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CONEXIONES ENTRE EL PARADIGMA DEL "VIVIR BIEN" Y

LOS DERECHOS DE LAS MUJERES


El presente documento tiene el objetivo de establecer las relaciones entre las luchas
de las mujeres y el paradigma del Vivir Bien. Para ello, se analizará la correspondencia
entre la descolonización y la despatriarcalización, tanto desde el punto de vista teórico,
como desde algunas experiencias prácticas, como así también desde su aplicación en
las políticas públicas. Pero dado que el paradigma del Vivir Bien es nuevo, y por lo
tanto está en construcción, se enfatizará en los debates que existen actualmente tanto
a nivel del mismo así como su relación con el tema de género.

I.EL ABC DEL VIVIR BIEN


1. Origen y desarrollo del concepto del Vivir Bien en Bolivia

En Bolivia, el Vivir Bien, no sólo es un concepto sino también una alternativa política1,
que se ha ido desarrollando en el proceso de reconstitución de la memoria, la
cosmovisión2 y las estructuras de autoridad originaria3 en varios núcleos del
pensamiento y activismo político, principalmente, el Katarista4. Así, por ejemplo, para
Simón Yampara (2010) —uno de los pensadores katarista que ha desarrollado con
mayor amplitud el concepto del Suma Qamaña o Vivir Bien en armonía integral— el
Vivir Bien es un legado del katarismo, un concepto de vida propio y ancestral de los
pueblos del Qullana Suyu, que hoy se estaría convirtiendo en un modelo de vida para
toda la humanidad y, por lo tanto, en una posible solución a la crisis de civilización
moderna occidental.

Por otra parte, según relata María Eugenia Choque, el Taller de Historia Oral Andina
(THOA) y el Movimiento Universitario Julián Apaza, trabajaron el concepto del Buen
Vivir, en la década de los ‘80 y ‘90, en el marco de la ideología indianista5. Ella dice
que:

[…]Entendemos la cuestión del Buen Vivir en el marco de lo que es la


reconstitución de las autoridades indígenas, es decir, en el plano de una
investigación propia basada en la historia oral. Lo que se hacía, era que el tema
del Buen Vivir, como proceso de bienestar político, económico, social, cultural lo
trabajabamos desde un enfoque de la recuperación de la autoestima, la identidad,

1
En este caso, usamos el concepto de “alternativa política” a toda propuesta de modificación de las bases económicas,
culturales y sociales de un sistema dado, tal como, por ejemplo, el socialismo se plateaba como “alternativa política” al
capitalismo. Con formato: Español (alfab.
2
Las cosmovisiones son el conjunto de saberes, y re-conocimentos que tiene una persona, época o cultura sobre su internacional)
figura imagen del mundo, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente a su alrededor. Una
cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la
ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía (http://es.wikipedia.org/wiki/Cosmovisi%C3%B3n) Con formato: Español (alfab.
3
Autoridad originaria refiere al sistema político de las comunidades indígenas las que eligen a sus autoridades con internacional)
orden a su cosmovisión, usos y costumbres. Mantener este tipo de autoridades ha sido y es una resistencia cultural de
las comunidades contra el avasallamiento de autoridades promovidas por el Estado moderno, las que corresponden a
la noción general de democracia (senadores, diputados, presidente, etc.), pero que desconocen la tradición indígena de
elegir autoridades. Con formato: Español (alfab.
4“[El movimiento Katarista] es un pensamiento, una ideología política alternativa al sistema occidental monoteísta- internacional)
liberalista-socialista- […] está orientado a la transformación de la situación, estructura y pensamiento colonial, la
desarticulación y superación del saber-poder colonial y la re-constitución del nuevo Estado Qullana Suyu,
Tawantinsuyu y de Continente Awiia – ayala.” (Yampara,2010: 14) . El nombre del movimiento surge en homenaje a
Tupak Katari o Julián Apaza, líder indígena aymara que protagonizó una de las insurrecciones más importantes contra Con formato: Español (alfab.
la Colonia Española. Mantuvo un cerco de más de un año a la ciudad de La Paz. internacional)
5
Se llama “ideología indianista” a la que tiene como base la valoración de las culturas indígenas sobre y en contra de
los valores de la cultura occidental. Esta ideología considera que la sociedad humana debe retornar a las formas Con formato: Español (alfab.
indígenas de economía, organización, salud, etc. como forma de vivir en armonía con la naturaleza. internacional)
1
porque es parte del ejercicio del Buen Vivir, que es una concepción filosófica
integral de lo que son los derechos fundamentales y colectivos (Choque, 2010.)

En ese mismo tiempo se estaban produciendo procesos organizativos de los pueblos


indígenas como el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ6),
quienes indican que:

Para nosotros, como CONAMAQ, somos impulsores y creadores del Buen Vivir.
[…]. El buen vivir, el CONAMAQ lo ha planteado de acuerdo a la sabiduría de
nuestros achachilas, de nuestros antepasados. Como vivían en armonía con la
naturaleza, no necesitaban de riquezas, minerales o tecnologías; ahora eso no
quiere decir, que teniendo una tecnología no lo utilicemos. Para nosotros,
CONAMAQ, hay que combinar la tecnología y la sabiduría ancestral en torno al
respeto a la madre tierra. Eso es para nosotros el Buen Vivir. […] Buen Vivir es
autogobierno, es nuestro hogar, porque nadie nos puede decir ‘esto hagan o esto
no hagan`, entonces ahí hemos sabido de nuestros ancestros, auto sostenibilidad,
autogobierno, y auto hacer justicia originaria. […] Para nosotros el autogobierno se
puede ver en lo que viene a ser la autonomía, esa es la lucha grande de los
pueblos indígenas originarios, donde queremos que se logre la autonomía, para
nosotros poder determinar qué hacer con nuestros recursos, y ahí se ve, la
reconstitución de nuestros suyos (Benito y Curasavi, 2010).

Paralelamente, en los procesos de articulación de los pueblos indígenas de Tierras


Bajas, se construyen visiones análogas a la del Vivir Bien tales como La Vida
armoniosa, la Vida buena, la Tierra sin mal o el camino o vida noble. Según Emilio
Hurtado, en todas las culturas del oriente boliviano el dar es fundamental como base
para garantizar, no sólo la reproducción de la vida individual, sino también la fortaleza
de la sociedad:

[…] ese dar es básicamente dar parte de uno mismo, yo tengo algo que es
producido con mis propias manos, como es el maíz, y voy a darlo a alguien, ese
alguien se siente menos el mismo y más parte de mí, o sea tiene como una
responsabilidad conmigo, por lo tanto tiene que darme de otra manera.[…] Lo más
importante era tener un tipo de riqueza distinto, en vez de acumulármelo debo dar
y eso que estoy dando no es algo ajeno, estoy dando parte de mi vida porque eso
lo que he producido, como el maíz, por ejemplo, lo he hecho con mi propio
esfuerzo de trabajo y doy parte de lo mío y eso es lo que se puede decir es lo más
elemental de la comunidad oriental. (Hurtado, 2010)

Pero, el Vivir Bien, que surgió como parte de un proceso de reflexión interno en el
desarrollo del pensamiento y la organización indígena, en los últimos años pasó a ser
un tema central de la reforma del Estado en Bolivia. Se trata de un proceso que tiene
sus antecedentes en la profunda crisis política y económica del neoliberalismo que,
junto al cuestionamiento al modelo dominante con base en el concepto de “desarrollo”
(libre mercado, iniciativa privada y achicamiento del Estado), desata levantamientos
urbanos (la “Guerra del Agua” el 2000, la Guerra del Gas el 2003”), y movilizaciones
de los pueblos indígenas que en multitudinarias marchas cruzaron el país exigiendo la
instauración de una Asamblea Constituyente que redefina la visión de país y el rol del
Estado. Estos levantamientos coincidieron en lo que se llamó la Agenda de Octubre,
cuyo carácter era antineoliberal, antisistémico y anticolonial, es decir, que exigía la
transformación profunda del Estado y la sociedad boliviana.

6
El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) es una organización indígena que se concibe a
si misma como parte de un proceso general de reconstitución de las culturas indígenas bolivianas- incluyendo su
reconstitución territorial, sobre todo en el área andina de Bolivia.. Su forma de organización responde a la estructura
comunitaria ancestral de los ayllus (comunidades de base) y markas (conjuntos de ayllus). La fortaleza y capacidad de Con formato: Español (alfab.
movilización de esta organización la ha convertido en una de las bases del actual proceso de cambio en Bolivia. internacional)
2
Con todo, estamos viviendo un proceso en construcción, que ha puesto en debate
el modelo de desarrollo a nivel de la región andina y el continente. Por eso se afirma
que el Vivir Bien es un concepto en construcción porque está en debate, ya no sólo en
las organizaciones indígenas sino también en el propio Estado boliviano y en toda la
región. En este proceso de construcción se van incorporando al debate nuevas
miradas y nuevo/as actores/as.

Así, por ejemplo, el Artículo 8, inciso I de la nueva Constitución Política del Estado
Plurinacional de Bolivia establece que el Estado asume y promueve los:

principios ético-morales de la sociedad plural […] el suma qamaña (vivir bien),


ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y
qhapaj ñan (camino o vida noble).

Entonces, el desafío actual es la interpretación y aplicación de estos principios, tanto a


través de una nueva legislación, como en su aplicación en políticas públicas y en
prácticas concretas de la vida cotidiana.

De manera general este debate reconoce al Vivir Bien como un pensamiento


comunitario cuyos principales aportes serían:
a. su crítica a la sociedad de consumo e individualista, y
b. su propuesta de conciencia ecológica que pone énfasis en la necesidad de
construir una relación armónica con la naturaleza.

