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Guerra de la Sucesión de Austria (1740-1748)

Las alianzas

 En la primera mitad del siglo XVIII, Austria era un conjunto de reinos y principados,
reunidos bajo la corona de los Habsburgo. Esos dominios carecían de unidad
geográfica, estaban habitados por pueblos pertenecientes a distintas razas y tenían
capitales y gobiernos propios. La obediencia al emperador —residente en Viena— era
el único vínculo que unía a esos dominios desiguales.
 A la muerte del emperador Leopoldo I (1705) ocupó el trono del Imperio austríaco su
hijo José I (1705-1711) y a éste sucedió su hermano Carlos VI (1711-1740), ambos
con hijas, pero sin descendencia masculina. Leopoldo había previsto la circunstancia
y por testamento del año 1703 dispuso que en tal caso a la muerte de Carlos VI, debía
subir al trono la hija mayor de José I. Sin embargo, Carlos VI modificó la voluntad de
su padre y por una ley solemne, llamada Pragmática Sanción (1713), proclamó here-
dera a su hija María Teresa.
 Cuando la nueva soberana ocupó el trono, tuvo que defender sus derechos frente a la
codicia de los que pretendían sus grandes dominios. Esto motivó una guerra, en que
Austria —más tarde con la ayuda de Inglaterra y Holanda— enfrentó a Prusia,
Francia, España y otros reinos menores.

La guerra

 En principio, Federico II de Prusia ofreció ayuda a María Teresa, pero exigió en pago
la entrega del territorio de Silesia, actitud que rechazó la joven reina; entonces el
primero formó una coalición contra Austria, en la que entraron Francia y España. Al
frente de su poderoso ejército, el ambicioso Federico II invadió Silesia y se adueñó de
ese territorio.
 Estimulados por el éxito inicial, los otros coaligados se lanzaron a la lucha Un ejército
franco-bávaro penetró por Bohemia y cerca de Viena se desvió para sitiar Praga.
María Teresa aprovechó esa circunstancia favorable para solicitar la ayuda de
Hungría, cuyo gobierno envió tropas que le permitieron rechazar la invasión.
 La reina austríaca decidió entonces firmar la paz con Federico II y le cedió la Silesia;
luego tomó la ofensiva contra Francia y consiguió que sus efectivos ocuparan Bavíera
y Alsacia. Por esas épocas, Inglaterra y Holanda, temerosas del poderío prusiano, se
declararon aliadas de Austria.
 Mientras tanto, Federico II se enteró de que María Teresa buscaba despojarlo de
Silesia, por lo que decidió intervenir nuevamente en la lucha. Un ejército prusiano
invadió el territorio de Bohemia, atacó la ciudad de Praga y redujo su guarnición.
Ante nuevas victorias militares de Federico, la reina María se vio obligada a firmar la
paz con ese soberano. En esta forma, el rey de Prusia abandonó por segunda vez a sus
aliados. Los franceses prosiguieron la guerra y, al mando del mariscal Mauricio de
Sajonia, invadieron los Países Bajos austríacos y vencieron a los anglo- holandeses en
la batalla de Fontenoy (1745).

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Fin de la guerra

 Cansados de tantas luchas, los beligerantes decidieron poner fin a las hostilidades y en
octubre de 1748 firmaron la Paz de Aquisgrán. Este tratado con pocas excepciones—
restableció la situación imperante antes de la guerra.
 La Pragmática Sanción fue aceptada y María Teresa reconocida como heredera de
Austria. Prusia mantuvo la Silesia, Inglaterra siguió dueña de los mares y Francia —la
más perjudicada— no pudo sacar provechos de sus triunfos en los Países Bajos y
debió devolver sus conquistas.

Guerra de los Siete Años (1756-1763)

Inversión de las alianzas

 La Paz de Aquisgrán no solucionó la tensión europea y dejó en pie graves problemas


políticos. Prusia transformóse en la principal enemiga de Austria, pues consolidó sus
fronteras en la Silesia y demostró la potencialidad de su ejército. Por otra parte, era
visible la hostilidad entre Francia e Inglaterra, que rivalizaban por sus colonias en la
India y en América del Norte. Persistían los mismos motivos que habían originado la
lucha anterior. Era inminente, entonces, la iniciación de un nuevo conflicto bélico.
 Mediante hábiles manejos diplomáticos, María Teresa buscó aliados en toda Europa
para enfrentarlos contra Federico II. En 1756 el monarca prusiano firmó una alianza
con Inglaterra, por el que se comprometió a no luchar contra ella y a defender el
electorado de Hannover, posesión continental perteneciente a Jorge II, el rey inglés.
 El tratado alarmó a Luis XV de Francia, quien olvidó su enemistad hacia los
Habsburgo y por un pacto firmado ese mismo año se alió con Austria. En esta forma,
Prusia se unió con Inglaterra, y Francia con Austria; así quedaron invertidas las
alianzas de la Guerra de Sucesión. A causa de otras negociaciones de María Teresa, el
bloque franco- austríaco contó con el apoyo de Rusia, Polonia, Sajonia, Suecia y casi
todos los príncipes alemanes.

