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UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE MEDICNA
DEPARTAMENTO DE BIOÉTICA
MARZO 2020
ESTUDIANTE: SAYULLYS LENITH BANDA HERNANDEZ

El doctor Pérez es un médico de familia que tiene un contrato con una EPS
llamada El lucro ante todo, y trabaja con el sistema de cuidado gestionado o
dirigido (lo que se llama en inglés managed care), que es el sistema dominante en
la práctica sanitaria estadounidense. Usualmente, estos médicos reciben una
cantidad fija anual por cada paciente confiado a su cuidado. Se trata de un pago
fijo per capita, de ahí el nombre, en inglés, de capitation o en nuestra lengua, pago
capitativo. De esa suma fija se pagan todos los gastos médicos del paciente:
visitas al consultorio del médico de asistencia primaria, visitas a especialistas,
medicinas, análisis y otros estudios con fines diagnósticos. La idea de este
sistema es desalentar el gasto superfluo en intervenciones médicas, que es uno
de los peligros del sistema conocido en inglés como feefor-service (pago por
servicio). En dicho sistema, el médico factura por cada procedimiento que realiza,
fuese éste de índole diagnóstica o terapéutica. También cobra el laboratorio, los
técnicos y la farmacia, sin que ello afectase el bolsillo del médico de cabecera. Es
cierto que en éste sistema existe el peligro de intervenciones superfluas, no hay
duda. A eso habría que añadir, sin embargo, que el sistema por pago capitativo
tiene un peligro no menos temible, al menos desde el punto de vista del paciente.
Si con aquel existe la tentación de ordenar procedimientos innecesarios, con el
pago capitativo existe la de obviar aquellos que lo son, porque están en juego los
intereses económicos del médico de cabecera, que sería la puerta de acceso a
todo el sistema.
Una de las pacientes del doctor Pérez, María, adolescente de dieciséis años, ha
sido atendida en la sala de urgencias de una IPS local por un intento de suicidio.
En el hospital, la entrevistó un psiquiatra y diagnosticó una depresión severa. El
psiquiatra recomienda que María reciba un tratamiento con antidepresivos como la
fluoxetina o la paroxetina. Estos antidepresivos son fármacos caros y su coste
excedería la asignación o pago capitativo que el Dr. Pérez recibe mensualmente
por atender a María. La situación se complica para el Dr. Pérez porque en el
mismo mes ha tenido que ordenar dos resonancias magnéticas y dos consultas a
especialistas. Un tratamiento con antidepresivos de última generación amenaza la
salud monetaria del Dr. Pérez. No obstante, éste no cuestiona el tratamiento con
antidepresivos. El médico se pregunta si no sería posible tratarla con fármacos
tricíclicos, que son más baratos, o posponer el comienzo del tratamiento de
María. El Dr. Pérez se encuentra ante un dilema, pero;

1. ¿Podemos decir que es un dilema moral?

No, no podríamos referirnos a un dilema moral. Si María necesita el tratamiento


con antidepresivos, el médico se encuentra ante una cuestión moral, pero no ante
un conflicto moral, ya que este surge cuando el agente moral tiene que elegir entre
dos o más alternativas, pero ninguna de ella está libre de problemas éticos. En
cambio la cuestión moral se basa en obrar en conformidad con valores y principios
morales. No hay dudas acerca de las exigencias de la moral profesional en el caso
de María. Siendo aparentemente indiscutible la indicación médica, los argumentos
morales están a favor de una de las alternativas, o sea, el de prescribir el
tratamiento con antidepresivos. El conflicto de este médico más bien es
económico y a la vez psicológico, pero no está ante un conflicto moral.

En realidad es algo muy complicado. En toda medicina, la vida es el fundamento


de todo lo que le interesa a enfermo y médico, es valor inmanente e inviolable,
tanto la de otro, como la propia, no es admisible un acto que, a sabiendas, atente
contra la vida el paciente.

2. ¿Qué exige la moral profesional en este caso?

Como bien se ha mencionado anteriormente, la moral profesional, nos exige, a


nosotros como médicos actuar de la mejor manera, basándonos en los valores y
principios morales, y no deberían existir dudas al momento de tener que elegir,
siendo muy evidente que la mejor opción es prescribir el tratamiento con
antidepresivos. Lo mejor que debe hacer el médico es prescribir estos
antidepresivos, y no tratar a María con fármacos tricíclicos que muy seguramente
no le van a funcionar de manera correcta por el hecho que no es lo que
actualmente necesita, el médico se encuentra en la obligación de actuar de esta la
manera correcta. Si yo como futuro médico estuviese en esa situación, sin
dudarlo, eso hiciera, y no cargar con el peso de que pude haber salvado una
vida y quizá consigo un problema legal. Por eso es mejor actuar conforme a
nuestros valores y principios morales y de esta manera poder actuar de manera
correcta.

3. ¿Si usted como estudiante de medicina, fuera además amigo del doctor
Pérez, le aconsejaría renovar el contrato con la EPS El Lucro ante todo?

No, no le aconsejaría renovar este contrato, puesto que más adelante, podría él
encontrarse en situaciones similares como la de María y como persona, también
tiene sus propias obligaciones, tanto como con él, como con su propia familia. Si
con el pago por servicio existe la tentación de que los médicos puedan ordenar
procedimientos innecesarios, con el pago capitativo existe la de evadir aquellos
que lo son, porque están en juego los intereses económicos del médico que
atiende al paciente, colocando en riego la vida del paciente, siendo el
procedimiento, que en el caso de María, es la prescripción de los antidepresivos,
la luz de esperanza ante este trastorno.

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