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Roca

agregado sólido de uno o más minerales

En geología se denomina roca o piedra a cada uno de los diversos materiales sólidos, formados
por cristales o granos de uno o más minerales,[1] ​. En la Tierra la corteza está formada por rocas
y las partes equivalentes de otros cuerpos planetarios similares.[2] ​En un sentido más concreto,
se llama roca a cualquier material constituido como un agregado natural de uno o más
minerales o de otros materiales, entendiendo por agregado, un sólido cohesionado. El estudio
de las rocas se denomina petrología.

Rocas ígneas (batolito granítico, El Capitán, EE. UU.).


Rocas metamórficas (serpentinita plegada, Austria).

Rocas sedimentarias (areniscas con estratificación cruzada en el parque nacional Zion, EE. UU.).

A menudo se clasifican en cuatro grupos fundamentales: rocas ígneas, rocas metamórficas,


rocas sedimentarias y meteoritos.

Las rocas suelen ser materiales duros, pero también pueden ser blandas, como ocurre en el
caso de las rocas arcillosas o las arenas. Además, aunque las rocas pueden parecer eternas
desde una perspectiva humana, están expuestas a cambios efectuados por una serie de
procesos geológicos que funcionan sobre periodos muy largos. El ciclo litológico describe una
serie de procesos de este tipo, como se forman los diferentes tipos de rocas y cómo se pasa de
un tipo a otro. Las rocas ígneas se forman cuando se enfría la magma a la corteza terrestre , o
cuando la lava se enfría en la superficie de la Tierra o el fondo del mar. Las rocas metamórficas
se forman cuando rocas las rocas existentes se encuentran expuestas a una presión y
temperatura tan elevadas que se transforman, lo que se puede producir cuando colisionan las
placas tectónicas , por ejemplo. Las rocas sedimentarias se forman mediante la diagénesis o
litificación los sedimentos , que a su vez se forman mediante la meteorización , el transporte y la
deposición de rocas existentes. Finalmente, los meteoritos son rocas o trozos de metal que
caen a la Tierra desde el espacio.

Las rocas se forman mediante varios mecanismos (procesos petrogénicos), según un ciclo
cerrado, llamado ciclo litológico o ciclo de las rocas, en el cual pueden intervenir incluso seres
vivos.

Las rocas están constituidas, en general, por mezclas heterogéneas de diversos materiales
homogéneos y cristalinos, es decir, minerales. Las rocas poliminerálicas están formadas por
granos o cristales de varias especies mineralógicas y las rocas monominerálicas están
constituidas por granos o cristales de un solo mineral. Las rocas suelen ser materiales duros,
pero también pueden ser blandas, como ocurre en el caso de las rocas arcillosas o las
arenosas.

En la composición de una roca pueden diferenciarse dos categorías de minerales:

1. Minerales esenciales o minerales formadores de roca — Son los minerales que


caracterizan la composición de una determinada roca, los más abundantes en ella.[3] ​Por
ejemplo, el granito siempre contiene cuarzo, feldespato y mica. La mayor parte del volumen
terrestre está formado por un número muy limitado de minerales.

2. Minerales accesorios — Son minerales que aparecen en pequeña proporción (menos del
5 % del volumen total de la roca)[4] ​y que en algunos casos pueden estar ausentes sin que
cambien sustancialmente las características de la roca de la que pueden formar parte. Por
ejemplo, el granito puede contener zircón y apatito. Aunque los minerales accesorios
contribuyen poco a las propiedades fundamentales de la roca, pueden ser muy
característicos e importantes para su identificación, afectando a propiedades como el
color.

Tipos de rocas

Las rocas se pueden clasificar según sus propiedades, como la composición química, la textura,
la permeabilidad, entre otras. En cualquier caso, el criterio más usado es el origen, es decir, el
mecanismo de su formación. De acuerdo con este criterio se clasifican en ígneas (o
magmáticas), sedimentarias, metamórficas y meteoritos, aunque puede considerarse aparte
una clase de rocas de alteración, que se estudian a veces entre las sedimentarias.
Rocas ígneas

Colada de lava.

Las rocas ígneas (nombre derivado de la palabra en Latín igneus, que significa fuego) se forman
gracias a la solidificación del magma o lava, una masa mineral fundida que incluye volátiles y
gases disueltos.[5] ​Este magma puede derivarse de derretimientos parciales de rocas
preexistentes en el manto o la corteza de un planeta. Por lo general, la fusión de las rocas se
debe a uno o más de tres procesos: un aumento de temperatura, una disminución de la presión
o un cambio en la composición. El proceso es lento, cuando ocurre en las profundidades de la
corteza, o más rápido, si aparece en la superficie. El resultado en el primer caso son rocas
plutónicas o intrusivas, formadas por cristales gruesos y reconocibles, o rocas volcánicas o
extrusivas, cuando el magma llega a la superficie, convertido en lava por desgasificación.

