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Capítulo

El Yo Psicológico
Formación, manifestación y Alimentación. Su posesión y
causas

S
abemos que el Yo Psicológico es un manojo de vicios, errores, defectos. Las religiones lo
llaman pecados. Lo cierto del Yo psicologico es que está formado por millones de yoes, y
todos, vivos dentro de nuestra psiquis, embotellando y robando nuestra conciencia,
alimentándose de nuestra vida y nuestra energía.

Nos referimos concretamente al Yo Psicológico o yoes, mí mismo, sí mismo,


cuyo conjunto forma lo que en psicología se conoce con el nombre de Ego (del latín
egus, que quiere decir Yo).

El Ego o Yo psicológico, es el mismo subconciente de que hablan los tratadistas


modernos.

El origen del Yo se remonta a edades inmemoriales; se dice que la humanidad


permaneció en estado divinal, ajena del mal mientras tuvo su vida paradisíaca en el Edén.
La humanidad en esa época estaba más allá del bien y del mal; y sus almas eran puras e
inocentes.

El Yo tuvo un principio y tendrá inevitablemente un fin, todo lo que tiene un


principio, tiene un fin.

El Ser, el Íntimo, no tuvo principio, no tendrá fin. El es lo que es, lo que siempre
ha sido y lo que siempre será. El Yo continúa después de la muerte y retorna a este valle
de lágrimas para repetir acontecimientos, satisfacer pasiones y pagar Karma.

El Ser no continúa porque no tuvo un principio, sólo continúa lo que pertenece al


tiempo, lo que tuvo un principio. El Ser no pertenece al tiempo.
Lo que continúa está sometido a decrepitud, degeneración, dolor, pasión. Nuestra
vida actual, es el efecto de nuestra vida pasada, continuación de nuestra vida pasada, el
efecto de una causa anterior.

Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, toda causa se transforma en
efecto, todo efecto se convierte en causa.

Millares de yoes constituyen el Yo o Ego que continúa después de la muerte y


retorna a este valle de lágrimas para satisfacer deseos y pagar Karma.

En cinta sucesiva los yoes pasan en orden sucesivo por la pantalla de la vida, para
representar su papel en el drama doloroso de la vida. Cada Yo de la trágica cinta tiene su
mente propia y sus ideas y criterio propio, lo que a un Yo le gusta a otro Yo le disgusta.

En materia de Psicología debemos hacer una diferenciación entre el Yo y el Ser.

El Yo no es el Ser ni el Ser es el Yo. No todo el mundo dice: mi Ser, piensa en su


Ser, pero no sabe qué cosa es el Ser y lo confunde con el Yo. Cuando golpeamos una
puerta, si alguien interroga diciendo: ¿quién es el que golpea?, nosotros contestamos
siempre diciendo: Yo!, en esto no cometemos error y la respuesta es exacta, pero cuando
decimos: todo mi Ser está triste, enfermo, abatido, entonces sí erramos torpemente
porque el pobre animal intelectual falsamente llamado hombre, todavía no posee Ser.

Sólo el Ser puede hacer y el hombre máquina, el pobre animal intelectual, no es


capaz de hacer nada, todo le sucede, es un simple juguete mecánico movido por fuerzas
que desconoce.

El animal intelectual tiene la ilusión que hace, pero en verdad nada hace, todo se
sucede a traves de él.

Nos pegan y reaccionamos pegando, nos acosan por el pago del alquiler de la casa
y reaccionamos buscando dinero con ansiedad, alguien nos hiere el amor propio y
reaccionamos cometiendo locura, etc..

A medida que se desarrolla la personalidad en el niño, empieza a manifestarse a


través de ella, el Ego o Yo Psicológico, el cual constituye una segunda naturaleza, de tipo
inferior y animalesca en nosotros.

La presencia en nuestra psiquis de esta multiplicidad egoica, es lo que determina


la falta de individualidad e integridad del hombre máquina. Por tal razón, no existen una
voluntad única en el individuo, sino múltiples voluntades diferentes y contradictorias
entre sí.

Debido a esta constitución egoica, el humanoide nada puede hacer, todo le sucede
mecánicamente a través de los diferentes yoes.
Los centros de la máquina humana están controlados y manejados por el Yo
Pluralizado, el cual gasta torpemente las energías procedentes de los diferentes centros,
determinando el funcionamiento desequilibrado de la máquina.

