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La primera medida tomada por el presidente Trujillo en relación con la ciudad de San Pedro de
Macorís fue comunicarle a su ayuntamiento, a través de un telefonema del Secretario de Estado
de Interior y Policía, Jacinto B. Peynado, su deseo de que no se proceda a la designación de
empleados municipales mientras no se comunique a esta Corporación aviso de que se ha
concertado entre los directores de partidos la forma de distribuir los referidos cargos conforme al
pacto orgánico de la Confederación y con propósito de asegurar del mejor modo la eficiencia de
los servicios municipales en esta Común.
Otra de las primeras medidas de Trujillo en relación con Macorís del mar fue la que tomó a raíz del
huracán San Zenón. El Ayuntamiento, en Sesión Extraordinaria de la Sala Capitular del día 5 de
septiembre y en coordinación con el Gobernador Provincial Francisco Augusto Cordero, creó un
fondo para ayudar a los damnificados de la Capital. Este fondo se uniría a otro producido por una
recaudación popular que a iniciativa de la Gobernación Provincial se había hecho entre gente del
pueblo y casas comerciales, siendo la aportación más notable la del señor José Armenteros, que
ascendió a la suma de doscientos pesos (RD$200.00). P. 531.
Ante esa situación, Trujillo, sin pérdida de tiempo, le envía al ayuntamiento una carta de fecha 10
de septiembre, la cual obliga a la Sala Capitular a convocar de urgencia a una Sesión Extraordinaria
a celebrarse el día 12 a las 5 PM, con el único propósito de conocer el contenido de esta. En esa
carta Trujillo le recomienda al ayuntamiento que no siga invirtiendo el dinero recolectado para
fines benéficos en ninguna clase de gastos, sino que se le remitiera en efectivo al señor Tesorero
de la Cruz Roja, Lic. Roberto Desprade y expresando deseo que el ayuntamiento se dirigiera a los
demás ayuntamientos de la Provincia exponiéndoles lo dispuesto en dicha carta.
2- formación de Trujillo.
En 1916, tras la intervención estadounidense, el ejército de ocupación pronto creó una «Guardia
Nacional». En 1918 y viendo en ello una oportunidad, Trujillo se integró en la recién fundada
institución militar y pronto fue promovido a segundo teniente. El 11 de enero de 1919, fue
ascendido nuevamente y prestó juramento, convirtiéndose en el teniente número quince de los
dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional.27
En 1920, ya con el grado de teniente, fue sometido a un juicio militar por violación y extorsión a
Isabel Guzmán, una menor de 16 años, pero fue exonerado de culpa. En 1921 ingresó en
la Academia Militar fundada por el ejército de ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese
mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís.
En 1922 fue trasladado al Cibao y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís, fue
ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular en el escalafón
militar, pero explicable debido a los servicios prestados por Trujillo al ocupante estadounidense.
Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, la cual más tarde pasó
a ser Policía Nacional Dominicana, de la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10.ª
Compañía.
En 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como
estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a pesar de su
formación militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas. En su vertiginosa carrera
en la milicia, llegó al grado de mayor y cuando las tropas de EE. UU. abandonaron el país en 1924,
dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integró en la Brigada Nacional, institución creada para
reemplazar la Guardia Nacional y ascendió al grado de general.
4- elecciones de 1934
En febrero de 1934 se celebró una convención para elegir a Trujillo nuevamente candidato a
presidente por el partido dominicano. El 16 de mayo de ese año y sin ninguna oposición política se
celebraron las elecciones nacionales con Trujillo como único candidato. El 16 de agosto asumió el
poder por segunda ocasión consecutiva, esta vez llevando a Jacinto Bienvenido Peynado como
vicepresidente.
5- la matanza de haitianos en 1937
A principios de enero de 1938 el presidente Rafael L. Trujillo anunció sus firmes propósitos de no
aceptar un tercer período, no obstante, el insistente reclamo popular. En cambio, propuso la
fórmula Lic. Jacinto B. Peynado, presidente y Manuel de Js. Troncoso de la Concha, vicepresidente.
Apoteósicas manifestaciones pidiendo que el jefe desistiera de esta idea se efectuaron en todo el
país, sin lograr materializar las aspiraciones de los organizadores, ya que Trujillo ratificó
públicamente su inquebrantable decisión de entregar el poder.
