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Populismo

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"El arresto del propagandista" es una representación de Ilya Repin que reproduce la represión zarista
del movimiento de estudiantes rusos que bajo el lema "Ir al pueblo", divulgaban entre los sectores
populares las obras censuradas originando el movimiento populista.

El populismo, según la RAE, es una «tendencia política que pretende atraerse a


las clases populares».1 Su origen es un movimiento ruso del siglo XIX, llamado
narodnismo (Narodnichestvo, народничество), término que se traduce al español
como populismo, derivado del lema "ir hacia el pueblo", que obraba como guía
para los movimientos democráticos rusos de la segunda mitad del siglo XIX.
Aunque se trata de un concepto difícil de definir con exactitud ya que designa
realidades diferentes,2 en algunas corrientes de las ciencias sociales es concebido
como una ideología que se basa en la distinción y la oposición dualista entre «el
pueblo» (que es visto como una entidad soberana) y «la élite» (concebida como
una expresión de desigualdad política no deseada). 34 Por otro lado, el uso del
calificativo «populista» se hace habitualmente en contextos políticos y
académicos, de manera peyorativa, sin que del término se desprenda por sí
mismo una evidente identificación ideológica, sino estratégica —dentro
del espectro izquierda-derecha—.5
Quienes piensan que el populismo constituye una corriente política con
características objetivas, destacan aspectos como la simplificación dicotómica,
el antielitismo (propuestas de igualdad social o que pretendan favorecer a los más
débiles), el predominio de los planteamientos emocionales sobre los racionales,
la movilización social, etc.67 Otros estudiosos consideran que el populismo es la
contracara del elitismo y que el sistema político más adecuado es el pluralismo,
que no cae en ninguno de ambos extremos, haciendo que el poder fluctúe entre
todos los agentes políticos, equilibrando las diferencias; 8 está visión cuestiona la
idea inicial de la Constitución de los Estados Unidos, "We the people" (Nosotros el
pueblo), para sostener que no existe "el pueblo", sino que existen múltiples
pueblos en cada país.9

Índice
 1Definición
o 1.1Un término polémico
o 1.2Las definiciones del «populismo» desde América Latina
o 1.3La definición «ideacional» del populismo
 2Historia
o 2.1Siglo XIX
 2.1.1Antes del populismo ruso
 2.1.2El populismo (narodismo) ruso
 2.1.3El "populismo de pradera" estadounidense
o 2.2Siglo XX (hasta 1989)
 2.2.1Los Granjeros Unidos de Alberta (Canadá)
 2.2.2La Revolución mexicana
 2.2.3Argentina: radicalismo y peronismo
 2.2.4Estados Unidos: Franklin D. Roosevelt
 2.2.5Getulio Vargas en Brasil y José María Velasco Ibarra en Ecuador
 2.2.6Partido del Crédito Social de Alberta (Canadá)
 2.2.7Luis Batlle en Uruguay
 2.2.8Poujadismo en Francia
 2.2.9Macartismo en Estados Unidos
 2.2.10La Revolución cubana
 2.2.11Robert F. Kennedy en Estados Unidos
 2.2.12Indira Gandhi en India
 2.2.13El reaganismo en Estados Unidos
o 2.31989-2000
o 2.41998-2015
o 2.52015 en adelante
 3El uso de término «populismo»
o 3.1En sentido negativo
o 3.2En sentido positivo
 4Populismo y democracia liberal
 5Factio popularium en la antigua Roma
 6Populismos de derecha y de izquierda
 7Populismo en América Latina
o 7.1Críticas
 8Véase también
 9Bibliografía
 10Referencias
 11Enlaces externos

