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experiencia socio-histórica
Una aproximación a las Ciencias Sociales en
Comte, Mill, Dilthey, Marx y Husserl
Ricardo Salas Astrain
Diagramación:
Fabiola Hurtado Céspedes
Impresión:
UCSH
Cuaderno
No 5
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
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- Ricardo Salas Astrain -
seguir madurando los principales conceptos de dición pos-kantiana, cabe relevar que el análi-
las epistemologías de las ciencias sociales y sis del mundo histórico, con sus instituciones,
humanas. valores y creencias, es decisivo en la
fundamentación histórica de las ciencias huma-
No se trata en este rico campo lógico- nas y sociales. En ello tuvo un influjo relevan-
epistémico, que presentan estos Cuadernos de te el proyecto del idealismo trascendental, en
Aula, de cerrar la discusión entre los modelos especial de la filosofía de Hegel, y la reacción
en disputa, ni de sistematizar de una manera frente a las exageraciones de sus seguidores.
indiferenciada sus propias distinciones
epistémicas, ni de mezclar de un modo indife- La resolución de este quiebre epistémico nos
renciado los aspectos ético-políticos de sus parece que preside este debate del último siglo
doctrinas. Quieren mostrar, estos textos, que la acerca de las ciencias, y de la especificidad de
reconstrucción de la experiencia histórico-so- las ciencias humanas y sociales2, y es, desde
cial se abre temáticamente al campo epistémico este contexto específico, donde cabe conside-
de las acciones humanas, diferente del trata- rar la problemática de la experiencia social y la
miento filosófico, pero que, en última instan- influencia en la elaboración de esta categoría
cia, no puede prescindir de éste. del “mundo de la vida” en la filosofía de
Husserl, y desarrollada por Schütz y Habermas
Introducción en la filosofía germana, y por Luckmann y
Berger en la sociología norteamericana.
La investigación filosófica acerca del estatuto
teórico de las ciencias humanas y sociales en Empero, si nos ubicamos en el contexto del si-
el último siglo se sigue concentrando en el es- glo XIX, se puede afirmar que el intento más
quema teórico-epistemológico derivado de la elaborado y sofisticado por forjar una
filosofía alemana del período la ilustración; a fundamentación de las ciencias del espíritu está
saber, la teoría crítica del conocimiento de dirigido principalmente por los esfuerzos filo-
Emmanuel Kant1. Se sabe que, a partir de la sóficos de Comte y Dilthey por reconciliar
diferenciación entre una crítica de la razón pura ambos terrenos: una adecuada teoría del méto-
y una crítica de la razón práctica, se establece do científico y una comprensión del desenvol-
una escisión entre lo que se puede conocer cien- vimiento del espíritu humano, ambos polos
tíficamente y aquello que queda en el terreno permiten ser más atentos a los hechos y viven-
de lo que cabe aceptar como supuesto para asu- cias que constituyen la experiencia humana. El
mir una acción plenamente moral. pensamiento de Marx contribuye también en
este sentido, por el cual las ciencias sociales y
Empero, si el neo-kantismo marcó fuertemen- humanas están en deuda con el pensamiento
te la bifurcación entre lo racional y lo razona- anterior: a saber, que recoge la tradición del
ble, que legó una parte importante del debate enciclopedismo racionalista del siglo XVIII. En
acerca de la teoría del conocimiento en la tra-
2 Ferry, Jean Marc, Les puissances de l’expérience, Paris,
1 Renaut, Alain, Kant aujourd’hui, Paris, Aubier, 1997. Cerf, 1991, tomo II, p.171.
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social, en estos autores, están indisociablemente positivista de los dos autores citados4. En su
vinculadas a las teorías ético-políticas que in- obra programática, Introducción de las Cien-
tentan sentar las bases racionales de una socie- cias del Espíritu, reseñará con fuerza5 los erro-
dad moderna. El sentido social y político de la res de esta metodología psicologista y natura-
filosofía positiva es indesmentible, en cuanto la lista que impide la comprensión de las profun-
afirmación del estadio positivo como estado de- das estructuras psíquicas propias de la vida de
finitivo, es el único que permitirá conciliar el los individuos. No aceptará las teorías
orden y el progreso. epistémicas de los dos filósofos anteriores por-
que sus respectivos proyectos “sociológicos”
Algo parecido se encuentra en el filósofo in- no dan cuenta del nexo intersubjetivo que re-
glés John Stuart Mill, frecuentemente asimila- quiere la fundamentación psíquica del pensar
do a las teorías liberales y utilitaristas. Él es histórico.
inicialmente un sistematizador de una teoría
científica de lo social, en diálogo y disputa con No se trata para Dilthey de explicar “hechos”
Comte, pero rápidamente asumirá una perspec- sino de comprender “vivencias” humanas. Esto
tiva epistemológica y metodológica propia. Si exige fundar una cierta escisión entre las cien-
bien Mill establece un diálogo fecundo, termi- cias de la naturaleza que dan cuenta del nexo
nará aceptando solamente la ‘estática social’ del causal y las ciencias del espíritu que refieren a
pensador francés, ya que considerará que la los nexos teleológicos. En síntesis, esta opera-
‘dinámica social’ requiere una metodología de ción epistémica de la comprensión de las viven-
validación científica, lo que exige profundizar cias de los sujetos requiere distinguir entre la
el carácter deductivo de las ciencias morales. modalidad de la explicación (Erklaren) y la de
En este sentido, Mill conforme a los patrones la comprensión (Verstehen) de la acción huma-
de una filosofía inglesa más cuidadosa con los na6. Aunque Dilthey, no se haya conocido por
hechos psicológicos, desconfía de una ciencia sus teorías ético-políticas, es innegable que esta
moral que descanse en leyes universales, sin el concepción histórica va de la mano de un cierto
adecuado proceso de intermediación hacia las historicismo que comprende las dificultades de
motivaciones propias de los individuos. Este la propia auto-comprensión del espíritu europeo,
planteamiento hace que la postura de Mill acer- y en particular de la nación alemana.
ca de la relación entre la universalidad y el con-
texto de acción del sujeto, se constituya en la
base de la ciencia psicológica, tal como se en-
tiende en el mundo anglosajón.
Por último, la perspectiva de una crítica de la 4 Arpini, Adriana, “Aspectos teóricos y metodológicos
razón histórica, tal como fue elaborada por el acerca del historicismo, en Otros discursos, Mendoza,
Universidad Nacional de Cuyo, 2004.
filósofo Dilthey, no se entiende cabalmente sin 5 Cfr. en especial en los capítulos XIV-XVII
el marco neokantiano aludido al inicio, pero 6 Salas, Ricardo, “Explicación y Comprensión en la teo-
ría epistemológica de W. Dilthey”, en Revista de la Aca-
tampoco sin la referencia explícita al modelo demia Nº 3 (1998), pp. 151-161.
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- Ricardo Salas Astrain -
7 Conill Jesús, “Concepciones de la Experiencia” en Diá- 8 Mardones Jose María., Filosofía de las ciencias huma-
logo Filosófico Nº 41 (1998), p. 151. nas y sociales, p. 318
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filosofía positiva, siguiendo las enseñanzas de del siglo XVIII: la sociología representa el tér-
las ciencias, debe asumir los hechos tal como mino último del progreso intelectual y elabora,
se presentan al espíritu humano, sin indagar por teniendo en cuenta los resultados conseguidos
sus causas primeras, sino por la conexión legal por las ciencias, los nuevos principios que han
con otros hechos. de regir la organización del nuevo régimen po-
lítico.
Una buena parte del problema de las ciencias
sociales y de los métodos de la investigación Empero, esta concepción plantea serias difi-
sociológica se encuentran en el famoso libro cultades: en primer lugar, el estudio exhausti-
en seis volúmenes, Cours de Philosophie vo de la “estática” y la “dinámica” social –en
Positive. Las diversas reglas del método posi- que divide la sociología– debería mostrar hasta
tivo son coincidentes con las ya expuestas res- qué grado Comte aceptó esta doctrina, y en
pecto de las otras ciencias, v.g., la ley de sub- forma particular, si él era o no consciente de
ordinación constante de la imaginación a la las dificultades en torno a la noción de legali-
observación; segundo, la relatividad de toda dad propuesta, pues mientras desarrollemos
ciencia; tercero, el alejarse igualmente del nexos entre hechos dentro de la estática, que-
empirismo como del misticismo; y cuarto, la da en evidencia su conexión estructural. Otro
invariabilidad de las leyes naturales. problema ocurre, en cambio, cuando se deben
establecer leyes entre fenómenos que
Para Comte, la formulación de las leyes de los advienen. En este punto, se plantea, como lo
hechos sociales debe ser el resultado de la cien- denunció primeramente Dilthey y en nuestro
cia social; aunque algunas veces por la com- tiempo lo ha hecho ver Habermas, el carácter
plejidad de los fenómenos debamos contentar- ambiguo de la ley comteana denominada ley
nos con leyes probables. La principal relación general del progreso.
que establece entre esta “física social” y las
“ciencias de la naturaleza” es la subordinación
de aquélla a éstas. En este sentido, cabe afir-
B. John STUART MILL
mar que la investigación de los fenómenos so- La ciencia del hombre social y de los diversos
ciales tiene que lograr un tipo de determina- fenómenos de la vida social en Mill (1806-
ción que el método “de las ciencias empírico- 1873) prosigue de cerca la inspiración de
formales” ha logrado exitosamente en el plano Comte, y se expresa en el famoso libro VI titu-
de la naturaleza. lado On the logic of the Moral Sciences, en su
también célebre libro Sistema de Lógica, pu-
La propuesta de una “sociología positiva” tie- blicado en 1843. La importancia de este libro,
ne un fuerte sentido práctico y redentor; tiene es que Mill, siguiendo las reflexiones de Ba-
que ver con el papel que le asigna Comte a una con, sistematiza la estructura de la inducción
disciplina teórica y social que pueda salvar a la que está a la base de todas las investigaciones
humanidad de la anarquía y del desorden espi- experimentales. Mill la considera la “lógica uni-
ritual en que la han sumido las revoluciones versal” que es aplicable a toda investigación
10
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
posible10 . Este es el famoso principio que co- conocimiento de las ciencias naturales. Para
mentarán los contemporáneos partidarios del ambos autores, no existe alguna característica
empirismo lógico, como Hempel y Nagel. de los hechos sociales que lleve a cuestionar la
forma “normal” de hacer ciencia; en este mar-
Según Mill, las ciencias morales se fundan en co, ambos autores son partidarios netos de lo
una ciencia que denomina “etología” –ciencia que en nuestra época se llama “la unidad de la
deductiva que se basa en principios medios ciencia”.
“axiomata media” para el conocimiento prác-
tico de los hombres11 . La etología no coincide
con la psicología que tiene para él un carácter
2. LA POSTURA HERMENÉUTICA
experimental: se relaciona con la mecánica y EN Wilhelm DILTHEY
la física teórica. El objetivo del científico so- Dilthey (1833-1911) es conocido por ser fun-
cial es explicar las leyes empíricas de la histo- dador de la historiografía, pero hay que afir-
ria demostrando cómo se deducen, primero de mar, desde el inicio, que el problema filósofico
las “axiomata media” de la etología, y en últi- de las ciencias del espíritu no se reduce a la
ma instancia, de las leyes generales de la psi- tematización epistemológica de la ciencia his-
cología. Esto conduce a Mill a su concepción tórica que había sido ya desarrollada por emi-
del “método deductivo inverso”. En otras pala- nentes estudiosos alemanes, eruditos de la talla
bras, en el caso de desarrollos históricos de lar- de un Momsen, Droysen, Grimm entre otros.
go alcance, el científico social debe aguardar y Si bien es cierto que Dilthey elabora su teoría
ver qué ocurre, debe formular los resultados de de las ciencias del hombre a partir de los ricos
sus observaciones mediante “leyes empíricas materiales de la historiografía de su tiempo, él
de la sociedad” y finalmente conectarlas con tiene clara conciencia, desde sus primeros tex-
las leyes de la naturaleza humana. En conclu- tos, que lo que está en cuestión es la metodolo-
sión, Mill pretende configurar esta ciencia so- gía propia de las ciencias del hombre, de la so-
cial en ciencia positiva rigurosa, al modo de ciedad y del Estado. En este marco, la propuesta
las ciencias físicas que, mediante la observa- diltheyana remite a la fundamentación de las
ción de las leyes invariables que condicionan ciencias “político-morales” como lo señala en
los fenómenos sociales, puede dominar el con- un trabajo de 1875.
junto de la sociedad, prevenir y dirigir los acon-
tecimientos futuros de la sociedad. Dilthey valorizó en su justa dimensión la pro-
puesta de una metodología basada en el análi-
En general, la fundamentación teórica que pro- sis experimental de la realidad social tal como
pone el positivismo como base de las ciencias lo proponían Comte y Mill, pero les critica, en
sociales en Comte y en Mill exige una reflexión general, la excesiva subordinación del método
sistemática acerca de la teoría y del método de de las ciencias del espíritu al de las ciencias
naturales. En este sentido, es necesario matizar
una distinción que surge en su obra principal:
10 Mill, J. Stuart, Lógica, III, cap. I, nº1-2.
11 Lógica VI, cap. 5. La introducción a las ciencias del espíritu
11
- Ricardo Salas Astrain -
(1881) entre el explicar (Erklaren) y el com- Para Dilthey, las ciencias del espíritu son obje-
prender (Verstehen). Hemos demostrado en un tivas, pero no al modo de las ciencias de la na-
trabajo que, en los textos principales de Dilthey, turaleza. La subjetividad que integra el histo-
de diferentes épocas, acerca del debate entre riador en el análisis de los hechos que le intere-
explicar y comprender, no se encuentra una san no es una concesión a los intereses, valores
escisión metodológica entre dos tipos de méto- y prejuicios de un intérprete ingenuo. La pri-
dos científicos, sino un intento por fundamen- mera condición para edificar el mundo históri-
tar epistemológicamente las ciencias del espí- co es “depurar las confusiones por la crítica”12 .
