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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Psicología

U.A.: Psicoterapia Breve Psicoanalítica.


Mtra. María Angélica Limón García

Reporte de Investigación: Escuela Francesa.

Alumna:
Sandra Michel Vargas Alanís

Matrícula: 1809248
8° | | Grupo: 010

Monterrey, Nuevo León, Marzo del 2021


Principal autor y datos biográficos:

Jacques Lacan fue un psiquiatra del siglo XX, psicoanalista y filósofo que amplió y
redefinió la obra de Freud. Jacques-Marie Émile Lacan nació el 13 de abril de
1901 en París, Francia. Estudió medicina y se especializó en psiquiatría en el
Hospital Sainte-Anne en París. En 1934, poco después de defender su tesis sobre
la psicosis paranoica y su relación con la personalidad, Lacan fue invitado a unirse
a la Sociedad Psicoanalítica de París.

En las primeras etapas de su carrera, desde 1926 a 1953, Lacan pasó de realizar
un tipo de tratamiento psiquiátrico convencional a la terapia psicoanalítica. En
1936 publicó el «estadio del espejo», que fue la primera contribución oficial de
Lacan al campo del psicoanálisis. El ensayo se refiere a los niños de 6 a 18 meses
y el momento en que un bebé reconoce su propia imagen en el espejo, no viendo
la imagen como un mero reflejo sino como que se percibe a sí misma como ser.
Esto, según Lacan, conduce a la formación del ego y actúa como un estimulante
para el desarrollo del niño.

El estadio del espejo implica un estado de incomprensión para el niño, que resulta
en un proceso de alienación, lo que lleva al niño a un estado imaginario. Esta
teoría del estadio del espejo se desarrolló más adelante para representar el
desarrollo general de la personalidad, percepciones y comportamientos de un
niño.

En 1936 presentó un documento titulado “El estado del espejo: la teoría de un


momento estructural y de desarrollo en la construcción de la realidad, concebido
en relación con la experiencia psicoanalítica y la enseñanza”, donde Lacan
identifica el Ego como una representación del narcisismo primario, que se opone a
la realidad y resiste el tratamiento. Identificó tres tipos de realidad en este trabajo:
lo psíquico, lo simbólico (externo) y lo real.

Lacan escribió y realizó numerosas conferencias sobre sus teorías, e incorporó


una serie de disciplinas en sus teorías, incluyendo la lingüística, las matemáticas,
el arte, la literatura y la filosofía. Renunció a la Sociedad Psicoanalítica de París en
1953 como resultado de la controversia en torno a sus métodos, y ayudó a
desarrollar la Sociedad Francesa de Psicoanálisis con otros disidentes. En 1964,
se estableció la Escuela Freudiana de París, que más tarde se reorganizó y pasó
a llamarse Escuela de la Causa freudiana.

Permaneció como una de las figuras más influyentes en los círculos académicos
de París durante la mayor parte del siglo XX. Sus ideas han tenido una gran
influencia en la teoría crítica, la teoría literaria, la filosofía francesa, la sociología, la
teoría feminista, la teoría del cine y el psicoanálisis clínico.

Fundamentos conceptuales:

Lacan sustituyó el modelo energético utilizado por Freud, en la elaboración de su


teoría, derivado de su formación científica, por el paradigma del lenguaje, al
constatar que el inconsciente es efecto de este y constitutivo del sujeto. En tal
sentido, el psicoanalista francés llevó hasta las últimas consecuencias la relación
planteada por Freud entre las formaciones del inconsciente y el lenguaje.

Jacques Lacan asumió de modo radical el salto dado por Freud, de lo biológico a
lo psíquico vía lo simbólico, y los efectos de la condición hablante del ser humano.
Reubicó y deslindó conceptos freudianos que, al hallarse todavía teñidos de su
original orientación energética, ocasionaron algunas opacidades tanto a nivel
teórico como en la práctica clínica. Junto con el paradigma de la lógica
significante, el psicoanalista francés introdujo otro, el del ternario Real, Simbólico e
Imaginario (RSI), referido a los registros esenciales de la experiencia humana y
organizadores de la realidad psíquica. Paradigma que permite pensar con mayor
precisión la experiencia del inconsciente, sus relaciones con otras dimensiones del
psiquismo humano, y los vínculos que el sujeto establece con el otro y aquellos
que operan en más amplias formaciones sociales.

