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BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO

(Esta biografía está basada en la de Carl Bangs, Arminius: A Study in the Dutch Reformation
(Arminio: Un Estudio en la Reforma Holandesa). Sin embargo, las citas directas de ese libro se indican
de la manera acostumbrada.)

EL ESTUDIANTE

Jacobo Arminio nació el 10 de octubre de 1560 en Oudewater, un pueblo cerca de la ciudad de


Rotterdam, en Holanda. Su nombre era Jacob Harmensz., la forma corta del patronímico
Harmenszoon, o hijo de Herman. Su padre se llamaba Harmen Jacobsz., y su madre se llamaba
Engeltje Jacobsdr. (Jacobsdochter, o hija de Jacob). Arminius fue el nombre latinizado de Harmensz.,
como era la costumbre en aquel tiempo.

El padre de Arminio era un cuchillero, pero ese término debe entenderse en el sentido amplio
de herrero quien hacía espadas y armaduras, un oficio de bastante importancia en aquel entonces. Se
describe como de la clase media. Su padre murió bien sea cuando Jacobo era niño o aun antes de su
nacimiento. "Parece muy posible que Arminio no provino de una familia desconocida, y esa puede ser
una razón por la cual llegó a captar la atención de una serie de benefactores, quienes se aseguraron de
que él tuviera acceso a la mejor educación disponible.1

Un sacerdote local, Teodoro Aemilius, de tendencias protestantes, lo cuidó hasta que fue un
adolescente y salió de Oudewater para realizar sus estudios universitarios. Fue durante este período que
Arminio conoció a Johannes Uitenbogaert, quien se hizo amigo íntimo y de toda la vida.

Después de la muerte de Aemilius, probablemente en 1575, un conciudadano de Oudewater,


quien era profesor en la Universidad de Marburgo, Rudolfo Snellius, se constituyó en su protector y lo
llevó a esa universidad para estudiar. En agosto Arminio se informó acerca de la masacre de
Oudewater por los españoles después de un sitio, y viajó de Marburgo a Oudewater para informarse de
la suerte de sus familiares. Encontró que la madre y los hermanos habían muerto en la masacre. Des-
pués, regresó caminando los cuatrocientos kilómetros a Marburgo, donde estudió por casi un año.

Una de las primeras cosas que hizo Guillermo de Orange después de libertar la ciudad de
Leyden en 1574, era proponer el establecimiento de la primera universidad de Holanda en ésa, lo cual
se efectuó en febrero del próximo año, con las facultades de Teología, Derecho, Medicina, y Filosofía y
Letras. Se puede observar la lentitud con la cual el establecimiento de la universidad progresó, por el
hecho que cuando Arminio se matriculó el 23 de octubre de 1576, como alumno de Artes Liberales, fue
el duodécimo alumno matriculado en dicha universidad. Fue allí que, por primera vez, usó la forma
latinizada de su nombre. Se destacó en varias áreas de sus estudios, pero especialmente en la teología.

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BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1

Terminó sus estudios en la universidad de Leyden en 1581, pero por tener apenas veintidós
años, se le consideraba demasiado joven para el pastorado. Entonces, los burgomaestros y pastores de
Amsterdam le animaban a continuar sus estudios. El gremio de San Martín de esa ciudad ofreció man-
tenerle en sus estudios por tres o cuatro años más con la condición que firmara un contrato,
prometiendo servir como pastor en Amsterdam por el resto de su vida. En 1582 se matriculó en la
Academia que Juan Calvino había fundado en Ginebra. El director de ella era Teodoro Beza, el sucesor
de Calvino. Debe recordarse que fue Beza quien formuló la forma más extrema del calvinismo, la que
ahora se conoce como supralapsarianismo, y eso es lo que Arminio aprendió durante sus años de
estudio. Aunque aparentemente estaba de acuerdo con ese punto de vista en aquel tiempo, tuvo que sa-
lir de esa institución en 1583, debido a que se adhirió a la lógica de Pedro Ramus en vez de la
aristoteliana que estaba en boga allí. Fue a Basilea donde estudió por un año. Le ofrecieron un docto-
rado, pero Arminio lo rehusó, diciendo que su juventud (sólo tenía unos veinticinco años) no traería
honor al título. El 10 de octubre de 1584 se matriculó por segunda vez en la academia de Ginebra,
evitando esa vez el problema anterior al evadir las disputas sobre la lógica. Al terminar sus estudios en
1586, y antes de comenzar su pastorado en Amsterdam, Arminio, acompañado de otro estudiante,
viajó a Italia. Los rumores de ese viaje le causaron problemas cuando llegó a Amsterdam, porque algu-
nos afirmaron que mientras estaba en Roma había besado el pie del Papa y asociado con un cardenal,
hechos rotundamente negados por Arminio.

EL PASTOR

"Cuando Arminio se dirigió a Amsterdam en el otoño de 1587, para asumir los deberes
pastorales, se estaba cambiando de la corriente principal de la vida teológica reformada, al centro
floreciente de la vida comercial holandesa."2 Amsterdam se había hecho una ciudad "protestante" en
1566, debido a los esfuerzos de un grupo de comerciantes, entre ellos Laurens Jacobsz Reael, el que
llegaría a ser el suegro de Arminio unos veinticuatro años después. Después de un año la ciudad
regresó al redil catolicorromano; Reael y los otros comerciantes tuvieron que huir. No fue hasta 1578
que la ciudad se hizo protestante otra vez y los comerciantes pudieron regresar. Estos mismos comer-
ciantes llegaron a ser los líderes en la nueva Iglesia Reformada y en el gobierno de la ciudad.