ritu a partir de una articulación entre ambas La objetividad en historia es parte de un proce-
modalidades del conocimiento científico. dimiento científico, pero se trata de mostrar que
la subjetividad del historiador es una condición
Se puede afirmar que el problema epistemo- insuperable de la comprensión de los indivi-
lógico principal de Dilthey que subyace a la duos del pasado y de sus obras: “La Objetivi-
distinción entre el explicar y el comprender está dad de la Historia es sólo posible cuando, entre
en relación directa con el modo en que es posi- los diversos puntos de vista desde los cuales se
ble comprender las conexiones de fin y de efec- puede establecer la conexión de un todo y des-
tividad que operan en la realidad histórica en tacar los miembros que le son necesarios, hay
vez del principio clásico de causalidad que exi- un punto de vista que capta esta conexión tal
gen las ciencias de la naturaleza. Se debe sos- como ha tenido lugar”13, es decir, se trata de la
tener, así, que el esfuerzo fundamental de condición que la teoría hermenéutica denomi-
Dilthey es constituir un tipo de teoría que fun- na “historicidad”.
damente las conexiones en el ámbito de la vida
psíquica e histórica. En este sentido, cabe pro-
testar contra aquellos que consideran la teoría
3. LA POSTURA DIALÉCTICO-
hermenéutica como una concesión a la mera CRÍTICA en Karl Marx
subjetividad del intérprete. Ya que no se trata Hablar de la filosofía de Marx (1818-1883) y
de elevar la propia vida psíquica como criterio del impacto del marxismo en las ciencias so-
de comprensión de otras vidas, sino de com- ciales no es fácil; sobre todo porque durante
prender que toda captación en el orden huma- las últimas décadas del siglo pasado, esta filo-
no involucra conocer el entramado complejo sofía tuvo una gran relevancia en la reconstruc-
de sentidos y significados que provienen de las ción de las ciencias sociales críticas. Las pre-
subjetividades humanas. Mientras dichos sen- tensiones y repercusiones de las perspectivas
tidos y significados no se expresen y conden- históricas, estructurales y postestructurales de
sen en obras que podamos interpretar, no es las últimas décadas han sido muy fuertes para
posible conocer a los individuos y sujetos crea- refundar, desde el marxismo, una determinada
dores de la historia. La teoría del nexo estruc- ciencia social que diera cuenta de una praxis
tural aspira a responder precisamente a las de-
terminaciones de regularidades en el ámbito 12
Dilthey Wilhelm, Obras Fundamentales, VII, p. 286.
humano. 13
Dilthey Wilhelm, Obras Fundamentales, VII, p 287.
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
política. Por ello, a pesar de las múltiples y re- do adecuadamente una diferencia específica:
levantes interpretaciones de más de un siglo, para Hegel, la producción de la totalidad en el
nos restringiremos al propio pensamiento del pensamiento se confunde con la producción de
primer Marx, y vamos a desprendernos de las la realidad, en cambio para Marx el pensamien-
lecturas posteriores de algunos de sus discípu- to establece una reproducción de la realidad so-
los brillantes, para destacar el principal aporte cial. Para Hegel, la realidad alcanza su verdad
de Marx a la construcción de un paradigma dia- en tanto se eleva al concepto; en Marx, el co-
léctico-crítico. nocimiento es verdadero en tanto reproduce la
realidad en el pensamiento. Pero con Hegel
En el plano de la filosofía contemporánea y de Marx está de acuerdo, en contra del materialis-
la epistemología de las ciencias sociales, exis- mo en que el conocimiento es producto de la
ten muchos estereotipos y prejuicios, sea a fa- actividad, pero en oposición al idealismo, con-
vor y sea en contra del enfoque dialéctico-crí- sidera que el conocimiento es producto de la
tico de las ciencias sociales. Para precisar el actividad humana: “El defecto fundamental de
aporte más importante de Marx hay que situar- todo el materialismo anterior –incluido el de
lo frente a otras posturas epistemológicas de su Feuerbach– es que sólo concibe la realidad con-
tiempo. Se sabe que en Marx hay una obra que creta y sensible bajo la forma de objeto o de
evoluciona desde sus primeros escritos filosó- contemplación, pero no como actividad senso-
ficos en pugna con el idealismo y sus escritos rial humana, como práctica, no de un modo
económicos maduros en el marco del materia- subjetivo”14 .
lismo histórico. Los primeros son fundamenta-
les para situarlo como crítico de la filosofía En este plano, Marx no está de acuerdo en que
idealista de Hegel, y como perspicaz analista la conciencia reproduce lo dado porque lo que
de la situación histórico-política de su tiempo. se nos entrega en la experiencia social es algo
Es aquí donde cabe ubicar sus reflexiones acer- mediado y conocer es producir en el pensamien-
ca del desarrollo de su pensamiento dialéctico. to esa mediación. Para Marx, entonces, el suje-
Los primeros escritos de Marx se ubicaban en to y el objeto son indisociables, y la síntesis de
el marco de una teoría iluminista de los hechos ambos lleva a una teoría de lo real inseparable
sociales, donde la concepción de la dialéctica de la praxis. La verdadera realidad social es
no se la acepta en cuanto aparece asimilada al crítica y práctica, es teoría dentro de la acción
pensamiento idealista. Aparece, según lo refie- y acción conforme a la teoría de la realidad.
re Lucien Goldmann, un pensamiento basado Esta manera de entender el conocimiento de lo
en una concepción sociológica de la historia y social coloca a Marx en las antípodas del posi-
una concepción más filosófica. tivismo de Comte y Mill.
Se sabe de todas las dificultades que han teni- El fundamento filosófico de la ciencia social
do los comentaristas para precisar la efectiva dialéctica implica que la ciencia no es un co-
influencia de Hegel en Marx. Sigamos una in-
dicación de Fernando García quien ha destaca- 14
Marx Karl, 1ª Tesis sobre Feuerbach
13
- Ricardo Salas Astrain -
nocimiento teórico, sino un saber “práctico”, nes de cambio, que sigue teniendo relevancia
esencialmente ordenado a la acción. Se basa en la ciencia política.
no en categorías abstractas, sino en la activi-
dad humana transformadora de la realidad. La Según F. García, esta ley económica que rige
cuestión de la verdad objetiva no pertenece al el movimiento de la sociedad moderna es parte
campo de la teoría, sino que es una cuestión de una disputa que para algunos se considera
práctica: “El problema de si al pensamiento superada; para otros, que no se tienen los ele-
humano se le puede atribuir una verdad objeti- mentos necesarios que permitan descalificarla
va, no es un problema teórico, sino un proble- como teoría. En ambos casos, se concibe esta
ma práctico. Es en la práctica donde el hombre ley de Marx de una forma determinista y posi-
tiene que demostrar la verdad, es decir la reali- tivista; lo que hacen estas lecturas es destacar
dad, el poderío, la terrenalidad de su pensamien- aspectos unilaterales de la teoría de Marx. El
to”15 . La unión de la teoría y de la práctica hace punto de discusión es distinto si se la considera
del conocimiento, como reflejo de la praxis bajo el modelo de ciencia propuesta por los dos
humana, un saber dialéctico que cambia y se autores destacados anteriormente, o la consi-
transforma según el movimiento de las reali- deramos como una ley que exige otro tipo de
dades prácticas que son las relaciones sociales. modelo de ciencia.
La dialéctica no es, entonces, una ciencia, sino Si se aceptan los presupuestos teóricos de Marx,
que podría considerarse “la lógica de lo real cabe admitir entonces que los distintos proble-
concreto”: no se trata exclusivamente como se mas que suscita el desarrollo de la sociedad
encuentra en la lógica formal preconizada por capitalista actual requieren aún ser explicados
el positivismo de alcanzar la abstracción y el a partir de categorías económicas que son par-
análisis, sino de resituar siempre estas etapas te de un sujeto político que va madurando su
de la ciencia en lo concreto total. crítica al sistema económico. Si es teoría cien-
tífica, no se puede aplicar mecánicamente como
Pero también en Marx existe une reflexión teó- si todo el problema económico-social estuvie-
rico-social a través de su legado de una crítica ra ahí. En este plano, se podría decir que la ac-
de la economía política. En este plano, se trata tualidad de Marx en las ciencias sociales crí-
de estudiar la realidad económico-social con ticas es indudable: no es posible constituir un
instrumentos categoriales precisos; aquí apa- pensamiento social crítico sin un ajuste de cuen-
rece su diferencia más tajante con el positivis- tas con el modelo económico hegemónico que
mo burgués de Comte y de Mill. Su libro más rige sin contrapeso.
imponente es el Capital, que, a pesar de su
inacabamiento y de su amplitud, propone una En otros términos, si nos atenemos a los estu-
teoría del modo de producción capitalista, de dios actuales se equivocarían los partidarios de
las relaciones de producción y de las relacio- la escolástica marxista y sus detractores neo-
liberales al querer buscar una verificación de
lo expuesto por Marx en las experiencias de
15
Marx Karl, 2ª Tesis
14
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
los socialismos “reales”: la teoría de Marx re- trataría de avanzar en una crítica no positivista
quiere ser pensada, como lo han considerado ni historicista de las ciencias de lo social a par-
con justeza, sus discípulos de la Escuela de tir de la crítica de los reduccionismos específi-
Frankfurt en las posibilidades de establecer una cos nacidos del naturalismo, historicismo y
crítica fundada de la lógica del capitalismo psicologismo, para dar cuenta de una “ontolo-
avanzado y no manteniendo la crítica al capita- gía social”.
lismo decimonónico conocido por Marx.
La filosofía levantada por el primer Husserl es
En este plano, su epistemología social crítica, el ariete de la crítica a la racionalidad
como lo ha mostrado correctamente el pensa- objetivadora y dominante consolidada por el
miento hermenéutico, tiene un esquema pare- positivismo, el naturalismo, el psicologismo y
cido al del psicoanálisis: su validez no se juzga el historicismo predominantes en el siglo XIX.
sólo por los hechos socio-económicos de cier- A partir de esta indicación, se observa la dis-
tas sociedades históricas concretas (éste es el tancia que separa el planteo de Husserl del po-
interés ideológico-político que no podemos tra- sitivismo comteano, del psicologismo de Mill
tar aquí), sino por la validez de una heurística y del historicismo de Dilthey, donde la fractura
socio-económica que no está deslegitimada teó- diltheyana clásica, que separa la ciencia natu-
ricamente, sino únicamente desgastada por el ral y la ciencia del espíritu, no responde a la
juego de hermeneúticas rivales. Marx, al igual cuestión de fondo que plantearía la racionali-
que Nietszche y Freud, están hermanados por dad moderna, según el concepto diltheyano.
la reconstitución de propuestas epistemológicas Asimismo, no hay nada más diferente que la
que des-mitifican el racionalismo y fenomenología ocupada del análisis de lo dado
cientificismo del siglo XIX. Como dice P. a la conciencia con el materialismo histórico
Ricoeur en una fórmula célebre, son ellos “los de Marx.
maestros de la sospecha”.
La perspectiva del Husserl tardío se centrará más
bien en la categoría del mundo de la vida (coti-
La crítica fenomenológica a los diana) que le permite exponer unas bases teóri-
fundadores de las ciencias sociales cas firmes para fundar unas ciencias del espíri-
En la primera parte de esta Antología, dimos tu, de un modo sistemático y profundo, y evita
cuenta de la compleja problemática relativa al las consecuencias del relativismo gnoseológico
nacimiento de las ciencias sociales y humanas y ético. El proyecto husserliano reconociendo la
y ya señalamos las dificultades de levantar una capacidad teleológica de la razón histórica, im-
común teoría lógico-epistemológica de la ex- pulso que le viene dado desde la antigüedad, y
periencia histórico-social; en lo que refiere a que permite sobrepasar la categoría de las “con-
esta segunda parte, queremos demostrar la ne- cepciones de mundo” elaborado por Dilthey, que,
cesidad teórica de establecer el tránsito de lo a juicio de Husserl, no puede desvincularse de
epistemológico a lo ontológico a partir de la sus consecuencias relativistas, y que en el con-
propuesta de Edmund Husserl, (1859-1938). Se texto de la exposición de la “la Esencia de la
15
- Ricardo Salas Astrain -
Filosofía” no contribuyen a una fundamentación Para ilustrar este diálogo inconcluso, citaría un
de normas éticas para un mundo fracturado por párrafo del último libro publicado por Dilthey,
el predominio de una racionalidad científica so- El Mundo Histórico, donde él escribirá que el
bre los mundos de vida. Estas mismas observa- estudio de la vida y de sus manifestaciones ‘psí-
ciones conducen a varios estudiosos a demos- quicas’ alberga una tendencia teleológica que
trar las coincidencias entre el pensamiento denominará conexión estructural, y que encuen-
fenomenológico husserliano y el pensamiento tra puntos de convergencias con Husserl sobre
marxista, donde pueden citarse a Lukács, Kosik, todo cuando éste “establece una fundación ri-
Pace, Merleau-Ponty, Ricoeur y Habermas, por gurosamente descriptiva de la teoría del saber
mencionar algunos autores16. como “fenomenología del conocer”17 . Esta re-
ferencia explícita a la fenomenología es una
Si indagamos, por ejemplo, en la categoría del clara indicación de que la mentada controver-
mundo de la vida y del a priori histórico en la sia sobre la racionalidad en las ciencias socia-
Crisis de las Ciencias Europeas y les y humanas ha sido exagerada en los térmi-
Fenomenología trascendental, aparecen cues- nos de una confrontación filosófica entre el
tiones relevantes para comprender el mundo concepto de filosofía en Dilthey y Husserl. Al
social. Los principales aspectos de su teoría del referir al debate explicitado en los términos de
lebenswelt, en la que se plantean en forma sis- la correspondencia entre ambos, ya se obser-
temática las bases de una crítica radical de la van los matices de uno y otro; donde cabe pre-
cientificidad moderna presente en la matemá- cisar las acusaciones del historicismo del pri-
tica a partir de un mundo de la vida que le es mero y la defensa del ideal rigurosamente cien-
previo, ayuda a comprender la estructura de la tífico de la filosofía del segundo18.
