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456-Texto Del Artículo-469-1-10-20080526
456-Texto Del Artículo-469-1-10-20080526
RESUMEN
Palabras clave: Facies continentales, Cretácico inferior, Cuenca de los Cameros, análisis se-
cuencial.
ABSTRACT
The stratigraphy of the lower Cretaceous and the sedimentology of the litoestratigrap-
hic units are studied in the southern margin of the Los Cameros Basin, province of Soria,
Spain.
Three depositional sequences have been stablished, corresponding to three Formations.
In the upper one, a Member has been diferenciated.
The sedimentological study has revealed that the sediments were formed in continental
environments, fluvio-lacustrine in the basal formation, sandy fluvial systems whose proxi-
mal areas were situated towards the east in the intermediate one, and alluvial fans for the
younger unit.
The resulting sedimentary sequences are complex, as several sedimentary cycles can be
diferenciated into them. The tendency is coarsening in the SD2 and fining in the SDl and
SD3, always due to the movement of important faults (S. Leonardo and Las Cuevas de So-
ria) that constituted the margin of the basin.
Key words: Continental facies, Lower Cretaceous, Cameros Basin, depositional sequences.
* Instituto de Geología Económica. C.S.Le. Facultad de Geología. Universidad Complutense. 28040 Madrid.
** Departamento de Estratigrafía. Facultad de Geología. Universidad Complutense. 28040 Madrid.
258 P. CLEMENTE,A. ALONSO
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Fig. l.-Localización. A) Esquema estratigráfico. B) Mapa geológico de la Cuenca de los Cameros según Salomon (1982). P-Paleo-
zoico. J-t-Jurásico-Triásico. A, B, C,-Megacic1o 1. O-E-Grupo Salas-Utrillas. Cs-Cretácico Superior. Om-Oligoceno-Mioceno. Q-Cua-
ternario. C) Mapa geológico del área estudiada. 1, II YIII, ver esquema estratigráfico.
ESTRATIGRAFIA y SEDIMENTOLOGIA DE LAS FACIES CONTINENTALES DEL CRETACICO ... 259
Cameros: Tera (siliciclástico), Oncala (carbonático), la base de unos materiales que atribuyen al Grupo
Urbión (siliciclástico), Enciso (mixto) y Olivan (sili- Urbión de Beuther (1966), y la discordancia Aústri-
ciclástico), los materiales que se estudian en este tra- ca separando dichos materiales de las arenas en fa-
bajo pertenecerían según Beuther (1966) a los Gru- cies Utrillas.
pos Tera, Oncala y Urbión.
En un trabajo posterior, Brenner y Wiedman
(1975), consideran la posibilidad de que los grupos Descripción de las unidades litoestratigráficas
de Beuther y Tischer (1966) no sean equivalentes y
comparables entre sí. Como se ha podido ver en el capítulo de antece-
El mapa realizado por el IGME, a esca- dentes, existe todavía una gran confusión en cuanto
la 1:200.000, n.O 31, Soria, y los mapas a esca- a la estratigrafía de los materiales que se estudian en
la 1:50.000; San Leonardo de Yagüe (348) y Cabre- este sector de la Cuenca de Los Cameros, confusión
jas del Pinar (349), recogen básicamente las ideas de que es en cierto modo lógica, dadas las dificultades
los alemanes Beuther y Tischer utilizando las divisio- que se presentan para su estudio, gran recurrencia
nes estratigráficas establecidas por ellos. de facies, falta de datos fiables para dataciones, exis-
En 1982, Saloman retoma la idea primitiva de la tencia de numerosas discontinuidades internas en los
existencia de un ciclo distinto, estableciendo una nue- materiales debido a una tectónica activa durante la
va estratigrafía con 3 megaciclos de sedimentación: sedimentación, etc.
1. Weald o Purbeck-Weald. Por ello, los trabajos previos en la zona han sido
en general muy imprecisos respecto a las descripcio-
2. Urgo-Aptiense, que denomina ciclo IVo Gru-
nes litológicas, incluso llegando a considerar una sola
po Salas.
unidad (Saloman, 1982), la potente serie que, como
3. Megaciclo superior del Cretácico, cuya base es se ha podido comprobar en este trabajo, incluye va-
la Formación Utrillas. rias unidades litoestratigráficas, e incluso varias se-
En el segundo megaciclo incluye todos los mate- cuencias deposicionales diferentes. Por ello, ha sido
riales que son el objeto de estudio de este trabajo. necesario establecer la estratigrafía detallada como
Este megaciclo no ha sido estudiado de forma ex- paso previo imprescindible. Se han diferenciado tres
haustiva por este autor, aunque deja constancia de unidades con rango de Formación, además, la com-
su aparición y hace una descripción general de los plejidad litológica de una de ellas ha obligado a di-
materiales que lo componen. Hace también referen- ferenciar un Miembro. En la figura 1.A, se represen-
cia a la dificultad que supone diferenciar en algunos ta el cuadro de relaciones espaciales y temporales de
puntos estos materiales de la Formación Utrillas su- dichas unidades y en la figura 2 se han representado
prayacente. esquemáticamente las columnas levantadas y su
El trabajo de Meléndez (1978) es, en cambio, un correlación.
estudio de detalle de estos materiales en el sector de En la descripción de las unidades se establece su
Picofrentes, estableciendo la existencia de 5 unida- equivalencia con las unidades definidas en los traba-
des, 2 inferiores, A y B, una de transición, C, y unas jos precedentes (fig. 3). Asimismo, se discuten, den-
superiores D y E. Las tres primeras las atribuye a tro de lo posible, las edades de los materiales, teniendo
Weald o Purbeck-Weald y las considera equivalentes en cuenta los factores estratigráficos y cartográficos
a parte de los grupos Tera, Oncala y Urbión de Beut- y los escasos datos paleontológicos que existen por
her (1966) y las dos últimas considera que estarían in- el momento.
cluidas en las facies Utrillas formando dos ciclos dis- w
tintos. Para dicha autora, una falla de dirección
NO-SE, habría sido la responsable de la no sedimen-
tación de las unidades A y B en el área de las Fra-
guas.
