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COMUNICACIÓN DE NUESTROS FAMILIARES YA DESENCARNADOS DURANTE NUESTRO SUEÑO.

Espíritus que se comunican a través de los sueños: ¿Un contacto real con el Más Allá? Los seres
queridos ya fallecidos, pueden contactarse con sus parientes vivos a través de los sueños. Cuando
dormimos se desactiva parcialmente el lóbulo frontal -parte del cerebro que utilizamos para
nuestras funciones ejecutivas, como planificar y organizar-, aunque durante el sueño nuestra
mente sigue trabajando y reproduciendo el mundo y nuestro comportamiento en él atravez del
espíritu. Para ello, emplea los mismos medios que en estado de vigilia, es decir, imágenes,
palabras, sensaciones y emociones, aunque las estructuras que se han desactivado dan unas
características especiales a los sueños, que por lo general se nos presentan a veces como caóticos,
desestructurados y carentes de sentido. Los sueños, si bien son considerados como un reflejo del
estado mental, emocional y físico del soñador, encerrarían algo más: para algunos estudiosos
puede ser una conexión con el Más Allá, un mundo por definición inaccesible para nuestra
conciencia. Desde la antigüedad se creía que los sueños en los que aparecían personas fallecidas
eran un hecho que no debía ser ignorado, ya que a veces los espíritus de las personas queridas
fallecidas nos visitaban en nuestros sueños para darnos un mensaje, un consejo o una advertencia.
Algunos psicólogos escépticos y expertos en sueños, basándose en el hecho de que no existe
evidencia científica de que los espíritus de personas fallecidas puedan visitarnos en una
dimensión, creen que soñar con un familiar o amigo fallecido no tiene ningún significado, sino que
refleja simplemente que aún no se ha superado el duelo por su muerte. A juicio de éstos, soñar
con familiares o amigos difuntos sólo sería una manifestación de tristeza o depresión o bien
manifestaría algún sentimiento de culpabilidad de nuestra parte. Por ello, sería nuestro
inconsciente el que escenifica esos momentos con nuestros seres queridos fallecidos como forma
de desahogo y alivio emocional, para liberarnos del dolor y hacer que recuperemos el control de
nuestra vida. Estas explicaciones, sin embargo, ignoran que para miles de personas que han
experimentado este tipo de sueños esta experiencia a veces ha terminado por cambiar sus
creencias, debido a que les ha resultado demasiado vívida y real. Los espíritus en comunicación,
por lo pronto, aseguran que esto se produce debido a que el mundo de los sueños actúa como una
especie de puente entre los vivos y el mundo espiritual, por lo que es más fácil para los espíritus
comunicarse con nosotros: durante la vigilia la persona está más sumida en los cinco sentidos y no
tiene concentración mental. Durante el sueño o mientras dormimos, en cambio, la mente es más
receptiva a mensajes desde el mundo de los espíritus. El psicólogo español Joaquín Cámara, quien
ha investigado durante años el tema de la vida después de la muerte, explica que cuando alguien
muere -o se desencarna- y pasa al mundo espiritual, puede tratar de comunicarse con sus seres
queridos que continúan vivos en el plano físico de diferentes maneras. “Una de las formas más
frecuentes es tratar de establecer comunicación cuando la persona se queda dormida. Todas las
noches, cuando nos acostamos a dormir, llega un momento en el que nuestro espíritu sale del
cuerpo físico y viaja por el mundo espiritual, mientras el cuerpo físico se queda en la cama
acostado. Por lo general, no recordamos estos viajes que hacemos cada noche, ya que en el
mundo espiritual estamos también medio dormidos, semiinconscientes a lo que sucede a nuestro
alrededor allí, es como una pequeña turbación igual como después de desencarnar, por lo mismo
porque estamos todavía materializados. Recordemos ahora que el mundo espiritual es el mismo al
que vamos tras desencarnar, por lo que ese lugar está lleno de seres desencarnados, así como de
habitantes propios del espiritual, en nuestro entorno. De este modo, si hemos perdido a un ser
querido es muy posible que él se encuentre en el mundo espiritual y aproveche que estamos ahí
durante el sueño para poder comunicarse con nosotros, por lo que esto se convierte en un medio
de comunicación muy sencillo para ambos”.