El Partido Dominicano (PD), brazo político del incipiente dictador, en medio de la mayor tristeza,
dando pruebas de organización disciplinada, acató al fin la postura de Trujillo, y en una
convención efectuada a fines de febrero del mismo año, proclamó el binomio Peynado-Troncoso.
En las elecciones del 16 de mayo los resultados finales fueron arrolladores para el PD, al obtener
319,680 votos contra ninguno, decretándose automáticamente el triunfo de Peynado. Al vencer el
plazo establecido y haciendo galas hombre apegado a los principios constitucionales, Trujillo
entregó humildemente el mando haciendo la transmisión pacífica. A su vez, Peynado, para
corresponder a las bondades del jefe, le confirió los mismos privilegios que le corresponderían si
fuera el titular de la Presidencia de la República.
A su madre y a su esposa le otorgó el tratamiento de Primeras Damas de la República, y en tal
sentido, hubo tres primeras damas en el país, contando con la esposa del propio Peynado.
Además, ninguna novedad ocurrió en el Palacio Nacional, ya que el generalísimo siguió como de
costumbre, dando órdenes y emitiendo decretos y disposiciones.
A principios de marzo de 1940, poco antes de cumplir dos años de ejercicio presidencial, Peynado
falleció, convirtiéndose en el primer presidente que muere por causa natural en plena función. Le
sustituyó el vicepresidente Troncoso de La Concha, que continuó la línea de su antecesor, dejando
todas las atribuciones que le pudieran corresponder en manos de Trujillo.
Para que el jefe realizara con la mayor eficiencia sus responsabilidades, le fue creada una nueva
cartera dentro del gabinete: La Secretaría de Estado del Despacho del Generalísimo. Además, el
gobernante promulgó una ley que dispuso que en las escuelas y oficinas públicas se colocara el
retrato del generalísimo al lado de los de los Padres de la Patria y que siempre que se imprimiera o
grabara la efigie de los próceres se pusiera junto a ellos la efigie de Trujillo.
En enero de 1942 el Congreso acogió la sugerencia del Generalísimo para que las mujeres
quedaran en condiciones de concurrir a las urnas en las elecciones del año siguiente. La misma
reforma suprimió la vicepresidencia de la República y extendió el mandato presidencial a 5 años.
Trujillo concurrió como candidato único y obtuvo un total de 581,937 votos, lo que aumentó
considerablemente, como se esperaba, con el voto femenino.
Una propuesta del presidente de la Cámara de Diputados, Manuel A. Peña Batlle, en el sentido de
que se entregara inmediatamente el Poder a Trujillo después de las elecciones, fue secundada en
todos los rincones del país. El presidente Troncoso accedió a tan patriótica iniciativa y renunció a
la primera Magistratura del Estado el 17 de mayo y de inmediato Trujillo asume la alta posición.
La decisión de renunciar a optar por un nuevo período presidencial fue atribuida por los áulicos de
Trujillo a su interés por el fortalecimiento institucional del país, en realidad la declinación
obedeció al escándalo internacional que provocó la matanza masiva de haitianos en la zona
fronteriza.
El poder de Trujillo no era inmortal; en los 1950's El Jefe comenzó a perder el apoyo de otros
países. Muchos, incluso la Iglesia Católica, el gobierno de los Estados Unidos, y la clase superior
dominicana, comenzaron a observar a Trujillo. Además, sus esfuerzos a asesinar al presidente
venezolano Rómulo Betancourt debilitaron sus conexiones con el gobierno de los Estados Unidos.
Antitrujillistas, los que se oponían a Trujillo, cooperaron con la Agencia de Inteligencia Central
(CIA) de los Estados Unidos en un esfuerzo a asesinar al dictador. La CIA les dio los rifles, pero hizo
poco más (para no parecer muy conectados con la muerte de Trujillo). El plan fue conspirado por
oficiales políticos y militares, y hasta algunos parientes de Trujillo participaron. El 30 de mayo de
1961, mientras viajaba por la carretera a San Cristóbal para visitar a una de sus amantes, Trujillo
fue asesinado.
