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AV V TINV

REVISTA TRIMESTRAL PUBLICADA POR LOS


PADRES AGUSTINOS RECOLETOS

DIRECTOR:

JOSE OROZ RETA

SECRETARIO DE REDACCIÓN:

PEDRO MERINO

1989
~XXXIV- ENERO-DICIEMBRE -- 133.136 -
MADRID
394 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA

te al pensamiento filosófico de san Agustín. Es condenarseanticipadamen-


te a malentenderlo. Si él ha insertado su filosofía dentro de su teología,
con este hecho hay que contar. De lo contrario se halla en compromiso la
fidelidad histórica.
Como tema central de la filosofía agustiniana ha considerado este autor
la finitud. Pero este tema, vivido tan intensamente por Agustín con menta-
lidad cristiana, es estudiado aquí en una perspectiva extraña al pensamien- Persona y cristología *
to cristiano, como es la problemática que establece Platón entre el mundo
sensible y la realidad transcendente. De esta suerte, contra el propósito
del autor, el método histórico-crítico toma prevalencia sobre el análisis
fenomenológico de la vivencia de la finitud, que con tanta riqueza de Desde el siglo V la Iglesia ha encontrado una fórmula correcta y signi-
modulaciones experimentó el santo. Por esta vía histórico-crítica ya no es ficativa para expresar su fe en la unión «misteriosa e inefable» de la natu-
el alma agustiniana la que se siente vibrar en estas páginas. El interés raleza divina y la humana en Cristo: manteniendo la distinción real e inte-
declina al «chorismos» platónico con el consiguiente dualismo del mundo gridad de ambas naturalezas hay en Cristo sólo Una Persona. Es clara la
de las ideas y del mundo sensible, a los que intenta, de alguna manera importancia que, para acercarse a su intelección, tiene el investigar el ori-
conciliar en el Timeo. Sigue a esta reflexión histórica sobre Platón un gen de esta afortunada fórmula. H. R. Drobner elige un momento de
examen muy detenido del dualismo de Plotimo, inmanente al cosmos por especial relieve en el origen y consolidación de esta fórmula: san Agustín.
exigirlo la concepción henológica de su metafísica. ¿Cuál es el iter, el proceso mental por el que Agustín llega a formular tan
Este largo preámbulo casi queda roto al considerar el autor que el exitosa fórmula? ¿Qué factores históricos y ambientales propiciaron su
tema de la muerte, que a la mente de Agustín aparece como natural y aparición y cuál es la aportación específica del doctor de Hipona?
antinatural, sea la base de su filosofía, interpretación histórica que no H. R. Drobner encuentra que el tema ha sido tratado en forma insufi-
todos admitirán. Pero este autor, desde esta perspectiva, se adentra por la ciente y como de paso por los investigadores. O bien resuelto de modo
. filosofía práctica agustiniana. Culmina esta filosofía en que las exigencias menos satisfactorio. Por eso él toma la cuestión desde su comienzo y quie-
de la verdad finita y de la voluntad libre están exigiendo la abertura a la re ofrecer un estudio que, en cuanto al material empleado, pueda decirse
Transcendencia. Volvemos a anotar que el autor inició con tino su marcha completo y hasta exhaustivo, en lo posible. Y en cuanto a los resultados
investigadora. Pero no se ha mantenido fiel. Nos parece esta obra un .caso pueda ofrecer una seguridad razonable y críticamente controlada. Divide
modélico de una reflexión bellamente iniciada con el método fenomenoló- el estudio en dos parte: la Parte La, analiza el uso que Agustín hace de la
gico y que ha quedado sofocada por el histórico crítico. palabra «persona» en su producción literaria, en general. La parte 2.a se
centra en el uso de la misma en cristología.
Concluimos con una observación que se nos hace fastidiosa. Se trata de Parece seguro que, en su primer origen, la palabra «persona/proso-
que la bibliografía es casi toda de centro-europa. Invidencia muy frecuente, pon» designaba la máscara que los actores llevaban en el teatro. Ya los
pero lo enorme del caso es que se cita de esta revista AVGVSTINVS tan sólo autores clásicos elevaron la categoría significativa de la palabra, utilizándo-
un artículo de Thonnard escrito en francés. Pero, ¿no se han escrito otros la como instrumento adecuado para el análisis gramatical y exégesis de
muchos estudios en esta misma revista que merecen examen y pondera- textos literarios. Bien formado en la cultura clásica de su época el teólogo
ción? Optemos todos por un colaborar más benévolo y comprensivo. Agustín encontró el camino abierto para la utilización de análogo procedi-
miento en el análisis gramatical y exégeis de los textos proféticos, en las
Enrique RIVERA DE VENTOSA
* DROBNER, Hubertus: Person-Exegese und Christologie bei Augustinus. Zur Hereunft
der Formel(,Una Persona», Leiden (F.]. BRILL) 1986, XlI-354 pp., tela 104 Fl.

