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Música y elaboración
Arpeiio
Un arpegio es una serie de saltos en la misma dirección entre notas de un solo acorde.
El ejemplo 2.8a muestra algunos ejemplos de arpegiaciones y también introduce la no-
Observe que el cuarto arpegio en el ejemplo 2.8a contiene una séptima (FA
en un acorde de SOL). Las séptimas son consideradas, generalmente, un
intervalo disonante, pero la séptima de dominante es una sonoridad tan
importante en la música tonal que la mayoría de los analistas consideran la
séptima como una especie de consonancia honoraria en tal contexto. La
mayoría de los acordes de séptima (particularmente los que involucran a
una séptima mayor) se consideran demasiado disonantes para ser tratados
de esta manera. Pero, otra excepción es el acorde de séptima disminuida.
Como la séptima disminuida es una sucesión de terceras menores, no
contiene disonancias y, por lo tanto, puede arpegiarse.
de escuchar que los arpegios confusos en semicorcheas de la superficie. El análisis
muestra cómo la música se divide en unidades de dos compases unificadas melódica y
rección o si la armonía cambia, se trata, en consecuencia, de más de una elaboración armónicamente, una división que bien podría hacerse intuitivamente, pero el análisis
melódica en términos Schenkerianos. Es muy importante evitar los errores del ejemplo schenkeriano proporciona un método formal y una notación específica para analizar la
2.8b: en el primer compás, dos arpegios (uno en cada dirección) se agrupan incorrecta- forma y el dinamismo de las frases en tales términos.
mente en una sola ligadura; en el tercer compás se agrupan una serie de notas que im- Schenker usa la palabra Brechung (que significa "quebrar" como en acordes quebra-
plican una armonía sin sentido. Una suerte de bitonalidad que agrupa al I y al V no tiene dos) para describir los arpegios i. Un salto entre dos notas no se considera generalmente
lugar en el lenguaje tonal del análisis schenkeriano. un arpegio porque a menudo se entiende mejor como un movimiento entre dos voces
El movimiento final de la Sonata para piano, Op. 27, No. 2 de Beethoven "Claro de
Launa" (ejemplo 2.9), es un ejemplo claro de arpegiaciones en diferentes capas de la tex-
tura musical. Laas ligaduras en la mano derecha en los dos primeros compases sugieren
que escuchamos la continuidad de la superficie musical que se quiebra por un cambio
de dirección antes del comienzo de cada arpegio (SOLa♯ a SOLa♯ en el primer grupo de
cuatro semicorcheas, DO♯ a DO♯ en el segundo, etc.).
Por debajo de esta superficie llena de notas es posible distinguir una serie de arpegios
más lentos y que abarcan dos compases en un segundo plano. Hay tres razones inme-
diatas por las que la elección de las notas marcadas con plicas y líneas horizontales pare-
ce intuitivamente persuasiva en el Ejemplo 2.9: primero, estas notas son melódicamente
prominentes como la nota más aguda de cada arpegio; segundo, coinciden con el pulso
subyacente de negra; tercero, constituyen una arpegiación de dos octavas por derecho
propio (por ejemplo, desde SOLa♯ al comienzo del c. 1 hasta la misma nota al final del c. 2).
Una de las críticas que a veces se formulan al análisis schenkeriano es que reduce la
superficie a un esqueleto intermedio que poco tiene que ver con la experiencia auditiva.
El ejemplo 2.9 es un buen contraejemplo, porque el tempo rápido de este fragmento
hace que el arpegio de dos compases del nivel de base media sea, en realidad, más fácil
Observe que un análisis de Schenker no intenta anotar la duración. El
ejemplo 2.10a muestra la sucesión de notas sin indicar cuánto dura cada
una. La notación rítmica y la articulación se eliminan para que los mismos
símbolos se puedan usar para comunicar el análisis, en este caso la
agrupación de estos tonos en arpegios.
bordaduras completas: la nota disonante se encuentra entre dos apariciones de la mis-
ma nota de la armonía subyacente (DO). El ejemplo 2.11c, por otro lado, es una bordadura
superior incompleta. En el ejemplo 2.11d, una bordadura superior (RE) y una inferior (SI)
realizan una especie de movimiento de pinza sobre la nota consonante (DO); esta figura
a veces se denomina doble bordadura.
