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Este tipo de marketing te hace reflexionar sobre los valores de la compañía para saber de
dónde partimos y hasta dónde queremos llegar.
Marketing operativo
Sobre las diferencias entre marketing estratégico y operativo, el segundo es más visible,
puesto que opera en plazos de tiempo más cortos. A pesar de esto, hay que tener en
cuenta que una estrategia de marketing operativo dependerá de la calidad del marketing
estratégico realizado previamente para que funcione.
Con el marketing operativo se pasa a la acción para conseguir los objetivos fijados. Por
tanto, podríamos decir que se basa en traducir el plan de marketing estratégico en
una serie de decisiones tácticas complementadas con políticas de producto; precio,
distribución y comunicación que sirvan para garantizar la compra del producto por parte
del público objetivo seleccionado.
En resumen, podríamos decir que se trata de definir cuáles son las características de
tu producto o servicio y fijar el precio adecuado. También de seleccionar cuáles serán
los intermediarios a través de los cuáles distribuirlos y definir a través de qué medios la
empresa dará a conocer estas cualidades que la distinguen de la competencia.
Una vez definidos estos conceptos, el siguiente paso consiste en ejecutar este plan de
marketing. Este proceso requiere coordinación por parte de los distintos departamentos
de la empresa.
En este sentido, el primero busca conocer a sus consumidores. Saber cuáles son sus
necesidades actuales y futuras. Busca analizar el mercado para encontrar nuevos nichos
para orientar la empresa hacia las oportunidades que encuentre.
MARKETING LATERAL
Marketing efectivo
Lo primero que se debe hacer es definir los objetivos que se quieren alcanzar en el
negocio. Las metas deben ser claras, directas y sobre todo medibles. Recuerda: lo que no
se mide, no se puede mejorar.
Después será necesario definir los perfiles de los clientes. ¿Quién es tu cliente? es una
cuestión fundamental que no muchos negocios suelen plantearse. ¿Qué hábitos de
consumo tiene?, ¿qué preocupaciones?, ¿qué soluciones le puedes brindar? ¿porqué
este cliente decidió comprar con nosotros y no con la competencia?
También es necesario seleccionar cuál será nuestra oferta de valor. Es decir, definir
aquello que nos va a diferenciar del resto de los competidores. Puede ser algo tan sencillo
como la ubicación, algún producto específico, o algo tan complejo como conocer el primer
nombre de todos tus clientes de mostrador.