Aunque Arminio se presentó ante varios comités examinadores desde octubre de 1587, no fue
sino hasta el 7 de febrero de 1588 en que predicó su primer sermón en Amsterdam como un proponent
o predicador a prueba. Desde el inicio causó una impresión favorable ante sus oyentes. En la oración
fúnebre por Bertius, se describe su estilo como sigue:

Esta recepción favorable no debe provocar maravilla; porque--y hablo ante los que lo
concocían bien--había en él una cierta solemnidad increíble templada por una amenidad alegre;
su voz era un poco débil, sin embargo dulce, armoniosa, y penetrante. . . . No se dignaba usar
ningún floreo retórico, y no usaba las frases melosas coleccionadas para ese propósito de los
griegos.3

Después de su período de prueba, se le extendió a Arminio la invitación a unirse con los otros
ministros de la ciudad, para cumplir con los deberes pastorales el 11 de agosto. Fue ordenado el 27 de
agosto de 1588. Los otros ministros de Amsterdam, cuando Arminio fue ordenado, eran Johannes
Cuchlinus, Johannes Ambrosius, Johannes Hallius, Everhardus Hermanni, y Petrus Plancius, de los
cuales el único que merece más mención es Plancius, por el hecho que fue el primer calvinista rígido
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que había ministrado en la iglesia de Amsterdam, y que llegó a ser un enemigo acérrimo de Arminio.
Pronto Arminio empezó a tomar su lugar predicando en todos los cultos de los domingos. (Debe
entenderse que en el sistema empleado en ese tiempo, un pastor lo era de la ciudad, y no de una iglesia
en particular. Entonces la congregación no sabía cuál ministro predicaría un determinado domingo.) El
era un predicador popular, especialmente entre el elemento regente de la ciudad, los burgomaestros y
miembros del Concilio.

En noviembre de 1588 Arminio empezó a predicar del libro de Romanos.

Es decir que Arminio desde el principio de su ministerio en Amsterdam estaba haciendo frente
a los problemas de la gracia y la predestinación. Esta serie de sermones sobre Romanos duró
hasta el 30 de setiembre de 1601. Y no fue sino hasta 1591, cuando había llegado al capítulo
siete, que su predicación despertó la controversia.4

El 16 de setiembre de 1590, Arminio se casó con Lijsbet (Elizabet) Reael, hija del ya men-
cionado Laurens Jacobsz Reael y Geerte Pieterdsdr. Su suegro era un comerciante en cereales y un
líder tanto en el gobierno de la ciudad como en la iglesia de Amsterdam. Resulta significativo que en
un tiempo en que muy pocas mujeres sabían leer y escribir, Elizabet podía firmar el registro civil. Con
el nacimiento del primer hijo, la familia se estableció en una casa pastoral en el antiguo claustro de Sta.
Ursula. Puesto que Arminio nunca escribió acerca de su vida familiar, sólo se pueden imaginar los
detalles de lo que era característico en aquel tiempo. Los hijos de Arminio y Elizabet, con el año de
nacimiento de cada uno, eran: Harmen (I) (1591); Harmen (II) (1592); Engheltien/Engeltje (1593);
Harmen (III) (1594); Pieter (1596); Jan (1598); Laurens (I) (1600); Laurens (II) (1601); Jacob (1603);
Willem (1605); Daniel (1606); y Geertruyd (1608); de los cuales sólo nueve sobrevivieron la infancia.
Puesto que en lo que sigue, el énfasis no será en la familia de Arminio, se dará la información relevante
acerca de su esposa e hijos. Elizabet vivía una vida larga, pero triste; cuando ella murió a la edad de se-
tenta y nueve años en 1648, sólo dos de sus hijos todavía vivían. Cuando Pieter tenía veintidós años,
murió ahogado. Cuando Willem tenía catorce años, murió de tuberculosis. Engeltje se casó, pero
murió en 1625 sin hijos. Harmen (III), Jan y Jacob salieron para las Indias Orientales y nunca regresa-
ron, pues murieron allí sin casarse. Laurens (II) se casó y tuvieron cinco hijos; murió en 1646. Daniel
se hizo médico; se casó, pero no tuvieron hijos; murió en 1649. La hija menor, Geertruyd,

no podía recordar a su padre pero . . . se hizo la matriarca del vasto clan de descendientes de
Arminio. En 1626 se casó con Jacob Rombouts, quien después fue un comerciante en
Amsterdam, y tuvieron cinco hijos. De esta línea Arminio y Elizabet tuvieron veintiocho bis-
nietos.5

El Dr. Bangs afirma en el epílogo de su obra,

Hoy hay muchos descendientes de esta y otras líneas, probablemente de varios centenares cuya
ascendencia puede ser seguida, más otros incontables. Algunos descendientes de Arminio son
holandeses, algunos ingleses, algunos franceses, algunos españoles, algunos indonesios, y
algunos norteamericanos.6

El año 1591 marca el comienzo de las controversias teológicas que decidirían la suerte de
Arminio por el resto de su vida. Probablemente en ese año el Consistorio de Amsterdam le solicitó que
escribiera una refutación a un folleto intitulado "Una Respuesta a Algunos de los Argumentos
Presentados por Beza y Calvino; de un Tratado Acerca de la Predestinación, Sobre el Capítulo Nueve
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de la Epístola a los Romanos." Como ya se ha mencionado, por esa fecha había llegado al capítulo
siete de Romanos en su exposición de esa epístola. Arminio llegó a la conclusión que el hombre en
Romanos 7 no es regenerado, opinión contraria a la del Alto Calvinismo, y comenzó la controversia.
El Dr. Bangs concluye:

Toda esta evidencia indica una conclusión: a saber, que Arminio no estaba de acuerdo con la
doctrina de la predestinación de Beza cuando comenzó su ministerio en Amsterdam; real y
probablemente nunca estuvo de acuerdo con ella. La cuestión no se había levantado
agudamente para él, sin embargo, hasta los eventos que acaban de mencionarse, en cual caso se
opuso a las dos posiciones afirmadas entonces por el Alto Calvinismo--el supralapsarianismo y
el sublapsarianismo. De repente se encontró enfrentado con un nuevo juego de problemas: la
libertad de conciencia, la interpretación correcta de la Confesión [Belga] y el Catecismo de
Heidelberg y la autoridad del consistorio y del "presbiterio" sobre un ministro.7

No se sabe si era hostilidad de parte de Plancius o qué era la causa, pero de repente muchos le acusaban
a Arminio de ser pelagiano o sociniano.

