Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
DE LAS
DANZAS TRADICIONALES
ARGENTINAS
COREOGRAF IAS
LA PLATA
Se ha hecho el depósito que fija la Ley 11.723.
Copyright by Clotilde P. L. de Piorno
La Plata, 1951
Printed in Argentine.
su mayoría tienen ese carácter. Fueron aquéllos, entre que puede remontarse a los albores del siglo XVIII. Apo
otros, la Zarabanda, la Chacona, la Gallarda, probable yarnos esta presunción en los comentarios del ingeniero
progenitora del Sombrerito, el Agua de Nieve, que llegó de fortificaciones Amedié Francois Frezier, quien estuvo
a ser muy popular entre los negros y zambos. De otro en Chile en los años 1712, 1713 y 1714. Durante su per
carácter, está el Paspié o Pasapié, el cual acaso diera ma11encia en Valparaíso tuvo oportunidad de asistir a la
vida a la Resbalosa. celebración de la fiesta del Rosario, uno de cuyos festejos
Un panorama de la época en que empieza a aflorar fué una comedia representada en la plaza, frente a la
definidamente el espíritu americano nos lo ofrece el iglesia San Francisco. "Sería difícil relatar los asuntos
sabio Tadeo Hacnke, al escribir en 1793, entre otras co de ella -señala-, pues eran variados i rnui seguidos ...
sas, acerca del carácter y costumbres de los limeños: Propiamente hablando no eran más que intermedios de
"En los saraos se bailaban minués y bailes de escuela farsas mezclados con danzas i bailes rnui bien ejecuta
española; y otros que derivan su origen de los negros dos i aún hermosos A LA MANERA DEL PAIS. La
(uno de ellos sería la Zamacueca). Los bailes de la gente música consistía en una arpa i algunas guitarras o vi
más común, se reducen a movimientos de los pies a corn¡ huelas".
pás, introduciéndose muchos pasos de la escuela inglesa. Hemos destacado expresamente "a la manera del
En algunos se acompañan con movimientos del cuerpo, país" porque resulta muy sugestiva esta anotación de
que suelen ser más o menos indecorosos, según el carác Frezier. No eran pues, bailes españoles, o por lo menos
ter de la persona que los baila". Refiriéndose luego a los ya estaban acriollados. Puede aducirse que este viajero,
negros esclavos, dice que distínguense sus danzas con de nacionalidad francesa, no estaría muy al corriente en
los nombres de "Tarengo, Caballo co]"o, Don Mateo ( este bailes españoles; pero lo exacto es que Ulloa y otros via
consta de un serio y un allegro al modo del Cuando y la jeros españoles que estuvieron por esas regiones hicieron
Condición), el Torito, el Matatoro, el Zango, el Agua de manifestaciones similares.
Nieve, etc. Por lo general baila uno solo, y el mayor El Fandango, la Seguidilla o Sirilla, el Zapateo o
aguante constituye su habilidad". La última frase parece Zapateado, el Bolero y la Tirana, entre otros, bailes de
señalar a nuestro mentado Malambo. Y si no es él en per directo origen español, que fueron muy populares en el
sona, nos encontramos flrente a su predecesor. "Otras ve Chile colonial, pudieron haber formado ya en los comien
ces -prosigue Haenke- bailan dos o cuatro personas z.os del siglo XVIII, alguna variante criolla que impre
cantando al mismo tiempo y haciendo contorsiones ridícu sionara por la posesión de un aire característico y defi
las y opuestas a la decencia''. Aquí nos encontramos ya nido.
con la danza de pareja, y si damos crédito a las referen La segunda corriente generadora de danzas criollas
cias de Ric2rdo Palma, puede ser la Zamacueca, entre -ya hemos señalado a Lima como la primera-- se ori
otras, la que arrogante y sensual pisoteaba un siglo ca gina al elevarse Buenos Aires a la categoría de capital
duco y preparaba su airosa entrada en el Siglo de la Li de su Virreinato, en 1770. En franco contraste con la
bertad. ciudad peruana que brindará con prodigalidad bailecitos
· Vemos, pues, que hacia 1790, ya había en Lima, dan picarescos, llenos de gracia e intención y acentuado ca
zas que no eran españolas ni indígenas, lo cual confiere rácter erótico (Zarnacueca, Gato, Mariquita, etc.) las re
mayor antigüedad a la formación de los ritmos criollos, giones ríoplatenses ofrecerán un cuadro más austero,
12 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 13
salvo algunas excepciones. Buenos Aires gustó especial
mente de Cuadrillas, Contradanzas y Minuetes, es decir, criollo naciente, asociándose ambos en tempranas y suti
la danza seria y compuesta, en lo que se refiere a los sa les rebeldías, llegan a relevarse los primeros rasgos ame
lones principales. En cuanto al pueblo, que ya hay un ricanistas.
pueblo que comienza a perfilarse muy independiente en La más antigua expresión coreográfica rioplatense
gustos, se inclina por los "Fandangos, Cachuchas y la constituye el Cielito, a juzgar por las noticias que po
Boleros, en los corrales del año cincuenta del siglo XVIII seemos, y sus evoluciones se inspiraron en las de la Con
-según afirma Bosch- i por espacio de setenta años el tradanza. Nacida en las postrimerías del siglo XVIII, o
gusto de esa clase de música predominó en el público de a principios del XIX, adquiere gran resonancia vinculán
esta ciudad". dose a la suerte de las armas patriotas, a partir de 1810
Una de las primeras danzas que registra la histo llegando a ser por excelencia "el BAILE de los pueblos
ria rioplatense es el Fandango, que suscitara una rara de la Unión" (Provincias Unidas). Con más suerte que
cuestión al promediar el siglo XVIII. En julio de 1743, el Fandango, la Contradanza halla ambiente propicio en
el obispo losé de Peralta prohibe dfrho baile español por los salones porteüos cuando Buenos Aires comienza a
ser pecaminoso en exceso, a j'uicio de la autoridad ecle surgir con vida propia y a rivalizar con Lima. Igual ac�p
siástica. Mas, esta medida provoca descontentos entre la tación tienen las Gavotas, Minués, Cuadrillas y tamb1en
población, por lo que el Cabildo Civil reclama que sea le el Vals danzas éstas que asimismo influirán en la for
vantada tal prohibición, que bajo pena de excomunión, mación' de otras que aún conservando en parte su estilo
dictara Peralta, y que luego fuera reiterada por el Ca originario, llevarán en su ritmo las palpitaciones de un
bildo Eclesiástico en febrero de 1758. La danza continúa mundo nuevo.
proscripta hasta 1776, en que el gobernador Vértiz la au S.i bien hemos señalado al Cielito como la primera
toriza oficialmente. manifestación ríoplatenses en lo que a danzas se refiere,
Sin duda, Vértiz tenía conciencia del alto destino que ello no significa que no se hayan conocido otras criollas
aguardaba a Buenos Aires, al constituirse el nuevo Vi con anterioridad. Es probable que el Gato, la Mariqui
rreinato, por lo que se propuso convertirla en ciudad ver ta y hasta la Zamacueca ya anduvieran por nuestra cam
dadera, civilizada, fomentando entre otras cosas el tea. paña, procedentes de la corriente limeña, que como he
tro y los bailes públicos". mos dicho, es mucho más antigua que la del Río de la Pla
Al autorizar dicho virrey el Fandango, provoca la ta. Un dato ilustrativo nos lo ofrece el sainete "El amor
indignación del franciscano José Acosta, quien ataca la de la estanciera" de autor anónimo, representado en Bue
medida desde el púlpito. No obstante, la superioridad nos Aires en la última década del siglo XVIII: los perso
eclesiástica se ve obligada "a desmentir públicamente la najes, que son cuatro, bailan allí una danza que da�o el
crítica aludida y a declarar que los bailes de máscaras, carácter y características de la obra, debió ser cnolla.
aunque en ellos se bailase el Fandango, no eran inmo El Gato, sin duda, danza viejísima y andariega que ya
rales. Puso fin a la cuestión el rey, enterado del inciden andaba haciendo de las suyas en Perú hacia 1780.
te, dictando una cédula real prohibiendo tales bailes". Aunque hay múltiples pruebas de la ascendencia·
Resulta así interesante comprobar que en el mero hispánica de los bailes criollos, no puede desecharse to
hecho de aquerenciarse una danza española en el espíritu talmente la influencia indígena como asimismo la cafre.
Durante el Virreinato varios bailes indígenas suben a
14 DÁNZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 15
CLOTILDE P. L DE PIORNO (LA ÑUSTA)
los salones Iime�os y alternan con los europeos, tal como brazos en alto "triscando los dedos para producir lo que
ocurre con la Kashua. A su respecto destaca Rigoberto llaman pito". En el Fandango, "los bailarines se lanzan,
Paredes : ' 'En el período colonial esta danza, un tanto unos provistos de castañuelas, otros hadendo castañetear .
_ los dedos".
desnaturalizada de su carácter primitivo, fué muy usa
da P?r los pobladores blancos y mestizos del Virreinato Las castañuelas, pequeño instrumento músico de per-
d":. 1 Lima". ':emos. así Kashuas escobilladas ya muy asi cusión, fabricado en madera o marfil y constituído por
mLa?as al tipo criollo. Puramente indígenas, entiéndase, dos piezas cóncavas que afectan la forma de una cas
no fi�uran entre nuestros ritmos tradicionales. Sólo el taña, al estar unidas por un cordoncillo que se ata al
�uaynu Y el Kkaluyu, aunque ya mestizados, pueden con dedo pulgar haciendo el repique ·con los demás dedos,
si�er:lrse por su origen incaico como tales. No existen ni fueron heredadas en España, ¡_según señala Capmany,
ex�st�e�on, creemos, danzas aborígenes de los pueblos de las antiguas danzas gaditanas.
pn:111tivos que ocu�aron nuestro territorio que hayan in En cuanto al uso del pañuelo en algunas danzas, ig
fl�1d? en la formación de bailes criollos. En cambio debió noramos si nos pertenece originalmente o tiene la mis
ex1st1r, esta:11-os ciertos, tal influencia por parte de las ma ascendencia que la modalidad antes señalada. Algo
_ nos dicen las referencias antiguas, aunque no basta pa
danza� mca1cas, las que no sólo no desaparecieron después
de la rnvasión hispánica, sino que hasta llegaron a poner ra abrir un juicio. En algunas danzas catalanas, el pa
se de moda en los salones, como se ha visto. Es natural ñuelo se utiliza para escoger compañero, a quien se le
q�e en ese trance se vieran sujetas a transformaciones, arroja con ese fin. En una relación de viaje de 1585, ob
siendo adapta?as gradualmente al estilo imperante. En serva H. Cock que en las fiestas celebradas en Zaragoza
gran parte, Lima es autora de este singular proceso al con motivo de la boda de la infanta Catalina "las damas
danzaban llevando un guante o un pañiziielo consigo, con
�nt:emezclar y fundir en el crisol de la joven tierra, lo los caballeros" por no tomarse las manos.
rncho, lo europeo y lo africano.
Fór;11anse así estas criollas picarescas, atrevidas pa Esta rn,odalidad del pañuelo se encuentra en muchas
ra una epoca de Gavotas y Rigodones, y que no obstante danzas sudamericanas, y su uso, propio o ajeno es bas-
su caracter, alegre dejaban traslucir un algo melancólico tante antiguo.
y sensual. Hemos observado que las criollas de la corriente li-
. �1: muchos aspectos surge netamente la ascendencia meña indican el uso del pañuelo, preferentemente; y que
hispamca, y en otros vamos curiosamente más allá de el de las castañetas es observado en gran parte por la co
ella. El uso de �as castañetas, verbigracia, no nos perte rriente rioplatense. Puede ser que sólo sea una impresión
nece por herencia de las castañuelas españolas, pues am nuestra pero con frecuencia nos encontramos con danzas
bos modos fueron cultivados en las danzas de la Penínsu que llevan pañuelo en el noroeste y Cuyo, y castañetas en
la. En lV!,allorc�,. las bailarinas suelen acom'pañarse con el sud y litoral. El Gato mismo, antaño bailábase con pa
las castanuelas ·o con el chasquido de los dedos si no sa ñuelo, y el Escondido suele llevarlo aún hoy día en el nor-
ben tocarlas''. En el baile "conocido como Gerigonza (cas oeste.
tellano) llevan los brazos en alto y produciendo con los de Otras características que presentan nuestros bailes
do� un sonido que imita el de las castañuelas. En otro en forma más o menos directa son las del zarandeo y las
baile de Castilla, "Al Agudo" las parejas bailan con los palmas. Zarandeo o meneo llámase a cierto movimiento
16 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 17
del baile gitano andaluz, que indica ligereza y facilidad; Las Danzas tradicionales en la historia
entre nosotros es alarde de coquetería, de gracia, suerte
de respuesta insinuante al llamado viril del zapateo. Las danzas argentinas surgen con el bullir de las
Acerca del uso de batir palmas los espectadores que a primeras ideas de emancipación, cuando el gran pueblo
los bailarines rodean en las antiguas zambras moriscas, del Sud comienza a perfilar su nacionalidad. En el Río
de modo que todos resultan actuando en la diversión, dice de la Plata, f:ué sin duda, el Cielito la que primeramente
Torner que se llamó "elmusafaha" y se practica hoy en se embanderó en la lucha libertadora. Danza profunda
España en los bailes gitanos andaluces". Este modo fué mente com:penetrada con el espíritu popular, fué lanza
adoptado desde la época colonial en América y aún hoy y escudo para los criollos en la hora del despertar y sus
subsiste en las danzas criollas. Es un serio error prac letras desbordaron la pasión suprema que animaba a los
ticar el palmoteo en la introducción del baile, o en cual americanos de esta parte del continente.
quier tramo de él, pues sólo es aplicable a la parte cul Dice la tradición que durante las invasiones ingle
minante del juego coreográfüco, cuando el bailarín es sas -clarinada de alerta que despertó a la tierra de su
trecha su cerco en torno a la compañera, hacia los mo hondo letargo- se oyó el primer Cielito patriótico. Des
vimientos finales. Y no son los bailarines los que baten pués llegó 1810, -convertido en realidad el sueño mara
palmas, en ningún momento sino los que les rodean. Só- · villoso, alzándose ante el mundo una Nueva y Gloriosa
lo la Cueca permite ciertas licencias, permitiendo a los Nación-- y fueron los cantos encendidos del Cielito los
espectadores marcar el compás palmoteando en los . com que saludaron la aparición del esplendente Sol de Mayo.
pases que marcan la espera o en otro momento en que los Y en adelante, la historia del Cielito será la historia
danzantes demuestren habilidad en los arrestos. de la Patria misma. En 1816, así saludará a la Indepen
Acerca de los nombres que distinguen a nuestros bai dencia de las Provincias Unidas:
les, créese que salvo algunas excepciones, se inspiraron Si de todo lo criado
en la letra que acompañaba al canto, con frecuencia en es el cielo lo mejor,
alguna palabra que se repite en el estribillo : Aires, Ca el Cielo ha de ser el baile
ramba, Mariquita, etc. Tal como en España, "la infinita
de los pueblos de la Unión.
variedad de nombres de los títulos de los bailes -expre
sa Capmany- consistía y consiste no sólo en la mímica, En 1818, dirá el acento gaucho las albricias de la ac-
sino más bien en el asunto o personaje del romance que ción de Maipú:
se cantaba". Agrega que "muchas danzas llevan sus nom
bres del lugar de origen y otras del nombre propio del
No me neguéis este día
que las inventaba" lo cual no creemos que sea aplicable
cuerditas vuestro favor
centre nosotros.
y contaré en el Cielito
de Maipú la grande acción.
Cielito, Cielo que sí
Cielüo de Chacabuco,
si Marcó perdió el envite,
O,c;orio no ganó el truco.
P. L. DE PIOR1-.!G (LA ÑUST,\)_ 0ANZl\S TRADICIONALES ARGENTTNAS 19
18 CLü flLl>E
mente haberles l!'hec�o u b�� fa lta Siguieron el Minué, la C ontradanza, el Rin, bailes favo
glorj os a. San Turnrt�r,1 ani . �.,, a i_et música. No y baile. Pul- ritos entonces y en ellos lucían su juventud y gallardía
c1one- de canto
su esmerada cducac10n. las le: :t í y cant aba asimis
e r a
el patrio bello sexo y aquella falange chileno -argentina
rra con rng u 1 ar. tro de brillantes oficiales". Y allí el glorioso hij o de Yapeyú,
saba la guita �:f � �o�ora en su regisque
;�1
s
mo con g� ist o Y _bu en a ·to z, ie sta sencillo y generoso, estrechaba manos, departía con lla
cno �1/c'arrido manif
de bajo. El escritor ch1 sus ".r . t'ist·1 c •1s d t s Y gu sta ba de- neza y hasta d,mzaba con las bellas del país hermano. Se
" no 1 lt•1 ba s o f.i�
•
a l hahía11 sucedido hasta entonces los Minués y Contradan
o e
el Gene�
.
_._,�·-· \_· ti;,-:as y (!Il granck::'. f!!_\nio
"·
: 1., 1 ·1a,:; ,_,u ��: n gr os de. zas de rigor. mar algo descfo �lrna adentro estaba recla
n1ostn 1.1c.;.:iu,0
nar. d e . clos trompeta , soa
<a"'-' ornpa , ·
e
·
crn l cs .. s e .
11.-. cí�
'-' �- y cosecna s1e n1pr·e m,ando aquéllo que tenía el color y el sentir de la tierra.
. t· o
sus bandas de m. úsicos arge�� m c,�st"-' c"0b•:, iuualrniente en
..�
l se b :u ·1 an · de ✓
M. lL M.
A B e D
GATO.- CHA.CARERA ESQUINAS;. ESCONDI AVANCE Y RETROCE AVANCE Y 'RETORNO,
. \'••>.
M. {¡
....
..,..=.
�, H. M. f
té' �
'
' -...,..
, H.
\\ 1
l:..,;, �
amo
ESQUINA CON GIRO ESQUINA SIN GIRO COLOCACION EN DIA• ZARANDEO DE SEIS
(Cara) GONAL (Variante de COMPASES
posición B,)
Aires o Relaciones
Los Aires o Relaciones es una agradable danza criolla
que tuvo gran difusión durante el siglo pasado en nues
tra tierra. En 1870 es recogida en la campaña bonaeren
se por Ventura R. Lynch. En 1862 la ve Thomas Hut
chinson en el interior de Córdoba y anota algunas carac
terísticas del baile como así letras de los cantos que obtu
viera por gentileza de Mr. R. B. Ben, de Rosario, anotán
dolas en su libro en la siguiente forma :
Coro - Guitarristas - Cantos
CORO GENERAL gen unos a otros, que alternan con el castañeteo de los
dedos y el martilleo de los talones".
Comienza el hombre bailando: Conocióse en Catamarca y Santiago del Estero, don
de aun se le recuerda, y también en Tucumán, según no
Sois tan bonita y tan fiel ticias de Isabel Aretz, quien recogió algunas versiones
Como la flor del durazno; musicales y referencias. en toda la provincia; advierte
Tu sabes que yo te quiero que algunas melodías se parecen al Escondido, y tam
Que tienes que andar dudando. bién su coreografía. Faltan los escondimientos, reempla
zados por dos pausas de la música para las relaciones. De
Después de un intervalo de baile, la mujer canta otra vez: Córdoba y Ban Juan procede una forma musical más ex
tensa, según informa la referida colectora,. en la que des
La alhahaquita que me dísteis, pués de la relación y antes del estribillo, el músico repite
Se le cayeron lµs holas, cantando la relación, "o sino tiene memoria canta otra
¿Cómo quieres que te quiera equivalente''.
Si tu querida se enoja? De igual manera, aunque con mayor anterioridad,
A lo que el hombre responde: fué muy popular en Chile, lo cual se pone de manifiesto
en las múltiples referencias halladas, manteniéndose aún
Las banderillas del Fuerte fresco su recuerdo en aquel país. Se le llamó preferente
Se flamean cuando paso, mente "El Aíre", segün veremos seguidamente. Pedro
A vos solita te quie,ro; Ruiz Aldea en el artículo "Una zurra de baile" que ubica
De las demás no hagas caso. en la época de mediados del siglo XIX, dice: ''se me an
tojó dejar la guitarra y pedir a otro que me tocase el
Y anota aparte: "La alhahaquita (se refiere a la Aire . .. " Sucede esto en la campaña, en la región ultra
albahaca) arriba mencionada es una pura y fragante hier Maule, según se señ.ala.
ba• . . En las palabras "Aires", en la tercera línea del pri Una impresión acerca de su parecido con el Gato nos
TI?er verso, el acento va invariablemente sobre la última la brinda Benjamín Vicuña Mackenna en la crónica "Las
silaba; por licencia poética. . . El canto en su totalidad danzas de nuestras abuelas". Entre 1830 y 1840 .• eran
por sus sentimientos como por su composición es en sí muy populares, afirma, la ágil Perdiz y el Aire gentil.
bastante triste". '
"El Aire era bailado en el aire como la Perdiz y cada
Fué más o menos por esa época que el viajero italia zapateo daba luz a una graciosa estrofa a la manera de
�o P�blo Mantega�z.a, en uno de sus dos viajles por el reto y seguía el diálogo y el baile hasta el fin". Y en otro
mtenor hasta Bohvia, (1858-1863) presenció a su paso párrafo: "entonces seguía el delicioso remolino de vuel
PO; Entre Ríos una fiesta campesina. Tras la hierra tas y revueltas entonando las cantantes al son del arpa y
_
�s1ste al_ baile donde
_ ve junto a otras danzas a los Aires. vihuela:
Los bailes nac10n ales argentinos -señala -son gracio
sos, tranqm.los, a�ompañ dos de mucha mímica y a me Airé, Airé y Airó
�
nudo de cumph_ m1entos rimados (relaciones) que se diri- ¿ Quién te quiere más qu.e yo?
30 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS
31
cada una).
Alberto Blest Gana ofrece también interesantes de primero por izquierda Y luego por derech a (4 c. para
talles de la danza. Nos remite a una tertulia de la época • Media vuelta con pañuelo (4 c.) y
de 1836 en la que "después del Cuando, tuvo lugar el • Giro id (4 c.).
Aire, baile parecido por su estilo al interior (entende e Relación del hombre.
mos que se refiere a la parte de Gato del Cuando) y que 8 Media vuelta (4 c.) Y
tiene la particularidad de que al final de cada pie, la mu • Giro (4 c.)
jer dirige al hombre, y después viceversa, alguna estrofa e Relación de la mujer.
que envuelve un cumplimiento, o una chanza, según el ca • Media vuelta con castañetas (4 c.) Y
rácter de los que forman la pareja". Advierte luego: "Es e Giro final (4 c.).
. .
o 1a muJ·er
te baile está casi completamente olvidado en el día, pero En ambos casos, en la Segunda parte habla primer
que entonces gozaba de gran popularidad". Y anota este y contesta después el hombre .
interesante dato: la niña se coloca para bailar "con la ma
no izquierda en la cintura, el pañuelo en la diestra ... " 3a. (Dos parejas; posición E, en cuarto).
Las versiones que hoy se conocen, y tal como la ve Hut O Los cuatro bailarJnes conjuntamente alcanz �
a án 1a pri-
chinson en 1862, se ejecutan con acompañamiento de cas -
mera esquina, con castanetas; (Li- c. ) y lueo-o
"' en la misma forma
tañetas; sólo una del noroeste indica el uso del pañuelo. . .
harán las tres restantes, hasta volver a su s1t10.
Mas ello no conf\igura una diferencia formal. � Media vuelta por la derecha ( 4 c.) Y
e Giro, (4 c.)
COREOGRAFIA
e Relación del hombre l<l.
e Media vuelta (4 c.) Y
Las formas coreográficas que ofreceremos no difieren ma
O Giro (4 c.)
yormente, y no podemos decir que una sea más típica que la otra,
e Relación de la mujer la.
pues todas lo son dentro de su regionalismo.
S Media vuelta ( 4 c.) Y
e Giro final (4 c.)
la, - (Una pareja, posición A).
·, la otra pareja en la for
En la segunda parte dice la relac10n
e Cuatro esquinas con castañetas ( 4 compases cada una). ma señalada.
ID Vuelta redonda (8 c.)
O Cesa la música y dice su relación el hombre.
e Vuelta redonda (8 c.) Amores o Amor
9 /Jesa la música y dice su relación la mujer.
O Media vuelta ( 4 c.) y Muy poco se sabe sobre esta danza que unos llama�
8 Giro final, al centro (4 c.). los Amores Y . otros el Amor .. Con este nombre era �º;ºr�:
da en Tucumán Y aun subsiste en una parte � e 1. ·t,
2a. (Una pareja, posición C.) vincia, a cuyo respecto a· e I A 1·etz • "Este ba1le es a en
!� d.e 1os va··ues .de Tafí Corre�-
uso únicamente en la reg10n
8l Cuatro travesías con pañuelo, avanzando y retrocediendo ponde a los. Amores, antiguamente bailado en· 1 a pro-
33
ARGENTINAS
32 CLOTJLDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES
. delantera ira haoia
mpo que la pareJa
vincia de Buenos Aires", e indica una coreografía dis lta (4 c ) al mismo tie anza r los
lugar es
et an do, por los costados hasta alc
tinta de la popularizada, de la que oportunamente nos ocu :�;ás 'cas tafi e
res, probablemente tal como se bailaba en su provincia, tomara de las m an o::s ' _
y avanzará por el
centro,
pareja primera s e
y en la cual la figura actual de darse las manos es subs r a su sitio (4 c.)
soltándose al llega tramos' hasta com-
tituída por un círculo o giro de frente de los danzantes, ma forma ambos
e Se repiten e n 1ª mis
acercándose el uno al otro. pletar cuatro.
n es quinados , aI
dec· ir el
En otras provincias fué conocido antaño este baile 9 Los hombre s, que
s e en cuentra
ran los cora;?:O-
dEm uest
criollo, aunque hoy escasamente es mencionado por la t "herma n o los ar nes porq ue
can o: o s n v � n 1 der echas, h acen un
s
gente vieja y se lo cree posterior a 1850. rca n a 1 C,n
e · tro y umendo la s anos
nes", se ace
Siendo los Amores una danza tan bonita y habiendo � nete por el lad
o izquierdo, (4 c.)
mo,i: al in-
llegado en forma completa a nuestros días, parece un 1 a misma forma
en el molinete .en
""' Las 1nuJ·eres hac
..., ap are nta n 1o
tanto raro que nadie la mencione entre los viajeros o me Jeres ' porque
. rmanas son las mu
d1car e 1 canLL o .• "he
morialistas del pasado siglo. Empero, no será la única que
que ellas quie ren"· .
sufra tal suerte. De las cincuenta danzas, más o menos, JUDtando las izquier-
los hombres ahora
que poseemos, apenas una cuarta parte contará con una � Nuevo molinete de
es to, (4 c.)
historia documentada. Así vemos que, no obstante cul d as y por el l ado opu . res• con ma nos izquierda
s,
mo lin t de las muJe
tivarse en la campaña bonaerense en el pasado, Lynch, 8 Seglmdo e e
c.)
que se ocupa de los bailes del gaucho no la menciona. Vi hacia la derecha. ( 4 .
. ran, las muJeres . zarandean y cua
ndo
hom bre s gi
cente Forte, al prologar la reimpresión, señala esta omi (Cuando lo s
s zapatean).
sión, que no nos extraña mayormente, pues sabemos que hacen e1 moll·ne · - tc é stas ' aquéllo
tro bailarm· es (4 c. ) y
el trabajo de aquél, aunque animado por la mejor inten e Media vue1ta. conJUD . tamente los cua
ción, no es completo ni profundo. 9Giro (4 c.).
izui erda y los
Los Amores es hoy día, una danza preferida dentro . : .
s muJeres v
an hacia la q
18 Cadena corrida La y dando
de los ambientes tradicionalistas, no obstante el silencio na vuelta redon a d
echa descr1'b'i e ndo u
hombres hacia la der - ., la iz qu ierd a al
que hay en torno a su pasado y orígenes, merced al pa no derecha al com
panero "
sucesivamente 1 a ma la cad. ena ' los
tente sello de criollismo que ostenta en sus gracias.as y compas es de
. ( 8 c. ) . E n los. últimos dos- formando un arco con los
coutrar10
complicadas evoluciones. - 1 su
- os Ul1P'1 s manos de1e
. -,,h as .
companer "'irando ' para f1-
•
s 1a mu j e r ""
ajo de1 cu al pa a
COREOGRAFIA brazos en alto, deb
En todos los cas os e s bailada por dos parejas. nalizar.
s de la
. , ar de ,_ el centro tomado
" r Pº'"
avan,aa
E•,n luo-,_
L
la. (Poi;,ición E.). V ar1a n te: . '" el hom-
- lucero
1 · r 'Y
Je
de l are se a v,in,,
. �ando primero .a mu
mano, pu.e : � y castañeteando.
O La pareja que está en segundo pl ano da un pas o al centro,
and o,a , am , 1 os bra:,os en alto
bos ccn
bre scm iab raz
se toma de las manos, avanza tres pasos por el centro y luego se
"
34 CLOTILDE P.. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 35
2a. (Po�ición E.)
Arunguita o Arunga
8 Cuatrc esquinas por la izqu,ierda (4
c. c/n.)