Definición[editar]
Un término polémico[editar]
El término «populismo» se suele usar de forma retórica en sentido peyorativo con
la finalidad de denigrar a los adversarios políticos, 10 hasta el punto de identificar
«populismo» con demagogia, como hace Ralf Dahrendorf: «Populistas a la
derecha, populistas a la izquierda. Quien dice "populismo" se adentra en un
terreno difícil… En todo caso, el concepto de populismo es peyorativo… Hablamos
entonces de demagogia, y la demagogia tiene un gran repertorio de métodos». 11
Una posición similar es la que sostiene Francesc de Carreras.12
Asimismo el término «populismo» se suele usar en contextos muy diferentes sin
precisar una definición clara de su significado. 10 Se ha llegado a aplicar en el
ámbito religioso para calificar a la teología de la liberación13 y a la teología del
pueblo,1415 —el propio papa Francisco ha sido calificado como populista— 1617 e
incluso para referirse a la acción política de los grupos económicos concentrados,
con la expresión «populismo del capital». 18 Hay autores que llegan a negar que se
pueda definir el término populismo. Es el caso, por ejemplo, de Ezequiel
Adamovsky que cuestiona la validez científica del populismo como categoría:
«¿Sirve una categoría que se le puede aplicar tanto a la coalición de izquierda
griega de Syriza como a sus enemigos del movimiento neonazi Amanecer
Dorado? Como concepto para entender la realidad, el populismo se ha
extinguido».19 Este mismo autor afirma lo siguiente: 20
Es un término que se utiliza para definir una serie de fenómenos políticos muy disímiles, que no tienen
nada en común, y que agrupan por ejemplo a alguien autoritario, misógino, de derecha y xenófobo
como Donald Trump y también pretende meter en la misma bolsa a Podemos en España, que en todos
esos rubros tiene ideas exactamente opuestas. Pretende meter la ultraderecha junto con la izquierda; a
gobiernos de tendencia centro izquierdista latinoamericanos junto con grupos neonazis de Alemania. Y
el modo en que los agrupa es metiendo en una misma bolsa justamente todo lo que se aparta de lo que
se supone que es el ideal de buena democracia, que no es otra cosa que la democracia liberal.

Las definiciones del «populismo» desde América Latina[editar]


En América Latina se han formulado cuatro definiciones del término «populismo»:
estructuralista, económica, político-estratégica y discursiva. 21
Estructuralista
La estructuralista define el populismo «como un tipo de régimen político que se
sustenta en una alianza multiclasista y un liderazgo carismático con el objetivo de
implementar el denominado modelo de desarrollo de industrialización por
sustitución de importaciones».21
Económica
La económica, que tiene un sentido peyorativo, identifica el populismo con «un
conjunto de políticas macroeconómicas promovidas con el fin de ganar elecciones,
pero que, una vez implementadas, terminan por generar niveles de gasto
insostenible y desencadenan, tarde o temprano, profundas políticas de ajuste».21
Político-estratégica
La tercera definición, la político-estratégica, concibe al populismo
«como liderazgos personalistas que son capaces no solo de movilizar a una gran
cantidad de votantes que no tienen vinculaciones entre sí, sino también de montar
una maquinaria electoral con escasa institucionalidad que es dirigida por el líder
personalista en cuestión».21
Discursiva
En cuarto y último lugar, la posición discursiva define el populismo como «la
construcción de una identidad popular que articula una serie de demandas
insatisfechas mediante la identificación de una elite que se opone a los designios
del pueblo». Hay que señalar que esta última definición se ha extendido fuera de
América Latina gracias a la influencia de los escritos del filósofo argentino Ernesto
Laclau.21
Por su parte el argentino Juan Santiago Ylarri propone como los rasgos que más
frecuentemente se encuentran presentes en aquellos movimientos catalogados
como populistas los siguientes: rechazo a los profesionales de la política;
desconfianza en las instituciones públicas existentes; diálogo directo entre la
dirección del movimiento y la base social; fuerte voluntad de movilización y
participación; retórica nacionalista; liderazgo caudillista.22
La definición «ideacional» del populismo[editar]
En la segunda década del siglo XXI se ha difundido el llamado «enfoque
ideacional» sobre la definición del populismo al considerar este como un discurso,
una ideología o una cosmovisión. Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser,
partiendo de este enfoque, definen así el populismo: «una ideología delgada, que
considera la sociedad dividida básicamente en dos campos homogéneos y
antagónicos, el pueblo puro frente a la elite corrupta, y que sostiene que la política
debe ser la expresión de la voluntad general (volonté générale) del pueblo».23
Al calificar de «delgada» la ideología populista Mudde y Rovira Kaltwasser quieren
decir que está poco desarrollada ―su núcleo ideológico y sus conceptos son
limitados, a diferencia de ideologías «gruesas» o «plenas» como el socialismo,
el liberalismo o el fascismo― por lo que para definir su mensaje los populistas
tienen que recurrir necesariamente a otras ideologías ―«ideologías huésped», las
llaman Mudde y Rovira Kaltwasser―, lo que explicaría que el populismo haya
adoptado múltiples formas en diferentes lugares y épocas y que existan
populismos de derechas y de izquierdas —los de derechas tendrían como
«ideología huésped» algún tipo de nacionalismo y los de izquierdas alguna forma
de socialismo—.24 En este sentido el populismo es «una suerte de mapa mental
gracias al cual los individuos analizan y comprenden la realidad política». Sus
ideologías opuestas serían el elitismo, que cree que «el pueblo» es peligroso,
deshonesto y vulgar; y el pluralismo, que es contrario a la
visión dualista y maniquea tanto del populismo como del elitismo.25
En la definición de Mudde y Rovira Kaltwasser se incluyen lo que ellos llaman los
tres «conceptos centrales» del populismo: el pueblo, la elite y la voluntad general.
El concepto «el pueblo» es entendido por el populismo en tres sentidos: como
detentador de la soberanía ―los populismos propugnan «devolverle el gobierno al
pueblo» frente a unas elites que lo han usurpado―, como «la gente común»
―reivindicando la dignidad y el reconocimiento de los grupos que por su posición
socioeconómica o sociocultural son «excluidos» del poder, como los
«descamisados» del peronismo― y como la nación ―como la comunidad nacional
definida en términos cívicos o étnicos―. Por su parte la elite, calificada como
«corrupta» y «usurpadora» de la voz del pueblo, es definida sobre la base del
poder, por lo que sería equivalente al establishment e incluiría a los líderes
políticos, económicos y mediáticos. El tercer «concepto central» del populismo es
la voluntad general o «voluntad del pueblo», una idea tomada de Rousseau del
que los populistas comparten su crítica al gobierno representativo y su preferencia
por la democracia directa.26 Un ejemplo de cómo entienden los populistas el
principio de la voluntad general puede ser el siguiente fragmento del discurso
inaugural de Hugo Chávez de 2007: 27
Todos los particulares están sujetos al error o a la seducción; pero no así el pueblo, que posee en grado
eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia. De este modo, su juicio es puro, su
voluntad fuerte; y por consiguiente, nadie puede corromperlo, ni menos intimidarlo.

