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Informe

El diseño del proyecto tiene como objetivo crear nuevos procesos o mejorar los ya existentes.
Por lo tanto, está orientado hacia el futuro y es necesario para llevar a cabo esta actividad de
manera competente y correcta, haber hecho anteriormente un análisis. De esta manera, se
encuesto de manera virtual a 15 personas de nivel operativo, de las empresas Postobón y Coca-
Cola. Entre los resultados más importantes cabe mencionar los siguientes:

 El principal proceso que se realiza en las empresas, es el proceso de gestión de ventas.


 Los procesos generalmente están identificados y documentados.
 Las empresas deben crear nuevos productos, desarrollar nuevas maneras de publicitar
estos productos, generar nuevos procesos administrativos y de control; todo esto para que
la organización pueda afianzarse o llegar a nuevos mercados.
 Los procesos dentro de las plantas de producción, son efectivos en cuanto a generar la
cantidad y calidad de los productos que son demandados por el mercado.
 La calidad de los productos depende de los insumos utilizados.
 Se deben monitorear permanentemente las tendencias del mercado, para así mismo
innovar y ser competitivos, siendo esta la tendencia dominante.
 Un producto debe estar en el catálogo de oferta de una organización o empresa, según la
acogida que ha tenido en el mercado.

De acuerdo a lo anterior, las empresas para viven en un entorno cambiante y competitivo, por lo
cual, se requiere la renovación constante. Es decir, es fundamental diseñar procesos que les
permitan seguir siendo competitivas. En este sentido, son varios los procesos en los que las
empresas pueden intentar mejorar su competitividad, sin embargo, es importante basarse en el
análisis de los resultados obtenidos mediante la encuesta. Lo anterior, no sólo permitirá obtener
una mayor rentabilidad, sino fortalecer y consolidar la marca de cara al futuro, crecer y
expandirse a otros mercados, y sobre todo, generar confianza al público objetivo. De esta
manera, se requiere:

1. Analizar la empresa y el mercado: Para crear una buena estrategia es básico analizar el
mercado en que se mueve la empresa. Esto implica conocer tus puntos fuertes y tus
puntos débiles. De este modo, se podrá reforzar aquellos puntos positivos que se
detecten y corregir aquellas debilidades que hacen menos competitiva a la empresa.

1. Aumentar la satisfacción de los clientes: Desarrollar los canales adecuados de


comunicación con los clientes. Redes sociales, call centers o simples formularios de
contacto pueden ser herramientas muy útiles, al igual que el CRM.

2. Fidelización de los clientes: No hay mejor embajador de una empresa que sus propios
clientes. Esos que están satisfechos con los servicios o productos. Ellos recomendarán
los productos a familiares, amigos y conocidos. Por ello, la fidelización de clientes es
vital para mejorar los resultados de las empresas.

3. Optimizar los procesos de trabajo: Invertir en productividad, sin dejar a un lado la


calidad. Es decir, crear una estructura de procedimientos que se puedan medir, controlar y
monitorizar; así mismo, coordinar equipos de trabajo para que realmente se puedan
conseguir unos objetivos.

4. Buscar la innovación y el desarrollo de nuevos productos: En cualquier caso, una


empresa que quiera ser competitiva tiene que ser innovadora. Para lograrlo, se requiere
conocer las necesidades de los clientes, a través de una investigación exhaustiva y
constante de los productos actuales y una inversión adecuada en la mejora y la gestión de
los mismos, así como en el diseño y creación de otros nuevos.

5. Optimizar costes: Reducir costes innecesarios, tratar de automatizar el mayor número de


cosas y obtener ventajas competitivas del uso de la tecnología.

6. Internacionalizarse o expandirse: Requiere mejorar en muchas áreas, ya que se va a


competir más duro en un mercado global más feroz. Además, permite mejorar la gestión
de los recursos, se agiliza la capacidad y rapidez industrial.
Es importante tener en cuenta que las decisiones sobre el diseño de procesos productivos afectan
a la productividad de la empresa dado que predeterminan en gran medida el valor que puede
alcanzar la relación factor/producto. No obstante deben tomarse de manera continuada,
especialmente ante entornos altamente inestables, lo que necesariamente conlleva a que las
empresas posean una importante capacidad de adaptación y que sean altamente flexibles.

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