• Molinete de los hombres y zarandeo
de ellas (4 c.) Erróneamente llamada "danza quichua", sin duda
• Molinete de las mujeres y zapateo de por influencia de su letra bilingüe que contiene parte
elios (4 c.)
G Se repiten ambos molinetes, en igual
forma. expresada en aquél idioma aborígen, no hay en su músi
• Vuelta redonda (8 c.) ca ni en su coreografía nada que justifique tal denom!i
O Cade a cruzada (8 c.). Une cada
� pareja sus derechas, nación. Pertenece al tipo criollo común y es muy pare
hacen un molinete, se sueltan teman al pasar
, a los contrarios con cida a la Lorencita. Probablemente ambas originaron en
las izquierdas, Y vuelven a encontrarse con
sus compañeros en la antigua Mariquita, que presenta características simi
el sitio opuesto. Los hombres, en los últimos
compases, hacen gi lares y que a lo largo del siglo pasado alcanzara extraor
rar a las compañeras debajo de sus brazos, cambia dinaria notoriedad.
ndo de lugar.
'¡ Su nombre está encerrado en los límites provinciales
Variante: La vuelta redonda puede ser de 6 de Santiago del Estero de los que parece no haber tras
compases, hacien�
do un girito rápido en los dos restantes. cendido. Por lo menos en Tucumán no se recuerda que
8 Llevando el pañuelo en la mano, hacer dos pasos al centro mo tiempo uno solo y diverso. Tal como ocurre con la Za
Y saludar (2 c.); retroceder a la esquina y saludar de nuevo (2 c.) macueca y muchas otras criollas.
(no se debe avanzar y retroceder en línea recta, sino en ligera La música en uno y otro lado es la misma. Y lo que
curva, como abr.i:endo y cerrando un paréntesis) resulta más curioso es - que el Bailecito de av.ance Y re
9 Media vuelta con castañetas ,acercándose al centro para troceso, que llamaremos "abajeño" para distinguirlo de
finalizar ( 4 c.) los otros, se conoce en algunos lugares con el nombre de
No conocemos ninguna otra forma, salvo la ligerísima va "Boliviana" tal como ocurre en Catamarca, y es zapa
_
. nante o alteración más propiamente de hacer primero el saludo teado. "El 'Bailecito como nombre especíílico de danza
Y Juego el .zarandeo y zapateo. no tiene antecedentes históricos en Tucumán" -señala
I. Aretz..-., expresando que el que allí se conoce, se su
pone boliviano, especialme;nte en los valles, y da la co
reografía de avances y retrocesos.
Bailecito No hemos podido documentar su antigüedad en la
zona norteña, mas, por los testimonios orales se deduce
�s el Bailecito, otra de las danzas autóctonas que aun que entró a nuestra tierra alre dedor de 1850.
subsisten en los escenarios natural es de tierra adentro, Llámase desde ha mucho, en Perú y Bolivia, Baile o
en el extremo norte y noroeste argentino. Se han origi Bailecito de tierra. El arqueólogo Charles Wiener escri
nado muchas confusiones en torno a esta danza; en pri be en 1880, refiriéndose a las costumbres limeñas: "Se
n:iei:, lugar, po� haberse empleado tal expresión, "baile danza desde el Vals hasta la Chilena, el Baile de Tierra Y
c1to , para des�gnar a toda suerte de baile picaresco, tan la Zarn.acueca". El escritor boliviano, Ismael Sotomayor,
to en nuestra berra como en Bolivia y Perú. y en seo-undo mencio11a hacia 1861, "un Bailecito de Tierra., con su res
lugar, porque_ esa mis;na denominación se aplicab�, tal pectiva media vuelta" dedicado a un argentino que inter
vez por la misma razon apuntada, en algunas regiones, viene en la política lugareña. Entre los añ?s �843 y 18�7,
tales como Córdoba, San Luis y San Juan, al Gato. el sabio F'rancis de Castelnau ve "los ba1lesitos, grac10-
El típico. Bailecito norteño, es bie n distinto del que sas danzas con pañuelos" en Santa Cruz de la Sierra (Bo- ·
se ha generahzado dentro de las corrientes tradicionalis livia) y lo señala como cultivado en Perú y Boiivia. Hace
tas, Y l:'1 mayoría de los folkloristas e instructores de es luego una ligera descripción de la danza indicando que
tas re?"1?nes del sud, se niegan a aceptarlo, aduciendo que "un caballero invita a una señorita, colocándose ambos
es bohviano. En muchas ocasiones hemos oído decir, que frente a frente con un pañuelo blanco en la mano. Co
_
e! que ba1�ab�,n o enseiíaban era "Bailecito con coreogra mienzan los cantos, de una rara gracia; marcan el com
fia argentma -el de avances y retrocesos-, lo cual no uás con los pies con moderación, avanzan, retroceden, se
es exacto. ;traviesan, parecen huirse, se aproximan, dan vueltas el
El Bai1ecito nuestro y el Bailecito boliviano son dis uno en torno al otro. Los concurrentes golpean las manos
tintos, en e] aspecto coreográfico, como se verá más ade a compás y el baile concluye".
lan�e, aunque guardan ]a identidad de origen. De Perú a
_
Bohvrn, r, de ésta a m�estra tierra, ei baile adquiere en En 1849 el doctor H. A. Weddell durante unas fies
,
cada :reg10n caractenshcas propias que lo hacen al mis- tas en La Paz, ve bailar Bailecitos de una y dos parejas,
ENTINAS 39
38 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARG
e Jaleo: Marchan en fila las parejas hacia el frente y allí O Desarme de la callecita: Cuando ya han pasado todos, la
se separan; mujeres formandt, un círculo una tras otra por iz pareja situada al final, que es la directriz, tomándose del brazo,
quierda batiendo palmas; hombres por derecha, lo mismo. La pri avanza por el centro, y por detrás le siguen las demás, con lo que
mera pareja se encuentra en el fondo, y seguida de las demás se deshace la ealle; así vuelven a marchar en círculo.
avanza al frente. sin tomarse, siempre palmoteando, formando
dos hileras. Enfrentarlos, la mujer zapatea al compás, girando por 16a, Figura
izquierda y derecha; luego bate palmas ella y zapatea el hombre.
G Caracol: Se desenlazan las parejas y abriéndose se toman
de las manos, alternando, naturalmente, hombre y mujer, pero sin
13a. Figura unirse los extremos. El hombre 19, que marcha al frente, irá agi
tando el banderín ,en tanto va describiendo un caracol; cuando ¿ste
G Kaluyo: (Esta figura, que es la común en la danza de ese está bien cerrado y el conductor se encuentra en el centro mj.smo,
nombre, se ejecuta tambíén en el Carnavalito, cuando se desean Y ha marchado en forma circular por la �zquierda, sale en direc
realizar muchas figuras). Se realiza uniendo cada pareja, de frente ción opuesta, y marca la misma evolución ,ahora hacia afuera.
uno al otro, las palmas de las manos derechas, en alto ;así gira:¡,_
una vueltita, volviendo a- su lugar; unen luego las izquier.das, y 17a. :Figura
giran por la derecha, en la misma forma; esto se realiza una o
dos veces. e Desarmado el Caracol, vuelven a constituirse las parejas,
del brazo. Realizarán una vuelta circular para finalizar, y se re
14a. Figura tiran agitando los gajos de albahaca y banderines. Para un espec
táculo escolar es muy indicado el uso de pañuelos celestes y blan
19 Calles: Batiendo palmas, vuelven a abrirse las dos hileras, cos, que sacarán al hacer el último círculo y agitarán armoniosa
ahora en forma recta por los costados, ellas por izquierda, ellos mente.
por derecha; al llegar los primeros al fondo se enfrentarán de
teniéndose, y así sucesivamente todos, hasta formar nuevamente
dos filas, pero en forma invertida (primeros atrás, últimos ade Cielito o Cielo
lante). Se inicia asi, el pase de la pareja del fondo, la que tras
realizar una bonita figura en su tránsito por la callecita, se co Es ésta, podemos decir sin lugar a dudas, la danza
locará en primer término; luego van pasando sucesivamente las madre argentina. Originada conforme se supone, funda
demás parejas realizando en lo posible distintas figuras; para damente, en la Contradanza, es la primogénita en la co
conseguir lucimi,ento y que el tramo no se prolongue demasiado, rriente rioplatense y más tarde dará vida a muchos rit
es conveniente que cuando la pareja en movimiento esté más o mos criollos e influirá en otros de la corriente opuesta,
menos en la mitad del camino, salga la otra. (En tanto, las pa manteniéndose al par gloriosamente, a lo largo de un si
rejas van ejecutando el pase, colocándose en los primeros sitios, glo pleno de luchas, de sacrificios y de grandezas.
las demás deben ir desplazándose hacia atrás, batiendo palmas). Comienza a perfilarse en las postrimerías coloniales,
48 CLOTILDF P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) Ül,NZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 49
fund::mdo su estructura en lo forán eo y su espíritu en l? mejlándose a las seguidillas españolas. Como música o to
vernacular. Su pasado es rico, pletórico de l�z; no �abra nad� es sencillo, armonioso, lleno de candor y alegría ju
sombras en torno suyo que desvanezcan su airosa flgura, veml. Como danza reúne a la gracia libre y airosa de los
ni silencios que empolven el blanco y celeste de sus ves- movimientos, el decoro y la urbanidad".
tiduras. , Dos viajeros europeos que recorren la república, la
Si bien tuvo difusió n en casi todo el pais: cua1 su encuentran en la región del Litoral, más o menos en la
cuna, será su trono el Río de la Plata, el que _solo aban misma época. Es uno de ellos, Pablo Mantegazza, que nos
donará un instante para seguir en pos del Procer, cuan visita entre los años 1858 y 1863, y anota en Entre Ríos,
do éste lleve la Libertad a los pueblos hermanos, �n ca entre las danzas de la zona, al Cielito en Batalla o de la
rácter de embajadora, la más dulce y graciosa, la mas de Bolsa. El otro, Martín de Moussy, quien viaja por nues
licada representante del espíritu nacional. tro territorio entre 1841 y 1859, tiene ocasión de obser
Siguiendo su tránsito por tiempos y lugares, la en var en el litoral, las costumbres campesinas y escribe con
contramos hacia fines de siglo en Sa ntiago ?el �stero, referencia a los bailes típicos del lugar: " ...en una casa
junto a otros ritmos tradicionales, en plena vigencia, se un poco grande la guitarra de sonidos vocingleros, agru
gún se desprende de un relato de Rica�do Roj as.
!
pa a los aficionados a la Zamacueca, al Gato, al Cielito" ...
En la campaña bonaerense se advierte _su P;.rman�n Según el memorialista Santiago Calzadilla, a media
cia aun hacia 1883, año en que Lynch escribe: El Ci� lo dos de siglo no gozaba de mayores preferencias en las ter
a,
es un baile ele cuatro. Se coloca n pareja frente a pareJ tulias porteñas : "Más tarde, allá por el 44, se bailaba
como en la Cuadrilla" .. también un Cielito criollo, ( en lo de la familia Senillo
Con un lustro de. anterioridad, la hallamos en la sa) a pedido del general don Prudencia Rosas insig ne
l
obra de Manuel F. Lángara, en un poema titulado ''E bailarín, muy inclinado a la galantería. Este bail� gau�ho,
baile", en una de cuyas partes se lee: monótono en demasía y poco aristocrático, era rechazado
por la mayoría de la concurrencia; pero la excelente se
"Después que todos be/Jieron ñora Misia Pastora, que daba la nota alegre a aquellas re
volvió e l músico a tocar uniones, rogaba encarecidamente a las niñas lo bailasen,
y a l poco rato a bailar para complacer al rubio general".
otras parejas sa lieron.
Al CIELO y e l Pericón, El heroico Cielito de la Independencia ¡ "monótono y
81:guió luepo una Habanera••·
,, poco aristocrático"! . . . Cosas de los tiempos y de cier
tos núcleos sociales tiranizados por la moda europea
larg� "siempre aristocrática". Felizmente, el pueblo, más cons�
El elogio p-;_:;, 8 expresivo, quiz:'t, reci�!do en su 1. tante en sus aficiones, no era de la misma opinión.
ª"'•el", ,_,� lo llroc
,, ,"'ª , ""' • .io-a
'-" Juan JV!:ar ia Guh erre z,
1
en 187
reu
_
mo- Por otra parte, otras noticias concurrirán a desvir
"La danza, la música y la palabra aunar]__as en .as
<'.'HLO
desd e tiem pos remo tos tiene n entre nos t1;1ar el juicio de Calzadilla. Apenas un año antes aparece
nes Dopulares
otro; el nombre de Cielo, el cual, en_ cu�nto a su form ,a figurando nada menos que en un programa de concierto;
el octos en un anuncio publicado en el "Diario de la Tarde" des
métrica, pa:rticipa de toclas 12.s c0m,1>mac1ones � , � as 0�:
otras medi das de meno s num ero de s1.ab c,s, tácase que el niño Federico Planel, ofrecerá un concierto
1:-Jbo con
50 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 51
de violín, ejecutando, entre otras piezas, "Variaciones luz sobre la cuestión. En 1830 llegan al Río de la Plata los
sobre el Cielito de Massoni". bailarines españoles José y Juana Cañete; obtienen éxito,
En 1838, lo hallamos en el corazón mismo de la Re y con el deseo de adentrarse en el gusto popular, crean,
pública, en ocasión de celebrarse el vigésimosexto aniver un año después, una variante del Cielito, o probablemente
sario de la batalla de Tucumán. Refiere Jorge Sohle que dos, pues algunas noticias tienden a sugerir que el Cielito
en un baile popular realizado en dicha ciudad, al que ha en Batalla y el de la Bolsa no eran una misma cosa. Es de
bía concurrido el Gobernador, se escuchó cantar un bellí lamentar, empero, que no existan datos concretos acerca
simo Cielito, en labios de una mujer de pueblo: "Fueron de estas formas coreográficas que, creadas especialmente
cinco estrofas y la última que decía : para los tablados, debieron ser muy graciosas y variadas.
Tal éxito acompañó a estos Cielitos que posteriormente
CIELO, CIELITO del alma, fueron incorporados al repertorio social; así lo manifies
Si este ángel a mí me adora, ta José Antonio Wilde, en sus evocaciones de esa épQca:
CIELOS estaré cantando "Por muchos años estas reuniones ( se refiere a las ter
Desde una aurora a otra aurora. tulias porteñas) solían terminar con' un Cielo pedido por
los jlóvenes; a veces el denominado En Batalla, pero el
Al preguntarle el Gobernador a la cantora de dónde preferido era el Cielo de la Bolsa. Las jóvenes apenas lo
había sacado los inspirados versos, ésta dijo: "Son de conocían pero gustosas lucían su natural gracia y donai
Juan Bautista Alberdi". re en este curioso baile tradicional". Este párrafo denun
Este hermoso recuerdo exalta la espiritualidad y sen cia con toda claridad dos variantes. Hay alguna duda de
cillez de los padres de la Patria, en la culta personalidad que tal creación se debiera a los Cañete, mas no se posee
de Alberdi. Su fervor por la música, traducido en melo ninguna mención anterior a 1831 sobre dichas variantes.
días encantadoras. -Minués, Valses y Cielitos- habla Un año después aparece otra llamada del "Bagre Sapo",
íntimamente al corazón ,así como los admirables pensa que ofrecen en los escenarios otros bailarines, los Catón.
mientos del escritor lo hicieron al intelecto. Aunque lo hallamos permanentemente a través de
En 1836 se representa en el Teatro Argentino, de todo el siglo pasado, la mejor época del Cielito debió es
Buenos, Aires la obra criolla "Un día de fiesta en Barra tar comprendida entre los años de 1815 y 1840, en que fi
cas", con mucho gaucho, bailarín y cantor, al decir de gura en las reuniones sociales y populares, teatros y hasta
Mariano Bosch, en que actúa el actor Antonio Casacu en conciertos, es decir, en los am,bientes y categorías más
berta y su señora Manuela Funes, actriz y cantante. En diversos. Vemos así que el 13 de noviembre de 1834, un
un momento de la pieza se baila la danza preferida de la ciego de nacimiento, natural de la villa de Luján, se pre
época, en su popular variante: "el Cielito en Batalla a senta en el Teatro, tocando entre otras piezas, "un Cielito
cuatro y a veces a ocho ... " que hace furor entre los es de ejecución", compuesto por él mismo, en guitarra. Tal
pectadores. reza un anuncio inserto en el "Diario de la Tarde".
:Más de una vez nos hemos encontrado frente a esta El naturalista y comerciante francés Arsenio Isabe
singular denominación "en Batalla o de la Bolsa"; las re lle, que con el propósito de establecer una industria, llega
ferencias no aclaran absolutamente nada acerca del al país en 1830, se interesa en conocer las costumbres
origen de la misma, pero algo hemos hallado que arroja porteñas, las reúne luego junto a las impresiones de viaje
52 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :Ñ'USTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS¡ 53
por el interior, Uruguay y Brasil. Así observa que a los héroe del Ande y a la posteridad, el último de sus Cieli
porteños "les gusta particularmente la m¡úsica italiana tos. Desde alrededor de dos décadas habían venido cono
y francesa, pero sienten todavía una irresistible atrac ciéndose ininterrumpidamente estos exaltados y patrióti
cción por los Tristes peruanos, los Boleros españoles y cos cantos, a través de los cuales se vislumbra cada paso
los Cielitos nacionales, que no carecen de encanto", bai de la Patria hacia sus alfos destinos. Muchos Cielitos se
lándose la danza criolla junto a las Contradanzas espa conocieron, y aunque en su mayoría se le atribuyen, no
ñola y francesa. se sabe si todos se deben a Hidalgo. Los había en lengua
El año 1826 la encontramos en la fiesta del carnaval je gaucho y culto; pueden citarse entre los más conoci
tucumano que narra el doctor Juan Scrivener en sus im dos los siguientes, amén del ya mencionado: 1819; ''Cie
presiones de viaje por esas regiones, en cuya oportunidad lito de la Expedición". 1818: "Cielito patriótico que com
expresa que los criollos del campo llegan a la ciudad can puso u n gaucho para cantar la acción de Maipú", que en
tando "sus Cielitos predilectos". una de sus partes dice:
Un caballero británico que reside en Buenos Aires
entre los años 1820-1825, publica poco después un libro
en Londres, bajo el psendónimo de "Un inglés" relatan No rne neguéis este día
do algunos viajes por el interior como asimismo diver Cuerditas 1mestro favor
sos aspectos de nuestra capital. En el capítulo referente
a las costumbres dice: "Algunas danzas son bonitas ... 1816: "Cielito de la Independencia":
Las damas se mueven con mucha gracia. El Cielito
comienza con canciones a las que sigue un chasqueo de
dedos; luego tienen lugar las figuras''. Si de todo lo criado
Otro inglés, Alexander Caldcleugh, que llega a Bue Es el cielo lo rne.i or
nos Aires en 1821, consigna en sus apuntes el nombre del El Cielo ha de ser el baile
Cielito. "La diversión principal consiste -dice con res De los pueblos de la Unión.
pecto a las tertulias de las más respetables familias por H011 una nue1Ja nación
teñas- en bailar la Contradanza española muy superior En el mundo se presenta,
a la que se conoce en Inglaterra bajo el mismo nombre, y Pues la.� Provincias Unidas
también Valses y Minuetos, lo mismo que un baile que se Proclarnan su independencia.
acompaña con cantos y en el cual la mujer avanza la
primera cantando: " Cicldo, rni Cielito".
Es en ese año precisamente en el que aparece el lla 1816: "Cielito Oriental" en castellano y portugués:
mado "Al Triunfo de Lima y el Callao, Cielito patriótico
del gaucho Ramón Contreras, compuesto en honor del Cielito, Cielo que sí
Ejército Libertador del Alto Perú" y que Bartolomé Hi Cielito de Portugal,
dalgo escribiera a pedido del poeta Esteban de Luca. En Vosso sepulcro va a ser
fermo ya el bardo rioplatense, sólo a reiteradas instan Sern duvida a. Banda O.riental
cias de su amigo retomó su pluma y dió a la gloria del
54 55
L. DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS
18
CLOTILDE P. DE proRNO (LA ÑUSTA)
Mucho se ha fantaseado en torno a la Condición y Condición. No hay tal señal, no hay tal espada llevada
los detalles que la inmortalizaron. Ya nos hemos refe a los labios: solamente un gesto idílico y cortesano, un
rido a esta danza en el capítulo inicial. Sumaremos, pues, ofertorio del alma, de los sentimientos bajo el leve ale
algunas noticias para dar una idea general acerca de la tear del pañuelo.
misma. No hay constancia de su nombre ni documenta Desde la fecha citada anteriormente hasta fines de
ción, anterior a la fecha que luego la hará famosa ,en siglo, fué cultivada en Catamarca y acaso en provincias
toda la tierra argentina y aun más allá de ella. Muchas vecinas. Es. posible, asimismo que tuviera acogida en las
discusiones hemos oído con respecto al lugar donde fué fiestas sociales de Lima, ya que hay documentación de
bailada por el general don Manuel Belgrano. A porfía su aparición en espectáculos teatrales como "Baile de
se la quiere ubicar en Tucumán o Salta. Carlos Vega, en las Boleras de la Condición" "el precioso baile :Je la
el cuaderno Nº 6 de su colección de "Bailes Tradiciona Condición", "el vistoso y lucido baile "La nueva Con
les Argentinos", ofrece una información amplia y veraz, dición", etc. Esto ocurre en Perú entre 1838 y 1851.
recogida en las fuentes de origen. Por nuestra parte, Opina Vega que: "Es muy difícil aceptar que la
análogas noticias obtuvimos en Catama:rca, aunque no Condición se haya ejecutado en el ambiente popular"
tan amplias. Así pues, tenemos que la Condición fué y las características de la d�nia apoyan este juicio.
bailada por Belgrano en esta . provincia noroéstica con No obstante, si nos atenemos a lo que observó Roberto
una dama de la sociedad catamarqueña. Aquí surge al J. Payró hacia 1899, en Catamarca, es posible deducir
guna duda: ¿fué Elciria González de Olmos o Luisa Gon lo contrario. En oportunidad de visitar la provincia alu
zález de Mota Botello? Ambos nombres son sostenidos por dida, presencia una fiesta campesina, en la que los mú
descendientes de esa f1amilia, a la que ambas pertenecían. sicos ejecutan danzas criollas; da los nombres y entre
Estudiando las fechas, Vega se inclina por Luisa, progeni ellos el de la Condición. No creemos que esta mención
tora de la citada anteriormente. Lo que no ha sido posible se deba al producto de su fantasía, pues es muy veraz y
precisar es la fecha exacta de este suceso. Belgrano pu buen observador. Puede ser que para tales fines, haya
do ser protagonista del mismo, según Vega "a fines de sufrido el mismo proceso que la Sajuriana, que agilizó
1812, hacia marzo de 1813, o por los años 1816,1818". su parte aminuetada en contacto con los núcleos popu
No puede. darse mayor ambigfüedad, mas lamentable lares.
mente no hay documentos ni testimonios que contribu De seguro, antes de ocurrir el episodio ya referido,
yan a precisarla. la danza ostentaba otro nombre; acaso fuera un Minué
Descartamos por com'.pleto lo de la improvisac10n a lo provinciano, que a partir de aquel momento suges
de la coreografía por parte de Belgrano, el carácter in tivo, adquiriera un nuevo rótulo por imperio de tan es
dígena de la música y el ademán de persignarse en de peciales circunstancias.
terminado momento de la danza. Detalles absurdos unos
e irreverente el último, que sólo pueden ser aceptados por COREOGRAFIA
la ignorancia crédula y ramplona.. Algún recontructor de
la danza quiere hacerla no ya patética sino impresionan 1 pareja (posición A.)
te y hace besar a nuestro héroe la cruz de la espada en Paso de Minuet: El paso de la Condición se ejecuta en tres
el momento de susp�nso que reina en cierta parte de la tiempos en la siguiente forma: to se adelanta el pie derecho,
60 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 61
mas. La documentación escrita, en cambio, es escasísima, modo que el Minué (aquí da la letra). Sigue el allegro Y
al punto de reducirse a una sóla, y se debe al viajero in se cambia el paso, ejecutándose un rápido movimiento de
glés Alexander Caldcleugh. En 1821 pasó de Buenos Ai los pies que llaman zapateado" y hace presente el uso del
res a Chile, por Mendoza, y al detenerse en esta ciudad, pañuelo, que agitan en la derecha en tanto apoyan la iz
anotó entre otras cosas : "Las danzas más comunes son quierda en la cintura. Al pasar siete años antes, por la
el Minuet y el Cuando. El Cuando empieza en forma pa misma ciudad el Capitán Lafond, advierte que "Los bai
recida al Minuet pero termina con una corrida hacia ade les de Chile son todos característicos, y los más usados
lante y luego hacia atrás, con un compás más rápido". son la Zamba, el Cuando, etc".
Una persona poco interiorizada en la cuestión po El almir:mte L. Duperrey lo ve en Concepción, en
dría atribuirle fácilmente origen chileno, pues las men 1823, en ocasión de realizarse grandes fiestas en la ciu
ciones por parte de propios y extraños son abundantes en dad sureña, y un año antes un oficial inglés incorporado
ese país. Véase si no: En 1850, más o menos, el viajero a la arm.ada de Chile. hace reflerencia en un trabajo, a los
francés Félix l\faynard, asiste a una fiesta social en Con baile3 de la época, algunos de nombre español tomado de
cepción, en la que "se bailaban las danzas nacionales, la la letra que se canta, como el Cuando, .la Solita, Jurga ...''
Zapatera, el Pericón, el Quando . .. ". Con dos decenios Una de las menciones más interes:rntes pertenece a
de anterioridad, el sabio polaco Ignace Domeyko apunta l\faría Graham, dama inglesa que residió algún tiempo
a su paso por Coquimbo: "Uno de esos bailes, muy en en aquel país y cuyas impresiones están contenidas en un
boga, llamado Cuando, empieza por un Minuet. El canto Iihro publicado poco después en Londres. Leemos en una
es serio. La dama y el caballero se saludan y balal}cean de las páginas del mismo esta evocación: "En la noche,
con mucha gracia, pero después el aire cambia, la me las señoritas Cotapo y su herma.no don ,Tosé Antonio, me
lodía se hace más armoniosa, la medida más agitada y agasajaron con el baile nacional del Cuando. Lo ejecutan
el baile se convierte en movimientos rápidos y zapateos. dos personas y comienza lentamente, como un Minué;
Entonces no falta quién bata el compás en la caja de la luego los movimientos se aceleran en conformidad con
guítarra, excitando de ese modo el entusiasmo de los bai la música y el canto, que representa una especie de que
larines". rella amorosa y la reconciliación final. El arte del dan
Alberto Blest Gana, en una novela de costumbres, zante consiste en mantener el cuerpo a plomo y mover
describe una fiesta familiar del 1836 en la cual se baila los pies con suma rapidez, que es lo que llaman zapatear.
el Cuando, el Aire y la Zamacueca. Otro escritor, Daniel Doña Mariquita tocaba el acompañamiento y cantaba
Ba:r:ros Grez, al referirse a un baile de la época de 1835, unos versos que ella misma había adaptado a la música,
dice que éste "abrióse con un Cuando en cuarto ... ", dan porque los versos corrientes son amorosos, que ella no
za muy antigua a su juicio. El año citado, capta su nom quiso cantar, por corresponder al hombre cantarlos a su
bre el doctor Gustave Dubosc en Chiloé, j!unto al de otros compañera. Hay varias letras para el Cuando . .." ·En
bailes "originales del país". otra página, refiriéndose a un señor chileno, dice: "ape
"Cuando la tertulia ha sido muy jovial, se baila el nas se levanta, se toma media docena de mates, fuma el
Cuando, un baile propio de Chile -observa en 1831 el día entero, asiste con regularidad a su oficina y en la
marino Ruschenberger, encontrándose en Valparaíso-. noche baila Cuando.<;, canta y toca la guitarra". Y más
Va siempre acompañado de canto. Comienza del mismo adelante: "De vuelta de Ñuñoa encontramos a nuestros
64 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 65
amigos, entretenidos en danzar. Habían conseguido un siglo tanto en los ambientes cultos como en los campe
par de músicos y bailaban minués y danzas populares sinos.
españolas (tal creía ella) quizá las más graciosas del
mundo. Las que más me gustaron fueron el Cuando y la 'COREOGRAFIA
Zamba, bailados y cantados con más expresión y entu
siasmo que los que permiten las costumbres de la ciudad, la. (1 pareja; posición D.)
pero sin salir de los límites del decoro". Tiempo de Minué:
De esta nutrida documentación, que partiendo desde 'f
algo más de 1820, llega hasta algo más allá de 1850 -épo G Tomadas las manos a la altura del hombro, avanzan al
ca en que la danza comienza a decaer-, y que la ubica frente, con el pie derecho; hacen cuatro pasos de Minué y enfren
en las regiones más apartadas, se desprende el profundo tándose tras soltarse, se saludan, con pie derecho adelante.
arraigo y extraordinaria difüsión alcanzados en Chile. De ""2...C .Regresan a sus sitios, en la misma forma, de espaldas al
no mediar la referencia del músico chileno José Zapiola, · público. Saludo.
que seguidaroente transcribiremos, con todo fundamento 1 � Cruce, por la derecha, cambiando en cuatro pasos de sitio.
hubiera podido suponérsela originaria de ese país. En sus ·--Saludo.