Soñar con seres queridos fallecidos este fenómeno es más común de lo que se piensa, por lo que
se aconseja que en ningún caso hay que tener miedo a este tipo de experiencias. “El factor que
permite la comunicación con los desencarnados en estado de sueño lo constituye el amor y los
sentimientos hacia las personas queridas, cuyo lazo afectivo no desaparece con el fallecimiento”
La comunicación con los espíritus es muy diferente que cualquier otro sueño, pues este tipo de
sueño es más vivo y claro. El mensaje del sueño, en tanto, suele ser conciso (el soñador podría
tener una larga conversación con ese ser espiritual o simplemente “escuchar” una advertencia) y
en ocasiones puede existir una sensación de frío alrededor de nosotros. Otro detalle importante es
que el soñador recordará fácilmente toda la experiencia, a diferencia de un sueño normal donde
los detalles son confusos y cuando se despierte se sentirá como si simplemente abriera los ojos y
en ningún caso sentirá cansancio. Además, generalmente no aparecen otros personajes en el
sueño, sólo el soñador y su ser querido difunto. Sueños Respecto del motivo de porqué el espíritu
de un ser querido fallecido puede visitarnos en nuestros sueños, las principales razones son las
siguientes:

-Buscar el perdón: el espíritu nos solicita que lo perdonemos por algo que hizo en su vida en la
tierra o bien que nosotros le pidamos perdón por algo que hicimos nosotros. El propósito de esto
es terminar con el rencor y los complejos de culpa, de modo de lograr la comprensión y el
equilibrio y acabar con conductas abusivas o destructivas que conspiran con nuestro crecimiento
personal.

-Advertencias de salud o de un peligro inminente: Los espíritus que una vez que están libres de
sus cuerpos físicos, nuestros seres más queridos fallecidos pueden llegar a ser consejeros (si tienen
un grado de elevación más que el encarnado) extremadamente útiles y fiables, pues al ver a través
del espacio y el tiempo con bastante facilidad son especialmente sensibles a los problemas de
salud que puedan afectarnos. Los familiares fallecidos, también, pueden recurrir a nosotros para
advertirnos de un peligro potencial e inmediato (si es necesario y permitido por Dios.).

Prepararnos para nuestra propia muerte: nuestros seres queridos pueden visitarnos en nuestros
sueños para avisarnos que pronto vamos a abandonar este mundo terrenal y físico y para
aconsejarnos que la muerte no es algo terrible, sino que sólo un estado superior, un paso a otra
vida.

