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Esquizencefalia
Esquizencefalia
HILDA BIBAS BONET1, LUIS FAJRE 2, MARCELA SIALLE3, ANA MARÍA CORONEL4, RICARDO FAUZE5,
JORGE FAGALDE6, MARTA COROLEU7, MARCELA D’URSO8
1
Neuropediatra jefa del Servicio de Neurología; 2Profesor adjunto de la Cátedra de Diagnóstico por Imágenes,
Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán; 3Neuropediatra del Servicio de Neurología; 4Oftalmóloga
infantil jefa del Servicio de Oftalmología; 5Neuropediatra del Servicio de Neurología; 6Neuropediatra del Servicio
de Neurología; 7Neurocirujana infantil del Servicio de Neurocirugía; 8Cátedra de Bioestadística,
Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán.
Servicio de Neurología, Hospital del Niño Jesús. Pasaje Hungría 750 – 4000 San Miguel de Tucumán.
Fig. 1.– Corte axial de TC. EQZ bilateral de la- Fig. 3.– RMN ponderada en T2 corte axial. EQZ
bios abiertos fronto parietal. Obsérvese la au- unilateral de labios abiertos frontotemporal de-
sencia de septum pellucidum. recho.
Fig. 2.– RMN ponderada en T1 corte axial. EQZ bi- Fig.– 4 RMN en tiempo T1 corte axial. EQZ unila-
lateral de labios cerrados temporoparietal, con teral cerrada parietooccipital derecha.
signo del ombligo y displasia cortical frontal uni-
lateral derecha.
Tabla 1.– Frecuencia de niños según sexo y tipo de lesión. significativamente asociada a la uni o bilateralidad de la
lesión (test exacto, p= 0.00023) (Tabla 3).
Sexo Tipo de Lesión Total El 92% de los casos presentaban el perímetro cefálico
dentro de límites normales, solo en el 8% se comprobó
Unilateral Bilateral (100%)
microcefalia (PC menor de 2DS por debajo de la media
para edad y sexo).
Femenino 5 (42%) 7 (58%) 12
En 23 pacientes (88%) se encontró deficiencia mental
Masculino 6 (43%) 8 (57%) 14
(Tabla 2), existiendo evidencia suficiente para asegurar
Esquizencefalia: Fenotipo clínico y neuroimágenes en 26 casos pediátricos. Hilda Bibas Bonet y col. 129
Tabla 3.– Frecuencia de niños con manifestaciones motoras sarrollaron crisis en algún momento posterior al diagnós-
según semiología y tipo de lesión. tico entre los 3 meses y los 6 años de seguimiento. El
rango de edad al inicio de las crisis osciló entre los 4
Manifestación Tipo de Lesión Total meses y los 6 años, con una mediana de 10 meses y una
Motora media de 21.5 meses. La semiología de las crisis y el
Unilateral Bilateral
tipo, variedad y topografía de las lesiones fueron las
Hemiparesia 8 (80%) 2 (20%) 10 siguientes: crisis parciales complejas en un caso de LU
Tetraparesia 1 (7%) 13 (93%) 14 cerrada en región TO derecha (20%); generalizadas tó-
Monoparesia 1 (100%) 0 1 nico-clónicas en 3 casos de LB abierta (1 en regiones FT
y 2 en TP) (60%), y espasmos epilépticos con hipsarrit-
mia en 1 caso de LB cerrada FT (20%). Los pacientes
fueron medicados según el tipo de crisis con carba-
Tabla 4.– Frecuencia de niños según grado de deficiencia macepina, fenobarbital o ácido valproico lográndose con-
mental y tipo de lesión. trolar las mismas en el 60 % de los casos. La severidad
de la epilepsia no guardó estricta relación con el tipo de
Deficiencia Mental Tipo de Lesión Total
lesión pues se mostraron refractarios el caso de LU ce-
Unilateral Bilateral (100%) rrada con crisis parciales y un paciente con LB abierta de
localización TP necesitando ambos medicación múltiple.
