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La modernización Introducción
administrativa en a Administración pública británica se divide
el Reino Unido: L en tres tipos de instituciones:

una perspectiva general (i) Los Departamentos del Gobierno Central,


atendidos por empleados de la Corona llamados em-
pleados civiles y encabezados por un ejecutivo políti-
co, un Ministro, responsable de su labor ante el Par-
lamento; a través de los departamentos se clasifican
las Fuerzas Armadas y el personal del Servicio Na-
cional de Salud.
(ii) Las Autoridades Locales, atendidas por oficia-
les organizados en departamentos responsables ante
G.W. Jones los Concejales electos en los comités o reuniones del
Consejo. En el Reino Unido, los profesores son em-
pleados de la autoridad local.
(iii) Los Consejos, a menudo incorrectamente lla-
(Traducción: Manuel Estepa) mados quangos, compuestos de miembros nomina-
dos o nombrados, responsables generalmente de una
única función, emplean personal propio y ejercen sus
funciones bien de manera completamente autónoma
y responsable sólo ante la ley o sujetos a cierto grado
de control de los ministros o las autoridades locales.
Dicha categorfa incluye las industrias nacionalizadas,
las empresas de servicio público y las corporaciones
públicas.
Los tres elementos juntos constituyen la Adminis-
tración pública británica, el sector público.
En el período 1979-80 el gasto de dicho sector pú-
blico ascendió a 90 mil millones de libras esterlinas,
el 44% del producto interior bruto. Para la etapa
1992-93 la estimación de este gasto es de 266 mil
millones de libras esterlinas, el 42% del producto in-
terior bruto. Los Departamentos centrales en el perío-
do 1979-80 gastaron 53 mil millones de libras esterli-
nasS el 58% del total del gasto público y el 26% del
PIB; las autoridades locales, 22 mil millones de li-
bras, el 24% del gasto público total y el 11% del PIB;
y los Consejos, 4 mil millones de libras esterlinas, el
4% del total del gasto público y el 2% del PIB. Para
el período 1992-1993, las estimaciones eran: para los
Departamentos centrales de 168 mil millones de li-
bras, el 63% del total del gasto público y el 26% del
PIB; para las Autoridades locales de 73 mil millones
de libras, el 27% del total del gasto público y el 11%
del PIB; y para los Consejos 7 mil millones de libras
esterlinas, el 3% del total del gasto público y el 1%
del PIB. (El restante 14% del gasto público total en el
perfodo 197980 -el 7% para í992-93- se destinó
a pagos por intereses de la deuda). ,
En el bienio 1979-80 el total’del personal laboral
del sector público alcanzó los 6,6 millones, el 28%

Profesor en la London School of Economics


Política y Sociedad, 13 (1993), Madrid (pp. 35-49)
del total de población activa con empleo. Los Depar- portamiento parece guiado por un conjunto de nor-
tamentos centrales en la etapa 1979-80 tuvieron 2,2 mas diferentes de las de los años 70 y anteriores. Se
millones de empleados (el 33% del personal laboral encuentran más expuestos y responsabilizados, más
del sector público), de los cuales 730.000 eran em- conscientes del coste de aquello que realizan; sus ob-
pleados civiles; las administraciones locales tuvieron jetivos se definen más explícitamente, se valora más
2,4 millones de empleados (el 36%) y los Consejos su rendimiento de acuerdo con un conjunto previo de
cerca de 2 millones (el 31%). líneas maestras y disfrutan de una menor seguridad
En el período 1990-91 las cifras eran de cerca de 2 en el puesto. Se espera de los mismos un comporta-
millones para los Departamentos (el 40% del perso- miento más acorde con los modos del mercado, adop-
nal laboral del sector público), de los cuales 550.000 tando los métodos, el estilo y las técnicas de gestión
eran empleados civiles; había 2,3 millones de emple- del sector privado. Se asemejan menos a los burócra-
ados de la administración local (el 45%) y 800.000 tas weberianos y más a los empresarios del comercio.
(el 15%) en los Consejos. El tema cara al futuro es el de si continuarán dicho
A lo largo del periodo del Gobierno conservador, camino y se acomodarán más al estilo de mercado, o
desde 1979, el gasto público, como porcentaje del si regresarán a los modos previos del servicio público
PIB, se mantuvo muy estable en los tres apanados del o a alguna nueva amalgama de gestión pública, priva-
sector público, pero se produjo un cambio en el nú- da y de administración. Con la reelección del Gobier-
mero de empleados; como consecuencia de la privati- no conservador en abril de 1992, comprometido en la
zación de muchas empresas y servicios públicos se realización de sus reformas de gestión y en la reorga-
redujo el número de empleados en la categoría del nización del sector público mediante líneas de nego-
Consejo y descendió el número de empleados civiles, cio, la perspectiva es la de que la Administración pú-
reflejando dos preocupaciones políticas del Gobierno. blica en los 90 evolucionará más como en los 80. En
El número de empleados de la administración local, un futuro inmediato, los servicios públicos serán ad-
sin embargo, permaneció constante, mostrando el fra- quiridos de modo creciente por contratistas privados,
caso gubernamental para alcanzar una reducción su mientras que las organizaciones del sector público se
fuerza laboral. comportarán y competirán como compañías privadas.
Paralelamente a estos movimientos, existía un La distinción entre los sectores público y privado pa-
considerable fermento de los procedimientos y las rece estar siendo eliminada cada vez en mayor medi-
prácticas en la administración pública británica que da.
puede ser denominado “modernización”, que algunos Los objetivos del presente trabajo son los de expli-
ven equivalente a una transformación del Estado. El car las principales características de la nueva gestión
cambio se puede sintetizar en un paso desde la admi- pública y su implantación en Departamentos centra-
nistración pública a la gestión del sector público. les, autoridades locales y Consejos, proporcionar una
Dicho cambio implica la reestructuración del papel perspectiva general de por qué tales avances han ocu-
del Gobierno desde la distribución directa de los ser- rrido, explicar por qué tales cambios resultaron relati-
vicios hacia el establecimiento de un programa am- vamente sencillos de introducir, e indicar varias res-
plio y de pautas normalizadas de servicio, preservan- tricciones que pueden socavarlos, concluyendo con
do el interés público a través de la regulación de la una mirada hacia el futuro.
calidad, los precios y la competitividad. El objetivo
es el de unir a los proveedores y a los usuarios de los
servicios públicos en una relación directa de consu-
mo. Cada servicio queda abierto a la información pú- Las ocho características de la
blica acerca de su actividad y al ofrecimiento de repa-
ración, incluyendo la compensación monetaria, cuan- nueva Administración Pública:
do los objetivos no se consiguen. El objetivo es el de las metas de la modernización
despolitizar los servicios públicos, transformando a
los usuarios en consumidores que operen en un mer- administrativa
cado de servicios públicos con proveedores competi-
tivos entre los que elegir y que cuenten con el poder
para castigar cuando el rendimiento cae por debajo
del estándar.
Un ethos diferente parece prevalecer en la actuali-
dad en las actividades de los servidores públicos, a
L a modernización de la Administración pú-
blica británica parece haber sido guiada por
los siguientes ocho preceptos o proverbios:
1) La fragmentación de las unidades: las prece-
veces llamada “la nueva gestión pública”. Su com- dentes unidades de carácter monolítico deben desa-
gregarse en entidades que operen con presupuesto
propio y que se relacionen entre sí con cierta distan-
Qué sucedió
cia sobre una base contractual porque la eficiencia
demanda la creación de unidades separadas de provi-
sión y producción y términos contractuales explícitos.
2) La competencia o libre mercado: las tendencias
han de determinar qué unidad debe distribuir y rendir
E n el Gobierno central, el principal impacto
de la nueva gestión pública se ha plasmado
en el establecimiento de Agencias Ejecuti-
vas dentro de los Departamentos. Se han creado co-
ya que la rivalidad provoca bajos costes y una óptima
mo una reestructuración de los Departamentos. Reali-
eficiencia. zan tareas ejecutivas, mientras que las secciones su-
3) La Administración profesionalizada personali- periores de los Departamentos se concentran en el
zada: las personas nombradas en la cúspide de las asesoramiento a los Ministros acerca de las políticas,
unidades deben ejercer de modo visible un control proyectando los documentos estatutarios que contie-
discrecional sobre las mismas, porque la responsabili- nen las metas de las Agencias y la asignación de los
dad requiere la clara asignación de la competencia. recursos a las mismas. Cada Agencia dispone de un
4) Estándares explícitos y medidas de la actividad: jefe ejecutivo a la cabeza que responde ante el Parla-
las metas, los objetivos y los indicadores de la activi- mento del empleo, por la Agencia, de los fondos asig-
dad de unidades e individuos deberían expresarse nados, así como de la consecución de los objetivos.
cuantitativamente porque el control y la eficiencia de- Opera como si contratara con el Departamento. En
mandan claras determinaciones sobre las metas y los abril de 1992 existían 72 Agencias, que acogían cerca
datos consolidados para valorar el éxito o el fracaso. de 290.000 empleados civiles, variando el tamaño
5) El énfasis en los controles de producción: la desde los 63.000 empleados de la Agencia Asisten-
asignación de los recursos y las recompensas al per- cial de la Seguridad Social hasta los 30 del Centro de
sonal deben unirse a una medición de su rendimiento, Congresos del Parque Wilston. Existían otras 27 enti-
vinculándolo a la disolución de la burocracia centrali- dades en estudio para su conversión en agencias, que
zada y de la administración de un personal extenso, englobaban cerca de 83.000 empleados.
porque los resultados deben destacarse más que los Las Agencias Ejecutivas constituyen un ejemplo
procedimientos. de gestión transferida, concentrándose la responsabi-
6) Los estilos del sector privado del personal ges- lidad de la gestión en un oficial determinado a cargo
tor: en vez de la ética del servicio público debería de una organización diferenciada. Se establecen cla-
existir una mayor flexibilidad en la contratación y la ras líneas maestras acerca de los objetivos, con un
remuneración, porque los incentivos y las sanciones presupuesto, que vinculan al jefe ejecutivo y a la
individualizadas estimulan la eficiencia. Agencia. A pesar de que los Ministros continúan aún
7) La parsimonia en la utilización de los recursos: siendo responsables del conjunto de actividades en un
el énfasis debe ser puesto en la disminución de cos- Departamento, se espera que las Agencias queden su-
tes, la disciplina laboral y la resistencia a las deman- ficientemente libres para asumir las responsabilidades
das de las centrales sindicales, por la necesidad de re- operativas propias.
visar las demandas del sector público y de hacer más Los Departamentos han experimentado una mayor
con menos. fragmentación mediante la utilización creciente del
8) El servicio al cliente: el interés del usuario ha salario por rendimiento para recompensar especial-
de prevalecer sobre la conveniencia y las ambiciones mente la productividad y el buen rendimiento. Se ha
del productor, porque el objetivo del sector público es producido una fragmentación adicional en la medida
el de satisfacer las preferencias de consumidores y en que el salario se ha relacionado de modo creciente
clientes. con las presiones del mercado laboral local, por lo
Los preceptos expuestos de la nueva gestión públi- que en varias zonas del país los oficiales con los co-
ca han proporcionado una aproximación que ha sido nocimientos más demandados se pagan mejor que
influyente en el sector público británico durante los aquellos con conocimientos similares en Otro lugar
años 80 y 90, afectando a los Departamentos, auton- sin la misma escasez.
dades locales y Consejos. La siguiente sección exa- Los dos procesos, el establecimiento de Agencias
mina brevemente, de modo general, los principales Ejecutivas y una retribución más variada, está desmo-
impactos sobre los Departamentos centrales, las auto- ronando el alto grado de integración que existía ante-
ridades locales y los Consejos. riormente en el servicio civil británico.