En enero de 1592 ocurrió una reunión del "presbiterio" en cuanto a la predicación de Arminio
sobre Romanos 7. En la reunión Plancius levantó las objeciones que, "Arminio estaba enseñando
pelagianismo, dependía demasiado de los primeros padres, se desviaba de la Confesión Belga y del Ca-
tecismo de Heidelberg, y sostenía opiniones incorrectas acerca de la predestinación y la perfección del
hombre en esta vida."8 Arminio se defendió de todas las acusaciones, excepto de las últimas dos,
diciendo que esas no tenían relevancia en cuanto a Romanos 7. En febrero la controversia había
llegado a tal punto, que los burgomaestros, la mayoría de los cuales simpatizaban con Arminio, intervi-
nieron. Insistieron en que los ministros debieran resolver sus conflictos entre sí y no llevarlos al púlpito
y así hacerlos públicos, para mantener la paz tanto de la Iglesia, como de la República. No condenaron
a Arminio, pero dijeron que debía tener cuidado en la predicación de "nuevas doctrinas." A la vez,
reafirmaron su apoyo a la tolerancia religiosa y al papel de ellos como guardianes de la paz de la iglesia.

En 1593, cuando Arminio llegó a Romanos 9 en su predicación, surgió la controversia otra vez,
y ahora se hizo obvio que existían dos partidos en la ciudad, uno encabezado por Plancius y algunos de
los burgomaestros, y el otro por Arminio y otros burgomaestros. En una reunión del consistorio en
marzo, Arminio defendió su posición, admitiendo que su interpretación de Romanos 9:18 fue diferente
de la de la Confesión, pero a la vez afirmando que sólo estaba ejerciendo la misma libertad de
interpretación que todos sus hermanos ministros hacían todo el tiempo. En la reunión del consistorio el
20 de mayo, sus adversarios insistieron en que debería declarar claramente sus opiniones respecto a los
artículos de fe. Poniéndose a la altura de las circunstancias, Arminio les desafió que censuraran sus
sermones. Nadie podía responderle directamente, aunque uno de ellos dijo que seguramente podía
inferirse que estaba enseñando algo contrario a la fe reformada, por el hecho que los luteranos, los
anabaptistas, y los libertinos estaban gloriándose de los discursos de él sobre Romanos 9.

En la reunión del consistorio de la próxima semana, Arminio de nuevo los desafió a decir si
habría algo digno de censura en sus sermones. Por fin Plancius tuvo que traer sus acusaciones. Eran
tres.

Primero, en su predicación sobre Romanos 9, Arminio había enseñado que "nadie está
condenado excepto por el pecado," lo cual equivalía a excluir a los niños de la condenación.
En otras palabras, la doctrina de la predestinación como Beza la enseñaba estaba puesta en peli-
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gro. Segundo, Arminio había enseñado que "no podía atribuirse demasiado a las buenas obras,
tampoco podían ser alabadas suficientemente, con tal que ningún mérito les fuera atribuido."
Tercero, Arminio había enseñado que los ángeles no son inmortales.9

Arminio se defendió bien en los tres puntos y mencionó en cuanto al tercero que nunca había hablado
acerca de ese asunto en un sermón, sino solamente en una conversación privada en el hogar de Plancius.
A continuación reiteró su acuerdo con la Confesión y el Catecismo, con sólo una excepción, y más que
todo de interpretación, antes que de las palabras mismas, referentes al artículo dieciséis de la Confesión
Belga.

Es el artículo sobre "la elección eterna," lo cual afirma que Dios libra y preserva "a todos
quienes El, en su consejo eterno e inmutable, por mera bondad ha elegido en Jesucristo nuestro
Señor." Su excepción era esta: La palabra "todos" ?se refiere a creyentes, o es un decreto
arbitrario a otorgar fe? El aceptaba la primera interpretación y rechazaba la segunda. Sin
embargo, aceptaba los términos del artículo.10

El Consistorio aceptó la declaración de Arminio y animó a los adversarios a tener compañerismo


fraternal hasta que un sínodo (concilio) general pudiera pronunciar sobre la interpretación correcta del
artículo. Aunque en el futuro se dieron otras acusaciones contra Arminio, fue la última vez que su
predicación se discutió en el Consistorio.

En 1594 los burgomaestros le asignaron a Arminio la tarea de reformar las leyes para las
escuelas de Amsterdam, e hizo tan buen trabajo que las reformas que él creó, quedaron vigentes hasta el
siglo diecisiete.

Mientras tanto, cumplía las responsabilidades ordinarias de un pastor de aquel entonces, entre
ellas la de visitar a miembros de la iglesia para reprenderles por sus faltas. Es interesante que les tocó a
Plancius y a él una vez, visitar a una miembro para convencerla de que el bailar no era "un pecado muy
pequeño".11 En diferentes ocasiones servía como secretario o tesorero del "presbiterio." Y desde 1590
era delegado al sínodo de Holanda del Norte, fungiendo como presidente del mismo en 1600.

Es interesante que durante ese período algunos ingleses reformados, escapándose de la


intolerancia religiosa en Inglaterra, llegaron a Amsterdam. Pronto empezaron a criticar a sus
anfitriones, no sobre doctrina, sino sobre la política de la iglesia en Amsterdam. Arminio se unió con
Plancius y otros calvinistas más moderados para defender la posición holandesa.

En 1599 los sínodos de Holanda del Norte y Holanda del Sur le asignaron a Arminio la tarea de
escribir una refutación de la posición anabaptista. Por el año 1608, todavía no había terminado el
proyecto, y era bastante obvio que estaba buscando evasivas y que nunca la terminaría. El Dr. Bangs
pregunta ?por qué Arminio no quería escribir la refutación?

?Era porque no quería perseguir a "herejes?" No, porque en numerosas otras ocasiones lo había
hecho. ?Era porque había adoptado opiniones anabaptistas en cuanto a la iglesia y los
sacramentos? No, porque sus escritos teológicos durante este período . . . indican un punto de
vista completamente reformada en cuanto al bautismo. Hay otra razón.