9- Crisis política en el país después de la 2da guerra mundial
Pasaron seis años de terminada la guerra en Europa y recién en 1924 República Dominicana
recuperó su soberanía, cuando con nueva Constitución se convocaron a elecciones y fue elegido
presidente Horacio Vásquez. Pero, tres años después, mediante artilugios y con el apoyo del
Congreso, Vásquez extendió su mandato a seis años, en vez de los cuatro que mandaba la Carta
Magna.
La situación económica del país no era buena pues el precio del azúcar se puso por debajo de un
dólar por cada libra y eso redujo sustancialmente los ingresos del fisco. Con ese panorama se las
ingenió Vásquez para mantenerse en el poder hasta mayo de 1930, cuando terminaba su
mandato.
La oposición no estaba segura de que el gobierno respetaría las reglas de juego, dada la forma
como Vásquez había atentado contra los principios constitucionales y presagiaban que también
manipularía los resultados de las elecciones.
A tres meses para las elecciones el abogado Rafael Estrella Ureña promueve un levantamiento
contra el gobierno. La Guardia Nacional apoyó tácitamente el golpe de Estado al negarse a
obedecer la orden del presidente para develar el alzamiento.
Disminuido en su poder, Horacio Vásquez decidió abandonar el país, no sin antes nombrar a Rafael
Estrella como presidente provisional hasta que se realizaran nuevas elecciones.
Efectuadas las elecciones en el mes de mayo, con el apoyo de su Partido Dominicano, Rafael
Leónidas Trujillo fue elegido de manera inobjetable dado el altísimo porcentaje de votación que al
finalizar la cuenta de los votos llegó al 95%. Se dice que Trujillo coaccionó a los miembros del
Poder Electoral y a sus opositores. Sin embargo, las elecciones se declararon válidas y Trujillo
asumió la presidencia de la República.
En mayo de 1947 se celebraron nuevas lecciones matizadas con fuertes críticas internacionales
sobre el carácter dictatorial del gobierno, lo que obligó a Trujillo a montar una farsa. En dichas
elecciones participaron tres partidos políticos, el Partido Nacional Laborista, el Partido Nacional
Democrático y el Partido Dominicano, quienes llevaban de candidato a Rafael Espaillat, Francisco
Prats Ramírez y Rafael L. Trujillo respectivamente. Trujillo terminó ganando el certamen con el
90% de los votos.
11- que sucedió en cayo confites durante la tiranía trujillista
El Banco Central de la República Dominicana fue creado por la Ley Monetaria y Bancaria de 1947
como el banco central de la República Dominicana, y es responsable de regular el sistema bancario
y monetario del país.
El Banco Central de la República Dominicana fue creado el 9 de octubre de 1947 por orden del
entonces presidente Rafael Leónidas Trujillo, de conformidad con la Ley Orgánica No.1529, e inició
sus operaciones el 23 de octubre del mismo año, instituyéndose como una entidad
descentralizada y con plena autonomía. En la actualidad se rige por la Ley Orgánica No. 6142
del 29 de diciembre de 1962 y sus modificaciones.2
El órgano superior del Banco Central es la Junta Monetaria, integrada por nueve miembros
designados por el Poder Ejecutivo:
Tres miembros exoficio, que son el Gobernador del Banco Central, quien preside la Junta, el
Ministro de Finanzas y el Superintendente de Bancos.
Seis miembros titulares con sus respectivos suplentes, de reconocida probidad, experiencia y
conocimientos en materia monetaria, bancaria y económica, así como con experiencia en asuntos
relacionados con la producción nacional.
Emisión de billetes
Con el fin de cumplir con la función de mantener el valor de la moneda, el Banco Central tiene el
monopolio de la emisión de moneda legal, por lo tanto, el Banco Central, dependiendo de las
condiciones económicas del país (inflación, desempleo, etc.), decide emitir más billetes o, por el
contrario, recoger parte de los que se encuentran en circulación. Para la emisión de billetes
influyen otras variables no necesariamente relacionadas con la economía, por ejemplo, el grado de
deterioro de los billetes que se encuentran circulando. En una economía abierta, el Banco Central
también administra las reservas internacionales que los países tienen. Las reservas internacionales
son recursos que los estados poseen y que se encuentran invertidas en oro o en monedas de otros
países.
En 1952, de nuevo se celebraron elecciones con un solo candidato, el hermano del dictador,
Héctor Bienvenido a Trujillo Molina, quien ganó con la totalidad de los votos.