Normal 3 (100%) 0 3 Entre los 11 casos con LU figura un niño de 9 años
Leve-Moderada 7 (58%) 5 (42%) 12 con inteligencia normal, sin alteraciones neuro-oftal-
Severa 1 (9%) 10 (91%) 11 mológicas y estudiado en endocrinología por baja talla
comprobándose en RMN un quiste aracnoideo supraselar
y EQZ abierta de pequeño tamaño localizada en región
frontal derecha.
que la bilateralidad de la lesión (abierta o cerrada) está En cuanto a la localización de las lesiones (Tabla 5)
significativamente asociada con la severidad de la defi- no se encontró evidencia suficiente para asegurar que el
ciencia mental (test exacto, p=0.004) (Tabla 4) tipo de LU o LB esté asociado a la localización cerebral
Cinco pacientes (19%) (Tabla 2) presentaban mani- para ninguna de las regiones.
festaciones oculares tales como movimientos anorma- Las anomalías neuroradiológicas concomitantes iden-
les, nistagmus, falta de fijación o visión deficiente. En to- tificadas fueron las siguientes: agenesia aislada de SP
dos se comprobó HNO al examen de fondo de ojo en 2 casos de LU, displasia cortical focal (DCF) en dos
acompañándose de agenesia del SP e hipoplasia del casos: uno de LB y 1 en LU contralateral a la misma, y
cuerpo calloso conformando la DSO. una caso de quiste aracnoideo supraselar en el niño
Excepto uno de los pacientes de este grupo que pre- asintomático. Ninguno presentaba anomalías de la fosa
sentaba también malformaciones somáticas (agenesia posterior excepto uno con cisterna magna amplia.
unilateral del pectoral y dextrocardia), no se comproba- El resultado del análisis TORCHS para infección con-
ron alteraciones dismorfológicas asociadas. génita intrauterina efectuado en 11 pacientes menores
La aparición de crisis epilépticas (19%) (Tabla 2) de- de 6 meses reveló normalidad de la investigación en 10 y
terminó la primera consulta en 2 pacientes, y otros 3 de- positividad para citomegalovirus en 1 paciente no confir-
130 Neurología Argentina - Volumen 1 - Nº 2, 2009
Unilateral Bilateral
mado por PCR y sin calcificaciones parenquimatosas en cos han sugerido que todas estas anomalías de la mi-
la neuroimagen. El cariotipo efectuado a doce pacientes gración neuronal resultarían de un mismo proceso pato-
(5 con LU y 7 con LB) fue considerado normal. lógico, que al implicar la capa superficial del cerebro fe-
tal provocaría la DCF o la PMG y al afectar todo el espe-
sor con compromiso de las fibras gliales determinaría la
Comentarios hendidura esquizencefálica4-8, 16,17.
La EQZ ha sido asociada con agentes transmisibles,
La EQZ se considera un trastorno primario que involucraría en especial citomegalovirus, que provocaría una vascu-
las fibras gliales radiales de los neuroblastos sube- litis interrumpiendo el proceso migratorio neuronal (18);
pendimarios y la migración neuronal. Los mecanismos además, con tóxicos como warfarina19, formaldehído (5),
moleculares promotores de esta etapa de la neurogénesis y alcohol formando parte del síndrome fetal-alcohólico20.
no están todavía totalmente dilucidados3-5, 7, 9. La descrip- No hemos encontrado en nuestra serie dato alguno rela-
ción de varios miembros en una familia sugiere factores cionado con tóxicos y entre los 11 pacientes estudiados
genéticos con herencia autosómica recesiva10, 11. Tres de para infección congénita se encontró solo un caso positi-
8 pacientes citados en la literatura con EQZ tipo II resul- vo para citomegalovirus pero sin confirmación por PCR.
