Está en la página 1de 39

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/259638788

CAPÍTULO8

Chapter · January 2006

CITATIONS READS
0 1,042

6 authors, including:

Manuel Casares-Porcel Jorge G. Rowe


University of Granada Universidad de Sevilla
130 PUBLICATIONS   1,496 CITATIONS    18 PUBLICATIONS   141 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Regina Carballal
University of Santiago de Compostela
53 PUBLICATIONS   249 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Breathing in the Parks View project

SMARCH. SMART ARCHITECTURAL AND ARCHEOLOGICAL HERITAGE. TOOLS AND STRATEGIES FOR INNOVATION FOR THE INTEGRATION OF HERITAGE, TOURISM AND LANDSCAPE
MANAGEMENT View project

All content following this page was uploaded by Manuel Casares-Porcel on 10 January 2014.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


SISTEMÁTICA DE LOS LÍQUENES
M. Casares Porcel, L. Gutiérrez, J. García Rowe y Regina Carballal,
FOTÓGRAFO: POR FAVOR COMPLETE EL FOTÓGRAFO

DIPLOSCHISTES OCELLATUS VAR. ALMERIENSIS UNO DE LOS POCOS LÍQUENES ENDÉMICOS DE ANDALUCÍA,
SOLO SE CONOCE DE ALGUNAS LOCALIDADES DE LAS ZONAS DESERTICAS DE ALMERÍA

191
C A P Í T U L O 8
 ASCOLÍQUENES tuyen un tipo biológico definido y característico, muchos
textos de botánica los tratan separadamente de los hon-

C
omo ya se ha comentado, la inmensa mayoría de gos. Este es el criterio que se ha seguido en esta obra.
los líquenes tienen como micobionte un asco- Los problemas de la sistemática de los hongos y la
micete. Aunque en los sistemas de clasificación diversidad de criterios de los micólogos se reflejan en la
tradicionales se consideraba a los líquenes como clases de los líquenes; así, hay notables discrepancias en las cla-
independientes (Ascolíquenes y Basidiolíquenes), desde sificaciones liquenológicas actuales. Como criterios más
mediados del siglo XIX ha ido ganando partidarios la idea aceptados, los órdenes se definen por el desarrollo
de incluir los hongos liquenizados entre los grupos de ascohimenial o ascolocular del ascocarpo, por la forma
asco- y basidiomicetes de vida libre y utilizar como carac- del cuerpo fructífero (apotecio, peritecio, lirela) y por el
teres taxonómicos los mismos que se emplean en esos tipo de asco (prototunicado, unitunicado, etc.).
organismos. Ello ha llevado a la desaparición de los líque- En este apartado se mencionan los órdenes de mayor
nes como grupo taxonómico independiente y a la inclu- número de componentes, especialmente los que están
sión de los órdenes de hongos liquenizados entre los del bien representados en la flora de Andalucía o contienen
conjunto de ascomicetes. Aunque esto parece lógico, algún género o especie de particular interés. Se exponen
desde un punto de vista evolutivo y sistemático, los carac- en primer lugar los de desarrollo ascohimenial y ascocar-
teres peculiares de los líquenes quedan en cierto modo po de tipo apotecio, secuenciando los órdenes según el
desdibujados. A pesar de todo, considerando que consti- grado de complejidad de los ascos.

ASCOLÍQUENES
El desarrollo y la forma del cuerpo fructífero, así como el tipo de asco, son los caracteres utilizados para definir órdenes en los ascolíquenes. Los ascos bitunicados caracterizan
algunos órdenes de ascolíquenes

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

APOTECIO PEDICELADO CON ASCOS PROTOTUNICADOS YA DISUELTOS CUANDO LAS ESPORAS ESTÁN MADURAS

192
LÍQUENES CON ASCOCARPO sobre cortezas y madera en descomposición, Calicium
adpersum y C. salicinum, esta última la especie más fre-
DE DESARROLLO ASCOHIMENIAL cuente, visible casi exclusivamente por sus ascocarpos
pedicelados con una cabezuela negra. Se conocen tam-
Y DE TIPO APOTECIO bién algunas citas de Sphynctrina turbinata, un parásito
Los dos órdenes de este grupo se caracterizan por de Pertusaria.
sus ascos prototunicados, que, por carecer de mecanis- El género Sphaerophorus se diferencia del resto
mos de expulsión de las esporas, se consideran los más de los del orden por su talo fruticuloso bien desarrolla-
primitivos. Aunque con pocos componentes, son muy do, con ramas de color blanquecino o pardo, brillante, y
característicos y fáciles de reconocer. por sus apotecios que retienen el mazédium. En Andalu-
cía se ha citado S. fragilis.
ORDEN CALICIALES
ORDEN LICHINALES
Sus representantes poseen talos con algas verdes
como ficobiontes y se desarrollan preferentemente Las especies de este orden presentan talos gelatino-
sobre cortezas o madera, aunque algunos son parásitos sos con cianofíceas. La necesidad de disponer de agua
de otros líquenes. Dos peculiaridades los hacen incon- líquida para que se active la fotosíntesis en este tipo de
fundibles: los apotecios pedicelados y la presencia del fotobiontes condiciona la ecología de muchas de las
mazédium, una masa pulverulenta formada por las espo- especies que incluye el orden, que con frecuencia colo-
ras y restos de los ascos y paráfisis que, en muchos géne- nizan las superficies de escorrentía y producen manchas
ros, asoma al exterior. Está bien representado en las de color negruzco sobre las paredes de rocas calcáreas
zonas templadas y frías del mundo. En Andalucía no son donde son relativamente frecuentes. De este tipo de
frecuentes las especies del grupo, aunque se han citado, ambientes se conocen en nuestro territorio algunas

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

ASCO BITUNICADO, TEÑIDO CON LUGOL, DE UNA OPEGRAFAL

193
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

ORDEN LICHINALES ORDEN GRAPHIDALES


Muchas de las especies que incluye este orden con frecuencia colonizan las superficies de esco- Incluye géneros cuyos ascos se pueden considerar primitivos
rrentía y producen manchas de color negruzco sobre las paredes de rocas calcáreas

COMUNIDADES DE THYREA GIRARDII

especies interesantes, como Thyrea girardii, Anema


nummularium, Peccania coralloides y varias del géne-
ro Psorotichia. Muchas de ellas son de pequeño tama-
ño, por lo que resultan de difícil localización en el cam-
po. Sobre los suelos calcáreos se conocen varias espe-
cies interesantes de los géneros Peltula y Heppia.
Sobre las rocas ácidas se ha citado Lichinella stipatula y
Gonohymenia cribellifera. También Lichina pygmaea,
un liquen de las zonas costeras que soporta la inmersión
en el mar, se puede encontrar en algunos puntos de la
costa atlántica andaluza.
•••
Otro grupo importante y heterogéneo de órdenes, TALOS DE GRAPHIS SOBRE UNA CORTEZA LISA. LAS LIRELAS SEMEJAN UNA ESCRITURA
dentro de los líquenes con apotecios ascohimeniales, se
caracteriza por la presencia de ascos unitunicados ino-
perculados, con la pared poco engrosada y provistos de
sistemas de apertura y expulsión de esporas variados.
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

Entre ellos se pueden mencionar los que se indican a


continuación:

ORDEN GRAPHIDALES
Incluye géneros cuyos ascos se pueden considerar
primitivos, dentro de este tipo. Los más característicos
tienen talos crustáceos, con la clorofícea Trentepohlia y
unos ascocarpos alargados que reciben el nombre de
lirelas o histerotecios, que suelen ser numerosos y oscu-
SAGIOLECHIA PROTUBERANS ES UN LIQUEN MUY RARO
QUE VIVE SOBRE CALIZAS VERTICALES SOMBREADAS

194
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

ORDEN OSTROPALES
ros, y por su disposición sobre el talo se asemejan a los
Diploschistes, el género mejor representado de este órden en Andalucía, se caracteriza por sus apote-
pictogramas orientales (las claves de determinación anti- cios que comienzan pareciendose a un peritecio y posteriormente se abren en forma de disco
guas solían referirse a ellos como ascocarpos en forma
de letras chinas). De este hecho deriva el nombre del
género tipo, Graphis, y el del orden. Muy abundantes
en los trópicos, algunas especies amplían su área a las
zonas templadas de carácter oceánico, por lo que no
resultan frecuentes en Andalucía. Sin embargo, en nues-
tro territorio viven otras especies muy interesantes,
como Sagiolechia protuberans, un liquen muy raro que
vive sobre calizas verticales sombreadas.

ORDEN GYALECTALES
Con muchos caracteres comunes con el anterior
pero con un aspecto muy diferente, el orden Gyalectales
posee apotecios, rosados o rojizos, translúcidos, que al
humedecerse se vuelven muy vistosos. Aunque está mal
representado en Andalucía, se encuentran en el territo-
rio especies de los géneros Dimerella, Gyalecta y
Pachyphiale. La especie más frecuente es la saxícola
G. jenensis, que coloniza calizas sombreadas.

ORDENES OSTROPALES
Incluyen muchos hongos de vida libre y algunos
liquenizados; entre estos últimos, está muy bien repre-
sentado en Andalucía el género Diploschistes, de talo
crustáceo, cuyas especies viven sobre suelos, rocas, mus-
DIPLOSCHISTES DIACAPSIS ES UNO DE LOS LÍQUENES CON MAYOR BIOMASA EN LAS COMUNI-
gos y otros líquenes. Entre las más interesantes se DADES QUE TAPIZAN LOS SUELOS YESÍFEROS, TAN ABUNDANTES EN ANDALUCÍA ORIENTAL
encuentra D. diacapsis, uno de los líquenes con mayor
biomasa en las comunidades que tapizan los suelos yesí- El enorme número de componentes de este grupo y
feros, tan abundantes en Andalucía oriental. De estos la gran diversidad que ofrece hacen que se diferencien
ambientes se ha descrito también D. ocellatus var. alme- subórdenes para agrupar las familias más parecidas
riensis, que por el momento solo se conoce en una entre sí.
pequeña área de la provincia de Almería.
SUBORDEN PELTIGERINEAE
ORDEN LECANORALES Agrupa familias con apotecios de desarrollo hemian-
En él se incluyen la gran mayoría de los hongos lique- giocárpico y con talos heterómeros, que muchas veces
nizados; presentan apotecios de formas variadas y ascos lIevan cianofíceas como simbiontes o en cefalodios.
unitunicados con las paredes del ápice fuertemente Los géneros Peltigera y Nephroma, de talos foliáceos,
engrosadas. En muchos de ellos la pared presenta, en tienen apotecios castaños o rojizos empotrados en los
dicha zona, un estrato interno flexible que aproxima sus márgenes del talo. Las especies del género Peltigera
ascos a los de tipo bitunicado. viven en el suelo, frecuentemente sobre musgos, tienen

195
crecimiento rápido y, aunque se encuentran entre los A este suborden pertenece también la familia
líquenes de mayor tamaño que se pueden encontrar en Stictaceae, de talos foliáceos de tamaño apreciable y
el territorio, su coloración oscura los hace pasar inadver- en los que es fácil observar muchas formaciones vege-
tidos muchas veces. Sobre suelos calcáreos, pero en tativas: cifelas, pseudocifelas, cefalodios, isidios, sora-
ambientes de alta montaña, vive Solorina saccata, que lios, etc.
alberga en el interior de su talo cefalodios de Nostoc. Los géneros Sticta y Pseudocyphellaria, que
Sobre cortezas se encuentran las especies del género presentan en la cara inferior cifelas y pseudocifelas, res-
Nephroma, de las cuales N. laevigatum, de color casta- pectivamente, y Lobaria, que carece de estas formacio-
ño-grisáceo en seco y con médula de color amarillo, es la nes, son característicos de los bosques caducifolios de
más común. óptimo atlántico, por lo que son raros en Andalucía,
sobre todo cuanto más hacia el este. La mayoría de sus
SUBORDEN PELTIGERINEAE
especies, muy sensibles a la contaminación y a las altera-
Las especies del género Peltigera viven sobre el suelo, con frecuencia sobre el musgo, y llegan a for-
mar grandes talos, pero su coloración oscura hace que muchas veces pasen desapercibidas. La mayoría ciones del medio, están desapareciendo de muchas
de las especies de este suborden son muy sensibles a la contaminación y las alteraciones del medio, zonas de Europa occidental. En algunos bosques andalu-
por lo que están desapareciendo. En Andalucía son más frecuentes en la mitad occidental
ces, sobre todo en las masas forestales del Parque Natu-
ral de los Alcornocales, todavía se pueden encontrar
especies de Sticta y las de mayor tamaño del género
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

