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FISCALIZACIÓN COMO PARTE

DE CIUDADANÍA ACTIVA
Ciudadanía y democracia

José Manuel Ángeles González


A01704909@itesm.mx
Introducción

“La ciudadanía es el conjunto de individuos que cuentan con ciertas


responsabilidades y derechos, que realizan acciones, sin coacción, en conjunto
para poder construir una sociedad civil que vele por sus deseos . Y los partícipes

de estas acciones son denominados ciudadanos .” (Ángeles, 2021)

La ciudadanía activa involucra elementos más allá de contar con los


derechos y responsabilidades inherentes. Para que alguien pueda denominarse un
ciudadano activo debe de involucrarse en la esfera pública-política a la vez que
conoce el sistema político y participa en él.

La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 31


fracción IV nos indica la responsabilidad de los ciudadanos mexicanos de pagar
impuestos: “Es responsabilidad de los mexicanos contribuir para los gastos
públicos, así de la Federación, como de los Estados, de la Ciudad de México y del
Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan
las leyes.”

Para los ciudadanos mexicanos el pago de impuestos o conocido en


terminología de la materia como “tributar” se puede ver afectado por diversas
razones, entre ellas está la percepción que tienen sobre como son utilizados
dichos recursos y el desconocimiento de las leyes aplicables.

El presente trabajo tiene como finalidad encontrar una relación entre el


cumplimiento de las obligaciones fiscales a las que están sujetas los ciudadanos
mexicanos ya sea en cualquiera de los distintos regímenes fiscales: persona física
o moral; y cumplir con los elementos de la visión maximalista dentro de la vida
política para identificarse dentro de una ciudadanía activa.
Desarrollo

Muchas de las personas que cumplen la mayoría de edad en el territorio


mexicano, tienen preocupaciones acerca de las obligaciones que tienen que
cumplir ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Público en especifico con su
órgano descentralizado SAT (Servicio de Administración Tributaria) que es el
encargado de fiscalizar a las personas físicas y morales para que contribuyan al
gasto público de la nación. Estas preocupaciones normalmente van acompañadas
de cuestionamientos como ¿por qué tengo que pagar impuestos?, ¿el gobierno
realmente necesita mis impuestos?, ¿en que se utilizan estas contribuciones?, etc.

Los impuestos, de acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, son:


“contribuciones establecidas en Ley que deben de pagar las personas físicas y
morales que se encuentren en situación jurídica o de hecho (…)”. Y estas
contribuciones son una de las maneras en las que el Estado obtiene ingresos y la
respuesta más sencilla a la primera pregunta del párrafo anterior en conjunto al
hecho que está establecido como una obligación en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, si profundizamos un poco más podemos
determinar que el pago de impuestos apoya al desarrollo económico del país.

Respondiendo a la segunda pregunta, el Estado requiere de las


contribuciones de la mayor cantidad de ciudadanos posibles para poder realizar
las diversas actividades de las que son objetivo los impuestos: construcción de
infraestructura, programas de apoyo social y económico, proveer servicios
básicos, etc. De acuerdo con los datos recopilados por el SAT, en 2014 tan solo el
46% de las personas activas económicamente pagaron impuestos que traducido a
un número exacto 24,380,000 mexicanos se encontraban en la ilegalidad al no
cumplir sus obligaciones fiscales.

Este alto porcentaje de no contribuyentes puede tener una explicación, si


tomamos una de las mayores aportaciones del Prof. Klaus Tipke (académico
retirado de Derecho financiero y tributario en la universidad de Colonia, Alemania):
La clasificación del contribuyente ante el deber de contribuir. La cual nos señala
que existen 7 tipos de ciudadanos que responden de maneras diferentes ante su
obligación de contribuir con el gasto público del Estado, los cuales se explicaran a
continuación.

