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MEDIACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

La Iglesia Católica, desde la perspectiva del tema de la violencia, ha tenido – obviamente – una evolución sobre el particular en variados
horizontes; si se analiza desde el protagonismo, y sólo a partir de la Encarnación de Jesucristo, vemos que inicialmente fueron víctimas, no
se puede decir que haya actuaciones violentas de su parte, aunque sí las sufrieron, en la persona de Cristo, y luego en sus discípulos, tantos
de ellos convertidos en mártires. Hoy día, esta perspectiva no ha cambiado, solo se ha atenuado (si se puede decir), ya que aún hay
persecución contra los católicos, y se sabe de fieles que perdieron su vida por la causa de Cristo. A pesar de ello, o a propósito, cuando la
Iglesia es atacada desde su interior, es cuando más se debilita, mientras que los ataques de afuera, la han fortalecido.

A partir de allí puede decirse que la posición de la Iglesia, desde su esencia del amor, de la caridad, ha sido tomar parte como pacificadora o
mediadora en busca de esa paz.
La importancia de la Iglesia católica en la sociedad es innegable: además de ser un actor de capital importancia en la historia colombiana, al
margen de su visión sobre el mundo, eminentemente religiosa, es líder activo en campos importantes del desarrollo como la educación, la
salud, la cultura o la reconciliación.
Así pues, en el transcurso de la historia ha aportado con su participación en eventos bélicos tan importantes en la historia de la humanidad,
como se sigue:

EN EL En algunos territorios europeos, en el siglo X, nacen las instituciones de Paz y Tregua, con las que la Iglesia pretendía limitar
MUNDO los estragos de la violencia y crear espacios de paz, incluso dentro de los periodos de guerra.
A partir de ese momento, esta institución benéfica se extendió por otras regiones de Francia y de España, y pasó a Alemania e
Inglaterra e Italia.
La Paz de Dios, institución que prohibía atacar en todo tiempo un monje, un clérigo, las mujeres y las familias en sus
ocupaciones domésticas, violar una iglesia y las casas situadas en su entorno dentro de un espacio de treinta pasos.
La acción de la Iglesia logró, poco a poco, conducir a algunos pueblos hacia una nueva civilización, que alcanzará su esplendor
en los s. XII-XIV, por la situación de violencia política y social, empobrecimiento cultural y regresión económica, debidos a las
invasiones continuas.
Benedicto XV, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), procuró por todos los medios conseguir una paz justa, pero
no encontró apoyo en los responsables de los diversos países y su neutralidad fue mal entendida y criticada. Benedicto XV se
enfrentó a la tempestad de la Primera Guerra Mundial, logrando mantener una política de imparcialidad entre los
contendientes, y desarrollando una actividad humanitaria a favor de los prisioneros de guerra y la población afectada por la
catástrofe bélica.
También Pío XII intentó romper la espiral beligerante que llevó a la Segunda Guerra Mundial: "No se pierde nada con la paz,
todo puede perderse con la guerra”, dijo en 1939, pero su clamor no fue escuchado; tampoco fue atendida su petición de una
tregua por Navidad. Años más tarde, Pío XII fue reprobado injustamente por no haber defendido suficientemente los judíos
durante la persecución nazi, sin tener en cuenta su actuación por la vía diplomática y su acción caritativa en favor de los judíos.
Actuó de diversos modos para salvar de la persecución nacionalsocialista a cuantos hebreos fuera posible (se calcula que la
Iglesia Católica salvó aproximadamente 800.000). Muchas altas personalidades del mundo israelita reconocieron
públicamente, tras la guerra, los grandes méritos de este papa con respecto a su pueblo. No así el pueblo judío.
El Vaticano, en los últimos 40 años, siempre se ha interesado por la resolución de conflictos, y en algunos casos,
concretamente por la mediación. El Papa Juan Pablo II logró que, desde 1978 a 1983, y mediante la diplomacia del
Cardenal Antonio Samoré, se evitara la guerra entre Chile y Argentina, en disputa por el Canal de Beagle y se pudiera negociar
una solución pacífica a la disputa. La vital mediación llevó a que fuera Roma el lugar escogido para que se firmara el Tratado de
Paz y Amistad de 1984 entre las dos naciones suramericanas, acuerdo que se mantiene hasta la actualidad.
La misma muerte del Arzobispo de San Salvador, Beato Oscar Arnulfo Romero, el 24 de marzo de 1980, a manos de grupos
para-estatales, tras sus continuas denuncias, es aún hoy un símbolo de la violencia que asoló El Salvador y que convirtió a la
Iglesia católica en un actor central dentro de dicho proceso. La Iglesia católica se comprometió ideológicamente – tomando
partido en múltiples casos – con la situación conflictual, lo que conllevó un nivel de participación muchísimo más activo en el
proceso de reconciliación salvadoreño, donde su participación a través de múltiples iniciativas de reconciliación tuvo mayor
protagonismo.
Sobre la Revolución Polaca de 1989, una de tantas que tuvieron lugar en Europa del Este, conocidas como el Otoño de las
Naciones, y golpes mortales para la Cortina de Hierro, la Iglesia Católica jugó un papel clave en esta, liderada por un Juan Pablo
II que añoraba la libertad para el país del que provenía. No tanto mediando, pero sí ejerciendo presión y activismo por
mayores libertades y democracia.
Mijail Gorbachov no tuvo reparo en reconocer públicamente, que la intervención de Juan Pablo II fue decisiva en los
acontecimientos que culminaron, en noviembre de 1989, con el derribo del muro de Berlín y con todo el sistema comunista en
Europa.
Hay ejemplos más actuales, como la actuación decidida de Juan Pablo II contra la guerra de Irak (2003).
En Perú, la Iglesia ha desempeñado (y  sigue haciéndolo) un papel preponderante, sin desconocer los múltiples matices en
determinados periodos de tiempo. Vale decir que la Iglesia se ha comprometido activamente a buscar salidas a las tensiones
entre el Estado y las organizaciones al margen de la ley.
El acuerdo de Cuba y E.U. de restablecer relaciones, hecho que distintos analistas perfilan como el inicio de la construcción de
nuevo Orden Mundial y en donde se derribó el último muro de la Guerra Fría, fue en su mayor parte forjado en los amplios
salones del Vaticano y en los cafés del centro de Roma.
La diplomacia tuvo su momento triunfal para escribir la historia, y, en ella, fue crucial la mediación oportuna del líder de la
Iglesia, el Papa Francisco. 2014
Se ha hecho mediación en Venezuela, recordando que la diplomacia papal es “diplomacia de paz”, y que la intervención de la
Iglesia está despojada de poder político, económico o ideológico.
La más reciente intervención se da a través del Papa Francisco contra la guerra de Siria y la intervención armada de los Estados
Unidos en ese país.
EN En la vida republicana de Colombia, la Iglesia católica ha tenido un rol protagónico en la construcción y regulación del orden
COLOMBI social y político. Su intervención ha sido significativa en la redacción de las Constituciones.
A
Tuvo también participación en el proceso de desmovilización del M–19 (1990), y en la desmovilización de las autodefensas
(2003).
La Iglesia colombiana le fijo ayer límite a la labor de mediación que adelanta en Tlaxcala (México), con la Coordinadora
Guerrillera (CG). 1992.
La Iglesia católica tuvo un papel fundamental en el proceso de mediación y acercamiento para lograr la paz en Colombia, a
finales de 1986. La Conferencia Episcopal creó la Comisión por la Vida, la Justicia y la Paz. A partir de la década de los noventa
la actuación de la Iglesia se centró en una salida negociada al conflicto y en la defensa de los derechos humanos.  En las
negociaciones de paz mostró su interés para actuar como mediadora, y cuando el diálogo se vio obstaculizado se presentó
como una alternativa para “desbloquear las largas pausas”.
La guerrilla de las Farc solicitó la mediación de la Iglesia Católica para concretar la liberación de ocho personas secuestradas en
la vía que comunica a los municipios de San José y El Retorno, en 2005.
Quibdó y Santander. La mediación de la Iglesia Católica es práctica de regulación y transformación de conflictos y al mismo
tiempo proceso inacabado. Es generada y dinamizada, a partir de una postura evangélica y pastoral, asumida como
compromiso religioso articulado a lo social, el cambio y la transformación de la realidad que atenta contra la vida, la dignidad,
la justicia y los derechos de los pueblos, comunidades y sectores populares; y también como propuesta de solución pacífica y
definitiva del conflicto en mención. 2013.