comprensión del mundo vivido. Los principa-
les rasgos de esta teoría permiten avanzar en la Esta expresión del nexo estructural propio de
epistemología de las ciencias históricas, basa- la experiencia humana histórica funda el cono-
das en un a priori que permite comprender de cimiento que permite descifrar los sentidos no
modo más adecuado la fractura diltheyana en- objetivos de la experiencia humana y social.
tre la ciencia natural y la ciencia del espíritu, y Se podría indicar que el debate de la filosofía
que nos sugiere bases teóricas más firmes para de la comprensión histórica marca profunda-
fundar las ciencias del espíritu, de un modo más mente los esbozos teóricos de las ciencias hu-
sistemático, en un sentido de lo racional huma- manas y sociales hasta hoy. En este sentido,
no. Esto sobrepasa lo intentado en forma pio- parte del debate epistémico contemporáneo de
nera por Dilthey, y que Husserl ya cuestiona en
su artículo famoso: “La filosofía como ciencia 17 W. Dilthey, Obras fundamentales, VII, p. 13.
estricta”, de 1911. 18 Parte del problema lo podemos rastrear hasta nuestros
días en el relieve asignado al análisis de la experiencia
histórica humana desarrollado por autores como
Gadamer y Bolnow. Entre nosotros, los trabajos rele-
16 San Martín Javier, “Fenomenología y marxismo”, en vantes de A. Bonilla, Mundo de la vida: Mundo de la
La fenomenología como teoría de una racionalidad fuer- historia, y C. Monteagudo, “Mundo de la vida y
te, Madrid, UNED, 1994, p. 110. autorregulación de las ciencias del Espíritu”.
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
las ciencias humanas sociales tiene que ver con ción epocal. En este sentido, la Crisis nos abre
la adecuada crítica de las simplificaciones de al sentido teórico y práxico de la racionalidad.
las teorías racionalistas, empiristas y criticistas Se trataría cómo en un mundo socio-cultural es-
del conocimiento de las ciencias sociales y hu- pecífico, donde se han constituido las ciencias
manas y con la posibilidad de superar sus pro- de la naturaleza y las ciencias del espíritu, pode-
pios impasses y atolladeros. En este plano, el mos re-encontrar el sentido mismo del filosofar,
avance de las propuestas científicas que se han que no es otro que el asumir el carácter teleoló-
desplegado durante el siglo XX no pueden des- gico de la razón.
ligarse de sus dificultades para buscar un pun-
to de partida incuestionable del conocimiento Proyecciones de la fenomenología
histórico, que nos lleva de nuevo a la exigencia
en la epistemología de las ciencias
de un a priori histórico19. Bolnow, que mantie-
ne una notoria cercanía con Dilthey, sostiene
sociales contemporáneas
claramente que este punto es inalcanzable, y Esta perspectiva husserliana no tiene impacto
que es necesario admitir que todo conocimien- sólo en la sociología comprensiva, sino que tie-
to científico de la sociedad y de la cultura tiene ne una relevancia desde el punto de vista de la
su origen en un mundo de preconceptos que ciencia social crítica, porque se preserva una
nos vienen del medio social, familiar o indivi- formulación mucho más modesta de la ciencia
dual, y que, como tales, constituyen la trama de lo social y de un cuestionamiento del mun-
inicial de los mundos de vida en los que vivi- do reconstruido por las ciencias sociales, que
mos y que presuponen las mismas ciencias his- tiene serias repercusiones ético-políticas por-
tóricas: ¿no es éste el fondo mismo de la difi- que conduce al problema relevante de si es po-
cultad? sible elaborar una ciencia social sólo a partir
de colectividades. A juicio de Ricoeur, se pue-
La rica veta husserliana acerca del sentido de la den condensar estas consecuencias: “...en mi
historia refiere a la historicidad misma de los opinión, los criterios mínimos de la acción hu-
mundos de vida, de modo que, si se analiza la mana, a saber, que se la pueda identificar me-
crisis de las ciencias y de la humanidad euro- diante proyectos, intenciones, motivos de agen-
pea, queda en evidencia que no se trata sólo de tes capaces de imputarse a ellos mismos su ac-
esclarecer un cuestionamiento de la racionali- ción. Si se abandonan estos criterios mínimos,
dad científica que lleva a explicar los hechos se comienzan a hipostasiar nuevamente las en-
históricos, sino del sentido de la racionalidad tidades sociales y políticas, a elevar al cielo el
misma para la experiencia del hombre mismo. poder y a temblar frente al Estado”20 .
Mundo de la vida y a priori histórico conllevan,
asimismo, los elementos ético-antropológicos de Esta concepción tampoco es irrelevante frente
la responsabilidad del filósofo de cara a la situa- a una teoría social que asume una mediación
crítica de la interpretación de los sujetos en el
19 Bolnow Otto, Introducción a la filosofía del conocimien-
to, 1976. 20 Ricoeur Paul, Del Texto a la Acción, p. 278
17
- Ricardo Salas Astrain -
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
rar en detalle la teoría neo-kantiana que preva- jas conceptuales que surgen al contrastar ambas
lecía en Alemania para la solución del proble- teorías de la razón.
ma del conocimiento de las ciencias empírico-
formales. Sin embargo, esta critica se extiende Por ambas referencias explícitas, parece clara-
también al análisis de la vida colectiva y psí- mente que Habermas no tiene dificultades para
quica donde predominan los reduccionismos empalmar su concepto de acción comunicativa
decimonónicos, a saber el naturalismo, el con el de mundo de vida, a pesar de las dificul-
psicologismo y el historicismo. Se conocen, a tades que se pueden detectar; empero, es conve-
través de diversos estudios, los esfuerzos siste- niente indicar que, en este caso, ya no estamos
máticos de la fenomenología de Husserl por hablando, en un sentido estricto, en términos
levantar una comprensión rigurosamente cien- fenomenológicos, sino de las condiciones de una
tífica y filosófica de los significados humanos reconstrucción de los presupuestos de la racio-
históricos. nalidad social. Lo que desarrolla particularmen-
te Habermas, en su lectura del Lebenswelt
Pero no es únicamente la tradición husserliano, no es la intuición central de un mun-
fenomenológica en la que se ubica Ricoeur que do circundante originario, sino aquellos elemen-
releva el aporte de las tesis fenomenológicas y tos que destacan el carácter intersubjetivo del
la crítica a los modelos decimonónicos de las mismo entorno vital, por lo que es preciso no
ciencias sociales. Indiquemos someramente la equivocarse ya que se trata de una reutilización
relevancia que tiene el tratamiento que hace este de una categoría fenomenológica para una teo-
libro de la categoría de Lebenswelt para las cien- ría intersubjetiva de la sociedad.
cias sociales y humanas en un discípulo direc-
to de la teoría crítica marxista redefinida por la La óptica de Habermas y de los cientistas so-
Escuela de Frankfurt; a saber, Jürgen Habermas. ciales críticos que prosiguen sus indicaciones
teóricas del mundo de la vida, refieren a algo
Con total independencia de que se acepte la in- parecido a lo que se ha llamado “conocimiento
terpretación específica, expuesta por Habermas social o del hombre”, pero no es un trabajo de
en sus libros, de la noción husserliana del mun- cuestionamiento de la racionalidad social. Pero,
do de la vida, es relevante dejar establecido que si por un lado esta asimilación habermasiana
el tema del lebenswelt se vincula con la recupe- es en cierto sentido limitada respecto de lo in-
ración del programa fenomenológico del cono- dicado en la visión husserliana de la Crísis, por
cimiento para un programa de la teoría crítica otro lado, ella nos entrega una adecuada pers-
en el ámbito de las ciencias humanas y sociales. pectiva heurística para comprender el sentido
La teoría de la acción comunicativa tiene una de la racionalidad en las sociedades tecnológi-
clara deuda con los aspectos definidos por la cas de nuestro tiempo. Se trata, pues, de un
fenomenología y, por ello, es fecundo entender mundo de vida que no sólo resista a los tres
las diversas y recíprocas articulaciones que ob- grandes sistemas de la racionalidad moderna,
serva Habermas entre su propio proyecto y de sino que ella es el substrato de la racionalidad
Husserl; en este cotejo, se destacan las parado- moderna.
19
- Ricardo Salas Astrain -
A pesar de esta limitación filosófica de ces, sólo una crisis de la fundamentación de las
Habermas, nos parece que su teoría ciencias de la naturaleza (empírico-formales),
comunicativa, tal cual lo demuestran los traba- sino también las ciencias del espíritu. Por ello,
jos de los investigadores y filósofos contem- la tesis propuesta por este libro de Husserl tiene
poráneos, permite refundar una noción más implicancias metodológicas, epistemológicas y
amplia de la experiencia humana en el plano ontológicas para una teoría de la razón. La cues-
de las ciencias sociales y humanas, que permi- tión filosófica que se plantea es cómo esta no-
te reinterpretar los aportes de las teorías ción del mundo de la vida permite levantar una
epistémicas y los supuestos ético-históricos del crítica detallada y sistemática a las bases de la
mundo vital en que ellos están insertos, en vis- cientificidad moderna presente en la reducción
tas a cuestionar el predominio hegemónico de matemática. Asimismo, el reconocimiento del
la racionalidad instrumental. mundo de la vida previo, y le lleva a revalorizar
el sentido del mundo individual y cultural, y a la
En conclusión, la discusión que abre la crisis de posibilidad de abrirse a la comprensión de otros
las ciencias europeas de Husserl no es, enton- mundos individuales y culturales.
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
En esta tercera parte, vamos a presentar una se- Los textos elegidos permiten elaborar un es-
rie de textos y fragmentos seleccionados de los quema comparativo donde los estudiantes pue-
cinco autores indicados más arriba, que ayu- den hacer cuadros con las convergencias y di-
den a los estudiantes a encontrar, de un modo vergencias de los autores mismos.
más o menos sencillo, las propias formulaciones
de los autores acerca de la naturaleza de las AUGUSTE COMTE (1798-1857)
ciencias sociales y humanas y, en especial, de
algunas de las categorías que nos ocuparán en Filósofo francés considerado el fundador del
este trabajo: experiencia histórico-social, he- positivismo. Fue Secretario del pensador refor-
chos sociales y conciencia. mista Saint-Simon. A los pocos años rompió
con él y se consagró a dictar, en forma privada,
Vamos a estructurar cada uno de los acápites su Curso de Filosofía Positiva, que, en sus 51
por los cinco autores de los textos. En primer Lecciones, era una enciclopedia del avance del
lugar, presentamos una muy breve biografía saber científico de su tiempo. Asistente de ma-
que ayude al estudiante a contextualizar la temáticas de la Escuela Politécnica de París,
época específica de cada uno de los filósofos, nunca pudo obtener un cargo titular. Su perso-
y entregaremos una mínima bibliografía en nalidad era compleja y sufrió varias crisis emo-
castellano relativa a las ciencias sociales, para cionales. Desde 1823, vivió bajo la protección
luego acceder a la lectura insustituible de tex- de sus discípulos. En la última década de su
tos integrales, y no sólo de una breve y sinté- vida, re-elaborará su Curso dando origen a una
tica selección. Presentaremos, a continuación, doctrina de la Religión de la Humanidad, pro-
los principales textos seleccionados y, final- ducto de su amistad con Clotilde de Vaux. Tuvo
mente, entregaremos un conjunto de pregun- una influencia considerable en la intelectuali-
tas y actividades que ayudan a encontrar al- dad laica francesa, y desde Francia se expan-
gunas de las cuestiones centrales de esta An- dió hacia la élites científicas de América Lati-
tología de Textos acerca de las ciencias socia- na, donde tuvo aplicaciones político-educativas
les y humanas. en México, Brasil, Argentina y Chile.