Estos mismos autores señalan tres tipos de movilización populista: el liderazgo


personalista —que constituye «la forma de movilización populista por
antonomasia»—, el movimiento social —el menos frecuente— y el partido político.
El predominio de uno u otro tipo de movilización depende del tipo de sistema
político en el que opere. Así, el liderazgo personalista es más frecuente en
los sistemas presidencialistas, mientras que el partido político predomina en
los sistemas parlamentarios.28

Historia[editar]

Andrew Jackson, caracterizado como el "primer presidente populista de Estados Unidos". 29

"Populismo" fue el nombre de un movimiento republicano surgido a finales del


siglo XIX en el Imperio Ruso, con el fin de reemplazar la monarquía por
una democracia. Ni antes, ni después, ningún otro movimiento en el mundo se
definió como populista. Pese a ello, algunos estudiosos han sostenido que, tanto
antes como después, aparecieron otros movimientos y partidos políticos
"populistas", aun sin que ellos mismos se reconocieran como tales. Otros
estudiosos prefieren utilizar la palabra "popular" para definir los movimientos y
partidos políticos que colocan al pueblo, como sujeto primordial de la vida política,
cuestionando el habitual significado peyorativo con el que es utilizado el mote
"populista".30
Mudde y Rovira Kaltwasser sostienen una teoría según la cual todos los
movimientos políticos pueden dividirse en tres grupos: el elitismo, el populismo y el
pluralismo. El elitismo es aquel partido o movimiento que sostiene que el poder
político debe ser detentado por las élites, el populismo es aquel que sostiene que
el poder político debe ser detentado por el pueblo (soberanía del pueblo) y el
pluralismo es aquel que sostiene que el poder debe fluctuar entre todos los
agentes políticos, equilibrando las diferencias. 8 Según ellos, desde el siglo XIX, «el
populismo ha pasado de ser un pequeño grupo elitista en la Rusia zarista, y un
amplio aunque desorganizado grupo en algunas regiones de Estados Unidos, a un
fenómeno político diverso que cubre el planeta entero». 31 Otro autor, Michel
Wieviorka, distingue dos épocas en la historia del populismo: la que concluye en la
década de 1960 o a principios de la de 1970; y la segunda, a la que denomina del
populismo contemporáneo.4 Mudee y Rovira Kaltwasser consideran que, lo que
denominan "populismo", ha tenido un gran desarrollo en América Latina debido a
«la combinación de altos niveles de desigualdad económica y períodos
relativamente largos de gobierno democrático». 32
Siglo XIX[editar]
Antes del populismo ruso[editar]
En Argentina, historiadores como Luciana Sabina y Rubén H. Zorrilla, sostienen
que los llamados "caudillos", que gobernaron las provincias después de
la independencia (1810-1816), fueron populistas.33 En los Estados Unidos, Andrew
Jackson, quien gobernó entre 1829 y 1839 ha sido considerado el primer
presidente populista de ese país.29
El populismo (narodismo) ruso[editar]