Laas bordaduras son una elaboración de superficie bastante familiar. De hecho, casi
todo el segundo preludio de El Clave Bien Temperado de Bach está construido por ela-
boraciones de bordaduras. El ejemplo 2.12 muestra el primer compás de este preludio en
de una melodía compuesta. El ejemplo 2.10a es ilustrativo de esta situación. En el c. 1, el
DO menor. En el primer tiempo, DO y MI♭ forman parte de la armonía del acorde I en DO
violín en el pentagrama superior reproduce una serie de arpegiaciones de dos notas del
menor. El RE, sin embargo, no es parte de este acorde; es un embellecimiento del Mi♭
acorde de I en RE menor. Cada dos notas, la melodía cambia de dirección, por lo que las
desde el cual se mueve por paso antes de volver a la nota de la armonía de DO menor.
notas deben dividirse en pares de esta manera. Al igual que con los ejemplos de la melo-
Además, el ejemplo 2.12 es también un ejemplo de melodía compuesta. Sin las borda-
día compuesta anterior, las corcheas se pueden simplificar para mostrar una textura de
duras, la mano derecha simplemente salta entre las notas de la armonía de tónica, ela-
dos voces, como se muestra en el pentagrama superior del Ejemplo 2.10a. Tanto la voz
borando el acorde de tres voces que se muestra en el pentagrama superior. Laa mano iz -
superior como la inferior de esta versión simplificada se pueden entender como arpe-
quierda decora de manera similar una melodía compuesta, esta vez con notas bordadu-
giaciones descendentes de tres notas, marcadas con ligaduras en el ejemplo. Laas negras
ras inferiores (los FA son bordaduras de SOLa).
del bajo también se simplifican de esa manera, en acordes de dos notas. El patrón com-
Si las bordaduras en Bach son, en gran medida, un fenómeno de la superficie, en el
pleto se repite en el compás siguiente, pero elaborando el acorde de V.
ejemplo 2.13 juegan un papel más importante en la configuración de un breve pasaje del
Bordadura
Una bordadura (Nebennote en alemán) se relaciona por pasos conjuntos con la nota
que elabora y suele ser disonante con la armonía subyacente. Una bordadura completa
se aleja de la nota de armonía y luego regresa, mientras que a la bordadura incompleta
le falta la primera o la última nota de la armonía. Laos ejemplos 2.11a y b son, por lo tanto,
gresión de nota de paso abarca una tercera: el RE conecta al DO y al MI creando una pro-
gresión lineal ascendente. Tal progresión se conoce como progresión de tercera (3-prg)
porque abarca un intervalo de tercera. Laa mayoría de las progresiones lineales se entien-
den mejor como la elaboración de un salto entre notas que pertenecen a diferentes vo-
ces dentro de un mismo acorde. El ejemplo 2.14a es, por lo tanto, un movimiento desde
una voz más baja (DO) a una voz más alta (MI) dentro de la misma armonía de DO mayor.
Laos ámbitos armónicos y contrapuntísticos son, por lo tanto, interdependientes: la armo-
nía está animada por la melodía, pero una melodía solo puede tener sentido en la música
Impromptu de Schubert. Como se muestra en el Ejemplo 2.13, la mano derecha salta en-
tonal a través de su relación con la armonía subyacente.
tre dos voces en los dos primeros compases. Ambas voces son, a su vez, elaboraciones
El ejemplo 2.14b se analiza de acuerdo con el mismo principio: la primera y la última
completas de bordaduras: una superior en la voz superior y una inferior en la parte infe-
nota están en consonancia con la armonía (DO mayor) y el acorde resultante de dos no-
rior. Mientras que la melodía compuesta en Bach estaba decorada con bordaduras, en
tas se desarrolla mediante un movimiento de la voz superior (DO) a la inferior (SOLa). Laa
Schubert la melodía compuesta formada por dos voces dan como resultado un par de
progresión lineal, por lo tanto, crea una unidad coherente. Laas dos notas disonantes (SI y
bordaduras.