Una vez desarrollada la personalidad, queda totalmente al servicio del Yo


Psicológico.

El Yo Psicológico es el factor de discordia en el Hombre, y el causante de


nuestros pesares, sufrimientos y angustias.

El Yo Psicológico es un obstáculo para que el hombre sea realmente conciente, ya


que al mantener a la Conciencia fraccionada, embotellada, nos somete a un 97% de
sueño.

El Ego, el Yo, el Mí Mismo, los agregados psicológicos son entidades que se han
desarrollado a través de nuestra existencia desde los 0 años hasta la formación de nuestra
personalidad (7 años) donde han tomado toda la fuerza hasta llegar a dominar en forma
total todas las funciones del cuerpo humano, habiendo tomado el dominio de los Centros
Inferiores del hombre hasta llegar a convertirlo en una máquina humana.

Esos defectos o Yoes que se manifiestan a través de todos los Centros, por medio
de las impresiones, pasan luego al Centro respectivo, ya sean estos de tipo sexual, de
movimiento, emocionales, instintivos, etc..

De esa forma el Yo ejerce acción sobre los cinco centros de la máquina humana.

La personalidad juega un papel muy importante en el transcurso de nuestra vida


horizontal, debido a que es el instrumento a través del cual se manifiestan los diferentes
yoes que ha creado. Nuestra personalidad manifiesta nuestros yoes, sin ella no pueden
manifestarse en la tercera dimensión.

Es urgente que aniquilemos el ego y éste sólo es aniquilado con fuego. Para esto
debemos empezar por auto-observarnos.

Nos debemos referir además al Plexo Solar, centro emocional sabiamente


colocado por la naturaleza en la región del ombligo.

Es incuestionablemente que este magnífico ascendiente del bípedo tricerebrado o


tricentrado se satura íntegramente con la esencia sexual de nuestros órganos creadores.

Se nos ha dicho que el "Ojo Mágico" del vientre es estimulado frecuentemente


por el Hidrógeno sexual SI-12 que sube desde los órganos sexuales.

Es pues un axioma inquebrantable de la filosofía Hermética el que en la región


del vientre existe un poderoso acumulador energético sexual.

Mediante el agente sexual cualquier representación puede tomar forma en el


campo magnético del Plexo Solar.
Lo ideoplástico representativo, constituye en sí mismo el contenido del bajo
vientre.

En modo alguno exageramos cuando enfatizamos la idea básica de que en el


vientre se gestan los Yoes que surgen más tarde a la existencia. Tales entidades
psicológicas, ideoplásticas de ninguna manera vendrían a la existencia sin el agente
sexual.

Cada Yo es pues una viva representacion psicológica que surge del vientre; el
Ego personal es una suma de Yoes.

El animal intelectual es ciertamente una máquina controlada por diversos Yoes.

Algunos Yoes representan la Ira con todas sus facetas, otros la codicia, aquellos la
lujuria, etc., etc.

Esos son los "Diablos Rojos" citados por el libro de los muertos del antiguo
Egipto.

El "Diablo Prestidigitador" toma forma en la potencia sexual; algunos yoes muy


fuertes suelen producir variados fenómenos físicos asombrosos.

El interesante relato de Waldemar, síndico de la ciudad de San Miniato al


Tedesco, situada entre Florencia y Pisa, tenía una hija de quince años sobre la que "vino
el Demonio" de manera que causó sensacion en el país. El demonio sádico que atormentó
a esa pobre muchacha, era fuera de toda duda, el Diablo prestidigitador, un fuerte Yo
diablo de la doncella, que tomó forma en la potencia sexual de ella misma, eso es todo.

El caudal de exteriorizaciones ideoplásticas, sexuales, que se manifiesta muy


especialmente durante los años de la pubertad, suele ser realmente tremendo, entonces es
cuando creamos Yoes terribles capaces de producir fenómenos sensacionales.

La rabia de no poder amar o el hecho mismo de sentirse defraudado por alguien es


fuera de toda duda el verdadero infierno y provoca aquellas espantosas emanaciones
sexuales fluídicas capaces de convertirse en el Diablo Prestidigitador.