La controversia con los anabaptistas era acerca de dos cuestiones. Una, la vieja
cuestión sobre el bautismo y la naturaleza de la iglesia. La otra, los asuntos de la gracia, la
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predestinación, y el libre albedrío. Hay escritos anabaptistas de ese tiempo sobre esos temas
que muestran que Arminio se habría mostrado poco dispuesto a escribir una condenación
comprensiva de todo lo que estaban enseñando.12

Más adelante el Dr. Bangs concluye:

Era sobre estos asuntos de la gracia y el libre albedrío que Arminio tenía su dificultad.
Estaba convencido del punto de vista anabaptista, y a menudo ellos asistieron a su predicación.
A la vez, trataba de evitar los conflictos directos con sus colegas reformados al no dar
declaraciones acerca de la predestinación. No es que pensaba que los anabaptistas no estaban
involucrados en algunos errores, sino que no pensaba que estaban totalmente equivocados.13

En 1601 la peste bubónica mató a 20,000 habitantes de Amsterdam. Arminio servía con
mucha valentía a las víctimas, ministrándoles tanto física como espiritualmente. Puso en peligro su
vida y estaba preocupado por su familia en caso que muriera. Escribió a Uitenbogaert que casi había
quemado sus escritos por temor que cayeran en manos equivocadas después de su muerte. Pero decidió
no hacerlo y les pidió a Uitenbogaert y a Jacobo Bruno, su cuñado, que después de su muerte revisaran
y corrigieran sus escritos a beneficio de sus herederos.

La última década del siglo XVI vio el surgimiento de una aventura comercial de muchísima
importancia para Holanda y especialmente para la ciudad de Amsterdam: la formación de la Compañía
General de las Indias Orientales, según algunos historiadores, la primera sociedad anónima moderna.
Aunque es verdad que Arminio invirtió un poco de dinero en la Compañía cuando se formó, esa no era
la manera en que más le afectaba personalmente.

En la nueva Amsterdam del siglo XVII, empujada a su Edad Dorada por el impulso del
comercio mundial, Arminio ya no podía contar con la protección de los Viejos Pordioseros
[los exiliados de 1566]. Una nueva casta estaba tomando posesión, audaz, loca por ganancias,
intolerante en la religión, inclinada al calvinismo que se había importado del Sur.14

Y esa nueva casta, representada por algunos de los directores de la Compañía, les causaría a los
seguidores de Arminio mucha aflicción en el futuro.

Probablemente fue durante los años del pastorado que Arminio escribió muchos de sus
tratados doctrinales, incluso sus famosos estudios sobre Romanos 7 y 9. Puesto que en otro lugar
existe una traducción de casi todo el capítulo del Dr. Bangs sobre Romanos 7, no se tratará aquí en la
biografía. Pero para entender algunos eventos en este período de la vida de Arminio, es necesario por
lo menos resumir su estudio sobre Romanos 9, lo cual es especialmente importante por el hecho que
fue allí donde no pudo evitar el luchar a brazo partido con el tema de la predestinación.

Arminio muestra que parte del problema es que sus adversarios yerran, porque buscan la
respuesta a una pregunta que el capítulo no está haciendo, a saber:

"?Fracasará la palabra de Dios si bien la mayoría de los judíos son rechazados?" Para esta
pregunta obtienen la respuesta: "Realmente Dios, en la palabra de la promesa, invitó a todos
los judíos y los llamó a participar en el pacto, sin embargo, por su decreto eterno y su pro-
pósito, de hecho había determinado hacer a sólo algunos de ellos partícipes, pasando por alto a
los otros y dejándolos en su estado anterior.15
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Según él, la pregunta debe ser, "'?No viene a resultar inefectiva la palabra de Dios si aquellos judíos que
buscan la justicia, no por la fe, sino por la ley, son rechazados por Dios?'" 16 Y su respuesta es: "'Dios,
en su palabra y en la declaración de su promesa, mostró que consideraba que sólo los judíos quienes
buscaban la justicia y la salvación por la fe estaban en la relación de hijos, pero los que las buscaban
por medio de la ley, estaban en la relación de extranjeros.17

En el próximo punto él considera el uso de tipos y antitipos por Pablo. Dice que Isaac y Jacob
deben considerarse tipos de hijos de la promesa e Ismael y Esaú de hijos de la carne, y no como
ejemplos en sí mismos del propósito de Dios. Si se acepta éste, entonces Beza tenía razón en enseñar el
decreto de predestinación absoluta. A diferencia de eso, Arminio los considera como tipos de clases:

Es decir, hay una predestinación de clases que tiene prioridad sobre (o toma el lugar de) la
predestinación de individuos. Las clases están marcadas por ciertotipo de cualidad, es decir,
los que buscan la justicia por obras y los que la buscan por la fe. Ismael y Esaú son tipos de la
clase de aquellos que buscan la justicia por obras; Isaac y Jacob, de aquellos que la buscan por
la fe. Según Arminio, no es parte del argumento de Pablo que en este contexto también son
miembros del antitipo.18

A continuación, muestra que el pecado es "una transgresión voluntaria de la ley."19 Si por


decreto Dios da a algunos la habilidad de obedecer y a otros no se la da, entonces para estos no es
pecado. Arminio subraya su punto de vista al decir: "Un hecho que es inevitable a causa de la
determinación de algún decreto no merece llamarse pecado."20 Los adversarios de Arminio
interpretaron el pasaje de manera que hay dos voluntades en Dios, una revelada y una secreta. El
muestra que en Dios hay una sola voluntad. Pero ?qué, entonces, de aquellos quienes, según el pasaje,
Dios los endurece? Arminio contesta, "No hay nada más claro en la Escritura que el hecho de que los
pecadores que perseveran en sus pecados contra la paciencia de Dios, quien los invita a arrepentirse,
sean aquellos quienes Dios quiere endurecer."21 Finalmente, según Arminio, Beza había interpretado
incorrectamente la palabra 'masa' en 9:21. El la había interpretado como la humanidad no creada,
mucho menos corrupta, que está de acuerdo con el supralapsarianismo. Siguiendo a Agustín, Arminio
interpreta la palabra en el sentido de la humanidad ya caída. Según su interpretación, Dios determina
crear a la humanidad (la masa) y es el hombre quien decide si va a ser un vaso para honra o para
deshonra.