Las rocas ígneas intrusivas son las más abundantes, forman la totalidad del manto y las partes
profundas de la corteza. Son las rocas primarias, el punto de partida para la existencia en la
corteza de otras rocas.

Dependiendo de la composición del magma de partida, más o menos rico en sílice (SiO2), se
clasifican en ultramáficas (ultrabásicas), máficas (básicas), intermedias y félsicas (ácidas),
siendo estas últimas las más ricas en sílice. En general son más ácidas las más superficiales.

Los magmas tienden a enriquecerse en sílice a medida que ascienden hacia la superficie de la
Tierra, un proceso llamado diferenciación del magma. Esto ocurre tanto porque los minerales
bajos en sílice cristalizan fuera del magma cuando comienza a enfriarse (serie de reacciones de
Bowen) y porque el magma asimila parte de la roca de la corteza a través de la cual asciende
(roca rural), y la roca de la corteza tiende a tener un alto contenido de sílice. sílice. El contenido
de sílice es, por tanto, el criterio químico más importante para clasificar las rocas ígneas. El
contenido de óxidos de metales alcalinos es el siguiente en importancia.

Las estructuras originales de las rocas ígneas son los plutones, formas masivas originadas a
gran profundidad, los diques, constituidos en el subsuelo como rellenos de grietas, y coladas
volcánicas, mantos de lava enfriada en la superficie. Un caso especial es el de los depósitos
piroclásticos, formados por la caída de bombas volcánicas, cenizas y otros materiales arrojados
al aire por erupciones más o menos explosivas. Los conos volcánicos se forman con estos
materiales, a veces alternando con coladas de lava solidificada (conos estratificados).

Atendiendo a su grado de cristalización, se distinguen tres tipos de texturas:

1. Holocristalina: Es la textura que está constituida por pequeños cristales.

2. Hipocristalina: Es la textura que presenta cristales dentro de una matriz vítrea.

3. Vítrea: Es la textura que presenta una masa amorfa con aspecto de vidrio.

Aproximadamente el 65% de la corteza terrestre en volumen consiste en rocas ígneas. De éstas,


el 66% son basalto y gabro, el 16% granito y el 17% granodiorita y diorita. Solo el 0,6% son
sienitas y el 0,3% ultramáficas. La corteza oceánica es 99% basalto, que es una roca ígnea de
composición máfica. El granito y rocas similares, conocidas como granitoides, dominan la
corteza continental.

Rocas sedimentarias

Estratos de rocas sedimentarias.

Los procesos geológicos que operan en la superficie terrestre originan cambios en el relieve
topográfico que son imperceptibles cuando se estudian a escala humana, pero que alcanzan
magnitudes considerables cuando se consideran períodos de decenas de miles o millones de
años. Así, por ejemplo, el relieve de una montaña desaparecerá inevitablemente como
consecuencia de la meteorización y la erosión de las rocas que afloran en superficie. En
realidad, la historia de una roca sedimentaria comienza con la alteración y la destrucción de
rocas preexistentes, dando lugar a los productos de la meteorización, que pueden depositarse in
situ, es decir, en el mismo lugar donde se originan, formando los depósitos residuales, aunque el
caso más frecuente es que estos materiales sean transportados por el agua de los ríos, el hielo,
el viento o en corrientes oceánicas hacia zonas más o menos alejadas del área de origen. Estos
materiales, finalmente, se acumulan en las cuencas sedimentarias formando los sedimentos
que, una vez consolidados, originan las rocas sedimentarias.

Se constituyen por diagénesis (compactación y cementación) de los sedimentos, materiales


procedentes de la alteración en superficie de otras rocas, que posteriormente son transportados
y depositados por el agua, el hielo y el viento, con ayuda de la gravedad o por precipitación de
disoluciones.[5] ​También se clasifican como sedimentarios los depósitos de materiales
organógenos, formados por seres vivos, como los arrecifes de coral, los estratos de carbón o
los depósitos de petróleo. Las rocas sedimentarias son las que típicamente presentan fósiles,
restos de seres vivos, aunque estos pueden observarse también en algunas rocas metamórficas
de origen sedimentario.