Estampilla rumana del socialista ruso Aleksandr Herzen (1812-1870), quien sentó las bases ideológicas


del populismo o narodismo, proponiéndoles a los jóvenes estudiantes que fueran hacia el pueblo.

El populismo ruso, o narodismo (de народ = narod, pueblo, gente, nación; y ник
= nik, equivalente al sufijo "ismo") comenzó a mediados del siglo XIX, como un
movimiento cultural, inspirado por pensadores socialistas como Aleksandr Herzen,
quien formuló en 1861 el eslogan "¡Al pueblo!", impulsando un movimiento de
estudiantes conocido como "Caminando con el pueblo", que se definieron a sí
mismos como "propagandistas" y tuvieron como misión dar a conocer a los
sectores populares las obras censuradas por el gobierno monárquico. 34
El populismo ruso (naródnichestvo) no fue un movimiento único ni homogéneo,
sino más bien una inspiración ética de tomar contacto con los sectores populares,
que tuvieron gran cantidad de movimientos y organizaciones políticas, culturales y
artísticas rusas, con el fin de no divorciar a las élites de pensadores, políticos,
artistas y estudiantes, de los sectores populares.
Entre la gran cantidad de organizaciones narodistas o populistas, se
encuentran Voluntad del Pueblo, uno de cuyos miembros asesinó al zar Alejandro
II en 1881, y Repartición Negra. Ninguna de las organizaciones populistas rusas
logró establecer un movimiento campesino masivo, pero los principios del
populismo ruso influyeron en la mayoría de los partidos políticos que promovían
la democracia. Los populistas rusos, a su vez, influyeron en los movimientos
agraristas que se extendieron por Europa del Este durante las dos primeras
décadas del siglo XX. Estos movimientos «consideraban al campesino como la
principal fuente de moralidad, y la vida agrícola constituía el cimiento de la
sociedad; además, se oponían con vehemencia a la elite urbana, a las tendencias
centralizadoras y a la base materialista del capitalismo, abogando en su lugar por
preservar las pequeñas granjas familiares y la autogestión».35
El "populismo de pradera" estadounidense[editar]
Surge en los estados del medio oeste de Estados Unidos que a finales del siglo
XIX estaban viviendo agudos procesos de cambio económico que afectaban
duramente al mundo rural. Allí se desarrolló en las dos últimas décadas del siglo
XIX y la primera del siglo XX el que se ha denominado «populismo de pradera»
(prairie populism) que consideraba que «el pueblo» (puro) eran los agricultores
libres e independientes (yeomen) de origen europeo y «la elite» (corrupta) eran los
banqueros parásitos que vivían de lo que los demás producían (en línea con la
extendida ideología del producerism) y los políticos que estaban a su servicio.
Así la distinción entre el «pueblo» y la «elite» «era moral, geográfica y
ocupacional; es decir, campesinos rurales buenos por una parte y banqueros y
políticos urbanos corruptos por otra».36 En los Estados Unidos se formó un partido
político populista, el Partido del Pueblo, que consiguió representación en las
asambleas legislativas de varios estados en la década de 1890, aunque no llegó a
tener presencia nacional. En las elecciones presidenciales de 1896 se alió con el
candidato del Partido Demócrata, William Jennings Bryan, que escogió como
compañero de fórmula al populista Thomas E. Watson como candidato a la
vicepresidencia.37 La derrota en esas elecciones supuso un duro golpe para el
Partido del Pueblo, del que nunca se recuperó ―se acabaría disolviendo en
1908―.38
Siglo XX (hasta 1989)[editar]
Los Granjeros Unidos de Alberta (Canadá)[editar]
Los Granjeros Unidos de Alberta (United Farmers of Alberta, UFA) fue un partido
que gobernó la provincia canadiense de Alberta entre 1921 y 1935.39 Según
Francisco Panizza fue un movimiento populista.40
La Revolución mexicana[editar]

Juramento de la Constitución mexicana de 1917, la primera del mundo en establecer


el constitucionalismo social.

