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ALUMNO

Fernando Mesías Félix

DOCENTE
Pbro. Miguel Chumpitas Camacho

TEOLOGÍA I

CAÑETE, PERU
2021
Nostra aetate
Todos buscan a Dios y también quieren encontrar una respuesta a las diversas
interrogantes que el hombre pueda cuestionarse en la vida, y siempre están sometidos a
un ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? Esos cuestionamientos inflaman al hombre a buscar el
origen.
Hay muchas corrientes o posturas que erróneamente dan supuestas soluciones a estas
interrogantes; el hinduismo busca encontrar el misterio divino o mitos etc.
La iglesia no aborrece estas religiones sino se las respeta a trata de iluminar el camino
para que se den cuenta de la verdadera iglesia de cristo fundada en los apóstoles, Jesús le
dice a Pedro:” Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”, (Mt 16,18).
También en la iglesia islámica con los musulmanes adoran al Dios de Abraham y que no
aceptan a Jesús como hijos de Dios vivo y que sólo lo tienen por profeta y honrar a María,
el concilio exhorta a guardar la comunión con los hermanos musulmanes, entablando una
paz común.
El concilio contempla ese vínculo que tiene la antigua alianza con la nueva alianza es decir,
la unidad que entabla el pueblo del nuevo testamento con la raza de Abraham.
Esa unión recuerda esa fe viva de los apóstoles que son columnas de la iglesia que
nacieron precisamente en el pueblo judío, proclamando el evangelio por todas las
naciones y los no abrazaron el evangelio.
Fueron los judíos que reclamaron la muerte de Jesús pero la iglesia respeta su religión, por
lo tanto nos exhorta a proclamar la buena noticia conforme al evangelio y no proclamar
nada que no esté conforme a la verdad evangélica.
Nos exhorta a guardar esa comunión eclesial y a valorar a la persona como tal, porque es
hijo de Dios y la iglesia no aprueba las persecuciones contra cualquier hombre, ya sea en
la condición que sea, en el ámbito cultural, religioso etc., e invita a asentar un respeto con
la persona y evangelizar dando a conocer las verdades de fe que pueda iluminar a la
persona a una conversión.
El concilio vaticano II nos exhorta a guardar la fraternidad con los demás hermanos y si no
lo hacemos no podemos invocar a Dios, padre de todos, así como nos dice primera de
Juan: “quien no aman no ha conocido a Dios porque Dios es Amor.”, (1 Jn 4,8).
La iglesia no admite cualquier tipo de discriminación por la raza o color, de condición o
religión, sino que entabla esa paz con todos los hermanos y exhorta a guardar esa
comunión como iglesia.

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