En este sentido, el trabajo de Morillo Velarde y
Meléndez Hevia (1972), sobre la falla de San Leo-
nardo, es también de gran interés, pues la conside-
ran como un dispositivo paleogeográfico importante,
que constituiría uno de los límites de la cuenca. Esta
falla habría comenzado a funcionar en el Dogger,
condicionando la sedimentación durante el Cretáci- Fig. 2.-Esquema de correlación litoestratigráfica. 50-1, 50-2 Y
SO-3.son las secuencias de depósito diferenciadas. Las flechas in-
ca inferior. Estos autores señalan también la existen- dican la tendencia; progradante (-) y retrogradante (+). I, II Y
cia en esta zona de la discordancia Neokimérica, en III. Ver Fig. 1.A.
260 P. CLEMENTE,A. ALONSO
FORMACION U TRI L L A 5
BARREMIENSE,APTI EN SE .... +
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(Gr. p o Salol)
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CUERDA DEL 5.0-2
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Il SUPERIOR lf)
Fig. 3.-Equivalencias entre las distintas unidades según los diversos autores. U.L.: unidades litoestratigráficas, U.e.: unidades cronoes-
tratigráficas.
Unidad 1: Fm, Areniscas, arcillas y calizas y Seguret, 1985) se puede correlacionar perfectamente la Fm. Pan-
de Golmayo tano con el CiclotemaII (Fms. de Huérteles, Aguilar y Valdepra-
do) de Guiraud y Seguret (opus cit.), equivalente a la parte supe-
Esta unidad, definida informalmente con el rango de Forma- rior del Grupo Oncala de Beuther y Tischer (opus cit.). Ambos
ción (ya que no tiene base), es equivalente a la unidad A de Me- se consideran de edad Berri¡¡siense (fig. 3). Así, teniendo en cuen-
léndez (1978). Es una unidad compleja y heterogénea que apare- ta la posición estratigráfica de la Fm. Golmayo y sus característi-
ce en la zona suroccidental (fig. 1.C), formada por unos 700 m de cas litológicas y sedimentológicas, habría que considerarla equiva-
areniscas, arcillas, calizas y margas, y de manera subordinada y ha- lente al Ciclotema 1 de Guiraud y Seguret (opus cit. Fms. de Tera,
cia techo, conglomerados silíceos y calcáreos. Magaña y Matute), que incluye al grupo Tera y a la base del Gru-
Las areniscas aparecen en cuerpos de base curva y erosiva, con po Oncala de Beuther y Tischer (opus cit.).
«lag» de cantos y restos vegetales, y de techo plano. La potencia En todo caso, su edad no podrá ser confirmada hasta que se con-
de cada cuerpo es de unos 6 m, siendo su amplitud del orden de trasten los datos aportados por las carófitas con los que aporten
100 m. Presentan estratificación cruzada de surco de escala media los palinomorfos que, encontrados en el mismo lugar en que han
y otras estructuras de menor escala. aparecido las carófitas, están siendo estudiados actualmente por
Las calizas son de color oscuro, bastante arenosas, contienen el Dr. Ballen, de la Universidad de Aberdeen (Escocia).
flora y fauna de agua dulce o salobre y se presentan en cuerpos
de escaso espesor, lateralmente discontinuos. Las microfacies más
frecuentes varían desde calcilutitas con ostrácodos a intramicritas
y bioesparitas con ostrácodos y carófitas. Las calizas normalmen- Unidad II: Fm. Areniscas y arcillas del pantano
te están asociadas a margas laminadas o con aspecto noduloso la- de la Cuerda del Pozo
jeado que contienen carófitas, también contienen ostrácodos, gas-
terópodos, moluscos de agua dulce, restos de peces y polen. Las La Fm. Pantano de la Cuerda del Pozo es equivalente al Ciclo-
areniscas, calizas y margas se encuentran intercaladas entre depó- temaII (Fms. Huérteles, Aguilar y Valdeprado) de Guiraud y Se-
sitos lutíticos, los cuales representan más del 60 % de los mate- guret (1985), a la parte superior del Grupo Oncala de Beuther,
riales que forman la unidad. (1966) y Tischer (1966), a la Unidad B de Meléndez (1978), y cons-
La edad de esta formación es muy problemática ya que los da- tituye en la zona norte la base de lo que Salomon (1982) llama
tos que se poseen hasta ahora son contradictorios; durante la rea- Grupo Salas (fig. 3).
lización de este trabajo se han separado oogonios de carófitas que, Se apoya en la zona norte sobre las calizas lacustres de la Sierra
según Martin i Clases (com. pers.), corresponden a una asocia- de Matute (Guiraud y Seguret, 1985), discordante y sobre una su-
ción datada tentativamente como Hauteriviense. Se trata de for- perficie carstificada y con paleosuelos. En la zona suroriental se
mas primitivas de Atopochara trivo/vis triquetra y Nodosoclavator apoya sobre la Fm. Golmayo. Su techo está también limitado por
adnatus. Por otra parte, se pueden considerar los siguientes he- una discordancia que la separa de la Fm. Abejar.