LaA) completan el espacio, creando continuidad a través de las cuatro notas. El ejemplo
Incluso, en este breve ejemplo, uno puede ver la relación compleja entre armonía y
2.14c es, del mismo modo, la elaboración de un acorde de dos notas que involucra a DO y
contrapunto en la teoría schenkeriana. El MI♭ y el LaA son elaboraciones de RE y SI♭, res-
SOLa, abarcando esta vez un intervalo de quinta.
pectivamente y, como tales, se pueden entender desde un punto de vista puramente
Laas progresiones lineales juegan un papel central en el análisis schenkeriano porque
contrapuntístico. Por otro lado, estas notas pueden entenderse como parte de una pro-
nos permiten mostrar cómo los pasajes de música de varias longitudes son elaboracio-
gresión armónica de tónica-dominante-tónica. Laas figuras de la bordadura se presentan
nes del tipo de movimiento por paso preferido en el contrapunto por especies. Propor-
como una realización contrapuntística de la tónica de SI♭ mayor. Como MI♭ y LaA son di-
cionan unidad alrededor de la cual se pueden elaborar adornos complejos en la superfi-
sonantes en relación con la armonía principal, crean una tensión que se resuelve solo
cie.
cuando la figura de la bordadura se completa. Una cuestión interesante del análisis
Un ejemplo bastante simple de progresiones lineales en la superficie se puede ver en
schenkeriano es la forma en que tales patrones de tensión y distensión pueden proyec-
el ejemplo 2.15. Laa armonía del acorde I en Sol mayor sigue siendo la misma a lo largo de
tarse a fragmentos cada vez más prolongados.
los cuatro compases y está elaborada por una progresión de tercera ascendente seguida
Proiresiones lineales A partir de este punto, la capa analítica subyacente de los ejemplos se
presenta en la parte superior y el resto de la música a continuación. Los
Una progresión lineal (Zug) implica un movimiento de paso en una dirección entre dos analistas schenkerianos presentan sus gráficos de esta manera porque
notas de una misma armonía. Un simple ejemplo se muestra en 2.14a, en el que una pro- están más interesados en mostrar cómo se puede entender que la música
se genera desde los niveles subyacentes, antes que detenerse en el proceso
de reducción.
En el ejemplo 2.15, las notas de paso son disonantes y, como resultado, no pueden ela-
borarse fácilmente. Una característica clave de las progresiones lineales es que a medida
que nos movemos hacia niveles superiores, por debajo de la superficie de la música, las
notas de paso ya tienen su propio soporte armónico en la superficie y, por lo tanto, pue-
den embellecerse. El ejemplo 2.16 proporciona una ilustración de este proceso. En el ni-
vel subyacente (ejemplo 2.16a) aparece la nota de paso RE que es disonante con la ar -
monía de tónica que prolonga. En el ejemplo 2.16b, sin embargo, el RE tiene al SOLa como
soporte en el bajo (sugiriendo la armonía de dominante), lo que permite que en el ejem-
plo 2.16c sea elaborada por una progresión de tercera. El análisis schenkeriano busca en-
tender la música de esta manera, imaginando cómo la superficie (ejemplo 2.16c) surge
de capas hipotéticas más simples debajo de ella.
por una progresión descendente de cuarta. Vale observar que el ejemplo 2.15a no mues- El ejemplo 2.17 muestra una progresión de tercera al comienzo de un tema y variacio-
tra la repetición de la nota SOLa en el bajo. Esto se hace generalmente así, para omitir en nes de Mozart. Para entender esta música desde una perspectiva schenkeriana, se debe
la reducción el desorden en el análisis. En este ejemplo también he omitido la voz inte - comenzar por el pentagrama superior e imaginar el pasaje que se va desarrollando des-
rior de la mano derecha. Normalmente, es una buena idea retener las voces internas en de sus orígenes más simples, como si fuera una planta que crece a partir de una semilla.
un análisis de superficie, pero las he omitido aquí en aras de la claridad.