Actualmente, en Bolivia, se reconocen al Canciller David Choquehuanca y a Fernando


Huanacuni, funcionario también del Ministerio de Relaciones Exteriores, como dos
importantes pensadores del Vivir Bien. Para Huanacuni:

El Vivir Bien es vivir en comunidad, en hermandad, y especialmente en


complementariedad, es una vida comunitaria, armónica y autosuficiente. Vivir Bien
significa complementarnos y compartir sin competir, vivir en armonía entre las
personas y con la naturaleza. Es la base para la defensa de la naturaleza, de la
vida misma y de la humanidad toda. El Vivir Bien no es lo mismo que vivir mejor, el
vivir mejor es a costa del otro. Vivir mejor es egoísta, desinterés por los demás,
individualismo, sólo pensar en el lucro, porque para vivir mejor, frente al prójimo,
se hace necesario explotar, se produce una profunda competencia, se concentra
la riqueza en pocas manos. […] En nuestras comunidades no queremos vivir
mejor, ya que vivir mejor acepta que unos puedan estar mejor a cambio de que los
otros, las mayorías vivan mal. […] Queremos que todos podamos vivir bien,
queremos lograr relaciones armónicas entre todos los pueblos (2010: 38).

En ese mismo sentido, el ministro Choquehuanca dice que el Vivir Bien no sólo se
constituye como una alternativa frente al capitalismo, sino también frente al socialismo:

Encontramos que al capitalismo no le importaba la vida, no le importaban las


personas, para el capitalismo lo más importante es la plata, la producción de la
plusvalía […] el socialismo busca satisfacer las necesidades cada vez más
crecientes, tanto materiales como espirituales, del hombre; para el socialismo lo
más importante es el hombre, para nosotros no es el hombre ni la plata, lo más
importante es la vida, nosotros pertenecemos a la Cultura de la Vida porque para
nosotros lo más importante es la vida y todo lo hacemos en función a la vida, la
lucha de los aimaras va mas allá del socialismo. (Choquehuanca, 2010)

El Vivir Bien es también la reconstrucción de la identidad indígena, la recuperación de


sus valores propios o “el retorno a nuestro propio camino”, como señala
Choquehuanca.
3
Pero este debate también reflexiona sobre lo que sería la relación entre el Vivir Bien y
el desarrollo, si es posible relacionar estos conceptos o si más bien son
contradictorios. Al respecto, un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores del
estado Plurinacional de Bolivia plantea lo siguiente:

[…] para la construcción del Vivir Bien no nos sirve hablar del desarrollo ya que
éste está relacionado con el vivir mejor. Necesitamos crear las condiciones
materiales y espirituales para construir y mantener el Vivir Bien, en el sentido de
vida armónica en permanente construcción. […] La introducción del desarrollo
aniquila lentamente el Vivir Bien, porque fragmenta la vida comunal y cultural de
nuestras comunidades, al liquidar las bases tanto de la subsistencia como de
nuestras capacidades y conocimientos para satisfacer nosotros mismos nuestras
necesidades y las exigencias de la madre naturaleza (Estado Plurinacional de
Bolivia. Ministerio de Relaciones Exteriores, ..:190).

Entonces, se considera que el desarrollo plantea una visión en la que los indígenas
acceden a la modernidad a través de su integración al mercado renunciando a su
autodeterminación y haciéndose cada vez más dependientes del Estado. Por esa
razón, la alternativa a la economía de mercado sería convertir a la comunidad en el
núcleo de organización económica, donde la economía industrial sería sólo un
complemento. Si esto es así en la economía, en el nivel político se plantea “el
ejercicio directo de la soberanía sobre la base del ayllu, basado sobre la posesión
privada y la propiedad común, donde todo está dirigido por la rotación de autoridades,
la cual elimina `los poderes en el poder`”, previniendo de esta forma la formación de
grupos de élite que usurpen el poder comunal desde la representación. (Ibíd.:169).

El gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia plantea 10 mandamientos para el Vivir


Bien, orientados a "Salvar al Planeta Tierra para Salvar a La Humanidad7":

1. Erradicar al modelo capitalista


2. Denunciar y acabar con las guerras
3. Desarrollar relaciones de coexistencia y no de sometimiento entre los
países, un mundo sin imperialismo ni colonialismo.
4. El agua es un derecho humano y se debe evitar su privatización en pocas
manos, ya que el agua es vida
5. Desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza para acabar
con el derroche de energía.
6. Respeto a la madre Tierra.
7. Los servicios básicos, como el agua, luz, educación, salud, comunicación
y transportes colectivos deben ser tomados en cuenta como un derecho
humano, no puede ser de negocio privado, sino de servicio público.
8. Consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumir lo local,
acabar con el consumismo, el derroche y el lujo.
9. Promover la diversidad de culturas y economías.
10. Vivir bien en armonía con la Madre Tierra, que no es vivir mejor a costa
del otro.

Otro pensador que también participa en el debate es Jorge Viaña (2010), quien hace
una interesante caracterización del discurso predominante del Vivir Bien en Bolivia,
identificando su base en el pensamiento amáutico de Fausto Reinaga y señalando 8
elementos definitorios del Vivir Bien:

7
Versiones en las que se desarrolla la explicación de cada uno de los puntos de este decálogo pueden encontrarse
en: http://www.cadtm.org/los-10-mandamientos-de-evo-morales; los textos vivir bien/buen vivir de Fernando Huanacuni Código de campo cambiado
o El Vivir Bien como respuesta a la crisis global del ministerio de Relaciones Exteriores.
Con formato: Español (alfab.
internacional)
4
a. Es un pensamiento que se refiere a vivir en comunidad, en hermandad, con
respeto y complementación del ser humano con naturaleza, desde una
concepción en la que el ser humano no es el centro, sino que inclusive se lo
ubica en último lugar.
b. Es un pensamiento anti-desarrollista.
c. Plantea como paradigma la Cultura de La Vida, que está basada en la cultura
indígena y su misión de salvar la madre naturaleza.
d. Contiene la idea de que los/as indígenas ya no son lo que eran y que tiene que
volver a ser, idea que lleva a que el Vivir Bien está fuertemente ligado a la
descolonización como medio para “volver a ser”.
e. Recuperación de una identidad propia, una educación propia, una salud propia
como base del Vivir Bien, siendo un tema fundamental el de la memoria como
base de la reconstrucción de la propia identidad. Se habla de “volver al propio
camino”.
f. El Vivir Bien como la búsqueda de la vida equilibrada, contiene una crítica a la
idea de justicia social, señalando que ésta no existe y que a lo que se debe
apuntar es al equilibrio más que a la justicia.
g. Consensos y leyes naturales en el sentido de que no sólo se trata de leyes
para los seres humanos sino, leyes cósmicas.
h. El Vivir Bien como respuesta a la crisis global porque hay que salvar a la
naturaleza como condición para salvar a la humanidad. Este elemento se
resume en el llamado hecho a los países industrializados, por autoridades
bolivianas, como el canciller David Choquehuanca, en diferentes foros
internacionales, a “Bajar la palanca” y sustituir los actuales modelos
energéticos, de desarrollo y crecimiento ilimitado, y así disminuir los niveles de
derroche y consumo irresponsables ahora predominantes.

Las organizaciones de los pueblos indígenas, actores centrales de este proceso, han
inscrito en sus programas y marcos normativos su visión.

El Plan Estratégico del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ)
2008-2013 elaborado para su incorporación en el Plan Nacional de Desarrollo plantea:
“consolidar el liderazgo de CONAMAQ (… ) cómo un gobierno originario legítimo en
tierras altas, que aglutine en su conjunto a todos los pueblos indígenas originarios del
Qullasuyu; (…) hasta lograr el establecimiento del sistema de vida en reciprocidad y
de un nuevo Estado plurinacional comunitario que integre y articule los propósitos de
avanzar hacia un sistema democrático participativo, productivo comprometido con el
desarrollo integral y con la libre autodeterminación de los pueblos”.

En el caso de la Confederación de Mujeres Indígenas Originarias y Campesinas de


Bolivia, Bartolina Sisa, el vivir bien abarca no sólo la mirada colectiva sino también la
relación entre hombres y mujeres.

“..la implementación de los valores y principios del VIVIR BIEN, tanto en las
políticas públicas, como en la vida cotidiana de hombres y mujeres, fortaleciendo
las capacidades de mujeres y hombres indígenas promoviendo el desarrollo
social, económico, político y cultural; en defensa y ejercicio de derechos
individuales y colectivos. Las propuestas de desarrollo parten del respeto a nuestra
madre tierra Pachamama y a respetarnos como dueños de estos territorios. Como
mujeres, nuestra emancipación es parte de la construcción del VIVIR BIEN en el
ejercicio y la participación con equidad de género en todos los espacios políticos,
sindicales, sociales, públicos…” (Plan Estratégico 2008-2013)

Para las mujeres dirigentas de base el Vivir Bien se expresa en diferentes ámbitos,
pero siempre desde su vivencia de la colonización.

5
La población indígena y las mujeres son las más afectadas con esto del
colonialismo, la desigualdad, la exclusión, la explotación y todo lo demás, por
eso dicen “la pobreza tiene rostro de mujer”, nos han negado el derecho a la
propiedad y a la tierra, o sea, la mujer no tenía derecho a la propiedad ni a la
tierra, no sólo nos han explotado los de afuera, sino también nos han explotado
los patrones, nos han explotado los partidos políticos, nos han explotado los
empresarios, si vemos la historia, pero frente a esa realidad, ¿qué vamos a
hacer? ¿vamos a seguir quejándonos? ¿vamos a seguir llorando?... No,
nuestra mentalidad tiene que cambiar y esto también es parte de
descolonización, del Vivir Bien. (La Paz).

“Nosotros como pueblos indígenas estamos muy esperanzados, estamos


viendo de que antes nunca ha llegado el gobierno para nosotros pero ahora si
tenemos esa fortaleza; estamos por eso también viendo como apoyar como
construir esta sociedad entonces, es a partir de aquí que tenemos que hacer
políticas públicas muy claras para así poder consolidar la Esperanza

De allí emerge su visión del Vivir Bien:

…tenemos que rescatar nuestras propias costumbres, nuestra cultura


de nuestros antepasados, sólo así dejaremos de ser colonia, sólo así
vamos a descolonizar, sólo así rescatando la cultura de antes para
volver a los de antes, pero también tenemos que ver lo nuevo, la nueva
ley, cosas nuevas. (Aiquile).