chos objetivos: cartográficamente (fig. 1.C), se encuentra aislada, La edad de la Fm. Pantano es asimismo problemática, de he-
cubierta por el Terciario en su parte septentrional y oriental, y en cho, todos los esfuerzos realizados hasta el momento para la ob-
contacto por falla, en la zona meridional, con las calizas del Cre- tención de elementos fósiles susceptibles de ser datados, han sido
tácico superior de la Sierra de San Marcos. Estratigráficamente, vanos. Sobrepasando bastante los límites de la zona de estudio, se
(fig. 1.A), su base se desconoce debido a la falla ya mencionada ha podido ver que, cartográficamente, esta unidad es equivalente
y sobre su techo se apoya la Formación Pantano de la Cuerda del lateral de lo que Guiraud y Seguret (1985) denominaron Ciclote-
Pozo. Teniendo en cuenta el cuadro estratigráfico regional esta- ma II. Estos materiales se consideran por los distintos autores de
blecido por autores previos en la Cuenca de Los Cameros (Bren- edad Berriasiense superior. Por ahora, ningún dato nuevo pode-
ner, 1976; Beuther, 1966; Tischer, 1966; Salomon, 1982; Guiraud mos aportar para confirmar o desmentir esta edad.
ESTRATIGRAFIA Y SEDIMENTOLOGIA DE LAS FACIES CONTINENTALES DEl: CRETAClCO .. 261
Q
b. Base plana. techo plano o con- b. Barras tongitudinéllfes unitarias
H-0.2-
vexo. Secuencias ~'injng upwards" originadas a partir de una lá-
0.6 m
aisladas. mina difusa de cantos.
en Conglomerados y arenas.
f-
r-t---------+----------+----j-----------j 3. Conglomerados de cantos de
3. Migración de dunas de cresta
cuarzo. cuarzita y Iiditas. H-0.3-
sinuosa. Alto regimen de flujo.
Textura granosostenida. 0,5 m
Estratificación cruzada de surco.
o
Conglomerados y arenas de grano Estructuras de erosión y relleno
grueso. H-0.3- rapido. ~Scour and '''r. Alto
...J Gtc · Base curva. irregular y erosiva. 0.5 m régimen de flujo.
· EstratiftcaciÓfl subparalela a
la superficie basal.
<..?t-+-----------+------------1--+---------~
"Transverse MI Irough cross
z · Conglomerados y arenas de grano
grueso. H-0,3- stratificatión.
~
· Base curva, ondulada, erosiva. 0.5 m RAMOS y SOPENA (1983>.
o Gtt o o~g~ o · Textura bimodal. Granoseleccion RAMOS el .1. (1986).
<:> Alto régimen de flujo.
positiva.
e
O
U
~
medio-grueso. Microconglomerados.
- 0_-. _ _"-'- Base curva, erosiva.
N
, ."Megarripples" de cresta discontinua.
SIc \O
~---~.~~ Estratificación cruzada de SlKCO
de gran escala, muy laxa.
<1---+-------------+-------------+---+-------------.-1
Areniscas de tamaño medio-grueso. E E
· "Lag" de cantos en la base.
en
Se
~
~
· Geometria lenticular.
· Estratificación cruzada de tipo
"epsilon".
\O
O
:i
'"
~
o
· Areniscas de tamaño de grano
SI medio. · "Megarripples" de cresta disc:ontinua.
Estratificación cruzada de surco.
z
· Areniscas de tamaño de grano
medio-grueso. Estratificación cruzada a ~ "Megarripples" de cresta recta.
Sp planar. de pequeña a media escala. b - Barras simples.
zó~ a-Geometría lenticular, b-geometría
tabular, gran continuidad lateral.
o:: b~~~ _ _~ +--------~----+--_!-~-------~---~
en
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mR.
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Arcillas rojas. · Decantación de lutilas.
t- Fm · Nódulos y huelas de raices. · Procesos edáficos.
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t-
W · Restos vegetales carbonosos con
· DecantaclOn.
:I: e limos intercalados.
· laminación horizontal.
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Bioespar itas
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o Zonas margi noles de lagos
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Procesos tractivos
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~ Packstane - wackestone
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Carófitas Zonas lacustres mas internas
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A!gos. Rivularióceos
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~~ Zonas mas profundos de los
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I El desarrollo y expansión de los distintos subam-
'=--~--->
bientes estaba lógicamente condicionado a la activi-
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dad fluvial. Así, una actividad importante de los ca-
. ~
nales se reflejaba en la llanura de inundación por la
elevada frecuencia de desbordamientos, pero esto,
I en contrapartida, inhibía la precipitación de carbo-
~ ""'-
natos en la misma llanura. Cuando las condiciones
I eran favorables, la precipitación se producía, favore-
~.
~
cida por las siguientes circunstancias: elevada con-
I
~
00'
centración de carbonatos en las aguas debido a un
área fuente calcárea (rocas jurásicas carbonáticas);
~ alta luminosidad, debida a la escasa profundidad de
~
I las aguas en estos lagos y charcas de pequeña escala
400 . I
y, por último, alta actividad fotosintética de las algas
~ carófitas (Kelts y Hsü, 1978). Ambientes fluvio-Ia-
I custres similares a éstos han sido descritos por De-
~ mico et al. (1987) y por Friend y Moody-Stuart
I (1970), entre otros.