P1b5S~p
La administración local ha sido transformada por mo de otros entes públicos, para ser más conscientes
la nueva gestión pública. Ha perdido funciones me- de los costes y seguir unos caminos más eficientes
diante la privatización o la transferencia de algunas para la realización de las tareas propias. El monopo-
de sus responsabilidades a otras entidades públicas, lio de la oferta ha desaparecido.
mientras que en lo restante se ha visto, cada vez en Los Consejos se han visto igualmente transforma-
mayor medida, sujeta a una tendencia competitiva. dos. Muchas empresas públicas e instalaciones, si
Los Departamentos de las autoridades locales se han fueron gobernadas por el sector público, han sido pri-
dividido, por un lado, en Departamentos de clientes vatizadas, tales como el gas, el agua, la electricidad,
que aseguran la provisión de un servicio y, por otro, la aviación civil, los aeropuertos y la construcción ae-
en contratista u organizaciones de servicio directo ronáutica, con el carbón y el ferrocarril como futuros
que se ocupan de la provisión y distribución de los candidatos para la privatización. En la medida en que
servicios. Los Consejos se han utilizado ampliamente muchas de tales empresas constituyen aún monopo-
para realizar funciones que previamente estaban bajo lios o cuasimonopolios, nuevos entes reguladores han
la responsabilidad de las autoridades locales electas, sido establecidos para vigilar las nuevas empresas
especialmente mediante los agentes de negocio, como privadas. OFTEL, OFWAT, OFGAS, y similares en-
los Consejos de Entrenamiento e Iniciativa Empresa- tes reguladores para la electricidad y la aviación civil
rial, o las Corporaciones de Desarrollo Urbano, o los juegan un papel creciente en la promoción del interés
Consejos de Gobierno de las Facultades, las Escuelas público frente a los intereses sectoriales. El Gobierno
Politécnicas y los Colegios de Educación Superior. ha sido hábil al separar la función reguladora de
Las relaciones entre la autoridad local y el proveedor aquella de provisión para asegurar la adjudicación in-
privado, y entre el cliente y los Departamentos con- dependiente y conseguir un cumplimiento más vigo-
tratistas, quedan reguladas por contratos expresos de roso de los criterios de servicio que cuando ambas
regulación del servicio, similares a los documentos funciones, reguladora y provisora, eran realizadas por
estatutarios de las Agencias Ejecutivas. un solo organismo.
La Ley de Gobierno Local de 1992 incluye dos A pesar de que al tomar posesión del cargo la Sra.
previsiones que reflejan los preceptos de la nueva Thatcher se mostró hostil a los Consejos y solicitó la
gestión pública. Potencia la Comisión de Auditoría, reducción de los mismos, pronto reconoció su valor
establecida por primera vez en 1982 para auditar, di- como organizaciones más manejables para la realiza-
rigir y promover la estimación del dinero en el go- ción de funciones específicas que las autoridades lo-
bierno local, para recoger y publicar información cales electas, al mismo tiempo que ofrecían un ámbi-
acerca del rendimiento comparativo de las Adminis- to de ejercicio de la dirección para los Ministros y
traciones locales, de modo que los ciudadanos pue- empleados civiles. De ahí el cambio de responsabili-
dan contemplar las disparidades entre los costes y el dades desde las administraciones locales a las Conse-
nivel de rendimiento de su autoridad local en relación jos designados y nombrados.
con otras. Los Consejos de administración pública fueron es-
Al mismo tiempo, la ley de 1992 potencia la Se- timulados para actuar como los consejos de adminis-
cretaría de Estado para la extensión obligatoria de las tración de las empresas privadas. En efecto, personas
tendencias competitivas, tanto en las actividades pro- del mundo de los negocios fueron asignadas a los
tagonizadas principalmente por los trabajadores ma- mismos de modo creciente para imprimir un estilo
nuales como el mantenimiento de vehículos, el cuida- comercial a su actividad. El objetivo parecía ser el de
do de parques, la restauración, la limpieza de calles y la reducción del control sobre los servicios por los
la recogida de basuras; como en las actividades inte- políticos electos, especialmente los políticos laboris-
lectuales de tipo profesional y técnico, tales como la tas. El fenómeno reflejó la corporatización del sector
ingeniería, la arquitectura, la gestión de la propiedad, público británico.
el sostenimiento de bibliotecas y la gestión del servi- La nueva gestión pública se opone a los monopo-
cio de parques, e incluso los servicios financieros, le- lios de oferta y a los dueños de mercados así como a
gales, de personal e informática. Si el Ministro em- las jerarquías como medios para la asignación de re-
plea tales poderes, una administración local podría cursos y la prestación de servicios. Por tal motivo, so-
terminar con muy poco personal propio: unícamente licita la privatización o si no es posible en el sector
,