Lobaria, como L. scrobicutata, con soralios azulados, y


L. pulmonaria, en cuyo talo se presentan zonas salien-
tes con isidios.

SUBORDEN LECANORINEAE
Abarca quince familias, muchas de ellas con géneros
de distribución cosmopolita y con numerosas especies.
Los apotecios de desarrollo gimnocárpico son el carác-
ter que mejor diferencia este suborden del anterior.
El género tipo, Lecanora, de talo crustáceo con
ficobionte verde, presenta apotecios en forma de plato
PELTIGERA TIENE UNOS APOTECIOS MUY CARACTERÍSTICOS con un reborde talino bien marcado. Está representado
POR SU FORMA Y SU POSICIÓN EN EL MARGEN DEL TALO en Andalucía por más de cincuenta especies. Entre las
epífitas, la más común es L. chlarotera, de talo blanque-
cino y apotecios rojizos. De las saxícolas, L. campestris,
con talos grisáceos de forma circular, es muy frecuente
sobre todo tipo de piedras, tanto en las rocas como en
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

las construcciones, incluso en las ciudades. Igual de fre-


cuente, pero más llamativa, es L. muralis, de grueso talo
verde, casi escuamuloso y con lóbulos periféricos, una
especie muy nitrófila y polimorfa de la que se han descri-
to numerosas subespecies. En Andalucía son muy fre-
cuentes la subespecie dubii de rocas silíceas y una varie-
dad de rocas calizas (var. versicolor). L. muralis es fre-
cuente también en medios urbanos, y en muchos países
se ha constatado la expansión de este liquen, capaz de
EN LA CARA INFERIOR DEL TALO DE STICTA FULIGINOSA, UNA ESPECIE
QUE PUEDE ENCONTRARSE EN LOS BOSQUES MÁS HÚMEDOS DE ANDALUCÍA,
ES FÁCIL OBSERVAR CIFELAS, UNA ESPECIE DE POROS RELACIONADOS
CON LA AIREACIÓN DEL TALO DELIMITADOS POR UN CÓRTEX ESPECIAL 196
SUBORDEN LECANORINEAE
Este suborden abarca quince familias, muchas de ellas con géneros de distribución cosmopolita y con numerosas especies.
Lecanora, el género tipo del suborden, está representado en Andalucía por más de cincuenta especies
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

LECANORA CHLAROTERA ES MUY COMÚN EN LECANORA MURALIS ES UNA ESPECIE VARIABLE, MUY FRECUENTE EN ANDALUCÍA;
LAS CORTEZAS DE LOS ÁRBOLES LA VARIEDAD VERSICOLOR, DE ROCAS CALIZAS, ES FRECUENTE TAMBIÉN EN MEDIOS URBANOS

vivir incluso en el asfalto de calles y carreteras poco tran- GÉNERO ASPICILIA


sitadas. Otras especies interesantes del género en el
territorio son L. prominens y L. admontensis, especies
de área disyunta conocidas de Andalucía y algunas locali-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

dades europeas.
El género Tephromela, antes incluido en Lecano-
ra, está representado por una especie cosmopolita,
T. atra, frecuente sobre rocas y piedras, donde forma
gruesas costras blanquecinas en las que destacan los
apotecios grandes y con el disco negro. Todo el himenio
es de color rojo-violeta, y esta coloración se percibe a
simple vista en una sección del apotecio.
Cercano a Lecanora, el género Aspicilia se dife-
rencia de aquel por sus apotecios hundidos en el talo, en
los que el reborde talino está muy poco desarrollado; LOS TALOS BLANCOS DE ASPICILIA CALCAREA LLEGAN
todas sus especies son saxícolas y están muy bien repre- A CARACTERIZAR EL PAISAJE DE LOS ROQUEDOS KÁRSTICOS

sentadas en Andalucía. Son especialmente frecuentes


sobre las rocas carbonatadas, a las que A. calcarea y A. intermutans, que son capaces de colonizar todo tipo
A. contorta llegan a imponer el color blanco de sus talos, de rocas, mientras que en esquistos de montaña es fre-
caracterizando el paisaje de los roquedos kársticos hasta cuente A. caesiocinerea.
el punto de que estas especies pueden utilizarse como Hasta no hace mucho tiempo se incluía también en
indicadores de la naturaleza básica de las rocas. Son tam- Lecanora a las especies del género Rhizoplaca, que
bién muy frecuentes en el territorio A. hofmannii y se distinguen de aquel por su talo casi foliáceo y lobula-

197
GÉNERO RHIZOPLACA
do, que se adhiere al sustrato mediante una estructura
central. Las especies del género se desarrollan sobre
rocas ácidas de montaña, en lugares visitados por las
aves y, por lo tanto, muy expuestos y soleados. En Sierra
Nevada la más llamativa es R. chrysoleuca, reconocible
por sus grandes apotecios de color anaranjado, que con-
trastan con el tono oscuro de las rocas. Junto a ella y
compartiendo el hábitat son frecuentes también R. me-
lanophthalma, de apotecios negros, y R. peltata, de
apotecios color chocolate.
Aunque en las clasificaciones antiguas Squamarina
se consideraba cercano a Lecanora, las características
microscópicas de los ascos obligan a situarlo en una
familia independiente. Las especies del género Squa-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES marina poseen un talo escuamuloso o crustáceo y, casi
siempre, lobulado. Viven sobre sustratos carbonatados y
son mayoritariamente terrícolas, aunque algunas pue-
den desarrollarse sobre rocas, preferentemente en fisu-
ras y lugares donde puede acumularse un poco de tierra.
La especie más común es S. cartilaginea (=S. crassa),
de talo verdoso y apotecios convexos de color pardo cla-
ro. Sobre los suelos de yeso es más común S. lentigera,
un xerófito reconocible por su talo blanquecino, gracias
LAS ESPECIES DEL GÉNERO RHIZOPLACA SE DESARROLLAN SOBRE ROCAS ÁCIDAS
a una gruesa capa epinecral, claramente circundado de
DE MONTAÑA, EN LUGARES VISITADOS POR LAS AVES. EN SIERRA NEVADA LA MÁS lóbulos radiales y cóncavos delimitados, a su vez, por un
LLAMATIVA ES R. CHRYSOLEUCA reborde prominente. Sobre superficies horizontales de

GÉNERO SQUAMARINA
Las especies del género Squamarina son muy frecuentes sobre suelos carbonatados. Poseen un talo escuamuloso o crustáceo, casi siempre lobulado

S. CARTILAGINEA —DE TALO VERDOSO Y APOTECIOS CONVEXOS DE COLOR PARDO CLARO— EL TALO DE SQUAMARINA GYPSACEA, COMPUESTO POR GRANDES ESCUÁMULAS VERDOSAS
ES LA ESPECIE MÁS COMÚN DEL GÉNERO EN ANDALUCÍA Y CÓNCAVAS, LA HACE INCONFUNDIBLE

198 FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
rocas calizas vive S. gypsacea, cuyo talo compuesto de las calizas son frecuentes A. cervina, que forma escamas,
grandes escuámulas verdosas y cóncavas más o menos más o menos dispersas, de color chocolate; A. laqueata,
imbricadas la hace inconfundible. que produce talos continuos de color pardo, y A. ma-
La mayoría de las especies del género Acarospora crospora, inconfundible por sus esporas grandes y rela-
tienen también los apotecios hundidos en el talo, pero el tivamente poco numerosas. Sobre las rocas ácidas son
carácter que define el género es la formación, en cada muy llamativas las especies de este género que presen-
asco, de numerosas esporas diminutas en lugar de las tan talos de color amarillo azufre, como A. hilaris, que es
ocho habituales. En Andalucía el género está muy bien la responsable del color amarillo de las rocas en los desfi-
representado sobre todo tipo de rocas y suelos. Sobre laderos de Despeñaperros (Sierra Morena, Jaén). A este

GÉNERO ACAROSPORA
El género Acarospora está muy bien representado en Andalucía
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

A. HILARIS ES LA RESPONSABLE DEL COLOR AMARILLO FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


DE LAS ROCAS ÁCIDAS DE BAJA ALTITUD EN MUCHAS LOCALIDADES
ANDALUZAS,COMO LOS DESFILADEROS DE DESPEÑAPERROS A. PLACODIIFORMIS ES UNA ESPECIE TÍPICA
QUE MUESTRA LA IMAGEN SUPERIOR DE LAS COSTRAS LIQUÉNICAS SOBRE SUELOS YESÍFEROS
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

A. CHARIDEMA ES UNO DE LOS POCOS LÍQUENES ENDÉMICOS A. CLAUZADEANA SE DESARROLLA SOBRE CRISTALES DE YESO.
DE LA REGIÓN, Y VIVE SOBRE LAS ROCAS VOLCÁNICAS SI BIEN HASTA HACE POCO SOLO SE CONOCÍA DE LOS YESOS ALMERIENSES
DE CABO DE GATA EN ALMERÍA DONDE FUE DESCRITA, AHORA TAMBIÉN SE HA DESCUBIERTO
199
EN ALGUNAS LOCALIDADES DE NORTEAMÉRICA
MUY PRÓXIMO A ACAROSPORA,
PLEOPSIDIUM OXITONUM ES UNA ESPECIE DE ALTA MONTAÑA CUYO TALO
FORMA LLAMATIVAS MANCHAS DE COLOR AMARILLO AZUFRE, SOBRE LAS ROCAS ÁCIDAS

grupo pertenece también A. charidema, uno de los A. placodiiformis y A. clauzadeana, esta última descrita
pocos líquenes endémicos de la región, que vive sobre de los yesos almerienses y conocida ahora también en
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

las rocas volcánicas de Cabo de Gata en Almería. Sobre algunas localidades de Norteamérica. Muy próximo al
los suelos carbonatados abundan A. schleicheri, de talo género Acarospora se sitúa Pleopsidium, representa-
amarillo, y A. nodulosa, una especie muy variable que do en Andalucía por P. oxitonum, una especie de alta
suele presentar un talo blanquecino; esta última también montaña que se desarrolla en paredes verticales de rocas
es muy importante en la composición de las costras ácidas sobre las que su talo crustáceo forma llamativas
liquénicas sobre suelos yesíferos. En los yesos de Alme- manchas discoidales, a veces extensas, de color amarillo
ría existen otras dos especies interesantes del género: azufre. Sporastatia es otro género cercano a Acaros-

200
pora, y forma talos discoidales, de color pardo, circunda- El género Parmelia también presenta apotecios
dos por una línea hipotalina negra sobre las rocas silíceas con reborde talino, esporas simples y ficobionte verde,
de alta montaña. pero en este caso el talo es foliáceo. Se trata de un género
A la misma familia pertenecen los géneros Sar- cosmopolita con casi mil especies y representado sobre
cogyne y Polysporina, con talos diminutos o ausentes todo tipo de sustratos. Aunque algunos liquenólogos
y gruesos apotecios negros o rojizos, con ascos multies- separan a las especies de Parmelia en varios géneros
porados. S. regularis y P. simplex son muy frecuentes en diferentes, por razones didácticas, se considera aquí en
todo tipo de rocas, pero es precisa una meticulosa un sentido amplio. En Andalucía se conocen unas veinte
observación para descubrir su presencia. especies, muchas de ellas muy tolerantes con el sustrato,

201
GÉNERO PARMELIA

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)


PARMELIA SULCATA PRESENTA SORALIOS QUE SE ORIGINAN A PARTIR DE LAS PSEUDOCIFELAS.
ES PREFERENTEMENTE CORTICÍCOLA, AUNQUE A VECES PUEDE ENCONTRARSE SOBRE ROCAS

siendo capaces de vivir sobre cortezas y rocas o musgos.


A veces, se presentan sin apotecios, formando en cambio
isidios o soralios. La forma de los lóbulos, cortos y
anchos, la presencia de rizinas y la ausencia de pruína
permiten diferenciar este género de otros de talos foliá-
ceos y también comunes. Una de las especies más fre-
cuentes es P. caperata, cuyos talos verdosos forman
rosetas, de hasta 30 cm de diámetro, sobre cortezas de
todo tipo de árboles y rocas silíceas si la humedad atmos-
férica es suficientemente alta. Similar a la anterior, pero
con los lóbulos del talo más estrechos, P. conspersa es
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

una especie saxícola presente en todo tipo de ambientes.


