Está en la página 1de 8

“Detrás del telón, debajo de la pandemia”

Introducción:

Como tenemos entendido el año pasado 2020, fue un año complejo en lo laboral,
con una clara repercusión a nivel financiero. Uno de los sectores más perjudicados fue el
artístico. Teatros, espacios culturales y bares cerrados, televisión con poca gente y eventos
musicales cancelados, fueron algunas de las circunstancias que llevaron a una pésima
situación económica a todas aquellas familias que dependen de los shows en vivo.
Maquilladores, vestuaristas, fotógrafos, técnicos en iluminación y sonido, productores,
bailarines y hasta los mismos actores y cantantes se vieron realmente perjudicados.

Pero a lo largo de la historia la mejor parte del arte, son las crisis, el resurgimiento, la
creación, la reinvención, utilizar esa herramienta como forma de inspiración hacia algo
mejor. Por este motivo en este proyecto se pretende investigar sobre aquellas formas de
resolución que ha encontrado cada sector dentro de lo artístico, para resurgir, para
reinventarse y poder llevar sus tareas adelante en dicho contexto pandémico. El eje central
es conocer aquellas alternativas que encontraron, los emprendedores más pequeños dentro
de la gran industria del arte, para continuar su trabajo o innovar desde otra perspectiva su
profesión.
Estado de la cuestión

Para el desarrollo de este trabajo se utilizarán cuatro artículos académicos, que


contextualizan y nos dan una visión más amplia de los temas a tratar. El primero de ellos es
de Marín (2018) quién aborda la dimensión laboral de los trabajadores del arte, tomando el
caso de los directores teatrales de Córdoba, dando lugar a uno de los casos a investigar ya
que comparte algunas características. Este artículo hace un breve paso por la historia
mencionando su lugar y situación en un contexto laboral, mencionando el propósito de
aquel año, valorizar y remunerar su trabajo cada día más. Es un claro antecedente del tema
a tratar, ya que se hará hincapié en la pandemia como un nuevo obstáculo para subsistir en
el mundo del arte. Y esto nos lleva al siguiente artículo “la motivación y la intención
emprendedora” (Sánchez, Aldana, De Dios, Yurrebaso, 2012), este nos contextualiza el
hecho de emprender y ser un emprendedor. Marca que una de las principales motivaciones
es la supervivencia que se desarrolla en el mundo moderno ya que necesitamos ganar
dinero para poder sobrevivir. Por otro lado, menciona las numerosas variables que pueden
afectar o influir en la hora de emprender, habla de la anticipación de obstáculos o problemas
que se pueden prevenir, esto último lo tomaremos como punto de comparación en un
mundo pandémico, donde nada se puede prevenir y la salida es la reinvención, el
emprender desde otro lugar.

Siguiendo con una nueva realidad en pandemia nos encontramos con el tercer
artículo “Arte, pandemia y después qué” (Alvarez, 2020), que plantea la clara interrogante
que se presenta en cualquier actividad ¿Después de la pandemia qué? Se basa en la
actividad artística, mencionando la negación de las habilitaciones artísticas, como el teatro,
cuyo punto lleva al eje central de esta investigación, si una obra no existe, si el arte no se
produce, hay miles de trabajadores que pierden ingresos, y la economía de miles de
familias están en juego. Y mencionando la economía finalmente llegamos al cuarto artículo
de Jacovkis, P. Masello, D. Granovsky, P; et al. (2021) que nos trae como antecedente la
historia económica argentina mencionando que las configuraciones laborales han cambiado
negativamente en los últimos cuarenta años, afirmando que la pandemia simplemente deja
en evidencia los problemas del desarrollo económico y social, podría utilizarse como
hipótesis, y ver si analizando los casos y recolectando aún más información se comprueba
que la pandemia no empeora la situación laboral, sino que la “desnuda” como dice
propiamente el artículo.
Marco teórico

También trabajaremos con algunos conceptos que nos serán útiles para el desarrollo
de la investigación y uno de los conceptos claves de este trabajo es el emprendimiento,
utilizaremos la definición de Arboleda Castro ya que nos da lugar a la idea de reinvención
constante como forma de progreso. “El emprendimiento como una de las notas que más
diferencia al hombre de los demás seres vivos, pues estos últimos prácticamente no se han
superado en miles de años, lo que contrasta con el sorprendente progreso de la humanidad”
(2011, 21)

Otro de los conceptos que se utilizará es Industria cultural. “Tal y como lo define
Hesmondhalgh, este fenómeno constituía una «respuesta de algunos países a la depresión
económica que afectó al capitalismo en la década de los setenta. Con el objetivo de
restaurar los niveles de beneficio y productividad perdidos, algunos países comenzaron a
prestar atención a los sectores emergentes en detrimento de las industrias manufactureras
tradicionales. Las industrias culturales eran uno de estos nuevos sectores clave; las
telecomunicaciones y la informática, otros»” (2010, 33) Este concepto es relevante ya que
los tres casos de estudios tienen como fuente laboral la industria cultural.