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- Ricardo Salas Astrain -
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
mesurada, y preguntémonos qué acogida hu- sieron en su tiempo, por ejemplo, los astrólo-
biera tenido en aquella época, suponiéndola gos o los alquimistas. Nuestra actividad inte-
formada, la filosofía positiva, cuya mayor am- lectual está suficientemente motivada con la
bición es la de descubrir las leyes de los fenó- simple esperanza de descubrir las leyes de los
menos, y cuyo carácter más peculiar consiste fenómenos, o con el simple deseo de confir-
precisamente en considerar prohibitivos para mar o desmentir una teoría. Pero no podía su-
la razón humana todos estos sublimes miste- ceder así durante la infancia del espíritu huma-
rios de los que la filosofía teológica da razón, no. Sin las atractivas quimeras de la astrología,
con tan admirable facilidad en sus más míni- sin las enérgicas decepciones de la alquimia,
mos detalles. por ejemplo, ¿de dónde hubiéramos sacado la
constancia y el ardor necesario para recoger
Sucede lo mismo si observamos la naturaleza tantas observaciones y experiencias que han
de las cuestiones que ocupan primitivamente servido más tarde de fundamento para las pri-
al espíritu humano, desde un punto de vista meras teorías positivas de una y otra clase de
práctico. En este aspecto, esta búsqueda pre- fenómenos?
senta al hombre el gran atractivo de un domi-
nio ilimitado sobre el mundo exterior, conside- Vemos, en este conjunto de consideraciones,
rado totalmente para nuestro uso, y cuyos fe- que si bien la filosofía positiva es el verdadero
nómenos guardan relaciones íntimas y conti- estado definitivo de la inteligencia humana, ha-
nuadas con nuestra existencia. Así, estas qui- cia el que ésta siempre ha tendido, no es menos
méricas esperanzas, estas exageradas ideas de cierto que durante varios siglos esta inteligen-
la importancia del hombre en el universo que cia ha tenido que emplear, bien como método,
nacen con la filosofía teológica, y que destru- bien como doctrina provisional, la filosofía
yen sin remedio las primeras influencias de la teológica; filosofía cuyo carácter es el de ser
filosofía positiva, son, desde sus comienzos, un espontánea y, por ello, la única posible en los
estimulante indispensable sin el cual no se po- orígenes, y la única también que ha podido ofre-
dría concebir cómo el espíritu humano se en- cer a nuestro espíritu infantil un interés sufi-
tregó a tan penosos trabajos. ciente. Fácil es comprobar que, para pasar de
esta filosofía provisional a la filosofía definiti-
Hoy estamos tan alejados de esta primitiva dis- va, el espíritu humano ha tenido que adoptar
posición en relación con la mayor parte de los naturalmente como la filosofía transitoria los
fenómenos que incluso tenemos la dificultad métodos y las doctrinas metafísicas. Esta últi-
para representarnos exactamente la necesidad ma consideración resulta indispensable para
y la fuerza de tales consideraciones. La razón completar la exposición general de la gran ley
humana es ya lo suficientemente madura como que he presentado.
para entregarse a laboriosas búsquedas cientí-
ficas, sin tener a la vista ningún motivo ajeno a Es fácil concebir, en efecto, que nuestro enten-
la ciencia, que sea capaz de actuar con fuerza dimiento, obligado a progresar con pasos len-
sobre la imaginación, como los que se propu- tos, no podía pasar bruscamente y sin interme-
23
- Ricardo Salas Astrain -
diarios, de la filosofía teológica a la filosofía te en considerar todos los fenómenos como su-
positiva. La teología y la física son tan profun- jetos a leyes naturales invariables, cuyo descu-
damente incompatibles, tan radicalmente brimiento preciso y la posterior reducción al
opuestos los caracteres de sus concepciones, menor número posible constituyen la finalidad
que antes de renunciar a unos para emplear de nuestros esfuerzos. Consideremos como
exclusivamente los otros, la inteligencia huma- absolutamente inaccesible y vacía de sentido
na ha tenido que servirse de concepciones in- la búsqueda de lo que llaman causas, sean es-
termedias, de un carácter espúreo, propias, por tas primeras o finales. Es inútil insistir dema-
ello mismo, para preparar gradualmente la tran- siado en un principio que ha llegado a ser fa-
sición. Éste es el destino natural de las concep- miliar para todos aquellos que tienen un cono-
ciones metafísicas: no tienen otra utilidad real. cimiento algo profundo de las ciencias de la
Cuando en el estudio de los fenómenos se sus- observación. Todos sabemos que en la explica-
tituyen la prevalente acción sobrenatural, por ciones positivas, incluso en las más perfectas,
la correspondiente e inseparable entidad, aun- no tenemos la más mínima pretensión de expo-
que ésta no sea concebida sino como una ema- ner cuáles sean las causas generadoras de los
nación de la primera, el hombre se habitúa poco fenómenos, ya que con ello no conseguiríamos
a poco a considerar los hechos en sí mismos, sino retrasar la dificultad, antes al contrario,
ya que las nociones de estos agentes metafísi- pretendemos analizar con exactitud las circuns-
cos se convierten gradualmente en algo sutil, tancias de su producción y coordinar unos fe-
que quedan reducidas a ser, para toda mente nómenos con otros, mediante relaciones nor-
sensata, los meros nombres abstractos de los males de sucesión y de similitud.
fenómenos. Es imposible imaginar otro proce-
dimiento mediante el cual nuestro espíritu hu- Aclaremos esto con el más admirable de los
biera podido pasar de unas concepciones real- ejemplos: decimos que los fenómenos genera-
mente sobrenaturales a otras simplemente les del universo son explicados, en la medida
naturales, es decir, del régimen teológico al ré- en que éstos puedan serlo, por la ley de la gra-
gimen positivo. vitación newtoniana, ya que esta gran teoría nos
muestra toda la inmensa variedad de los hechos
astronómicos, como si fueran uno y el mismo
La filosofía positiva
hecho, considerado bajo diversos puntos de vis-
Una vez establecida la ley general del desarro- ta: la tendencia constante de atracción entre las
llo del espíritu humano y sin entrar en una dis- moléculas en directa razón de sus masas y en
cusión más especial sobre el tema, lo que que- razón inversa de los cuadros de distancia; aún
daría fuera de lugar en este momento, nos con- más: este hecho general se nos presenta como
cierne ahora determinar con precisión la natu- una simple extensión de un fenómeno muy fa-
raleza propia de la filosofía positiva, lo cual miliar para nosotros y, por tanto, perfectamen-
constituye el objeto esencial de este discurso. te conocido, cual es el de la caída de los cuer-
Hemos visto, por lo que precede, que el carác- pos. En cuanto a determinar en qué consiste
ter fundamental de la filosofía positiva consis- esta atracción de gravedad, o cuáles sean sus
24
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
causas, decimos que son cuestiones insolubles, de esas vanas réplicas interminables entre el
que no pertenecen al dominio de la filosofía derecho divino y la soberanía del pueblo .
positiva y que cedemos, con todo derecho, a la
imaginación de los teólogos o a las sutilezas de Ésta es la única, aunque grande laguna que hay
los metafísicos. que rellenar para acabar de constituir la filoso-
fía positiva. Ahora el espíritu humano ha fun-
dado la física celeste, la física terrestre mecá-
La física social como ciencia de los
nica o química, la física orgánica, vegetal o
fenómenos sociales
animal, fáltale contemplar el sistema de las
En efecto, entre las cuatro categorías principa- ciencias de la observación fundando la física
les de los fenómenos naturales, los social. Ésta es la más grande y la más acuciante
astronómicos, los físicos, los químicos y los necesidad de nuestra inteligencia; ésta es, me
fisiológicos, se observa una laguna esencial atrevo a decir, la primera finalidad de este cur-
relativa a los fenómenos sociales, los cuales, si so, su finalidad especial.
bien quedan comprendidos implícitamente en
los fenómenos sociales, los cuales, si bien que-
Relaciones entre el punto de vista
dan comprendidos implícitamente en los fenó- estático y dinámico
menos fisiológicos, merecen bien por su im-
portancia, bien por las dificultades propias de Si a estas funciones se las considera desde el
su estudio, formar una categoría distinta. Este punto de vista estático, su estudio no puede con-
último orden de especulaciones, que hace refe- sistir sino en la determinación de sus condicio-
rencia a los fenómenos más peculiares, a los nes orgánicas de las cuales depende: así, forman
más complicados y a los más dependientes del una parte esencial de la anatomía y de la fisiolo-
resto, ha debido, por esto sólo, perfeccionarse gía. Al considerar, desde el punto de vista diná-
más lentamente que todos los precedentes, in- mico, todo se reduce a estudiar la marcha efecti-
cluso sin tener en cuenta las especiales dificul- va del espíritu humano en ejercicio, mediante el
tades que serán tratadas más adelante. Sea como examen de los procedimientos empleados en la
fuere, es evidente que no han entrado todavía obtención de diversos conocimientos exactos, lo
en el dominio de la filosofía positiva. que constituye, en esencia, el objeto general de
la filosofía positiva. En una palabra: al conside-
Los métodos teológicos y metafísicos, que para rar todas las teorías científicas como grandes
el resto de los fenómenos han sido ya abando- hechos lógicos, solamente con la profunda ob-
nados, ya sea como medio de investigación o servación de esos hechos, se puede llegar al co-
solamente como medio de argumentación, sin nocimiento de las leyes lógicas.
embargo, son todavía utilizados exclusivamente
bajo uno y otro aspecto, para todo lo que con- Crítica de la psicología como método de
cierne a los fenómenos sociales, aunque su in- las ciencias sociales
suficiencia a este respecto ha sido ya plenamen-
Estas dos son las únicas vías generales, com-
te sentida por todas las mentes claras fatigadas
plementaria la una de la otra, por las que se
25
- Ricardo Salas Astrain -
puede llegar a algunas nociones racionales so- Porque, ¿cómo haría tal observación? Puede
bre los fenómenos intelectuales. Claramente se admitirse que el hombre se observe a sí mis-
ve que de ninguna manera se puede admitir esa mo, tratándose de fenómenos morales, ya que
psicología ilusoria, última transformación de la dada su constitución anatómica, los órganos que
teología, que tan vanamente se pretende reani- son la sede de las pasiones son distintos de los
mar en nuestros días, y que sin ocuparse ni del destinados a las funciones observadoras. Y aun-
estudio psicológico de nuestros órganos inte- que cada uno de nosotros hayamos tenido la
lectuales, ni de la observación de los procesos ocasión de hacer sobre nosotros mismos tales
racionales que dirigen nuestras investigaciones observaciones, éstas no pueden tener una ex-
científicas, intenta llegar a descubrimiento de cesiva importancia científica, ya que el mejor
las leyes fundamentales del espíritu humano, medio de conocer las pasiones será siempre
contemplándose a sí mismo, es decir, haciendo observarlas fuera de uno mismo, pues todo es-
abstracción de las causas y efectos. tado de pasión fuerte, justamente el que más
interesa examinar, es incompatible con el esta-
La filosofía positiva, a partir de Bacon, ha lle- do de observación. Pero, con relación a los fe-
gado a tener tal preponderancia, y adquiere hoy nómenos intelectuales, tal observación es por
tan gran ascendiente sobre los espíritus, inclu- completo imposible de realizar. El individuo
so sobre los que han permanecido ajenos a su pensante no podrá dividirse en dos: el uno ra-
gran desarrollo, que los metafísicos, ocupados zonando y el otro observándose en el razonar.
en el estudio de nuestra inteligencia, no han Si el órgano observador y el observado son el
visto otra manera de frenar la decadencia de su mismo, ¿cómo podría darse la observación?
pretendida ciencia, sino empeñándose en pre-
sentar sus doctrinas, como si estuvieran funda- Este pretendido método psicológico es radical-
das sobre la observación de los hechos. Y, así, mente nulo desde sus principios. ¡Considere-
han imaginado en estos últimos tiempos que mos a qué resultados tan contradictorios nos
podían distinguir, por una singular sutileza, dos conduciría de inmediato! Por un lado se nos
clases de observación de igual importancia, la recomienda aislarnos, en la medida de lo posi-
una exterior y la otra interior, estando destina- ble, de toda sensación exterior: sobre todo si
da esta última únicamente al estudio de los fe- hay que evitar todo trabajo intelectual, porque,
nómenos intelectuales. No es éste el lugar para si nos ocupamos, aunque nada más sea de ha-
entrar en la discusión de este sofisma funda- cer el más mínimo cálculo, ¿ en qué se conver-
mental. Me limitaré sólo a indicar cuál es la tirá la observación interior? Por otro lado, tras
prueba fundamental que demuestre que esa pre- haber alcanzado, a fuerza de precauciones, ese
tendida contemplación directa del espíritu por estado perfecto de sueño intelectual tendremos
sí mismo es puramente ilusoria. que ocuparnos en contemplar las operaciones
que se suceden en nuestro espíritu,¡cuando en
Evidentemente, el espíritu humano puede ob- él, ya no sucede nada! Nuestros descendientes
servar todos los fenómenos, excepto los suyos verán un día tales pretensiones llevadas a la
propios por más empeño que en ellos pusiere. escena.
