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EL PROPOSITO DE DIOS

Rom 14:7 Pues no vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos.
Rom 14:8 Si vivimos, es para honrar al Señor y, si morimos, es para honrar al Señor.
Entonces, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al Señor.
Rom 14:9 Cristo murió y resucitó con este propósito: ser Señor de los vivos y de los
muertos.

Hay muchas cosas de la vida que son bellas y hermosas, otras no las logramos entender
porque son tan difíciles, definitivamente somos seres frágiles y limitados, que necesitamos
de un Dios vivo para vivir.

Pero vemos algo muy particular en este pasaje que nadie pasa por esta vida sin cumplir un
propósito en la tierra.

Y ese propósito no lo da el señor para que lo cumplamos porque al final pertenecemos al


señor.

En un momento difícil como este tenemos que contestar tres preguntas

DE DONDE VENIMOS.

Efe 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él.

La vida es un viaje.

Venimos del padre, y existimos mucho antes que la tierra, fuimos escogidos para venir a la
tierra, por eso existimos mucho antes de nacer. Nuestra ciudadanía es celestial.

Nuestra vida no esta limitada un cuerpo mortal, porque somos eternos.

Jer 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué,
te di por profeta a las naciones.

Conocimos al padre antes de nacer y el nos dio un propósito en este viaje de la vida.

PARA QUE VENIMOS.


1. AMAR.

1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que
ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Dios nos trajo a esta tierra para el amor. Primero para conocer el amor de Dios en esta
tierra, luego para amar la familia que Dios nos entrego, para amar al projimo. La
experiencia mas grande que podemos tener en esta tierra es amar a los demás.

Dios no nos creo para el rencor, la falta de perdón, nos creo para el amor y cuando
conocemos el amor de padre nos activamos en el propósito de amar.

2. ADORAR Y SERVIR.

Sal 95:6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro


Hacedor.
Sal 95:7 Porque él es nuestro Dios; el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.

La adoración es otro propósito para el cual vinimos a esta tierra, el busca adoradores que le
adoren en espíritu y verdad. La adoración es una actitud del corazón de humildad,
reverencia, respeto y temor a Dios.

La adoración no es cantar, adorar es colocar a Dios en primer lugar y entregar mi


vida a el, es que el sea el centro de mi atención.

La expresión máxima de nuestra adoración es el servicio, el servicio revela el carácter de un


verdadero adorador.

3. CREER.

Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Otra razón por la que estamos en la tierra es para creerle a Dios, es lo que al le agrada, el
nos puso en esta tierra a vivir por fe. Todos los que nos acercamos a Dios debemos creer
que el existe que es real y que el tiene un regalo para los que creen.

Una vida sin fe seria una vida sin paz, ni seguridad que alguien tiene las cosas bajo control,
si hay momento de dudas en nuestra vida es normal dentro de nosotros pero también hay
momentos donde sabemos que nuestra fe esta en el señor.

PARA DONDE VAMOS.

Luc 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy


estarás conmigo en el paraíso.

Fuimos creados para vivir en el paraíso esa es nuestra realidad, esta vida es muy bonita,
pero esta llena de batallas, dificultades, dolor, pero Dios ha preparada un lugar para que
estemos con el.

Somos del señor, le pertenecemos a el, nos enamoramos de la vida, dela familia, de la
iglesia pero nuestra vida es del señor.

2Co 5:1 Pues sabemos que, cuando se desarme esta tienda de campaña terrenal en la
cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos
una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por
manos humanas.
2Co 5:2 Nos fatigamos en nuestro cuerpo actual y anhelamos ponernos nuestro cuerpo
celestial como si fuera ropa nueva.
2Co 5:3 Pues nos vestiremos con un cuerpo celestial; no seremos espíritus sin cuerpo.*
2Co 5:4 Mientras vivimos en este cuerpo terrenal, gemimos y suspiramos, pero no es
que queramos morir y deshacernos de este cuerpo que nos viste. Más bien, queremos
ponernos nuestro cuerpo nuevo para que este cuerpo que muere sea consumido por la
vida.
2Co 5:5 Dios mismo nos ha preparado para esto y, como garantía, nos ha dado su
Espíritu Santo.
2Co 5:6 Así que siempre vivimos en plena confianza, aunque sabemos que mientras
vivamos en este cuerpo no estamos en el hogar celestial con el Señor.
2Co 5:7 Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos.
2Co 5:8 Sí, estamos plenamente confiados, y preferiríamos estar fuera de este cuerpo
terrenal porque entonces estaríamos en el hogar celestial con el Señor.
2Co 5:9 Así que, ya sea que estemos aquí en este cuerpo o ausentes de este cuerpo,
nuestro objetivo es agradarlo a él.

Jua 14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Jua 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Jua 14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

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