Las rocas sedimentarias se forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del
terreno a donde los materiales arrastrados por la erosión son conducidos con ayuda de la
gravedad. Las estructuras originales de las rocas sedimentarias se llaman estratos, capas
formadas por depósito, que constituyen formaciones a veces de gran potencia (espesor).

Los materiales meteorizados son retirados por los ríos, el viento, los glaciares o el mar y
desplazados a otras zonas. El transporte puede realizarse:

En estado sólido. Los materiales viajan desplazados por el viento y por los glaciares, pero
también pueden ser transportados por ríos o el mar cuando estos los hacen rodar y moverse
por sus respectivos fondos o lechos.

En disolución. De este modo viajan algunos materiales, como las sales, que son solubles en
agua.

Rocas metamórficas
Mármol sin pulimentar

En sentido estricto es metamórfica cualquier roca que se ha producido por la evolución de otra
anterior al quedar esta sometida a un ambiente energéticamente muy distinto de su formación,
mucho más caliente o más frío, o a una presión muy diferente. Cuando esto ocurre la roca
tiende a evolucionar hasta alcanzar características que la hagan estable bajo esas nuevas
condiciones. Lo más común es el metamorfismo progresivo, el que se da cuando la roca es
sometida a calor o presión mayores, aunque sin llegar a fundirse (porque entonces entramos en
el terreno del magmatismo); pero también existe un concepto de metamorfismo regresivo,
cuando una roca evolucionada a gran profundidad —bajo condiciones de elevada temperatura y
presión— pasa a encontrarse en la superficie, o cerca de ella, donde es inestable y evoluciona a
poco que algún factor desencadene el proceso.

Las rocas metamórficas abundan en zonas profundas de la corteza, por encima del zócalo
magmático. Tienden a distribuirse clasificadas en zonas, distintas por el grado de
metamorfismo alcanzado, según la influencia del factor implicado. Por ejemplo, cuando la
causa es el calor liberado por una bolsa de magma, las rocas forman una aureola con zonas
concéntricas alrededor del plutón magmático. Muchas rocas metamórficas muestran los
efectos de presiones dirigidas, que hacen evolucionar los minerales a otros laminares, y toman
un aspecto laminar. Ejemplos de rocas metamórficas, son las pizarras, los mármoles o las
cuarcitas.

Aun cuando no las lleguen a fundir, las altas temperaturas pueden provocar en las rocas
cambios importantes, como pérdida de agua, modificaciones en las texturas, en el grado de
cohesión y color, así como transformaciones de los minerales que las intengran.

Estos cambios, que ocurren en estado sólido, forman parte del proceso de metamorfismo, y se
producen porque las rocas son "cocidas" (las rocas "cocidas" son el resultado de un proceso
similar al que se emplea para someter la arcilla y convertirla en ladrillos).
Las rocas metamórficas muestran gran variedad de texturas, que varían según la forma, el
tamaño y la disposición de los cristales que las componen.

Sus texturas se clasifican en:

Pizarrosa: Tiene foliación plana y cristales muy pequeños, no observables a simple vista.

Esquitosa: Su foliación es ondulada y sus cristales son observables a simple vista.

Gneísica: Presenta cristales muy grandes que forman bandas claras y oscuras alternadas.

Sin foliación: Sus cristales no son alargados o laminres, sino que se distribuyen al azar en
todas las direcciones.

Meteoritos

Condritas carbonáceas.

Un fragmento de meteorito férrico con el típico patrón interior de anillos cruzados de hierro y níquel.
Un meteorito es una roca que proviene del espacio, es decir, que no se ha formado en la Tierra.
Algunos meteoritos son restos de la formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de
años. Los meteoritos se componen generalmente de silicatos en un 95% y varios tipos de
aleaciones de hierro y níquel o combinaciones de estos dos elementos con respecto al 5%
restante. [6] ​

Los meteoritos vienen sobre todo de colisiones entre pequeños astros, tales como asteroides,
que hacen que se desprendan del astro padre y los dirigen hacia el planeta donde terminan
cayendo. Los meteoritos son interesantes para estudiar, ya que se trata de objetos de masa
pequeña que se formaron mediante procesos geológicos diferentes de los que intervienen en
cuerpos más grandes. Así pues, los meteoritos son más primitivos y pueden proporcionar más
información sobre la formación y las primeras fases de la historia del sistema solar.[7] ​Otras
fuentes de meteoritos son los núcleos de los cometas, que se descomponen en bolas
irregulares de grava y polvo cuando se acercan demasiado al Sol. También se ha encontrado
una buena veintena de meteoritos provenientes delplaneta Marte y un número similar de
meteoritos de la Luna. [8] ​