26
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
Los resultados de tan extraña manera de proce- tentación por los científicos con los procedi-
der son perfectamente acordes con sus princi- mientos que ellos emplean. Cómodo sería citar
pios. Hace dos mil años que los metafísicos tra- aquí una serie de ejemplos ilustradores, si no
bajan así en la psicología y aún no han llegado fuera conceder excesiva importancia a la pre-
a estar de acuerdo sobre una sola proposición sente discusión.
que sea inteligible y sólidamente inmutable. Se
encuentran, incluso hoy, divididos en una mul- Ignoro si más adelante será posible hacer a
titud de escuelas que se disputan entre sí los priori un curso sobre el método, independiente
primeros elementos de sus doctrinas. La obser- del estudio filosófico de las ciencias, pero es-
vación interior engendra casi tantas opiniones toy plenamente convencido que hoy este estu-
divergentes como individuos hay que la practi- dio es irrealizable, ya que los grandes procesos
quen. psicológicos no pueden ser explicados todavía
con precisión suficiente, al separarlos de sus
Los auténticos investigadores, los hombres de- aplicaciones. Me atrevo, incluso, a añadir que
dicados a los estudios positivos, todavía están cuando tal empresa pueda realizarse, lo cual en
preguntando vanamente a estos psicólogos por efecto se puede concebir, solamente se conse-
un solo descubrimiento real, grande o peque- guirá con el estudio de las aplicaciones regula-
ño, que se deba a este método tan alardeado. res de los procedimientos científicos, para lle-
No hay que insistir en que todos los trabajos gar a formarse un buen sistema de hábitos inte-
carecen de resultados que puedan contribuir al lectuales, lo que constituye, por lo demás, el
progreso general de nuestros conocimientos, objetivo esencial del estudio del método.
con independencia del eminente servicio que
han prestado, al sostener la actividad de nues- Cuatro consecuencias del método positivo
tra inteligencia en la época en que ésta no tenía
Una vez determinado, tan exactamente como
nada más importante en que ocuparse. Pero
me ha sido posible, el espíritu general de la fi-
puede afirmarse, siguiendo al ilustre filósofo
losofía positiva, debo señalar a continuación,
positivo, señor Cuvier, que en los escritos de
con el fin de dar una visión más completa, las
estos vanos psicólogos, todo lo que no consiste
principales ventajas generales de un curso como
en metáforas tomadas por razonamientos son
el presente, si se cumplen convenientemente las
verdades que no provienen de su pretendido
condiciones esenciales relativas al progreso del
método, sino que han sido obtenidas de efecti-
espíritu humano. Reduciré este último orden de
vas observaciones que han sido engendradas a
consideraciones, exponiendo cuatro propieda-
lo largo del tiempo por el desarrollo de las cien-
des fundamentales.
cias. E incluso estas nociones tan evidentes,
proclamadas con tanto énfasis, y que se deben En primer lugar, el estudio de la filosofía posi-
sobre todo de estos psicólogos a su pretendido tiva, al considerar los resultados de la activi-
método, se dan la mayoría de las veces o muy dad de nuestras facultades intelectuales, nos
exageradas o muy incompletas, y siempre in- proporciona el único medio verdadero y racio-
feriores a las observaciones ya hechas sin os- nal de hacer evidentes las leyes lógicas del es-
27
- Ricardo Salas Astrain -
píritu humano, las cuales hasta ahora han sido siderando todos los casos que se pueden ima-
buscadas por caminos impropios para ginar; las otras, concretas, particulares, descrip-
develarlas. tivas, y a las que algunas veces se las llama
ciencias naturales propiamente dichas, que con-
Una segunda consecuencia no menos impor- sisten en la aplicación de estas leyes a la histo-
tante, y de mayor interés, que el establecimien- ria efectiva de los diferentes seres existentes.
to de la filosofía positiva definida en este dis- Las primeras son, pues, fundamentales; única-
curso está necesariamente destinado a producir mente sobre ellas tratarán los estudios de este
en nuestros días, es la de producir la reforma curso. Las otras, cualquiera que fuere su im-
general de nuestro sistema de educación. portancia, no son en realidad más que secuen-
cias y no deben, por consiguiente, formar parte
El estudio especial de las generalidades cientí-
de un trabajo de por sí demasiado extenso y
ficas no sólo está destinado a reorganizar la
que nos obliga a limitarlo al máximo.
educación, sino que también debe contribuir al
progreso especial de cada ciencia positiva por
separado, lo que constituye la tercera propie- La articulación del orden dogmático y
dad fundamental que me he propuesto señalar. el orden histórico
La tendencia constante del espíritu humano, en
Por último, una cuarta y última propiedad fun-
lo que a la exposición de los conocimientos se
damental que debo destacar desde este mismo
refiere, es pues la de subvertir cada vez más el
momento en que he llamado filosofía positiva
orden histórico por el orden dogmático, que es
y que merece, sin duda, una especial atención,
el único conveniente en el estado perfecciona-
ya que es la más importante en la práctica, es
do de nuestra inteligencia.
que ella puede ser considerada como la única
base de la reorganización social, que debe ter- El problema general de la educación intelec-
minar con el estado de crisis en que se encuen- tual consiste en hacer llegar en poco tiempo a
tran desde hace tiempo las naciones más civili- una sola mente, a menudo mediocre, al mismo
zadas. La última parte de este curso estará es- grado de desarrollo que ha sido alcanzado, a lo
pecialmente dedicada a establecer esta propo- largo de mucho tiempo, por un gran número de
sición, desarrollándola en toda su amplitud; inteligencias superiores dedicadas durante toda
pero este esquema que intento presentar aquí su vida y con todas sus fuerzas al estudio de un
carecería de uno de sus elementos característi- mismo tema. Resulta evidente, según esto, aun-
cos si renunciara a señalar consideración tan que sea infinitamente más fácil y más corto
esencial. aprender que inventar, sería ciertamente impo-
sible alcanzar el objetivo propuesto, si se quie-
Hay que distinguir, con relación a todos los ór-
re obligar a cada inteligencia individual a pa-
denes de fenómenos, dos clases de ciencias
sar sucesivamente por las mismas etapas inter-
naturales: unas abstractas, generales, que tie-
medias que ha debido seguir necesariamente el
nen por objeto el descubrimiento de las leyes
genio colectivo de la especie humana. De aquí
que rigen las diversas clases de fenómenos, con-
28
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
se deduce la indispensable necesidad del orden una mutua interdependencia, lo cual haría pre-
dogmático y sobre todo, hoy, en lo que se re- ferir el orden histórico, sino que, consideran-
fiere a las ciencias más avanzadas, cuyo modo do, en su conjunto, el desarrollo efectivo del
ordinario de exposición no ofrece ningún dato espíritu humano, se ve que las diferentes cien-
sobre la historia efectiva de sus aspectos más cias de hecho se han perfeccionado al mismo
concretos. tiempo mutuamente; se ve, asimismo, que los
progresos de las ciencias y los de las artes han
Hay que añadir, sin embargo, para evitar toda dependido unos de otros por innumerables in-
exageración, que cualquier modo real de expo- fluencias recíprocas, y, además, todos han es-
sición consiste inevitablemente en una cierta tado estrechamente unidos al desarrollo gene-
combinación del orden dogmático con el or- ral de la sociedad humana. Esta amplia
den histórico, siendo el primero quien debe interrelación es tan real, que a veces para co-
dominar constantemente. El orden dogmático, nocer la generación efectiva de una teoría cien-
en efecto, no puede ser seguido de una manera tífica, el espíritu se ve obligado a considerar el
muy rigurosa, puesto que si este orden exige perfeccionamiento de algún arte que no tenga
una nueva elaboración de los conocimientos con ella ninguna relación, o incluso algún pro-
adquiridos, no es aplicable en cada época de la greso particular en la organización social sin el
ciencia a la partes formadas recientemente, cual este descubrimiento no hubiera podido
cuyo estudio reclama un orden esencialmente producirse. Veremos, más adelante, numerosos
histórico y no presenta, por lo demás, en estos ejemplos. Resulta, pues, que no se puede co-
casos, los inconvenientes principales por los que nocer la verdadera historia de cada ciencia, es
se le rechaza en general. decir, la formación real de los descubrimientos
de los cuales se compone, sino estudiando de
La única imperfección fundamental que se po-
manera general y directa la historia de la hu-
dría reprochar al orden dogmático es la de ig-
manidad. Por ello, los documentos recogidos
norar cómo se han formado los diversos cono-
hasta ahora sobre la historia de las matemáti-
cimientos humanos; es en sí de más alto inte-
cas, de la astronomía, de la medicina,
rés para todo espíritu filosófico. Esta conside-
etc.,etc.,por muy valiosos que sean, no pueden
ración tendría, a mi manera de ver, demasiado
ser tenidos más que como materiales.
peso, si realmente fuera un motivo a favor del
orden histórico. Pero es bastante claro que no
hay más que una relación aparente entre estu- La Física social
diar una ciencia siguiendo el llamado orden Todos los seres vivos presentan dos órdenes de
histórico y conocer la historia efectiva de esa fenómenos esencialmente distintos: los relati-
ciencia. vos al individuo y los concernientes a la espe-
cie, sobre todo cuando ésta es sociable. Esta
En efecto, no solamente las diversas partes de
distinción es fundamental, sobre todo respecto
las ciencias separadas en el orden dogmático
al hombre. El último orden de fenómenos es
no se han desarrollado, simultáneamente y bajo
evidentemente más complicado y más particu-
29
- Ricardo Salas Astrain -
lar que el primero; depende de éste sin influir 2. Señale las relaciones entre las ciencias
en él. De aquí, dos grandes apartados de la físi- positivas y la filosofía positiva.
ca orgánica: la fisiología propiamente dicha y 3. ¿En qué sentido la filosofía positiva es
la física social que está basada en la primera. una ‘filosofía de la historia’?
En todos los fenómenos sociales, se observa 4. Resuma en cinco líneas lo que aporta el
en primer lugar la influencia de las leyes fisio- positivismo en el ámbito de las ciencias
lógicas del individuo y alguna que otra cosa sociales (referirse al concepto de física
particular que modifica los efectos y que afec- social) en los textos de Comte.
ta a la acción de unos individuos sobre otros,
especialmente complicada en la especie huma-
na debido a la acción de una generación sobre
JOHN STUART MILL (1806-1873)
la siguiente. Es cierto que para estudiar, como Filósofo inglés, hijo del pensador utilitarista
es debido, los fenómenos sociales, hay que par- James Mill de la Escuela de J. Bentham. Reci-
tir de un profundo conocimiento de las leyes bió una severa educación clásica y utilitarista
relativas a la vida individual. Por otro lado, esta que le condujo a desarrollar estas tesis y ser
subordinación necesaria entre los dos estudios considerado uno de los principales pensadores
no implica, como algunos fisiólogos de primer del utilitarismo inglés y del liberalismo social
orden han creído que la física social sea un sim- del siglo XIX. Se inspiró en Comte para iniciar
ple apéndice de la fisiología. una fundamentación lógica y psicológica de las
ciencias. Esta visión lógico-empirista de las
Aunque los fenómenos sean ciertamente homo- ciencias, le lleva a reconocer el valor prepon-
géneos, no son idénticos, y la separación de las derante de lo individual en la vida social. En
dos ciencias es de una importancia capital. Pues materia social y política es un liberal que am-
sería imposible hacer el estudio colectivo de la plía la filosofía utilitarista de Bentham hacia
especie como una simple deducción del estu- un socialismo ético. En sus últimas obras, y en
dio del individuo, ya que las condiciones so- compañía de Harriet Taylor, destaca el valor
ciales que modifican la acción de las leyes fi- superior de la vida moral y del altruismo frente
siológicas son precisamente su consideración al egoísmo.
más esencial. Así, la física social debe basarse
en un cuerpo de observaciones directas que le
Breve bibliografia de Mill en castellano
sea propio, siempre considerando como con-
viene su íntima relación con la fisiología pro- J.S. Mill, El utilitarismo, Madrid, Alianza, 1984.
piamente dicha. J.S. Mill, Resumen sintético de la Lógica, París-
México, Librería Bouret, 1908.
Actividades: J.S. Mill, Comte y el Positivismo, Madrid, Aguilar,
1. ¿Qué características tiene la filosofía po- 1977.
sitiva según los textos de Comte?
30
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
31
- Ricardo Salas Astrain -
32
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
es cuando se dice que se posee un carácter, esto de conciencia ; esto queda expresado por Hume
es, como dice Novalis, una voluntad completa- diciendo que cada impresión mental tiene su
mente hecha; así queda establecido que nues- idea; 2º estas ideas o estados mentales secun-
tras voliciones están causadas por motivos y darios son excitados por nuestras impresiones
éstos por objetos deseables ofrecidos a noso- o por otros estados mentales, de acuerdo a las
tros y, a la par, por nuestras especiales suscep- leyes de asociación, que son las siguientes:
tibilidades de desear. ideas semejantes tienden a excitarse entre sí;
cuando ideas o impresiones han sido frecuen-
La Psicología temente experimentadas, sea de un modo si-
multáneo o en sucesión inmediata, la idea de
Ignoro si más adelante será posible hacer a
una tiende a excitar la idea de la otra; la más
priori un curso sobre el método, independiente
grande intensidad en una o ambas de las im-
del estudio filosófico de las ciencias, pero es-
presiones produce el mismo efecto que la ma-
toy plenamente convencido que hoy este estu-
yor frecuencia de su unión.
dio es irrealizable, ya que los grandes procesos
psicológicos no pueden ser explicados todavía
con precisión suficiente, al separarlos de sus La etología o ciencia de la formación del
aplicaciones. Me atrevo incluso a añadir que carácter
cuando tal empresa pueda realizarse, lo cual en Las máximas familias, formuladas a posteriori,
efecto se puede concebir, solamente se conse- en virtud de la observación de la vida, son le-
guirá con el estudio de las aplicaciones regula- yes empíricas, leyes cuya verdad depende de
res de los procedimientos científicos, para lle- las leyes del espíritu y de las circunstancias
gar a formarse un buen sistema de hábitos inte- especiales en que la humanidad ha estado co-
lectuales, lo que constituye, por lo demás, el locada, de modo que sólo pueden asegurarse
objetivo esencial del estudio del método. No dentro de los límites de nuestra experiencia. Así
creo necesario insistir sobre un tema que será es la ley empírica decir que el carácter de los
frecuentemente tratado a lo largo de este curso viejos es prudente y el de los jóvenes impetuo-
y sobre el que presentaré nuevas consideracio- so: eso no depende de la juventud, ni de las
nes en la lección próxima. vejez, sino de que los viejos han tenido una lar-
ga experiencia de males causados por la im-
Resulta, pues, que la Psicología trata de las uni- prudencia, y, por tanto, han adquirido asocia-
formidades de sucesión (últimas o derivadas) ciones favorables a la circunspección, mientras
según las que un estado mental sigue a otro. que los jóvenes, a la par de que hay más fuertes
De estas leyes he aquí ejemplos entre las más inclinaciones, además falta la ya referida expe-
generales: 1º Si un estado de conciencia ha sido riencia : así queda explicada, por medio de las
excitado en nosotros, un estado que se le pa- leyes del espíritu, la ley empírica ya referida;
rezca y que sea inferior en intensidad puede si las leyes del espíritu no se obsequian, por
reproducirse también en nosotros, sin que esté ejemplo, si un viejo no ha tenido experiencia,
presente la causa que excitó el primer estado la ley empírica no se realiza, y, sin conocer las
33
- Ricardo Salas Astrain -
leyes del espíritu, será imposible afirmar las Queda ahora por indicar cuál sea el mejor mé-
empíricas correspondientes, más allá de las todo para establecer las leyes de formación del
condiciones que se han observado. La mayor carácter; es evidente que el carácter y el agre-
parte de las leyes empíricas sólo establecen gado de circunstancias que lo generan es muy
generalizaciones aproximadas todas, sirven complejo de suerte que el método que puede
para verificar las conclusiones de la teoría, y servir para fijar las leyes de su formación es el
tienen menos valor que las leyes causales que de todos los estudios complejos, es decir, el
las explican. método deductivo: no puede aplicarse el méto-
do experimental, porque ni es ilimitado el po-
Aun cuando las leyes últimas sean muy pocas, der de variar las experiencias sociales, ni se
los efectos pueden ser numerosísimos, pueden pueden efectuar éstas con científica exactitud.
