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El sector agrícola es considerado uno de los sectores más sensibles a los cambios
climáticos, debido a que las condiciones meteorológicas como la temperatura y el nivel de
precipitación, son determinantes para el rendimiento del cultivo; convirtiéndose así,en una
de las principales causas de inestabilidad en la producción agrícola. A partir de esta
situación se han realizado estudios que analizan los efectos del cambio climático sobre el
sector agrícola y evidencian la creciente amenaza que representa este cambio para el
desarrollo sostenible de los países de bajos ingresos y para la seguridad alimentaria
mundial (IPCC, 2007; 2013), estimando una reducción general de los rendimientos
potenciales de los cultivos y una disminución en la disponibilidad de agua para la agricultura
y la población en muchas partes del mundo. Los estudios además muestran que pueden
haber efectos regionales muy marcados y que en algunos casos pueden perturbar los
sistemas productivos (McCarthy et al., 2001).
Esta afirmación genera inquietudes sobre los efectos que el cambio climático puede
llegar a tener en Colombia para sus diferentes productos agrícolas. En este caso, esta
investigación se centra en la producción de papa, partiendo de que es un producto
indispensable en la canasta familiar (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
Observatorio Agrocadenas Colombia; 2005), y que se produce en más de 16
departamentos del país. A nivel local, el municipio de Villapinzón (Cundinamarca) se
encuentra entre los principales productores de papa, por ende a partir de esta situación
surge la necesidad de saber que efectos va a generar el cambio climático en este municipio
sobre la producción de papa en los próximos 30, 60 y 90 años, basados en las predicciones
de aumentos de temperatura del IDEAM para Colombia; de forma que se puedan construir
escenarios que permitan la formulación de estrategias y políticas orientadas a proteger el
sector agrícola y los sectores que éste sostiene.
2. JUSTIFICACIÓN
La presente investigación pretende conocer los efectos del cambio climático sobre la
producción de papa en el municipio de Villapinzón (Cundinamarca) a partir del enfoque
Ricardiano (Mendelsohn, 1994) que, a diferencia de otros enfoques y análisis, permite
incluir la capacidad de adaptación de los agentes afectados por este proceso e integrar
variables socioeconómicas y climáticas, lo que permite realizar pronósticos más acertados
que reflejen efectos exclusivos a nivel local, pues la mayoría de estudios adelantados sobre
esta problemática se han desarrollado a nivel nacional y mundial (Mendelsohn et al. 1994;
1996; 2001; 2007; 2008; Reinsborough, 2003; Weber y Hauer, 2003; Dinar et al., 1998; y
Kumar y Parikh, 2001; Seo, et al., 2008; Lozanoff, J., Cap, E., 2008; González, J., Velazco,
R., 2008, Torres, L., 2010; Ordaz, J. et al, 2009ª; Mora, J., et al, 2010ª; Ramírez, et al,
2010b; Ordaz, J., et al, J., 2009b;Seo et al 2008c)
Establecer los efectos del cambio climático sobre la producción de papa en el municipio de
Villapinzón (Cundinamarca), utilizando el enfoque Ricardiano.
Construir un pronóstico del cambio en el valor del suelo en relación al cambio climático
esperado para los periodos 2011 a 2040, 2041 a 2070, 2071 a 2100 a partir del enfoque
Ricardiano.
4.1. Antecedentes.
4.1.1. Estudios adelantados a nivel mundial sobre cambio climático con el enfoque
Ricardiano
El enfoque Ricardiano fue aplicado por primera vez en 1994 por Mendelsohn, Nordhaus
y Shaw con el objetivo de cuantificar el impacto del cambio climático en la agricultura
norteamericana, estimando el efecto de las variables climáticas directamente en el precio o
valor económico de la tierra agrícola. En ese primer análisis se evaluaron, en 3.000
condados de Estados Unidos, variables como el precio de la tierra, tipo de suelo,
precipitación, temperatura, entre otras; utilizando series de tiempo, donde se encontró que
un aumento de temperatura reduciría la productividad de cultivos y generaría un aumento
en la precipitación aumentando la producción para la agricultura de EE.UU., concluyendo
que el calentamiento global podría tener beneficios económicos para agricultura
(Mendelsohn et al. 1994).