“El Vivir Bien tiene que ver con que se priorice la salud y la educación,
que todos vivamos dignamente (…) que el Estado esté más cerca de
nosotras, y que las políticas del Estado respondan a las necesidades
de la gente (…)Hay que impulsar esto y no dejarse arrastrar por las
prácticas antiguas. (Participante en Conversatorio sobre Prácticas
Políticas. El Alto.Febrero 2010

 Recuperar nuestra identidad, para que el varón y la mujer vayan juntos, y


trasmitan esto a los hijos.
 Tener Salud, centros bien equipados, alimentación sana.
 Tener infraestructura adecuada para la educación de nuestros hijos, que sea
mucho mejor que la de nosotros.
 Tener fuentes de trabajo productivo, para esto necesitamos que el Estado
invierta en las micro y pequeñas empresas.
 Respeto entre nosotras sin discriminación de cultura.
 Vivir en tranquilidad sin ninguna clase de presión.
 Un techo, una vivienda con todo los servicios básicos.

I. EL VIVIR BIEN DESDE LA PERSPECTIVA


DESPATRIARCALIZADORA Y DESCOLONIZADORA

En Bolivia, el Vivir Bien como propuesta, como modelo, está claramente identificado
como un aporte del pensamiento indígena y; por lo tanto, se lo relaciona con las luchas
de los pueblos indígenas. Sin embargo, matizando nuestro análisis vemos que no
existe el mismo nivel de visibilidad para los aportes de las líderes mujeres, que aquel
que se manifiesta para el de los varones. Y mucho menos aquellos de las mujeres
indígenas, por lo que ni siquiera se hace visible la relación de este concepto con las

6
luchas y los derechos de las mujeres; ya que estas luchas no parecen ser parte de las
preocupaciones centrales de quienes formulan el concepto del Vivir Bien.

Es recién en este proceso de cambio que se está comenzando a cuestionar al


patriarcado y reconocer que la complementariedad, o el “chachawarmi” andino tiene
que ser un principio de ejercicio de derechos real y efectivo.

Para Pablo Mamani, intelectual indígena, la propuesta política indígena que tiene
como símbolo a la wiphala, incluiría todas las condiciones y situaciones dentro suyo:

yo no me preocupo por eso del género y no sé cuantas cosas… porque, por


8
lógica, por principio epistemológico, filosófico, ahí está [en la wiphala ], cabe todo
y tiene cada uno su lugar, pero no son estancos coloniales… son costuras […] esa
costura es el trabajo del sociólogo, del político de cómo articular esa gran
complejidad de existencias y realidades sociales en un espacio tiempo de cuatro
dimensiones… entonces ahí está la mujer, ahí está hombre (Mamani, Op. cit).

Frente a esta concepción un tanto idealizada de la fuerza de la whipala en la vida


cotidiana, líderes indígenas amazónicos, también ofrecen datos históricos interesantes
como el papel de la iglesia en la patriarcalización de las relaciones de género:

Mira, en mi pueblo guaraní la mujer, bueno en primer lugar no hay esa división que
hay en la sociedad moderna hombre-mujer y un sistema de opresión (...) en el
caso guaraní chiquitano, entonces es muy distinta, no se trata de un proceso de
la lucha de la liberación de la mujer, sino, por lo contrario, se trata de una división
de la comunidad a partir de la idea de la inferioridad de la mujer. El colonizador
llega y a través de la iglesia impone esta idea de que la mujer tiene que ser santa,
buena esposa y tiene que estar solamente en la casa y que se dedique a los
quehaceres de la casa. Entonces es esta idea la que viene de afuera, y dentro de
nosotros, bueno, de nuestra cultura ancestral, no existía eso más bien viene como
una forma de dividir la comunidad. En este sentido el hombre, el hombre indígena
ya no le ve a la mujer, a su mujer indígena como a una persona porque está
siendo formado por la iglesia que le está enseñando a verla como un objeto de
explotación inclusive (Hurtado, dirigente y líder del pueblo guaraní, Op. cit.)

Como se observa, las relaciones de género se perciben así desde la comunidad


idealizada en una mezcla con la vida de las mujeres y la comunidad entera en la
modernidad. El caso más claro es el de la participación política de las mujeres:

ahora en términos, digamos, de lo que es el ejercicio del capitán grande o el


capitán, o el muruvicha guasu, este puede ser hombre o mujer, y hay casos que
actualmente es mujer, o sea no hay problema, solamente tiene que rendir los
requisitos que colectivamente son aprobados. Por ejemplo, ser inteligente y tener
el dominio de la palabra, y que eso significa en el tiempo más contemporáneo
conocer un segundo idioma o tal vez hasta un tercer idioma, conocer cuáles son
instituciones, organizaciones del mestizo, del blanco, porque tiene que negociar
con ellos, porque tiene que defender a la comunidad frente a ellos. Otro aspecto,
la valentía, tiene que ser valiente y no tiene que mirar jamás a los otros como si
fueran superiores sino de igual a igual, entonces hay requisitos que tiene que
cumplir y puede ser este hombre o mujer, o sea, no hay problema (Ibíd.).

8La wiphala (aimara: wiphala, «emblema» )? es una bandera cuadrangular de siete colores usadas
por las etnias de los Andes. Existen variantes de la wiphala. La más extendiada es la usada en la Código de campo cambiado
actualidad como símbolo étnico del pueblo aimara, la cual fue reconocida como símbolo del Estado Con formato: Español (alfab.
Boliviano por la Constitución de 2008 en el artículo 6 (http://es.wikipedia.org/wiki/Wiphala) internacional)
7
De esta mezcla surge la tendencia a ignorar que las mismas condiciones requeridas
por el sistema de participación política, impiden la inclusión y la presencia de las
mujeres en asuntos públicos y de poder, debido a la imposibilidad que tienen ellas
para acceder a dichas exigencias. Y, lo que en la realidad sucede, es que también en
las comunidades indígenas se sobrepone la desigualdad de género moderna al
idealizado par del Chacha-Warmi. El siguiente ejemplo es claro ya que alienta una
identidad occidental y moderna de la mujer indígena, y la saca de las concepciones
comunitarias del par Chacha-Warmi.

[…] Qué diferente es que dentro de una familia el marido le vea a su esposa como
persona, que cuando llegue cansado no se enoje, no haya algo, o le haya pasado
algo que no le gusta y se desquite con la mujer, no se puede desquitar con la
mujer cuando se la ve como persona (Ibíd.).

Otra tensión entre el concepto del Vivir Bien y la opresión de género, es él de la


interpretación o traducción que hace el intelectual de la palabra de la mujer sobre su
situación en la comunidad. Esto está relacionado con lo que puede llamarse la
colonización del conocimiento, es decir, el hecho de que las mujeres indígenas dicen
algo, y los intelectuales le dan a sus mensajes una interpretación propia y un sentido
diferente a estas palabras, sin reflejar necesariamente lo que las mujeres quisieron
decir cuando hablan de su situación. Ello no elimina, por cierto, la idea de que las
mujeres también idealizan sus propias relaciones de género en la comunidad:

[…] te escuchan por ejemplo los intelectuales, pero siempre interpretan a su


manera, por ejemplo, dicen la mujer indígena subordinada del hombre ,[…] pero
en la vida real que vivimos en las comunidades hay esa relación complementaria
que tenemos hombres y mujeres, cuando nosotros vivimos sentimos eso”
(Huanto, 2010)

El discurso dominante entre las mujeres indígenas se acerca más a la concepción


cosmogónica9 de los géneros, y es de ese modo que ellas establecen su papel en el
Vivir Bien. Hasta aquí no se conocen planteamientos radicalmente diferentes desde
las mujeres indígenas aunque sí desde el feminismo que realiza un interesante
esfuerzo por relacionar el nivel discursivo cosmogónico de las indígenas con los
derechos de la mujer. Este esfuerzo se ve más claramente en el próximo acápite de
análisis de las políticas públicas de género desde el Vivir Bien:

[…] la mujer no va sentir sólo por la mujer, va sentir tanto del varón como de la
mujer y de toda la familia, porque trae al mundo hija mujer y varón. Entonces
siempre ella siente por el pueblo, por eso hay ese problema que las feministas
dicen que las mujeres tienen que hablar por sus derechos, no por los demás.
Siempre hay ese sentimiento desde el corazón de hablar tanto por el varón y la
mujer y no por la mujer sola, [...] por ejemplo, el sentido de la vida que no es
coyuntural, ese sentido de la vida de ti como ser humano y también de la
naturaleza, entonces todo eso es el sentido de la vida que va viendo la mujer. Por
eso siempre se dice que la mujer maneja el buen vivir, siempre busca la
colectividad entonces. Mientras que en el occidente la mujer es la mujer y el
hombre es el hombre, y la educación también es así; por esto es que hay un
vacío en esa colectividad desde la mujer (Ibíd. ).

9La concepción cosmogónica de los géneros alude a la división entre hombres y mujeres tal como la explican las
narraciones míticas de los pueblos indígenas. Estas narraciones, generalmente pretende dar respuesta al origen del
universo y de la propia humanidad. En el caso quechua, por ejemplo, suele hacerse referencia a la pareja mítica Manco
Kapac y Mama Ocllo como los modelos de la relación armónica entre géneros.
8
En el modelo del Vivir Bien, la fórmula del Chacha-Warmi ofrece un horizonte de lucha
para las mujeres, ya que busca la complementariedad entre hombres y mujeres,
apelando a la reconstitución del equilibrio y armonía que habrían existido en la relación
entre géneros antes de la Colonia. Así el Chacha–Warmi se plantea como el camino
para reconstruir lo que habría sido desestructurado por la Colonia en las relaciones
sociales en general, y en particular entre hombres y mujeres. En esta línea, se hace
referencia a la existencia de una especie de esencia par en todos los elementos de la
naturaleza, que conjuga lo femenino y masculino de manera armónica. Se habla de
“reconstituir la fuerza de dar vida de la mujer indígena”. Al respecto, el Canciller David
Choquehuanca (2010 b) plantea que:

En Vivir Bien, habrá un nuevo varón/mujer, un chachawarmi en interacción y


armonía con la pacha en comunidad.[Señala como proyección el que] entre las
mujeres y hombres, que somos semejantes-diferentes, podamos disminuir
nuestras visiones distintas y fortalecer las lecciones que nos unen para volvernos
más semejantes que diferentes, para guiarnos más por el hemisferio derecho del
cerebro que por el hemisferio izquierdo, más por el corazón que por la razón [y
añade que] encontramos la armonía entre todas y todos, la complementariedad y
el vivir en común-unidad desde los valores ancestrales de convivencia con la
Pacha y, que el papel de la mujer originaria indígena se está volviendo cada vez
más imprescindible. Al dejar de ser tratadas como víctimas, dependientes,
menores de edad, la sabiduría de las mujeres y su fuerza de DAR VIDA y criar la
vida constituye una inestimable alternativa para las generaciones futuras.