En 1910 se inició la Revolución mexicana, que se extendió durante décadas.


Adalberto Santana la caracteriza como una "inédita revolución populista" en los
siguientes términos:
Sin duda hay muchas visiones e interpretaciones sobre la Revolución Mexicana. Sin embargo, desde
una interpretación más objetiva se parte del criterio de que esa revolución, lejos de ser la única, “estuvo
lejos de ser una revolución social; más bien constituía una forma, inédita en la historia, de revolución
política, a saber: una revolución populista.41

Argentina: radicalismo y peronismo[editar]


En 1916 asumió en Argentina el primer presidente elegido por voto
secreto, Hipólito Yrigoyen, de la Unión Cívica Radical. Según Rodolfo Richard-
Jorba se trató de un movimiento populista, que sería continuado por el peronismo,
entre 1946 y 1955,42 aunque ninguno de los dos partidos se autodefine como
populista. Yrigoyen fue sucedido por Marcelo T. de Alvear en 1922 y reelegido en
1928, para ser derrocado por un golpe cívico-militar de derecha elitista en 1930, el
primero de una larga secuencia de golpes cívico-militares de derecha liberal, que
derrocarían a todos los gobiernos radicales y peronistas hasta 1983. El
radicalismo volvió a gobernar con Arturo Frondizi (1958-1962), Arturo Illia (1963-
1966), Raúl Alfonsín (1983-1989) y Fernando de la Rúa (1999-2001). El peronismo
volvió a gobernar con Cámpora-Perón-Martínez (1973-1976), Carlos
Menem (1989-1999), Eduardo Duhalde (2002-2003), Néstor Kirchner (2003-2007)
y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). El radicalismo desarrolló un
programa en el que da máxima prioridad a los derechos civiles y las libertades
democráticas, [cita  requerida]y el peronismo desarrolló un programa en el que la máxima
prioridad la tiene la justicia social, a través de una representación combinada de
dirigentes locales, sindicatos y mujeres.
Estados Unidos: Franklin D. Roosevelt[editar]
Franklin D. Roosevelt con el presidente brasileño Getúlio Vargas, el 27 de noviembre de 1936.

En 1933 ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos Franklin D.


