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imponiéndonos su visión del mundo y su forma de hacer y sentir. Esos individuos que se
aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin
importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona.
Si alguien te aprecia debe quererte por lo que eres y no por lo que la otra persona quieres
que seas, sin violar tu identidad personal, sin actuar, pensar o hablar como otro desee,
porque dejarás de ser libre y estarás expuesto a la manipulación
Se refiere a un amplio rango de tácticas psicológicas que una persona ejerce sobre otra con
el fin de controlar su libertad, su conducta, sus sentimientos y sus pensamientos llegando
así a desestabilizar a la persona con el objetivo de que esté al servicio de sus propias
necesidades a través del control de su propio comportamiento, emociones o decisiones. Es
decir, la manipulación psicológica es el control mental que ejerce una persona sobre otra
persona o grupo, utilizando técnicas de persuasión o sugestión mental mediante un
comportamiento egoísta o malintencionado por parte del manipulador, que en casos
extremos, puede incluso llegar al lavado de cerebro o aquellas conductas que conducen al
suicidio.
La familia constituye un área de manipulación muy típica: la pareja, los hijos, los padres,
parientes políticos.
Otra área típica donde nos podemos sentir avasallados, manipulados o controlados es el
trabajo.
¿Cómo es un manipulador?
Un manipulador es un egoísta. Es toda persona que usa a los demás para alcanzar sus
deseos. Es un lobo con piel de cordero, que emplea el miedo, la obligación y el sentimiento
de culpa para lograr que hagas lo que el quiere en vez de lo que tú deseas. A través de
estos instrumentos que utilizan: el miedo, la obligación y la culpa, las personas
manipuladoras, nos pueden generar un temor que nos impide confrontarlos, nos hacen
sentir obligados a ceder y culpables si no lo hacemos. Ven a los demás como marionetas en
sus manos y, cuando las personas no responden a los hilos invisibles que ellos mueven,
pasan a las amenazas.
El manipulador es alguien que quiere obtener algo a toda costa y que hace todo posible para
alcanzar su meta. Sin embargo, las formas que utiliza pueden hacer que parezca que en
ningún momento hace nada malo, sino que simplemente quiere obtener lo mejor del otro.
Sus modos son ingenios muy eficaces que ejercen control y poder sobre lo ajeno. Es
complicado tomar conciencia de lo que está ocurriendo realmente pero inconscientemente
hacen que uno se venga abajo y que ceda ante la manipulación .El resultado es que la
persona se descubre a si misma haciendo cosas que no quiere hacer, solo por agradar a
otra persona; estos sentimientos nos demuestran que lo que está pasando de verdad es que
estamos renunciando a nuestros principios y valores y que estamos satisfaciendo los
principios y valores de otra persona, dejando los nuestros a un lado.
Las personas manipuladoras, suelen ser sumamente inseguras, a pesar de que tratan de
demostrar todo lo contrario. Sus temores al cambio, a la pérdida, al rechazo o al desgaste
del poder, son encubiertos por actitudes egoístas y dominantes.
La inseguridad del manipulador hace que emplee técnicas para resolver sus problemas
basadas en la agresividad activa o pasiva. Este individuo tiene un importante déficit de
habilidades sociales, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a
emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y
después cada vez más agresivos pudiendo llegar hasta la violencia.
Les falta confianza en ellos mismos. Aparentan una autoestima de la que carecen. Se
sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa
inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la
verdad.
Tienen baja tolerancia a la frustración. Cada vez que la persona manipuladora experimenta
situaciones de riesgo o que ponen en cuestionamiento su poder, se dispara su potencial
manipulador.
Tienen un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les
escape de su control.
Sienten miedo ante la evaluación social. Necesitan dar una buena imagen. La inseguridad
les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales. Aunque aparenten todo lo
contrario, tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se
encuentran en un medio social amplio y puede ser descubierto su carácter manipulador.
Características de la persona manipulada.
El pasivo-dependiente
5. Tiene dificultad para expresar desacuerdo por miedo a perder el apoyo o aprobación.
8. Prefieren adaptarse a los demás, aunque esto signifique ponerse en sus manos y perder
autonomía.
Por eso es muy importante que estemos atentos que esto no es un juego, sino una cuestión
de salud mental y emocional. Algunos trastornos que son causados por manipulación:
Carece de empatía. No tienen en cuenta las necesidades, demandas y deseos de los otros
aunque proclamen lo contrario.
Es muy permisiva consigo misma y muy intolerante con los demás. Ellos creen que las
reglas están para que las cumplan los otros.
Es egocéntrico/a.
Algunos utilizan la seducción en forma de halagos o regalos otros seducen a través de una
imagen de seguridad o protección.
Culpan constantemente a los demás. Suelen sembrar cizaña.
Lo primero que hay que hacer para saber si estás siendo manipulado es:
Otra forma de saberlo es preguntándote si lo que estás haciendo en ese preciso momento
es lo que quieres hacer, si esto no es así es que te estás saltando tus principios por alguien.
Detecta quien es ese alguien y ahí tendrás a tu manipulador.
Cuando observas que esta persona se comunica contigo de una forma imprecisa para no
sentirse atrapado ni descubierto y está demostrando siempre su autoridad y su poder.
Cuando te das cuenta de que no tiene en cuenta tus derechos, ni tus necesidades ni tus
deseos, sino que impone sutilmente los suyos
Por supuesto. Lo primero que hay que entender principalmente es que no va a cambiar.
Aquí es conveniente elaborar un duelo por no alcanzar una relación ideal con él. En función
de la gravedad de la manipulación será conveniente valorar la posibilidad de alejarse de esa
persona. Si no es posible el alejamiento, hay que lograr decirle "basta ya" y aunque sigas
bajo el radio de influencia del manipulador, cortarle el poder. Es decirle “Te descubrí”,
“Hagas lo que hagas y digas lo que digas ya no me afecta”.
Deja de explicar al manipulador los detalles de tu vida que pueda utilizar contra ti.
Aprende técnicas asertivas como, por ejemplo, el "banco de niebla", que te permite observar
la manipulación respondiendo con indiferencia.
No te mira cuando le hablas. Sigue con lo que estaba haciendo o símplemente mirando la
televisión. Te da la espalda y sigue caminando. Si le confrontas con su actitud, dice que eres
muy susceptible y que te estaba escuchando.
Cuando comentas o le preguntas algo se va por las ramas. Puede que te haga creer que no
te sabes explicar, pero es más probable que se esté escaqueando porque no sabe la
respuesta.
Te pide algo en circunstancias imposibles, lo cual te hace sentir incapaz una vez más.
Existe una serie de requisitos emocionales que puedes entrenar a diario para prevenir la
manipulación y convertirte en una persona autónoma.
Escúchate a ti mismo. Presta atención a las señales de tu cuerpo, aunque no entiendas muy
bien qué significan, fíate de ellas. No te desautorices. Observa e interpreta. Aprende a
conocerte.
No des más crédito a las opiniones de los demás que a tus propias impresiones.
Sé receptivo. Aprende a escuchar, abre los ojos. Comprende lo que hay más allá de las
palabras de la persona que te controla.
Sé asertivo. Practica los cuatro pasos básicos de una respuesta asertiva, que te permite
defender tus derechos sin agredir:
Expresa objetiva y honestamente lo que sientes o has sentido ante esa manipulación.
No pretendas cambiarle. Eres tú quien tendrás que cambiar tu modo de comunicación con el
manipulador.