~--:s;¿l
300 . I La elevada potencia de la Fm. Golmayo, así como
T
~
su arquitectura deposicional (fig. 9), parecen indicar
que se originó en una zona con una elevada tasa de
subsidencia tectónica, relacionada, a nuestro modo
de ver, con el funcionamiento de la falla de Las Cue-
200 . vas de Soria, de dirección NE-SO. La tendencia ge-
neral evolutiva de la unidad sugiere una reactivación
/~
=-=f? tectónica paulatina, ya que se manifiesta con un cla-
ro aumento de la energía hacia techo. Esta reactiva-
ción condicionaría la actividad fluvial, con un aumento
1001 de los aportes y del tamaño de grano de los mismos.
~
/ 1:
~
Además, haciendo un análisis más detallado de la ar-
I quitectura deposicional, se puede ver que aparecen
~ pulsos de reactivación, concretamente dos, que dan
I
~ lugar a dos ciclos sedimentarios. En la base de cada
Om I ciclo se observa predominio de ambientes lacustres,
Fig. 9.-Esquema evolutivo de la Fm. Golmayo. Distribución de los cuales desaparecen progresivamente hacia techo,
facies a lo largo de la unidad. Las flechas indican los dos ciclos ma- donde predominan los depósitos terrígenos, canales
yores negativos diferenciados en la misma.
y desbordamientos, es decir, donde se manifiesta una
mayor actividad fluvial.
Fig. 1O.-Esquema de campo de un cuerpo arenoso canalizado (sand body) en la parte superior de la Fm. Areniscas y arcillas del Pan-
tano de la Cuerda del Pozo. Corresponde a una sección aproximadamente paralela a la dirección de la corriente. 1, 11, 111, IV YV son
los diferentes episodios de relleno (storeys). 1, 2, 3, 4 Y5 son las asociaciones de facies.
9 facies se han agrupado en depósitos canalizados y vamente, fig. 6), es notable la constante presencia de
depósitos no canalizados. En la parte inferior de la deformaciones sinsedimentarias.
unidad la relación entre los depósitos canalizados y Con estas características hemos deducido que es-
los no canalizados es baja, esta relación aumenta pro- tos canales debían de tener una sinuosidad más bien
gresivamente hacia el techo donde la densidad de los baja, al menos en los primeros episodios; las facies
depósitos canalizados es mayor. y asociaciones de facies indican un comportamiento
interno de tipo «braided» similar al río Saskatchewan
(Cant y Walker, 1978), con especial preservación de
Depósitos canalizados depósitos de barras (facies SPc y SI) Ymás bien es-
casa de las facies de relleno de canal (St).
Estos constituyen aproximadamente el 40 % del Si bien los diferentes episodios pueden estar late-
total de los materiales que presenta la Fm. Pantano, ralmente desplazados dentro de un cuerpo; el apila-
son cuerpos arenosos y arenoso-conglomeráticos con miento de los mismos tiene generalmente un compo-
fragmentos de troncos de árboles, tienen la base ero- nente vertical. A veces se observa un incremento de
siva y canalizada, siendo el techo neto, plano, a veces la superficie canalizada hacia techo, hecho que pue-
fuertemente bioturbado. Estos cuerpos se encuen- de interpretarse como una expansión del canal.
tran desconectados unos de otros, aislados entre de-
pósitos de tamaño de grano más fino, generalmente
lutíticos. Tienen amplitudes variables, entre 100 y Depósitos no canalizados
más de 500 m, y potencias del orden de 10 m. Re-
presentan canales fluviales de tipo «multi-storey», Comprenden aproximadamente el 60 % de los ma-
Potter (1967), Campbell (1976), con una historia de teriales que forman esta unidad, se han incluido den-
relleno múltiple que refleja un funcionamiento epi- tro de este grupo las lutitas originadas por decantación
sódico y complejo. en la llanura de inundación, los depósitos de relleno
La estructura interna es compleja (fig. 10), dentro de canales abandonados y los depósitos de «Ievee-
de ellos se distinguen importantes superficies de ero- crevasse splay» (malecones naturales y derrames la-
sión (de 2.° orden, según Miall, 1988, y AlIen, 1983, terales de los canales fluviales). Básicamente están
y equivalentes a los «scour storeys» de Friend et al., constituidos por facies lutíticas y por facies heterolí-
1979), cada uno de estos episodios puede estar for- ticas (Fm. y F1 en la fig. 6).
mado por barras transversas complejas de gran esca- Los depósitos lutíticos constituyen una parte muy
la (facies SPc, fig. 6); barras compuestas, similares a importante en esta unidad, son generalmente masi-
las descritas por AlIen (1983) para las Browstones, vos y a veces se observan concreciones carbonáticas
(facies SI, fig. 6) y barras con acreción lateral (facies y estructuras prismáticas que indican el desarrollo de
Stc, fig. 6). En menor proporción se encuentra la- paleosuelos. Teniendo en cuenta la enorme potencia
minación horizontal de alta energía, estratificación de los depósitos y su constante presencia a lo largo
cruzada de tipo «trough» y estratificación cruzada de toda la unidad, la tasa de agradación vertical de-
planar de media escala (facies Sh, St y Sp respecti- bía ser elevada. Esto pudo ser debido, en primer lu-
268 P. CLEMENTE, A. ALONSO
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Fig. 14.-Tipos de secuencias de relleno de canal en la Fm. Abe- l. _
jar. Ver texto.