Las elaboraciones de Lacan acercan el psicoanálisis a la ciencia, no para fundirlo


con ella, sino justamente para posicionarlo como una disciplina que puede
establecer una interlocución válida con los distintos saberes que la constituyen,
haciendo patente su diferencia y especificidad, o más propiamente, su
marginalidad. Condición esta necesaria, pues si bien el psicoanálisis es un saber
que se inscribe en el marco de la racionalidad, es ante todo un saber que rechaza
la objetivación del sujeto, característica común de las ciencias, aun tratándose de
las ciencias llamadas "humanas". En su diálogo con la ciencia, Lacan se vale de
planteamientos de diversas disciplinas para construir sus propias elaboraciones,
llevando a la máxima formalización muchos de los conceptos fundamentales del
psicoanálisis. Él hizo avanzar el psicoanálisis a partir de elementos procedentes
de la lingüística, la antropología, la filosofía, la sociología, la biología, las
religiones, la literatura y el arte, pero también, por extraño que parezca, de la
física, la matemática, el álgebra y la topología; disciplinas de las que tomó algunos
principios de la óptica, de la teoría de conjuntos, de las superficies, de los grafos,
también de la teoría de los juegos y los nudos, que como herramientas auxiliares
aportan en la indagación de las aristas diversas de la subjetividad.

Herramientas terapéuticas:

Lacan sostiene que no hay terreno más endeble, más sin salida, más ideológico,
que el de enfrentar la cuestión del criterio de la cura. Alude a que la cura es una
suerte de beneficio secundario, algo tangencial, una añadidura, y apunta a la
conveniencia de no encandilarse con el objetivo de la cura, y de ponerlo a un
costado.

Sabemos que lo que pasa uno en una cura, para otro es una enfermedad, y que
todo depende de los puntos de vista adoptados. Lo que no podríamos creer es
que el análisis lleve a la extinción definitiva del síntoma en cuanto tal. Podríamos
llamar cura a la sustitución de síntomas que el paciente vive dolorosamente, por
otros que viva más ligeramente. Pero sería una ficción sostener como término de
un análisis el acceso a una posición asintomática. Lacan reconsidera la teoría y la
práctica analíticas a la luz de una noción por él forjada y que llamó “objeto a”, es
alrededor de éste que se teje la trama de un final de análisis. El deseo parece
infinito cuando su objeto, ese objeto faltante, el objeto a, funciona como objeto
objetivo a alcanzar. La expresión de Lacan “rescatar el deseo” apunta a la
operación, respecto de la cual, ninguna duda cabe, en cuanto a que es maquinaria
del deseo interminable, de que es un hueso duro de roer. Explora entonces cómo
tras la supuesta infinitud del deseo, el sujeto tiene una relación fija con el objeto de
su deseo, no es el objeto tras el cual el sujeto corre interminablemente, sino el
objeto como “causa” del deseo.

Si los objetivos terapéuticos y los criterios de cura se plantean en torno al síntoma,


entonces girará alrededor del alivio, pero permanecerá el análisis como
interminable.

Otra cuestión es plantear el tema siguiendo a Lacan en torno al fantasma. Muestra


que cada sujeto se ha defendido de una angustia primordial (ante la cuestión del
deseo) taponando ese punto con un nudo fantasmático fundamental, nudo que no
puede decirse que sea posible disolverlo, pero sí es posible su atravesamiento. Es
con esta noción que Lacan nombra su criterio de fin de análisis. No se trata de
obtener un bienestar, el atravesamiento del fantasma fundamental no es valorable
desde ningún sistema de ideales del yo. El riesgo constante en la discusión de los
criterios de cura es no poder salir de la cuestión de los ideales. Se podría decir
que, en el fin del análisis, se trata del rescate, por parte del sujeto, de su deseo,
liberándolo de su relación con la demanda del otro. La dificultad del tema del fin de
análisis es que no tiene transmisión científica. No existe una fórmula que garantice
su transmisión como demostración. Pese a eso, Lacan diseño un dispositivo para
que una persona que haya hecho esa experiencia de fin de análisis, pudiese
transmitirla: el pase.

En Lacan, tampoco el fin de análisis es un objetivo que el analista pueda asumir


porque no sólo depende del deseo del analista, sino del deseo del paciente, y no
todos los tratamientos son susceptibles de llegar a ese punto. Lacan cuestiona la
teoría de la introyección de la figura del analista como criterio de fin de análisis,
efecto de haber introyectado una suerte de ideal del yo analítico que es
correspondiente a los fenómenos de sugestión.
Dice Lacan en Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis
(Escritos, p.242): "Así, es una puntuación afortunada la que da su sentido al
discurso del sujeto. Por eso, la suspensión de la sesión de la que la técnica actual
hace un alto puramente cronométrico y como tal indiferente a la trama del
discurso, desempeña en él un papel de escansión, que tiene todo el valor de una
intervención para precipitar los momentos concluyentes. Y esto indica liberar a ese
término de su marco rutinario para someterlo a todas las finalidades útiles a la
técnica". El alto, la suspensión, la escansión, debe estar determinada por la trama
del discurso, para ello es necesario que haya discurso.

Lacan subraya tres modalidades de la temporalización: el instante de la mirada


que tiene la duración de un abrir y cerrar de ojos, ante ellos se despliegan los
signos de un enigma, no hay allí correr del tiempo, todo está dado al mismo
tiempo; el tiempo para comprender, en el que se da el desarrollo del razonamiento
que permite la solución del problema, es un tiempo que transcurre, una diacronía
y, finalmente, el momento de concluir, que pone límite al tiempo para comprender,
y fuerza a la precipitación, allí donde el sujeto debe arriesgarse, en su re-solución
hacia la salida.