"Memorias de Treinta· Años" (1810-1840) dice Zapiola: '1 8 Otro cruce por la derecha, volviendo a su lugar. Saludo.
"San Martín, con su ejército, 1817, nos trajlo _,el Cielito, Tiempo de Gato.
el Pericón, la Sajuriana i -el Cuando, especie de Minuet ;,- © Vuelta redonda con castañetas (8 c.)
t;; e Giro por derecha (4 c.)
que al final tenía su allegro".
Ya nos hemos referido a esta circunstancia. S,e bai ·1 (i!) Giro por izquierda (4 c.)
lan las danzas argenti11as el día en que se celebra la in � 9 Zapateo y zarandeo (8 c.)
dependencia del país hermano, y quedan incorporadas al '7 • Giros como antes, por derecha e izquierda (4 c. para c/u.)
repertorio nacional chileno. Introducidas por el general Tiempo de Minué:
San Martín en dicho país, no resultaría absurdo aceptar ,j,:> CD Tomados de la mano avanzan cuatro pasos como al prin
1a posibilidad de que él mismo hubiera traído el Cuando cipio. Saludo.
a nuestra tierra, por vía española. Sabemos ya que el 11 11 Regreso de espaldas a sus lugares. Saludo.
General era muy aficionado a la música y a la danza; , -:,@ Saludo final al frente.
esto da firmeza a nuestro juicio.
Queda descartada una presunta introducción por la 2a. (2 parejas; posición E. "en cuarto")
ruta andina. En Lima se registra su nombre escasamen Tiempo de Minué:
te v sólo en espectáculos. En 1838, es citada por un pe
riódico peruano como "tonada chilena el Cuando" en oca • Las dos parejas de la mano avanzan al frente en cuatro
sión de bailarse y cantarse en una representación. Mas, 1>asos, se saludan y regresan a sus sitios.
años después, en un anuncio similar, ya de lo llamará "el O Cambian de lugar con el compañero en cuatro pasos. Saludo.
Cua.ndo argentino". • Hacen otro cambio y vuelven a sus lugares. Saludo.
Entre nosotros fué cultivado hasta cerca de fines de Tiempo de Gato.
0 Vuelta redonda conjuntamente (8 c.)
66 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 67
• Giros a la derecha ( 4 c.)
y no creemos que se parezca absolutamente a la Firmeza,
& Giros a la izquierda ( 4 c.)
baile de mímica, único en su tipo e inconfundible. Una
O Zapateo y zarandeo (8 c.)
referencia de la mdsma época y región, nos la ofrece el
® Giros a derecha e izquierda ( 4 c. para cada uno)
escritor A. ,T. Althaparro - en su libro "De mi pago y de
Tiempo de Minué:
mi tiempo" en el que reúne recuerdos del pasado. Este
et Tomados nuevamente de la mano, efectúan un avance co
libro trae evocaciones de la j(uventud algo lejana del au
mo al pr,incipio en cuatro pasos, con saludo, y luego regresan a
tor, allá por el año 1880, al sud del Salado. En un capí
sus sitios, realizando un saludo final.
tulo que dedica a "Bailes del campo" expresa entre otras
cosas: "La guitarra se consideraba insubstituible para
los "bailes de dos'', que nunca se tocaban en acordeó?
Chacarera como parece se ha generalizado más tarde. De _estos bai
les, fué el Gato, el preferido; lo seguían el Trmn�o y la
He aquí uno de los bailes más populares de nuestro Chararera". Agrega que las coplas g.e los dos primeros
acervo folklórico. Cl·ecrnos que apenas existió región eran las mismas del cancionero nor!eño. "Solam:ente en
donde no se bailara, formando con el Gato y la Zamba la Chacarera he oído por el 1880 repetir una copla típi
una trilogía de enorme difusión, persistente hasta la ac ca del pago, la que decía así:
tualidad, sin altibajos, por rumbos de tierra adentro.
Es danza alegre, bulliciosa, una verdadera fiesta pa Chacarera Chacarera
ra el espíritu. Actualmente es posible encontrarla en for Chacarera del Tordiyo,
ma espontánea especialmente en Catamarca, Salta, Tucu Se acabó la, fruta 'e tala
mán, Santiago del Estero, sur de Ju}uy, La Rioja, Cu Vamos a la 'e coroniyo.
yo y parte de Córdoba.
Escasas noticias surgen del pasado con respecto a Los montes del Tordillo, muy próximos a la ciudad
�sta danza. Siendo muy conocida y probablemente casi de Dolores, se componían en su casi totalidad de las es
tan antigua como el Gato, no existen documentos proba pecies forestales, tala y coronillo". Hasta aquí las noti
torios, aunque hay gran profusión de testimonios orales. cias de Althaparro sobre la danza. Sacamos en conse
Furt la ubica entre las que surgieron y se difundie cuencia, viendo las referencias del citado autor y Lynch,
ron en la primera mitad del siglo pasado. Lynch que en que debió ser en esa región -los dos hablan de D�lo
1883 se refüere a los bailes del gaucho, y ,que fué el pri res- donde más se cultivó la Chacarera y otros bailes
mero en dedicarse a clasificarlos, en su obrita, de inne de la época. En la actualidad, no obstante el avance del
gable valor para nosotros no obstante sus errores, escri progreso, sigue siendo un pago gaucho. Así p�es,. en el
be: "Hay también el Caramba y la Chacarera, los dos pasado debió ser un verdadero baluarte de cr10lhsmi0.
bailes son puramente locales. La Chacarera se parece a Roberto J. Pavró la menciona como popular en Ca
la Firmeza y se baila mucho en Dolores". Interesa el dato tamarca a fines de1 siglo pasado, entre otras danzas "pi
por su época, pero carece de exactitud en dos aspectos. No carescas e incitantes". Isabel Aretz obtuvo en Tucumán,
es local, es decir, exclusivo de la campaña bonaerense, por tradición oral, noticias concretas que alcanzan hasta
ya que sabemos que se bailó mucho antes en todo el país, cerca de 1870. Don Florencio M:. Lángara en "Los Gau-
68 CLOTILDE p; L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) 69
DANZA0 TRADICIONALES ARGENTINAS
lados "fingiendo buscar al desaparecido", hasta que por Una década antes se bailaba en Tucumán, según cons
una gran casualidad, viene la abandonada bailarina y lo ta en los recuerdos de F. Sal; al promediar el pasado si
encuentra "atrás de una viejia escondiéndose entre los glo, en las reuniones sociales de la ciudad "se bailaba el
pliegues de su vestido". Agrega que la persona que se Vals el Minué la Contradanza y terminaban las tertu
esconde puede ser indistintamente hombre o mujer. Cuan lias �on los baÚecitos populares llamados el Escondido ... "
do la dama tiene dos pretendientes y el que baila con ella y nombra otros.
se esconde, otro ocupa el lugar del ausente a la voz de ¡ ba
COREOGRAFIA
rato, niña! Ocurriendo que aparece el perdido bailarín y
quiere recuperar su puesto, según las reglas de la danza,
1 pareja (Posición B.)
ella tiene que decidirse por uno de los dos ; en tanto calla
la música. Hasta aquí los detalles que suministra Berutti. • Cuatro esquinas con castañetas (4 c. para cada una).
Esto aunque parece bastante curioso, ya que el paréntesis S Vuelta redonda (8 c.)
de la búsqueda prolonga indefinidamente la danza, no se e Zapateo del hombre (8 c.) en tanto la mujer, simula es
practicaría tal vez comúnmente sino de tanto en tanto, co conderse. Los concurrentes baten palmas a compás.
mo una suerte de espectáculo para deleite de los concu e Vuelta redonda (8 c.)
rrentes, al plantearse situaciones cómicamente compro e Zarandea ella (8 c.) y el bailarín se esconde en la misma
metedoras -la niña que debe elegir entre dos galanes-, forma.
que todos celebrarían. Aun hoy se conserva en el Noroes O Media vuelta o cambio de sitio (4 c.) y
te la costumbre de substituir momentáneamente al baila • 'Giro final (4 c.).
rín que figura enconderse fuera del pequeño campo de la
danza. En la segunda parte el escondimiento se hace en sentido in..
Fué muy cultivado en Santiago del Estero -algo per verso. La mujer primero zarandea y luego se esconde.
siste- señalando la tr,adición oral su antig·üedad hasta Cuando uno de los bailarines se esconde, puede salir otro -
alrededor de 1850. Ricardo Rojas, al referirse a las cos hombre o mujer- a ocupar su lugar, pero sólo en ese tramo.
tumbres de su terruño, destaca el nombre de varios bai Variante: En la parte de los zapateos o zarandeos, puede ha
les criollos, entre ellos el Escondido, que se bailaba ha cerse al principio una vueltita con castañetas (tras el giro) como
cia 1880. buscando al compañero adentro del cuadrado (4 c.) y luego ba
En la fiesta de las vendimias y las cosechas que des jando los brazos se zapatea o zarandea (4 c.).
cribe Joaquín V. González y que tienen lugar en el inte T8mbién se baila "en cuarto" (Posición E.) coordinando los
rior de La Rioja, más allá del Velazco, en torno a 1880, movimientos en las esquinas, vueltas y media vuelta final.
vemos que "los muchachos tienen preparadas flautas de
caña con las cuales tan bién se toca el Triste y la Vidalita,
como se florea un Gato, un Escondido . .. " Firmeza
Entre 1862 y 1863 Thomas Hutchinson, que realiza
un viaje de exploración al Salado, ve aJgunos bailes crio Créese que esta danza, bastante antigua, a estar por
llos en Córdoba y toma nota de sus nombres: "Las danzas las referencias, se originara en Buenos Aires. Una es:..
aquí son el Gato ... el Escondido ... " etc. trofa de su letra, lo dice claramente, y es ella invariable:
P. DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 77
76 CLOTILDE L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
"Anteanoche me confesé - con el cura de Santa Clará:,." Burgos apunta Capmany: "Es de advertir que cuando lo
( ésta era una iglesia porteña). Resulta curioso, no obs demanda el cantar, uno de los bailadores ha de quedar ·
tante, no hallar la más mínima mención a su respecto en solo, y ha de hacer una mímica apropiada a las insinua
las crónk!ls de los viajeros europeos que pasaron por ciones que le hacen los cantores.''.
Buenos Aires, como tampoco en los espectáculos teatra En el baile conocido con el nombre de Gerigonza
les del siglo anterior, donde era frecuente lg aparición que menciona Torner, encontramos muchos puntos de
de los bailes criollos aun entre trozos de ópera. Por su contacto. Se ejecuta con los brazos en alto, castañetean
juego mímico, era muy adaptable la Firmeza a ese fin; do; al decir los cantores "busca compañía" el bailador de
sin embargo, no ocurre tal cosa. Muchas danzas son, v signa a una de las personas que forman el corro y avan
acaso seguirán siendo un misterio para nosotros, salv� za ésta hacia el centro del círculo, a la vez que los canto
res d:icen: "Salga usté don .José" (igual si es hombre o
que apa_rezca algún antiguo documento revelador.
Sabemos por Lynch que es "otro de los bailes más mujer). Cuando el canto expresa "déjala sola" ( o déjalo
solo, sí se refiere al hombre), abandona el centro del cír
antigu?� del gaucho", y tenemos por el mismo- una lige
culo el indicado. Y así sigue la pantomima por largo rato,
ra noticia de su coreografía: "Se coloca el mozo frente a
obedeciendo siempre los bailarines las indicaciones de los
la muchacha. Con la primera copla, él zapatea y e1Ia hace cantadores.
_
castanetas. Apenas el cantor dice: Dése una vueltita con
Hay otra danza llamada las "Agachadillas" o "En
su compañera, ambos comienzan a girar el uno en torno
ganchadillas" que según anota Ana S. de Cabrera, "los
al otro, él como persiguiéndola, ella como huyendo. Todo
lVIaragatos -naturales de La Maragatería, comarca de
lo que dice el guitarrero, se ejecuta "al pie de la letra". Ja provincia de León- bailaban en los siglos XVI-XVII,
La .Firmeza consta de cuatro frentes, en cada uno una
donde la palabra que completa la música de la danza in
estrofa con su correspondiente estribillo". Esta. infor
dica los movimientos y la mimografía de la danza, al
mación ubica a la danza en la campaña bonaerense hacia
igual que en la Firmeza argentina".
1870 Y era ya bastante antigua en ese tiempo. La tradi
Coreográficamente es única en su género la Firme
ción oral la sitúa en las primeras décadas de ese siglo.
za entre los bailes criollos. Si hubo otras -el Salta co
Acerca de su divulgación en el interior del parn
npnnta Furt: "Se conoce hoy en el Norte (1927), prefe: nejo, por ejemplo- ya se han perdido. En cuanto al Llan
to, el juego mímico se circunscribe a una sola y brevísima
rentemente en Santiago del Estero". Isabel Aretz obtuvo
en 'I'ucnmán la noticia de e¡_ue nntaiío era cultivada en Río parte.
Chico. En dicha provincia, hacia 1900 , es bailada en .. es- Tras los primeros tramos de tipo común, se desarro
lla en la danza que nos ocupa un gracioso juego lleno de
pectacmos
, 1
por la compañía de los Podestá. Por último
tenemos una mención de Juan Alfonso Carrizo; anota di� audacias y requiebros por parte del hombre y de evasio
cho autor que en el pasado, en Salta, preferían la Chaca nes y coqueterías por parte de la mujler. Todo el encanto
rEra y la Firmeza. · reside en los gestos, en la armonía de los movimientos.
Hay varios bailes españoles que pueden haber in Apasionado atrevimiento por un lado, rubor y simulado
, temor por el otro, hay entre ambos bailarines todo un
ih lÍrfo en la formación de la Firmeza, pues presentan las
_ mundo de gracia y picardía.
mismas características. Aludiendo a algunas danzas de
78 CLOTILDE'P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 79
antiguamente en
Peste de pericotes que' según hemos sabido, se practicaba e modo el nom-
os a est ,
hay en tu ciiarto; la provincia de Buenos A"ires. D am
defa la puerta abierta, bre de Gato del Noroeste.
yo seré el gato".
COREOGRAFIA
Las formas del Porteño, Cuyano, del Noroeste y con Relacio {Posición E.) 2 parejas
nes pueden bailarse indistintamente de una o dos parejas. Para
sus ma
hacerlo "en cuarto" se adopta la posición E. y se hacen conjun O Se acercan los hombres a sus compañeras, toman
por la izquier da,
tamente las vueltas y medias vueltas. nos derechas con las propias y las hacen girar
(4 c.)
POLKEADO e Cadena corrida como ya se ha indicado (8 c.)
e Zapateo y zarandeo (8 c.)
Se bailó en 1a campaña bonaerense. Se ejecuta de dos parejas e Medja cadena (,1 c.), cambiando de sitio.
y puede ser con Relaciones. e Zapateo y zarandeo (8 c.)
ndo
9 Como al principio, unen las manos derechas y levanta
(Posición E.) gira la mujer bajo ese puente, saludando sin soltarse .
los brazos,
( 4 c.) · ''""
@ Los hombres avanzan hacia sus compañeras y levantando
la mano izquierda, tomarán la derecha de la mujer, haciéndole GATO FATRIOTJCO
efectuar un giro.
O Sin soltarse, coloca el hombre la mano derecha en la cin 2 parejas (Posición E.)
tura de la compañera, hacen una vuelta entera polkeando, por la
n
derecha, soltándose al llegar a su sitio (8 c.) e Con pañuelos celestes y blancos extendidos, se acerca
O Una cadena; las mujeres saldrán por la izquierda y los al centro y forman el pabelló n, girando por
los cuatro bailarines
hombres por la derecha. Darán la mano derecha al compañero y la derecha una vuelta entera (8 c.)
la .izquierda al contrario, hasta llegar otra vez a su lugar (8 c.) e Ya en sus sitios, hacen separadamente un giro (o dos),
las dos
@ Aquí, si hay relaci:ón, cesa la música y la dice el homb;re lQ alzando el pañuelo algo más arriba de los hombros, entre
@ Vuelven a enlazarse las parejas y describen media vuelta manos (4 c.)
polkeando (4 c.) O Zapateo y zarandeo (8 c.); los hombres cruzan el pañuelo
a la falda.
0 Otra cadena como la anterior (8 c.) sobre el pecho y las mujeres lo amarran graciosamente
@ Relación de la mujer la., al cesar la mus1ca. e Media vuelta alzando el pañuelo entre las manos (4 c.)
& Se enlazan de nuevo, hacen un girito en su lugar polkeando O Zapateo y zarandeo (8 c.)
y sin soltarse las manos que van en alto, las levantarán los hom e Giro con el pañuelo extendido, yendo los cuatro hacia el
.
bres haciendo girar a sus compañeras por la izquierda, con lo que centro para formar de nuevo el pabellón, con lo que finaliza
concluye la primera parte (4 c.). En la segunda le corresponde a
la otra pareja decir la Relación. Para que se comprenda más cla GATO CORRENTINO
ramente esta coreografía diremos que la vuelta entera y media
vuelta del Gato común, van aquí polkeadas, y las cadenas ocupan Se identifica esta forma coreográfica con la del Gato antiguo,
el lugar de los zapateos. que constaba, según describe Lynch, de cuatro frentes (o esquinas)
con su correspondi.ente zapateo en cada uno de ellos. Con alguna
94 CLOTILDE P. L bE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 95
ligera variante y por imperio de una Íetra especial, le fué con:fe- "Gauchito Catamarquefio" y probablemente en �,antiago
rida la nueva denominación. Acaso en una sola copla de su texto del Estero, pues A. Chazarreta posee una coreografía di
poético esté condensada su historia, que es la historia de aquellos ferente de la cuyana, que suponemos recogida en su pro
tiempos bravos y heroicos, con treguas endulzadas con el rasguido vincia. No hay noticias que la ubiquen en ninguna otra
de las guitarras y los cantos épicos que relataban las hazañas pa región. Furt dice que tiene el mismo compás de la Zam
triotas. ba, siendo muy parecidas sus figuras, y da esta coreo
grafía: vuelta enterá, mudanzas, otra vuelta con fren
Cuando pasó Lavalle. mi vida tes, seguida de otra como la primera, mudanzas de nue
Por el camino, vo y media vuelta final. Señala además, el uso del pa
Este Gato lo hicieron, mi vida ñuelo. Omite, sin embargo, mencionar el lugar donde la
Los correntinos. recogiera. Probablemente en Catamarca, donde tomó mu
chas otras.
COREOGRAFIA Una noticia completa, con extensos apuntes histó
ricos, coreográficos y musicales, nos la ofrece el mú
l pareja (Posición B.) sico cuyano Alberto Rodríguez. Ubica al Gauchito en la
época organizadora de la epopeya sanmartiniana y ofre
O Formar la esqtüna primera, girando (4 c.), con castañe- ce el texto poético de antiguos Gauchitos, que recuerda la
tas. tradición popular mendocina. Esta estrofa pertenece a
O Desde allí efectuar un giro amplio hacia el centro (4 c.) uno de ellos:
9 Zapateo de espaldas y zarandeo de frente (6 c.)
Estos tres tramos se repiten hasta realizar las cuatro es- Ser gaucho, !pucha que cuesta!
quinas. ¡pitcha que cuesta trabajo!
e Media vuelta, cambiando de sitio (4 c.) y ¡ Cuánto me cuesta tu amor!
C, Gfro final (4 c.) Dejé la, guardia una siesta
Los giros después de cada esquina pueden hacerse de frente y fué para iní lo peor.
o dando· 1a espalda.
Apunta Rodríguez algunos datos sumamente inte
resantes, que confirman su antigüedad y difusión regio
Gauchito nal: "Doña Felipa Gallardo, viuda de Barros, hija del ge
neral don José M. Gallardo, guerrero de la independen
; Las noticias que poseemos relacionadas con esta dan cia que falleció en el año 1864, decía a sus hijos, que con
za, le asignan bastante antigüedad. Se habría bailado en versaban a propósito de danzas antiguas: ''Lo he visto
Cuyo hacia 1816, o por lo menos cantado, siendo su letra bailar, entre . otras danzas nacionales, en la casa del co
generalmente patriótica. En Mendoza tuvo alguna pre ronel Morón". Según ella, en algunas de sus figuras te
ponderancia también en Íos salones, desapareciendo casi nía mudanzas parecidas al Minué federal, aunque se bai
totalmente a poco de promediar el siglo pasado. Fué tam laba con pañuelos y en algunas de sus partes era lenta
bién cultivado eh Catamarca, donde se le conoció como mente zapateado". Agrega el recopilador, que antaño :&ué
96 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 97
''Va tomando características propias de las diversas ( ofrendas del producto de la tierra y del agua). Luego de
regiones donde se la cultiva, hasta darle una personali este momento de angustia y severidad, llega la alegría
dad definida ·que hace distinguir en seguida el lugar de final por el amor ya consagrado".
su procedencia. La Quebrada, con su ambiente vigoroso Se desprende de las palabras de nuestro colaborador,
Y rudo le da un matiz particular. Cada clima, cada re el carácter litúrgico de la danza. No obstante, ello no qui
gión, cada ambiente físico y moral, ejerce su influencia. ta que sea también música de festejo campesino, sencilla-
mente. •
·''Es una danza de festividad indígena.
"Que se ha bailado y baila en Jujuy, lo atestiguan Advierte nuestro informante, que las figuras del Ka
autores jujeños en sus Jibros, tal como Julio Arampuru luyo son pocas bailando en conjunto, pero realizado por
en su obra ''Jujuy". Dice así: "La orquesta inicia de nue una pareja pueden ejecutarse muchas figuras. Su ritmo
vo su música aborígen. Es el K,aluyo regional ... " Y otra es más lento que el del Huayño. La música es de pocas va
vez lo menciona, en el capítulo sobre el Carnaval en Tum riaciones, pero muy sentida.
baya: "Bailan Huaynitos y Kaluyos cerriles. A ratos, un
Yaraví hondo y armonioso madrigaliza un romance de COREOGRAFIA
amor y conquista donjuanesca".
"El Kaluyo de la Quebrada -prosigue Giménez-,, Alg·unas de sus figuras son iguales a las del Huayño; no obe
trae a la mente, en su rítmico y sutil compás musical, una dece a un plan fijo, como los bailes del tipo criollo.
inolvidable visión de las quebradas maimareñas, con sus Las evoluciones más comunes son las que describiremos se
faldas armoniosas donde parece escucharse una sentida guidamente: colocadas las parejas frente a frente, avanzan hacia
quena, acompañada por el tun tunde las cajas, que ponen el centro, y uniendo las palmas de las manos derechas realizan
marco musical a una pareja que lo baila con plasticidad medio molinete por la izquierda, soltándose al llegar al lugar
exquisita, realizando candorosos giros y en donde las co opuesto; allí de inmediato unen las izquierdas y ejecutan el moli
loridas polleras de la irnilla se esparcen airosas entre per nete hacia la derecha. Esta figura, que es la más típica, se efec
fumados ayrampos y tolares. túa varias veces. Luego, se toman del brazo derecho, de suerte
"Y mientras los últimos rayos del sol acarician con que quedan mirando en sentido opuesto y así giran una vueltita,
su resplandor el horizonte y la sangre del crep,úsculo co soltándose para tomarse del izquierdo.
mienza a teñir las cumbres de los cerros vecinos dando
policromo margen a tan enigmática coreografía, los dan
zarines continúan con su ceremoniosa liturgia suplicando Lorencita
al Tata-Inti -el Padre Sol- que ya se aleja, les otor
gue unión y felicidad imperecedera.
"Por eso su coreografía comienza con un encuentro Este bailecito criollo, probablemente originado en la.
que resulta promisor, como lo demuestran las figuras Mariquita, no posee historia y sus antecedentes son bien
que realizan las parejas: rueda, trompo, saludo grande. escasos. Antaño se bailó en Santiago del Estero, parte de
Luego al que·rer que esta unión espiritual sea consenti Catamarca y posiblemente en parte de Tucumán.
da con el Dios Inti, comienzan a realizar las ofrendas; Las palabras que le dedica Furt arroj'an muy poca luz
previa adoración al mismo: figuras del molino, molinete sobre la danza; observa solamente que tiene movimientos
104 CLOTILDE P. L DE PIORNO (LA :ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 105
de Zamba, realizándose el baile con frentes y media vuelta influencia indígena en virtud de la letra quichuo-castella
final. Indica el uso del pañuelo. na que recogió en S,antiago del Estero.
Su aparición en las zonas aludidas no se remonta más Es sin duda una danza singular, que se presta para
allá de 1860. Si Furt está en lo cierto, ha debido cambiar hacer volar la imaginación, contribuyendo a ello eficaz
bastante la Lorencita, pues la versión que ha llegado a mente su oscuro pasado. En el interior del país es danza
nuestros días indica castañetas, y nada en ella guarda perdida y olvidada; solo permanece vivo su recuerdo en
parecido con la Zamba. Santiago y Tucumán, y si es que se bailó en otras pro
vincias, hoy no es fácil comprobarlo.
COREOGRAFIA Su nombre, como sabemos, deriva de la acción que
se ejecuta en cierta parte de la danza. Aunque se bailara
1 pareja (Posición B.) en "velorios de angelitos" no es posible asignarle un sen
tido o función ritual; también se bailaban en tales opor
8 Cuatro esquinas con castañetas ( 4 c para cada una). tunidades Gatos, Chacarrras y otras danzas populares,
8 Al llegar a la última, ambos sacan el pie derecho y con pues, el deceso de una criatura era motivo de regocijo por
igual mano se hacen un saludo en tres tiempos. imperio de la creencia campesina: la "guagua" µrnerta
9 Nuevo saludo, adelantando pie y mano izquierdos. velaría por los suyos desde el más allá y obtendría para
CD Se repiten en igual forma los dos saludos. ellos la gracia divina.
9 Dos esquinas por izquierda (4 c. para cada una). Nos parece más bien, sea su intención picaresca;
9 Se repiten los cuatro saludos. válvula de escape donde los mozos o mozas aprovechaban
9 Vuelta entera rápida (5 c.) y la ocasión para quejarse de un agravio o desdén. Con to
t5 Giro final (3 c.) do, sus orígenes permanecen nebulosos y las pocas infor
En la última parte es también común hacer una vuelta re m:aciones existentes en nuestro país favorecen la duda.
donda (8 c.) solamente, acercándose al centro. ¿ Qué carácter tiene en realidad la danza? -nos pre
Hay una variante en el rnludo; en lugar <le hacerlos sin mo guntamos. Y hallamos la respuesta transponiendo las
verse de la esquina, se efectúan yendo hacia el centi·o, en dos frcnteras, en las palabras de Lafond, capitán de bu
;pasos. que francés, que estuvo en Val paraíso (Chile) en 1824:
La Lorencita se baila también "en cuarto" (Posición E.). "Los bailes de Chile son todos característicos y los más
usados son la Zamba, el Cuando, las Oletas, el Pericón,
la Zapatera y el Llanto".
Llanto Se desprende de este párrafo la índole netamente
festiva v carácter social de la danza, orientándonos al
El Llanto, como el Pala-Pala, ha sido objeto de muy mismo tiempo acerca de su antigüedad y origen. El mu
diversas interpretaciones entre los tradicionalistas. Bel sicólogo chileno Pereira Salas se ocupa asimismo de la
trame lo define así: "baile criollo del norte, poco conoci danza observando que "se conserva al igual en la isla de
do; sólo se efectuaba en !os velorios de criatura o sea lla Chiloé y es danza de pañuelo, de cinco vueltas, bailada
mados de Angelitos". Juan Alvarez dice que manifiesta entre dos parejas". Y nos aclara por fin el autor que "era
el dolor de la separación. Furt a su vez, le supone gran de origen peruano y conservó su boga en la época repu-
106 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 107
blic�na". No e� pues de origen chileno, aunque allí se co giran lentamente hasta colocarse de espaldas, por izquierda, lle
nociera d': antiguo. Confirma esto el siguiente dato: en vando el pañuelo a los ojos (4 pasos).
un :spectact�lo teatral, en 1835 "la actriz Pepita Aguilar
_
bailo �º11:ºfm de fiesta el Llanto al uso de Lima".
• Con medio giro en seguida, retornan a sus lugares pri
mit1vos ( 4 c.)
