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“Viandante”: procesos de investigación y creación artística en torno al

cuerpo y la identidad urbana.


Title of the article

Autor (es): Nombres Santiago Javier Ávila Albuja.


Para garantizar la revisión anónima no colocar en este documento el nombre del
autor (es), sino en el que envié con las correcciones finales.
Universidad Israel
santaigojavila@gmail.com
Código Orcid (https://orcid.org/0000-0002-0378-7916)
Resumen
(máximo 250 palabras)

Palabras clave
(4 a 6 palabras clave en minúsculas)

Abstract
(maximum 250 words)

Keywords
(maximum 4 to 6 keywords in lowercase)

Introducción
El siguiente texto propone una interelación en torno a la reflexión acerca del sujeto
dentro del territorio urbano y la producción de una propuesta artístistica
contemporánea. En relación a esto se plantea reflexionar acercar de la identidad y las
posibilidades de actuar y reflexionar a través de acciones dentro de su cotidianidad.
De esta forma en un primer momento, el interés por las formas en las que habitamos
un espacio urbano se conectan con la capacidad que tenemos los seres humanos de
transitar y utilizar la acción de caminar como metodología de experimentación y
creación que permite indagar en cuestionamientos personales y colectivos,
encontrando referentes en el campo artístico que utilizan está práctica como parte de
su trabajo.

En un segundo momento se relacionará las búsquedas en torno a la caminata


como antecedentes utilizados para la creación de propuestas artísticas que sinteticen
los intereses e inquietudes en torno a la identidad del sujeto dentro de la ciudad,
analizando y reflexionando acerca de su contenido.

Finalmente en un tercer momento cerrar el texto con los aciertos y desaciertos del
trabajo y una conclusión personal en relación al tema desarrollado.
Metodología (solo mayúscula Inicial)
Resultados (solo mayúscula Inicial)
Conclusiones (solo mayúscula Inicial)
Referencias (APA 7a edición)
La ciudad se presenta ante mí como el núcleo que me rodea y en el cual se
desarrolla mi vida, esta posee espacios que son inminentemente sólidos y sedentarios,
ejemplos de eso son: las calles, las casas, las escuelas, los parques, los edificios y
todo tipo de arquitectura, estos elementos son la cara visible y establecida de la
ciudad, que se construye con el paso del tiempo y que va cambiando en conjunto con
sus habitantes. El historiador y filósofo francés Michel de Certeau desarrolla algunas
tesis en torno a la ciudad y su habitante, en su texto El arte de lo Cotidiano, él
cuestiona muchas de las prácticas regularizadoras de los núcleos urbanos y de sus
habitantes, cuestionando la construcción de modelos sin identidad, que se apoyan en
estrategias de dominación económica y que son bandera de intereses que engañan a
la sociedad, acerca de esto el comenta:

Así funciona la Ciudad-concepto, lugar de transformaciones y de apropiaciones,


objeto de intervenciones pero sujeto sin cesar enriquecido con nuevos atributos:
es al mismo tiempo la maquinaria y el héroe de la modernidad [...] La ciudad sirve
de señal totalizadora y casi mítica de las estrategias socioeconómicas y políticas
[...] La Ciudad se convierte en el tema dominante de los legendarios políticos, pero
ya no es un campo de operaciones programadas y controladas. Bajo los discursos
que la ideologizan, proliferan los ardides y las combinaciones de poderes sin
identidad legible, sin asideros, sin transparencia racional: imposibles de manejar.
(Decertau,2000, p.107)

Es así como la ciudad se entremezcla en su propia falta de identidad,


organizando y emplazándose como el espacio que se olvida de lo subjetivo y termina
siendo absorbida por su propia estructura. Desde este contexto, es desde donde
pienso que poseo una capacidad de movimiento y unos modos distintos de actuar,
esta capacidad de cambio está presente al caminar y consciente o inconscientemente.
Al transitar en mi cotidiano utilizo la caminata como una forma de aprendizaje y
cuestionamiento acerca de la geografía y de la visión que tengo acerca del entorno.
Retomo ideas de de Certeau quien hace énfasis en la capacidad que tiene cada
individuo para detonar desde pequeñas acciones, específicamente desde el caminar,
nuevas posibilidades para el andante, criticando por ejemplo la idea del mapa y
recobrando nuevas posibilidades para reinterpretarlo y darle un uso personal dentro
del contexto de lo urbano.

