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“La relevancia del concilio de Nicea para el cristianismo de los

primeros siglos y en la actualidad”.

Estudiante: Josué Jonathan Cruz Salmerón

Profesor: Michael Delarm

Seminario Reformado Latinoamericano

Curso: Historia de la iglesia antigua

San Salvador, 14 de marzo de 2021


2

Indice

- Introducción……………………………………………. 3

- Contexto histórico del concilio de Nicea………………. 4

- Desarrollo del concilio de Nicea……………………….. 7

- Resultado del concilio de Nicea………………………… 9

- Importancia del concilio de Nicea……………………… 10

- Conclusión……………………………………………… 11

- Bibliografía……………………………………………… 12
3

Introducción:

Satanás es descrito por el Señor Jesús como el padre de mentira (Jn.8:44), dando a

entender que él es el origen de toda falsedad y engaño. Desde el jardín del Edén hace su papel

engañando al hombre, esto ha sido una constante en la historia de la humanidad y lo es también

en la historia de la Iglesia. Desde los primeros siglos de historia eclesiástica vemos como Satanás

inyecta su engaño por medio de las falsas doctrinas. Una de las más peligrosas que surgieron en

este tiempo temprano fue el arrianismo. Esta herejía fue el foco de discusión del Concilio de

Nicea, entre otras cosas.

Por medio del análisis documental se investigará el contexto histórico del concilio de

Nicea, se estudiará el desarrollo del concilio, el resultado de este y su relevancia para la iglesia

de ese tiempo y para la iglesia del siglo XXI.

La iglesia de hoy debe de estar en continua alerta para identificar las falacias de las

herejías y seguir el ejemplo de hombres que se pararon con firmeza frente a la mentira, para

mantener a la iglesia en la doctrina de los apóstoles y los profetas.


4

I- Contexto histórico del concilio de Nicea

La primera parte del siglo IV trajo nuevos aires a la iglesia, después de siglos de

persecuciones se levanta el emperador Constantino en el 313, él cambia la relación estado-iglesia

como nunca había existido anteriormente. Antes la iglesia era perseguida, ahora la iglesia recibía

la atención del emperador. La iglesia, que había estado en persecuciones intermitentes por tres

siglos, ahora podía respirar paz. La pesadilla de las torturas, de la muerte, de la confiscación de

propiedades estaba llegando a su fin, vino una paz nunca vista antes en el imperio romano.

A- Historia de Constantino.

Constantino nació en el año 285 en Naissus actual Serbia, su Padre fue Constancio Cloro

y su madre Elena. Constantino creció en la corte de Diocleciano en Nicomedia. El 1 de mayo de

305 Diocleciano Abdica eligiendo como su sucesor a Galerio. Constantino y los soldados

esperaban que el fuera elegido como sucesor de Diocleciano y debido a esto Constantino

abandona la corte volviendo a su padre quien el 306 enfermó gravemente en la ciudad de

Boulogne en el noroeste de Galia, al morir los soldados proclaman a Constantino emperador.

A la muerte de Galerio en el año 312 Constantino invade Italia para expulsar a Majencio.

Un día antes de la batalla tiene un evento que marca la vida de Constantino, Francen lo describe

así: “Durante la difícil batalla, cuyo resultado parecía incierto, Constantino pidió ayuda al Dios

de los cristianos. Una visión nocturna, en la que contempló una cruz en el cielo con la

inscripción «Con esto vencerás», le dio fuerzas”.1

Magencio fue derrotado el 28 de octubre del 312. Para Constantino, esto era una

evidencia del poder de Cristo y la superioridad de la religión Cristiana.2

1
August Francen, Historia de la Iglesia (Santander: Sal Terrae, 2008), 68.
2
Francen, Historia de la Iglesia, 69.
5

En el tiempo del concilio de Nicea, el clima político era muy favorable para la iglesia en

todo el imperio romano, sin embargo el clima teológico dentro de la iglesia no estaba de la

misma manera.

B- Clima teológico en la iglesia antes del concilio

En los primeros 150 años las amenazas de la iglesia fueron externas, los romanos al no

comprender los elementos de la adoración como la comunión, el ósculo santo, la hermandad,

hicieron acusaciones en contra del cristianismo. Según Justo L. González estas acusaciones eran

de dos categorías: “los rumores populares y las críticas por parte de gentes cultas.”3

En la segunda mitad del siglo II personas como Celso, Cornelio Frontón, Minucio Félix,

entre otros, acusaban a los cristianos de ignorantes y de tener una religión de bárbaros. Fue en

este tiempo que se levantaron los padres apologéticos como Orígenes, Arístides, Justino Mártir,

Teófilo, Tertuliano. Estos defensores de la fe al escribir tuvieron una amplia difusión en sus

escritos e ideas.