En otra línea, se hallan quienes consideran que las desigualdades entre hombres y
mujeres sí existen, pero no en todas las esferas de la vida comunitaria. María Eugenia
Choque afirma que en la producción agrícola, la relación de género sería más
equilibrada, pues las funciones y la división de tareas serían compartidas:

[...] por lo general es el hombre quien hace la apertura de los surcos, en esas
actividades, realmente la participación de hombres y mujeres, es parte de la
concepción del buen vivir. Una desde que nace es educada en el marco del buen
vivir, tienes que colocar la semilla, pues la colocas, no hay conflicto” (Choque, Op.
cit).

Los problemas surgirían entonces en el nivel de la participación política que es donde


la participación productiva en términos igualitarios, y la presencia activa en las luchas
sociales, no se reflejaría, sino que más bien sería invisibilizada:

Cuando nace el conflicto es en las instancias de decisión de poder, ahí son los
hombres quienes tienen el espacio visible de poder de decisión, y las mujeres no
[...] En el caso de los ayllus son las mujeres que tienen un papel de ser
segundonas en el proceso de decisión, pero en el proceso de reivindicación es la
mujer la que tiene mayor participación y mayor relación del proceso de educación,
inclusive porque marcha con los hijos, va a los seminarios con los hijos. […] En
este largo proceso de lucha reivindicativa de las mujeres, de construcción del
Buen Vivir, las mujeres, con mayor énfasis, hacen ese aporte, en la lucha
reivindicativa. Son las mujeres las que están en primera fila, las que cargan con el
niño y van a la marcha, y son las mujeres las que tienen que estar en reuniones y
se ven obligadas a atender con mayor precisión la información, porque sabe que
cuando llegue a la casa va a tener que rendir cuentas, […] En el caso de los
hombres, difícilmente las mujeres van a preguntar qué han hablado. [...] Esas
cuestiones de participación de la mujer, en la construcción del Buen Vivir tienen
esa dificultad de decir, eres mujer nomás, [...] por mucho proceso de liderazgo que
hayas tenido, tu condición de mujer se mantiene (Ibíd.).

9
Pareciera que este conflicto tiene que ver con otra idealización u otro
desconocimiento, que es el tema de la distribución del poder al interior de la
comunidad, así como el papel de la política moderna en el trastrocamiento de las
formas de hacer política en la comunidad y el papel de las mujeres en ambos modelos.

Pareciera, asimismo, que el debate también plantea que las tendencias teóricas de
interpretación esencialista de la comunidad tienen como resultado la negación de la
existencia de contradicciones y desigualdades de género reales dentro de ella y, en el
caso más torpe, tiende a atribuirlas a errores y equivocaciones del pensamiento
occidental u occidentalizado.

Estos debates muestran que posiblemente es en el tema de género donde más se


tensan las concepciones no sólo del Vivir Bien, sino también de la propia comunidad
ya que, la idealización de las relaciones de género, no explica, por ejemplo el por qué
las mujeres de comunidades indígenas se vieron en la necesidad de fundar brazos
femeninos dentro de sus organizaciones matrices, o de formar organizaciones propias
y autónomas. Tampoco está claro, sin embargo, el papel que el Estado, el feminismo,
la iglesia o las ONG han tenido en la formación de estas organizaciones autónomas de
mujeres. No habría que olvidar que los pactos de las comunidades con el Estado han
producido cambios importantes en la comunidad especialmente en los pactos para
aceptar el sistema educativo y el servicio militar obligatorio pero, y fundamentalmente,
con la organización sindical por encima de la comunitaria.

Sin duda, no se trata de encajar la realidad comunitaria a esquemas feministas, pero


tampoco se pueden ignorar las luchas de las mujeres por darse condiciones de
participación política dentro sus sindicatos y gremios, en algunos casos, en
condiciones de total subalternidad respecto de sus pares y llegando a extremos como
el de la violencia doméstica. Desde las dirigencias de base, empieza a aparecer un
discurso que visibiliza este hecho y, teniendo en cuenta que el discurso indigenista
tiende a relativizar o negar la existencia de relaciones desiguales de género al interior
de las organizaciones y comunidades indígenas, se trata de un discurso que interpela
a sus propias organizaciones.

…por ejemplo ¿no?, cuando mi marido no puede asistir a las reuniones de la


comunidad, yo voy en representación de él, cuando llaman lista de asistencia,
dicen el nombre de mi esposo yo levanto mi mano y digo presente, ¡pero eso no
me hacen valer! Dicen pues que no vale ya que es su mujer no más. Así ocurre
en nuestra comunidad, esto es así siempre en las 36 comunidades, es igual, no
se valora a la mujer. Yo también trabajo a jornal y hago también los quehaceres
de la casa, ahora en la central cuando hay reuniones a nosotras nos hacen a un
lado , en cambio los hombres entre amigos hablan después de la reunión se van
a otro lado y nosotras a la casa a ver a nuestros hijos, así no nos valoran.
(Aiquile).

Estas luchas no son exclusivas de las indígenas, se presentan en muchos ámbitos de


poder y son una realidad para la gran mayoría de mujeres que incursionan en la vida
política.

II. EL VIVIR BIEN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS


3.1. El Plan Nacional de Desarrollo y el nuevo Plan de Desarrollo Económico y
Social 2010–2015

10
Hasta ahora se han detallado los debates teóricos del Vivir Bien y ahora se pasará a
explicar cómo se inserta este concepto en la política pública en Bolivia. Para ello es
bueno analizar el Plan Nacional de Desarrollo (PND), importante documento del
Estado boliviano y que afirma lo siguiente:

El Vivir Bien se postula desde una visión cosmocéntrica y significa


fundamentalmente encuentro y relación horizontal entre pueblos y comunidades
respetando la diversidad e identidad cultural. Toda esta convivencia se da en
armonía con la naturaleza. El Vivir Bien se entiende como la satisfacción de
todas las necesidades humanas, más allá del bienestar material y económico
solamente, se trata de humanizar el desarrollo en el que se da un proceso
colectivo de acción y decisión. Consiste en una práctica relacionada con valores
como la dignidad, independencia, singularidad; y con aspectos como las lenguas
nativas. En este sentido, se ha definido la transformación del país a largo plazo en
cuatro pilares: Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática y adopta para
su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria. Como
políticas generales se propone erradicar la pobreza y toda forma de exclusión,
marginación y explotación social, política, cultural y económica, que se realizará a
través del establecimiento de políticas nacionales de desarrollo integral. (Estado
Plurinacional de Bolivia. Plan…, 2006)

Hay que aclarar que el Plan Nacional de Desarrollo fue elaborado antes de la
aprobación del nuevo texto constitucional y por lo tanto actualmente el Estado
boliviano está trabajando un nuevo Plan de Desarrollo Económico y Social 2010–
201510, que deberá adecuarse a la visión de país de la nueva Constitución Política del
Estado (CPE). Para Raúl Prada, Viceministro de Planificación Estratégica, designado
por el gobierno como responsable para la elaboración de este nuevo plan:

[…] el plan anterior no tenía una perspectiva clara del significado del Vivir Bien y
por lo tanto no incorpora la visión indígena, señala que lo que incorpora es “una
visión de unir las Bolivias: “la Bolivia Solidaria”, “la Bolivia Democrática”, “la Bolivia
productiva” y la “Bolivia Digna” […proyectando] pasar de un modelo extractivista a
un modelo productivo y basarse en una economía fundamentada en el excedente,
que apoye a una economía generadora de empleo.

En este sentido Prada señala que el actual Plan “no es un Plan del Vivir Bien”. (Prada,
2010) y plantea que el nuevo Plan tiene el desafío de enfrentar las tensiones propias
de la CPE y de la dirección del gobierno, ya que la CPE reconoce un modelo
desarrollista junto a un modelo ecológico y un modelo industrialista, junto a un modelo,
comunitario. Específicamente, la CPE reconoce la economía plural, que incluye tanto
el papel estratégico de la economía estatal, así como la economía privada, la
economía comunitaria, y la socio-cooperativa. Sobre estas tensiones entre las
diferentes economías reconocidas por la CPE, Prada señala que:

[…] estas tensiones tienen que resolverse en el proceso, no pueden resolverse de


la noche a la mañana, [y señala por ejemplo que] no podemos cerrar la minería ni
los hidrocarburos de la noche a la mañana, pero sí se puede pensar cómo hacer
que tengan menos peso en la economía boliviana [y darle] más peso a una visión
productiva que apunte a la soberanía alimentaria. [Para ello señala que] el Estado
tiene que crear las condiciones legales, institucionales de todas estas formas de
organización económica y por lo tanto promocionarlas hacia un camino de
organización comunitaria

10
Este nuevo Plan se aprobó en el Consejo Nacional de Políticas Económicas y Sociales (CONAPES), que es el
gabinete social y político y se encuentra actualmente en el proceso de socialización con las diferentes instancias
ministeriales, para luego ser trabajado con los niveles autonómicos del Estado.

11
En la nueva propuesta de Plan, el Vivir Bien no apunta solamente a una humanización
del desarrollo, sino que plantea una nueva base cultural, base de sentido y
orientación de las políticas públicas. Los principios que fundamentan este modelo son
denominados “principios de plenitud” y se refieren a:

a. solidaridad social;
b. producción como resultado de la interacción del trabajo mancomunado;
c. reproducción de la fuerza de trabajo y el cuidado de la familia como
responsabilidad familiar, colectiva y pública;
d. complementariedad, que enriquece la interacción y es la base del aprendizaje
común;
e. producción en un marco de respeto y armonía con la naturaleza, incluyendo el
trabajo mismo;
f. gestión productiva, que es una responsabilidad de reproducción familiar y
colectiva, lo cual implica la gestión política y la responsabilidad pública
g. el carácter sagrado de la naturaleza y que los pactos con ella se renuevan a
través de la ritualidad (Estado Plurinacional Bolivia. Plan 2010–2015: 21).

