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Individuos y organismos biológicos:

un caracol, una colonia de corales. A nivel individual se trata de entender como un


organismo sobrevive bajo condiciones físico-químicas cambiantes y como se comporta el
individuo para reproducirse, evitar a los predadores y localizar alimento

El individuo presenta características que lo diferencian de otros seres. Algunos ejemplos


de individuo: un tigre, una hiena, un colibrí, un delfín, un nogal y un ombú.

Los individuos se agrupan con los seres de su misma especie en un espacio determinado,
lo que se denomina población. Por ejemplo, una población de focas, una de humanos,
una de perros, una de cóndores, una de árboles de nogal, una de helechos, etc.

Poblaciones biológicas:
En un biotopo se encuentra por lo general un gran número de individuos de una misma
especie y se conocen como población. Se puede hablar de la población de nícuros que
viven en el río Magdalena, de los robles (Quercus humboldtii) en el Parque Chicaqué.
Todas las plantas, los microorganismos y los animales de una comunidad interaccionan
de diferentes formas (competencia por alimento, por lugares de reproducción, etc).
Una población es un grupo de organismos de la misma especie, que responden a los
mismos factores ambientales y se mezclan libremente unos con otros.
A nivel de población se desea conocer como debe ser el tamaño de la población para
garantizar que se produzcan suficientes descendientes para permitir que la población
persista. También nos interesa saber si en la población hay suficiente variabilidad
genética para permitir la adaptación evolutiva a cambios ambientales. Una especie es una
población o un grupo de poblaciones que están aisladas genéticamente de otras
especies. Aunque en ecología no se incluye el nivel de jerarquía de especie per se, es
necesario estudiar las especies, para entender la evolución de los ecosistemas a largo
plazo.

Comunidades biológicas:
Los organismos propios de un biotopo constituyen una comunidad o biocenosis. Una
comunidad de páramo incluye todas las plantas, animales y microbios que viven en el
páramo de Chisacá.
La comunidad es un grupo de poblaciones de diferentes especies, que viven en un mismo
lugar o biotopo. A nivel de la comunidad se trata de buscar las interacciones
interespecíficas que podrían causar cambios en el tamaño de las poblaciones de las
especies que conviven en un biotopo.
Por ejemplo: una población de predadores podría sobre-explotar una especie presa y
luego declinar abruptamente; una especie introducida podría ser más eficientes en usar
un recurso limitado y reducir la oportunidad de las especies nativas, cuya población
declinaría rápidamente.
Composición de la comunidad Los organismos vivos pueden ser clasificados inicialmente
desde el punto de vista de su alimentación. Los autótrofos o productores son los
organismos que tienen la capacidad de elaborar sus componentes orgánicos, mediante
fotosíntesis o quimiosíntesis, a partir de sustancias inorgánicas y minerales que les
proporciona el medio abiótico. Los heterótrofos o consumidores son los organismos que
utilizan para su metabolismo la materia orgánica procedente de otros organismos. La
transferencia de materia a través de los seres vivos se realiza por medio de cadenas
tróficas o redes alimenticias. Componentes abióticos Los componentes del medio abiótico
se pueden agrupar en:
Compuestos inorgánicos, como carbono, nitrógeno, agua, fósforo, azufre; es decir
aquellos elementos que fluyen entre el componente biótico y abiótico del ecosistema, en
los ciclos biogeoquímicos.
Compuestos orgánicos, los cuales fluyen en el ecosistema en las cadenas tróficas.
Factores climáticos, como la temperatura, luz, humedad, presión atmosférica y se
relacionan con la posición sobre el globo terráqueo. Factores edáficos, que se relacionan
con el ciclo geológico y los factores y procesos formadores del suelo.
Los componentes bióticos y abióticos de cualquier ecosistema están íntimamente
entrelazados en la naturaleza, que resulta difícil desde el punto de vista funcional
establecer una separación clara entre ellos. Así por ejemplo los elementos biológicos
CHONPS, los cuales constituyen las moléculas orgánicas de los seres vivos se
encuentran en el medio externo, tanto en la atmósfera, como en el suelo y fluyen de
manera constante entre los diferentes componentes del ecosistema. Desde el punto de
vista funcional, el ecosistema puede ser analizado en términos de:
Flujo de materia y energía.
Productividad.
Regulación.