Agregados Psicológicos de más exteriorización


El Yo Psicológico es conocido también como pecado. Pecado es una transgresión
a la Ley de Dios.

Se llaman pecados capitales los que son Cabeza de muchos otros.

Son siete:

IRA
CODICIA
LUJURIA
ENVIDIA
GULA
SOBERBIA
PEREZA

A estos los debemos transofmar en virtudes (sabiduría y amor)

Entonces a la IRA la convertiremos en AMOR

LUJURIA la convertiremos en CASTIDAD

CODICIA la convertiremos en CARIDAD

ENVIDIA la convertiremos en ALEGRÍA POR EL BIEN AJENO

GULA la convertiremos en TEMPLANZA

ORGULLO lo convertiremos en HUMILDAD

PEREZA la convertiremos en DILIGENCIA

El Yo es Legión de Diablos. El Yo existe en forma pluralizada. Los Cinco


cilindros de la máquina humana dan origen y fuerza a las legiones de pequeños Yoes que
en su conjunto constituyen eso que se llama Ego, el Yo, el Mí Mismo.

El Yo Pluralizado gasta torpemente la energía que en nuestro interior mantenemos


para fabricar alma.

La mente humana no es el cerebro, el cerebro está hecho para elaborar el


pensamiento, pero no es el pensamiento. La mente es energética y sutil, mas nosotros
cometemos el error de auto-dividirnos en millares de pequeños fragmentos mentales, que
en su conjunto, componen eso que es la Legión del Yo pluralizado.

Realmente el Yo Psicológico, con todo su orgullo, soberbia, ambición, codicia,


violencia, etc. es un puerco inmundo. Dentro del Yo tenemos todos los factores que
producen guerra, esos factores se conocen como crueldad, egoísmo, codicia, ambición,
odio, astucia, etc..

Todos los seres humanos somos imperfectos, todos tenemos el famoso Yo y todos
tenemos el mismo defecto, los que no tenemos un defecto en una dirección, lo tenemos
en otra. Todos parecemos cortados por la misma tijera.

El Yo Pluralizado gasta torpemente dicho material psíquico en explosiones


atómicas absurdas de envidia, codicia, odio, celos, fornicaciones, apegos, vanidades, etc..

Conforme el Yo pluralizado va muriendo de instante en instante el material


psíquico se va acumulando dentro de nosotros mismos.
El Ego se alimenta de las bajas pasiones, se nutre de nuestros bajos deseos,
pasiones morbosas, fornicación, adulterio, vida sucia.

Todos ellos constituyen los mercaderes del templo de los que nos hablaba el
Cristo.

El Yo se fortifica con procedimientos positivos o negativos, si cometemos errores


y continuamos cometiéndolos esclaro que se fortifica el Yo en forma positiva. Si
suprimimos los defectos que sabemos que tenemos, ellos continúan en los otros terrenos
de la mente y el Yo se fortifica negativamente.

Hay gente dedicada a estudios espirituales y que de la noche a la mañana


suprimen la ambición violentamente, ese tipo de supresión es una clase de represión de la
ambición, es claro que es otra forma de ambición que con procedimientos negativos
fortifican al Yo. Existen ciertas escuelas que enseñan sistemas positivos para fortificar el
Yo.

El Yo siempre es perverso, a veces se viste de santo y hace obras de caridad y


deja su herencia antes de morir a un hospital de caridad o a una escuela a la que
perteneció, con la ambición de ganarse el cielo o de que le levanten una estatua.

El origen del Yo es el órgano Kundartiguador, el Yo es el origen del error y de


sus consecuencias, el dolor. Mientras exista el Yo existirá el dolor y el error.

En otros tiempos el Ser humano no quería vivir en este mundo, se había dado
cuenta de su trágica situación, ciertos individuos sagrados le dieron a la raza humana el
abominable órgano Kundartiguador, para que se ilusionara de las bellezas de este mundo.
Cuando aquellos individuos sagrados le quitaron el órgano Kundartiguador a la
humanidad, quedaron dentro de cada persona las malas consecuencias.

Toda idea, pasión, afecto, deseo, vicio, etc., tiene su correspondiente entidad y el
conjunto de todas esas entidades es el Yo Pluralizado.