Estos principios se operativizan en tres logros que debería alcanzar el Estado


Boliviano hasta el 2015 con el concepto del Vivir Bien:

a. Visión Productiva, orientada hacia un modelo productivo ambientalmente


respetuoso con la Madre Tierra y socialmente inclusivo y equitativo.
b. Visión del Territorio, que apunta hacia las autonomías generadoras de
integración territorial e integración nacional.
c. Visión del Estado Plurinacional, hacia la gestión pública con poder social, que
supone dar poder a las comunidades para que ellas decidan y definan las
alternativas más viables de generar un desarrollo local y nacional orientado
hacia el Vivir Bien, en tanto el Estado planifica de forma central aquellos
aspectos esenciales para la reproducción de la sociedad en el marco de la
redistribución. (Ibíd.: 27- 30).

Estas propuestas gubernamentales están produciendo, a su vez, un debate sobre la


interpretación del concepto del Vivir Bien y su aplicación práctica así como sus
implicancias en la definición del nuevo modelo político y económico.11 Si bien es clara
la ruptura actual con el discurso neoliberal, este es un momento histórico en el que se
abren posibilidades para sustituir creencias, e introducir en el debate público nuevos
conceptos como el Vivir Bien.

En el imaginario de las lideresas indÍgenas, este es un proceso en construcción del


cual han sido parte las mujeres y sus organizaciones, y por lo tanto requiere de su
compromiso y participación activa porque no hay recetas.

El mismo presidente dice vamos a desestructurar pero las normas, las


instituciones, el conocimiento, el manejo normativo y todo está en base al
capitalismo y hacer un nuevo sistema político es un poco difícil, a veces piensan
que es la receta (…) no es así, nuestro deber como actor social, como ciudadano
es construir esa colectividad o lo que hemos querido, o por lo que hemos luchado,

11
Para la construcción del Plan de Desarrollo Económico y Social 2010, aún no aprobado, se convocaron a
organizaciones de mujeres indígenas urbanas y rurales, como a feministas y otros colectivos de mujeres –
sindicalistas, profesionales, gremialistas y mineras para analizar y discutir las aplicaciones prácticas del VIVIR BIEN en
las políticas públicas de Estado. En este proceso de largo aliento el involucramiento de las instancias estatales no ha
sido igual, es más, las concepciones no siempre son las mismas. Sin embargo, cabe reconocer que el Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto y los Viceministerios de Descolonización y de Igualdad de Oportunidades son los que
más han trabajado el VIVIR BIEN con una vision de género.
Desde la sociedad civil, también, surgen muchas interpretaciones y visiones sobre el VIVIR BIEN quedándose el
análisis en muchos casos en generalidades ,sobre todo, en los ámbitos urbanos.
12
o por lo que hemos derramado sangre, esa lucha no debe ser en vano debemos
seguir trabajando (Huanca.2010)

Pero el problema es que al concepto no le acompaña, necesariamente, una propuesta


económica y social ampliamente desarrollada y/o claramente alternativa. Entonces, es
en este momento que se produce la polisemia o una pluralidad de significados,
sentidos e interpretaciones sobre el Vivir Bien. Si bien todas ellas enriquecen el
debate, también lo mantienen en un nivel muy general y más de orden ético, dejando
que el contenido de la política económica del programa de gobierno y, en última
instancia, el modelo de desarrollo, sean definidos de acuerdo al viejo patrón de
desarrollo previamente dominante.

Al parecer estas contradicciones se agudizan más cuando se establecen políticas


públicas dirigidas a fortalecer el VIVIR BIEN como una nueva forma de concebir el
equilibrio de la relación entre el ser humano y la dignificación de sus derechos, como
es el caso de los/as migrantes bolivianos/as en el exterior y las propuestas
económicas desarrollistas planteadas en un horizonte de expoliación de los recursos
naturales, yendo en contra de la cosmovisión indígena de conservación y equilibrio
ecológico en beneficio de las generaciones futuras.

En este sentido, una de las tendencias más claramente identificadas entre las
personas entrevistadas, es la opinión que sostiene la existencia de una suerte de
divorcio entre el concepto del Vivir Bien y las deficiencias de su aplicación en políticas
públicas. Entonces se señala como crítica, que el Vivir Bien estaría sirviendo de
discurso legitimador de nuevas versiones desarrollistas tan depredadoras de la
naturaleza como las que se quiere superar.

Otro pensador, Luis Tapia, señala, por ejemplo:

El Vivir Bien, por lo que veo, es más bien como un discurso de legitimación, como
un discurso político, que la mayor parte de las versiones, trasladadas al contexto
político nacional, no jala todo el contenido del tipo de estructuras de vidas y de
relación con la naturaleza del cual proviene. Es por eso que el gobierno habla del
Vivir Bien, pero sigue existiendo un modelo de explotación de recursos naturales
depredador de manera ampliada, sin tomar en consideración que esto puede
destruir las formas de vida de varios pueblos y comunidades. En ese sentido, yo
creo que el Vivir Bien está siendo más utilizado como discurso de legitimación,
tomando elementos éticos, que vienen de otras de culturas, en un contexto que
reconoce la diversidad cultural pero que, por lo menos, en el plan de gobierno no
se ve trasladado ningún elemento del que forme o formaría parte de la matriz
social cultural de donde vienen la idea de Vivir Bien (Tapía, 2010).

En respuesta, también hay otras opiniones que indican que la contradicción planteada
entre discurso y prácticas del Vivir Bien no sería una contradicción real, sino que, en
algunos análisis no se habría superado la visión dicotomía occidental que divide la
teoría de las prácticas. En este punto encontramos dos tipos de argumentos. El
primero que no niega del todo la existencia de algunas contradicciones, pero que las
atribuye a la dinámica del proceso de cambio. Por ejemplo, Rafael Bautista señala
que:

El Vivir Bien es horizonte de vida, no es modelo, porque si fuera modelo sería


algo prescrito, por eso no puede haber una definición tajante de qué es el Vivir
Bien, […] Entonces, el Vivir Bien es un criterio de evaluación en fáctico [es decir,
en los hechos, en la práctica], que el [ser humano] está realizando. Por eso nunca

13
podríamos llegar a un estadio perfecto, porque como horizonte siempre estaría
dotándose de lo fáctico, donde se presentan las contradicciones, que son la que
hacen posible la superación de la idea inicial; o sea uno puede tener una idea muy
bonita de algo, pero en lo fáctico es donde esa idea se realiza con todas las
contradicciones; ya ahí se genera nuevamente el movimiento para que esa idea
se siga revolucionando. Entonces en eso el Vivir Bien seria un horizonte de vida.

El segundo tipo de argumento viene de algunos funcionarios estatales, quienes indican


que no existe una contradicción entre una visión desarrollista y el modelo del Vivir Bien
al interior del propio gobierno, sino que se trata de visiones complementarias. En esta
vía, Idón Chivi, del Viceministerio de Descolonización plantea que:

Vivir Bien es, por un lado, fábricas, carreteras, industrias, fuentes de empleo -
obviamente- buenos salarios, recursos humanos capacitados, etc. Por otro lado,
es la visión del Choquehuanca de Vivir Bien como Madre Tierra, es un paradigma
político. En realidad no son contrapuestos, no son antagónicos el uno con el otro,
lo que se ha hecho en el debate político es contraponer, es contra puntear, los dos
escenarios como contrapuestos y no es así en realidad. (Chivi, 2010)

3.2. El Vivir Bien como alternativa al capitalismo, al socialismo y a la sociedad


moderna

Como se dijo en líneas anteriores, el Vivir Bien, se entiende como una tercera vía tanto
al socialismo como al capitalismo, los cuales deben superarse. En esta línea, otro de
los elementos centrales en el debate sobre el Vivir Bien en Bolivia surge a partir de las
posiciones sobre las luchas emancipatorias que se producen en el seno de la
modernidad o de las llamadas sociedades occidentales. En este punto, Pablo Mamani
plantea una tercera alternativa al socialismo y capitalismo, a la que denomina “el
intermedio radical” y señala:

[…] nosotros cuando pensamos un intermedio radical decimos lo siguiente: si


occidente produjo el capitalismo y el socialismo, produjo dos cosas similares, el
capitalismo que produjo miseria, pobreza y unos cuantos ricos; y el socialismo,
con Marx y con todos ellos, en el que el hombre es el centro de la pobreza al cual
hay que darle todo y te olvidas de la naturaleza.[…] Entonces, son dos formas que
quebrantan en el mismo sentido, uno para enriquecerse unos cuantos y otro para
dar todo a la gente y que la naturaleza, los animales mueran. Al final son lo
mismo, con la diferencia de que unos quisieran más cosas para la gente, es una
justicia social y otros dirán: por naturaleza hay desigualdad. Entonces, “por
naturaleza nosotros somos ricos y ustedes son pobres, porque son ineptos no
trabajan”. Entonces: ¿nosotros qué tenemos que ofrecer al mundo: un intermedio
radical que tal vez es la palabra Suma qamaña o kamir qamaña, que quiere decir
que tú como yo, como todos: blanco, negro… tengamos lo justo y necesario
materialmente para vivir como jaque, como runa, como gente y, a la vez,
tengamos lo justo y necesario para vivir la parte espiritual intersubjetiva o
emocional.” (Mamani, Op. cit.)

En esa misma línea, Rafael Bautista plantea que:

El ámbito del mercado es el que se va desarrollando en la modernidad y va


refuncionalizando [o adapta] las culturas en torno a las necesidades del mercado.
Por eso es que lo que crece ahora es el mercado a costa de las culturas, las
refuncionaliza de tal modo que las destruye para que el mercado siga creciendo,
por eso el mercado moderno es homogéneo y necesita homogeneizar a la
humanidad para la producción masiva.