¿CÓMO era la relación entre la Iglesia Católica y Trujillo? Un analista político declaró: “Durante la
larga era de Trujillo, de 1930 a 1961, la Iglesia y el Estado en la República Dominicana eran
instituciones que se ayudaban mutuamente: el dictador favorecía a la Iglesia y esta, a cambio,
apoyaba al régimen”.
En 1954, Trujillo viajó a Roma y firmó un concordato con el Papa. Germán Ornes, que había sido
confidente de Trujillo, escribió: “Dado que la Iglesia dominicana defiende de manera incondicional
a Trujillo, ha sido una gran fuente de apoyo para ‘el jefe’. El clero, encabezado por los arzobispos
Ricardo Pittini y Octavio Beras, es el mayor propagandista del régimen”.
Ornes sigue diciendo: “En cada propicia oportunidad el Papa envía [telegramas con] saludos para
Trujillo. [...] En 1956, al Congreso de la Cultura Católica, reunido en Ciudad Trujillo bajo los
auspicios del Benefactor, el Cardenal Francis Spellman llevó, como representante especial del
Papa, un caluroso mensaje. El Cardenal Spellman viajó desde Nueva York y fue recibido
triunfalmente por el mismo Generalísimo. Su cordial abrazo fue desplegado al día siguiente en las
primeras páginas dominicanas”.
En 1960, la revista Time informó: “Hasta ahora, Trujillo y la Iglesia se han llevado bien. El arzobispo
Ricardo Pittini, primado de América, tiene 83 años y se ha quedado ciego, pero hace cuatro años
envió una carta al New York Times en la que alababa a Trujillo y afirmaba que ‘el “dictador” cuenta
con la estima y honra de su pueblo’”.
Sin embargo, según iba cambiando el panorama político, la Iglesia Católica fue modificando su
postura, aunque había apoyado lealmente la violenta dictadura de Trujillo durante treinta años.
Un analista explica: “A medida que la oposición a la dictadura aumentó y se hizo un intento por
establecer la democracia en el país, la Iglesia, que por mucho tiempo había estado de parte de
Trujillo, se vio obligada a cambiar de bando”.
Al final, en el 2011, la Iglesia tuvo que pedir perdón al pueblo dominicano. Una carta pastoral
citada en el periódico Dominican Today declaró: “Confesamos haber cometido nuestros errores y
no siempre haber estado a la altura de nuestra fe, vocación y responsabilidades, y por ellos
pedimos [...] perdón y recurrimos a la comprensión e indulgencia de todos los dominicanos y
dominicanas”.
El 14 de junio de 1959, se tenía prevista la expedición por Constanza, Maimón y Estero Hondo, que
iniciaba el proceso revolucionario que derrocaría al régimen de Trujillo. Para esta fecha no se pudo
realizar lo planificado, sino que solamente se pudo aterrizar en Constanza y de la manera más
inapropiada.
En esa fecha llega a Constanza el primer grupo de guerrilleros a las 6:20PM, en un avión pintado
con las siglas de la fuerza aérea de Trujillo. El aterrizaje se produjo en el aeropuerto militar de
Constanza. Este contingente estuvo comandado por Enrique Jiménez Moya y el cubano Delio
Gómez Ochoa. En el avión, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez y el expedicionario
dominicano Juan de Dios Ventura Simó, ex capitán de la Fuerza Aérea Dominicana, vinieron 56
combatientes. El aparato emprendió vuelo después de dejar en tierra a los expedicionarios.
Al pisar tierra dominicana, Jiménez Moya y sus acompañantes intercambiaron disparos con
militares que se acercaron al aparato para indagar sobre el aterrizaje. Al dejar precipitadamente el
avión, dejaron sus equipos y armas, luego se dividieron en dos grupos, uno de 33 hombres que
marcharon hacía El Río y Tireo, y otros, 20, que fueron a Los Botados.
El aterrizaje debió realizarse inicialmente en San Juan de la Maguana, pero las condiciones
atmosféricas imperantes en ese momento en la República Dominicana obligaron a los
expedicionarios a dirigirse hacia Constanza. Luego se internaron en las montañas. El arribo del
avión se había coordinado con la llegada simultánea de lanchas que conducían a los demás
expedicionarios, pero se presentaron inconvenientes que retardaron el desembarco marítimo.