Desplieiue
Como se describió en la discusión de la melodía compuesta, una sola línea puede im-
plicar más de una voz. Un tipo común de elaboración es que una melodía salte entre dos
voces implícitas, un procedimiento que Schenker llama despliegue (Ausfaltung). Laa
mano derecha del piano en el c. 51 del ejemplo 2.19 desciende en terceras paralelas. El
primer compás del extracto es similar, pero en lugar de presentar las terceras como dos
voces simultáneas, las semicorcheas saltan de una a la otra alternándose. Laos acordes de
dos notas (un fenómeno vertical) se despliegan horizontalmente de a dos. Un despliegue
Algunos analistas discuten tales saltos de dos notas en términos Un despliegue de superficie como el del ejemplo 2.20 se puede anotar de
ligeramente diferentes, particularmente, Forte y Gilbert, que distinguen manera más simple para evitar saturar la partitura. La voz superior está
los embellecimientos ascendentes o descendentes de una tríada completa marcada con una plica hacia arriba y las dos notas se conectan con una
(una arpegiación) y aquellos que saltan de una nota a cualquier otra de un ligadura o una línea diagonal, en cuyo caso se puede agregar una plica
mismo acorde (un salto consonante). Se puede utilizar esta terminología y descendente a la nota inferior. En despliegues de base media más
a veces puede ser útil, pero la mayoría de los saltos consonantes se complejos (como en el ejemplo 2.21) la notación formal es más clara.
entienden mejor en términos de una melodía compuesta en tanto
despliegues.
ta la superficie musical en el ejemplo 2.20c. El pentagrama superior del ejemplo 2.20a
muestra la estructura implícita de dos voces: la voz superior permanece en SI♭ mientras boraciones. Aunque puede parecer más simple etiquetar esto como una progresión des-
la voz interior se mueve por paso. Como se muestra en el Ejemplo 2.20b, los dos acordes cendente de cuarta, entenderla como un despliegue que se rellena con una progresión
están en direcciones opuestas, ya que la melodía primero salta una tercera y luego as - expone la estructura subyacente de dos voces y, al mismo tiempo, permite descubrir la
ciende una cuarta. Dado que los despliegues son en diferentes direcciones, la primera y tercera ascendente y luego descendente por debajo de la superficie musical. El siguiente
la última nota de la melodía forman la voz superior (SI♭) mientras que la segunda y la despliegue se rellena con un arpegio ascendente, mientras que el intervalo de sexta del
tercera corresponden a la voz inferior. acorde final (SOLa en la voz superior y SI en la voz intermedia) no se despliega en absolu-
Hay varias maneras de anotar el despliegue, pero las plicas y líneas horizontales del to. Por lo tanto, el nivel de superficie implica varios tipos diferentes de elaboración, pero
ejemplo 2.20b son, formalmente, el método más apropiado para hacerlo. Laa plica hacia que, en definitiva, se mantienen unidos por la estructura subyacente de dos voces que
arriba en la primera nota muestra que esta es la voz superior y la plica hacia abajo de la se muestra en el Ejemplo 2.21a. Laa forma básica de este pasaje se expone en el ejemplo
segunda indica que es la voz inferior. Laas dos notas del despliegue están conectadas por
plicas adicionales en direcciones opuestas, conectados por una línea diagonal. El segun-
do despliegue se presenta de la misma manera, pero con las direcciones de las plicas al
revés.
En los ejemplos 2.19 y 2.20, la melodía salta entre dos voces sin ningún tipo de inte-
rrupción, siendo un tipo de despliegue que aparece en primer plano, justo en la superfi-
cie de la música. El ejemplo 2.21 muestra un despliegue en la base media que está deco -
rada, a su vez, de varias maneras en la superficie y, por lo tanto, es un poco más difícil de
detectar. El ejemplo 2.21a muestra la estructura implícita de tres voces en la música: el
bajo mantiene un pedal de tónica; la voz superior consiste en una progresión de tercera,
primero ascendente y luego descendente; la voz del medio dobla el pedal antes de relle-
nar las armonías subyacentes hacia el final.
El pentagrama superior -el de la mano derecha- del ejemplo 2.21b muestra cómo las
dos voces superiores se elaboran y embellecen. El intervalo de tercera se despliega con
un salto ascendente, al que le sigue un despliegue descendente desde LaA♭ hasta MI♭.