Todas esas entidades metafísicas, todos esos yoes que constituyen el Ego no
tienen verdadera ligazón entre sí, no tienen coordenada de ningún tipo, cada una de estas
entidades depende de las circunstancias, cambios de impresiones, sucesos, etc..

La pantalla de la mente cambia de colores o escenas a cada instante, todo depende


de la entidad que en cualquier momento controla la mente. Por la pantalla de la mente
van pasando en continua procesión las distintas entidades que en su conjunto constituyen
el Ego o Yo Psicológico.

Las diversas entidades que constituyen el Yo Pluralizado se asocian, se disocian,


forman ciertos grupos especiales de acuerdo con sus afinidades, riñen entre sí, se
desconocen.

Los mensajes del Yo Psicológico los clasificamos de dos formas:


1. Mensajes Fotográficos.

2. Mensajes Fonográficos.

La medicina oficial ha avanzado mucho sobre este tema y ha creado una ciencia
que es la electrofisiología. Esta ciencia ha permitido tomar fotografías de los mensajes
eléctricos que se manifiestan en el cerebro y que hacen actuar al Ser humano. Ellos han
plasmado lo que se llama paisajes eléctricos, situaciones mentales que se presentan en el
interior de nuestra psiquis.

También dicen algunos médicos, de diferentes países, que lo que ordena al cuerpo
a actuar y a realizar cierto tipo de actuaciones, son llamadas voces eléctricas. Esto es el
mismo Ego que nosotros cargamos en nuestro interior.

Si comenzamos a observarnos en estos instantes, a auto-observarnos, nos daremos


cuenta que en estos momentos estamos emitiendo imágenes.

Observando por un momento la mente, vemos que cada pensamiento tiene una
forma o una representación, y cada representación es en sí misma el Ego.

Pero si nosotros ponemos también un poco de atención en nosotros mismos, nos


daremos cuenta que tamabién tenemos unas voces en nuestro interior.

A cada uno de nosotros nos dicen diferentes cosas: "haz esto", "haz lo otro", etc..

Cada uno de nosotros tiene diferentes pensamientos con su correspondiente voz.

Esas imágenes, esas fotografías, que se van manifestando porque cada


pensamiento es un Yo que se manifiesta, se debe ir guardando en un archivo, en nuestro
archivo interior, para que en el momento de la modificación, en el momento de la
práctica sagrada, entonces se saque el historial del ego, como si fuera un juicio.

Cuando nosotros sentimos un gran coraje (ira) allí está la imagen fotográfica e
inmediatamente, con una fuerza de Eros, llegar a su correspondiente destrucción, a la
destrucción de esa imagen que hemos creado o que se ha creado en nosotros, esa
memoria fotográfica y también ese aspecto de la voz, los consejeros que nos dicen
(nuestro sutil ego): "haz esto, actúa de tal manera, piensa de tal manera", también hay que
grabarnos, para destruir esas cintas fonográficas en nuestro interior con la ayuda de la
Divina Madre.

La Charla Interior:
Resulta urgente observar la charla interior y el lugar de dónde proviene.
Incuestionablemente, la charla interior equivocada es la "Causa Causorum" de muchos
estados psíquicos inarmónicos y desagradables en el presente y en el futuro.

Obviamente esa vana palabrería insustancial de charla ambigua y en general toda


plática perjudicial, dañina, absurda, manifestada en el mundo interior, tiene su origen en
la conversación interior equivocada.
Muchos callan exteriormente, mas con su lengua interior desollan vivo al prójimo.
La Charla interior venenosa y malévola producen confusión interior; esta Charla está
hecha de verdades a medias o de verdades que se relacionan entre sí de un modo más o
menos incorrecto, o con algo que se expresó o se omitió.

Estos aspectos defectuosos preparan el ambiente para hacernos víctimas de las


emociones negativas.

Nuestra vida emocional se fundamenta exclusivamente en la auto-simpatía y para


colmo, sólo simpatizamos con nosotros mismos, con nuestros Egos y sentimos antipatía y
hasta odio por aquellos que no simpatizan con nosotros. Nos queremos demasiado a
nosotros mismos. Ese es el amor propio que tanto daño nos hace.