El único caso conocido de meteoritos que han quedado enterrados (es decir, meteoritos fósiles)
es en un estrato calcáreo cerca de Gotemburgo, donde hay doce capas de condritas y calizas
que se formaron a lo largo de un período de aproximadamente 1,75 millones de años durante el
periodo Ordovícico, hace unos 480 millones de años.[9] ​

Tipo de meteoritos

Los meteoritos se pueden clasificar según el material del que se componen: piedra, una
aleación de hierro y níquel, o combinaciones de estas posibilidades. Estos grupos se describen
más abajo. Los meteoritos también se pueden categorizar en la escala S1-S6 según su
metamorfismo de choque, que no es otra cosa que la deformación y el calentamiento que
sufrieron durante su impacto contra la Tierra. Los meteoritos que no se deformaron mucho se
suelen clasificar como S1. También hay dos sistemas para categorizar los meteoritos según el
grado de alteración que sufrieron al impactar contra la Tierra: una escala de la A a la E [10] ​y otra
de W0 a W6, [11] ​en las que los meteoritos bien conservados se clasifican como A o W0.

Condritas

Las condritas se componen de rocas maficas con un núcleo pequeño que es indicativo de una
exposición rápida. Aproximadamente un 80% de todos los meteoritos son condritas
ordinarias.[12] ​Se formaron durante la fase inicial de la historia del sistema solar y forman parte
del material más antiguo que se ha conservado. La mayoría de las condritas contienen
cóndrulos, granos esféricos milimétricos, y se cree que se trata de material de hasta 4.600
millones de años de antigüedad que proviene del cinturón de asteroides. No se sabe cómo se
formaron.

Las condritas carbonáceas son meteoritos rocosos que contienen pequeños fragmentos de
material orgánico, incluyendo aminoácidos, y representan aproximadamente un 3% de todas las
condritas.[13] ​Se cree que consisten en material no modificado de la nebulosa solar , la nube de
polvo a partir del cual se formó el sistema solar, y tienen una composición isotópica similar a la
del Sol.[13] ​

Las acondritas son otro tipo de meteorito rocoso que se parecen a las rocas maficas y
magmáticas de la Tierra y a veces están brechadas. Se cree que las acondritas son material
proveniente de asteroides grandes, incluyendo el asteroide masivo Vesta, pero también el
planeta Marte. [14] ​

Meteoritos férricos

Los meteoritos férricos se componen de aleaciones de hierro y níquel, como camacita, y


representan aproximadamente un 3,8% de todos los meteoritos. [15] ​Se cree que se componen
de material proveniente del núcleo de asteroides que explotaron. [16] ​Los meteoritos metálicos
se pueden subdividir en tres subgrupos según su ratio de níquel / hierro y estructura cristalina:
las hexahedrites contienen un 4-6% de níquel, las octahedritas contienen un 6-12% y las
ataxitescontienen más de un 12%. Las estructuras cristalinas de las hexahedritas presentan un
patrón rectangular, las octahedritas tienen uno hexagonal y las ataxitas no tienen estructura
cristalina bien definida. Otro nombre para los meteoritos férricos es «siderita».[16] ​

Piedras férricas

Las piedras férricas consisten en una mezcla aproximadamente a partes iguales de aleaciones
de hierro y níquel con silicatos. [17] ​Representan un 0,5% de todos los meteoritos.[18] ​Se cree
que se componen de material proveniente del límite entre el núcleo y el manto de un astro.[17] ​

Tectitas

Las tectitas son objetos vítreos que, según la mayoría de investigadores, se formaron en la
Tierra como consecuencia de un impacto meteórico. Así pues, las tectitas no son meteoritos en
el sentido estricto de la palabra. [19] ​

El ciclo de las rocas o ciclo litológico


Ciclo petrogenético, que relaciona los tipos de rocas a través de sus procesos de formación: 1- erosión, transporte,
sedimentación y diagénesis; 2- fusión; 3- presión y temperatura; 4- enfriamiento.

En el contexto del tiempo geológico las rocas sufren transformaciones debido a distintos
procesos.[20] ​Los agentes geológicos internos dan lugar a las rocas ígneas y metamórficas,
mientras que los agentes geológicos externos producen la meteorización y erosión, transporte y
sedimentación de las rocas de la superficie, dando lugar a las rocas sedimentarias.

Se llama meteorización a la acción geológica de la atmósfera, que produce una degradación,


fragmentación y oxidación. Los materiales resultantes de la meteorización pueden ser atacados
por la erosión y transportados. La acumulación de fragmentos de roca desplazados forman
derrubios. Cuando cesa el transporte de los materiales, estos se depositan en forma de
sedimentos en las cuencas sedimentarias, unos sobre otros, formando capas horizontales
(estratos).

