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Capítulo
El Yo Psicológico
Formación, manifestación y Alimentación. Su posesión y
causas
S
abemos que el Yo Psicológico es un manojo de vicios, errores, defectos. Las religiones lo
llaman pecados. Lo cierto del Yo psicologico es que está formado por millones de yoes, y
todos, vivos dentro de nuestra psiquis, embotellando y robando nuestra conciencia,
alimentándose de nuestra vida y nuestra energía.
El Ser, el Íntimo, no tuvo principio, no tendrá fin. El es lo que es, lo que siempre
ha sido y lo que siempre será. El Yo continúa después de la muerte y retorna a este valle
de lágrimas para repetir acontecimientos, satisfacer pasiones y pagar Karma.
Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, toda causa se transforma en
efecto, todo efecto se convierte en causa.
En cinta sucesiva los yoes pasan en orden sucesivo por la pantalla de la vida, para
representar su papel en el drama doloroso de la vida. Cada Yo de la trágica cinta tiene su
mente propia y sus ideas y criterio propio, lo que a un Yo le gusta a otro Yo le disgusta.
El animal intelectual tiene la ilusión que hace, pero en verdad nada hace, todo se
sucede a traves de él.
Nos pegan y reaccionamos pegando, nos acosan por el pago del alquiler de la casa
y reaccionamos buscando dinero con ansiedad, alguien nos hiere el amor propio y
reaccionamos cometiendo locura, etc..
Debido a esta constitución egoica, el humanoide nada puede hacer, todo le sucede
mecánicamente a través de los diferentes yoes.
Los centros de la máquina humana están controlados y manejados por el Yo
Pluralizado, el cual gasta torpemente las energías procedentes de los diferentes centros,
determinando el funcionamiento desequilibrado de la máquina.
El Ego, el Yo, el Mí Mismo, los agregados psicológicos son entidades que se han
desarrollado a través de nuestra existencia desde los 0 años hasta la formación de nuestra
personalidad (7 años) donde han tomado toda la fuerza hasta llegar a dominar en forma
total todas las funciones del cuerpo humano, habiendo tomado el dominio de los Centros
Inferiores del hombre hasta llegar a convertirlo en una máquina humana.
Esos defectos o Yoes que se manifiestan a través de todos los Centros, por medio
de las impresiones, pasan luego al Centro respectivo, ya sean estos de tipo sexual, de
movimiento, emocionales, instintivos, etc..
De esa forma el Yo ejerce acción sobre los cinco centros de la máquina humana.
Es urgente que aniquilemos el ego y éste sólo es aniquilado con fuego. Para esto
debemos empezar por auto-observarnos.
Cada Yo es pues una viva representacion psicológica que surge del vientre; el
Ego personal es una suma de Yoes.
Algunos Yoes representan la Ira con todas sus facetas, otros la codicia, aquellos la
lujuria, etc., etc.
Esos son los "Diablos Rojos" citados por el libro de los muertos del antiguo
Egipto.
Son siete:
IRA
CODICIA
LUJURIA
ENVIDIA
GULA
SOBERBIA
PEREZA
Todos los seres humanos somos imperfectos, todos tenemos el famoso Yo y todos
tenemos el mismo defecto, los que no tenemos un defecto en una dirección, lo tenemos
en otra. Todos parecemos cortados por la misma tijera.
Todos ellos constituyen los mercaderes del templo de los que nos hablaba el
Cristo.
En otros tiempos el Ser humano no quería vivir en este mundo, se había dado
cuenta de su trágica situación, ciertos individuos sagrados le dieron a la raza humana el
abominable órgano Kundartiguador, para que se ilusionara de las bellezas de este mundo.
Cuando aquellos individuos sagrados le quitaron el órgano Kundartiguador a la
humanidad, quedaron dentro de cada persona las malas consecuencias.
Toda idea, pasión, afecto, deseo, vicio, etc., tiene su correspondiente entidad y el
conjunto de todas esas entidades es el Yo Pluralizado.