En tanto continuemos embotellados en la "Auto-simpatía", cualquier desarrollo


del Ser se hace más que imposible.

Necesitamos aprender el punto de vista ajeno. Es urgente sabernos poner en la


posición del otro.

Desafortunadamente y aunque somos muy corteses y hasta sinceros a veces no


hay dudas de que internamente nos tratamos muy mal los unos a los otros.

Gente aparentemente muy bondadosa arrastran diariamente a sus semejantes hacia


la cueva secreta de sí mismo, para hacer con esto, todo lo que se le antoja ( vejaciones,
burlas, escarnios, etc.).

Autoconsideración Íntima:
No cabe la menor duda sobre el aspecto desastrozo de la auto-consideración
íntima, ésta además de hipnotizar la Conciencia, nos hace perder muchas energías.

Si no cometiéramos el error de auto-identificarnos, la consideración interior sería


más que imposible.

Eliminación:
A medida que uno trabaja sobre sí mismo, va comprendiendo cada vez más, la
necesidad de eliminar radicalmente de su naturaleza interior todo eso que nos hace tan
abominables.

Las peores circunstancias de la vida, las situaciones más críticas, los hechos más
difíciles, resultan siempre, maravillosos para el autodescubrimiento íntimo.

En estos momentos insospechados, críticos, afloran siempre y cuando menos lo


pensamos los yoes más secretos; si estamos alertas, incuestionablemente nos
descubrimos.

Las épocas más tranquilas de la vida, son precisamente las menos favorables, para
el trabajo sobre sí mismo.
Existen momentos de la vida demasiado complicados en que uno tiene marcado la
tendencia a identificarse fácilmente con los sucesos y a olvidarse completamente de sí
mismo. En esos instantes hace uno tonterías, que a nada conduce, si estuviese alerta, si en
esos mismos momentos en vez de perder la cabeza se acordase de sí mismo, descubriría
con asombro ciertos yoes, de los cuales jamás tuvo la mínima sospecha de su posible
existencia.

El sentido de la Auto-observación íntima, se encuentra atrofiado en todo ser


humano; trabajando seriamente, auto-observándonos de momento en momento, tal
sentido se desarrollará en forma progresiva.

A medida que el sentido de auto-observación prosiga, su desarrollo mediante el


uso continuo, nos iremos haciendo cada vez más capaces de percibir en forma directa
aquellos yoes sobre las cuales jamás tuvimos dato alguno relacionado con su existencia.

Ante el sentido de Auto-observación íntima, cada uno de esos yoes que en nuestro
interior habitan, asumen realmente esta o aquella figura secretamente afin con el defecto
personificado por la misma.

Indubitablemente la imagen de cada uno de los yoes tiene cierto sabor psicológico
inconfundible mediante el cual aprehendemos, capturamos, atrapamos, instintivamente su
naturaleza íntima, y el defecto que lo caracteriza.

En principio el esoterista no sabe por dónde empezar, siente la necesidad de


trabajar sobre sí mismo, pero se halla completamente desorientado.

Aprovechando los momentos críticos, las situaciones más desagradables, los


instantes más adversos, si estamos alertas, descubriremos nuestros defectos
sobresalientes, los yoes que debemos desintegrar urgentemente.

A veces puede empezarse por la Ira o por el Amor Propio o por el desdichado
segundo de Lujuria, etc.

El Centro de Gravedad Permanente


No existiendo una verdadera individualidad, resulta imposible una continuidad de
propósitos.

Si no existe individuo psicológico, si en cada uno de nosotros viven muchas


personas, si no hay sujeto responsable, sería absurdo exigirle a alguien, continuidad de
propósitos.

Bien sabemos que dentro de una persona, viven muchas personas, entonces el
sentido pleno de la responsabilidad no existe, realmente en nosotros.

Lo que un Yo determinado afirma en un instante dado, no puede revestir ninguna


seriedad, debido al hecho concreto de que cualquier otro Yo puede afirmar exactamente
lo contrario en otro momento.
Es urgente comprender que sólo trabajando sobre sí mismo con verdadera
continuidad de propósitos y sentido completo de responsabilidad moral, podemos
consagrar la totalidad de nuestra existencia al trabajo esotérico sobre sí mismos.

