huyendo del cielo azul, / para arrancarle a su entra-
rondos, trianas, boleros, polos, payos, peteneras, seguidillas
niel Alomía Robles oyó la música del harawi en Huánuco, ña / la riqueza del metal, / que al incendio de los hornos /
(convertidas después en vidalas), folías, canarias, manche-
cuando era un niño encantado por la música que sus padres nuestros lomos llevarán. / Ya en la nieve de las cumbres /
gas, fandangos (originarios de las Indias), alemandas, ha-
tocaban en el piano y por los cantores de la Iglesia. comienza a brillar el sol. / Para nosotros la noche / y el día
baneras, jotas, sarabandas, chaconas, villanos, gallardas,
para el pastor. (Toledo, 2011: 198)11 zapateados, joropo, cumbe, cachirulo, cachucha y otras13.
El yaraví «Huk urpichatam uywakurqani», «He criado
Frank, el personaje principal, tiene los cabellos rubios, (Toledo, 2011: 67)
una palomita», reproduce por lo menos parte de la melo-
día original del harawi, cuyo tema sobre la palomita que se pero se siente mestizo; odia a Mac King, sin saber que ese La ópera, especialmente italiana, y la zarzuela española
va y deja un inmenso dolor en su pareja es uno de los más gringo abusivo es en realidad su padre. Su madre, María, reinaron en los siglos XVII y XVIII, y continúan hoy, pero
emblemáticos del género, en el que se cantaban las penas está casada con Higinio, un trabajador que ayudó a Mac sin la misma fuerza de antes. Hablando de las primeras dé-
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del amor y el desamor. King a descubrir la mina Yapac y que considera a Frank cadas del siglo XX, Ernesto More escribe:
como su hijo. En los versos de un yaraví, Frank describe
En esos tiempos predominaba la música italiana con qué
su situación: brío. No se conocía absolutamente nada de la música
Huk urpichatam uywakurqani, He criado una palomita,
Pobre alma prisionera de tu dolor / y del cruel enigma nativa como no fuese en uno u otro callejón en los ex-
llapa sunquywan kuya kuyaspa, amándola con todo mi corazón,
que te forjó, / ¡qué duras cadenas las de tu destino! / Mal- tramuros […]. El acervo americano estaba enteramente
chaymi kunanqa saqirillawan ahora me ha abandonado dita lumbre trágica de mis cabellos, / que envuelve mi virgen porque a lo más se había llegado al yaraví. (Citado
mana imapi piñashiaptiy. sin que en nada la ofendiera. vida toda con su misterio, / ¿por qué, si son rubios, mi por Toledo, 2011: 62)
vida es tan negra / y tiene esta ansia de sangre y guerra?
Tuta punchawmi maskamullani Noche y día la he buscado Un texto de Raoul y Marguerite D’Harcourt, escrito en
(Toledo, 2011: 205).
llaki sunquntin sinchi llakisqa, con el corazón de pena, muy entristecido, 1925, refuerza mi argumento sobre la ausencia de la músi-
Frank se siente cóndor: ca y la canción indígenas en Lima, entre 1532 y 1900:
llapa rumita tapurikustin preguntándole a todas las piedras
ichas yanachayta rikunki, nispa. diciéndoles: «Tal vez has visto a mi amada». ¡Ah, tienen miedo, miedo de mirarme, de escudriñar Declaramos enfáticamente que existe un folklore musi-
mis ojos! ¡Como al amo! ¡Tienen miedo! ¡El mismo mie- cal andino, lleno de carácter y de vida, un folklore que
Inti taytaylla, kanchariwanki, Padre Sol, me has de alumbrar, constituye hoy en día la joya de toda América. ¿Quién lo
do…! Este es su poder; este, la lumbre que nos esclaviza;
mana paywanqa tutallawanmi sin ella me encuentro a oscuras, ¡yo también soy amo, yo también mando!… ¡Pero más conocía hace doce años [1912]? Los aires criollos publi-
iskaynin quyllur ñawichallanwan si ya no me mira más que ellos! Soy el cóndor huido que regresa a la sierra, sí cados hasta entonces, las extrañas melodías declaradas
soy el cóndor que pide redención, que vuelve a nuestra indígenas no eran otra cosa que muestras insípidas de
manaña masta qawawaptinqa. con sus dos ojitos de estrella. las canciones peruanas que llevaban claramente la marca
antigua vida… Mis alas están plegadas y ¡no puedo vo-
lar!... no puedo volar (sollozando recuesta su cabeza en el de fórmulas europeas, al extremo que mucha gente bien
(D’Harcourt, Raoul y Marguerite, La música de los incas y sus supervivencias, 1990: 295-296)10 . pecho de María). (Toledo, 2011: 218-219). informada creía que la voz de los quechuas había callado
para siempre, ahogada por la influencia del viejo conti-
Frank mata a Mr. Cup, el otro gringo abusivo. La zarzuela nente. (D’Harcourt, 1950 [1925]: XVIII)
termina con las palabras de Higinio: «Todos somos cóndores».
En casi cuatro siglos, los harawis y waynos de los tiem-
9. El Teatro Mazzi, de la antigua Plaza Italia, desapareció hace mucho El historiador Jorge Basadre escribió que la zarzuela El pos incas se habrían oído en casas de indígenas quechuas
tiempo. Recomiendo la lectura del libro El cóndor pasa: mandato y obe- cóndor pasa tuvo 3500 representaciones en cinco años (ci- que vivían en sectores reservados en Lima para ellos.
diencia. Análisis político y social de una zarzuela, de Ernesto Toledo tado por Toledo, 2011: 78). Lo importante de esta zarzuela
Bruckmann (2011). Se trata de un aporte para conocer la historia de la fue la música de «El cóndor pasa» y su éxito extraordinario
música colonial y republicana en Lima. 12. En 1911, el dúo de Eduardo Montes y César Augusto Manrique grabó
en Europa y en Estados Unidos. Cuando la canción volvió
92 discos de 78 revoluciones con valses, polcas, marineras, tonderos y
10. Los autores D’Harcourt publicaron también el harawi «Tungu tungu» del extranjero con el prestigio bien ganado, sirvió para que yaravíes. Ningún wayno figura entre esas canciones (Toledo, 2011: 71).
y citan otro yaraví cantado por Daniel Alomía Robles y publicado por él 58. Daniel Alomía Robles. Foto reproducida del texto La
en un diario de Lima. Uno de sus versos dice: «¿Por qué cuando todo / se obra folklórica y musical de Daniel Alomía Robles, volumen 13. No sabemos cuántas de esas variedades fueron trasladadas a Améri-
agita y descansa / cantas con dulzura en tu nido / con tus ojos llorosos?» II, editada por Armando Robles Godoy. Lima: Concytec, 11. Ernesto Toledo Bruckmann incluye todo el texto de la zarzuela El cón- ca. Muchas de ellas siguen siendo parte de la tradición española de hoy y
(1990: 285-287). 1990. dor pasa como anexo de su libro El cóndor pasa: mandato y obediencia. otras han desaparecido.