el necesario para advertir a los Concejales de las es- público, la subrogación por mercados artificiales.
pecificaciones contractuales. Una proliferación de los consejos de administración y
Tanto el Gobierno central como el local han tenido una descentralización administrativa podrían propor-
que operar en un clima de recursos escasos y de una cionar una medida de la competitividad, así como
competición más intensa tanto del sector privado co- permitir las tendencias competitivas entre los oferen-
les y los proveedores públicos y privados. La compe- do de la Primera Ministra Margaret Thatcher, cuyo
tencia se percibe beneficiosa para el consumidor y el Gobierno fue elegido primero en 1979 y reelegido en
usuario de los servicios. La nueva gestión pública se 1983 y 1987, sus comienzos pueden ser encontrados
puede justificar como promotora de los intereses de en la mitad de los años 70 bajo los Gobiernos laboris-
los consumidores. tas de Harold Wilson y James Callaghan. Los años de
La última fase de la nueva gestión pública, y la mitad de los 70 fueron testigos de un cambio radical
más identificada con John Major, es la causa de la en las circunstancias económicas del Reino Unido.
Carta del Ciudadano. Major estableció en el gabinete Durante una generación, desde el final de la segunda
una Unidad de la Carta del Ciudadano, además de guerra mundial, el país había experimentado un creci-
una unidad para promover más la competencia en las miento económico. Existía usualmente cieno creci-
compras públicas. La razón de la Unidad de la Carta miento de la riqueza para ser distribuido entre los
era la de extender en el sector público la idea de que sectores público y privado, y entre varias partes del
los funcionarios deberían realizar contratos con el pú- sector público. Las disputas tenían lugar sobre las
blico para suministrar un cierto nivel de servicio. Si prioridades y el tiempo, pero existía usualmente algo
fallan en proporcionar lo concertado, debe ser abona- extra para todos cada año, que tendía a silenciar el
da una compensación. Así, un cieno número de De- endurecimiento de los conflictos por la asignación de
partamentos, Agencias, Administraciones Locales y recursos.
Consejos de administración han empleado cartas con Entre los partidos existía un consenso respecto a
un variado grado de especificidad. que la provisión pública de servicios era buena y de-
Otra idea del Primer Ministro es la de que los fun- bería extenderse, y que los estándares de los mismos
cionarios deberían llevar etiquetas identificativas para deberían elevarse. El camino para realizarlo era el de
que el público pueda conocer con facilidad a la perso- gastar más dinero público en la provisión pública de
na que les atiende. El objetivo es el de hacer a los servicios. Sin embargo, a mitad de los años 70, las
funcionarios responsables individualmente de sus ac- circunstancias económicas cambiaron, produciéndose
ciones. En su remodelación ministerial después de la una cuadruplicación de los precios petrolíferos y el
elección de abril de 1992, el Primer Ministro unió ba- comienzo de la recesión económica mundial. El in-
jo un solo Ministro, el Canciller del Ducado de Lan- cremento anual de la riqueza destinado a la distribu-
caster, la responsabilidad sobre los empleados civiles, ción no continuó por más tiempo. Como dijo el Se-
la Carta del Ciudadano y las compras públicas. Los cretario de Estado para el Medio Ambiente a las auto-
dos principales elementos de su pensamiento sobre la ridades locales: “La fiesta ha terminado”.
reforma del sector público quedan así reunidos. Los Gran Bretaña se encontró en graves dificultades
mismos indican la senda de los futuros procesos en el económicas. Se produjo un nivel de inflación de dos
servicio civil: más oportunidad de elección y mayor dígitos y el Gobierno tuvo que solicitar ayuda al Fon-
calidad en los servicios promovida por la especifica- do Monetario Internacional. Las condiciones para un
ción de indicadores de rendimiento y por las tenden- préstamo fueron que el gasto público tenía que ser re-
cias competitivas. cortado. Así comenzó una era de recortes en la ges-
La siguiente sección del presente trabajo examina tión. El sector público se encontró en una nueva posi-
por qué los preceptos de la nueva gestión pública fue- cion. Previamente planificó con anticipación a un
ron tan fácilmente adoptados en Gran Bretaña, quizá crecimiento de recursos; ahora afrontaba, en el mejor
ofreciendo el “cómo hacerlo” a otros países que pre- de los casos, una situación estable, y en el peor, re-
tenden seguir en la práctica los consejos británicos. cortes efectivos. Su cultura, conformada durante un
período de crecimiento de treinta años, encontró duro
el adaptarse a las cambiantes circunstancias. A pesar
de ciertas recuperaciones y expansiones en los 80,
¿Por qué ocurrieron los cambios? existió una recesión económica a principios y finales
de los 80 y principios de los 90 que mantuvo la pre-
y ¿Por qué tan fácilmente? sión para la restricción en el gasto público. Sin em-
bargo, la demanda de servicios públicos seguía incre-
mentándose dado que, como público mejor educado,

L as razones para los cambios en el sector pú-


blico en Gran Bretaña se agrupan bajo dos
encabezamientos: políticas y no políticas. A
pesar de que los cambios eran a menudo vistos como
el ciudadano se hizo consciente, a través de la televi-
sión, de las posibilidades del consumo privado, desa-
rrolló mayores expectativas y demandó, al mismo
tiempo, mayor grado de calidad en los servicios pú-
manifestaciones de “Thatcherismo”, es decir, del cre- blicos y menores impuestos.

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La respuesta del sector público, presionado desde no fueron aceptadas por el Parlamento, que era con-
amba y desde abajo, fue el continuar una mejor ges- trolado por un ejecutivo que disponía de amplias ma-
tión de sus recursos. No pudo afrontar el ser dispen- yorías generales en la Cámara de los Comunes desde
dioso. Se precisaban nuevos métodos de gestión para 1979.
hacer el mejor uso posible de los escasos recursos Pero la legislación no era necesaria para la reforma
disponibles. Tal aproximación resultaba inevitable del servicio civil. El servicio civil británico no se re-
cualquiera que fuera el color político del partido en el gula mayoritariamente mediante la ley. La organiza-
gobierno. Los responsables de las funciones públicas ción, procedimientos, posición, remuneración y con-
y de la provisión de los servicios públicos compren- diciones de los servidores del servicio civil británico
dieron que no podían continuar con incrementos en fueron determinados por el mismo ejecutivo median-
los recursos. Debían gestionar mejor lo que tenían. te regulaciones administrativas internas. Gran Breta-
El nuevo Gobierno conservador de 1979 sintonizó ña carece de un sistema de derecho público y de tri-
con dicho pensamiento. La retórica conservadora ha- bunales administrativos, y los empleados civiles son
bía sido suspicaz hacia el sector público y admirativa empleados de la Corona sujetos al derecho común y
de la empresa privada, pero cuando accedió al Go- estatutario como los demás ciudadanos. El Primer
bierno, en el período 1951-64 y t970-74, no se ocupó Ministro es el Ministro para el Servicio Civil, su ca-
de cambiar significativamente las políticas de los Go- beza política, y puede conseguir cambios en el servi-
biernos laboristas. Ambos parecían haberse adherido cio civil sin el recurso de la ley. La modernización
a una especie de consenso socialdemócrata para la del servicio civil se implantó a través de reglamentos
provisión por el sector público de un abanico de ser- y circulares internos, que no constituyen administrati-
vicios de bienestar social. La Sra. Thatcher desafió vamente actos legislativos. El servicio civil se refor-
tal aproximación, tomando como valor prevalente la mó a sí mismo pero bajo la tutela de sus superiores
retórica conservadora. Dicha voluntad política para políticos.
reformar el sector público era crítica. Sin la dinámica El cambio se vio facilitado por la circunstancias,
de la dirección política parece improbable que las bu- principalmente económicas, que inicialmente estimu-
rocracias del sector público se hubieran reformado laron su necesidad. Las continuadas altas tasas de de-
por sí mismas. sempleo debilitaron la resistencia de las centrales sin-
La Sra. Thatcher fue Primera Ministra, de modo dicales en el sector público. El poder de acuerdo de
continuado, durante once años, ganando tres eleccio- las mismas disminuyó y fueron incapaces de impedir
nes generales. No solamente decidió la reestructura- los cambios en sus prácticas laborales. Posteriormen-
ción del sector público sino que permaneció el tiem- te, se vieron debilitadas por la legislación guberna-
po suficiente para conseguir algo. Sus Gobiernos pre- mental en los años SO que redujo drásticamente sus
sionaron hacia el cambio y John Major, quien la re- privilegios legales y por la determinación guberna-
emplazó como Primer Ministro en noviembre de mental para desafiar las huelgas sindicales en el sec-
1990 y ganó las elecciones generales en Abril de tor público, cuya expresión más gráfica se desarrolló
1992, continua la promoción y el desarrollo de los en el año largo de resistencia a la huelga de los mine-
cambios por ella iniciados. El impulso político sus- ros. Dicha hostilidad a las centrales sindicales reflejó
tentador del la nueva cultura de gestión en el sector una nueva actitud de la opinión pública. Donde pre-
público británico parece ser mantenido al menos has- viamente las centrales sindicales habían sido amplia-
ta mediados de los años 90. mente percibidas como protectoras del débil, comen-
El cambio en la administración pública británica zaron a ser consideradas, en los años 70, como opre-
fue facilitado por la estructura y los acuerdos del Go- soras del pueblo, promoviendo intereses sectoriales a
bierno británico. Dentro del ejecutivo central, el po- expensas del interés público general. El invierno del
der se concentra en el Gabinete, sobre el que el Pri- descontento de 1978-1979, cuando las huelgas del
mer Ministro puede obtener predominio si los demás sector público dejaron a los muertos sin enterrar, con
miembros del mismo difieren. A Margaret Thatcher acumulación de basuras en las calles y los pacientes
le resultó posible ganar el apoyo del Gabinete para de los hospitales desasistidos de tratamiento, consti-
promulgar la legislación precisa con la que reestruc- tuyó un momento de cambio en las actitudes públi-
turar el gobierno local y los Consejos, como en la pri- cas. No sólo ayudó a traer al poder al Gobierno con-
vatización de las empresas e instalaciones, y la impo- servador de la Sra. Thatcher, en 1979 sino que tam-
sición de las tendencias competitivas a las autorida- bién socavó la autoridad de las centrales sindicales,
des locales. Tales propuestas legislativas del Gobier- haciéndolas vulnerables a los ataques del Gobierno

