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Sentencia: 098
Proceso: Acción de Tutela
Accionante: Edilma Rosa Álvarez Varela como agente oficiosa de María
Ester Martínez Ramos
Accionado: Juzgado Promiscuo de Familia de Sonsón
Magistrado Ponente: Claudia Bermúdez Carvajal
Radicado: 05-000-22-13-000-2020-00091-00
Radicado Interno: 2020-00227
Decisión: Niega amparo constitucional; pero insta a Juez.
Tema: Tutela contra providencias judiciales. No se cumple con la
subsidiariedad de la acción de tutela contra providencias
judiciales al no haberse hecho uso de los mecanismos
legales de que disponía la quejosa para atacar la decisión
cuestionada. No se configura perjuicio irremediable y, a
contrario sensu, las medidas o salvaguardias adoptadas
por el Juzgador tienden a salvaguardar los derechos
patrimoniales de la persona que requiere Apoyos y evitar
cualquier clase de abusos frente a estas.
1. ANTECEDENTES
1.1. DE LA ACCIÓN
Tras indagar a la señora María Ester sobre dicho dinero, ésta no supo decir
en qué se lo gastó, razón por la cual la abogada Álvarez Varela solicitó
mediante derecho de petición, información al Banco Agrario de Nariño,
encontrando que la señora María Ester Martínez ya no manejaba talonario,
sino una tarjeta con la que se hicieron los retiros de los dineros en el municipio
de Nariño, pero no fue posible establecer quién los hizo, ya que el banco no
suministró información como videos o las circunstancias en las que se hicieron
tales retiros, ni las circunstancias de como la señora Ester Martínez resultó
con una tarjeta, pese a que ella no sabe manejar la misma, ni menos
memorizar una clave.
El día 10 de junio de 2019, la señora María Ester Martínez Ramos fue llevada
a consulta con la psiquiatra Ana María Velásquez Franco, quien le diagnosticó
“DEMENCIA EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER DE COMIENZO TARDIO”,
razón por la cual, el día 20 de septiembre de 2019 la abogada Edilma Rosa
Álvarez Varela formuló ante el Juzgado Promiscuo de Familia de Sonsón,
proceso para la adjudicación judicial de apoyo, el que se tramitó bajo el
radicado 2020-00015 y en el que se profirió sentencia el 1º de septiembre de
2020, en la que se accedió a las pretensiones y se designó para ese
acompañamiento a su sobrina BETTY GALLEGO MARTINEZ; empero, a su vez,
el judex le ordenó a ésta que procediera a la entrega a ese despacho de las
tarjetas bancarias, junto con las claves y, además, le prohibió retirar la
mesada pensional del mes de agosto de 2020, a sabiendas que ese dinero es
para la alimentación y pago de servicios públicos de la señora María Ester y
su hermana Gabriela Martínez Ramos; asimismo, el cognoscente convocado
le prohibió hacer uso del dinero que se encuentra depositado en el Banco de
Bogotá sin ningún sustento legal e igualmente le ha sugerido que la casa de
la señora María Ester debe ser puesta al servicio de la iglesia o del municipio
para su uso, que su dinero o sus bienes los puede donar a la iglesia y que
María Ester debe ser llevada a misa una vez por semana, a sabiendas que no
es tal la voluntad de la precitada señora.
- La señora María Ester Martínez era casada con el señor José Otoniel Sánchez
Ramos, quien era viudo y dentro de cuya unión no se procreó descendencia,
acotando que este señor tenía ocho hijos de un primer matrimonio, quienes
viven en la ciudad de Medellín;
1.3. DE LA CONTESTACIÓN
Aunado a ello, el judex puntualizó que no es cierto que hubiere sugerido que
la casa de la afectada fuera puesta al servicio del municipio o de la iglesia o
que fueran donados a esta última y, contrariamente a lo afirmado por la
tutelante, lo que hizo en la audiencia de fallo celebrada el 1º de septiembre
de 2020 fue enfatizar que debía respetarse el derecho a la voluntad y a la
autonomía de María Ester y para ello expuso diferentes ejemplos, tal como
consta en el audio minuto 33:35 a 2:34:37
Añadió el operador judicial convocado que en relación con este caso le asisten
diferentes inquietudes como las siguientes:
i) Por qué si la señora Betty Gallego conoce desde hace más de un año de la
situación deplorable en la que se encuentran sus tías María Ester y Gabriela,
a la fecha no ha realizado las gestiones efectivas para mejorar la calidad de
vida de las mismas, teniendo en cuenta que ha sido ella quien maneja sus
tarjetas bancarias y las claves donde le consignan su pensión?, interrogante
este que se plantea teniendo en cuenta lo manifestado en la demanda de
Adjudicación de Apoyo presentada el 7 de septiembre de 2020, así como en
el escrito tutelar y las visitas realizadas por el psicólogo y la asistente social
del despacho.