Entre las especies de talo gris merecen ser citadas
P. saxatilis, que se reconoce por tener el córtex superior
cubierto de una retícula de pseudocifelas y numerosos
isidios cilíndricos o verrugosos; como su nombre indica,
es un taxon preferentemente saxícola (acidófilo), aun-
que a veces puede encontrarse sobre cortezas. De aspec-
to semejante a la anterior, P. sulcata se diferencia por
presentar soralios que se originan a partir de las pseudo-
PARMELIA POKORNYI ES UNA ESPECIE DE TALO NEGRUZCO FRECUENTE
SOBRE LOS CRISTALES DE YESO E INCLUIDA EN LAS LISTAS DE ESPECIES
PROTEGIDAS DE EUROPA
202
GÉNERO HYPOGYMNIA GÉNERO USNEA
La mayoría de las especies de este género (conocidas como “barbas de capuchi-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


no”) viven sobre cortezas y son propias de las zonas húmedas

HYPOGYMNIA TUBULOSA, DE LÓBULOS ESTRECHOS Y CONVEXOS


PROVISTOS DE UN SORALIO TERMINAL, ES UNA ESPECIE MUY COMÚN USNEA RUBICUNDA (CON RAMAS Y BASE DE COLOR ROJIZO),
SOBRE TODO TIPO DE CORTEZAS CON PARMELIA CAPERATA Y PERTUSARIA AMARA

cifelas; es preferentemente corticícola, aunque a veces de un soralio terminal, son dos especies muy comunes
puede encontrarse sobre rocas. De aspecto parecido sobre todo tipo de cortezas. H. intestiniformis, conside-
pero carentes de soralios y pseudocifelas, son frecuentes rada por algunos autores como género independiente
en Andalucía P. tiliacea, P. pastillifera y P. quercina, las denominado Brodoa, es un liquen saxícola propio de las
tres preferentemente corticícolas; las dos primeras tie- rocas silíceas de alta montaña.
nen el talo isidiado, con isidios cilíndricos o verrugosos Próximo a Parmelia, el género Usnea se caracteriza
P. tiliacea, y con isidios discoidales de color negro por su talo fruticuloso con ramificaciones cilíndricas,
P. pastillifera. que contienen en su centro un denso pseudoparénqui-
Otras Parmelia tienen talos castaños, variando del ma que forma un cordón que les da consistencia. La
castaño claro al oscuro, casi negro incluso. De este tipo mayoría de las especies de Usnea son corticícolas y pro-
las especies más frecuentes son P. glabra y P. fuliginosa, pias de zonas con elevada humedad ambiental. Las espe-
la primera preferentemente saxícola y la segunda más cies del género se encuentran entre las más sensibles a la
usual sobre cortezas. Sobre los cristales de yeso es fre- contaminación, por lo que su presencia es sinónimo de
cuente P. pokornyi, una especie de talo negruzco inclui- ambientes poco alterados. Su talo es de color verde-ama-
da en las listas de especies protegidas de Europa. rillento, raramente rojizo, resultando muy visible sobre
El género Hypogymnia se diferencia de Parmelia las ramas de los árboles caducifolios cuando están sin
por la ausencia de rizinas, fijándose al sustrato mediante hojas. Vulgarmente se denominan “barbas de capuchi-
discos o directamente por la cara inferior. H. physodes, no”, pero bajo este único nombre se agrupan muchas
con soralios en el extremo inferior de los lóbulos, y especies, difíciles de diferenciar incluso para los especia-
H. tubulosa, de lóbulos estrechos y convexos provistos listas. En Andalucía se conocen unas diez, de las cuales

203
GÉNERO RAMALINA
U. rubicunda es una de las más fáciles de reconocer por
el color rojizo de sus ramas principales. Entre la especies
más frecuentes en el territorio destacan U. hirta y U. sub-
floridana, comunes sobre cortezas de pino, y U. was-
muthii sobre cortezas de planifolios; esta última especie
es indicadora de la continuidad ecológica en las condi-
ciones del bosque, por lo que su presencia señala que
está bien conservado.
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

El género Ramalina tiene un talo fruticuloso de


ramas planas con el mismo color por ambos lados. La
mayoría de sus especies viven sobre ramas y troncos de
árboles, compartiendo el hábitat con las del género
Usnea, aunque son algo menos exigentes con la hume-
dad, y algunas claramente saxícolas. Las especies de cor-
tezas suelen tener talos colgantes mientras que las saxí-
colas los suelen tener erectos. Entre las primeras, una de
las más comunes es R. farinacea, reconocible por sus
soralios marginales de color blanquecino. Sobre corte-
zas son frecuentes también R. fastigiata y R. fraxinea,
SOBRE CORTEZAS, UNA DE LAS ESPECIES MÁS COMUNES ES R. FARINACEA,
RECONOCIBLE POR SUS SORALIOS MARGINALES DE COLOR BLANQUECINO ambas con el talo formado por lacinias acanaladas que
en algunas variedades de R. fraxinea pueden llegar a
GÉNERO EVERNIA medir más de 15 cm de longitud. La primera, más fre-
Algunos compuestos extraídos de estas especies se conocen en la industria perfu- cuente en el territorio por ser menos exigente frente a la
mera como mousse de chêne, para cuya obtención se recolectaban industrialmente
en muchas zonas de Andalucía humedad, es fácilmente reconocible por sus apotecios
situados en el extremo de las ramificaciones. Sobre rocas
ácidas en lugares de montaña, es frecuente R. capitata,
de talo finamente dividido que muestra una especial
apetencia por las rocas donde los pájaros se posan y
dejan sus excrementos (fenómeno llamado ornitoco-
profilia). En localidades de baja altitud es frecuente R. re-
quienii, de talo compuesto por gruesas lacinias soredia-
das. En los roquedos litorales de Cabo de Gata vive
R. rosacea, de talos rígidos compuestos por gruesas laci-
nias que rematan en un apotecio.
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

De aspecto parecido, las especies del género Ever-


nia se diferencian de las de Ramalina por la distinta
coloración de sus dos caras, verdosa la superior y blan-
quecina la inferior. La especie más frecuente es Evernia
prunastri, que vive sobre cortezas.
También tiene talos de diferente color en ambas
caras (negra la inferior y gris la superior) y numerosos isi-
dios Pseudevernia furfuracea, que junto a la anterior ha
estado sometida a una fuerte presión, ya que por su utili-
EVERNIA PRUNASTRI PUEDE RECONOCERSE POR LA COLORACIÓN
DE SUS DOS CARAS, VERDOSA LA SUPERIOR Y BLANQUECINA LA INFERIOR

204
PSEUDEVERNIA FURFURACEA TIENE
ABUNDANTES ISIDIOS, Y ES GRIS
EN LA CARA SUPERIOR Y NEGRA EN LA INFERIOR
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
GÉNERO CETRARIA
dad en perfumería antaño se recolectaban en muchas
zonas de Andalucía. Actualmente solo se recogen masi-
vamente en algunas localidades del Parque Natural de
Cazorla, Segura y las Villas.
El género Cetraria, compuesto por especies en su
mayoría de alta montaña, está poco representado en
Andalucía; sin embargo, una especie fruticulosa, C. acu-
leata (hasta hace poco tiempo incluida en el género
Cornicularia) es muy frecuente sobre el suelo desnudo
y en las superficies horizontales de todo tipo de roca.
Este liquen es muy fácil de reconocer por su talo com-
puesto por ramificaciones pardas y brillantes, provistas
de espínulas laterales y de pseudocifelas alargadas.
CETRARIA ACULEATA ES MUY FRECUENTE SOBRE EL SUELO DESNUDO En el suborden Lecanorineae se incluyen además
varias familias cuyos apotecios carecen de reborde tali-
GÉNERO LECIDEA
no, aunque suelen presentar el reborde propio bien visi-
Las especies de Lecidea son de talo crustáceo, de pequeño tamaño, con numerosos apotecios de
color oscuro ble, del mismo color que el disco o ligeramente más cla-
ro. Este tipo de apotecios recibe el nombre de lecideí-
nos, término tomado del género Lecidea, donde son
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

típicos. Lecidea es uno de los géneros que los actuales


criterios taxonómicos han desmembrado en otros
muchos: Fuscidea, Lecidella, Porpidia, etc., todos ellos
representados en Andalucía.
Las especies de Lecidea son de talo crustáceo, de
pequeño tamaño, y presentan numerosos apotecios de
color negro. En Andalucía son mayoritariamente saxíco-
las, y sobre cortezas la más frecuente es L. exigua, que
vive en las ramas de árboles y arbustos en bosques de
encinas y alcornoques. Sobre las rocas ácidas en alta
L. CIRCINARIOIDES ES UNA ESPECIE DESCRITA DE LOS YESOS DE ALMERÍA E IDENTIFICABLE montaña, una de las especies más frecuente es L. atro-
POR SU TALO BLANCO Y APOTECIOS PLANOS CON UN FALSO REBORDE TALINO brunnea, que forma manchas de color negruzco sobre
las lajas de esquistos expuestas al sol y al viento, siendo
una de las especies más llamativas de las cumbres de Sie-
rra Nevada. De estos ambientes es también L. confluens,
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

cuyo talo, muy variable, a veces está muy poco desarro-


llado y solo se reconoce por sus apotecios negros fre-
cuentemente agrupados. En localidades más bajas es
frecuente L. fuscoatra, que puede reconocerse por su
talo pardo y apotecios negros. Sobre los yesos viven dos
especies muy interesantes: L. gypsicola, de talo parduz-
co y apotecios prominentes, y L. circinarioides, descrita
de los yesos de Almería e identificable por su talo blanco
y apotecios planos que recuerdan a los de una Aspicilia.
L. ATROBRUNNEA ES UNA DE LAS ESPECIES MÁS FRECUENTES
EN LAS ROCAS ÁCIDAS DE ALTA MONTAÑA

206
GÉNERO PORPIDIA

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)


De aspecto muy semejante, aunque taxonómica-
Las especies de Porpidia presentan apotecios grandes, pruinosos en ocasiones
mente más próximas al género Lecanora, son las espe-
cies de Lecidella, con algunos elementos muy frecuen-
tes en la flora andaluza, como L. elaeochroma, de talo
blanco más o menos continuo y apotecios de color
negro brillante, uno de los líquenes más abundantes
sobre cortezas, o L. carpathica, de talo formado por
gruesas aréolas de color blanco y apotecios negros, muy
frecuente sobre todo tipo de rocas nitrificadas.
El género Porpidia contiene especies de distribu-
ción amplia en Europa, como P. macrocarpa o P. cine-
reoatra, que viven sobre las rocas ácidas en las que for-
man grandes costras de color blanco o gris, destacando
por su tamaño y abundancia, los apotecios, de color
negro y a veces pruinosos. GÉNERO TONINIA
Tradicionalmente incluidos en la misma familia que
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
Las especies de Toninia se caracterizan por su talo a menudo compuesto por escamitas infladas gene-
las LECIDEA por el tipo de apotecio carente de reborde ralmente huecas

talino, hay un conjunto de géneros con esporas tabica-


das que constituyen en las clasificaciones actuales varias
familias independientes y a veces alejadas taxonómica-
mente. La compleja distinción de las familias, géneros y
especies requiere la observación de esporas, tipos de
ascos y otros caracteres microscópicos. Entre ellos des-
tacan los géneros Toninia y Psora. Ambos muy bien
representados en la región Mediterránea y relacionados
con ambientes terrícolas sobre sustratos básicos. De
Toninia se conocen más de 30 especies en la Península
Ibérica, muchas de ellas presentes en Andalucía; casi
todas se caracterizan por su talo, generalmente com-
puesto por escamitas infladas generalmente huecas
entre las que se disponen los ascocarpos negros y, a T. CANDIDA VIVE EN LOS CÚMULOS DE SUELO QUE SE PRODUCEN
menudo, pruinosos. Desarrollándose directamente EN LAS FISURAS DE LAS ROCAS CALIZAS

sobre el suelo destacan T. sedifolia, reconocible por su


talo cubierto de una pruina azulada, una de las especies El género Psora, compuesto por especies de talo
más comunes sobre todo tipo de suelos básicos (inclui- crustáceo o escuamuloso, está representado en el terri-
dos los yesíferos), y T. opuntioides, parecida a la anterior torio por varias especies, tres de las cuales son muy pare-
pero con las escuámulas más desarrolladas y a veces cidas y se distinguen por su ecología y por el aspecto de
ramificadas que recuerdan a diminutas palas de chumbe- las escuámulas. P. decipiens forma escuámulas de color
ra. En los cúmulos de suelo que se producen en las salmón con apotecios marginales de color negro. En las
pequeñas fisuras de las rocas calizas viven varias espe- exposiciones más soleadas, sus escamas se cubren con
cies, entre ellas T. candida, de talo blanco y apotecios una gruesa capa epinecral que las vuelve casi blancas;
azulados, y T. tumidula, parecida a la anterior pero con sobre los suelos básicos es, junto a Toninia sedifolia,
apotecios negros. una de las especies más frecuentes. P. crenata, a veces

207
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

GÉNERO PSORA GÉNERO RHIZOCARPON


Las especies de Psora poseen un talo crustáceo o escuamuloso y apotecios lecideínos. Este género se distingue de otros del mismo suborden por presentar areolas bien definidas, entre
las que se puede ver un protalo negro

RHIZOCARPON GEOGRAPHICUM, CON TALO AREOLADO DE COLOR AMARILLO VIVO,


ES FRECUENTE EN LAS ROCAS ÁCIDAS

tan frecuentes y fieles a las rocas ácidas (como granitos y


esquistos) que pueden utilizarse como indicadores de la
composición del sustrato. Entre las especies de color
amarillo el más citado es R. geographicum (el liquen
geográfico), una especie muy compleja con numerosas
variedades difíciles de reconocer incluso para los espe-
cialistas. Muchas de las referencias a esta especie en la
literatura antigua deben corresponder a otras especies
P. CRENATA SE CARACTERIZA POR TENER UNA GRUESA CAPA EPINECRAL próximas, como R. lecanorinum o R. riparium. En los
QUE LE CONFIERE UN ASPECTO MUY PECULIAR mismos hábitats son igualmente frecuentes algunos Rhi-
zocarpon de talos grises o castaños, como R. disporum
considerara una variedad de la anterior, se caracteriza o R. badioatrum. Mención aparte merece R. malenço-
por tener una gruesa capa epinecral fracturada que le nianum, una especie parásita exclusiva de otro liquen
confiere un aspecto blanquecino muy peculiar. P. savic- (Diploschistes diacapsis subsp. diacapsis), sobre cuyo
zii, con escuámulas lobuladas, es una especie muy inte- talo forma pústulas grisáceas en las que se distinguen los
resante de los suelos yesíferos, conocida solo en algunas apotecios negros. En Andalucía se conoce de las zonas
localidades de la Península y Marruecos, así como en el yesíferas de Almería y Granada.
Mediterráneo oriental y en las estepas del Astracán Sobre todo tipo de rocas ácidas se desarrollan tam-
(Asia). bién las UMBILICARIACEAE. El nombre procede del
El género Rhizocarpon, de apotecios lecideínos y tipo de talo, foliáceo y con un pie central de fijación, que
talos crustáceos, se separa de los anteriores por presen- marca una zona deprimida en la cara superior (ombligo).
tar aréolas bien definidas, entre las cuales se puede ver A pesar de todo, muchas de estas especies presentan la
un protalo negro. Sus esporas pluricelulares y colorea- cara inferior cubierta de rizinas que parecen más relacio-
das lo diferencian claramente de los géneros antes men- nadas con la absorción de la humedad atmosférica que
cionados. Sus especies, muchas de las cuales tienen el con la sujeción del talo. Las especies del género Umbi-
talo de color amarillo, son muy tolerantes a la altitud y licaria se conocen vulgarmente como “tripas de roca”.