Por último, tendrá una gran relevancia el término “plataformas digitales” ya que es la
herramienta que ayudó a reinventarse. “Las plataformas digitales de trabajo suponen uno de
los cambios más importantes acontecidos en el mundo laboral en los últimos diez años.
Existen dos tipos de plataformas: las plataformas en línea, en las cuales el trabajo se
terceriza mediante convocatorias abiertas a una audiencia geográficamente dispersa y las
aplicaciones (o apps) móviles con geolocalización, en las que el trabajo se asigna a
individuos situados en zonas geográficas específicas. Estas plataformas digitales son el
resultado de avances tecnológicos y el trabajo que generan se asemeja a muchas
modalidades laborales que existen desde hace tiempo, con la diferencia de que cuentan con
una herramienta digital que sirve de intermediario” (Berg, Furrer, Harmon, Rani, Silberman,
2019)
Desarrollo del informe

El arte en pandemia:

“El arte se nutre de la crisis, transformando su realidad”- Serrano Soto, 2020. La pandemia
fue, es un motor de la reinvención del arte en todas sus formas. Motor de enseñanzas y
aprendizajes que nos dejan otra perspectiva. Pero un paso antes de reinventarse, está el
tiempo de crisis, que en este caso, arrasó con casi todo lo que conocíamos, el mercado del
arte colapsó, y todos los canales tradicionales de circulación del mismo se vieron afectados.
Un momento donde el futuro se ve completamente incierto, pero mientras tenemos que
seguir produciendo, avanzando y sosteniendo, es difícil, ya que las metas son a cortos
plazos, no sabemos a dónde llegaremos, pero la única alternativa es la adaptación.

Uno de estos casos es Chany Muñoz una vestuarista de ballet que lleva a cabo un
emprendimiento particular en Córdoba. Tiene un taller que se desarrolla gracias a los
pedidos de escuelas de danza de distintos lugares del país, al no haber galas, teatros,
presentaciones ni concursos de danza, se vio claramente perjudicada. Los pedidos de
vestuarios disminuyeron casi a cero en la pandemia, por lo cual la única alternativa fue
reinventarse. “Tuve que reinventarme y realizar otro tipo de trabajos, como costuras de
barbijos, manteleria, artesanías etc, por último ya me animé a dar clases por zoom de
historia de los vestuarios de ballet y seminarios de confección de tutú profesional. Este
último trabajo ha sido el que mantiene abierto mi taller ya que tengo alumnas de toda
américa latina.” Explicaba.

Los artistas fueron aprovechando las plataformas de distribución digital, generando


contenidos realizados desde el confinamiento, produciendo conciertos, obras de teatro,
generando trabajo para todo el personal detrás de cámaras y una de ellas personas es la
maquilladora y caracterizadora profesional Paula Petrini Vitali, que además de tener que
cerrar las puertas de su local, por pandemia, no habían eventos, ni espectáculos, dónde
pudiera desarrollar su área. Se tuvo que reinventar para mantener su emprendimiento,
hacia tutoriales por las redes sociales para mostrar pequeñas cosas que hacía en algunas
masterclass que programó por zoom. Luego tuvo la suerte de comenzar a maquillar a
personas que trabajan en los medios masivos de comunicación, como estos no tuvieron
ningún freno laboral, tuvo la posibilidad de mantener su local, con sus empleados, hasta la
reapertura varios meses después.

Otro ejemplo de la reinvención gracias a las plataformas digitales es Denise de la


Roche, bailarina y coreógrafa de Lali Espósito. Es docente en “El Club de Danza” (estudio
de baile en Buenos Aires). La pandemia claramente perjudicó sus dos trabajos, por un lado,
la imposibilidad de ser parte de un show, y por el otro la imposibilidad de dar clases
presenciales de danza. Como alternativa luego de unos meses decidió comenzar a dar
clases por zoom para sus alumnas, pero también por vivos de Instagram, para aquellos que
no podían pagar las clases por cuestiones obvias de las consecuencias de la pandemia a
nivel económico.

Trabajar como artista

La realidad de los trabajadores creativos de las industrias culturales, es que hoy en día se
encuentran atrapados en medio de una encrucijada entre el desarrollo vertiginoso de la
industria, sus procesos tecnológicos y la concentración económica, (Washington Uranga,
2016). Trabajar como artista es encontrarse en una reinvención constante, pero también se
basa en emprender, en producir ideas nuevas, como menciona Castro (2011) el emprender
es la clave del sorprendente progreso de la humanidad, y el arte está en constante
evolución y creación. Pero también encuentras un mundo super vertiginoso en lo
económico, es un lugar donde hay tanta variedad, que pocos pueden lograr sustentarse
verdaderamente de lo que crean. Ahí podemos observar como el emprender es una simple
ayuda para sustentarse en un mundo donde la motivación más grande es sobrevivir y la
ambición al dinero está presente siempre, como mencionan en su artículo Sánchez, Aldana,
De Dios y Yurrebaso (2012).

