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ACTIVIDAD 2
ESTUDIANTE
TUTOR
NRC: 59284
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
GARZÓN- HUILA
ANÁLISIS DE LOS SECTORES ECONÓMICOS
PERSPECTIVA GENERAL
El debilitamiento del ciclo económico llevaría a un desempeño sectorial altamente
heterogéneo
En 2023 y 2024 el crecimiento del PIB de Colombia atravesará por el periodo de
mayor debilidad en medio del ciclo económico actual. Entre los determinantes clave
de la evolución general del PIB y de la evolución sectorial sobresalen: (1) las
elevadas tasas de interés; (2) el debilitamiento del consumo de los hogares; (3) el
agotamiento de la capacidad financiera de los hogares; (4) la inminente ocurrencia
de un Fenómeno de El Niño; y (5) las nuevas noticias que surjan en torno.
El sector se enfrenta al reto de unas tasas de interés que se mantendrán altas en el corto
plazo.
Las ventas de vivienda vienen cayendo 54,5% anual en lo corrido de 2023 hasta mayo, en medio de
una evolución débil en ambos segmentos: -57,8% anual en VIS y -46% anual en no VIS. Ahora
bien, esta dinámica inició desde la segunda mitad del 2022, tal que las ventas acumuladas en los
últimos 12 meses con corte a mayo caen 35,2% anual en el total, compuesto por un -36,2% anual en
VIS y -32,9% anual en no VIS. Este comportamiento viene siendo generalizado entre todos los
departamentos del país, especialmente en aquellos que componen el 80% del total de unidades
vendidas -Bogotá, Antioquia, Atlántico, Bolívar y Magdalena-.
Entre los factores que vienen afectando a este mercado sobresalen: (1) los subsidios, que aunque se
hicieron anuncios de 75.000 subsidios para este año, aún no han impactado lo esperado en el
mercado de VIS, mientras el segmento no VIS habría quedado fuera de las medidas; (2) las tasas de
financiación continúan en niveles históricamente altos; (3) a pesar de la baja demanda, los precios
de la vivienda continúan al alza, pues han crecido 8,4% nominal entre diciembre de 2022 y mayo de
2023. Ante este panorama, esperamos que las ventas de 2023 completo se ubiquen en torno a las
125.600 unidades. Entre tanto, es razonable prever que se recudirá el incremento de los precios de
la vivienda en lo que queda de 2023 y 2024, ante la débil demanda. Por su parte, 2024 sería otro año
desafiante para el mercado, pues la coyuntura reciente ha implicado una fuerte reducción de las
iniciaciones. En ese orden de ideas, si la reducción que se prevé en las tasas de interés se traduce en
una mejor demanda, esta se podría orientar más hacia la vivienda usada.
Inmobiliario El sector de bodegas, oficinas y centros comerciales se ha enfrentado al reto del
aumento de las tasas de interés. Las elevadas rentabilidades de la renta fija (la DTF alcanzó
registros de 14,39% anual recientemente) ha significado un desafío importante para inversiones
alternativas como las inmobiliarias, tanto en el país como a nivel internacional. Un ejemplo de esto
es que el segmento de real estate del S&P500 tuvo una rentabilidad de -13,6% en el último año.
En los últimos 12 meses se han observado cap. Rates de entre 7,6% y 9,4% según el tipo de
negocio, lo cual ha mostrado la capacidad del sector de mantener unos niveles de ingresos y costos
operativos sanos. En 2023 este indicador podría tener una corrección. Mientras los ingresos
empezarán a reflejar el ajuste de las rentas con la inflación, un aumento de vacancias y mayores
costos presionarían a la baja el indicador, aunque mantendría niveles adecuados. Entre tanto, la
rentabilidad del flujo de caja distribuible se ha afectado por los costos financieros, tal que cayó a
niveles entre 2% y 3,5%. Sin embargo, consideramos que las presiones financieras deberían
disminuir en 2024, ya que, a partir de los precios del mercado, deberían darse retornos entre el 8% y
el 10%.