En 1596, en un evento social, Arminio conoció a un profesor de Teología de la Universidad de


Leyden, Francisco Junius. En su conversación, Arminio se enteró de que Junius estaba revisando la
teoría de la predestinación de Beza. "Acordaron continuar la discusión por cartas y mantener la
correspondencia confidencial para que no causara dificultad en la iglesia." 22 Arminio la inició, y Junius
escribió una respuesta a cada una de las proposiciones. Y después Arminio respondió a cada una de
las respuestas de Junius. La correspondencia entre ellos, como ahora la tenemos, llega a casi 250
páginas. Arminio se molestó por el hecho que la condición de confidencialidad no se mantuvo; un
alumno que vivía en la casa de Junius vio la correspondencia, la copió, y la distribuyó entre otros
alumnos. Ella muestra que Junius sostenía una posición intermedia entre la posición extrema de Beza
(supralapsarianismo) y la de Arminio; podía llamarse un calvinismo moderado. Sostenía que la
predestinación refería al hombre in puris naturalibus o de naturaleza neutral, mientras Arminio se
oponía aun a esa posición, al decir que aun ella hace a Dios el autor del pecado; él afirmaba que el
objeto de la predestinación es el hombre pecador.
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1
Fue durante el pastorado que Arminio escribió lo que es "el documento básico del
arminianismo,"23 su Investigación del Folleto de Perkins sobre el Orden y el Modo de la Pre -
destinación. William Perkins (1558-1602), un teólogo inglés, escribió en 1599 el libro El Orden y el
Modo de la Predestinación. Arminio empezó a escribirle una crítica de su libro que llegó a más de 200
páginas, pero Perkins murió en 1602 antes que él pudiera mandársela. En su investigación Arminio
expresa sus opiniones sobre asuntos que llegarían a constituirse en las grandes diferencias entre el cal-
vinismo y el arminianismo, tales como la gracia, el libre albedrío, la posibilidad de caer de la gracia, y
la presciencia de Dios de futura fe de parte de un individuo. El Dr. Bangs resume el contenido de la
Investigación en los siguientes puntos:

1. La gracia evangélica es el afecto de Dios al hombre como pecador.


2. La predestinación está subordinada al nombramiento de Cristo como mediador; los
creyentes son predestinados en Cristo.
3. El dejar de restringir la gracia evangélica a la humanidad pecadora es hacer a Dios
el autor del pecado.
4. El pecado es permitido por Dios, por cuanto suspende los impedimentos que prohiben el
pecado, pero no por cuanto no provee nada suficiente para evitar el pecado.
5. La gracia salvadora no es universal; se da solamente a los que creen.
6. Se niega la distinción entre gracia común y gracia peculiar (especial, eficiente).
7. Se afirma la necesidad de una distinción entre la salvación suficiente y la salvación aplicada.
8. La fe es lo que interviene entre la salvación suficiente y la salvación aplicada.
9. La promesa de la salvación y el mandato de creer son igualmente extensos.
10. El acto de creer es una elección del libre albedrío que por la gracia ha sido traído de su
adicción al mal, a un punto de flexibilidad.
11. La salvación del libre albedrío por la gracia involucra la elección del libre albedrío, si no,
no podría decirse que el libre albedrío es salvo.
12. Esta doctrina no es pelagianismo, porque atribuye toda buena cosa a la gracia y nada al
hombre aparte de la gracia.
13. Perkins no había refutado la posibilidad de que un creyente cayera de la verdadera fe.
14. Por una predestinación absoluta Dios quiere salvar a los que creen y condenar a los que
perseveran en la desobediencia; por una predestinación condicional, Dios quiere salvar a
aquellos individuos quienes El prevé como creyendo y perseverando y condenar a aquellos
quienes prevé como no creyendo.24

EL PROFESOR

La misma peste que fue mencionada anteriormente causó efectos aun más devastadores en la
ciudad de Leyden. En agosto de 1602, Lucas Trelcatius, un profesor de Teología en la universidad
murió, y en octubre del mismo año Junius, otro profesor de Teología, murió de la peste. Cuando los
directores de la universidad se reunieron a fin de buscar un nuevo sustituto para reemplazarlos, el
nombre de Arminio surgió. El actual profesor de Teología, Francisco Gomarus, se opuso a su nombra-
miento, diciendo que había causado suficientes problemas en la iglesia en Amsterdam y que podría pro-
vocar problemas mucho más serios en la universidad. Pero por el hecho de que Gomarus no lo conocía
personalmente, se cree que fue Plancius quien estuvo detrás en la oposición contra Arminio.

A pesar de esa contrariedad, decidieron acercarse a los burgomaestros de Amsterdam para


hablar del nombramiento de Arminio. (Recuérdese que él había firmado un contrato para servir a la
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iglesia de Amsterdam por el resto de su vida.) Cuando le propusieron a Arminio este asunto, en enero
de 1603, él contestó que sólo podía considerarlo si fuera liberado de sus obligaciones en Amsterdam.
Finalmente, después de un período de negárseles, tanto de parte de los burgomaestros como del consis-
torio (aunque por diferentes razones), el 15 de abril, a Arminio se le eximió de sus obligaciones. El 8
de mayo fue nombrado oficialmente profesor de Teología de la Universidad de Leyden, pero no sin
tener que defender algunas de sus opiniones teológicas y su interpretación de Romanos 7, en una
conferencia requerida especialmente para satisfacer las inquietudes de Gomarus.