Mientras que el primer despliegue no está embellecido, el segundo se rellena con notas
de paso. Laos despliegues suelen aparecer de esta manera, junto con otros tipos de ela-
Puntos adicionales este tipo debe dar sentido a la armonía objetivo, el acorde que sustenta a la nota final.
Cuando los fragmentos un poco más complejos arrojen problemas que no
son inmediatamente relevantes para el tema en discusión, tales cuestiones Este es el caso en la progresión de tercera analizada en la segunda parte del ejemplo
se abordarán brevemente fuera del texto principal. Algunos de tales 2.22. El RE corresponde al II grado, mientras que el SI está armonizado por el acorde de
problemas surgen del Ejemplo 2.21: V. El SI y el RE son notas del acorde de dominante, por lo que la progresión da sentido a
1. Ya hemos hablado sobre acordes seis-cuatro de paso y este es otro
buen ejemplo. La nota de paso LA♭ está armonizada por un acorde la armonía objetivo del fragmento.
seis-cuatro que podríamos considerar como un IV en segunda Sin embargo, hay una excepción a esta regla general, que se aprecia en la progresión
inversión. El carácter de subdominante de este acorde se enfatiza por
el RE♭ del segundo tiempo del c. 1, que hace que la tónica suene de cuarta con la que se abre el ejemplo 2.22. A veces, la última nota de una progresión li-
brevemente como una séptima de dominante de LA♭. Sin la nota de neal que comienza en la tónica está armonizada por la dominante. En este caso, DO y
pedal esto podría considerarse una armonía de subdominante. El SOLa pertenecen a la armonía de tónica, pero la llegada a SOLa está marcada por un cam-
acorde de dominante que continúa está restringido de la misma
manera. bio de armonía hacia la dominante. Un movimiento de tónica hacia la dominante en el
2. Las dos progresiones de tercera parecen ir contra el principio curso de una progresión lineal, como en este ejemplo, es la única excepción al principio
expuesto anteriormente de que deben ser un movimiento entre dos
voces de una misma armonía. Aquí, el SI♭ está armonizado por un V anterior de que una progresión lineal debe dar sentido a la armonía a la que se arriba. Laa
en lugar de la armonía de tónica. Como se verá más adelante, es razón de esta excepción es que la relación entre la tónica y la dominante es tan fuerte
bastante común que el principio y el final de las progresiones lineales que incluso puede entenderse el sentido armónico general de la progresión.
estén armonizados por la dominante: el movimiento hacia y desde el
V refuerza, en lugar de debilitar, el sentido general de la tónica. Séptimas dominantes
3. Las voces internas se omiten en el ejemplo 2.21b para evitar un
análisis demasiado abigarrado y así poder leerlo fácilmente. Las voces Hasta ahora he definido a la progresión lineal como un movimiento por pasos entre
internas no deberían quedar fuera del análisis a la ligera, pero aquí se notas que están en consonancia con la armonía que la sustenta. Sin embargo, un área
puede ganar mayor claridad por su omisión antes que dejarlas allí.
gris es la séptima dominante, de la que ya hemos hablado en relación a las arpegiacio-
2.21a como un arco, un simple ascenso y descenso. Como veremos, la ambición de nes. Schenker ofrece consejos algo contradictorios en esta área, pero presenta muchos
Schenker era revelar formas subyacentes de este tipo en una escala mucho mayor. Ir ejemplos en los que muestra claramente que se están elaborando séptimas de domi-
más allá de los detalles inmediatos de la superficie musical es una habilidad importante nante. En su libro de texto sobre el análisis schenkeriano, Allen Cadwallader y David Gag-
a la que recurren los docentes de interpretación musical, cuando piden a los alumnos né definen tales casos como progresiones lineales secundarias, reconociendo su existen-
que consideren la forma y la dirección a más largo plazo de una línea. El propio Schenker
era profesor de piano y, hasta cierto punto, sus análisis pueden entenderse como un in-
tento de formalizar este tipo de pensamiento musical de largo alcance.