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La moda europea de óperas escritas con motivos in- Cattelani. En ese mismo año, José María Valle Riestra, con nosotros directamente de la audición» (D’Harcourt, 1950
caicos llegó a Lima e inspiró a los músicos peruanos a libretos de Federico Blume y Luis Fernán Cisneros, dieron [1925]: XXI). Entonces no había grabadoras. De las dos-
componer sus propias óperas. La crueldad de los españoles a conocer su ópera Ollantay, basada en la célebre pieza tea- cientas melodías, cinco fueron tomadas de Daniel Alomía
en el Perú, presentada en Londres en 1658, habría sido la tral colonial del mismo nombre. En el Teatro Municipal de Robles, otro pequeño grupo era de canciones ecuatorianas
primera representación musical y escénica europea con un Lima, en enero de 1912, Daniel Alomía Robles ofreció por por encargo del etnólogo francés Paul Rivet y algunos aires
argumento peruano. Otra, La historia de sir Francis Drake, primera vez un «concierto incaico», con fragmentos de su publicados antes por Jiménez de la Espada16.
escrita en 1659, tuvo el libreto del mismo autor William ópera Illa Kori, Rayo de Oro y su Himno al Sol14.
Los D’Harcourt dijeron que Daniel Alomía Robles fue
Davenant. En 1735, el francés Jean Philippe Rameau estre- Merece una particular atención el movimiento musi- el peruano que más y mejor conocía la música indígena en
nó en París su ópera Las Indias galantes, con un acto consa- cal peruano de los primeros cincuenta años del siglo XX su tiempo, pero que no había escrito nada y se negaba a
grado a los incas del Perú. En 1731, Charles Simon Favart en Lima, Cusco y Arequipa, marcado por su identificación publicar sus anotaciones sobre la música indígena.
presentó también en la misma ciudad Las Indias danzan- con los incas, luego de la valoración europea. La memoria
tes; en 1751, el italiano Antonio Sacco puso en escena en de los incas, reinventada con sus dramas de guerra y sus
Venecia su drama ballet Inca, el tirano. En Estocolmo, en amores, inspiró óperas, zarzuelas y piezas de teatro. Se tra- PERÍODO 4 (DESDE 1938 HASTA 1970). JOSÉ
1782, en Cora y Alonso, Gottlieb Naumann y Gudmun taba de una especie de indianismo intelectual centrado en MARÍA ARGUEDAS, LA DEFENSA DE LA MÚ-
Goran Adlerbech contaron la historia de la princesa inca los llamados indios del pasado, muy distinto del indigenis- SICA ANDINA Y LAS BASES PARA GRANDES
Cora y sus amores con el español Alonso; también en 1782, mo que trataba de valorar el arte de creado por los indios CAMBIOS
Hoszisky compuso la ópera Los peruanos, que habría sido de carne y hueso, de describir sus durísimas condiciones
El movimiento musical indianista, el interés por los
presentada en el teatro privado del rey de Prusia. En 1783, de existencia y de dar los primeros pasos de lo que sería
llamados indios históricos y del presente en la literatura y
Vittorio Amadeo Canavasso estrenó el ballet La esposa después una solución real de sus problemas.
la pintura, y la aparición de los primeros estudios de alto
peruana; ese mismo año, en la Scala de Milán, Giuseppe
En cuanto a los estudios sobre la música en Perú, me- valor académico como el de los D’Harcourt prepararon el
Sarti estrenó Idalida o la virgen del Sol; en 1784, Giuseppe
rece especial atención la obra de los franceses Raoul y Mar- terreno para una etapa corta de transición que podría si-
Giordani estrenó Pizarro en las Indias o sea la destrucción
guerite D’Harcourt, etnomusicólogos que llegaron a Lima tuarse entre 1938 y 1969, con la figura de José María Ar-
del Perú. En 1845, con música de Giuseppe Verdi, fue pre-
en 1912 para buscar las huellas de la música inca, de la que guedas en primer plano. Su pequeño libro Canto quechua:
sentada la ópera Alzira, cuya historia está basada en un 59
en ese momento no se sabía nada dentro y fuera de Perú. con un ensayo sobre la creatividad del pueblo indio y mestizo
texto de Voltaire, Alzira o los americanos. En 1865, Verdi En ocho años de trabajo (1912-1914, 1918-1925), luego de (Arguedas, 1938) fue la primera recopilación de la canción
estrenó en San Petersburgo su ópera La fuerza del destino. acompañasen con arpas, violines y charangos. La música y
pasar lo que llamaron «la muralla opresora de los Andes», quechua ayacuchana, principalmente lucanina. Cuando es-
En 1868, en París se presentó la ópera bufa La Perricholi, los versos de las canciones aparecen en toda su obra litera-
hicieron un valioso estudio de la música y los versos de taba preso en El Sexto, recordó las canciones quechuas que
de Jacques Offenbach y Ludovic Halévy; ese mismo año ria, antropológica y periodística, en el día a día de su vida
canciones indígenas en Perú, Bolivia y Ecuador, y publica- aprendió de niño, escribió los versos, los tradujo y publicó
se estrenó la zarzuela Pobre indio, de Carlos Enrico Pasta como un ejemplo de poesía y arte. Ya no se trataba de in- y en el papel de gestor cultural que asumió para recopilar,
ron en 1925 su célebre libro La musique des Incas et ses sur-
y Juan Vicente Camacho, creada en Lima. En 1870, Jules vivances (París: Librairie Oientaliste Paul Gethner), cuya venciones románticas sobre el supuesto paraíso inca, sino estudiar, defender, difundir y promover el folklore del país.
Cohen, Jules Barbier y Pierre Etienne Cormon estrenaron traducción al castellano fue publicada sesenta y cinco años de canciones, todas anónimas, que los quechuas de los ay- El carné de reconocimiento como artistas a centenares de
en París la ópera cómica Dea, que cuenta la historia de una después, con un prólogo de Luis Alberto Sánchez por la llus y pueblos pequeños de Lucanas y Ayacucho cantaban. músicos, cantantes y danzantes de gran parte de los Andes
mujer raptada por los indígenas. Occidental Petroleum Company of Peru, con el título La peruanos, muchos de ellos y ellas monolingües y analfa-
En ese momento, Arguedas había terminado sus es- betos, ofrecido por la Casa de la Cultura de la que Argue-
La ola de esta producción musical europea con moti- música de los incas y sus supervivencias (1990: 605 pp.)15.
tudios de educación y literatura en San Marcos, no sabía das fue el primer director entre 1964 y 1965, es un hecho
vos peruanos, particularmente incas, llegó a Lima en el úl- Presentaron «doscientas melodías, casi todas inéditas y
nada de la antropología y aparecía como un etnógrafo de extraordinario porque condensa su saber vital, académico,
timo cuarto del siglo XIX. En 1875, se presentó en Lima la de las cuales las tres cuartas partes fueron recogidas por
hecho, guiado solo por su inmenso amor por los pueblos su amor y respeto por la creación popular en general y su
zarzuela madrileña La monja alférez, de Miguel Márquez. indios del país y por sus grandes pasiones: la música, las firme convicción de contribuir a elevar la autoestima de
En 1877, se estrenó en la misma ciudad el drama lírico Ata- canciones, las danzas, los mitos, las leyendas, los cuentos
14. Los listados de piezas musicales europeas y peruanas estrenadas todos los artistas populares. Sobre la contribución de Ar-
hualpa, de Carlo Enrico Pasta y Antonio Ghislanzoni. En en Europa, Buenos Aires y Lima aparecen con más detalles en el libro y las adivinanzas, que vio y oyó desde niño, y siguió dis- guedas, remito a lectoras y lectores a mi libro Cien años
1879, Abelardo Gamarra, el Tunante, e Ignacio Cárdenas del periodista Ernesto Toledo Bruckmann, El cóndor pasa: mandato y frutando a lo largo de su vida y hasta en sus últimas horas, del Perú y de José María Arguedas (Montoya, 2011) y a ver
compusieron la zarzuela cómica ¡Somos libres! o el Himno obediencia. Análisis político y social (2011: 44-48). También ofrece otros
cuando antes de suicidarse encargó que en su entierro lo la introducción general que escribí para la edición de su
listados importantes sobre el indigenismo literario, las piezas teatrales
Nacional; en 1893, el propio Abelardo Gamarra y Carmelo
particularmente cusqueñas, las compañías incaicas y las salas teatrales obra antropológica completa, que la Editorial Horizonte
Grajales estrenaron en el Teatro Olimpo un «episodio na- en Lima, que son útiles para situar la coyuntura y los antecedentes de la
16. Su interés por registrar la música fue tan grande que hasta escribie-
cional» llamado El yaraví o sea Mariano Melgar. En 1899, ron la música de una canción tocada por un mendigo. Cuentan también
zarzuela El cóndor pasa.
que el célebre músico Luis Duncker Lavalle cantó para ellos los yaravíes
se presentó en Buenos Aires la óperaYupanqui, de Arturo
15. Por encargo de la editorial Mosca Azul, responsable de la edición, mi «Delirio» y «Paloma blanca», y que, en Quito, la esposa de Paul Rivet, 59. Jacinto Palacios Zaragoza (Aija, Áncash, 1900-Huari,
Berutti y Enrique Rodríguez Larreta; también en Buenos hermano Luis Montoya y yo tradujimos varios de los textos quechuas el célebre etnólogo francés, cantó para ellos la canción «Quién te dio la 1959). Compositor e intérprete de la guitarra. Música de Án-
Aires, en 1900, se estrenó la ópera Atahualpa, de Ferruccio contenidos en ese libro. cinta verde» (D’Harcourt, 1990: 320, 322, 334). cash. Colección fotográfica: Club Áncash.