1 A medida que el clima se calienta por encima de 63 °F, menos terreno será apto para la agricultura por lo que
el continuo calentamiento por encima de este nivel sería dañino.
India respecto de Estados Unidos, asociado a que los productores agrícolas en países
subdesarrollados son más sensibles a los cambios climáticos que los productores de países
desarrollados. En 2007, Mendelsohn et al, muestran que para Estados Unidos, un
incremento del 10% en la temperatura causaría una pérdida del 0,16% en el ingreso por
habitante rural, mientras que para Brasil la pérdida sería del 5,5%. También encuentran que
ante un incremento del 10% en la temperatura se reduciría en 13% el valor de la tierra en
Estados Unidos y del 33% en Brasil, evidenciando que el cambio climático podría llegar a
ser un determinante de pobreza en el futuro.
Otro factor determinante es el riego, con una muestra de más de 2.000 observaciones
en granjas de SudaméricaSeo y Mendelsohn (2008a) encuentran que productores sin riego
son más sensibles a cambios climáticos a diferencia de los que cuentan con riego. En un
análisis similar, Seo y Mendelsohn (2008b) estiman que, en promedio, productores grandes
y pequeños perderán hasta el 25% del valor de su flujo de ingresos para 2060. El porcentaje
se incrementa hasta 50% en el escenario climático más severo correspondiente a 2100.
Por su parte, en España, en 2008, se aplicó el enfoque Ricardiano para evaluar las
consecuencias del cambio climático en la agricultura de Castilla-La Mancha (García y
Viladrich, 2008). En este estudio se evaluó el precio de la tierra para la agricultura de secano
y otro para la de regadío, concluyendo que la superficie destinada a aprovechamientos de
secano disminuirá en toda la comunidad, mientras que la destinada a cultivos de regadío,
permanece bastante estable.
Este enfoque ha sido ampliamente usado en diferentes países, dentro de los que se
destacan, Canadá (Reinsborough, 2003; y Weber y Hauer, 2003), India (Dinar et al., 1998;
y Kumar y Parikh, 2001), y África (Seo, et al., 2008). Al igual que en Latinoamérica en países
como Argentina (Lozanoff, J., Cap, E., 2008), en Chile (González, J., Velazco, R., 2008),
Perú (Torres, L., 2010.). En Centro América la CEPAL ha implementado esta metodología
en Costa Rica (Ordaz, J. et al, 2009a), Panamá (Mora, J., et al, 2010a.), Belice (Ramírez,
et al, 2010b.), y Salvador (Ordaz, J., Ramirez, D, y Mora, J., 2009b), entre otros. Finalmente,
se destaca un estudio de Seo et al (2008c), donde se desarrolla una evaluación general en
países suramericanos que incluye a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay,
y Venezuela.
En Argentina Lozanoff y Cap. (2008) evaluaron de qué manera los productores agrícolas
reaccionan ante el cambio climático, demostrando que existe una fuerte correlación entre
el ingreso neto y las variables climáticas. Se demostró la influencia de las variables
climáticas sobre cada estrato, lo que expone una mayor capacidad de los grandes
productores a adaptarse al cambio climático y que los pequeños productores presentan una
menor capacidad de adaptación a dicho cambio. En cuanto al riego, se observó que un
incremento de la temperatura conlleva a una rápida adaptación al riego; en tanto que en el
caso de las variaciones en la precipitación, una disminución de la misma provoca una rápida
adopción del riego, un aumento disminuye levemente la probabilidad de adopción del riego.
Se espera que uno de los sectores más afectados por el cambio climático sea el sector
agrícola, debido a que su productividad depende directamente de condiciones climáticas
(García, 2007; FAO. 2010), por ende algunos de los impactos que se esperan son la
disminución de rendimientos de los cultivos en medios más cálidos debido al estrés
causado por el calor, el aumento de plagas y enfermedades, de incendios, la reducción en
el suministro de agua, problemas de calidad del agua, y en latitudes ligeramente altas se
esperan aumentos de productividad para aumentos de temperatura entre 1 y 3°C (IPCC,
2013).