La guerra

 Prusia estaba rodeada por enemigos, y Federico II, ante la certeza de que se lo
atacaría, decidió frustrar esos planes. En otoño de 1756, sin previa declaración de
guerra, el ejército prusiano invadió Sajonia y ocupó el territorio; luego penetró en
Bohemia, pero fue vencido por los austríacos y entonces se vio obligado a abandonar
ese país.
 Alentados por el éxito, los enemigos de Prusia lanzaron sus ejércitos para destruirla;
sin embargo, Federico demostró su genio militar y superó la crítica situación con dos
brillantes victorias. La primera en Rossbach (noviembre de 1757) sobre un poderoso
ejército francés que avanzaba por territorio sajón, y la segunda frente a los austríacos
en Leuthen (Silesia) en diciembre de ese año.
 A partir de 1758 y’ hasta el fin de las hostilidades, Federico —atacado desde varios
frentes— debió adoptar una táctica defensiva, que le resultó costosa y llena de
peligros. Los rusos unieron sus fuerzas con los austríacos y ambos ejércitos derrotaron
al rey prusiano en Kunersdorf, cerca de Fráncfort (agosto de 1759). Allí sufrió el más
grave revés de su vida militar. Sin embargo, los aliados no supieron aprovechar ese

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triunfo, porque estaban agotados y carecían de unidad de mando; demoraron en
avanzar, error que utilizó Federico para rehacer sus fuerzas y obtener, al año
siguiente, dos triunfos sobre los austríacos
 La región occidental de Alemania fue la zona europea donde combatió Francia contra
Inglaterra. Aunque los ejércitos de la primera ocuparon Hannover, posteriormente
fueron desalojados por los ingleses, quienes mantuvieron en su poder ese ducado,
hasta el fin de la contienda.
 La lucha entre esas potencias repercutió en sus colonias de América del Norte,
territorio que se transformó en un nuevo frente de batalla. De acuerdo con las órdenes
del ministro William Pitt, los ingleses decidieron arrojar definitivamente a los
franceses del Canadá. Iniciaron una ofensiva y en julio de 1758 se apoderaron de
Luisburgo. Luego de una victoriosa campaña, obligaron al marqués de Montcalm —
general francés que dirigía las fuerzas canadienses— a replegarse hasta Quebec.
 El joven general inglés James Wolfe inició el ataque contra Quebec, pero las primeras
tentativas resultaron infructuosas; decidió entonces un asalto sorpresivo. Se embarcó
con su ejército sigilosamente, vadeó el San Lorenzo, escaló la escarpada ladera y se
presentó ante el enemigo. En una sangrienta batalla, los franceses fueron derrotados.
Montcalm y Wolfe perecieron. La inexpugnable Quebec cayó en poder de los ingleses
(setiembre de 1759). Al año siguiente y después de valerosa defensa, se rindió la
ciudad de Montreal. En esta forma, el Canadá fue dominado por Inglaterra.
 Las hostilidades también se extendieron al lejano territorio de la India. El inglés
Robert Clive atacó las posesiones francesas, logró un buen triunfo en Plassey (junio
de 1757) y extendió su dominación por el valle inferior del río Ganges. Desde ese
momento, Inglaterra desalojó a Francia de la India.

Fin de la guerra

 En 1760 falleció Jorge II de Inglaterra y el nuevo gobierno aconsejó a Federico la


cesación de la lucha, pero éste no aceptó. Mientras, Francia consiguió la alianza de
España, pues los Borbones que gobernaban ambos países firmaron el llamado Pacto
de Familia (agosto-de 1761).
 Cuando la situación militar de Federico se presentaba muy desfavorable, un hecho
inesperado, la muerte de Isabel (1762), la emperatriz de Rusia, lo salvó de una segura
derrota. En efecto, el nuevo zar, Pedro III, descendiente de alemanes, firmó un tratado
de alianza con Federico y lo ayudó a recuperar Silesia. Ante los acontecimientos,
Suecia se retiró de la lucha y Austria —ya sin fuerzas— decidió deponer las armas.
María Teresa firmó la paz con Federico, le reconoció la posesión de Silesia y
concedió a Prusia la jerarquía de potencia europea.
 Por el Tratado de París (1763) Inglaterra y Francia pusieron fin a la Guerra de los
Siete Años. La primera resultó muy favorecida porque Francia le entregó el Canadá,
la Luisiana (hasta la orilla izquierda del Missisipí), algunas islas de las Antillas, buena
parte del Senegal africano y la India. España recuperó La Habana (Cuba) y Manila
(Filipinas), pero debió devolver a Portugal la Colonia del Sacramento (Río de la Plata)
y entregar a Inglaterra la Florida. En compensación, Francia dio a España la Luisiana
occidental, a partir de la orilla izquierda del Missisipí.

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