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Dios y el Problema del

Escuela Bíblica de Discipulado


Iglesia Alianza Cristiana y Misionera – San Juan de Miraflores
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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

TEMA 1 El Sufrimiento: un caso de estudio – Parte 1

TEMA 1 El Sufrimiento: un caso de estudio – Parte 2 Aplicación

TEMA 2 El Sufrimiento: una vocación divina – Parte 1

TEMA 2 El Sufrimiento: una vocación divina – Parte 2 Aplicación

TEMA 3 Morir en la Fe – Parte 1

TEMA 3 Morir en la Fe – Parte 2 Aplicación

TEMA 4 ¿Vida después de la muerte? – Parte 1

TEMA 4 ¿Vida después de la muerte? - Parte 2 Aplicación

TEMA 5 La resurrección de Cristo – Parte 1

TEMA 5 La resurrección de Cristo – Parte 2 Aplicación

TEMA 6 ¿Cómo es el cielo? - Parte 1

TEMA 6 ¿Cómo es el cielo? – Parte 2 - Aplicación

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INTRODUCCIÓN

Martín Lutero dijo: «Hasta que una persona no experimente el sufrimiento, no puede saber lo que
significa tener esperanza». El sufrimiento trae consigo dolor, angustia y, por lo general, miedo.
Cuando el sufrimiento irrumpe en nuestra vida cotidiana, los asuntos triviales se vuelven
insignificantes. Somos consumidos por las presiones inmediatas del momento. Cuando sufrimos,
nuestras mentes cambian su enfoque. Preguntamos: «¿Por qué me pasa esto?», «¿Mejorarán las
cosas alguna vez?». Estas interrogantes nos empujan a pensar en Dios. Nos preguntamos, incluso,
exigimos una respuesta a nuestras luchas de parte de nuestro Hacedor. A veces nos enojamos con
Dios mismo, hasta que corremos a Él para que nos consuele. Como el antiguo pueblo hebreo,
anhelamos la consolación de Israel. En tiempos de sufrimiento, la fe corre y se coloca al frente de
nuestra preocupación. La fe se enfrenta en un combate de lucha libre con nuestras emociones. El
enemigo es la desesperación. La desesperación ataca nuestra fe y el resultado de la batalla no
siempre está asegurado para nosotros. Cuando Erasmo se quejó de la aparente injusticia de la
miseria humana, clamó: «¡Dejemos que Dios sea bueno!». A este asalto implícito de la justicia de
Dios, Martín Lutero respondió: «¡Dejemos que Dios sea Dios!». Dejar que Dios sea Dios es la mayor
tarea de la fe en medio del sufrimiento. Es lo que Herman Melville entendió cuando dijo: «Hasta
que aprendamos que un solo sufrimiento pesa más que mil alegrías, no descubriremos lo que el
cristianismo trata de hacer de nosotros». Cuestionar el sufrimiento es cuestionar a Dios. O Dios
está involucrado en nuestro sufrimiento o Él no es Dios. El cristianismo no conoce de un Dios que
se ausenta del dolor y la pena humanos. Dios no es un simple espectador. Él es soberano sobre
nuestro dilema. Él es soberano en nuestro dilema. Quitar a Dios del sufrimiento humano es
abandonar la peregrinación de la fe. No hay mayor insulto a la soberanía de Dios que mostrarlo
como indefenso e impotente respecto a nuestro dolor. Dios se especializa en el sufrimiento. Él
muestra Su santa participación en todo sufrimiento en la persona y obra de Cristo. Nuestro Salvador
es un Salvador sufriente, un Salvador familiarizado con el dolor y, de manera íntima, con la aflicción.
Aquí yace la victoria, que Cristo es tanto víctima como vencedor por nosotros.

Este curso es una adaptación de la Guía de estudios de “Sorprendidos por el sufrimiento” de R.C. Sproul

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EL SUFRIMIENTO: UN CASO DE ESTUDIO

INTRODUCCIÓN

A menudo las primeras preguntas que se hacen las personas que sufren son: «¿Por qué yo?» o
«¿Cómo puede un Dios bueno permitir algo tan malo?». Peor que el dolor del sufrimiento es la
desesperanza que viene con la sensación de que el dolor no tiene ningún valor o propósito. Esta
sesión explora el propósito del dolor y el sufrimiento con el fin de comprender la relación de Dios
con las tragedias que invaden la vida humana.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al final de esta sesión podrás:


1. Identificar las emociones comunes que acompañan al dolor y al sufrimiento.
2. Explorar la relación de Dios con el dolor y el sufrimiento humanos.
3. Considerar el beneficio que el sufrimiento de Cristo proporciona al que sufre.
4. Compartir tu conciencia de que Dios está involucrado en el dolor.