Para el análisis de los efectos del cambio climático en las actividades agrícolas existen
aproximaciones por medio de modelos controlados, donde se construyen resultados
utilizando simulaciones agronómicas basadas en proyecciones meteorológicas (Ordaz,
2009a) y análisis basados en la cuantificación económica del impacto del cambio climático
en el sector agrario. Los análisis económicos presentan la ventaja de generar una elevada
confiabilidad en sus predicciones, pero dejan de lado las decisiones de los afectados en el
proceso de producción agrícola, por lo que no se captan las estrategias de adaptación al
cambio climático adoptadas por los agricultores y por tanto se tiende a sobrestimar los
costes asociado a dicho cambio (Ordaz 2009b - García, M. y Viladrich M., 2008). En torno
a esta situación surge otra alternativa para la estimación de los efectos del cambio climático:
el enfoque Ricardiano, que aunque parte de una valoración económica permite incorporar
la capacidad de adaptación por parte de los agricultores ante el cambio climático en cada
región y mide la sensibilidad del valor del suelo por hectárea al cambio climático.
La papa es un tubérculo cuya producción está presente en diferentes lugares del planeta,
y es indispensable en el sistema de alimentación global, porque contribuye a los
requerimientos energéticos y de nutrientes para el desarrollo por ser fuente rica en proteína,
carbohidratos, potasio, vitamina C, otras vitaminas y minerales en menor proporción.
(Espinal, C., Martínez, H., Pinzón, N. y Barrios, C., 2005.) La mayor parte de la producción
de destina al consumo humano directo (50 al 60%) (Centro internacional de la papa, 1996)
y el resto es usado para la alimentación animal. La producción de papa se está desplazando
hacia el mercado de los productos procesados, pero aun así su producción mantiene
presencia en diferentes países, por su importancia nutricional y económica (Organización
de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura. 2012).
En 2010 China, India, Estados Unidos y Alemania fueron los principales productores de
papa a nivel mundial y aunque Colombia no figura entre los 20 mayores productores, fue
hasta 1999 donde Colombia ocupó el puesto 20 como productor de papa a nivel mundial.
Desde ahí, países latinoamericanos como Perú y Brasil han figurado en la producción
mundial (FAO. 2012).
La papa es uno de los principales cultivos transitorios del país ya que económicamente
muchas familias dependen de ella y es un generador directo de empleo rural (Rodríguez,
P., 1996). Está presente en la dieta de los colombianos con un consumo anual per cápita
aparente de 62 kilos en 2009, lo que muestra la importancia en la canasta familiar de
alimentos, especialmente de los habitantes de menores ingresos económicos (Federación
colombiana de productores de papa., 2010). Se encuentra dentro de los 20 principales
alimentos producidos en el país con 2.121.880 toneladas, ocupando el puesto número 12,
después de productos como la caña, el arroz y el banano; lo que muestra su importancia a
nivel nacional dentro dela canasta familiar (Organización de las naciones unidas para la
alimentación y la agricultura, 2012)
MARCO TEÓRICO
Dentro de sus postulados y el que da sentido a esta investigación, se centra en que las
diferencias en la calidad de la tierra determinan que renta se obtenga, es decir que los
propietarios con tierras fértiles obtendrían rentas cada vez más altas, mientras que los
propietarios de peor calidad ganarían sólo lo justo para cubrir los costos, sin lugar a la
renta(Teubal, M. 2006).
Es decir que los dueños de las tierras fértiles van a tener mayor renta en comparación
con los dueños de las tierras menos fértiles, además esta renta (ingreso) aumenta
exponencialmente a medida que se incorporan nuevas tierras. Es entonces que a partir de
los niveles de productividad se determinan los precios (y costos) finales que establecerán
la economía (Teubal, M. 2006).
Una posible desventaja del enfoque, es que no se pueden controlar eventos naturales;
lo que ocasiona que el resultado pueda ser alterado por variables no deseadas. También
se puede llegar a omitir variables (económicas, tecnológicas, sociales, ambientales) que se
correlacionan con las variables clave en el análisis, lo que podría ocasionar sesgo de
especificación al momento de aplicar el modelo, por esta razón es importante incluir el
mayor número de variables que puedan llegar a tener relación con la fertilidad del suelo,
como el clima, fenómenos naturales, aspectos sociales, culturales, económicos y la
producción en el modelo (Mendelsohn, et al 1996).