Roosevelt, siendo reelegido tres veces hasta su muerte en 1945, llevando
adelante una política de intervención estatal y redistribución del ingreso con apoyo
sindical, conocida como New Deal. David Greenberg considera que se trató de un
movimiento populista.43
Getulio Vargas en Brasil y José María Velasco Ibarra en Ecuador [editar]
En 1930 hubo un golpe de Estado militar en Brasil que colocó a Getúlio
Vargas como presidente, manteniéndose en el poder hasta 1945. Mudde y Rovira
Kaltwasser consideran que se trató de un movimiento populista, que fue
consecuencia de la Crisis de 1929 y que estuvo emparentado con el primer
peronismo en Argentina (1945-1955) y el velasquismo en Ecuador (1934-1935,
1944-1947, 1952-1956, 1960-1961, 1968-1972), formando parte de lo que
denominan primera ola del populismo latinoamericano, que desarrollaron una
ideología del americanismo que defendía la identidad común de todos los
habitantes de América Latina y al mismo tiempo denunciaba las
injerencias imperialistas, adoptando tendencias corporativistas.44 Según Mudde y
Rovira Kaltwasser, los tres coincidieron esencialmente en su definición del
«pueblo puro», como «una comunidad mestiza virtuosa compuesta de campesinos
y trabajadores» ―excluyendo de ella a los indígenas y a los negros― y de la
«elite corrupta» como una «oligarquía nacional en alianza con fuerzas
imperialistas, que se oponía al modelo de industrialización por sustitución de
importaciones», con lo que no identificaban a esa elite con el establishment sino
solo a la parte de él que se oponía a ellos.45
Partido del Crédito Social de Alberta (Canadá)[editar]
El Partido del Crédito Social de la provincia canadiense de Alberta, dirigido
por William Aberhart, gobernó entre 1935 y 1971. Según Panizza fue un
movimiento populista de derecha, que promovió los principios del crédito social. 46
El movimiento del Crédito Social se desarrolló en Canadá entre las décadas de
1930 y 1960, articulándose en partidos regionales y en un partido político nacional
(el Partido Crédito Social de Canadá).
Luis Batlle en Uruguay[editar]
Luis Batlle Berres fue presidente de Uruguay entre 1947 y 1955, con apoyo
del herrerismo y el socialismo. Su gobierno ha sido definido como populista
por Vivian Trías, asimilándolo al peronismo argentino y al varguismo brasileño. 47
Poujadismo en Francia[editar]
En Francia, en las elecciones legislativas de Francia de 1956, el poujadismo dejó
una huella en la política francesa hasta el punto de que «poujadismo» se convirtió
en sinónimo de populismo.45
Macartismo en Estados Unidos[editar]
En la década de 1950 en Estados Unidos se extendió el macartismo, un
movimiento anticomunista profundamente reaccionario para el que «el pueblo»
eran los (verdaderos) americanos corrientes y patrióticos, y «la elite corrupta», los
sectores acomodados del Nordeste del país que simpatizaba con las ideas
socialistas «antiamericanas» y que vivía a expensas del duro trabajo del «pueblo».
El macartismo desapareció cuando se conocieron los excesos cometidos durante
la caza de brujas anticomunista dirigida por el senador por Wisconsin Joseph
McCarthy, pero la estela populista derechista que dejó fue aprovechada por
algunos políticos conservadores como el republicano Richard Nixon, que apeló a
la «mayoría silenciosa» en referencia al (verdadero) «pueblo americano» que no
se dejaba embaucar por la elite (liberal) que pretendía silenciarlo, o George C.
Wallace, exgobernador del estado de Alabama, que se presentó a las elecciones
presidenciales de Estados Unidos de 1968 como candidato del ultraderechista
y segregacionista Partido Independiente Americano ―consiguió casi diez millones
de votos, el 13,5% de los emitidos―.48
La Revolución cubana[editar]
En la medianoche que enlaza 1958 con 1959 triunfó la Revolución cubana, con el
liderazgo de Fidel Castro, manteniéndose en adelante en el poder. La Revolución
cubana, que adhirió al comunismo pocos años después del triunfo, ha sido
calificada como una revolución populista por Carlos Alberto Montaner. 49
Robert F. Kennedy en Estados Unidos[editar]

Robert F. Kennedy y Martin Luther King.


En 1968 fue asesinado en Estados Unidos Robert F. Kennedy, hermano del
expresidente John F. Kennedy, del que fue uno de sus principales asesores.
Robert Kennedy fue asesinado mientras realizaba la campaña para las elecciones
presidenciales, con altas posibilidades de ganar las mismas. Sus ideas y programa
de gobierno han sido caracterizadas como "populismo inclusivo" por Richard D.
Kahlenberg,50 y Stefano Vaccara. 51
Indira Gandhi en India[editar]
Indira Gandhi fue la primera ministra de la República de la India entre 1966-1977 y
1980-1988, menos de dos décadas después de que su país conquistara la
independencia del Imperio Británico, bajo el liderazgo de su padre, Jawaharlal
Nehru, luego de un siglo de dependencia colonial. Indira Gandhi ha sido
considerada por estudiosos como Bharat Wariavwalla y Prabhash Ranjan, como la
primera y más importante líder populista de la historia india. 5253
El reaganismo en Estados Unidos[editar]
En 1981 Ronald Reagan fue elegido presidente de Estados Unidos, siendo
reelegido en 1985 hasta 1989. Reagan llevó adelante una política económica y
social conocida como "revolución conservadora" y denominada también
como reaganomics. Varios autores como Norman Birnbaum, 54 o Terri Bimes,55
califican a Reagan y su política como populismo.
1989-2000[editar]
Mudde y Rovira Kaltwasser sostienen que en la década de 1990 se desarrolla lo
que ellos llaman la segunda ola del populismo latinoamericano que tiene sus
ejemplos más representativos en Argentina, con Carlos Menem; en Brasil,
con Fernando Collor de Mello; y en Perú, con Alberto Fujimori ―cuyo legado fue
asumido por su hija Keiko Fujimori― .[cita  requerida] Los tres accedieron al poder en
medio de una profunda crisis económica, culpando a la élite de la misma (salvo el
caso de Menem) y proclamando que venían a restablecer la legítima soberanía del
«pueblo» (salvo el caso de Menem). Una vez en el poder los tres aplicaron las
duras políticas de ajuste neoliberales impuestas por el Fondo Monetario
Internacional y el Consenso de Washington, luego de la victoria de Estados
Unidos en la Guerra Fría.[cita  requerida]
En esta segunda ola populista latinoamericana, la «elite corrupta», a diferencia de
la primera, fue identificada como la «clase política» que defendía un Estado fuerte
y se oponía al desarrollo del mercado libre ―en este caso no se apeló ni al
americanismo ni al antiimperialismo―, mientras que «el pueblo», siguiendo la
óptica neoliberal, según Mudde y Rovira Kaltwasser, «era retratado como una
masa de individuos pasivos, cuyas ideas podían deducirse de las encuestas de
opinión», Una de las características de esta segunda ola populista fue la adopción
de programas para combatir la pobreza. 56 aunque esa descripción no se ajusta al
caso de Menem en Argentina.
Jean Marie Le Pen dirigiéndose a la multitud en París durante el homenaje anual a Juana de Arco (1 de
mayo de 2007).