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y la Comisión Oficial del Primer Centenario de Arguedas cuerpo entero enseñando su noble corazón de oro. Un pautas científicas que seguimos para escribir el quechua. El En los últimos años, se han publicado algunos libros
publicarán en 2012. lenguaje clásico y las formas más extrañas que presenta volumen II ofrece 170 partituras, gracias a la contribución como los de Félix Tito Ancalle, Sunchu: el wayno en la
inesperadamente campean en toda la trama de esta poe- de nuestros amigos etnomusicólogos Raúl Romero y Cha- formación de la identidad, que fue su tesis de maestría en
La contribución de Arguedas fue muy grande: grabó sía bella [...]. lena Vásquez (Montoya, Rodrigo, Luis y Edwin, primera Educación Intercultural Bilingüe en la Universidad San
a los intérpretes, registró sus voces cantando y contando,
El mérito remarcable del poeta indio es que toda esta li- edición, 1987; segunda edición, 1998). Andrés de Cochabamba, Bolivia (2010); de Xavier Be-
y reunió los materiales tanto en la Dirección de Folklore
teratura la hace no por el alarde ni por el afán superfluo En su libro El wayno del Cusco, Josafat Roel Pineda llenger, El espacio musical andino: modo ritualizado de
del Ministerio de Educación como en el Museo Nacional
de inmortalizarse. No cabe en él esta preocupación. Su producción musical en la isla de Taquile y en la región del
de la Cultura Peruana. Fue también el promotor de las pri- presenta 151 waynos en quechua sin traducirlos, y otros en
meta es la conquista de un amor que muere en la tumba. lago Titicaca (2007); de Carlos Huamán López, Atuq pa-
meras grabaciones de discos de música andina desde 1948. castellano, con la particularidad de ofrecernos la partitura
(Lira, 1956: 10-11). chan. Estación de los zorros: aproximaciones a la cosmovi-
Se abrió, de ese modo, una pista para conocer el canto y la correspondiente de cada una de las canciones, porque era
En su libro Waynos del Cusco, publicado en 1981, un etnomusicólogo formado académicamente en Cusco sión quechua-andina a través de los waynos (2010); de Raúl
música de los diversos pueblos del país.
Gabriel y Gloria Escobar presentaron «las letras» de 345 y Lima. De ellos, 21 son waynos que él considera «típi- Romero (editor), Música, danzas y máscaras en los Andes
Es pertinente mencionar aquí que Adolfo Vienrich camente cusqueños» y 121 del tipo «cusqueño regional». (1993) y del mismo Raúl Romero, Andinos y tropicales: la
waynos, 233 en quechua y 112 en castellano. En la breve
publicó en 1905 el pequeño texto Azucenas quechuas, en Ofrece un breve panorama histórico que comienza con el cumbia peruana en la ciudad global (2007); de Juan José
introducción explican:
el que ofrece una primera aproximación a la literatura wayñu de tiempos incas. Un libro muy importante de reco- Miranda, Lía Edith Figueroa, Luis Alberto Eizaguirre y
inca y una brevísima selección de canciones en quechua Los criterios para la selección han sido más o menos arbi-
pilación de canciones quechuas es Canciones del ganado y Walter Mendieta, Ayacucho canta y baila (1999); de Wilfre-
trarios, siguiendo de preferencia nuestro gusto personal
(Vienrich, 1959). El camino abierto por Vienrich, Raoul y pastores, de Sergio Quijada Jara (1957), un célebre estudio- do Hurtado Suárez, Chicha peruana: música de los nuevos
y sin tener en cuenta criterios analíticos o académicos,
Marguerite D’Harcourt, y José María Arguedas fue segui- so del folklore a quien le debemos una contribución muy migrantes (1995); de Ernesto Camasi Pizarro, Historia del
dejándonos llevar en todo caso por las cualidades estéti-
do posteriormente en Cusco por el padre Jorge Lira, Jo- cas de los waynos mismos y el juicio de algunos amigos importante para conocer las canciones quechuas en los wayno huamanguino (2007); de Sigifredo Francisco Calle,
safat Roel Pineda, Gabriel y Gloria Escobar; más tarde, por y gustadores de waynos. Los waynos los hemos ordena- Andes centrales del país. La tesis doctoral de Luis Alcibía- El señorío del wayno (2005).
Rodrigo, Luis y Edwin Montoya, y después, por Chalena do alfabéticamente, sea por su título conocido o por la des Montoya Rojas en San Marcos, Canción quechua: his- Entre 1948 y 1953, se grabaron los primeros discos de
Vásquez y Abilio Vergara. primera letra de la primera estrofa. (Escobar y Escobar, toria y región en las provincias altas del sur andino (1987), música andina. No contamos aún con un estudio relati-
En su libro Canto de amor, publicado en 1956, el padre 1981: XI-XIII). sigue siendo hoy (2012) uno de los estudios más completos vamente completo sobre disqueras, músicos e intérpretes
Jorge Lira presentó los versos en quechua y castellano de cien sobre la canción andina del sur, que incluye una antología andinos en Perú. La brevísima sección que Ladislao Landa
La selección de Gabriel y Gloria Escobar incluye can-
de 150 canciones traducidas al castellano. consagra al tema en su tesis de bachillerato en Antropología
canciones cantadas por los jóvenes de los ayllus cusqueños, ciones de Cusco y de parte de las provincias apurimeñas
particularmente por Carmen Taripha, que fue una mujer ex- Grau y Cotabambas. Gabriel escobar, antropólogo cusque- Chalena Vásquez y Abilio Vergara publicaron el libro en San Marcos, Los caminos de la música: géneros populares
traordinaria que cantaba y contaba en quechua todo lo que ño, hizo su carrera académica en Estados Unidos. Duran- Chayraq, carnaval ayacuchano (1988), que ofrece una se- andinos en un medio urbano (1992), puede ser un punto de
había aprendido en Maranganí. Dice el padre Lira: te muchísimos años y en cada viaje de visita a Cusco, él y lección de canciones del carnaval ayacuchano. Este texto se partida. No sabemos quién o quiénes grabaron la primera
Gloria fueron recopilando las canciones que se cantaban inscribe en la corriente de recopilación de canciones andi- canción andina. Por el momento, contamos con informa-
En cada pueblo, en cada ayllu, paso a paso he seguido y
observado a los indios cantores del amor. Casi siempre ahí, como un tributo de amor por su tierra y sin preten- nas, que enriquece el rico corpus cultural andino. Ambos ciones y testimonios dispersos: la cusqueña Julia Peralta
encontré en esta labor a jóvenes solteros y a hombres en sión académica alguna, como lo señalaron con la debida autores han publicado también el libro Ranulfo, el hombre, contó a Ladislao Landa que ella grabó por iniciativa de José
la plenitud, entregados con ardor a arrancar a su instru- honradez académica e intelectual. La recopilación es va- que ofrece un estudio antropológico y etnomusicológico María Arguedas las primeras tres canciones: «Quiquijana»,
mento la nota más bella y a su garganta, en rica melodía, liosa, aunque tiene un problema serio: muchas canciones de la obra del compositor huamanguino Ranulfo Fuentes «Torito Pinto» y «Charanguito» (Landa, 1992: 38, nota al
la estrofa más jocunda. Los viejos y las viejas parece que de todas partes aparecen como cusqueñas. El título más Rojas (Vásquez y Vergara, 1990). Se han publicado muchos pie de página n.° 6); otras versiones mencionan a Ricardi-
han tomado en esto la vida ya muy en serio y formal. Me apropiado debería ser: Waynos que se cantan en Cusco. cancioneros, relativamente generales, regionales y loca- na Aguilar, cantante puquiana, con el tema «Arpaschallay,
han dado la impresión de que no les incumbe a ellos la les. La lista sería muy larga y me limito a señalar el texto mi arpita»; yo mismo oí la versión que considera a Jacinto
loca y festiva tarea de los corazones nuevos. Ellos cum- En 1987, quien escribe este ensayo y mis hermanos Canto a Ayacucho. Tomo I, de Abilio Vergara, que es una Palacios como el primero. Es importante anotar que las ver-
plieron su turno y la generación que se inicia debe embe- Luis y Edwin Montoya publicamos el libro Urqukunapa recopilación de canciones, waynos de hoy y ayer (Vergara, siones coinciden en señalar a José María Arguedas como el
llecer la primavera de la vida. yawarnin. La sangre de los cerros: antología de la poesía 1995); una Antología de la canción ayacuchana, de Alejandro promotor principal de esa primera gran aventura.
Se ve, pues, que casi la totalidad de esta antología profana, quechua que se canta en el Perú, en dos volúmenes que Alacote, publicada por el Círculo Cultural Tradiciones de
La grabación de los primeros discos abrió el camino
de indudable procedencia india, de valor único impon- presentan 333 canciones de las ocho regiones musicales de Huamanga (Alacote, 2001); una antología de canciones del
para que surgiesen varias generaciones de intérpretes, com-
derable, no presenta el peso arcaico ni añejo, sino la pal- todo el país, en quechua y en castellano. Estas canciones repertorio de Jaime Guardia se encuentra en el libro Jaime
positores y músicos que pertenecen a diferentes oleadas de
pitación de las cosas recién venidas al mundo. Está con están agrupadas en catorce grandes temas, pertenecientes Guardia, charanguista (Guardia, 1988). Contamos también
migrantes andinos en Lima y para que la música andina lle-
el rocío de su amanecer, con su perfume, con la lozanía a siete modalidades musicales e interpretadas con instru- con una breve selección de canciones en el libro Cantares de
entera pugnando por expandirse.
gase a la radio. Ofrezco, a continuación, un listado de cuatro
mentos propiamente indígenas, peruanos y occidentales, Ayacucho, de Alejandro Vivanco, el quenista huamanguino
generaciones de intérpretes, compositores y músicos.
Analizando esta poesía vernácula del ayllu, penetrando cuyos detalles aparecen en la primera sección de este en- (Vivanco, 1977). Por último, Yolanda y José González han
cada estrofa y traduciendo la intención de cada verso, sayo. En el volumen I, presentamos también el ensayo «La publicado un breve libro: Cerrito de Huacsapata: estudianti- En la primera, que aparece a partir de 1940 y va has-
esta literatura es toda una epifanía del alma joven del cultura andina quechua a través de sus canciones» (pp. 27- nas y música de Puno del siglo XX, en homenaje a Puno y a ta 1970, figuran Gabriel Aragón, Pancho Gómez Negrón,
hombre andino, del indio auténtico que se revela de 58) y un anexo lingüístico indispensable para explicar las las bodas de oro de la Estudiantina Puno. Andrés Alencastre (Kilku Warak’a), Alfredo Macedo, Ed-