Definición de ecosistema:
Cuando se considera la comunidad junto con el medio abiótico, se habla del ecosistema.
La totalidad de los ecosistemas del planeta tierra forman la biosfera.
Se denomina Ecosistema a la unidad básica de interacción organismo-ambiente que
resulta de las complejas relaciones existentes entre los elementos vivos e inanimados de
un área dada. A nivel de ecosistema estamos interesados en las corrientes marinas, el
tiempo reproductivo de las especies y cualquier hecho o factor que explique la estructura
total de un ecosistema. Aunque es conveniente dividir el mundo vivo en ecosistemas 4
diferentes, cualquier investigación revela que raras veces hay límites definidos entre éstos
y que nunca están del todo aislados. Muchas especies son parte de dos o más
ecosistemas al mismo tiempo, o se trasladan de uno a otro como ocurre con las aves
migratorias.
El Ecosistema es un sistema biológico funcional, formado por una comunidad de un área
determinada y su medio, estableciéndose de forma necesaria entre los organismos y el
medio abiótico un flujo de intercambio de materia y energía.
El término ecosistema puede ser aplicado a biocenosis y medios de extensión muy
variables: un árbol, un bosque, un océano. Pero siempre se tratará en definitiva de un
sistema donde hay fijación de energía solar, circulación y transformación de materia
orgánica y nutrientes por acción de los seres vivos y su metabolismo.
La unidad funcional en ecología es el ecosistema y se considera unidad por que es un
sistema cerrado para el flujo de la materia y porque incluye, además de organismos - la
comunidad o biocenosis - un medio abiótico, con una interrelación entre ambos
componentes. Es decir :
Ecosistema = comunidad + medio abiótico
La asignación de unos límites definidos a un determinado ecosistema es difícil, debido
que hay una relación funcional que se establece entre los distintos seres vivos y los
factores abióticos del medio.

Flujo de energía en los ecosistemas


Todos los seres vivos que habitan en un ecosistema necesitan materia y energía para
ejecutar sus funciones vitales y, así, desarrollar sus ciclos de vida. Los seres vivos de un
ecosistema se agrupan en niveles tróficos según la forma en la que obtienen materia y
energía, distinguiendo los siguientes niveles:
 Productores: formado por organismos autótrofos encargados de captar y usar la
energía solar para transformar la materia inorgánica en orgánica.
 Consumidores: son los organismos heterótrofos que se alimentan de los
productores obteniendo así la materia y energía necesarias. Estos se dividen
en consumidores primarios, consumidores secundarios y consumidores terciarios,
según su relación de depredación.
 Descomponedores: el grupo de los organismos descomponedores incluye las
bacterias y hongos que descomponen y transforman los restos orgánicos e
inorgánicos en materia que será posteriormente usada para los productores.

De esta manera, la energía fluye en un ecosistema al ser captada y fijada en forma de


materia por los productores e irse transfiriendo a niveles tróficos superiores, siempre a
través de relaciones de depredación, dando lugar al flujo de materia y energía de los
ecosistemas. Para ampliar todavía más este tema y entender mejor los flujos entre los
niveles, te aconsejamos leer este otro post de EcologíaVerde sobre Qué son los niveles
tróficos, cuáles son y ejemplos.