Una segunda amenaza ahora interna comenzó a amenazar la unidad de la iglesia, esta fue

la herejía. Aunque desde el principio la iglesia se vio en medio de controversias teológicas

surgieron doctrinas que fueron el resultado de la influencia de filosofías seculares. Una de ellas

fue el gnosticismo.

El gnosticismo fue la amenaza más peligrosa en la iglesia. Latourette señala: “…ejerció

(el gnosticismo) grande influencia sobre el cristianismo en sus primeros siglos. Aunque la

mayoría de los cristianos finalmente lo rechazaron, el gnosticismo y la lucha con él

tuvieron efectos duraderos en el cristianismo”.4 Pero ¿Qué creían los gnósticos?, para

González ellos creían lo siguiente:

3
Justo L González, Historia del Cristianismo, Tomo I (Miami: Clie, 1994), 68.
4
Kenneth Scott Latourette, Historia del cristianismo, Tomo I (El Paso TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1958), 57.
6

Sobre la base de muchas doctrinas que circulaban en esa época, los gnósticos creían que
todo lo que fuese materia era necesariamente malo. El ser humano, según ellos, es un
espíritu eterno que de algún modo ha quedado encarcelado en este cuerpo. Puesto que el
cuerpo es cárcel del espíritu, y puesto que nos oculta nuestra verdadera naturaleza, el
cuerpo es malo. El propósito último del gnóstico es entonces escapar de este cuerpo y de
este mundo material en el que estamos exiliados. La imagen del exilio es fundamental
para el gnosticismo. Este mundo no es nuestro verdadero hogar. Aún más, este mundo, al
igual que el cuerpo, es material, y no es sino una cárcel para el espíritu y un obstáculo
para la salvación.5

El tema de la encarnación del Señor Jesucristo fue cuestionado, puesto que para el

gnóstico el cuerpo es malo, Jesucristo no pudo en ninguna circunstancia tomar un cuerpo

humano, ya que toda la materia era mala, por lo que decían que Jesús no fue un cuerpo en sí, sino

una teofanía. Al no poder refutar el testimonio del apóstol San Juan en las escrituras “Lo que era

desde el principio, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon

nuestras manos tocante al Verbo de vida” (1 de Juan 1:1) buscaron otra explicación. La lógica

los llevó a la conclusión que si Jesús tuvo cuerpo como lo atestigua el apóstol San Juan; entonces

en el cuerpo de Jesús no participaba la naturaleza divina. Al mezclar esta conclusión con el

pensamiento de los sabios paganos por excelencia que aceptaban: “…que por encima de todo el

universo se encuentra un ser supremo, y algunos habían llegado hasta a decir que los dioses

paganos eran hechura humana. Apelando a tales sabios, los cristianos empezaron a decir que

ellos también, al igual que los filósofos de antaño, creían en un solo ser supremo, y que ese ser

era Dios”.6

En este sentido, en la ciudad de Alejandría se levantó Arrio (260?-337), él enseñaba que

el Verbo no era Dios, sino que era la primera de todas las criaturas. Alejandro obispo de

Alejandría se opuso a esta enseñanza, aunque Arrio era muy popular. Del origen de este conflicto

González nos informa:


5
González, Historia del Cristianismo, 78.
6
González, Historia del Cristianismo, 170.
7

El conflicto salió a la luz pública cuando Alejandro, apelando a su responsabilidad y


autoridad episcopal, condenó las doctrinas de Arrio y le depuso de sus cargos en la iglesia
de Alejandría. Arrio no aceptó este veredicto, sino que apeló a la vez a las masas y a
varios obispos prominentes que habían sido sus condiscípulos en Antioquía. Pronto hubo
protestas populares en Alejandría, donde las gentes marchaban por las calles cantando los
refranes teológicos de Arrio.7

Ante estos desordenes públicos Constantino pide un concilio que le llevaría el primer concilio

ecuménico en la ciudad de Nicea en el año 325.

