A nivel regional los problemas de en el departamento de Santander según datos
obtenidos del Observatorio de Salud Pública de Santander (OSPS) y del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE) regional nororiente del año 2011. (Wandurraga & Caputi ,2014). A nivel nacional según el DANE y el Sistema Integrado de Información para la Protección Social (SISPRO) en el año 2013 las edades oscilan entre los 18-49 años (MinSalud, 2015) y si se habla a nivel internacional la edades oscilan entre los 30 y 49 años (OMS, 2018) A nivel departamental la situación de salud mental según el sexo de la población afecta más a las mujeres que a los hombres, con un porcentaje de 65,4% contra 34,6% según datos obtenidos del Observatorio de Salud Pública de Santander (2014). A nivel nacional también las mujeres presentan más problemas de salud mental frente a los hombres estando en mayor riesgo el genero femenino, un ejemplo de esto es el porcentaje de la prevalencia del trastorno depresivo mayor en adultos es del 3,2 % en hombres y 5,4 % en mujeres (Posada. 2019). A nivel internacional las mujeres siguen encabezando los estudios de problemas de salud mental lo cual no es nada alentador, si se analiza según algunos continentes la situación continua demostrando que el género femenino es el mayor afectado, en Europa los porcentajes son 15,6% hombres y 26,8% mujeres (Encuesta Nacional de Salud en España (ENSE). 2006-2014), en África afecta a 453.705 mujeres y 225.474 hombres, en Asia oriental y el Pacífico 190.818 mujeres y 60.777 hombres según articulo Descubriendo los impactos ocultos de la desigualdad en la salud mental: un estudio global (2018) y en América Latina y el Caribe a 12.3 millones de mujeres y 5.8 millones (Kohn et al. 2005) Si involucramos el estado civil de las personas con problemas de salud mental en el trabajo tomando como referencia el Síndrome de Burnout las personas solteras son más afectadas que las casadas por ejemplo los profesores (Golembiewski y Cols. 1989) tomándose en cuenta que el estar casado y con hijos supone una mayor madurez de las personas para resolver problemas apoyados en la familia. (Maslach 1982). Si se incluye el nivel socioeconómico como factor de riesgo para problemas de salud mental en el trabajo el acceso a un empleo y así mismo a un sueldo se convierte en un riesgo para aquellas personas que no lo tienen, en Santander según el DANE 2015 de 1.679 millones de personas con edad para trabajar 1.153 millones fueron económicamente activos y 526 mil fueron inactivos. A nivel nacional según el estatus socioeconómico varía dependiendo del empleo, precio del dólar, el PIB, el PIC, el precio del café y el salario mínimo entre otros; en el 2015 la tasa de desempleo estuvo en 9,9% y actualmente está en 9,4% (DANE, 2015). Y a nivel internacional en países desarrollados el desempleo entre el año 2017 y el año 2019 ha disminuido; en el 2017 fue de 34,1millones, en el 2018 fue de 32,8 millones y en el 2019 de 32,4 millones de personas (OIT. 2016). Al contrario en los países emergentes el desempleo ha aumentado; en el 2017 habían 143 millones de personas desempleadas, en el 2018 143,4 millones y en el 2019 subió a 144,6 millones. Pero los países en vía de desarrollo tienen una baja cantidad de desempleados actualmente 16,6 millones de desempleados y 225,3 millones de personas con empleo vulnerable (Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo-Tendencias. 2018, pag8).