208
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

GÉNERO UMBILICARIA GÉNERO CLADONIA


Las especies de este género, frecuentes en las fisuras de rocas ácidas, se conocen vulgarmente Las especies de este género se caracterizan por poseer talos compuestos, con una parte basal escua-
como “tripas de roca” mulosa o crustácea y otra parte erguida. Existen más de cuatrocientas especies diferentes, de las cua-
les en Galicia se conocen unas cincuenta

U. VIRGINIS ES UNO DE LOS LÍQUENES MÁS INTERESANTES


DE LA ALTA MONTAÑA NEVADENSE

En Andalucía se ha citado una decena de especies, casi


FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

todas de montaña, frecuentes en las fisuras y paredes


verticales de las rocas silíceas. Entre las mas frecuentes
se pueden mencionar: U. vellea, U. grisea y U. decussa-
ta. En Sierra Nevada destaca la presencia de U. virginis,
una especie muy rara que presenta un gran talo monofi-
lo de hasta 10 cm de diámetro, con la cara inferior rosada
y cubierta de rizinas. Es uno de los líquenes más intere-
santes de la alta montaña nevadense, que puede estar
amenazado por lo llamativo de su aspecto. Próximo a
Umbilicaria está el género Lasallia, con talos que
pueden alcanzar los 10 cm de diámetro, caracterizado CLADONIA PYXIDATA CON PODECIOS EN FORMA DE COPA
por las pústulas de la cara superior, que se corresponden
con depresiones en la cara opuesta; L. pustulata, que se
presenta en todo el hemisferio norte, es la especie más
frecuente en Andalucía.
La formación de talos compuestos, con una parte
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

basal escuamulosa o crustácea y una parte erguida de


estructura fruticulosa, caracteriza al género Cladonia.
Sus más de cuatrocientas especies ofrecen, sin embargo,
una gran diversidad de formas. En algunas se desarrolla,
sobre todo, la parte basal, y las escamas grandes semejan
un talo foliáceo donde las porciones erguidas práctica-
mente desaparecen. Un ejemplo de este tipo lo ofrece
C. foliacea, una especie muy frecuente sobre los suelos
soleados que se protege de la insolación durante los
CLADONIA MEDITERRANEA, UNA ESPECIE DE GRAN BIOMASA, FORMA COJINETES
BAJO LA VEGETACIÓN ARBUSTIVA EN ZONAS COMO DOÑANA

209
GÉNERO COLLEMA
Las especies de este género tienen estructura homómera y contienen Nostoc como simbionte. Sus talos, casi siempre negruzcos, se vuelven gelatinosos y verdosos cuando se
humedecen
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

COLLEMA CRISTATUM ES FRECUENTE EN LAS PAREDES DE ROCAS SOLEADAS POR DONDE ESCURRE EL AGUA DE LAS LLUVIAS

períodos secos enrollándose y mostrando la cara inferior grandes cojinetes semiesféricos bajo la vegetación arbus-
del talo, que es de color blanquecino, mientras la supe- tiva—. En zonas como Doñana, esta especie llega a cubrir
rior, de color verde por la proximidad de la capa algal, grandes extensiones. En la flora andaluza es posiblemen-
queda al abrigo de la luz. te el liquen que produce los talos de mayor biomasa.
En otras ocurre lo contrario: la parte basal se desarro- La mayoría de las especies del género desarrollan una
lla poco y llega a desaparecer, de manera que toman el parte basal escuamulosa y una porción erguida (pode-
aspecto de líquenes fruticulosos con el talo ramificado, cio), que adopta formas muy variadas (coraloide, en
más o menos de forma dicotómica. A este tipo pertenece maza, en copa, etc.). Los apotecios, díficiles de observar o
el “liquen de los renos” (Cladonia rangiferina), que ausentes en muchas especies, están desprovistos de
cubre enormes extensiones en la tundra y es un alimento reborde talino y suelen ser convexos. Se forman en los
esencial para estos mamíferos. Con un talo de parecidas bordes de las copas o en los extremos de los podecios, y
características se conocen en nuestra región otras espe- pueden ser de color castaño o de un rojo vivo. Con pode-
cies, frecuentes en los claros de bosque, como cios en forma de copa, las especies más frecuentes en
C. subrangiformis —de los suelos carbonatados— o Andalucía son Cladonia pyxidata y C. pocillum, de talo
C. mediterranea —que en los suelos arenosos forma groseramente sorediado y diminutos apotecios castaños.

210
GÉNERO DEGELIA
Viven sobre todo tipo de acúmulos de suelo en situacio-
Muchas especies de este género están amenazadas o en peligro de extinción en varios países europeos.
nes sombreadas, la última con una clara preferencia por Degelia plumbea es una especie propia de los bosques caducifolios bien conservados
los sustratos básicos. Parecida a estas pero con podecios
de porte más esbelto es C. fimbriata, que prefiere los
sustratos ácidos y vive en las bases de los troncos de los
árboles o incluso sobre madera en descomposición.
En el amplio y diverso conjunto del suborden Leca-
norineae se incluyen géneros de talo gelatinoso, que lle-
van Nostoc como simbionte. Sus talos, de color negruz-
co, se vuelven gelatinosos y más o menos verdosos cuan-
do se humedecen. Aunque pueden ser muy tolerantes a

FOTÓGRAFO: VARELA VILARIÑO


la sequía, estas especies necesitan agua para hidratarse;
por ello suelen estar restringidas a lugares donde existe
la posibilidad de aprovisionarse de ella, como superficies
de escorrentía, zonas basales de los troncos, etc. Colle-
ma es el género más frecuente y sus especies pueden
observarse sobre suelo, cortezas y rocas, sobre todo cali-
zas. La especie más frecuente en el territorio es C. crista-
tum, reconocible por su talo de lóbulos acanalados, fre- DEGELIA PLUMBEA
cuente en las paredes de rocas soleadas por donde escu-
rre el agua de lluvia. En localidades de alta montaña se europeos. La especie más frecuente en Andalucía es L.
encuentra C. polycarpon, que se distingue por su talo lichenoides, que puede encontrarse en una gran varie-
completamente cubierto de apotecios rojizos. Sobre dad de hábitats, pero casi siempre vive sobre briófitos.
suelos áridos, es frecuente C. coccophorum, que forma Sobre cortezas es fecuente L. saturninum, y sobre rocas
talos constituidos por pequeñas escuámulas granulosas. calcáreas pueden observarse, aunque con la ayuda de
Esta especie, a pesar de ser frecuente en el territorio, una lupa, los diminutos talos coraloides de L. massilien-
está incluida en las listas de especies amenazadas de la se, que con frecuencia se protegen entre los talos de
Comunidad Europea. Otras especies comunes sobre otros líquenes.
suelos son C. tenax y C. crispum. Los géneros Degelia, Pannaria y Parmeliella tam-
Sobre cortezas son frecuentes C. subflaccidum, bién contienen Nostoc como simbionte, aunque presen-
reconocible por su talo isidiado de gran tamaño, y tan talos heterómeros, foliáceos o escuamulosos, con un
C. subnigrescens. En situaciones más iluminadas, como protalo a modo de fieltro de color oscuro.
árboles aislados, aparece C. furfuraceum, mientras que Muchas de sus especies son características de los bos-
C. nigrescens requiere ambientes más húmedos y es fre- ques caducifolios bien conservados, y están amenazadas
cuente sobre cortezas de Abies pinsapo (“pinsapo”), o en peligro de extinción en varios países europeos, de
Quercus suber (“alcornoque”) o Q. canariensis (“queji- manera que la preservación de estos bosques es impres-
go andaluz”). Leptogium es un género muy próximo a cindible para su conservación. En Andalucía no son exce-
Collema, del que se diferencia por la presencia de un sivamente frecuentes por sus elevados requerimientos
córtex que le confiere un aspecto más delicado y menos hídricos, siendo más abundantes en la mitad occidental
gelatinoso. Presenta muchas especies, corticícolas o que del territorio, aunque algunas alcanzan las sierras de
viven sobre musgos, suelo y rocas calizas, muchas de Cazorla y Segura. Degelia plumbea, con talo foliáceo que
ellas altamente sensibles a la contaminación del aire, por posee un grueso y visible protalo gris-azulado, es una
lo que se ha constatado su regresión en varios países especie relativamente frecuente y fácil de reconocer.

211
La familia PHYSCIACEAE es considerada por algu- Los géneros Rinodina —con apotecios provistos de
nos autores como un suborden independiente. Las reborde talino— y Buellia —de apotecios lecideínos—
esporas bi- o pluricelulares, de color pardo a castaño forman costras en cortezas y rocas. Como en muchos
oscuro cuando están maduras, caracterizan a este con- otros líquenes crustáceos, la observación de las esporas
junto que contiene géneros con talo crustáceo, foliáceo es la única característica que permite con seguridad dife-
y fruticuloso. renciarlas de géneros como Lecanora o Lecidea.
Se conocen unas doscientas especies de Rinodina,
GÉNERO RINODINA
de las que unas treinta se han citado en Andalucía. Sobre
cortezas son frecuentes R. sophodes, de talo oscuro
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

rodeado por un hipotalo negro, y R. pyrina, de talo blan-


quecino y diminutos apotecios. Sobre rocas carbonata-
das es frecuente R. lecanorina, cuyo nombre alude a su
aspecto, que recuerda poderosamente a una Lecanora
o Aspicilia. Son muy comunes también dos especies de
talo muy reducido, a menudo reconocibles solo por sus
pequeños apotecios: R. bischoffii, frecuente sobre rocas
horizontales y pequeñas piedras dispersas en la superfi-
cie del suelo; y R. inmersa, que requiere rocas compac-
tas más o menos inclinadas y soleadas. En las rocas áci-
RINODINA LECANORINA ES LLAMADA ASÍ POR SU ASPECTO, das la especie más común es R. confragosa, de talo grue-
QUE RECUERDA A UNA LECANORA so y grandes apotecios lecanorinos.
GÉNERO RINODINA
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

DIMELAENA OREINA, COMÚN SOBRE LAS ROCAS SILÍCEAS DE MONTAÑA,


ES RECONOCIBLE POR SU TALO CRUSTÁCEO, DE COLOR AMARILLO PÁLIDO, CON LÓBULOS RADIALES

212
GÉNERO BUELLIA
Dimelaena oreina (antiguamente incluida en Rino-
Las especies de Buellia se distinguen de las de Rinodina por sus apotecios caren-
dina) es una especie reconocible por su talo crustáceo,

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


tes de borde ta-lino
orbicular, con lóbulos radiales, de color amarillo pálido;
en Andalucía es común sobre las rocas silíceas compac-
tas de montaña.
Muy numerosas son también las especies del género
Buellia conocidas en Andalucía. Se distinguen de las de
Rinodina por sus apotecios carentes de borde talino.
Sobre rocas ácidas, la especie más frecuente es B. italica
(= B. lactea), cuyo talo fisurado forma un mosaico de
manchas de color blanco delimitadas por un hipotalo
negro muy visible sobre las rocas silíceas compactas. En
las cortezas, las especies más frecuentes son B. discifor-
mis, de talo blanco más o menos continuo, y B. griseovi-
rens, de talo grisáceo, sorediado. Sobre corteza y suelo
es frecuente B. punctata, que pasa desapercibida por su
talo muy poco desarrollado, que se manifiesta exclusiva-
mente por la presencia de diminutos apotecios negros.
Posiblemente las especies más interesantes del género
son las que viven en los suelos yesíferos. B. zoharyi, cita-
da en los yesos de toda la Península, forma grandes man-
chas blancas rodeadas de lóbulos alargados ramificados
dicotómicamente. Esta especie se conoce, sobre todo,
de los yesos españoles y del desierto del Neguev en Is-
rael; como otras especies de área disyunta, frecuentes en
estos ambientes, posiblemente se trate de líquenes ter- B. ZOHARYI, UNA ESPECIE DE ÁREA DISYUNTA, CONOCIDA
ciarios que se cuentan entre los más antiguos de nuestra CASI EXCLUSIVAMENTE DE SUELOS DE YESO ESPAÑOLES Y DEL DESIERTO
flora. Sobre yesos compactos en localidades muy solea- DEL NEGUEV, ES POSIBLEMENTE UNO DE LOS ELEMENTOS MÁS ANTIGUOS
DE LA FLORA LIQUÉNICA ANDALUZA
das vive B. almeriensis, una especie descrita en los yesos
de Almería, cuyo talo, casi invisible, se desarrolla com-
pletamente inmerso en el yeso compacto.
Muy próximos a Buellia, los géneros Diploicia y
Diplotomma también están bien representados en la
región. De Diploicia, la especie más interesante es D.
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

subcanescens, que vive en las lavas ácidas y soleadas en


localidades como Cabo de Gata (Almería). Las especies
del género Diplotomma son frecuentes sobre sustra-
tos básicos, como calizas, tejas, cemento, etc. En el terri-
torio son frecuentes D. epipolium y D. venustum, dos
especies de talo blanco que se diferencian mediante
caracteres quimiotaxonómicos.
El género Physcia incluye líquenes foliáceos, gene-
ralmente muy adheridos al sustrato, que se pueden con-
B. ALMERIENSIS ES UN ENDEMISMO DE LOS YESOS DE ALMERÍA,
CUYO TALO, CASI INVISIBLE, SE DESARROLLA
COMPLETAMENTE INMERSO EN EL YESO COMPACTO
213
GÉNERO PHYSCIA
cortezas la especie más frecuente es P. aipolia, que for-
ma grandes rosetas de color grisáceo cubiertas de una