tener un carácter eminentemente modificable, Una investigación directamente experimental,
de modo que sea imposible establecer, a su res- en cuanto a formación del carácter deberá refe-
pecto, absoluta regularidad. Si las leyes del es- rirse a un determinado número de seres, desde
píritu son unas cuantas; pero todas las circuns- su infancia hasta su madurez, registrando en
tancias del medio y todas las que preceden ha- ellos los efectos causados por las fuerzas físi-
cen para cada hombre una diversa historia men- cas y por lo tanto en general, aun antes de que
tal no es raro que tan pocas proposiciones pue- tales seres pudieran hablar; pero, esto es impo-
dan formularse en cuanto a la conducta y los sible, resulta que no queda más recurso que el
sentimientos de toda la humanidad. Cada indi- de la simple observación, y el método deducti-
viduo, cada generación, cada nación están ro- vo: ahora bien, nuestras observaciones en asun-
deados por circunstancias diversas de las de otro tos como éstos, tan complejos, tienen que ser
individuo, de otra generación o de otra nación, demasiado rudas; sólo puede observarse que,
y ninguna de dichas circunstancias deja de in- en determinadas circunstancias, existirán más
fluir para formar el correspondiente tipo de ca- a menudo ciertas cualidades o ciertas deficien-
rácter; hay, es cierto, una general semejanza; cias; pero esto no constituye más que simples
pero también constantes excepciones, y, por generalizaciones aproximativas en las que no
tanto, las leyes empíricas que se formulan sólo se puede tener confianza, sino cuando el nú-
podrán inspirar confianza para el individuo, la mero de observaciones baste para eliminar el
generación o el pueblo que las hayan sugerido. azar y las circunstancias accidentales que pue-
dan causar diferencias. Lo que se obtiene, aun
La humanidad no tienen un carácter universal;
con las más extensas y exactas observaciones,
pero existen leyes universales de la formación del
es sólo un resultado comparativo: por ejemplo,
carácter: así, las leyes, combinadas con los he-
que en cierto número de franceses se encontra-
chos de cada caso particular, permitirán averiguar
rán más personas de una tendencia mental par-
cómo cierto fenómeno se producirá, por determi-
ticular, que las que se encontrarán en el mismo
nado individuo, en determinadas condiciones,
número de ingleses; pero, como no se compa-
constituyendo así una ciencia del carácter.
ran especies sino proporciones o grados, y
como, mientras más leves son las diferencias
34
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
de grado, mayor número de casos se necesita tudiantes de la ciencia política han ensayado
para eliminar el azar, no puede esperarse a me- aprender la patología y la terapéutica antes que
nudo conocer, con la exactitud requerida para la fisiología social; han querido establecer, no
hacer una real inducción, el número de casos universales, sino universales preceptos; han
necesarios. De modo que apenas sí hay alguna tenido una forma de gobierno o un sistema de
generalización indispensable, respecto a carac- leyes para adaptarlos a todos los casos, como
teres de naciones, de clases o de personas; pero, si hubiera un remedio para todas las enferme-
aun suponiendo que se pudiera dar mayor se- dades, o una enfermedad en todos los organis-
guridad a estas generalizaciones, se quedarían mos.
siendo leyes empíricas, sujetas por tanto a to-
das las diferencias de dichas leyes; así, por No se necesita, para que una ciencia sea per-
ejemplo, el carácter de los franceses ha sufrido fecta, que el arte tenga reglas generales; puede
profunda alteración en los últimos tiempos, si haber en cada caso tal variación de las circuns-
se compara con lo que fue en el siglo pasado; tancias, que sea imposible establecer para dos
pero si las leyes empíricas están de acuerdo con casos una sola regla aunque, por otra parte, en
las leyes más generales, nuestra observación, cada fenómeno sí se puede percibir el juego de
aun cuando no sea bastante prueba, basta con leyes universales.
la verificación.
Los fenómenos sociales son fenómeno genera-
dos por circunstancias externas que obran so-
Consideraciones generales sobre la bre masas humanas: puesto que los fenómenos
ciencia social humanos están sujetos a leyes fijas, también
Después de la ciencia del hombre individual tienen que estarlo los fenómenos sociales; pero,
está la ciencia social; más compleja, porque en como las circunstancias en que ocurre un teji-
ella aparece mayor número de causas concu- do siempre cambiante no pueden producirse, a
rrentes; durante mucho tiempo, no ha existido través de tiempos tan remotos, ni con tanta pre-
a causa de que su cultivo se ha abandonado a cisión como los fenómenos astronómicos, por-
los prácticos, pues, cuando esto pasa, las cien- que muchas de estas circunstancias nos son
cias no pueden desarrollarse como tales: los ex- desconocidas sin embargo, aun cuando no se
perimentos que se han hecho en ese tiempo son pueda predecir, se logra mucho si la ciencia
como los de la Medicina antes de la aplicación social nos permite entender los fenómenos so-
de la Fisiología y de la Historia Natural, expe- ciales, saber qué los ha causado, y qué tenden-
rimenta fructífera, no lucifera: se estudiaba si cias van manifestando, así como qué efectos
tal medicina curaría tal enfermedad, no se es- puede producir en lo futuro cada uno de los
tudiaba la acción de los órganos; se investiga- caracteres presentes, y por qué medios esos
ba si tal ley o tal gobierno serían benéficos, no efectos pueden ser evitados, modificados, ace-
se inquirían las condiciones generales por las lerados o sustituidos; averiguar todo esto es el
que están determinadas la operación de las le- objetivo de la ciencia social.
yes, o los efectos de los gobiernos. Así, los es-
35
- Ricardo Salas Astrain -
Veamos ahora dos falsos métodos que se han Del método físico o deductivo-concreto
intentado aplicar para construir dicha ciencia: Resulta de lo anterior que el método deducti-
esos métodos son el químico o experimental y vo-concreto que consiste en tener en cuenta
el abstracto o geométrico muchas premisas, es aplicable en la ciencia
social; esas premisas son las leyes psicológi-
Del método químico o experimental en cas y etológicas, y es forzoso verificar las de-
la ciencia social ducciones formuladas; pero cuando se verifi-
Las leyes de los fenómenos sociales no son can después de deducir, entonces puede decir-
más que de las acciones y pasiones de los se- se que se aplica el método deductivo directo, y
res unidos en estado social; en consecuencia, cuando, por lo contrario, como pasa muy a me-
en los fenómenos sociales, la composición de nudo se adquieren primera generalizaciones
las causas es la ley universal. Desdeñan este empíricas, fundadas por ejemplo en la historia,
hecho los que piden siempre experiencias so- y en seguida se explican por las referidas leyes
ciales para gobernar sus opiniones, y su con- psicológicas y etológicas, se sigue el método
ducta; los que dan por fundamento una ley, de deductivo inverso.
una práctica, o de una doctrina que vaya a
aplicarse, la historia de otros casos; por ejem- Nos ocuparemos desde luego en estudiar
plo, cuando a propósito del proteccionismo el primero
(esto es del sistema de impuestos que, por gra- La Sociología no puede ser una ciencia de pre-
var los productos extranjeros, se dice que fa- dicciones sino de tendencias: puede decir qué
vorece la elaboración de los productos nacio- causas operarán en cierto estado social; pero
nales) se afirma que debe aceptarse porque, no si serán contrariadas; y puede indicar qué
bajo él, tales o cuales naciones han prospera- circunstancias deben mantenerse en la socie-
do; pero no gastaré mi tiempo en refutar mo- dad, porque sus tendencias son benéficas, y
dos de razonar que sacan conclusiones de la cuáles, por lo contrario, deben apartarse.
aplicación general de un solo caso, no anali-
zado, o que refieren un efecto a cualquiera de Como cada nación se encuentra en condición
sus antecedentes, sin eliminar ni comparar distinta respecto de las otras, y como todas las
casos. “Es regla de justicia y de buen sentido circunstancias entremezclan sus efectos en la
luchar contra la forma más absurda, sino con- sociedad, resulta que es imposible establecer
tra la más racional de una opinión errónea”; un gran número de proposiciones que sean uni-
aun suponiendo las inducciones mejor hechas, versalmente ciertas sin excepción; pero la cien-
hemos demostrado ya que el método experi- cia social enseña a establecer el principio que
mental no puede bastar en los asuntos más sea más propicio para las circunstancias, de al-
complejos y, por otra parte, sabemos que nin- gún caso determinado: todas las proposiciones
guna ciencia es más compleja que la ciencia generales de la Sociología son en consecuen-
social. cia hipotéticas: suponen nada más cierto con-
junto de circunstancias, y si éstas se multipli-
36
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
can mucho, la posibilidad de error crece, de mo, etc. Publicó la mayor parte de sus estudios
suerte que el modo de investigación deductivo como monografías y/o artículos históricos en
directo sólo es útil en la Sociología cuando se revistas especializadas, las que fueron
trata de fenómenos que estén bajo la influencia sistematizadas para ser publicadas como libros.
inmediata de unos cuantos agentes, aun cuan- Tuvo una gran influencia en el desarrollo de la
do todos los demás influyan directamente. filosofía hermenéutica de Heidegger y
Gadamer.
Actividades:
1. ¿Qué características comunes tiene las Breve bibliografia de Dilthey en castellano
ciencias morales según los textos de Mill W. Dilthey, Introducción a las Ciencias del Espíri-
y de Comte? tu, México, FCE, 1978.
2. Señale las relaciones entre las ciencias W. Dilthey, El Mundo Histórico, México, FCE,
morales y la filosofía positiva. 1978.
3. ¿En qué sentido la filosofía de Mill asu- W. Dilthey, Teoría de la Concepción del Mundo,
me una ‘teoría de la historia’? México, FCE, 1978.
5. Resuma en cinco líneas lo que aporta la
etología a la construcción de la metodo-
Textos y fragmentos de Dilthey
logía de las ciencias sociales en los tex-
tos de Mill.
seleccionados de Introducción a las
6. Haga un paralelo entre Mill y Comte acer-
Ciencias del Espiritu y del Mundo
ca de la psicología en las ciencias socia- Histórico
les y humanas.
Las ciencias del espíritu (hombre,
historia y sociedad)
Biografia de Wilhelm Dilthey
”Estos hechos espirituales, que se han desarro-
(1833-1911) llado históricamente en la humanidad, y a los
Filósofo e historiador alemán considerado el que se ha dado, según un uso lingüístico gene-
fundador del historicismo y el principal teóri- ral, la denominación de ciencias del hombre,
co de la hermenéutica alemana. Estudió en la de la historia, de la sociedad, constituyen la
Universidad de Berlín, y se dedicó como pro- realidad que queremos no dominar, sino, ante
fesor a enseñar en universidades alemanas ta- todo, comprender.”
les como Basilea, Breslau y Berlin, donde se
consagró especialmente a la enseñanza de la “…los hechos de la vida espiritual no están se-
historia de la filosofía. Su obra se puede consi- parados de la unidad vital psicofísica de la na-
derar una larga y asistemática historia univer- turaleza humana. Una teoría que quiere descri-
sal de la cultura europea, a la que dedicó sus bir y analizar los hechos histórico-sociales no
mejores estudios acerca del Renacimiento, la puede prescindir de esa totalidad de la natura-
Reforma, Scheleiermacher, Hegel y el idealis- leza humana y limitarse a lo espiritual”
37
- Ricardo Salas Astrain -
“El motivo de que arranca el hábito de separar hombre acuña mediante su acción constituye
estas ciencias como una unidad de las de la el objeto de las ciencias del espíritu”.
