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¿POR QUÉ LEER HOY RÍO SUBTERRÁNEO?

Yaret Sarahí Rodríguez Badillo

Arredondo, Inés, Río subterráneo, Distrito Federal, Secretaría de Educación


Pública (Lecturas Mexicanas), 1986, 157 págs.

Río subterráneo es una compilación de cuentos editada por primera vez en 1979.
Catorce años después de publicar su obra anterior, Inés Arredondo rompe el silencio para
compartir estos relatos donde la locura, la muerte, la incomprensión, los secretos, la
ambición, el deseo, el aislamiento y el morbo forman un cauce oculto en la vida cotidiana
de las personas. En sus textos, se refleja un sentido existencialista e introspectivo
contrastado con cuestiones arraigadas y poco cuestionadas en la sociedad. El matrimonio,
la vida familiar, la actitud frente a la diversidad, los roles de género y relaciones ilícitas o
reprobadas se mezclan con la angustia y la desesperación. Este entramado pone de
manifiesto los intereses, vínculos e influencias artísticas de la autora, catalogada dentro de
la Generación del Medio Siglo, también conocida como la Casa del Lago, quienes buscaban
en la literatura mexicana una expresión más universal.1
Estas aspiraciones se reflejan en la pluralidad de sus relatos. El libro se compone
de doce cuentos que abarcan temas, personas, lugares y épocas diferentes. De su lectura,
se advierte que la autora no centra su obra en el realce de imágenes nacionalistas, sino
que busca adentrarse en la complejidad humana. Para ello, ofrece la perspectiva de
personajes diversos: hombres, mujeres, adolescentes, viejos, transeúntes, secretarias,
amas de casa, arquitectos y terratenientes. La constante no es el espacio, la mirada o las
problemáticas sociales, sino el desamparo.
Por otro lado, en Río subterráneo puede apreciarse a la literatura como un fin en sí
mismo. Dentro de los cuentos parece no importar donde nacen o en qué lugar
desembocarán. La escritura de Arredondo se convierte en el vehículo para transmitir los
deseos, secretos, frustraciones y pesadillas de sus personajes. Por ello, usa todos los
recursos necesarios para comunicarlos. La autora da saltos, cambia de tema, describe
minuciosamente u omite detalles conforme se adentra en los pensamientos de quienes

1Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Inés Arredondo supo descifrar la complejidad de la contradicción
humana [EN LÍNEA], <https://inba.gob.mx/prensa/13270/in-eacutes-arredondo-supo-descifrar-la-complejidad-de-la-
contradicci-oacuten-humana> [consultado el 14 de mayo de 2021].

1
habitan el cuento. Este flujo narrativo puede conducir al lector hacia la superficie o al fondo
de ese río que evoca el título. Las historias fluyen a veces tranquilamente, otras de forma
violenta.
Como un río subterráneo, el significado de las narraciones debe buscarse en un
nivel por debajo de lo evidente. Acercarse a los cuentos de Arredondo puede implicar que,
a pesar de comprender el texto, no se sepa exactamente qué sucede en la historia. La
sensación de que hay algo más allá de lo dicho acompaña al lector en cada página. Por
ello, para visitar la obra es necesario leer entre líneas. Así, las palabras llanas son una
superficie, pero soterrado yace un discurso lleno simbolismos, pero sobre todo, de
ambigüedad. Esta estructura pone en relieve el contenido de los relatos. En ellos se advierte
una constante: callar, invisibilizar, aislar y ocultar. Tal como un cuerpo de agua moviéndose
bajo la tierra, los personajes mantienen en secreto, de forma voluntaria o forzosa, ciertas
conductas, pensamientos, emociones o acontecimientos en su existencia corriente. «Soy
la guardiana de lo prohibido, de lo que no se explica, de lo que da vergüenza, y tengo que
quedarme aquí para guardarlo, para que no salga, pero también para que exista»2, escribe
Inés Arredondo en el cuento que da título al libro. Con ello denota la necesidad de mantener
oculto aquello que, aunque ya lo está, requiere un vehículo para conservarse. Aquello que
transita a la vista de todos y, al mismo tiempo, permanece invisible. Lo despreciado pero
atesorado. El deseo constante (consiente o no) por anularse, desaparecer o pasar
desapercibido, mientras se recibe una mirada descarada, impúdica, pero superficial, del
exterior. El impulso suicida frente a la angustia de existir. Pero también, la actitud frente al
dolor ajeno, la forma en que se desvía la vista y se disimula la falta de empatía, o bien, se
espía con morbo esperando no ser descubierto.
El título se convierte en la metáfora perfecta para entender esta obra. En cada relato
puede encontrarse una alusión a esa corriente de agua que se mueve bajo la superficie
terrestre. El río subterráneo no es visible, transita por debajo como un nombre jamás dicho,
la condena a una existencia olvidada o ajena, un secreto o los deseos inexpresados.
También arrasa como la locura se lleva la tranquilidad de una familia. El río conecta en una
experiencia a dos personas que no necesitan del lenguaje para conocerse. O bien,
interrumpe su flujo cuando una persona decide callar la verdad de su vida a quien antes
tuvo confianza. Sobre todo, fluye, como el tiempo que «es una constante amenaza de

2 Arredondo, Inés, Río subterráneo, Distrito Federal, Secretaría de Educación Pública (Lecturas Mexicanas), 1986, p.
39.

2
destrucción y de muerte»,3 dejando atrás un encuentro o vivencia conforme avanza su
curso.
Por lo anterior, leer Río subterráneo, a más de tres décadas de su publicación, no
solo es recomendable, sino necesario. La obra reviste una complejidad narrativa y
multiplicidad de interpretaciones que trascienden las décadas. Realizar una lectura
enmarcada en el momento histórico de su publicación llevará al lector a comprender
cuestiones de la trama o de la idiosincrasia de los personajes. Pero, lo anterior no impide
un acercamiento actual al texto. Aunque sus temas parecen alejados en el tiempo, sin duda,
no han sido superados. Inés Arredondo explora los límites y profundidades del ser humano
en un contexto que puede ser diferente al nuestro, pero no ajeno. La angustia,
desesperación, locura, soledad y aislamiento pueden concebirse de forma diferente hoy en
día. Sin embargo, bajo una existencia aparentemente apacible, siguen discurriendo en un
río subterráneo inseparable a la condición humana.

3 Op. Cit. p. 59.

3
REFERENCIAS
Arredondo, Inés, Río subterráneo, Distrito Federal, Secretaría de Educación Pública
(Lecturas Mexicanas), 1986.
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Inés Arredondo supo descifrar la
complejidad de la contradicción humana [EN LÍNEA], <https://inba.gob.mx/prensa/13270/in-
eacutes-arredondo-supo-descifrar-la-complejidad-de-la-contradicci-oacuten-humana>
[consultado el 14 de mayo de 2021].

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