Bajo este modelo se asume que el ingreso neto anual de los productores va a responder
a su búsqueda de maximizar sus ingresos y disminuir los costos, pero condicionados por
factores exógenos como el mercado, los precios, el suelo, el clima, y a partir de estas
condiciones va a seleccionar producir lo que más le beneficie:
(1)
vector de opciones de riego para cada cultivo i, el agua disponible para riego, el vector
de las características del suelo, el vector de precios de los aportes anuales, el vector
de precios para cada tipo de trabajo, el precio de alquiler del capital, es el costo
anual de cada tipo de sistema de riego y es el término del error.
Asociado a la competencia perfecta, los beneficios van a tender a cero generando así,
que el valor de la tierra esté en función de los ingresos que se tengan por su producción.
Este supuesto no aplica en casos de terrenos en zonas urbanas, ya que en estos casos el
valor va a estar asociado a su uso, y además el enfoque Ricardiano fue desarrollado para
tierras destinadas a la producción. La aplicación del enfoque ha mostrado que la
precipitación y la temperatura son las variables ambientales más influyentes (Mendelsohn
et al., 1994, 1999, 2001; Dinar et al, 1998; Mendelsohn, 2001; Mendelsohn y Dinar, 2003;
Seo et al, 2005.; 2008) por lo que la ecuación queda representada así:
(3)
Por medio de regresiones se establece la relación entre el valor del suelo versus el clima
y variables socioeconómicas, y a partir de esta ecuación se pueden conocer los efectos del
cambio climático sobre el valor de la tierra para diferentes escenarios de temperatura (Co:
temperatura correspondiente a un periodo inicial a Ci: temperatura correspondiente a un
periodo final), como se observa a continuación:
(4)
Es así como el enfoque Ricardiano permite estimar el impacto directo del cambio
climático con un elevado grado de desagregación y tomar en consideración otras variables
relevantes como la calidad de la tierra, variables sociales como el nivel educativo, la
dinámica familiar, el riego, los costos de producción, entre otros; aunque es importante
entender que el éxito de predicción del modelo depende de incluir las variables importantes
que se correlacionan con el clima y la producción. El enfoque Ricardiano ha permitido
comparar los efectos potenciales en economías desarrolladas con las que están en vía de
desarrollo (Cline 2007), mostrando que los mayores efectos recaerán en países en vías de
desarrollo y que las pérdidas son mayores para países cercanos al Ecuador y en latitudes
bajas en donde las temperaturas tienden a ser más elevadas. (Mendelsohn, Dinar y Sanghi
2001).
El municipio de Villapinzón está ubicado a una altura de 2.715 msnm, cuenta con 16.634
habitantes de los cuales 11.799 son habitantes en zonas rurales y 4.385 habitantes en la
cabecera del municipio, es decir que más del 70% de la población es rural y principalmente
dedicada a actividades agrícolas (Secretaria de planeación de Cundinamarca, 2008; DANE,
2002), principalmente la producción de papa, la ganadería y las curtiembres, entre otras.
En 2001 en un estudio que adelantó el DANE en el municipio, determinó que se tenían
sembradas alrededor de 4.355 ha en papa, como muestra el uso de las tierras en el
municipio:
El estudio del DANE (2002) reflejó que predomina la tierra arrendada con 52,2% del área
y que predomina el conocimiento empírico del cultivo y la experiencia; el estudio también
evidenció que los productores más jóvenes tienen un nivel de escolar mínimo de primaria
mientras que los productores de mayor edad presentan ningún nivel de escolaridad y que
la principal fuente de financiación son los recursos propios de los productores y el crédito
extra bancario. El 91% de las unidades de producción de papa del municipio aprovechan el
agua lluvia, por esta razón las épocas de lluvia determinan entonces los picos en periodos
de siembra y cosecha. En cuanto a las labores culturales se encontró que para siembra y
preparación del suelo se utiliza tractor y tracción animal y para las labores de manejo se
utiliza mano de obra.
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