naturaleza radica en la hondura y en la totali-
dad de la autoconciencia humana.” “La fundación de las ciencias del espíritu tiene
que resolver tres tareas diferentes. Determinar,
(Refiriéndose al hombre) “Y como para él sólo en primer lugar, el carácter general de la co-
existe lo que es hecho de su conciencia, en ese nexión en la cual surge en este campo un saber
mundo espiritual que actúa en él de modo au- de valor universal sobre la base de lo dado. Se
tónomo reside todo valor, toda finalidad de la trata de una estructura lógica universal de las
vida; en la producción de realidades espiritua- ciencias del espíritu. Luego es menester expli-
les, todo fin de sus acciones. Así separa del rei- car la estructuración del mundo espiritual a tra-
no de la naturaleza un reino de la historia…” vés de cada uno de los campos, tal como se
lleva a acabo en las ciencias del espíritu me-
“El material de estas ciencias lo constituye la diante la interpenetración de sus resultados. Esta
realidad histórico-social, en cuanto se ha con- es la segunda tarea, y en el curso de su solu-
servado como noticia histórica en la concien- ción resaltará poco a poco la metodología de
cia de la humanidad y se ha hecho accesible a las ciencias del espíritu mediante la abstracción
la ciencia como conocimiento social, que se operada sobre sus métodos. Finalmente, se pre-
extiende al presente… A esto se añade: la so- gunta cuál sea el valor cognoscitivo de estos
ciedad actual vive, por así decirlo, sobre estra- resultados de las ciencias del espíritu y en qué
tos y ruinas del pasado; los sedimentos de la medida es posible un saber científico-espiritual
labor cultural en la lengua y en la superstición, objetivo mediante la acción conjunta de ellos”.
en la moral y en el derecho, como, por otra par-
te, en las alteraciones materiales que exceden “Las ciencias del espíritu, tal como son y ac-
de los escritos, contienen una tradición que túan, en virtud de la razón del asunto que se
apoya de modo inestimable los escritos.” debatía en su historia… unen en sí tres clases
distintas de afirmaciones. De ellas, unas expre-
“Y aquí recibe su acabado el concepto de cien- san algo real, que está dado en la percepción;
cias del espíritu. Su campo alcanza lo que el contienen el elementos histórico del conoci-
comprender y el comprender tiene su objeto miento. Otras explican el comportamiento uni-
unitario en la objetivación de la vida. Así el forme de los contenidos parciales de esa reali-
concepto de ciencia del espíritu, según el ám- dad, que se separan por abstracción; constitu-
bito de los fenómenos que abarca, se halla de- yen su elemento teórico. Las últimas expresan
terminado por la objetivación de la vida en el juicios de valor y prescriben normas; en ellas
mundo exterior. No comprende, no entiende reside el elemento práctico de las ciencias del
más que lo que ha creado el espíritu. La natu- espíritu.”
raleza, el objeto de la ciencia natural, abarca
aquella realidad que se produce con indepen- “Los fines de las ciencias del espíritu –apre-
dencia de la acción del espíritu. Todo lo que el hender lo particular, lo singular de la realidad
38
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
histórico-social, conocer las regularidades que les corresponde pueden fundamentar una me-
actúan en su producción, establecer fines y nor- todología efectiva de las ciencias del espíritu…
mas de su desarrollo- sólo pueden alcanzarse Así la lógica aparece como el eslabón interme-
mediante los recursos del pensamiento, median- dio entre la fundamentación teórica y las cien-
te el análisis y la abstracción.” cias particulares”.
39
- Ricardo Salas Astrain -
“Ahora bien: como lo que existe para nosotros Diferencias entre las ciencias de la
existe en virtud de esa experiencia interna, lo naturaleza y las ciencias del espíritu
que para nosotros tiene valor, o es un fin, sólo Si bien vemos que las leyes y formas del pen-
se nos da en la vivencia de nuestro sentimiento samiento tienen validez en todos los ámbitos
y nuestra voluntad; en esa ciencia radican los de la ciencia y que también se da, a tenor de la
principios de nuestro conocimiento, que deter- posición de conocer, con respecto a la realidad,
minan en qué medida puede existir para noso- una gran afinidad entre los métodos, con el com-
tros la naturaleza, y los principios de nuestra prender nos adentramos en un método que no
actuación, que explican la existencia de fines, guarda analogía alguna con los de las ciencias
bienes y valores, en la cual se funda todo trato naturales. Pues ese método descansa en la rela-
práctico con la naturaleza.” ción de las manifestaciones de vida con algo
interior que cobra expresión en ellas.
“Como la realidad se nos da como el correlato
de la experiencia, en la cooperación de una es- Del Procedimiento mental del comprender par-
tructura de nuestros sentidos con la experien- te, en primer lugar, el trabajo previo gramati-
cia interna, de la diversidad de procedencia de cal e histórico, que sirve tan solo para colocar
sus elementos, condicionada por ello, se origi- al que se orienta a la comprensión de algo ya
na una incompatibilidad dentro de los elemen- fijado –frente al pasado, a lo espacialmente dis-
tos de nuestro cálculo científico.” tante o lingüísticamente extraño–, en el lugar
del lector de la época y del ambiente del autor.
“Ahora bien: las ciencias del espíritu que han
desplazado mediante una investigación analí- Pero las categorías reales no son las mismas en
tica la metafísica de un reino de espíritus, ¿en- las ciencias del espíritu que en las ciencias de
cuentran acaso en el hombre, principio y fin la naturaleza. No voy a enredarme en los pro-
de su análisis, el acceso a una nueva metafísi- blemas que se refieren al origen de estas cate-
ca? ¿o bien ha resultado imposible en cual- gorías. Ahora se trata nada más que de su vali-
quier forma una metafísica de los hechos es- dez. Ninguna categoría real, tal como rige en
pirituales? la ciencia natural, puede pretender validez para
las ciencias del espíritu. Si el procedimiento que
La metafísica como ciencia, sí. Pues el curso
en ellas se expresa abstractamente es transferi-
de la evolución intelectual mostró que los con-
do a las ciencias del espíritu, surgen entonces
ceptos de sustancia y causalidad se han desa-
aquellas extralimitaciones del pensar científi-
rrollado poco a poco, partiendo de las expe-
co-natural que son tan condenables como lo
riencias vivas, bajo las exigencias del mundo
serían dentro de la ciencia natural la
exterior… Pero permanece lo metafísico de
interpolación de conexiones espirituales en la
nuestra vida como experiencia personal; es de-
naturaleza, como es de las que adolecen la filo-
cir, como verdad religioso-moral.”
sofía natural de Schelling y Hegel. En el mun-
do histórico, no existe ninguna causalidad cien-
tífico natural porque causa, en el sentido de esta
40
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
causalidad, implica que provoque efectos ne- vencia. La vida es un hecho fundamental que
cesariamente, con arreglos a leyes; la historia debe constituir el punto de partida de la filoso-
sabe únicamente de relaciones de hacer y pa- fía. Es lo conocido por dentro, aquello más allá
decer, de acción y reacción. de lo cual no se puede ir. La vida no puede ser
llevada ante el tribunal de la razón. Es históri-
La Historia ca la vida en cuanto es captada en su marcha en
el tiempo y en el nexo efectivo que así surge.
Aquí vemos cómo la Historia, sobre cuya utili-
La posibilidad de esto reside en la “reproduc-
dad se discute tanto, actúa productivamente
ción” de este decurso, en el recuerdo, que no
para la vida en común de la humanidad como
reproduce lo singular sino la conexión, sus eta-
conciencia de las comunidades acerca de la his-
pas. Lo que el recuerdo aporta en la captación
toria de su vida como recuerdo de las mismas
del curso de la vida, es aportado en la Historia
sobre su curso. Cuando estudiamos la Historia
por medio de las manifestaciones de vida que
de las comunidades debemos pensar, a la in-
abarca el espíritu objetivo, por medio del enla-
versa, que esta Historia como memoria de la
ce según su marcha y sus efectos. Esta es la
humanidad, actúa en sentido formador de co-
Historia.
munidad. Y recíprocamente, también, la con-
ciencia de comunidad crea, a base del senti- La primera condición para edificar el mundo
miento de unidad, los héroes epónimos, los fun- histórico es, por consiguiente, la depuración de
dadores de estados y religiones. Tan fuerte es los confusos y desfigurados recuerdos del gé-
nuestra relación con el pasado, tan fuerte la nero humano sobre sí mismo mediante la críti-
transferencia de la unidad de nuestro propio ca, que se halla en correlación con la interpre-
curso de vida a la vida conjunta de los indivi- tación. Por tal razón, la ciencia fundamental de
duos en formas de comunidad. la Historia es la filología ... La objetividad de
la Historia es sólo posible cuando, entre los di-
Posibilidad de la objetividad en Historia versos puntos de vista desde los cuales se pue-
de establecer la conexión de su todo y destacar
El problema de cómo sea posible un conoci-
los miembros que le son necesarios, hay un
miento objetivo en las ciencias del espíritu se
punto de vista que capta esta conexión tal como
revierte en la cuestión de cómo puede ser reali-
ha tenido lugar.
zado en la historia. ¿Cómo es posible la Histo-
ria? En este planteamiento del problema entra, “El que estudia los fenómenos de la historia y
como supuesto, un concepto de la Historia. Ya de la sociedad encuentra en todas partes enti-
vimos que este concepto depende del de la vida. dades abstractas, tales como el arte, la ciencia,
Vida histórica es una parte de la vida en gene- el Estado, la sociedad, la religión.”
ral. Pero ésta es la que se “da” en la vivencia y
en el comprender. En este sentido, la vida se “Sólo cuando se reúnen en el mundo social efec-
extiende a todo el campo del espíritu objetivo tos homogéneos, se originan hechos que nos
en cuanto nos es accesible por medio de la vi- hablan en un lenguaje claro y enérgico… la vida
41
- Ricardo Salas Astrain -
histórica desarrolla esa homogeneidad, en vir- 2. ¿Cuáles son las críticas de Dilthey a las
tud de la cual, especialmente, los pueblos par- ciencias sociales y morales según lo re-
ticulares se ofrecen al estudio como unidades ferido en los textos de Mill y de Comte?
definidas.” 3. Señale las relaciones entre las ciencias del
espíritu y la filosofía histórica.
“Las dependencias que se dan de tal suerte, con
relación a la conexión final de los elementos 4. ¿En qué sentido Dilthey se opone a una
psíquicos o psicofísicos, dentro de un sistema ‘teoría positivista de la historia’?
particular, existen, ante todo, respecta a aque- 5. Resuma en cinco líneas lo que aporta el
llas condiciones fundamentales que son propias historicismo a la construcción de la me-
de él de modo uniforme en todos sus puntos. todología de las ciencias sociales.
Ellas constituyen la teoría general de un siste-
ma… Tales dependencias se descubren y ex-
ponen, naturalmente, mediante la cooperación Biografia de Karl Marx (1818-
del análisis del sistema con la deducción que
1883)
parte de la naturaleza de la interacción de los
elementos psíquicos y psicofísicos unidos en Filósofo alemán considerado el fundador de una
él, así como de las condiciones naturales y so- concepción filosófico política denominada con
ciales a las que está sometida.” su nombre. Fue influido por la filosofía
hegeliana, del que fue un crítico. Se doctoró en
“El punto de partida para la comprensión del 1841 y colaboró con varios periódicos socia-
concepto de sistemas de la vida social lo cons- listas en Alemania. Una vez que ellos fueron
tituye la riqueza vital del individuo mismo… prohibidos, se fue a Paris donde conoció a
imaginemos primero esta riqueza vital de un Engels, que sería un colaborador intelectual en
individuo dado como completamente incom- varias obras conjuntas y le ayudó incluso ma-
parable con la del otro e intransferible a éste… terialmente en su exilio en Bruselas y Londres,
cada uno estaría encerrado en sí mismo frente donde formaron la Liga de los comunistas en
a todos los demás… Si ahora imaginamos la 1847 y cuyo programa filosófico y político se
vida de cada uno de esos individuos compara- publicó con el nombre del Manifiesto del Par-
ble transferible… la actividad de la sociedad tido Comunista (1848). Su largo exilio en Lon-
constituiría un sistema único… Esto se funda… dres, desde 1849 hasta su muerte, le permitió
en la interacción de los individuos en la socie- escribir sus más importantes obras teóricas en
dad…” Economía Política, a saber, Das Kapital en uno
de los países donde el desarrollo económico
Actividades: capitalista y el medio intelectual en las cien-
cias económico-sociales era uno de los más
1. ¿Qué rasgos epistemológicos caracteri-
avanzados de la Europa del siglo XIX.
zan a las ciencias de la naturaleza y a las
ciencias del espíritu?
