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Bolivia es un país del centro de Sudamérica, con un terreno variado desde los Andes, el Desierto de Atacama y el bosque pluvial en la cuenca del Amazonas. A más de 3,500 m de altura, su capital administrativa, La Paz, se ubica en el Altiplano de los Andes con el monte nevado Illimani de fondo. Cerca se encuentra el cristalino lago Titicaca, el más grande del continente, que se extiende por la frontera con Perú.
Bolivia es un país del centro de Sudamérica, con un terreno variado desde los Andes, el Desierto de Atacama y el bosque pluvial en la cuenca del Amazonas. A más de 3,500 m de altura, su capital administrativa, La Paz, se ubica en el Altiplano de los Andes con el monte nevado Illimani de fondo. Cerca se encuentra el cristalino lago Titicaca, el más grande del continente, que se extiende por la frontera con Perú.
Bolivia es un país del centro de Sudamérica, con un terreno variado desde los Andes, el Desierto de Atacama y el bosque pluvial en la cuenca del Amazonas. A más de 3,500 m de altura, su capital administrativa, La Paz, se ubica en el Altiplano de los Andes con el monte nevado Illimani de fondo. Cerca se encuentra el cristalino lago Titicaca, el más grande del continente, que se extiende por la frontera con Perú.
Considerando el auge económico que tuvo el país durante el mandato de
gobiernos anteriores y considerando los problemas políticos internos del país, así como los problemas de salud mundiales que azotaron el país es fácil notar que la economía de Bolivia se vio reducida en los últimos 18 meses. Se pueden considerar los siguientes datos: “La caída más abrupta se registró en el sector de petróleo y gas natural, el que da a Bolivia sus mayores ingresos, que tuvo una variación anual negativa del 10,30%, y el de minería, que decreció un 2%. Por contra, las actividades que más crecieron fueron la agricultura, el 5,3%; los establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios prestados a las empresas, el 4,4%; y la industria manufacturera, el 3,19%.” El presidente Arce indicó que aún no se sabe cuánto durará esta crisis sanitaria ni se conoce con exactitud los efectos que tendrá en cada sector, pero sí es seguro que habrá un "shock" por la caída de los precios del petróleo, que sirven de referencia para la venta de gas boliviano. Esto hace prever un descenso del valor de las exportaciones del gas natural y también de la demanda ante una eventual caída de la actividad económica en países vecinos, lo que tendrá un efecto muy fuerte en la economía. Consultando con el INE tenemos también que la situación de desempleo en el país va mejorando después de una subida sustancial en el desempleo, con lo que podemos esperar una mejora continua para las siguientes gestiones, como nos indicaban algunos datos se pueden considerar un aumento en el empleo en los sectores agrícola, de servicios y manufactura. En cuanto a Salud el país siempre ha tenido una deficiencia en esta área, que con la situación mundial actual está mejorando en el país considero que para el 2022 se habrá crecido exponencialmente en esta área implementando nuevas tecnologías y destinando una mayor cantidad de presupuesto para la salud. En conclusión, creo que el 2022 aun será un año difícil para el país, pero es un buen momento de sentar bases para un futuro mejor para los bolivianos, enfocarse en otros sectores de inversión nuevas áreas tecnologías y exploración de recursos para generar estabilidad.