Autoras o autores conemporáneos y sus aportaciones:

Jean Bertrand Pontalis

André Green: Lleva a cabo una serie de reformulaciones metapsicológicas que


poseen la mayor importancia, siendo uno de los analistas que más ha contribuido
a extender el campo clínico al tomar como referencia fundamental no ya a la
neurosis -como Freudiano a los pacientes fronterizos y, posteriormente, a los que
prefiere llamar pacientes no neuróticos (que incluyen a los fronterizos, los
psicosomáticos, las estructuras narcisistas, etc.).

De igual forma, realiza una serie de modificaciones y enriquecimientos del


abordaje clínico de estos pacientes. Además de la obra de Freud, que constituye
la base de su pensamiento, Green integra en su marco teórico personal los
aportes de Lacan (a cuyo seminario asiste desde 1960 hasta 1967), los de Bion y
los de Winnicott. Varios conceptos importantes de estos autores (particularmente
de los últimos dos) se encuentran presentes en muchos de sus trabajos, como ha
mostrado con detalle Gérard Pirlot (2015).

Asimismo, en el desarrollo de su pensamiento -que ha sido siempre un pensar


dialógicotiene también un lugar el diálogo con otros colegas franceses
contemporáneos, como Anzieu, Aulagnier, Rosolato, Laplanche, etc. (Green,
2013). Su intención no ha sido crear un sistema “greeniano”, sino más bien formar
parte de (y liderar) el movimiento psicoanalítico mencionado con anterioridad,
denominado psicoanálisis contemporáneo (Green y Urribarri, 2015), el cual incluye
diversos proyectos, entre otros, diversos coloquios, grupos de investigación, libros
escritos con la colaboración de docenas de psicoanalistas de diversos países
(Botella, 2002; Duparc, Quartier-Frings y Vermorel, 1995; Richard y Urribarri,
2005), y la coordinación de un número especial de la Revue Française de
Psychanalyse “Corrientes del psicoanálisis contemporáneo” (Green, 2001b), así
como la creación de un grupo transnacional de investigación cualitativa, sobre el
tratamiento de las estructuras no neuróticas. Su obra, traducida a diez idiomas y
considerada la más influyente del psicoanálisis actual, ha merecido distintos libros
que se ocupan de ella.

Entre otros frutos de su reflexión podríamos mencionar los conceptos de psicosis


blanca, narcisismo de vida y de muerte, alucinación negativa, clínica del vacío,
estructura encuadrante, madre muerta, locura privada, trabajo de lo negativo,
funciones objetalizante y desobjetalizante, anudamiento pulsión-objeto, posición
fóbica central, analidad primaria, terceridad, linaje subjetal y objetal, pensamiento
clínico, encuadre interno del analista, etc.

Maud y Octave Mannoni

Françoise Dolto:

Françoise Doltó trabajó mucho con niños y adolescentes y es muy probable que
cuando pensemos en ella tendamos a pensarla como “La psicoanalista de niños
de Francia”. Y muy probablemente sea así. Sin embargo, personalmente creo que
fue mucho más que eso.

Ella describió el mundo relacional de niños y adultos de una manera riquísima, que
se deja ver y se transmite en todos sus libros. Ese mundo relacional que
observamos en cualquier consultorio de niños y adolescentes pero que también se
encuentra en el trabajo con adultos y aún más, diría que excede las fronteras del
consultorio en particular. Es el ámbito de lo humano, del encuentro, de la
comunicación intersubjetiva, lo que cobra relevancia en sus escritos.

Los conceptos de Imagen inconsciente del cuerpo, Castración simbolígena o


humanizante, la importancia dada a la palabra, los aspectos inconscientes del
psiquismo, siempre de un psiquismo en relación a otro, y su enfoque puesto en la
prevención, son algunos de sus aportes.

Referencias:
Arroyo, J. M. G. (2005). Jacques Lacan: una biografía intelectual (parte III).
In Anales de psiquiatría (Vol. 21, No. 2, p. 67). Arán ediciones.
Roudinesco, E. (1988). La batalla de cien años. Vol. I: Historia del
Psicoanálisis en Francia, 1885-1939 (Vol. 1). Editorial Fundamentos.
Lacan, J. (1953). Función y campo de la palabra y del lenguaje en
psicoanálisis.
Aperturas Psicoanalíticas, 59 (2018), e29, 1-19 2018 Sociedad Forum de
Psicoterapia Psicoanalítica.
Rampulla, María Paula (2017). Una mirada sobre Françoise Dolto (1908-
1988). Más allá de la psicoanalista de niños. Clínica e Investigación Relacional, 11
(1): 165-176. [ISSN 1988-2939] [Recuperado de www.ceir.info ] DOI:
10.21110/19882939.2017.110110

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