II- Desarrollo del concilio de Nicea

Según González “El número exacto de los obispos que asistieron al concilio nos es

desconocido, pero al parecer fueron unos trescientos”.8 Muchos se encontraban por primera vez,

otros solo se conocían por correspondencia, esta masiva afluencia se debió al apoyo decidido de

Constantino.

A todas las provincias del imperio, fueron enviados mensajeros, para invitar a los obispos
a que concurrieran a esta nueva y augusta asamblea. Los correos imperiales recibieron
orden de facilitar el viaje por todos los medios posibles, de preparar carros y caballería
gratuitamente, como si se tratara de un asunto de estado. Finalmente, el tesoro público se
encargará de pagar todos los gastos que hicieran los delegados durante la reunión.9

Sin embargo la mayor parte de los asistentes provenían del oriente del imperio, ya que

esta controversia no había llegado aún a Europa. El concilio comenzó, el 20 de Mayo de 325 en

el palacio imperial de Nicea,10 Eusebio fue el primero en tomar la palabra dando gracias a Dios

con un himno, luego el emperador Constantino se dirigió a los asistentes dándoles la bienvenida.

Pero tan pronto como se les dio la palabra a los asistentes, Blackhouse nos dice: “…unos

7
González, Historia del Cristianismo, 172-173.
8
González, Historia del Cristianismo, 173.
9
E. Backhouse y C. Tyler, Historia de la Iglesia Primitiva: Desde el siglo I hasta la muerte de Constantino (Barcelona:
Clie, 2004), 353.
10
Giuseppe Alberigo, Historia de los concilios ecuménicos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993), 29.
8

empezaron a atacar a sus vecinos más próximos, mientras que los otros se defendían atacando a

la vez”.11

En este concilio se hizo evidente la presencia de tres grupos, 1- Los que apoyaban a

Arrio, dirigidos por Eusebio de Nicomedia. 2- Los que estaban en contra de las doctrinas arrianas

dirigidos por el obispo Alejandro de Alejandría, junto a él estaba Atanasio, que llegó a ser uno

de los gigantes del siglo IV y 3- Los obispos que deseaban que Arrio y Alejandro hicieran las

paces. Cuando Eusebio de Nicomedia tomo la Palabra, González nos narra:

Al parecer, Eusebio estaba tan convencido de la verdad de lo que decía, que se sentía
seguro de que tan pronto como los obispos escucharan una exposición clara de sus
doctrinas las aceptarían como correctas, y en esto terminaría la cuestión. Pero cuando los
obispos oyeron la exposición de las doctrinas arrianas su reacción fue muy distinta de lo
que Eusebio esperaba. La doctrina según la cual el Hijo o Verbo no era sino una criatura
—por muy exaltada que fuese esa criatura— les pareció atentar contra el corazón mismo
de su fe. A los gritos de “¡blasfemia!”, “¡mentira!” y “¡herejía!”, Eusebio tuvo que callar,
y se nos cuenta que algunos de los presentes le arrancaron su discurso, lo hicieron
pedazos y lo pisotearon.12

En este punto, los que estaban en una posición intermedia se dieron cuenta del peligro de

la doctrina arriana condenándola, ya la balanza se había inclinado hacia la doctrina ortodoxa.

Esto dio lugar a la elaboración de un credo, aunque por la intervención de Constantino, pidió que

en este se incluyera en la palabra “consubstancial”.13

Los otros puntos discutidos en este concilio fueron: Las reglas para la reinserción a la

iglesia de los caídos, el modo de elegir obispos, el orden de precedencia de las diversas sedes.14

Estos temas fueron discutidos y llevados a un acuerdo con facilidad y cordialidad entre los

asistentes.

11
Backhouse, Historia de la Iglesia, 356.
12
González, Historia del Cristianismo, 174.
13
González, Historia del Cristianismo, 175.
14
González, Historia del Cristianismo, 174.
9

III- Resultado del concilio de Nicea

El primer resultado del concilio de Nicea fue la elaboración del credo niceno. Este credo

sienta las bases de la doctrina trinitaria, en especial la doctrina de la divinidad y humanidad del

Señor Jesús. Backhouse recopila el credo de Nicea de la siguiente manera:

Creo en un Dios, todopoderoso, creador de todas las cosas visibles e invisibles, y en un


solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios, y engendrado del Padre, es decir, de la
sustancia del Padre; Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero;
engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; por quien todas las cosas fueron hechas,
tanto en el cielo como en la tierra, el cual descendió de los cielos por nosotros, los
hombres, para nuestra salvación. Se encarnó y habitó entre los hombres, sufrió y resucitó
al tercer día; subió a los cielos, de donde vendrá para juzgar a los vivos y a los muertos.
Y acerca del Espíritu Santo, en cuanto a los que afirman que hubo un tiempo en que no
existió y que antes de ser engendrado no era, y que el hijo de Dios ha sido creado de la
nada, o que fue creado, o que estuvo sujeto a la mutabilidad de todos Éstos, decir que la
Iglesia católica los anatematiza.15

Al día siguiente diecisiete obispos se negaban a firmarlo, pero al saber que el símbolo

tenía la autoridad del emperador, se dispusieron a firmarlo.16 Solamente tres no firmaron el

credo: Téonas de Marmarica, Secundo de Ptolomeo y Arrio.17 Esto trajo la sentencia de

excomunión sobre estos tres y el destierro, además el emperador dictó orden de quemar los libros

de Arrio y a sus encubridores sentencia de muerte.18 Sin embargo más adelante Eusebio de

Nicomedia, por su relación cercana al emperador Constantino, logró anular la sentencia de exilio

que tenía Arrio.

El concilio duró dos meses,19 terminando con un gran banquete en honor a los obispos

asistentes, a los cuales Constantino hace la petición de oración por él, por sus hijos y por el

estado.

15
Backhouse, Historia de la iglesia,359.
16
Backhouse, Historia de la iglesia,359.
17
Backhouse, Historia de la iglesia,359.
18
Backhouse, Historia de la iglesia,363.
19
Backhouse, Historia de la iglesia,360.
10

Las heridas no quedaron cerradas después de este concilio, claramente habían dos bandos

en contienda, la doctrina ortodoxa y la doctrina arriana la cual seguía expandiéndose a tal grado

que en el tiempo de Carlomagno (747?-28 de enero 814) aun existían reyes que profesaban la fe

arriana.

Un resultado más de este concilio se vio en el establecimiento de cánones para resolver

problemas de los miembros del clero. Uno de estos cánones, prohibía que un clero se moviera de

una iglesia a otra.20 Esta decisión se tomó para evitar que los obispos buscaran ser electos para

una iglesia donde la retribución o beneficio sea mayor a la que ya estaba recibiendo. Otra norma

que se acordó fue que para formar parte del cuerpo pastoral de una iglesia en crecimiento, el

candidato debería de contar con el visto bueno de su obispo. Esto trajo como consecuencia que el

clero se fortaleciera aún más de lo que ya era, cerrando las puertas al laico deseoso de servir. El

secuestro de la iglesia por parte del Clero se hizo irreversible.

IV- La importancia del concilio de Nicea

Para la iglesia de ese tiempo Nicea marcó la base para la fe cristiana ortodoxa, le dio

fuerza y coraje para defenderla. En otro aspecto este concilio es el cierre definitivo a la

participación del laicado dentro de la iglesia.

Nicea heredó a las iglesias de occidente la base del credo de los apóstoles, que es usado

por católicos y protestantes. Nicea es una advertencia importante para nuestros tiempos que las

falsas doctrinas se presentaron y seguirán siendo un problema.

20
Giuseppe Alberigo, Historia de los concilios ecuménicos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993), 40.
11

Conclusión:

El concilio de Nicea sentó un precedente en la defensa de la fe ortodoxa, más cuando la

iglesia del presente no está interesada en la defensa de la fe por miedo a polemizar. La teología

liberal con su enfoque en el Cristo histórico es parte del neoarrianismo de nuestros días. Los

obispos en Nicea hicieron su trabajo defendiendo la fe, hoy es tiempo para que los fieles

cristianos de estos días tomen el testigo de esta carrera.


12

Bibliografía

Alberigo, Giuseppe. Historia de los concilios ecuménicos. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993.

Backhouse, E. y C. Tyler. Historia de la Iglesia Primitiva: Desde el siglo I hasta la muerte de

Constantino Tomo I. Barcelona: Clie, 2004.

Francen, August. Historia de la Iglesia. Santander: Sal Terrae, 2008.

González, Justo L. Historia del Cristianismo Tomo I. Miami: Clie, 1994.

Latourette, Kenneth Scott. Historia del cristianismo Tomo I. El Paso, TX: Casa Bautista de

Publicaciones, 1958.

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