en primera inversión en los tiempos débiles (III6-IV6, etc.). Tiene más sentido entenderlo
Patrones interválicos lineales
en términos del patrón interválico lineal 5-6-5-6. Esto no significa que no podamos ex-
En el extracto de Mozart del ejemplo 2.6 vimos cómo una superficie compleja era, en plicar este fragmento de Corelli en términos de las ideas esbozadas hasta ahora, tal
los niveles superiores, la elaboración de un contrapunto de nota contra nota. En Mozart, como se muestra en el ejemplo 2.27c: la armonía dominante subyacente se elabora me-
este contrapunto consistía en una sucesión de sextas paralelas, un ejemplo muy simple diante una progresión ascendente de cuarta en la voz superior, contrapuesta a una pro-
de un patrón interválico lineal: la repetición de un intervalo o serie de intervalos. Un pa - gresión ascendente de tercera en el bajo. El patrón interválico lineal explica, simplemen-
trón un poco más complejo que ocurre con mucha frecuencia es la alternancia de quinta te, cómo las voces superiores e inferiores interactúan contrapuntísticamente.
y sexta, como se ve en el ejemplo 2.27. Laas dos voces inferiores de este fragmento se El ejemplo 2.28, otro fragmento de una sonata para violín de Corelli, muestra un pa-
mueven por terceras paralelas. Pero la voz superior se mueve en el segundo y cuarto trón interválico lineal un poco más complejo. Aunque solo hay dos partes, el violín repro-
tiempos de cada compás, creando el patrón 5-6 con el bajo. duce una melodía compuesta, saltando entre dos voces superiores (ejemplo 2.28b). El
Este pasaje es bastante extraño como progresión armónica, con acordes ascendentes contrapunto resultante es de tres voces (que recuerda a la tercera especie) intercala una
en estado fundamental (V-VI-VII, etc.) en los tiempos fuertes, intercalados con acordes serie de suspensiones de séptima, que resuelven a distancia de décima con el bajo (7-10-
7-10). Es muy común que los patrones interválicos lineales se asocien con secuencias
melódicas, en el que las dos partes repiten un patrón descendente como en este caso.
Como en el ejemplo 2.27, la estructura contrapuntística subyacente puede entender-
se como una progresión lineal (una sexta descendente en la voz superior, desde DO has-
ta MI, como elaboración de una armonía de DO mayor), pero la noción de patrones inter-
válticos lineales puede ayudar a explicar en términos simples lo que de otra manera pa- día compuesta de bajo albertino. Pese a la simplicidad de este fragmento, la relación en-
recería una elaboración bastante compleja. tre las arpegiaciones en la mano derecha y las notas en el tiempo fuerte de cada compás
plantea una pregunta interesante. El ejemplo 2.29c sugiere interpretar al pasaje como
Solapamiento una serie de despliegues: el DO del primer compás se despliega hasta la voz superior del
El ejemplo 2.29 muestra un breve pasaje de un Andante de Mozart en el que la princi- arpegio (MI), repitiéndose el mismo patrón de despliegue de tercera en el segundo com-
pal forma de elaboración es el arpegio: en la mano derecha cada compás finaliza con un pás. Laa elaboración subyacente en la voz superior es, por lo tanto, una bordadura MI-FA-
arpegio ascendente, mientras que la mano izquierda salta entre tres voces en una melo- MI. Esta es una solución lógica si nos atenemos a las herramientas analíticas presentadas
hasta ahora, pero no es musicalmente intuitiva por dos razones: primero, privilegia la úl-
tima semicorchea de cada compás por sobre las corcheas del principio del compás mu-
cho más enfatizadas. Segundo, no refeja el hecho de que los arpegios al final de cada
compás se sienten como si se dirigieran sin pausa al inicio del siguiente. Interpreten este
extracto en el piano para ver si acuerdan o no con esta interpretación analítica.
El ejemplo 2.29d ofrece una solución alternativa, interpretando el pasaje en términos
de lo que Schenker llama solapamientoii (Uebergreifen). En lugar de entender el MI del
final del primer compás como una voz superior, este análisis lo muestra como "llegando
desde arriba" a la progresión de tercera subyacente para caer sobre el RE. Esta lectura
refeja mucho mejor el sentido de que el final de cada compás conduce al siguiente
tiempo acentuado.