Clasificación de los ciudadanos con respecto a su actitud al tributar (Tipke,


2002)

a) Homo oeconomicus: Es un tipo de ciudadano que solo se preocupa por su


propio beneficio económico y considera que entra dentro del marco legal
todo lo que le beneficia. Es consciente del riesgo que conlleva el no cumplir
sus obligaciones fiscales.
b) El ciudadano partidario: Contribuye al gasto público porque reconoce la
utilidad de estos para el desarrollo de la nación, sin embargo, considera que
los beneficios son mínimos por parte del estado por la porción de su sueldo
que se le retiene.
c) Ciudadano malhumorado: No se siente identificado con el Estado, está
disgustado con este por sus políticas adoptadas. Paga lo menos posible
para evitar que se siga la política que provoca su disgusto.
d) Ciudadano liberal: Considera que la tributación es una limitación de la
libertad. Pagan, pero más por obligación que por responsabilidad y
normalmente lo realizan de manera tardía.
e) El elusor legalista: No se indigna si existen legislaciones fiscales injustas,
debido a que busca siempre el beneficio de estas y los vacíos legales para
pagar lo menos posible. Comúnmente realiza esto con asesoría legal.
f) Ciudadano Inexperto: Tiene poco o nulo conocimiento de las leyes fiscales
y normalmente no acuden con asesores fiscales para realizar sus
declaraciones, normalmente sería una coincidencia que tribute
correctamente. No busca informarse en la materia.
g) Ciudadano sensible ante la justicia: En un acto de rebeldía por las posibles
políticas fiscales injustas, intentan suprimir los beneficios de los distintos
regímenes debido a que consideran que dichas políticas no son aplicadas
en igualdad.

Teniendo esta clasificación en cuenta, podemos analizar que del 54% de


ciudadanos mexicanos que no tributan pueden clasificarse dentro de los tipos a),
c) y d) del listado anterior. Sin embargo, no es el único factor que ocasiona un
nivel bajo de contribuyentes; otro elemento vital es que en México no se tiene una
buena cultura fiscal.

De acuerdo con un estudio realizado en Guanajuato (Andrade & García,


2012), en promedio un 42% de la población no sabe lo que son los impuestos,
26% no sabe su utilidad o en qué son aplicados, 55% preferiría no pagar
impuestos y 47% en ese entonces no pagaba impuestos. Con lo que podemos
inferir que no contamos con una cultura tributaria suficientemente buena que
impide tener un buen nivel de recaudación a nivel nacional.

Finalmente respondiendo a la tercera pregunta que se planteó al inicio del


desarrollo de este documento, los impuestos son utilizados para mejorar el
desarrollo del país, debido a que, la fiscalización es la mejor herramienta del
gobierno para obtener ingresos, ejemplo de esto es que la recaudación del año
2020, de acuerdo con cifras reveladas por el SAT, alcanzó un equivalente al 2.2%
del Producto Interno Bruto del país que se traduce en 3.3 billones de pesos; y con
estos ingresos poder financiar diversos proyectos que se encuentran listados
dentro del plan de egresos de la nación, tales como: construcción de
infraestructura, apoyo a programas sociales.

Ahora, ¿qué tiene que ver todo este aspecto de la fiscalización de los ciudadanos
con la ciudadanía activa que hemos revisado en clase?

Retomando la definición de ciudadanía, los ciudadanos tienen además de


derechos, responsabilidades por formar parte de este colectivo, siendo estas las
establecidas tanto en la constitución como en otros documentos legales bajo los
que se rigen la nación, por lo que se debe de considerar que la tributación es una
de las responsabilidades ciudadanas de los mexicanos.
Para hacer efectiva la ciudadanía activa necesitamos tener en
consideración los 4 elementos que la constituyen: Estado de derecho y acceso a
la justicia, que nos indica que no es posible ninguna igualdad o justicia si la ley no
se cumple. Vida comunitaria, que los ciudadanos buscan solucionar en conjunto
con otros ciudadanos problemáticas sociales y las necesidades de su entorno.
Vida política, que nos marca que los ciudadanos se ven cada vez más
involucrados en los asuntos públicos de sus comunidades. Y finalmente, sociedad
civil, que tratan de provocar una expansión en la agenda del Estado y ocupando
los huecos que deja el Estado.