Cómo es el movimiento de energía dentro de un ecosistema


El sol es la principal fuente de energía para la mayoría de los ecosistemas del planeta
Tierra. Pero, si el sol da la energía necesaria, ¿cómo se da el flujo de energía en los
ecosistemas? Este es el proceso:
1. La energía solar es absorbida y fijada en materia mediante fotosíntesis por los
productores, componentes de la base de la cadena trófica; la energía fijada
mediante el proceso de fotosíntesis equivale solo el 1% de la cantidad total de
energía solar que llega a la superficie terrestre.
2. Esta energía, junto con la materia en forma de biomasa, es transferida en los
siguientes niveles tróficos hasta llegar a niveles superiores con una eficacia de
entre 10-20% entre un nivel y otro, dando lugar al flujo de materia y energía del
ecosistema.
3. La energía dentro de un ecosistema se va disipando a medida que avanza por el
ecosistema, es decir, es poco a poco liberada al medio en cada nivele trófico en
forma de calor a través del proceso de respiración celular. Estas pérdidas de
energía entre los diferentes niveles tróficos limitan la longitud de las cadenas
tróficas y la biomasa que alcanzará los niveles tróficos superiores. De esta
manera, el flujo de energía en un ecosistema es unidireccional, es decir, avanza
en dirección única desde los productores hasta los niveles tróficos superiores.
4. Por el contrario, la materia que resulta de cada nivel trófico (cadáveres de seres
vivos, restos de sus organismos, excrementos, ramas, hojas secas...) se va
acumulando en el suelo y queda a disposición de los organismos
descomponedores que, a su vez, también liberan la energía en forma de calor al
medio.
5. Estos descomponedores se encargan de transformar esta materia orgánica y
devolverla al medio en forma de materia inorgánica, la cual será otra vez utilizada
por los organismos autótrofos para entrar en la red trófica. Por lo tanto, se
distingue un ciclo de materia cerrado y flujo de energía unidireccional.
Unas de las características del flujo de energía en los ecosistemas más importantes es
que, por un lado, la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma y que, por otro
lado, este cambio de forma conlleva una pérdida de la energía en forma de calor.
Ejemplos del flujo de energía en los ecosistemas
La estructuración de los ecosistemas en niveles tróficos y su flujo de energía ocurre de
manera parecida tanto en ecosistemas terrestres como marinos, con la excepción de
algunos organismos marinos que no usan el sol como fuente de energía. Para dejar claro
el concepto tratado en este artículo nos centraremos en el sistema terrestre y,
específicamente, en el ejemplo de red trófica del bosque. Por lo general, en un bosque se
pueden identificar los siguientes componentes de la red trófica:
 Productores: los árboles, los arbustos y las plantas.
 Consumidores primarios: los conejos, los ratones y las ardillas.
 Consumidores secundarios: desde el zorro al halcón.
 Carroñeros: los zorros y los buitres.
 Descomponedores: los insectos, los hongos y las bacterias, entre otros
microorganismos varios.
Flujo de energía en la red trófica del bosque
1. El agua y las sales minerales presentes en el suelo son absorbidas por las raíces
de los árboles y plantas, para ser transportadas hasta las hojas donde, junto con
el CO2 y la energía capturada del sol, se fabrica la materia orgánica por el
proceso de fotosíntesis.
2. Estas plantas serán consumidas por los consumidores primarios.
3. Estos, a su vez, serán consumidos por sus depredadores, los consumidores
secundarios y terciarios que depredan a los niveles inferiores.
4. También, las hojas que se desprenden de los árboles y plantas, las ramas, los
frutos, etc., se van acumulando en el suelo del bosque y, los descomponedores,
serán los encargados de transformar la materia orgánica en nutrientes
inorgánicos. Estos nutrientes, serán nuevamente absorbidos por las raíces de
plantas y árboles, empezando de nuevo el ciclo.
En la imagen de aquí abajo puedes ver otro ejemplo más general sobre este tema, pues
verás reflejada una red trófica del suelo, que también sirve como ejemplos para entender
el flujo de energía en los ecosistemas.

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