El 17 de junio fue detenido Rafael Tomás Perelló, declarando a Ranfis sobre los desembarcos y
sobre Ventura Simó. El día 19 de junio de 1959, habían sido capturados y eliminados 20
guerrilleros; el 20 de junio eran 42 los muertos y dos los presos. El piloto Ventura Simó fue
torturado y asesinado.
El 20 de junio desembarcaron por Maimón y Estero Hondo de dos lanchas: a) la "Carmen Elsa",
capitaneada por los griegos Bellelis y Theodokakis, que trajo 121 combatientes, y La "Tinina",
capitaneada por Francisco Martín Fernández, que trasladó 48 expedicionarios, escoltadas ambas
naves por la fragata cubana Máximo Gómez de Cuba. Los 121 hombres del yate "Carmen Elsa"
desembarcaron por Maimón, y estaban comandados por los doctores José Horacio Rodríguez
Vásquez y Virgilio Mainardi Reyna; los del yate "Titina" eran 48 expedicionarios comandados por
Rafael Campos Navarro y Víctor Manuel Mainardi Reyna (a) Silín, quienes desembarcaron por
Estero Hondo.
La mayoría de los expedicionarios capturados por el régimen de Trujillo fueron torturados en las
cárceles del gobierno, especialmente en «La 40» y en «El 9». Sobrevivieron a la gesta de junio los
dominicanos Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y los cubanos
Delio Gómez Ochoa y el jovencito Pablito Mirabal
19- represión
Esta pregunta es contestada por Ciro Bianchi Ross, quien al decir del portal cubano EcuRed, es un
“destacado intelectual cubano. Consagrado periodista, su ejecutoria profesional por más de
cuarenta años le permite aparecer entre los principales artífices del periodismo literario en la Isla.
Cronista y sagaz entrevistador… Ha publicado, entre otros medios, en la revista Cuba Internacional
y el diario Juventud Rebelde, de los cuales es columnista habitual.”
Hace algún tiempo, Ciro Bianchi escribió en el periódico Juventud Rebelde y más recientemente
Prensa Latina publicó su artículo ampliado, sobre el secuestro y la desaparición de Mauricio Báez.
Un episodio de nuestra vida republicana que siempre ha estremecido el alma nacional y revive la
memoria histórica de ese trágico y doloroso acontecimiento.
Su versión es que el cabecilla del secuestro de Mauricio Báez fue el convicto asesino cubano
Casimiro Eugenio Rodríguez Cartas, quien tenía el prontuario criminal de haber dado muerte a un
alcalde de Cienfuegos y a un hombre en Santa Clara.
Siendo parlamentario, Rodríguez Cartas mató a su compañero de hemiciclo Rafael Frayle
Goldaras. Valiéndose de su inmunidad parlamentaria se fue a Santo Domingo, donde recibió la
protección de Trujillo. A su regreso a Cuba ya era uno de los hombres de Trujillo en esa isla, quien
le había ordenado el secuestro de Mauricio Báez.
“Bajo un pretexto banal”, tres individuos al servicio de Rodríguez Cartas hicieron salir a Mauricio
Báez de la casa donde habitaba, montándose este en el vehículo de los secuestradores,
desapareciendo para siempre.
Ya secuestrado, Mauricio Báez fue trasladado a la finca de Wajay en La Habana, propiedad de
Casimiro Eugenio Rodríguez Cartas, y luego fue llevado a Camagüey. De allí fue conducido a
República Dominicana en un avión que se cree partió desde la pista que el exjefe del ejército
cubano, Genovevo Pérez Damera, tenía en su finca La Larga. Hasta aquí la versión de Ciro Vianchi
Ross.
El secuestro y traslado de Mauricio Báez a Santo Domingo, que culminó con su asesinato en tierra
dominicana, coincide con el modus operandi de Trujillo, quien varios años después llevó a cabo
una operación con características similares, que fue el secuestro en Nueva York del profesor de la
Universidad de Columbia e informante del FBI y la CIA, el ciudadano español de origen vasco, Jesús
de Galíndez, quien fue trasladado y posteriormente asesinado en República Dominicana, por
haber escrito un libro antitrujillista.
-secuestro de jesus de galindo
Repercusiones
Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le
trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las Mirabal causó
gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo
dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción
contribuyó a despertar conciencia en el público, y finalmente culminó con el asesinato del dictador
el 30 de mayo de 1961.