S1gu�endo p�es el clásico itinerario, la danza llega a
O Media vuelta fjnal (4 c.) hacia el centro.
nuestra tierra, difundiéndose probablemente por Cuyo, el En algunos casos, en lugar del medio giro del penúltimo tra
c �ntro f el noroeste. El 24 de mayo de 1840, Gervasio Ma mo, se hace breve zapateo y zarandeo de espaldas (4 c.)
cias baila el Llanto en el Circo Olímpico de Buenos Aires
según un anuncio de la época. Son en realidad pruebas e�
la cuerda al son de dicha música. Malambo
COREOGRAFIA
Es baile recio y varonil en el cual la mujer perma-
la.- 1 pareja (Posición B) nece ajena coreográficamente. Danza de hombres, de
· gauchos bravíos encerrados en una soledad infinita: la
ID \Cuatro esquinas con castañetas (4 c. para cada una). tierra larga y ancha se abre bajo sus pies y un cielo in
ID Simulando cubrirse la cara con el pañuelo avanzan al conmensurable sobre su cabeza.. El Malambo es en nues
centro, cuatro pasos Y al encontrarse ambos colocan la mano iz tra pampa algo así como el galope de la hacienda cima
quierda en el hombro <lel compañero y realizan conjuntamente rrona. Baila el hombre, altiva la frente requemada de so
un balanceo que consta de cinco movimientos, empezando por iz les, sueltos los cabellos y ardiente la mirada de brillazo
_
qmerda nes indias. No baila solo. empero, como se creyera. Tiene
. (El avance Y balanceo corresponde a la parte de canto:
"Ay, ay, ay, ay, déjenme llora:r"). una comp,añera humilde y entregada, cuyo corazón vibra
1B Primero con un paso lento y luego más vivaz hacen me y se deshace en nubes de polvo fino y cálido; ella _es la
dio giro con pañuelo por la derecha y se colocan en sus sitios tierra, la buena y amorosa tierra criolla.
{4 c.) Y él la enamora así, un poco a lo gaucho y un poco
lli) Med,ia vuelta ( 4 c.) hacia el centro con castañetas para a. lo indio. Ora suave, ora violento. . . Su ademán es pose
finalizar. sivo, audaz, mas no brutal. Tiene la fuerza y la hondura
de lo primitivo, de lo natural ...
2a.- 1 pareja (Posición A.) Frente a él un rival, en quietud, espera su turno. Y
ambos irán alternando en el juego bravío, dibujando so
bre la tierra propicia raros y difíciles trazos: mudanzas
� Avanzan los bailarines dos pasos, uno hacia el otro, con airosas, repiques, escobilleos.
castanetas, se enfrentan brevemente, y giran por la izquierda'
hacia sus sitios (4 c.) Ganará, al fin de ardua lucha el que posea mayor
O Nuevo avance al centro, efectuando en este caso el giro fuerza y habilidad. O acaso, dignos rivales, "emparejen"
por la derecha (4 c.) en la extraordinaria brega, sin desdoro, ni menoscabo de
Se repiten en la misma forma ambos tramos. su personalidad.
• Avanzan ahora con paso lento hacia el centro (4 pasos), "Como baile no hay ninguno comparable al Malam
bo -escribe Lynch en 1880. Es el torneo del gaucho cuan-
108 DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 109
CLOTJLDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
do se trata de lucir sus habilidades como danzante. En el Difícil asimismo resulta determinar su antigüedad
Bragado, en 1871, vimos un Malambo que duró toda una en nuestra tierra. Lo hallamos en 1837 curiosamente en
noche, constando de 76 figuras diferentes' por cada uno de treverado con las cabriolas de un volatinero en un circo
los bailarines". porteño: "El niño Gervasio bailará sobre la maroma el
¿ Dónde nació? ¿ Qué impulsos le dan vida·' forma' sen- JYJalambo . . . "
t'I do•? El. origen En 1820, ya sería popular en la campaña bonaerense.
. de todas las cosas es tan remoto, que don-
de creemos ha!lar el fundamento o punto de partida, nos Eduardo Gutiérrez al referirse a una fiesta en "Los Ce
rrillos" afirma que "Rosas, que como siempre quería so
encont:amos simplemente con el hilo conductor. El hom
bresalir en todo, echó también su Malambo".
bre ?ai1a desde Ia edad de piedra, desde el primer soplo
Escribe en 1887 B. Vicuña Mackenna acerca de varias
de vida �.caso. Desde el rey David, bailando ante el Arca
danzas muy antiguas, que sobrevivieron a la colonia, en
�e la _Alianza, hast:J'. el j'oven gaicurú del Gran Chaco que tre otras, "el solitario Malambo, que parecía un ataque de
ataviado con vestimenta de ceremonia, danza durante
epilepsia; vino del Africa, donde los negros tienen un dios
ocho días con movimientos convulsivos ante la choza de
de ese nombre". Así sabemos que el Malambo era conoci
su prometida; desde el rey de los "mangbetus" africanos
do en Chile desde antes de 1817. Otro baile de este tipo,
que "salta en el enorme salón festivo, rodeado de espo
"a solo", fué conocido antaño en dicho país y en el nues
sas Y guerreros en una danza furiosa, accionando los bra
tro. 8e conocía con el nombre de la Campana y no se ha
zos en todas direcciones, corno un poseído" hasta el negro
cía en él como en el l\'Ialambo, confrontación de habilida
esclavo de la Lima colonial que: "por lo general baila uno
des. Fuera de ese aspecto, ambos eran muy semejantes.
solo Y el mayor aguante constituye su habilidad"· desde
Poseyó gran prestigio en nuestros medios campesi
la primera edad hasta Ia actual, la danza ha expres�do los
nos y aún hoy día es altamente estimado. Cuando suena
sentimientos más diversos del hombre.
la hora del Malambo, llámase a concurso a la hombría
Corno en Ia mayor narte de nuestros bailes resulta
criolla, a la habilidad y la resistencia aunadas para un
difícil halla_r la raíz del .l\tlalambo. Acaso una lej�na noti
_ fin encomiable. Cuando un criollo baila y ostenta una
cia d�l _P;ru puede ser el punto de partida. Tadeo Haenke,
singular maestría, no está expresando "ésto valgo yo"
que visito aquel país hacia 1795, se refirió en un libro' al
sino "¡ ésto vale mi raza!"
"Carac , t er Y costumbres de los limeños", expresando en-
Las mudanzas que se ejecutan en el Malambo son
tr� otras cosas. que en los saraos se bailaban Minués y
muchas v muy variadas. desde la sencilla de punta y ta
bailes de escuela española; y otros que derivan su ori
co, hast¡ los �ás briosos repiques y airosas escobilladas.
gen de los negros". Nombra ciertos bailes de los negros
Afean y desnaturalizan la danza los zapateos desafora
esclavos Y alude a la forma de bailar de uno solo. cuya
dos, saltos en el aire y contorsiones. Podemos decir que
mB.yor �abilidad consiste en danzar durante largo rato.
toda la prestancia de la danza reside en el compás, ha
Puede bien ser este baile de nombre ignorado -solaz de
biendo quienes se acompañan con el tintineo de las es
los sufridos siervos africanos-- un antecesor de nuestro
puelas, lo cual es sumamente apreciado en la campaña.
Malambo o acaso él mismo en sus balbuceos. Es intere
sante destacar que una barriada limeña ocupada por di
chos oscuros habitantes, respondía a la denominación
de Malambo.
110 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :&usTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 111
Cuadrillas, el Vals y la Gavota, por las criollas denomi memorias del General del Ejército Peruano Guillermo Mi
nada:;,; "el Palomo, la Mariquita y el Gato Mis-mis''. ller, las cuales fueran publicadas bajo la inspección de su
hermano· Juan, en Londres en 1829. Escrita en inglés, fué
.. El capitán inglés Joseph Andrews, que realiza un luego vertida al castellano por el general Torrijos.
VI�J e de Buenos Aires a Potosí y Arica en 1825, en su
. por el c entro de nuestro país, tiene ocasión de
trans1to Así. refiriéndose al año 1821, nos dice el nombrado
_
ver Y au, n de bailar la danza en cuestión y en su libro, militar inglés que se hallaba al servicio de la República
_
que publica en Londres en 1827, apunta entre otros inte del Perú: "Antes de la entrada de los patriotas no eran
res�ntes �ecue i:dos y descripciones: "Tal baile (criollo) muy frecuentes los bailes en Lima. Cuando el General San
aqm es d1vers1on . poco semejante a las tertulias de Cór Martín estableció su" cuartel general en aquella ciudad, te
doba Y. B!1enos Aires, donde la máxima parte de la dan nía reunión en el palacio una vez por semana. Al princi
:ª se lrn1,1ta a la graciosa Contradanza y al Minué espa
pio, las señoras que sólo tenían costumbre de bailar Mi
nuetes, Fandangos, MariQuitas y Guachambes, no esta
nol sumamente grave y digno. Antes había visto, es ver
dad, algunas muestras de la Mariquita y otros bailes ban muy al corriente en Contradanzas'' ...
Merced a este dato, no resultaría pues excesivo atri
gauches cos,;. pe�o en ningún caso de estilo tan puro co
m� aqm_ (0anhago del Estero). Los aires se tocan en la buirle una anterioridad de uno o dos decenios.
gmt�na Y el . de la Jforiquita expresa en particular los Por lo menos, algunas de si:1s coplas más populares
eran conocidas en Buenos Aires en los umbrales del siglo
suspiros y primeros requiebros recíprocos de los aman XIX. Corrían en tonadillas que se cantaban en el teatro
tes que van aproximándose, caricaturizados en la danza. porteño. De las "Coplas para cantar boleras a todos mo
El final es lo más agradable, pues la delicada y esquiva dos" de aquella época, nos trae entre otras Mariano G.
�eldad que s� había n�antenido a distancia agitando el pa Bosch las siguientes :
nuelo lo arroJa y se rrnde ante los irresistibles y abruma
dores avances del zagal enamorado".
Poco después llega nuestro ·informante a Tucumán.
MARIQUITA 1nuchacha
En Trancas, retribuyendo atenciones Andrews da una
guisame un pollo
tertulia en honor de la señora del g�bernador, especial
mente, y amigos. Al respecto nos dice: "Como estuvié i verás con el gusto
que me lo co1iw.
ramos ya bastante al corriente de las maneras y bailes del
país, pudimos hacer discreta figura en la Mariquita ... ".
De e stas referencias se desprende pues, que hacia
1820, o sm _ duda antes, gozaba la Mariquita de singular MARIQUITA mitchacha
te manda madre,
prestigio en Santiago y Tucumán, tanto en los ambientes
ancla niña, corri p(('onto
sociales como rurales, difundiéndose más tarde por Cór
vamos al baile.
doba y la campaña bonaerense.
No resulta aventurado ubicarla aún antes del se
gundo decenio del siglo pasado, teniendo en cuenta una Indica la trayectoria histórica de algunas danzas
noticia procedente de Perú, tierra madre de nuestra dan que la Mariquita, como el Gato, la Zamba y muchas otras
za. Encontramos esta interesante prueba incluída en las
114 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 115
se originaron en Perú y entraron a nuestro país por Gato y la Chacarera del mismo tipo. Al llegar la Polca a
la ruta andina; es decir, que de aquél pasan a Chile y nuestro país, en 1845, su éxito fué notable, determinando
de ahí a nuestro territorio por las regiones de Cuyo y nor su injerto en algunas danzas típicas. Son las danzas más
oeste. De ahí que muchas danzas pertenezcan al acervo viejas, las largamente bailadas en su modo original, las
tradicional de los tres países, con igual legitimidad, en que reciben este aporte renovador, adaptándolas así a
virtud de su arraigo y plena identificación con el medio las exigencias de la época. Dan así nuestras danzas un
que las prohijara. dignísimo ejemplo de hondura racial: ante el baile nue
En todo caso, resulta curioso observar que no hay vo, que trae en sus trinnfos una fuerza irresistible, no
noticias de la Mariquita en Chile; no figura entre las se oponen ni desmayan. Lo reciben serenamente, se unen
danzas que se bailaron antaño, nadie la menciona. Sin a él y lo ''folklorizan". Se pierde entonces el baile forá
embargo, si siguió la ruta obligada, alguna huella debió neo y nuestra danza sigue siendo ella misma, sea Mari
dejar en la tierra araucana. Estudiando la historia de la quita, sea Gato, sea Chacarera. De puro coqueta se ha
Sajuriana, encontramas una copla perteneciente a esta vestido con p€rcal nuevo, pero sus ojos y su carne mo
danza, recogida en Chiloé: rena guardan intactos el calor y el aroma de la tierra na
tiva.
11/!ARIQUITA Sa}urfona
hija, del Gobernador COREOGRAFIA
mi padre murió venciendo
po.r los campos del honor.
Es lo único que hall8,mos vinculado a nuestra danza. So colocan dos parejas frente a frente. Al iniciarse la música
Pero ya sabemos que nada debe extrañarnos en este sen se enlazan y polkeando alcanzan la primera esquina, hacia la de
tido. Pudo ser popular y hoy yacer en el mayor olvido. recha ( 4 c.) allí soltándose efectúan breve zapateo y zarandeo
Debemos destacar que además de las provincias an (4 c.); estos tramos se hacen cuatro veces; para finalizar, vuel
tes mencionadas, se bailó en otras regiones, cuya totali ven a enlazarse y ejecutan dos pasos, quedando en Jugar opuesto;
dad podría definirse cabalmente, exceptuando el extremo alli, en los dos compases restantes, quedando sólo unidos por la
norte y el extremo sud. mano izquierda de él y la derecha de ella, efectuará la dai:na un
Posee la Mariquita diversas coreografías, variando giro, con lo que concluye el baile. Suele también bailarse, pol
singularmente de una región a otra. Al respecto nos di keando todo el tiempo, sin soltarse, zapateando en }a repetición
ce I. Aretz que en Capayán, Chumbicha y Miraflores (Ca del canto.
tamarca) , los bailarines iban tomados valseando y en las
vueltas taconeaban. Lo mismo ocurría en La Rioja y algu 2a.- Encadenada:
nos lugares de Tucumán. Supone la mencionada estudio
sa que habría alcanzado a las danzas de pareja enlazada, El músico sanjuanino Berutti escribe en 1882: "Tenemos pri
adquiriendo su coreografía. meramente dos parejas de bailarines que se colocan una enfren
En La Rioja tnvirnos oportunidad de ver la Mariqui te de la otra, es decir, cada caballero con su correspondiente com
ta- polkeada, revivida para la. oportunidad. Es el caso del pañera a la derecha; en seguida se saludan y dan principio a la
116 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS
117
primera figura que es hacer una cadena como la de la primera 5a.- 1 ·pareja (Posición B.)
parte de la Cuadrilla de nuestros salones". Y más adelante, pro
con pañuelo.
sigue explicando: "Una vez conclu�da ésta (la cadena) y que ca e Esquina, por la derecha de frente, sin girar,
da pareja ha vuelto a su respectivo puesto, la niña da frente a la (4 c.)
izquierda y el joven a la derecha y zapatean con pausa y elegan e Giro amplio hacia el centro (4 c.)
", cuatro ve.
cia hasta que la última estrofa del verso les indique que deben En esta forma se realizan las esquinas con "caras
recuperar sus
cambiar de sitio y para ello el joven, perseguido por su compañe ces, con sus respectivos giros en cada una, hasta
ra, sigue el baile con apropiadas mudanzas, retrocediendo !:)n for primitivos lugares.
ma circular para colocarse en el puesto que ocupaba la pareja e Media vi.1elta con castañetas (4 c.)
contraria, la que ha hecho otro tanto al mismo tiempo". Esta for
mo "en cuarto".
ma de baiiar la Mariquita presenta una interesante variante: l a Las formas cuarta y quinta se realizan asimis
colocación de los compañeros uno frente al otro y no enfrentados,
y el encadenamiento. Es éste uno de los tantos modos que adopta
la graciosa danza. Bien lo dice el comentarista antes citado: "va Marote
ría mucho en sus formas de un pueblo a otro". Andrés Bel:rame,
en la publicación dédmosegunda de su serie de bailes criollos, rea
Impropiamente .llamado • "danza quich ua", ha sufrido
lizada en 1934, se itispira en esta forma coreográfica con algunas retac · ones, en ese' Y en
el Marote muy caprichosas mterp �
ez
variantes.
otros sentidos, como se verá. El escritor Juan Alva�
pci6;11
conjetura que puede venir su nom�re de la _ ,corru
3a.- Encadenada o Pampeana (otra):
de ''barotse o maro tse", nomb re de cierta reg10 n ?e Afn
idos con
ca, de donde fueron traídos negros esclavos conoc
2 parejas (Posición E.)
ese nombre.
fué
Conocido generalmente como baile sureño, no .
ara. No es posi ble,
G Una cadena corrida (8 c.)
tal vez esta región donde más se cultiv _
cisar
8 Otra cadena corrida (8 c.)
como ocurre con la mayoría de nuestras ?anzas, p_r�
s
19 Zapateo y zarandeo (8 c.)
sus orígenes, y su antigüedad, por carencia_ de noticia_ �
• Giro y contragiro (8 c.) Su estilo guard a cierta relac1 0n,
crita anterior a 1850.
el
por los tramos lentos y su composición genera� con
e Media vuelta por la izquierda, los hombres perseguidos por
por
sus parejas ( 4c.) cambiando de sitio, con lo que finaliza el baile.
Ecuador y el Llanto. Ya hemos visto 9-ue. est�s bailes, _
sus antecedentes, indican la procedencia hmena. Hay ,qme
4a.- l pareja (Posición B.)
nes sitúan al Marote en la campaña bonaerense basando
se en algunas coplas del canto, mas ya veremos que no es
9 Esquina por la izquierda con pañuelo (4 c.)
exclusivo de esta región. .
ra
9 Zapateo y zarandeo (4 c.)
Abandonemos nuestro siglo y vayamos ahora t_1e.r:
Se repiten estos movimientos hasta completar las cuatro ee
adentro, siguiendo las huella s de la da 1; za e � la tradic 10n.
quinas, volviendo a su sitio.
Ricardo Rojas nos conduce a Santi�go ael Estero }11:
tipi-
ID Media vuelta con castañetas, acercándose al centro (4 c.)
cia fines del siglo XIX. Nos habla primero de los
119
ES ARGENTINAS
118 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONAL
para me-
Marote bien criollo,
Pampean? o no, es.el dan-
cos bailes de los campesinos de su terruño entre las que mo en todas nu ras est
jor decirlo, b1�n argertmot Co la p are j vi
a
está el Marote, junto a los Escondidos, las Zambas, las cen r al l amor Gira
zas, juega en el un ro se ap ro xim an
Chacareras y ,otras danzas. Evoca luego una fiesta de la ceremon1oso saÍudo;
Telesita, en la que se destacan "dos muchachas jóvenes, vamente Y se hace un raviado s y al f in, co
sos
luego con lentitud, recelo
n
zarca de oj,os la una, mo rena de tez la otra y ambas dis zap ate ar y za r ai:
espa, l�a ªtara
puestas siemp re, lo mismo para una Arunga que par a aire retador, vuelven la d.se del compañero. G1-
largam ente, de ocu p
un Marote". Se desprende de esta evocación, que era la de a � � ose ; t rnan a saludar se seria
J? i
n
f
r
randeara de frente (12 c.) a zapatear de espaldas; la mujer za- tición de una figura fundamental daba l ugar a una nueva
denominación que giraba en torno a la primitiva.
: Giro por izquierda ( 4 c.) Se bailó en distintas regiones del país, aunque fué
Cuatro pasos al centro más portefia que nada. El período de su esplendor va
e Zapateo Y zarandeo (12 y retroceder.
aproximadamente de 183Q hasta 1852. En la época en
8 Cuatro esquinas por 1a c.) que Lynch se dedica a recopilar los aires criollos -1870
e Avanzar caminando hac1derecha (4 c. cada una)
• a e 1 centro, pasarse a 1880-·- ya se ha extinguido. "La Media Caña que es
gar del compañero ; gE i�an do su:i v:ment.e, enfrentarsehasta el Ju. otro de los antiguos bailes del gaucho, está completamen
final. (Total 8 pa< sos) n con
esta u l tima figura, con pe - saludo te en desuso".
miento rotatorio e.n el centro, cambia
•
: queno movi-
n de sitio. Lo mi s mo ocurre en las regiones del centro. I. Aretz
recoge interesantes noticia s en T ucumán. "Los viejos mú
sicos citan a la Media Caña, danza que pertenece al mismo
Media Caña grupo (graves-vivas) y que "despareció en las últimas
décadas del siglo pasado". . . después de alcanzar gr!:tn
Pertenece e s ta danz u'ífusión por todo el país, Paraguay y acaso Chile. Según
tense del que es rgiz el a "'de conjunto al _grupo l'lOJ?la la tradición, se bailó en Tucumán hacia 1830, conjunta
apericonado, P",,u�am Cl �:W"�· .ue.,-., la variante de Cielo
· os al per1 . con ' ,
· y daI per1· con mente con el Minné y la Contradanza. Con posterioridad
cafi •a a la úJ.
dos e en una misma d:rn;, t
i\1Tect 1· "n e an~ a s P presum V
de media
- e que e, s tas van originán- de scendió a toda la campaña. Y agrega q ue se bailaba
también en Santiago del Estero.
om
u s o del bastonero o ,/ �;�di1" an su _nomb:e, ya por el
t
gura coreoo-ráf!:ica Af r:s pec_ oya _por 1mper10 de una fi
dIce Belt�ame: "Llamá-
Entre los años 1841-1859 figura entre los ritmos
que andaban de preferencia en el Litoral, según testimo
. e así el iaurho. (M_edIa cana) a la med1a c1r
bal · cun " nios de De Mou ssy.
cia que generalmente se . reren-
ha n e . s b les Mantegazza, que viaja por el país entre 1858 y 1863,
cían una circ unferenci e �! : s�f a� a
Y <:_ ndo ha
u
hago esta advertencia a n r I e ama_ an cana entera; dice que el baile preferido en la época rosista era la Me
ara ue dia Caña. Lo mismo se desprende de un párrafo del libro
funda con la beb· ida Ua�;d
ª 2can_ aIl,?· yse mterprete o eon de Juana P. Manso, escrito en 1848 y cuya acción trans
es discutible. a veremos q ue esto
curre diez años ante s : "La Mazorca, dividida en dos c uer-
pos de ejército, era precedida por una música militar que
ARGENTINAS
123
122 CLOT!LDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES
@ Giro: con castañetas por izquierda (4 c.) © Vuelta redonda: Sin variar la colocación los seis bailari
e Balanceo (3 c.) nes darán una vuelta circular por la derecha (8 c.)
• Cadena: Pase de la pareja tercera, es decir la que está 8 Zapateo y zarandeo: Otra vez en sus sitios, se efectúa es
situada atrás. Hacen un moHnete, con manos derechas; se suel ta figura (8 c.)
tan y van al encuentro <le la pareja segunda (hombre 39 con mu � Pericón: Al cambiar el ritmo de la música, darán el frente
jer 2a. y mujer 3a. con hombre 29) le dan las izquierdas, hacen al público cruzando las manos co1�0 al principio, dan una vuelta
medio molinete y vuelven a encontrarse los componentes de la y se colocan en semidrculo, frente al públiéo; se sueltan las ma
pareja 3a. en el centro; hacen otro molinete con las derechas y nos izquierdas y los hombres hacen efectuar un giro a sus com
luego giran con los contrarios de la pareja la. hasta situarse en pañeras, finalizando con un saludo general (total 10 c.)
primer plano. Allí el hombre hace efcetuar un girito a su com
pañera y pasan a ocupar el primer lugar. (Total 16 c. Batiendo
palmas a compás, las otras dos parejas van desplazándose hacia Montonero o Minué Federal
atrás).
9 Balanceo: de derecha a izquierda con castañetas (8 c.) La fina danza europea cuyo nombre deriva del pa
e Giro (4 c.) so que en ella se ejecuta "menú" y hasta "menuet" (Sa
O Balanceo (3 c.) chs) adquiere diversos rótulos en nuestra tierra. "El
e Cadena: Pase de la pareja 2a. ( que pasó a ocupar el úl Minué sufre toda clase de transformaciones -. apunta
timo lugar) ejecutando los mismos movimientos que la anterjor, el estudioso Carlos Vega--. ''Báilanse en la época, el Mi
y colocándose finalmente al frente de la fila (16 c.) nué español, el :Minué abolerado, el Minué a lo provi11:cia:
8 Balanceo (8 c.) no, el Minué colombiano, el Minué de la corte y el Minue
� Giro (4 c.) Montonero o Federal'.
� Balanceo (3 c.) Llamado primitivamente Montonero, desde antes de
G Cadena: Pasa la pareja primera (que había pasado a ocu la segunda década del siglo pasado, en Bs. Aires y el in
par el lugar de la tercera) en la misma forma que las anteriores terior del país, sufre a mediados de la tercera, la i�flu�?
(16 c.) cia del clima político porteño, tomando la denommac1on
� Balanceo (8 c.) con que hoy se lo distingue.
e Giro (4 c.) Sin ser una danza de puro carácter nativista, sino
@:1 Balanceo ( 3 c.) simplemente acriollada, su antigüedad la coloca por de
© Cadena en tiempo de Gato: En la misma forma que ante recho propío entre nuestros ritmos tradicionales.
riormente vuelve a pasar la pareja tercera al frente, ahora en Aunque ha llegado hasta nosotros con sus tiempos de
aire más vivo (16 c.) Minué y Vals, originariamente estaba constituíd? por �i
e Chacarera: Avance, retroceso (4 c.) y giro (4 c.) nué v Cielito. ''Posiblemente el ritmo un poco mas movido
O Cadena: Pase de la segunda pareja (16 c.) imp�esto al Cielito en esta circunstancia, sea el motivo
ID Chacarera: Avance, retroceso y giro (8 c.) de la errónea calificación que se le ha dado al segundo te
e Cadena: Pase de la pareja tercera (16 c.) ma" -expresa Luis Milici. Y agrega acertadamente: "Al
9 Chacarera: · Avance, retroceso y giro (8 c.) aceptar este temperamento y estando incluída en �u mú
sica una m,e1odía que pertenece al folklore argentmo, es
128 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 129
que podemos considerar al Minué Federal como danza <lenas. Por varios lustros conservará su nombre heroico,
nacional". que encontramos registrado en añejas � ágina�. En su
- ,
Debemos consignar que esta forma de doble ritmo "Viaje a Argent ina, Uruguay y Brasil realizado en
posee a�tecedent es universales. En cíerta danza húnga 1830, el francés Arsenio Isabelle se 05upa acerc3: del es
:' ª nos ilustra Curt Sachs, el danzarín ''guía a su com tado social usos y costumbres portenas y menc10na los
nera a una lenta danza de introducción la suelta cuan bailes de I; época. Dice de cíerta belleza porteña q�e "se
. .
do comienza la vívida danza de galanteo'. para retomarla la agasaja por la gracia que ha des�le?ado en la ultima
?e. Ja_ mano cuando vuelve a entonarse fa lenta melodía tertulia, al bailar divinamente un Ciehto y la
. '1!f
ontone
m1cial. La mis ma modificación se registra en las dan ra". Señala aparte que es una "especíe de Mmue saltado,
zas populares i t alianas. .. En la Bergamasca ( danza en el cual la bailarina imita a la castañuela con los de
frances�) P?r ejemplo, se da una vuelta e n círc�lo y lue dos. Esta danza es encantadora" y se baila generalmente,
go, al 1:arz�re del su�no" (al cambio de melodía) un con el Minué, el Cielito y las Contradanzas fra ncesa Y es
vals de pareJas y por fm de nuevo la marcha". pañola. Advertimos una ligera variante en el nombre,
En�re nosotr o s , se originaron varias danzas del ti que puede deberse a error del es�ritor o del traductor,
po _ � 1u �1do , co n el tema básico del l'Jinué, al que s e Je pues no existe ninguna otra 'mención que lo corrobor�.
ad1c1ono com o allegro, un tem:a de baile criollo. Son ellas E n 1832 figura e ntre lo s bailes que en las func10-
la Condición (Minué y Zamba); el Cuando (Minué y nes de circos, ofr ecen los bailarin es conoci do s como los
Gato!; _ el Montonero _ o Minué Federal (Minué y Cieli to, Catón y se le llama "los lVIinuetos del Montonero . . . ".
este � ltimo pos terrnrmente trocado en vals). Generalmen Era sin duda, por ese tiempo muy popular en B\1e
te se_ rncluye también a la Sajuriana, aunque no hay cons nos A ires. pues figura su nombre hasta en comentar10s
tancias de que se bailara en nuestra tierra periodísti éos. E n la "Gaceta �erca n�il" del 7 de agosto
_
Sigamo_s ahora la trayectoria de la da�za cuyo auge de 1832 un correspo ns al que firma El Luciano Argen
oc;1 pa una epoca determinada, sin sobrevivir a la misma tino " reproduce el diálogo de dos personajes de la época,
mas que en el recuerdo. Sabido es que fué el baile predi donde uno dice al otro, con respecto a un tercero: "... n<?
le?to en la época rosista, rebautizado para servicio de Ia sabe bailar, no digo la Gabota ni el Montonero, pero m
mISma. siquiera el Minué liso ...".