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en los años 80, incluyendo los nuevos cambios en la cios también ayudaron a reducir sus prácticas restric-
gestión. tivas. Los gestores fueron estimulados para ser más
Las mismas centrales sindicales cambiaron sus ac- agresivos y asumir personalmente mayor responsabi-
titudes. Bajo el nuevo liderazgo comprendieron a lidad. Hasta cierto punto, los cambios se produjeron
tiempo que tenían que responder a las cambiantes cir- no solamente porque los gestores y trabajadores mo-
cunstancias. No persistieron en una oposición frontal dificaron sus actitudes sino también porque los gesto-
a la derecha sino que negociaron el mejor acuerdo res y trabajadores que podrían no haber aceptado ta-
posible para sus miembros. A pesar de que ciertos les cambios abandonaron sus puestos mediante la ju-
efectos siguieron a la privatización, como la cancela- bilación natural o anticipada.
ción de contratos y la reestructuración, y de que los A comienzos de los años 90, un nuevo grupo de
cambios en las prácticas laborales redujeron algunos gestores entró en acción, más sintonizado con las
beneficios para los trabajadores, los subsiguientes in- nuevas prácticas que aquellos de los años 70. Por
crementos en la eficiencia elevaron la productividad ejemplo, los empleados civiles ocupantes de las posi-
y los empleados recibieron mayores sueldos y sala- ciones superiores en sus respectivos Departamentos a
rios. Los que permanecieron en el trabajo disfrutaron finales de los años 80 y principios de los 90 habían
de mayores recompensas, y las centrales sindicales Jeido probablemente el Informe Fulton sobre EJ Ser-
los representaron en el trabajo. No existieron más vicio Civil de 1968 al comienzo de sus carreras. El
obstáculos: su poder para resistir se rompió por la de- mismo proclamó muchas recomendaciones sobre la
terminación política, los cambios en la ley y la ame- gestión, similares a las sugeridas en los años 80, tales
naza del desempleo, y llegaron a aceptar los incenti- como la responsabilidad cuantificable y correlativa,
vos del nuevo estilo de gestión, algunos con mas la dirección por objetivos y la desconcentración. Ta-
presteza que otros. les propuestas tuvieron solamente un impacto limita-
El Gobierno conservador, y especialmente la Sra. do en el tiempo y el espíritu reformista se había apa-
Thatcher, estaba motivada por un deseo de aplastar el gado a comienzos de los años 70. En consecuencia, a
poder sindical, en el que vio al responsable de buena finales de la década de los años 80 y principios de los
parte de la debilidad económica británica en los años 90 los dirigentes de los empleados civiles tenían la
60 y 70. El nuevo managerialismo se dirigió a asegu- oportunidad de implantar la aproximación que habían
rar que los servicios públicos fueran prestados de aprendido aproximadamente veinte años antes.
acuerdo con los intereses del consumidor y no del El gobierno local también experimentó un cambio
productor. En el sector público, las centrales sindica- en la cúspide. Se produjo un elevado índice de retiros
les y las asociaciones profesionales de personal de anticipados de los oficiales que se sintieron incómo-
rango superior debían ser debilitadas. Su poder de dos con la administración local en los años 80, resin-
productor como monopolio de oferta había distorsio- tiéndose de los constantes ataques del gobierno cen-
nado las provisión de los servicios públicos para aco- tral, los cambios legislativos y los numerosos contro-
modarlos a su conveniencia y no a la de los clientes y les, así como de la creciente presión de los conceja-
consumidores. En consecuencia, los monopolios de- les, incluyendo lo que alguien vio como interferencia
bían ser rotos por la liberalización del mercado, lo en sus papeles profesionales y gestores. El nuevo fun-
cual significaba la privatización, donde fuera posible, cionario joven sentía más simpatía por la nueva apro-
para que las fuerzas del mercado pudieran operar o, sí ximación de gestión. En sus primeros años formati-
no era posible, la división de la provisión pública en vos, había aprendido, probablemente, la importancia
entidades separadas que competirían las unas con las de la gestión en instituciones como el Instituto de Es-
otras por el cliente y así ofrecer a los consumidores tudios sobre el Gobierno Local de la Universidad de
una oportunidad de rechazarlas donde no existía un Birmingham o la Escuela para Estudios Urbanos
único oferente. Avanzados en la Universidad de Bristol. Ahora se en-
El objetivo del Gobierno era el de un cambio cul- contraban en posición para poner en práctica lo que
tural en el sector público. Simplemente cambiando habían aprendido.
las estructuras y los procedimientos no se alteraría Alguien podría preguntar por qué los funcionarios
necesariamente el modo en el que la gente trabaja. superiores de los gobiernos central y local deberían
Las actitudes tenían que cambiar también. El miedo estar de acuerdo y en alguna ocasión promover de
al desempleo era significativo en la modificación de modo entusiasta la aproximación a la nueva gestión
las actitudes sindicales. Los incentivos para una ma- pública, cuando las consecuencias eran a menudo la
yor productividad y para proporcionar mejores servi- reducción del personal y de los presupuestos de sus

~ihI5Sb
organizaciones, la sujeción de las mismas a la compe- mismos. Se convirtió en moda para los Departamen-
tencia de otras organizaciones y hacerlas más vulne- tos centrales, las autoridades locales y los Consejos el
rables a la crítica si fallaban en alcanzar los estánda- emplear a los consultores de gestión para atajar los
res específicos de rendimiento. La respuesta es que problemas organizativos y de procedimiento. La con-
pueden disfrutar de mayor satisfacción en el trabajo sultoría de gestión floreció y dedicó más recursos ha-
al frente de organizaciones que establecen las políti- cia el sector público, adquiriendo como socios anti-
cas para que otras organizaciones las implanten, que guos funcionarios del mismo. En ocasiones, las nue-
asignan recursos a otras organizaciones, cuyo rendi- vas empresas se establecieron integrando al antiguo
miento vigilan, regulan y evalúan y que generalmente personal del sector público.
aconsejan a sus líderes políticos, más que prestando A menudo, los consultores de gestión fueron entre-
servicios al público desempeñando el papel de mando nados en cursos de gestión de las escuelas de nego-
intermedio organizando la prestación de los servicios, cios, que ignoraban en gran medida los problemas del
los cuales provocan y atraen quejas. Controlar a otros sector público o los trataban del mismo modo que en
resulta más satisfactorio que operar bajo el control de el sector privado. Los consultores de gestión tendie-
otros. Los funcionarios superiores fueron definitiva- ron a aplicar en el sector público las aproximaciones
mente ganados para la nueva gestión porque pudieron y técnicas que habían recomendado para los nego-
descartar las tareas de nivel inferior y concentrarse en ctos. Parecían contemplar la marcha de los Departa-
las funciones de alto nivel estratégico y de control. mentos centrales, las autoridades locales y los Conse-
Para los funcionarios de rango superior de los go- jos como similares a la actividad de los negocios,
biernos central y local que ocupan posiciones en las despreciando, en buena medida, los rasgos distintivos
agencias centrales de control, como la Oficina del del sector público, especialmente su base política.
Gabinete, la Oficina del Primer Ministro y el Tesoro La nueva cultura de gestión se vio, así mismo,
en el gobierno central, y los departamentos de los ser- asistida por el desarrollo de la tecnología de la infor-
vicios centrales de las autoridades locales, como el mación. La extensión y creciente sofisticación de la
Jefe Ejecutivo y el Director de Finanzas, existe una misma hizo posible la delegación y la devolución
mayor atracción por la nueva cultura de gestión. Tie- dentro de la burocracia y entre las organizaciones.
nen la satisfacción laboral de desarrollar un papel de Las unidades de control en lo más alto se vieron asis-
supervisión, controlando, coordinando, y asignando tidas con mayor información acerca de las activida-
recursos a otros Departamentos y Consejos de admi- des de las agencias de nivel inferior pudiendo respon-
nistración. der a la información recibida desde más abajo con sus
La pertenencia británica a la Comunidad Europea, propios mensajes directos, mientras las últimas podí-
y los impactos del Mercado Unico y el Tratado de an mantenerse en contacto con las divisiones centra-
Maastricht, acentúan la importancia del papel de la les, que pudieron responder a la información. La tec-
supervisión. Mientras otros Departamentos se ven nología de la información facilitó tanto la penetración
crecientemente implicados en negociaciones con los de la gestión como del control estratégico.
socios europeos en las instituciones europeas sobre la Los cambios que ocurrieron no tuvieron lugar en
política y la administración en sus respectivas esferas una noche. El proceso de cambio se desarrolló duran-
de interés, los Departamentos de supervisión coordi- te muchos años y aún no ha terminado. Al principio
nan la respuesta nacional y las políticas para cumplir no existía un programa claro, y aún no lo hay. Nadie
con el sistema de la CEE. La nueva gestión pública sabe, a la postre, a qué se asemejará el sector público.
permite a los funcionarios superiores tanto en el Go- El proceso comenzó con varios preceptos generales
bierno central como local jugar el papel de “alto go- que fueron aplicados en fases a diferentes elementos
bierno”, dejando el “bajo gobierno” al personal de del sector público a medida que las oportunidades
rango inferior. aparecieron. Hablar de fases resulta, sin embargo, en-
Todos los componentes del sector público en los gañoso en la medida en que da la impresión de un
años 80 y 90 se vieron muy influenciados por los conjunto de pasos predeterminados. No fue así como
consultores de gestión. La cultura de gestión que im- ocurrió el cambio. Constituyó más el resultado del
pregnó el sector público en los años 80 y 90 fue esti- azar y el empeño. Los preceptos del mismo podían
mulada por la joven profesión de los consultores de haber sido establecidos ideológicamente, pero la apli-
gestión. Las empresas del sector privado emplearon cación al sector público fue programática.
el consejo de los consultores de gestión, y después de En el gobierno central la Sra. Thatcher se dirigió,
1979 el sector público se dirigió crecientemente a los en primer lugar, a la raíz de la ineficiencia en el ser-

