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Quien no admite sus errores, se estanca en el proceso

de crecimiento espiritual y personal.

Sólo quienes reconocen sus fallas, pueden emprender


el camino de corregirlas y dirigirse a nuevos senderos
de cambio

Un análisis sencillo a este hecho ineludible, lo hizo el


rey David. El escribió “¿Quién se da cuenta de sus
propios errores?

¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! Quítale el orgullo a


tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así
seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado.”
Salmo 19:12-13 (Versión Popular “Dios habla hoy”).

No es nada nuevo. Se trata de una realidad que ha


acompañado al hombre a través de la historia.

Personas, que pese a incurrir en actos, palabras y


gestos que atentan contra los demás, nunca lo
reconocen.

Pero podemos cambiar. Si nos disponemos, el


primer paso es reconocer que fallamos y aplicar los
correctivos.

El segundo, pedir a Dios la fuerza necesaria para


avanzar hacia ese cambio.
Si cometemos algún error es fundamental que el
responsable reconozca su “equivocación”, ya que está
es la única forma de crecer, no tropezando con la
misma piedra.

El problema es que el ser humano tiene la costumbre


de no reconocer sus errores.

No hay hombre perfecto todavía pero si hombres y


mujeres que gracias a la nobleza y a su capacidad de
reconocer sus errores y aprender de ellos han logrado
crecer material, mental y espiritualmente.

A nadie le gusta equivocarse y tener que reconocerlo


muchas veces es algo que cuesta y hasta duele.

Equivocarnos no nos hace menos valiosos, ni menos


dignos, los errores son parte de la vida y nos brindan la
oportunidad de ser mejores aprendiendo de la
experiencia y aceptando las consecuencias.

Cuando reconocemos que nos hemos equivocado, que


hemos cometido un error, tenemos la oportunidad de
corregir.

Si tú no aceptas tus equivocaciones en el hogar, como


esposo, como esposa o como hijo.

Nunca vas a poder tener un hogar perfecto.


Si no aceptas que te estás equivocando en el manejo de
tu negocio, de tu dinero sea el salario o la ganancia de
tu empresa, vas a terminar en la quiebra.

Si no aceptas que estas cometiendo errores en tu


estudio, no vas a tener la oportunidad de corregir y lo
más probable es que pierdas el semestre.

SALMOS 19:12-14
¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
Introducción:

Todos cometemos errores; algunos son grandes, otros


pequeños, algunos divertidos, otros terribles, algunos
nos perjudican momentáneamente, otros por toda una
vida, algunos nos afectan en nuestra estancia en la
tierra; pero las consecuencias de otros pueden
seguirnos en la eternidad.

Cuantas personas hay llorando el día de hoy


por algún error irreparable que han cometido.

Todos detestamos fallar y tomar decisiones erróneas.

Para evitar errar es necesario entender los errores y


para hacerlo hay que ir a la raíz del porqué se cometen;
y al descubrirla, hacer algo para evitar caer en el
fracaso.
1. ES IMPORTANTE ADMITIR QUE EN ALGÚN
MOMENTO NOS PODEMOS EQUIVOCAR
(ERRAR ES DE HUMANOS)

Por naturaleza, los seres humanos rechazamos


cualquier observación respecto a nuestra conducta.

Generalmente consideramos que todo cuanto hacemos


está bien. Y allí radica el error.

Porque herimos con palabras o hechos, y justificamos


las acciones, imponiendo nuestro criterio.

Es a este aspecto fundamental que se refiere el autor


cuando escribe:”

¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona,


Señor, mis faltas ocultas! ”(versículo 12).

Estas líneas nos llevan a reflexionar que hay errores en


los que incurrimos a sabiendas, y aquellos que obramos
de manera inconsciente.

Estos son los más peligrosos para nuestro ser, y los que
mayor daño causa a quienes nos rodean.