Todas esas entidades metafísicas, todos esos yoes que constituyen el Ego no
tienen verdadera ligazón entre sí, no tienen coordenada de ningún tipo, cada una de estas
entidades depende de las circunstancias, cambios de impresiones, sucesos, etc..
2. Mensajes Fonográficos.
La medicina oficial ha avanzado mucho sobre este tema y ha creado una ciencia
que es la electrofisiología. Esta ciencia ha permitido tomar fotografías de los mensajes
eléctricos que se manifiestan en el cerebro y que hacen actuar al Ser humano. Ellos han
plasmado lo que se llama paisajes eléctricos, situaciones mentales que se presentan en el
interior de nuestra psiquis.
También dicen algunos médicos, de diferentes países, que lo que ordena al cuerpo
a actuar y a realizar cierto tipo de actuaciones, son llamadas voces eléctricas. Esto es el
mismo Ego que nosotros cargamos en nuestro interior.
Observando por un momento la mente, vemos que cada pensamiento tiene una
forma o una representación, y cada representación es en sí misma el Ego.
A cada uno de nosotros nos dicen diferentes cosas: "haz esto", "haz lo otro", etc..
Cuando nosotros sentimos un gran coraje (ira) allí está la imagen fotográfica e
inmediatamente, con una fuerza de Eros, llegar a su correspondiente destrucción, a la
destrucción de esa imagen que hemos creado o que se ha creado en nosotros, esa
memoria fotográfica y también ese aspecto de la voz, los consejeros que nos dicen
(nuestro sutil ego): "haz esto, actúa de tal manera, piensa de tal manera", también hay que
grabarnos, para destruir esas cintas fonográficas en nuestro interior con la ayuda de la
Divina Madre.
La Charla Interior:
Resulta urgente observar la charla interior y el lugar de dónde proviene.
Incuestionablemente, la charla interior equivocada es la "Causa Causorum" de muchos
estados psíquicos inarmónicos y desagradables en el presente y en el futuro.
Autoconsideración Íntima:
No cabe la menor duda sobre el aspecto desastrozo de la auto-consideración
íntima, ésta además de hipnotizar la Conciencia, nos hace perder muchas energías.
Eliminación:
A medida que uno trabaja sobre sí mismo, va comprendiendo cada vez más, la
necesidad de eliminar radicalmente de su naturaleza interior todo eso que nos hace tan
abominables.
Las peores circunstancias de la vida, las situaciones más críticas, los hechos más
difíciles, resultan siempre, maravillosos para el autodescubrimiento íntimo.
Las épocas más tranquilas de la vida, son precisamente las menos favorables, para
el trabajo sobre sí mismo.
Existen momentos de la vida demasiado complicados en que uno tiene marcado la
tendencia a identificarse fácilmente con los sucesos y a olvidarse completamente de sí
mismo. En esos instantes hace uno tonterías, que a nada conduce, si estuviese alerta, si en
esos mismos momentos en vez de perder la cabeza se acordase de sí mismo, descubriría
con asombro ciertos yoes, de los cuales jamás tuvo la mínima sospecha de su posible
existencia.
Ante el sentido de Auto-observación íntima, cada uno de esos yoes que en nuestro
interior habitan, asumen realmente esta o aquella figura secretamente afin con el defecto
personificado por la misma.
Indubitablemente la imagen de cada uno de los yoes tiene cierto sabor psicológico
inconfundible mediante el cual aprehendemos, capturamos, atrapamos, instintivamente su
naturaleza íntima, y el defecto que lo caracteriza.
A veces puede empezarse por la Ira o por el Amor Propio o por el desdichado
segundo de Lujuria, etc.
Bien sabemos que dentro de una persona, viven muchas personas, entonces el
sentido pleno de la responsabilidad no existe, realmente en nosotros.
Práctica
La Meditación para la Muerte del Yo.
Debemos trabajar con:
Imaginación positiva.
Voluntad creadora.
Concentración.
Pasos:
Descubrimiento:
Enjuiciamiento:
Eliminación:
Bibliografía:
Técnicas para la Disolución del Yo. Cap. IV. y pág. 26.-
Pénsum 1990.