La primera mención escrita data de 1825 y nos la El 16 de octubre de 1834 anuncia el "D iario de la
da e1 capitán Andre•.vs ; que viaj(a en esa época por el in Tarde" que "el Sr. Catón y su esposa bailarán las Bole
_
t� nor . Al llegar a Trancas, en Tucumán, comentando ras del Montonero en el Circo Olímpico".
c1erf:a fiesta, dice: "Como estuviéramos ya bastante al En 1835, aun conserva su rótulo original. El 30 de
cor n� nte de las maneras y bailes del país, pudimos ha enero de dicho añ o, en el anuncio de un espectáculo tea
cer chscr et a figura en la Mariquita y el Montonero". tral, publicado en el mismo diario, exprésase _ que cierto
ejecutante, s eñor Gutiérrez hará oír en la gmtarra, en
. Anda, pues, nuestra danza, por los salones provin
c1�nos, acaso ?esde el primer decenio del siglo XIX; y tre otra s piezas, un Minuet Montonero.
as1 fuera n omrnada en honor de las primeras montone Un año después , el 26 de setiembre, aparece en 1a
r�s gauchas que luchaban por la Patria reci én amane escena luciendo ya el color y e spíritu de la época. La to
cida, aunque no t otalmente liberada de las foráneas ca- nadillera y actriz Ana María Carnpomanes e ntusiasta
130 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 131
partidaria del gobierno federal y devota del restaurador, pa:=:iones mezquinas que le imponen un nombre Y col�r
al final de la función que da en beneficio propio, repre y sigue luciendo airoso el celeste y blanco,. no por parti
sentando con otros actores el sainete "El Chispero", bai dismo sino simplemente porque es argentmo Y esos no
la el 1vlinué Federal, es decir el Montonero con su nuevo son colores de un momento sino de SIEMPRE. �o te
nombre, recién impuesto. A partir de entonces no se le nemos más que leer lo que escribe en "El Mercurio" �e
conocerá de otra manera y será preferido en los espec Chile en 1842, el joven Sarmiento a quien lleva al �estie
táculos como en las tertulias. Ese mismo año, 1836, apa rro su amor a la Patria y su odio implacable al tirano.
rece �n una pieza teatral titulada "Un día de fiesta en La pluma tremenda, rugiente, se s�aviza ante la mel�
Barracas'' con mucho gaucho, bailarín i cantor -al de _
día evocativa que tiene la fragancia de la tierra nati
cir de Bosch- i no pocas alusiones políticas; hailábase va ... "El Min�,lé Montonero, con sus graciosos alegros,
en ella el Minué Federal a cuatro ..." La interpretación despierta sus actormecidas fantasías; parece que al e�cu
está a cargo del actor Casacuberta y su esposa Manuela char su alegre i animada música, salen de un letargo 1 se
Funes, actriz y cantante y se realiza en el teatro Argen sienten llamados a la vida por la armomosa_ voz de un
tino. hada amiga" . Tal es el sentir del proscrip�o, d: los a r
Cuatro años después lo encontramos sólidamente ºo-en tinos ausentes del suelo bienamado e molv1dable.
arraigado con su nueva denominación. En mayo de 1840 Al caer la dictadura, sobrevive escasamente; a nue
"Gui.11errno Fernández subirá a la cuerda tirante y bai vos tiempos, nuevas costumbres. Será desterrado todo
lará un A1inué Federal". Y en diciembre del mismo año, aauello que recuerde la época nefasta . No ?bstante vol
la cómica Carolina lVfanzanares lo baila en el Circo verá a recuperars2 antes de entrar en el olvido. En 1854,
Olímpico. Santiago Ca1zadilla recuerda a nuestra danza según consta en una crónica de Pedro. de Ar1;1engol, se
en "Las beldades de mi tiempo" aunque equivoca el pun bailaba en Corrientes, entre otros bailes nacionales, el
to de partida de su nuevo nombre: " ...ya quedaba ofi Montonero.
cialmente inaugurada la tertulia para el Minué liso, el .
Se conoció también en la vecina orilla. Hacia 1831
Montonero llamado el año 40 Minué Federal''. figuraba en las funciones teatrales de Montevideo, tal
R,oberto ,T. Payró en un acto que tituló "Canción trá corno ocurre en Buenos Aires. Una de e�as repre�enta
gica", escrito sobre una tradición que recogió en Cata ciones está a cargo del cómico Felipe David, qu�en mter
marca en: 1899, nos da noticia del paso de la danza por _
preta en su beneficio, la obra "Los tres nov10s 1�perfec
esa provincia. Se refiere en la acción del mismo que en tos" en la que el favoretido hace un papel especial, m?-Y
1841, en Catnmnrca en un fiesta preparada por el coro exitoso y además canta 1a Arieta burlesca del gallo Y baila
nel federal Maza, en los salones de la señora Celestina un Minué Montonero. .
de Reca!de "cuyo domicilio ocupaba como huésped for .
"De entre las danzas para solistas o parejas -d1ce
zoso hubo un Minué Federal bailado con acomoañamien _
el musicólogo Lauro Ayest.arán- quiero destacar �� Mi
to de canto, que entomron algunos hombres del pueblo nué Montonero. Su línea melódica tanto en la suces10n de
)len.dos con ese objeto". intervalos cuanto en la armpnía que la sustenta, no. acu
Pareciera que por esa época nuestro Minué l.VIonto sa un sello característico que distinga al M_inué nopla:
nero solo tuviera cabida en los ambientes del sector po tense del europeo. En hablando de coreografrn, el Minue
lítico dominante, pero no es así. La danza triunfa de las Moni:onero en Montevideo podía ser bailado de acuerdo
132 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 133
con tres figuraciones de raíz europea también: el Minué e Tomados de la mano hacen cuatro pasos regresando a su
de corte, el Minué Figurado y el Minué liso. sitio. Saludo.
El Minué Montonero de la época de Rosas, se Ilamó e Con otro molinete en cuatro pasos ,por la izquierda, retor
"!ederal" o "unitario", pero ello no fué más que un carn nan a su primitiva posición.
_
b10 de etiqueta según el color político imperante: el con
tenido permanecía inalterable". Tiempo_ de Vals.
José Antonio Wilde, alude a otra denominación que • Con paso vivo avanzan al frente con las manos unidas,
.
!� c1era la danza en nuestra tierra, entre 1820 y 1835: tres pasos y en el cuarto la mujer gira por debajo del brazo del
Los bailes de aquellos tiempos eran -entre otros- el compañero ( 4 c.)
Montonero o Nacional, llamado más tarde, en tiempos de 9 Retornan a sus sitios, enlazados por la cintura (4 c.)
Rosas, el Federal". @ Vuelta redonda, valsean enlazados (16 c.) haciendo peque
En su época trasciende de nuestro territorio · un ños giros.
maestro de baile en Tacna (Perú) enseñaba en 1845 "el
Montonero o Minué Argentino"; y ese mismo año bai Tiempo de Minué
lóse en el Teatro del Circo de Lima.
e Avance al frente como al princ1p10; cuatro pasos, tomados
COREOGRAFIA de la mano. Gira ella bajo el brazo del hombre y se saludan sin
soltarse, para finalizar.
1 pareja (Posición D.)
En cuarto: Se colocan en la posición E.
ft Paso de Minué: Consta de cuatro movimientos; al comen
zar estarán los pies juntos: (l) Cruzar el pie derecho sobre el iz
Con el paso indicado avanzan los cuatro bailarines hacia la
quierdo, punta hacia abajo; (2) llevar pie derecho a su sitio; (3)
esquina próxima a la derecha. Tras los cuatro pasos, la mujer se
cruzar nuevamente derecho sobre izquierdo; (4) avanzar con el
vuelve hacia su compañero que viene siguiéndola y ambos se sa
derecho un paso hacia adelante; (1) cruzar izquierdo sobre dere
ludan. (Igual las dos parejas). Hacen así las cuatro esquinas.
cho, en la misma forma; (2) punta hacia abajo izquierdo a su
Vals: avance al frente de la mano y regreso enlazados; vuelta
sitio; (3) cruzar izquierdo sobre derecho; (4) adelantar un paso,
redonda valseando. Minué: cada pareja hace un molinete, cam
con izquierdo.
biando de sitio y saludo final.
Se repiten los movimientos con el pie derecho y luego con el
Variante: Los molinetes pueden hacerse uniendo los cuatro
izquierdo, con lo cual quedan completados los cuatro pasos de ca
las manos en el centro.
da tramo.
Mariquita muehacha Pala Pala pulpero algún rincón de la sala. No había pasos determinados.
Mariquita muchacha Pala Pala pulpero Los mozos con aire zalamero procuraban capturar a su
Mariquita mue.hacha Pala Pala pidpero compañera, la cual esquivaba pundonorosamente las em
Tn madre viene. Chuña soltero. boscadas del galán". Se parece en verdad este Sandoval a
Tu madre viene. Chuña soltero. nuestro Pala Pala. Ya hemos visto lo que ocurre con el
nombre verdadero de la danza. Al pasar de un país a
Siendo la Mariquita danza colonial, muy antigua, otro se pierde y toma el del joven maestro que lo ense
sumamente difundida en casi todo el país, es probable ña a los chilenos. ¡ Cuánta arbitrariedad! Debemos pen
que ella haya originado por influjo de un nuevo texto sar aue igual criterio pndo regir al cruzar los Andes. No
poético la supuesta "danza quichua" en Santiago del Es conocemos la primitiva denominación del Sandoval, la
tero, en cuyos dominios populares aun se conserva la len que debió tener en Lima. Pero la buscaremos, de todos
gua aborigen, aunque adulterada. El fresco texto bilin • modos v acaso aparezca. "Otro baile famoso fué el Ga
güe, quichuo-castellano, dió otro carácter a la danza y llinazd, peruano. Está en el folklore de Chiloé (archipié
ante la mención del "Pala Pala" (cuervo) la persecución lago perteneciente a Chile) donde se baila entre dos per
amorosa del hombre en torno a la mujer se transformó sonas que tienen cada una dos pañuelos, simulando alas.
en las evoluciones del ave carnicera en torno a su presa, Es zapateado y escobillado". Ya sabemos que una misma
cambiando el agitar del pañuelo por el batir de las alas. danza, al entrar a un país por distintas regiones, o en
Todo es posible. épocas diversas suele cambiar de nombre. Así el caso de
Recordamos empero, nuestra ruta andina, por donde la Zamacueca. Zamba o Cueca, que entra por la región
llegaron y se introdujeron tantos bailes criollos y acrio cuyana con esos nombres, y por el noroeste con el de Chi
llados. ¿ Se habrá conocido el Pala Pala en otros países lena. Se nos ocurre que el de Gallinazo pudo ser el nom
americanos? bre primitivo del Sancloi,al, el nombre que no logró salir
Veamos. Algunos memorialistas chilenos hacen men a luz en La Serena, a causa de la personalidad del limeño
ción de una danza llamada Sandoval, entre ellos, Vicuña introductor del baile, acaso involuntario causante del per
Mackenna, quien nos habla de las famosas bailarinas lla juicio.
madas "las Petorquinas" que entre los años 1830 y 1840 La misma danza, por distinto conducto llega a Chi
"hacían las delicias de los aficionados con las Olas en loe, gran refugio de tradiciones, con su verdadero nom
cuarto, el Sandoval, la Perdiz, etc ... ", en Santiago. bre y con él permanece a través del recuerdo. El motivo
¿, Qué danza es ésta, de nombre desconocido entre característico es similar: pañuelos simulando alas, pa
nosotros, y que vemos figurar jlunto al Gato en el país loma perseguida por el gavilán.
hermano? Hallamos la respuesta en unos párrafos del ¿ Tienen estos dos bailes algo que ver entre sí?
musicólogo Pereira Salas: "Entre 1799 y 1800 llega a Realmente, creemos que son una sola cosa. ¿ Y por qué
Chile un Baile Li,me·ño que es bautizado con el nombre los vinculamos a esta historia del Pala Pala? Pues, por
de Sandoval, en La Serena, que tomó dicho nombre por que nos está pareciendo que existe un gran parentesco
haberlo enseñado dicha persona de tal apellido. Una sola que nos interesaría mucho probar. Para el caso sería in
pareja formaba parte del Sandoval, la paloma persegui teresante confrontar las músicas, ya que en la cuestión
da por el gavilán que procuraba cazarla llevándola hasta coreográfica no nos cabe duda.
138 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 139
Una de las razones que decide nuestra opinión es El mozo y la 111.llchacha brincan opuestos entre sí.
por demás curiosa y sugestiva: Gallinazo, nombre de la El parece el halcón y ella la golondrina.
antigua danza peruana, es ni más ni menos que el nom No bien están cerca, al punto se alP,j nn,
bre americano de una especie de cuervo negro. él la ataca con su galanteo y ella huye.
La remoción de antecedentes nos ofrece, pues, esta Y nadie al contem,plarlos podría aventajarlos
singular comprobación: Gallinazo y Pala Pala vienen a en la danw, el salto y el gesto de las manos.
resultar sinónimos.
Y siendo como son el primero y la Mariquita baile Y agrega Sachs: "No se trn,ta aquí de una danza·
citos limeüos de la época colonial, no sería de extrañar animal, el halcón contra la golondrina, sino de la danza
la semejanza de esta danza con el Pala Pala. Debemos de galanteo y esquivez, que persiste hasta nuestros días
recordar asimismo, que aunque la simulación del aleteo en Baviera con el nombre de "schuhplattler".
se efectúa en Santiago del Estero por medio del poncho, La misma pantomima la hallamos en la danza espa
no es ajeno al juego coreográfico el pañuelo, que suele ñola "El T:Orero y l::t lVfalaguefía" o "Malagueña del To
llevarse en la mano derecha. Hacia el final del baile, la rero" que se bailaba en Málaga en las primeras décadas
mujfer suele colocarlo en la abertura de la bata, a la al del siglo pasado. "La bailadora aparecía cubierta con
tur;J. del pecho; al atraparla el bailarín en el abrazo fi su mantilla y haciendo evolucionar el abanico; el torero
nal con la boca arranca el pañuelo, que representa el co embozado en su capa, la vueltas alrededor de ella, pre
razón de su víctima. tendiendo descubrir debajo de Ja mantilla el rostro de la
Cierto baile del 1nisrD.o nombre (Gallinazo) fné co maja; pero la mantilla que revoltea y el abanico que
nocido en Méjico. No poseemos otras noticias que nos no cesa de agitarse, se anteponen siempre entre la mala
p2rrnitan establecer si estuvo relacionado coµ el limeño. gueña y el torero. Por fin, triunfa éste, logrando contem
}Js interesante destacar que este tipo de danza po plarla y la cubre con su holgada capa, corno si la apri
see antecedentes universales. "En las islas Aleutianas sionara, con lo que da fin el baile". Tal expresa Capma
-dice E:achs- en el Artico, dos hombres danzan repre ny y a través de su descripción es fácil advertir la iden
sentando la caza de un pájaro; el pájaro cae y al ser re tidad de carácter con nuestro Pala Pala.
cogido por un cazador se convierte en una hermosísima Se incurre en grave error, afectando la autenticidad
mujer que se deja caer exhausta en brazos de éste". En de nuestro folklore, al presentar el Pala Pala en espec
tre los pueblos de cazadores, es común hallar bailes imi táculos, con traje colla, junto al Bailecito y al Carnava
tativos de carácter animalista; son suerte de ceremonia lito, como hemos tenido oportunidad de ver en múltiples
ritual, a los que no se halla vinculada la mujer. Por eso, ocasiones.
no perteneciendo a tribus o pueblos totemistas, tales bai Hemos andado largamente por tierra jujeña, hur
les sólo representan escenas de galanteo. Ofrece extra gando en la tradición oral, siempre con el mismo resul
ordinaria similitud la descripción "que nos viene de ,Ba tado: allí no se conoce ni se conoció el Pala Pala en los
viera, justamente al principio del segundo milenio,. cuan ambientes rurales ni sociales.
do tenemos noticia por primera vez de las colonias báva Debe bailarse sencillamente con traje criollo, llevan
n,s d norte de Italia. Ocurre en el poema cortesano la do sobre los hombros un poncho que se agitará al mover
tino de "Rudlieb": los brazos extendidos simulando las alas. Acaso así la
140 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 141
danza no sea tan espectacular pero ganará én autenti a las esquinas y éste a los encuentros. Puede usarse pañuelo, que
cidad. se agitará en las esquinas.
Mal hacen los cultores del tradicionalismo en tergi
versar nuestras danzas para hacerlas más vistosas, más Palito
espectaculares. Hay que saber bailarlas bien, con gusto,
con sinceridad, con "aire". Eso es todo y en ello reside Una holgada centuria lleva cumplida esta danza de
su mayor encanto. nuestro acervo vernacular, que revitalizada hoy por el
tradicionalismo, ofrece 'a las nuevas generaciones, su vi
COREOGRAFIA vacidad y chispeante gracia.
la.- 1 pareja (Posición B.) Es probable que haya perdido de entonces a ahora
aquello intencionado y picaril que Ja caracterizara o tal
Ambos bailarines llevarán un poncho, preferentemente os vez nosotros diferimos mucho de aquellas gentes de su
curo, sobre los hombros, como se ha dicho, tomado de las puntas, época que la juzgaron, tal como manifiesta Lynch: "En
de manera que caiga sobre los brazos y figure las alas. honor de la verdad, debemos decir que este baile solo se
C Esquina primera con movimiento de los brazos, girando puede usar en el seno de las reuniones de la más íntima
(4 compases) confianza".
9 Desde allí avanzar al centro y retroceder a la esquina (4 ¿ Por qué esta suerte de clandestinidad con la dan
compases) za? Pues porque "sus posiciones son graciosísimas y al
E·stos dos tramos se repiten tres veces más, hasta completar go obscenas".
las --cuatro esquinas, con sus respectivos avances y retrocesos. Ya sabemos que Buenos Aires no admitió en sus
0 Media vuelta hacia el centro, tapando el hombre a su com circunspectos salones los motivos picarescos que pródi
pañera con el poncho, para finalizar (4 c.). gamente derramó Lima por Sudamérica.
En la misma forma puede hacerse primero el avance Y lueg0 - Aunque ignoramos si tal fué �u origen, por su ca
la esquina. rácter se identifica el Palito con aquéllos. Proscripto en
los salones, se refugió en la intimidad de las tertulias fa
2a.- 1 pareja (Posición C.) miliares; esto entre los límites porteños, porque al des
cender a la campaña vuelve a encontrarse en su elemen
e Travesías: Adelantarse por la izquierda (4 c.); retroce
to, que es lo natural, lo espontáneo, lo desenfadado.
der (,! c.). Adelantarse por la derecha (4 c.); retroceso (4 c.).
Es probable que se haya bailado en Buenos Aires
Repetir las travesías en la misma forma.
antes de 1850, aunque carecemos de noticias al respceto.
@ Media vuelta, yendo al centro. El hombre cubre a la mu
Partimos de esa época en base a las noticias del autor
jer con el poncho (4 c.).
antes citado, recogidas por él veinte años después. Sabe
Todo el baile se realiza con paso valseado, común. Algunos mos así que tras el derrocamiento de Rosas, en tiempo
prefieren el saltado, del que no somos partidarios, por razones de de los unitarios, se oye entre otros bailecitos el Palito.
estética. Con frecuencia se exageran los brincos y la desarmonía Gozó de gran popularidad, antes de 1840 ,en las
de los movirn,ientos concluye por <leslncirlo. En todo caso puede quinchas provincianas del centro, del noroeste, de Cuyo;
alternarse el valseo y un saltito moderado, correspondiendo aquel en los jolgorios campesinos, en los amplios patios de
142 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) fl \ � Zi\S TRADICIONALES ARGENTINAS
tierra adentro derramó su alegría jocunda junto al _Ga Hay asimismo varias danzas españolas que presen
to y la Chacarera. tan las mismas características. Está el Zángano murcia
En Tucumtm conservó su señorío hasta fines de si- no, baile muy movido en el que intervfanen dos mujeres
glo. Lo mismo ocurre en Santiago del Estero y Catamar Y un hombre; el Corri-corri asturiano, baile antiguo, en
• muJercs •
ca. Pavró lo encuent�a en esta provincia en 1899, junto el q ue Lto1r.nn p2rt e se1s y un hombre a quien Ila-
a otra; "incitantes" danzas criollas. Se bailó en 1.1. Rio m,�n el "bailín"; el Pericote, donde danzan personas de
ja, en la región cuyana, parte baja de Salta y Litoral. ambos sexos, formando grupos de a tres, constituídos por
Dicen que su nombre se debe a que se bailaba con un hombre y dos rnujeres. Llámase al bailador Perico,
un palito en la mano y a veces en la cintura o en el pe quien cun1plirnenta y galantea a las dos compañeras a
cho. En algm:as regfones se acostumbraba colocar el pa través de nun.v::rosas F✓olucione:c.:. También nos habla Cap
lito en el suelo, para que lo pisaran los bailarines, lo que many de las Dances Catalinas, en las que cr.da bailador
constituía un;,, habilidad. lleva una pareja de cacb b:·2.zo: ''Al llegar a un determi-
n"rio
·"'''°' npn"- ., u
.J.,., .. LO 1.,e , mus:.ca, , . · · i •
Ya hemos dicho que no hay noticias sobre sus oríge- que y¿i, rep1t1enrco s1ernpre .
1gua, l
nes y procedenda, entre nosotros. Empero hay un inte el b.dlac1or F:,e dei-Jprende de sus ba:iladorns y comienza a
re:mnte rumbo, que ·pwde c.'sve1arnos en cierto modo, su danwr recnlando, siguiéndole las b::iiladorr,s; al 11egar al
verdadero caráder. final de la n,elodía, el bailarín, con pasos rápidos, pasa
Seüala Sachs. con relación a la segunda part2 del por e�1tre las dos b�1iladoras }' se vu·el"ve de cara a elJas,
l�s cuo. �,. ... ;1 c�s hn,cq1
cct.:�. ,lo 1111srno, - . .. ,
baile, constitdda. Í,or un trio de bailarines, que esta for -•' que danno l
en 1gua
•
1 pos1c1on
ma es común entre los "moapas" del norte de Améríca y ql:C anteriorn:ente, pero en dfrección opue::.ta ... }·:.l final
los "nahuas" del antiguo México y también entre los ar pi 1'0:11 hre bs ton1a del brazo".
gentinos, en el Palito"... En est.as danzas, la mujer da Como se ve,. el motivo que ca:tacteriza al Palito r.bun
las mRnos a dos horn.bres o a la inversa. Considerando la da en la danza unive1'2al. Más por lógica consectwnda, es
c,e creer, que aeo10 '1., ..
extraorclinarh, virhld co11sc:1'vacl(,ra de todas las danzas, ongrnarse en alguno de los bailes es-
J
no puedo menos que juzgar este :moti.vo como vinculado pañoles señalados.
a la supervivencL ele primitivos casamientos de grupo, .L�_i_ cturilr..-,e11t2 SP co1•:)c� 11 1Y)''"'as v•-;~,�;-:- _"1'",t"'s 1J!?T'O '"01,,.i-a
1
n::crticularmente de 1a poliandria o pluralidad de espo fio hubo ·n;�cl�s �:uy ··¿i;�rs ��: �o/·'·i�•-;1 �n��- a;í,cl�
sos. ,. También se encuentra en Europa esa extraña cos- pe1·mfü::n advertir alg-uEss referencias. Lynch, al ubi
. ,,. .t · , d · "
tum;l)re, que se n:rnmnes a sn e1' grupo ete ,os a uno . carlo entre los bailes del gaucho bonaerense expresa que
Cita a Meier Helmbrecht (Siglo XIII) en un pasaje "Se toca con e1 rasg-uido del Gato y consta lo nÍismo de
e;n el que creemos ver nuestra misma danza: cuatro frentes". Es decfr, que se debió bailar también
con caras o esqnina:'l.
Entre cado, dos damas había un caballero A su vez, :nos dice I. Aretz, con respecto a la danza
que !nientra;; éstas estaban bailando en Tucumán: "Por las noticias que he recogido, era bai-
las tornaba d2 la mano; 12 de una pareja, incluía una coronita y llevaba oañuelo
y allá en el obro extremo, a frechos". Es evidente, como vemos, que poseyó ¿tra co
entre coda do:-: hernwsas doncellas, r2ograffa bien distinta, que infortunadamente, no ha si-
dn no,,1 .hh o�té'rP" "'"e-_-:.,c...
'"'' se~t11·
un §oven que las tenía de las manos. �- Y ....., ,..__ ..., rv"u,., ....... J.. .:/\... �:::,..1. � -b _u.:::
-lo· dTI...,nllte l_a est UtU.OS.3
"
144 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 145
mencionada: "En cambio, en una finca, recogí una ver tornan a los sitios que ocupaban al principio; giran las mujeres
sión coreográfica igual a la de los tradicionalistas, tal co y se sueltan.
mo se ejecuta en los festivales crio11os de Buenos Aires". e Zapateo y zarandeo {6 c.)
Se repite el pase de la pareja primera, giro y zapateo; pase
COREOGRAFIA de la pareja segunda, giro y zapateo, en la misma forma.
G Vuelta redonda con castañetas, marchando los cuatro bai
la.- 1 pareja (Posición D.) larines en círculo, hasta volver a sus lugares. Los hombres debe
rán seguir a sus compañeras.
S Tomados de la mano avanzan cuatro pasos al frente ( 4 O Pase como al principio de la pareja la., giro de las mu
c.); sigue un rápido giro de la mujer, bajo el puente de los bra jeres y saludo final.
zos extendidos, y se sueltan.
@ Zapateo y zarandeo (6 c.)
ei:l Tomados de nuevo, regresan a sus sitios, en la rn,i.sma Patria
forma: cuatro pasos para el avance y giro de la mujer.
e Zapateo y zarandeo (6 c.) No obstante poseer un nombre tan significativo, po
Se repiten exactamente los tramos indicados. co se conoce hoy día este baile criollo llamado La Patria.
� Vuelta redonda (8 c.) Los tradicionalistas Beltrame y Lombardi poseen ver
® Vuelven a tomarse y se dirigen al frente (4 c.) con giro siones muy semejantes en la forma coreográfica y musi
de la bailarina. Sin soltarse, hacen un saludo hacia adelante.
cal. El primero le dedica el cuaderno vigésimosexto de su
En la segunda parte, generalmente, baila un hombre con dos
colección de bailes criollos, apuntando que, según los da
mujeres. La segunda compañera se s,ituará a la izquierda de aquél.
tos que ha obtenido, se bailó antaño en el partido de Tu
Las figuras son las mismas. En la vuelta el hombre va detrás de la
yú y sus alrededores (Pvcia. de Buenos Aires). Advierte
compaíiera primera.
asimismo que su música y plan coreográfico guardan
En lugar de una vuelta entera, de ocho compases, suele ha
mucha semejanza con el Prado, suponiendo el citado mú
cerse una más rápida de seis, efectuando en los dos restantes, un
sico un probable parentesco entre ambos. A su vez Lom
giro.
bardi conjetura que debió nacer este baile en las llanuras
2a.- (del Litoral) 2 parejas (Posición E.) argentinas, al amparo de los fogones militares en los
tiempos de la patria en formación.
@ Las parejas, de la mano, avanzan una hacia otra, y en Jorge Furt señala lo mismo que Beltrame. Tras re
tanto la la. forma puente con los brazos en alto, la otra, sin des ferirse al Prado hace notar que: "Por su similitud ac
unirse, baja los suyos y pasa el puente, hecho lo cual, ambas pa tual de música y su parecido con algunas figuras que se
rejas alcanzan los lugares opuestos; allí el hombre hace girar a esbozan en este último ,agregó al lado del Prado, los da
su compañera en la forma conocida y se sueltan. (Avance 4 c. y tos del segundo (La Patria). Y da a continuación dos co
g¡iro) reografías : una tomada en Santiago del Estero y otra bo
e Zapateo y zarandeo (6 c.) naerense.
@ Vuelve a avanzar, de la mano, una pareja hacia la otra, No hay noticias históricas de la danza. Sólo hallamos
hac:,::,r,do nho:r:c peerte h pareja que antes pa,;ó por debajo. Así algo que puede ser un rumbo, en una obra de Hilario As-
146 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 147
casubi. En la Media Caña, "La Tartamuda", que figura Caña de la Patria, formó con sus evoluciones m�rc;iales
en su libro "Aniceto el Gallo", y que según el gauchi-poe una danza nueva. (Como del Cielito apericonado, el Pe
ta "cantó un corneta porteño para que la bailaran en sus ricón: como del Pericón de Media Caña, la Media Caña)
cantones los defensores de Buenos Aires, en la noche vís Sin em;bargo, no debió ser así. Otros datos nos per
pera del 3 de febrero de 1853, cuando amenazó el ex co miten encontrar la danza en Chile, en épocas muy ante
ronel Lagos que tomaría a fuerza viva la ciudad", encon riores. El musicólogo Pereira Salas nos ofrece dos inte
tramos la letra de la Patria, en ligera variante. resantes noticias. La primera la extrae del "Tratado del
Baile" de Franco Zubicueta, quien menciona los bailes
Dice esta Media Caña: en boga entre los chilenos desde las primeras décadas
del siglo anterior figurando entre otros la Patria. La se
¿Quién vive,· La Patria. gunda referencia de Pereira Salas expresa: "La más nue
¿Qué gente? ¡El amor! va de las danzas -escribía María ·craham en 1822- e!
Que.relos mi vida, haceles favor. La Patria".
Como tantas otras, es posible suponer que esta dan
Y más adelante: za nos viniera de Chile, formada acaso entre el entusias
mp épico de la independencia, después de 1817. Mas, es
Al trote de /'rente: armen bayoneta, tan curiosa la andanza de los bailes criollos, que nada
ruernpan el cartucho, ceben cazoleta. puede determinarse por indicios. Danzas rioplatense�
van a Chile con el ejército de los Andes, visten de fiesta
Comparemos. La Patria comienza invariablemente: la gran victoria americana y bajando a los ambientes po
pulares, se aposentan definitivamente en los estratos fol
¿ Quién vive? La Patria. klóricos de la tierra hermana: así el Pericón, el Cuando.