Los sedimentos sufren una serie de procesos (diagénesis) que los transforman en rocas
sedimentarias, como la compactación y cementación; se produce en las cuencas sedimentarias,
principalmente los fondos marinos.

La compactación es el proceso de eliminación de huecos en un sedimento, debido al peso de


los sedimentos que caen encima. La cementación es consecuencia producida por la
compactación; consiste en la formación de un cemento que une entre sí a los sedimentos (los
fragmentos de rocas).
Identificación del tipo de roca

Varios criterios geológicos conducen a la caracterización petrográfica y la petrología de la roca


[21] ​:

presencia o no de una orientación, de un lecho (característico de una roca sedimentaria o


metamórfica)

presencia o ausencia de una textura (característica de una roca sedimentaria, magmática o


metamórfica) acompañada o reemplazada por una matriz (característica de una roca
sedimentaria o magmática)

presencia o ausencia de granos:


tamaño de grano ( tamaño de grano )

forma de grano

presencia o ausencia de porosidad

presencia de burbujas esféricas (resultantes de la desgasificación del magma a su llegada a


la superficie, característica de una roca volcánica magmática)

presencia de porosidad intergranular (roca sedimentaria)

presencia de fósiles (roca sedimentaria o débilmente metamorfoseada)

Las rocas presentan una gran diversidad de aspectos que se describen a continuación:

a menudo dura y consistente: se llama piedra (mármol, granito), guijarro…;

desmenuzable o inconsistente como tiza y polvos de talco presionados debajo de los dedos;

plástica como arcilla humedecida;

granos como la arena que fluye en el reloj de arena  ;

en el límite líquido - petróleo - o gas;


o permeable como la piedra caliza;

o resistente al agua como la arcilla.

Asociados a un análisis mineralógico, estos criterios permiten determinar el nombre de una


roca.

Utilidad de las rocas


Cairn ceremonial de rocas, un ovoo, en Mongolia

Mina de uranio "Mi Vida" cerca de Moab, Utah

Casa de rocas en una colina en Sastamala, Finlandia


Cantero elevado construido con rocas naturales en un jardín.

El uso de las rocas ha tenido un gran impacto en el desarrollo cultural y tecnológico de la raza
humana. Las rocas han sido usadas por los seres humanos y otros homínidos durante por lo
menos 2.5 millones de años.[22] ​La tecnología lítica permite identificar a algunas de las
tecnologías más antiguas y de uso continuo. La minería de la roca para aprovechar su contenido
de diversos metales ha sido uno de los factores más importantes en el avance de la civilización
humana, y ha evolucionado con diversas velocidades en sitios distintos, en parte debido a los
tipos de minerales metalíferos disponibles en las rocas de cada región.

Las rocas pueden ser útiles por sus propiedades fisicoquímicas (dureza, impermeabilidad, etc.),
por su potencial energético o por los elementos químicos que contienen.[23] ​Siguiendo este
criterio, las rocas pueden clasificarse en:

Rocas industriales. Son rocas que se aprovechan por sus propiedades fisicoquímicas,
independientemente de las sustancias y la energía que se pueda extraer. Se usan
mayoritariamente en la construcción de viviendas y en obras públicas. Destacan las gravas y
arenas, que se utilizan como áridos, la caliza, el yeso, el basalto, la pizarra y el granito. El
cuarzo es la base de la fabricación del vidrio, y la arcilla de los productos cerámicos (ladrillos,
tejas y loza).

Rocas energéticas. Son útiles por la energía que contienen, que puede extraerse con facilidad
por combustión. Se trata del carbón y del petróleo.

Rocas ornamentales. Usadas por su aspecto y consistencia en construcción y artes plásticas,


como el mármol, areniscas, pórfido, gneis, migmatita, etc.
Menas minerales. Los minerales que contienen las rocas son con frecuencia más
interesantes que las propias rocas ya que incluyen elementos químicos básicos para la
humanidad (hierro, cobre, plomo, estaño, aluminio, etc.)

Véase también

Geología

Geomorfología

Mineralogía

Piedra

Suiseki

Anexo:Rocas

Referencias

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20. Andrés, Dulce María; Guerra, Francisco Javier (2015-06). Formación Profesional Básica -
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Bibliografía

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Enlaces externos

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Atlas de rocas, clasificación e imágenes. (http://edafologia.ugr.es/rocas/index.htm)

Datos: Q8063

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Citas célebres: Roca


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