Con estos elementos podemos decir que el pago de los impuestos a los que
se ven sujetos todos los ciudadanos es un hecho que tiene una relación estrecha
con la ciudadanía activa, debido a que es un acto que ve involucrado a la mayoría
de los elementos: Por parte del estado de derecho, las tributaciones están
fundamentadas bajo leyes, por lo que los ciudadanos no pueden tener una
igualdad si no cumplen esta parte de la ley; en cuestión de la vida comunitaria,
buscan solucionar problemáticas de sus comunidades pero, muchas veces no se
puede realizar esto sin la intervención del Estado por las herramientas que este
ofrece y para que este último pueda operar necesita recursos, mismos que obtiene
con la tributación; y finalmente por la vida política, los ciudadanos deberían de
estar al tanto de las reformas fiscales para conocer los posibles beneficios o
perjuicios que estas ocasiones y con base en ellas, actuar.

También es necesario mencionar que la tributación es un ejercicio del cual


todos somos participes, aunque sea de manera indirecta, esto debido a que no
solo existen impuestos que “atacan” a los ingresos de las personas, sino que
también hay impuestos que afectan a los productos. El IVA (Impuesto al Valor
Agregado está presente cada vez que compramos productos en los
supermercados y lo pagamos 100% de las veces. Este impuesto no se lo quedan
las empresas que lo cobran, estas lo tienen que presentar ante Hacienda y así
siguen obteniendo sus ingresos.
Lo lamentable es que está participación indirecta de los ciudadanos solo es
aplicable la mayoría de las veces cuando compramos a una entidad económica,
debido a que cuando compramos a establecimientos informales se aplicaría el
mismo concepto de percepción de los ciudadanos de la clasificación de Tipke.

A final de todo el procedimiento todo dependerá de la responsabilidad de


los ciudadanos para que se pueda llevar a cabo una fiscalización óptima que
permita al Estado obtener recursos necesarios.

Conclusiones
Con la realización de este trabajo hemos podido determinar varias cosas. Primero,
que los pagos de impuestos mantienen una estrecha relación con la ciudadanía
activa de los mexicanos, debido a que es una obligación/responsabilidad de los
ciudadanos mexicanos y que se obtendrían grandes beneficios mientras más
personas cumplan con dicha obligación.

Segundo, que necesitamos implementar una mejor cultura tributaria en


todos los habitantes de la nación, un gran porcentaje de la población
económicamente activa no paga sus impuestos directos (aquellos que afectan los
ingresos) y también no muchos conocen los impuestos y para qué son utilizados.

Tercero, que la falta de contribuciones puede ser motivada por diversos


factores de percepción de los ciudadanos, gracias a la clasificación de Tipke.

Y, por último, que los ciudadanos pueden preocuparse por problemáticas de


sus comunidades y querer solucionarlas con apoyo del gobierno, pero, si no
cumplen con sus obligaciones de apoyar al gasto público se ven reducidas las
probabilidades de resolver dichas problemáticas.
Fuentes de información
Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos [Const]. Art. 31 fracc. IV. 5
de febrero de 1917. (México).
De Navarrete, I. (1965). LA FUNCIÓN DE LOS IMPUESTOS EN UNA ECONOMÍA
PLANIFICADA. Investigación Económica,[25](98), 409-415. Recuperado
septiembre 10, 2021, de: http://www.jstor.org/stable/42778490
Estrada, A. (2014, 15 julio). 54% de la población económicamente activa no paga

impuestos: SAT. El Financiero.

https://www.elfinanciero.com.mx/economia/54-de-la-poblacion-

economicamente-activa-no-paga-impuestos-sat/

Nolasco, S. (2021, 22 abril). Recaudación en México del 2020 es reconocida. El

Economista. https://www.eleconomista.com.mx/economia/Recaudacion-en-

Mexico-del-2020-es-reconocida-20210421-0162.html

Tipke, Klaus, Moral tributaria del Estado y de los contribuyentes, Marcial Pons,

ediciones jurídicas y sociales, S. A., Madrid, 2002. Traducción de Pedro M.

Herrera Molina.

Urquidi, V. L. (1956). EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA EN EL DESARROLLO


ECONÓMICO EN MÉXICO. El Trimestre Económico, 23(92(4)), 424–437.
http://www.jstor.org/stable/23393659

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