HOTELERÍA Y TURISMO
A nivel internacional, el sector hotelero y turístico llegó a un PIB total en 2022 cercano al USD7,7
billones, según el WTC (Word Turismo Council), tal que gozó de un crecimiento de 22% en el año
y se espera que en el 2023 llegue a niveles de USD9,9 billones, 23% más arriba. Esta expectativa es
muy superior a la nuestra, ya que prevemos un crecimiento cercano al 13% (a un PIB total mundial
cercano a USD8,2 billones). De cumplirse la predicción del WTC estaríamos hablando que para
cierre de 2023 el sector recuperaría los niveles de 2019. El 28% de los encuestados a nivel mundial
en el sector está de acuerdo con esa visión, mientras que un 38% espera que ese nivel solo se
alcance hasta 2024. En cualquier caso, la dinámica de recuperación se soportaría en: el gasto en
turismo que creció 82% anual durante 2022; un empleo cercano a 295 millones de personas a nivel
mundial (+7,9% anual); el flujo de turistas, que en el 1T23 avanzó en 83% anual y unas reservas
hoteleras que hasta abril crecen 6% anual.
En el entorno nacional consideramos que varios factores observados durante 2023 impactarían a la
baja el sector, tal que esperamos una caída del PIB de alojamiento y servicios de comidas del 1,5%.
Este pronóstico considera elementos como la evolución consumo privado, que crecería un modesto
0,2% este año ante el mayor gasto de los hogares en servicio de deuda y arriendos, la desaceleración
de la economía PIB y el impacto que esto tendría en el mercado laboral. Ahora bien, a pesar de lo
anterior, prevalecen algunos elementos positivos que hacen contrapeso a las fuerzas adversas: el
crecimiento observado en los ingresos a través de los canales del Grupo Bancolombia; y la llegada
de extranjeros por turismo y negocios, que para mayo crece un 45% anual y ya supera los niveles
prepandémicos.
En lo corrido del año hasta mayo, la ocupación llega al 57,8% según Cotelco, con un crecimiento de
1,1pp vs 2022 y 3,2pp vs 2019. Esto ha sucedido a pesar de que en mayo se empezó a evidenciar el
impacto de la situación de Viva Air y Ultra Air, quienes movilizaban hasta el 19,5% del total de
pasajeros nacionales y ha tenido efectos en regiones como San Andrés, que pasó de un promedio de
ocupación de 68% en 2022 a un 41% en mayo del presente año. A pesar de esto, esperamos una
ocupación promedio en 2023 cercana a 60,3%, basada en los ajustes informados por parte de la
Aerocivil para las rutas aéreas afectadas, junto con un transporte terrestre que en lo corrido del año
a mayo crece 12% anual en el número de pasajeros y un sector que, según nuestra transaccionalidad
de tarjetas, en el 1S23 mantiene en niveles del 1S22.
Por el lado de los ingresos hoteleros, a través de los canales del Grupo Bancolombia se viene
observando un crecimiento significativo, con un avance anual de 31% en lo corrido de 2023 hasta
mayo. Se destacan los servicios hoteleros (+32% anual), seguido por agencias de viaje (+30,4%
anual) y el ecoturismo (+24,9% anual). Consideramos que este buen comportamiento, sumado a una
inflación que llega a 6,65% en lo corrido del año e impacta las tarifas, continuará llevando al alza
los ingresos de hoteles y el turismo, lo cual se transfiere positivamente en indicadores como el
RevPar que crece 27,65% en lo corrido del año a mayo según Codelco y que impulsa la inversión
en el sector.
Colombia, a diferencia de muchas regiones en el mundo, superó ya los niveles prepandémicos de
PIB en el segmento de alojamiento. Sobre esta base, luego de un 2023 de ligero retroceso, el sector
estaría en recuperación en 2024.