CITAS

Por encima de toda injusticia, todo dolor, todo sufrimiento, está un Dios soberano que trabaja Su
plan de salvación sobre, contra e incluso a través del mal. —R.C. Sproul

BOSQUEJO DE LA CLASE

A. La primera pregunta cuando sufrimos es: ¿por qué?

1) Peor que el dolor es la sensación de que el sufrimiento no tiene valor ni propósito. Una mujer
soportará el dolor del parto por la expectación de una nueva vida.
2) ¿Cómo atraviesas el dolor si el fin es solo la muerte?

a. La madre de un bebé muerto necesita sostener al bebé para experimentar el fruto de su


trabajo de parto.

3) ¿Qué respondes cuando alguien dice que ya no puede resistirlo más?

a. Escucha y toma su mano.


b. Martín Lutero dijo: «Es deber de todo cristiano el ser Cristo para su prójimo», llevar Su
paz y consuelo a las personas que están en dolor.

B. ¿Son el dolor y el sufrimiento del diablo?

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1. Perspectivas erróneas que separan a Dios del sufrimiento

a. Dios no tiene nada que ver con el sufrimiento.


b. Si Dios es amoroso y poderoso, no podría permitir el sufrimiento

2. Perspectiva bíblica que conecta a Dios con el sufrimiento

a. El Dios del judaísmo y del cristianismo se especializa en el sufrimiento.

1) La nación de Israel: formada por el dolor de la esclavitud («Y Dios oyó el gemido de
Su pueblo»)
2) La Biblia: la historia de una Deidad que está íntimamente involucrada con el dolor
y el sufrimiento
3) Jesús: un varón de dolores y experimentado en aflicción (el Siervo sufriente)
4) Dios: Señor de la vida, la muerte, el dolor y el sufrimiento.

b. Conclusión: es imposible que cualquier dolor sea sin propósito.

1) Es posible que no podamos discernir el propósito del dolor en un individuo, pero el


carácter de Dios nos permite confiar en Él.
2) Las emociones comunes al sufrimiento (enojo, miedo, sorpresa) son conocidas por
Dios.
3) Primera de Pedro 4:12: «Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en
medio de vosotros ha venido para probaros»

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1. ¿Cuándo te diste cuenta por primera vez que Dios está involucrado en tu sufrimiento?

2. ¿Cómo tendemos a responder la mayoría de nosotros cuando no vemos un propósito evidente


en nuestro sufrimiento?

3. ¿Qué debemos hacer cuando el propósito de Dios no está claro y nos sentimos abrumados por
el miedo, el enojo o la sorpresa?

4. ¿Cómo podemos determinar si un sufrimiento en particular es la consecuencia de un pecado


específico, un ataque de Satanás o una prueba del Señor?

5. ¿Cómo puede un Dios bueno permitir que le pasen cosas malas a la gente «buena»?

ESTUDIO BÍBLICO

1. ¿Qué nos enseñan estos pasajes de la Escritura con respecto a Dios, y al hombre que
experimenta el sufrimiento:

a. Salmo 16:7-11
b. Salmo 73:23-26
c. Juan 16:33

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PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

1. Entonces, de acuerdo a los últimos textos bíblicos revisados…¿Esta Dios presente en nuestros
sufrimientos? Que nos muestra esto de Dios?

2. Haz una lista de emociones comunes que acompañan al dolor y al sufrimiento. ¿Cómo crees
que Dios ve esas emociones en medio de nuestros sufrimientos?

3. Señala las razones que otras personas dan para explicar el sufrimiento humano.

APLICACIÓN

1. Ora por personas que actualmente están experimentando sufrimiento.


2. Comparte tu nuevo entendimiento obtenido luego de esta sesión.
3. Describe tu experiencia de crecimiento a través del sufrimiento

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Lección 1: Aplicación

INTRODUCCIÓN

Uno de los aspectos más difíciles del dolor y el sufrimiento es la incertidumbre. Al que está padeciendo
sufrimiento le resulta difícil vivir con resultados indefinidos, preguntándose si la vida volverá a ser
«normal» alguna vez. Aquellos que intentan consolar a los que sufren se ven acosados por las dudas
sobre cómo responder ante la situación. Esta sesión profundiza en el propósito del sufrimiento: trata de
proporcionar verdades útiles al que sufre y una guía práctica para aquellos que buscan consolar al
angustiado.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al final de esta sesión podrás:


1. Examinar varios pasajes de las Escrituras que tratan sobre el propósito del dolor y el sufrimiento.
2. Identificar formas en las que el dolor y el sufrimiento son valiosos para la experiencia humana.
3. Comparar respuestas útiles y no útiles para alguien que está sufriendo.
4. Practicar la respuesta útil al dolor de otra persona.

