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emily

[Escribir el nombre de la compañía]

DIPLOMADO DE EDUCACIÓ N Y PEDAGOGÍA AFROVENEZOLANA

PARTICIPANTES:

CECILIO CARABALLO
PROF. KARLA LEON
EMILY CARABALLO
Temática:

DIVERSAS MIGRACIONES INTERNAS Y EXTERNAS DE LOS


AFRODESCENDIENTES EN VENEZUELA

Barlovento es una subregión ubicada en el estado Miranda de Venezuela. Es la conurbación


de los municipios Acevedo, Andrés Bello, Brión, Buroz, Páez y Pedro Gual.

Es conocido por su gente y sus bailes afroamericanos. Esta extensa planicie ubicada al este de
la entidad ofrece playas de fondo llano y oleaje suave, dotadas de servicios turísticos. Zona de
exuberante vegetación y de una gran fertilidad.

Sus tierras fueron asiento de


haciendas de cacao en la
Colonización. La oferta
cultural en esta región es
muy atractiva, destacándose
los tambores de San Juan en
Curiepe, Los Reyes en
Higuerote, Los Boleros de
Caucagua, El Entierro de la
Sardina, Los Santos
Inocentes, La Parranda de
los Muertos en San José, El
Niño Jesús en Curiepe,
Birongo, Capaya y El
Guapo, La Cruz de Mayo, San Pascual. La mayoría de la población de Barlovento fue traída
de lo que actualmente constituye el Congo, República Democrática del Congo y Angola
(correspondiente al área cultural de la etnia africana Bantú, Loangos) y Yorubas. Cuando los
esclavizados fueron traídos en la época de la Colonia para trabajar en las haciendas
cacaoteras, les fueron prohibidas sus manifestaciones culturales y religiosas y les fueron
impuestos nuevos cultos. Ante esta situación los esclavizados, al no tener otra opción que
aceptar las imágenes del culto católico, le asignan a cada santo una deidad de su esquema
religioso africano. Así, San Juan representa una de las más importantes en lo que, los expertos
definen como un sincretismo de cierta
compilación.

Barlovento es la región que se encuentra en


el estado Miranda, al este de Caracas. El
término de Barlovento tiene dos
significaciones: una de índole geográfica y
otra histórica y antropológica.

Su folclore es de gran importancia, está


compuesto principalmente por los tambores
afrovenezolanos. El tambor de Barlovento,
en sus diferentes variedades (redondo, culo
e’ puya, mina y cumaco) de domingo en domingo se transforma en parte espiritual
imprescindible del barloventeño.

El día 24 de junio se conmemora en Venezuela, las fiestas en honor a san Juan Bautista,
fiestas que revisten singular importancia, desde la época colonial hasta el presente. La fecha
establecida por la Iglesia para conmemorar al Santo coincide aproximadamente con el
solsticio de invierno. La fiesta a San Juan Bautista: es de singular significación y fuerza en
aquellas poblaciones negras. En Barlovento se celebra en todas sus poblaciones.

En la vía hacia Barlovento, a la orilla de la carretera, se pueden apreciar exhibiciones


informales. Pasando Caucagua, a la altura del caserío Yaguapa, están las conocidas réplicas a
escala de aviones y helicópteros militares, hechos en madera balsa. En el caserío Gamelotal,
entre Caucagua y Tacarigua de Mamporal (Tacarigua de Brión), Adán Expedito López,
escultor de madera y de cocos, sorprende con su imaginación y el realismo de sus obras;
pilones, retratos de Bolívar y cocos con los rostros de caciques son algunas de sus muchas
esculturas. Entrando a Higuerote, justo después de la hermosa plaza de la

Virgen del Carmen, se ofrecen reproducciones en madera de las típicas aves de los canales y
lagunas de Barlovento, coro-coras y garzas. Los famosos tambores de Curiepe llamados “culo
e´puya” o tamboritas de fulía, pueden ser adquiridos en el pueblo a través del también famoso
“Tucusito”.

En Curiepe y en casi todo Barlovento


se realiza una actividad artesanal
muy importante: la elaboración de
instrumentos musicales, es decir, los
diferentes tambores utilizados en el
baile. Entre ellos encontramos la
curbata, el mina y el cule puya con
sus variedades prima, cruzao y pujao.
Otro instrumento musical elaborado
es el furruco, de frecuente uso en el
acompañamiento de los aires
navideños. En San Nicolás, pequeña
comunidad situada en la vía que conduce de Curiepe a Birongo, se realizan trabajos
artesanales como carpintería, cestería, tejidos e instrumentos musicales. En San José de Río
Chico se producen pilones, bateas, canoas, manares, esteras, canastas para recoger y cargar
cacao, chinchorros y atarrayas para la pesca, e instrumentos musicales como tambores y
furrucos. En Río Chico se hacen chinchorros para el descanso, chinchorros para la pesca, e
instrumentos musicales. Utilizan la misma materia prima que se usa en el resto de la región.
EL DESTIERRO DEL TURIAMO.