42
-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
43
- Ricardo Salas Astrain -
nos, se están gestando, las condiciones mate- ideológicas sobre la base de la práctica material,
riales para su realización. A grandes rasgos, por lo cual llega, consecuentemente, a la con-
podemos designar como otras tantas épocas de clusión de que todas las formas y todos los pro-
progreso en la formación económica de la so- ductos de la conciencia no pueden ser destrui-
ciedad el modo de producción asiático, el anti- dos por obra de la crítica espiritual, mediante la
guo, el feudal y el moderno burgués. Las rela- reducción a la ‘autoconciencia’, o la transfor-
ciones burguesas de producción son la última mación en ‘fantasmas’, ‘espectros’, ‘visiones’,
forma antagónica del proceso social de produc- etc. Sino que sólo pueden disolverse por el de-
ción; antagónica, no en el sentido de un anta- rrocamiento práctico de las relaciones sociales
gonismo individual, sino de un antagonismo reales, de las que emanan estas quimeras
que proviene de las condiciones sociales de vida idealistas; de que la fuerza propulsora de la his-
de los individuos. Pero las fuerzas productivas toria, incluso la de la religión, la filosofía, y toda
que se desarrollan en la sociedad burguesa brin- teoría, no es la crítica, sino la revolución. Esta
dan, al mismo tiempo, las condiciones mate- concepción revela que la historia no termina di-
riales para la solución de este antagonismo. Con solviéndose en la ‘autoconciencia’ como el ‘es-
esta formación social se cierra, por lo tanto, la píritu absoluto’, sino que para cada una de sus
prehistoria de la sociedad humana. fases se encuentra un resultado material, una
actitud creada por los hombres hacia la natura-
Concepción Materialista de la historia leza y de los unos hacia los otros, que cada ge-
neración transfiere a la que le sigue, una masa
Esta concepción de la historia consiste, pues, en
de fuerzas productivas, capitales y circunstan-
exponer el proceso real de producción, partien-
cias que, aunque de una parte sean modificados
do para ello de la producción material de la vida
por la nueva generación, dictan a ésta, de otra
inmediata, y en concebir la forma de intercam-
parte, sus propias condiciones de vida y le im-
bio correspondiente a este modo de producción
primen un determinado desarrollo, un carácter
y engendrada por él, es decir, la sociedad civil
especial; de que, por tanto, las circunstancias
en sus diferentes fases como el fundamento de
hacen al hombre en la misma medida que éste
toda la historia, presentándola en su acción en
hace a las circunstancias”.
cuanto Estado y explicando a base de él todos
los diversos productos teóricos y formas de con-
ciencia, la religión, la filosofía, la moral, etc., Tesis sobre Feuerbach
así como estudiando a partir de esas premisas su
proceso de nacimiento, lo que, naturalmente, Tesis 1
permitirá exponer las cosas en su totalidad (y El defecto fundamental de todo el materialismo
también, por ello mismo, la interdependencia anterior –incluido el de Feuerbach– es que sólo
idealista, no busca una categoría en cada perío- concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo
do, sino que se mantiene siempre sobre el terre- la forma de objeto o de contemplación, pero no
no histórico real, no explica la práctica partien- como actividad sensorial humana, no como prác-
do de la idea, sino que explica las formaciones tica, no de un modo subjetivo. De aquí que el
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
lado activo fuese desarrollado por el idealismo, La coincidencia de la modificación de las cir-
por oposición al materialismo, pero sólo de un cunstancias y de la actividad humana sólo pue-
modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmen- de concebirse y entenderse racionalmente como
te, no conoce la actividad real, sensorial, como práctica revolucionaria.
tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales, real-
mente distintos de los objetos conceptuales; pero Tesis 4
tampoco él concibe la propia actividad humana
Feuerbach arranca le la autoenajenación religio-
como una actividad objetiva. Por eso, en “La
sa, del desdoblamiento del mundo en un mundo
esencia del cristianismo”, sólo considera la acti-
religioso, imaginario, y otro real. Su cometido
tud teórica como la auténticamente humana,
consiste en disolver el mundo religioso, reducién-
mientras que concibe y fija la práctica sólo en su
dolo a su base terrenal. No advierte que, después
forma suciamente judaica de manifestarse. Por
de realizada esta labor, queda por hacer lo princi-
tanto, no comprende la importancia de la actua-
pal. En efecto, el que la base terrenal se separe de
ción “revolucionaria”, “práctico-crítica”.
sí misma y se plasme en las nubes como reino
independiente, sólo puede explicarse por el pro-
Tesis 2 pio desgarramiento y la contradicción de esta base
El problema de si al pensamiento humano se le terrenal consigo mismo. Por tanto, lo primero que
puede atribuir una verdad objetiva no es un pro- hay que hacer es comprender ésta en su contra-
blema teórico, sino un problema práctico. Es dicción y luego revolucionarla prácticamente eli-
en la práctica donde el hombre tiene que de- minando la contradicción. Por consiguiente, des-
mostrar [8] la verdad, es decir, la realidad y el pués de descubrir, v. gr., en la familia terrenal el
poderío, la terrenalidad de su pensamiento. E1 secreto de la sagrada familia, hay que criticar teó-
litigio sobre la realidad o irrealidad de un pen- ricamente y revolucionar prácticamente aquélla.
samiento que se aísla de la práctica es un pro-
blema puramente escolástico. Tesis 5
Feuerbach, no contento con el pensamiento
Tesis 3 abstracto, apela a la contemplación sensorial;
La teoría materialista de que los hombres son pero no concibe la sensoriedad como una acti-
producto de las circunstancias y de la educa- vidad sensorial humana práctica.
ción, y de que, por tanto, los hombres modifi-
cados son producto de circunstancias distintas [9]
y de una educación modificada, olvida que son
los hombres, precisamente, los que hacen que Tesis 6
cambien las circunstancias y que el propio edu- Feuerbach diluye la esencia religiosa en la esen-
cador necesita ser educado. Conduce, pues, for- cia humana. Pero la esencia humana no es algo
zosamente, a la división de la sociedad en dos abstracto inherente a cada individuo. Es, en su
partes, una de las cuales está por encima de la realidad, el conjunto de las relaciones sociales.
sociedad (así, por ej., en Roberto Owen).
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- Ricardo Salas Astrain -
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
prestigio y tiene como discípulos a Martín ción histórica y, por consiguiente, ambos tien-
Heidegger, Max Scheler y Edith Stein. Se jubi- den a falsear el sentido de aquél o que no pue-
la en 1928 y continúa trabajando de ser encarado a su modo”.
sistemáticamente hasta sus últimos días.
“Por lo tanto, si considero que el historicismo
constituye un error gnoseológico, que en vir-
Breve bibliografia de Husserl en castellano
tud de sus consecuencias absurdas debe ser re-
E. Husserl, La filosofía como ciencia estricta, Bue- chazado tan rotundamente como el naturalismo,
nos Aires, Nova, 1962. sin embargo, quiero insistir expresamente en
E. Husserl, Renovar la cultura, Barcelona, que reconozco plenamente el inmenso valor que
Anthropos, 1988. la historia en su sentido más amplio tiene para
el filósofo. El descubrimiento del espíritu co-
E. Husserl, La Crisis de las ciencias europeas y la
lectivo tiene para él exactamente la misma im-
fenomenología trascendental, Barcelona, Críti-
portancia que el descubrimiento de la naturale-
ca, 1991.
za. Es más: el ahondamiento en la vida general
del espíritu ofrece al filósofo un material de
Textos y fragmentos de Husserl investigación más original, y por lo mismo más
seleccionados de la Filosofía como fundamental para el ahondamiento en la natu-
Ciencia Estricta raleza. Pues el dominio de la fenomenología
como doctrina de esencia se extiende de inme-
Crítica al reduccionismo naturalista e diato desde el espíritu individual al campo to-
historicista tal del espíritu universal, y si Dilthey, de un
“El naturalismo es una consecuencia del des- modo tal elocuente, destacó el hecho de que la
cubrimiento de la naturaleza considerada como psicología psicofísica no es la que puede servir
unidad de ser espacio-temporal conforme a le- de ‘fundamento a las ciencias del espíritu’, yo
yes naturales exactas. Con la realización pro- diría que la doctrina fenomenológica de esen-
gresiva de este idea en las sucesivas ciencias cia es la única capaz de fundamentar la filoso-
de la naturaleza, que acogen un gran número fía del espíritu”.
de conocimientos estrictos, el naturalismo se “Reflexionando en esta situación de indigen-
propaga cada vez más. De un modo muy aná- cia, nuestra mirada se vuelve hacia la historia
logo, el historicismo se desarrolló más tarde de nuestra humanidad actual. Sólo mediante el
como una consecuencia del descubrimiento de esclarecimiento del sentido unitario de esa his-
la historia y de la fundación de las sucesivas toria, un sentido que le es propio desde su ori-
ciencias del espíritu. Siguiendo los hábitos de gen junto con la tarea, renovadamente plantea-
interpretación dominantes en cada uno, el na- da, que como fuerza motriz pone en obra las
turalista tiende a encararlo todo como natura- tentativas filosóficas, podremos acceder a la
leza; el que se dedica a las ciencias del espíritu comprensión de nosotros mismos y, con ello, a
tiende a encararlo como espíritu, como crea- un genuino sostén interior”.
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- Ricardo Salas Astrain -
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
Conclusiones
Al termino de los dos acápites anteriores, queda vocar nunca una entidad distinta de la
en evidencia que una parte importante de la dis- interrelación de los egos”23 . “Y lo logra al sus-
cusión epistémica contemporánea se ha enrique- tituirlo por un concepto de intersubjetividad,
cido con el aporte de la filosofía husserliana, es decir, una modalidad de conciencia que no
donde se concentrado el problema en la inter- recurre a ninguna entidad superior a la concien-
pretación de la experiencia histórico-social, y que cia, a un espíritu común, colectivo e históri-
entrega las bases de la fenomenología como for- co”24 .
ma onto-epistemológico de fundar lo histórico-
social. Esta propuesta conlleva la cuestión radi- Esta fecundidad de las tesis fenomenológicas
cal que conduce a la fundamentación –en el sen- se puede descomponer en tres puntos que cu-
tido fenomenológico– de las ciencias sociales y bren la red a priori de las ciencias sociales y
humanas, las que responden ya no sólo al mode- humanas y en particular de una sociología com-
lo de las ciencias de los “hechos sociales”, sino prensiva como ha sido desarrollado por Max
a una visión fenomenológica de lo social donde Weber y Alfred Schütz:
no existen únicamente “hechos”, sino intencio-
- La constitución de lo ajeno en lo propio
nes, donde no hay solamente estructuras sino
es reversible, recíproca, y mutua. Esto
sujetos con intencionalidades.
quiere decir que, en la comprensión de
Ricoeur ha llamado fuertemente la atención acer- los sujetos sociales, no existe el punto de
ca del vínculo entre el imaginario social con la vista unilateral desde una subjetividad
cuestión del alter-ego propio del pensamiento que se asume como criterio del sentido
husserliano, es porque este conflictivo proble- de otra subjetividad.
ma evocado del imaginario social no tiene solu- - La existencia social se basa en la consti-
ción sin referencia a la constitución analógica tución de una naturaleza común, lo que
del yo en relación con todo hombre, mi seme- significa que la comunicación de las ex-
jante. Indiquemos como lo formula Ricoeur: periencias de las cosas naturales es pre-
supuesta por la comunicación de la ex-
“Si hay una tesis husserliana en sociología es
que la analogía del ego debe ser seguida desde
23 Ricoeur Paul, Del Texto a la Acción, p. 273.
abajo hacia lo alto de las comunidades sin in- 24 Ricoeur Paul, Del Texto a la Acción, p. 259
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-Epistemología y pre-comprensión de la experiencia socio-histórica-
En primer lugar, este debate epistémico fue clar cuestiones que son diferentes; estos tres
relevante porque logró ciertamente avances en niveles son:
la teoría social: posibilidad de justificar la am-
pliación de la racionalidad científica a todos los - En un nivel metodológico: designa un
hechos sociales, psíquicos y humanos, cierto método, más exactamente un mé-
precomprensión de la racionalidad social en el todo que de manera general parece apro-
marco de las sociedades modernas, precisión piado allí donde se trata un sentido cuya
de los rudimentos básicos para una teoría de la existencia es presumida pero que no es
acción histórica, concepción de un entorno so- inmediatamente dada.
cial y humano, en plena transformación ético- - En un nivel epistemológico: designa un
político y jurídica. tipo de reflexión que trata sobre estos mé-
todos y cuyo objetivo es proporcionar un
En segundo lugar, tuvo gran importancia por- fundamento y una justificación y deter-
que demostró las serias limitaciones de estos minar por esta vía una metodología de
enfoques para dar cuenta de todos sus presu- desciframiento.
puestos y del entorno vital de las acciones hu- - En un nivel filosófico: designa un tipo de
manas. Las teorías objetivistas, psicologistas e filosofía en la cual la empresa preceden-
historicistas presentes en las ideas aludidas de te misma encuentra su justificación, a
estos autores, están vinculadas a un trasfondo partir de una cierta concepción de la exis-
de racionalización de lo “vivido”. En este sen- tencia, de la conciencia o de la razón.
tido, la tesis epistémico-lógica no se puede di-
sociar de sus tesis ético-políticas, lo que exige En términos conclusivos, se podría decir que la
mantener los vínculos estrechos con las pers- cuestión de la autonomía metodológica de las
pectivas ético-políticas de sus propios funda- ciencias sociales está en estrecha relación del
dores: la religión de la humanidad, la propues- debate que se ha establecido en torno a la distin-
ta ética-política liberal y la antropología-peda- ción diltheyana entre explicar (Erklaren) y com-
gógica de la finitud histórica. prender (Verstehen). En nuestra opinión, siguien-
do en esto la tesis de varios filósofos (Popper,
Para concluir este texto, se puede sostener que Ricoeur, Apel, Habermas y Ladrière entre otros),
hoy las propuestas «hermenéuticas» y “críticas”no sostenemos que las ciencias sociales no tienen
deberían confundirse con la tesis inadecuada de un método exclusivo y propio. El problema cen-
la búsqueda de un método exclusivo de las cien- tral radica en que las ciencias hermenéutico-crí-
cias sociales y humanas, sino con un problema ticas no se reducen a la dimensión explicativa,
filosófico más amplio que alude a la sino que es necesario permanentemente aludir a
fundamentación de las ciencias sociales, pero tam- una instancia comprensiva: en otras palabras, la
bién, de un modo más general, a la epistemología cuestión no consiste en exagerar ni la unidad ni
de una hermenéutica-crítica de las ciencias. la especificidad metodológica, sino la
Con relación a este proyecto hermenéutico-crí- problematicidad misma de la racionalidad en su
tico, deben distinguirse tres aspectos, y no mez- constitución lógico-epistémica.
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- Ricardo Salas Astrain -
Actividades generales:
1. Defina brevemente los siguientes térmi- 3. Buscar en dos sitios web hispanoameri-
nos: epistemología, ciencias del espíritu, canos la relevancia y actualidad de los
positivismo, historicismo. tres paradigmas analizados en esta pre-
2. Muestre gráficamente las relaciones de sente Antología de Textos (por ejemplo,
influencia que han tenido todos los filó- en www.clacso.org o en www.flacso.cl).
sofos mencionados en esta Antología de
Textos.
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