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Perú,

a 20 años del
terrorismo en Tarata

Foto: Archivo
Foto: Archivo

En 1992 la capital peruana vivió el mayor atentado


terrorista de su historia. Lo perpetró el grupo
Sendero Luminoso, hoy casi desarticulado; sin
embargo, crece una nueva amenaza: el narcotráfico

por David Santa Cruz

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V
anessa Quiroga estaba feliz. Su
mamá le acababa de perforar las
orejas. Le había puesto el vestidito
nuevo, aquel rosado con blanco tipo
marinerito. Tenía el cabello largo y
Gladys Carvajal, su madre, se lo peinó con una me-
dia cola. A sus cinco años se veía tan linda que una
vecina sugirió que le tomaran una foto en el estudio
fotográfico de la calle de Schell en el céntrico barrio de
Miraflores, en Lima. Esa fue la única evidencia de que
alguna vez tuvo dos piernas.
Después de tomarse la foto, como todos los
días Vanessa fue con Gladys al puesto ambulante
de la calle Tarata, donde vendían hasta las 11 de la
noche. La niña se sentía tan bien con aquel atuendo
que por la tarde quiso quedarse a jugar un rato más.
No había por qué arruinar la felicidad de la pequeña,
quien suplicaba por unas horas extras de diversión,
así que su padre y su hermana se fueron a casa
dejándolas a las dos solas.
Alrededor de las 21:15 empezó el ajetreo
que dio paso a una luz intensa y al estruendo ya
Foto: Héctor Mata/ AFP

conocido en la capital del Perú: un coche-bomba


explotó a unos metros de donde estaban Gladys
y Vanessa. Ese pretendía ser el gran golpe contra
la oligarquía de parte del grupo armado de corte
maoísta Sendero Luminoso.
Un automóvil Datsun guinda, sin placas y con
400 kilos de dinamita, dejó sin vida a 25 personas e Abimael Guzmán, líder
hirió a 155 más, incluyendo a la pequeña vestida con de Sendero Luminoso, es
el traje de marinero, todos de clase media y baja. transferido a una cárcel pero ésta ya no existía: debajo del muslo sólo ha-
La señora Carvajal tomó en brazos a su hija e de alta seguridad en bía carne viva y aire. Su madre buscó la pierna entre
intentó refugiarse junto a una barda que, por suerte, abril de 1993 los escombros pensando que los médicos podrían
no sucumbió a la onda explosiva que dañó cientos de pegársela, pero no la encontró. Meses después, la
edificios en 300 metros a la redonda, y que se estima pequeña estrenaría su primera prótesis. Fue de las
dejó pérdidas materiales por tres millones de dólares. afortunadas: de acuerdo con el padrón realizado por
Con el tiempo, el propio líder de Sendero, Abimael Centro de Investigación de Proyectos Urbanos y Re-
Guzmán, y el Partido Comunista del Perú, reconocieron gionales, de entre los muertos, tres mujeres y dos
que lo sucedido en Tarata había sido un error. varones no fueron identificados, y cinco personas
Ese mismo 16 de julio de 1992 Sendero aten- desaparecieron.
tó contra las comisarías de San Gabriel, José Car- “Fue una desgracia para el país. De pronto fue
los Mariátegui y Nueva Esperanza, ubicadas en el el despertar de todos, porque nos preguntamos:
distrito de Villa María del Triunfo, así como contra ¿hasta dónde van a llegar ellos? Seguro no va a ser
la agencia del Banco Latino ubicada en el distritoe el último, y si éste ha sido el más potente, ¿cómo van
la Victoria. El objetivo de esas otras explosiones fue a ser los que le sigan? Ahí fue donde la sociedad civil,
dispersar a las fuerzas policiales para dejar el campo los militares, la Policía, la Iglesia y todas las personas
libre al comando que llevaría el Datsun hasta el Banco se pusieron un polo blanco y salieron a las calles para
de Crédito ubicado en la avenida Larco. pedir a gritos que cesara el fuego, que viniera la paz;
La seguridad del local impidió que se estaciona- un alto a la guerra”, comenta el Comandante de la
ran en la zona elegida, así que el chofer dobló en la se- Dirección Contra el Terrorismo de la Policía del Perú,
gunda calle de Tarata, descendió del auto en marcha Óscar Arreola.
y dejó que se deslizara solo. A las 21:20 los explosivos
detonaron. La gente corría desesperada, algunos con MIEDO SOBRE RUEDAS
sangre escurriendo de los oídos o la nariz, y otros más Treinta y siete fueron los coches bomba que explo-
totalmente bañados en ella, aunque era imposible taron en Lima del primero de enero al 16 de julio de
saber si era la propia o de alguien más. 1992. Se trataba de la fase más intensa de la lucha
Vanessa Quiroga —aún en los brazos de la se- que sostenía el Partido Comunista del Perú, Sende-
ñora Carvajal— se quejó de un dolor en la pierna, ro Luminoso, y que, según sus planes, antecedía la