El 21 de marzo de
1957, bajo la
dictadura del General
Marcos Pérez
Jiménez, se ordena
desalojar de sus
tierras a todos los
habitantes del pueblo
de Turiamo (ubicado
en el estado Aragua)
para la instalación de
una base naval,
generando una
emigración forzada de
un conjunto
importante de familias que contra su voluntad se vieron obligados a salir de su territorio,
refugiándose en diferentes zonas de Maracay.

José Alí Handan, poblador del pueblo de Turiamo, comentó que “cuando ocurrió el destierro
de Turiamo, yo tenía 15 años y recuerdo que era un Edén, era tranquilo en comunidad.
Turiamo era un gran productor de cacao siendo uno de los mejores del mundo en los años 50.
Además, el pueblo era agricultor y de eso vivíamos”. Enfatizó que “hace 60 años se creo un
comité que trabaja incansablemente por un objetivo común que es retornar al pueblo de
Turiamo para que nuestros descendientes vivan en la tierra que les dio su origen”.

“Recuerdo el día que nos sacaron del pueblo. Un teniente llamado Peraza Colmenares, le dio
tres mil bolívares por nuestra casa a mi padre, siendo un monto muy bajo y amenazándolo
para que saliéramos de inmediato. Eso fue entre el 21 y el 31 de marzo de 1957”.

LA RESISTENCIA CULTURAL DEL TURIAMERO.

Con sus arenas blancas y


sus cálidas aguas, la
localidad de Turiamo es
una ventana abierta al
turismo, ya que los
visitantes –antes o
después de presenciar el
enfrentamiento entre el
bien y el mal– suelen
zambullirse en la playa,
uno de los principales atractivos con los que cuenta esta imponente región del Caribe
Venezolano Central.

Se dice que la cofradía de Turiamo son los diablos exiliados. Su tradición de espantar al
demonio data de siglo XVIII, pero en 1957 fueron sacados de sus tierras durante la dictadura
de Marcos Pérez Jiménez, para la instalación de una base naval. Desde entonces bailan en los
sectores 23 de Enero, El Recurso y La Coromoto de Maracay.

Sus trajes son realizados de colores muy llamativos, llevan máscaras de cartón y alambres con
velos, para soportar el calor de la ciudad. Al atuendo le agregan una especie de látigo de cuero
con un palo de madera, conocido como “el mandador”. Su danza va al ritmo de los cuatros y
las maracas.

EL COMITÉ PRO RETORNO DE TURIAMO.

Guillermo Barreto. Caso


Turiamo Argenis Delgado,
integrante del Movimiento
Afrovenezolano, explica que en
el caso Turiamo, las posibles
propuestas y abordajes, son las
siguientes: Un plan de
aprovechamiento agrícola y
pesquero para sus habitantes y
descendientes. El
fortalecimiento de la
organización colectiva, así
como la asesoría y apoyo
gubernamental. La construcción
de un espacio memorial en
conmemoración de las víctimas del destierro. El desarrollo de un proyecto de hospedaje. La
reconstrucción de la memoria histórica a través de escritos, fotografías, formatos de audio y
video.

Con sus arenas blancas y sus cálidas aguas, la localidad de Turiamo es una ventana abierta al
turismo, ya que los visitantes –antes o después de presenciar el enfrentamiento entre el bien y
el mal– suelen zambullirse en la playa, uno de los principales atractivos con los que cuenta
esta imponente región del Caribe Venezolano Central.

Se dice que la cofradía de Turiamo son los diablos exiliados. Su tradición de espantar al
demonio data de siglo XVIII, pero en 1957 fueron sacados de sus tierras durante la dictadura
de Marcos Pérez Jiménez, para la instalación de una base naval. Desde entonces bailan en los
sectores 23 de Enero, El Recurso y La Coromoto de Maracay.

Sus trajes son realizados de colores muy llamativos, llevan máscaras de cartón y alambres con
velos, para soportar el calor de la ciudad. Al atuendo le agregan una especie de látigo de cuero
con un palo de madera, conocido como “el mandador”. Su danza va al ritmo de los cuatros y
las maracas.

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