Fig. 15.-Asociaciones de facies características del Miembro Are·
niscas y limos carbonosos de Frentes.
migración de barras transversas (Rust, 1984). Algu- curva o plana, de poca potencia, que se encuentran
nas de estas formas presentan hasta potencias de 2 m erosionándose los unos a los otros, estando apilados
y una marcada granoselección dentro de las láminas e interconectados entre sí. En esta parte superior se
«foresets», lo que indicaría un origen por migración han identificado facies de tipo Se, Sp, St y Sh (fig. 6).
de las caras de avalancha de una barra de gravas en Las facies aparecen asociadas formando básicamente
un canal que tuviese al menos la misma profundidad secuencias de relleno de canal que a veces tienen ca-
que la altura de la barra (Middleton y Trujillo, 1984). rácter multiepisódico (<<multi-storey», Potter, 1967 y
En la figura 14, se han representado tres tipos de Campbell, 1976).
secuencias de relleno de canal. La secuencia A repre- Esta parte superior se habría originado en un sis-
senta el relleno arenoso (St) de canales que se encuen- tema fluvial «braided» de arenas más distal, en con-
tran bordeando las diferentes barras, habiéndose ori- tinuidad con el sistema «braided» mixto de gravas y
ginado su relleno durante la etapa de disminución del arenas que dio lugar a la parte inferior.
flujo, estos depósitos se forman generalmente en va-
rias etapas sucesivas. La secuencia B se originaría en
condiciones de «bankfull stage» o más alto régimen Mb. Areniscas y limos carbonosos de Frentes
de flujo, cuando todo el sistema funciona como un
único canal (Ramos y Sopeña, 1983). En la parte in- La unidad, de 170 m de potencia, está formada por
ferior de la unidad, la secuencia C, formada por fa- arenas de grano fino, arcillas y limos, y destaca la
cies Gt, representaría el relleno de canales someros abundante presencia de materia vegetal carbonosa,
que cortan la parte superior de las barras (Gp). que llega a dar capas finas de carbón.
De manera general, en la unidad se observan se- Los depósitos canalizados constituyen aproximada-
cuencias granodecrecientes hacia techo, tanto en el mente el 50 % del total de la unidad. Están represen-
apilamiento de barras, como en los rellenos de ca- tados por cuerpos de 5-6 m de potencia, siendo difí-
nal. Los cambios de facies son rápidos y continuos, cil ver su continuidad lateral, se encuentran interca-
tanto en la vertical como en la horizontal, de lo que lados entre depósitos finos, fundamentalmente facies
se deduce que son áreas dinámicas, siendo la energía Fm y Fl. Cada cuerpo está constituido por secuen-
elevada, con una gran movilidad de los canales. El cias granodecrecientes hacia techo, separadas por su-
funcionamiento del sistema fluvial estaría influencia- perficies de erosión. Cada secuencia, originada como
do por descargas o inundaciones periódicas más im- un relleno de canal en condiciones de disminución de
portantes, lo que daría lugar a fuertes variaciones en régimen de flujo (Miall, 1978), está formada por fa-
el régimen de flujo, quedando esto reflejado en im- cies St, Sp y Sr (fig. 6). El techo de los cuerpos es
portantes modificaciones de las formas sedimenta- neto y sobre él se desarrollan costras ferruginosas.
rias. Por otra parte, se observan deformaciones sedimen-
Según Rust (1978), las áreas con barras longitudi- tarias hidroplásticas, que sugieren una velocidad de
nales y con barras transversas de gravas, caracterizan sedimentación rápida (Lowe, 1975). No se aprecian
las zonas proximales y zonas medias de sistemas flu- fenómenos de acreción lateral en ningún caso.
viales «braided». Sugerimos, pues, que esta parte in- Los depósitos no canalizados constituyen una par-
ferior presenta características intermedias entre el te importante de los materiales que forman la uni-
modelo Donjek y el modelo Scott de Miall (1978), dad de Frentes, están representados por facies de ti-
siendo similar a la parte superior de la Formación Ca- po Fm y Fl. Las facies de tipo Fm., con potencias
nes de Roche estudiada por Rust (1984). de 5 a 7 m, formadas por arcillas versicolores y limos
La parte superior de cada ciclo está formada por grises con caracteres edáficos, estarían originados por
cuerpos de areniscas de base erosiva, ligeramente decantación en la llanura de inundación a partir de
ESTRATIGRAFIA y SEDIMENTOLOGIA DE LAS FACIES CONTINENTALES DEL CRETACICO ... 271
las aguas de desbordamiento, la presencia de rasgos La sedimentación y el desarrollo de esta unidad pa-
edáficos sugiere el desarrollo abundante de suelos. rece estar condicionado por las fallas de Ocenilla, de
Las facies de tipo Fl son las que en cierto modo ca- dirección NO-SE y de las Cuevas de Soria, de direc-
racterizan a esta unidad, llegan a formar niveles de ción NE-SO; las cuales parecen delimitar el dominio
hasta 8 m de potencia. Están constituidas por alter- de sedimentación de esta unidad, ya que posiblemen-
nancias rítmicas de areniscas de tamaño fino, limos te crearon una zona deprimida que favoreció el de-
y capas finas de carbón, se observa laminación hori- sarrollo de un sistema fluvial de este tipo.
zontal y de ripples y generalmente, a techo de cada Depósitos fluvio-lacustres similares a éstos han
alternancia se desarrolla una costra ferruginosa. sido descritos por Flores y Hanley (1984), para el Pa-
En otros casos, el término arenoso no está presen- leógeno de la cuenca de Power River en Wyoming.