¿Qué gente? !Paisanos¡ Por otra parte, muchos bailes que Chile forma o recibe
¿ Quién vive? Sus hijos del Perú, pasan a nuestra tierra realizándose el mismo
los Americanos. proceso. Lo mism,o ocurre entre todos los países de la par
te sur del continente. . . mas, ya se ve: para la música,
Y en otra parte del canto : para las danzas no hay fronteras.
Una curiosa referencia nos ofrece José Antonio Wil
Protección por la izquierda, por la derecha, de en "Buenos Aires setenta años atrás", que aunque no
Arrimen los cañones, prrendan la mecha ... se refiere a la danza esoecíficamente, puede ser una se
Hay una perfecta identidad en el grito de alerta, ñal en el rumbo de sus orígenes. Escribe, con respecto a
en el santo y seña, y en la simulación de las maniobras las costumbres porteñas de los años 1811-1830: "No ha
militares efectuadas por los bailarines. Habiendo ante bía vigilancia en las bocacalles; el servicio de policía se
cedentes de la desmembración de danzas por imperio de hacía por medio de patrulla, encabezadas por un alcalde,
la dif'usión de un segundo nombre que marcha acoplado un teniente alcalde o algún vecino. Todos los hombres
al primero, dando. carácter a la nueva letra o forma, po estaban obligados a hacer la patrulla cuando llegaba su
pria suponerse que el terna de Ascasubi, llamado Media turno. . . Cuando llegaba cierta hora y veían gente, el co-
148 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :ÑUSTA) 149
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS
mandante de la patrulla daba la voz : "¿ Quién vive?". La e Nuevo avance y retroceso ( 4 c.)
contestación, de la que la población estaba al corriente, e Travesía por ·el lado izquierdo (4 c.) y retroceso (4 c.)
era "¡La Patria!". "¿Qué gente?" ''Patrulla". "Haga al G Media vuelta por la derecha (4 c,)
to la patrulla y avance su comandante a rendir sa:nto y e Colocar ostensiblemente el pañuelo sobre el hombro ("ar
seña". S,i en -vez de patrulla era uno o más individuos, al mas al hombro") y efectuar zapateo y zarandeo (4 c.)
"¿ Quién vive?", se contestaba ''La Patria", al "¿ Qué gen O Med,ia vuelta por la derecha con los brazos caídos Y mar
te?", "paisano", "militar" o lo que fuese y como es de cando el paso ("por el flanco derecho, paso regular") (4 c.)
suponer, en este caso no había ni santo ni seña".
e Zapateo y zarandeo (4 c.)
Tales voces de alerta, puede advertirse, correspon e Hacer un flanco hacia la izquierda con pañuelo en alto
den exactamente al texto poético de la Patria.
("protección por la izquierda", 2 c.)
No sería difícil, entonces, que aquellas voces, aquel e Flanco por la derecha ("por la derecha", 2 c.)
santo y seña, que encerraban un sentido tan profundo O Avanzar al centro ("arrimen los cañones", 2 c.)
para los criollos, se hubiesen transformado, al conjuro de O Retroceder a !'U sitio ("prendan la mecha", 2 c.)
los triunfios de las armas patriotas allá entre 1816 y 9 Media vuelta con castañetas (4 c.)
1818, surgiendo del constante latido de la ronda noctur e Giro final (4 c.)
na porteña el canto épico :
¿ Quién v1'.ve? ¡ La Patria! Esta coreografía se ejecuta también entre dos parejas (Po
¿Qué gente? Paisa,nos. s,i.ción E.)
¿Quién vfoe? Sus hi,fos
los americanos. 2a.- l pareja (Posición A.)
Y naciera luego la danza, con las mismas caracterís o Giro (4 c.) y contragiro .(4 c,) en su sitio, con castañetas.
ticas de las otras criollas ya 'conocidas; sólo que sus figu e Zapateo y zarandeo de espaldas (8 c.)
ras, su música, sus giros, tenían un aire marcial y figu G Giro y contragiro (4 c. para e/u,)
radamente se ejecutaban maniobras militares. e Zapateos de frente (8 c.)
Es evidente que un soplo épico alienta en la danza; 9 Media vuelta (4 c.) y giro final (4 c.)
que debió nacer en instantes de luchas y esperanzas,
cuando los hijos de esta tierra afirmaban en sus cora
zones el orgullo de la nacionalidad. Pericón
Aparte de Santiago del Estero y Buenos Aires, no
sabemos que fuese cultivada en otras regiones argentinas. Ya hemos deslizado a través del Cielito Y la Media
. COREOGRAFIA Caña, algo de la historia de esta popular Contradanza
rioplatense, el Pericón. La vida de l a_s tres danzas. argen
la. 1 pareja (Posiciión A.) _
tinas de conjunto, está íntimamente ligada. E� C1ehto, que
C, Avanzan los bailarines dos pasos al frente, con pañuelo, nace con el siglo XIX, al correr la segun?ª decad� adopta
se saludan y retroceden a su lugar (4 c.) distintos modos y uno de €llos €S el <;Je C1:lo Apericonado,
probablemente porque en él se mclma un conductor
150 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :Ñ"USTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 151
del baile, llamado "pericón", es decir, bastonero. Esta es co, por parte de los Podestá. También es común la 1·efe
la opinión más autorizada que hay en torno a la denomi rencia del Cielito de dos y tres parejas.
nación. Al describir poéticamente una fiesta rural bonaPren-
Del Cielo Apericonado, sin variar en mucho sus fi se, dice Lángara en 1870:
guras, se llega prontamente al Pericón. Ambas danzas
marchan juntas, gozando de igual prestigio ;luego un nue "Después que todos bebieron
vo personaje viene a sumarse a la familia: aparece el Pe Volvió el músico a tocar
ricón de Media Caña, es decir, el Pericón con un nuevo y al poco rato a, bailar
m¡0do característico. otras pa.rejas salieron.
Un autor de la época, Hilario Ascasubi, se encarga Al Cielo y al Pericón
de certificar el parentesco: "El Pericón es un baile cam siguió luego una Habanera . ..
pestre del género del Cielito" ... "Pericón: baile del cam
po llamado también Cielito". El viajero lVIantegazza, señala que en Entre Ríos,
Desde 1826, aproximadamente, es sumamente popu "La danza más común es el Pericón . ..'' entre 1858 Y
lar en ambas márgenes del Plata, Litoral y la campaña 1863.
bonaerense. Decrece luego su prestigio con el avance de Es por ese tiempo, que el músico oriental Gerardo
los tiempos y costumbres; hasta 1884, en que reaparece Grasso recoge la popular melodía de la danza que alcan
revitalizado, no ya en los escenarios naturales, sino en za gran difusión en el Uruguay, y la imprime, con el
los de la. ficción ,en las obras gauchescas que represen nombre de "Pericón Nacional". Así ha podido llegar
tan los Podestá en los circos y teatros. hasta nosotros la versión auténtica, en el aspecto mu
En su primera etapa, fué escasamente cultivado en sical.
el interior del país. En la segunda, llevado por los Po Hilario Ascasubi, con su aguda pluma gauchesca,
destá, adquiere alguna preponderancia. En 1892 se re trae en sus · 'trobos" constantes alusiones a la danza, uti
presenta "Juan Moreira" en Tucumán, y allí se baila el lizándola a menudo en sentido figurado. "Armarse un
''Pericón por María" cuya versión fué realizada por \Po pericón", significaba armarse un barullo o, "al decir un
destá. Esto sólo en la ciudad, pues según noticias reco paisano: me agaché al pericón", es como si dijera: en
gidas por I. Aretz, los músicos viej!os no lo recuerdan en tré en baile o en ésta o aquella empresa".
tre los bailes populares. Dice Bosch, que en las representaciones primitivas,
"Es otro de los lindos bailes del gaucho -dice Lynch al finalizar ]os sainetes había cantos con guitarras. Al
hacia 1883-. Baile de cuatro, como ellos le llaman; de principio eran simplemente tonadillas, pero luego ''esos
nominan a la primera figura, demanda o espejo y que cantos hiciéronse característicos en los sainetes criollos
casi es lo mismo que la que nosotros hacemos en la pri y gauchescos. l hacia 1826, también el bailé nacional,
mera de la Cuadrilla". Hoy día nadi9 puede imaginar un Cielitos, Cachuchas, Armonios i Pericón".
Pericón sin muchas parejas. Sin embargo, el párrafo an En 1820 ya era muy popular, por lo que resulta con
terior indica lo contrario: sólo dos parejas. Acaso anta vincente la noticia que se desprende de una narración de
ño no fuera muy numeroso el concurso de bailarines, ha Eduardo Gutiérrez, en la que alude a una fiesta que tuvo
biéndose adoptado esta modalidad como recurso escéni- lugar en la e8tancia •'Los Cerrillos'',. En esa oportunidad,
152 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 153
al son de cuarenta guitarras, se bailó un gran Pericón
El país hermano recibirá con entusiasmo las expre
que tuvo por bastonero a Rosas.
siones criollas y las hará suyas. Lafond, que llega a
No es posible determinar una época precisa para la
Valparaíso en 1824, escribe que los bailes de Chile son
aparición de la danza, pero algo nos acerca un apunte _
todos característicos, destacando entre los más usados el
contenido en un sainete gauchesco "El detalle de la ac
Pericón. El doctor Gustave Dubosc lo encuentra en 1835,
ción de Maypú", representado en 1818. En esa ocasión,
bastante lejos de la capital, en Chiloé, y anota entre las
se baila un Cielito y en el libreto figura esta indicación
danzas originales del país a la Pericona. Ha variado l!ge
de su anónimo autor: "(Se ponen 3 hombres y 3 muge
ramente el nombre ; mas, indistintamente se la denomrna
r;s, como Cielo Apericonado; y Pancho, a quien le toca
rá en una u otra forma en el archipiélago de Chiloé, figu
l'a hacer de Pericón, dice antes del Cielito) :
rando entre los bailes tradicionales. El escritor costumbris
ta Ruiz Aldea en el capítulo "La Cruz de Mayo" en una
1vlarica, verás agora
especie de fiesta religiosa dice: "¡ Viva diabl�)S l� Cruz
el betún que voy a hacer". de Mayo! y se empezaba el baile con un Pericon , . Esto
,
en la región ultra Maule hacia 1850. Ya la danza perte
Pocos años después, entre 1823 y 1830, en otro sai
necía a todo el pueblo chileno y se había ganado un lu-
nete gauchesco, ''Las bodas de Chivico" no sólo apare
gar en el acervo tradicional. . . .
ce el Pericón independizado, sino también llevando subor
Ya hemos señalado su arraigo en la vecma orilla
dinada a otra danza.
hacia mediados de siglo. En cuanto a su antigüedad, co
rre parej'a en ambas orillas del Plata, P;les según apu�-
"Vamos a empezar el bayle
ta Florencio Escardó, ''en la campaña oriental, no se bai
che, Perico, pues templá,
laba por entonces ( 1819) sino el Pericón . .."
y seguidito ñublale
En las referencias sobre la Contradanza que nos
Pericón de Media Caña".
ofrece Capmany, adviértese definidamente el origen del
baile criollo.
Pareciera que en 1818 no se hubiera aún despren
Expresa que como la Contradanza era baile l�rgo Y
dido el Pericón del Cielito, estando en su faz evolutiva.
complicado, durante todo el siglo XVIII se �ubhcaron
No obstante, una noticia concreta, nos permite dar a la
descripciones de sus figuras, algunas acompanadas por
danza mayor antigüedad. Y la hallamos, transponiendo
la música. Es de las más curiosas la "Relación semise
las fronteras andinas, una vez más. En 1817 nuestro
ria nominada la Contradanza" impresa en Cádiz a fines
<;xcelso General lleva la libertad al país hermano y con del mismo siglo, en la cual el maestro figura que va ena
el van los cantos y las danzas de la tierra argentina a
morando a sus parejas a la vez que baila y ordena, la dan-
confundirse en estrecho abrazo con los chilenos. Cuatro
, .
za con voces tecnicas: "R ue da entera" , "ca dena " , ''Favo-
danzas asoman en el recuerdo y son las que cruzaron la
rita", '·potros", Engaño y medio", ''ar cos", ''banderas'',
cordillera al lado del Libertador; entre ellas figura el
''espejos", "molinillo" ... Al hablar de la importante cues
Pericón. Si las bandas argentinas ejecutan el Pericón,
tión del Bastonero, o sea del director del baile, dice en
Y los oficiales argentinos lo bailan con las chilenas en
tono humorístico dicha relación (Libro de moda dispuesto
1817, probado está que debió originarse unos años antes.
ya en forma para bailar Contradanzas nuestros Curruta-
154 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :Ñ'USTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 155
a las cuerdas del violín, punteaban el guitarrillo, recomen- Las coplas son en verdad españolas; al ser adaptadas a
zando canciones y danzas, cerrando la rueda: un juego coreográfico criollo, la repetición de una frase
le dió nombre. Probablemente nuestros paisanos no ten
Chamarrita de mí corazón drían ni la más remota idea de lo que era "ir al Prado"
quien quiere b1'.en tiene otros modos . . . " real, figurándolo un lugar paradisíaco, en cambio.
Fué conocido en la campaña de Buenos Aires pre
Figura así la Chamarrita entre las danzas de origen ferentemente. Hacia 1880 aún se bailaba en los pagos
portugués, que bailaban los criollos bahianos y de allí de de Dolores y a fines de siglo se recogía su nombre en la
bió llegar a nuestra tierra difundiéndose en la región li zona pampeana del oeste. Alcanzó asimismo alguna di
toral, con características propias, cayendo luego baj'o el fusión en el interior del país, aunque no sabemos en qué
imperio de la Polca. Esta se unió a poco de llegar a nues grado, por escasear los testimonios. I. Aretz anota al
tra tierra a las danzas de pareja suelta introduciendo in Prado entre los bailes en desuso que oyó nombrar en Tu
teresantes variantes en el modo criollo, comp se ha visto. cumán, sin hallar música. Carlos Vega ,en cambio, tomó
(Mariquita, Gato, Chacarera, etc.). una versión en Famaillá.
Musical y coreográficamente es muy parecido a La
COREOGRAFIA Patria (musicalmente iguales en las versiones de Beltra
me. Véanse cuadernos Nros. 14 y 26). Por lo tanto, es
En las danzas de enlace no hay un plan definido. La Polca, el probable que uno diera lugar a la formación del otro.
Chamamé y en algunos casos la Chamarr:ita, ofrecen un valseado Las referencias, en nuestra tierra y Chile, dan mayor
muy acompasado ,más o menos rápido según el nombre que reciba antigüedad a la Patria. Empero, hemos de oponer una
entre los citados. En algunos tramos suele zapatearse, sin soltar de fuentes más lejanas que resulta de positivo interés,
se la pareja. Seguirán tomados de las manos que van en alto; ella aunque no podamos determinar una real vinculación. En
con la mano en la falda zarandea acompañando el zapateo del la "Fiesta de Momos o Momería compuesta en 1701 -es
hombre. También suelen hacerse algunos giros de tanto en tanto, pecie de baile de bailes-- en honor de los reyes en Barce
sin soltarse, pasando la mujer bajo el arco de los brazos levan lona, se bailan varias danzas y bailes, entre ellos el Prado,
tados. con travesías de a cuatro, rodando enlazados de cuatro·
en cuatro, dándose la mano" (Capmany).
Prado
COREOGRAFIA
Esta danza, que hemos vinculado a la Patria, por la.- 2 parejas (Posición E.)
su similitud coreográfica, se difunde a poco de prome•
diar el siglo pasado, a estar por lo que informa Lynch. • Los hombres se cruzan en diagonal y retroceden luego a
Después de Caseros, en tiempos de los unitarios, se oye ... sus sitios·, al mismo t¡iempo que las mujeres efectúan travesías;
"el Prado y otros bailecitos''. (avanzan ellas en forma recta y ellos oblicua) ambas mujeres lle
Por las coplas que contienen la expresión ''ir al Pra garán al sitio que ocupaba su compañero y allí se saludarán con
do" se lo vincula a una costumbre española, que puede el contrario; luego retornarán a sus primitivas posiciones todo·s.
señalar su origen : la de ir al prado madrileño de paseo. (4 c. avance, 4 c. retroceso).
160 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 161
@ Vuelve a efectuarse la misma figura, pero ahora se cru-
Salí, lucero, salí,
zan las mujeres en el centro y van al encuentro del hombre con salí que te quiero ver,
trario que ha avanzado en forma recta (4 c.) y retroceden (:4 c.) aunque las nubes te tapen,
todo esto con pañuelo. salí si sabés querer.
8 Media vuelta con castañetas (4 c.)
@ Zapateo y zarandeo (4 c.)
8 Media vuelta (1 c.) Tal expresa el Escondido tradicional, y el Remedio:
e Zapateo y zarandeo (4 c.)
O Giro y contragiro con pañuelo.
Salí, Remedio, salí,
tí!i Media vuelta con castañetas (4 c.)
a curar el mal de amor,
e Giro final (4 c.)
que el que no muere agoniza,
En la segunda parte, primero se cruzan ellas y luego ellos.
por causa- de tu rigor.
Variante: en lugar de los cruces en diagonal, pueden hacerse
simplemente travesías.
Y hay aun mayor identificcaión en su forma coreo
2a.- 1 pareja (Posición A.) gráfica. La única diferencia la establece la figura del es
@ Avanzan enfrentándose y retroceden con castañetas, co
condimiento.
mo Chacarera (4 c.) La denominación de "baile quichua" que se le ha da
• Otro avance y retroceso en la misma forma ( 4 c.) do es completamente equivocada. Es baile criollo puro, en
e Travesía por la izquierda, se cruzan de espaldas en dos su letra y espíritu. Fué popularísimo en el centro, nor
pasos y retroceden, formando en esta forma una U. (8 c.) oeste y sud y conocido en casi todo el país. Pertenece al
®' Travesía por la derecha, cruce de espaldas, retroceso (8 c.) folklore vivo, pues aun es cultivado por los criollos de tie
1D Giro (4 c.) y contragiro con pañuelo (4 c.) rra adentro.
e Media vuelta con castañetas (4 c.) Furt lo da como derivado del Escondido, ubicándolo
en Tucumán, Catamarca y Buenos Aires. Lynch en cam
!) Avanzar dos pasos al frente, retroceder uno y haciendo
-Otro hacia adelante, efectuar la coronación (4 c.) bio, no lo menciona entre los bailes del gaucho.
Payró, que en 1899 viera en Catamarca muchas
Variante: Puede bailarse "en cuarto" haciendo en lugar de criollas, entre ellas la que nos ocupa, anota: ''Si pese a
los cruces, simples travesías. tanto baile y por extraño caso, la fiesta pierde algo de
su animación, nunca falta quien pida un Remedio, dan
za que, sin duda, debe su nombre a la virtud prodigiosa
Remedio de hacer revivir la moribunda alegría".
En Tucumán aun hoy se baila en las regiones de los
Se lo cree con fundamento, originado en el Escon val!es de Tafí. En Catamarca y Santiago del Estero sub
dido, teniendo en cuenta que esta danza se bailaba con siste asimismo. En La Rioja pertenece ya al pasado y
pañuelo, forma que aun subsiste en algunos lugares de suele exhumarse a veces en los carnavales costeños.
.Cabmarca. Su kt:ra y coreografía son casi iguales. La noticia más antigua nos la da Florencio Sal en
162 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA Ñ'USTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 163
sus memorias ; vemos de tal suerte que a mediados del ña, puede llevar en lugar de giro y contragiro, zapateo y zaran
siglo pasado figuraba el Remedio entre los bailecitos po deo (8 c.).
pulares tucumanos. Las tres formas descriptas pueden ejecutarse "en cuarto".
COREOGRAFIA
i
tRemesura
la.- 1 pareja (Posición B.)
La tradición hace silencio en torno a esta danza. Só
• Cuatro esquinas, con pañuelo (4 c. para cada una).
lo hallamos una ligern mención en Furt, quien la identi
8 Vuelta redonda con pañuelo (8 c.).
fica con el Remedio, y escasas memorias en Catamarca y
e Zapateo y zarandeo (8 c.)
Santiago del Estero, que la ubican en las regiones del cen
9 Otra vuelta (8 c.).
tro y noroeste hacia mediados de siglo.
e Zapateo y zarandeo (8 c.)
En cambio las fuentes limeñas nos deparan una sor
• Colocar el pañuelo en el hombro y realizar media vuelta
presa al señalarle una antigüedad mucho mayor. A pro
(4 c.) y
pósito nos dice Ricardo Palma en una de sus tradiciones,
9 Giro final (4 c.) con castañetas.
que en 1790, cierto religioso de San Juan de Lurigancho,
Perú, "prohibió, bajo pena de excomunión, que en su pa
Variantes: En lugar de la vuelta redonda, vuelta corta (5 c.)
rroquia se bailasen el Bateque-bate, el Don Mateo y la
y giro rápido ( 3 c.)
Rernensura . .. ".
El carácter de estos bailes, pues, debía ser suma
2a.- 1 pareja (Posición H.
mente picaresco para provocar tal medida. Los dos pri•
meros sabemos que eran bailes preferidos por zambos y
e Cuatro esquinas con pañuelo (4 c. para c/u.)
negros en Lima en esa misma época, como lo era la Za
• Vuelta redonda con castañetas por la izquierda (8 c.)
macueca, por lo que resultaría probable el parentesco de
O Giro ( 4 c.) y contragiro ( 4 c.) con pañuelo (Estos giros
la Remesura con esta .última.
:se llaman comunmente atada y desatada) �OREOGRAFIA
8 Media vuelta con castañetas por la derecha (4 c.)
1 pareja (Posición A.)
O Giro final (4 c.)
O Vuelta redonda con pañuelo, por la derecha (8 c.)
3a.- 1 pareja (Posidón B.) t9 Giro con pañuelo (4 c.)
O Zapateo y zarandeo (8 c.)
• Cuatro esquinas con castañetas, con breves zapateos y • Giro y contragiro con pañuelo (4 c. para c/n.)
zarandeos en cada una de ellas (4 c. para e/u.) O Vuelta redonda con pañuelo (8 c.)
e Giro y contragiro (8 c.) • Zapateo y zarandeo (8 c.)
@ Vuelta redonda (8 c.) ID Media vuelta con pañuelo ( 4 e.)
fJ Media vuelta y giro final (8 c.) e Giro final con pañuelo (4 c.)
Variantes: Esta coreografía que pertenece a la región su.re- Se ejecuta asimismo "en cuarto".
164 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 165
Resbalosa o Refalosa Ya en 1843 está plenamente identificada con el alma
popular. Tal impresión se desprende de la crónica •�un via
. Muy popular fué a partir del segundo decenio del si je a Peñaflor" que publica en ''El �rogreso': el 27 de Fe
glo XIX la Resbalosa o Refalosa, en Perú, Chile, Argen
brero de 1843 don Domingo Faustrno Sarmiento. En una
. tina y Uruguay, en donde se recogen numerosos testimo
nios de su gran difusión. región del interior de Chile, asiste a una tertulia donde se
Al independizarse Ja tierra peruana en 1821, "... en baila la contradanza. "Pero el baile no ensancha los pe
Lima suben a los salones las Zamacuecas y las Resbalosns" chos, no conmueve los corazones, ni da a las fi�onomías
-observa ·Vega-, y esta ciudad principalísima en Amé aquella viveza de expresión, i aquel alegre col?rido, pro
ducto de emociones placenteras", comenta el il:1stre ar
rica colonial, "envía a toda su zona de influencia cultural
un nuevo grupo de danzas picarescas", entre ellas la Res gentino. ''La Zamacueca y la Resbalosa". subs _ ��
tuyen �!
baile cortesano y grave . . "Entonces, la ag1tac10n crece
balosa. La ruta es ya conocida: de Lima a Chile; de allí a y todo se lJena de vida y color.
la Argentina por Cuyo y el noroeste, divulgándose por un , , .
La historia de la Zamacueca y la Resbalosa esta rnti
área muy extensa; llega a los ambientes populares y rura
les bonaerenses y repercute su nombre y su fama -triste mamente vinculada. El auge de la primera, en los ambien
fama, como se verá- en la tierra oriental. tes cultos dura una década, de 1840 a 1850, ''hasta que po
Nace probablemente cuando comienza a madurar el co a poco degeneró en la Resbalosa". Tal noti�ia no� la da
espíritu criollo, con el Gato, con la Zamacueca, en la bri Vicuña Mackenna. Pereira Salas tiene la misma impre
llante Lima virreinal. Era entonces baile de tierra, baile sión, al decirnos que en 18L17 la Resbalosa parece identi
poblano, de cuando las ;'muchachas que supiraban por el ficarse con la Zamacueca.
novio eternamente combatido, derrochaban gracia y li Un año después, un marino inglés que visita Chile
sura al bailar la Resbalosa", al decir de Raúl Porras Ba narra que vió bailar en "aquellos al�gr�s salor�es de .�e
rrenechea. rano . .. el Revoloco". A pesar de la comica desfigurac10n,
Max Radiguet que viaja por Chfle, Perú y Brasil en localizamos a nuestra danza sin dificultad. Las gentes que
tre 1841 y 1845, ve bailar en Lima, en la Fonda de la pasan con ligereza no ven sino lo muy evidente . ; . de ahí
Marina, una Resbalosa por un negro y una zamba. Hace que la Resbalosa debía hallarse en sus meJor�s tiempos.
una descripción de la misma y anota estos versos: Recorrerá airosamente buena parte del siglo, de su
siglo, reinando plename_nte en los d�m!ni?s de! r,ueblo.. Al
Tú dices que no me quieres definir Zorobabel Rodnguez en su D1cc10nar10· el chile
¿Por qué no me quieres dí? nismo "chinP-ana" escribe en 1875: "taberna donde se
¡Yo dejo de ser querido bebe y aden�ás se' cantan tonadas de arpa y vihuela Y
sólo por quererte a ti! ven bailar Cuecas, Resbalosas, como en ella sola". .
Ahora samba y como no. Larga, entusiastamente cultivó el chileno este baile
Pereira Salas expresa que la danza llega a Chile en criollo que Sarmiento definió como "caracterizado por
_
1840. Sin embargo debió ser unos cmmtos aüos antes, pues su tendencia a la sensualidad", en 1850. H�y ya no exis
I. Domeyko, que estuvo en ese país en 1838, anotó su nom te. No sabemos si se ha conservado su música por tradi
bre entre el de varias criollas. ción. Ana de Cabrera expresa que no pudo encontrarlo
en Chile. En Lima en cambio tuvo pruebas de su super-
166 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :&usTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 167
vive;1cia. En la fiesta de San Juan de Amancaes, que se Constantes alusiones hallamos en las obras de As
realiza anualmente en una pampa próxima a la ciudad, casubi, donde aparece siempre en sentido figurado. La
hay ''concursos de danzas criollas con ·Marineras ale inocente danza lleva implícita una temible suerte. En una
gres ... Resbalosas picarescas y Tonderos sensuales". plática de varios gauchos orientales, en junio de 1843, en
En nuestra tierra alcanzó también gran notoriedad, el campamento del general Rivera, Ascasubi hace decir a
hallándose actualmente en desuso. Pasando de Chile a las uno de sus personajes :
regiones andinas, se difundió luego por todo el centro
Y sud. Se la recuerda aún en Tucumán. Carrizo trae en Nos llenan nuestra campaña
el Cancionero de esa provincia esta copla: de mazorca, Mediacaña,
Refalosa, nw·ño, cinta ...
Le envidio m·i compañero, En otra página, aludiendo a cierto lord, amigo del
que baila con buena moza, tirano:
a mí me toca bailar
¡ Bail(}mos la. Refalosa I Bailando la Refalosa
y el Cielito federal
Refalosa y Resbalosa se llamará indistintamente en
porque es "loro" liberal
tre nosotros y lo mismo en Chile. La nominación primera y no ''loro" cualquier cosa . ..
parece corresponder a las regiones del centro y sud y la
segunda a las del noroeste y Cuyo. En "La indireuta", al comodoro inglés Herbert:
Tristemente célebre durante la tiranía rosista, sur
ge a cada paso su nombre, no exactamente por la popu A lo que usté es bailarín
laridad de la danza en sí, sino por el sentido feroz que de lo lindo y principal,
se le daba. "Refalosa" era el nombre que la mazorca da como afeuto sin igual
ba al degüello. Al respecto dice Florencio Escardó, en una a bailar la Refalosa ...
de sus trdiciones argentino-uruguayas: "Cuando se prac
ticaban los degüellos, eran acompañados por la Refalosa, Y en la página que titula "Isidora la Federala y Ma-
canción popular de la mazorca". Y anota estos versos: zorquera:
Los fragmentos que hemos extraído de los poemas sus deslices coreográficos, que pueden ser otros, frente
de Ascasubi, contienen alusiones políticas. El nombre de al mozo audaz que cerca a la niña con sus pretensiones
la danza es en todos los casos señalados, un trágico ins amorosas.
trumento. No obstante, se desprende de la acotación que Como ocurre con la casi tota1idad de los bailes crio-
la danza se bailaba, en su significado natural. La Media llos, no se conoce su origen. No obstante, siempre es po
Caña Refalosa debió ser una variante originada en una sible establecer alguna vinculación con los europeos que
suerte de fusión de los dos bailes criollos. No poseemos se cultivaron en América durante la época colonial. El
noticia acerca de esta supuesta variante. Hilario Asca Paspié o Pasapié, danza ligera, alegre y encantadora, se
subi, satírico e intencionado, crudamente expresivo, es bailaba con paso Resbalado en Francia (procedía de Bre
e
absolutamente veraz y conoce profundamente el medio taña del Norte) y luego pasó a España (Capmany). D_
allí pasó a América y así la hallamos en Lima en el si
en que actúan sus personajes. La aludida Media Caña
Refa1osa debió existir y morir con su época. Nada de ella glo XVIII de acuerdo a una noticia de Ricardo Palma;
s
ha llegado a nuestro tiempo. "Se bailab� el Ondú, el Paspié, la Pieza inglesa y demá
El caso ya en otras oportunidades comentado, se pre bailes de sociedad por entonces a la moda" .
senta aquí en la cuestión coreográfica y aun musical. La
COREOGRAFIA
Resbalosa o "Zamba Resbalosa" del noroeste que se eje
cuta con pañuelo, la del centro y sud que indican castañe
la.- 1 pareja (Posición C.)