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vicio civil a través de la Unidad de la Eficiencia y los des locales en cualquier caso. El papel del gobierno
Escrutinios de Rayner, que examinó determinados as- local se contempló menos como la provisión directa
pectos del trabajo departamental, elegidos por los de- de servicios y más como permitir a otros, preferible-
partamentos y por los empleados civiles que partici- mente el sector privado, proporcionar servicios según
paron en el trabajo de los escrutinios. Su colabora- las especificaciones de la administración local. En el
ción ayudó a ganar el apoyo de la burocracia para las ámbito interno las autoridades dividieron sus funcio-
reformas que finalmente se propusieron. Los escruti- nes, del mismo modo que en el Gobierno central, en
nios condujeron a la Iniciativa de Gestión Financiera organizaciones clientes para establecer el programa y
que se dirigió a extender a todos los Departamentos organizaciones contratistas, organizaciones de servi-
las lecciones aprendidas en los escrutinios, algunas cio directo, para distribuir y ejecutar programas se-
de las cuales fueron totalmente aplicadas en varios gún las especificaciones del cliente.
Departamentos, como MINIS y MAXIS en el Depar- De esta manera, la modernización en las tres esfe-
tamento de Medio Ambiente, que consistían, esen- ras del sector público no constituyó un acto singular y
cialmente, en sistemas de información explicativos de único en un momento del tiempo. Se produjo por eta-
quién hacía el qué. A continuación, el FMI fue segui- pas. como respuesta a eventos paniculares y percep-
do por la Iniciativa de los Pasos Pequeños y el esta-
ciones de acontecimientos. Unicamente a mediados
blecimiento de unas pocas Agencias Ejecutivas, que, de los años 80, cuando las revisiones de los sucesos
con el tiempo, se incrementaron en número hasta al- pudieron tener lugar, se les dio una coherencia inte-
canzar a comienzos de abril de 1992 más de 70. lectual. Desde una perspectiva interna se elaboró una
La privatización no constituyó el rasgo más desta- ideología para justificar los cambios. La nueva ges-
cado del manifiesto electoral de los conservadores en
tión surgió más del mundo de las políticas y la prácti-
1979. El proceso comenzó lentamente con un reduci-
ca que de las teorías e ideologías. Pero una vez que el
do número de importantes actividades industriales
respaldo intelectual ha sido expresado, es tomado por
que habían pertenecido, en un pasado reciente, al sec-
los políticos para proporcionar autoridad a sus accio-
tor privado. El éxito de tales ventas, las perspectivas
nes. Lo dicho les estimuló para ampliar el proceso y
de obtener fuertes sumas de dinero y las ventajas po-
darles más confianza para impulsarJo hacia adelante
líticas de la extensión de la propiedad de las acciones,
dentro de lo que algunos ven como territorio inapro-
estimularon la privatización de empresas e instalacio-
piado, como por ejemplo la educación y la salud, que
nes públicas mayores.
deberían ser perfiladas en principio más por los servi-
Del mismo modo, la transformación del gobierno
cios públicos y las políticas que por los impulsos del
local no estaba prevista en 1979. A comienzos de
mercado.
1980, el objetivo del Gobierno era el de frenar el gas-
to del gobierno local, disminuyendo sus competen- La alarma ante los posibles efectos dañinos de los
cias sobre la vivienda y abriendo sus Departamentos cambios en los servicios públicos estimuló el último
de trabajo directo a la competencia. Con posteriori- aspecto de ¡a nueva gestión: el movimiento de la Car-
dad, las tendencias competitivas fueron extendidas ta del Ciudadano, que refleja una preocupación por el
obligatoriamente a más servicios y actividades loca- consumidor o usuario de los servicios públicos. El
les y el monopolio del gobierno local en educación y Primer Ministro John Major ha tomado un interés
vivienda quedó roto, donde no privatizado, siempre personal en el desarrollo de lo que oficialmente se ha
que resultó posible. Como el gasto del gobierno local llamado Cartas del Ciudadano. Las organizaciones
se mostró resistente a los intentos del Gobierno cen- públicas distribuidoras de servicios públicos deben
tral de cortar su crecimiento, se introdujeron nuevos confeccionar normas expresas de calidad del servicio
sistemas de recompensa, se establecieron limites a la público para cada servicio concreto quedando los
imposición del gobierno local, y el impuesto sobre la usuarios legitimados para exigir, si fracasan en la eje-
propiedad resultó sustituido por la carga comunitaria cución de lo prometido, una compensación que debe
o impuesto general, posteriormente sustituido por un satisfacérseles. Dicha idea parece admitir que los
nuevo impuesto sobre la propiedad. mercados solos no pueden distribuir automáticamente
Con todo, el gasto local no descendió y en conse- lo que los ciudadanos quieren. Antes de que los obje-
cuencia el Gobierno central se embarcó en un esque- tivos de rendimiento sean determinados, las expecta-
ma de reorganización del gobierno local que implica- tivas de los consumidores deben ser descubiertas e
ba la eliminación de uno de sus dos niveles y el esta- incorporadas en los estándares. El énfasis se sitúa en
blecimiento de uno singular y unitario, las autorida- servir a los consumidores. La mano invisible del mer-
cado no es apreciada como un piloto automático co- biera sucedido. Los reformadores administrativos
mo en los días de la Sra. Thatcher. empeñados en modernizar sus sistemas deberían ad-
De esta manera, la modernización del sector públi- vertir la necesidad de obtener el respaldo de los líde-
co en Gran Bretaña ha evolucionado a lo largo de los res políticos principales, pero dicho apoyo debe man-
últimos 1 3 años en una línea pragmática. No se trata- tenerse durante un largo período de tiempo. Los pri-
ba de un proceso de producción de un plan inicial co- meros ministros Harold Wilson y Edward l-leath en
herente de carácter intelectual posteriormente implan- los años 60 y 70 sostuvieron la reforma administrati-
tado en etapas predeterminadas. Hablar de moderni- va pero sólo durante un tiempo y pronto se distraje-
zación parece anunciar una consistencia lógica de ron con otras ocupaciones. La lección de Gran Breta-
ideas, pero el camino previo de la modernización re- ña es la de que la modernización de la administración
sultó mucho menos coherente. Las políticas respon- pública requiere el consenso de los más altos líderes
dieron a acontecimientos concretos. Lo que le otorgó políticos durante un largo período de tiempo. Dicho
consistencia fueron los pensamientos políticos comu- de otro modo, los temas más sobresalientes domina-
nes y las intuiciones acerca del camino que debería rán la agenda política del día y los funcionarios reali-
seguir la administración pública. zaran las prácticas tradicionales limitados por los pro-
En abril de 1992, el sector público británico se cedimientos operativos estandarizados de carácter ru-
mostró muy diferente a como lo hizo en 1979. La tinario.
nueva aproximación gestora parecía dominante, y la La siguiente sección del trabajo considera varias
victoria conservadora en las elecciones generales de posibles desventajas de la nueva gestión pública y ex-
1992 parecía mantenerse, al menos, unos pocos anos pone una advertencia para otros países que intentan
más. Si las modificaciones significan un cambio per- seguir la experiencia británica.
manente, una transformación radical del sector públi-
co, es una cuestión que sólo el tiempo podrá resolver.
Los países que esperan cambiar (modernizar) su
Administración pública pueden extraer tres importan- ¿Permanecerán los cambios?
tes lecciones de la experiencia británica:
(i) La primera es la de que no existen pasos rápi-
dos y seguros. El cambio administrativo supone un
largo proceso: los reformadores administrativos de-
ben prepararse para un largo camino.
L as modas vienen y van en la administración
pública. Un proceso tiene lugar hasta un
cierto limite y entonces se produce una
(u) La segunda es la de que el cambio puede al- reacción. Un movimiento contrario florece hasta que
canzarse mediante una mezcla de amenazas e incenti- el mismo igualmente se ve contrarrestado. Lo que ac-
vos: algo para atemorizar a Los implicados de modo tualmente está de moda llegará con el tiempo a que-
que deseen el cambio y algo para recompensarlos si dar anticuado. La mayoría de los movimientos admi-
lo realizan. En dicha línea los actores clave, gerentes nistrativos oscilan entre dos polos: fusión y fisión. El
y personal, pueden ser persuadidos para modificar su primero se dirige a amalgamar una serie de aspectos
conducta, particularmente si se ven envueltos en un previamente separados; sus nociones clave son la
proceso de cambio: pueden ayudar a acercarlo. coordinación, la cooperación y la armonización. El
(iii) La tercera es la más importante de todas. El segundo se dirige hacia la fragmentación; sus nocio-
cambio (modernización) en la Administración públi- nes claves son la competencia, la especificidad fun-
ca ocurrirá únicamente silos políticos lo quieren. De- cional y lidiar con la tarea asignada. El nuevo movi-
be existir un fuerte consenso político para que la ad- miento de gestión que ha dominado el sector público
ministración cambie en los niveles superiores: dicho británico desde 1979 refleja el segundo. La fragmen-
ímpetu político resulta esencial. La Administración tación para producir competencia es la moda. Dicha
pública británica experimentó un amplio cambio ad- tendencia implica varios rasgos que pueden finalmen-
ministrativo en los años 80 y 90 porque el Primer Mi- te socavar los cambios y provocar su no realización.
nistro y el Gabinete lo quisieron, y lo apoyaron du- Provocan la crítica de elementos que en el futuro po-
rante un largo período. drían formar la base de una nueva moda: integrar lo
Por encima de todos, dos Primeros Ministros en que en la actualidad tan rápidamente se separa.
Gran Bretaña, Margaret Thatcher y John Mlijor, qui- La moda actual de la fragmentación predica que
sieron cambiar radicalmente el sector público. Si no los monopolios de oferta en el sector público deben
hubieran sido persistentes parece improbable que bu- ser rotos. Las actividades dispares deben separarse en