Farc-EP. Tal vez hoy más que nunca convenga resaltar el rol de la Iglesia Católica como posible catalizador de procesos de
diálogo y reconciliación, tanto allí donde la confrontación sigue, como en donde se inicia el tránsito hacia el postconflicto. A
través de diálogos pastorales en el territorio y con la participación de algunos de sus líderes como mediador de diálogos de
paz, ha tenido un rol importante en procesos de paz en el pasado. Consideramos que, como facilitador de vínculos entre los
distintos actores en conflicto, la Iglesia Católica en Colombia es un actor clave en la generación de escenarios de reconciliación
hacia una paz sostenible. Además, tiene un gran potencial como mediador en el conflicto por su imparcialidad, conocimiento
del asunto y presencia en todo el territorio nacional. Esto, sin olvidar el papel que puede tener en cooperación con distintas
organizaciones y sectores de la sociedad civil en las regiones. Pero sin duda es positivo que la Iglesia Católica haya decidido
tomar una responsabilidad en ese contexto.
Eln. En este caso, la labor de la Iglesia debería ser una mediación pura, no una mediación de poder. Como intermediaria, la
Iglesia podría dialogar con el Gobierno, guerrilla y comunidades, sin que nadie sospeche de motivaciones o agendas
ocultas.2001.2015.
Gracias a la mediación de la Iglesia Católica en Colombia, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) puso en libertad
a tres periodistas secuestrados recientemente. “ Muchísimas gracias a la Iglesia Católica que es la responsable de todo esto , de la
manera más discreta (…) Gracias a toda la gente que rezó por mí. Gracias a Defensoría del Pueblo de Ocaña”. Mi eterna
gratitud a los curas del Catatumbo, a las monjas que hacen una labor social impagable... 2016.
Ante el secuestro de los periodistas holandeses, en Norte de Santander, la situación tiene perpleja a los distintos sectores del
país, a tal punto, que la Iglesia Católica se ofreció como mediadora para la pronta liberación. 2017.
Bandas criminales buscan mediación de Iglesia para posible entrega, dice Monseñor Monsalve. El arzobispo de Cali, monseñor
Darío de Jesús Monsalve, aseguró que abogados de miembros de organizaciones al margen de la ley que responden al
paramilitarismo y al narcotráfico lo han contactado para “abrir unos espacios de concertación con esas estructuras”. 2017
Tras conocerse las pruebas de supervivencia de la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, el Secretario General de la
Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, dijo que la iglesia católica recibe con alegría esta noticia y
confía en la mediación del Vaticano para su pronta liberación. Es de recordar que la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez,
secuestrada por un grupo yihadista en el norte de Mali el 7 de febrero del año pasado, imploró este lunes a través de un video
al Papa Francisco para que interceda por su liberación. 2018.

César Augusto Cardona Henao


CECAM, Mayo de 2018

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