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La 

vigilancia epidemiológica está considerada una de las 5 funciones básicas


de la salud pública, y es la mejor herramienta con la que contamos para
prevenir epidemias.   Porque un sistema efectivo de vigilancia
epidemiológica permite identificar problemas de salud y facilita el control y
resolución de los mismos.

El éxito actual de la salud pública es en buena medida el éxito de la vigilancia


epidemiológica, uno de los métodos del campo de la epidemiología que más ha
contribuido al progreso de la humanidad y a la mejora de la calidad de vida.

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¿Qué es la vigilancia epidemiológica?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de
EE.UU (CDC por sus siglas en inglés) han acuñado la definición más popular
de vigilancia epidemiológica, considerando que es la:

Recolección sistemática, análisis e interpretación de datos de salud necesarios


para la planificación, implementación y evaluación de políticas de salud
pública, combinado con la difusión oportuna de los datos a aquellos que
necesitan saber.

Esencialmente, la vigilancia epidemiológica implica la recolección de datos


sobre un problema de salud, su análisis y posteriormente la utilización de los
mismos en la prevención de enfermedades y en la mejora de las condiciones
de salud de la población.

Objetivos de la vigilancia epidemiológica:


 Tener un conocimiento actualizado sobre el crecimiento y
comportamiento de una enfermedad.
 Determinar el riesgo de contagio.
 Formular, implantar y evaluar medidas de prevención.
 Detectar posibles cambios en la incidencia de las enfermedades.

Para ello primero hay que pasar por un proceso de recolección de datos que
luego serán analizados e interpretados. En base a la información obtenida
se tomarán decisiones sobre las medidas a ejecutar y se diseminará la
información para que sea de conocimiento público.
¿Qué tipos de vigilancia epidemiológica
existen?
Se habla de tres tipos fundamentales:

 Vigilancia pasiva
 vigilancia activa
 Vigilancia epidemiológica especializada o centinela

Vigilancia pasiva
En este tipo de vigilancia son las propias instituciones de salud las que envían
reportes sobre las enfermedades a los encargados de la vigilancia
epidemiológica.

No se busca información activamente sobre una enfermedad, sino que se


recopila y analiza la información que llega a través de los diferentes miembros
de la red de vigilancia.

La cooperación entre hospitales, centros de salud, laboratorios y profesionales


privados es esencial en el éxito de la vigilancia epidemiológica pasiva.

Aunque la OMS considera que es un tipo de vigilancia menos costosa que


otras, el hecho de que necesite la acción coordinada de tantos actores hace
que se corra el riesgo de pasar por alto datos importantes.

Vigilancia activa
En la vigilancia epidemiológica activa el personal a cargo de la vigilancia busca
activamente información sobre la enfermedad que es objeto de
investigación.

Se contacta al personal médico, se visitan los centros de atención sanitaria y se


analizan los registros de salud en busca de indicios de la enfermedad.

Si se detectan casos sospechosos, se toman muestras y se envían a los


laboratorios para su análisis. Como parte de la vigilancia activa, también se
informa rápidamente a las autoridades competentes por medio de los canales
previamente establecidos.

Vigilancia epidemiológica especializada o


centinela
Un sistema de vigilancia centinela utiliza datos de alta calidad, recopilados
en centros especializados que se seleccionan cuidadosamente.

Ya anteriormente habíamos mencionado que en la vigilancia pasiva se


recopilan datos de la mayor cantidad de fuentes posibles y en la activa se
contacta con todos los actores que puedan ofrecer información sobre posibles
casos con los que han estado en contacto. Sin embargo, en la vigilancia
centinela se selecciona cuidadosamente a los miembros de la red de vigilancia
porque la importancia está en la calidad de la información.

Generalmente participan centros y profesionales especializados en la


enfermedad bajo vigilancia y laboratorios diagnósticos de alta calidad.

¿Cuándo se lleva a cabo la investigación?


No todas las enfermedades son objeto de investigación y vigilancia.
Normalmente se hace cuando se trata de una enfermedad prioritaria, cuando la
frecuencia excede de la usual, si no existe una fuente común de infección, es
de mayor gravedad o es una enfermedad desconocida.

Esto se da básicamente en tres casos:

 Epidemia: la enfermedad tiene una incidencia que excede de lo normal.


 Endemia: afecta a una zona geográfica determinada.
 Brote: cuando dos o más casos de una misma enfermedad están
relacionados entre sí.

Aunque la medicina ha avanzado mucho, siguen y seguirán apareciendo


enfermedades que puedan tener una mayor incidencia sobre la población y
tener consecuencias graves sobre la salud de los afectados, por lo que
la vigilancia epidemiológica es una actividad que seguirá siendo
prioritaria de cara al futuro.

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