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ser rotos. Las actividades dispares deben separarse en duales han de ser conocidos y recompensados me-
distintas organizaciones. Los que establecen un pro- diante el salario en función del rendimiento. El rendi-
grama deben separarse de los que distribuyen un ser- miento de cada miembro de una organización se va-
vicio, y los reguladores de servicios deben separarse lora como una entidad separada y la apreciación de su
de ambos. Los clientes deben separarse de los contra- trabajo y de su preparación para el trabajo se basa en
tistas. Debería existir competencia entre los contratis- la división de sus contribuciones y de su habilidad en
tas y los distribuidores de servicios, de manera que el una serie de aptitudes separadas.
cliente pudiera elegir, mediante un proceso progrest- De este modo, el sector público queda dividido en
yo, el suministrador más eficiente. Los suministrado- unidades de gobiemo distintas, internamente las orga-
res ideales deberían encontrarse en el sector privado nizaciones del sector público resultan divididas en
porque afrontan la máxima competencia, pero donde unidades distintas y los trabajadores quedan divididos
no es posible y la provisión ha producirse dentro del con competencias separadas.
sector público, ha de hacerse una clara distinción en- Las relaciones entre tales entidades separadas han
tre las organizaciones clientes y contratistas. El rendi- de ser reguladas mediante contratos, semicontratos,
miento de los últimos debe, cuando sea posible, ser tratados, acuerdos en el servicio y cartas. Los docu-
probado frente a otros competidores en el mercado, o mentos estatutarios han de regular la relación entre la
con otros suministradores que podrían ser otros com- zona central del Departamento y sus Agencias Ejecu-
ponentes del sector público. En educación, existe tivas; los contratos han de regir las relaciones entre la
competencia entre los diferentes tipos de escuelas: las autoridad local y sus organizaciones de servicio di-
escuelas de la autoridad local, las escuelas subvencio- recto; documentos similares han de configurar las re-
nadas (escuelas del Gobierno central), los colegios laciones entre los servicios centrales de una autoridad
politécnicos de ciudad y las escuelas independientes, local y sus departamentos de línea; los documentos
entre las que el público puede elegir. de gestión han de regular las relaciones entre el res-
La fragmentación domina en la esfera del gobierno ponsable de un departamento y el personal bajo su
local. En lugar de la multicompetente administración cargo; y las cartas del servicio han de definir las rela-
local, se establecieron autoridades “ad hoc” para una ciones entre la autoridad local, u otra organización
única función, para el agua, la salud y el transporte del sector público, y el usuario de sus servicios. Las
público en los años 70; y en los años 80 y 90 en nue- relaciones clave han de formalizarse en expresas de-
vas unidades como las Corporaciones de Desarrollo claraciones escritas. Las relaciones no han de regular-
Urbano, las fuerzas urbanas de acción para tareas es- se mediante la jerarquía sino mediante la forma de
peciales, los encargados de acciones en viviendas, los contrato. La fragmentación ha de promover la mer-
consejos de entrenamiento e iniciativas, las escuelas cantilización; la contracrualizacñin ha de constituir la
subvencionadas, las escuelas tecnológicas de ciudad, base de las relaciones; siendo el objetivo general la
los consejos de gobierno de las escuelas de la autori- clientelización, para servir a los intereses de los con-
dad local, los encargados de hospital en el Servicio sumidores.
Nacional de Salud, y los organismos separados de in- El peligro con tales aproximaciones universalistas,
cendios y defensa civil en las áreas metropolitanas. como la nueva gestión pública, es el de que pretenda
La fragmentación ocurre dentro de las organiza- ser aplicada sin la adecuada reflexión en circunstan-
ciones del sector público. La separación se hace visi- cias inapropiadas. En la actualidad, dicha concepción
ble en la división dentro de los Departamentos del se extiende por la totalidad del sector público británi-
gobierno central entre el centro del Departamento y co. Puede ser bueno en algunas circunstancias pero
las Agencias Ejecutivas, y en las autoridades locales no en otras y existen posibles consecuencias negati-
entre Departamentos clientes y Organizaciones de vas de la aplicación irreflexiva de tal concepción.
servicio directo. Tal fragmentación interna se produ- Incluso las empresas del sector privado no rehusan
ce en todo el sector público, separando al adquirente el control directo y emplean contratos todo el tiempo.
del suministrador, al comprador del vendedor, al es- Tienden, sin embargo, a no hacerlo así en cuatro cir-
tratega del implantador, y la elaboración de la política cunstancias: cuando existe un alto grado de incerti-
de las operaciones. La vieja distinción entre política y dumbre, cuando los servicios y bienes que han de ser
administración pervive. suministrados no pueden someterse a un contrato ti-
La fragmentación ocurre también entre los indivi- po, cuando los costes inherentes con el mantenimien-
duos. Las organizaciones son concebidas como agru- to de un contrato separado para cada transacción son
paciones de individuos distintos cuyos logros indivi- demasiado elevados, y cuando los contratistas pueden