�as, difieren en ése y en otros sentidos, aunque guardan
identidad en el fondo. La cuyana, que también lleva pa del com
ñuelo, es asimismo distinta. En cada región parece ser @ Travesías con pañuelo; se avanza hacia el lugar
el pie izquier do; en el
otra danza. La anotada en primer término es, sin duda, pañero tres pasos iniciando el baile con
do (pie derech o) Y con
la que más se aproxima a su original chileno, lo que se cuarto, se retrocede con un paso resbala
o de partid a (total 6 c.)
desprende de algunas referencias y por su ubicación geo otros dos pasos se torna al siti
gráfica. e Zapatean el hombre y la mujer de frente (4 c.)
el lado de-
De Resbaladiza o Resbalosa en Lima, luego Resbalosa f> Nuevo avance, resbalón y retroceso, ahora por
y Refalosa en Chile, pasa a ser Zamba Resbalosa y Refa recho (6 c.)
losa en los dominios argentinos y con la denominación e Zapateos (4 c.)
(6 c.)
final al Uruguay. G Repetir avance, resbalón y retroceso por izquierda
Como el río viajero, la danza perdió algo de sí en e Zapateos \4 c.)
su largo andar por tierras nuevas, mas al par, fué reco 9 Repetir avance y retroceso por derecha (6 c.)
giendo también algo a cada paso, y así, merced a esa O Zapateos (4 c.)
transmutación constante se identificó con todas las re • Giro por izquie1·da ( 4 c.)
giones. • Giro por derecha (4 c.)
"No hay Marinera sin Resbalosa" dicen los lime e Media vuelta y giro final con paso resbalado (8 c.)
ños, así como decimos en __provincias ''no hay Cueca sin
te, suele ha-
Gato''. Acaso su verdadero sentido no haya llegado hasta Variantes: En esta forma, que pertenece al noroes
nosotros: el picaresco que sugiere la Resbaladiza, con cerse en vez de los giros, ct;tatro caras.
170 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 171
2a. 1 pareja (Se colocan esquinados)
• Zapateo y zarandeo (8 c.)
• Avanzan con castañetas en línea recta hacia la prox1ma e Media vuelta, giro y pasos resbalados como al comienzo.
esquina, por la derecha (4 .) ; hacen un paso hacia atrás, luego • Zapateo y zarandeo.
otro hacia adelante (martillo); caminan de costado hacia la esquina e Media vuelta, giro, pasos resbalados.
siguiente (de espaldas uno al otro) tres pasos lentos, haciendo un • Zapateo y zarandeo.
resbalón en el cuarto (así se encuentran uno en el sitio del otro). • Vuelta entera y giro rápido, resbalando dos pasos hacia
• Zapateo y zarandeo de espaldas (6 c.) (En el último com el centro para finalizar.
pás se vuelven de frente).
e Se repite la figura inicial por la derecha habiendo com
pletado así el cuadrado y regresando a sus sitios. Sajuriana
• Nuevas mudanzas de espaldas (6 c.)
• Vuelta redonda con castañetas, desde la esquina y retor- Curiosa situación presenta esta danza en el cuadro
nando al cabo a ella. de los bailes nativos. Es chilena por tradición y argen
O Media vuelta (4 c.) tina por su origen, o más exactamente, porque de aquí
• Avanzar al centro y finalizar con un resbalón. pasó al país trasandino.
Corresponde esta .coreografía a la forma santiagueña. Sin embargo, a través de nuestro territorio, nadie
conoce ni recuerda a la Sajuriana como argentina. No
3a. 1 pareja (Esquinados) existe el más leve testimonio oral ni escrito.
En cambio, en Chile, resulta una figura popularísi
• Avanzan castañeteando por la derecha, directamente a la ma desde los tiempos de la independencia. Y aun se
próxima esquina ,allí, con unos pasos de costado alcanzan la es baila -acaso tierra adentro-, según nos informa Pe
quina siguiente (6 c.) y luego retroceden hacia la tercera esquina reira Salas. "Se conoce como baile de pañuelo, de dos,
haciendo mudanzas. (Así forman una U.) (4 c.) zapateado y escobillado.
• Repiten ahora todo lo indicado, pero en sentido inverso, Sin dificultad, se siguen sus huellas en el siglo pa
es decir, desandando el camino hasta volver a sus sitios. sado. Constantemente a través del mismo, hay alguie})l
• Vuelven a efectuarse exactamente los dos tramos ante- que la nombra con entusiasmo. Zorobábel Rodríguez lo
riores. hace en 1875, al ocuparse del vocablo "chingana". Ya he
• Zapateo y zarandeo (8 c.) mos transcripto su definición al ocuparnos de la Resba
O Vuelta redonda (8 c.) losa, pero repetirern;os que en esas tabernas característi
O Media vuelta final con paso resbalado y los brazos bajos, cas de Chile, se bebía, se cantaba y se bailaban motivos
yendo hacia el centro (6 c.) peculiares del país, entre ellos Zafurianas. Vicuña Mac
Esta versión corresponde a la región pampeana. kenna le da lugar más de una vez en sus páginas costum
bristas. En 1863 la ve bailar en el interior del pafs Y
4a.- 1 pareia (Posición A.) apunta que "los mineros lucen su agilidad i pintorescos
8 Media vuelta (4 c.) y giro con pañuelo (4 c.); dos paso11
atavíos en la Zaiuriana, baile que nuestros montañeses
1:esbalados hacia adelante.
prefieren a la misma Zamacueca". Esto, Santiago arriba.
Sin duda recorrió la danza, buena parte de Chile,
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 173
172 CLOTJLDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
porque Pedro .Ruiz Aldea la sitúa en una región más allá tribuno bastón en mano y guarapón en cabeza, no deja
del Mau �e, al sud, en el artículo "En una zurra de baile", ría que desear ... ".
en un� epoca alrededor de 1850. "Invité también a Félix Eran en verdad, las nombradas, las danzas del mo-•
mento. Lo certifica nuestro pródigo informante Vicuña
-esc�1bE;-, a que echara su baile y le dí a escoger entre Mackenna, al expresar que en 1824, "eran populares la
· la SaJurwna y el Guachambé". José Joaquín Vallejos, el
famoso Jotabeche, se ocupa de lo que nos interesa al ha Perdiz y la Zajuriana, esta Zamacueca zapateada y es
blar sob:e el carnaval de Copiapó en 1842. "Sírverise e� cobillada del minero''.
pas ?e l�cor y otros refrsecos. . . una Sajuriana. .. una A través de todas las referencias, se destaca neta
miente el carácter vivaz y picaresco de la danza, idéntifi
canc :onc1�a ... " Vemos pues, que también reina nuestro
g�nt:1 baile �n el norte. Y en otra página que titula "Co cándose con la Zamacueca por sus giros, su aire y su con
piapo ,. , escrita en febrero del año anterior, expone el dición festiva. Sin embargo, no era tal su naturaleza a
su llegada a Chile. Esto ocurre en el año glorioso de 1817,
pro�r�ma de baile de una tertulia: "Vamos a despuntar cuando la heroica figura de don José de San Martín do
el v1c10: Contradanza, CuadriJla francesa, Valse general, mina los fastigios del Ande, rompe al fin los férreos ani
otra Contradanza, que canten el ''Trovador"• Safuria llos de la dominación espafio1a y enciende la lámpara mi
na .. . "
lagrosa de la libertad sobre el Pacífico. . . El pueblo chi
Algo anterior es Ia época a que alude Daniel Barros leno admira al militar y cae bajo el hechizo del caballero.
Grez al hacer decir a uno de los personaj'es de su libro "El Y será este último el que buscará la unión de los corazo
J:Iu�rfano", evocativamente: "Cuando bailábamos la Za nes al conjuro de los acentos nativos. Con sus aguerridos
Juriana y el Caracol, compadre de mi alma!" soldados van dos bandas formadas por negros y criollos;
. V:icufia Mackenna, vinculando la danza a las famosas y junto a los aires marciales surgen donosamente las
ba1larmas 11a1:1�das las "Petorquinas", cuenta que ellas danzas, como una mano tendida de pueblo a pueblo. Qué
,
h �cian las de�1cias de los aficionados y atraían la aten
_ danzas eran nos lo dice concretamente José Zapiola en
c10n �e los romeros de veinte leguas a la redonda -por sus memorias; ''San Martín, con su ejército, 1817, nos
los anos 1830-1840- con varias danzas características trajo el Cielito, el Pericón, la Sajuriana i el Cuando ...".
entre ellas ''la Zajuriana, la danza por excelencia deÍ Las dos primeras son criollas bien conocidas en
pa�to� Y del minero, porque todo en ella era agilidad. La . nuestra tierra, pero ¿ la Saj iuriana, de dónde sale? ¿ La
ZaJ urrnna, como los jaleos y los fandangos españoles' era
un baile de zapateo". conoce alguien entre nosotros? Es un verdadero miste
rio. ¿ S.e perdió su nombre en el pasado o acaso desapa
La época m�s brillante corresp?nde, sin duda, la que
va e1;1 tornoª! ano 1828. Tan es as1 que hasta figura en
reció bajo otro rótulo? En verdad, no lo creemos. Es más
probable que la danza haya venido de España con San
las hdes políticas. En el periódico "El Hambriento" del Martín y se bailara en Mendoza, en reuniones íntimas,
6 de �nero de ese afio, aparece un suelto -que ya hemos sin trascender. Nuestro general era un excelente ejecu
menc10nado en el capítulo referente ·al Gato- según el
tante de guitarra y bailaba con garbo sin igual. En un
cu�l, con ciert?s políticos se formaría una chingana de salón, pocos podían cornparársele. De ahí que no sea atre
primer orden. , S1 afortunadamente es electa también la vida ni descabellada nuestra presunción. Hemos sabido,·
Pancha Luz, sale completa la fiesta y habrá mucho que
ver. Vaya que una Sajuriana o la Perdiz bailada por el
174 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA :&USTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 175
por otra parte, que la música del "allegro" es conocida Z''. Ya hemos tenido abundantes pruebas de esto a tra
en España como "Aires de la montaña". vés de las referencias . Mas la anarquía con relación al
Con la coreografía y ritmo ocurre algo singular. La nombre de la danza no para ahí. ''... Oím,os en la cam
versión original, obtenida por Carlos Vega en Chile in paña chilena -comenta Carlos Vega- la mayor canti
dica el modo lento-vivo, que caracteriza al Cuando, M on dad de variantes que danza alguna haya podido acumu
tonero, etc. Esta forma era común en l os países europeos, lar en torno a su primitivo nombre: Sanjuriana, San
como hemos vist o al estudiar est os bailes . Los tiempos de juliana, Sfojuriana, SeJudiana, :Securiana, Securias Y
la Sajuriana al llegar a Chile eran de Minué y Vals . En -la más común- Secudiana''.
l os salones, acaso cons ervará algún tiempo esas caracte
rís ticas ;mas su fama crece; baja al terreno llano, arrai COREOGRAFIA
ga h ondamente en los ambientes populares despojándose
de sus galas aristocráticas, y es l o que el puebl o quiere 1 pareja (Posición A.)
que sea: otra Zamacueca sensual y apasionada.
Pereira Salas la pinta como "una danza escobilla
da". "La parej'a, en pas o red oblado, va describiendo una Los bailarines evolucionan sobre los cuatro semicírculos dEi
órbita amplia, en forma de número ocho, pero al mismo un 8 ...
tiempo, mientras dura este gir o de traslación, los baila Tiempo de Minué
rines se mueven en círculos cerrados de r otación". 8 El primer tramo lo efectúan saliendo ambos por la izquier
Algo fué también conocida en Perú. Entre los años da con dicho pie, con paso liso de Minué. La mujer hará el se:m}
1912-1914, y cinco después , en que estuvieron en dicho círculo del fondo y el hombre el del frente. Desde el sitio de par
país, R. y M. d'Harcourt, la oyer on nombrar en dis tin tida, caminan siete pasos sobre la curva indicada, acercándose al
tas oportunidades . Asimismo, la menciona Ricardo Pal centro. Allí se asienta el pie izquierdo, se lleva el derecho ade
ma en una de s us tradiciones, titulada "Conversión de lante en el octavo paso y luego atrás en el noveno, inclinándose
un libertino''. Refiere que en cierta taberna "una de la� para saludar, en tres tiempos. Ambos quedan de costado al pú
mozuelas bailaba con su respectivo galán una desenfre blico.
nada Saj'uriana o Cueca, como hoy decimos ... ". E s cri 0 En el siguiente tramo, marcharán en la misma forma,
be esto alrededor de 1880 y no nos llama la atención que pero ahora el hombre seguirá por el círculo que ocupó su compa
s e la nombre, pues como ya hemos dicho, tuvo alguna ñera y viceversa. Así habrán cambiado de sitio; al alcanzar los
difusión en la tierra peruana. L o curios o del caso, es la sitios opuestos, efectuarán otro saludo.
fecha en que Palma ubica su tradición: 28 de octubre de O Vuelven a repetirse ahora ambos tramos, pero saliendo
1746. por la derecha, de suerte que él irá por el semicírculo de atrás y
En las danzas criollas interesan mucho las noticias ella por el delantero. Harán un saludo en el centro y proseguirán
antiguas. Mas, en este caso, n os tememos que al autor hasta recuperar sus sitios primitivos donde volverán a saludarse.
limeño se le fué la mano al administrar tal dosis de an • Tiempo de Vals: Vuelta redonda con castañetas, por la
tigüedad. derecha (16 c.) con paso menudo y muy acompasado.
"La palabra Zajuriana tiene ortografía anárquica e Tiempo de Minué: Salen ambos por la izquierda, se en
-dice Barahona Ve?'2·-. Unos prefieren la S, otros la �uentran en el centro rozánd;3se las manos al pasar y prosiguen
176
CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑU
STA)
hasta el 1 ugar
opues to· "aludo
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 177
reto an ªsus sitios, �o; t
. R
:u��
z ando e
l mismo movimiento,
:; .
Tiempo de Val
o ro sa
s: Media vuelta.
el noroeste y centro del país; mas hoy día se recoge pre
(6 c.) Y dos pas
os hacia e1 cent
(8 c.); zapateo
y zarandeo ferentement e en Santiago del Estero, de donde proceden
las versiones tradicionales. I. Aretz anota que esta danza
ro Para fma.
lizar.
se conoció e n Tucumán, recordando el arpista Juan An
Sereno drés Pérez haberla oído hacia 1900. Algunas noticias re
cogimos asimismo en Catamarca y La Rioja. En esta pro
Este baile fué vincia nos informaron que aun se bailaba, aunque rara
Furt recogió en Sa conocido en Cuyo, noroeste y centro
nos de talles de có ntia o-o d·1 e 1 E s er? . mente, en los carnavales costeños, en Los Sauces.
mo s e \ I b ¡nd casu nombre y algu Furt hace una ligera mención expresando que es una
mo la Chacarera con ava� a a. r que comienza co lej\ana variante d el Gato, pues se inicia con vuelta re
om br e y tiende' el re tro? e so; �e arro
� dilla el donda como éste .
º:no_ al compañ ero; pafiu eli ayla muJE:r, girando ella en
e
comc1de éste con mu danzas Y, n_:i e v Son estas las únicas noticias que h emos obtenido en
�e��o Rodríguez en el modo coreograf1c d1a u e lta final. N0 nuestro país. Tal escasez nos induce a buscar más allá de
o _recopilado por Al
t1gu e dad. Cuyo, Y al que atrib nuestras fronteras, por cierto, con algún éxito, porque
uye bastante an- encontramos su nombre entre las danzas folklóricas de
Chil e , anotadas por Pereira Salas, habi endo obtenido el
citado m:usicólogo la referencia en "Tradiciones Se re
COREOGRAFIA
1 pareja (Posició
n A.) nenses". "El Verde, el Chocolate y el Sombrerito'' -di
• Vuelta redon ce-, eran danzas populares de La Serena''. Presumimos
• Zapatea el
da (8 c). con p anueio,
por 1a derecha que se cultivaría en otras regiones y si bien no hemos
• Vuelta red
hombre de espald
as y 1a muJe • .
r de frente podido confirmarlo, pose emos noticia de que se bailaba
en San Felipe a fine s del siglo XVIII.
onda por 1a izq .
. uierda (8 (6 c.)
e Zapatea el hom c. )
das (6 c,)
bre de frente Y 1a
mujer zarandea La Gallarda, que bailábase en España con el sombre
ro en la mano, siendo luego introducida, durante la Co
de espal-
o Vuelta red on da
0 Z_,�pat eo Y
por 1a derecha (8
c). lonia, e n los salon es lim eños y chilenos, pudo ser la inspi
radora de nuestro Sombrerito.
z arandeo
de frent e (4 c.)
• Giro ( 4 c.)
I® Za
� pateo
Y con tragiro (4 c
.) Con las mismas características tenemos también la
Tirana, baile andaluz en el que las mujeres agitaban el
Y zarandeo (6
e Media vuelta (
)
4 c.) y g:o (
4 c) . con zapateos. delantal al compás de la música, en tanto que los hom
bres movían de un lado a otro su sombrero o el pañuelo.
'
r 1:et'.:'f.�°,,"'�!
palabra H?Xyll minaban unifor q- ue provocara en e'I el modo vigoroso Y ar
me
o
y tantos otro
s bailes,
la
ca- tuvo el Triunfo e:
tic as regionales. En I s
/ J�: :�e
s
de los zapateos, c� an � e bailaba en cuarto; en L a
ª
h
diversas caractens-
rse cadena en t'¡�j!
absurdo consi dencia limeña. se hacían travesias ;o! las m anos unidas como e la
derarlo así. No es ningún
Siguiendo su
s huellas tier Huella; en Salta, se e h a in formado, aunque s in ':na
lo hallamos ra adentro, an -
en Santiago de
l Estero, en un
tes de 1900, r �
detalles, que 1:1
bailab � un ho, mbre con d os _muJ eres '
Ricardo Roja md1c_ando "el triunfo en e1 �--m ?,r , . En otras reg10n�s va
or s
c on la diferen . d
cia que se tocao la d el Estilo qu e a ntecede, naerense. N 0 guarda una diferencia formal con el otro.
veces en cada en rasguidos
thaparro al
compás". Y
hacer constar
lo hace igualmey pisando dos COREOGRAFIA
nte A. ,J. Al
"después del que hacia 188 la.- 1 p�reJ· a (Posición B.)
Gato, era el 0, en el sudes
En la misma más popular el te e Esquma con castañetas ,girando ) al enfrentarse,
época el mús . .
hacen e! " mar t'llo"
Triunfo''.
ico sanj'uanin 4 c y; retroceden otro
' es decir, av anzan un (paso
o, Arturo
1
paso (2 e )
.
182
CLOTlLDE P. L. DE PIORNO (LA
lVUSTA)
ª
• Zap teo Y
zarand eo (6 c.)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 183
Estos dos tra
mos se r e .
quinas. piten has ta eom
p1etar las cua
• Media vue
tro es- Tunante
lta final' haCia
e l c entro (6
c.) Fué conocida esta graciosa danza en el centro y nor
Variantes : El " oeste del país. Perdura su recuerdo especialmente en Tu
martill ,,. se hac e
c en tres Pasos también d e espalda cumán y Catamarca. La gente criolla longeva, recuerda
hacia la esqºm n s. Se ha-
y en uno mas , a,. se retroc ede un
, se completa el o, se avanza otro que era muy popular en esos lugares, alrededor de 1870.,
giro, por la izquie '
rda. No hubiéramos podido en verdad, asignarle mayor anti
Otra: D espués güedad por carecer de testimonios, a no mediar un ar
de formar la esq tículo -ya varias veces citado- de don Florencio Sal,
caídos, avanzar uina con gjro, co
dos Pasos al cen n 1os brazos
cer �n ligero .tr�' sacando el escrito en 1913, bajo el rótulo de "Tucumán a mediados
saludo. Este n o pie derecho al ha
e. � mnas y e n - del siglo pasado". Haciendo alusión a los saraos de en
la m edia vuelt 1 �� tnto se realiza en las cu atro
m
:
s1 10 (4 c.) a � en esta form a: tonces, expresa que se bailaban valses, minuets y con
Y luego avanzan se cambia de
can el brazo i.z n ando uno
hacia el otro, colo tradanzas, culminando la fiesta con el bullicioso encanto
quierdo en el h::n;;
s acando e
l pie derecho. ro del compañero
Y se s aludan,
de los "bailecitos populares" entre los que se contaba el
Tunante.
Furt dedica algunos párrafos a nuestro baile, indi
Otra: Las esqui
c.) Y en cada n as también .
. pueden. eJe cando que es popular en las provincias andinas. Detalla
un a efectuar un cutarse de frent ligeramente la coreografía, que no coincide con la que
las mudanzas. giro ra, p1do (3 c.) e (3
, viniendo lueg o hoy se conoce. Es al principio como la Chacarera, según
este autor. En seguida dice el hombre la relación y co
2ª·· 1 pareja (Posic
ión B.)
mienzan las figuras de Gato: media vuelta ;ella respon
de con su relación y otra media vuelta. La primera es
Est e es el Uama con castañetas y la segunda con pañuelos. Como se ve,
do "de 1 ª Guard1a resulta difícil adaptar estas ambiguas indicaciones a la
no se har,an en del Mo t e ,,.
or ma dire cta, sino con n Las esquinas
Plicada f una f"igura algo música del Tunante, aunque guardan cierto parecido con
más com- un modo catamarqueño, cuya descripción completa no pu�
, • .. Avanzar
dos pasos al fr e dimos obtener, muy antiguo.
luego semigfran nte, pasándose
do ir d e espa1da uno d el otro y
bac er un pas s hacia 1a .
esq um
o largo hacia a primera ( 4 c.). 'o(JOREOGRAFIA
troceder (2 c) adelante , es bozan '
. do un abrawy
�
; Mudanzas (6 c.) 1 pareja {Posición C.)
ormar s cuatro
esquinas
• Me d_ fa e n Ia forma
señalada. 8 Travesías con pañu elo; se hacen tres pasos por el costa.
ia vuelta final
(6 c)
Las formas core do izquierdo, hacia el lugar del compañero (3 c.); allí de espal
tre dos par eja, ográficas <lescr1pt
as, también se
s (Pos,w . , E.).
. 1on realizan en- das, giran el torso y mirándose se saludan (1 c.)
e Retroceden a su sitio (3 c.) y se saludan de nuevo (1 c.)
• Mirando hacia el público ahora, avanzan un paso al cen-
184 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA
185
.&USTA)
troaparea' n dose, siguen dos
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS
'. .
pasos hacia adela
movimiento sepa'ran nte y en un cuarto
El tránsito de la danza es intenso : pasa de Perú a Bo
. se, se saludan
siempre agitando (paseo, 3 c. y
saludo 1 c.)
livia como Cueca ; de Chile a la Argentina c on sus distin
el panu- e1o.
19 I)/e espaldas
tos nombres : Zamacueca, Cue c a, Zamba y Chilena. A su
al pu'bl'ico, se ace
1a par (3 c · ) · S
aludo (1 c.). ª
rcan otr vez Y
marchan a
8 Avanzan . vez pasa de Bolivia a nuestra tierra, ya nostálgica y
aindiada, como Cueca o Cuequita.
otra vez hacia el
par, la mujer se frente, pero al p
onerse a la
Tal divernidad de nombres, configura escasas va
toma de l h razo
sueltan y saluda de recho del hombre
n (1 c.)
riaciones en la forma esencial de la danza. Cada tierra
(3 c.); se
e Vuelta a su · ·
le impondrá su sello característico, su temperamento, su
... sitio tomados de1 braz
""' Media vuelta con o. Saludo (4 c.)
ho. s bai·1arj.nes
para finalizar.
. oxm.1a, ndose al
castan- etas' apr
centro am- espíritu en suma. Mas en lo íntimo, su fuerte america
nidad subsistirá permanentemente.
Tiene la feliz cualidad de adaptarse a todos los tiem
. Variante: Suele hacerse en Ju ar
c1al: media v
uelta por derech� (3
!
del avance y retroc pos, como la tuvo de adaptarse a distintos medios, tanto
geográficos como sociales. A través de un siglo y medio
eso i�i-
recho (1 c.)., otr . ) Y saludo sacan
do el p'1e de-
de vicla, y acaso más, desterrada a veces, menospreciada
. a me d'ia vuel . ta Jr sa
tio. Lo demás es . · l udo (4 c.)
volviendo a su si-
o denigrada por torpes interpretaciones, ha pasado airo
igual.
samente, vitalizada por el calor popular, que nunca la
abandonara. Algunas danzas han quedado en el pasado,
Za.rna.cueca. otras subsisten escasamente. La Zamacueca madre per
manece, porque alienta en ella algo eterno, inconmovible.
. Es acaso la danza más d. c
ºp?'en. Diversas tem:ías l 1 a e e} aspecto de su ¿ Qué tiene, qué es ella, para afrontar así el bravo empuje
a ncana, ya in e s;� ytand ya nraiz española, ya del tiempo? Sencillamente, la Zamacueca no muere por
dígena. Desde \ .
aceptado qua 1a ac e tiempo se que es Tierra, porque es Pueblo, porque es Americanidad!
Za m a cue ca na ' da por
p_or toda la zo e e c e en Lim Los argentinos nos enorgullec emos de nuestra Zam
V
na meridional. N a Y se difunde
s1ste. Peruanos o obstante, 1a d ba, de nuestra Cueca! ¿ Háse visto algo :más espiritual,
Y chilenoR� se pre uda sub-
na o es ch ilena? guntan aún: ¿ E más poético, más donairoso, más sutil?
A e la abundanc ia s per
no se puede �r;i de ref ere Todo un poema de amor se encierra en ella; y vi
ba;!s�:Ja · con c nci�:-,
.Posee ext raordinaria s· reto bra en sus movimientos todo el ardor, los arrestos y los
co1;tmente, por
que figurandg
·r
ica c1on �n esta
:, parte del impulsos naturales de un pueblo sano.
a es co
P is _ mo danza nacio o men patrimonio de v Creemos que no hay región adonde no llegara su in
culo de fraterni
e!
nal' constituye un arios
flujo irresistible. En algunas ha caído en desuso, pero
dad d hermanda poderoso vín
ca Y luego Cue c d espiritual. Zama en la mayoría hallamos su presencia vivaz, c on esa suer
a en 'Li! a_, pas cue
-s_egún las opini c?n tales nombres te de intangibilidad que le hace no temer el avance del
ones m f a Chile
to!10 adquiere onzadas--, en tiempo con su carga de ritmoR foráneos.
gran prest��!iiu cuyo terri
t':1'! suerte que y un sello cara c ter En Salta, en Jujuy, en Tucumán, en Santiago del
renova e da, regres ístico de
cion de Chilena. a a Perú, con la de Estero, en Córdoba, en Entre Ríos, en Catamarca, en La
nomÍna-
Rioja, en las provincias de Cuyo, la gente campesina no
186
CLOTILDE P. L.
