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LA CUARESMA (Artículo a favor de la Cuaresma)

La Cuaresma consiste en un tiempo de preparación anterior a la Pascua de


resurrección. Se cuentan cuarenta días antes de la Pascua y durante ese tiempo
se reflexiona acerca de la misión salvadora de Cristo el que tuvo que enfrentar la
muerte de cruz. Son cuarenta días, como cuarenta fueron los días en que Jesús
estuvo en el desierto siendo tentado pero resultando vencedor, o como cuarenta
años fue el tiempo de Israel en el desierto antes de entrar a la tierra prometida.

Durante cada domingo de la Cuaresma se debe orar y reflexionar sobre la senda


del sufrido sacrificio de Jesús por toda la humanidad. Nos preguntamos acerca de
cuál es el grado de compromiso que tenemos con Jesús y de si estamos
dispuestos a sufrir y morir juntamente con él identificándonos radicalmente con su
persona. Ciertamente es un tiempo de recogimiento y los cristianos deben tratar
de empatizar con el sufrimiento de Cristo, entendiendo que este no es definitivo.
Después del dolor y la muerte ha de venir la victoria por medio de la resurrección.

En este tiempo litúrgico se utiliza el color morado, como morado fue el manto que
le pusieron a nuestro Señor en camino a la cruz.

(Tomado de: Iglesias Evangélicas:


http://www.iglesiasevangelicas.cl/index.php/cultura-evangelica/calendario-
liturgico1-2/83-cuaresma)

PORQUÉ NO PRACTÍCO LA CUARESMA (Artículo en contra de la Cuaresma)

Un hermano y ministro de una iglesia bautista en Australia escribió una entrada


hace unos días con respecto a la idea de si los evangélicos podemos practicar la
cuaresma. Lastimosamente por cosas de trabajo no he podido escribir mucho, sin
embargo me gustaría presentar mi opinión al respecto el día de hoy.

Debemos Celebrar la Cuaresma

Es mi parecer que la celebración de la Cuaresma si se hace sin el discernimiento


adecuado es sumamente peligrosa. Y esto es una de las razones por las cuales
considero que, habiendo entendido en lo que se ha transformado esta celebración
en la religión Católico Romana, no debe ser celebrada por los evangélicos.

Siempre llevo en mi corazón las palabras y precauciones que hace Pablo a la


iglesia en Corinto en su primera epístola,

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a
gentiles, ni a la iglesia de Dios; como también yo en todas las cosas agrado a
todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean
salvos” 1 Corintios 10: 23-24, 32-33
Estas palabras llenan de temor mi corazón, pues reconozco mi libertad cristiana, la
cual practico sin temor alguno, pero cuando la estoy ejercitando siempre me
preocupa poder servir de tropiezo para aquellos que son débiles en la fe. Todo
conviene, pero lastimosamente no todo sirve para edificación de los hermanos o
de otros hombres fuera de Cristo. Y esta es mi principal preocupación con la
Cuaresma.

¿Qué es la Cuaresma?

La palabra cuaresma según la Enciclopedia Católica viene del latín cuadragésima,


y que se refiere a los cuarenta días previos a la Pascua. En la iglesia Católico
Romana pertenece a una de las celebraciones del año litúrgico y que inicia el
miércoles de ceniza y concluye el jueves santo. A pesar de que os católicos
romanos se refieren a esta celebración como algo que fue celebrado desde los
primeros años del desarrollo cristiano, la verdad es que la Cuaresma como
celebración fue establecida completamente hasta el siglo VII. La idea de esta
celebración es imitar el ayuno de Cristo en el desierto.

Se refiere principalmente a un tiempo de imitación de Cristo, en donde, como han


dicho muchos otros, se comparte de Sus sufrimientos (Filipenses 3: 10). El
Catecismo de la Iglesia Católica se refiere al respecto en el enunciado número
540, “La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran
Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto.”

Y la más clara enseñanza de la Cuaresma como es entendida por la iglesia


Católico Romana contemporánea se encuentra en el sermón 42 del papa Leo en
el siglo V, quien dijo, “entren a los días santos de Cuaresma con Divina devoción,
y prepárense para ganar la misericordia de Dios por medio de su propias obras de
misericordia.”

¿Cuál es la Confusión?

En teología conocemos tres términos que tienen muchos que ver con este tema: el
pactum salutis; historia salutis; y el ordo salutis. Estos términos se refieren a la
obra de redención de la Trinidad. El primero se refiere al decreto de salvación del
Padre, el segundo a la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de
Dios, y el último se refiere a lo que Dios el Espíritu Santo hace en la salvación de
un pecador.

La confusión que ha traído la Iglesia Católico Romana es que ha confundido la


historia salutis y han enseñado, desde tan temprano como el siglo V como
podemos leer del papa Leo, que los hombres pueden participar de un hecho
histórico que ocurrió una sola vez para siempre, como lo fueron los sufrimientos de
Cristo para la redención de Su pueblo.

¿Dónde vemos esto también? En la celebración de la misa. Cada domingo los


sacerdotes católicos romanos enseñan que Cristo es re-sacrificado para el
beneficio de los pecadores. Es decir, cada domingo los sacerdotes sacrifican a
Cristo negando así el sacrificio hecho “una sola vez para siempre” (Hebreos 10:
10).