14
En relación a esta perspectiva del Vivir Bien, en la que se equipara capitalismo y
socialismo como formas políticas producidas por la modernidad occidental y por lo
tanto llamadas a ser superadas desde el modelo del Vivir Bien, Jorge Viaña (Op. cit.)
advierte sobre un riesgo político latente, en el sentido de que si el Vivir Bien sigue
como una especie de tercera vía —[…] que no es ni capitalismo, ni socialismo—, sin
tomar una clara posición anticapitalista, con lo que puede conducir a una especie de
neutralidad o “de cobertura de un típico de desarrollismo, en el que los principios que
se supone dirigen hacia otro lado, nos terminan dirigiendo hacia un mismo lado”. Por
ello platea que es necesario superar “esa suerte de posición ´decente`, que no es ni
capitalista ni socialista, es decir, una especie de neutralidad y tomar una posición
política en la que el Vivir Bien tiene que volverse un discurso anticapitalista.”

En este debate hay quienes también creen que el planteamiento de ruptura radical con
la modernidad tendría, al menos, dos problemas centrales. El primero sería que esa
ruptura no permite enfrentar problemas fundamentales del país como por ejemplo cuál
va a ser la forma de crear riqueza y distribuirla. En este sentido, la economista
Fernanda Wanderley señala que:

[p]ara mí la descolonización, se refiere a eso, a tener una posición de poder y de


equidad en el escenario internacional y poder realmente no depender de los
precios internacionales de materias primas […]. Encuentro que el concepto de
Vivir Bien, es un concepto que recupera los ideales de equidad, los ideales de un
crecimiento económico respetuoso del medio ambiente, de la naturaleza y que eso
implicaría que nosotros superemos la base extractivista de nuestro modelo de
crecimiento y que es una realidad (50% de los recursos del Estado vienen de
hidrocarburos) Los hidrocarburos son la base de nuestro crecimiento (...) hay una
deficiencia en la primera mirada que no enfrenta esta realidad ¿Cómo realmente
superar el modelo extractivista? que implica justamente negar todos los ideales
legítimos del Vivir Bien.”.

El segundo problema que habría con una ruptura radical respecto a la modernidad
sería que se negaría la posibilidad de articular las luchas de los pueblos indígenas con
otras formas de pensamiento emancipatorio producidas en el marco de la propia
modernidad. En este sentido, para algunos autores el Vivir Bien no es suficiente para
dar respuesta a todos los problemas de las sociedades modernas, por lo que es
fundamental articular este pensamiento con otras formas de lucha. Al respecto, Luis
Tapia señala que:

[…] probablemente para muchas mujeres aymaras y quechuas el Vivir Bien puede
ser un horizonte en el cual no sólo reconstituyan sus formas comunitarias, si no
que también puedan criticar las desigualdades internas de sus culturas” [sin
embargo señala que para el caso de mujeres que viven y se han formado en
contextos y espacios modernos, debería darse al menos, una significación del
término y que] en todo caso tienen que articularse las luchas de mujeres que
vienen de diferentes culturas” (Tapia, Op. cit).

Otra posición en el debate es aquella que plantea que es necesario que el mismo
concepto del Vivir Bien se desarrolle en términos más concretos, es decir, que no sólo
se centre en asuntos abstractos y conceptuales, sino que trate problemas prácticos:

(...) entiendo que la escuela, o escuelas, del “Vivir Bien” alegan dirigirse a
cuestiones de la vida real, la existencia concreta y material en la tierra (...) por
tanto sus manifiestos deben apoyarse en ejemplos concretos y no en argumentos
filosóficos sobre actitudes o cosmovisiones sin anclaje en procedimientos
prácticos (Spedding, 2010: 5).

15
Fernanda Wanderley identifica dos “sintonías discursivas” (Wanderley, Op. cit) o
niveles del Vivir Bien, un nivel que ella denomina culturalista —que estaría más
relacionado con la crítica del capitalismo y la construcción de un modelo que
transforme la relaciones de la humanidad con la naturaleza—, y otro nivel “más
desarrollista”, más preocupado por el tratamiento de problemas tales como la
pobreza, las desigualdades sociales, la precariedad y la exclusión. La dificultad del
primer nivel consistiría en que se limita a lo discursivo y no lograría conectarse con
temas más concretos como las políticas públicas.

Entonces el reto del Vivir Bien estaría en la relación del mismo con propuestas
económicas y productivas, que apunten a solucionar el problema de cómo producir
riqueza y crecimiento. Ligado a este problema, está aquel de cómo puede aplicarse
una propuesta nacida de las prácticas y la organización comunitarias a un modelo más
moderno y urbano.

En este sentido, Cecilia Salazar afirma que, en la realidad la sociedad boliviana se


desenvuelve predominantemente dentro de los marcos de una sociedad moderna cuya
forma institucional es la estatal, y que la comunidad se hallaría en un proceso de
desestructuración, así como también los sujetos que la componen. Los indígenas, dice
ella, estarían constituidos también bajo los principios de organización mercantil por su
sentido de propiedad de la tierra. Entonces el Estado, y no la comunidad, dominaría la
configuración del imaginario y la identidad en nuestro país:

El ámbito comunitario no es el que predominantemente existe en el país sino que


nosotros ya estamos instalados en una nueva forma de organización institucional,
que es el Estado, la comunidad está en un proceso de desestructuración histórica
desde hace siglos y con mayor énfasis a partir de la revolución agraria del 1953, y
creo que ese aspecto histórico que condiciona la reforma agraria no ha sido
visualizado en su magnitud y que tiene que ver con el hecho de que el indígena en
Bolivia ya es propietario, aunque sea de un surco de tierra pero ese sentimiento de
la propiedad varía sustancialmente de éste indígena respecto al indígena pre
reforma agraria, ya que es un elemento que catapulta una serie de aspiraciones
que en los términos sociológicos dan cuenta de otro tipo de sujeto, distinto al que
vivió antes de la reforma agraria.(Salazar, 2010).

Salazar cree, entonces que el tema de la comunidad debe tratarse desde su realidad
histórica, y no sólo en su comprensión mítica o conceptual. Eso sería muy importante
porque evitaría idealizar, reducir o esencializar la comunidad, es decir, evitaría tratar a
la comunidad desde un punto de vista ahistórico, que más bien tendería a despolitizar
la discusión. En consecuencia Salazar cree en la “modernidad emancipatoria”, es decir
una propuesta de sociedad alternativa no podría elaborarse sin el rescate de los
elementos emancipatorios desarrollados en la sociedad moderna, como, por ejemplo,
el derecho a una vida individual. Por lo tanto, no toda la modernidad puede reducirse a
la explotación del capital, sino que puede ser retomada para componer otra forma de
sociedad.

Frente a estas posiciones, también se plantea debatir ciertas tendencias que no


niegan la comunidad como un referente real de construcción de un horizonte diferente
de sociedad. En realidad la comunidad, aún atravesada por prácticas mercantiles, no
ha desaparecido y es parte de la realidad boliviana, y así como se propone un diálogo
con el lado emancipatorio de lo moderno, sería necesario también retomar un diálogo
con lo comunitario histórico.

16
Así como para Salazar la construcción de una propuesta de constitución de una nueva
sociedad, tendría que incluir necesariamente elementos de la modernidad, para otros
entrevistados se trataría, más bien, de la elaboración conceptual y práctica de un
proyecto con centralidad indígena. Ya que el modelo moderno-capitalista habría
demostrado ser inviable, correspondería entonces a los pueblos indígenas proponer su
pensamiento y forma de vida como un nuevo modelo de sociedad que no tendría por
qué compararse o equipararse al europeo occidental:

Nosotros tenemos toda la personalidad para pensar sobre el mundo, reconociendo


su trayectoria y todas las cosas que ellos tuvieron, pero no para aprender lo que
ellos hicieron, pero no para equipararnos con un mundo decadente (…) nosotros
podemos crear nuestro propio mundo, ofrecer nuestra forma civilizatoria al mundo
entero como lo tiene Asia, como lo tiene India, como lo tienen los negros africanos,
que tienen cosas muy interesantes que no tiene el europeo, que es además una
provincia del mundo; diría algún autor, no hay que provincializar a Europa,
entonces hasta cierto punto estoy de acuerdo que podemos hacer diálogos
interculturales, pero yo condicionaría que ese diálogo sea en mi cancha, en mi
territorio, porque tendría que jugar de visitante si estoy en mi cancha, con nuestros
códigos morales, éticos, lingüísticos, formas de ser estar, todas esas cosas… y
que Europa nos respete más […] los europeos tuvieron su turno y fracasaron, y
ahora nos toca a nosotros […] no es un poder para dominar, es un poder para
compartir, obviamente que debe haber hegemonía” (Mamani, Op. cit).

Este tema es importante dentro de este debate ya que precisamente uno de los rasgos
de la colonialidad es la existencia de una cultura que domina a otra, y que se presenta
a sí misma como un centro legítimo y universal, al que las demás culturas deben
someterse y reconocer como la única forma de civilización deseable. En este sentido
habría que indagar si el horizonte indígena se considera a sí mismo como una nueva
forma de centro, o como cuestionamiento y desestructuración de cualquier centralidad,
sea ésta europea o de otro tipo. Es decir, hay que preguntarse si se busca construir
“un poder para dominar”, o para “compartir”

Desde la visión de las mujeres recogida en varios espacios de análisis sobre la


temática, el proceso se orienta hacia superar todo tipo de discriminación y
dominación, es decir, se orienta a una visión inclusiva de reconocimiento de los
pueblos y sus culturas, de la dignidad.

“Queremos un país unido sin discriminación, ni exclusión, con justicia social


para todos, que genere las mismas condiciones y oportunidades para todos y
todas (…)” (Lideresa de mujeres. Conversatorio de Palca. 2007).

“Como nuestros antepasados, queremos que se respete a todas las culturas con
sus usos y costumbres y que se establezca la participación de las mujeres en
todas las acciones del Estado en igualdad, mitad, mitad…” (Dirigenta Federación
de Mercados El Alto. Conversatorio- Mayo 2010).