te y las alternancias están formadas sólo por limos ne-
gros laminados y acumulaciones vegetales carbono- Interpretación de la unidad
sas, constituyendo cuerpos de 2 a 3 m de potencia,
mostrando, en estos casos, una costra ferruginosa a Rust (1984), opina que las sucesiones sedimenta-
techo del conjunto. rias aluviales que presentan rápidos cambios de fa-
En el primer caso, el origen de las alternancias se cies (siendo éstos a gran escala) tanto en la vertical
relaciona con canales abandonados, pequeños lagos, como en la horizontal, están relacionados con abani-
o áreas encharcadas o que permanecen con una lá- cos aluviales, siendo estos cambios reflejo de la ac-
mina de agua el período suficiente como para que li- tividad tectónica (causas alocíclicas). Por el contra-
mos y restos vegetales se acumulen. Los flujos de rio, en sistemas fluviales relacionados con llanuras
desbordamiento desde los canales fluviales introdu- aluviales braided (<<braid plain»), las facies son ho-
cirían los terrígenos, mientras que las costras a techo mogéneas y constantes durante grandes distancias, y
de las alternancias pueden significar un período in- los efectos de la actividad tectónica quedan amorti-
termedio de exposición (fig. 15). guados; así, los cambios de facies lo son a escala lo-
En el segundo caso, la sedimentación tendría lu- cal y originados por causas autocíclicas, relacionadas
gar en lagos o charcas más profundos y estables, ais- con la propia dinámica del sistema.
lados de la influencia fluvial. El ambiente sería pro- Así, pensamos que la Fm. Abejar se originó en zo-
picio, en ambos casos, para un desarrollo importan- nas medias y distales de abanicos aluviales de tipo hú-
te de la vegetación. medo, que dan lugar a sistemas braided mixtos de
Por otra parte, los depósitos de «crevasse splay» gravas y arenas (Scott-Donjek) y de arenas (Saskat-
son muy abundantes, se encuentran intercalados en- chewan). Los abanicos estarían relacionados con el
tre depósitos finos (lacustres y de llanura de inunda- borde fracturado de San Leonardo. A su vez, cada
ción), están formados por facies de tipo St y Sp, Sh uno de los tres ciclos representa en su base una reac-
y Sr, alcanzan potencias de hasta 1 m y en ocasiones tivación de dicho borde fracturado, cuyo efecto se
se observan secuencias granocrecientes hacia techo. atenúa hacia techo. El segundo ciclo es, aunque de
Estos depósitos, de forma lobulada y lateralmente menor potencia que el primero, de caracteres más
discontinuos, se originan como consecuencia de ro- proximales, pues presenta tamaño de grano más
turas en los márgenes de los canales. Teniendo en grueso y una mayor extensión de las facies conglome-
cuenta la naturaleza y el posible origen de los mate- ráticas.
riales entre los que se encuentran intercalados, se En cuanto al tercer ciclo, se puede relacionar con
puede sugerir que en algunos casos, estos lóbulos de una última reactivación de la fractura, pero de me-
derrame se habrían introducido dentro de pequeños nor importancia que las anteriores; constituye así, de
lagos, charcas o zonas inundadas funcionando como manera relativa, la fase retractiva final de la Fm.
pequeños deltas. Abejar.
La unidad de Frentes se habría originado, en un Las direcciones de paleocorrientes son en los tres
sistema fluvio-lacustre, formado por canales que dre- ciclos idénticas, de SO a NE, lo que confirma la si-
nan llanuras de inundación, ampliamente vegetadas tuación de su área fuente en la zona de San Leonar-
y en las que se ubican charcas y lagos someros don- do.
de se originan depósitos de carbón, favorecidos por
el enorme desarrollo de la vegetación. El sistema pa- Secuencias de depósito
rece mostrar una elevada tasa de sedimentación, re-
flejada tanto en el relleno rápido de los canales (de- Se han establecido tres secuencias de depósito en
formaciones hidroplásticas por carga), como en la el sentido de Mitchum el al. (1977), estando éstas de-
alta tasa de preservación de los depósitos de la lla- limitadas por superficies de discontinuidad de primer
nura de inundación. Esto implicaría una elevada tasa orden (discordancias) (fig. 2).
de subsidencia. La primera secuencia (SD-I) corresponde a la uni-
272 P. CLEMENTE,A. ALONSO
dad 1. Fm. Areniscas, arcillas y calizas de Golmayo. cuencia infrayacente, y de carácter exclusivamente si-
No aparece su base, pues la unidad está limitada por liciclástico. Corresponde a los términos proximales
una importante fractura que la pone en contacto con del CiclotemaIl de Guiraud y Seguret (1985) (parte
las calizas del Cretácico superior de la Sierra de San superior del Grupo Oncala de Beuther y Tischer,
Marcos. La secuencia muestra una tendencia general 1965), el cual, en la zona más oriental de la Cuenca
negativa, ya que se manifiesta una progradación neta de Los Cameros, está formado por facies fluvio-la-
del sistema de depósito (términos más proximales ha- custres. Esta secuencia fue originada por sistemas flu-
cia techo). viales cuyas zonas de cabecera estaban situadas en el
La progradación se manifiesta con la desaparición oeste, probablemente relacionadas con el borde frac-
hacia techo de los materiales carbonáticos, el predo- turado que constituía el margen occidental de la
minio de secuencias exclusivamente terrígenas, el au- cuenca.