-Buscar ayuda: otra razón de por qué estos espíritus se aparecen en sueños es que necesitan
nuestra ayuda u orientación debido a que están perdidos o turbados en su viaje al Más Allá. Los
familiares desencarnados generalmente intentarán contactarse (o aparecerán en los sueños) con
el miembro de la familia que piensan puede con mayor probabilidad hacer algo por ellos. En este
caso se debe escuchar el mensaje de nuestro ser querido y atender rápidamente a su solicitud,
que podría ser tan sencillo como otorgar un perdón o simplemente escuchar sus palabras y pedir
por ellos. Después de este proceso, el espíritu de nuestro ser querido desencarnado podrá pasar
tranquilamente a preparase para seguir progresando ya sea en el mundo espiritual o y si es
necesario volver a reencarnar. Las personas que han tenido una muerte prematura o violenta
aparecen con mayor probabilidad en los sueños, contrariamente a la gente que ha tenido muertes
normales como las que suceden luego de sufrir una enfermedad prolongada. Esto se debe a que la
persona que ha muerto por causas naturales está mentalmente más preparada para la muerte y
por lo tanto le resulta más fácil avanzar en la vida después de la muerte. A veces nos liberamos de
nuestras ataduras y la mente descansa; otras veces, revivimos situaciones hasta encontrar la
solución a los problemas cotidianos o preocupaciones dolorosas. En otras ocasiones, recibimos
informaciones que pueden ser simbólicas, mensajes directos. Y también, podemos conectar,
hablar, ver y sentir a seres que viven cerca, lejos o que han desencarnado. Es importante saber
que no todas las veces que soñamos con algún ser querido que ha desencarnado, significa que
hemos tenido una comunicación con ellos. A veces simplemente se trata de un sueño, de un
recuerdo, de una vivencia compartida o deseada. Sin embargo, otras veces, los sueños que
tenemos con los seres queridos que desencarnaron son reales. Les vemos, sentimos, escuchamos
y hablamos con ellos como si estuvieran vivos. Es más, inclusive, en esos momentos, no
recordamos que han muerto. Son reales, hay una interrelación entre ellos y nosotros. Estas
comunicaciones a las que llamamos sueños, no lo son. Se producen en un lugar intermedio entre
ellos y nosotros. Un mundo espiritual en el que el contacto es posible. La sensación es de realidad,
porque lo es. No es una fantasía. Generalmente son “sueños” en los que además de verles,
pueden decirnos cómo están, les podemos contar cómo nos sentimos sin ellos, qué nos preocupa,
cómo podemos enfocar o vivir una determinada situación”. La especialista agrega que “en estos
sueños no siempre hablamos con nuestros seres queridos fallecidos. En algunas ocasiones,
permanecemos estando en silencio, escuchándoles, pues tienen un mensaje que darnos. Se
encuentran bien, necesitan que recemos por ellos, que nos despidamos, quieren que estemos
felices porque han encontrado la luz, quieren que encontremos algo, que rehagamos nuestra vida,
etc. Estos “sueños” se producen siempre en el campo astral. Las personas que han experimentado
este tipo de sueños, en todo caso, declaran no haber pasado miedo en ningún instante sólo alivio.
De ese modo, se mezclan pensamientos, emociones y aprendizajes, los cuales son reelaborados
para así poder asimilarlos. Alguien que sufre depresión o estrés intenso suele tener pesadillas,
pero esto no está relacionado con el mundo espiritual, sino por su experiencia física y por la
elaboración que el cerebro está haciendo de esa información durante el sueño. También es
frecuente que, al desencarnar un ser querido, nuestro cerebro asimile el trauma y produzca
sueños con ese familiar, pero esto, de nuevo, no es un contacto espiritual, sino algo físico. La
principal duda, por tanto, es cómo distinguir un auténtico contacto espiritual con un ser querido
desencarnado de un sueño puramente físico, los que son producidos por nuestro cerebro. Quienes
relatan auténticos contactos espirituales durante el sueño aseguran que al despertar, los
recuerdan de una manera muy nítida, con gran claridad en cuanto a los detalles. Además, la
sensación que se queda tras despertarse es de quietud, de tranquilidad y de alegría y hay gran
seguridad de que se ha contactado con el ser querido. Otro punto importante es que los seres
queridos dan mensajes de esperanza, de supervivencia tras la desencarnación; en ningún caso hay
recriminaciones ni elementos negativos. Este punto es muy importante, ya que cuando se trata de
un sueño puramente físico, suele estar lleno de elementos de culpabilidad y emociones negativas,
producto de nuestro trauma. Las personas desencarnadas que nos visitan en sueños, además,
pueden dar información que no se conocía antes, o mostrar símbolos importantes para la persona
que está recibiendo el mensaje. El recuerdo de ese contacto dura mucho más tiempo que el
recuerdo de un sueño cotidiano, físico; de hecho, hay quien lo recuerda claramente durante años.
Esto no sucede nunca con los sueños físicos, que se evaporan a los pocos minutos u horas tras
despertarnos”.

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