1 María Ester fue diagnosticada con Alzheimer de comienzo tardío por médico psiquiatra el
10 de junio de 2019.
señora Betty y la abogada Edilma, pese a que se puede evidenciar que las
discapacitadas continúan en una situación deplorable, tanto en su vivienda,
como en sus condiciones básicas tal como se desprende del informe rendido
por el psicólogo adscrito a la Comisaría de Familia de Nariño y que fue
corroborado con la visita de la Asistente Social del despacho realizada el 23
de septiembre de 2020.
Añadió que por solicitud del Juez accionado, se le hizo acompañamiento por
parte del psicólogo adscrito a la Comisaría de Familia a la señora María Ester
Martínez para desplazarse a la audiencia de fallo que se llevó a cabo el 1º de
septiembre de 2020 e igualmente por orden del juzgado, se realizó una
segunda visita el 23 de septiembre de 2020 a, a fin de verificar si luego de la
sentencia presentaban cambios o mejoría en las condiciones habitacionales y
calidad de vida, determinándose en esta nueva visita que efectivamente se
evidencian varias dificultades en el interior del hogar, no habían elementos de
aseo personal como cepillos, además de esto, no tenían una reserva de
alimentos “y los pocos que tenían que era panela y leche en polvo, estaban
dentro de un recipiente con comida para perros”; por otra parte, la señora
María Ester y su hermana, debido a su condición mental, no logran
dimensionar que no se encuentran en las mejores condiciones de vida,
además de que tienen los recursos económicos que les posibilitaría cambiar
las mismas al poder disponer de elementos que contribuyan a mejorar su
calidad de vida y podrían hacer uso de servicios médicos con especialistas que
les posibilite garantizar su estado de salud.
que los hechos serían constatados por la Magistrada con la copia del
expediente que le sería puesto de presente por el juzgado accionado.
De otro lado, señaló que las pretensiones deben ser concedidas, toda vez que
si las partes acudieron al proceso de Adjudicación de Apoyos Transitorios
fue con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de la tutelante,
quien por su edad y por la aparición de un Alzheimer tardío requiere de un
Apoyo para poder ejercer su capacidad y lograr tener una vejez digna,
sin interferencias indebidas y poder con el apoyo designado por el Juzgado,
llevar una vida serena, tranquila y con todas sus garantías, razón por la
cual, el despacho debió escuchar a la solicitante y a todos los parientes y
núcleo de vida para establecer que quien se postulaba como apoyo, era la
persona de mayor confianza de la solicitante, idónea y apta para brindar el
apoyo necesario y para garantizar el buen uso de los recursos, dada la edad
y el diagnóstico médico de la afectada.
2. CONSIDERACIONES
iii) Defecto fáctico: “surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que
permita la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión”7.
En este supuesto, el juez de tutela debe limitarse a evaluar, únicamente, casos
en los que la actividad probatoria de la autoridad judicial, incurre en errores
que, por su magnitud, generan que la providencia sea arbitraria e
irrazonable8.
iv) Defecto material o sustantivo: “casos en los que se decide con base
en normas inexistentes o inconstitucionales o que presentan una evidente y
grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión”9. Esta casual
surgió dada la necesidad de que las decisiones judiciales estén soportadas en
los preceptos constitucionales y legales que sean aplicables a la controversia
en el caso concreto10.
13 Ibid.
14 Sentencia T-587 de 2017
encontrándose tal calenda dentro del plazo máximo de seis meses establecido
por la jurisprudencia constitucional como razonable y oportuno para conjurar
una posible amenaza o vulneración ius fundamental.
2020 con ponencia del Magistrado Darío Ignacio Estrada Sanín, donde
después de abordar la temática atinente para dirimir tal controversia,
claramente indicó: “Las reflexiones precedentes conducen a concluir que la
competencia para conocer de los procesos de adjudicación de apoyo, aunque
sean estos de carácter transitorio recae en los jueces de familia, quienes
deben sustanciarlo en primera instancia ya sea que les corresponda el trámite
verbal sumario o de jurisdicción voluntaria”.
Así las cosas, como de los hechos en que se funda la tutela que fueron
compendiados en el acápite de antecedentes de este proveído, logra extraerse
que se alegó la causación de un perjuicio irremediable para la afectada con la
actuación del juez convocado expuesta en el escrito tutelar, lo que constituye
una excepción al principio de subsidiariedad, acorde a lo previsto en el artículo
86 superior inciso cuarto16, debe determinarse en el sub exámine si
18 Ver, entre otras, sentencia T 634 de 2006, T 451 de 2010 M.P. Humberto Sierra Porto.
C) No basta cualquier perjuicio, se requiere que éste sea grave, lo que equivale
a la gran intensidad del daño o menoscabo material o moral en el haber
jurídico de la persona. La gravedad obliga a basarse en la importancia que el
orden jurídico concede a determinados bienes bajo su protección, de manera
que la amenaza a uno de ellos es motivo de actuación oportuna y diligente por
parte de las autoridades públicas. Luego no se trata de cualquier tipo de
irreparabilidad, sino sólo de aquella que recae sobre un bien de gran
significación para la persona, objetivamente. Y se anota la objetividad, por
cuanto la gravedad debe ser determinada o determinable, so pena de caer en
la indefinición jurídica, a todas luces inconvenientes.