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mundo Delgado Vivanco, Julio Benavente, Julia Peralta, triz Portales, Bertha Barbarán, el Dúo Arguedas (Walter PERÍODO 5 (DESDE 1970 A 2012). LA EXPLO- de los cuatro conos: Sur (Chorrillos, San Juan de Miraflo-
Lucila Sánchez (la Sureñita), el Conjunto Condemayta y Julio Humala), Martina Portocarrero, Sonia Villanue- SIÓN PRODUCIDA POR EL MERCADO res, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador), Norte (San
de Acomayo, Efraín Cuba (el Embajador de Quiquijana), va, Trudy Palomino, los hermanos Carlos y Rafael León, Martín de Porres, Comas, Los Olivos, Puente Piedra), Este
Luego del gran impacto de las dos primeras generacio-
Theodoro Valcárcel, el Dúo Altiplano, Conjunto Brisas el Dúo Wayra (Dolly Príncipe y Mónica Cuadra), Saywa, (San Juan de Lurigancho) y el cono de la carretera central
nes de artistas, entre 1946 y 1970, se produjo una explosión
del Titicaca, Paulina Olaechea (Mamá Paulina) y su hijo Damaris, Zully Azurín, Cuatro Estrellas de Orurillo, los con subcentros en el kilómetro 5 (Vitarte, Ñaña, Chacla-
extraordinaria. Se ensanchó el mercado con millares de ar-
Antonio Huarcaya, la Lira Paucina (de Jacinto Pebe, Luis arpistas Rosauro Medina y Luciano Quispe. cayo y Chosica); asimismo, se establecieron espacios mu-
tistas y Lima se convirtió en el mercado musical andino
Nakayama Acuña y Jaime Guardia), Jaime Guardia como sicales en los llamados restaurantes turísticos, conocidos
En la cuarta (2000), llegan Margot Palomino, los her- más importante del país. En mi estudio sobre los rumbos
charanguista y solista, Rascila Ramírez, el Conjunto Atus- también como peñas, y en algunos pequeños coliseos.
manos Diosdado y Rodolfo Gaitán Castro, Kiko Rebata, de la música en Lima y Villa El Salvador señalé la existen-
paria, Jacinto Palacios, Flor de Paria, Pastorita Huaracina,
Violeta Retamozo, Josefina Ñahuis, Rossy War, Sonia Mo- cia de cuatro circuitos: La multiplicación de programas radiales por centena-
Princesita de Yungay, Rosita Salas, el Jilguero del Huasca-
rales, Abencia Meza, Alicia Delgado, Dina Páucar, Anita res de asociaciones de migrantes, que combinan la difu-
rán, la Pallasquinita, el violinista Ramiro Fernández, Los Hay millares de artistas andinos en Lima y sus cuatro co-
Santibáñez, Yalú Morales, los hermanos Aybar. El conjunto nos. Desafortunadamente, no contamos con un registro sión de sus respectivas tradiciones musicales provinciales y
Jilgueros del Hualcán, Estrellita de Pomabamba, la Huara-
Los Cholos destaca por su calidad musical y por su profun- que ofrezca una información sobre el tema; poco o nada locales con sus artistas más representativos, la transmisión
cinita, Nila Villanueva, Flor de Huancayo, Flor del Centro,
do respeto por la música andina, en particular y la música se ha hecho después del esfuerzo de José María Arguedas de noticias dentro del rubro general que podría llamarse
el Gorrión Andino, don Jacinto Palacios, Máximo Damián,
peruana, en general. en la Casa de la Cultura entre 1963 y 1966 con el apoyo de «la santa tierra» y la convocatoria a actividades en Lima
las hermanas Zoila, Olga, Ezmila e Irma Zevallos, el arpista
Josafat Roel y Jaime Guardia para censar y calificar a los han sido y son posibles gracias al apoyo económico de pe-
Modesto Tomayro, Mullicha, el Picaflor de los Andes, Juan Hoy está apareciendo un conjunto de intérpretes lime-
artistas andinos. Es posible establecer diversos circuitos queñas empresas de servicios y restaurantes, a cambio de
Bolívar Zenobio Daga, Juan Bolívar y el Trío Junín, el Zor- ños de origen andino, que podría definirse como parte de de artistas andinos en el Perú. El Circuito Uno es el me-
zal Negro e Irma Campomares. avisos de publicidad.
una quinta generación. Lo común en ellos y ellas es que no nos numeroso y está formado por músicos, intérpretes y
En la segunda generación (1960-1980), destacan Los hablan quechua, salvo algunos casos excepcionales, pero se danzantes con un público cautivo en Lima, algunas gran- Una novedad muy importante fue el acceso de algunos
Campesinos (Jorge Núñez del Prado, Wilfredo Quintana identifican con los Andes17. des ciudades y todos los Andes, y que salen al extranjero artistas, entre los más conocidos, a los teatros Municipal,
a tocar y cantar sobre todo en los medios de inmigrantes Segura y Felipe Pardo, como parte de una relativa demo-
y Gregorio Núñez del Prado Ponce de León) y Los Erran- Cuando Luis Pizarro Cerrón tuvo la idea de pedir
peruanos de Estados Unidos, Europa y Japón. Algunos cratización de los espacios culturales de Lima en tiempos
tes (Antonio Alarcón, Plinio Mogrovejo y Gilberto Cueva una hora en Radio El Sol para difundir por primera vez ejemplos: Raúl García Zárate, Jaime Guardia, Florencio
Fernández). Siguen, tres años después, Raúl García Zárate, en Lima la música andina, los dueños de esa emisora se la de Velasco Alvarado, siguiendo la corriente que empezó
Coronado, Máximo Damián Huamaní, Edwin Montoya,
el dúo de los hermanos García (Raúl y Neri, el Pajarillo, ofrecieron gratuitamente sin imaginar que sería el primer con el apoyo de la Casa de la Cultura dirigida por José Ma-
Amanda Portales, Nelly Munguía, Berta Barbarán, Ma-
primera voz), las hermanas Azcarza; los hermanos Paredes paso de una gran aventura andina y de una fuente de ga- nuelcha Prado, Julio Humala, Walter Humala, Princesita ría Arguedas en su años iniciales de 1964 y 1965.
(los Tonqochos). Poco después, el trío Los Heraldos (Ed- nancias económicas muy importantes. Por la conjunción de Yungay, Alicia Delgado, etc. El Circuito Dos está for-
win Montoya, Félix Bendezú y Daniel Kirwayo) y el Trío de la presencia de migrantes andinos en Lima, disqueras mado por artistas de renombre en lo que se llama «nivel
Ayacucho (Ernesto Camasi, Carlos Falconí y Antonio Gu- y emisoras de radio para difundir su música, se abrió un nacional», frase que no debe ser tomada literalmente TRES. EXPLOSIÓN MERCANTIL CAPITALISTA
tiérrez, que reemplazó a Carlos Flores), Manuel Silva (Pi- sino como sinónimo de Lima y algunas ciudades gran- Y TRECE GRANDES CAMBIOS EN EL COM-
gran mercado de música andina. Aproximadamente en-
chingucha), Los Bohemios del Cusco y los hermanos Vera, des del país. El Circuito Tres está constituido por artistas PLEJO MUNDO DE LOS WAYNOS (DESDE 1960
tre 1965 y 1968, quince años después de la grabación del
regionalmente conocidos, incluyendo a quienes tienen
el Trío Apurímac, el Quinteto Unión de Cotahuasi, Los primer disco, para sorpresa de todo el mundo, Ernesto HASTA 2012)
presencia en Lima de modo casi exclusivo en los círcu-
Puquiales (Adón Heredia y los hermanos Carlos y Jorge Sánchez Fajardo, el Jilguero del Huascarán, fue el cantante los de inmigrantes de sus pueblos y regiones. El Circuito Desde 1960 hasta hoy (2013), se han producido dos
Herrera), Los Matutinos de Puquio (Beliabigna Cano y los que más discos vendió en el país. Vendría, después, la te- Cuatro corresponde a artistas cuyo mercado de trabajo grandes transformaciones en la canción andina en general
hermanos Carlos y Jorge Herrera), Los Manantiales (Giral- levisión con un interés marginal en las culturas y músicas y presencia artística corresponde solo a una esfera local. y en los waynos en particular. La primera ha sido la con-
do Martínez y los hermanos Carlos y Jorge Herrera), Irene indígenas y andinas, y últimamente la revolución tecnoló- La mayor parte de artistas andinos de Villa El Salvador
del Centro, Los Sureños, Los Ecos de Parinacochas y Los versión de las canciones y cualquier otra forma de arte an-
gica de aparatos digitales para fotografiar, grabar y filmar. pertenece a este circuito y debe precisarse que su movi-
Hermanos Alvarado (Jesús, Julián y Justino), el Trío Sa- lidad incluye otros conos y algunos barrios de Lima en dino en mercancías, como consecuencia del contradictorio
rasara (Tulio Gutiérrez, Wilman Perales y Cholín), el Trío función directa de la presencia de sus migrantes andinos y lento desarrollo del capitalismo en el país. Cuando los
17. El listado que acabo de ofrecer debe ser considerado como fruto
Amanecer de Huancavelica, Estrellita de Pomabamba, Ju- llamados «paisanos», provenientes de los mismos pue- valores capitalistas de la ganancia y la acumulación de ri-
de un primer esfuerzo tentativo por situar en el tiempo a intérpretes,
lia Campoblanco, la Estudiantina Perú, Los Bordones del músicos y compositores; las fechas propuestas deben ser vistas con gran blos y/o región de los Andes. (Montoya, Porvenir de la queza a cualquier precio, y el premeditado cálculo del ries-
Perú, Vilma Pajuelo (la Pallita), Carmen Pajuelo, Eusebio flexibilidad, y es probable que en muchos casos ellas y ellos hayan apa- cultura quechua en Perú, 2011: 296-297) go-beneficio invaden todas las esferas de la vida social, el
Grados, Flor de Huancayo, el Dúo Huancayo, el Dúo Mix- recido unos pocos años antes de la fecha propuesta. Lo importante es mercado se convierte en un referente fundamental. Frases
En capitales costeñas y andinas —departamentales y
tener en cuenta que se trata de una lista abierta, seguramente incompleta.
to Huancayo (de Yolanda Roque y Polo Palomino), Leo provinciales— se repite el principio de circuitos regiona- como «todo tiene un precio», «todo se compra y se vende»
Al reunir esos nombres, he pensado en el circuito nacional de músicos
Casas y el Dúo Altiplano. e intérpretes andinos. Otras listas corresponderán a los circuitos regio- les, provinciales y distritales, directamente conectados con están ahora generalizadas en todo el espacio peruano y en
En la tercera (1980-2000), aparecieron Los Añorados nales (departamentales) y a los circuitos locales (provincias, distritos y Lima, como ocurre también con la danza de las tijeras. El todas las clases y grupos sociales. Los primeros bolsones
de Puquio (Virgilio Calle y Manuelcha Prado), Manuelcha
anexos). Son, seguramente, varios miles de personas las que aparecen en sueño de ser artista está generalizado. capitalistas en la economía peruana surgieron en la se-
los tres circuitos. La vitalidad de la música andina, particularmente del gunda mitad del siglo XIX y tuvieron un lento desarrollo.
Prado como solista, Wilfredo Calle (el Solitario de Puquio), wayno, es un hecho indiscutible. Pido disculpas por alguna omisión que Como parte de la ampliación del mercado, en este lar-
Julia y Cila Illanes, Nelly Munguía, Amanda Portales, Bea- Luego de la caída del Muro de Berlín y el naufragio de las
responde, seguramente, a mi información incompleta. go período se formaron los espacios musicales en cada uno