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aprovecharse de la relación porque sólo ellos dispo- blecidas nada más necesita ser hecho. Las expectati-
nen del conocimiento y la experiencia que el cliente vas vienen limitadas por los términos del contrato.
precisa para juzgar los términos del contrato. Tales Existen peligros, igualmente, con las tendencias
condiciones se dan a menudo en el sector público y competitivas. En la medida en que conseguir un con-
sugieren que la contractualización no debe aplicarse trato resulta crucial para el contratista, la potenciali-
sin un momento previo de reflexión. dad de la corrupción se incrementa; una presión inde-
La fragmentación y el operar a través de contratos bida puede ser ejercida sobre los clientes para recom-
supone ciertas desventajas potenciales. Puede existir pensar los contratos. Además, como los sectores pú-
una pérdida del sentido del interés común, tanto en la blico y privado están más entrelazados, pueden exis-
consecución de los objetivos de una organización co- tir choque de culturas y de estilos de conducta. Algu-
mo en la promoción de los valores de una comuni- nas prácticas, aceptables para el sector privado para
dad, local o nacional. Una autoridad local podría con- suavizar las relaciones comerciales, podrían imitarse
vertirse en una colección de compañías separadas, ca- por el personal en el sector público que, tradicional-
da una persiguiendo sus propios fines. mente, ha considerado tales prácticas como una com-
La división entre cliente y contratista puede disol- pra de favores impropia. La debilitación de la ética
ver la capacidad profesional porque queda separada del servicio público por la comercialización podría
en organizaciones distintas. Sin una cercana y conti- inducir a algún personal hacia prácticas corruptas o
nua interacción la organización puede perder los be- transformar las normas del mismo sector público.
neficios de un aprendizaje mutuo entre el personal, La nueva gestión pública urge una separación en-
ahora separado en diferentes organizaciones. Los tre la elaboración de políticas y las operaciones, simi-
clientes podrían carecer de la oportunidad de extraer lar a la vieja distinción entre política y administra-
la experiencia de los contratistas acerca de los proble- ción. Existen riesgos en esta relación entre “cuerpo y
mas y crisis que pueden repentinamente aparecer. No brazos”. Los elaboradores de políticas necesitan ser
pueden solicitar rápidamente la ayuda de sus compa- constantemente informados sobre el impacto de la
ñeros cercanos con quienes han venido regularmente política, sus implicaciones para las personas y el me-
trabajando durante años y en quienes confían. En dio físico. Los que distribuyen y ejecutan necesitan
efecto, la nueva gestión pública se fundamenta en una un contacto cercano con aquellos que establecen la
cultura de la desconfianza, que necesita una estipula- política, de esta manera, los elaboradores de políticas
ción detallada en los contratos de lo que se puede ha- pueden conocer rápidamente los cambios de circuns-
cer. Si hubiera confianza no existiría la necesidad de tancias y las inadecuaciones de la política actual. De
redactar expresamente lo que se requiere. modo similar, los que ejecutan precisan ser informa-
La contractualización puede tender a estimular la dos acerca de los objetivos de los elaboradores de po-
rigidez, que inhibiría la rápida adaptación a un am- líticas. El libre flujo de información resulta esencial.
biente cambiante y turbulento. Lo que en un tiempo Sin embargo, la contractualización impide la fácil co-
puede ser especificado en un contrato podría llegar a municación entre aquellos que determinan la política
ser inapropiado en otro. Un contrato intenta congelar y la estrategia y quienes la ejecutan, distribuyen los
el futuro en un molde actual, pero no puede saber có- servicios y constituyen el extremo operativo. Los ela-
mo las demandas o los gustos y el cambio tecnológi- boradores de políticas pueden quedar al margen de la
co podrán alterarlo en los años venideros. realidad de la implantación, y los que operativizan los
La contractualización, mediante el ajuste del per- objetivos de la dirección política y estratégica.
sonal a específicos objetivos y estándares, podría in- La contractualización podría dañar la responsabili-
ducir a las organizaciones a limitarse a lo declarado, dad. Puede resuliar difícil para los ciudadanos saber a
a dirigir un barco rígido, a estar todo listo y pensado quien culpar o reconocer por el rendimiento. Si existe
y a eliminar la amplitud. Sin embargo, una organiza- algún defecto en la provisión o en las operaciones,
ción adaptable a cambiantes circunstancias necesita los clientes y los contratistas pueden intentar escapar
amplitud, esto es, suavidad y elasticidad, de manera de la responsabilidad: los clientes culpando a los con-
que pueda responder rápidamente a sucesos inespera- tratistas por las ineficiencias operativas, y los contra-
dos, cambiar el personal rápidamente a nuevos pape- tistas a los clientes por fallar en la provisión adecuada
les y en nuevas combinaciones e imaginar caminos de fondos para sostener la consecución de un adecua-
innovadores. El peligro de la contractualización es do nivel de rendimiento. En términos más generales,
que puede sofocar el pensamiento: desde el momento la responsabilidad puede resentirse porque el público
en que las estipulaciones del contrato han sido esta- puede verse confuso debido a la fragmentación de

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una organización en un maraña de complejas relacio- dejando las operaciones y la ejecución a los contratis-
nes contractuales. Disponer de una serie de cartas pa- tas. En vez de una relación de “cuerpo y brazos”, de-
ra servicios determinados podría no ayudar a los ciu- sarrollarán “dedos impacientes” y querrán tratar te-
dadanos a mantener la responsabilidad de los provee- mas operativos. Los políticos, como iluminando, tien-
dores: existen costes vinculados a la aplicación de las den a tocar cualquier lugar, y si las presiones políti-
normas de calidad prometidas en las canas. cas empujan a los representantes electos a intervenir
La nueva gestión pública podría, finalmente, co- en problemas que los nuevos gestores afirman que
lapsarse por su empobrecida visión y el descuido del deben ser dejados tanto a un personal designado co-
papel de los políticos. El énfasis en el consumidor y mo a los contratistas, entonces, los políticos abando-
el usuario de los servicios es limitado: la Carta del narán a los nuevos gestores. Se dirigirán a alterar los
Ciudadano resulta mal denominada desde el momen- contratos para satisfacer las ansiedades de los electo-
to en que se refiere realmente a los usuarios de espe- res y encontrar vías para realizar los programas polí-
cíficos servicios y no a los ciudadanos. Los indicado- ticos que presentaron a los votantes en sus campañas
res de rendimiento resultan generalmente limitados electorales.
con cortedad a los particulares consumidores o clien- El cambio de la Sra. Thatcher por John Major, y la
tes. La ciudadanía supone un concepto más amplio: presentación de la Carta del Ciudadano, puede ser
los ciudadanos comprenden la totalidad de la comuni- una señal de que los políticos electos han comprendi-
dad política, no únicamente aquellos que utilizan un do los límites políticos de la fragmentación y la co-
servicio determinado. Los mismos votan para que los mercialización. La Sra. Thatcher es conocida por su
representantes sean responsables del gobierno tanto aspereza hacia la Carta del Ciudadano. La consideró
en el nivel local como nacional. Gobernar supone innecesaria: los mercados y los mercados por subro-
ponderar entre diferentes presiones para adoptar polí- gación deben distribuir lo que los consumidores quie-
ticas que atañen al conjunto de la comunidad y dirigir ren. John Major podría haber comprendido que se ne-
la política en una dirección que la comunidad desee cesita algo más. Pero su definición de ciudadano re-
o acepte. Los empleados civiles y el personal del go- sulta aún limitada a la preocupación por el usuario in-
bierno local son empleados para servir a la voluntad mediato de un servicio determinado.
de los representantes electos de los ciudadanos, no El sector público no es como el sector privado y la
solamente a determinados usuarios de los servicios. administración pública no es como la gestión de ne-
En la actualidad, la nueva gestión pública ha gana- gocios. La administración pública sirve a los requeri-
do al gobierno, pero sus intereses pueden cambiar si mientos del gobierno, y el gobierno es dirigido por
encuentra sus objetivos políticos más amplios afecta- las propuestas políticas expresadas por los represen-
dos por la promoción de la fragmentación, la comer- tantes electos del pueblo. La cultura gubernamental,
cialización y la contractualización. Una vía por la que los valores y las motivaciones provienen del proceso
podrían verse obstaculizados los propósitos del go- político, y se relacionan con las ideas sobre la comu-
bierno es que su papel representativo pudiera resultar nidad, la democracia y la ciudadanía más que con los
afectado. Como representantes electos tienen que cui- mercados, la competición y los clientes.
dar de los intereses y puntos de vista de sus electores. Los políticos se sitúan en el asiento del conductor
Las quejas y comunicaciones que los concejales y del sector público: su estilo se acomoda difícilmente
parlamentarios reciben de sus electores afectan no con el nuevo “managerialismo”. Este podría haber
tanto a la gran política y a los objetivos estratégicos conquistado a muchos en los años 80, cuando la ideo-
sino más bien al impacto de la política sobrn los mis- logia pareció atrapar algunos sectores importantes del
mos y sus áreas. Su atención recae sobre las opera- partido conservador, pero a largo plazo la incompati-
ciones y su ejecución, la distribución real del servicio bilidad entre la nueva gestión pública y el proceso
que los nuevos gestores declaran que constituyen los político obligará a la retirada del mismo.
grandes problemas, deben ser dejados a los contratis- La nueva gestión pública demanda de los líderes
tas y regulados, en cierto modo, automáticamente políticos algo que son reacios a expresar. No les gus-
mediante cartas de rendimiento. Los parlamentarios y tan los objetivos claros y específicos, que podrían dar
los concejales podrían sentirse alejados de los temas rehenes a la fortuna y munición a los oponentes para
en los cuales sus electores quieren que se vean impli- disparar después contra ellos si los objetivos no son
cados y cambiar. En tal caso, no quedarán contentos conseguidos. Prefieren la ambigiledad a ganar más
únicamente con determinar la política en un sentido apoyo e incluso una inconsistente vaguedad en los
estratégico y especificar los términos del contrato, objetivos a una difusa oposición y un máximo apoyo.
A. DAVIES & J. WILMAN, What Next? Agencies, Departaments and
Los claros objetivos específicos alienan a quienes les dic Civil Service, Londres, instilule lot Publie Poiicy Reseirch,
desagradan. Cuando los líderes políticos encuentren i99i.
que los preceptos de la nueva gestión pública frustan O. DREwRY & T. BIJTCHER, TSe Civil Service Today, Oxford, Basil
sus ambiciones políticas se volverán contra los mis- Biackwell, 2nd cd. 1991.
P. DUNLEAVY, Dencocracy, Bareaucracy and Publio Choice.
mos y perseguirán las estructuras y los procedimien- Hemel Hempstead, Harvester Wheaisheaf, 1991.
tos: H. ELCOCK, Change and Decay: Publio Administration en tSe
(a) que se asienten más en la jerarquía y el control l990s, Harlow, Longman, 1991.
directo y menos en los mercados; K. ENNALS & J. O’BRwN, TSe Enabling Role of Local Authorities,
(b) que fusionen la elaboración de la política y la Londres, Publie Finance Foundation, [990.
implantación y remuevan barreras para un contacto N. FLYNN, Public Sector Managenien:, Hemel Hempsiead.
Harvester Wheatsheaf, ¡990.
más cercano y continuo entre los que establecen la N. FLYNN a al., Managing Publio Services: Conipetition and
estrategia y aquellos que operan; Deceníralizalion, Oxford, Butterworth-Heinemann, 1992.
(c) que no resulten tan sujetos por contratos sino C. GRAHAM & T. PROSSER, Privalising Publio Enterprises, Oxford,
unidos de un modo más flexible e interactivo; y Ciarendon Press, 1988.
(d) que, sobre todo, las ofertas de los políticos se A. ORÁY & 8. JENKiNS, “Government and Publie Administration
1990-91”, Parliamentary Affairs Vot. 44, N5 4, Octubre 1991,
dirijan más a introducir sus contribuciones tanto en la pp. 572-592.
elaboración de políticas como en su ejecución. 1. GREENWOOO & O. WILSON, Publio Adn,inistration in Britain
En la actualidad y durante algunos años más, el Today. Londres, Unwin Hyman, 2nd cd. 1989.
nuevo “managerialismo” tratará la gestión del sector A. HÁRRísoN & J. GRETTON (eds.), Reshaping Central Governiení,
Oxford, Poiicy Journals, 1987.
público con poca diferencia de la gestión de una em-
M. HENKEL, Govern,nenl, Evaluation and Chan ge, Londres,
presa privada, y continuará su mantenimiento como Jestica Kingsiey, 1991.
el paradigma dominante de la concepción guberna- C. Hooo, “ A Pubiic Management for Ah Seasons?” Publio
mental. Pero a largo plazo, se verá amenazado y fi- Ad,ninistration Vol. 69, N’ 1, Primavera 1991, PP. 3-19.
nalmente desplazado. Si no constituye una panacea C. Hooo, Beyond tSe Publio Rureaucraoy State? Publio
universal entonces debe ser sustituido, necesitando un Administration in (he 1990s, Londres, London Schoul of
Economies, 1990 (Lectura inaugural).
cuidadoso análisis de donde en el sector público re- O. iONES, “La riforma amministrativa in Gran Bretagna” in 5.
sulta más apropiado y donde no. Se requiere más dis- Castese & C. Franchini, Tendenze Recenti Della R,fornia
criminación, no la adopción, al por mayor, de la mo- Ammininrativa in Europa, Bolonia. u Mulino, 989. pp. 13-73.
da actual. O. Joxes, “A Revolution in Whitehail? Clianges in British Central
Govenunení Since 1979 West European Polftics Vol. 12. N’
3, Julio 1989, PP. 238-261.
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Parliamennrn-y Affairs, Vol. 44, N0 4, Octubre 1991, PP. 505- sobre ci sector público de la Publie Finance Fundation,
520. publicado por primera vez en 1986).
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Me Publio Sector. Edimburgo, Institute of Chartered Oxford, Policy Joumais, 1988.
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H. M. TREASuRY, Compeuingfor Quali¡y, Londres, HMSO, 1991, 21st Abril i992.
Cm. ¡730.

