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La aplicación de las penas conforme a las infracciones en República

Dominicana

El Artículo 1 del Código Penal prescribe: “Art. 1.- La infracción que las leyes
castigan con penas de policía es una contravención. La infracción que las
leyes castigan con penas correccionales, es un delito. La infracción que las
leyes castigan con una pena aflictiva o infamante, es un crimen.“

Es decir, el Código Penal dividió las infracciones penales en tres (3) categorías
según la naturaleza de la pena: a) crímenes; b) delitos; y c) contravenciones.
Esta clasificación proveniente del ámbito penal se hizo en función de tomar en
cuenta la naturaleza de la pena a ser aplicada a la infracción penal de que se
tratase.

Toda tentativa de crimen podrá ser considerada como el mismo crimen, cuando
se manifieste con un principio de ejecución, o cuando el culpable, a pesar de
haber hecho cuanto estaba de su parte para consumarlo, no logra su propósito
por causas independientes de su voluntad, quedando estas circunstancias
sujetas a la apreciación de los jueces.

"La infracción que las leyes castigan con penas de policía es una
contravención. La infracción que las leyes castigan con penas correccionales,
es un delito. La infracción que las leyes castigan con una pena aflictiva o
infamante es un crimen."

Esta clasificación está asociada a la gravedad de a infracción, la clasificación


tripartita dividida en penas criminales, correccionales o contravenciones.

Las penas de derecho común, se refieren a todas las penas relativas a los
crímenes, delitos, y contravenciones que no tengan un carácter político,
aunque es preciso destacar que para el legislador dominicano todas las penas
son derecho común.

Una muestra del carácter político de la pena es que tanto en su creación,


aplicación y en su ejecución intervienen los tres poderes del Estado, incluso,
existen infracciones que su persecución, interesan únicamente al Estado.
Siendo el Estado el que decide cuando un comportamiento tiene un carácter
delictual, es lógico admitir que todas las penas tienen un carácter político, por
lo que resulta errado clasificar las penas en derecho común y políticas.

En la propuesta de Código Penal de la República Dominicana de la abortada


Ley 550-15 apareció una nueva clasificación de las infracciones penales que se
ajusta a dicha proporción de la gravedad recién señaladas: a) infracciones
graves; b) infracciones menos graves; y c) infracciones leves; pero haciendo
desaparecer a las contravenciones como infracciones penales, veamos:

“Artículo 24. Clasificación de las infracciones penales. Las infracciones


previstas en este código se clasifican, según la gravedad o daño personal y
social que entrañe la actuación u omisión punible perpetrada, de la siguiente
manera: 1) infracciones graves, que son aquellas que entrañan un acentuado
grado de daño personal y social; 2) infracciones menos graves, que son
aquellas que entrañan un grado intermedio de daño personal y social; 3)
infracciones leves, que son aquellas que entrañan un reducido grado de daño
personal y social. “

Las infracciones penales se clasifican, por su gravedad, en crímenes, delitos y


faltas.“

Entre nosotros, al morir el veintiséis (26) de Septiembre del dos mil cuatro
(2004) y entrar en vigor el Código Procesal Penal (CPP) este introdujo una
nueva clasificación que es la siguiente: a) infracciones de Acción Penal Pública
(o Acción Penal Pública pura); b) infracciones de Acción Pública dependientes
de instancia privada; y c) infracciones penales privadas.

Esa clasificación se desprende de todo lo siguiente: el primer párrafo del


Artículo 29 del Código Procesal Penal dispone: “Art. 29. Ejercicio de la acción
penal. La acción penal es pública o privada….” ; el segundo párrafo de dicho
Artículo 29 dispone: “Art. 29. Ejercicio de la acción penal….Cuando es pública
su ejercicio corresponde al ministerio público, sin perjuicio de la participación
que este código concede a la víctima….” ; el tercer párrafo de dicho mismo
Artículo 29 dispone: “Art. 29. Ejercicio de la acción penal….Cuando es privada,
su ejercicio únicamente corresponde a la víctima.”
Y, por su parte, los Artículos 32 y 359 disponen respectivamente:

“Art. 32. Acción privada. Son sólo perseguibles por acción privada los hechos
punibles siguientes: … La acción privada se ejerce con la acusación de la
víctima o su representante legal, conforme el procedimiento especial previsto
en este código.“ “Art. 359.- Acusación. En las infracciones de acción penal
privada, la víctima presenta su acusación, por sí o por apoderado especial,
conforme lo previsto en este código.“

La clasificación introducida por el Código Procesal Penal (CPP) es netamente


procesal, y en hecho prácticamente dejó sin efecto a la anterior clasificación del
Código Penal.

Una parte de la Privatización (más bien Semiprivatización producto del Cuasi-


Abolicionismo Penal del cual es clara expresión dicho Código Procesal Penal
de raíz Abolicionista Penal) se aprecia en las denominadas infracciones “de
Acción Pública dependientes de instancia privada“; y en las “infracciones
penales privadas“ o “delitos de acción penal privada“.

Las infracciones penales dependientes de instancia privada (es decir,


dependientes de la existencia de una denuncia o de una querella) son una
especie de intermedio entre las infracciones penales de Acción Penal Pública
pura y las infracciones penales privadas; dicha especie intermedia lleva encima
el claro anuncio de que el Estado prefiere dejar al arbitrio del interés de los
particulares que se persiga o no dichas infracciones intermedias: “si los
particulares prefieren no perseguir, mejor para el Estado“: así razonan los
justificadores de semejante híbrido, los cuales, por la impronta de la influencia
abolicionista penal que llevan encima, quisieran aumentar de más en más y
cada vez más el número de estas, así lo indica su lógica de desprenderse de
casos para, según se alega, direccionar la atención hacia otros casos y dentro
de estos preferiblemente “de envergadura“, según su letanía.

La modificación que le introdujo la Ley No. 10-15 del diez (10) de Febrero del
dos mil quince (2015) al Artículo 31 le introdujo a las nueve (9) infracciones
penales que estaban previstas en dicho Artículo 31 otra infracción penal más
como dependiente de Instancia Privada: en ese sentido le agregó, y como
número 10), el trabajo realizado y no pagado, que anteriormente caía bajo la
esfera de las infracciones penales de Acción Penal Pública pura; es decir,
antes era perseguible de oficio por el Ministerio Público. Fue otra forma de
desprenderse el Ministerio Público de más trabajo “para prestarle atención a
otros casos y dentro de estos preferiblemente a los de mayor envergadura“.

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