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


pruína dispuesta en glomérulos que dan al talo un aspec-
to característico. Las especies de los géneros Phaeophys-
cia y Physconia, muy próximos a Physcia, frecuente-
mente comparten el hábitat con las especies de este. Del
género Phaeophyscia es muy frecuente sobre corte-
zas y rocas muy nitrificadas Phaeophyscia orbicularis,
de talo negruzco cubierto de soralios maculiformes. Del
género Physconia la especie más común es Physconia
distorta, que forma manchas grises de aspecto estrella-
do, sobre todo tipo de cortezas. Cercano también a Phys-
PHYSCIA ASCENDENS ES MUY COMÚN EN ROCAS Y CORTEZAS cia, el género Anaptychia presenta en el territorio una
especie muy frecuente, A. ciliaris, que habita sobre cor-
GÉNERO XANTHORIA
tezas y rocas. Es inconfundible por su talo fruticuloso
Las especies de Xanthoria se encuentran entre los líquenes más vistosos de la flora liquénica andalu-
za. Su apetencia por los sustratos eutrofizados hace que puedan usarse como bioindicadores de estos provisto de largos apéndices con aspecto de pestañas.
ambientes. X. elegans, en la imagen inferior, tiñe de rojo las paredes de todo tipo de rocas nitrificadas,
en alta montaña SUBORDEN TELOSCHISTINEAE
Se caracteriza por la presencia de parietina, un pig-
mento amarillo-naranja, que con las bases fuertes ad-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

quiere un llamativo color púrpura. Esta sustancia, en


mayor o menor medida, está siempre presente en el dis-
co de los apotecios y, en muchas especies, también
impregna el córtex superior, coloreando de amarillo o
anaranjado todo el talo. Un tipo peculiar de esporas, lla-
madas polariloculares, caracteriza también a los más
importantes géneros del suborden. Estas esporas pre-
sentan contorno elíptico, con dos células situadas en los
extremos y separadas por un grueso tabique perforado
por un canal.
fundir con los del género Parmelia, pero se distinguen La especie más frecuente del suborden y uno de los
por los lóbulos del talo, que aquí son más largos y estre- líquenes más vistosos y fáciles de reconocer es Xantho-
chos. Presentan fuertes rizinas en la cara inferior y suelen ria parietina, de talo foliáceo, amarillo-verdoso en
poseer pruína. Los apotecios, con reborde talino y disco ambientes sombreados y amarillo-naranja en sitios ilumi-
negro, también diferencian ambos géneros, que com- nados. Vive sobre todo tipo de sustratos y es un magnífi-
parten los mismos sustratos, aunque la mayoría de las co indicador de la eutrofización del medio. Son muy
especies de Physcia son más nitrófilas y heliófilas que las interesantes también otras dos especies del género pre-
de Parmelia. Entre las especies frecuentes, P. ascen- sentes en la comunidad: X. elegans, que tiñe de rojo las
dens, de talo blanquecino con abundantes cilios en el paredes de todo tipo de rocas nitrificadas, en alta monta-
borde de los lóbulos, es común en cortezas y rocas en ña, y X. resendei, una especie termófila conocida de las
todo tipo de ambientes. P. clementei, especie mediterrá- rocas volcánicas de Cabo de Gata.
nea dedicada al español Simón de Rojas Clemente, se El género con mayor diversidad es Caloplaca, de
puede encontrar en los árboles de zonas costeras. Sobre talo crustáceo, generalmente de color amarillo-naranja,

214
GÉNERO CALOPLACA
Caloplaca es el género con mayor diversidad del orden y uno de los mejor representados en Andalucía, con muchas especies
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

C. GLORIAE ES UNA ESPECIE TERMÓFILA Y NITRÓFILA, QUE EN EUROPA SÓLO VIVE EN CABO DE GATA, AUNQUE SE LA CONOCE
TAMBIÉN DEL NORTE DE ÁFRICA Y CANARIAS

aunque puede ser blanco o grisáceo, a veces muy varia-


ble, lo que unido al elevado número de especies que
comprende (casi quinientas) las hace difíciles de reco-
nocer. La mayoría de ellas tienen apetencias nitrófilas y
con frecuencia colonizan los ambientes influidos por
FOTÓGRAFO: LAS DOS IMÁGENES SON DE M. CASARES Y COLABORADORES

el hombre, de tal manera que muchas especies pue-


den considerarse indicadoras de la eutrofización del
sustrato.
Las especies de talo gris son en su mayoría calcíco-
las; entre las más frecuentes en Andalucía se pueden C. ERYTHROCARPA VIVE SOBRE CALIZAS COMPACTAS Y SE RECONOCE
señalar C. variabilis, de talo fisurado areolado, y C. FÁCILMENTE POR SUS APOTECIOS DE COLOR SANGUÍNEO

chalybaea, de talo gris metálico con apotecios hundi- QUE DESTACAN CONSIDERABLEMENTE SOBRE EL BLANCO DEL TALO

dos en las aréolas. Con el talo blanco son frecuentes C.


teicholyta, una especie sorediada, que produce talos de
contorno orbicular habituales sobre paredes de ladrillo
o roca en ambientes urbanos. Sobre calizas compactas
soleadas vive C. erythrocarpa —que, como su nombre
indica, se reconoce fácilmente por sus apotecios de
color sanguíneo, que destacan mucho sobre el blanco
del talo—.
C. EPITHALLINA, CON APOTECIOS DE UN BELLO COLOR ROJO BERMELLÓN,
VIVE PARÁSITA SOBRE DIMELAENA OREINA

215
El grupo más numeroso de especies es el constituido en localidades muy nitrificadas, son frecuentes dos espe-
por aquellas que poseen parietina en el talo y, por tanto, cies sorediadas: C. citrina, que, como indica su nombre,
este es de color amarillo-anaranjado. En la región están es de color amarillo limón; y C. decipiens, de talo orbicu-
muy bien representadas sobre todo tipo de rocas y cor- lar con amplios lóbulos radiales.
tezas. En las calizas son comunes C. velana, de talo fisu- Sobre las rocas silíceas, C. irrubescens es una de las
rado areolado muy variable, y C. aurantia, de talo orbi- especies más frecuentes. En las lavas ácidas de Cabo de
cular, con lóbulos radiales, cubiertos de una capa de Gata (Almería), donde es habitual, se describió C. glo-
pruína cerca del margen. También en rocas calizas, pero riae, una especie termófila y nitrófila, que en Europa
solo vive en esta localidad, aunque ahora se la conoce
GÉNERO FULGENSIA también en el norte de África y Canarias.
Las especies de Fulgensia son muy frecuentes sobre los suelos alcalinos, donde son fáciles de recono- Muchas caloplacas son parásitas de otras especies de
cer por su talo, a menudo orbicular, de color amarillo intenso y con apotecios rojos
líquenes; entre ellas es bastante común C. inconnexa,
cuyo talo compuesto por granulaciones dispersas a
menudo invade a especies saxícolas; mucho más rara
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES pero muy interesante es C. epithallina, con apotecios de
un bello color rojo bermellón, que vive sobre Dimelae-
na oreina.
Tambien existe en la región una nutrida representa-
ción de especies epífitas, entre las que destacan: sobre
musgos y cortezas que retienen la humedad, C. cerina,
de apotecios anaranjados y talo grisáceo; sobre cortezas
de pino poco eutrofizadas es frecuente C. herbidella; y
en todo tipo de cortezas y rocas nitrificadas abunda C.
holocarpa.
Fulgensia es un género cercano a Caloplaca, del
F. FULGIDA ES LA ESPECIE MÁS FRECUENTE SOBRE LOS SUELOS que se diferencia porque sus esporas no son polarilocu-
Y LAS SUPERFICIES ALTERADAS DE ROCAS CARBONATADAS lares. Las fulgensias son muy frecuentes sobre los suelos
GÉNERO TELOSCHISTES carbonatados y yesíferos, donde son fáciles de recono-
El género Teloschistes incluye líquenes fruticulosos muy sensibles a las variaciones ambientales, que cer por su talo, a menudo orbicular, de color amarillo
han desaparecido de muchas regiones de Europa intenso con apotecios rojos. Todas las especies son pare-
cidas y, a menudo, resultan difíciles de diferenciar. Sobre
los suelos y las superficies alteradas de rocas carbonata-
das la más frecuente es F. fulgida, a veces confudida con
F. fulgens, que no existe en nuestra región. De la sierra
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

de Grazalema se describió F. klementii, una especie pró-


xima a las anteriores. Sobre los yesos destacan: F. deser-
torum, reconocible por sus esporas bicelulares; F.sub-
bracteata, parecida a F. fulgida pero siempre estéril; y F.
poelti, con esporas unicelulares, descrita de los yesos de
la Península Ibérica y ahora conocida también de algunas
localidades del norte de África. F. schistidii, cuyo aspec-
to recuerda poderosamente a una Caloplaca, resulta un
tanto distinta del resto de las especies del género incluso
T. LACUNOSUS ES FRECUENTE EN LOS SUELOS YESÍFEROS
DEL DESIERTO DE TABERNAS (ALMERÍA); SU TALO, CUBIERTO DE UN VELLO RÍGIDO,
LE PERMITE APROVECHAR EL ROCÍO PARA APROVISIONARSE DE AGUA
216
GÉNERO PERTUSARIA
por su hábitat, ya que vive habitualmente sobre los coji-
netes de musgo que tapizan las rocas en ambientes de
montaña.
El género que da nombre al suborden, Teloschis-
tes, incluye líquenes fruticulosos muy sensibles a las
variaciones ambientales, que han desaparecido de
muchas regiones de Europa. Algunas de sus especies, de
talos amarillos, resultan francamente vistosas. En nues-
tra región se conocen varias muy interesantes: T. chry-
sophtalmus, un liquen raro con talo laciniado de color
anaranjado, epífito sobre cortezas neutras o básicas.
Otras dos especies próximas, T. lacunosus y T. villosus,
caracterizadas por su talo de color gris-verdoso cubierto
de un vello rígido, habitan en localidades próximas al
mar y utilizan el rocío para aprovisionarse de agua. La
primera es frecuente en los suelos yesíferos del desierto
de Tabernas y la segunda se desarrolla sobre las ramas
de la “sabina mora” (Juniperus phoenicea subsp. turbi-
nata) en localidades costeras como Punta del Sabinar
(ambas localidades de Almería). Por último, las fisuras
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

de rocas calizas de alta montaña vive T. contortuplica-


tus, una especie centroeuropea que tiene el límite sur de
su área de distribución en Sierra Nevada (Granada).
Finalmente pertenecen también, al orden Lecanora-
les, los géneros Pertusaria y Ochrolechia, de talos
crustáceos y, muy frecuentemente, provistos de sora-
lios o isidios. Ambos poseen esporas de gran tamaño, a
veces en número de dos o cuatro por asca. En Pertusa-
ria los apotecios se forman en salientes del talo (verru-
TALO CRUSTÁCEO DE COLOR BLANCO DE PERTUSARIA AMARA,
gas talinas), que se abren en el ápice mediante un poro, CON PARMELIA CAPERATA, SOBRE UN ROBLE JOVEN
lo que les da un cierto parecido con los peritecios. Este
género, bien representado en Andalucía por especies man costras blanquecinas o ligeramente coloreadas de
que viven tanto en cortezas como sobre rocas ácidas, es considerable tamaño; entre las más frecuentes se
de muy difícil taxonomía, y la distinción entre táxones encuentran P. lactea y P. leucosora —de talo blanco—,
requiere utilizar técnicas cromatográficas para conocer P. pseudocorallina —de talo blanco isidiado— y P. plu-
los ácidos liquénicos que contienen. Sin embargo, hay ripuncta (= P. gallica) —de talo amarillo pálido—.
una especie fácil de identificar, P. amara, de talo blanco Ochrolechia presenta apotecios lecanorinos, gene-
con soralios circulares muy aparentes y de sabor amar- ralmente grandes y con el disco de color crema o rosado.
go característico. Es común en todo tipo de cortezas Sus talos forman costras blanquecinas sobre cortezas,
pero en ambientes umbríos. También frecuente en cor- musgos y rocas. O. parella es la especie más frecuente
tezas y muy semejante de aspecto, pero sin el sabor del género sobre las rocas ácidas verticales, aunque en
amargo, es P. albescens. En las rocas y piedras de muros localidades sombreadas puede instalarse también sobre
y construcciones hay varias especies del género que for- superficies horizontales. Con un aspecto similar pero

217
GÉNERO OCHROLECHIA
ro son fundamentalmente saxícolas y se desarrollan en
paredes sombreadas de calizas en localidades próximas
al mar. Las dos especies más conocidas son P. linearis,
de talo poco desarrollado o endolítico, y P. oleriana, de
color pardo rosado. Sobre cortezas lisas en localidades
con elevada humedad ambiental vive P. aenea, de peri-
tecios claros.