mento del tamaño de grano en las arenas y la apari- La tendencia general de la secuencia es negativa,
ción de depósitos conglomeráticos tanto silíceos se manifiesta por un aumento del tamaño de grano
como carbonáticos. Además, esta progradación se hacia techo, junto con un aumento del tamaño de los
realiza a impulsos, pues concretamente se pueden ob- canales y un mayor' grado de interconexión de los
servar a lo largo de los 700 m visibles de la unidad, mismos. Esta tendencia se realizó a pulsos, como
dos ciclos cuya base presenta predominio de secuen- queda reflejado en los varios ciclos también negati-
cias con términos carbonáticos importantes, y su te- vos que pueden ser diferenciados a lo largo de la se-
cho exclusivamente secuencias canalizadas silicic!ás- cuencia (fig. 12). El análisis detallado de la arquitec-
ticas (fig. 9). tura de relleno sedimentario y de la sedimentología
En esta secuencia de depósito SO-I, la tendencia evidencia las siguientes condiciones generales de la
general descrita refleja claramente la actividad de cuenca durante la sedimentación: Elevada pendien-
una fractura que, en este caso, es sin duda la de Las te, alta capacidad de transporte del sistema y elevada
Cuevas de Soria, aunque la de San Leonardo sea más tasa de sedimentación. Esto implica una subsidencia
importante a nivel regional. La secuencia se deposi- y/o una actividad tectónica de la zona de cabecera
tó en la zona más próxima a la fractura, el lugar don- (levantamiento) muy importante. La unidad se de-
de se estaba precisamente creando el mayor volumen positó a lo largo del eje central de la cuenca y, pro-
cuencal, en definitiva un vacío que debía ser rellena- bablemente, los movimientos tectónicos que se pro-
do. Según Crews et al. (1989), en los momentos in- ducían en el área fuente fueron los principales res-
mediatamente posteriores al funcionamiento de una ponsables de los pulsos de progradación descritos. A
fractura, la cuenca recibe relativamente pocos sedi- juzgar por la gran cantidad de sedimentos gruesos
mentos, que el relieve recién creado no es todavía ca- que se producían y por la naturaleza de los mismos
paz de aportar. La cuenca puede recibir en este caso, (arcosas), el área fuente debió ser muy grande y es-
sedimentos procedentes de otras zonas ubicadas en tar relativamente cerca. La existencia de los ciclos ne-
la parte levantada del bloque basculado, siendo en- gativos descritos implica que periódicamente, la re-
tonces las direcciones de aportes hacia la fractura, ha- lación avulsión/tasa de subsidencia aumenta, lo que
cia el vacío creado en la zona próxima a la fractura. provoca niveles con mayor conexión entre los cuerpos
Cuando el volumen creado ha sido rellenado y la sub- canalizados.
sidencia flexural ha cesado, los sedimentos aportados La tercera secuencia de depósito (SO-3) engloba a
por la zona levantada se extienden por la cuenca la Fm. Abejar, también discordante sobre la anterior
creando cuñas de sedimentos progradantes. Este pro- y también compleja, pues se compone de tres ciclos
ceso podría muy bien explicar los impulsos descritos (fig. 2). La diferencia principal estriba en que, en
en esta unidad-secuencia de depósito. este caso, la tendencia general, así como la de cada
Las bases de cada impulso corresponderían a las ciclo, es positiva. La unidad se originó como conse-
etapas posteriores al movimiento de la fractura, los cuencia de la sedimentación de abanicos aluviales hú-
sedimentos son finos, pues no proceden de la zona medos que dan lugar a una potente serie adosada al
levantada adyacente en sí, sólo algunas cuñas de bre- borde suroriental de la Cuenca de los Cameros, jus-
chas y conglomerados proceden claramente de la tamente el borde limitado por las fracturas de San
zona levantada y se intercalan en la serie de arcillas Leonardo y de Las Cuevas de Soria. Los abanicos
de llanura de inundación con canales de alta sinuo- son por tanto consecuencia directa de la actividad de
sidad y zonas lacustres y palustres. Cuando la cuen- dichas fallas, actividad que como en todos los otros
ca ha sido rellenada o la subsidencia ha cesado, se casos se manifiesta a impulsos, como queda refleja-
produce la progradación de materiales gruesos. do en los tres ciclos muy claros que se diferencian en
La segunda secuencia de depósito (SO-2) corres- la unidad.
ponde a la Fm. Pantano. Es discordante sobre la se- Cada uno de los ciclos representa una reactivación,
ESTRATIGRAFIA y SEDIMENTOLOGIA DE LAS FACIES CONTINENTALES DEL CRETACICO ... 273
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7 (;)
Fig. l6.-Esquemas paleogeográficos de las principales etapas evolutivas en este sector de la cuenca. A. Esquema estructural. Princi-
pales accidentes tectónicos involucrados en la sedimentación. B. ;,Berriasiense inferior') Fm, Golmayo. C. ;,Berriasiense? Fm, Pantano
de la Cuerda del Pozo. D, E Y F, Barremiense-Aptiense. Fm, Abejar. Los esquemas corresponden a los tres ciclos de progradación-
retrogradación que componen la SD-3.
ya que en sus bases aparecen conglomerados, que pa- vidad tectónica, ya que es mucho menos importante
san hacia techo a arenas con cantos y arenas. Los ci- que los anteriores.
clos terminan a su vez en importantes costras ferru-
ginosas que representan suelos. Además, se observa
que el segundo ciclo refleja la más importante reac- Evolución de la cuenca
tivación, pues muestra caracteres aun más proxima-
les que el primero. El tercero, aun cuando significa En la región occidental y meridional de la Cuenca
una nueva reactivación respecto del techo del ante- de Los Cameros, la sedimentación durante parte del
rior, implica un amortiguamiento general de la acti- Cretácico inferior tiene lugar en ambientes de aba-
274 P.CLEMENTE.A.ALONSO
nicos aluviales y sistemas fluviales, relacionados con amplia llanura aluvial en una cuenca alargada, según
zonas proximales, ligadas a los relieves correspon- el eje de la misma y con una alta tasa de subsiden-
dientes a los bordes fracturados que limitaban la cia. Los pulsos tectónicos de la zona de cabecera
cuenca en este sector. Uno de estos límites, el suroc- originaban variaciones periódicas en la relación
cidental, coincidiría según Morillo Velarde y Melén- avulsión/subsidencia lo que se manifiesta en cam-
dez Hevia (1972) y Salomon (1982) con la falla de bios cíclicos en el grado de interconexión de los ca-
San Leonardo, de dirección NO-SE. Además, en el nales.