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Además de Sendero, Perú tuvo otro grupo sub-
versivo que utilizó los coches bomba como arma:
Tupac Amaru. Las jornadas eran intensas para la Po-
licía, pero sobre todo para el escuadrón antibombas.
Hoy todo se hace con un robot y a través de rayos X;
en ese entonces, el trabajo era manual, recuerda el
coronel de la Policía Nacional del Perú, Miguel Ángel
Núñez Polar, un hombre de rostro apacible y bigote
cano, quien habla del tema como si se tratara de las
Foto: El Correo

vacaciones con sus nietos en la montaña.


Núñez Polar tiene entre sus hazañas haber
desactivado un coche-bomba en una terminal aé-
rea, el que pudo haber causado una tragedia. En ese
entonces, la gente veía cualquier objeto extraño y de-
nunciaba una posible bomba. El día del aeropuerto la
denuncia vino de un hombre al que le habían robado el
auto; lo vio estacionado al ir a recoger a unos familiares
Foto: Cortesía Lucero Irigoyén/ El Correo

que venían de fuera, y dio aviso a las autoridades. El


explosivo estaba dentro de la llanta de refacción y
tenía una mecha química que se delató a sí misma;
cuando Núñez Polar inspeccionaba el artefacto, el
humo que desprendía le permitió cortarla a tiempo,
pero igual pudo haberlo matado.
“Después, el miedo viene después; es como un
torero: cuando está frente al toro, no tiene miedo
en ese momento. Ese es tu trabajo, y es una situa-
ción que haces todos los días. Uno se acostumbra
a su trabajo. Por su puesto que la profesión del de
Arriba, Oswaldo Cava enfrente nos parece complicada. Por ejemplo, ser
sostiene una foto de periodista hoy en día ha de ser muy peligroso”, dice
destrucción del Estado y la captura del poder. Preten- su hijo, fallecido en el el coronel Núñez.
dían hacer volar la capital del país hasta lograr la vic- atentado del distrito Claro que el exceso de confianza es lo que cau-
toria ayudados por el proletariado; causaron el efecto de Miraflores; abajo, sa los accidentes; un alférez subalterno suyo, Rubén
contrario: hasta la fecha, en la capital nadie se refiere Vanessa Quiroga, otra Carbamaca Araujo, quedó ciego. Durante toda la ma-
a Sendero como un grupo guerrillero, ni siquiera por víctima del atentado drugada estuvo de servicio y se la pasó desactivando
su nombre; les dicen, a secas, terroristas. explosivos; era una noche muy movida. A las ocho de
“La escalada de violencia y terror se vio azuza- la mañana, junto con su relevo llegó una llamada más
da por el golpe de Estado que el presidente Alberto de alerta. Carbamaca estaba enrachado y vestido.
Fujimori dio contra la democracia el cinco de abril de Subió junto con sus compañeros al vehículo oficial
1992. Uno de los argumentos de la ruptura del or- y llegó a la calle Zárate por la avenida Gran Chimú.
den constitucional fue precisamente la lucha contra En el lugar se encontró una cajita, se acercó
la subversión. El desprestigio de la clase política y el —a veces el primer error es el último, advierte Nuñéz
deseo de la población de vivir con mayor seguridad, Polar—, la tocó y parecía estar vacía. La bomba en rea-
hicieron del ‘autogolpe’ una medida popular. Pese a lidad tenía un mecanismo de movimiento, así que al
las presiones internacionales sobrevinientes, la cúpu- moverla de nuevo explotó. El artefacto contenía polvo
la político-militar que se hizo del poder tomó el con- de aluminio, así que más que una explosión de alta ve-
trol del país”, explica el informe de la Comisión de la locidad fue una gran deflagración. El alférez, confiado
Verdad de Perú. de su buena suerte, olvidó ponerse el casco. En segun-
En Lima, las noches eran más negras cuando se dos, sus ojos quedaron como los huevos después de
aproximaba una oleada de coches-bomba. Sendero pasarlos por agua hirviendo.
dinamitaba las líneas eléctricas en las afueras de la En Estados Unidos, en el hospital le hicieron un
ciudad, y entonces el relámpago antecedía al trueno trabajo de reconstrucción estética, pero sobre todo
y éste al terror. Vanessa Quiroga pasó la mitad de su le trabajaron el aspecto psicológico, porque cuando
vida temblando como cachorro cada Navidad y Año se enteró que estaba ciego, decía querer morirse. Lo
Nuevo en que había fuegos artificiales. Su madre le mismo le sucedió a un militar que perdió una pierna
enseñó a tronar esos cohetones para quitarle el mie- en la lucha contra el terrorismo: sus ganas de vivir se
do, y aun así prefiere mantenerse alejada de todo lo habían extinguido hasta que vio en la televisión un
que pueda explotar. reportaje donde Vanessa Quiroga, entonces de 10