ORDEN VERRUCARIALES
Sus especies desarrollan peritecios oscuros, fre-
cuentemente negros, de pequeño tamaño y más o
menos incluidos en el talo, por lo que resultan difíciles
OCHROLECHIA PARELLA PUEDE ENCONTRARSE SOBRE CORTEZAS Y PIEDRAS de ver. La mayoría de los géneros del grupo tienen talo
crustáceo, en muchas ocasiones endolítico. El alga sim-
bionte es una clorofícea, generalmente del género Tre-
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

menos frecuente, O. tartarea se encuentra en rocas y en


bouxia.
cortezas, y es un liquen del que puede extraerse una sus-
Talos de este tipo se encuentran en el género
tancia colorante usada para teñir lanas. Algunas especies
Verrucaria, muy rico en especies, la mayoría saxícolas
de este género, que se presentan sin apotecios y provis-
y calcícolas, incluyendo muchas que resisten la inmer-
tas de isidios o soralios, son difíciles de distinguir de Per-
sión, tanto en agua dulce como marina. Sobre las calizas
tusaria, haciéndose también imprescindibles en este
compactas eutrofizadas, una de las especies más fre-
caso las técnicas cromatográficas.
cuentes es V. calciseda, un liquen endolítico de talo
blanco, delimitado por una línea hipotalina negra y peri-
LÍQUENES CON ASCOCARPO tecios negros, alojados en una pequeña fosa excavada
en la roca. También es muy común V. parmigera, una
DE DESARROLLO ASCOHIMENIAL especie muy próxima a la anterior, de la que es difícil de
Y DE TIPO PERITECIO distinguir. En ambientes kársticos, sobre rocas vertica-
les, lavadas por la lluvia, es fácil encontrar V. marmorea,
A diferencia de los ascomicetes de vida libre, en los
quizá la especie más vistosa del género, reconocible por
que es frecuente la formación de peritecios, son relativa-
su talo de color rosado o fucsia, que contrasta vivamen-
mente menos los ascomicetos liquenizados que tienen
te con el gris de las rocas. En localidades de montaña se
este tipo de ascocarpo. Los dos órdenes que integran
encuentran muchas especies de óptimo centroeuropeo
este grupo se diferencian claramente por el tipo de asco,
que en Andalucía se refugian en las cumbres; a este gru-
unitunicado en Sphaeriales y bitunicado en Verrucariales.
po pertenecen V. caerulea, de talo gris fisurado y areo-
lado con gruesos peritecios negros y V. hochstetteri, una
ORDEN SPHAERIALES especie endolítica de talo grisáceo, muy variable, con
Cuenta con pocos representantes. Entre ellos mere- peritecios rodeados de un reborde talino muy promi-
ce ser citado el género Porina, de talos crustáceos nente.
poco aparentes y gruesos peritecios, de color claro o Sobre los bloques calcáreos cercanos al suelo, en
negro, que producen esporas multiseptadas. Tienen lugares que favorecen la eutrofización, vive V. nigres-
Trentepohlia como alga simbionte, por lo que suelen cens, de talo fisurado areolado, de color marrón oscuro,
mostrar una médula de color amarillo cuando se raya el una de las especies más frecuentes del género en la flora
talo. En Andalucía las especies más frecuentes del géne- andaluza.

218
GÉNERO VERRUCARIA
Son también muy interesantes algunas verrucarias de
En este grupo se forman peritecios oscuros, de pequeño tamaño y difíciles de ver porque están inclui-
ambientes calcáreos que viven sobre el talo de otras dos en el talo.
especies a las que parasitan. Sobre Aspicilia calcarea es

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)


común encontrar V. fuscula (= V. insularis), que forma
islotes negruzcos sobre los talos blancos del hospeda-
dor. A este grupo de táxones pertenece también V. leci-
deoides, de talo gris figurado y areolado con grandes
peritecios negros, inmersos en el talo, que recuerdan a
apotecios lecideínos. Las rocas ácidas no son un sustrato
idóneo para las especies del género, salvo las situadas en
corrientes de aguas de alta montaña, donde vive un gru-
po de especies hidrófilas que, con sus talos de colores
oscuros y superficie gelatinosa, tiñen de pardos y negros
las piedras de los regatos de agua y bordes de lagunas de
montaña. Las más frecuentes son V. aquatilis y V. hydre- SECCIÓN DE UN PERITECIO DE VERRUCARIA
la, de ambientes sumergidos, y V. margacea, más tole-
rante a la emersión. La presencia de estas especies, muy
sensibles a la eutrofización, se puede utilizar como indi-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

cador de la pureza de las aguas. Finalmente, sobre las


rocas litorales puede encontrarse V. amphibia, cuya pre-
sencia se reconoce por la formación de una franja de
color negro coincidiendo con el lugar batido por el olea-
je.
Algunos géneros cercanos a Verrucaria, como Pla-
cocarpus, están representados en el territorio por
especies muy llamativas. P. schaereri es una especie
ornitocoprófila, de talo gris, azulado formado por grue-
sas escamas, que vive en la parte superior de los bloques
V. MARMOREA ES LA ESPECIE MÁS VISTOSA DEL GÉNERO, RECONOCIBLE POR SU TALO
calcáreos. Las esporas de esta especie comienzan a desa- ENDOLÍTICO DE COLOR ROSADO O FUCSIA, QUE CONTRASTA VIVAMENTE
rrollarse parasitando a Lecanora muralis, de la que CON EL GRIS DE LAS ROCAS EN LAS QUE HABITA
posiblemente obtienen las algas para iniciar la simbiosis;
posteriormente algunas escamas del talo pueden des-
prenderse y vivir de forma independiente.
Próximos también a Verrucaria, del que solo se dis-
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

tinguen por caracteres microscópicos, existen varios


géneros frecuentes en las calizas; entre ellos, Theli-
dium, Staurothele, Polyblastia y Sarcopyrenia,
este último de incierta ubicación taxonómica, con una
especie muy rara conocida en Andalucía, S. gibba, que es
inconfundible por sus largas esporas vermiculares.
Los géneros Catapyrenium y Endocarpon son
verrucariales de talo escuamuloso, con numerosas espe-
cies que viven sobre los suelos calcáreos y a cúmulos de
V. FUSCULA FORMA ISLOTES NEGRUZCOS SOBRE LOS TALOS BLANCOS DE ASPICILIA
CALCAREA, A LA QUE PARASITA. EN LA IMAGEN, VERRUCARIA ESTÁ A SU VEZ PARASITADA
POR CALOPLACA INCONNEXA VAR. VERRUCARIARUM
219
GÉNERO SARCOPYRENIA
LÍQUENES CON ASCOCARPO DE

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


DESARROLLO ASCOLOCULAR
Los pocos órdenes de ascomicetes liquenizados que
tienen este tipo de cuerpo fructífero presentan siempre
ascos bitunicados, característica que comparten los hon-
gos de vida libre. Los ascocarpos tienen formas variadas,
en apotecio, lirela o peritecio, y por tanto la morfología
no delata el tipo de asco.
Dos de los órdenes de este grupo están representa-
dos en la flora andaluza: Arthoniales y Dothideales.

ORDEN ARTHONIALES
SARCOPYRENIA GIBBA ES UNA ESPECIE MUY RARA, Contiene varias familias, en su mayoría de líquenes
INCONFUNDIBLE POR SUS LARGAS ESPORAS VERMICULARES crustáceos con Trentepohlia como ficobionte. Los asco-
GÉNERO DERMATOCARPON carpos tienen el aspecto de apotecios o lirelas, frecuen-
temente sin rebordes y hundidos en el talo. Las artonia-
les son propias de zonas cálidas y muy abundantes en los
trópicos. En Europa se encuentran en territorios de baja
altitud y muchas de sus especies necesitan para desarro-
llarse lugares con elevada humedad ambiental, por lo
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

que no son abundantes en Andalucía.


El género Arthonia tiene ascocarpos circulares o
estrellados, desprovistos de reborde y hundidos en el
talo, que es muy delgado y carece de córtex superior.
La mayoría de las especies viven sobre cortezas; la
más común es A. radiata, con ascocarpos en forma de
estrella, que recuerdan las lirelas de algunas grafidales.
Otras artoniales, como Lecanographa grumulosa,
forman costras pulverulentas de colores claros en las
rocas situadas a la sombra, en localidades con elevada
DERMATOCARPON MINIATUM POSEE UN TALO GRIS DE GRAN TAMAÑO, humedad ambiental; en Andalucía esta situación se pro-
QUE SUELE ESTAR FINAMENTE PUNTEADO EN LA CARA SUPERIOR POR LOS OSTÍOLOS
duce generalmente en localidades próximas al mar.
DE LOS PERITECIOS. ES UNA ESPECIE DE MONTAÑA, QUE VIVE EN PAREDES Y FISURAS
DE ROCAS, PREFERENTEMENTE CALCÁREAS Compartiendo estos ambientes viven también las espe-
cies del género Dirina, que está representado por dos
tierra en fisuras de roca. Algunas verrucariales tienen el líquenes saxícolas, de talo blanco, que habitan en oque-
talo foliáceo umbilicado, como Dermatocar-pon, cuyo dades y extraplomos de rocas: D. massiliensis y D. sten-
aspecto se asemeja al de las “tripas de roca” que se han hammari, y una tercera especie epífita, D. ceratoniae,
mencionado antes. La especie más frecuente del género que coloniza cortezas de acebuches, algarrobos y otras
es D. miniatum, un liquen de montaña que vive en pare- especies costeras.
des y fisuras de rocas, preferentemente calcáreas, por El género Chrysothrix tiene también un talo pulve-
donde escurre el agua. rulento de tipo leprarioide y suele presentarse estéril.

220
ORDEN ARTHONIALES
El orden Arthoniales incluye varias familias, en su mayoría de líquenes crustáceos, propias de zonas cálidas, que necesitan para desarrollarse lugares con elevada humedad ambiental, por lo que no
son abundantes en Andalucía

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

ROCELLA FUCIFORMIS VIVE SOBRE ROCAS ÁCIDAS EN CABO DE GATA (ALMERÍA)

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

DIRINA CERATONIAE COLONIZA CORTEZAS DE ACEBUCHES, ALGARROBOS


Y OTRAS ESPECIES COSTERAS; Y ES UNO DE LOS REPRESENTANTES CHRYSOTHRIX CANDELARIS, CON TALO PULVERULENTO DE COLOR AMARILLO VIVO,
DEL ORDEN MÁS COMÚN EN ANDALUCÍA ES UN LIQUEN QUE SE CONSIDERÓ IMPERFECTO HASTA HACE MUY POCOS AÑOS

C. candelaris, de color amarillo vivo, aparece sobre corte- tonalidad púrpura, muy apreciado antiguamente, cuya
zas de grandes árboles en localidades húmedas y umbrías. recolección tuvo una gran importancia en algunas zonas
Algunas artoniales forman ascocarpos en lirela de costeras. En Andalucía las especies más comunes son R.
color negro, que se parecen notablemente a los de fuciformis y R. phycopsis, la primera de mayor tamaño y
Graphis; además del diferente tipo de desarrollo, una con ramas planas, grises o pardas, en las que son muy
característica morfológica permite distinguirlos: su posi- visibles los soralios laterales alargados, vive en sobre
ción saliente en la superficie del talo. Entre ellas se rocas ácidas en algunas localidades como Cabo de Gata
encuentra el género Opegrapha, que cuenta con es- (Almería); la segunda, más frecuente y capaz de desarro-
pecies epífitas o saxícolas, pero suele pasar desapercibi- llarse sobre todo tipo de rocas, es más pequeña y de
do por el pequeño tamaño de los talos. ramas cilíndricas, y tiene también soralios, pero redon-
A pesar de su talo fruticuloso, que alcanza un consi- deados y salientes. Cercano al género Roccella, a cuyas
derable tamaño, las “orchillas” (género Roccella) per- especies recuerda, Ingaderia troglodytica es un liquen
tenecen también a este orden. Vinculadas a ambientes muy raro que vive solo en unas pocas localidades del
litorales, en situaciones de elevada humedad ambiental, Mediterráneo occidental. En la Península Ibérica se
son generalmente saxícolas, aunque pueden desarrollar- conoce únicamente en los acantilados costeros de Cabo
se también sobre ramas de arbustos y árboles. Algunas de Gata en Almería y de Cerro Gordo en la provincia de
de sus especies se utilizaron para extraer un colorante de Granada.