-fin de la dictadura de Trujillo
A 55 años del hecho, la eliminación física del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, permanece
en la memoria de la colectividad nacional. Recuerda la caída de la cabeza que mantuvo un régimen
de opresión durante más de 30 años. La noche del 30 de Mayo de 1961, un grupo de dominicanos
puso fin al Tirano.
El hecho es el acontecimiento que dio origen al nacimiento del proceso de lucha por la
instauración de la democracia en República Dominicana. El camino no ha sido fácil. Ha tenido que
enfrentar múltiples dificultades y crímenes contra la vida institucional, pero nada pudo impedir el
proceso.
Nuestro pueblo sufrió el derrocamiento del primer Gobierno electo de manera democrática tras la
caída de la dictadura de Trujillo, encabezado por el Presidente Juan Bosch y el vicepresidente
Segundo Armando González Tamayo. Como consecuencia del atentado contra la democracia
resurgió la represión, el sacrificio de la guerrilla de 1963, y la herida de la guerra civil de Abril de
1965, que dejó como saldo miles de muertos y la humillación que constituyó la invasión del
territorio nacional por botas extranjeras. Pero con los hechos no pudieron postrar al pueblo
dominicano. A 55 años celebra la vida en un Gobierno democrático.
Quedaron atrás los días de la incertidumbre. Podemos celebrar entre los logros el respeto a la
voluntad popular como un proceso institucional expresión de la vida democrática. Podemos
celebrar la libertad de expresión como un derecho inalienable y la libertad de escoger la
preferencia política.
En el país impera la confianza en el régimen democrático. Hoy, como es el Día de la Libertad,
estamos en el deber de reafirmar el compromiso de confiar en la democracia como un mecanismo
garante del desarrollo en un ambiente donde se respetan los derechos humanos, y en el que es
posible producir las transformaciones que requiere la sociedad dominicana para combatir la
pobreza extrema y las desigualdades sociales que obstaculizan el desarrollo. Creemos es necesario
continuar sin pausa en procura de ese objetivo.
Vale reiterar que 55 años de lucha por la democracia es un tiempo suficiente para que el pueblo
haga sus aportes para que veamos como un objetivo permanente las transformaciones que
requiere República Dominicana. La decisión en ese orden es el mejor homenaje a los hombres que
la noche del 30 de mayo de 1961, asumieron el camino del sacrificio para acabar con la opresión.
El tránsito al estado democrático no siempre puede ser acelerado, pero si avanza, como fue en el
efímero gobierno del presidente Juan Bosch, y en las administraciones de Gobierno del Partido de
la Liberación Dominicana, por lo que el futuro lo auguramos con optimismo. Celebremos que tras
55 años de la caída de la Dictadura tenemos entre los logros la Constitución de 2010, la cual
establece: “La República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en
forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos
fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes
públicos”.
A 55 años de la muerte del Dictador celebremos que en democracia logramos obras de
infraestructuras impresionantes, el fortalecimiento institucional y el éxito de Solidaridad. Que
sigue “Quisqueya Aprende Contigo”, que liberará al País del analfabetismo, y que acabamos de
celebrar las elecciones generales del 15 de mayo en un clima de respeto a la Constitución y las
leyes.
Caminamos por la vía que nos lleva a la República Dominicana, que manda nuestra Carta Magna.
Recordemos que “Es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de la
persona, el respeto de la dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de
forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia
social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas”.
Veamos con optimismo que en el país existe el convencimiento de que es inaplazable el reto de
afrontar el gran mal que pone obstáculos en el tránsito hacia el desarrollo: la desigualdad social.
Rindamos honores a los hombres que terminaron con la vida física del Dictador: Antonio De la
Maza, Juan Tomás Díaz, Antonio Imbert Barrera, Modesto Díaz, Pedro Livio Cedeño, Salvador
Estrella Sahdalá, Roberto Pastoriza, Huáscar Tejeda, y el teniente Amado García Guerrero.
Recordemos con respeto a Luis Amiama Tió, Luis Manuel –Tunti- Cáceres, y a los que desde el
anonimato hicieron la resistencia para acabar con la Dictadura de Trujillo.
Es el día para rendir honores a los protagonistas que hicieron posible el día de la libertad.