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Foto: Cortesía Lucero Irigoyén/ El Correo
años que andaba en patines y en bicicleta con todo y
prótesis. Hasta antes de conocer la historia del solda-
do, le molestaba que los medios y el gobierno la lla-
maran “La Niña Héroe”. Ella no había salvado la vida
de nadie, hasta ese momento.

UNA NUEVA AMENAZA


Después de Tarata, la sociedad limeña salió a las ca-
lles y presionó al gobierno, que ya le pisaba los talo-
nes a Abimael Guzmán, quien finalmente fue dete-
nido en Lima el 12 de septiembre de 1992. El culto a
su personalidad y lo centralizado que estaba el poder
dentro del grupo armado llevaron a Sendero a su casi
desaparición.
Las estimaciones de la Comisión de la Verdad
de Perú arrojaron que de 1980 al año 2000, el con-
flicto interno en aquél país dejo 68 mil muertos; de
estos, 46 por ciento se le adjudican a Sendero Lumi-
noso, 30 por ciento a los agentes del Estado y los res-
tantes a otros actores, como grupos paramilitares o
el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
Sin embargo, de ese entonces a la fecha Perú
vive un nuevo problema de seguridad pública que
podría volverse de seguridad nacional: el narcotráfi-
co, que aprovecha la hoja sagrada de la coca, la cual
se vende en cualquier mercado de aquel país como si
fuera manzanilla.
De acuerdo con las autoridades peruanas, en
las escasas zonas de influencia donde todavía opera
Sendero Luminoso, el grupo le cobra a los narcos un
impuesto por hectárea de tierra cultivada, por arroba
cultivada de hoja y un cupo por seguridad, pero sobre

Foto: Martín Mejía/ AP


todo para que los dejen trabajar.
“Hoy no hay duda que en el Valle de Huallaga
existe una alianza con el narcotráfico. Allá pasa una
cosa: que la muerte de una banda y otra no sucede
entre ellas sino que van con el jefe de Sendero en el
sector, y éste dispone que maten a fulano o que
hagan cualquier otro acto que consideren justicia”, de la droga. Según los medios de comunicación y por Arriba, monumento
explica el capitán Arreola. las detenciones que ha realizado la Policía en Perú, a las víctimas del
Hasta enero pasado, cuando detuvieron al Ca- operan allí los cárteles de Sinaloa y de Juárez, que ya atentado de la calle
marada Artemio —heredero de Abimael Guzmán—, empiezan a fabricar clohidrato de cocaína, un negocio Tarata, en Lima; abajo, el
cualquiera que hiciera justicia por su propia mano en que antes era casi exclusivo de los colombianos. Camarada Artemio, líder
esos territorios se las tenía que ver con él. Las “mul- Hace años que Vanessa Quiroga no sabe nada de Sendero Luminoso,
tas” rondaban los 50 mil dólares para pasárselas por de la foto aquella que le tomaron el día del atenta- escoltado por la Policía
alto; de lo contrario, podían, incluso, ser asesinados. do de Tarata: “No soy mucho de guardar fotos, y mi el 22 de febrero de 2012
Sin embargo, como sucede con los grupos ar- mamá tampoco”, dice. Si alguien le regala alguna
mados, criminales o no, a la caída de un líder siempre donde aparece, llega a su casa y la deja en cualquier
habrá otro dispuesto a sucederlo, y en el caso perua- lado “y ya se perdió”, cuenta, y luego se ríe con cierto
no, hace casi una década llegaron los grandes cárteles dolor a sus 25 años. M

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