taron heterocigotas para mutaciones funcionales de novo En algunas publicaciones se describió hipertensión
en el gen homeobox EMX2 localizado en el cromosoma arterial al final del embarazo mencionándose también na-
10q2.6.12, 13 Este gen, regulador de otros implicados en la cimientos prematuros pero es difícil su asociación con
proliferación y migración neuroblástica, sería también res- esta patología que acontece antes del 4º mes4, 5, 8, 10. Aun-
ponsable del desarrollo de vasos sanguíneos encefálicos. que la mayoría de las hipótesis apuntan a la probabilidad
De acuerdo a estas investigaciones se acepta que al de lesiones vasculares subyacentes adquiridas o
menos algunos casos de EQZ resultarían de una codifi- genéticas, hasta el momento no está totalmente diluci-
cación genética defectuosa7, 11-13. En nuestra casuística dada la etiopatogenia de la EQZ.
no hemos encontrado, excepto una madre deficiente En cuanto al desarrollo de las manifestaciones clíni-
mental, historia familiar con referencia a factores genéticos cas, los niños pueden permanecer pseudoasintomáticos
o consanguinidad entre progenitores. Tampoco alteracio- durante el periodo neonatal y los primeros síntomas de-
nes cromosómicas en el cariotipo realizado en nueve pa- tectarse entre el 2° y tercer trimestre de vida con varia-
cientes. ble compromiso neurológico representado principalmente
Además de la hipótesis genética existe otro mecanis- por las dificultades motoras y el retraso madurativo.
mo etiopatogénico relacionado a patología subyacente En cuanto a las alteraciones visuales en los niños con
por hipoperfusión circulatoria que provocaría infartos en HNO se destaca que, aunque no se pudo establecer una
la matriz germinal e impediría la migración completa du- asociación estadísticamente significativa (test exacto de
rante la secuencia normal entre las 8 y 16 semanas de Fisher p=0,278), los 5 pacientes presentaron manifesta-
gestación. La existencia de corteza polimicrogírica tapi- ciones clínicas y sus lesiones (variedad abierta) siempre
zando la hendidura sugiere un mecanismo común de pro- comprometían, aunque parcialmente, el lóbulo frontal.
ducción, y la insuficiencia vascular en el período post- En relación a las crisis convulsivas, cabe enfatizar
migracional precoz es implicada en la patogénesis de que en todos nuestros casos las lesiones incluyeron el
ambas lesiones3-5, 7-9, 14, 15. En cuanto a la relación con la lóbulo temporal. En algunas series publicadas alrededor
DCF, evidencias procedentes de estudios anatomo-clíni- del 50% de los pacientes presentaron epilepsia lográn-
Esquizencefalia: Fenotipo clínico y neuroimágenes en 26 casos pediátricos. Hilda Bibas Bonet y col. 131
dose un control adecuado en los 2/3 de los casos4-6, 8, 21. digitaciones entre la sustancia gris y blanca en forma de
La explicación del control relativamente fácil de la epi- pequeños giros fusionados27. La DCF presenta como al-
lepsia estaría dada por observaciones sugerentes de que teraciones visibles en la RMN la corteza focalmente anor-
a pesar de las marcadas anomalías morfológicas en las mal tanto en espesor (engrosado) como en giración y un
neu-roimágenes los cambios en la citoarquitectura cortical típico borramiento de interfase entre sustancia gris y blan-
podrían ser mínimos y de que la reorganización de las ca, no hay efecto de masa ni cambios en la señal con
vías córtico-corticales y córtico-subcorticales entre los dos gadolinio28.
hemisferios podría inhibir la propagación de la descarga
epiléptica9, 21, 22. Las manifestaciones epilépticas suelen
Conclusiones
presentarse en el transcurso de las 2 primeras décadas
pero también han sido relatadas de manera inicial en
Se puede concluir tras el análisis de 26 casos pediátricos
pacientes de 21, 27 y 38 años en quienes las
de EQZ que:
neuroimágenes revelaron hendiduras esquizencefálicas22,
23
. De nuestros pacientes el 81% estuvieron exentos de
1. No se han encontrado diferencias significativas entre
crisis pero esta evidencia no puede considerarse definiti-
frecuencia de LU y LB ni se ha podido establecer aso-
va pues el rango máximo de edad ha sido de 9 años.
ciación entre tipo de lesión y género de los pacientes.