RECURSOS NATURALES
La producción de crudo se enfrenta a los menores precios, mayores impuestos y menos taladros
El precio del petróleo se ha comportado acorde a nuestra expectativa vigente del reporte de
proyecciones macroeconómicas de abril pasado, ya que hasta el momento se ha mantenido por
debajo de los USD80 por barril en la referencia Brent. Así mismo, tal como se expuso en el capítulo
de proyecciones macroeconómicas, en esta actualización no modificamos de forma significativa la
proyección de esta variable, ni en el corto, ni en el largo plazo.
Para el segundo semestre de 2023, esperamos un promedio del Brent en USD74 por barril, de cara
al e 2024 esperamos un promedio alrededor de USD70 y en el largo plazo sería razonable niveles
entre los USD68 y USD71. En nuestra opinión, La transición energética será un proceso mundial de
largo plazo, tal que el impacto de la demanda de global de combustibles será paulatino. Así pues, en
el corto plazo los principales riesgos surgen de los temores de recesión económica en los países
desarrollados, un factor que tendría gran incidencia en lo que queda de 2023 y la primera parte de
2024. Por otro lado, se espera que la oferta permanezca controlada por los recortes acordados por la
OPEP+ y por los esfuerzos voluntarios adicionales que realicen Rusia y Arabia Saudita de manera
individual.
En cuanto a la producción nacional, hasta mayo tenemos un promedio en lo corrido de 2023 de 772
mil barriles de petróleo día (kbpd), un registro intermedio entre nuestra expectativa de 765kbpd y la
meta de 780 kbpd planteada por el Gobierno Nacional desde finales de 2021. Lo anterior expone un
incremento anual del 3,6% en la producción nacional. Ahora bien, hacía adelante, consideramos que
no se superarán los 800 kbpd, sino que los registros más recientes están muy cerca del máximo
posible. Además, esperamos que la producción se mantenga en un rango entre los 750 y 790 kbpd
hasta el 2031, ya que acorde a Ecopetrol (plan 2040) se espera que en los años subsiguientes se
presente una fuerte declinación.
Al respecto, la implementación de la reforma tributaría aprobada el año pasado acota de manera
significativa los incentivos que pueden tener las compañías petroleras para invertir, pues la tasa
efectiva de impuestos puede llegar incluso a estar alrededor del 60% en un escenario de precios
positivo. Para el primer trimestre de 2023, Ecopetrol expuso una tasa efectiva de impuestos de 45%,
cuando en 2022 la tasa fue de 32%, algo que estaría siendo la pauta general en el sector.
Consideramos que este hecho puede ser uno de los elementos que explica la disminución de los
taladros en operación. Hoy se encuentran activos 126 equipos, cuando a finales de 2022 estaban
activos alrededor de 155, lo que implica una disminución notable del 19%.
Finalmente, conviene mencionar que el Gobierno ha continuado con el proceso de incremento de
los precios de la gasolina corriente, respecto a la cual se busca un nivel objetivo de paridad
internacional en torno a los $15.500 por galón. Esto contribuirá a reducir el déficit del Fondo de
Estabilización de los Precios de los Combustibles y, una vez se logre ese niel en la gasolina
corriente, se anunció que iniciará el proceso de incrementos del Diesel. Es decir, esa medida
empezaría a materializarse en los primeros meses de 2024. A diferencia de los incrementos en la
gasolina, el incremento en el Diésel impactaría transporte de carga, el transporte masivo y el
transporte marítimo, por lo que podría ser el origen de una presión inflacionaria mayor.
SECTOR FINANCIERO
BIBLIOGRAFÍAS
file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/Actualizaci%C3%B3n%20de%20Perspectivas%20Sectoriales
%202023-2024.pdf
https://www.bancolombia.com/empresas/capital-inteligente/especiales/informes-sectoriales
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%20hacer.