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repúblicas socialistas de Europa del Este, en la última déca- adoptar la tecnología occidental reciente y renunciar a toda ella, y el resto quede en silencio, acompañe con las palmas o que explica esta transformación, pero no es la única. Impor-
da del siglo XX el capitalismo se generaliza en el conjunto tecnología anterior, tanto occidental como indígena, como con algunas voces de ánimo y alegría. ta también el deseo de los nuevos compositores de mostrar
de la sociedad. parte de una oposición irreductible entre lo viejo y lo nuevo, que han aprendido a hablar y a escribir en castellano y la
Al cerrarse el ciclo del folklore anónimo, ha comenza-
entre lo moderno y lo tradicional, y de una búsqueda cons- opción por lo más fácil. Como el bilingüismo castellano-len-
La segunda transformación es la desterritorialización do una guerra sin cuartel por apropiarse de las canciones.
tante del progreso y del cambio, que son rasgos característi- gua indígena es cada vez mayor, el relativo equilibrio de otro
de las culturas andinas quechua y aymara, debido al gigan- Hay miles de canciones sin dueño en el acervo indígena
cos de la cultura capitalista. Con la guitarra eléctrica primero tiempo se rompe en beneficio del castellano.
tesco proceso migratorio hacia Lima, la costa y las grandes quechua y aymara. A la patente de un invento en la esfera
y medianas ciudades de los Andes, y también de la Ama- (y el lejano pero presente modelo de los Beatles) y la per- 5. La palabra y la expresión hermosa y feliz de pensamien-
de la industria, le corresponde la propiedad intelectual de
zonía. Lima es hoy la capital andina del Perú, la ciudad cusión después, comenzó un proceso no terminado y siem- una canción. La sigla DR —«derechos reservados»— es el tos y sentimientos ceden el lugar de privilegio que tuvie-
donde hay más personas que hablan quechua y aymara, la pre renovado de transformación por la adopción de nuevos único refugio de lo anónimo indígena, colectivo e indivi- ron en el pasado, descienden a un nivel casi insignificante,
ciudad donde se reproducen todas las tradiciones cultura- instrumentos, por el aligeramiento de la música andina dual. «Recopilación de fulano de tal» y «arreglos de otro porque cuentan más el movimiento y la rapidez para bai-
les del país. Las culturas quechua y aymara se reproducen, para hacerla más bailable y para seguir las modas impuestas fulano de tal» corresponden a una apropiación a medias; lar, propuestos con gran fuerza entre 1960 y 1990, como
recrean e inventan en el espacio propiamente costeño del por los grandes grupos musicales en el mercado mundial. pero cuando alguien se atribuye la propiedad de una can- parte de la modernización musical que surgió con la chi-
desierto, de los ríos convertidos en caricaturas de los po- El wayno chicha, llamado también cumbia andina, que co- cha y la cumbia. Lectoras y lectores pueden encontrar esta
ción con la que nuestros tatarabuelos enamoraban a nues-
derosos y profundos ríos andinos, del «cielo sin cielo» de menzó en 1960, llegó a su mayor momento en 1980 con Los notable distancia si observan con atención la poesía que
tras tatarabuelas, el hecho es simplemente un robo puro
Lima, descrito así por el escritor limeño Sebastián Salazar Shapis19. Hasta hoy, el único modo de aceptar lo indígena en se canta en la antología Urqwukunapa yawarnin. La san-
y duro. En el mundo de la propiedad, de los derechos de
Bondy, del cielo sin lluvias y solo garúas, del sol que desa- el mundo occidental es imponiéndole muchos cambios para gre de los cerros, de los hermanos Montoya (1987, primera
autor, de asociaciones de autores y compositores, la bata-
adaptarlo a sus propios gustos20. edición y 1998, segunda edición) y los versos de las can-
parece en la mitad de cada año. Los saberes acumulados en lla por obtener algo de dinero por la canción inscrita por al-
ciones chicha reunidas por Wilfredo Hurtado en su libro
centenares de años vienen con los migrantes de la primera guien, siendo autor real o no, es inevitable. Lamentablemen-
Chicha peruana: música de los nuevos migrantes (1995)22 .
generación, se reproducen y recrean en condiciones muy 2. El anonimato de las canciones de los pueblos indíge- te, el mercado capitalista de canciones populares e indígenas
En los últimos veinte años, a la velocidad y el ritmo acele-
difíciles, y empiezan a perderse en la segunda y tercera ge- nas se encuentra en un franco proceso de desaparición. Se tiene un innegable fondo de corrupción, casi generalizada.
rado para bailar, como cambio notable en la melodía de los
neración. El racismo sufrido en los Andes se multiplica en mantiene aún en los ayllus más alejados de las tierras altas y
3. Como consecuencia de lo anterior, ha aparecido el ofi- llamados waynos modernos, se le agrega la sensualidad del
Lima y en las grandes ciudades del país, y se convierte en en pequeños reductos de algunos valles interandinos. Aho-
cio de artista andino, como una esperanza para ganarse la cuerpo que alcanza su mayor fuerza en el «perreo», que es,
un elemento estructural con una constante y perversa pre- ra, las canciones son objeto de propiedad y, por eso, aparecen
vida, para salir de pobres. Antes de la aparición del merca- en última instancia, una relación sexual bailada con ropa
sencia. La desterritorialización va más lejos aún, porque los autores —auténticos, pocos, e impostores, muchos—. El
do capitalista de la música andina e indígena en general, los (Montoya, 2011, capítulo 7: 287-324). La revolución sexual
los migrantes andinos en Estados Unidos, Europa (España, folklore, anónimo por definición, comienza a pasar al olvi-
buenos cantores y cantoras, los buenos músicos, ejercían extraordinaria producida por la invención de la píldora
Italia y Francia, principalmente) y en América Latina (Ar- do. Cualquiera ya no puede componer un wayno, hay espe-
diversos oficios, principalmente el de profesores y profe- (hace cincuenta años) para evitar embarazos rompió to-
gentina y Chile), como portadores de sus culturas, lenguas cialistas para eso, también para el canto y para grabar discos.
soras de primaria y secundaria. Los danzantes de tijeras dos los diques de contención que, en el pasado, sirvieron
e identidades, contribuyen con sus remesas de dinero no Como consecuencia de este proceso, se ha llegado a una para impedir que las mujeres tuvieran iguales derechos
eran, todos, agricultores y ganaderos. Ellos y sus arpistas
solo a los presupuestos de sus familiares, sino también a la especie de tristísima conclusión: es mejor oír cantar bien a que los hombres. El voto femenino (aprobado en tiempos
y violinistas iban a diversos circuitos locales y regionales a
celebración de los cargos religiosos más importantes de sus alguien y, como no sabemos cantar, es preferible no inten- del gobierno del general Odría, 1948-1956) y la aparición
bailar y cantar a cambio de alimentos y del prestigio de ser
comunidades de origen. tarlo para no caer en el ridículo. Por esa pista, el placer de del movimiento feminista de múltiples orientaciones han
buenos o mejores21. Hoy, lo esencial es el dinero. La posi-
Estos dos grandes cambios que acabo de señalar es- compartir el canto en las fiestas colectivas a partir de los sen- bilidad de vivir del oficio de artista existe para un reducido servido para que una buena parte de las mujeres reivindi-
tán directamente vinculados al proceso de recuperación timientos empieza a perder la fuerza que tenía y basta con quen todos sus derechos. Por una vía paralela, el mercado
número de personas en los diversos circuitos internacio-
de tierras expropiadas por los hacendados a los ayllus- que aparezca un artista en la fiesta para que solo cante él o capitalista ha ido convirtiendo el cuerpo femenino en una
nal, nacional y regional. Para muchos es inalcanzable, pero
comunidades y a los campesinos-indígenas del país en los mercancía más, en nuevos espacios como los que la televi-
el esfuerzo por dar algunos pasos en esa dirección les deja
siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, que dio lugar a las reformas sión de señal abierta consagra a las llamadas vedettes.
una especie de pequeña fortuna de prestigio en sus círculos
agrarias de 1962, 1964 y 1969, que cambiaron el rostro del 19. Sobre este fenómeno de la chicha, ver los textos de Wilfredo Hurtado sociales y familiares. La poesía y la melodía de la palabra no desaparecen, pero
Perú y abrieron el largo período de desembalse de la polí- (1995), de Rodrigo Montoya (1996) y de Raúl Romero (editor), Andinos pierden presencia y fuerza, porque para bailar con la mayor
tica oligárquica del país18. y tropicales: la cumbia peruana en la ciudad global (2007). Ver también 4. Desde 1960 hasta hoy (2013), es innegable la victoria del
sensualidad posible en esta embriaguez de libertad de nues-
el libro de Raúl Romero (editor), Sonidos andinos: una antología de la castellano en el espacio de las canciones sobre el quechua y
Algunos de los cambios más importantes en el com- tro tiempo las palabras sobran. El cuidado de decir algo y de
música campesina del Perú (2002). el aymara. La proporción de nuevas canciones que se com-
plejo mundo de los waynos podrían ser los siguientes: escoger el mejor modo de decirlo cuenta menos o nada23.
20. Cuando los hermanos Gaitán Castro y muchos otros como ellos atan ponen en castellano es muy superior a la de canciones en
sus guitarras eléctricas a sus cuerpos, aligeran y alteran la melodía del lenguas indígenas. La masificación de la educación primaria 22. Sobre este punto ver también mi artículo «Música chicha: cambios en
1. La llamada modernización constante por el encanto de wayno ayacuchano clásico, saltan de un lado a otro en los escenarios y secundaria en todo el país, con miles de escuelas y colegios la canción andina quechua en el Perú» (Montoya, 1996).
la tecnología. En el lenguaje corriente modernizar significa como los rockeros, se creen vedettes y tratan de figurar en la prensa de en escala distrital y no solo provincial, es la razón principal
la farándula con sus respectivos escándalos, están haciendo lo que la 23. Un wayno moderno, el «Pollito con papas», solo dice esas palabras
modernidad capitalista les impone para estar a tono con los tiempos... y y nada más, y las supuestas composiciones de un señor llamado Tongo
18. Sobre las tomas de tierras y las reformas agrarias, ver mi libro Lucha ganar dinero, por supuesto. No resulta relevante si tienen o no conciencia 21.Ver el capítulo 5, «Cuando Cristo muere los dioses andinos salen a pa- ilustran muy bien este proceso de empobrecimiento general de la lengua
por la tierra, reformas agrarias y desarrollo capitalista (Montoya, 1990). de lo que hacen. sear», de mi libro Porvenir de la cultura quechua en Perú (Montoya, 2011). y la total ausencia de algo que se pueda llamar poesía.