221
ORDEN DOTHIDEALES lon, Leproplaca, etc. Muchos de ellos van perdiendo
especies a medida que se conocen individuos fructifica-
El otro orden de ascoloculares representado en
dos, lo que permite su inclusión en el sistema de clasifi-
Andalucía es el de las Dothideales, en el que los cuerpos
cación normal. Un ejemplo es el género Chrysothrix,
fructíferos son de tipo peritecio. Entre los pocos géneros
hasta hace poco incluido en Lepraria y actualmente
conocidos en el territorio se encuentran Arthopyrenia
situado en el orden Arthoniales. En otros casos los com-
y Acrocordia, que forman talos apenas perceptibles
puestos químicos que contiene el talo estéril son carac-
sobre cortezas y rocas. En cambio, Pyrenocollema halo-
terísticos de una familia y permiten identificarlos como
dytes es una curiosa especie fácil de reconocer porque
pertenecientes a ella.
vive en las rocas batidas por el oleaje de toda la costa y
Un liquen de este grupo fácil de reconocer es Lepro-
utiliza como sustrato para desarrollarse la concha de
caulon microscopicum, de talo compuesto, que recuer-
lapas y balanos. Su presencia puede advertirse, con ayu-
da a una especie del género Cladonia en miniatura y
da de una lupa, por los peritecios que aparecen sobre los
que es frecuente en troncos, rocas y taludes de tierra y
caparazones como diminutos puntos negros.
yeso. Tampoco son raras en estos sustratos las especies

LÍQUENES IMPERFECTOS de Lepraria, que forman pequeños talos de aspecto pul-


verulento y color grisáceo, pero su identificación es muy
Se agrupa bajo este nombre un conjunto de líquenes difícil, pues la ausencia de caracteres morfológicos hace
en los que jamás se ha observado ningún tipo de cuerpo imprescindible el uso de cromatografía. Una especie, en
fructífero. Casi con certeza se pueden considerar asco- cambio, fácil de reconocer por su ecología es L. crassissi-
micetes, teniendo en cuenta que estos aportan el mico- ma, típica de taludes de tierra y yeso en situaciones
bionte en el 99% de las asociaciones liquénicas, y tam- umbrosas.
bién que a este grupo se atribuyen la gran mayoría de los
hongos imperfectos de vida libre. Aún con este conven-
cimiento, la ausencia de ascocarpos, ascos y ascósporas
 BASIDIOLÍQUENES
hace imposible su inclusión en los órdenes establecidos. Son muy pocos los basidiomicetes liquenizados y
La mayoría de los líquenes imperfectos forman un parecen más frecuentes en las zonas tropicales que en
talo en el que las hifas son más visibles que las algas ver- las templadas. En la flora liquénica de Europa, el género
des a las que envuelven; este tipo de talos, que se deno- mejor representado es Omphalina, que forma sus car-
minan leprarioides, se descomponen con facilidad; de póforos característicos (delicadas setas translúcidas)
ahí que los géneros se denominen Lepraria, Leprocau- sobre un talo escuamuloso que contiene como ficobion-
te una clorofícea.
GÉNERO LEPROCAULON En Andalucía no se conoce ninguna cita de este basi-
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)

dioliquen, pero un género a veces incluido en Verruca-


riales se considera actualmente como una posible Omp-
halina o un liquen imperfecto: se trata de Normandi-
na, con una sola especie, N. pulchella, que tiene talo
escuamuloso, con escuámulas redondeadas, de color
verde-azulado y, frecuentemente, provisto de soredios.
En el talo, que vive sobre musgos y otros líquenes, se
pueden apreciar a veces peritecios oscuros, que se inter-
pretaron como los ascocarpos del liquen y que, actual-
mente, se consideran pertenecientes a un hongo parási-
to. La especie, muy bonita aunque de pequeño tamaño,
LEPROCAULON MICROSCOPICUM, DE TALO VERDOSO, Y LEPRARIA SPP., DE TALO
BLANQUECINO, SON LÍQUENES IMPERFECTOS MUY COMUNES EN CORTEZAS Y ROCAS

222
GÉNERO NORMANDINA
se ha citado muy poco en Andalucía; es relativamente

FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)


frecuente sobre cortezas, generalmente de planifolios,
en bosques maduros y situaciones umbrosas.
Otros basidiomicetes liquenizados pertenecen al
grupo de los Afiloforales. Algunos géneros con basidio-
carpos en consola, como Stereum o Corticium, se pre-
sentan sobre un talo crustáceo, gelatinoso en estado
húmedo, y de color verde bastante intenso, formado por
hifas y algas verdes.

 EL ESTUDIO DE
LOS LÍQUENES EN ANDALUCÍA NORMANDINA PULCHELLA POSIBLEMENTE SEA UNO DE LOS POCOS BASIDIOLÍQUENES
QUE HABITA EN ANDALUCÍA

La peculiar situación geográfica de Andalucía, que


Cavanilles habían recogido en sus viajes, fueron la base
alberga en su territorio a Sierra Nevada, la mayor eleva-
para una “Introducción a la Criptogamia Española”, que
ción de la Península Ibérica y la más meridional de las
comenzó a publicarse en los Anales de Ciencias Natura-
grandes cordilleras europeas, atrajo desde antaño a los
les de Madrid en 1802. En esta fecha Clemente, que por
botánicos que, aun cuando efectuaron importantes
su formación dominaba el árabe y griego, sustituyó a
aportaciones al conocimiento de la flora vascular, casi
D. Miguel García en la cátedra de Árabe, y conoció al
menospreciaron la criptogámica, que, menos llamativa y
alumno Domingo Badía, también amante de las ciencias
más dificultosa en su estudio, quedó un poco olvidada
naturales, con quien rápidamente inició una viva amis-
por los grandes maestros.
tad, que se vio incrementada cuando Badía le propuso
Hasta 1804, con la visita de Simón de Rojas Cle-
colaborar en un proyecto secreto de viaje científico por
mente, no se inicia el estudio botánico del territorio
el interior de África, que había presentado al Gobierno
desde un punto de vista “moderno”, incluyendo de for-
un año atrás (1801) y este había aprobado. Clemente
ma sistemática a las criptógamas, y especialmente a los
líquenes, en el ámbito de las investigaciones.
Clemente, considerado el padre de la liquenología
española y uno de los más eminentes botánicos españo-
les de su tiempo, es también el primero en prestar aten-
ción a la liquenoflora andaluza. Es por ello oportuno
dedicar unas líneas a comentar las curiosas circunstan-
cias que provocaron su estancia en nuestra región.
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

Clemente nació en el seno de una familia de labrado-


res en Valencia; como muchos hijos no primogénitos, su
familia lo destinó a la formación teológica, que pronto
abandonó por el estudio de las ciencias naturales, siendo
alumno primero de Gómez Ortega y más tarde de Cava-
nilles. Hacia 1800, junto a Lagasca y otros discípulos de
Cavanilles, comenzó a prestar atención a la Criptogamia.
Muy pronto los descubrimientos efectuados en los alre-
dedores de Madrid, junto a los materiales que Lagasca y
SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE Y RUBIO, CONSIDERADO EL PADRE
DE LA LIQUENOLOGÍA ESPAÑOLA, FUE EL PRIMERO EN PRESTAR ATENCIÓN
A LA LIQUENOFLORA ANDALUZA
223
obtuvo el nombramiento de asociado y, junto a Badía, ta. Clemente, aunque cada vez más distante de Badía,
comenzó a preparar concienzudamente la expedición. acompañó a su compañero hasta Cádiz, bajo la supuesta
Se dirigieron a París y posteriormente a Londres, con la personalidad de Mohamed Ben Alí, y allí permaneció en
intención de iniciar desde allí la expedición haciéndose espera de poder acompañar a Alí Bey, nombre que había
pasar por nobles abassies, para llegar a Cádiz, sin levan- adoptado Badía, a Tánger. Ya desde África, este escribió
tar sospechas, ataviados al modo árabe y desde allí cru- a Clemente una carta comunicándole la total imposibili-
zar el estrecho. En su viaje contactaron con la vanguardia dad de que le acompañase en su empresa, y hasta donde
científica de su tiempo, perfeccionando su conocimien- se sabe ya no hubo más relación entre ambos.
to botánico y accediendo a los avances de la criptogamia, Clemente, que había emprendido la aventura en con-
lo que hizo a Clemente posponer la publicación de la tra de los consejos de sus conocidos y maestros, que
parte liquenológica de su “Introducción a la Criptogamia había mostrado firme propósito de ir a África durante su
Española” hasta que sus conocimientos fuesen más com- estancia en el extranjero, ahora se veía apremiado por el
pletos. En la preparación de la expedición, consideraron Gobierno para reunirse con Badía, pero por motivos que
indispensable, junto a documentos y vestimentas que les quizás él mismo no conocía —en realidad Badía era un
hicieran pasar por auténticos árabes, una operación de agente doble al servicio de Francia y España— no conta-
circuncisión, a la cual se sometió Badía en primer lugar, ba con el apoyo de este, que no quería tener testigos de
pero Clemente desistió al ver la penosa convalecencia de su verdadero objetivo. Por ello permaneció en Cádiz más
su compañero. Por este tiempo comenzó a desvelarse o menos contrariado, vistiendo aún el traje árabe y
que los verdaderos intereses de Badía en África eran más haciéndose pasar por tal, hasta que el Gobierno le exi-
políticos que científicos y que la expedición no era más mió de su compromiso, encargándole, a cambio, que
que la tapadera de un viaje de espionaje en misión secre- estudiara las producciones del reino de Granada. Así, en

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

PLIEGO DEL HERBARIO DE CLEMENTE QUE MUESTRA UNA DE SUS RECOLECCIONES EN ANDALUCÍA

224
1804, aparece Clemente en Andalucía, con traje euro- ción de las Criptógamas, hizo algunas referencias a citas
peo, realizando la nivelación del Mulhacén y estudiando de líquenes de Sierra Nevada recolectados por Bory y
la flora y la mineralogía del antiguo reino de Granada. cuya procedencia se desconoce.
Clemente, que poseía una formación científica de También recogió Colmeiro en su revisión muchas
vanguardia, construyó una cliserie altitudinal desde el citas de líquenes recolectados por López de Seoane, del
Mulhacén hasta Castell de Ferro en la costa granadina, que casi no se sabe más que fue un recolector cuya activi-
tomando datos de la vegetación cada 50 varas de descen- dad se centró en Galicia y Andalucía, desconociendo la
so. Con estos datos realizó la primera división en pisos fuente de donde obtuvo Colmeiro esta información.
bioclimáticos que debió hacerse en Europa, construyen- En 1837 Edmundo Boissier visitó el sur de España,
do varias tablas en las que situaba la distribución altitudi- contribuyendo de forma sobradamente conocida a
nal de las especies recolectadas, incluidos los líquenes. aumentar el conocimiento de la flora de Andalucía. Al
Con esto, y según él mismo indicaba en su artículo “Ten- final de su magnífico Voyage Botanique dans le midi
tativa sobre la liquenología geográfica de Andalucía”, d'Espagne recogió 88 especies liquénicas, entre las que
“pretendía echar en Andalucía los cimientos de la Botáni- abundan las citas para Sierra Nevada y otras sierras anda-
ca geográfica, que aún no tiene ningún otro país de Euro- luzas, sobre todo malagueñas.
pa”. Los datos liquenológicos que Clemente recogió en Tras Boissier, visitaron España Willkomm y Lange,
su estancia en el reino de Granada sirvieron para redac- y aunque la atención de ambos se polariza hacia la fane-
tar además una Flora Bética. Ninguno de los dos textos rogamia, recolectaron algunas especies de líquenes que
fue publicado en vida de Clemente; el primero, en el que fueron publicados por Kunze en Chloris Austro Hispani-
solo se citan géneros sin hacer mención de las especies, ca en 1846. Posteriormente, en 1917, Sampaio publica-
fue ordenado por Colmeiro y publicado en la Revista rá una Revisión de los líquenes españoles del herbario
para el progreso de las Ciencias Exactas, Físicas y de Willkomm, donde entre otras citas de especies para
Naturales. El segundo fue incluido también por Colmei- Andalucía describió una nueva especie, Acarospora gra-
ro en su Revisión y enumeración de las Criptógamas de natensis, basada en un ejemplar recolectado por Will-
España y Portugal. Sin duda más interesante que el komm en las proximidades de Granada.
anterior, recoge todas las citas específicas de Clemente, A principios del siglo XX, Longinos Navas visitó Sie-
la mayoría corroboradas después por otros autores. rra Nevada y en 1902 publicó una corta lista de líquenes
La siguiente referencia a los líquenes andaluces tal de las cumbres, junto al relato pormenorizado del viaje.
vez sea la de Pablo de la Llave, quien en 1820, en el En la primera mitad del siglo XX, la liquenología, ya
periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz, muy desarrollada en el centro y norte de Europa, adquie-
describió algunos líquenes nuevos, entre los que se re el auge suficiente como para que se efectúen las pri-
encontraba una planta que Clemente recogió en Sierra meras monografías de géneros, en las que algunos auto-
Nevada y determinó como Lecanora atra var. geografi- res recogen las citas ya publicadas. Así, Magnusson, en
ca, y que denominó Lecanora cyclomela, considerán- A monograph of the genus Acarospora, publicada en
dola una nueva especie. 1929, recogió las citas de Willkomm y de Sampaio.
Por este tiempo, encontrándose España en plena Erichsen, en su monografía sobre las Pertusariáceas,
Guerra de la Independencia, visitó las cumbres de Sierra recopiló también alguna cita de Willkomm.
Nevada Jean Batiste Bory de Saint Vincent, durante el En 1934, becado por la Universidad de París, visita el
transcurso de una incursión del ejército francés tras sur de España R. G. Werner, quizá el primer liquenólo-
unos guerrilleros. Sus observaciones fanerogámicas fue- go del siglo XX que realizó herborizaciones de una cier-
ron publicadas en un artículo titulado “Flórula de la Sie- ta entidad fuera del macizo de Sierra Nevada, interesán-
rra Nevada”, donde no se hace ninguna referencia a los dose por otros muchos lugares de la geografía andaluza.
líquenes, si bien Colmeiro, en su Revisión y enumera- Werner, que dedicó su vida al estudio liquenológico del

225
G. Degelius, que tanto en The lichen genus Collema in
Europe (1954) como en Lichens of the Summit of the
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