Para empezar, si es cierto que un orden espacial organiza un conjunto de posibilidades


(por ejemplo, mediante un sitio donde se puede circular) y de prohibiciones (por ejemplo, a
consecuencia del muro que impide avanzar), el caminante actualiza algunas de ellas. De
ese modo, las hace ser tanto como parecer. Pero también las desplaza e inventa otras pues
los atajos, desviaciones o improvisaciones del andar, privilegian, cambian o abandonan
elementos espaciales. Igualmente, el caminante transforma en otra cosa cada significante
espacial. Y si, por un lado, sólo hace efectivas algunas posibilidades fijadas por el orden
construido (va solamente por aquí, pero no por allá); por otro, aumenta el número de
posibilidades (por ejemplo, al crear atajos o rodeos) y el de las prohibiciones (por ejemplo,
se prohíbe seguir caminos considerados lícitos u obligatorios). Luego, selecciona. El
usuario de la ciudad toma fragmentos del enunciado para actualizarlos en secreto .
(Decertau,2000, p.110-111)

El caminante conecta su propia experiencia con el espacio que habita, lo


traduce y adapta a sus propias necesidades y búsquedas, haciendo del sus pequeñas
acciones un juego con lo que le viene impuesto, pensando no solamente en el orden
racional y espacial, sino también en su propia implicación con un espacio que cambia
al momento de ser transitado y que se destruye y reconstruye frente a la mirada propia
y de los demás.

De esta forma voy conectando la acción de caminar con mis acciones


cotidianas, y encuentro varias inquietudes que son planteadas en Occidente y su
historia del arte. De este modo mi punto de partida es el siglo XIX, puntualmente en
París, lugar en el cual el escritor Charles Baudelaire reflexiona acerca de la ciudad
moderna, una ciudad industrial y decadente que está concentrada en los beneficios de
la industria y del desarrollo, despreocupándose de las personas, a las que convierte en
entes genéricos, es así que aparece un personaje que cuestiona las relaciones entre
los habitantes de la ciudad y el sistema de la industria, es el flaneur concepto que
posteriormente es desarrollado por el pensador y filósofo Alemán Walter Benjamin, al
respecto del flaneur Keith Lester comenta que: gracias a Benjamin, el flaneur es visto
como vida y muerte en las calles del solitario París[...] el argumento de Benjamin es
que la racionalidad del capitalismo, y específicamente la mercantilización y circulación
de mercancías, definen el significado de la existencia en la ciudad así que no quedaba
espacios para el misterio, para que el flaneur los observe [...] el flaneur es alguien
abandonado en la multitud [..]Afirmando la posibilidad de que tal vez hay secretos
imputados a las cosas. (Tester,1994,p.13-15). Con estas ideas acerca del flaneur es
como se busca romper con las lógicas del sistema económico y pensar a este
personaje como un andante y curioso de la ciudad, que busca encontrar los misterios
más allá de la productividad y dar respuesta a la alienación urbana que se apodera de
las personas.
Walter Benjamin en su obra El libro de los pasajes conceptualiza la idea del
flaneur como un ser de la ciudad moderna que observa a la ciudad y a sus
costumbres, pero que sin embargo rechaza formar parte de la multitud y busca mas
bien reafirmar su individualidad., expandiéndose y actuando dentro de su realidad. La
posición de Benjamin está por supuesto influenciada por una crítica al sistema de
producción capitalista, pues él vive este cambio arquitectónico y de concepción del
trabajo que viven los ciudadanos dentro de las ciudades modernas de inicios del siglo
XX. Benjamin además, plantea una relación colectiva, pensando en la calle como un
espacio para romper y replantear lo público y lo privado, pensando en los barrios como
grandes habitaciones en las cuales todos pueden moverse y generar relaciones con
los demás, donde el tránsito sea el mayor punto de interés al recorrer y no dejarse
convertir en un simple peatón (2005.p. 44,45).

Ya en el siglo XX, aparecen las vanguardias en Europa para replantear y


romper muchos ámbitos de la vida del ser humano, el surrealismo por ejemplo, aborda
el caminar como un proceso estético creativo al que denominaron "deambulación
surrealista", el arquitecto Francesco Careri acerca de esta acción dice que al "llevar a
cabo un recorrido errático por un vasto territorio natural [...] El viaje emprendido sin
finalidad y sin objetivo, se convirtió en la experimentación [...] en un errabundeo
literario/campestre impreso directamente en el mapa de un territorio mental"
(Careri,2014,p.66-68). Este recorrido al azar, que es abordado desde la palabra y
escritura es para los surrealistas un proceso de implicación y observación mental, ellos
seleccionaron un lugar sin ninguna característica en especial, se desplazaron al mismo
y luego caminaron por el campo abierto. Esta deambulación fue importante, ya que los
surrealistas entran al espacio, con la intención de jugar con la desorientación y el
abandono y sin ningún fin o agenda, ellos buscan explorar el comportamiento del
individuo y rescatar la experiencia propia de los participantes. Para los surrealistas la
falta de un objetivo influyó directamente en una forma de escapar la realidad,
rechazando la construcción de la ciudad moderna, establecida y capitalista.

