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Factores Psicológicos Implicados en El Duelo Perinatal
Factores Psicológicos Implicados en El Duelo Perinatal
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Facultad de Psicología, Universidad de Granada. Granada, España
RESUMEN
ABSTRACT
Justification: Perinatal grief hasn't been recognized in the past, but now it's
acquiring an appropriate statute.
Objective: With this review, it is expected to point out and analyze the diverse
variables that interact in perinatal grief.
Methodology: For the articles selection process, data bases from SCOPUS, Medline
and Web of Science were consulted. After the process, 48 references (from a total
of 146) were obtained.
Results: The analysis was grouped in four categories: the initial reactions to the
loss, the difference between men and women, the most suitable interventions by
sanitary staff, and the main problems which are present in their practise.
Conclusion: A critical analysis about the situation of perinatal grief is made and
the development of new ways of research.
Introducción
El interés en el duelo perinatal comienza a mediados del siglo XX. En este tiempo se
produce un cambio en las actitudes de los padres, y un mayor control de la
natalidad, lo que hace que los niños vayan dejando de ser "otra boca más que
alimentar".3 Actualmente existe una mayor sensibilidad con respecto a las pérdidas
perinatales tanto por parte del personal médico, cómo por parte de la sociedad.4 A
pesar de esto, los casos de muerte perinatal se tienden a infravalorar e incluso a
negar en los propios hospitales.5
Metodología
Para ello se realizó una búsqueda en las bases de datos SCOPUS, Medline y Web of
Science. Los descriptores usados fueron "perinatal grief", "perinatal loss",
"pregnancy loss", y "neonatal death". Además de esto, se utilizaron los principales
artículos de revisión para obtener referencias adicionales, así como libros recientes
sobre la temática. La primera búsqueda tuvo lugar durante el mes de enero de
2010 y la segunda se llevó a cabo en el mes de diciembre del mismo año. El criterio
de selección se limitó a artículos en español, inglés y francés de los últimos 10
años, incluyendo algunos estudios clásicos. Se recuperaron un total 146
referencias, de las cuáles se seleccionaron 48, puesto que eran los relacionados con
los cuatro objetivos planteados.
Resultados y Discusión
La mayoría de las parejas, especialmente las mujeres, pasan por un periodo inicial
caracterizado por una sensación de shock, de estrés y de gran dolor, aunque suelen
recuperarse y encontrar un sentido a esa pérdida. Sin embargo, existe al menos un
15-25% de las parejas que tienen problemas para superar esta etapa
vital.5,11,12 Algunos de los efectos psicológicos que se han descubierto en las madres
son: tristeza, irritabilidad, culpabilidad síntomas somáticos, ansiedad ante la
muerte, depresión, culpa, y preocupación en los siguientes embarazos.3,13-19 En el
caso de los padres, aparecen sentimientos de shock, rabia, vacío, indefensión y de
soledad.20,21 Tras un aborto o pérdida perinatal, la nueva experiencia del embarazo
puede despertar en ambos padres una gran cantidad de angustia y ansiedad.5,8,22-25
Con respecto a la gravedad del duelo, factores de riesgo importantes parece ser:
los problemas psiquiátricos previos, las pérdidas recurrentes, si la madre ha
padecido depresión, la falta de apoyo familiar y social, estilos de afrontamiento no
adaptativos, y otros problemas vitales de importancia.8,26,27
Es muy común que los hombres sean los que den apoyo emocional a las mujeres, lo
que puede hacer que encuentren un sentido al duelo y a la pena, aunque también
puede convertirse en un foco de conflicto.20,21 Ellos muestran menor ansiedad que
las mujeres en la misma situación, aunque estos niveles son superiores a los de un
grupo control que no había pasado por una pérdida perinatal.20 La depresión es
también menor en ellos, siendo sus puntuaciones iguales a las de los grupos
control.34 Habría que tener presente que la intensidad del duelo se ha relacionado
con la percepción de falta de apoyo social, con la historia previa de eventos de vida
estresantes, y con una baja fortaleza del ego.20
Los hombres tienden a llorar menos, a expresar más rabia y a hablar menos al
respecto. Los estudios cualitativos han señalado algunas de las temáticas más
importantes para ellos: el reconocimiento de su duelo, la falta de tiempo que les da
la sociedad, el estoicismo, o el esfuerzo que deben realizar para mantenerse como
"los fuertes", y finalmente la falta de apoyo emocional. También señalaban que era
muy común para ellos utilizar el trabajo como un medio de escape de la ansiedad.33
Todavía no hay estudios longitudinales sobre cómo evolucionan las parejas tras un
duelo perinatal, aunque lo que sí parece es que existen más problemas maritales en
los hombres que han pasado por un duelo perinatal que en los controles. El impacto
de una pérdida perinatal no sólo afecta a la pareja, sino también al resto de la
familia. Así, como señalan Badenhorst y Hughes,3 los otros hijos de la pareja
pueden tener sentimientos ambivalentes, ser desatendidos o realizar preguntas que
puedan suponer dolor para los padres.