En Europa el populismo irrumpió en la vida política en la década de 1990


adoptando en su mayoría una forma autoritaria, nativista y xenófoba, como
el Partido del Progreso de Noruega, el Vlaams Belang del estado federado belga
de Flandes o la italiana Liga Norte, liderada por Umberto Bossi. Su modelo fue
el Frente Nacional de Francia, fundado en 1972 por Jean Marie Le Pen, antiguo
diputado poujadista, y también, pero en menor medida, el Partido de la Libertad de
Austria (FPÖ) de Jorg Haider. Otros partidos, en cambio, surgieron de la política
tradicional adoptando como «ideología huésped» el neoliberalismo ―proponiendo
rebajas de impuestos y desregulación de los mercados―. Fue el caso del
británico UKIP liderado por Nigel Farage, fundado en 1993, y de Forza
Italia de Silvio Berlusconi, fundado en 1994.57
Donde se produjo la mayor proliferación de partidos y organizaciones populistas
(de derecha) durante la década de 1990 fue en la Europa central y oriental como
consecuencia de la desaparición de los regímenes comunistas tras la Revolución
de 1989. En prácticamente todas las primeras elecciones democráticas que se
celebraron se presentaron partidos populistas, como el Foro
Cívico de Checoslovaquia que lo hizo con el eslogan «Los partidos son para su
afiliados, Foro Cívico es para todos». Algunos de estos partidos tuvieron una vida
muy corta como el Partido X de Polonia encabezado por el oscuro empresario
polaco-canadiense Stanislaw Tyminski ―que llegó a competir con Lech Walesa en
la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Polonia de 1990―. 58 Otros
se consolidaron como el populista de izquierda Dirección-
Socialdemocracia (SMER) de Eslovaquia.59
En Estados Unidos el multimillonario texano Ross Perot se presentó como
candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 1992 con el
lema United We Stand, America (‘Unidos resistimos, América’) y con un
programa populista de derechas. Empleaba un lenguaje llano para atraerse a la
gente «pura» del centro del país a la que enfrentaba a la «elite liberal» (corrupta)
de la Costa Este de Estados Unidos ―educada en la «perversa» Ivy League―
que se había «apropiado» del gobierno federal y defendía políticas
«antiamericanas». Así prometió al (verdadero) pueblo americano que «limpiaría el
granero» de Washington para que dejara de socavar los valores del «pueblo» y de
otorgar «privilegios especiales» a las minorías, que no los merecen. Obtuvo el
18,9% de los votos y volvió a presentarse en las elecciones presidenciales de
Estados Unidos de 1996 al frente del recién fundado por él Partido de la Reforma
de los Estados Unidos. Obtuvo el 8,4% de los votos (unos ocho millones de
sufragios), diez puntos menos que cuatro años antes. 60
Fuera de Europa y América se produjo el surgimiento de partidos populistas en
Australia y Nueva Zelanda muy semejantes a los populistas de derecha europeos.
Tanto Nueva Zelanda Primero (NZF) como el australiano Una Nación (PHON)
fueron el resultado de la frustración creada en ciertos sectores por el incremento
de la inmigración y la aplicación de reformas neoliberales del Estado del bienestar.
Ambos partidos compartían el nativismo como una de las bases de su ideología. 61
Así, por ejemplo, la líder de Una Nación Pauline Hanson, defendía a los
descendientes de los colonos británicos que habitan la Australia rural frente a la
elite intelectual urbana que, según ella, «quiere poner este país patas arriba
devolviendo Australia a los aborígenes».62

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