Incluso, sobre tal tópico la misma demandante Betty Gallego Martínez le puso
de manifiesto que lo único que le preocupa es organizar la casa y que aunque
para Ester no requiere arreglos, Betty considera que esa es una tarea para la
que deben llegar a un mutuo acuerdo, a lo que el Juez le señaló que realmente
lo que procede hacer es la voluntad de Ester, la que se debe respetar a tal
punto que debe tenerse en cuenta sus preferencias, mientras no esté en
riesgo su vida y su salud, pues precisamente el propósito de los Apoyos es
ayudar a que la afectada tome su propia decisión, acorde con sus
preferencias, argumento este del juzgador que encuentra respaldo en el
artículo 4 de la citada ley 1996, cuyo precepto consagra los principios que
deben guiar la aplicación y la interpretación de dicha ley, en concordancia con
los demás principios establecidos en la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, con el fin de garantizar la efectiva realización del
derecho a la capacidad legal de las personas con discapacidad, siendo así
como el numeral 3 de tal preceptiva establece como uno de dichos principios
la Primacía de la voluntad y preferencias de la persona titular del acto jurídico,
estableciendo que los apoyos utilizados para celebrar un acto jurídico deberán
siempre responder a la voluntad y preferencias de la persona titular del
mismo.
Ahora bien, lo que sí procede señalar es que el único querer que puso de
manifiesto la señora Ester Martínez fue el de que su casa fuera blanqueada y
pintada, tarea esta que no requiere de disponer de una gran inversión del
capital que tiene la señora Ester Martínez y que por ahora no sería
recomendable hacerlo hasta tanto el Apoyo, con la ayuda de un profesional
de la medicina, logre convencerla a través del dialogo que dicha labor sea
ejercida a través de un tercero para evitarle a la señora Ester exposición a un
riesgo de caída o de resbalada, con consecuencias adversas para su salud e
incluso para su propia vida. Ergo, ni siquiera en este caso la falta de realización
de dichas labores de blanqueamiento y pintura de la casa de habitación de la
señora Ester Martínez alcanza a configurar la existencia de un perjuicio
irremediable, ya que ello no conlleva a la afectación del derecho al mínimo
vital, ni a la salud, ni a la vida, ni a ninguno otra transgresión ius fundamental
como lo afirma infundadamente la accionante.
Sobre el particular, procede precisar desde ahora por esta Colegiatura que al
escuchar el audio19 donde está registrada la audiencia llevada a cabo el 1º
de septiembre de 2020 y en la que se profirió la sentencia objeto de embate
constitucional, se advierte que al adjudicar los Apoyos judiciales, el juez hizo
recaer los mismos en varias personas y no únicamente en la señora Betty
Gallego Martínez, como parece darlo a entender el escrito tutelar, o al menos
tal información fue omitida en dicho libelo; resultando relevante indicar desde
ahora que al adjudicar los Apoyos lo hizo conformando un equipo conformado
por varias personas, adjudicándole a cada una de ellas un rol en tales apoyos.
por el Juzgado sobre su disposición para servir como Apoyo Judicial en esos quehaceres
personales de la afectada y de la hermana que ésta tiene a su cargo.