Aunque Arminio no describió detalladamente su vida como profesor, se puede reconstruir la


rutina diaria típica de él, como lo hace el Dr. Bangs:

Habla de leer hasta las 9:30 de la mañana (se supone que era madrugador) y de enseñar una
clase de 10:00 a 1:30. A la casa otra vez (y si se puede comparar su vida con la de un profesor
moderno en Leyden, un almuerzo ligero con un vaso de vino, y tal vez una siesta) y después de
nuevo a sus conferencias. . .de 4:00 a 7:30. A la casa de regreso una cena, y cartas a escribir.
La ruta de su casa a la universidad requería de cinco a diez minutos. A veces había un evento
universitario en Pieterskerk, la iglesia grande que la universidad usaba para sus funciones. Los
domingos asistía al culto.25

Para Arminio los años en Leyden fueron de mucha enfermedad, y a veces fue necesario
que saliera de la ciudad para su recuperación. Los primeros biógrafos atribuyeron sus frecuentes enfer-
medades a la tensión y a demasiado trabajo, pero las sucesivas referencias al catarro en su correspon-
dencia, indicaban que realmente sufría de tuberculosis.

El 19 de junio de 1603 Arminio se presentó para los exámenes doctorales ante un comité en el
cual participó Gomarus. Estaban satisfechos con sus respuestas, aunque años después Gomarus dijo
que lamentaba haberle aprobado en esa ocasión. El 10 de julio tuvo que defenderse en un ejercicio
académico en defensa oral de una tesis usando la lógica formal. El tema era La Naturaleza de Dios, y
en el debate expresó algunas ideas contrarias a las de Beza; por ejemplo, dijo que la presciencia de Dios
no predetermina los eventos. El próximo día, cuando recibió el título de doctor en Teología, Arminio
pronunció una oración sobre el sacerdocio de Cristo que no era controversial. Mientras tanto, tuvo que
regresar a Amsterdam, y no pudo trasladarse completamente a Leyden hasta setiembre, porque no
habían podido encontrar a un ministro que le sustituyera, y una de las condiciones para anular su
contrato era que él se quedara hasta que apareciera un suplente.

Por fin, a finales de setiembre pudo comenzar su carrera de profesor. Comenzó dando tres
conferencias, muy pulidas y en ningún sentido controversiales: "El Objeto de la Teología," "El Autor y
Fin de la Teología," y "La Certeza de la Teología Sagrada."

En 1604 los profesores elaboraron entre sí un horario de debates públicos. El 7 de febrero le


tocó a Arminio, y su tema era la predestinación. "Ahora por primera vez en la universidad hablaría
directamente sobre el tema que se había convertido en el punto crucial de las disputas entre los
teólogos."26

La manera propia de discutir la predestinación fue pacificadora, no controversial; no mencionó


ni a Calvino ni a Beza. Pero su pensamiento fue una réplica de lo que ya había dicho en su obra sobre
Romanos 9 y su Investigación del folleto de Perkins; entonces se puede decir que fue intransigente.
Dice el Dr. Bangs:
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1

No fue hasta el 31 de octubre de 1604 que la batalla teológica empezó seriamente. Gomarus
la hizo estallar cuando tuvo un debate público sobre la predestina-ción, fuera de orden y no
como parte del horario establecido. Empezó con un "prefacio mordaz" . . . disculpándose por
hablar fuera de orden con una base en que se había divulgado el error--no mencionó
directamente a Arminio, pero su mensaje fue claro. Después propuso sus tesis, que cubrieron
esencialmente la misma posición tomada por Beza . . . Dios sabe cosas futuras de antemano
definitivamente porque El las ha predestinado por decreto.27

Aunque Arminio había empezado a sufrir físicamente, y este ataque le causó angustia mental, sin
embargo preparó una respuesta a las tesis de Gomarus, la cual en sus Obras se intitula Investigación de
las Tesis de Gomarus sobre la Predestinación.

En febrero de 1605 Arminio fue elegido Rector Magnificus, oficial principal, de la universidad.
Aunque esta elección demuestra el aprecio de la mayoría de sus colegas, sus adversarios continuaron
sus ataques contra él. Observaron todos sus hechos y palabras para ver si de alguna manera podían
atraparle. Probablemente incitada por Plancius, hubo más de una investigación de parte de diputados
de los sínodos y otros líderes eclesiásticos durante el año. Arminio siempre respondió que tuvo que
solicitar el permiso de los directores de la universidad para poder responderles, y en un esfuerzo por
mantener su independencia, la universidad le negó ese permiso.

El período de Arminio como Rector Magnificus terminó el 8 de febrero de 1606, y como era la
costumbre, dio la oración rectoral. El tema fue "La Reconciliación de Disensiones Religiosas entre
Cristianos." Propuso la convocatoria de un sínodo nacional para resolver el problema de intolerancia,
la cual estaba causando conflictos dentro de la iglesia, con algunas recomendaciones de cómo debería
conducirse tal sínodo. Muestra sus tendencias erastianas (de Tomás Erasto), las cuales abogan por la
supremacía del Estado en asuntos eclesiásticos.

El 15 de marzo de 1606 los Estados Generales aprobaron la convocatoria de un sínodo


nacional, pero los términos de la invitación no agradaron a las iglesias porque se dijo que era para
revisar la Confesión Belga y el Catecismo de Heidelberg, mientras lo que se quería era una interpre-
tación o clarificación de ellos y no una revisión o modificación. En el proceso se les pidió a los
profesores de Teología su opinión sobre la Confesión y el Catecismo, pero dos de los profesores dijeron
que debía decidir esto toda la Facultad de Teología; mientras Arminio se opuso y dijo que lo que se
quería era la opinión de cada individuo, entonces resultó que los profesores se abstuvieron de respon-
der.