Es urgente comprender la necesidad de permanecer ubicados, en recuerdo


constante de sí mismo, para poder ir acrecentando la conciencia.

Es necesario que hagamos un balance diario de la conciencia mediante esta


evaluación podremos darnos perfectamente si en verdad, estamos siendo serios en nuestro
trabajo o si, por el contrario, seguimos viviendo una vida mecánica y repitiendo como
loros la enseñanza para que otros la vivan.

El balance de la Conciencia debe ser una auto-evaluación que la persona debe


realizar diariamente, en una forma justa, para conocer y comprender cuál es lo bueno y lo
malo del trabajo que está realizando.

La práctica del balance de la Conciencia y de la auto-observación le van a dar la


clave de sus fallas.

La persona que se propone hacer un trabajo de regeneración y de transformación,


forma su centro de gravitación en el corazón, permitiendo así que la Luz del Ser, la
Comprensión del Ser y el Amor del Ser le den claridad y la ubicación que debe tener
con sí mismo y con la humanidad.

La persona que aprende a tener su centro de gravitacion en el corazón, aprende a


respetar el derecho ajeno, aprende a enseñar con el ejemplo y sabe aprender de todo el
mundo, lo bueno que le enseñen para ser un ciudadano útil a la sociedad.

¿Qué es el Nivel del Ser?. Psicológicamente hablando, es la distancia punto,


escalón o peldaño, en que nos encontramos, con respecto a nuestro Real Ser. Nuestro
nivel de Ser está determinado por el estado interior de nuestra Conciencia. Para aclarar
más, podemos imaginarnos una escalera con muchísimos escalones o peldaños, que se
extienden de abajo hacia arriba verticalmente. Dichos escalones representan en este caso
los distintos niveles del Ser. O sea que en esta escalera maravillosa podemos encontrar
todos los niveles del Ser. Al final de la escalera, en el extremo superior se encuentra
nuestro Real Ser, nosotros nos encontramos en algún escalón de ellos. Debido a que cada
persona es diferente en el aspecto moral, espiritual, psíquico, etc., escalones abajo habrá
gente peor que nosotros.; escalones arriba, ses encontrarán personas mejores que
nosotros.

Práctica
La Meditación para la Muerte del Yo.
Debemos trabajar con:

 Imaginación positiva.
 Voluntad creadora.

 Concentración.
Pasos:
Descubrimiento:

 Relajados realizamos la retrospección.

 Revivimos las diferentes escenas del día.

 Las ordenamos acorde a la gravedad de la falta.


Comprensión:

Sin identificarnos, condenarlo; sin evasivas procedemos a:

 Observación del defecto y su manera de actuar.

 En qué momentos se suscita.

 De qué manera (forma).

 A través de qué centro.


Lo trabajamos con el Bisturí de la Auto-Crítica.

Enjuiciamiento:

 "Acusación del sí mismo" evocando al Kaon interior.

 descargamos todo el sumario, amarguras, penas, desdichas, todo lo que haya


causado.

Eliminación:

Evocamos a Shakti Kundalini para que elimine al reo en enjuiciado.

 Ver y sentir por medio de nuestra imaginación positiva cómo lo aniquila


completamente sin compasión.

 Cómo clava su lanza en el corazón del monstruo.

 Cómo su espada flamígera lo va reduciendo a un niño puro y cómo se desprende


una llama azul (la virtud) que se funde en nuestro corazón.
 Evocamos esa virtud y damos gracias a nuestra Madre.
Nota: Las dificultades que se presenten se van aclarando a medida que vayamos trabajando.

Debemos desarrollar la súplica y la devoción y lo demás vendrá por añadidura.

Bibliografía:
Técnicas para la Disolución del Yo. Cap. IV. y pág. 26.-

Gnosis Trascendental. Lección II. pág. 13. y pág. 106.-

Mensaje de Navidad 65-66. Cap. IX.-

Pénsum 1990.

Misterio del Áureo Florecer. Cap. III.-

Psicología Revolucionaria. El centro de gravedad. pág. 103.-

La Felicidad mediante la Meditación Superior. pág. 34 y 35.-

Tratado de Psicología Revolucionaria. Cap. XXIX.-

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