En este último artículo se mencionan numerosas variables que pueden afectar o


influir en la hora de emprender, habla de la anticipación de obstáculos o problemas que se
pueden prevenir, pero en momentos de crisis, como una pandemia, podemos observar que
el proceso es completamente al revés. No hay forma de anticipación y tampoco hay un
futuro probable a largo plazo, por lo cual la idea de emprender pasa por el lugar obvio de
subsistir en una crisis económica mundial. Y eso nos lleva a pensar en lo que plantea
Álvarez (2020) “Arte, pandemia y después qué”, ¿Cuánto tiempo puede soportar un sistema
de emprendimientos?, hay trabajos en el arte, como camarógrafos, productores, asistentes,
que sin los espacios físicos, no pueden realizar su especialización, entonces ¿Hasta dónde
puede llegar el mundo de la reinvención y del emprendimiento? ya vivimos en un mundo
selectivo, a la hora de la popularidad, ¿Que tantas posibilidades se podrían tener en un
mundo lleno de personas emprendedoras? ¿Qué tan sostenible es?
Conclusiones personales:

En conclusión, para mí la idea de reinvención y emprendimiento tienen vida a corto plazo,


porque sí podemos hacerlo, pero un mundo lleno de lo mismo ¿Cuánto puede soportar?
Creo que mi pregunta inicial se respondió, las plataformas digitales, fueron metafóricamente
el salvavidas de este Tsunami que fue la pandemia para el mundo del arte, como para
muchos otros, pero también creo que es poco viable, la continuación a largo plazo de todas
estas alternativas, creo que hay un límite entre reinventarse y cambiar completamente el
objetivo propio, ese sueño al cual uno aspira dedicarse cuando se incursiona en algún
mundo que le interesa. También creo que más allá de cualquier debate, político, económico,
médico o social, no hay nada que se iguale a un teatro, y a cualquier experiencia que uno
pueda vivir dentro de él. El arte en general sana y cuando uno está agobiado en un mundo
de crisis, es una de las pocas salidas sanas que existen, para los apasionados, como yo, el
volver a un escenario y vivir esa experiencia ayudaría a superar muchas pérdidas en este
contexto, muchas tristezas. No hay nada peor que, que te impidan hacer lo que uno ama.
Bibliografía

Sanchéz, J.C, Aldana, R, De Dios, S, Yurrebaso, A. (2012) La motivación y la intención


emprendedora. International Journal of Developmental and Educational Psychology [en
linea]. Volumen 4(1), 521-531

Mendoza, J.A, Álvarez, D.M, Tovar, A.F et al. (2020). Emprendimiento en tiempo difíciles:
una oportunidad para los jóvenes. Utopía y Praxis Latinoamericana 25(11), 164-174.

Mauro Karina, (2018). Los trabajadores del espectáculo en Buenos Aires: la especificidad
laboral como condiciona-miento de su situación social, cultural y gremial. Telón de fondo
Nº27, dossier 108-113.

Mauro Karina, (2018). Entre el mundo del arte y el mundo del trabajo. Herramientas
conceptuales para comprender la dimensión laboral del trabajo artístico. Telón de fondo
Nº27, dossier 114-143.

Baranchuk, M (2016). Los trabajadores de los Medios de Comunicación en el marco de las


transformaciones regulatorias y de funcionamiento del sector: el rol de sus organizaciones
(Argentina 1989-2009); Buenos Aires, Argentina; Patria Grande.

Infantino Julieta, (2011) Trabajar como artista. Estrategias, prácticas y representaciones del
trabajo artístico entre jóvenes artistas circenses, Cuadernos de Antropología Social Nº 34
pp.141– 163

Marin, Fwala-lo (2018); Los trabajadores del arte. El caso de los directores de teatro
independiente en Córdoba; Revista Pilquen. Sección Sociales; 21; 3; 11-21

Christian Álvarez, (2020) “Arte pandemia: y después qué”. Revista Hiedra.

Jacovkis, P. Masello, D. Granovsky, P; et al. (2021) La pandemia desnuda nuestros


problemas más estructurales: un análisis de los impactos del COVID-19 en el mercado de
trabajo argentino. Trabajo y sociedad 21(36), 9-28.

Rowan, J. (2010). Emprendizajes en cultura. Discursos, instituciones y contradicciones de la


empresarialidad cultural. Madrid. España: Traficante de sueños.

Berg, J. Furrer, M. Harmon, E.et al. (2019). Las plataformas digitales y el futuro del trabajo,
como fomentar el trabajo decente en el mundo digital. Ginebra: OIT

También podría gustarte