En 1607 se intensificaron los ataques contra Arminio y su amigo Uitenbogaert, principalmente


relacionados con su posición en cuanto a algunos aspectos del propuesto sínodo nacional. En mayo se
reunió una Convención Preparatoria compuesta de representantes de las varias provincias; Arminio,
Uitenbogaert, Gomarus, y otros tres representaron a Holanda. Los Estados habían mandado varios
puntos que la Convención debería considerar. Hubo consenso en casi todos los puntos, pero Arminio y
otros tres delegados eran una minoría, en cuanto a si los delegados debieran tener libertad de expresión,
comprometidos sólo con la Biblia. La minoría dijo que sí, mientras los otros trece dijeron que ade-
más, debieran estar comprometidos de antemano con la Confesión Belga y el Catecismo de Heidelberg.
La minoría también dijo que el propósito del sínodo era la revisión de la Confesión y del Catecismo,
mientras la mayoría dijo que los Estados Generales debieran quitar ese aspecto de la invitación para
convocar el sínodo y dejarle a éste mismo decidir si quería revisarlos o no.
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1

Después Arminio y Uitenbogaert fueron calumniados, no sólo en los sínodos de Holanda del
Norte y del Sur, sino también en el extranjero, como en Inglaterra y Francia, por su opinión minoritaria.
Incluso, Arminio tuvo que defenderse contra las acusaciones de ser el autor del Catecismo de Gouda,
un esfuerzo por simplificar el Catecismo de Heidelberg para el uso de los niños; (aunque los autores le
consultaron y él lo aprobó, Arminio no tuvo nada que ver con el hecho de escribirlo).

Cuando lo acusaron de recomendar a sus alumnos que leyeran los escritos jesuitas y de
Coornhert (un humanista holandés, quien se opuso al calvinismo) Arminio respondió a uno de los
burgomaestros de Amsterdam:

Afirmo que en la interpretación de las Escrituras Calvino es incomparable, y que sus


Comentarios son más valiosos que todo lo que nos ha llegado de los escritos de los
Padres--hasta tal punto que le concedo cierto espíritu de profecía en el cual se distingue sobre
otros, sobre casi todos, y realmente sobre todos.28

Sin embargo, en cuanto a las Instituciones de Calvino, dice que deben leerse "con discriminación".29

Se puede ver que por ese período Arminio empezó a sentirse amenazado por todos lados, y que
los ideales de tolerancia religiosa que había abogado en su oración rectoral lenta, pero seguramente
estaban siendo traicionados.

En 1608 Arminio tuvo que defenderse continuamente ante los ataques de sus enemigos--ahora
la palabra 'adversario' no es suficientemente fuerte. A comienzos del año, Sibrando Lubbertus, profesor
en la Universidad de Franeker en Frisia, informó mal contra Arminio en una carta escrita a Heidelberg.
Hipólito a Collibus, el embajador del Palatinado ante La Haya, decidió investigar el asunto y le invitó a
Arminio a La Haya para defenderse. Le gustaron tanto las respuestas que Arminio dio, que le pidió
escribirlas, lo que Arminio hizo en una carta fechada el 5 de abril. Representa las opiniones de
Arminio sobre los siguientes asuntos en 1608: la deidad del Hijo de Dios, la providencia de Dios y el
problema relacionado sobre la necesidad del pecado, la predestinación, la gracia y el libre albedrío, y el
problema de la imputación respecto a la justificación.

El 30 de mayo la Corte Alta convocó a una reunión entre Gomarus y Arminio y cuatro de los
delegados, incluso Uitenbogaert, quienes habían estado en la Convención Preparatoria, para tratar de
resolver sus diferencias por medio del diálogo. Gomarus negó que existieran diferencias mayores entre
ellos, pero Arminio ofreció escribir sus opiniones respecto a la justificación para que pudieran
examinarlas y decidir si fueran erróneas. Finalmente la Corte decidió que sus diferencias fueron
sutilezas y recomendó la tolerancia entre ellos; mandó un informe diciendo lo mismo a los Estados.
Los Estados llamaron a Gomarus y Arminio para felicitarles por el informe que habían recibido, pero
en esa reunión Gomarus dijo que a él no le gustaría comparecer ante Dios el juez con las opiniones
teológicas de Arminio y que a menos que fueran suprimidas, causarían disensión por todas las
provincias. (Se dice que un laico presente en la reunión dijo que preferiría comparecer ante Dios el juez
con la teología de Arminio que con el amor mostrado por Gomarus.)

El hostigamiento por los enemigos llegó a tal punto que aparecieron escritos bajo el nombre de
Arminio, los cuales presentaron conceptos heréticos como si fueran los de Arminio. Fue así que en
1608 salieron treinta y una proposiciones teológicas, atribuyendo ideas heréticas a Arminio y a Adrián
Borrius, un seguidor de Arminio y uno de los pastores en Leyden. Por supuesto, Arminio sintió la
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1
necesidad de refutar cada una de esas proposiciones con una respuesta extensa, pero sus amigos lo
convencieron de no publicarlas en esa ocasión, para no provocar medidas más drásticas por sus
enemigos. Eventualmente fueron publicadas en 1629 en sus Obras bajo el título "Apología contra
Treinta y Un Artículos Difamatorios."

En un período de sentimientos anticatólicos particularmente fuertes, debido a eventos ocurridos


a nivel nacional, por esfuerzos para lograr una tregua con España, surgieron otra vez los rumores acerca
de su visita a Roma cuando era joven, y los enemigos le acusaron de todavía simpatizar con el Papa y la
Iglesia Católica. Por esa razón él publicó algunos escritos vehementemente anticatólicos durante este
período. Pero aun así, sus enemigos le acusaron de no ser suficientemente anticatólico.

En fin, llegó a tal extremo que le culparon a Arminio por cualquier cosa mala que ocurriera,
fuera en la universidad, la ciudad, o el país. En una carta a un amigo, él dijo, seguramente sintiéndose
un poco paranoico, "Si alguien asesinara al Príncipe Mauricio mañana (estaba recordando el asesinato
de Guillermo de Orange), ?estoy seguro que me echarían la culpa por eso también!"30

El 30 de octubre de 1608 leyó su Declaración de Pensamientos ante la plena asamblea de los


Estados de Holanda y Frisias Occidentales en La Haya. Esto fue en respuesta a la petición de la Corte
Alta en mayo que Gomarus y él presentarían sus opiniones teológicas por escrito, pero Arminio quiso
presentarlas no sólo por escrito, sino públicamente. La Declaración de Pensamientos representa sus
opiniones maduras sobre los temas de Dios y el hombre, la gracia y el libre albedrío, la deidad del Hijo
de Dios, y la perfección evangélica. Casi se percibe que se daba cuenta que tal vez no viviría mucho
tiempo más (ya hubo menciones frecuentes de su enfermedad en su correspondencia) y que quiso tes-
tificar públicamente acerca de sus creencias antes de morir. De todos modos se considera uno de sus
escritos más importantes; junto con sus otras obras apologéticas (la "Carta a Hipólito a Collibus" y la
"Apología contra Treinta y Un Artículos Difamatorios"), constituyen lo que casi podría considerarse
como los artículos de fe del arminianismo.

