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El deber del Estado argentino por sus compromisos internacionales


de asegurar un servicio de justicia en un plazo razonable y los brevísimos calendarios
de actividad judicial

Por Roberto Antonio Punte

He señalado en una nota reciente que configura una violación de principios constitucionales el que no se
otorgue la debida prioridad a los deberes asumidos internacionalmente a la justicia pronta y al eficaz
cumplimiento de las sentencias. (1)

Nada de eso es posible cuando el año judicial se viene reduciendo progresivamente. En 2010 hubo 217 días
hábiles, pero algunos, como las vísperas de Navidad y Año Nuevo, con jornada reducida. Aún así, 217 días,
a razón de 6 horas diarias, suman 1296 horas, equivalentes a 162 días de trabajo de cualquier otro sistema
laboral fundado sobre la jornada de ocho horas. Las vacaciones de verano e invierno totalizan treinta días
hábiles. A esto se suma que ha estado plagado de ferias particulares, ya sea por pintura, refacciones o
informatización. En el caso de la sobrecarga y amenaza de derrumbe de los juzgados previsionales hubo un
asueto de casi tres 3 semanas. Y hay que agregar los conflictos gremiales, muchos de ellos ni siquiera
avisados, como los que paralizaron en diciembre a la justicia de la Ciudad de Buenos Aires. El inicio del año
ya ha sido acompañado de ferias "por mudanzas", en esos mismos tribunales. Cabe preguntarse por qué
esto no pudo realizarse durante la extensa feria de enero, y la respuesta es obvia: porque estaban todos de
vacaciones.-

Esto resulta en una privación masiva del servicio de justicia, en la que resaltan contadas excepciones en
cada fuero, cuando un Juez o una Sala desarrolla un liderazgo que le permite conformar un equipo de trabajo
coherente y de este modo, con esfuerzos y sacrificios personales, logran llevar de modo digno sus
desempeños. No es lo corriente, donde hay rutina, postergación, atraso, saturación y una resultante
indiferencia por los justiciables y los abogados que los representan. El año que se inicia también computará,
en principio, 217 días hábiles, pero siendo un año electoral no es descartable que haya algunos asuetos
extraordinarios. A lo meramente cuantitativo debe sumarse la ineficiencia inercial resultante de la
discontinuidad de las tareas por los feriados intermedios y el obsoleto sistema de ferias, de raigambre
colonial, que hoy carece de justificación en el mundo moderno. Ahora se agrega la actual campaña de
amenaza de quite de colaboración que surge de las consignas de la UEJN contra el "acoso laboral" o por el
estricto cumplimiento de "7,30 a 13,30 hs, ni un minuto mas!". Todo bien distinto a lo pautado por el legislador
procesal, cuando dispone que "son días hábiles todos los del año" y horas hábiles judiciales, "entre las siete y
las veinte"-(art.152).-

Tanto la discontinuidad como los horarios máximos reglamentarios afectan una regla principal a la que el
Estado argentino y sus órganos se encuentran sometidos, y deben cumplir, como es el deber de la prestación
de justicia razonablemente rápida, según el pacto de derechos humanos, suscrito y custodiado en San José
de Costa Rica. Lamentablemente, este Pacto se invoca cuando conviene en algún caso particular, pero
cuando genera cargas u obligaciones que obliguen a algún cambio o reforma es soslayado y dejado en el
anaquel de las cosas superfluas.-

Desde lo funcional las obligaciones judiciales de "administrar justicia bien y legalmente" (art. 112ºCN)
conllevan cumplir esto "en un plazo razonable" (Art.8º CADHH), que, si pensamos es el pautado por el
legislador en el Código de Procedimientos, nos señala un ritmo procesal muy alejado de su cumplimiento
real. Basta pensar en las reglas sobre dictado de sentencias por el juez (cuarenta días) o los tribunales
colegiados (sesenta días). Y no se trata solamente de la celeridad del proceso; sino también del derecho al
cumplimiento efectivo de las sentencias, según los principios de "recurso efectivo", para "hacer valer sus
derechos", que cuentan con debida jerarquía constitucional, a través de su inserción en las declaraciones
Americana (18º) y Universal (8º).-

Todo esto requiere ser repensado y reformulado, dando su debido lugar a los principios constitucionales
sobre los cuales se funda el monopolio público del discernimiento de justicia, que es uno de los más
importantes "servicios públicos", que debe ser dado en "calidad y con eficiencia" (art. 42 CN), en lo que
corresponde la participación a los usuarios -la gente y los abogados- merecedores según dicho precepto, de
"trato equitativo y digno".-

Si la primera regla es que la justicia debe estar disponible para la gente, la mayor parte del tiempo posible, y
para ello deben hacerse las reformas necesarias que lo garanticen, evitando el trabajo "a medias y a veces",
que implica en realidad la violación de derechos muy elementales de las personas afectadas; la segunda
debiera ser que no se puede tratar del mismo modo situaciones marcadamente desiguales. No es lo mismo
el trabajo en los Juzgados federales del interior del país, donde el frío o el calor extremos han determinado
hábitos de trabajo distintos en cada caso, que la organización tanto de ese fuero como del ordinario de la

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Capital; las exigencias de los juzgados penales o de los de familia no pueden tasarse del mismo modo que
los patrimoniales. Un principio de solución del anquilosamiento estructural y la insuficiente respuesta a la
mayor demanda fruto del crecimiento demográfico, a lo que ahora se suman las previsibles dificultades que
pueden esperarse del incipiente conflicto que plantea la UEJN, seria negociar el Convenio diferenciando las
situaciones, prestaciones e ingresos según las necesidades de mayor servicio de cada fuero. Evidentemente
cualquier reforma gravitará sobre la nómina y el presupuesto, pero esto es una carga que habrá que asumir
para cumplir adecuadamente el deber constitucional de "afianzar la justicia".-

(1) "El necesario compromiso ético e institucional con el cumplimiento de las sentencias y el derecho "a
hacer valer los derechos" de la Declaración Americana (art.8º)". Por Roberto Antonio Punte. EDITORIAL
elDial.com. Suplemento de Derecho Constitucional. 06/12/2010. (elDial.com - CC239F)

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