Por lo tanto, un solapamiento posee dos elementos: en primer lugar, implica saltar
por sobre encima de la voz principal. En segundo término, debe descender por paso ha-
cia la nota que está elaborando. Casi siempre implica una progresión lineal ascendente,
una arpegiación decorada por una bordadura incompleta descendente o una progresión
de tercera. El tema de la segunda fuga en LaA mayor del Clave bien temperado de Bach
(ejemplo 2.30) ofrece un ejemplo más compacto del mismo patrón. Después de una rá-
faga inicial de semicorcheas, cada paso de la progresión ascendente de quinta está pre-
ma el solapamiento. Este es el caso en la progresión de quinta que se muestra en el
ejemplo 2.32, que está decorado con una serie de bordaduras inferiores. Cada nota de la
progresión de quinta se alcanza llegando desde las bordaduras inferiores. Este tipo de
solapamiento es menos frecuente que el primero, pero el ejemplo 2.33 muestra una fi-
gura que se encuentra con facilidad en la que el primer tipo es seguido por el segundo, lo
que resulta en una doble bordadura primero de SI y luego de RE.
Intercambio de voz
cedido por un solapamiento de tercera para caer por paso a la voz principal. Como en el
Laa progresión ascendente de quinta mostrada en el ejemplo 2.34a no tiene adornos,
ejemplo anterior, no es fácil explicar este pasaje al tratar esta serie de terceras como
excepto el FA, que está elaborada por un par de progresiones de terceras en movimiento
despliegues.
contrario en las voces superior e inferior. Estas progresiones lineales en el segundo com-
Además de elaborar progresiones lineales ascendentes, el solapamiento también se
pás son una decoración de un procedimiento subyacente más simple, que Schenker lla-
encuentra junto a arpegios ascendentes. El ejemplo 2.31 muestra un ejemplo de ello. Laa
ma intercambio de voz. El FA en la voz superior, como se muestra con la línea diagonal,
melodía salta para luego descender por paso a la segunda y tercera notas de un arpegio
se intercambia con el FA del bajo, mientras que el LaA en el bajo se intercambia con la voz
de FA♯ menor. A diferencia de los ejemplos anteriores, el primer solapamiento genera
superior. Por lo tanto, terminamos con las dos voces intercambiando notas. En este
una armonía diferente: un acorde de séptima disminuida sobre MI♯ que resuelve en un
ejemplo, la parte superior despliega un intervalo de tercera, desde FA a LaA, pero debido a
retorno a la nota tónica original. El segundo solapamiento es un poco más complejo por-
que el bajo hace lo opuesto al mismo tiempo (desplegándose de LaA a FA), la figura com-
que la anticipación de MI♯ al final del primer tiempo del c. 17, la melodía también incor-
pora un despliegue. El FA♯ al inicio del compás es, como se muestra en la figura, un re-
tardo del MI♯. Laos analistas schenkeriano emplean el símbolo de la corchea para una se-
rie de propósitos diferentes, a veces, simplemente, para llamar la atención sobre notas
particulares. Pero a menudo para mostrar solapamientos, como en este ejemplo.
Schenker propone dos modelos básicos de solapamiento: en el primero, el solapa-
miento introduce una nota que elabora la nota a la que se dirige en el descenso de paso
(como en todos los ejemplos anteriores). En el segundo, la nota elaborada es en sí mis-
sarrolló paso a paso, desde su semilla.
En la práctica, sin embargo, tenemos que comenzar nuestro análisis desde la superfi-
cie musical. Esto es posible gracias al número relativamente pequeño de elaboraciones
que Schenker sugiere y que es posible encontrar en nuestros análisis (arpegios, progre -
siones lineales, bordaduras y sus diversas combinaciones). El procedimiento analítico,
explicado en el Capítulo 4, implica movernos entre los niveles, mientras tratamos de ver
cuál va a ser la forma más simple de entender la música. A medida que avanzamos des-
de el nivel superficial hacia el más profundo, veremos que Schenker nos ofrece una gran
ayuda en este proceso al sugerir algunos patrones comunes en los que suelen basarse
pasajes largos y, finalmente, piezas completas. Son estos patrones básicos a gran escala
y sus elaboraciones los que se describen en el siguiente capítulo.