3.3. Vivir Bien y derechos de las mujeres en las políticas Públicas

Si hablamos de la conexión entre el Vivir Bien y los derechos de las mujeres en el


plano de las políticas públicas, es importante empezar señalando que la nueva CPE,
establece en su preámbulo que, con este nuevo instrumento constitucional se estaría
dejando en el pasado “[…] el Estado colonial, republicano y neoliberal [como base
para asumir] el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de
Derecho Plurinacional Comunitario”.

17
Sin embargo, no se hace referencia a la superación del carácter patriarcal del Estado
como parte de las transformaciones políticas que se proyectan. En este sentido, en el
nuevo texto constitucional, las luchas de las mujeres para el Vivir Bien, han sido
incorporadas en 25 artículos, que garantizan derechos específicos para las mujeres,
pero que tocan la estructura misma de la dominación patriarcal.

En la etapa post-constituyente, en la que el principal reto es la aplicación de la CPE en


leyes y políticas públicas, algunas actoras y actores han planteado la necesidad de
avanzar desde esta plataforma de derechos, consagrados en el nuevo texto
constitucional, hacia una profundización del tema. Esto se ha expresado
principalmente en la idea de que es necesario no sólo hablar de descolonización del
Estado y de las relaciones sociales, sino de la despatriarcalización de las mismas.

Este concepto se encuentra muy bien expresado en la propuesta del Plan de


Desarrollo Económico y Social 2010–2015, que a diferencia del PND en vigencia, se
plantea de manera explícita la tarea de la despatriarcalización, definiendo este
concepto como la tarea de […] transformar el sistema de dominación, de
subordinación, de opresión fundado en la distribución desigual de poder entre hombres
y mujeres, donde los hombres tienen bajo control los aspectos más importantes de la
sociedad (la economía, la política, lo público, el trabajo, etc.) (Pág. 10). También se
hace referencia a la necesidad de ir “creando una institucionalidad fundada en la
igualdad, la descolonización y la despatriarcalización del Estado y la Sociedad.”(Pág.
16).

De este modo, el Modelo de Estado Plurinacional, tendría como objetivo “[…] lograr
una democracia igualitaria con equidad de género, vía descolonización y
despatriarcalización para la construcción de una sociedad justa y armoniosa, sin
discriminación ni exclusión y con mayor participación.” (Pág. 35).

Los elementos antes mencionados pueden convertirse en una oportunidad para


transitar de la liberal lógica de reconocimiento de derechos a la de la
desestructuración de las relaciones patriarcales en las políticas públicas. Sin embargo,
como señala Raúl Prada:

El tema de la despatriarcalización está incorporado en el plan como idea general,


pero su aplicación práctica es todavía una de las falencias del documento y
considera que la tarea no sólo debe “[…] ser una iniciativa del gobierno, [ y que la
definición…] del significado de la despatriarcalización y de la relación que hay
entre descolonización y despatriarcalización va a depender mucho de iniciativas
de los movimientos de mujeres. [Añade que] no creo que sea tan fácil, pero se
puede dar la pelea […y que] aunque no haya una clara comprensión del tema,
[…] depende de la posibilidad de participación de la gente, porque el gobierno
habría llegado ya a sus límites.” (Raúl Prada, Op.cit)

En este marco, uno de los documentos más importantes, y que está ya aprobado por
un decreto supremo —aunque encuentra muchas dificultades en su aplicación práctica
por la falta de voluntad política—, es el Plan Nacional para Igualdad de
Oportunidades (PNlO)12. En este Plan,

[…] se formula con fuerza la idea de la recuperación del concepto de género,


descolonizándolo, que esencialmente significa recuperar la memoria larga de las
luchas de las mujeres contra un patriarcado instaurado antes de la invasión

12
Este Plan ha sido elaborado desde por el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades (VIO) dependiente del
Ministerio de Justicia y aprobado por Decreto Supremo Nº 29850, del 10 diciembre 2008.
18
colonial, así como denunciar su uso arbitrario como categoría descriptiva, en una
perspectiva homogenizante y universal de las relaciones de género. Es un
enfoque que plantea acabar con la socialización de las mujeres en género
femenino y la socialización de hombres en género masculino. En este sentido, otra
idea que refuerza a la anterior es la recuperación del concepto del par
complementario (chacha-warmi) como relación horizontal, y replantearlo en una
complementariedad inversa femenina-masculina (waemi-chacha) que implica su
recuperación a partir de las mujeres, desde su posición y realidad actuales.
Las dificultades para la implementación de este Plan tienen que ver con las propias
estructuras patriarcales al interior del mismo Estado. En este sentido Fortunata
Escobar, Directora de la Unidad de Igualdad de Oportunidades, señala que

[…] Aún existe muy marcado el patriarcado, no se puede romper tan fácilmente,
inclusive en espacios del órgano ejecutivo. [Señala que] hay la obligación de
implementar [este plan], y en algunos lugares no existen los espacios donde
trabajar esto. En ese sentido, hay limitaciones todavía, pero se está haciendo el
esfuerzo de que se pueda implementar (Escobar, 2010).

Con todo, una de las principales innovaciones a nivel del Estado, es la reciente
creación de la Unidad de Despatriarcalización, como parte del Viceministerio de
Descolonización:

La Unidad de despatriarcalización es parte ya de un rango, es parte de una


institucionalización estatal. Estos procesos están creciendo, desarrollándose
generando políticas públicas, porque en el Estado se hace políticas públicas para
que la gente viva bien (Chivi, Op. cit).

Esta unidad tiene el objetivo general de “complementar los procesos de


descolonización iniciados por el Estado Plurinacional”. Los objetivos específicos de
esta instancia son:

a) la visibilización de las relaciones sociales de dominio que responden al orden


patriarcal
b) la desestabilización y puesta en crisis de esos órdenes de dominio patriarcal
c) la transformación de esas relaciones sociales de dominio, para constituir una
sociedad justa y armoniosa13 .

A pesar de que la creación de esta unidad se plantea como uno de los desafíos más
importantes para poder articular, a nivel de políticas públicas, la descolonización y la
despatriarcalización, sus posibilidades reales de implementación dependerán, como lo
señala la encargada de dicha unidad, de la capacidad de lucha de las propias mujeres:

[…] Decirles a todas las hermanas que tenemos que estar muy unidas, hay que
hacer prevalecer nuestros derechos, lo que dice la CPE, porque si nosotros no los
hacemos cumplir, ¿quién los va hacer cumplir? porque esto es un desafío tanto
para varones como para mujeres de construir una sociedad cimentada tanto en la
descolonización como en la despatriarcalización para llegar al Buen Vivir.”
(Huanca, 2010)

13
Objetivo planteado en el Manual Interno Provisional de Funciones de las Unidades del Viceministerio de
Descolonización (2010).

19
Referencias bibliográficas

Choquehuanca, David. 2010 “Hacia la reconstrucción del Vivir Bien” en: Sumak
Kawsay: Recuperar el sentido de la vida (Quito: ALAI)

Colectivo Cabildeo. Conversatorio sobre el Vivir Bien y los Derechos de las Mujeres
Septiembre 2008

Huanacuni, Fernando 2010 Vivir Bien- Buen Vivir: filosofía, políticas, estrategias y
experiencia regionales.(La Paz: Convenio Andrés Bello y el Instituto Internacional
Integración)

Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia 2009 El vivir


bien como respuesta a la crisis global (La Paz)

Speeding, Alison. 2010 “'Suma qamaña' ¿kamsañ muni?” (¿Qué quiere decir 'vivir
bien'?) en: Suma qamaña. Miradas críticas al Vivir bien. Revista teológica y pastoral
del Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología (La Paz: ISEAT)

Viceminsiterio de Género y asuntos Generacionales. Encuentros para abrir el dialogo y


construir propuestas: genero, derechos y políticas públicas

Yampara, Simón. 2010 Reconstitución política desde la civilización de Tiwanaku


(La Paz: Garza Azul Impresores & Editores)

Documentos oficiales consultados

Ministerio de Planificación 2010 Propuesta de Plan de Desarrollo Económico y Social


para el Vivir Bien 2010-2015

Ministerio de Planificación 2007 Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna, Soberana,


Productiva y Democrática para Vivir Bien”. Lineamientos Estratégicos 2006 – 2011.

Viceministerio de Igualdad de Oportunidades 2008 Plan Nacional para la Igualdad de


Oportunidades “Mujeres Construyendo la Nueva Bolivia para Vivir Bien”

Nueva Constitución Política del Estado, octubre 2008.

Entrevistas y documentos de sistematización

Colectivo Cabildeo: Matriz y Documento de conceptos, principios y políticas para “Vivir


Bien” y matriz y documento de propuestas de mujeres para “Vivir Bien”.

Entrevistas realizadas a:

Entrevista Fecha
Emilio Hurtado 16 Agosto

20
Sociólogo, Vicepresidencia del Estado Plurinacional –
perspectiva del “Vivir Bien” Tierras Bajas Ñandereko
Cecilia Salazar y Fernanda Wanderley (CIDES-UMSA) 18 de Agosto
Luis Tapia (CIDES UMSA) 18 de Agosto
Enriqueta Huanto y Margarita Mamani 19 de Agosto
Dirigentas Bartolina Sisa
Pablo Mamani 20 de Agosto
Sociólogo, intelectual aymara –doctorante UNAM)
Rafael Bautista 23 Agosto
Filosofo,
Roberto Choque 24 de Agosto
Ex Viceministro de Descolonización
Gina Benito Mama Talla – Encargada de juventudes 25 de Agosto
(CONAMAQ)
Mama Alberta Curasavi
Mama talla Encargada de Género (CONAMAQ)
Idón Chivi 26 de Agosto
Viceministerio de Descolonización
Jorge Viaña 26 de Agosto
Conferencia 23 de Agosto
David Coquehuanca
Canciller
Fortunata Escobar 27 de Agosto
Directora de Igualdad de Oportunidades
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades
Esperanza Huanca 30 de Agosto
Encargada de la unidad de Despatriarcalización del
Viceministerio de Despatriarcalización
Raúl Prada 30 de Agosto
ExViceministro de Planificación Estratégica
María Eugenia Choque 1 de Septiembre
Sociologa,intelectual aymara

21
Anexo.
El Vivir Bien desde las mujeres: Sistematización de las Propuestas

En términos de desafíos, emergen claramente dos propuestas, una más relacionada a


la implementación de políticas públicas estatales, y que tiene que ver sobre todo con la
transformación de los sistemas educativos y de salud. Ya que la colonialidad se habría
impuesto sobre todo como un horizonte ideológico y subjetivo, se sugiere contrarrestar
esta situación cambiando las lógicas, contenidos y prácticas de la educación,
implementando un sistema que promueva la valoración de las culturas indígenas.
También se plantea la necesidad del reconocimiento de la medicina tradicional o
alternativa, desde las prácticas aún existentes de los pueblos indígenas. En este
punto, un tema central es el de recuperar las formas de parir ancestrales como
condición necesaria para el Vivir Bien.