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6. El placer de oír a los intérpretes de la música andina, en fue un programa radial o, en algunos casos, televisivo. El libro asisten a una fiesta patronal —en algún pueblo pe- representado por Ernesto Pimentel, un hombre que hace
general, y de waynos, en particular, tiene como condición discurso muy bien construido por ellos expresa su sacrifi- queño de los Andes, de la costa y de parte de la Amazonía, mucho tiempo admitió su homosexualidad. El personaje
ahora el consumo de alcohol y comida en los llamados cada labor de «difundir» y «defender» el folklore. No sue- en cualquiera de los doce meses del año—, podrán ver a ofrece la caricatura de una mujer huancaína, vestida con
«restaurantes turísticos» y «recreos campestres». Hace cin- len decir nada de sus aspiraciones para hacer negocios y numerosos camarógrafos tratando de filmar los más míni- muchas polleras, inmensos tacos y maquillaje sin medida,
cuenta años, en los coliseos, primero, y en los teatros, des- todo el dinero posible en el plazo más corto. Cuando el mos detalles de las fiestas. Unas horas o días después, nos que ni baila ni canta, solo anima y conduce un programa
pués, se oía a los intérpretes en condiciones aceptables de promotor y empresario de espectáculos es, al mismo tiem- ofrecen los DVD o CD a precios módicos. Una computa- con invitados de la farándula, donde lo andino en serio no
tranquilidad y relativo silencio. Con el alcohol y la comida, po, dueño de un «restaurante turístico» o de un «recreo dora con una tarjeta de sonido, en un ambiente relativa- aparece por ninguna parte. Por otro lado, Carlos Álvarez,
la música pasa a ser una especie de telón de fondo para la campestre», el negocio es redondo. Lo «artístico» y el lla- mente silencioso, es suficiente para que alguien grabe su un imitador de larga trayectoria en la televisión, inventó el
conversación entre amigos que van a beber y comer, y de mado folklore son solo partes del decorado y la particular voz cantando lo que le gusta, y unos días después ofrezca personaje de la Paisana Jacinta, representado por él como
paso a ver y oír a sus intérpretes favoritos. Cuando la publi- envoltura de una innegable y desmedida ambición comer- en venta sus CD. Esta extraordinaria facilidad para grabar una mujer indígena desdentada, sucia, con trenzas, que
cidad de los eventos artísticos indica que el encuentro co- cial. Hasta donde sé, no se ha hecho aún estudios sobre esta y filmar favorece la improvisación tanto de artistas como es otra caricatura perversa. El Negro Mama, su segunda
menzará a tal hora y durará «hasta las últimas consecuen- aventura del uso comercial de lo artístico andino, sobre la de técnicos, y los frutos del trabajo son de muy baja o pé- criatura, es también una ofensa a todos los peruanos afro-
cias», se quiere decir que habrá una libertad ilimitada para realidad de los derechos de los artistas, de los pagos que sima calidad. Lo importante es que el sueño individual de descendientes. Ninguna de estas dos «cholas» representa a
beber y embriagarse hasta perder la memoria y luego pedir reciben, de los abusos de los que son víctimas y de por qué quien se siente o quiere ser artista se realiza de modo par- ninguna mujer del mundo andino e indígena peruano. Un
disculpas por lo que se hizo. La inevitable consecuencia no hay reacción significativa alguna de parte de los artis- cial con un costo económico muy bajo. No tiene sentido personaje chichero y tropical llamado Tongo es promovido
de esta perversión comercial es el conjunto de escándalos tas andinos frente a la situación en que se encuentran. Las esperar que un videasta aficionado produzca un documen- por la televisión y por Movistar —empresa telefónica es-
y peleas entre personas embriagadas dentro y fuera de los diversas propuestas que hubo para formar asociaciones o tal científico en algo parecido a un producto de la National pañola— como un «artista», cantante y hasta compositor
restaurantes, recreos y discotecas, que concluyen en las co- sindicatos de artistas andinos no tuvieron éxito. La divi- Geographic, pero el mínimo de seriedad profesional que se que sería una especie de representante del mundo andino y
misarías, hospitales y, a veces, también en la morgue. sión, el caudillismo y, también, la corrupción están presen- requiere para ese trabajo está generalmente ausente. Para popular, sin tener ninguna habilidad ni mérito alguno para
tes en esos fracasos. grabar un buen disco no basta tener buena voz. Se requiere beneficiarse de esa promoción.
Los artistas son conscientes de que tocar, cantar y bai-
lar en lugares donde la bulla es, a veces, muy intensa es 9. Son ahora visibles los machismos —criollo y andino— de un acompañamiento musical de alta calidad. La buena Debemos suponer que los dueños de los Canales 4 y
un lamentable maltrato para ellas y ellos, pero aceptan esa de hombres y mujeres, y su relación con el alcohol y el voluntad no es suficiente. 2 de televisión, y de las empresas que auspician esos pro-
realidad, porque si no fuera así no llevarían a casa el dinero dinero tiene lamentables consecuencias. En el mundo del 11. La presencia de los artistas indígenas en la televisión gramas se divierten viéndolos. Seguramente ganan dinero,
que necesitan. A ninguno de los responsables de las lla- wayno con arpa —que corresponde a los departamentos de señal abierta es marginal; y en los canales de televisión porque si no fuera así no los mantendrían en las pantallas,
madas políticas culturales se le ha ocurrido examinar este de Lima y, en parte, Áncash—, algunas de las cantantes por cable, simplemente nula. En la televisión, así como a pesar del rechazo que generan en numerosos sectores de
problema y tratar de entenderlo adecuadamente para pro- andinas con notable éxito comercial han sido envueltas en gran parte de los medios de comunicación hablada y televidentes. Estos lamentables programas gustan también
poner, por lo menos, algunas medidas de solución. en grandes escándalos. Ahora las mujeres beben alcohol escrita, se reproducen los modelos culturales norteame- a las capas populares bajas de la población limeña y de
como los hombres, cantan embriagadas y, además, elogian ricanos y europeos que los peruanos debemos copiar. No sectores de migrantes, pero debe ser claramente adverti-
7. En este proceso de vincular lo artístico andino al con-
en sus canciones a la embriaguez24, muestran pública- por gusto, precisamente en la televisión y en la radio, se do aquí que no tienen ninguna otra opción para ejercer
sumo de alcohol, corresponde a las empresas cerveceras
mente sus amores lésbicos, ostentan los bienes materiales premia a los imitadores peruanos y peruanas de las estre- su libertad. Estos gustos de los grandes empresarios de los
una responsabilidad central, bajo el paraguas de una pala-
conseguidos con sus altos ingresos (casas, camionetas 4x4, llas extranjeras, y no tenemos programas que se puedan medios de comunicación nos dan una preciosa pista para
bra muy especial: auspicio. Cada empresa actúa como un
hostales, restaurantes, etc). Una de ellas, Abencia Meza, llamar propiamente peruanos por su originalidad. Por eso, apreciar su «alta cultura». Como lo esencial para ellos es
monopolio. En el espectáculo auspiciado por una, están
está encarcelada, acusada de haber sido la responsable los pocos espacios reservados para los artistas andinos son ganar dinero, el respeto por las culturas existentes en el
excluidas todas las demás. Disputan entre ellas los auspi-
intelectual del asesinato de su pareja Alicia Delgado, otra insignificantes, como ocurrió con los programas radiales, país les importa muy poco.
cios para espectáculos con el mayor número de consumi-
cantante del mismo etilo que ella. Antes, Abencia Meza fue inicialmente regalados a horas del amanecer. El caso del
dores-bebedores. Montan un tabladillo, escenario para la Solo hay cuatro programas de televisión que en las
acusada de disparar y herir a una persona. Por ese camino, programa Sol en los Andes, de Radio El Sol, y su propie-
presentación de los artistas y ofrecen a los promotores y/o primeras horas de la mañana presentan a artistas andinos:
algunas cantantes folklóricas llenan las páginas de la pren- tario y conductor Luis Pizarro Cerrón es uno de los más
empresarios las decenas, centenas y millares de cajas de Canto andino, de Isaac Sarmiento; Huallpawaqay (Canal 9);
sa amarilla y la televisión basura del país y contribuyen a ilustrativos.
cerveza que calculan vender. Ninguna otra bebida alcohó- Miski takiy, y La cajita musical. Sin embargo, una excep-
debilitar y empobrecer la imagen del folklore.
lica es tolerada. Sí es posible la venta de gaseosas. En ese Para que los artistas andinos lleguen a la televisión y ción debe ser señalada aquí: se trata de Presencia cultural,
caso, las empresas que las fabrican actúan también como 10. Con la última revolución tecnológica, el sueño de gra- a las páginas y horarios estelares de los más importantes un programa de una hora semanal, producido por Ernesto
las cerveceras, excluyendo a la competencia. Las propias bar un disco y filmar un documental está ahora al alcance medios de comunicación del país, deben pasar por una Hermoza en el Canal 7 desde hace veinte años. En los es-
cerveceras organizan grandes espectáculos comerciales de millares de personas. Si las lectoras y lectores de este pacios consagrados a lo andino, Hermoza presenta a los
larga serie de transformaciones y acercarse al modelo oc-
con los artistas que a sus altos funcionarios les parecen más cidental. Siguen el consejo de «modernizarse» y «estilizar» intérpretes sin exigirles ninguna estilización o moderniza-
representativos. sus melodías, su vestimenta, sus maneras, separándolas ción, tratando de promover los valores más importantes
24. La cantante Flor Pucarina solía presentar en los coliseos una paro- con seriedad y respeto, sin ningún interés mercantil.
8. En el mercado capitalista de la música andina, ha apare- de sus raíces, haciéndolas más tolerables para los gustos
dia de la cantante embriagada, llorando una traición o un desamor, pero
cido un pequeño núcleo de promotores a quienes les gusta nada más. El problema del alcoholismo aún no ha recibido en Perú la occidentales y urbanos. La Chola Chabuca es el persona- 12. Como consecuencia del viejo racismo estructural del
muchísimo llamarse «empresarios». El punto de partida atención que merece. je de un programa sabatino de la televisión, inventado y país y particularmente de Lima, el concepto de folklore ha