Posteriormente llegaría la Internacional Situacionista, que nace como


consecuencia de la Internacional letrista, esta vanguardia eminentemente política
buscó detonar una revolución, una reacción social generada desde la vida cotidiana. El
historiador y crítico Tim Clark por ejemplo en el libro Selección inglesa de la
internacional situacionista, hace un recuento y recopila textos para hacer énfasis en la
ruptura radical e interés de los situacionistas por transformar la vida cotidiana de las
personas, citando a los mismos en este texto Clark hace un recuento acerca de los
aspectos más importantes de esta vanguardia.

La meta de los situacionista es la participación inmediata en una vida variada y


apasionante, a través de momentos transitorios y conscientemente controlados
[...] los situacionistas consideran la actividad cultural, desde el punto de vista de la
totalidad, como un método de construcción experimental de la vida cotidiana
(Clark,1967,p.21).

Este planteamiento para avasallar la vida cotidiana y transformar todo ámbito


de la cultura, está presente también en su concepción acerca de la obra de arte
pensándola como una experiencia colectiva que va más allá de un producto o medio
artístico. Después de ver estas exploraciones en relación con la acción de caminar,
voy planteándome un proceso que se implica con la ciudad y permite enunciarme
dentro del espacio que vivo e ir recolectando información acerca de mi entorno, veo
que a existido un interés constante dentro del campo artístico en torno a la ciudad y las
posibilidades que tiene una persona para actuar dentro de la misma. Sabiendo que
han existido experimentaciones tan diversas encuentro en mi rutina cotidiana una
posibilidad de ir conectado mi papel como sujeto dentro del campo urbano y de lo
anónimo de mi propia existencia e identidad.

De esta forma es como paralelamente decido explorar el espacio en el que


vivo, generando una conciencia propia y un itinerario personal, en el que mis tiempos
se entrelazan con las actividades cotidianas. Recorro la ciudad, a diario voy
encontrando pequeños espacios para la reflexión, constantemente me extravío en
distintos puntos de la ciudad, me dejo llevar por el azar y al mismo tiempo observo
cuidadosamente los detalles de mi entorno.Me voy fundiendo con las personas y los
distintos espacios en los que me pierdo, decido vagar y pasear, conectando mi
anonimato con una ciudad que cambia y se organiza día a día. Para esto voy haciendo
apuntes, escribiendo y a veces dibujando, tomando notas en Diarios de campo 1 y

1
 El diario de campo es un instrumento utilizado por los investigadores para registrar aquellos hechos que
son susceptibles de ser interpretados. En este sentido, el diario de campo es una herramienta que permite
sistematizar las experiencias para luego analizar los resultados. Cada investigador tiene su
propia metodología a la hora de llevar adelante su diario de campo. Pueden incluirse ideas desarrolladas,
frases aisladas, transcripciones, mapas y esquemas, por ejemplo. Lo importante es que pueda volcar al
diario aquello que ve durante su proceso investigativo para después interpretarlo Pérez, J., & Merino, M.
(2009)
recibiendo impresiones que me hacen actuar y pensar en mi papel dentro de este
lugar.

Al caminar voy conectando incertidumbres personales de la vida cotidiana y


urbana y las conecto con mis intereses artísticos, introducirme dentro de la ciudad me
permite generar un auto reconocimiento y al mismo tiempo me da la libertad para
transitar dentro de un espacio que no puede ser controlado o descifrado por completo.
Nuevos tiempos encuentro en mi andar, ritmos y relaciones entre mi cuerpo y el lugar,
formo parte de un espacio que no me pertenece, me muevo y me voy, avanzo o
regreso, es así como reflexiono acerca de un proceso colectivo, porque compartimos
la ciudad y actuamos dentro de ella.

El contacto físico con otros sujetos me permite encontrar coincidencias y


asociaciones entre mi vida y la de los demás, y de esa forma decido expresar esas
inquietudes en una obra artística. Así me planteo traducir mis impresiones diseñando
un objeto que combine el texto y organice mis inquietudes en torno a mi identidad, lo
anónimo y la ciudad. Decido crear a modo de folleto, textos impresos en hojas de
papel y distribuirlos en distintos puntos de la ciudad. Dejando de lado mi propia autoría
y presentándose con un objeto de circulación anónimo que es más un manual de
acciones y juegos para romper con la monotonía diaria. Mediante este objeto decido
enunciarme, presentando a las personas parte de lo que soy de lo que me interesa,
dejando que los demás interpreten y jueguen con mi propia identidad que se relaciona
con la de ellos al mismo tiempo.