PDhSLqD¡~,
PAPERS
REVISTA DE SOCIOLOGIA
AUTONOMA DE BAREMONA

SUMARJ
Núm. 41
Presentación
ARTICLES
CATERINA GARCÍA SECURA, La evolución del concepto de actor en la Teoría dc las Re-
laciones Internacionales
ESTHER BARBÉ, El estado como actor internacional: crisis y consolidación del sistema
de estados
RAFAEL GRASA, Las organizaciones internacionales y los nuevos desafíos globales
JAVIER SÁNCHEZ CANO, Las Naciones Unidas a finales del siglo xx
Fuivio AnINA, La Comunidad Europea: ¿organización internacional o sistema poíí-
tico?
MÓNICA SALOMÓN, Las ciudades y el desarrollo de su papel internacional
JERONI SUREDA, El Comité Olímpico Internacional: ¿un nombre para la eternidad?
NORA SAINZ, Bibliografía sobre actores internacionales

LECTURES
RAFAEL DE LORENZO GARCÍA, El nuevo derecho de fundaciones
CARMEN ALEMANY, Yo no he jugado nunca con Electro-L
HowAnn 5. BECKER, Writing for Social Scicntist. How to Srarr and Finish Your Thesis,
Book or Arride
Luís SARRIES SANZ, Sociología de las relaciones industriales en la sociedad rostmoderna
F. ANDRÉS Oiuzo, A. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, El sistema de valors deis cata ans

SUSCRIPCIONES
Número suelto: 1.500 PTA. Anual (1992, tres números: 39-41): 3.800 PTA; estudiante: 3.040 PTA;
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Spain. El abono debe hacerse mediante transferencia bancaria a la cuenta 118-54 dc ¡a oficina 424 de “la
Caixa” o con calón nominativo a Servei dc Publicacions ¿e la Univctsicat Autónoma de Barcelona (en estc
tipo de pago, sume al precio de la suscripción 250 PTA en concepto de gastos bancarios). Los envíos al
extranjero tendrán un recargo dc 3 US $ pata gastos de transporte. Para hacer efectiva la suscripción, ~sa
deberá ir acompañada del resguardo de la transferencia bancaria o del talón nominativo.
51

Las tendencias 1. Introducción


administrativas en los
Países Bajos E n el presente trabajo se indican las tenden-
cias más destacadas de la administración
pública holandesa. Los contenidos princi-
pales del análisis y la argumentación serán:
l Que durante más de treinta anos la administra-
ción pública holandesa ha permanecido sometida
a propuestas de cambio y reforma.
l Que tales propuestas no se materializaron debido
.._.-.. . a limitaciones políticas y legales, entre otras.
Uriel Rosenthal l Que, después de todo, las persistentes presiones
para el cambio y la reforma tuvieron un signifi-
L. J. Roborgh cativo impacto en la cultura y en el estilo admi-
12’ . -- = nistrativo.
l Que los factores políticos y socioeconómicos así
como también la conciencia de las potenciales
consecuencias & la integración europea pueden
Traducción: Manuel Estepa preparar el terreno para Ia reforma política y ad-
ministrativa.
l Que no obstante el carácter consensuado de la
sociedad holandesa, la política y la administra-
cibn no permiten cambios drásticos en la estruc-
tura administrativa y, ciertamente, hacen difícil
al sector público holandés dar respuesta a los de-
safíos de la integración europea y a los proble-
mas dimanantes de la turbulencia en la Europa
del este.
Expondremos, en primer lugar, los factores más
relevantes del contexto en relación con la administra-
ción pública holandesa. La sociedad y el Estado ho-
landés son bien conocidos por su historia de consen-
so. La misma ha dado cuerpo a la legislación consti-
tucional, al énfasis de las coaliciones políticas y al
gobierno colegiado, las tendencias corporativas de la
economía política y las peculiaridades del Estado del
bienestar de estilo holandés.
A continuaci&r, investigaremos el sistema admi-
nistrativo, destacando las prolongadas tensiones entre
cambio y continuidad. La teoría weberiana ha sido
siempre de gran utilidad en la explicación de los ras-
gos básicos del sector público holandés. Pero uno de-
bería tener amplitud de miras respecto a la revalori-
zación de las relaciones político-administrativas, la
solicitud de un cambio estructural y cultural en la or-
ganización y el estilo de la gestión del sector público,
y, ciertamente, respecto a las cada vez más fuertes
presiones para la culminación de fa reforma adminis-
trativa.
En la tercera parte, lo anterior se ve reducido a la
versión holandesa de la encantadora sugerencia de

U. Rosenthal, L.J. Roborgh. Departamento de Administración Pública. Universidad Estatal de Leiden.


Política y Sociedad, 13 (1993). Madrid (pp. 51-74)

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