Como un ejemplo de su contenido, se consideran sus pensamientos en cuanto a la


predestinación. Demuestra con veinte razones lógicas e históricas por qué considera intolerable la
posición supralapsariana. Amontona sus críticas, al decir que es contraria a la naturaleza de Dios, del
hombre, del pecado, al acto de la creación, la gracia, la gloria de Dios, Jesucristo nuestro Salvador, y la
salvación del hombre. Entonces presenta su propia doctrina de la predestinación, como el Dr. Bangs la
resume:

Dios ha decretado designar a su Hijo como el Salvador, a recibir en su favor a aquellos


pecadores que se arrepienten y creen en Cristo, y a administrar los medios que son suficientes y
eficaces para tal fe; entonces El decreta la salvación y condenación de personas particulares con
base en la presciencia divina de la creencia y perseverancia, o la falta de lo mismo, de los
individuos.31

Después de opinar sobre las otras doctrinas ya mencionadas arriba, vuelve al asunto de la
revisión de la Confesión y del Catecismo. Dice que no hay nada malo en poner en duda lo que no es
incuestionable, y lo único para él que es incuestionable son las Escrituras. Aunque profesa estar de
acuerdo tanto con la Confesión como con el Catecismo, en cuanto a aquélla, dice que la reduciría a
"aquellas verdades que son necesarias para la salvación," quitando las "explicaciones, pruebas,
digresiones, redundancias, y amplificaciones", porque es en esas que se pueden cometer errores. 32
Evidentemente pensó que al quitar esos aspectos de la Confesión, sus enemigos no tendrían bases para
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1
imponer sus creencias, pero en ese punto se mostró un poco ingenuo.

Fue durante los años como profesor, que Arminio conoció a Simón Bisschop, un estudiante en
la Universidad de Leyden. Bisschop es mejor conocido por su nombre latinizado, Episcopius. El
manto de Arminio cayó sobre él al morir, y Simón Episcopius llegó a ser el primer profesor censurante
de Teología.

Gomarus pidió a los Estados de Holanda el mismo privilegio de presentar sus creencias
públicamente que le habían concedido a Arminio. El 12 de diciembre de 1608, le tocó a él explicarlas.
En su totalidad, fue un ataque contra Arminio. Según Gomarus,

Arminio se había desviado hacia los errores de los pelagianos y los jesuitas sobre la gracia y el
libre albedrío, sobre la justificación y la santificación, y sobre la ley de Dios. Le acusa a
Arminio de enseñar que la fe no viene de la gracia sino de la habilidad natural del hombre, que
no somos justificados por la justicia imputada de Cristo sino por nuestro acto de fe como una
obra de nuestra propia justicia, y que los creyentes pueden cumplir perfectamente la ley
de Dios.
............................
Gomarus continúa. Arminio estaba equivocado sobre la predestinación, la doctrina de
fe prevista (Gomarus no niega la presciencia, pero pone el motivo de la presciencia en la
elección de Dios), sobre el pecado original, la posibilidad de que un creyente cayera de la gra-
cia, la autoridad de la Escritura, la Trinidad, la providencia de Dios, la Encarnación, la
santificación de Cristo, la regeneración, la iglesia, y buenas obras. Entonces viene el colmo:
Arminio no enseña todas estas herejías abiertamente en la universidad; ?algunas de ellas él
enseña sólo privadamente a sus alumnos en su casa!33

Por lo menos se puede decir que los Estados estaban ofendidos por la oración de Gomarus. Su espíritu
fue demasiado amargado, y no podían creer que estaba hablando acerca de la misma persona cuya
piedad les había impresionado tanto, solo unas pocas semanas antes.

Al empezar febrero, a intervalos, Arminio sufrió de su enfermedad. A finales de julio fue a


Oudewater para recuperar algo de las fuerzas que había perdido por defenderse constantemente contra
los ataques de sus enemigos, y casi muere mientras estuvo en su ciudad natal.

Los Estados llamaron a Arminio y a Gomarus y cuatro ministros para aconsejarle a cada uno
con el propósito de resolver las diferencias entre los profesores de Leyden en una "conferencia
acogedora." La reunión comenzó el 13 de agosto en La Haya. El líder para los Estados dijo que el
único propósito de la conferencia era averiguar cuáles eran las diferencias doctrinales entre ellos y
poder remitir un informe a un sínodo. Gomarus respondió que no era sólo un asunto de diferencias
doctrinales entre ellos, sino entre Arminio y la doctrina de la iglesia; a esa acusación Arminio respondió
que siempre había afirmado su creencia en la Confesión y el Catecismo. El 18 de ese mes, Arminio
tuvo que salir por enfermedad, y los Estados despidieron la conferencia el 21, pidiendo a cada uno de
ellos que presentara por escrito sus opiniones, los argumentos a su favor, y la refutación de la opinión
contraria, dentro de catorce días. Gomarus entregó el trabajo a tiempo; Arminio tuvo que escribir a los
Estados el 12 de setiembre, que según se sabe fue la última carta, explicándoles que por la gravedad de
su condición, no podía terminarlo. El 19 de octubre de 1609, rodeado de su familia y algunos amigos,
Arminio murió tranquilamente, y el 22 de octubre fue sepultado dentro de la iglesia Pieterskerk en
Leyden. Ese mismo día Pedro Bertius pronunció la oración fúnebre en el Gran Salón de Actas de la
BIOGRAFIA DE JACOBO ARMINIO 1
universidad.

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