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sido devaluado hasta el extremo de convertirlo en sinó- las propias culturas indígenas y populares. Un consejo de «juego», en particular. Hay tangos, boleros y valses tristes cusqueño al ver la cabeza, los brazos y las piernas de Tú-
nimo de huachafo, risible, insignificante. Pensado a mitad sabios propiamente indígenas y populares, con la partici- y muy tristes como los waynos, pero por alguna escondida pac Amaru I —el último inca de Vilcabamba asesinado en
del siglo XIX para describir la cultura popular europea, el pación de probados dirigentes indígenas y de personas que razón se identifica al wayno con la tristeza. Desde el primer 1572— y de Túpac Amaru II —último inca colonial, ase-
concepto de folklore fue intensamente usado en América investigan, conocen y defienden a los pueblos indígenas, tercio del siglo XX, hay en Perú un estereotipo del llamado sinado en el mismo lugar en 1781— colgados en postes de
Latina para describir, principalmente, las diversas mani- podría ser el embrión para buscar en los próximos años indio como un pastor de llamas y alpacas que, en las tierras la Plaza de Armas del Cusco y expuestos luego en diferen-
festaciones culturales de los pueblos indígenas. La expli- esa autoridad institucional que hace falta. En el mundo de altas, vestido con un poncho y un chullo, toca con su que- tes lugares del territorio inca para infundir pánico y terror
cación de esta conversión es muy simple: desde la llamada la «alta cultura», esa autoridad institucional y personaliza- na una melodía triste, con el fondo de un sol que brilla en- en los sobrevivientes y para que no se atrevan a levantarse
«alta cultura», que identifica el concepto de cultura con las da fue asumida parcialmente por el Instituto Nacional de tre los nevados. Esta es la primera postal turística pensada contra los españoles nunca más. Habrán faltado, sin duda,
bellas artes (literatura, teatro, pintura, música clásica, etc.), Cultura y, desde 2010, por el Ministerio de Cultura y por y construida para atraer visitantes. El punto de partida de lágrimas para llorar una semejante tragedia, y los antiguos
no se reconoce valor alguno a lo que producen los pueblos un conjunto de críticos, especializados en valorar lo artís- esa construcción fue el descubrimiento de la música andi- harawis en honor de las huacas de los incas y para lamentar
indígenas, los campesinos y las capas populares urbanas. tico de las obras y recomendar premios. Vargas Llosa, en na por viajeros extranjeros o descendientes de extranjeros, el amor perdido de los enamorados habrían servido como
El último libro de Mario Vargas Llosa La civilización del su libro La civilización del espectáculo, sostiene, con razón, como la pareja de etnomusicólogos franceses Raoul y Mar- medio de expresión, de consuelo y de esperanza de tan in-
espectáculo (2012) es una defensa de la «alta cultura» y su que esa crítica especializada prácticamente ha desapareci- guerite D’Harcourt, quienes fueron unos de los primeros menso dolor. A lo largo de la Colonia y la República, la
aparente superioridad frente a la cultura popular y a todas do y, por eso, cualquier cosa puede ser considerada como en interesarse por la música indígena, paralelamente a Da- muerte y el dolor, derivados de las condiciones de servi-
las culturas indígenas a las que ni menciona25. Por un ca- artística (Vargas Llosa, 2012). niel Alomía Robles y su célebre versión recreada del viejo dumbre y casi esclavitud en las haciendas y del ejercicio
mino distinto, la importancia del concepto de folklore en el harawi inca «El cóndor pasa». Los pocos que conocieron estructuralmente abusivo del poder colonial, fueron pro-
mundo académico ha ido desvaneciéndose debido al rico y leyeron la versión francesa de su célebre La musique des blema de todos los días. Los 100 000 muertos que dejó la
desarrollo de la antropología, con múltiples corrientes de CUATRO. ¿POR QUÉ LA TRISTEZA DEL WAYNO Incas retuvieron la tristeza como una de las características confrontación entre españoles y las fuerzas de Túpac Ama-
pensamiento. Y LA CANCIÓN ANDINA? de esa música. A continuación, ofrezco algunos elementos ru II en 1780 (Cornblit, 1976: 131)27 , los 3000 muertos en
de lo que podría ser una primera aproximación para expli- Huanta (Uchuraccay) por el levantamiento de 189528 y los
Lo dramático en este punto es que dentro del mismo mun- El wayno prehispánico estuvo probablemente en, por
car la tristeza andina. 69 280 muertos de la guerra entre Sendero Luminoso, el
do político de lo que en general se denomina izquierda en lo menos, tres de los cuatro suyos, pero no llegó al terri-
MRTA y las Fuerzas Armadas entre 1980 y 2000 (Informe
el país, el término folklore es usado en esta nueva acepción torio amazónico. La palabra wayno es universal en Perú y 1. El profundo trauma cultural y afectivo derivado del co-
final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, 2003:
de risible, huachafo e insignificante. Este hecho expresa Bolivia, con una sencilla diferencia de una eñe en Bolivia lapso demográfico que comenzó en la sociedad inca antes
conclusión 2) se suman a la lista del dolor y sufrimiento
con claridad la distancia que separa a esa izquierda de los y Puno, donde se escribe y se pronuncia wayñu, y otras de que llegara en 1526 a Tumbes una primera expedición
de los pobladores andinos y, últimamente, los asháninka
pueblos indígenas y de las capas populares de la población variaciones regionales como la chuscada en Áncash26 y, tal enviada por Francisco Pizarro. Desde la llegada de Cris-
de la Amazonía.
peruana. vez, el sanjuanito en Ecuador. Es una canción de origen tóbal Colón a la isla de Santo Domingo en 1492, los virus
andino. Con las fortísimas migraciones internas del siglo (gripe, viruela, rubiola) se extendieron por los cuatro pun- 2. Un elemento importante para explicar la tristeza andina
13. La explosión mercantil y los grandes cambios cultu-
XX, la grabación de discos y su difusión por la radio prin- tos cardinales del suelo americano, sin que los pueblos in- es la geografía dura y difícil de las tierras principalmente
rales en los últimos sesenta años se dan en ausencia de
cipalmente (y mucho menos por la televisión), las diferen- dígenas de entonces tuviesen alguna defensa inmunológi- altas de los Andes. Allí, la nieve, el frío, las tempestades, el
una autoridad institucional y personalizada suficiente que
cias regionales y locales de los waynos fueron plenamente ca. En su libro El colapso demográfico, Noble David Cook, viento, las neblinas constantes, los ríos profundos y pode-
ejerza un mínimo de control sobre lo que se considera ar-
conocidas e identificadas dentro de eso que se llama Perú una autoridad en el tema de historia demográfica tanto en rosos en los meses de lluvia duelen y cortan como si fueran
tístico en el mundo de las culturas indígenas y populares.
profundo, y lejos del Perú oficial. México como en Perú, demostró que la población de la so- látigos o cuchillos. Soportar el sufrimiento por el frío, la
Con cargo a tratar el tema con más profundidad en otro
ciedad inca, que habría sido de 9 a 12 millones de habitan- nieve y los vientos es un tema constante en los versos de las
momento, creo pertinente recordar aquí lo que José María Si en tiempos incas el wayno fue un baile-canción de canciones de tierras altas y también en los valles interan-
tes en 1520, un siglo después, en 1620, se habría reducido
Arguedas logró como director de la Casa de la Cultura al amor de una pareja y, hoy, es más que un baile, una can- dinos. Hoy (2013), Perú sigue siendo un país donde miles
a solo 600 000 personas; es decir, al 5% (Cook, 1981). Las
otorgar un carné institucional de artistas a músicos, can- ción para expresar todo tipo de sentimientos y, también, de niños en las tierras altas del sur mueren literalmente
cifras son pavorosas y la palabra colapso es plenamente
tantes y bailarines, luego de un examen exhaustivo de las una especie de crónica de todo lo que ocurre, se imponen de frío, mientras un 10% de la población disfruta de una
adecuada. El 95% de la población inca desapareció en un
capacidades mostradas por quienes aspiraban a ese reco- dos preguntas: ¿cómo explicar esa transformación? y ¿por extraordinaria bonanza.
siglo como consecuencia de las pestes producidas por las
nocimiento. Ese primer paso dado por Arguedas se perdió qué se volvió triste? Desde fuera del mundo quechua, se
enfermedades traídas por los españoles y por las guerras de 3. El flagelo de la pobreza. Cuando no se come lo que debe
en el pasado. El problema de fondo es reconocer la nece- percibe al wayno, y a la música andina en general, como
conquista. Nunca sabremos cuántos murieron por las en- comerse, cuando se vive en un estado de permanente ca-
sidad de una autoridad institucional, debidamente legíti- si fueran exclusivamente tristes. Esa percepción parece ca-
fermedades y cuántos por las espadas, cuchillos, arcabuces rencia, los dolores se multiplican. Cuando no es posible
ma —es decir, reconocida y aceptada— para poner límites tegórica, y al mencionarla, no se dice nada de la inmensa
y caballos de los españoles y también de los soldados incas calmar el llanto de los niños con hambre, aparece el dolor
a procesos que ponen en peligro la existencia misma de alegría que los pueblos quechuas tienen en sus fiestas y en
del bando contrario. Lo más probable es que la proporción con toda su fuerza.
lo que se llaman sus carnavales, que derivan del pukllay o
correspondiente a las enfermedades sea la más importante.
Debe de haber sido inmenso el sufrimiento de las víctimas 27. Óscar Cornblit calculó que la población del virreinato peruano en
25. Para una crítica de esta noción de «alta cultura» y de todo el libro de
y de los sobrevivientes. Si el inca era considerado como 1780 era de 2 millones de habitantes. Las 100 000 víctimas habrían sido el
Vargas Llosa, recomiendo ver mis artículos «Vargas Llosa, defensor de la 26. Si chuscada deriva de la palabra chusco, un animal de escaso o nulo
5% de esa población, proporción que es, simplemente, enorme.
alta cultura» y «Cultura de todos los pueblos y la alta cultura» (Montoya, pedigrí, ordinario, o de baja categoría, la palabra estaría expresando el una divinidad, hijo del Sol, a quien no se le podía mirar
2012a, 2012b). enorme racismo de los tiempos coloniales. a los ojos, no es difícil imaginar el sufrimiento del pueblo 28. Esta cifra es una aproximación.