Por otro lado, se propone trabajar en el ámbito de la vida cotidiana, tratando los
asuntos y las barreras sociales que impiden un acercamiento y la interacción igualitaria
entre personas provenientes de distintos lugares de la pirámide clasista, y que están
constituidas por diferentes condiciones de clase, cultura y género.

En cuanto a las propuestas que varios sectores de mujeres plantearon respecto al


Vivir Bien y su relación con las nociones de Despatriarcalizacion y Descolonización,
son muy destacables aquellas que se realizaron en el marco de los documentos,
seminarios, conversatorios y encuentros promovidos por la Fundación Colectivo
Cabildeo14 y que concluyeron en cinco ejes o propuestas de políticas públicas:

a) Discriminación y Violencia,
b) Educación,
c) Salud y servicios básicos,
d) Economía, y
e) Participación política.

Estos debates han sido muy intensos e interesantes, y es totalmente rescatable lo que
afirma uno de sus documentos centrales que considera que, en principio, es
necesario señalar que la idea de Vivir Bien está en pleno proceso de construcción y
que:

(…) como concepto integral desde la visión de las mujeres aún no se encuentra
ampliamente formulado. Las escasas ideas lanzadas al respecto se refieren al
derecho a una visión integral de la vida, al significado de la libertad y a un proceso
de cambio mental hacia la descolonización (Fundación Colectivo Cabildeo, 2010).

De todas maneras en los distintos ejes propuestos existen distintos elementos que
configuran evidentes propuestas del Vivir Bien desde las mujeres.

1. El eje de Discriminación y Violencia, se propone el Vivir Bien como la


erradicación de ambas. Los ámbitos en que dicho proceso tendría que darse
son los sociales y colectivos, a través del desarrollo de estrategias de
seguridad ciudadana y los derechos de niños/as y jóvenes/as; y el ámbito
familiar, en que tendría que promoverse el bienestar de la familia y la

14Estas propuestas han sido extraídas de la matriz de sistematización elaborada por Elizabeth
Andia para alimentar este trabajo.
22
eliminación de la violencia, buscando “el diálogo, la confianza y la
responsabilidad de todos/as los miembros de la familia”. En términos de
descolonización y despatriarcalización, se propone recuperar saberes y
prácticas indígenas como el “chachawarmi cuya esencia es la
complementariedad entre la esencia femenina y la esencia masculina”.
También se plantea trabajar sobre el fortalecimiento de la autoestima, las
capacidades y la valoración del trabajo reproductivo, así como en la eliminación
de los distintos tipos de discriminación que enfrentan las mujeres indígenas
(por su vestimenta, por su grado de instrucción o por su condición económica)”.

2. En el segundo eje que es el de Educación, Vivir Bien significa el mejoramiento


del sistema educativo (infraestructura, tecnología, pedagogía) y su tratamiento
como un derecho colectivo, que sea incluyente y mantenga sus principio de
gratuidad y que haga “incidencia en la educación de grupos sociales
específicos, como la niñez y juventud, personas especiales y especialización
para productores de diferentes rubros”. La despatriarcalización por su parte,
tendría que ver con la efectivización de los “derechos sociales de las mujeres”,
es decir centralmente con la enseñanza en términos de igualdad de género; y
la descolonización implicaría la inclusión de la “recuperación y educación en
saberes ancestrales”. En suma se propone que mujeres de distintas
condiciones culturales y sociales pueda encontrarse y promover un diálogo
intercultural.

3. Para el punto referido a Salud y Servicios Básicos, el Vivir Bien está


relacionado a la buena salud, como un servicio gratuito que cuente con
infraestructura adecuada, calidad de atención, personal idóneo y control de la
calidad de los medicamentos. Para ello se propone “la información y
capacitación de la población en el cuidado de la salud, en salud preventiva,
primeros auxilios, y en nutrición, así como el acceso a una buena alimentación
y la práctica de deportes”. Se habla también de otros servicios básicos, como
“dotación de terrenos, vivienda gratuita, equipamiento mobiliario, electrificación
rural, medios de trasporte, caminos y guarderías. En este sentido descolonizar
implica el trato respetuoso, sin discriminación, sobre todo a las mujeres
indígenas, y el rescate de las practicas medicinales ancestrales y tradicionales
“en conjugación con la medicina moderna”, es decir que en los centros de
salud existan personas con formación en medicina moderna y medicina
naturista, entre los cuales el paciente tenga derecho a elegir, especialmente en
el caso de las mujeres cuando deciden “respecto a métodos de parto e
interrupción del embarazo”. También se sugiere la introducción de la atención
en términos bilingües. Ligado a esto, la despatriarcalización implicaría
necesariamente el derecho de las mujeres a tener información sobre su
sexualidad, a conocer y cuidar su cuerpo, así como al acceso a alimentos,
medicamentos y seguro médico.

4. Respecto al eje económico, Vivir Bien significa la creación de un modelo


productivo que incentive “la creación de una matriz productiva que contemple:
diversificación de productos, creación de proyectos productivos, consumo de
productos propios y su compra por el Estado, ampliación de capacidad de
exportación, certificación de exportación de calidad y creación de una
normativa que regule la producción”. También se hace referencia, en tanto
derecho colectivo, al hecho de contar con un trabajo garantizado, digno y que
permita el acceso a otros derechos (como seguro médico, seguridad laboral y
salario justo). En este sentido, despatriarcalizar y descolonizar suponen, para
23
las mujeres, que el espacio de trabajo sea un lugar de igualdad y equidad de
género, así como de reconocimiento y “valoración del trabajo productivo de las
mujeres”. También se propone capacitar a las mujeres en el emprendimiento
de actividades económicas y las aptitudes requeridas para ello (saber
administrar, negociar y acceder a micro créditos). Por otra parte, se propone “la
revalorización y cuidado del medio ambiente y los recursos naturales”, lo que
implicaría pensar en una nueva forma de administración de los recursos
naturales que piense más en la redistribución de los mismos que en su
exportación, y que reconsidere “la valoración y la recuperación de la tierra y el
territorio”.

5. Finalmente, el quinto eje, el de la participación Política, el Vivir Bien es visto en


tres niveles,
a. uno, más concreto, en el que se propone el “derecho al voto a los 16
años y el derecho a ser elegidos en cargos públicos a los 18 años”.
b. Otro nivel es el que tiene que ver con la participación política dentro de
las mismas organizaciones, con el control social respecto a las
actividades del Estado, y con las relaciones entre gobierno y
organizaciones sociales, que deberían ser abiertas y directas. También
se propone ampliar la presencia estatal a través de la participación de
las organizaciones sociales en la elección de funcionarios públicos que
luego se harán presentes en las comunidades. En este sentido,
despatriarcalizar es promover “el derecho a la participación y a la
elección dentro de las organizaciones y de los procesos políticos
deliberantes, así como a la redistribución de los espacios de poder y
representación, todo lo que debe realizarse dentro de una igualdad y
equidad de género”; pero para ello es necesario contar con un proceso
de organización de mujeres que cree condiciones para la
implementación real de una participación igualitaria en distintos niveles
y espacios de poder (paridad y alternancia), y que entre otras cosas,
procure la capacitación en liderazgo, en diseño de propuestas y
“estrategias políticas propias desde las mujeres para su posterior
reproducción con las bases”.
c. Otro elemento interesante es que se propone incluir a los varones en la
concientización sobre los derechos políticos de las mujeres. Por otro
lado, la descolonización supone pensar en una forma de participación
política que incluya la diversidad cultural de las mujeres al incorporar la
intervención en otros idiomas además del castellano (participación
bilingüe), la incorporación del chacha-warmi y la justicia comunitaria. En
un intento de ampliar la idea de descolonización también se sugiere, en
el marco de los derechos autonómicos, incluir “la declaración de
ciudades indígenas a aquellas que cuenten con mayoría de población
indígena”. De manera general, la ciudadanía es uno de los puntos
centrales de las luchas políticas de la mujeres, pues supondría
“reconocimiento por parte del gobierno a las mujeres de distintos
pueblos indígenas y de sectores laborales departamentales, y
finalmente, desde enunciado y elaboración de nuevas leyes desde la
visión de la complementariedad”.

A manera de conclusión, parece fundamental señalar que si bien los elementos antes
planteados son aportes de formas concretas de aplicación de los derechos específicos
reconocidos a las mujeres en el nuevo texto constitucional, que además recogen
miradas descolonizadoras y despatriarcalizadoras, es necesario avanzar en un debate
más amplio, que no sólo apunte al ámbito de reconocimiento de derechos sino que
24
avance en la tarea política de articular descolonización y despatriarcalización para
producir cambios estructurales en el conjunto de las relaciones sociales y culturales,
cuestionando las diversas formas de dominación.

Así, por ejemplo, las reflexiones elaboradas por el colectivo Sanka Sawuri- Tejedoras
de Sueños, indican que es importante revertir la tendencia heredada del esquema
neoliberal de políticas de género, a que el tema sea asumido como un problema
sectorial de las mujeres. En este sentido el reto político fundamental sería avanzar en
propuestas que permitan cuestionar las estructuras de desigualdad de género como
un problema estructural,

Así, la descolonización también pasaría por abandonar la excesiva tecnificación en el


trabajo de género, para avanzar en un tipo de activismo político que profundice el
diálogo intercultural sobre las desigualdades de género y su vinculación con otras
formas de opresión.

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