2. HAY QUE VENCER EL ORGULLO (versículo


13)

Al escribir este memorable Salmo, el rey David


enfatiza: “Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas
que el orgullo me domine. Así seré un hombre sin
tacha; estaré libre de gran pecado.” (versículo 13).

Como hombre de Dios, era consciente que en tanto


prevaleciera el orgullo, difícilmente podía cambiar.

Era necesario que ese muro cayera. SALMO 119:71

3. ANHELAR QUE TODO LO QUE HAGAMOS


SEA GRATO DELANTE DE DIOS (VERSICULO
14)

A. Nuestras palabras

B. Nuestros pensamientos

4. ¿QUÉ ES LO QUE MAS NOS PUEDE LLEVAR


A COMETER ERRORES?

ERRAMOS POR IGNORANCIA (Jeremías 9:24


Oseas 4:6)

Muchos errores se cometen por ignorar la palabra; Por


no estudiarla.

Estos errores se cometen por no investigar, en la


palabra, y basar las decisiones en ella, decisiones que se
toman sin antes preguntar a Dios, sin antes pedir
dirección y sabiduría del espíritu.
B. ERRAMOS CUANDO NOS DEJAM0S LLEVAR POR
LOS SENTIMIENTOS U EMOCIONES.
Errores cometidos bajo la dirección de los
sentimientos; Por miedo o desesperación.

Cuando alguien actúa basándose en sus pensamientos y


emociones y se deja dominar por lo que es lógico
humanamente hablando; y actúa sobre la base de lo
que percibe en ese determinado momento sin pensar
en las consecuencias que esta decisión traerá.

PROVERBIOS 3:7 Estos se cometen en el área


financiera, amorosa.

C. ERRAMOS POR SER CURIOSOS

“Los curiosos” Errores que se cometen por dejarse


llevar por un deseo de conocer mas allá de lo que nos
concierne saber o hacer. (Drogas, desear otra mujer u
hombre)

Salomón experimentándolo todo, terminó sus días


adorando los dioses de sus esposas.

1 Rey 11 No negué a mis ojos ninguna cosa que


desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno,
porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue
mi parte de toda mi faena. Ecl. 2: 1

D. ERRORES BIEN-INTENCIONADOS
Errores que se cometen por querer hacer algo
aparentemente bueno.
O algo bueno utilizando métodos dudosos.
Hacer algo correcto en circunstancias desfavorables en
una ocasión equivocada.

Querer hacer la voluntad de Dios a mi manera. Josué


con los Gabaonitas.

E. ERRORES POR NEGLIGENCIA

“Los descuidados” los pecados mas grabes y escándalos


son el resultado del descuido y negligencia espiritual.

Se descuida la oración, se pospone la lectura, Deja lo


que puede hacer ahora para hacerlo después, y no
sabemos que nos deparara el mañana.

F. ERRAMOS POR IGNORAR LOS CONSEJOS

“Los sabelotodo”, Pero cualquiera que me oye estas


palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena; y
descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue
grande su ruina. (Mateo. 7: 26, 27)

Saúl: Dios le hablo y dio instrucciones mas él hizo


según sus ideas.
Él creía tener un mejor plan que Dios; él pensó saber
más que Dios; ¿No es acaso mejor el obedecer mejor
que los muchos sacrificios? ¿Y el prestar atención
mejor que el sebo de los carneros? Dios no le perdono y
lo desecho para siempre. No volveré contigo; porque
desechaste la palabra de Jehová, 1 Sa 15: 26.

El que pertenece a esta iglesia, Mientras se predica,


están buscando excusas, creando argumentos, quizás
diciendo: ¿Cómo te atreves? Estos saben que la palabra
de Dios es la verdad y esta en lo cierto; pero ellos tienen
un plan mejor.

CONCLUSIÓN:

Aprendamos a aceptar que la mayoría de los


sufrimientos que padecemos es consecuencia de
nuestros propios errores, por eso pidámosle a Dios que
nos libre de ellos aun de los ocultos los que pensamos
que está n bien pero no es así.

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