187
DE PIORNO (LA
:ÑUSTA)
siente no sabore
DANZAS TRADICIONALES . ARGENTINAS
sonaje de mucha importancia entre la gente de pueblo· hace sentir la nacionalidad, la Patria, el pueblo, la exis
suele tocar la guitarra e improvisa tonadas para que s� tencia en fin.
vea su destreza, o canta Zamacuecas" ... "La Zamacueca es el solaz del pueblo llano, llano
�d;11ond Reuel Smith, miembro de la expedición as porque no tiene el triste en que se le ataje un grano de
t�onom1ca naval de los EE. UU. en Chile, llega a princi arena. Después de las duras tareas diarias a que la nece
p10s de 1853 a Los Angeles donde es invitado a una fies sidad lo condena, lo aguardan en la chingana con los
!ª: " ... me buscaron una compañera y, a pesar· del sue
, tuve que bailar Polcas, Valses, Cuadrillas
brazos abiertos, la Zamacueca, su amiga; la esperanza
de verla lo alienta en su trabajo ... La Za1nacueca es el
no que senfaa,
Y Zamacuecas hasta las dos de la mañana". Concurre lue único punto de contacto de todas las clases de la socie
go a una fiesta que se lleva a cabo en una hacienda y ano dad, lo único que hay verdaderamente popular. Baila
ta: "Los bailes de etiqueta cedieron su lugar a la Zama el pobre corno el rico; la dama como la fregona, el roto
cueca Nacional. La Zamacueca ha sido muy difamada como el caballero, con la diferencia sólo del modo; los
por los extranjeros que la han visto solo en los puertos rústicos la bailan con un poco de naturalidad, lo que
Y !ocalidades de carácter cuestionable, pero tal como se llamamos a todo trapo''.
baila en la buena sociedad, o aun entre la gente del pue Y concluye la vibrante página encomiástica con esta
blo, en el interior, no es menos graciosa y sí mucho mál!l singular exclamación: "Dichosos los que se ganan la vi
modesta que los Schottishes y Redovas del salón moder da bailando la Zamaciteca!"
no. La pareja se pone de pie; él frente a ella, a unos po ¿ Quién es este cronista que así sabe captar y sen
cos metros de distancia. Suenan las guitarras, comienza tir las vibraciones del alma popular? ¿ Quién es ese sin
el canto, el auditorio golpea las manos marcando el tiem gular partidario de la Zamacueca? También él poseía el
po de la música. Los bailarines avanzan, retroceden con carácter arrebatado, dominador y apasionado de la dan
coquetería, circulando o girando como se lo sugiere el ca za y como ella era temperamental y emotivo. Su nombre
pricho, pero siempre enfrentando una a otro, agitando es una oración en los labios argentinos: Domingo Faus
constantemente sus pañuelos, mientras ejecutan pasos tino Sarmiento.
intrincados''. Aunque amarga su vida de exilado y cruentas sus
Rtefieren los cronistas que la "boga aristocrática de luchas en un medio que ciertas gentes le hacen hostil, ba
la danza duró propiamente una década'', en Chile, abar jo la áspera corteza late un corazón pleno de añoranzas
cando las épocas 1840-1850. Es en ese período, precisa nativas, sensible y humanísimo.
mente, en que recibe el elogio más entusiasta que se pue Un año más tarde viaja al interior del país, publi
da imaginar, por parte de un espíritu culto. El 19 de fe cando luego sus impresiones en ''El Progreso'' del 27 de
brero de 1842, aparece en "El Mercurio" de Valparaíso febrero, bajo el título "Un viaj-e a Peñaflor''. Ofrece in
una crónica titulada ''La Zamacueca en el teatro" de la teresantes comentarios acerca de la región, y refiriéndo
que extraeremos los párrafos substanciales. Dice el autor: se luego a una tertulia social dice: Se bailan Contradan
"Un baile popular comprendido de todos, que suscita sim zas en la ocasión "Pero el baile serio no ensancha los
patías, que trae recuerdos gratos, que se liga con nuestra pechos, no conmueve los corazones, ni da a las fisono
vida i nuestras afecciones, que hace vibrar todas nuestras mías aquella viveza de expresión, i aquel alegre colori
fibras, que llena el alma de las más dulces emociones, i nos do, producto de emociones placenteras". Surge en ese
ENTINAS 193
192 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARG
tes Y que fué traída como ''cosa de negros'' por la ban de "una danza africana vista en S,anto Domingo en 1698,
da del batallón N º 4. "Al salir yo en mi segundo viaje que parece coincidir con la forma y ritmo de _la 5:ueca''.
a la República Argentina, en marzo de 1824, no se co La antigua tradición escrita a que alude V1cuna �ac
nocía ese baile. A mi vuelta, en mayo de 1825, ya me kenna, sin mencionar al autor, pertenece al come:ciante
encontré con esa novedad''. Abiertamente se contradice francés Jullién Meller, quien desde 1810, aproximada
Zapiola, pues como ya hemos citado, al hablar con un mente, recorre· casi toda Sudamérica. En 1813 pasa por
cantante argentino en esa época, éste le manifestó su la región chilena de Quillota y tomando nota acerca de
deseo de ir a Chile, solo por bailar una Zamba. Ya vere las costumbres expresa:
mos más adelante cómo vuelve a contradecirse' en la
cuest1. 0n
, "Hay también una danza más viva y _muy lasciva
de las fechas. De todos modos sabremos que que se practica mucho y que se llama Lariate, nombre
no había tal noved�d. El capitán francés Lafond, que dado por los indios de la provincia; ha sido llevada Pº:
estuvo en Valparaíso en 1824, nos dice en sus impresio _
los negros de Guinea, y los españoles la eJecutan en casi
nes de viaje que "Los bailes de Chile son todos caracte todos sus establecimientos. El gusto por ésto es tan vi�o
rísticos y los más usados son la Zarnba, Cuando, Oletas, y tan general, que hasta los niños la ejercitan en se?"Ul
etc." La danza, pues, venía de tiempo atrás. Y si no bas da que pueden tenerse sobre sus pies. Esta danza tiene
tara este testimonio, pudiendo suponerse que fué vista lugar al son de la guitarra y de las voces.
por Lafond, cuando recién comenzaba a difundirse tene Los hombres son colocados frente a frente a las mu
mos el irrecusable de María Graham, quien anota e� 1822 j,eres y los espectadores forman un círculo alrededor de
q�rn las danzas populares de Chile son "quizá las más gra los bailarines y de los instrumentistas. Uno de esos es
c10sas del mundo. Las que más me gustaron -dice - fue pectadores o de esos bailarines canta una canción cuy_o
ron el Cuando y la Zarnba. refrán es repetido y seguido de palmadas. Todos los bai
Según refiere Pereira Salas, "Al estallar el movi larines tienen entonces los brazos semi-elevados, saltand o,
miento de liberación en Chile, los bailes habían llegado girando, haciendo movimientos de retroceso y avance, se
a la madurez. De Lima llegaban modos de toda índole. apoyan en los dos pies los unos y los otros y retroceden
Dos promociones de danzas se destacan como las más en cadencia hasta que al son del instrumento o el tono
i�portantes; la de los bailes serios: Pasapié, Rigodón, de la voz les advierte aproximarse. Entonces se golpea!1
Mmuet, Churre, Rrn, .
Gavota, Contradanzas, Cuadrillas el vientre los unos y los otros, tres o cuatro veces segm
Y el Vals; la otra de bailes de chicoteo: Zamba' Abue- das y se alinean en seguida haciendo piruetas para re
lito", etc. iniciar los mismos movimientos con gestos muy sensua
Acerca de los mismos, el memorialista Zapiola con les y muy indecentes regidos por el son de los instru
tradice lo que dij era anteriormente al señalar que por mentos: de tiempo en tiempo entrelazan los brazos, ha
los años 1812 y 1813 eran los más populares, siendo am ciendo numerosos giros y continúan golpeándose el vien-
bos de origen peruano. Al fin aquí ha de estar en lo tre y dándose besos pero sin perder la �3:denc�a".
cierto, Y no cuando presume que pasa la Zamacucea a N O nos explicamos cómo los trad1c10nahstas chlle
Chile en 1824. nos pueden identific�r este curioso "La�iate'' con 1� Zam
Coincidiendo con Vicuña Mackenna en la teoría del ba. La descripción que hemos transcr1pto n o deJa s os
origen negro, el musicólogo Pablo Garrido hace mención pechar ningún parecido, tanto en su coreografía como en
196 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS 'TRADICIONALES .ARGENTÍN.AI 197
su carácter. Es natural que con el tiempo las danzas sean sostiene la procedencia chilena, al comentar: "Cuando
1Susceptibles de transformaciones, rrias queda siempre, pasó la Cueca al Perú, �ran !iempos de soli_dari_dad his
-buenas pruebas hemos tenido- el modo esencial. Si panoamericana. El Pern tema . la Cashua mcaica y e!
en 1820 la Zamacueca era ya una danza picaresca y gra Huavno. Pero a la alegría mestiza no le bastaban Y opto
ciosa (no lo era el Lariate) no pudo sufrir tal proceso por la Cueca. Se llamó Chilena".
de adecentamiento en esos escasos siete años. . .,
S,in embargo ,esto es otra cosa. La denommac1on de
Hasta aquí la historia de la Zamacueca en Chile. Chilena corresponde a otra etapa de la danza. Habiendo
Vayamos ahora a través del tiempo y la tierra pe salido de Perú. como se supone, como Zamacueca, toma
ruana. en Chile un aire especial, un temperamento diferente,
Sabemos que allí se llamó antiguamente de igual mo diríamos. Retorna luego a su tierra, rebautizada, y se
do, cambiándose luego su nombre por circunstancias es difunde como si fuera una danza distinta, con el nombre
peciales. Denomináronla también Chilena, IVIozamala, de Chilena. Se parecerá a la Marinera por su estrecho pa
Zanguaraña y Ecuador. rentesco, pero ambas diferirá1: en sus car�ctere�.. As1 se
Ricardo Palma escribe en 1883: ''La Zamacueca o ha dicho "que en tanto la Chilena denuncia facilidad de
Mozamala era un bailecito de mi tierra y que, nacido en vida, ufanía de triunfador, la Marinerct es alegría que se
Lima, no ha podido aclimatarse en otros pueblos''. Sin quiebra en un sollozo".
embargo, no fué así. En ese tiempo era popularísima en . .
Confirmará esto el arqueólogo Charles Wiener, qmen
Chile, Argentina, Bolivia y hasta en Paraguay. Nos dice viaja por Perú y Bolivia en 1875. Con referencia a los en
más ndelante Palma "que un arzobispo vió, de una ma tretenimientos sociales de los limeños, escribe: "Se danza
nera casual, bailar la Mozamala y, volviéndose al fami desde el Vals hasta la Chilena, el baile de tierra y la Za
liar que lo acompañaba, preguntó: -¿ Cómo se llama macueca". Ve luego un baile indígena que no es de su
este bailecito ?- La Zamacueca, ilustrísimo señor-. Mal agrado y añora: ''¡ Ah, qué lejos estamos de !ªCueca,
puesto nombre. Esto debe llamarse "la resurrección de la de la Chilena, o del baile de tierra que tan grac10samen te
carne". danza la criolla !" Y agrega: "En el Cuzco se baila, Y,
Zamacueca y Mozamala son sus títulos primitivos, mientras se ejecutan las danzas, los hombres y mujer�s
siendo el primero más popularizado, aunque acaso no el pertenecientes a la buena sociedad son de una elegancia
más antiguo. En 1879 durante el conflicto entre Perú, perfecta. Estas danzas, llamadas corno en la costa la. Cue
Chile y Bolivi;:i, fué abolido ese nombre de la danza y ca,
· Chilena . ..''
pasada la guerra, refiere Abelardo Gamarra, "se bauti En 1860 Paul Marcoy ve la Zambacueca en Laura
zó como Marincra, para desvincular ambas danzas". Acer marca, región de la Sierra peruana, entre las danzas del
ca de lo mismo manifiesta el ensayista peruano Luis Al país.
berto Sánchez: ''Cuando vino la guerra y el Perú fué de l\fax Radiguet anota entre 1841 y 1845, el nombre
rrotado, el orgullo patrio, sin poder desterrar aquella ex de varias "danzas nacionales plenas de carácter'' que se
presión coreográfica a la que ya había impregnado el bailan en Perú, destacando el de la Zamacueca. .
pueblo con su propio sentido, cambió el nombre, y nació Luego se repite aquí la suerte que sufriera en Chile,
la Marinera''. Este nombre le fué impuesto en honor de por ese mismo tiempo; mas aunque no !'le la proscribe di
la Marina de Guerra, por su heroica actuación. Sánchez rectamente, le cerrarán sus puertas las clases elevadas.
ÜANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 199
198 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
ada dentro
Aquellas g�n!es aun apegadas a las costumbres españo influencia indígena que en Chile y desarroll
de la Za
las, se sentiran sobresaltadas frente a aquel torbellino de de un clima de molicie, suavizó los esguinces
rines , urbani
danza, que aunque se la llame impúdica, no lo es tal, sino macueca, dulcificó el arrebato de los baila
corte sía· el vio-
.
sencillamente revolucionaria. Viene de un pueblo que quie zó lo agreste del espíritu cafre y untó de
lento ardor del campesino".
:e hacerse oír, que quiere hacer conocer su espíritu·' su indigenizada,
ignorada presencia. La Cueca boliviana, profundamente
del espír itu abor igen. En
Eran tiempos nuevos. Desde las regiones rioplaten posee la sobriedad y melancolía
es más senti ment al.
ses soplaban vientos de libertad hacia todos los rumbos cambio, la Zamba de Tarija
el nomb�e
refrescando las humilladas frentes americanas. Cada tie� Dijimos antes, que en Perú tuvo también
el escri
rr� surgía en sí misma, y con ella despertaban las voces de Zanguaraña, en cierto modo despectivo. Por
ás, fué conoci
mas puras del espíritu nativo. tor Manuel A. Fue'ntes, sabemos que adem
da con los de ''el Maieito y el Ecuador'', haci
a 1867 .
Cuando Raúl Porras Barrenechea expresa que so la Zam acue ca
bre el escenario limeño subió un día, golpeando desenfa No queremos concluir la historia de
vida tras hum ante ,
dadamente los tablones, el repiqueteado taconeo de la sin dar a conocer otro momento de su lle
inqu ietas nos han
M�z,amala, acompañada por el estrepitoso regocijo del de verdadero interés. Sus huellas
ajeno a su
ca!on Y el ronco lamento de la guitarra, allá por el 1820 vado hacia otro país que podría suponerse
mas que a la aparición de una danza, asistimos al des� influencia.
población
pertar de una raza. En 1881, Giovanni Pelleschi, al llegar a la
se detie ne en un mesó n, en cuyo
paraguaya de Humaitá,
�sornando su rostro moreno, su sonrisa ancha y su de ambos
alegria cascabelera en los umbrales del siglo XIX -tal interior encuentra a una cantidad de personas
hono res "a
vez antes- le bastó poco más de un decenio para ganar sexos y distintas clases sociales, haciendo los
la Zamb a na-
se cuatro pueblos. Dios le dió alas y gracia y los hombres la Cuadrilla francesa, al Vals ... (etc.) y a
la adoraron. ¿ Por qué? Porque ella es Pueblo y es Patria. cional".
ndas se
La Zamacueca es una y es diversa. De tierra a tierra Así fué la vida de la muy andariega. En vola
de la mont aña a la selva;
la diferencia más que en los giros y las vueltas está en el pasó del Pacífico al Atlántico,
meri diona l, con su extra or
espí�it� que la anima. La Zamba de los ar�entinos es recorrió en cruz la América
. e hizo el milag ro de borra r las
nostalgica, sentimental; su ritmo acaricia e invita al dinario don de ubicuidad,
a todos los paíse s en un solo y apre -
e?sueño. La Cueca que bailan nuestros criollos es alegre fronteras y de unir
sm excesos; de gracia chispeante y gentil vivacidad. tado haz.
Nuestra Chilena tiene aire y donosura. La dulce Cue COREOGRAFIA
quita del norte, hermanada con los aires indios, suspira
una honda congoja de quena, desamor y soledades. tiene mil
Es difícil decir cómo se baila la Zamba, porque ella
La casti�ísima Cueca chilena es festiva y jaranera ltad, detallando
v_or excelencia; derrocha entusiasmo y gallardía; es, en modos diferentes. Procuraremos superar la dificu
su forma más sencilla y corriente.
fm, _ un relampaguear de pañuelos, miradas ardientes y valseado
Se combinan durante el baile el paso cruzado y el
sonrisas.
La Marinera -dice L. A. Sánchez- "con mayor o doble cruzado.
ENTINAS 201
200 . CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARG
Zamba Alegre
No es ésta, como muchos creen una Zamba de movi
mientos más vivos. Tiene en cierto modo la forma de las
danzas graves-vivas, en este caso de neta factura criolla,
pues al lento del Minué, lo substituye el aire sereno de la
Zamba. El "allegro" se ej'ecuta con aire de Gato, como en
el Cuando.
Carecemos de noticias acerca de su antigüedad. Re
gionalmente, la ubicamos en el centro del país, preferen
temente Santiago del Estero.
Otras Danzas
cida en los salones como diversión. Es muy antigua, pro CAMPANA : Baile individual al estilo del Malambo,
bablemente, anterior a la conquista. Palma da noticias en con la diferencia de que el bailarín no tiene rivales. No
una de sus tradiciones de una Cachua ''escobillada" ' ha- se tienen noticias acerca del mismó en la actualidad. Car
cia 1605. los Vega dice que era ''conocido antaño en nuestras pro
"La Kashua fué la danza del amor --afirma Rigo vincias y en Chile colonial". En mayo de 1840, en un es
berto Paredes-. La ejecutaba la juventud soltera de am pectáculo de circo, ofrecido en Buenos Aires, un hombre
bos sexos, formando una gran rueda de personas que gi baila la Campana. Es la única noticia en lo que respecta
raban de uno a otro lado. en la cual cada varón, seguido a nuestro país. En cuanto a Chile, hay una referencia en
por la moza con quien mantenía relaciones amorosas, al el "Diario de residencia en Chile'' de María Graham, quien
verificarse los rápidos y generales movimientos de la rue refiriéndose a mi tal don Lucas, dice: "Tocó la guitarra y
da, bailaba a su vez con ella, agarr.1-ndola, algunos momen cantó algunas tonadas populares y bailó algunos bailes del
tos, de la mano y otros enganchándola del brazo, y hacién país, especialmente uno llamado la Campana, desco:nocido
dola dar vueltas aisladas, pero sin des-prenderse del círculo aún para mí, con animación y gracia. La Campana es pro
común ni alterar su orden. Las parejas se soltaban de las piamente un ''pas seul" (baile ejecutado por una sola per
manos, solo cnando marchaban enfiladas, zapateando y sona) y la letra incoherente y fralta de sentido. He aquí la
serpenteando por calles y plazas o cuando jaleaban en letra de la Campana :
tusiastas .... "
CACHUCHA: Baile popular andaluz, muy difundido
Al mar me arrojara
en América. Dice Mariano .Bosch que los cómicos españo por una rosa
les lo bailaban en los corrales del año cincuenta del siglo pero le temo al agua
XVIII en Buenos Aires. En 1826. figura en los sainetes que es peligrosa.
Repiquen las campanas
cr�oll�s, y en 1832 lo ,bailaban los Catón, una pareja de con el esq1dlón
ba1Jarmes franceses. "Sucesor del Fandango -dice el que si no hay badajo,
mencionado autor- era un bellísimo baile de la época, con el corazón.
aunque a veces licencioso i por demás atrevido en los movi Pescado salado,
mientos. Una pareja lo bailaba; tenía su composición y ar desecho ya a un lado
gumento pantomímico, que hacíanlo más interesante''. Fué repiquen las campanas
co�o el Fandango, prohibido varias veces. En la campaña de la Ccdedral.
oriental se bailaba junto al Cielito y el Pericón, por el año Por ve,r si te veo
1819. Muchos años después aun se lo prefería, pues Hila hermosa deidad,
rio Asca�ubi lo nombra en uno de sus relatos en 1842. Fué 1,m cfrivel que me diste
también muy popular en Chile. En 1840 brillaba en los es por la ventana
cenarios de ese país. en una jarra de oro
CACHUPINA: Danza rural chilena. lo tengo en agua.
CAER E: 1. Aretz halló su nombre en Monteros ' Tu- Repiquen las campanas
,
cum.an. de la Catedral.
206 CLOTILDE P. L. DE PIORNO {LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 207
CAÑAVERAL: Parecido al Cielito. Se baila aún en DON MATEO: Baile colonial limeño. Constaba de un
Chiloé (Chile) entre cuatro personas. serio y un allegro.
CARACOL: Se bailaba en 1835 junto con la Saju FANDANGO: Baile español popularizado en nuestra
riana, en Chile. tierra y en otros países de América. En 1747 fué prohi
bido por las autoridades eclesiásticas en Buenos Aires.
CARANCHO: Danza argentina perdida. La nombra
"Bailan el FANDANGO -consigna Curt Sachs- sol o
Ana S. de Cabrera.
dos personas, que no se tocan jamns, ni siquiera con la
CASCABELITO: Danza indígena peruana. mano. Pero cuando se observan los desafíos que una a
otra se hacen, ya retirándose, ya acercándose de nuevo;
CONEJO: Figura en el libro de Furt, quien expresa cuando se advierte cómo la mujer, justamente en el ins
que nunca lo vió bailar. Baile criollo en que la pareja da tante en que pareciera que va a ser vencida, se escurre de
vueltas imitando al animal, mientras se canta: pronto del hombre victorioso con renovada vivacidad ; có
mo la persigue aquél y cómo lo persigue ella luego; cuan
Salta conejo do se comprende que en todas sus miradas, sus gestos y
duro y parejo, fas posiciones que adoptan, expresan las variadísimas emo
pollera vieja ciones que los inflaman por igual ; cuando uno ve todo esto,
moditit rniquita no puede menos que confesar, con cierto rubor, que esta
wini paraiqui danza describe las batallas de Citerea con tanto realismo
nerrai quichu-coneja. como el estruendo final de los fuegos de artificio remeda
el tronar de los cañones ante una fortaleza sitiada''.
Fué conocido en Santiago del Estero. Se bailaba durante mucho tiempo en nuestro país,
como asirr¡ismo en Chile, Perú y Uruguay, en todos los
CHINCOLITO: Baile chileno de 1840. ambientes.
CHIR1IvIOYERO: Conocido antaño en Tucumán. Di- FANDANGUILLO: Baile español de aire vivo, se
ce I. Aretz que era otro baile "durante el cual los bailari mejante al descripto. Posee casi su misma historia. Se
nes se hacían ,el propósito de llorar y se escondían como bailó también en los ambientes rurales.
en el Escondido".
GAVIOTA: Baile chileno, conocido en 1840.
DANZA DE TRENZAR: Se ejecuta en el norte de
Jujuy, entre la época de Navidad y Reyes. Se baila en GUACHAlVIBE o Huachambe: Danza muy arraiga
torno a un palo, de cuya punta penden varias cintas, tan da en Chile, suponiéndose que sea su origen peruano. En
tas como bailarines haya. Cada uno tomará una cinta y Lima se bailaba en 1821 en los salones con la Mariquita.
así, yendo en una u otra dirección, realizarán primorosas En la misma época era popular en Chile y en 1850 aun se
figuras trenzando y destrenzando las cintas. Carlos Ve cultivaba j'unto a la Sajuriana.
ga se ocupa en detalle de la misma en el cuaderno Nº 10 HACTEO: Danza indígena peruana; baila una sola
de su serie de bailes argentinos. persona o muchas a la vez.
208 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA) DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 209
HUAYÑO o Huayno: Bella danza incaica que aun MARIPOSA; Popular en Lima en 1824, es menciona
mantiene firmemente sus prestigios,. ''Es de movimientos da por Palma.
vivos y bien acompasados y la bailan los indios con gran MECAPAQUEÑA: Danza regional boliviana. Fué
placer, sin dar muestras de cansancio por más que se re predilecta de la sociedad paceña. Viene su nombre de ha
pita" nos informa Villalba Muñoz. Es conocida además berse originado en el pueblo de Mecapaca.
de Perú y Bolivia, en el norte argentino. "Ha sido propia
mente el baile originario y primitivo de los indios. Lo eje MINERO: Cita Pereira S,alas, como popular entre
cutaban en los intermedios de las demás danzas indígenas 1840-1841 en Chile.
enfrentándose un hombre y una mujer en el centro de los
bailarines que hacían rueda. Al presente se da el nombre NEGRITO: Entre ''Las danzas de nuestras abuelas''
de Huayñn a una singular mezcla de las antiguas danzas en 1887, nombra Vicuña Mackenna "al travieso NEGRI
denominadas Agua de Nieve, Moza Mala, bolero, en cier TO", característico en Chile, en la cual ''las parejas se
tas figuras y en otras se nota la influencia manifiesta de salían del salón persiguiéndose recíprocamente corno en
la Muñeira gallega. Todas estas figuras las han arreglado la gallina ciega". En Perú hubo un baile indio de igual
a la manera de ser y al tono del gusto nacional". (R. Pa nombre. No sabemos si es la misma danza.
redes). OLETAS: En 1824 lo anota el capitán francés La
HUELLERO y Huellera: La cita I. Aretz, suponiendo fond, como característico chileno.
sean una misma cosa. Obtuvo ligeras menciones en Río PALOMITA o Paloma: Existió entre nosotros una
Chico, Tucumán. No pudo saber de qué baile se trataba, danza de ese nombre. No hemos obtenido referencias ni
ni si tendría algo que ver con la Huella. Por nuestra par coreografía. Se llama así, también, un baile típico para
te, tenemos noticias de que la Huellera fué conocida en una guayo y en Chile, antes de mediados del siglo pasado se
región bonaerense. La hemos visto ejecutada por bailari hizo popular un aire de ese nombre.
nes profesionales, sin encontrarle parecido con la Huella. PASPIE: Danza europea de Bretaña del Norte, po
Su coreografía nos pareció bastante curiosa. pularizada en América. Se bailó antaño en nuestro país.
LANCHAS: "Se bailaban por una sola pareja -dice Furt recogió su nombre y Ascasubi en una de sus obras:
Vicuña Mackenna- y fueron inventadas por el caden Mientras seguía el PASPIE
cioso movimiento de éstas, en la época del bloqueo :!1 Ca un baile muy antiguallo . . .
llao, por el Almirante Spilberg, en 1615; sobrevivieron a
la Colonia. PUNTO: Típico en Lima, en la época colonial. ''Bai
MAISITO, Maicito o Maisillo: Danza popular chile le muy alegre, pero no para estrados serios'' dice Manuel
na, más o menos en 1840. Se llamó así también la Zamba A. Fuentes.
en Perú. RUMIMAYUMANTA: Baile perdido, cuyo nombre
MARINERO: Se bailó junto con la Resbalosa en sólo se recoge en Santiago del Estero, según Furt. Signi
1838 en Chile. fica en idioma quechua "piedra del río".
210 CLOTILDE P. L. DE PIORNO (LA ÑUSTA)
DANZAS TRADICIONALES ARGENTINAS 211
S>EGUIDILLA o Sirilla: Baile de directo origen his
pánico, difundido en América. "Las cuatro parejas se si <lose las notas. finales más bien como quien llora que co
túan en sendas esquinas -informa Sachs- y mientras mo quien canta''. Fué igualmente conocida como baile.
danzan uno frente al otro imitan los movimientos princi Sin embargo no fué la canción en sí una creación de
pales del Fandango". Rosquellas, ya que hay una antigua canción española y
portuguesa de igual nombre, que también arraigó en Bra
SEÑORITA: ''Es otro de los bailes criollos recorda sil.
do entre los músicos de edad'' -apunta I. Aretz-. Según
�lgunos habría sido similar al Remedio; según otros, se TONDERO: Danza peruana. Julio Aramburu, en
asemejaría más bien a la Zamba; y para terminar de "Voces de supervivencia indígena", lo define como "baile
aclarar en El Brete (Salta) un músico me aseguró que que se realiza con un jarro en la mano".
se bailaba con dos entradas como las del Bailecito (aba VIDALAI: La vió bailar en Copiapó el escritor chile
jeño) y una media vuelta o cambio de sitio. Se cantaba no Jotabeche, en 1842, durante el carnaval de los mineros.
el siguiente estribillo: Estos -narra- "visitan las chinganas, donde tomándose
Ay, señorita, sí, de las manos las enamoradas pare}as, forman una gran
ay, señorita, no, rueda para danzar. Este antiguo baile se ejecuta al son
déme de su pecho un ramo lastimero de una flauta que, oída desde lejos, más bien ins
ay, señorita". pira tristeza y ternura que entusiasmo. Al escuchar esa mú
sica, los mineros que tanto gustan de divertirse con inter
TIRANA: Pablo Rosquellas, cantante de origen ca medios de camorra, aplacan su ira; buscan a su enemigo,
talán que llegó al Río de la Plata, entre 1822 y 1823, y que le presentan cual de oliva, un ramo de albahaca y le con
era a la vez músico discreto, füé, según destaca Mariano vidan a tomar un lugar en el círculo danzante''.
Bosch, el autor de la música de la Tirana, la que según la
ZAPATEO o Zapateado o Zapatera: Baile de origen
tradición tuvo por letra una hermosa composición del poe
español, popular en 1824 en Chile.
ta porteño Juan de la Cruz Varela. Fué la Tirana suma
mente popular. En 1824 la cantaba la célebre Angelita ZIQUIMIRIQUI: Danza de la gente campesina de
Tanni en Buenos Aires ; en 1836 los esposos Casacuberta; Chile.
también lo hacía el autor con gran éxito. La danza, que no
sabemos si se adaptó de inmediato, o posteriormente, tuvo
bastante difusión ,en nuestra tierra. En 1890 más o menos,
figura entre los bailes criollos más característicos, en una
evocación debida a la pluma de Ricardo Rojas, allá por
tierras santiagueñas. Isabel Aretz obtuvo noticias sobre
la Tirana en Tucumán, donde, según expresa "es mencio
nada como canción y como baile''. En Chile tuvo también
su auge hacia 1835. Acerca de ella escribe Barros Grez
que "cantábase en aquella época la TIRANA, prolongán-
BIBLIOGRAFIA
Pág.
Pág.
)y /
Se erminó de imprimir
t
e l dfa 14 de agosto
de 1951,
/ ,,
Domínguez
en los talleres gráficos de A.
Arg.)
calle 7 -160, La Plata (R ep.
�tJ
: -�V.
,v;½