Este objeto se articula como un rompecabezas con pequeños fragmentos que


deben ser doblados por la persona que los lee y que le permiten ir armando al azar
distintos contenidos que están dentro del papel, mediante estas asociaciones que se
forman en el papel, se puede ir completando, dividiendo o destruyendo los textos e
imágenes que se encuentran en su interior.
Al encontrarme con la palabra y la imagen conseguí ordenar y sintetizar
distintas reflexiones y emociones que iban acompañando mi experiencia, encontrando
un tiempo específico para registrar, escribir y pensar los estímulos que la ciudad
producía mientras yo la transitaba. Desde y con la palabra puedo regresar a mi propia
memoria, puedo reconocer y reconstruir un panorama de experiencias. Al releerlas
encuentro ritmos y pequeños detalles que me hacen regresar a mi interés sobre mi
propia identidad dentro de este espacio.

En este objeto voy imprimiendo y recolectando pequeños fragmentos de lo


vivido. La palabra es el estímulo que me permite dar respuesta a distintas inquietudes.
Los textos me hacen jugar con mi propia imaginación; escribir es volver a vivir,
recordar, repasar y organizar un océano de inquietudes y acciones que se escapan y
diluyen en la cotidianidad. En el texto encuentro libertad, desde mi propia lógica
construyo relatos que contienen acciones, frases, palabras o simplemente
pensamientos que fui viviendo.

La organización visual del texto, apela a la conexión mediante el azar que cada
persona vaya detonando, no existe una forma correcta o incorrecta y está pensado
para ser un objeto amigable y lúdico para las personas, de esta forma se pensó en un
formato mediano que sea de fácil transporte y además que pueda ser leído en todos
los sentidos, permitiendo moverlo, cambiarlo e incluso romperlo si ese fuera el caso.
Al ser un objeto de bolsillo que circula en la calle, este no tiene un original,
todas son copias que se difunden y mezclan con otro tipo de información que el peatón
puede recibir, decisión por la cual opté por utilizar un tipo de caligrafía amigable, que
pueda sentirse cercana con el espectador, pero que al mismo tiempo despierte cierto
interés o intriga por descifrar cuál es la intención del mismo, pues al observar
detenidamente este no brinda ninguna información lógica de la ciudad, ni tampoco
vende ningún tipo de producto y servicio.

De esta forma este objeto es una propuesta artística que nace de una
necesidad por jugar con mi identidad en el espacio urbano y relacionarla con la de sus
habitantes, desde mi propuesta artística busco generar un gesto crítico frente a mi
realidad y cuestionamientos actuales.

La experiencia que vivida a través del caminar me permitió detonar procesos


de autorreflexión e indagar acerca de mi lugar como habitante de un espacio
determinado. Con la caminata pude construir y reconocer búsquedas en torno a la
implicación corporal y dentro del ámbito urbano, y de esa forma fui capaz de
desarrollar procesos de creación artística.

Por consiguiente proyecto me permitió reconocer varios acercamientos teóricos


que han dado importancia a la acción de caminar como una forma válida de trabajo, lo
que ha permitido la expansión de las fronteras entre la disciplina artística y la vida
misma, permitiéndome pensar en nuevas dimensiones para experimentar, actuar, vivir,
crear y transformar la forma en la que habitamos y nos entendemos en este paradigma
llamado ciudad. Regresar a nuestra personalidad y a los cuestionamientos que
tenemos como habitantes resulta sumamente importante para ver que todos somos
capaces de transformar nuestros espacios y reflejar nuestro propio itinerario personal,
canalizando nuestras experiencias desde distintas sensibilidades. El caminar es una
experiencia emocional, un proceso que permite desconectarse de las prácticas
cotidianas, para generar una nueva conexión con el entorno.

El arte brinda herramientas y experiencias que permiten tener un acercamiento


al espacio urbano y al comportamiento colectivo, debido a que desde la interacción
física y estética se pueden generar discursos en los cuales se puede reflexionar
acerca de la propia identidad, pensando en la importancia de nuestra existencia dentro
de un espacio colectivo que es más grande y que está atravesado por intereses que
no siempre buscan darle libertad para actuar y pensar. Yo he decidido preguntarme
acerca de mi identidad a través de acciones, mediante el caminar he encontrado una
forma válida para cuestionar mi propia construcción como habitante que a través de su
práctica artística decide relacionarse con los demás y generar reflexiones acerca del
espacio en el que viven y en el que transcurre casi toda su existencia.
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