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La importancia de la comprensión

Recordar maquinalmente -leyendo o repitiendo algo una y otra vez- es el sistema más corriente que se utiliza para intentar
memorizar. Sin embargo es el menos útil. El material que se repite sin compromiso ni motivación simplemente entra por una oreja
(u ojo) y sale por la otra. Rara vez traslada algo de la memoria a corto plazo a la memoria de largo plazo.
El factor más importante de la memoria es la comprensión. Aunque se puede memorizar una lista de sílabas sin sentido o
números desordenados, fundamentalmente debemos comprender la información si vamos a recordarla durante un tiempo
significativo y si queremos que nos sea de utilidad. Los datos en bruto no son información de verdad; se hacen útiles cuando son
procesados por una mente humana y se convierten en conceptos comprensivos.
La doctrina hoy imperante de la memoria sostiene que la información queda grabada en el cerebro en  amplias redes neuronales
interconectadas. Cada idea, imagen o elemento de información tiene cientos o miles de asociaciones con otras ideas o imágenes
y así están conectados con muchos otros puntos del ‘circuito’ cerebral.
Ahora ampliaremos estas ideas. Los científicos creen que lo que se graba en el cerebro no son letras, sílabas o palabras aisladas,
sino ideas y conceptos. Estas ideas están conectadas con otras que lo que podríamos llamar ‘redes semánticas’, redes de
ideas. Al introducir algo en la memoria, podemos decir que creamos nuevos vínculos en las redes para crear asociaciones
significativas.
Por ello es tan importante comprender lo que hemos leído u oído. Cuando nosotros comprendemos algo, nuestro cerebro sabe
cómo ligarlo con otros hechos, ideas, recuerdos o imágenes relacionados con ello. Cuando no lo comprendemos, nuestro cerebro
no sabe qué hacer con ello o cómo almacenarlo. Podemos archivarlo en alguna parte, pero ¿cómo accederemos al archivo? Por
otro lado, podemos tener cientos de asociaciones parecidas al elemento de información que comprendemos.

Hay estudios que han probado repetidas veces que recordamos mejor lo que comprendemos. Michael Epstein, del Rider
College, descubrió que individuos que han sido entrenados para encontrar relaciones significativas entre parejas de palabras,
recuerdan más del doble de palabras que los demás, a los cuales se les ha dicho que memorizaran las palabras.  Epstein cree que
cuando se activa más la ‘profundización de procesamiento’ de las palabras al abordar algo de manera comprensiva, se activa
más el cerebro que con la memorización maquinal.
En otro estudio, se ha separado a los individuos en grupos para aprender nuevas palabras. El primer grupo simplemente lee las
palabras en voz alta; se ha instado al segundo grupo a clasificar las palabras por categorías; al tercer grupo se le dijo que formara
una frase utilizando todas las palabras. El segundo grupo aprendió más que el primero, ¡y el tercero recordó un  250% más que el
segundo!

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