CITAS

Si espero en algo o en alguien menos que en Aquel que tiene poder sobre la muerte, estoy condenado
a la decepción final. El sufrimiento me llevará a la desesperanza. El carácter que posea se desintegrará.
Es la esperanza de Cristo la que nos permite perseverar en tiempos de tribulación y angustia. Tenemos
un ancla para nuestras almas que descansa en Aquel que nos precedió y conquistó. —R.C. Sproul

BOSQUEJO DE LA CLASE

A. La dificultad de responder a aquellos que sufren

1. Sentimientos de incompetencia

2. Expectativas de que las palabras ofrezcan respuestas

B. Las expectativas de Jesús sobre nuestra respuesta al sufrimiento

1. Él no quiere que presentemos una respuesta fácil a situaciones difíciles

2. Él tiene la intención de proveer consuelo a través de nosotros.


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C. Preguntas a responder

1. Supón que entras en la escena de una tragedia de alguien que conoces.

a. ¿Cómo te sentirías al hablar con la familia?


b. ¿Qué dirías o harías?

2. Imagínate a ti mismo en una situación de sufrimiento grave. ¿Qué te gustaría que un amigo o
pastor te dijera o hiciera por ti?

PREGUNTAS DE ESTUDIO

1. Según tu experiencia y observación, ¿cuáles son las principales preocupaciones de quienes padecen
sufrimiento?

2. ¿Existen diferencias entre las necesidades aparentes (deseos) de la persona que sufre y sus
necesidades reales?

3. ¿Qué perspectiva has obtenido de este estudio en cuanto a lo que no se debe decir a las personas
que sufren?

4. ¿Cómo puede una persona lidiar apropiadamente con sentimientos de enojo, consternación o
desánimo?

ESTUDIO BÍBLICO

1. Busca los siguientes pasajes de la Escritura para descubrir la perspectiva (el punto de vista) de Dios
sobre el sufrimiento y sus propósitos.

a. Génesis 50:20
b. Deuteronomio 32:3-4
c. Salmo 94:3-10
d. Eclesiastés 3:1-13
e. Juan 9:1-11
f. Juan 1:33
g. Romanos 8:18-21, 26-28
h. Hebreos 9:27
i. Santiago 5:10-11
j. 1 Pedro 2:19-24

2. ¿Cuáles son las respuestas bíblicas más útiles que una persona puede dar mientras sufre? Busca los
siguientes versículos y registra los principios descubiertos. ¿Qué tan cómodo y competente te sientes
para responder de esta manera?

a. Job 13:15
b. Salmo 23:4-6
c. Salmo 55:22
d. Salmo 73:23-26
e. Salmo 103:13-14
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f. Isaías 43:2
g. 1 Pedro 1:6-7
h. 1 Pedro 4:12-19
i. Santiago 1:2-4

3. Selecciona una de las respuestas dadas a la difícil situación de Job. Identifica si esa respuesta fue
consoladora o no, luego escribe lo que ese individuo podría haber dicho o hecho para darle más
consuelo a Job.

a. Job 2:8-13
b. Job 4:1-9
c. Job 22:1-3, 21-24
d. Job 42:7-11

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

1. En Santiago 5:14-16, se les dice a los enfermos que llamen a los ancianos de la iglesia para que
los unjan con aceite. ¿Deberían los cristianos hoy practicar esto?

2. ¿Qué nos enseña la Biblia acerca de consolar a alguien que sufre como resultado de sus propias
acciones equivocadas? (Considera 2 Co 1:3-5; 2:4-11).

3. Comparte la ocasión en que alguien te consoló o no en un momento difícil. Identifica una razón por
la que la acción de esa persona fue o no útil.

4. Haz una lista de los posibles resultados del sufrimiento que harían más soportable el sufrimiento
de una persona.

5. Comparte algo significativo que hayas aprendido sobre ti, sobre los demás o sobre Dios al
experimentar tu propio sufrimiento o el de otra persona

APLICACIÓN

1. Ora para lidiar con el sufrimiento, expresando tu confianza en Dios y tu agradecimiento por Su
presencia «en el valle».
2. Haz una lista de lo que se debe y no se debe hacer al dar consuelo a alguien que sufre. Sé lo más
específico que puedas en tus ideas.
3. Practica hablar con alguien que sufre. Selecciona un caso específico de sufrimiento (alguien del
grupo o alguien que conozcas) y sugiere un comentario que consideres apropiado en esa situación.
4. ¿De qué manera tu tono de voz, expresión facial y lenguaje corporal afectan tus palabras de
consuelo?

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