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4. El fenómeno de la migración masiva ocurrida desde la aymara y amazónicos. Se trata de una batalla desigual otro lado, a fuerza de tantas innovaciones técnicas deriva- corriente minoritaria del respeto más sincero y profundo
segunda mitad del siglo XX produce un desarraigo y un en contextos internacionales y nacionales adversos, pero das de la extraordinaria revolución tecnológica digital, la de las raíces andinas de nuestra cultura, música y canto.
sufrimiento muy grande, tanto por dejar el suelo donde se batalla al fin. Las fronteras nacionales impuestas por los melodía esencial del wayno seguirá modificándose hasta Van por el rumbo marcado por José María Arguedas. Por
nace, se crece y se ama, como por llegar a tierras y ciuda- criollos para tratar de repetir la ficción de los Estados el extremo de no parecerse más a su matriz histórica. El ese camino va también un número reducido de artistas,
des desconocidas en las que se tiene que cambiar de vida nacionales no sirvieron para eso, tampoco sirven para
caso de la música chicha, cumbia andina, tropical andina entre ellos Jorge Núñez del Prado y Edwin Montoya. En
las luchas de los movimientos indígenas. La realidad de
y aprender oficios nuevos, que poco o nada tienen que ver o techno es suficientemente ilustrativo. Lo que de andino el otro, los jóvenes que buscan fama y dinero en el tiempo
fondo está más allá de esas fronteras, como lo muestra la
con la agricultura y la ganadería. tiene esa música es muy poco. más corto posible están dispuestos a hacer todas las conce-
fundación de la Coordinadora Andina de Organizacio-
5. Cuenta también, y mucho, el dolor que el amor provo- nes Indígenas (CAOI) de Ecuador, Bolivia y Perú (Cus- siones posibles para ser bien vistos como modernos y bien
Para ser aceptados en el mercado convencional de la
ca, por los amores perdidos que la muerte se lleva, por los co, julio de 2006). adaptados a las exigencias del mercado. Me parece urgente
radio y televisión, y en los vastos predios de la llamada mo-
amores imposibles, por los amores que parecen ser, pero retomar el camino que Arguedas inició cuando fue direc-
El futuro de desaparición es parte de la inercia del tiem- dernidad, los artistas andinos se ven obligados a adoptar la
no son, y por el mal pago que nadie espera, pero llega. tor de la Casa de la Cultura en 1964 y 1965. Su esfuerzo,
po, tiene un largo pasado desde la primera propuesta co- estilización, a no cantar en quechua —salvo en contadas
acompañado por Jaime Guardia y Josafat Roel Pineda,
6. Podría terminar este registro de razones incluyendo lonial de humanizar a los llamados indios y convertirlos oportunidades— y a reproducir giros y variaciones musi-
en cristianos, bautizándolos, extirpando sus idolatrías; es sirvió para que quienes querían ser reconocidos como ar-
los grandes traumas producidos por catástrofes como los cales que poco o nada tienen que ver con la cultura andina
decir, destruyendo sus lugares sagrados, quemando sus tistas andinos probasen ante un jurado —aceptado como
terremotos, sequías e inundaciones, que periódicamente en general.
símbolos, clavando cruces donde había huacas, tratando legítimo— que sabían cantar, bailar y tocar instrumentos
aparecen al lado del calentamiento de las aguas del mar, No hay en el país institución alguna que con una auto-
de convencerlos de que eran bárbaros y salvajes y de que respetando las grandes líneas de la cultura andina e indí-
fenómeno conocido como los de El Niño y La Niña. no tenían dioses, sino simplemente diablos o demonios, ridad legítima sea capaz de marcar un horizonte, de decir gena en general. Formar un consejo de amautas con los
El dolor y el sufrimiento por los problemas expuestos porque el único Dios verdadero era el de los españoles. qué es bueno y qué no lo es para la cultura andina y para el sabios andinos de ayllus y comunidades, de artistas plena-
afloran en los versos de las canciones en quechua y en cas- Hubo una sucesión de verbos malvados que debieran wayno en particular. Cada intérprete, músico, compositor mente probados y reconocidos, podría servir, tal vez, para
quemarse en un hoguera pública; luego de humanizar o danzante actúa de modo individual por donde el viento revertir la situación actual y corregir rumbos.
tellano en todos los Andes y en la costa.
y cristianizar, aparecieron los de civilizar, modernizar de la llamada modernidad lo lleva. Una propuesta colec-
Resulta difícil imaginar y suponer que todos los dolo- y, ahora, globalizar, con el mismo propósito que los lla- tiva no tiene por dónde aparecer. En un extremo, Jaime
res que acabo de mencionar cupieran en los harawis incas. mados indios dejen de ser lo que son y sean como los
Guardia y Raúl García Zárate son los representantes de una
Su conversión en yaravíes en los Andes del sur, centro y europeos y norteamericanos, y los criollos mexicanos,
norte del país es el primer indicador de una gran transfor- ecuatorianos, bolivianos y peruanos quieren que sean.
mación. El segundo habría sido la entrada de esos sufri- Los indigenistas mexicanos reprodujeron la receta co-
lonial hispánica para que los llamados indios dejen de
mientos en los waynos, anteriormente previstos solo para
ser indios y se conviertan en mexicanos, guatemaltecos o
cantar y bailar la felicidad del amor de pareja. El tercero
peruanos. (Montoya, 2011: 557-558)
sería la presencia de ese sufrimiento en los pukllay y/o car-
navales, que en otro tiempo habrían sido expresión solo de El futuro del wayno depende directamente del futuro
alegría. Así como hay tangos y boleros que se lloran y bai- de la cultura quechua. He mostrado en este capítulo las
lan, hay también carnavales de todas partes en los Andes múltiples y profundas transformaciones del wayno en la
que se lloran y bailan. fase de explosión mercantil en el país. No exageraríamos
si dijésemos que el wayno goza de buena salud, pese a los
cambios que expresan su vitalidad para adaptarse a situa-
CINCO. FUTURO Y PERSPECTIVAS DEL WAYNO ciones nuevas. Si pensamos en el largo plazo del futuro y
si admitimos que nada es eterno, deberíamos aceptar tam-
Luego de una investigación de muchos años, en mi
bién la posibilidad de una desaparición del wayno en el
libro Porvenir de la cultura quechua en Perú: desde Lima,
largo plazo. Debo dejar claramente establecido que mi co-
Villa El salvador y Puquio, llegué a la siguiente conclusión:
razón me guía por el rumbo de defender su vitalidad, pero
En este punto del recorrido es posible presentar el futuro mi razón me advierte que, por el camino de tantas trans-
de la cultura quechua en sus dos tendencias en pugna:
formaciones, el wayno y la cultura quechua se encuentran
de un lado, la tendencia 1, que apunta a su desaparición,
en grave peligro. El quechua está dejando de ser la lengua
como consecuencia de la colonialidad del poder español-
virreinal (1532-1821) y criollo-republicano (1821-2007).
principal de expresión en el wayno. El esfuerzo de traducir
De otro, la tendencia 2, que se orienta a su reproducción los sentimientos andinos en un castellano elemental, sin
y desarrollo relativamente autónomo, si es que triunfan poesía ni encanto, es la razón más importante, entre mu-
los movimientos indígenas en Bolivia y Ecuador, y si en chas, que conduce a presentir y sentir ese peligro. Cuando
Perú los quechuas decidimos organizarnos políticamen- la fuente de migrantes quechuas en los ayllus y comunida-
te para defender nuestros derechos al lado de los pueblos des andinas se agote, la traducción no será necesaria. Por

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60. Fiesta de San Juan en la Pampa de Amancaes. Revista


Mundial, número 420, 29 de junio de 1928.

61. Aviso de un espectáculo de coliseo. Diario La Crónica,


23 de junio de 1947. Archivo de la Biblioteca Nacional.

62. Aviso de un espectáculo de coliseo. Diario La Crónica, 9


de julio de 1972. Archivo de la Biblioteca Nacional.

63. Fiesta de San Juan en la Pampa de Amancaes. Revista


61 62 Mundial, número 420, 29 de junio de 1928.

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64. Julia Peralta y la compañía Q’oricancha del Cusco.


Lima, 1951. Archivo: Centro de Documentación y Archivo
Audiovisual. Dirección de Investigación Escuela Nacional
Superior de Folklore José María Arguedas.

65. Olga Zevallos y la compañía Huanca de Agripina Castro.


Fiesta de San Juan en la Pampa de Amancaes, 1947. Archi-
vo: familia de Olga Zevallos.

66. Leonor Chávez, Flor Pucarina (Pucará, Huancayo, Junín,


1935-Lima, 1987). Cantante. Música de Huancayo. Archivo:
65
Diario El Peruano (ex La Crónica).

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67. Raúl García Zárate (Huamanga, Ayacuho, 1932). Intér-


prete de guitarra. Música de Ayacucho. Surco, Lima, 2008.

68. Ernesto Sánchez Fajardo, el Jilguero del Huascarán


(Bambas, Corongo, Áncash, 1928-Lima, 1988). Compositor,
intérprete de la guitarra y cantante. Música de Áncash. Ar-
chivo: familia de Maruja Fuentes Vda. de Sánchez.

69. Conjunto Lira Paucina: Jacinto Pebe Pueyrredón, Jaime


69
Guardia y Luis Nakayama Acuña.

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70

70. María Alvarado Trujillo, Pastorita Huaracina (Malvas,


Huarmey, Áncash, 1930-Lima, 2001). Compositora y can-
tante. Música de Áncash. Archivo: Diario El Peruano (ex La
Crónica).

71. Víctor Alberto Gil Mallma, Picaflor de los Andes (Huan-


cayo, Junín, 1929-La Oroya, 1975). Compositor y cantante.
Música del centro. Archivo: familia de Lidia Artigas Gil.

72. Zenobio Dagha Sapayco (Chupuro, Junín, 1920-2008).


Compositor e intérprete de violín. Música del centro. Fun-
dador de la Orquesta Juventud Huancaína, Chupuro, Junín,
2004. (Foto: Nelly Plaza).

Las fotografías de la 58 a la 72 son parte de la investiga-


72
ción realizada por Nelly Plaza para la exposición «Frag-
mentos de una historia. La música andina en Lima».

202 203
Bibliografía

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Esta edición de
Encanto y celebración del wayno
En honor de Jorge Núñez del Prado y de Edwin Montoya,
de Rodrigo Montoya Rojas,
se terminó de imprimir en los talleres de Gráfica Biblos
en abril de 2013.

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JORGE NÚÑEZ DEL PRADO (LOS CAMPESINOS)
1. Apuyaya Jesucristo
2. Carmencita
3. Río Paucartambo
4. Por las puras
5. Petronila
6. Recuerdos de Paucartambo
7. Celajes paucartambinos

EDWIN MONTOYA
1. Arguedasninchik
2. Lucero puquiano
3. Dulce ausencia
4. Siwarqinticha
5. Te recordaré
6. Lima Callita Purisrispay
7. Remembranza puquiana

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