Como creyentes no podemos confundir lo que se hizo una sola vez en la historia
de la humanidad, lo que ocurrió dentro de la historia humana como algo irrepetible
por Cristo para beneficio de los que creen verdaderamente en Él. Si lo hacemos
caemos en el error que ha sido perpetuado por el catolicismo romano.

¿Cuál es el Horror Error de la Cuaresma Católico Romana?

Una de las cosas que yo he tratado de mostrar, así como lo han hecho muchos
grandes hombres de Dios, es el falso evangelio predicado por Roma. Sabemos
por las Escrituras que este error no es reciente, sino que surgió desde el inicio de
la enseñanza apostólica. A los gálatas, el apóstol Pablo, corrigió y regaño por
prestarse a oír las falsas enseñanzas de los judaizantes, quienes decían ser
apóstoles de Cristo, pero que sin embargo, estaban enseñando un mensaje
contrario al evangelio entregado por el mismo Señor a sus apóstoles.

Lo que estaban haciendo los falsos maestros en Galacia era enseñar que para
poder ser justificados ante Dios, los creyentes debían observar la Ley mosaica.
Muchos creyentes en esa iglesia fueron ordenados or estos hombres a ser
circuncidados. Pablo, frustrado por lo que ha escuchado de ellos, les exhorta a no
seguir esas falsas enseñanzas, pues toda la revelación divina demuestra que la
justificación no es por las obras, sino por la fe en Jesucristo.

Pablo demuestra que sus palabras son ciertas ejemplificándolo con el patriarca
Abraham, quien fue justificado por Dios por su fe en la promesa dada por Él
mucho antes de haberse circuncidado. Inclusive, la misma Ley mosaica, que fue
dada cuatrocientos años después a esta promesa, no tenía la intención de abolir el
pacto previo hecho entre Dios y el patriarca.

A aquellos que enseñaban tal mensaje, pervirtiendo el evangelio, el apóstol les


llamó anatemas, es decir, malditos. Y pregunto: ¿no es este el mensaje Católico
Romano? ¿No enseña Roma que los hombres son justificados por la fe y las
obras? Es por ello que el papa Leo en el siglo V exhorta a sus fieles a intentar
ganarse la misericordia de Dios, esto porque en la enseñanza católico romana las
obras son fundamentales para la justificación de un pecador delante de Dios.

El error de la Cuaresma como celebración es creer que esas cosas-el ayuno, las
prácticas ascéticas-forman parte de la vida cristiana para ganar el favor de Dios de
uno u otra manera. Ningún evangélico puede negar que esta es la creencia
católico romana. En la mente de Roma está la idea que los hombres deben hacer
constantemente obras de justicia, no como consecuencia de haber nacido de Dios,
sino como algo que puede hacer que Dios sea más favorable con los hombres.

Esto es lo mismo que notamos dentro del movimiento carismático, que enseña
que haciendo un pacto con Dios-dando dinero-Él será más favorable hacia el
creyente y le dará lo que le ha pedido. En ambos casos, notamos la perversión del
evangelio bíblico que dice que los hombres son justificados por medio de la fe en
Jesucristo y que una vez adoptados por Dios, Él está total y completamente a
nuestro favor. Nada puede separarnos del amor de Dios, pues Él está a nuestro
favor. Y esa actitud de parte del Padre se debe a lo que Cristo, Su Hijo, hizo en la
cruz. Si decimos que debemos hacer que Dios nos favorezca haciendo algo
nosotros mismos estamos nulificando el sacrificio de Cristo, lo cual es una
blasfemia. Esto fue lo que vio Pablo en las enseñanzas de los judaizantes y por
ello fue tan crítico con los gálatas.

El error de Cuaresma es que se enfatiza la justificación y el favorecimiento de Dios


hacia los hombres por medio de sus obras, dejando sin valor el sacrificio de Cristo.
Nosotros no podemos imitar a Cristo en sus sacrificios hechos a favor de los
pecadores. Esto es confundir la historia salutis con el ordo salutis. Los creyentes
somos participantes de los sufrimientos que vienen de haber sido reconciliados
con Dios por medio de la obra perfecta de Jesucristo. Nosotros no podemos
agregar nada a lo que fue hecho por Cristo una sola vez para la salvación de Su
pueblo.

¿Por qué no Celebro Cuaresma?

Sencillamente por el temor de servir de piedra de tropiezo a aquellos creyentes


que son débiles en la fe y a aquellos que en países como el mío, han crecido con
las falsas enseñanzas del catolicismo romano y que creen que por medio de las
obras pueden ganar el favor de Dios. Creo que mi testimonio hacia ellos es más
relevante para mostrar a Cristo si no celebro la Cuaresma.

Si lo hago los hermanos inmaduros podrían pensar que ellos deben hacer cosas,
como enseñan los carismáticos, para que Dios les favorezca, negando así la
verdad bíblica que en Cristo el creyente es eternamente favorecido por Dios. Si lo
hago, los incrédulos seguirían creyendo la mentira típica del hombre natural: la
salvación viene al hombre si mis obras buenas sobrepasan las malas.

¿Cree usted que su testimonio es mejor si lo celebra? ¿Esa es su libertad


cristiana? Sin embargo, espero que medite verdaderamente en lo que hace usted
en esta celebración, esperando que no crea que puede agregar algo al sacrificio
de Cristo hecho “una sola vez para siempre.”

(Artículo tomado de: sujetosalaroca.org


https://sujetosalaroca.org/2010/03/19/porque-no-practico-la-cuaresma/)

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