sector de Soria, el límite lo constituía la fractura de La sedimentación cesó en este sector de la cuenca
Las Cuevas de Soria, de dirección NE-SO (falla de (o en todo caso su importancia fue mínima) y la ero-
Las Fraguas, de Clemente y Alonso, 1988), y la cuen- sión fue muy importante durante un largo tiempo,
ca se encontraba posiblemente compartimentada por para reanudarse con características muy distintas du-
otras estructuras menores de dirección NO-SE como rante el ciclo Barremiense superior-Aptiense. En ese
puede ser el caso de la falla de Ocenilla (fig. 1.C y momento, el depocentro de la cuenca se desplazó a
16). su borde suroriental, muy posiblemente debido a la
El análisis sedimentológico de las unidades así actividad de ese borde fracturado. Se originaron im-
como los datos litológicos y de facies, la observación portantes abanicos aluviales adosados y procedentes \
de los cambios laterales que estas unidades presen- de ese borde, en ambientes húmedos, lo que dio lu-
tan, los datos de edades y las paleocorrientes, nos gar a llanuras aluviales de tipo «braided». La activi-
han permitido deducir la distribución de los ambien- dad de la fractura se refleja en los sedimentos de tal
tes sedimentarios, o al menos la ubicación aproxima- manera que es posible distinguir tres pulsos de acti-
da de las zonas proximales y las zonas más distales; vidad que dieron lugar a tres descargas clásticas: La
así como la evolución de los ambientes sedimenta- base de cada una de las etapas representa la progra-
rios en el tiempo. Las edades, excepto en el caso de dación del sistema debido al movimiento de la
las Fms. Abejar y Golmayo, han sido tomadas de los fractura, después, la tendencia es positiva, es decir,
datos bibliográficos existentes, lo que dificulta el tra- tiende a un menor tamaño de grano y a una menor
bajo de la reconstrucción evolutiva de la cuenca. energía de las facies. Las tres descargas no fueron
La sedimentación dio comienzo en una cuenca igualmente importantes, la segunda es más expansi-
cuyo límite sur eran dos fracturas enormemente ac- va que la primera y la tercera representa una etapa
tivas (fallas de San Leonardo y Las Cuevas de Soria, retractiva general.
fig. 16). En la zona de intersección de las mismas, el En la base de la secuencia, y sólo en el sector de
volumen creado fue muy grande, y como consecuen- Pico Frentes, la unidad presenta caracteres típicos de
cia, se depositó una potente serie de más de 700 m un sistema f1uvio-lacustre, es decir, más distal
(potencia visible) originada por un sistema fluvio-Ia- (Mb. Frentes), quizá debido al funcionamiento dife-
custre, en una llanura aluvial fangosa, con charcas rencial de las fallas de Las Cuevas de Soria y de Oce-
efímeras, esporádicamente más permanentes, y con nilla respecto a la de San Leonardo, lo que crearía
canales de alta sinuosidad divagando en la llanura. un dominio con características menos energéticas
Son las facies distales de un sistema fluvial cuya zona (zonas poco activas del sistema de abanicos).
proximal estaría situada hacia el sur y el oeste. Esto Tras la sedimentación de la tercera secuencia de
confirmaría la creación, en la zona de fractura del depósito, y debido a una nueva inestabilidad tectó-
mayor volumen a rellenar de la cuenca. Las poten- nica (movimientos Aústricos según Morillo Velarde
cias de esta misma unidad son enormemente varia- y Meléndez Hevia (1972), esta zona debió de actuar
bles a lo largo de toda la Cuenca de los Cameros, ya como un relieve positivo, teniendo lugar una erosión
que muy posiblemente se relacionan con la primera importante de parte de los sedimentos de la uni-
etapa de fracturación importante dentro de la histo- dad III (ciclos segundo y tercero) antes del depósito
ria tectónica de la cuenca. Los aportes locales están discordante de las arenas de Utrillas.
representados por intercalaciones de conglomerados
de cantos del Jurásico en niveles adosados a la frac-
AGRADECIMIENTOS
tura y que poseen muy poca continuidad lateral.
Tras una etapa de inestabilidad o/y cambio en la Agradecemos a los Drs. C. Dabrio y J. A. Vera la revisión del
actividad tectónica, se depositó discordante la segun- manuscrito original, pues sus sugerencias han mejorado notable-
mente el trabajo, y lo han conducido a su versión definitiva. La
da secuencia de depósito, SD2, correspondiente a la identificación y clasificación de las carófitas fue realizada por Caro
Fm. Pantano de La Cuerda del Pozo. Durante esta les Martin i C10ses (Univ. Barcelona) al que agradecemos su co-
etapa se instala una red fluvial cuya área fuente es- laboración. Asimismo a C. Sánchez, M. Escudero y J. L. Gonzá-
lez por los trabajos de delineación y reprografía.
taría situada hacia el oeste, y cuyas características Este trabajo ha sido realizado gracias a la subvención de la
principales serían las de una gran amplitud de los ca- DGICYT, dentro del proyecto PB-SS-D071, e incluido en el Pro-
nales y su relleno multiepisódico. Circularían por una yecto n." 219 del PICG.
ESTRATIGRAFIA y SEDIMENTO LOGIA DE LAS FACIES CONTINENTALES DEL CRETACICO ... 275
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