Sería aconsejable el seguimiento prolongado de estos
2. El fenotipo clínico fue variable, desde un niño asin-
pacientes pues la epilepsia podría debutar tardíamente.
tomático hasta tetraparesia espástica severa con de-
Cabe aludir finalmente al paciente de 9 años sin
ficiencia mental y epilepsia. En general suele exis-
sintomatología neuro-oftalmológica que fuera estudiado
tir un periodo pseudoasintomático tras un embarazo y
por baja talla y donde la LU frontal derecha fue conside-
nacimiento sin complicaciones.
rada un hallazgo inesperado (4%). Se han descrito pa-
3. Las manifestaciones motoras se presentaron en el
cientes con LU sin deficiencia mental ni anormalidad
96%. La LU (abierta o cerrada) se asocia significa-
neurológica entre el 7 y el 9% de algunas series publica-
tivamente a hemiparesia contralateral. La LB (abierta
das5, 21. Se ha sugerido que a pesar de la malformación
o cerrada) a tetraparesia espástica.
sería más importante la reorganización funcional de la
4. La gravedad de la deficiencia mental se relacionó con
corteza afectada con la intacta en la determinación del
la bilateralidad de las lesiones. La hendidura única
resultado clínico22.
puede cursar sin deficiencia o con deficiencia leve.
En cuanto al diagnóstico diferencial, cabe mencionar
5. Las manifestaciones oftalmológicas se correlacionaron
la distinción de la EQZ abierta con la porencefalia y la
con HNO uni o bilateral conformando en neuroimá-
hidranencefalia. Se define como porencefalia la resul-
genes la DSO con localización frontal de la EQZ.
tante de un proceso destructivo de la corteza cerebral
6. La epilepsia se comprobó en el 19% y sin diferencias
debido a traumatismos perinatales o postnatales, oclu-
significativas entre LU y LB. La topografía lesional fue,
sión vascular o hemorragias, cambios post-inflamatorios
al menos en parte, en el lóbulo temporal. La refrac-
o post-quirúrgicos. La imagen está caracterizada por una
tariedad (40%) no guardó relación con la variedad de
cavidad que contiene LCR, no delimitada por sustancia
la lesión.
gris y comunicada o no con la superficie cortical, el
7. La heterogeneidad anatomo-clínica probablemente
ventrículo o ambos15, 24. En cuanto a la hidranencefalia
refleje la heterogeneidad fisiopatogénica.
se trata de una condición en la cual la mayor parte de los
hemisferios cerebrales es reemplazada por LCR quedan-
do como escasos remanentes la cara medial inferior de Bibliografía
los lóbulos frontales y temporo-occipitales con preserva-
ción de los tálamos. La fisiopatogenia propuesta para esta 1. Yakovlev PI, Wadsworth RC: Schizencephalies. A study
patología ha sido la interrupción bilateral del flujo san- of the congenital clefts in the cerebral mantle. I. Clefts
with fused lips. J Neuropathol Exp Neurol 1946; 5: 116-
guíneo in útero de las arterias carótidas internas y la sub- 30.
siguiente desaparición de parénquima en el territorio 2. Yakovlev PI, Wadsworth RC: Schizencephalies. A study
vascular de distribución de las mismas15, 24-26. of the congenital clefts in the cerebral mantle. II. Clefts
En relación con la EQZ cerrada corresponde distin- with hydrocephalus and lips separated. J Neuropathol
Exp Neurol 1946; 5: 169-206.
guirla de otros trastornos congénitos del desarrollo cortical 3. Barkovich AJ, Norman D. MR imaging of schizencephaly.
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132 Neurología Argentina - Volumen 1 - Nº 2, 2009
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