Así mismo, se les ofrece a los padres la opción de sostener, ver y tocar al bebé
siempre que ellos lo deseen. El hacer esto tiene como objetivo reforzar los lazos de
apego y ayuda a los padres a crear recuerdos sólidos del niño.35,39 Los estudios
muestran que la mayoría de los padres se alegran de haber visto a sus hijos, y que
a un gran porcentaje le hubiera gustado poder disponer de más tiempo.22,36 Sin
embargo, estos mismos autores relatan el caso de uno de los participantes que
sintió una gran tristeza ante la visión de su hijo, aunque no se convirtió en un
evento traumático.36
Por otro lado, hay autores que señalan que estas experiencias pueden aumentar los
sentimientos de tristeza, duelo y shock, pudiendo ser contra-terapéuticos.11,40 Las
mujeres que escogieron no sostener ni ver a su bebé, tuvieron unas puntuaciones
más bajas en depresión, así como menos síntomas de ansiedad y estrés post-
traumático en el siguiente embarazo.
La principal conclusión que podemos sacar de estos estudios es la necesidad de
realizar una labor que tenga en cuenta los aspectos idiosincrásicos y propios de
cada familia y cada pareja, sin que las guías de tratamiento se conviertan en algo
rígido, que se utilice para evitar tener que enfrentarse con la singularidad de cada
pérdida y el dolor propio de cada familia. En cambio, dichos protocolos o guías,
deberían ser utilizados de una manera orientativa, y no como normas fijas o
estrictas.10
Con respecto al uso de los grupos de apoyo para las pérdidas perinatales su
efectividad no está del todo clara, aunque parece que a las madres les permite
desarrollar mejores estrategias de afrontamiento para el siguiente embarazo.41 Lo
que sí está claro es la necesidad de tener en cuenta el contexto social y cultural en
que se enmarcan estas prácticas.40,42 Al mismo tiempo se está desarrollando e
investigando la posibilidad de intervenciones a través de internet. Un ejemplo son
los foros o los grupos de apoyo para las madres en proceso de
duelo.39,43 Finalmente, no debemos olvidar la importancia de los rituales en el duelo
perinatal, ya que dan significado y orden en las transiciones, y además nos
conectan simbólicamente con los eventos relevantes, permitiendo la expresión de
las emociones.9,44
En general, existe una dificultad para dar las condolencias, por parte de los
profesionales sanitarios, debido a las emociones que esto produce y a la gran falta
de formación.5,46 En un estudio realizado en 2008 por Widger y Picot,38 se estudió
cuál había sido la percepción que los padres habían tenido del cuidado ofertado
durante el periodo de la muerte perinatal. Aunque la mayoría de las personas que
participaron en este estudio estuvieron bastante satisfechas con el trato, otras
expresaron sus disconformidades. Muchas de las quejas estaban centradas en la
información contradictoria, la falta de seguimiento o en la falta de comunicación
entre profesionales. Por lo general, dentro del personal sanitario, son las
enfermeras las que dan mejor apoyo emocional, en palabras de los padres,
mientras que los médicos eran calificados como de menor ayuda.22,47,48 Estos son los
datos generales que aportan las revisiones, aunque existe una gran variabilidad
entre estudios.
Lo más criticado a los profesionales ha sido la poca atención prestada a los deseos
y decisiones de la familia.49 Frases como "no te preocupes, siempre podrás tener
otro" deberían empezar a ser sustituidas, dándoles a las madres y padres en duelo
el reconocimiento que se merecen.9,10,35 Una estrategia bastante útil es no decir
nada que no se le diría a una persona tras la muerte de un ser querido adulto. Así
mismo, habría que cuidar la manera en que se entra en las habitaciones, las risas
inapropiadas, el silencio, o el tratar al bebé de manera descuidada.1,35,36
Consideraciones finales
Existen aún muchos aspectos del duelo perinatal que necesitan investigación. Uno
de los principales sería conseguir que la pérdida perinatal adquiera un estatuto
similar al de la muerte de un niño, o un adulto. Falta indagar en el papel y rol de
los hombres en las pérdidas perinatales. Parece bastante aceptado que la forma de
pasar el periodo de duelo está muy mediado por los roles culturales asignados.33,50
Aunque todavía hacen falta más estudios que puedan rechazar alguna de estas
hipótesis, lo que sí queda claro es la necesidad de que el protocolo se convierta en
una guía. Una guía que oriente la práctica clínica, pero que en ningún momento
sustituya la relación y la subjetividad de cada familia.51 Por ello, cada caso debe de
tratarse con la mayor individualidad posible, teniendo en cuenta todas las variables
que puedan influir.
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