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El enfrentamiento patricio-plebeyo constituye el conflicto interno central en

los dos primeros siglos de la Republica. Sin embargo, las fuentes que, en
general, son muy posteriores al mismo, no caracterizan bien los términos del
problema y con frecuencia, lo asimilan a los conflictos sociopoliticos del
ultimo
periodo republicano. Según Livio y Dionisio, basados en la analística.
Ciceron, Dionisio y Plutarco, desarrollan la división de la sociedad romana
entre patricios y plebeyos se remontaba a Rómulo. El primer rey
supuestamente, ya separo al pueblo de Roma en dos grupos, con la plebe
como clientes de los patres o patricios.
Después, las referencias en las fuentes al conflicto y a su influencia en la
historia
constitucionales romanas se centran en la primera mitad del siglo V, en torno
a las primeras secesiones plebeyas y a la promulgación de las XII Tablas.
La inclusión de la primera época republicana es obligada para integrar
determinados fenómenos que solo aparecen a partir del 509, como el
consulado, la organización plebeya o la provocatio. Es probable también que
figuras como la de Flaminio influyeran en la reconstrucción histórica de la
analística, tribuno de la plebe en el 232 y censor en el 220, promotor de
iniciativas agrarias y protagonista de fuertes enfrentamientos con el senado,
suponía un modelo de acción política proyectable hacia el pasado, como pauta
para la presentación del conflicto patricio-plebeyo.
Frente a la imagen de un dualismo social y político. el conflicto se ha de
entender históricamente, con diferentes momentos y etapas en los dos
primeros siglos republicanos. En realidad, no se puede hablar de conflicto de
órdenes, con Roma dividida en dos grandes grupos sociales y políticos,
patricios y plebeyos, hasta el siglo IV. En el siglo anterior, el movimiento se
inicia con una masa campesina empobrecida que se enfrenta a grandes
propietarios agrícolas y exige el acceso al ager publicus. Solo a partir de la
segunda mitad del siglo V comienza a configurarse una elite no patricia, cuyo
rechazo del exclusivismo patricio le acercara al movimiento plebeyo. La
convergencia de un pequeño número de familias pudientes, que aspiran al
poder, pero están excluidas del Estado patricio, con una mayoría social, con
problemas de deudas y necesitada de tierras, cristalizo en un movimiento
plebeyo amplio y heterogeneo. Esa convergencia se aprecia en las leyes
Iicinias-Sextias del 367, una institucionalización de una elite plebeya y
cambios definitivos en el grupo plebeyo.
El patriciado representaba el estamento aristocrático en una sociedad arcaica,
como es Roma en los siglos VI y V, y su hegemonía era patente en todos los
ámbitos de la comunidad. Este “ciclo de superioridad”, como ha sido definido,
afectaba a los recursos materiales (tierra, ganado), al control de las
magistraturas, a las prácticas religiosas, a la interpretación del derecho, a las
políticas matrimoniales con aristocracias de otras comunidades. La movilidad
vertical y horizontal de estas comunidades abiertas, que implicaba la
desaparición de algunas gentes y la aparición de otras, la inmigración y el
ascenso social, no alteraba la preeminencia de la aristocracia patricia. Cuando
esta hegemonía es contestada por sectores sociales excluidos, en un contexto
de crisis económica, los patricios reaccionan desarrollando un estricto código
aristocrático. De esa manera, justificaban su preeminencia, basada en una
superioridad político-moral, y tendían hacia una casta cerrada mediante la
prohibición de matrimonios con sectores fuera de su círculo.
En Roma es distintiva la especial exclusividad de los patricios a comienzos
del siglo V y su capacidad de resistencia frente a las exigencias plebeyas.
De hecho, los problemas socioeconómicos solo comenzaran a resolverse
a fines de siglo con la llegada de recursos provenientes del exterior, por
ejemplo tras la conquista de Veyes y su territorio, el ager Veientanus.
La crisis económica de esta centuria, evidente en los materiales arqueologicos,
que reflejan una ruptura de las relaciones comerciales exteriores y una
disminución de la calidad de los productos artesanales, agravaría el conflicto.
Por otra parte, la creación y consolidación de las magistraturas plebeyas
acentuaría también la cerrazón patricia. Desde la década de los 80 hasta las
XII Tablas, a mediados de siglo, cuando se produce una definición
progresivamente
más restrictiva del grupo patricio. Ese proceso exclusivista es lo que se conoce
como la serrata (cierre) del patriciado. Reflejo extremo de esa tendencia es la
prohibición de matrimonios mixtos entre patricios y plebeyos establecida en
las XII Tablas.

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