Así las cosas, se tiene que la actuación puntual que se tilda como vulneradora
de los derechos fundamentales de la afectada corresponde en esencia a la
decisión adoptada por el cognoscente accionado en audiencia celebrada el 1º
de septiembre de 2020, en la cual, durante el trámite del interrogatorio de la
señora BETTY GALLEGO MARTINEZ el iudex le ordenó la entrega de las
tarjetas y claves bancarias y asimismo que a partir de ese día no hiciera más
retiros de las cuentas bancarias de la afectada, acotándole a dicha
demandante que coordinaría con la Comisaría de Familia de Nariño para que
sean el Apoyo de la señora Ester Martínez en el manejo del dinero (Min: 11:48
a 12:4721) y lo que hizo el judex tras estimar que pese a que se presumía la
buena fe de su sobrina BETTY GALLEGO MARTINEZ, dicha tenencia no se
había formalizado, encontrando que dicha situación era irregular. Y en tal
sentido, para adoptar dicha decisión, el juez accionado procedió
primigeniamente a indagar la voluntad de la señora MARIA ESTER y a
interrogar a la demandante BETTY GALLEGO sobre las situaciones de hecho
que rodean el caso, pudiendo advertir del relato de ellas que esta última vive
en la ciudad de Medellín, mientras que la señora María Ester en el municipio
de Nariño22, con una hermana con discapacidad visual, que la señora María
Ester recibe pensión de sobreviviente compartida proveniente de AGRÍCOLAS
Y FORESTALES S.A. y de COLPENSIONES, mesada pensional esta que es
consignada en su cuenta bancaria pensional y que es la señora Betty quien
se encuentra manejando sus tarjetas y las claves de las mismas, siendo la
persona que además administra los recursos económicos de María Ester
mediante el envío de una cuota mensual por GANA a una prima paterna de la
accionante, de nombre Gloria Gallego Ruíz, que vive en Nariño, quien vendía
comidas desde su casa y luego montó un restaurante 23 a partir de marzo de
este año, con quien habló la actora para que les preparara los alimentos
(desayuno, almuerzo y comida) a las tías y fuera a hacer el aseo de la casa
Vistas así las cosas, procede señalar por este Tribunal que con la decisión
adoptada por el cognoscente no se avizora un perjuicio irremediable para la
afectada y, por el contrario, la misma se fundó en la necesidad de
salvaguardar los derechos patrimoniales de la señora María Ester, siendo así
como fue adoptada tras ponderar las circunstancias fácticas del caso, de cara
a los elementos probatorios recaudados al interior del trámite, de donde
determinó el cognoscente que la afectada requiere de ayuda para la
administración de sus bienes materiales, en tanto no tiene control sobre los
mismos y ha sufrido pérdidas patrimoniales muy significativas cuya causa no
pudo esclarecer en el proceso, lo cual repercute negativamente para la vida
en condiciones dignas de la afectada, según lo observado en los diferentes
informes sociofamiliares rendidos al interior del trámite, de donde se
desprenden las precarias condiciones en las que han vivido la agenciada y su
hermana, ambas adultas mayores con problemas de salud, pese a que María
Ester tiene capacidad económica para procurarse una mejor calidad de vida,
asimismo tras advertir el juez de manera RAZONABLE que la tenencia de las
tarjetas bancarias por parte de su sobrina, quien habita en un lugar alejado
del municipio, no se había formalizado, lo que conllevaba a adoptar una
determinación en este sentido, a fin de establecer con mayor certeza qué era
lo más conveniente para preservar el patrimonio de la afectada y garantizar
así su bienestar.
De tal guisa, es dable reiterar que tal actuar del juez convocado no genera de
manera alguna un perjuicio irremediable para la afectada, pues, por el
contrario, con ella se pone a salvo el patrimonio que actualmente le haya
quedado a la afectada, por lo que, contrariamente a lo expuesto por la actora
constitucional, ello no deviene como una medida desmesurada o
desproporcionada, habida consideración que constituye una facultad
respaldada legalmente y con cuya determinación no se está privando
irreflexivamente a la señora María Ester de sus ingresos, como parece
interpretarlo la abogada accionante, pues lo pretendido es atender a la
prevalencia de su interés superior, criterio del que no se apartó el juez, quien
en momento alguno está dejando a la señora María Gabriela desprovista de
los necesarios para sus subsistencia, en tanto su actuación se ha limitado a
propender que los mismos sean destinados para el bienestar de la afectada,
quien padece de la enfermedad de mal de Alzheimer e incluso de su hermana
quien tiene una discapacidad visual, siendo ellas unas adultas mayores de 86
y 87 años respectivamente, quienes de acuerdo a los informes sociofamiliares
rendidos en el proceso, se encuentran en una lamentable situación de soledad
y precariedad, siendo así como de los informes rendidos por los profesionales
en trabajo social y en psicología que intervinieron en los estudios y de acuerdo
a las visitas realizadas a su casa de habitación, refulge diáfano que la casa en
la que habitan las afectadas es bastante desprolija y carece de elementos
mínimos para una vida digna tales como la provisión de alimentos en la cocina
en tanto en la cocina “solo se encontró unas papas y un pedazo de panela en
un recipiente plástico donde también estaba la comida de los gatos”, asimismo
no cuentan con elementos de aseo personal como cepillos de dientes, no
tienen una nevera para conservar los alimentos, ni closet o escaparates para
guardar su ropa y pertenencias, la habitación de la señora Gabriela no tiene
luz, el solar no tiene muro y al estar en una pendiente representa un riesgo
para sus habitantes, las puertas al interior de la casa se encuentran
SEXTO.- De no ser impugnado este fallo, dentro de los tres días siguientes
a su notificación, REMÍTASE lo actuado a la Corte Constitucional, de
conformidad a lo reglado por el art. 31 del Decreto 2591 de 1.991 con destino
Los Magistrados,