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teofanías, en los textos de contenido cristológico o eclesiológico. En dos la se repite continuamente y le sirve a Agustín para esclarecer otros proble-
largos capítulos se ofrece elenco completo y comentario de los lugares, mas concomitantes al misterio de la unión hipostática. Tanto dentro de la
contexto y matices con que la palabra «persona» ocurre en los escritos misma cristología, como en la doctrina trinitaria y en la antropología teoló-
agustinianos. El uso gramatical-exegético: la 'persona' del Padre o de Cris- gica, estaba preparado el ambiente para hablar de «Cristo una sola perso-
to como sujeto último subsistente. También el uso jurídico de persona na». Agustín avanzó sobre sus predecesores al pasar, con mayor decisión,
tiene importancia para Agustín en otros contextos, pero el A. señala que de un concepto funcional de «persona» a dotarle de mayor densidad onto-
no hay influjo de este uso jurídico en la Cristología de Agustín (p. 102). lógico-sustantiva.
El uso antropológico, la designación del hombre como persona creció La importancia de la investigación realizada por H. R. Drobner es
en simbiosis con el uso cristológico que ahora se estudia. Recuérdese la pluriforme: para el estudio de la palabra/concepto de persona, tan impor-
analogía/simboismo tan conocido por los Padres: como el cuerpo y el tante en toda nuestra cultura occidental, tanto filosófica como teológica.
alma en un solo hombre, una persona humana, así Dios y el hombre es un Mediante León Magno la fórmula llegó a ser 'canonizada' en Calcedonia
solo Cristo: una única persona en Cristo. También Agustín utiliza esta y luego adquiere un puesto prioritario incluso en las discusiones cristológi-
analogía en momentos importantes de su obra. Pero, dentro de su menta- cas de nuestros días. El A. tiene interés peculiar en subrayar el camino
lidad neoplatónica no pudo menos de advertir que la comparación era mental por el que Agustín llegó a la fórmula. Califica de menos importante
floja. Por ello, parece hay que admitir que, si bien inicialmente la analogía la influencia de la filosofía vigente en la época. Agustín está enraizado en
antropológica ponía en camino hacia el misterio de la unión hipostática, la tradición viviente de la Iglesia que confiesa la perfecta unidad de Cristo.
sin embargo Agustín hubo de dar más densidad y sustantividad a la unión Como recurso cultural acude a los métodos usados por gramáticos y retó-
alma-cuerpo, apoyándose en la sustancialidad de la unión Dios-Hombre ricos en la exégesis de textos literarios. Agustín los dota de nivel teológico
en Cristo (p. 124s). Desde su cristología mejoró su antropología, y no a la y densidad ontológica. Señalamos, por fin, otros aspectos complementarios
inversa. que confieren valores adicionales muy apreciables: los diversos capítulos y
El uso cristológico del concepto de persona ocupa la parte 2.' de la su problemática terminan ofreciendo -en pocas líneas- los resultados
obra. Hablando de Cristo, Agustín usa la palabra persona ya desde 390, respectivos. Ello favorece la claridad de la exposición y su asimilación
pero sólo tras un largo proceso de maduración llega a la formulación mejor. Un apéndice elenca los textos cristológicos de Agustín referentes al
definitiva el a. 411. Este proceso de maduración se describe y documenta tema. Indices de fuentes, literatura, lugares bíblicos, autores antiguos y
en los cap. 4-5 (p. 127-172). Pero Agustín estaba y tenía interés en estar modernos, palabras griegas y latinas, nombres y conceptos. No dudamos
inserto en una amplia tradición doctrinal de la Iglesia. Por lo que se refiere de que el libro será buen instrumento de ulterior trabajo personal para los
a la cristología occidental, sus conocimientos podemos decir que eran muy interesados en estos problemas.
completos. Escasos tal vez sus conocimientos de los teólogos orientales.
En esta tradición doctrinal el uso de la palabra «persona/prosopon» para A. VILLALMONTE
expresar la unidad de Cristo ya era utilizada con frecuencia y seguridad.
Queda por determinar más en concreto cuál es el influjo que cada uno de
los teólogos anteriores y contemporáneos pudieron tener en Agustín. Con-
creción difícil de hacer. Seguro es para Drobner que el influjo existió y
que Agustín llegó a la fórmula definitiva profundizando y prosiguiendo el
camino emprendido por predecesores suyos, como Tertuliano y Teodoro
de Mopsuestia: el' análisis gramatical/exegético de la palabra persona en
los textos bíblicos.
A partir del a. 411 aparece clara y segura la fórmula «unidad de perso-
na» para expresar el misterio de la encarnación. Desde esa fecha la fórmu-

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