Picacho del Veleta (1966) aportó datos muy interesan-


tes, señalando algunas especies hasta entonces desco-
nocidas en España. Joseph Poelt, uno de los liquenólo-
gos europeos más influyentes del sigo XX, visitó Andalu-
cía hacia 1950, recolectando material que posteriormen-
te fue citando en numerosos trabajos.
H. Hertel visitó Sierra Nevada en 1969, junto con
Wunder, que estaba preparando su monografía sobre las
caloplacas de talo oscuro, y animó a P. Prieto y P. Espi-
nosa (1971) a iniciar los estudios sobre liquenoflora
andaluza en la Universidad de Granada. Fruto de esta
inquietud fueron los primeros trabajos dedicados a la
liquenología escritos por andaluces. Por ese tiempo el
profesor Llimona había empezado a prestar atención a
R. G. WERNER FUE EL PRIMER LIQUENÓLOGO DEL SIGLO XX
la flora liquénica del sureste de la Península, sobre todo a
QUE REALIZÓ HERBORIZACIONES DE UNA CIERTA ENTIDAD
FUERA DEL MACIZO DE SIERRA NEVADA
los líquenes de yesos y lavas de la provincia de Almería,
describiendo numerosas especies y poniendo de mani-
fiesto la originalidad florística del territorio. Su influencia
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

sobre el conocimiento de los líquenes de Andalucía es


esencial, ya que directamente bajo su dirección o la de
sus discípulos inmediatos se han realizado la mayoría de
las aportaciones recientes al conocimiento de la liqueno-
flora andaluza.
Además de las aportaciones debidas a las visitas más
VERRUCARIA ANDALUSIENSIS ES UNA DE LAS ESPECIES
DESCRITAS POR WERNER EN ANDALUCÍA o menos esporádicas de autores españoles y extranjeros,
en el último cuarto del siglo XX se han realizado una
macizo Bético-Rifeño, es quizás, junto a Clemente, el serie de tesis doctorales y grandes estudios cuyo objeto
autor que más datos ha aportado sobre los líquenes del principal ha sido la liquenoflora andaluza; sin este traba-
sur de España. Su herbario, que se conserva en el Insti- jo no habría sido posible redactar este capítulo. Así, la
tuto Botánico de Barcelona, merece una profunda revi- flora liquénica de las rocas ácidas del sureste de la Penín-
sión, lo que suministraría sin duda nuevos datos sobre la sula ha sido estudiada por J. M.ª Egea desde la Univer-
flora bética. En 1945, Des Abbayes publicó una lista de sidad de Murcia; las de las rocas carbonatadas, por
líquenes de España recolectados por el matrimonio M. Casares de la Universidad de Granada. El conoci-
Allorge, entre los que figuran algunas citas para Anda- miento de la flora liquénica de las rocas ácidas de Anda-
lucía. lucía occidental se debe a J. García Rowe, de la Univer-
Hacia la segunda mitad del siglo XX, la mejora de las sidad de Sevilla. El estudio de la flora gipsícola, que fue
comunicaciones y el creciente interés por la Liquenolo- iniciado por Llimona, se continuó posteriormente por
gía multiplican las visitas de autores a Andalucía, funda- L. Gutiérrez Carretero y M. Casares desde la Univer-
mentalmente a Sierra Nevada y, como consecuencia, sidad de Granada. La vegetación liquénica del litoral fue
aparecen dispersas en la bibliografía numerosas referen- estudiada por F. L. Alonso, desde la Universidad de
cias difíciles de recuperar. De entre ellas destacan las de Murcia. La flora de las sierras de Cazorla, Segura y las

226
GÉNERO LECANORA
Lecanora prominens y L. admontensis son especies de área disyunta conocidas de Andalucía y algunas localidades europeas
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES

FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES


LECANORA PROMINENS ES UNA ESPECIE MUY POCO CITADA LECANORA ADMONTENSIS ES UNA ESPECIE MUY RARA
DE LAS CALIZAS COMPACTAS INCLUIDA EN LAS LISTAS ROJAS DE LÍQUENES DE VARIOS PAÍSES

Villas ha sido estudiada por V. Jiménez Rico y G. Ara- número de especies ligadas a determinados factores
gón Rubio, de la Universidad de Madrid, cuyo trabajo ecológicos muy particulares. Ejemplos de esto son las
supuso además una importante contribución al conoci- áreas de yesos, donde habitan bastantes especies exclu-
miento de la flora liquénica epifítica andaluza. Las aplica- sivas, las cumbres de Sierra Nevada, que cuentan con
ciones prácticas de los líquenes, como el estudio de los una flora original, muchos de cuyos táxones están en el
problemas de biodeterioro, han sido abordadas por J. límite sur de su distribución conocida, o los roquedos
García Rowe, y se han hecho estudios de pureza volcánicos de Cabo de Gata, que poseen una flora muy
ambiental utilizando líquenes como bioindicadores en particular que solo se parece a la de algunas localidades
las ciudades de Sevilla (J. García Rowe y J. M. Cepeda del norte de África o de Canarias, siendo la localidad tipo
Fuentes) y Granada (M. Casares y A. Muñoz). de varias especies recientemente descritas.
Muchas de las especies que viven en estos lugares
ORIGEN Y COMPOSICIÓN cuentan, hasta el momento, con citas puntuales o muy
escasas. A diferencia de lo que sucede con las faneróga-
DE LA LIQUENOFLORA ANDALUZA mas, muy pocos líquenes son endémicos. Las criptóga-
A Werner se deben las primeras estimaciones sobre mas suelen tener grandes áreas de distribución y las
la liquenoflora andaluza. Según sus datos, la cordillera especies de área más restringida en la mayoría de los
Bética contaba con unas 265 especies de líquenes, que casos lo son debido a lagunas de conocimiento, lo que
hoy se pueden estimar en más de 600, y en unas mil el indica que es mucha la labor que queda todavía por reali-
total de la flora liquénica de la región. zar en el campo de la Liquenología.
Aunque existe un buen conocimiento de la flora de Si bien no hay endemismos estrictos, no son raras en
los ambientes más singulares del territorio y también de la flora andaluza las especies de área disyunta, a veces
la flora básica, es decir, las especies más frecuentes, con saltos de millares de kilómetros, como por ejemplo:
todavía existen importantes áreas poco conocidas y — Acarospora clauzadeana (EE.UU.-Almería)
ambientes, como las cortezas, que necesitan ser estudia- — Lecanora prominens (Provenza-Bética-Grecia)
dos con mayor profundidad, lo que aún hará crecer algo — Lecanora admontensis (Montañas del Norte y
el número total de líquenes en Andalucía. Centroeuropa-Bética)
La flora liquénica de mayor interés está relacionada — Fulgensi klementii (Grazalema-monte Olimpo en
con algunos hábitats singulares que aportan un buen Grecia)

227
Entre las especies de área más restringida, por en los períodos cálidos, a las altas cumbres; del mismo
ahora se pueden señalar, entre otras: modo, la vegetación más termófila se expandía durante
— Verrucaria andalusiensis, una especie mal cono- las épocas interglaciares, y se refugiaba en las solanas
cida que solo se ha recolectado en una ocasión (Motril). durante las épocas frías. Todo ello fue posible gracias a la
— Acarospora charidema, un liquen descrito por amplia diversidad orográfica y litológica de Andalucía.
Clemente y reconocido por Llimona que vive restringido
a los ambientes xéricos de las rocas ácidas de sureste BIBLIOGRAFÍA A LOS CAPÍTULOS 8
peninsular (Cabo de Gata) y algunas localidades del nor-
te de África. — ALONSO, L., 1993: Líquenes calcícolas y terrícolas de las zonas costera
meridional de la Península Ibérica y de Marruecos (tesis doctoral),
A pesar de todo, la flora liquénica andaluza no tiene Universidad de Murcia.
un origen distinto de la flora vascular, y muestra en la — ARAGÓN, G., 2002: Líquenes del Parque Natural de Cazorla, Segura y las
Villas (tesis doctoral), Universidad de Madrid.
actualidad una composición reflejo de un pasado históri- — CASARES-PORCEL, M., 1988: “Flora y vegetación liquénicas de Sierra Neva-
co que, muy brevemente, se resumen a continuación. da”, Monografías de Flora y Vegetación Béticas, 3, pp. 53-62.
— CASARES-PORCEL, M. Y GUTIÉRREZ-CARRETERO, L., 1993: “Síntesis de la vegeta-
En el Terciario se inicia el plegamiento de la Bética. ción liquénica gipsícola termo y mesomediterránea de la Península Ibé-
En esta época el clima de lo que hoy es la región Medi- rica”, Cryptogamie. Bryol. Lichenol., 14 (4), pp. 361-388.
terránea era mucho más cálido y húmedo, aunque ya po- — CASARES-PORCEL, M. Y GUTIÉRREZ CARRETERO L., 2004: “Los Líquenes de las
zonas subdesérticas de Tabernas”, in Subdesiertos de Almería, Conseje-
seía un período de aridez estival. Aproximadamente ría de Medio ambiente de la Junta de Andalucía.
hace 5 millones de años el estrecho de Gibraltar se cierra — CASARES-PORCEL, M. Y LLIMONA, X., 1986: “La Clase Verrucarietea nigrescen-
tis Wirth 1980 en las calizas Béticas de la provincia de Granada”, Crypto-
y el Mediterráneo desciende bruscamente de gamie Bryol. Lichenol., 7 (2), pp. 103-127.
nivel; es en este período de gran aridez cuan- — CASARES-PORCEL, M. Y LLIMONA, X, 1989: “Catálogo liquenológico
de las calizas béticas de la provincia de Granada”, Acta Botánica
do se posibilita la colonización de los áridos Malacitana, 14, pp. 41-57.
márgenes del Mediterráneo por toda una — CLAUZADE, G. Y ROUX, CL., 1985: “Likenoj de Okcidenta Eflropo.
cohorte de especies írano-turánicas, o por Ilustrita determinibro”, Royan: Soc. Bot. Centre-Ouest., 893+2 p.
— EGEA, J. M.ª Y LLIMONA, X., 1987: “Las comunidades de líquenes
lo menos de zonas áridas orientales. de las rocas silíceas no volcánicas del SE de España”, Act. Bot. Bar-
A este período pertenecen los elementos cin., 36, pp. 1-123.
— EGEA, J. M.ª; LLIMONA PAGÉS, X.; Y CASARES-PORCEL, M., 1982: “Aporta-
más antiguos de la flora actual; son especies ligadas a ción al conocimiento de la flora liquénica silicícola de la parte culmi-
ambientes desérticos cuya área de distribución actual nal de Sierra Nevada”, Collectanea Botanica, 13 (1), pp. 295-312,
— Galum, M., 1988: Handbook of Lichenology, CSR Press.
está limitada a ambos extremos del Mediterráneo. El — GONZÁLEZ-TEJERO , M.ª R.; MARTÍNEZ, M.ª J.; CASARES-PORCEL, M.; Y MOLERO
área de estas especies formaba un continuo alrededor -MESA, J., 1995: “Three lichens used in popular medicine in eastern Anda-
de la cuenca, que quedó interrumpida tras la apertura de lucia”, Economic Botany, 49 (1), pp. 96-98 .
— GUTIÉRREZ-CARRETERO, L. Y CASARES-PORCEL, M., 1994: “Flora liquénica de
nuevo del Estrecho y la subida del nivel del mar. Estos los yesos miocénicos de la provincia de Almería”, Candollea, 49 (2),
líquenes se consideran como “reliquias terciarias”; la pp. 343-358.
— LLIMONA, X. Y HLADUN, N., 2001: “Check list of the lichens and lichenico-
mayoría de ellos viven en ambientes muy particulares, lous fungi of the Iberian Peninsula and Balearic Islands”, Bocconea, 14,
como los suelos de yeso; quizás el más llamativo de pp. 5-581
— MARTÍNEZ-SÁNCHEZ,J.; CASARES-PORCEL, M.; GUERRA, J.; GUTIÉRREZ, L.; ROS, R.;
todos sea Buellia zoharyi, que vive en los yesos españo- HERNÁNDEZ-BASTIDA, J.; Y CANO, M. J., 1994: “A special habitat for bryophy-
les y en los suelos del desierto del Negev en Israel. tes and lichens in the arids zones of Spain”, Lindbergia, 19, pp. 116-121.
Ya durante el Cuaternario, hace 1’7 millones de años, — PEREIRA I.; CASARES PORCEL, M.; Y LLIMONA X., 1987: “Aportación al conoci-
miento de los líquenes hidrófilos de Sierra Nevada”, Cryptogamie,
la vegetación que colonizaba la cuenca mediterránea Bryol. & Lichenol,. 8 (3), pp. 263-273.
estuvo sometida a distintas glaciaciones (hasta diecisie- — ROWE, J. G., 1985: Flora y vegetación de los líquenes silicícolas del SW
de España (tesis doctoral), Universidad de Sevilla.
te), que supusieron períodos de alternancia de clima frío — ROWE, J. G.; CASARES, M.; EGEA, J. M., 1996: Itinera de la excursión de la S.
con etapas de clima cálido y húmedo. Ello generó la llega- E. L. a los parques naturales de la Sierra de Grazalema y los Alcorno-
cales, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Granada.
da sucesiva de especies boreo-alpinas que en épocas frías — POELT, J., 1974: Bestimmungsschlüssel Europäischer Flechten, J. Cra-
tenían gran expansión, quedando restringidas después, mer, Vaduz.

228

View publication stats

También podría gustarte